Tan Sola y Tan Lejos de Casa - Paraguay - Gi - Portalguarani
Tan Sola y Tan Lejos de Casa - Paraguay - Gi - Portalguarani
Tan Sola y Tan Lejos de Casa - Paraguay - Gi - Portalguarani
ABSTRACT
Criadazgo is a traditional practice in Paraguay, where a poor family gives one of their children
to another family, normally living in cities. Then, the child labor in domestic tasks and the
charged family offer to her or him a place to live, food and access to the school. This practice
today is a way of exploitation and exposes children to abuses and to the traffic. On his 12 years
1
Presentacin en el Encuentro Nacional Erradicacin del Trabajo Infantil. Meta de una Argentina Bicentenaria.
Crdoba, octubre de 2010. Esta participacin no implica necesariamente el acuerdo institucional con todas las
posturas expresadas en el encuentro acerca del trabajo infantil y adolescente y la explotacin econmica y laboral
de nios, nias y adolescentes.
Art[e]ducador e investigador social paraguayo. Asesor pedaggico y enlace de Global Infancia en Crdoba.
Fundador de VinculArte asociacin civil. Ha trabajado en desarrollo organizacional y enfoque de derechos con Save
the Children Suecia, la Coordinadora por los Derechos de la Infancia y la Adolescencia (CDIA) y el Centro de
Documentacin y Estudios (CDE) en Paraguay. Ha participado de procesos de elaboracin de informes desde la
sociedad civil sobre la situacin de los derechos humanos en Paraguay, particularmente en mecanismos propios y
en mecanismos del sistema de Naciones Unidas. En Argentina, ha trabajado en procesos de sistematizacin y
formacin en materia de enfoque de derechos con la Subsecretara de Proteccin Integral de la Niez y la
Adolescencia (Spina) y los ministerios de Industria, Comercio y Trabajo y de Educacin de la provincia de Crdoba,
con el Servicio Habitacional y de Accin Social (Sehas), de Crdoba y con el Instituto de Formacin para la
Participacin Ciudadana (Infopaci) de Bell Ville. Se desempea como actor de la Compaa de Teatro Espontneo El
Pasaje, de Crdoba. El autor agradece el trabajo con Silvina Francezn y Rosa Mara Ortiz para esta recuperacin y
los aportes de Julio Castro al texto final.
of work, Global Infancia has connected his interventions with the public protection system to
strengthen the institutions and give a comprehensive and durable response to children in
criadazgo. The human rights based approach becomes into a people centered intervention wich
is also able to activate social and inter institutional networks close to children and in a national
perspective.
PALABRAS CLAVE
Criadazgo. Trabajo infantil domstico. Enfoque de derechos. Redes sociales. Redes
interinstitucionales.
SUMARIO
HISTORIAS PARA ENTRAMAR
La historia de Ana
La historia de Nico
La historia de Natividad y Casiano
CRIADITAS Y CRIADITOS
13
20
22
BIBLIOGRAFA DE REFERENCIA
22
La historia de Ana
Ana Mara naci el 31 de diciembre de 1995, en una localidad del departamento de Cordillera, a
unos 70 km de Asuncin. Vivi con su madre hasta los dos aos, a su padre no lo conoci hasta
ahora. Sus primeros cuatro aos de vida vivi con la abuela materna, porque segn la abuela, su
madre la maltrataba. De all pas a vivir con una ta, de 37 aos de edad, la pareja de ella, de 33,
y la hija de ambos, de 2. Todos juntos viven en una ciudad al lado de Asuncin, cuidan una casa
quinta y viven en un departamento en el mismo predio de la casa. De hecho, la ta de nia haba
sido criadita de la duea, ya fallecida, de esa casa quinta.
Ana Mara asista a una escuela cercana a la casa y entre sus tareas se encontraban: estudiar,
limpiar el departamento en que vivan, colaborar con su ta en la limpieza de la casa quinta.
Algunas veces, tambin deba acompaar a la duea hasta su casa en Asuncin y realizar all
tareas domsticas, sobre todo los domingos.
Desde que Ana Mara se mud a vivir con su ta mantuvo muy poco vnculo con su abuela y su
madre. Sobre todo, porque tanto su ta como la duea de la casa le daban mensajes negativos en
relacin a ellas.
La historia de Nico
Nico naci en 1998 en una compaa del departamento de Guair, en el centro del pas. En
2006, fue llevado por su ta, hermana de su madre, hasta una compaa en la zona de la ruta 1 en
Capiat, a unos 25 km de Asuncin. Ella le haba dicho: And a preparar tu bolsn, porque te
vas a vivir conmigo. Nico ya haba vivido con la abuela materna mientras su madre trabajaba
en Buenos Aires. Al fallecer la abuela, otros parientes lo recibieron en su casa, hasta que lleg
esta ta.
4
La mayor parte de esta presentacin est organizada con informacin disponible en la sistematizacin publicada
como Acompaar(nos) para llegar a tiempo (Celma y Francezn, 2010). Todas las publicaciones citadas de Global
Infancia estn disponibles para ser descargadas en forma gratuita en la Biblioteca Virtual de la pgina web
(www.globalinfancia.org.py).
En el verano de 2008, Nico estaba trabajando en la gomera del esposo de su ta. Se levantaba a
las cuatro de la maana e iba hasta la gomera en el centro de Asuncin (a unos 45 a 60 minutos
en colectivo). l era el responsable de abrir el local a las seis y quedaba all hasta las diecisiete,
dependiendo del trabajo que hubiera.
Nico no vea a su madre desde que haba ido a trabajar a Buenos Aires en el 2005. Solan
conversar o comunicarse a travs de mensajes de texto, porque Nico tiene un celular. La mam
enviaba un poco de dinero a su hermana para cubrir algunos gastos, pero eso no dur mucho
tiempo, ya que pas varias temporadas sin trabajar en Buenos Aires.
El que se fue o intent huir (onomatopeya por una pronunciacin popular de fuido o huido).
Las similitudes de ser explotados en los yerbales como menses y ser explotados en las familias
como criaditos y criaditas se asocian a las distancias que se establecen entre el lugar de origen y
el lugar de residencia y el estricto control ejercido para evitar la fuga (en el caso de los
yerbales con perros y capataces feroces, en el caso de las criaditas con el recorte de todo vnculo
con sus orgenes y su instalacin en un entorno desconocido).
La principal diferencia entre lo que vivan Natividad y Casiano (los personajes de Roa Bastos
que representaban a las familias sometidas en los yerbales) y lo que vivieron Ana Mara y Nico
y tantas otras nias, nios y adolescentes radica en la diferencia generacional entre unos y otros,
pues nias y nios tienen en general menos condiciones que las personas adultas para hacer
frente a la adversidad en solitario. Adems, como el encierro de los yerbales entre el ro y la
selva, las criaditas y los criaditos estn atrapados tambin por la idea culturalmente instalada de
que se les est haciendo un favor, de que es bueno para ellos y ellas estar con una familia para
poder asistir a la escuela y para ser cuidados. Por otro lado, en ambos casos las leyes permiten
que se produzcan estos abusos.
CRIADITAS Y CRIADITOS
Ustedes me dirn, qu son las criaditas y los criaditos? Lo que delata que no estoy ante un
pblico paraguayo, puesto que este es un hecho tan conocido, extendido y naturalizado que
hasta tiene un nombre que toda paraguaya y todo paraguayo puede referir directamente a ese
hecho. Les cuento: una criadita es una nia entregada por un vnculo de confianza por su
familia, generalmente de clase socio econmica humilde y de zonas rurales, a otra familia, por
lo general mejor posicionada econmicamente y en zonas urbanas, para que, a cambio de asistir
a la escuela y recibir techo y comida realice tareas domsticas en el hogar de la familia
encargada (Heisecke et alii, 1995, Leyra Fatou et alii, 2001). El criadito es un nio en las
mismas condiciones. Ana y Nico son criaditos. Resulta que en otros pases tambin nias y
nios viven esta realidad, pero no tienen un nombre para ello, ms que en Hait y en los pases
de frica Occidental, que se llaman las restavek (criollo haitiano para decir se queda con) y
petites bonnes (francs para buenitas). En mis consultas todava coloquiales en Argentina, las
familias encargadas se refieren como la nia que se queda conmigo o la chica que vive
conmigo.
En general, las criaditas y los criaditos provenan de comunidades rurales donde la escuela
primaria no alcanzaba al sexto grado (ltimo ao de educacin obligatoria hasta 1991) o donde
la educacin pblica resultaba de muy baja calidad y brindaba pocas oportunidades para salir de
la pobreza (Heisecke et alii, 1995; Leyra Fatou et alii, 2001).
La economa paraguay fue tradicionalmente rural y la insercin laboral de las personas se
produce en el mbito informal y en gran mayora en el sector servicios. Con los avances de la
frontera de agro negocios de cultivo intensivo (sobre todo de la soja) en el territorio paraguayo
se ha producido un desmantelamiento de la economa rural familiar y comunitaria de
proporciones significativas que ha llevado a modificar la configuracin del hbitat y ha
expulsado a las familias de sus comunidades, forzndolas a la migracin y el hacinamiento en
los centros urbanos (Ortiz Sandoval, 2007 y Palau et alii, 2007). Estas transformaciones, sin
embargo, no impactaron en la prctica del criadazgo, al punto que en investigaciones ms
recientes encontramos que nios y nias pueden tener sus familias de origen en una localidad
urbana y sucesivas familias encargadas en otras localidades urbanas, incluso prximas entre s
(Celma y Francezn, 2009).
de ellos; una persona que pierde progresivamente la esperanza porque no encuentra una
salida ni se cree capaz de lograrla (Celma, 2001a: 37).
Ms adelante, nuevas investigaciones llevaron a ver que el criadazgo pona a nias, nios y
adolescentes en vulnerabilidad ante la explotacin sexual y la trata de personas (Grupo Luna
Nueva, 2005) y que la misma prctica del criadazgo poda configurarse como una situacin de
trata de personas con fines de explotacin laboral, en los trminos del Protocolo de Palermo
(Celma y Francezn, 2009).
En las ms recientes investigaciones sobre la continuidad de la prctica del criadazgo y las
respuestas institucionales que se estaban dando (Celma y Francezn, 2009), encontramos que:
-
Para ellas y ellos, sus referentes son vecinos y vecinas del barrio de la familia encargada
y docentes y directivos de las escuelas adonde asisten, por lo que estos potenciales
vnculos se constituyen a la vez en espacios de contencin y potenciales vas de
mejoramiento de sus condiciones de vida.
Todas las instituciones declararon la necesidad de contar con recursos suficientes para
cumplir sus tareas, lo que incluye personal idneo, comprometido y capacitado,
insumos y tiles de trabajo, los gastos de traslado y el funcionamiento coordinado.
BUSCANDO PROTECCIONES
Entonces, cmo podemos proteger a nias y nios que viven estas situaciones? Evidentemente
la legislacin es un elemento clave de trabajo y la poltica pblica es el otro.
Derechos Humanos, iniciando un proceso de nuevos tratados internacionales que obligan a los
Estados a proteger estos derechos para toda la poblacin, entre ellos la Convencin sobre los
Derechos del Nio, de 1989.
Los principios y el espritu de todos ellos son recogidos en la Constitucin de 1992, el nuevo
proyecto de pas construido tras la cada del dictador Alfredo Stroessner. As, se prohben la
esclavitud, la servidumbre y la trata (art. 10), se reconocen los derechos de las nias, los nios y
adolescentes como prevalecientes (art. 54), se consagran los derechos fundamentales del
trabajador y la trabajadora (art. 86 a 99) y se protege el trabajo adolescente (art. 90).
Con el Cdigo de la Niez y la Adolescencia (CNA, ley 1680/01) se cierra un ciclo de
adecuacin legislativa nacional a la Convencin sobre los Derechos del Nio y se crea un
Sistema nacional de proteccin y promocin integral de los derechos de la niez y la
adolescencia (SNPPI), coordinado por una Secretara Nacional de Niez y Adolescencia
(SNNA) con rango ministerial y con presencia local asegurada al haber recogido la experiencia
de las Consejeras Municipales por los Derechos de la Niez y la Adolescencia (Codeni).
La SNNA coordina entonces la elaboracin participativa de la Poltica Nacional de Niez y
Adolescencia (Polna 2003-2013) y el Plan Nacional de Niez y Adolescencia (PNAI 20032008), articulando los esfuerzos de los diferentes ministerios ejecutivos y de las dependencias
judiciales. Adems, se emprenden acciones en la definicin del Plan nacional de erradicacin
del trabajo infantil y de proteccin del trabajo adolescente (Plan TITA 2003) y su Estrategia
nacional (2010) y del Plan nacional de erradicacin de la explotacin sexual comercial de nias,
nios y adolescentes (Plan ESCI 2003-2008). Para enfrentar la prctica del criadazgo y
reconducirla, es necesario tener presentes tambin el Programa nacional de Trabajo Decente
(2009), coordinado por el Ministerio de Justicia y Trabajo; la Poltica nacional de combate a la
Trata de Personas (en proceso de aprobacin), el Plan nacional de salud integral de la niez y la
adolescencia 2008-2012 y el Plan Nacional de Educacin Paraguay 2024, todos ellos articulados
con la Poltica Pblica para el Desarrollo Social Paraguay 2020. En 2005, se contaba ya con el
decreto 4951 que estableca las peores formas de trabajo infantil en el pas, entre las que se
incluy el criadazgo.
Sin embargo, como hemos visto, todava esta prctica no est pudiendo ser eliminada como una
forma en que bajo el supuesto de una beneficencia para un nio o una nia, se acaba por
explotar su fuerza de trabajo y muchas veces cercenar su desarrollo integral. De hecho han sido
muchos de los avances en materia legal para la proteccin de los derechos de los trabajadores y
las trabajadoras, pero el trabajo domstico se ha constituido en el nico legalmente
discriminado. Por ley, en nuestro pas, una trabajadora domstica recibe menor salario que el
trabajador de otros sectores, y el pago puede realizarse mayormente en especies; adems est
obligada a trabajar ms de ocho horas diarias y puede trabajar en das feriados de comn
acuerdo con su empleador. Obviamente hay otros trabajos que tambin tienen condiciones
precarias, pero estas no estn establecidas en la ley! (Bareiro y Gonzlez, 2009; Pereira y
Valiente, 2007; Ocampos, 2009).
Debido al hecho de que el trabajo de las criadas y los criados se ubica en el mbito
domstico, de por s invisible, los alcances de esta problemtica son poco conocidos,
confusos y cargados de prejuicios. En el pasado, pudo haber sido una respuesta para
resolver carencias sociales y familiares, pues se basaba (como en el caso del padrinazgo) en
relaciones cercanas y de confianza de los padres con las familias encargadas [aquellas que
tienen a su cargo un nio o una nia de otra familia], donde no se perda el vnculo familiar,
pero en la actualidad reviste caractersticas tales de vulnerabilidad que se aleja de ser una
respuesta vlida ante situaciones de carencia o necesidad (Leyra Fatou y otras, 2001: 22).
El Comit de Derechos del Nio en sus ltimas observaciones al pas realizadas a principio de
este ao, recomendaba expresamente la realizacin de un estudio sobre el impacto del criadazgo
en la vida de nias, nios y adolescentes; la tipificacin del criadazgo como delito en la ley y la
elaboracin de polticas y programas de sensibilizacin y atencin integral (Comit de Derechos
del Nio, 2010: prr. 66-67).
Contexto de trabajo
Me quisiera detener un momento en poder compartir el contexto de trabajo de estos aos en
Paraguay, sobre todo conociendo el contexto argentino y pudiendo establecer las diferencias y
particularidades que nos ayuden a comprender mejor los itinerarios transitados y los abordajes
propuestos. Quisiera concentrarme sucintamente en cinco aspectos concretos: la configuracin
del Estado paraguayo, la cultura democrtica de la sociedad, la deuda social histrica en el pas,
la conformacin demogrfica y las condiciones del trabajo.
-
La configuracin del Estado paraguayo estuvo signada por las guerras que marcaron su
conformacin y articulacin la Guerra contra la Triple Alianza entre 1865 y 1870, la
Guerra del Chaco entre 1932 y 1935 y la Guerra Civil de 1947 pero tambin por
prcticas autoritarias y dictatoriales prolongadas la ltima, de Alfredo Stroessner entre
1954 y 1989 y por una configuracin de la cultura poltica prebendaria y clientelar
en los ltimos 62 aos ha gobernado solo el Partido Colorado, en dictadura y en
transicin democrtica, desde 1989 hasta la eleccin de 2008 (Benegas Vidallet, 2008;
Vial Saavedra, 2008). Esto significa bsicamente, que no se ha instalado un Estado de
bienestar, por lo que tampoco se ha retirado como sucedi en el desmantelamiento
iniciado en Argentina durante la dictadura militar y continuado en los perodos
menemistas.
Paraguay tiene una deuda social histrica de grandes proporciones con amplios sectores
de su poblacin, dadas las condiciones de pobreza y exclusin a que se encuentran
sometidas por un sistema econmico de concentracin de la riqueza e indiferencia y
descuido de los derechos econmicos, sociales y culturales. Particularmente, el
campesinado, los pueblos indgenas, las personas migrantes y las personas con
discapacidad se encuentran en estas condiciones, afectando ms sensiblemente en estos
grupos a las mujeres de todas las edades y a los nios y adolescentes. As, por ejemplo,
los servicios de educacin y de salud pblicas distan mucho de garantizar la cobertura y
la calidad de las prestaciones y recin desde agosto de 2008 se realizan acciones
concretas para asegurar su gratuidad (Montrfano, 2009; Corvaln, 2009).
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Nuestros itinerarios
Me voy a concentrar entonces en nuestros itinerarios desde hace ms de doce aos en el tema de
las criaditas y los criaditos, entramados con otros aportes y construcciones y con los contextos
sucesivos de aprendizaje institucional y organizacional. Una de nuestras modalidades de trabajo
es tomar conciencia sobre aquello de lo que nadie ms se est haciendo cargo en este momento,
encontrar las situaciones que afectan a los derechos de nias, nios y adolescentes que no estn
siendo todava atendidas y empezar a comprenderlas en forma respetuosa para proponer un
abordaje integral.
En 1998, la organizacin haba visto que las preocupaciones por el trabajo infantil y adolescente
estaban concentradas en aqul que resultaba ms visible: el que se realiza en las calles y otros
espacios pblicos como terminales de mnibus y mercados. Sin embargo, otras formas en que
nias, nios y adolescentes realizaban tareas y actividades de orden econmico no estaban
siendo tenidas en cuenta, entre ellas, la vida de las criaditas y los criaditos, que adems estaban
naturalizadas como prcticas de beneficencia.
En el perodo anterior, dos organizaciones amigas haban investigado sobre las historias de las
criaditas de Asuncin (Heisecke et alii, 1995), pero no se tenan otros estudios de aproximacin
ni se contaban con acciones de respuesta. Entonces, Global Infancia realiz entrevistas a
mujeres adultas que haban sido criadas en su niez y adolescencia y con sus historias invit a
escritoras y escritores de reconocida trayectoria a que escribieran cuentos, publicados en un solo
volumen Mombyry che tapigui, que puede traducirse del guaran como muy lejos de mi
casa/chacra y con el subttulo Criadas, hasta cundo? (Alvarenga, 2000).
En ese tiempo, iniciamos un proceso de trabajo para posicionar la temtica con las Consejera
Municipales por los Derechos de Nias, Nios y Adolescentes (Codeni), con docentes en
instituciones educativas y con asociaciones comunitarias y comisiones vecinales. Para ello,
configuramos la historia de Vicenta, una propuesta didctica en modalidad de cuento en que las
lectoras y los lectores, participantes en talleres con esos grupos, deban elegir la continuacin de
la historia e incluso tomar posicionamiento sobre la incidencia de los elementos confluyentes en
la vida de la protagonista y las obligaciones en juego del Estado, la familia y la sociedad en su
conjunto (Celma, 2001a, 2001b y 2001c). Esta experiencia se conect con un investigacin
11
exploratoria en tres municipios del Gran Asuncin que nos permiti comprender mejor las
formas en que se produca el criadazgo (Leyra Fatou et alii, 2001).
En 2001, la Organizacin Internacional del Trabajo instala en Paraguay el Programa
Internacional de Erradicacin del Trabajo Infantil (OIT/IPEC) con un conjunto de recursos
financieros que permiten realizar nuevas investigaciones en diferentes temas, entre ellos el
trabajo infantil domstico, una de las dimensiones del criadazgo (Soto et alii, 2002; Barboza,
Francezn y Callizo, 2003; Gimnez, 2004, Gonzlez Rahi y Obando, 2004; Soto, 2005).
Los abordajes iniciales para responder en forma integral y con enfoque de derechos a esta
realidad los encaminamos desde Global Infancia principalmente con las Codeni, las escuelas y
las organizaciones comunitarias en los entornos cercanos de nias, nios y adolescentes y se va
ampliando progresivamente a trabajar ms de cerca en el fortalecimiento de las familias de
origen y la perspectiva desde los ministerios nacionales de educacin y salud. Experiencias que
dan pie a reflexiones publicadas como Creando vnculos en la comunidad (Ginzo, 2004) y
Antiguas costumbres, nuevas prcticas (Alvarenga et alii, 2005).
En estas experiencias, una de las cuestiones claves resultaron los encuentros entre adolescentes
trabajadores domsticos y trabajadoras domsticas en espacios de talleres de formacin y
recreacin, que culminaron con la conformacin del Grupo de Adolescentes Unidos por un
Mismo Fin (Gaumif), cuya intencin era apoyarse mutuamente y apoyar a otros y otras en
situaciones similares. Este grupo fue consultado por nuestra organizacin en los diseos de
nuevos proyectos para poder ajustarlos mejor a las nias, nios y adolescentes que vivan en
condiciones de criadazgo. Posteriormente, como parte del proceso propio de los grupos
adolescentes cuyos miembros van creciendo y que no tuvo una renovacin constante, este grupo
dej de juntarse como tal (Otero, 2007).
Entre 2003 y 2005, la organizacin amiga Luna Nueva en trabajo conjunto con la Organizacin
Internacional para las Migraciones y con el Ministerio de Relaciones Exteriores realiz la
primera investigacin cualitativa en Paraguay sobre la trata internacional de personas con fines
de explotacin sexual, lo que arroj, entre otros, la informacin ya compartida de que el
criadazgo expone a las nias y las adolescentes a la explotacin sexual y a la trata (Grupo Luna
Nueva, 2005).
En 2007, la realidad de la migracin forzada por motivos econmicos de madres y padres,
principalmente a Argentina y Espaa, haba llevado ya a la conformacin de familias
transnacionales y se constitua en una preocupacin cada vez ms creciente desde las escuelas
sobre el modo de brindar contencin afectiva a nias, nios y adolescentes. Una propuesta de
abordar el rol de la escuela en la prevencin de la trata y conectar con la salud sexual y
reproductiva nos llev a encontrar en este tema una cuerda sensible en las realidades de nios,
nias y adolescentes. Una de las adolescentes que participaba en organizaciones locales haba
planteado en el Congreso Nacional el pedido a los parlamentarios y las parlamentarias: Hacer
que nuestros paps tengan oportunidades de trabajo en donde vivimos para que no tenga que ir a
trabajar a otro pas8. El trabajo con las y los docentes para abordar la temtica en las escuelas
de siete municipios sensibles a la migracin econmica, con grupos organizados de nios, nias
y adolescentes para difundirla entre las comunidades y la conformacin de grupos de teatro para
8
12
Los procesos referidos en el itinerario contaron la financiacin parcial del Fondo para la Igualdad de Gneros de la
Agencia Canadiense para el Desarrollo Internacional (FIG/ACDI), de Save the Children Reino Unido, de OIT/IPEC,
del Banco Interamericano de Desarrollo, de la Organizacin Internacional para las Migraciones, de Save the Children
Espaa y de la Junta de Comunidades de Castilla La Mancha. Adems, el trabajo de atencin directa cont con
aportes directos del Fondo Fiduciario de Contribuciones Voluntarias para Luchar contra las Formas Contemporneas
de Esclavitud, en tanto, gran parte del trabajo de incidencia y promocin de la participacin infantil desde donde se
promovieron las actividades locales fue financiado por Save the Children Suecia.
13
Atencin directa
Acercamientos
Acompaamiento integral
Actividades con nios, nias y
adolescentes
Mantenimiento del vnculo
Ingresos en la familia de origen
Apoyo a la
atencin directa
y la articulacin
Sensibilizacin con
actores comunitarios
Difusin en
las comunidades
Diagnstico
Contacto con
referentes
Ateneos
Seguimiento
con autoridades
Evaluaciones
Sistematizacin
Formacin de
formadoras
Formacin entre
pares
Dilogos locales
Consejos municipales
Mesas interinstitucionales y
comisiones nacionales
Legislacin
Sensibilizacin e
incidencia
Formacin
Quiero invitar a que nos concentremos en las acciones de atencin directa, si bien vamos a
relatar algunas que tambin se conectan con la formacin, la sensibilizacin y la incidencia.
Para comprender mejor cada una de estas acciones remito a nuestra publicacin
Acompaar(nos) para llegar a tiempo (Celma y Francezn, 2009), donde la mayor parte de
ellas estn relatadas. Las claves de la atencin directa tienen que ver con el enfoque de derechos
y la articulacin a modo de red.
14
15
Por el principio del inters superior de la nia y el nio, en la toma de decisiones que
puedan afectar sus vidas debe optarse por la alternativa que redunde en mayor beneficio
para ellos y ellas. El contenido de qu es lo mejor para el nio y la nia ha formado
parte de una amplia discusin, pues la consideracin de lo ms beneficioso vara segn
una perspectiva cultural, conforme al desarrollo histrico de una comunidad, en funcin
del momento en que se encuentre, de las condiciones del contexto en general y de los
recursos de que dispongan los y las agentes que realizan el abordaje. De hecho, el
criadazgo es defendido como lo mejor para un nio o una nia de una familia rural
pobre, aunque esta nocin considera como natural e inmutable la diferencia en la
distribucin de la riqueza, la opresin de la ciudad sobre el campo, la postergacin de
las garantas de los derechos para la poblacin campesina y el sometimiento de los
nios y las nias a la voluntad de las personas adultas.
En el mejor de los casos, criaditas y criaditos ven afectados sus derechos a la identidad
y a vivir con su familia, pues son separadas de sus comunidades de origen a una edad
muy temprana y colocadas en entornos nuevos y desconocidos (pasan del mundo rural
al mundo urbano) y se encuentran distanciadas geogrfica, fsica y hasta
emocionalmente de sus referentes primarios de contencin y afecto.
Entonces, una forma de identificar el inters superior de la nia y el nio es considerar
los otros principios: cul es la alternativa que ms derechos va a garantizar
(integralidad)? cul es la alternativa que va a permitir que los derechos continen
garantizados en forma duradera (integralidad)? cul es la opinin del nio, nia o
adolescente afectado por la situacin (participacin)? El nfasis en el abordaje se
plantea mantener estas preguntas como orientadoras para contribuir a establecer las
opciones que tengan en cuenta el inters superior de nias y nios.
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Reducir al mximo posible el tiempo que dedican a las tareas domsticas u otras
vinculadas a su presencia en la familia encargada, eliminar las que superen sus
capacidades y equiparar la distribucin del trabajo familiar entre los miembros del
mismo grupo familiar.
Identificar toda forma de maltrato o violencia a que puedan estar expuestas y expuestos
con el fin de generar las condiciones adecuadas de proteccin.
Verificar sus condiciones de salud psico fsica y encaminar cuando fuera necesario
hacia su mejoramiento.
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mientras cumpla con los requisitos establecidos y cuente con seguimento-; tercero, con
una familia adoptiva (tras el proceso legal establecido), o, cuarto, en una entidad de
abrigo. En el caso de los y las adolescentes es posible una reconduccin hacia el trabajo
domstico protegido tal como est previsto en el Cdigo de la Niez y la Adolescencia.
-
Resulta significativo tener presente que el abordaje con nias, nios y adolescentes en situacin
de vulnerabilidad reviste caractersticas particulares, diferentes a quienes no se encuentran en
condiciones similares, y que se requiere de un acompaamiento y una atencin directa en que la
sensibilidad, la lucidez y la creatividad de quienes lo realizan entren en juego constantemente.
Este posicionamiento necesario para el rol de acompaar a nios y nias en el trnsito hacia
mejores condiciones de vida, definidas en forma conjunta y alcanzadas en colaboracin con
otros y otras, se apoya en la reflexin constante de las y los profesionales, el reconocimiento de
los tiempos y los procesos de trabajo, la generacin y sostenimiento del vnculo con el nio y la
nia y con su entorno, el reconocimiento y la activacin de sus redes sociales y de las redes
institucionales y el cuidado del equipo de trabajo. Como parte del abordaje desde una
organizacin social, es necesario tener en consideracin el traspaso del cuidado de cada nio y
nia hacia los equipos de las instituciones pblicas.
18
Es importante resaltar que un abordaje integral impulsa acciones de trabajo con el sistema de
proteccin de los derechos, esto es, en las interacciones entre las familias, los y las docentes, el
personal de los servicios de salud, proteccin, seguridad y justicia. Esto implica no solo
relaciones interinstitucionales, sino tambin relaciones humanas entre quienes trabajan en ellas.
En nuestra experiencia de trabajo resulta clave:
-
Trabajar desde las fortalezas permite identificar las condiciones ms favorables con que
cuentan las personas para hacer frente a la adversidad y se funda en la idea de que
puedan ser efectivamente protagonistas del cambio en sus vidas.
Ana tena una capacidad para mantener el dolor en un aparente control: as, en la
escuela a que asista, un centro que viene trabajando desde hace mucho tiempo en
materia de derechos de nias, nios y adolescentes y detectando situaciones de
vulneracin para encaminarlas adecuadamente, no se dieron cuenta de la situacin,
puesto que sus calificaciones no solo no disminuyeron, sino que mejoraron en el ltimo
tiempo; lo nico que escapaba a este control era que en su casa no poda terminar de
concentrarse en las tareas que le demandaban. Esta fortaleza poda ser encaminada para
que ella asumiera etapas de su proceso de cuidado.
El genuino inters de su ta, de la mujer encargada de su cuidado y de su maestra en que
Ana pudiera estar bien protegida se constituy en uno de los puntos ms importantes
con que se trabaj para realizar cambios en su vida.
Identificar los desafos clave del abordaje con enfoque de derechos posibilita mantener
la vigilancia en el proceso de abordaje.
En la historia de Ana, nuestro equipo de trabajo entendi que los desafos estaban en
mantener la escucha en todo momento, asumiendo la veracidad en todos sus relatos sin
poner en duda lo que iba narrando; realizar todas las gestiones para que el Estado
asumiera la investigacin penal de los hechos y para que trabajara en la reparacin del
dao; posibilitar un entorno seguro para Ana, que no poda seguir siendo alguno de
aquellos en que se encontraba; y generar un espacio para la palabra, para que la vivencia
19
pudiera ser puesta en palabras y desde all poder modificar las condiciones. Esto implic
trabajar con la escuela y la Codeni, pero tambin con la Fiscala Penal y el hospital
pblico para el seguimiento de la historia.
-
APRENDIZAJES EN PROCESO
Hasta este momento, nuestros aprendizajes en el abordaje del criadazgo y que pueden ser
ampliados a otros contextos de explotacin laboral de las nias, nios y adolescentes nos
llevaron a preguntarnos por los modos de cambiar esta realidad tan adversa en la vida de cada
nia, nio y adolescente como sujeto individual (a lo que llamamos, la relevancia de nuestro
trabajo). Pero tambin nos preguntamos por el modo de asegurar que todos sus derechos se
cumplan, a lo que llamamos, la pertinencia de nuestro abordaje, y por la mejor manera de hacer
que estos cambios duren en el tiempo, es decir, la sostenibilidad.
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Adems, hemos encontrado necesario mirar las realidades adversas que viven con actitudes que
atiendan a los derechos, que respeten sus procesos afectivos, que reconozcan las diversidades de
prcticas, concepciones, imaginarios e ideas y que se comprometan su emancipacin.
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PARA TERMINAR
Quisiera cerrar con una frase del filsofo y poeta francs Ren Daumal, a la que me acercara
Denise Najmanovich. Daumal sintetiza en ella una conviccin clave que expresa y sostiene
nuestro abordaje:
El hecho de ser dos,
todo lo cambia
No es que la tarea se vuelva
dos veces ms fcil,
no: de imposible
se vuelve posible.
Ren Daumal, La montaa anloga (1952)
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