1 - Alien Revealed (Satellano) (Saga The Confederacy Treaty)

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Staff
Moderacin de Traduccin

Moderacin de Correccin

Edgli

Ale Rose

Traduccin

Correccin

Edgli
Serenity953
Ale Rose
Katiliz94
Kristel98
Leonor_92
Rihano
Julieta9768

Ale Rose
Sttefanye
Edgli
Viqijb
Hanna Marl

Revisin y Recopilacin
Edgli

Diseo
Edgli

Indice
Sinopsis
Capitulo 1
Capitulo 2
Capitulo 3
Capitulo 4
Capitulo 5
Capitulo 6
Capitulo 7
Capitulo 8
Capitulo 9
Capitulo 10
Capitulo 11
The Confederacy Treaty 2: The Naked Truth
The Confederacy Treaty 3: Undercover Alliance
Acerca del Autor
Crditos del Foro

Sinopsis
L

a agente de Inarrii, Alinna Gaerrii fue encargada de observar la Fuerza


Estelar de la Tierra. Un choque aterrizando justo en su lugar de observacin
no era parte de su misin inmediata. Tampoco lo era hacer mittar, contacto
mental, con el Mayor David Brown, el humano que la encontr entre los escombros.
David piensa que es una psicloga enviada para evaluar su cuerpo de Fuerzas
Estelares, y Alinna le sigue el juego con su malentendido, aprovechando la oportunidad de
observar a los humanos de cerca. Pero su contacto diario tiene efectos secundarios
inesperados, y Alinna pronto invade los sueos de David. A travs de su intima conexin
mental ella le permite expresar sus deseos fsicos olvidados.
Alinna se deleita con la exploracin sensorial y se emociona con el prospecto de
un tratado con los humanos y un potencial compaero de vida en David. Pero un ataque
de una nave desconocida enva la base al caos, y Alinna puede ser forzada a revelar su
mentira, eliminando cualquier esperanza de un trato exitoso, y alejando a David por
siempre

Capitulo1
Traducido por Edgli
Corregido por Ale Rose

Repito, esta es la agente Alinna Gaerri, Unidad Nueve. Tel sho ahoi. Estoy en una
situacin de choque! Alinna grit los cdigos en Inarrii y en el ingls estndar en caso
de que fuera captada por la base de militares humanos en la que estaba a punto de
estrellarse. No deberan estar conscientes de su presencia, pero bajo estas
circunstancias, si la oan, al menos asumiran que estaban recibiendo un reporte retrasado
del ahora el jet en llamas. Agradecidamente, el lenguaje local haba sido engranado en su
conciencia despus de seis meses de monitoreo constante y traduccin de sus
comunicaciones.
Estaba cayendo. Su pequeo puesto de observacin se incrementaba. Capturada por
un jet humano fuera de control, su pequeo lugar de espionaje se vea tan tonto como el
vehculo que haba chocado al suelo frente a ella haca unos momentos. Temblores
subieron por los brazos de Alinna y por todo su cuero cabelludo. Sus lneas nerviosas
Linar forzaban a su piel hacia afuera con bandas flechadas y con crestas que salan de su
cuello y cuero cabelludo en una reaccin instintiva mientras su preocupacin se converta
en miedo.
Su puesto no estaba hecho para esta clase de accin. Una pequea artesana
construida para evitar la deteccin humana, solo serva en trminos de supervivencia a
corto plazo. Haba apenas suficiente espacio a bordo para que su largo cuerpo yaciera
horizontalmente contra el equipo de monitoreo. Su misin era simple, aparcar su nave en
la luna y usar su nave auxiliar para observar el comportamiento humano, para mirar, pero
no interactuar. Pero voy a interactuar; van a tener que despegar mi brillante piel Inarii de
sus nuevas y relucientes instalaciones de Fuerza Area. El sudor se acumulaba en su

frente mientras Alinna luchaba de nuevo para ganar el control, jalando los controles
manuales hacia arriba y atrs hasta que se presionaron contra su pecho.
Luces de advertencia parpadearon. Su altitud caa errticamente.
Mierda dijo en voz alta. Seis meses de escuchar la fluidez verbal de los humanos
para vulgaridades estaban dando fruto. Haba estado observando una discusin subida de
tono cuando el jet la tom por sorpresa, cambiando repentinamente su curso y volando
hacia el espacio areo sobre los bosques que rodeaban las instalaciones militares.
Metindose justo en su camino, su mquina haba roto las olas de pulso ultrasnico que
mantena su punto seguramente oculto. En segundos, el jet se haba estrellado contra el
suelo y explotado en llamas mientras ella observaba, incapaz de hacer nada ms que
luchar por el control de su propio vehculo. El jet se haba roto en tres piezas destrozadas;
haba muy poca posibilidad de que nadie sobreviviera.
El faro automtico de emergencia empez a titilar mientras Alinna se renda de
intentar recuperarse y esta vez se prepar para el impacto. Las puntas de los arboles
golpearon fuerte el escudo externo de la nave, llevando al pequeo vehculo a una cada
elptica. Alinna se sostuvo, su corazn estaba martillando. Sus nervios Linar se curvaban
con lneas que se tensaban y quemaban con alarma. La cada dur por siempre, la ltima
de las olas ultrasnicas golpe la nave contra los altos picos de la vegetacin terrcola.
Luego, con un repentino giro que revolvi su estomago, la nave golpe el suelo.
Alinna yaci atontada dentro de su puesto. Por un momento, ignor los monitores
gritando a su alrededor. Estoy viva. Luego la aguda esencia del ozono capt su atencin.
Las luces de advertencia que repentinamente brillaron y sonaron a su alrededor tenan
sentido de nuevo. Luch por retirar el entumecimiento y encontrar su camino hacia la
portezuela de salida en el frente del vehculo. Gru con frustracin cuando la palanca de
liberacin se rehusaba a operar. Tiempo de salir, ahora. La urgencia envi endorfinas por
su cuerpo, dndole una alta medida de la fuerza Inarii.
Alinna abri la puerta completamente mientras un temblor crepitaba a travs de su
nave. Poda oler humo. Las medidas de seguridad dictaban que necesitara esconder el
punto mientras regresaba a tierra aliengena, pero se preguntaba si quedara algo para
esconder. Arrastr su cuerpo a travs de la puerta sealada, tomando su bolsa de

emergencia en su camino de salida. Esto era mucho ms fcil en las simulaciones de


emergencias. Desembarcar era simple cuando estaba en el hangar liviano en su buque
ms largo, encubierto ahora en un crter en el lado oscuro de la luna terrestre.
Alinna se alz a sus pies en la gruesa alfombra de vegetacin fuera de su nave. Se
tambale mientras se pona de pie y se alej del pequeo lugar. Tomando refugio bajo las
ramas de un gran rbol, mir su vehculo arruinado. El jet humano haba destruido el
patrn de olas ultrasnico que la mantena oculta, pero podra haber recuperado el control
si hubiera estado un poco ms alto. Pero en el negocio de la supervivencia, estar cerca
era un riesgo necesario. Era el aterrizaje lo que lo haba daado, eso y rebotar y ser
aplastada contra los arboles. Las ramas de las masivas formas vegetativas a su alrededor
la haban hecho lo suficiente lenta para salvar su vida, pero la nave estaba perdida.
Una brisa suave trajo el agrio hedor del humo. El jet humano se estaba quemando
cerca y captara atencin militar en cualquier momento. Necesitada deshacerse de la nave
y esconderse. Toc la piel en la base de su oreja izquierda, iniciando su unidad interna de
comando. Sin mucha esperanza, requiri el modo de silencio absoluto para el vehculo.
Detrs de ella, un parpadeo de luz titil sobre la construccin mientras intentaba iniciar el
escudo de poder para convertirlo una vez ms en invisible para el desnudo escaneo
casual. Nada pas. Hizo una mueca. Nada sorprendente, despus del golpe que recibi la
nave durante su cada.
Kahemnit dal susurr. Mierda. La maldicin humana sonaba mas
satisfaciente, y mucho mas grafica. Una brisa errante vacil en su hombro, enviando su
cabello largo y marrn a sus ojos. Lo lanz hacia atrs de su rostro con un sonido de
molestia. No tengo opcin. Tengo que destruir la nave. Tel sho ahoi, sho amnetii.
Alinna us su unidad interna de comando para acceder al sistema de comunicacin de su
nave daada para sealar a su gente, escondida muy lejos en la base secreta de la luna
de Jpiter. Con suerte, la escucharan, aunque tal vez nunca sabra lo que pensaran de
su decisin. No podan responderle; cualquier comunicacin entrante llevaba a un riesgo
mucho ms alto de deteccin.
Estoy iniciando sho amnetii gohan yi. Empez la corta secuencia de autodestruccin, presionando sus labios y esperando a que funcionara. Si la nave estaba muy

daada para su ltimo servicio, tendra que encontrar alguna manera de destruirla o
esconderla ella misma. Eso podra no ser posible, teniendo un choque en las afueras de la
altamente asegurada base de Fuerza Area humana. Escane los bosques. Necesitara
un punto seguro de escondite, y pronto. Si era descubierta por humanos, la misin sera
una completa perdida, derivando en desastre para su carrera y un serio problema para el
eventual primer contacto entre los Inarrii y los humanos.
Alinna se alej del escudo del rbol y tembl mientras la brisa fra se rozaba contra
sus piernas. Se senta hmeda. Confundida, mir a sus piernas y qued sorprendida ante
la visin de una gran ruptura en el pesado material de su traje azul de vuelo. Sangre corra
libremente desde una profunda laceracin en su pantorrilla. Como si la visin de la herida
repentinamente la hiciera realidad, el dolor barri por su cuerpo. Se tambale. Un suave
gemido se desliz de sus labios mientras se daba cuenta de que tan mal estaba
lastimada. El dolor brot en su cabeza tambin, hacindola preguntarse si tambin haba
sufrido una concusin durante su repentina cada a la Tierra. Tras ella, olas de calor
salieron de su pequeo punto de espionaje. Al menos la secuencia de auto-destruccin

pareca estar funcionando.


Se tambale lejos de la nave, tratando de salir del rango mientras usaba sus propios
componentes para crear una reaccin qumica para reducirla a un pequeo punto de
plstico derretido. Despus de tal vez un par de docenas de pasos, se cay de rodillas.
Cambi al modo de componentes internos, ya que el hecho de que pronto estara
inconsciente era inescapable. Tal vez podra pensar en una manera de salir de esto. El
menos continuara reuniendo informacin. Por la comisura de su ojo, observ el vuelo de
otra nave humana dirigindose directamente al lugar de choque, y hacia ella.
***
El Mayor David Brown maldijo suavemente bajo su aliento. Lo que no necesitaba en
este momento era otro retraso. Por ninguna razn. Tena dos semanas hasta que el ms
nuevo equipo de misiones de la Fuerza Area fuera asignado, y planeaba estar en l
como lder. En cambio estaba sentado con sus pilotos de la Fuerza en la parte trasera de
un heli-jet de camino a un choque. Tom la manilla arriba de su puesto mientras una
turbulencia interrumpa sus pensamientos, vientos altos tomando ventaja del heli-jet

repentino del equipo de rescate. Sacudi su cabeza. Sus rdenes eran encontrar e
investigar un jet militar que haba enviado seales de peligro y aparentemente se haba
cado cerca de la base.
La asignacin del equipo tendra que esperar. Vidas estaban en riesgo, y la base
tena poca tripulacin. Transferencias recientes y la apertura de una nueva y ms grande
base haba mudado a mucho personal, tanto que l y los otros pilotos actualmente
viviendo en la base haban sido forzados a tomar posiciones de seguridad para este
desastre repentino.
David frunci el ceo. La asignacin esperara de todas formas. De acuerdo con el
ltimo memo, todo el equipo tena que ser evaluado por otro psiclogo. l, en particular,
pronto sera estudiado de cerca, probado de nuevo para adaptabilidad en el deber de
viajes largos al espacio y comandos.
Base a la unidad siete-cero-siete. El mensaje lleg a travs de un canal abierto.
David palme el control a un lado de su casco.
Unidad siete-cero-siete aqu.
Tenemos una comunicacin para el Mayor Brown.
Este es el Mayor Brown replic David a pesar de la sensacin de varios pares de
ojos enfocados ahora en l.
Mayor Brown, hemos recibido una confirmacin satelital de que el jet cuatro-dosnueve est cado y quemndose en el sector Alpha-Charlie-siete-noveno.
Entendido.
Tambin hemos sido informados que la lista estaba despejada excepto por dos
pilotos de la Fuerza Area y una Dra. Janet MacPherson, una civil asignada a tu equipo.
David parpade. Demonios. Murmullos empezaron en la parte trasera del heli-jet. Las
noticias viajaban ms rpido en las jerarquas que un fuego laser. No tena sentido tratar
de acallar los rumores, hacindolo, solo consegua que los rumores volaran ms rpido.

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Copiado. Unidad siete-cero-siete fuera.


As que la psicloga estaba a bordo. Sopes ese hecho con el de que pocas
personas sobrevivan a choques de jets. Mientras que lamentaba la perdida de cualquier
vida, un pensamiento se entreteji como una sombra en su mente. Si est muerta,
pospondran la misin o peor an, meteran a un oficial de otro equipo para
reemplazarme y hacer el trabajo. Ambos pensamientos lo dejaban frio.
TEA1 dos minutos, Mayor Brown.
David ya poda sentir la desaceleracin del heli-jet. Pequeo y maniobrable, el
vehculo cubra toda la base en minutos y poda aterrizar en un espacio ms pequeo que
su habitacin. Alz un puo cerrado hacia su equipo, cinco de los mejores pilotos de la
Fuerza Area. Normalmente no arriesgaran las habilidades que estos hombres y mujeres
tienen en una misin de rescate, a pesar del estado de desabastecimiento de personal de
la base, pero estaba baja de personal a propsito. As mismo como el arrebato de
personal por una nueva y ms grande base, las operaciones aqu se suponan deban ser
secreto mximo, y mientras menos involucrados mejor. Adems, sus pilotos se estaban
volviendo ansiosos esperando a que se asignara la misin. Un poco de accin era bueno.
Lee, Yancy, ustedes al flanco izquierdo. Olens, Huff y Branscombe, ustedes al
derecho. Busquen por la unidad del jet.
Y superviviente? grit la Primera Teniente Angie Lee.
No debe haber ninguno, pero ve si puedes identificar algunos cuerpos.
Entendido acept.
El heli-jet cay, su aterrizaje un suave toque. El equipo sali mientras David esperaba
cerca del piloto. Palme con una mano el hombro del mismo.
Renenos en diez minutos.
Entendido, Mayor.

TEA: Tiempo Estimado de Arribo

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David sali del heli-jet y hacia el infierno. La ligera brisa sopl humo directo a su cara.
El jet permaneca roto en tres piezas como un juguete desechado tras l, y la cola estaba
en llamas. Cerr los labios contra el nauseabundo olor de aleaciones metlicas y de
plstico destruidas. No haba forma en que alguien sobreviviera esto. El sombro
pensamiento apenas pas por su mente cuando escuch los gritos de su equipo en el
flanco izquierdo del choque. Trot firmemente hacia el grupo, sus ojos rpidamente
enfocndose en su equipo en la posicin arrodillada de la Teniente Lee sobre lo que
debera ser una vctima del choque.
David empuj un par de races de arboles y ligeramente evit ramas de pinos rotas
alrededor del jet cado. La escena le pareca surreal. En un mundo donde quedaba poca
vegetacin, eran invasores en este bolsillo de salvajismo. En un mejor tiempo, habra
disfrutado la esencia de pino, la madera fra y en tonos. En momentos, tambin estaba de
pie sobre el cuerpo de la mujer, sus facciones golpeadas y la pierna izquierda de su braga
azul rota y manchada de sangre.
Sacudi la cabeza e hizo una mueca.
Dra. MacPherson.
Est viva, Mayor! La Teniente Lee ya estaba acarreando el botn de emergencia
mdica.
Qu? La adrenalina rugi en su cuerpo. Haba estado listo para aceptarla
perdida de la psicloga, pero la situacin haba cambiado. Necesitaba su ayuda, ahora.
Teniente Yancy, saca esa camilla del heli-jet. Palme el control en su casco.
Unidad siete-cero-siete a base, tenemos un superviviente y necesitamos atencin mdica
inmediata.
David cambi su atencin de regreso a la mujer herida. Su cabello marrn ligero
estaba esparcido a su alrededor en el suelo. Lee trabajaba rpido, aplicando un compresa
a la pierna de la mujer hasta que llegaran los tcnicos medico. La psicloga gimi,
inclinando su cabeza de lado a lado y exponiendo una serie de tatuajes coloreados
rsticamente que iban desde su cuero cabelludo hasta la longitud de su cuello. David
frunci el ceo. Se vean como la moda de tatuajes hacia un par de aos con grupos de

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los bajos fondos queriendo alinearse con sus races culturales, usualmente especialistas
bajos amantes de la naturaleza. Qu clase de psicloga militar usa tatuajes culturales?
Palme su control.
Branscombe, cmo est todo por all?
Ninguna seal de victimas o componentes.
Un suave gemido devolvi la atencin de David a la doctora herida. Sus parpados
vacilaron, revelaron unos inusuales ojos verdes.
Gohan yi murmur antes de desmayarse de nuevo. La Teniente Lee subi la
mirada hasta l. Una pregunta en sus ojos, pero David se encogi de hombros. Difcil de
decir lo que la mujer estaba tratando de comunicar a este punto.
Pero estaba viva, y le preguntaran luego.
Mayor llam la Capitana Sue Branscombe por el casco ya travs del aire
simultneamente. Su equipo haba trabajado en su lado del accidente y ahora estaban a
varias yardas, cerca de otra serie de arboles gigantes de pino. Le hizo seas con la mano,
indicando que deba ir a su locacin, y l seal que ira en un momento. El Teniente Tom
Yancy lleg con la camilla, caminando a su lado mientras se deslizaba por el aire sobre
una ola ultrasnica. Su gemido de baja vibracin sonaba como contrapunto al sonido de
staccato del jet quemndose. David tom una esquina de la camilla y la nivel mientras
Yancy le sealaba que descendiera, luego le ayud a deslizar el cuerpo inconsciente de la
doctora hacia la superficie plana.
Llvala al laboratorio medico y qudate con ella. Has que el heli-jet vuelva por
nosotros.
David mantuvo su mirada en el rostro de la mujer.
Se mantuvo inconsciente, su piel lisa, plida y desmarcada. Sin el brillante verde de
sus ojos y sus tatuajes inusuales, podra ser cualquiera, o nadie, pero esta era la mujer
quien forjara o destrozara su carrera espacial.

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El Teniente Yancy mascull su acuerdo y empez a llevar la camilla a la parte trasera


del heli-jet, cuidadosamente caminando por el suelo desnivelado mientras guiaba la
unidad. David los mir por un momento y luego se movi hacia su segundo equipo.
Observ el suelo y capt la visin del reflejo de luz de ligeras y pequeas gotas de sangre
esparcidas sobre las hojas cadas. La Dra. MacPherson debe haber venido desde esta
direccin, tambin. Sigui las gotas mientras caminaba, notando la cantidad de sangre
que pareca ser mayor mientras se acercaba a sus pilotos.
Mayor, mire esto le dijo Branscombe, su voz estridente sonando impaciente.
Es el componente del jet?
Nop. No tenemos idea de qu demonios es esto.
En esa nota criptica, David se movi ms rpido. El rastro de sangre tambin se
expandi. Como si la Dra. MacPherson se hubiera parado un par de minutos all. David
camin a un lado, cuidadoso de no perturbar una pequea piscina de sangre. Branscombe
y los otros dos pilotos se quedaron mirando el suelo. El olor del pino colgaba fuertemente
en el aire. David camin sobre otras ramas rotas y subi la mirada hacia el rbol mientras
una lluvia de agujas de pino caa hacia l. Al menos una docena de otras ramas estaba
retorcidas y rotas en los arboles por encima.
El olor de plstico quemado superaba el aroma del pino de nuevo, y David cambi su
mirada de regreso al suelo cerca de los pies de su equipo. Un charco de plstico derretido
yaca en una forma larga ovalada, parte de l claramente absorbido dentro de la suave
cama de agujas de pino y tierra. Nunca haba visto nada como esto.
Es parte del jet? David zigzague hacia abajo para quedar ms cerca del
material.
S lo es, no puedo imaginar lo que era o porque se derrite as.
David frunci el ceo. l saba el personal a bordo, pero qu sobre la carga?
El jet contendra algo peligroso? Las noticias sobre la misin venidera eran tensas, y
haba habido pocas explicaciones sobre por qu un grupo de colonos interplanetarios

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necesitaban un grupo entero de vuelo para defensa. Tal vez lo que yaca en el suelo era
una pista de por qu la misin era tan secreta.
Alguno de ustedes tiene un kit de muestras?
Yo. El Segundo Teniente, Sven Olens, el ms grande peleador que haba
conocido David, sac un pequeo kit de su bolso.
Toma una muestra de lo que sea esto, y de un poco del suelo a su alrededor.
Branscombe, tienes la grabadora?
Encendida, Mayor.
Filmara la bsqueda y el descubrimiento aqu.
Cualquier pista del componente del jet o el resto de la tripulacin?
No, pero mucho del metal est muy quemado para identificar algo.
Las llamas estn casi afuera. Cuando nos llamaron, no esperaban un gran incendio
o tener que llamar a los bomberos. Nadie esperaba encontrar mucho de nada. Creo que el
componente aun est a bordo y ms superviviviente es muy improbable. Estamos de
acuerdo?
De acuerdo dijo Branscombe por el resto. A los treinta y nueve, ella era la piloto
ms vieja que aplicaba para la misin de defensa de la Fuerza, pero tambin era la mejor,
y su segunda al mando.
Bien. Archiva y busca de nuevo por el componente o cuerpos, pero despus de eso
creo que dejaremos el resto de la bsqueda al grupo de limpieza. No hay nada que
podamos hacer aqu. Ahora.
No puedo creer que alguien sobreviviera esto. El Teniente George Huff sacudi la
cabeza . Es impresionante, no creen?
Demonios, s. David baj la mirada hacia el charco de sangre de la Dra.
MacPherson. Haba sobrevivido. Y haba visto lo que haba pasado aqu. Tal vez la
psicloga sabe ms de esta misin que yo.

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Capitulo2
Traducido por Serenity953
Corregido por Sttefanye

Alinna cont cuatro. Cuatro seres humanos como sus vecinos inmediatos, que
tendrn que tener sus recuerdos alterados si su misin era la de continuar. Ella hizo una
mueca, con los ojos cerrados. Que piensen que todava estaba inconsciente. El dolor
irradiaba hasta su pierna, dejando claro que los tcnicos mdicos humanos podran
beneficiarse enormemente de la tecnologa mdica Inarrii. Pero ese no era su problema.
No, ella bien poda imaginar lo que iba a pasar cuando se las arreglara para informar a su
oficial al mando. Tendra que llamar a un examinador para alterar sus recuerdos... nunca
sera puesta en una misin activa de nuevo.
Dos tcnicos mdicos estaban de pie en el pasillo fuera de su habitacin,
desempeando sus diversas funciones. Un administrador se sent una mesa ms abajo
en el pasillo. Alinna poda sentir sus emociones. Sus sentidos Inarrii podran ser menos
poderosos que algunos, slo poda sentir emociones y no especificar los pensamientos sin
contacto fsico, pero por su trabajo, las emociones eran ms fiables que los pensamientos
directos y mucho ms difciles de ocultar. Todo el mundo en el edificio fue apresurado,
pero la calma es la certeza en su trabajo. Ninguna alarma irradiaba, sin sospecha o temor
por encontrar un extranjero en sus bosques proyectados en el ter. Esto fue una sorpresa.
Su atencin se centr en la mente que no pareca pertenecer all. l se acercaba a su
habitacin. No, l est en mi habitacin.
Sus emociones estaban nubladas, pero su atencin se centr en ella. No poda
esperar ms. Abri los ojos para mirar al hombre de pie ahora slo a un brazo de
distancia. Inmediatamente estall un inters sexual a lo largo de sus delicadas lneas
nerviosas Linar, telegrafiando placer por todo su cuerpo. Alto y musculoso, podra haber
sido un Inarrii si no fuera por la falta de L'inar y por sus profundos ojos azules. Cabello
corto rubio, labrado en pequeos picos con el que ningn hombre Inarrii hara deporte y su
piel plida completando las diferencias, pero su presencia imponente y una clara

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preocupacin sobre su bienestar le atrajo casi de la misma manera que un hombre Inarrii
hara. Le importaba y en lo profundo de su psique emocional, poda sentir una atraccin
recproca.
Consigue controlar el problema, se reprendi a s misma. Este humano tendr que
tener sus recuerdos alterados, tambin. Nadie puede saber todava de nuestra presencia
aqu. Por supuesto, si los humanos resultaban ser un pueblo que el complemento Inarrii
sentira que trabajara bien con la Confederacin Intergalctica, la gente aqu en la base
de las Fuerzas Estelares seran los primeros en ser contactados. Me gustara ser la que
contactara con l, admiti para s misma.
Algunos de sus intereses deben haberse demostrado en sus ojos. El hombre apart la
mirada, un color ligero aument a lo largo de sus pmulos altos.
Dra. MacPherson, me alegra ver que se est recuperando rpidamente.
Alinna parpade. Su mente se aceler. No tenan idea de quin era en realidad, pero
le haban asignado una identidad de la cual no tena ni idea. Debera haber revisado el
bendito componente inteligente en el momento en que me despert. Se aclar la garganta,
intensamente agradecida por todas esas horas traduciendo ingls estndar.
S... qu pas? Dnde estoy?
Estamos esperando lo que nos pueda decir. Soy el comandante David Brown.
Usted fue asignada a mi equipo y estaban en camino a la base de las Fuerzas Estelares
Uno cuando su Air Jet cay al suelo. Todava no hemos determinado la causa del
accidente, pero usted es la nica sobreviviente.
Ella lo conoca. La realizacin la sacudi. Ella haba escuchado esa voz rica y
profunda y visto su cuerpo musculoso en accin desde lejos cuando haba espiado la
base. La familiaridad de alguna manera lo hizo peor. Haba disfrutado vindolo. Con los
ojos clavados en ella, Alinna contuvo el impulso de alejarse. Los Inarrii no mienten bien.
Normalmente no mienten en absoluto. Esta fue una de las razones de que a pesar de que
parecen muy similares a los humanos, los Inarrii estaban restringidos a la observacin
perifrica, no hay contacto. Ms tarde, si las cosas progresaban hasta el punto en que se

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negocie un tratado, sus caractersticas similares, seran una ventaja, al igual que su
reputacin de honestidad. Ahora tena que mentir, o al menos evitar la verdad.
Se sent en la cama, pensando en este punto que la accin era menos reveladora
que las palabras. Cuando sac las piernas de debajo de las mantas, descubri que la
haban vestido con una bata holgada. Sus L'inar fueron cubiertos en su mayora, pero
senta el inters del comandante agudizarse cuando algunas de las marcas perdidas en el
interior de sus codos fueron expuestas por sus movimientos. Luch para mantener
cualquier reaccin bajo control. No poda saber que su inters estaba causando un
hormigueo de deseo expandindose a lo largo de sus curvas L'inar. Los nervios sensibles
se rizaban y envolvan alrededor de su cuerpo, los remolinos de color en su piel develaban
slo un indicio de cmo los sensores interactuaban dentro de ella. En los hombres, el
L'inar suba en crestas estrechas cuando estaban excitados sexualmente. Para las
mujeres slo ocurre con el miedo. En una reaccin sexual se calientan, extendiendo el
placer de su piel a todas las zonas ms sensibles de su cuerpo.
Alinna reprimi un gemido. Haba pasado mucho tiempo desde que haba aliviado la
tensin con un hombre Inarrii. El sexo ayudaba a controlar sus emociones, una capacidad
importante en una carrera con habilidades telepticas y empticas. Su ansiedad por el
momento y la atencin embriagadoramente masculina del Comandante Brown, puso
dbiles sus rodillas. Necesitaba la cabeza despejada y luchaba por el control. Slo se le
haba presentado una oportunidad, si se atreva a usarla. Los seres humanos pensaban
que era alguien esperando trabajo en la base. No se dieron cuenta que era una espa, o
que ni siquiera era humana. Ella podra, por un corto tiempo al menos, mezclarse y
aprender mucho ms de lo que ella o sus superiores haban esperado descubrir sobre los
seres humanos. Reunindose con ellos, trabajando con ellos, respondera de forma
inequvoca a la pregunta de si podran trabajar juntos dentro de la Confederacin.
Pero por el momento, era demasiado. Entre el estrs, la lesin y la atencin del
comandante, sus sentidos estaban en sobrecarga. Se puso de pie y la habitacin gir a su
alrededor. Cuando el comandante la tom por el codo mientras comenzaba a balancearse,
sin darse cuenta toc el primer rizo de su Linar. Se qued sin aliento cuando el placer se
dispar desde el toque casual directamente a su corazn. Se aferr a su brazo, tratando
frenticamente de obtener el control.

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Tenga cuidado. Ha pasado por mucho, Doctora. La voz profunda del


Comandante Brown aument la tensin en su cuerpo.
Alinna inhal, e inmediatamente se dio cuenta de su error cuando oli la colonia
picante mezclada con su propio aroma masculino embriagador.
Ummm... Sus palabras estancadas. l era realmente tan alto como cualquier
hombre Inarrii, tena que inclinar la cabeza ligeramente para alcanzar sus profundos ojos
azules. Por un momento, nad en sus profundidades. Ninguno se movi.
***
David puso a la Doctora de nuevo en la cama donde ella perteneca. El hecho de que
hubiera preferido mantenerla en sus brazos no se perdi para l. Despierta ahora, con
esos ojos color esmeralda que parecan profundizar en l, tuvo la sbita revelacin de que
las prximas dos semanas podran ser mucho ms difciles de lo que haba sospechado.
No slo iba a tener que sobrevivir a una nueva ronda de pruebas psicolgicas, junto con el
estrs de la espera de la prxima misin, tendra que mantenerse bajo control en cada
momento de su tiempo con la Doctora. Le encantara probar esos labios deliciosos, probar
la suavidad de su piel contra la suya. Pero ella era la de las decisiones en su vida. Un
resbaln, un momento de cuestionable conducta a su alrededor y su carrera habra
terminado. Adems, una pregunta quedaba en el fondo de su mente.
Recuerda algo sobre el momento del accidente? O inmediatamente despus?
Ella apart la mirada de l y agarr el borde de la bata mdica entre sus dedos,
corrindolos a lo largo del borde.
l entrecerr sus ojos en ella. Saba algo. Poda verlo en su comportamiento, la forma
en que tena sus hombros. Eso en s mismo era extrao. Una psicloga del nivel que debe
ser al haber recibido un mensaje para la base de la Fuerza Estelar debe estar bien
consciente del lenguaje corporal, tanto en la forma de leerlo y controlarlo. Tal vez el
impacto del choque la tena fuera de equilibrio.
En realidad no. Recuerdo escuchar el llamado del piloto y la seal de emergencia.
Entonces nada hasta que despert aqu y lo vi a usted.

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Haba algo en su inflexin cuando dijo, usted.


Usted reconoce mi nombre?
S.
Has sido asignada a mi equipo como psicloga para proporcionar las ltimas
pruebas y dar luz verde a la misin.
Luz verde... bien.
Algo no estaba bien. Vacilaba antes de hacer cada pregunta. Por supuesto, todava
poda estar un poco desorientada por la crisis y por la medicacin para el dolor.
Usted es la doctora Janet MacPherson, correcto?
Ella se enderez y lo mir fijamente a los ojos.
S, pero me llaman Alinna todos mis amigos lo hacen. Ella sonri y la expresin le
vol la cabeza. Con su sonrisa iba una sensualidad que sus ojos fabulosos no haban
insinuado. Esa sonrisa haca juego con sus tatuajes salvajes de una manera que haca
que partes de l se incorporaran y tomaran nota.
Lo siento, Comandante Brown. Una joven mujer de los tcnicos mdicos entr en
la habitacin y le toc el codo. Usted tiene que irse. La Dra. MacPherson necesita
descansar. Se presentar maana y luego ella es toda suya. Pero esta noche, es ma.
David apret los dientes por el comentario que tan desesperadamente quera escapar de
sus labios. l quera que la doctora fuera suya, con todos los derechos, no slo en la
forma que asuma la tcnico. Probablemente no cmo la doctora asuma tampoco, pens
con disgusto. Tena que recuperar el control.
La veo entonces en la maana, Dra. MacPherson.
Alinna, por favor.
Sonri con irona hacia ella. Ella sabra que esa clase de familiaridad era mal vista y
haba servido durante tanto tiempo que una psicloga tratando de estar familiarizada con
l, envi campanas de advertencia. En su lugar, intent por una incursin de las suyas.

20

Doctora, voy a estar aqu a las novecientas, la acompaar a travs de los canales
apropiados para equipamiento y asignacin de habitacin, ya que sus cosas, junto con
todo el Air Jet de carga fueron destruidos. Vio su cara con cuidado, pero no hubo
reaccin por la carga perdida. Ella bien saba que ya estaba destruido o realmente no le
importaba.
Ella asinti y l se volvi para irse. En la puerta, se volvi.
Buenas noches, Dra. MacPherson. Pero si se le ocurre algo sobre el accidente que
deberamos saber aqu, espero que me llame. Su comunicador interno est activo en la
mesita de noche. Le hizo un gesto a la pantalla chica en una mesa cerca de su codo.
Llmeme si puede recordar algo en absoluto, Doctora, porque estamos un poco de
perdidos explicando lo que hemos encontrado en el lugar del accidente.
Sus ojos se dirigieron hacia la izquierda, evitando los suyos.
l asinti. Saba lo que quera decir, saba que algo raro haba encontrado por ah en
el bosque.
David sali de la habitacin, apretando los dientes. Ella era sexy como el infierno, y
estaba involucrada en algo. Se le ocurri que era posible que tuviera dos misiones en la
base, posiblemente la asignacin a su equipo podra ser slo una tapadera. Despus de
todo, su prxima asignacin haba sido tan secreta que apenas saba ms que lo bsico.
Podra ser algo mucho ms complicado que una psicloga. No necesito esto. Diablos,
nunca nada es sencillo ya.
Camin por el pasillo hacia las instalaciones de la base de pruebas qumicas.
Probablemente no era de su incumbencia. Debera concentrarse en hacer que su equipo
pase a travs de esta ltima ronda de pruebas y llevarlos all arriba, al espacio. Pero le
molestaba, le molestaba la forma en que ella haba mentido tan mal. Si fuera simplemente
una psicloga, por qu ocultar la verdad?
Las preguntas le carcoman hasta que lleg al laboratorio de pruebas. Aqu, l podra
obtener algunas respuestas, aunque no era asunto suyo. Branscombe tena un contacto
en el laboratorio y le haba prometido algunas respuestas sobre las muestras que haban
recogido en el lugar del accidente.

21

David toc el comunicador, ahora enganchado al cuello de la camisa del uniforme en


lugar del casco antibalas que haba llevado antes.
Brown aqu. Branscombe, tiene algn resultado? Estoy fuera del laboratorio uno.
La puerta se abri. Branscombe asinti con la mirada. Se sent en un taburete, su
largo cuerpo larguirucho desplazando a un joven en una bata de laboratorio mientras
observaba su trabajo.
La rata de laboratorio aqu dice que algo anda mal con nuestras muestras.
Qu quieres decir? David entr en la habitacin y mir al hombre alto y delgado
haciendo clic en los botones del engranaje que nunca haba visto anteriormente.
Ustedes chicos tienen que irse. El tcnico de laboratorio movi sus ojos a David y
luego de vuelta a su trabajo. No deberan estar aqu en absoluto. Este laboratorio est
fuera de lmites.
Cul es el problema, Harry? Branscombe engatus. Estabas bien conmigo
estando aqu hace unos minutos.
Esta cosa... Harry meti la bolsa de muestras de tierra en la mesa al lado de su
mquina. Esto no es un polmero conocido. Ni siquiera debera existir.
David cogi la bolsa. Pareca una bolsa de basura. Nada del plstico fundido extrao
pareca estar en el interior, al menos no a simple vista.
Explcate.
No es como algo que pueda identificar. La computadora est escupiendo banderas
rojas por todo el lugar. Ya he recibido instrucciones de guardar silencio y denunciar a
todas las personas conscientes de esta muestra. Esto es malo. El tcnico de laboratorio
se pas los dedos por el pelo ya salvaje, explicando porque cada hebra pareca labrada
de punta.
David dej la bolsa cuidadosamente sobre la mesa. Mir a Branscombe y se encontr
al capitn imperturbable con las cejas hasta casi el nacimiento del cabello.

22

Reportar a quienes, Harry? pregunt David. El tcnico mir tristemente hacia l.


No lo s. El nivel de seguridad es tan alto que ni siquiera puedo acceder al
remitente.
***
Alinna se desliz por entre las sbanas de la cama de la enfermera y puso sus pies
desnudos contra el fro de las baldosas del suelo. Los pasillos de las instalaciones
permanecan en silencio y vacos. Su estmago gru, el sonido slo en la quietud de la
tarde. Su unidad de mando interna le indicaba la hora de la Tierra como las cerodoscientas y ella se mora de hambre. Su boca se torci. Tal vez estar escondida aqu y
estudiando a los seres humanos no iba a ser una gran idea. La cubierta era perfecta. Su
investigacin inicial sobre el tema de psicloga indic que tendra la oportunidad de
estudiar la estabilidad emocional del nuevo equipo de vuelo humano hasta que aclarara
todos los matices. Pero la comida... la comida que haba experimentado hasta ahora era
desagradable, pero nada como la papilla enriquecida con nutrientes. No haba sido capaz
de soportar ms de un solo bocado.
Tena que concentrarse en sus xitos. Haba sido capaz de vincular su unidad de
comando interno al sistema en la base humana lo suficiente para cambiar los registros de
la Dra. Janet MacPherson de modo que ahora llevaba su fotografa. Haba ledo a travs
de los antecedentes de la Doctora muerta, todos los archivos. Mientras bendeca a la
mujer perdida con Lin'thal, su alma. Iba en contra de la costumbre Inarrii molestar a los
muertos, pero esperaba que a la mujer no le importara prestar su identidad por un corto
tiempo. Los Inarrii estaban aqu para ayudar a los seres humanos tanto como a ellos
mismos, para ofrecerles la proteccin y el apoyo de la enorme Confederacin a cambio de
algunos de los recursos materiales del sistema solar humano y por una alianza entre los
pueblos. Sin duda, el alma de la difunta Doctora encontrara consuelo en eso.
Ahora, Alinna se prepar. Entendi lo que la Fuerza Estelar estara esperando de ella
en trminos de pruebas psicolgicas que tendra que utilizar para evaluar el nuevo equipo.
Siempre y cuando nadie mirara muy de cerca, ella pasara como MacPherson. Fue muy
afortunado que no hubiera necesitado una transfusin de sangre cuando fue herida,

23

porque tena serias dudas de que hubiera un donante compatible con ella aqu en la
Tierra.
Su estmago rugi de nuevo. Es difcil concentrarse en las cosas buenas cuando se
est muriendo de hambre.
Recorri el edificio. Muy pocas personas estaban en el centro mdico y muchos
menos despiertos y alerta. Ella cruz la habitacin hacia la puerta y se asom fuera.
Nadie. Al pasar por la puerta, cruz la sala en silencio a un conjunto de armarios. Haba
tomado nota de ellos cuando la joven mdico le haba mostrado las instalaciones de
limpieza. La novedad de la ducha de agua haba sido puro deleite para su sobrecargado
L'inar y le haba dado al menos un poco de alivio sensorial. Haba estado atada al espacio
por ms de un ao y el agua potable era ms de un lujo que pareca increble. El agua a
bordo nunca podra ser utilizada de esa manera, pero los ultra snicos en su nave tenan
sus comodidades.
Pas la puerta del primer armario abierta. Nada. Un segundo gabinete revel slo
ropa de cama, pero ella sonri con alivio cuando abri la tercera. En una bolsa
transparente, encontr su bolsa de emergencia y su pulsera favorita, que hasta ese
momento no se haba dado cuenta ya no estaba. Estaba simplemente pasando
demasiado, demasiada presin. Ni siquiera haba intentado ponerse en contacto con el
comando para hacerles saber que estaba viva y haba asumido una identidad humana.
Una rfaga de diez segundos de mensaje verbal poda hacerlo sin ser detectado, pero era
un riesgo enorme. Alinna mir hacia arriba y abajo del pasillo. Tranquilamente sac la
bolsa con sus pertenencias y cerr la puerta del armario. Paso a paso en silencio, se
desliz de nuevo a su habitacin y se sent en la cama con un suspiro de alivio.
Pas el dedo sobre el sello tocuh de la bolsa y rpidamente hoje el contenido hasta
que encontr lo que estaba buscando. Su estmago rugi de nuevo. Agarrando el paquete
de plstico, alz la vista hacia un pequeo ruido. El comandante David Brown se apoy en
el marco de la puerta en la entrada de su habitacin. Sus musculosos brazos cruzados
sobre el pecho y mir sin sonrer hacia ella, sus ojos azul oscuro parecan negros en las
tenues luces de noche.

24

Alinna contuvo el aliento, su corazn pareca saltar su ritmo regular. Sorprendida, ella
solt lo primero que se le ocurri.
Tiene idea de lo mala que es la comida aqu?
Eso es lo que tiene ah, un pequeo refrigerio? Se acerc a la cama.
Agarr la bolsa de emergencia, un poco ms apretada a su cuerpo mientras su mente
corra a travs de la lista de su contenido. Exactamente qu haba metido en ella la
ltima vez que haba actualizado los aburridos contenidos emitidos por la Confederacin?
No poda recordar. Dej la bolsa a un lado, fingiendo desinters, y quit la envoltura de la
barra nutritiva que haba ubicado antes de la llegada inesperada del comandante.
No es mucho, pero es mucho mejor que lo que sirvieron para la cena.
Los ojos del Comandante Brown nunca la dejaron, pero mientras tomaba un bocado
de la merienda seca, atrapo una pequea sonrisa en las comisuras de su boca.
Tengo que admitir que la bazofia que sirven aqu en el laboratorio mdico es lo peor
que he experimentado jams. Sin saborizantes, y nada que masticar.
Alinna se estremeci de nuevo. Sus pies estaban fros desde el toque de los suelos
desnudos, pero fue su proximidad lo que provoc su reaccin. Ella se volvi, sac las
piernas a la cama y movi la bolsa de emergencia a la mesita de noche en el lado opuesto
de la habitacin del oficial curioso. l observaba cada movimiento y tom nota con inters
de que sus ojos se demoraron ms tiempo en sus piernas que en la bolsa de emergencia.
Se puso la cubierta a lo largo de sus pies.
Puedo ayudarte en algo?
No. l se acerc, agarr la jarra de agua que la tcnico mdico haba dejado en
la mesilla de noche suspendida. l sirvi una copa y se la ofreci a ella.
Gracias. De inmediato tom un sorbo, aliviada por la distraccin. Estaba claro
que l sospechaba algo, o por lo menos desconfiaba de ella. Esto podra ser el resultado
de su posicin encubierta, su investigacin haba revelado que los psiclogos no siempre
eran bien acogidos en las fuerzas militares.

25

A menos que haya algo que le gustara contarme de tu verdadera misin aqu.
Alinna se atragant con el agua. l lo sabe!
Perdneme?
El Comandante Brown extendi la mano a sus manos, estabilizando el vaso de agua
que amenaza con derramarse en su agarre tembloroso. Su piel se senta fra al tacto, la
piel mucho ms fresca que la Inarrii y ms spera, la textura fascinante. Diminutos hebras
de oro reflejaban la luz sobre la plida piel de sus antebrazos. Su mirada se suaviz al
mirar a sus ojos.
No s exactamente lo que est pasando, Dra. MacPherson, pero algo no est bien.
No puedo arriesgarme a la prxima misin cuando no tengo a todos usando el mismo libro
de jugadas. Mir profundamente a los ojos, mir a su Lin'thal. No s en que est
involucrada, pero si me dice, yo le ayudar lo mejor que pueda.
No estoy involucrada en nada, pero estoy muy cansada. Se apart de su toque y
del vaso de agua hasta cerca de su bolsa de emergencia. El endurecimiento del tono de
su voz, aadi un ligero empujn emptico a sus palabras. Me gustara descansar.
Un msculo salt a lo largo de la lnea de la mandbula del Comandante. Una ola de
resentimiento rod de su psique, pero se dio la vuelta y se dirigi hacia la puerta. Apoy la
espalda contra el colchn levantado de la cama con alivio, hasta que la mir. Una sombra
de la puerta cay sobre su rostro, pero ella no necesitaba verlo para reconocer su
intencin.
La ver por la maana entonces, Doctora. Reconoca su enfoque emocional. Al
igual que el juego del cazador en su mundo natal, l le haba puesto un blanco y ella saba
que no tena ninguna intencin de dejarla escapar.

26

Capitulo3
Traducido por Ale Rose
Corregido por Sttefanye

Alinna regres a la estrecha cama mdica. Los odiosos cobertores alternaban sus
formas de tortura: primero, cindola, sofocndola con su peso desconocido. Cuando se
los quitaba, el aire fro de la noche le daba escalofros y luego se aferraba a ellos. Pens
con nostalgia sobre su ancho colchn a bordo de la nave que dej escondida en el lado
oscuro de la luna, con sus cobertores de aire caliente y los sonidos suaves del hogar.
El sueo la eludi. Sacudi su cabeza ante la imposibilidad de poder descansar
despus que el Mayor Brown prcticamente la haba acusado de ser una impostora y
luego le ofreci ayuda. Si l saba la verdad sobre quin era ella y el por qu estaba all,
no habra ninguna oferta de rescate. De lo que haba escuchado sobre su prxima misin,
el equipo establecido en la base iba a ser la fuerza principal de defensa para una bandada
de pobladores de Marte. De qu ms podran estar defendindose sino de
extraterrestres? Alinna apret sus dientes. El estrs estaba controlndola. Haba muchas
cosas en el espacio de lo que los humanos necesitaban protegerse, pero ni los Inarrii o la
Confederacin eran una de ellas. La Confederacin necesitaba planetas ricos en recursos,
y las personas trabajaran para conseguirlos, pero a diferencia de otros, ellos no crean en
tomar algo que no era de ellos.
Alinna frot las manos sobre sus antebrazos, acariciando sus lneas nerviosas Linar.
Humedeci sus labios con su lengua. Un dolor se estaba formando en su ncleo, uno que
haba estado insatisfecho por tanto tiempo que era innatural. Los Inarrii no estaban
hechos para estar solos. Ellos necesitaban compaa y sexo para mantenerse sanos,
especialmente en las situaciones de alto estrs. Hizo una mueca. No puedo estar ms
estresada a menos que est bajo fuego. Cerr sus ojos y se orient con sus sentidos

27

empticos, buscando por un amante que no exista entre los humanos. Era una bsqueda
infructuosa y ella lo saba, pero su cuerpo gritaba por liberacin y su mente lo mismo.
El cuarto mdico estaba quieto a su alrededor. Mientras su psique vagaba, se
encontr con slo unas pocas mentes alertas. Sus pensamientos retornaron a la confusa
oferta hecha por David. El gran hombre no podra saber qu tipo de ayuda le gustara a
ella en este momento. Finalmente, entre las mentes entumecidas de la base, ella encontr
su presencia, mucho ms brillante de lo que haba esperado. Mir ms de cerca, su mente
rozando con la de l, esperando sentir el flujo de emociones confusas que gobiernan la
mente subconsciente. En vez de brillar, pasin concentrada la inund. Inmediatamente
estuvo adentro.
Alinna gimi cuando los labios de David encontraron lo de ella. Luch por alejarlo,
conmocionada por la intensidad de la sensacin. El Mayor estaba experimentando un
sueo vvido, y ella poda experimentar cada matiz. Esto nunca lo haba experimentado
antes; sus talentos siempre se restringan al nivel emptico, y ella escoga compaeros
con el mismo nivel de habilidad. Pero aqu, ella poda sentir su contacto, ver cada detalle,
incluso oler su esencia picante. La mente de David sostena su psique, su deseo era una
correa que serpenteaba alrededor de ella y la abrazaba con fuerza. Como si se diera
cuenta de que la tena capturada dentro de su sueo, su mente la jal en un apretado
abrazo. En el sueo, su cuerpo se moldeaba al de ella. Pudo sentir el contorno de sus
fuertes msculos sobre su uniforme y su corazn salt de deseo.
As que, quieres que te llame Alinna.
Alinna se tens, este shock era ms grande que el anterior. No haba indicaciones en
la evaluacin de las especies que indicaran que los humanos tuvieran algn tipo de
habilidades psquicas, pero claramente ellos estaban equivocados. El hombre le haba
hablado mentalmente, aunque en un sueo.
Si te llamo Alinna, cmo me llamars a m?
Su voz mental, la acariciaba en la misma forma que su tono profundo hablaba en el
mundo fsico. Resonaba con promesas sexuales, no importaba qu palabras comunicaba.
Se relaj contra l y sinti aflojar su apretn. Este era un sueo para l, un sueo sexual.

28

Sinti que su propio deseo volva con su dolor familiar. Sonri. Ella no era de las que
dejan de lado una oportunidad como esta. Averiguara cmo l lleg a tener estas
habilidades ms tarde, pero por ahora hara de ste el mejor sueo que l nunca haba
tenido.
David, por supuesto ronrone, se apoy en sus brazos para descansar sus
labios en el pulso de su garganta. Sus sentidos empticos sintieron su deseo saltar a su
respuesta y ella atiz sus llamas, vertiendo calor en su corazn emocional. Ella arrastr
sus dedos sobre sus brazos, trazando patrones en su desnuda piel donde el Linar estara,
si l fuera Inarrii, con el borde de sus uas.
No te llamar Alinna. Te llamar dulzura, mi cosa dulce y sexy.
Sinti que sus cejas subieron. Nunca nadie le haba dado un nombre de amante. Se
frot contra l, dejando que la imagen de la bata que tena puesta en el sueo se
desvaneciera. Desnuda, frot su piel contra la de l mientras pudo, comenzando un baile
que ella rogaba que durara el resto de la noche y calmara sus sentidos estresados.
Lentamente, tom el bulto en sus pantalones con una mano y suspir de placer. l tena el
tamao de un Inarrii en todas partes.
Traviesa. Agarr sus manos con su mano y las mantuvo cautivas mientras la
besaba, sondeando abrir sus labios con su lengua.
Alinna gimi en su boca, retorcindose sobre l. Su deseo la abrumaba, la presionaba
a precipitarse en una intimidad ms profunda sin saborear el fuego lento que l cre en su
interior.
Te necesito! Necesito
Lo s, dulzura, shhh. Sosteniendo apretadamente sus muecas con una mano,
desliz la otra hacia abajo acariciando su piel, frotando la lneas Linar envueltas en curvas
alrededor de sus pechos hasta que ella llorique. l par en sus caricias, mirando a las
lneas nerviosas que estaban mandando olas de placer a su ncleo. Ella sinti la humedad
agrupada en su sinaa, su calor creciendo. Era posible que l la llevara al orgasmo con
slo mirarla. Necesitaba esto desesperadamente.

29

Tus tatuajes, tus tatuajes me recuerdan Frunci el ceo.


Ellos te recuerdan lo sexy que soy, lo diferente y deseable. Se rompi,
empujndolo empticamente para slo recordar lo mucho que l la deseaba ahora, no
cmo l sospechaba de ella en el mundo consciente. Si l paraba ahora, ella podra morir
de pura frustracin.
l le mir a los ojos.
Eres diferente. Y caliente. Quiero follarte tan fuerte, lo sentirs en la maana, aun si
esto es slo un sueo.
Ella jade. Era consciente del sueo. Antes que pudiera aceptar las ramificaciones de
eso, l ahuec sus senos de nuevo, llevando sus labios para succionar su tenso pezn.
Ella se estremeci, arquendose. Cada toque trajo una respuesta, un aumento en la
urgencia que senta, al punto de que ella se aferr a l cuando dej que sus manos
exploraran la curva L'inar que cruzaba su vientre.
David se arrodillo ante ella, su camisa desapareci al igual que la bata que Alinna
tena. Otro ejemplo del control del sueo, pero uno que a ella no le importaba reflexionar
en el momento. En su lugar, le acarici el pelo, se maravill de su piel suave. En este
momento, un macho Inarrii hubiera estado cubierto de crestas, su deseo estaba
claramente visible cuando el rojizo Linar reaccion a su excitacin. Parte de su deseo por
tocarlo y jugar con l era un vano esfuerzo para estimular una reaccin que era imposible.
Tu piel es tan suave. Creo que amo tus tatuajes. Me sealan la direccin correcta.
David la tumb, acunndola en sus brazos por un momento antes que la colocara de
espaldas en el suave piso. Pas ligeramente los dedos sobre los nervios curvados que
descaradamente se visualizaban en su piel. Ella se arque y jade por sus manos.
Cuando empez a lamer las lneas, siguiendo las ondulaciones con su lengua, bajando
hacia la curva de su cadera, ella gimi ms fuerte y abri sus rodillas para l. Con cada
barrido de sus dedos o lengua, ella senta placer torturando su cuerpo, centrando su
atencin en el calor de su sexo. Acun sus nalgas y las apret, levantando sus caderas
para mostrar el Linar del interior de sus muslos.

30

Alinna saba que debera pararlo. Acariciar el Linar de esta manera, el hacer esto
significaba algo. Pero su mente bulla de la excitacin que ya no poda controlar. Haba
pasado demasiado tiempo desde que verdaderamente se haba liberado. Todo pareca un
poco confuso, borroso mientras trazaba los diseos retorcidos con la lengua. Hay algo
sobre lo que est haciendo algo que l no debera hacer pero su mente se oscureci
mientras su boca segua a lo largo del Linar de la parte interna de sus muslo hasta que
roz su sexo, su sinaa, y su lengua se movi para separar los labios hinchados. Slo pudo
concentrarse en la sensacin mientras l se adentraba en su ncleo, lamiendo y
chupando, llevndola al pinculo del placer tan fuerte que ella dej escapar un grito corto y
cay.
Olas de placer inundaban su psique en una manera que nunca antes haba
experimentado. Su orgasmo la rompi, pero l no par mientras empujaba sus piernas,
apartndolas y se arrodill entre ellas. Sus pantalones se esfumaron en el sueo para
exponer su gruesa polla, su sobresaliente longitud era tan diferente de los machos Inarrii a
los que ella estaba acostumbrada, quiz no era tan larga, pero era tan suave y muy
gruesa. No esper que su orgasmo disminuyera, sino que se empuj dentro de ella,
lentamente, en cada movimiento ella se abra ms mientras l se plantaba ms profundo
en su sinaa.
Yasai lenali! jade.
Qu? dud, pero ella agarr sus caderas, tirando hasta que la base de su pene
se presionaba contra ella.
Ms, amante! Tan slo ms.
David tir de nuevo, y ella gimi por el sentimiento desconocido. Era mucho ms
amplio que un Inarrii, y se senta bien. La sensacin era como si l se estuviera
dividiendo en dos, pero ella lo quera, lo deseaba tan desesperadamente que le empuj
sus caderas, instndolo a moverse ms rpido.
l mordisque su cuello en repuesta, grundolo.
Ve lento, dulzura. Pellizc uno de sus pezones y ella gimi, el resplandor de la
sensacin chisporroteaba a travs de su Linar. Otro orgasmo se estaba construyendo; el

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clido resplandor del anterior an no haba desaparecido, y sin embargo, su cuerpo se


haca polvo contra su polla invasora, dndole la bienvenida al placer que trajo. Le envolvi
con sus brazos y piernas. Como si supiera lo que ella deseaba, se puso de rodillas,
levantndola hasta que se puso de pie. l sostuvo su peso con facilidad, a pesar que fue
poco para ella al aferrarse a sus hombros y mover sus caderas contra las de l.
David la bes, sus labios estaban calientes de pasin, uni su lengua con la suya.
Ahuec su culo de nuevo mientras se movan, y ella se estremeci, sinti sus dedos
explorar su estrecha abertura, mojada ahora con sus propios jugos. Envolvi sus sentidos
empticos a su alrededor mientras trabajaba un dedo en su estrecho agujero. Su placer en
el acto la inund, teido con las emociones ms oscuras que acompaaron el deseo de
posesin. l la anim a aceptar esta penetracin inusual hasta que un nico dedo se
introduca al mismo ritmo que su polla se hunda en su sinaa. Ahora la follaba en todos los
orificios con la lengua, los dedos y la polla, y ella le devolvi su deleite por el sentimiento,
aceptndolo en una ola de empata, inundando sus sentidos con el mismo placer que ella
senta.
El intercambio de sensaciones y emociones se ondulaba una y otra vez entre ellos,
creciendo a medida que experimentaban las reacciones de ambos. Ella sinti su orgasmo.
l bombe su semilla dentro de ella, como un hombre Inarrii habra hecho. Se estremeci
con l, las sensaciones era tan intensas que la oscuridad la envolvi.
***
El pnico se apoder de David mientras se despertaba violentamente. Sus sbanas
estaban empapadas de sudor y semen. Con un gemido, se desenred y se pas una
mano por los ojos. Qu idiota. Haba entrado en pnico porque la haba perdido, una chica
de sueo. Por supuesto, haba sido sin duda el sueo ms vivo que nunca haba tenido,
pero un hombre no debera preocuparse por una mujer con quien ha follado, ni siquiera
por una perfecta mujer de sueo. La sensacin de prdida que senta era completamente
injustificada. Tal vez necesitaba un psiclogo, pero mejor que no sea la doctora Janet
MacPherson, Alinna. Ella no entendera su aparente necesidad de follarla en sus sueos.
Se dej caer devuelta a la cama, slo para quejarse y ponerse de pie. El colchn
estaba empapado. Debe de haber bombeado un cubo de semen en su sueo. Por una

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vez, bendijo el reducido personal de la base. Debido al nmero limitado de personas sobre
la base grande, tena una habitacin de buen tamao para s mismo, con su propio cuarto
de bao, y se poda ir directamente a la ducha, no importaba la hora, sin hacerle
preguntas. Sac las sbanas de la cama mientras se mova, arrojndolos en el conducto
de reciclaje cerca de la puerta del bao. Siempre dorma desnudo ahora que tena el
privilegio de la intimidad. Se meti en la ducha y encendi el agua caliente. Un chorro de
presin corra sobre l, enjagundolo y lavando el ltimo residuo de la adrenalina de su
sistema.
Puso su cara en el flujo de agua. Corrientes calientes del lquido se vertan por la cara
y por el pecho. Deba de disfrutar de esto en este momento, mientras pudiera. Si todo
sala bien, estara viviendo en el espacio durante un largo perodo de tiempo. El agua
sera limitada y ciertamente no para usarla en baos. Inclin la cabeza hacia abajo para
permitir que el agua se vertiera en la parte posterior de su cuello y hombros. Pensar en
algo trivial no lo estaba ayudando. Su mente se dirigi de nuevo a su sueo, a lo increble
que se vea Alinna desnuda, slo usando esos tatuajes alucinantes. Me pregunto si
realmente se curvan alrededor de su cuerpo de esa manera. Diablos, me pregunto si es
as de caliente. Incluso su piel haba sido caliente al tacto. Pero todo lo que tena para ver
era la bata mdica y el borde de sus tatuajes. No hay manera de saber si las marcas
realmente estn curvadas alrededor de su pecho o decoran sus muslos hasta llegar a su
coo. Su polla se hinch ante la idea. Se buf a s mismo. Contrlate. Nunca lo sabremos.
Adems, slo en un sueo una mujer responde de esa manera.
Con un gemido, cerr el agua. No tena por qu estar pensando sobre la maldita
psicloga, si eso era lo que ella era. Ya haba sobrepasado sus lmites, investig en
privado el material del lugar del accidente. Sin duda eso era el trabajo de otro. Si su
curiosidad levantara sospechas, no habra manera en que estuviera asignado para dirigir
el equipo de forma permanente. Tuvo que poner las cosas en marcha.
David sali de la ducha y comprob la hora. Ochocientas horas. Demasiado pronto
para reunirse con la psicloga y moverla del laboratorio mdico. Probablemente est en
sus formas de liberacin en estos momentos. Se detuvo, mirndose a s mismo en el
espejo. Quizs ahora sera un buen momento para encontrarse con ella, escuchar las

33

respuestas que les dio a las mdicos mientras ellos revisaban su historia mdica y ella
recuperaba sus pertenencias. Luego estaba el asunto de ese saco un poco extrao...
David dio una palmada en el mostrador. Tena que reunirse, volver a su misin. Tena
que hacer que la mujer trabajara en su laboratorio y equiparlo para que pudiera comenzar
con sus pruebas, aprobar a su equipo y a l en esas malditas evaluaciones finales. Lo
pasar. Pasar la prueba, conseguir ser asignado, liderar el equipo! Se pas una mano por
su pelo puntiagudo. Con tan slo encender un interruptor su lser exfoliante se hizo cargo
de la sombra de su mandbula. Movindose con brusquedad, se dirigi a su habitacin y
se puso un uniforme nuevo. La visin de su cama sin cobertores puso su polla dura de
nuevo. Apret los dientes con frustracin. Momentos ms tarde, fue a grandes zancadas
por el pasillo hacia el laboratorio mdico.
Branscombe a Brown, solicitando canal seguro. El saludo vino del comunicador
de David. Toc la pantalla y le dio unos golpecitos al comunicador sub vocal que estaba
incrustado en su odo y a sus cuerdas vocales. Nadie

que estuviera de paso lo

escuchara.
Brown aqu.
Mi pequea desertora del laboratorio ha levanto esas banderas rojas. No creo que
tengamos mucho de qu preocuparnos. Las banderas son procedentes de la Brigada Youfo.
Los llamados Brigada You-fo era una rama pequea de Departamento de Inteligencia
de la Fuerza Estelar que regularmente investiga las posibles incursiones de extraterrestres
en la Tierra, su apodo era porque estaban buscando hombrecillos verdes y sus ovnis. Al
menos, esa era una versin de lo que significaba.
En lo personal, David pensaba que el nombre segua por el hecho de que un
aterrizaje en esa divisin significaba te jodiste. Nadie los tomaba en serio, ya que todava
no haban probado que hubiera una instancia de actividad aliengena en los siglos en que
los seres humanos se han aventurado en el espacio. Incluso su equipo, una fuerza de la
intencin de defender a las poblaciones espaciales, no esperaba defenderlos contra los

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aliengenas. El nico peligro real en el espacio era otro grupo de seres humanos. David
sinti un poco de la tensin en sus hombros en su alivio.
Lo tengo. Pero algo no estaba bien. Entonces, por qu el canal asegurado?
Me tom la libertad de revisar los registros de nuestra sobreviviente contest
Branscombe con evasivas.
David neg con la cabeza, haciendo caso omiso de las miradas curiosas de un grupo
del personal de tropa mientras caminaba por el pasillo hacia el laboratorio mdico.
Branscombe se arriesgaba y se resista al sistema. Esa fue la verdadera razn por la que
todava era una capitana y no haba ascendido de nivel, a pesar de su antigedad en el
servicio.
No quiero saber, Capitana.
Oh, s lo quiere saber, Mayor.
David camin por el pasillo que conduce a las instalaciones mdicas. Dud, al ver a la
doctora MacPherson, Alinna, de pie, con dos de los mdicos en el mostrador de
administracin. Parecan enfrascados en una conversacin.
Qu fue lo que obtuvo? le gru a la comandante.
Bueno, a menos que ella est tomando algunas hormonas de crecimiento, la mujer
que encontramos no es Janet MacPherson.

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Capitulo4
Traducido por Katiliz94
Corregido por Edgli

Alinna sinti una ola de emocin golpear contra ella antes de verle. David vibraba con
furia. El poder de su enojo le forz a dar un paso atrs mientras se aproximaba, sin
embargo apenas la miraba mientras saludaba a la tcnico medico con una sonrisa.
Entonces, nuestra paciente est lista para irse? pregunt a la tcnico detrs del
mostrador. Su voz era tranquila, desmintiendo los sentimientos que senta de l.
Alinna alarg la mano con sus enfticos sentidos. La ira estaba ah, caliente ante su
toque fsico y definitivamente dirigida hacia ella. Reprimi un estremecimiento.
Se haba dado cuenta l de que su sueo de la noche anterior haba sido ms que
un sueo? l le haba mostrado ms conocimiento que lo que haba pensado posible en
un enfrentamiento de poderes fsicos. Haba l imaginado que ella se haba impuesto a
s misma en su fantasa? No es que realmente hubiese invadido su sueo a propsito.
Haba sido empujada por l. Pero poda haberlo detenido. A pesar de que los poderes de
l eran lo bastante fuertes para envolver los de ella, su fuerza no poda igualar su
entrenamiento.
Quiz David sinti que ella haba invadido su privacidad. Hizo una mueca. Tanto
como una invasin, si haba sido a propsito, era tab Inarrii. Pero David era humano y
podra no tener demasiada aversin. Los pensamientos se aceleraron por la mente de
Alinna. Incluso en sus sueos, David haba sentido que algo era extrao.
Quiz se hubiese dado cuenta de que no era humana. Un murmullo corri por las
lneas Linar de sus nervios y luch por el control de la reaccin de pnico.
David volvi su mirada hacia ella, sus ojos fros. Trag con fuerza.

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Vamos, Dra. MacPherson. Su laboratorio est esperando.


La voz de David careca del calor de la ltima noche. Alinna extra la delicada forma
en que la haba llamado su dulzura. La haba sostenido y besado como si ella significase
algo para l y su mente se haba deleitado cuando ella se haba entregado a su control.
Pero hoy, era hielo, no el lnguido calor del sexo o de cario. Alinna se trag la conmocin
ante la ira de l y le observ con cuidado. Con seguridad si l sospechaba que era algo
ms que una humana, ella estara bajo arresto en este instante.
Despus usted. David gesticul hacia abajo al pasillo y le dio una amplia sonrisa,
una que no llegaba a sus ojos. Los tcnicos rieron, sus mentes drenando leve diversin
ante su aparente flirteo. Alinna estaba cualquier cosa menos divertida mientras se mova
hacia el frente de David. Poda sentir su fra mirada en la parte trasera de su cuello y
agradeci a los dioses que hubiese dejado su pelo lo bastante largo para cubrir su Linar.
No poda esconderlos completamente, pero entre sus ondas que colgaban libremente y el
alto collar del traje de las Fuerzas Estelares, las lneas de sus nervios estaban a salvo de
la inspeccin habitual. Alinna luch con la urgencia de encorvarse hacia abajo sin su
collar.
La presencia de David detrs de ella se senta lejos de lo normal. Necesitaba
distraerle y desarmar su ira tan rpido como fuese posible. Dud en el corredor dividido en
dos direcciones. David la pas para guiarla.
Estoy seguro de que querrs descansar. Primero te llevar a tu cuarto. El tono
brusco en su voz finalmente revel su confusin interna.
Pero pens que decas que mi laboratorio estaba esperndome. En realidad no
quiero descansar ms. He tenido suficiente de eso en el laboratorio medico.
Estoy seguro de que su laboratorio puede esperar. Si no quiere descansar, debe
haber otras cosas que necesite llevar a cabo. La mir, sus profundos ojos azules
sosteniendo su mirada como si estuviera esperando a que ella le revelase algo.
No Tropez con las palabras.
Mentirle haca que su estomago se retorciese.

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No. Estoy segura de que quieres comenzar con las pruebas mentales para ti y tus
pilotos. Entiendo que la utilizacin de tu equipo est siendo retrasado hasta que emita un
comunicado final.
David se detuvo, volviendo a agarrar su codo . As que, vas a continuar con las
pruebas?
Po por supuesto que s.
Sus ojos buscaron los de ella. Se pregunt, mientras se maravillaba con el oscuro
color azul de sus ojos que nunca ocurrira naturalmente en su gente, que podra estar
buscando l. Estir el brazo, usando sus sentidos para tocar la psique de l. Ira,
confusin, desconfianza, lujuria. Sus sentimientos la rodeaban, hirviendo como burbujas
de gas en redes hidropnicas. Sonde ms profundamente, buscando la fuente de sus
sentimientos. Su enftico contacto retrocedi cuando choc con una rugosa pared en l.
Las implicaciones quemaron a travs de sus pensamientos. Tena un obstculo, algo que
ella no haba sentido la ltima noche. Cmo aprendi a hacer eso?
David dej ir su codo como si le quemase los dedos. Fuera lo que fuera lo que l
buscaba en sus ojos pareca permanecer evasivo. Sus cejas se fruncieron, y sus labios se
apretaron. Incluso aunque un ceo fruncido arruinase su cara, Alinna se deleit con la
hermosa curva masculina de su mandbula. El placer corra desde el nudo Linar en el
borde interior de su codo donde la haba agarrado. Incluso un tacto agresivo de l le
recordaba la liberacin que haba sentido la noche anterior, y como lo haba sentido de
nuevo.
David se gir, dando una zancada una vez ms en un largo corredor desrtico del
edificio de las Fuerzas Estelares. Por un momento Alinna mir su espalda y luego
continu. Lo que fuera que estuviera mal, cualquier cosa que el sospechase, ella no poda
alcanzarla al mirar en sus emociones. Tens su espalda y avanz detrs de l. Por ahora,
seguira su gua y cumplira con su deber. Al ejecutar estas pruebas, averiguara mucho
ms sobre la especie de los humanos que lo que jams hara solo al observarles desde
una distancia segura en el transbordador espacial.

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Unos pocos momentos y varios giros despus, Alinna se encontr siguiendo a David
fuera del edificio. David camin con pasos largos, por lo que contino siguindole. Se
protegi los ojos del brillante sol. Sin embargo la estrella amarilla le recordaba a su hogar,
los cielos azules de la Tierra eran nada comparados con los cielos del planeta rojo. David
se alej de los edificios y la condujo a un campo abierto. Detrs de l, pudo ver las puertas
abiertas del almacn hangar de las nuevas construcciones de naves espaciales
destinadas a su escuadrn. Los Inarrii eran muy conscientes de los nuevos barcos de los
humanos y sus aspectos tcnicos. Eso no era para lo que haba sido enviada a estudiar,
pero su formar inusual llamaba su atencin.
Cuando David se detuvo repentinamente, casi tropez con l. Cogiendo equilibrio,
levant la mirada hasta los oscuros ojos azules.
Por qu ests aqu? demand.
Qu que quieres decir?
Corta el rollo. S que no eres la doctora Janet McPherson. No s quin diablos
eres. Pero nadie puede escucharte aqu y quiero algunas respuestas. Porque te aseguro
que no voy a sentarme ah mientras haces alguna loca simulacin de prueba mental y
arriesgarme a poner a mi equipo fuera de la siguiente misin de seguridad. David agarr
su antebrazo y la acerc ms a l. Ella poda sentir el contorno de sus dedos mientras
presionaban en su piel a travs de la tela de su prestado uniforme de la Fuerza Estelar. El
tacto, aunque no suave, aceler su deseo mientras l se presionaba contra sus nervios de
Linar. Alinna luch por mantener su deseo bajo control. Sus labios se separaron y su
lengua sali para humedecer su repentina superficie seca. Parte de ella quera contarle la
verdad. Mentir se senta mal, extrao. Pero tena un deber que cumplir. Antes de que
pudiese mentir otra vez, l la interrumpi.
No quiero escuchar otra historia. Tal vez no puedes decirme la verdad, pero ambos
sabemos que no eres quien pretendes ser. David se apart de ella y dio unos pasos
atrs. Volvi la espalda hacia ella. Has alterado los registros, pero no lo suficiente. Si
alguien ms ha estado mirando, no notaran las inconsecuencias. Pero mi capitana es la
actual seguridad de las Fuerzas Estelares. Obviamente tienes la autorizacin para
cambiar esos registros y son documentos de alto nivel de las Fuerzas. No hay manera de

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que hagas esos cambios a menos que tengas la autorizacin de la seguridad de nivel
nueve.
Se dio la vuelta para mirarla, su ardiente mirada recorriendo la longitud de su cuerpo
. A propsito, no te pareces en nada a ella.
La conmocin mantuvo a Alinna en silencio. Sus sospechas estaban muy cerca de la
verdad. Todo lo que l necesitaba era dar un paso ms all, para imaginarla fuera de su
propia organizacin y como una espa del exterior y su cubierta sera completamente
destruida. Si fuese tomada en custodia e investigada, solo sera cuestin de tiempo antes
de que descubrieran que no era humana. La ansiedad forz un latido de su corazn en un
rpido patrn. No estaba entrenada para la posibilidad de la captura, pero haba sabido
que era un riesgo cuando tom este camino.
***
Solo se quedo ah de pie, parecindose a la gatita sexy de su hmedo sueo de la
noche anterior. Por un minuto humillada. No neg sus acusaciones, pero tampoco dijo que
estaba en lo cierto. Por un instante, se pregunt si haba cometido un error. Si realmente
era una espa de las Fuerzas Estelares, l habra arruinado su cubierta. Una brisa
revolote entre ellos, su suave beso apart su pelo de la parte trasera de su cuello.
Alcanz a ver el borde del tatuaje de su cuello y trag con fuerza. Si era lo que
sospechaba, de la Inteligencia las Fuerzas Estelares, entonces estaba aqu por una razn.
Arruinar su cubierta poda ser tan peligroso para su carrera como seguir sus instintos de
presionar sus labios contra su cuello y seguir el tatuaje all donde le condujera.
Qu ms sabes? habl al final Alinna. Su suave voz se agit y l noto la forma
en que sus ojos se lanzaron hacia el hangar de naves y a travs del campo vaco, como si
estuviese buscando un escape.
En ese momento, David sup que nunca podra dejarla marchar. La quera cerca por
numerosas razones, una de las cuales era como de aterrorizada se vea. Necesitaba esas
pruebas mentales terminadas, las necesitaba para la aprobacin de su equipo, para
aceptar la misin. Y ahora, necesitaba averiguar la verdad. No poda dejarla marchar.

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Estaba asustada y obviamente fuera de gravedad. Podra ser una espa de las Fuerzas,
pero algo estaba mal. Su vulnerabilidad le golpe como un puetazo en la tripa.
La mujer a la que haba tomado la otra noche en sus sueos hoy tema por su vida.
Ninguna otra preocupacin poda poner esa mirada en los ojos de una persona
desesperacin.
S que los You-fo estn muy interesados en algo que encontramos en el lugar del
accidente. David la observ de cerca. Sus ojos se desviaron a la izquierda, como lo
hicieron cuando le haba hecho preguntas en el laboratorio mdico. Ella saba
exactamente lo que l estaba pensando. Observ el pulso en la base de su garganta
saltar y parpade mientras el tatuaje en el borde del nacimiento de su pelo pareca
moverse. Trag con fuerza. Se centr.
Qu? Qu es, Alinna? Ese es tu autentico nombre, verdad?
Tom una profunda respiracin.
Creo que ser mejor ir al laboratorio. A comenzar las pruebas mentales. Ella
atrap su mirada, la sostuvo. No s lo que son los You-fo y no me importa. Estoy aqu
para hacer un trabajo y es un trabajo que necesitas terminar, tambin. As que djame
hacer mi deber.
David apret los dientes, pero algo le dijo que no obtendra ms de ella en ese
momento.
Entonces, vamos. La permiti pasarle, luego la cogi suavemente por el codo, la
giro para enfrentarla a l . Pero, no hemos terminado con esto.
S terminamos, Comandante, si quiere ver a sus pilotos en el espacio.
Lo tena ah. La necesitaba para dirigir esas pruebas, as estaba calificada para hacer
eso o no. Mientras no revelase su verdadera identidad, o su falta de ella, an poda darle a
su equipo la luz verde para marcharse. Se merecan la oportunidad de probarse en el
espacio y era la mejor opcin para el trabajo.

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La solt, a pesar de la urgencia de ponerla ms cerca y de terminar el argumento de


la forma en la que realmente quera que terminara era fuerte. Ahora ella tena el control,
pero sinceramente le habra gustado reclamarla, tomarla en sus brazos y besarla hasta la
sumisin. Haba ignorado su oferta de ayuda la ltima noche, al igual que ahora estaba
alejndole. Ella le necesitaba pero no lo admitira, todava.
David la condujo de regreso al edificio. Dentro de la base, no haba privacidad. Eran
las formas de las Fuerzas Estelares. Casi todas las comunicaciones eran grabadas en
cualquier lugar. Alinna le sigui lentamente. l miro atrs hacia ella mientras alcanzaba la
entrada. Cojeaba levemente, cada paso pareciendo infligir un destello de dolor.
La herida en tu pierna an esta molestndote?
Solo vamos al laboratorio, Comandante.
Los mdicos dijeron que estabas bien para marcharte. Escuch la acusacin en
su voz. Diablos. Demonios, quera ayudarla, pero ella estaba determinada a no permitirle
acercarse de ninguna manera, ella sacudiendo la cabeza ante su preocupacin . Bien.
Extendi el brazo hacia el lado de la puerta para pasar su identidad de seguridad sobre
el monitor, pero ella se golpe en la puerta antes de que l tuviese la oportunidad. Alarg
el brazo para sujetarla, su sorpresa reflejndose en la de ella . No ests bien.
No se abri.
No La mir. Esta es una salida de seguridad. Necesitas una tarjeta. Le
mostr el chip en la unidad de su pulsera. Consider la forma rpida en la que sus ojos se
lanzaron a su mueca y de vuelta a la puerta. La tecnologa no poda ser nueva para ella;
quiz era antigua? Tenas algo diferente? rebusc informacin.
Abre la puerta, David. Le mir, claramente consciente de que estaba buscando
ms. Un destello de inters corri bajando por el cuerpo de David. La forma en la que dijo
su nombre, teido con desesperacin, era con la exacta inflexin que haba usado en su
sueo la ltima noche. Lentamente pas la unidad de su mueca sobre el escner. La
puerta se entreabri y ella se abri paso al interior, con la cojera disimulada pero sus ojos
an parecan vigilantes.

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l se tomo su tiempo mientras caminaban hacia el laboratorio. No quera apresurarse


por un par de razones. Una, en realidad ella no debera estar caminando si su pierna
estaba tan herida. Dos, cuanto antes estuviesen en el laboratorio, antes podra comenzar
la prueba mental. Todos los miembros de su equipo tenan que pasar, o no conseguiran
la sancin para comenzar la misin de seguridad para escoltar a los nuevos colonos. As
que no podra estar solo con Alinna, no podra averiguar ms sobre lo que realmente
estaba haciendo ella. No conseguira mirar fijamente su ardiente cuerpo sin que alguien de
su equipo se diera cuenta.
La Capitana Branscombe para el Comandante Brown. El comunicador de David
grab el irritado sonido de la voz de su segunda al mando con perfeccin. Solicitando
una lnea de seguridad.
David cambi al canal de silencio sub-vocal. Brown aqu.
Bien? Le dijiste que sabemos que es una impostora? Qu dijo?
No admiti nada, pero algo est pasando. Est en problemas.
Bien. No me digas que te mir con esos grandes ojos verdes e inmediatamente
supiste que te necesitaba.
Creo que sabes que deberas detenerte justo ah. La ira se hincho en el pecho de
David, el sabor amargo en su lengua. Reportese con los oficiales Lee y Yancy en el
laboratorio de psicometra tres diez mil horas.
S, seor. Una nota final, seor. El cinismo era uno de los ms molestos talentos
de Branscombe. Los You-fo se espera que lleguen en el tiempo de dos das para
investigar los descubrimientos en el lugar del accidente.
Permteselo. Todo lo que hicimos fue encontrar las cosas. Vamos a vivir y
permitirles vivir, Capitana. Para entonces, las pruebas deberan estar terminadas y
estaremos esperando nuestra misin.
Ya veo. Branscombe fuera. An sonaba molesta, pero no poda decir que ella
entendiese su intencin, iba a llevar a su equipo a travs de las evaluaciones mentales,
sin importar que Alinna fuese una registrada psicloga o no.

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Vas a trabajar en el laboratorio psicomtrico tres. Esta codificado con tu voz. La


registraron en el laboratorio mdico. David par ante la entrada de la nueva oficina de
ella. Solo dile tu nombre al escner.
Gracias. Diez mil horas suenan bien para m, tambin. Gracias por pedirle a tu
capitana y a los otros que asistieran en ese momento.
Alinna no le mir mientras hablaba y estaba agradecido, porque tendra que
vislumbrar la confusin y la conmocin en su rostro. Cmo diablos me oira en un canal
sub-vocal? Tena que tener algo de seria tecnologa espa. Sus ojos recorrieron su cuerpo,
concentrndose en la madurez de sus pechos dentro del modesto uniforme. Le habra
encantado saber dnde poda estar escondiendo cualquier aparato espa.
Dra. Janet MacPherson. Alinna dijo el nombre en el escner.
David neg con la cabeza. Cmo poda haber ido tan lejos en las filas espas si su
voz se sacuda cuando pronunciaba su alias? Bien. La Capitana Branscombe y otros
dos estarn aqu hoy. Te informar maana con el resto del equipo. Se alej de ella
mientras daba un paso dentro de la oficina. La urgencia de estar con ella era fuerte, pero
no sera capaz de ignorarlo si ella no poda operar en el laboratorio. Si era claramente
inexperta, tendra que reportarla.

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Capitulo5
Traducido por Edgli
Corregido por Viqijb

Alinna se tambale contra la pared. Su cuerpo, su mente, todo, se senta cansado. El


da pareca haberse alargado por siempre. Haba cumplido su deber y descubierto ms
sobre los humanos de lo que jams haba esperado bajo estas extraas circunstancias.
Se hundi en el suelo y baj su cabeza para sostenerla entre sus manos. Frotndose las
sienes. Estaba pagando el precio por el esfuerzo que estaba poniendo por su gente. Sus
niveles de estrs estaban muy altos y no haba final a la vista. Haba dejado a David, su
nica esperanza por cualquier tipo de alivio del estrs al que estaba sometida, en el pasillo
esta maana. Sus emociones burbujeaban cerca de la superficie, confusin, ira,
frustracin, pero no eran nada en comparacin con las emociones casi fuera de control de
su equipo.
Hoy, haba examinado a dos de los pilotos de David. Lee y Yancy haban participado
en el rescate de Alinna, y sus emociones constantemente saltaban y brincaban con
idntica curiosidad. Claramente estaban seguros de que algo pasaba con ella, aunque no
sinti traicin o ira por su parte. Llev a cabo los exmenes requeridos para su aprobacin
final para su viaje espacial de larga duracin, fcilmente encontrada en la base de datos
de psicologa.
Eran similares a lo que requeran los Inarrii, examinando cosas como el nivel de
integridad que cada oficial posea y que tan generosos y tolerantes podran ser cuando
trabajan con alguien de diferente raza o nacionalidad. Si hubiera sido una verdadera
psicloga humana, habra pasado a los oficiales de inmediato. Pero las verdaderas
respuestas a esas preguntas y las emociones que se escondan bajo ellas, solo podran
ser captadas abriendo completamente sus habilidades empticas. No haba ningn

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escondite o posibilidad de mentirle con ella a ese nivel. Y eso era lo que su costo personal
haba sufrido. La herramienta mental de abrirse a estas personas sin escudos era alta. Era
difcil mantenerse en control cuando senta lo que ellos sentan y saba que se guardaban
preguntas sobre ella. Estas personas eran buenas y aunque lo estuviera haciendo por una
buena razn, los estaba decepcionando.
Alinna necesitaba una represa para el manantial de emociones que estaba contra sus
sentidos. No haba sido capaz de digerir o tratar de probar comida humana despus del
fiasco en el laboratorio, el hambre se aada a su estrs mientras las raciones de
emergencia se estaban casi acabando. Para aadir a su miseria, su pierna aun dola.
Pero la Capitana Branscombe estaba esperando en la habitacin conjunta. Sus
emociones eran ms complejas que las de los otros dos pilotos. Rasgaban las barreras
emocionales de Alinna como escarabajos molestos contra un panel solar. Implacables. La
capitana quera hablar con ella. Quera interrogar a Alinna. Branscombe era ms
apremiante y, de alguna manera sus emociones sostenan una cualidad vengativa.
Alinna enderez su columna, cuadr los hombros. Tena que pasar esto para
completar su misin. Si pudiera reunir informacin del grupo entero, sera suficiente.
Luego se las arreglara, de alguna forma, para regresar con su gente y hacer su reporte.
Frot sus sienes de nuevo. Si llamaba muy pronto, se arriesgara a la exposicin y la
posibilidad de arruinar toda la misin. Si los humanos descubran que estaban siendo
espiados, no estaran felices de unirse a un Tratado con los Inarrii.
Se puso de pie y camin hacia la entrada. El hervidero de emociones al otro lado de
la puerta la haca vacilar antes de abrirle. Alinna frot sus dedos por el borde de los Linar
en sus brazos. Los Inarrii no estaban hechos para manejar este nivel de estrs extendido
por s mismos, pero tena que superar estas entrevistas. Deba volver con suficiente
informacin, o su carrera estaba arruinada. Estara hundida hasta el cuello, no haba
vuelta atrs.
Abri la puerta. La Capitana Branscombe inmediatamente se puso de pie y le sonri.
Pero era ms como un desnude de dientes que una genuina bienvenida. Apison sus
barreras mentales. La mujer volaba con ira.

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Por favor venga conmigo, Capitana. Alinna hizo una sea con la mano hacia la
puerta de su oficina, luego se volte para caminar hacia ella. Exponer su espalda a la
capitana se senta peligroso y luch para mantenerse en calma, para evitar que sus Linar
se tensaran por sus niveles elevados de miedo instintivo.
Esta serie de exmenes estn diseados para durar una hora aproximadamente,
pero entonces perseguiremos un segundo nivel de examen el cual debe tomar media hora
explic Alinna sobre su hombro mientras caminaba hacia el monitor. Hizo una sea
hacia el banco de examen. Por favor, sintese, y empezaremos con la secuencia de
preguntas bsicas para alinear sus respuestas con el monitor.
He hecho un par de estas. S el ejercicio.
Ejercicio?
La rutina.
Mir a la piloto. Su respuesta irritada a una simple afirmacin deca mucho sobre sus
sentimientos respecto al examen en general, inclusive si no verbalizaba el fuerte
resentimiento que Alinna poda sentir emanando de ella.
Has hecho el examen nivel cinco antes.
Me imagino que ya sabe la respuesta a eso, Doctora.
Los dedos de Alinna volaron sobre los controles, alineando la maquina sin las
preguntas bases. Sus habilidades empticas eran por mucho ms precisas que esta
mquina, pero era impresionante a cierto nivel que los humanos llegaran tan lejos para
analizar la compleja psique de su raza. Hizo una nota mental de leer la historia del
desarrollo de la maquina y de la extensa programacin que debe requerir.
No est en tus archivos mdicos replic Alinna tranquilamente.
No, pero estoy segura de que est en mis archivos de seguridad.
Alinna asinti.
Estoy segura que s.

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Se alej y tom asiento en su consola. Sus respuestas tranquilas solo parecan enojar
ms a la capitana. Mientras esta causa de estragos en los niveles de estrs de Alinna
sala de sus escudos, la reaccin contrastante sera un estudio muy interesante, tal vez
incluso un estudio vital de las reacciones humanas para su gente.
Empecemos.
Inici el estndar de preguntas del nivel cinco. La capitana respondi a regaadientes
y poda sentir la frustracin elevndose. No estaba sorprendida cuando la capitana
empez a hablar antes de que Alinna tuviera oportunidad de hacer su siguiente pregunta.
S, mi familia me ama y respeta mi eleccin de estar en las Fuerzas Estelares.
Ahora, Qu le parece si yo pregunto algo, Doctora? Y si me dice quien es usted?
Sus pensamientos se aceleraron. La Capitana Branscombe era definitivamente la
fuente de informacin a la que David se haba referido cuando dijo que saba que Alinna
era una espa. l y la capitana haban claramente asumido que estaba en una misin
clandestina y que la posicin de psicloga era su cubierta. Si solo supieran lo cerca de la
verdad que realmente estaban y qu tan errados.
Creo que sabes quin soy. Volvamos al examen. Despus de todo, necesitas
completar esto para tu misin. Alej cualquier emocin de su voz. Mentir era difcil, as
que dejara que la humana sacara sus propias conclusiones. Incluso aunque decepcin
volaba por su estomago. Volvi a las preguntas. Ests orgullosa de ser una piloto de la
Fuerza Estelar?
Era una pregunta trucada. Todas lo eran, incluso las que ella haba diseado para
medir las reacciones humanas para posiblemente interactuar con otras especies
inteligentes.
La capitana la mir por un momento. Sus mejillas se ruborizaron hasta la raz de su
corto cabello rubio y sus emociones rebotaban con ira y resentimiento. Claramente tena
un problema con las fuerza de Seguridad, o particularmente, con los niveles encubiertos
de Inteligencia de las Fuerzas Estelares. Como la capitana manejara la situacin sera un
interesante reflejo de la habilidad humana para controlar situaciones frustrantes.

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Estoy ms orgullosa de lo que estara si fuera una espa de la Fuerza Estelar.


Alinna se tens. Aunque haba esperado algo por el estilo, las palabras la golpearon
como un puo. Respondi con una pregunta de su agenda personal.
Te molesta saber que hay cosas que se esconden de ti? Escondidas por tu
propio bien?
La Capitana Branscombe se par repentinamente, dejando el banco monitoreado
para caminar por la habitacin.
Nada debera estar escondido. Las mentiras no ayudan a nadie. Se volte para
mirar a Alinna. Entiendo que a veces la informacin pasa de un nivel a otro en una base
de necesidad, pero no creo que la mayora de las personas quiera eso. La mayora yo
no quiero o necesito eso.
Alguna informacin, si se libera, puede probar que es peligrosa para los individuos
o a veces incluso una poblacin entera. Alinna alej los controles del equipo de
exmenes. Se senta incomoda con la capitana parada ms arriba de ella, as que se puso
de pie tambin, su altura Inarrii dndole una ventaja sobre la molesta mujer humana. Ya
que la ira no pareca ser violenta, presion ms. Arriesgaras la vida de personas para
poder saber sobre una misin encubierta?
La capitana la mir. Visiblemente rechinando los dientes. Luego se volte y se sent
en el banco.
No, no lo hara. Terminemos con este jodido examen.
***
David se sent en su cama y frot su rostro con sus manos. La tentacin de dormir le
preocupaba. Dios saba que la ducha fra que haba tomado no lo ayud, tampoco, ni con
el calor en sus entraas o la tensin en su mente. Era tarde, y necesitaba dormir. Haba
pasado el da yendo sobre el horario de mantenimiento para las nuevas naves y
preocupndose por el examen psicolgico de sus pilotos, evitando el laboratorio
psicolgico todo el da. David tom la almohada y le dio un par de golpes a medias.
Pensamientos de Alinna se envolvan por su mente. Branscombe le haba asegurado que

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era una oficial de alto nivel de seguridad de la Fuerza Estelar, la forma en que los archivos
haban sido alterados prcticamente lo gritaba, junto con la misteriosa carga en un jet de
la Fuerza claramente para una alta base de seguridad.
Desafortunadamente, Alinna no encajaba con su entendimiento de una espa secreta.
Pareca perdida, en problemas. Su vulnerabilidad podra ser un acto calculado para
aadirse a su descarada sexualidad y esos magnficos ojos. Podra estar usando todas
estas cosas para mantener su cubierta o, ahora que haba sido descubierta, para evitar
que fuera a reportar su identidad usurpada. Claro, tambin sostena las riendas cuando se
trataba de su carrera. Necesitaba hacer su prxima misin; era el tipo de oportunidad que
pasaban una vez en la vida. Mereca ir, su equipo era el mejor para el trabajo, pero sin la
evaluacin psicolgica final, no iran a ningn sitio.
Cay de vuelta en la cama. Si la mujer no fuera tan misteriosa, y tan relevante para su
carrera, estara tentado a coquetearle. Esos ojos, tan fantsticos y sus tatuajes, lo hacan
salvaje. Maana, le preguntara que significaban y al infierno con el decoro. Cerr los ojos.
La manera en que lo vea tan desesperada, l quera ayudar. Quera besarla. Maldicin,
quera follarla, tomarla como lo haba hecho en sus sueos y hacerla olvidar lo que
estuviera mal.
David desliz una mano hacia abajo a su ya duro pene. Alz el elstico de sus
calzoncillos y sacudi la longitud de su eje, luego lo tom en su puo. Sus curvas haban
sido tan dulces en sus sueos. Recordaba el sabor de su piel, la lnea de un tatuaje
mientras se curvaba hacia la dulce pendiente entre sus muslos. La imagen era tan fuerte,
que poda saborearla, sentir su piel caliente contra su boca.
Por favor, David. Su voz pareca susurrar en su odo mientras fantaseaba con la
mujer misteriosa.
Dulzura Se concentr en la fantasa. Era como si estuviera all con l. Mantuvo
sus ojos cerrados.
Sus manos lo tocaban, lo sacudan. Poda oler su suave aroma femenino de
excitacin. Era tan real que estuvo tentado a abrir sus ojos para chequear si estaba

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realmente con l en su habitacin. En cambio los mantuvo firmemente cerrados para


poder llevar la fantasa tan lejos como pudiera.
Qudate tranquila, dulzura. Cuidar de ti.
Se trab en sus amplios ojos verdes, tan llenos de necesidad. Tom sus labios con
los suyos, besndola suavemente mientras la impulsaba sobre l. Luego lentamente
invadi el calor de su boca con su lengua. Gimi contra l, su respuesta a su implicacin
inmediata. Se rendira a l. Permitindole tomarla de cualquier manera que quisiera. Le
dara el poder de servirla de la manera que saba que necesitaba. Desliz los dedos de
una mano en su cabello mientras rodaba, llevndola con l, dejando su cuerpo desnudo
contra la cama. Sus finas ondas se deslizaron contra su piel y se sorprendi de ver que los
tatuajes se extendan a su cuero cabelludo desde la base de su cuello. Tatuar un crneo
debe haber dolido. Maana, definitivamente le preguntara sobre ellos, pero esta noche,
se familiarizara con cada lnea en la manera ms intima, incluso aunque fuera solo en su
imaginacin.
Bes su cuello, succionando lo suficiente su piel para no dejar un moretn, pero
pellizcando ligeramente aqu y all. Su esencia haca agua su boca, un delicioso aroma a
almizcle y ctrico que le daba el valor de saborear su piel. Alinna se retorci bajo l,
abriendo sus piernas para envolverlas alrededor de su torso. Conect su desnuda vagina
contra su cadera y dese que se hubiera tomado un momento para quitar sus calzoncillos.
Con eso en mente, el material entre ellos desapareci. David sonri. Claro. Esta era
su fantasa, poda hacer cualquier jodida cosa que se le antojara. La cama se ampli,
dndole bastante espacio para jugar con Alinna. Ella jade, tomando la oportunidad,
especialmente el sentimiento de su duro miembro centrado contra su caliente vagina.
La bes antes de que pudiera decir algo. La sabore, succion ligeramente su lengua
y sus labios. Ctrico y mujer, el embriagador sabor haca eco con el aroma de su piel y
cabello. Poda sentir su vagina mojndose ms y ms bajo l. Finalmente, antes de perder
el control y enterrar su pene dentro de ella, se dio vuelta a un lado y lanz su cuerpo a la
cama. Ella gimi con su movimiento, el sonido bajo y vulnerable y se volte hacia l,
manteniendo una pierna sobre su cadera, como si nunca quisiera que la dejara.

51

David pas los dedos de su mano libre por su cuerpo, rozando su piel mientras
trazaba las curvas hasta su pezn. Pinch el brote rosado, empujndolo hasta que
despeg sus caderas contra l en un ruego silencioso. Una chica que tena esta cantidad
de tatuajes como Alinna probablemente le gustara un juego rudo, pens. Movi sus labios
a su pecho y succion fuerte su tenso pezn. Lanz hacia atrs su cabeza y gru. David
sonri, decidiendo que estaba listo.
Se nivel hacia arriba con sus codos dndose el espacio que necesitaba para
alcanzar su otro pecho y los someti a la misma deliciosa tortura. Mientras se
amamantaba de ella, pas su mano hacia abajo para sacudir su vagina, encantado de
encontrar la piel desnuda que estaba mojada con sus jugos. Amaba el hecho de que no
tena suaves rizos de cabello alrededor de su vagina y se maravill de nuevo por la
manera en que sus tatuajes se extendan como zarcillos desde el interior de sus muslos
hasta los labios menores de su vagina.
Un tatuaje aqu debe doler como el infierno dijo silenciosamente mientras trazaba
su camino con sus dedos hmedos.
***
Alinna gimi de placer y frustracin. Necesitaba a David, necesitaba el alivio que
poda proveer, el escape de toda la tensin por la misin. Pero la sorprenda de nuevo,
ambos, con su visin de cmo complacerla y ms importante aun con sus habilidades
psquicas misteriosas. Ni siquiera estaba dormido. Esta vez, la haba alcanzado
mentalmente mientras fantaseaba con ella. La haba arrastrado a este sueo despierto,
alterando las limitaciones fsicas que su mente haba puesto y ahora la reclamaba
mentalmente, como si hubiera nacido con la habilidad. Lo cual crea cierto, aunque no de
la manera en que los Inarri esperaran de los humanos. Las carreras eran mucho ms
similares que por simple apariencia. Alinna jade mientras David sacuda su sinaa.
Debera estar alejndose, debera escapar de la base y encontrar una manera de regresar
con su gente para hacer su reporte. Lo que ahora saba de los humanos era suficiente
para finalizar la decisin de un aproximamiento directo de los Inarrii para un Tratado,
estaba segura de eso. Pero eso significara dejar a David, un pensamiento poco atractivo
considerando el hecho de que no estaba segura de poder volver a casa. El pulso de

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Alinna se aceler mientras la sacuda de nuevo, lentamente abriendo los pliegues de su


sinaa hasta que pudo tocar el centro de su deseo. l era la nica cosa que evitaba que se
volviera loca en este solitario planeta. No quera dejar a David y ciertamente no terminara
esto ahora. Lo necesitaba.
Con golpes audaces la llev al borde, tan cerca del orgasmo que llorique su nombre.
Luego se detuvo, solo para empezar una lenta exploracin de sus Linar con su lengua por
la extensin de su cuerpo. Respir profundamente, inhalando su esencia. Su colonia
aada un fresco toque de especias a su almizcle natural, muy parecido a lo que un macho
Inarrii en esencia de apareo olera. Era muy lento, haba mucho y necesitaba ms, ahora.
Alz de nuevo las caderas mientras l trazaba cada pulgada de su Linar con sus labios y
lengua hasta que alcanz la zona interna de sus muslos. Su piel estaba fra mientras la
tocaba, pero sus labios y lengua estaban calientes, una sorprendente y encantadora
combinacin. Haba hecho esto antes, en el sueo que haban compartido y cada toque
de su caliente lengua enviaba pulsos de placer por sus lneas nerviosas.
Justo cuando estaba a punto de rogarle que la tomara, se tens. Haba hecho esto
antes. Le haba permitido empezar el Mitta lensahn, el primer paso en la ceremonia de
apareamiento Inarrii, y lo estaba permitiendo de nuevo. Trazando su Linar con su lengua
marcndola como suya. Si dejaba esto continuar, seran pareja? l no tena nervios
Linar para saborear y trazar, as que ella no podra completar la ceremonia, verdad? Su
mente se aceler de vuelta a la noche anterior.
Oh joder maldijo.
An no. l ri, levant la mirada para encontrar sus ojos. Debi haber captado su
mirada sorprendida. Qu est mal?
No deberamos hacer esto no te conozco en realidad Sus palabras se
desvanecieron cuando baj sus labios de nuevo para acariciar los labios hmedos de su
sinaa.
Me conoces. Y ambos queremos esto, lo necesitamos habl contra su sexo, el
aliento caliente de sus palabras enviando mas placer por su palpitante ncleo.

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Tena razn sobre eso. Lo necesitaba y poda or su anhelo tan claramente ahora
como haba ledo su honesto deseo de ayudarla temprano. Eran dos especies diferentes;
seguramente no podra completar el Mitta lensahn de cualquier manera, sin Linar para
trazar en su cuerpo. Con el fuerte empuje de su dedo, la penetr y la preocupacin vol
lejos de su mente. Succion duro mientras la joda con primero uno, luego dos largos
dedos y sinti el orgasmo que haba empezado antes, regresar para envolverla.
Sus msculos internos se ondularon sobre sus dedos y lami sus jugos, prolongando
sus palpitaciones de placer. Antes de que pudiera recobrarse, le dio la vuelta, alzndola
sobre sus rodillas delante de l, pas una mano por la curva de su trasero, apretando
primero una nalga y luego la otra. Traz sus Linar all, tambin. A diferencia de algunas
mujeres Inarrii, tena varias lneas errantes curvndose sobre su trasero y llevando un
rastro hasta su sexo desde atrs. Pocos hombres Inarri pensaron en acariciarlas y el
toque de David la complaca y atormentaba por su enfoque primitivo.
Se inclin para tocar con sus labios sus lneas nerviosas, succionndolas gentilmente.
Ella gru, su cuerpo hablando por ella mientras abra sus muslos y alzaba sus caderas,
pidindole que la tocara de nuevo. Sus pezones se frotaban contra las sabanas,
atormentndolos mientras deslizaba su dedo de nuevo dentro de su sinaa. Cuando su
aliento caliente toc la abertura de su trasero, se estremeci ante la sensacin, pero nada
la prepar para el intenso placer que le trajo mientras lentamente bordeaba su abertura
anal con su lengua hmeda. Mientras exploraba, sus dedos continuaron frotndola y
cuando introdujo su lengua dentro del pequeo agujero de su trasero, grit en sorpresa y
placer.
Justo ahora Alinna, eres ma. Djame tomarte de cualquier manera que desee y
cuidar de ti.
Dicho mentalmente, era tan cerca a una promesa de apareo que Alinna casi lo
detiene, pero necesitaba esto, lo quera. Era tan diferente de cualquier Inarrii con el que
hubiera estado y le traa deseo mucho ms all del nivel de cualquier cosa que hubiera
sentido.
S.

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Su simple respuesta fue suficiente. La frot de nuevo y lentamente lami su ano hasta
que se estremeci. Cuando pensaba que se vendra de nuevo, sintiendo el orgasmo
creciendo en ella, se alej y arrodill tras ella. Sujetando sus caderas, centr su pene
contra su sexo, luego la empuj hacia atrs contra l hasta que estaba profundamente
enterrado en ella. l gru, su control claramente en el borde. Con un lento movimiento, la
empuj hacia delante de nuevo hasta que su pene se liber de su sinaa. Presion la
hmeda punta contra su trasero.
Alinna tembl y trag fuerte. Ningn Inarrii la follara all. No era tab formalmente
dicho, pero no era algo que oyera que se hiciera. Los dedos de David se presionaron
contra su cadera, atrayndola hacia atrs contra su miembro. Su dureza la tena
sacudiendo la cabeza. Pero la envolvi con los brazos desde atrs para frotar su sinaa, la
piel fra de su brazo inadvertidamente cepillando los Linar de su cadera, aadido al placer
inmediato de sus dedos acariciando su ncleo. Ella se relaj, concentrndose en el placer
y gimi fuerte mientras su pene la violaba. Por un segundo, se tens, pero l continu
dndole placer a su sinaa, frotando el pequeo centro de su racimo nervioso mientras se
impulsaba lentamente contra ella.
El placer se construy y grit fuerte, dejndose ir. Todo en el mundo desapareci
excepto el sentimiento de sus manos y su pene. Con sorpresa, se dio cuenta de que
estaba acariciando toda su longitud en su interior. Mientras que no era largo bajo
estndares Inarrii, era ciertamente ancho y era impresionante que se sintiera bien.
Presion hacia atrs contra l, ya sin necesitar ser guiada. Dirigi el ritmo ahora,
afilndose hacia atrs mientras follaba su culo con su pene y su sinaa con sus dedos.
David gru su nombre, sus arremetidas menos controladas. Estaba acercndose a
su orgasmo. El pensamiento de l esparciendo su semilla dentro de ella de esta manera la
volvi salvaje. Corcove contra l. Fue suficiente para empujarla dentro de una
estremecida montaa orgsmica. Su reaccin deriv en la de l y apret sus caderas duro
mientras bombeaba su orgasmo dentro de su trasero. Despus de un momento, se
hundieron en la cama. Liber su pene de ella, su longitud an dura. Envolvi sus brazos a
su alrededor.

55

Si abro mis ojos de verdad ahora, desaparecers? susurr en su odo, su


aliento tintineando contra los nervios Linar cerca de su garganta.
S.
Entonces durmamos.
Alinna cerr los ojos. Su cuerpo an gema con placer. Cmo podra l imaginar que
dormir sera posible? Pero senta su cuerpo relajndose tras ella. Lentamente se acomod
contra l. La temperatura de la piel humana era ms baja que la Inarrii, pero se senta bien
acunada contra su espalda.
Tal vez dormir sera posible despus de todo.
Sinti sus ojos cerrndose.
Luego gru mientras sus comandos internos volvan a la vida.
Base a Unidad Nueve, Alinna Gaerrii, reprtese.

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Capitulo6
Traducido por Julieta9768
Corregido por Edgli

Alinna se liber del enlace mental que David haba establecido y volvi a su cuerpo.
Tendra que dormir sin ella. Toc el sensor en la piel debajo de su oreja, activando el
modo de comunicacin de su unidad de comando interno. Aunque saba a nadie de la
base Inarrii poda verla mientras hablaba en el canal enfocado, se sent en su cama y
envolvi su cuerpo con la sbana ligera.
Alinna Gaerrii, Unidad Nueve respondiendo. Inar sahiir tel. dio la bienvenida
Inarrii antes de que poder sobreponerse, entonces apret sus manos en puos en
frustracin silenciosa. Usar su lengua nativa en una lnea que podra ser monitoreada era
un error de principiante. Al ser contactada cuando ella acababa de establecer
comunicacin con David, un hombre al que no haba tenido la intencin de ver, haba
perturbado sus nervios ms de lo que haba credo posible.
Es este cdigo seguro?
Creemos que lo es, aunque el tiempo hasta el probable decubrimiento es limitado.
Alinna reconoci la voz profunda de su oficial al mando, el Comandante Jannii Finar
.Agente Alinna, ests herida? Necesitas ayuda?
La preocupacin se mezclaba con la inflexin en la voz de su comandante.
Alinna trag con fuerza contra una repentina oleada de anhelo. Echaba de menos a
su gente. Todo era diferente aqu, incluso el olor del aire. En casa ella poda oler la sal de
los ocanos sin importar dnde se encontrara. Aqu el toque de los qumicos limpiadores
nunca dejaba el aire de los edificios y el olor de la selva donde haba aterrizado era tan
ajeno a su pino nativo que nunca olvidara. Ella nunca se acostumbrara a los cielos
azules de la Tierra tampoco, en comparacin con las nieblas calientes rojas de su planeta

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de origen. Slo el placer exquisito que haba encontrado en los brazos de David durante
las dos ltimas noches haba hecho el esfuerzo bajo el que estaba soportable.
Estaba herida, pero he recibido tratamiento mdico. Alinna se apresur a ofrecer
ms informacin antes de que el comandante pudiera asumir que haba sido
descubierta. Estoy hacindome pasar por un evaluador humano psicolgico. Es muy
complicado de explicar ahora, pero actualmente estoy operando sin ser detectada y he
reunido ms informacin en los ltimos dos das que la que tengo en los ltimos cuatro
meses.
Esas no eran sus ordenes agente! Tenemos que sacarla de all antes de que la
descubran.
No veo cmo eso es posible, al menos no en este momento. Estoy ubicada en el
interior de la base de las Fuerzas Estelares. Actualmente estoy realizando entrevistas bajo
mi cubierta como psicloga e hice un descubrimiento enorme Un estruendo repentino
interrumpi sus palabras. El monitor de cristal en la pared frente a la cama traqueteaba
con la vibracin.
Qu es eso? demand el Comandante Finar.
No s... Un segundo estruendo son, lo suficientemente fuerte para hacer eco
en sus odos.
El escner indica que la base es atacada. Usted debe salir de la base
inmediatamente y pngase en contacto con nosotros fuera de su permetro.
No puedo. No lo entiende, estas personas son importantes. Rpidos choques
puntuaban sus palabras, la detonacin definitiva cortando toda comunicacin. Una
explosin sacudi el edificio y el contenido de su habitacin con tanta fuerza que un vaso
se cay de la mesa de noche. Comandante Finar?
El canal codificado haba muerto, y ella no haba tenido la oportunidad de decirle a su
gente lo ms importante que haba aprendido: los seres humanos podran poseer
habilidades psquicas. M'ittar, la comunicacin mental, era un aspecto vital de la vida

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Inarrii. Con l, los seres humanos tenan el potencial de ser verdaderos socios con los
Inarrii.
Alinna apart la sbana, cogi su ropa cuando el sonido de otra explosin reson en
el aire . Por los dioses, qu est pasando ahora? murmur en voz alta, meti las
piernas en los mismos pantalones de uniforme que haba llevado antes y se asegur la
parte superior mientras se mova hacia la salida. Su pierna protest brevemente por el
dolor, pero ella la ignor.
La puerta no se abri. Golpe su hombro contra ella, usando cada onza de su fuerza
Inarrii. Poco a poco cedi y ella fue capaz de abrirla lo suficiente como para escapar.
Puesto que nada mantena la puerta cerrada en el otro lado, supuso que haba sido
mantenida cerrada por un orden de seguridad. Aunque no haba daos visibles de
inmediato, las campanas de alarma sonaban en los pasillos desiertos y el tenue olor acre
del plstico ardiendo contaminaba el aire.
Alinna dud por un momento. Con la base atacada, esta podra ser su nica
oportunidad de volver a establecer contacto con el Inarrii desde su posicin dentro de la
base. Si era capaz de acceder a la lnea de comunicacin humana ahora mientras que los
canales se llenaban probablemente con charla defensiva, sera capaz de usar su
comunicador para ocultar sus mensajes dentro de ellos. Vacil, mirando a izquierda y
derecha por los pasillos vacos. Era arriesgado. Tendra que tener acceso directo a travs
de un centro de comunicaciones con el fin de eludir cualquier sistema de control activo.
Respir profundamente para calmarse. La transmisin de la informacin sobre la
capacidad humana de usar m'ittar vala casi cualquier riesgo.
Entrando en el pasillo, accedi a la unidad de mando interna. Sac un mapa del
complejo y utiliz las instrucciones que le haban dado para dirigirse a la sala de comando
y de comunicaciones ms cercana. Detrs de ella, los sonidos de destruccin
continuaban, probablemente las paredes exteriores del edificio derrumbndose bajo el
embate del ataque. Sacudi la cabeza ante la locura de navegar a travs del edificio.
Estoy ms segura fuera. Alguien est tratando de liquidar este lugar.
El vaco de los pasillos revolva sus nervios. Alinna abri sus sentidos, tratando de
asegurarse de que nadie haba resultado herido cerca. Tena que completar su misin,

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pero esta gente la haba ayudado. Hara todo lo posible para ayudarles a cambio, incluso
si tena que exponerse cuando tratara de hacer contacto con su gente. Sus sentidos
empticos le sealaron el camino. En direccin del centro de comunicaciones, otros
haban intentado huir del edificio y varios estaban heridos o atrapados. Era difcil saber
exactamente lo que estaba ocurriendo bajo la sobrecarga psquica de la sorpresa, el
miedo y la angustia.
Dobl la esquina de la sala, tomando el giro a la izquierda slo para llegar a un pasillo
bloqueado por escombros. Revis el mapa que se mostraba en la retina, pero no haba
ninguna ruta inmediata a las personas en el otro lado, o al centro de comunicaciones. En
cambio, se dio la vuelta y cre un sendero a travs de los pasillos, la unidad de mando
haba trazado una ruta por el camino. El rugido de fuego lser lejano la espoleaba. Su plan
consista en dar la vuelta por los pasillos hasta llegar a una zona donde pudiera a la vez
entrar en contacto con su pueblo y ser de alguna ayuda para los humanos.
Varias veces, se abri paso a travs de las puertas cerradas, golpeando su hombro
contra ellas y desgarrando sus manos ms all del punto de ruptura.
Finalmente lleg a su destino y comenz a trabajar su camino a travs de la puerta de
al lado. En el otro lado estaba el centro de comunicaciones y cerca de all por lo menos
cuatro personas heridas. Las explosiones se haban detenido, pero todava poda sentir la
ansiedad de la gente que estaba tratando de alcanzar. Mientras ingresaba a la habitacin,
instruy a su unidad de comando interno para acceder a los ordenadores de
comunicaciones abandonados en las mesas a su alrededor. Cuando trat de hacerlo, se
precipit hacia el lado opuesto de la habitacin.
Hola, me oyen? llam Alinna.
Mir a su alrededor frenticamente, buscando algo para abrir camino hacia los
heridos. En la oficina de comunicacin haba poco para ayudarse y gimi en frustracin
mientras su unidad interna le deca que no poda acceder al sistema de comunicacin de
los humanos debido a la potencia de fluctuaciones del ataque. Dio un puetazo contra la
puerta de metal, decidida a ayudar a alguien, incluso si no poda ayudarse o a su causa.
La puerta no se movi y estaba cada vez ms dbil. Su pierna haba empezado a latir, la

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laceracin a medio curar enviando oleadas de dolor a travs de su cuerpo. Desesperada,


agarr una silla y metdicamente la estrell contra la puerta inflexible.
Las campanas de alarma sonaron de nuevo, chillando en su odo. Ech todo su peso
en la pelea, pero no poda conseguir pasar a travs del acceso congelado. Sus lneas de
L'inar en el borde, y las endorfinas se agolpaban en su sistema cuando la tensin del
momento le recorri el cuerpo. Golpe con la silla una y otra vez contra la puerta, cerrando
sus sentidos empticos contra el clamor del miedo humano hasta que ella llegara.
Dra. MacPherson, retrese!
Alinna se volvi para enfrentarse a la persona gritndole. Su respiracin se hizo
entrecortada cuando se dio cuenta que haba perdido el control, olvidado dnde estaba
mientras luchaba por llegar a aquellos que necesitaban ayuda.
Un agente de seguridad uniformado ante ella, con la mano apoyada en el arma a su
lado.
La alarma que haba estado sonando se haba detenido y la gente que haba estado
tratando de rescatar al otro lado de la puerta despeda un extrao silencio. Muertas o
idas?
Deje el tubo y pngase frente a la pared.
Tubo? Alinna mir el pedazo de metal en la mano, era todo lo que quedaba de
la silla que ella haba estado usando contra la puerta impenetrable. Sus sentidos se
inundaron con el conocimiento de que el hombre la consideraba una amenaza y que la
gente a la que haba estado tratando de llegar no estaba. Se haban mudado a lugares
ms seguros con ayuda mdica. Neg con la cabeza, dej caer la pata de la silla de metal
y se volvi hacia la pared. Cunto tiempo estuve de pie aqu destrozando el lugar en
pedazos?
Alinna luchaba por el control mientras le daba la espalda al forastero. Se estremeci
cuando le toc las muecas. La estaba atando. Las advertencias de sus primeros das de
entrenamiento bajo la cubierta cruzaron por su mente. Esto era exactamente el tipo de
cosas que se deban evitar. Probablemente podra liberarse, pero su cobertura, o lo que

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quedaba de ella, quedara destruida. Kahemnit dal, maldijo. Slo hay una cosa que
empeorara la situacin. Por favor, dioses, no dejes que vea mi L'inar.
***
David se qued en el interior de la oficina de seguridad de la base, donde haba sido
llamado a informar despus de que el ltimo atacante haba sido rechazado. Se resisti a
la tentacin de pasear por la planta. A su equipo no se le haba permitido unirse a la
defensa y la necesidad insatisfecha de luchar, de defender a su pueblo, lo hizo estar en el
borde.
Conscientemente saba que el equipo y las nuevas naves eran demasiado valiosas
para lanzar durante un ataque areo como ste, estaban hechas para maniobras
espaciales, pero maldita sea, haba sido difcil sentarse y esperar.
Ahora estaba esperando a Alinna, para saber qu iba a pasar con ella. Qu
demonios estaba haciendo ella destrozando un rea restringida? El pensamiento dando
vueltas y vueltas en crculos por su mente. Por primera vez, se pregunt si la Capitana
Branscombe se haba equivocado. Y si ella no era un agente encubierto de las Fuerzas
Estelares? Y si ella estaba con otro organismo, uno de los anti-colonizacin del espacio,
un grupo de rechazo? l abra y cerraba los puos. Tena esos tatuajes inusuales... Y si
estuvo involucrada en el ataque a la base? Esta es mi culpa. Haba sabido que ella estaba
all bajo una identidad falsa y no haba hecho nada.
La teora ciertamente explicaba su aparente falta de experiencia a la hora de
mantener su identidad oculta. Un grupo rebelde indisciplinado no proporcionara el tipo de
entrenamiento para mantener a largo plazo una fachada. Pero no explicaba cmo haba
llegado al jet de seguridad en primer lugar, o cmo haba cambiado los registros que
indican que era Janet MacPherson. Branscombe juraba que todos los mtodos implicados
en las alteraciones de registro confirmaban definitivamente que era un miembro de las
Fuerzas. La teora no coincida con la necesidad que senta de ella tampoco, el sentido de
prdida e impotencia. Si realmente era de los grupos anti-espaciales, no tendra nada ms
que desprecio por l. Era un piloto de las Fuerzas Estelares de carrera, por el amor de
Dios. Lo nico que emanara de ella sera odio.

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La puerta interior se abri . Mayor Brown, por favor venga. El jefe de seguridad
corpulento entr e hizo un gesto a David hacia la sala de interrogatorios. Alinna estaba
sentada en una mesa, con las manos cruzadas delante de ella, con el rostro sereno, pero
cansado. El cabello le caa en un lo desigual y su uniforme estaba en desorden. Sus
nudillos raspados y sangrando, como si hubiera estado en una pelea.
David mir ms atentamente a Alinna, observando sus hombros ligeramente cados y
la cara plida. Incluso en su estado despeinado, era hermosa, sensual. Si ella tuviera una
sonrisa en lugar de la mirada en blanco que luca ahora, parecera haber salido
directamente desde su cama despus de una noche de amor difcil. Apret los dientes.
Deba tomar el mando de la situacin. Ella podra ser una traidora.
Parece que la Dra. MacPherson se perdi en su camino tratando de salir del
edificio.
David mir al oficial de seguridad. El hombre sonri con simpata a Alinna. Cmo
diablos haba hecho para salir de esto?
S, he tratado de salir del edificio, pero me pareca ir en crculos Alinna habl en
voz baja, con los ojos fijos en la mesa delante de ella.
El ataque ha terminado, la nave atacante fue destruida. Por desgracia, no tenemos
confirmacin de su identidad. El jefe movi la cabeza en seal de frustracin. Hemos
pedido al comandante Brown que la escolte de vuelta a su habitacin. Esa seccin recibi
un dao directo muy reducido, a diferencia del resto del edificio. Pas una mano por la
parte de atrs de su cuello.
Gracias. Me gustara ir a mi habitacin. Estoy muy cansada.
David apenas poda creerlo. La mujer haba estado en una zona segura, tena una
excusa completamente endeble e iban a dejarla ir sin una queja. Por lo que haba odo,
incluso haba hecho algn dao. La sorpresa se volvi molestia al ver que el agente de
seguridad le ofreca una mano para ayudarla a levantar. David sinti que sus cejas se
elevaban hacia arriba y rpidamente control su reaccin. Este hombre la deseaba tanto,
que estaba casi babeando. David fue completamente ignorado durante el intercambio y no

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se senta bien. Su estmago se apret cuando Alinna sonri al jefe. Suprimiendo la


necesidad de gruir por la interaccin.
Si la doctora MacPherson puede irse, voy a llevarla a su habitacin.
Alinna movi los ojos hacia l.
Por supuesto que puede. El hombre tom la mano de Alinna un momento ms
de lo necesario.
Pero estara disponible para fines de otra charla? Vamos a tener que aclarar
algunos detalles ms.
David apret los dientes. Observ a Alinna dar una sonrisa al hombre como si ella
respondiera a una invitacin a cenar y no a lo que debera ser una investigacin formal.
Por supuesto, jefe. Ya sabe dnde encontrarme.
Vamos David gru. Antes de que liquide a alguien. Ella tiene mucho que
explicar.
La sorpresa parpade en el rostro de Alinna. David frunci el ceo, preguntndose si
su voz haba sonado tan brusca y enojada con ella como lo estaba. Se acerc a la puerta
y mir con incertidumbre hacia atrs por encima del hombro. David acechando hacia
delante pas junto a ella fuera de la sala de interrogatorios y de la oficina de seguridad. Se
mantuvo en silencio mientras la llevaba de nuevo a la parte del edificio que albergaba su
oficina y habitaciones privadas. Si deca algo ahora, perdera los estribos, no sera una
gran idea con el jefe observndolos.
Mayor Brown Alinna comenz, pero l march hacia delante, acelerando el paso
por los pasillos hasta llegar a su habitacin.
Hizo una pausa, mirando fijamente la puerta retorcida y abollada. Era la nica cosa en
la zona daada. La haban golpeado para abrirla desde el interior. Ech un vistazo a
Alinna. Ella tambin se qued mirando la puerta daada. Su piel palideci an ms. Slo
sus ojos verdes brillantes mostraron un poco de vida.
Dio un paso adelante y se tambale sobre sus pies.

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Qu pasa? La sujet del brazo mientras ella se balanceaba ms, capturndola


mientras sus rodillas se doblaban.
Nada. Slo tengo que sentarme, por favor. Ella no lo mir mientras la sostena
con un brazo y oblig a la puerta combada a abrirse con la otra. l la condujo a la
habitacin y pate la puerta que se cerr detrs de l. No importaba lo que estaba
tratando de hacer ahora, deba saber la verdad de ella antes de salir de esta habitacin.
Le solt el brazo y se dej caer en una silla cercana con un suspiro.
Lo siento, no me siento bien. Me siento un poco mareada murmur, con los
labios apretados delgados como si no quisiera admitir la debilidad ante l.
Cuando has comido por ltima vez?
Bueno, estaba tan ocupada ejecutando las pruebas de esta tarde que me perd el
almuerzo. Y la cena... no pareca atractiva.
David sacudi la cabeza con incredulidad . No creo que hayas tenido mucho que
comer que no sean las barras de nutricin desde que llegaste aqu, verdad?
No, supongo que no. Tena un dolor de cabeza al principio, despus del accidente y
despus estuve ocupada... Su voz se fue apagando.
David hizo una mueca. Cerr los ojos por un momento y rez por paciencia.
Espera aqu. Sali de la habitacin y camin por el pasillo hasta su oficina. Al
tocar el comunicador de su puerta, habl a travs de una conexin con el comedor. La
lnea cruja por el dao elctrico del ataque, pero fue capaz de llamar para una entrega
rpida. Luego regres a la habitacin de Alinna. Ella no se haba movido.
He ordenado una cena para ti. Mientras esperamos, puedes decirme qu demonios
est pasando. l no perdi el ceo de disgusto leve que parpade en sus labios. No
me hagas muecas a m. Y no me digas que te perdiste. Estabas en una habitacin de
extrema seguridad por una razn. Esta vez, vas a decirme todo.
Ella agit una mano con cansancio . No es eso. Sabes que no puedo.

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Arrastr una silla para mirarla . No s nada. Por qu no me iluminas? Quin


eres?
***
Alinna se mordi el labio. David se mereca saber lo que estaba sucediendo. Su gente
seran con suerte socios de los Inarrii. Se senta ms segura sobre eso cada vez que
interactuaba con esta especie tan parecida a la suya. David era un hombre bueno, alguien
que pensaba en su bienestar, incluso cuando claramente sospechaba que tena segundas
intenciones. Pero ella haba jurado servir a su pueblo y a sus rdenes, ellos eran
especficos, no deban revelarse a los seres humanos.
No puedo decirte eso.
Tuviste algo que ver con el ataque? Ests con una de las facciones antiespaciales? Nos atacaron para detener la misin de nueva colonizacin?
No! Alinna se puso de pie y se pase por la longitud de la habitacin, luego se
volvi y se encar con l desde el lado opuesto. Exhal un suspiro tembloroso . No tuve
nada que ver con eso. No es por eso que estoy aqu.
Entonces, por qu ests aqu? Quin eres? Alinna lo mir. Se qued all
sentado mirndola, la preocupacin en sus ojos y la emocin brotando de su alma. l
realmente estaba interesado, aunque sospechaba que sus emociones estaban enlazadas
densamente con el deseo. Era demasiado. l la quera, se preocupaba por lo que estaba
mal con ella. Se preocupaba por su equipo, su gente.
Si su piel fuera diferente, pudiera ser Inarrii. A ciegas se alz por cualquier cosa para
apoyarse. El estrs era demasiado y ella estaba demasiado dbil.
Antes de que sus rodillas pudieran doblarse de nuevo, l estaba all. La sujet, la
atrajo hacia s. Puso una mano sobre su pecho, descansando por un momento contra su
cuerpo fuerte. Si tan slo pudiera quedarse as...
Un timbre en la puerta interrumpi sus pensamientos, entrometindose en su
momento de entrega. David dio un paso atrs para abrir la puerta. Sin su apoyo, la presin

66

de la tensin se estaba aplastando contra ella. Las exigencias de su deber, encallada


aqu, lejos de cualquier alivio Inarrii, la abrumaron.
Sintese. Coma algo, maldicin David le gru. Ella parpade.
Ya haba abierto la puerta, recogi el alimento y lo puso sobre su mesa pequea. Su
estmago gru, recordndole cunto tiempo haba pasado desde que haba comido una
comida decente. Irnicamente, se pregunt si este alimento sera diferente de las gachas
terribles que le haban sido ofrecidas en el laboratorio mdico. Ciertamente lo esperaba.
Alinna se sent a la mesa frente a David. La observ mientras miraba la extraa
comida que tena delante. Se lami los labios. Por lo menos ola mejor que las ofrendas
del laboratorio. La pregunta era, qu era esto y cmo se coma? Mir a David, que
segua mirndola . No vas a comer nada?
No, ya com. Come t. Es mi favorito, ya que no s el tuyo.
Ella levant las cejas.
Carne asada en pan integral con mayonesa y mostaza, lechuga y tomate. Cogi
un trozo pequeo moteado de su plato. Patatas especiadas picantes. Abri la papa y
la meti en la boca. Ella cogi una papa tambin y la prob. El sabor extrao le hizo
cosquillas en la lengua, pero le resultaba agradable al paladar. Con un suspiro de alivio,
se hundi en la comida. Este era un esfuerzo que al menos poda aliviar. Su cuerpo
necesitaba combustible y no poda pensar correctamente sin l. Los alimentos haran el
resto de su misin por lo menos posible, si no era agradable.
Se honesta acerca de una cosa. Eres una agente de Inteligencia de las Fuerzas
Estelares?
Alinna casi se atragant con el bocado de comida. Luch para tragar y le dio un vaso
en la mano. Tom un sorbo de lquido y se atragant de nuevo cuando el sabor ardiente
se desliz por su garganta. Finalmente, jade en busca de aire.
Yo no estoy aqu para hacerle dao a nadie, David. Mi misin ser ayudarlos a
todos. Eso es realmente todo lo que puedo decir. Tom otro trago de la bebida,
decidiendo que le gustaba su sabor.

67

Eso no responde a mi pregunta. l la mir fijamente sorbiendo su bebida durante


un minuto. Necesito saber qu est pasando. Seguramente entiendes por qu.
Alinna termin la botella de lquido y cogi otra patata. Son realmente deliciosas.
S que lo son. Me encanta la forma en que el sabor de las especias se siente.
David respondi en voz alta a su pensamiento. l entrecerr sus ojos en ella . Acabas
de decir que son deliciosos?
Lo hice. Puedo tomar otra copa? cubri Alinna. l le pas otra botella, y de
inmediato tom otro sorbo mientras la observaba con atencin. Mis blindajes se deben
estar resbalando. Qu me sucede?
Blindajes?
Alinna tom otro trago enorme de su bebida. Oh, mierda!

68

Capitulo7
Traducido por Kristel98
Corregido por Hanna Marl
David vio cmo Alinna tragaba su segunda cerveza como una profesional. Las
bebidas eran una cerveza canadiense que haba descubierto el ao pasado que llevaba
una gran cantidad de alcohol con un sabor fuerte y picante. Alinna no estaba a punto de
decirle todo lo que l necesitaba saber, al menos no voluntariamente, pero desde la
mirada vidriosa en sus ojos, el alcohol podra darle una ventaja. No saldra de la
habitacin hasta que tuviera algunas respuestas.
Esto es realmente bueno. Alinna habl lentamente, pronunciando claramente las
palabras. Ya fuera por la bebida o porque estaba tratando de ganar tiempo, David no
estaba seguro.
Creo que s. Qu blindajes, Alinna?
Ella se puso de pie bruscamente, cogi su vaso todava en su mano. Y evit sus ojos
. Blindajes? No s de lo que ests hablando. Tom otro trago de su bebida. Por
supuesto que no s nada de blindajes mentales. Alinna coloc la segunda botella vaca
en la mesa al lado de su sndwich a medio terminar.
Por supuesto que no. David la mir con andares un poco inestables mientras se
mova nerviosamente por la habitacin. Quieres otra bebida? Una ms debera
hacerlo. La dama no est acostumbrada a beber. Y enterarse de los escudos mentales
suena como un buen lugar para comenzar.
Claro. Ya lo creo. Otra bebida suena como una gran idea. Alinna estaba junto a l
cuando rompi el sello de la ltima botella en la bandeja. Desde que l estaba fuera de
servicio, se les permita cuatro bebidas, por lo que haba ordenado su adjudicacin plena.
Ella la cogi con impaciencia.

69

Alinna segua siendo un rompecabezas. No estaba familiarizada con las cosas ms


comunes, los pases de seguridad, la comida, la cerveza y su aspecto era hermoso e
inusual. Pero su aparente comportamiento clandestino, eso era el misterio ms intrigante.
Observ su cuello mientras ella tomaba un largo trago. Un rizo de su tatuaje se asom por
el pelo castao claro. l llev sus reflexiones.
El rompecabezas ms fascinante sera si sus tatuajes llegaran de verdad todo el
camino hasta un coo muy caliente. Tena su boca seca mientras la vea agacharse para
llegar a la tapa de la botella que haba cado al suelo.
Cuando se enderez Alinna lo sorprendi estudindola. Una lenta sonrisa estall en
su cara . Me ests mirando.
S. David tom un aliento ronco. Esto no era lo que l haba pensado cuando la
anim a beber ese tercer brebaje, pero no poda dejar de responder cuando su sonrisa se
hizo ms astuta.
Ella lentamente se pas la lengua por sus labios. Maldita sea. Se puso de pie, con
ganas de mirarla a los ojos.
Ella se acerc a l . He estado observndote, tambin. Una risita escap de sus
labios y se llev la mano a la boca, sorprendida por su reaccin.
David agarr sus dedos en los suyos. Ella se calm. Por un momento no se movi. A
la mierda. Lo voy a hacer. David se inclin y atrap sus labios con los suyos. La bes,
suavemente saborendola. El sabor picante de patatas especiadas y la levadura de la
cerveza no ocultaba completamente el sabor puramente femenino de sus labios. Cuando
estaba a punto de retirarse, ella gimi en su boca. El deseo se aceler en su interior. Su
polla palpitaba en una ereccin palpitante de espesor. l la atrajo hacia s hasta que se
estrecharon en un abrazo. David profundiz el beso, devorndola como haba querido
desde el momento en que haba visto esos ojos de esmeralda.
Alinna se apart de sus labios, pero slo lo suficiente para susurrar su nombre. l
poda sentir el calor que irradiaba su piel, podra jurar que poda oler su deseo an en su
estado completamente vestido. Pero el olor de alcohol se mezclaba con su aliento.

70

Te deseo, Alinna gru y se alej de ella. No puedo hacer esto. Ella est medio
borracha, no slo achispada, pero no creo que ests en el estado de nimo correcto
para hacer algo consciente...
Te deseo, Ya'lenali. No me digas lo que puedo decidir. No me presiones. Necesito
esto. Alinna se sac la camisa del uniforme a lo largo de su cabeza, dejando al
descubierto su cuerpo tonificado.
Santo Cielo. La curva de tatuajes derecha sobre su pecho, como en mi sueo.
David trag saliva. Quera tocarla, para trazar las lneas fascinantes sobre cada dulce
curva de su cuerpo. Se meti los dedos en su pelo en seal de frustracin . Dulzura, no
puedo hacer esto. Maana, t te arrepentirs y yo me sentir
Te sentirs malditamente bien. Al igual que yo quiero sentirme en estos momentos.
Pas sus dedos sobre sus tatuajes, seductoramente siguiendo el camino que quera
mucho remontar, hasta que lleg a la espalda y desabroch el sujetador sencillo de su
cuerpo. Cuando sus pezones tensos saltaron a la vista, David gimi en voz alta. Mira
murmur, s van por todas partes.
Oh Dios.
Los dioses no importan. Puede ser como las otras veces slo que mucho mejor.
Quieres ver a dnde ms van? Toc las lneas de su estmago, metiendo un dedo en
su cintura.
David gru en su garganta. Ella estaba jugando con l y maldita sea si no le
gustaba. Dio un paso hacia ella y ella dio un paso atrs, lo que lo llev a su dormitorio
privado. No poda parar, no poda apartar los ojos de sus dedos mviles o sus pezones
duros. Dio otro paso y otro, hacia ella.
David, me encant como lo hiciste anoche, Ya'lenali.
David se detuvo. La idea le golpe como un jarro de agua fra. Ayer por la noche? Lo
de anoche fue un sueo. Ni siquiera un sueo, una fantasa.

71

Alinna tambin se detuvo y se estir hacia l, atrayndolo en un abrazo y un beso


mientras su mente corra. Pas sus dedos por su espalda para acariciar su culo y
apretarlo . Una fantasa que podemos hacer realidad, en este momento sopl en su
oreja.
David tom sus manos y la mir a los ojos. Algo est muy, muy mal aqu.
No, no lo est, Ya'lenali. Por primera vez desde que llegu aqu, algo est bien.
David neg con la cabeza, apretando los dientes con frustracin. Los ojos de Alinna
no estaban absolutamente centrados. Estaba demasiado borracha para saber qu
demonios estaba haciendo o diciendo. Era su propia culpa, ese haba sido el plan despus
de todo. Pero, qu demonios estaba diciendo? Puedes saber lo que estoy pensando?
Lo que quiero?
Oh, s, David. Puedo orte desendome, siento, siento el deseo. Te deseo
demasiado.
Quin eres? l la solt.
Slo Alinna, una mujer que te necesita. Por favor, David. Sus ojos se llenaron de
lgrimas y se lami sus labios hinchados . Por favor, cgeme.
Era el tono desigual de su respiracin y la forma en que su pecho enganchaba en una
respiracin sollozante. La voluntad de David estaba arruinada. Ella lo deseaba y l la
quera, sin importar quin era, qu era. Desliz sus dedos en la cintura de sus pantalones
y se los puso abajo ms all de sus caderas, arrastrando su ropa interior fina con ellos. l
gimi en voz alta, se puso de rodillas delante de ella. Esos malditos tatuajes iban por
todas partes.
l apret sus labios contra su desnudo monte de Venus y frot su piel contra la suya.
Su aroma de ctricos y almizcle, tan familiar, endureci su ereccin. Ignor el enigma de
su familiaridad, cuando en realidad nunca la haba tocado, fingi que no haba que haba
utilizado un argumentos que l haba odo slo en sus sueos. En su lugar, se concentr
en los sonidos increbles que hizo que ella se aferrara a l. Su cuerpo se estremeci, se
esforz por abrir sus piernas, pero estaban limitadas por los pantalones que haban cado

72

slo hasta las rodillas. Sus temblores concentraron la atencin de David en su reaccin a
la atadura. Rpidamente la volc sobre su cama y se baj los pantalones el resto del
camino por sus piernas. Alinna se qued sin aliento y l mir su expresin. Un rechazo
ahora conducira a la locura.
Pero el brillo de sus ojos revelaba su emocin tan claramente como sus duros
pezones y su coo mojado.
Se imagin atndola a la cama, una visin que sali de su boca seca. Mejor an,
imagin sus largas piernas extendidas y abiertas sostenidas por enlaces suspendidos del
techo. Era una fantasa que haba tenido antes, pero nunca se lo permiti. Con el acceso
de esa manera, l podra lamerla hasta que pidiera clemencia.
Por favor, David le rog, haciendo eco su sueo. Ella se retorca en la cama
frente a l, su necesidad casi desesperada. Se arrodill en el suelo, junto a la orilla de la
cama. Ella levant sus caderas para l en una muestra de descarada lujuria. La accin
trajo una sonrisa a su cara. Quera satisfacerla, pero quera algunas respuestas de ella,
tambin. Traz sus dedos sobre el tatuaje que se encrespaba en su muslo izquierdo. El
color sin duda permanente, el borde de la obra de arte estaba limpio y afilado como si
hubiera tenido la tinta puesta en ella recientemente. Sus atenciones trajeron un gemido de
sus labios . Por favor, puedes...atarme... si quieres.
l se qued quieto . Puedes ver lo que estoy imaginando. Cmo es eso posible?
No pares. Puedo sentir tus emociones, tu deseo y cuando nos tocamos, puedo
escuchar lo que ests proyectando.
l le acarici la curva de su tatuaje, esta vez un poco ms cerca de su cara interna
del muslo. Tena toda su atencin, tanto sexual como intelectualmente. Pas sus dedos
sobre sus dos piernas y aspir su aroma despierto. Ella se retorci, trat de levantar sus
caderas en respuesta, pero l la sujetaba. Control. Mantener el control.
Por qu tienes que estar en control? jade mientras trazaba las lneas que
apuntaban directamente a su cltoris.

73

Debido a que tanto lo necesitas como para renunciar a ello. Tienes que confiar en
m. Dime la verdad.
Te estoy diciendo la verdad.
Cmo aprendiste a leer mentes?
No lo hago. Ella se agach para tocarse y l la agarr por la mueca. Empuj sus
brazos hacia arriba, l se levant de sus rodillas para subirse a la cama para presionar
contra sus brazos sobre su cabeza y tuvo su eje frente a las caderas. Su piel irradiaba un
calor y un aroma ctrico que le haba dejado jadeando con el deseo de lamerla de nuevo.
Con la mano libre, acarici las marcas de un pecho hasta que lleg a su pezn. Se lo puso
entre la yema de su pulgar y su dedo ndice, pellizcando hasta que ella grit.
T no lees mi mente?
No jade. Leo tus emociones. A veces tus pensamientos me gritan, pero lo
haces t, no yo. Siento lo que sientes hasta que haces la conexin. Entonces puedo or
tus pensamientos. Sus palabras se arrastraron ligeramente y ella luch para pronunciar
cada una con cuidado exagerado.
Y cmo aprendiste a hacer eso?
Nac con ello.
David sacudi sus caderas contra las de ella. l poda sentir su calor justo a travs de
sus pantalones militares. Esta era una tortura tanto para l como lo que pareca ser para
ella. l la quera, poda probarlo. Intent una tctica diferente.
De dnde has sacado esos tatuajes?
Nac con ellos, tambin. David, por favor! Ella enganch sus piernas sobre su
espalda, luchando para moverse ms duro contra l.
l se apret contra su calor hmedo. Mierda, no puedo tomar esto mucho ms
tiempo. Nunca haba tenido una mujer tan sensible. Ella reaccionaba a cada toque, cada
caricia. El sudor perlaba por su frente. Entonces cay sobre la cuenta de lo que haba
dicho.

74

Naciste con ellos? Naciste con estos tatuajes?


No son tatuajes. Sus ojos estaban vidriosos mientras gema las palabras. Sus
caderas siguieron un ritmo de balanceo en contra de ella que l no era capaz de controlar
. Son L'inar. Lneas nerviosas sensoriales. Cuanto ms los toques ms te quiero, te
necesito. Ella bes su cuello, lamiendo y mordisqueando mientras lo haca. Se estaba
haciendo ms y ms difcil para l pensar, para hacer las preguntas que necesitaba hacer.
Ms que nada, l quera simplemente hacer que su uniforme se desvaneciera, como lo
haba hecho en su fantasa, por lo que podra llevar a su palpitante polla directo a su
caliente coo. Ella estaba tan mojada, estaba empapando sus pantalones. O era que su
humedad se filtraba hacia fuera? Neg con la cabeza.
Qu diablos ests hablando sobr Alinna cort sus palabras robando su aliento,
apretando sus labios contra los suyos y sacando su lengua en el pozo caliente de su boca.
Ella saba cmo pecar, tan caliente y tan bueno. Su cuerpo le grit, Al diablo con preguntar
nada ms. l la quera demasiado como para dar un comino a lo que estaba diciendo, a
pesar de su disposicin a aceptar sus fantasas de dominacin todava estaba
enroscndolo. Control, hombre! l se retir y ahog un gemido en la accin. Ella se aferr
a l, gimiendo cuando lami la sensible piel de su cuello.
De repente se puso de pie, haciendo caso omiso de sus protestas cuando la solt y
se alej de su calor. Se arranc su camisa del uniforme y lo tir al suelo y luego tir su
camiseta fuera, tambin. Toquete el material blando, tomando una respiracin profunda.
Control. Movindose rpidamente, hizo rodar la camiseta de algodn en una cuerda y
comenz a atar los ojos de Alinna.
Qu... espera! Ella luch, volviendo la cabeza y levantando sus manos para
empujar contra su pecho.
Confa en m.
Ella vacil. Sus ojos ya estaban cubiertos, pero David pudo ver la tensin en su
cuerpo mientras debata su peticin. Finalmente, despus de un momento, baj sus
manos.

75

El caliente triunfo brill a travs de sus venas. Era l, hara lo que le peda. Ella no
confiaba en l, sin embargo, no del todo, pero al darle el poder aqu en la cama, el resto
debera seguir. Acab atando la improvisada venda sobre sus ojos, el algodn blanco
brillante se miraba crudamente primitivo contra el matiz dorado de su piel y la suavidad de
su pelo castao.
Ella tembl en sus manos. Su polla palpitaba en respuesta, insistiendo en ser liberada
de los estrechos confines de sus pantalones. Rpidamente se puso de pie y se quit los
zapatos y lo ltimo de su uniforme. Su polla sobresala por delante de l y la acarici de
pie junto a ella. Apretando los dientes, se resisti al impulso insistente de hundirse hasta el
fondo en su dulce coo. Sus labios se separaron, mientras esperaba, probablemente
preguntndose qu demonios estaba haciendo.
Sin pensar en lo que estaba haciendo, David cogi su uniforme descartado y at
primero una pierna y luego la otra a la estructura de la cama. Ignor sus pequeos
gemidos de impresin y agarr su camisa para atarle las manos por encima de su cabeza
hasta la cabecera. Dio un paso atrs para admirar su obra. Aplastada sobre las sbanas
de la cama, tena que ser la mujer ms exquisita que jams haba visto. Apret los
dientes. El control puede ser ms difcil de lo que pensaba mientras miraba las marcas
curvadas que la cubran desde los codos hasta las rodillas.
David... Ella susurr su nombre como si tuviera miedo de lo que iba a hacer a
continuacin, pero sacudi sus caderas en la cama, lentamente, con movimientos
incontrolados provocando murmullos de sonido mientras se frotaba contra las sbanas. Su
corazn lata con fuerza, no tena idea de lo que iba a hacer, pero con su misin estaba en
juego, no haba manera de que se fuera de esta cama sin respuestas, sin importar lo
mucho que tuviera que presionarla.

76

Capitulo8
Traducido por Leonor_92
Corregido por Sttefanye
El corazn de Alinna se aceler. Nunca se haba sentido tan consciente
sexualmente como en este momento. Como una Inarrii, estaba bien versada en el
sexo y los placeres que poda proveer, pero con David, el nivel de sorpresa sobre sus
mtodos y su reaccin ante ellos siguieron aumentando. A ella nunca se le haba
pedido dar el control de esta manera. En una raza que continuamente utilizaba el
contacto directo de la mente m'ittar, todo era compartido, nada experimentado solo.
Pero con sus habilidades concentradas en el lado emptico de m'ittar y con el regalo
inexperto de David, no estaba segura de lo que iba a pasar. Ella confiaba en l,
confiaba en l para complacer al menos a ambos. No saber lo que podra hacer o
cmo podra hacerlo era emocionante y un poco aterrador.
Un cosquilleo de temor se desliz a travs de su L'inar. Sinti que las lneas
nerviosas temblaban, tensndose. No tema por su vida o su cuerpo, pero la emocin
que senta era tan diferente que estaba provocndole una reaccin instintiva. Por una
vez, se felicit de la reaccin y lo disfrut movindose rpidamente a travs de su
cuerpo. Ella jade en voz alta en el placer y se imagin lo que le podra parecer a
David cuando escuch su simultnea toma de aire.
Qu diablos? Su voz reflejaba la emocin que le proyectaba a ella sus
sentidos empticos, impresin, confusin.
Alinna se estremeci. Gracias a los dioses que la lujuria permaneca por debajo
del resto de sus reacciones inmediatas.
Te lo dije, no son tatuajes.

77

Qu...? El contacto de su piel fra contra sus L'inar la haca gemir en voz
alta. Bajo sus manos, ellos cayeron de nuevo, la reaccin lenta mientras el miedo y la
emocin se mantena alta en sus emociones. Pero su contacto estaba enviando
mensajes contradictorios de pasin directamente a su sinaa. Si ella hubiera podido
abrir las piernas aun ms o llegado a tocarse ella misma, lo habra hecho. Se mordi
el labio, tratando de permanecer quieta mientras l tocaba las lneas de nuevo.
Qu eres, Alinna?
Yo... yo soy una Inarrii. Soy de una raza muy lejos de este sistema.
El se detuvo, tirando de sus manos hacia atrs. Sus emociones en blanco: El
haba colocado esa barrera otra vez, que ella no tena idea de cmo haba aprendido
a crear. El corazn le dio un vuelco. Ella lo deseaba a l. Por los dioses, su cuerpo
arda por l. Si l la rechazaba ahora, no sera capaz de soportar la tensin o, se dio
cuenta, la prdida de su compaa. Cundo haba llegado a preocuparse tanto? No
importaba. Ella lo necesitaba, ahora.
David, por favor. Sigo siendo una mujer. No me dejes as. Sus palabras se
unieron al silencio y ella se tens contra sus ataduras. El suave algodn sobre sus
ojos se senta como una crcel y sinti que sus L'inar comenzaban a endurecerse de
nuevo mientras el pnico se estableca. La urgencia la forz a hacer algo que nunca
haba hecho antes; le proyect sus emociones, tir el poder de su miedo y
desesperacin y anhelo a su psique. Cuando sinti que su mano alcanzo a tocar su
muslo en un apretn reconfortante, ella se hundi en el alivio y lo traspas a l
tambin, su alivio, su lujuria, incluso la soledad que haba sentido desde que lleg a
esta tierra extranjera.
Shh l la consolaba sin prometer nada. As es como estuvimos juntos
antes. Me tocaste con tu mente. l le acarici distradamente sus L'inar, frotando
los dedos contra la piel. El placer y la alegra zumbaba a travs de sus lneas
nerviosas y envi esa emocin a David, tambin. Ella se tens contra las ataduras,
desesperada por tocarle, por ser tocada. La espera, esto era algo que un Inarrii no
hara a otro, hacer esperar por una respuesta, o incluso pedirla.

78

M'ittar. El mejor regalo que nos dieron los dioses. Aparentemente a ti, tambin.
Tus pensamientos me llevaron a tus sueos, David. Yo no poda llegar all por m
misma. Slo puedo sentir y enviar emociones por mi cuenta. Necesito el contacto de
otra mente para tener un verdadero intercambio de ideas y experiencias.
Su lengua se desliz sobre las palabras humanas en desesperacin. Los
pensamientos parecan ms difciles de formarse, aunque si era por sus extraos
alimentos o por ser controlada sexualmente, ella no estaba segura.
Eres hermosa. Su caricia casual vacil. Pero, cunto de todo esto es una
mierda? Qu demonios ests haciendo en la Tierra?
No pares murmur ella. Juro que te voy a contar todo, pero no dejes de
tocarme. Yo... te necesito.
Ella se aclar la garganta. Una ola de confusin la golpe. Se estremeci en
todas partes y se estaba volviendo cada vez ms difcil concentrarse cuando lo nico
que quera era que David la tomara, la usara y la complaciera y no parara nunca.
Nunca imagin que debera tratar de explicarle su raza mientras estaba atada,
desnuda, en una cama ajena.
Los Inarrii necesitamos sexo para mantener nuestra calma, para eliminar el
estrs. Y he estado muy estresada desde que llegu aqu. Nuestros sueos juntos
apenas me han mantenido.
l permaneci en silencio. La ansiedad de Alinna creci. La visin que David le
haba dado de sus fantasas ms oscuras haba sido aterradora, pero emocionante.
Quera controlar su cuerpo y ella le estaba entregando el control total, tanto de su
cuerpo y su futuro mediante la revelacin de su verdadera identidad y naturaleza. Se
puso en contra de los lazos en sus muecas, recordndole en silencio que estaba a
su merced. Sospechaba que poda usar su fuerza para liberarse, pero sera difcil y
sera el fin de cualquier vnculo de confianza que ella y David podran haber
comenzado. Si ellos llevaban esto ms lejos algn da, saba que iba a descubrir sus
lmites y probablemente empujarlos ms all. No habra manera de escapar. La

79

emocin se desliz a travs de ella en el pensamiento. Una parte de ella que nunca
supo que exista esperaba que l le diera la oportunidad.
Qu ests haciendo aqu?
Mi transbordador se estrell. Fue derribado por el jet que se estrell en su
base. Estaba desorientada y herida. Cuando recuper la conciencia, t ya me habas
etiquetado como la Dra. Janet MacPherson. Como no poda volver a mi nave y no
poda revelar quin era yo, me asegur de que el comando de aqu estuviera de
acuerdo con esa idea.
Te pareces a nosotros. Puso ambas manos sobre sus muslos y ella se
estremeci de alegra. Su deseo irradiaba por l como el calor, tan caliente que casi lo
poda sentir en sus labios.
Excepto por el L'inar. Son realmente lneas nerviosas. Ellos reaccionan al
miedo, la emocin y... jade mientras le acariciaba las lneas de su abdomen
inferior. Y el placer.

80

Y al dolor?
S... Ella se puso rgida cuando una repentina imagen cruz la barrera
mental que l haba levantado. Se vio inclinada sobre el regazo de David mientras l
le daba una palmada con la mano desnuda a travs de su culo. Vas a torturarme,
despus de todo?
Tal vez.
Alinna se retorci en la cama por la repentina intensidad y la promesa en su voz.
Sus movimientos parecan enfocar su deseo, poda sentirlo en ella como la pared
entre sus mentes se deslizaba y el m'ittar se profundiz entre ellos.
***
Estas escuchando lo que estoy pensando? David empuj el pensamiento a
Alinna. Su desnudez y la forma en que ella se estremeci bajo sus manos, hicieron
malditamente difcil concentrarse en la locura que se desarrollaba alrededor de l. Su

polla no haba decado incluso cuando ella haba demostrado sin lugar a dudas de
que no era humana. La forma en que su piel se tensaba en los nervios a lo largo de
las marcas de sus tatuajes, sus L'inar, era extrao, pero no desagradable. Los nervios
estaban estrechos y no muy altos. Ellos se sentan como el borde liso de una costura
bien planchada contra el satn de su piel y cada nervio curvado elevado en un diseo
fascinante bajo sus dedos a lo largo de un ertico camino a su coo muy mojado.
Considerando la forma en que ella responda cada vez que l le daba a estas
nuevas zonas ergenas el ms mnimo roce, el sexo con ella sera siempre
emocionante. Ms que eso, sus fantasas secretas revoloteaban salvajemente por su
mente. Ella haba dudado, pero estaba claramente emocionada tanto en ser
controlada por l y por ser recompensada por su entrega. Nunca haba tenido la
oportunidad de experimentar este nivel de dominio. En el ejrcito haba muchos
niveles de autoridad y control, pero el control no llegaba a convertirse en sexual. Las
relaciones sexuales entre compaeros eran permitidas, pero incluso implicar un
deseo de dominacin sexual con una mujer en cualquier nivel dentro de la fuerza
podra terminar su carrera y haba estado en las fuerzas desde que tena dieciocho
aos.
La irona no pas desapercibida para David. Haba encontrado a su compaera
definitiva de cama, una mujer sensual que responda a cada toque, quien le dio la
bienvenida a sus fantasas ms oscuras y haba resultado ser una aliengena que
podra ser una espa enviada para acabar con la Fuerza Estelar por completo, no slo
su carrera dentro de ella. La eleccin era suya por el momento, para mantenerla o
denunciarla, pero la verdad saldra con el tiempo. Y entonces? Para qu estara
ella aqu? Fuera lo que fuera, no sera l quien descubriera sus verdaderas
intenciones. En el momento en que alguien supiera su verdadera naturaleza, ella
sera arrebataba de sus manos y dada a los You-fo justificando finalmente la divisin
del Departamento de Inteligencia de las Fuerzas dedicada al descubrimiento de
formas de vida extraterrestre.
Slo le quedaban unas horas con Alinna. Entonces tendra que denunciarla.
Demonios, debera reportarla ahora. Pero el pensamiento lo dej vaco. Ella se qued
inmvil en la cama frente a l mientras contemplaba los problemas que ella realmente

81

presentaba. El aroma de ctricos y almizcle de su piel no era de ningn tipo de


perfume. Era una parte de ella, un elemento exterior ertico dejndola tan deseable
como cualquier mujer humana que jams haba conocido. Contenida como estaba
con sus ataduras improvisadas era an ms deseable. Apenas la conoca, apenas
entenda lo que era y no tena idea de porque estaba realmente aqu, pero no poda
dejarla ir. Todava no. Ella era todo lo que siempre haba deseado, incluso a su
carrera. Haba vivido toda su vida soando con el espacio. Su curiosidad quemaba
casi tan brillante como su lujuria.
Alinna poda contarle historias de por vida sobre la vida en otro mundo y poda
llevar sus fantasas, tanto la luz y la oscuridad, a la vida.
Te escucho, David.
El cerr sus ojos y la voz mental de ella lo toc. Al igual que su sueo, l poda
sentirla acaricindolo mentalmente, sus dedos ligeramente viajando a lo largo de su
brazo mientras hablaba.
Abri los ojos, prefiriendo la realidad de su cuerpo atado dispuesto en forma de
banquete ante l, a uno que no debera disfrutar.
Entiendo que tienes que reportarme, David. Yo saba que poda llegar a esto,
pero creme, no estoy aqu para hacerle dao a nadie. Confi en ti, dej que me
amarraras. Creme y se mi compaero en carne, una sola vez. Permitmonos a
ambos tener algo por ahora.
Los pensamientos de ella reflejaban los suyos. David asinti con la cabeza,
aunque saba que ella no poda verlo. La afirmacin era para s mismo tanto como un
acuerdo para el pensamiento. No haba pensado lo suficiente. l no estaba dispuesto
a dejarla ir.
En lugar de contestarle, le pas los dedos por encima de su L'inar. Ella movi las
caderas en respuesta, separando sus labios. Dej escapar un suspiro que l pens
que podra ser de alivio. La acarici a lo largo de su cara interna del muslo derecho y
luego a lo largo de su cuello. La toc despacio, sintiendo el calor de su piel, la
temperatura mucho ms caliente que la suya mientras acariciaba sus suaves curvas y

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lneas fluidas. l sigui movindose, cambiando los lugares que tocaba para que ella
no supiera lo que vena despus. Sus suspiros se convirtieron en gemidos, cada vez
ms y ms excitados.
Incapaz de resistirse, la toc con su lengua, prob sus tensos pezones y su piel
caliente. Pas su lengua por los hermosos diseos de su Linar, trabajando su camino
hasta su coo. Ella dio vueltas por debajo de l.
David, deja que te toque, por favor!
No. l la golpe ligeramente en el muslo, castigndola por su demanda. La
sensacin de estar en control, de complacerla a su ritmo, lo estaba volviendo loco. La
verdadera cuestin no era si l poda controlarla, sino si poda controlarse. Vio su
Linar extenderse desde el lugar donde la haba golpeado. Su respiracin se
enganch y la mir a la cara para juzgar su reaccin. La forma en que ella se lami
los labios y gimi, elimin cualquier culpa que pudo haber sentido sobre castigarla.
Confa en m, haz lo que digo y voy a darte todo lo que necesitas.
Ella se lami los labios de nuevo. Su boca lo invit. Se inclin para besarla y ella
arque la espalda para empujar sus pezones en su contra.
Traviesa. l se movi hasta la cama, poco a poco tomando el tiempo para
arrastrar su piel y su polla hasta la longitud de su cuerpo, inclinndose con una rodilla
a cada lado de su estmago. Se inclin, arrastrando los dedos sobre su Linar
subiendo a la parte interior de los brazos hasta los codos.
Con cuidado, l empuj sus caderas hacia delante hasta que su polla se centro
sobre su boca. Sin preguntar, ella abri los labios, pero dud en tomarlo. Satisfaccin
se verti a travs de David. Ya estaba aprendiendo a esperar por su seal. l le
acarici el Linar como recompensa.
Lmeme orden.
El clido aliento de su gemido ronrone sobre su piel sensible. Apret los dientes
y rez por fuerza mientras su lengua sali a tocar el lado de su polla. Despus de un
momento, ella pareci ganar su confianza. Lo prob, lo sabore mientras lama en

83

crculos alrededor de la base de su pene. Apret la cara contra l, llegando ms all


de los rizos de cabello para succionar al principio sus muslos y luego sus bolas.
Era demasiado. Con un gemido de frustracin, David pas sus dedos por el pelo
de ella, la mantuvo inmvil mientras separ sus labios con su ancha polla y la vio
estirarse para llevarlo. Abri lentamente, preguntndose cunto poda tomar, pero su
aspiracin ansiosa hizo a un lado su preocupacin. Se estremeci cuando perdi el
control por un momento empuj con fuerza en su dispuesta boca.
***
Alinna chup con fuerza a su compaero, deseando que se viniera en su boca. Si
l tuviera L'inar, ella habra seguido al menos lo ms importantes para el ritual, aquel
que encierra su saiin y la piel alrededor de sus testculos humanos. Ya haba seguido
sus lneas con la lengua, comenzando el apareamiento, e hizo sus promesas, aunque
lo hizo sin saberlo. Si se viniera en su boca ahora, sera el final normal al ritual, ellos
se aparearan. Si fuera Inarrii, por supuesto.
Ella casi grit con frustracin cuando sali de su boca.
Traviesa. Me voy a venir cuando quiera, dulzura. Vas a tener que ser castigada
por eso.
Alinna sinti su cuerpo sonrojarse . Castigada? Pero no hice nada!
T sabes lo que hiciste. Y ahora, por quejarte sobre eso, tambin.
Alinna se puso rgida. Se estaba riendo de ella. Casi se haba apareado con el
aliengena y se rea de ella. Peor an, se dio cuenta de que se levant y se acost en
la cama junto a ella, lo peor era que ella deseaba eso.
Se estremeci. Qu hay de malo en m? He estado demasiado tiempo lejos de
los Inarrii.
***
Yo... quiero... que l haga algo. Todo lo que el humano hizo en la cama era algo
sorprendente e increblemente agradable. Incluso su posicin por encima de ella

84

mientras ella lo chupaba, un hombre Inarrii habra permanecido en su espalda


mientras ella lo lama a l, dndole la libertad para hacer lo que quisiera. David
tomaba lo que quera, pero devolva todo y ms.
Alinna jade cuando David puso su mano plana contra su sinaa, su gran palma
cubrindola. Apenas pensaba en lo bien que se senta su tacto cuando le dio una
bofetada rpida a su piel hmeda. Conmocin y placer irradiada por su L'inar sobre la
piel ms sensible de su cuerpo. Ella dio un respingo y trat de apretar sus muslos
cerrados mientras el placer la llev casi hasta el orgasmo.
El desliz un dedo dentro de ella y gimi su nombre. Poco a poco se retir,
arrastrando humedad con l. Extendi la mano y le pellizc los pezones antes de que
ella pudiera protestar. El dolor leve compiti con la vergenza que senta por su
reaccin y la sensacin palpitante de su sinaa.
Sin previo aviso, repiti el golpe en su piel mojada. Esta vez la hizo gritar, sin
preocuparse por el momento en que l supo lo mucho que le gustaban sus castigos.
El xtasis corri desde su L'inar y cuando l desliz su dedo dentro de ella otra vez,
las sensaciones pulsantes empujaron el comienzo del orgasmo. vidamente apret
sus msculos internos en el dedo invasor.
No, no, dulzura. Todava no. David tir de ella y se alej de la cama.
Alinna gimi de frustracin. La obediencia podra matarla despus de todo.
Cuando se dio cuenta de que l haba salido de la habitacin, empez a preocuparse.
Un ruido en la otra habitacin le dijo que no haba salido de su habitacin. El corazn
le lata con fuerza. l no iba a reportarla ya, dejndola insatisfecha y delatarla?
Estaba a punto de gritar cuando hubo una presin en la cama y un fro toc a lo largo
del L'inar de su muslo, la tranquiliz que l no hubiera desaparecido an. Pero el
miedo segua siendo inestable en su estmago.
Alinna salt cuando David pas los dedos por encima de su sinaa. Sus
emociones estaban en calma, centrados y llenos de lujuria. El miedo se haba
olvidado de nuevo. Ella gimi cuando l empuj sus labios internos, pero el choque
de algo duro y fro siendo presionado contra ella era demasiado.

85

Basta! Qu ests haciendo?


David ignor su lucha mientras le acariciaba la piel sensible. Alinna se movi,
haciendo que el glido fro se convirtiera rpidamente en un pedazo de hielo
derretido. El agua fra goteaba contra ella. Luch contra las ataduras en sus
muecas, pero encontr que ellas se haban apretado contra ella. Haba estado en lo
cierto; l estaba poniendo a prueba sus lmites.
Por favor, David. Eso es fro!
Djame hacerlo mejor. Su lengua caliente lami el apretado bulto de nervios
en el centro de su sinaa. Inmediatamente el orgasmo negado estremeci la vida
dentro de ella, slo para ser retrasado de nuevo mientras empujaba otro trozo de
hielo en su contra.
David, necesito liberarme! Ella tir una vez ms en contra de los lazos.
Sigues detenindolo.
Lo s.
Ella gimi. Inmediatamente l retir el hielo y la lami de nuevo. El placer se
sacudi a travs de ella, pero fue rpidamente eclipsado por la intensa sensacin de
su polla, sintindose ahora tan caliente como si cualquier Inarrii empujara contra ella,
presionando su sinaa de par en par hasta que ella lo tom todo. Su peso se asent en
sus caderas mientras l la tomaba, conduciendo profundo su polla.
Ya'sai lenali... Ella le grit hasta que l le tap la boca con la suya, el
humeante calor del sabor de su lengua acoplndose con la de ella mientras
bombeaba su polla profundamente en su interior. Las palabras seguan resonando en
su corazn. Con ellas, admiti de nuevo que su cuerpo le estaba hablando, dicindole
que amaba a este hombre extrao. A medida que su cuerpo comenz su rendicin
final, el estremecimiento de olas de xtasis balancendose a travs de ella, la duda
haba sido dejada de lado. Ella lo llevara a las estrellas y le mostrara su mundo.

86

Capitulo9
Traducido por Edgli
Corregido por Sttefanye
Placer intenso atraves a David mientras se impulsaba en Alinna. Ella se
estremeci y grit su nombre mientras su orgasmo la haca aicos, su placer y dicha
resonando con su contacto mental compartido. Lo llamaba mittar, pero l lo llamaba
cielo mientras su cuerpo reaccionaba y sus bolas se tensaban. Los msculos se
acordonaban y se estiraban con xtasis mientras se introduca profundamente en ella.
Con un rugido, se vino, su semilla disparando muy dentro de ella.
Por ese momento, estaba completo. Alinna presion su rostro en su cuello,
murmurando palabras que haba dicho antes. Su fluido lenguaje le recordaba las
notas que haba odo una vez de una cantante polinesia. El recordatorio auditivo de
su trasfondo aliengena le hizo elevar su cabeza para mirarla.
Qu demonios hice?
Debera haberla reportado en el instante en que supo que algo estaba mal. Pero
no lo haba hecho. Le dej continuar su charada como psicloga y cuando descubri
que era algo mucho ms alarmante que una espa interna, debera haberla escoltado
derecho a la oficina de seguridad. Mierda. Jod a una aliengena, al igual que a mi
carrera.
David descans su frente contra la de Alinna. Tom esa oportunidad para llevar
sus labios a los de l, su beso gentil. Debera haberla entregado, pero no lo haba
hecho y lo peor era que estaba feliz de no haberlo hecho.
Alzndose, enganch los lazos en sus muecas, jalando el nudo hasta que fue
libre. Pein las suaves y lisas ondas de su cabello y desliz la venda de los ojos hacia

87

su frente. No dijo una palabra, sencillamente envolvi sus brazos alrededor de l,


abrazndolo y mirndolo con esos ojos verdes y brillantes.
Paz. David se relaj. Escuchaba la respiracin de Alinna debajo de l y
brevemente pens sobre rodar fuera de ella. En vez, se mantuvo quieto, sin querer
que el momento acabara. Si se mova, las cosas cambiaran y la paz acabara. No
quera que eso pasara, no quera ser obligado a tomar una decisin que
eventualmente terminara lo que haba encontrado con Alinna.
Era ms que sexo, aunque nunca se lo dira y esperaba que ella nunca
encontrara la verdad en su mente. Senta algo por ella. Mas que deseo de poseerla o
tomarla. Senta una conexin y lo atemorizaba. Si lo admita, qu tena para
ofrecerle? No poda haber nada a largo plazo entre ellos. l tena su carrera, o al
menos esperaba que aun la tuviera cuando esto acabara.
Pero ms que una carrera, la Fuerza Estelar era como su hogar. Alinna tambin
tendra una carrera y sospecha de que no le gustara lo que era.
Alinna empez David, pero fue interrumpido por el insistente chillido de su
comunicador. La unidad aun estaba atada a sus pantalones, ahora yaciendo
enredados en el suelo. Mierda. Ahora qu? gru mientras el aparato lanzaba
una lectura de nivel de emergencia que no poda ignorar. Respir profundamente,
saboreando el agudo almizcle ctrico de la esencia de la piel de Alinna. Luego con un
solo movimiento fluido, se alej. Abri sus brazos liberndolo mientras se mova, sus
dedos rozando sus brazos mientras el parta de ella.
Tomando el comunicador, ladr un reconocimiento . S.
Mayor! Respiraciones agitadas casi eclipsaban la voz de Branscombe.
Estn aqu!
Qu? Quin est aqu? David capt la atencin de Alinna, presion sus
dedos contra sus labios en una seal de silencio, luego sacudi la cabeza. No digas
nada, le lanz el pensamiento y ella asinti. Definitivamente hay mucho que decir
sobre esta forma de hablar. Pens haber visto una chispa divertida de respuesta en
sus ojos, pero estuvo seguro de eso cuando respondi.

88

Si estuviramos hablando estuvieras gritando.


La Agencia de las Fuerzas Armadas! Estn acabando todo! David se volvi
hacia lo que Branscombe estaba jadeando en su odo.
Repite eso.
Los uniformados estn en el laboratorio y solo es cuestin de tiempo hasta que
vayan hacia ti. Quieren hablar contigo y con la Dra. MacPherson.
La sangre de David se enfri. Los ojos de Alinna se ampliaron mientras lo
miraba. Mierda.
Cort la comunicacin . Levntate, rpido. Se inclin para desatar los tobillos
de Alinna. La esencia de sexo se envolva a su alrededor mientras se mova. Hay
gente de camino hacia aqu que te estn buscando.
David tengo que salir de aqu. No puedo ser descubierta. Arruinara todo.
Se puso de pie y alcanz su ropa interior y pantalones del uniforme . No s por
qu ests aqu Alinna, pero seguro como el infierno que no quiero ser encontrado as.
Te refieres a que no quieres ser encontrado con una aliengena. Con una
aliengena con la que tuviste sexo se corrigi ella misma, movindose un poco ms
lento que l para alcanzar su ropa, pero llegando a ellas sin embargo.
No, en realidad no, pero no porque est avergonzado de estar contigo. Tom
su brazo. Aun puedo sentir lo que t sientes, Alinna. La observ, pero sus ojos
esmeraldas lo evitaron mientras nublaba el contacto mental entre ellos. No s
exactamente lo que estn buscando, pero no creo que les tome mucho sumar dos
ms dos, no cuando ya estn buscando en la direccin adecuada. Tenemos que
sacarte de aqu.
Tal vez no quieras tener que ver nada conmigo cuando sepas por qu estoy
aqu murmur.
David subi su cremallera y alcanz la camiseta que haba usado para cegarla.
Ella se subi sus bragas de algodn tambin y estaba subiendo sus pantalones

89

mientras hablaba. Sus movimientos exponan los Linar curvados en su espalda.


Hermoso.
Est bien, por qu ests aqu?
Sabes todo lo dems, as que tambin puedes saber esto. Fui asignada aqu,
bueno, en el lado oscuro de tu luna, para observar la base y aprender sobre ustedes.
Por un momento su corazn tartamude . Para invadir?
No! Calor y seguridad se devolvieron a l. Sinti la emocin como si una
mano gentil se presionara contra su pecho. Nunca, David. Soy Inarrii. Somos una
raza honorable. Estamos aqu para descubrir si ustedes seran una buena eleccin, si
podran ser compaeros en la Confederacin. Lo toc ahora, su mano alcanzando
la de l, sus ojos mirando profundamente dentro de los suyos. Estamos aqu para
ofrecer un Tratado.
David sinti un escalofro correr por su espina. Con difusos sentimientos clidos
o no, nadie ofreca nada por nada. Qu quieren de nosotros?
Tienen recursos, minerales, personas. Nosotros tenemos tecnologa y
podemos ofrecerles proteccin.
Proteccin de qu?
Los Raveners, un grupo de razas ladronas y asesinas que recorren el espacio
buscando planetas desprotegidos. Toman lo que quieren y destruyen lo que queda. Si
no los han encontrado aun, pronto lo harn. Nosotros lo hicimos. La Confederacin
Intergalctica es fuerte y lo suficientemente amplia para nuestra presencia aqu,
incluso si solo estamos negociando un Tratado, los prevendr de atacar tu mundo.
David se movi de nuevo, sus pensamientos enredndose a su alrededor. Tal
vez era cnico, pero se las vea difcil creyendo que alguien podra ser tan
verdaderamente generoso como Alinna hacia ver a su gente. Meti la camiseta por su
cabeza. Ola a ella. Demonios. Tom su camisa del uniforme, la coloc sobre la
camiseta y tuvo un duro trabajo manteniendo sus pensamientos y emociones
calmadas. Acababa de tomar a esta mujer, la haba usado para llenar una fantasa

90

que haba estado en su mente por aos. Y si tena la oportunidad, lo hara de nuevo.
Quera pasar tanto tiempo como pudiera con ella. Pero a expensas de mi mundo, mi
gente.
***
Alinna sacudi su cabeza. David la estaba bloqueando. De alguna manera haba
aprendido a evitar que ella leyera sus emociones. Se visti rpidamente, pero lo vea
por el rabillo de su ojo. Se mova rgidamente, abruptamente. Tal vez pensaba que
escondiendo sus emociones, poda mentirle, pero su cuerpo deca la verdad. A pesar
de la confianza que le haba mostrado y el hecho de que le haba contado la verdad
sobre su misin, no le crea. O al menos no estaba seguro de su motivacin.
No haba tiempo para convencerlo, pero sin su ayuda, dudaba que pudiera
regresar a su nave, con su gente.
Sin su ayuda, el Tratado podra estar acabado antes de empezar. Haba pasado
antes, desconfianza llevando a razas enteras lejos de la Confederacin y directo a los
brazos de los Raveners. Se apresur a vestirse. Tena que haber una manera de
convencerlo y encontrar las emociones que haba empezado a sentir floreciendo en
su corazn. Le importaba y haba habido esperanza.
Estaba introduciendo sus pies dentro de los zapatos de suela suave de su
uniforme cuando la sorprendi de nuevo.
Debes haber aprendido mucho durante esos exmenes de mi equipo.
Lo mir. Su rostro era de piedra, sus movimientos tensos mientras se meta
dentro de sus pesadas botas .Lo hice.
Qu esperabas aprender de mi?
Lo que aprend de ellos. Que son personas inteligentes, preocupadas,
divertidas, compasivas y apasionadas. Complejas, pero generalmente honorables.
Dio un paso hacia l, pero se alej.

91

Tenemos que salir de aqu, en este momento. Esas bruscas palabras


corrieron con la misma tensin que poda sentir en l.
A dnde vamos a ir?
La mir de vuelta. Muy buena pregunta. Vamos.
David camin hacia la puerta. Ella lo sigui, luego se devolvi a la habitacin
para tomar el paquete de emergencia escondido en una de las gavetas de la mesilla
de noche. Cuando se volte para seguirlo de nuevo, casi choca contra su amplio
pecho. Haba regresado cuando ella no lo haba seguido inmediatamente, y ahora
tomaba sus brazos. Su cara poda haber sido parte de una estatua tallada en piedra y
dedicada a los dioses, excepto por la estrechez de los labios y el movimiento de
enojo de su mandbula.
Jal la bolsa de sus manos, luch contra la cerradura hasta que rompi el sello
tocuh del morral. Lo dej romperlo. Necesitaba sacar su ira contra algo. Mir el
contenido.
Raciones de emergencia desde mi hogar dijo, o los envoltorios de ellas de
cualquier forma. No estaba segura de cmo deshacerme de eso.
El reciclado lo habra hecho.
No poda hacer que se abriera.
Diversin centelle en su mirada y Alinna sinti alivio destellar a travs de ella
como una inundacin sobre los planos lavados de su hogar.
Trag duro. Lo que l pensaba, senta, significaba mucho para ella. El alivio se
filtr con el pensamiento. Le haba entregado su corazn y dudaba poder recuperarlo.
Cerr los ojos contra el resultado de su propia estupidez, solo para encontrarse
siendo jalada por los brazos mientras David la arrastraba hacia la puerta.
Tu nave se estrell. Eso es lo que encontramos en los bosques. La derretiste,
cmo?

92

Un mecanismo de auto-destruccin, por qu? No poda seguirlo, ni su tren


de pensamientos, o al parecer, su paso. Se tambale mientras se detena para abrir
una puerta y escanear el corredor.
Eras bastante pequea. No podras haber venido desde muy lejos.
No lo hice. Se debata consigo misma. Le ha contado todo lo dems; dile
todo. No poda hacer eso, aun no. No poda decirle que lo amaba, o eso habra casi
completado el ritual de emparejamiento Inarrii. Ese era mi puesto de observacin.
Mi base est en tu luna, el lado oscuro.
Vamos. Tom su mano y la arrastr hacia el pasillo con l.
Dnde?
David se mantuvo en silencio, movindolos rpidamente y chequeando los
pasillos mientras se movan.
No hay nadie en el siguiente pasillo si nos vamos a quedar en esta ruta le
dijo. Su pierna empez a doler de nuevo mientras se mantena a su paso.
Puedes sentir eso.
No era una pregunta, pero le respondi de cualquier forma. Si, y t podras
tambin, si estuvieras entrenando.
Entrenando. Buscan mascotas? El agarre que tena en su codo se apret.
Alinna rompi su marcha, detenindose completamente. De acuerdo con sus
comandos internos, estaban cerca de la oficina de seguridad, pero tambin la pared
exterior del edificio. David necesitaba tomar una decisin ahora. Entregarla o ayudarla
a escapar.
Solt su mano de la de l.
Entrenando de la manera en que yo lo estoy, para leer y entender emociones y
pensamientos, para compartirlos con otros. Mittar es un don celebrado y es
compartido con mi gente y la tuya. Eso, ms que nada he aprendido de tu gente, vali

93

la pena estrellarme en tu planeta. Pero si vas a ser tan paranoico que vas a
arrastrarme a tu oficina de seguridad y decirle al mundo que un alien ha estado
espiando tus Fuerzas Areas, que us algn tipo de poder para hacerte dormir
conmigo o lo que sea que est preocupndote en esa mente tuya bloqueada,
entonces adelante.
David la mir. Luego parpade y sacudi su cabeza, una sonrisa saliendo de su
amplia boca. Terminaste?
Y t?
No, pero tenemos que salir de aqu antes de poder hablar contigo un poco
ms. Sujet su mano de nuevo. Ella lo dej, encontrando una semilla de alegra en
ella que la impulsaba a mantener su paso de nuevo. No tena idea de lo que haba
encontrado divertido sobre ella o su situacin, pero un destello de humor parpade en
el borde de su barrera mental.
Pasaron el corredor que llevaba a seguridad y dieron vuelta a la izquierda. El
mapa interno de Alinna le dijo que estaban a punto de salir del edificio. La
escondera en los bosques? No poda estar all por mucho tiempo. Preocupacin
tena a los Linar en sus hombros tensndose.
David Su voz se desvaneci. Parpade ante el repentino rayo de luz solar
mientras abra la puerta.
Solo qudate tranquila y sgueme. Le dio un pequeo apretn a su mano.
***
David fue a travs del campo fuera del edificio 4B. Un camino polvoriento rompa
la recortada grama, y lo sigui, tomando el mismo camino que haba tomado junto a
sus pilotos por los ltimos meses mientras estaban en la base. La primera vez que
haban caminado por aqu, el Segundo Teniente Sven Olens haba cado directo en
los tallos verdes y rodados. David suspir. Lo que iba a hacer iba en contra de todo
en lo que su equipo y l luchaban. Iba a matar cualquier oportunidad que tenia de ser

94

lder de equipo, tal vez incluso de ser un piloto. Iba a arriesgar su futuro, tal vez su
vida y quizs incluso la seguridad del mundo. Pero le crea.
L o senta, lo sabia en sus huesos. Estaba diciendo la verdad sobre lo que era, lo
que era su gente, por qu estaban aqu. Y no se haba perdido del miedo en sus ojos
o su voz cuando habl de los Raveners. Lo que fuera que fueran, eran una amenaza
para la gente de Alinna y la tierra.
Tal vez le haban lavado el cerebro. Quizs estaba haciendo justo lo que ella
haba planeado, rescatando una damisela en apuros, una espa, por el amor de Dios.
O tal vez solo estaba pensando con su polla. Tal vez solo la llevara de regreso de
donde sea que haya llegado y volver a casa, pretender que esto nunca pas. Sudor
goteaba de la parte trasera de su cuello dentro de su uniforme. Eso nunca pasara.
En cualquier jodida cosa en la que se estuviera metiendo, nunca sera igual de nuevo.
Debera volver. Incluso ahora, debera detenerse y arrastrar a Alinna hacia
seguridad. Nop, no pasara. Cualquier argumento que su mente inventara, sus
entraas saban mejor y a estas alturas en su carrera de piloto, confiaba en sus
entraas.
Mayor Brown. Un joven patrullero se alert e hizo su saludo mientras David y
Alinna alcanzaban el hangar de transporte.
Sargento. David rezaba para que Alinna estuviera tras l, sus sentidos o
poderes o lo que sea que haya usado en seguridad antes, listo para usarse ahora, lo
necesitaran.
El patrullero se hizo a un lado, dejando a Alinna y David pasar a travs de la
pequea puerta y hacia el edificio. Las amplias puertas del hangar estaban cerradas,
probablemente aun en reaccin al ataque reciente. La construccin tena paredes de
doce pies de grosor con una aleacin de plstico-metal y era casi tan parecida a ser a
prueba de laser como era posible.
David caminaba firmemente hacia la unidad de vuelo, tom un traje y un casco y
le hizo seas a Alinna para que hiciera lo mismo. Frunci el ceo cuando mir el
casco, pero su rostro se aclar cuando l meti el suyo en su cabeza. Hizo lo mismo y

95

silenciosamente meti sus piernas en el traje de vuelo. Le hizo seas hacia el equipo
de comando local, notando que estaba llevando su nave a un vuelo de prctica y le
seal a Alinna como la Teniente Angie Lee. Con su identidad registrada, no
necesitaba introducir la suya, ya que slo estaba registrando una nave para un vuelo
de prctica dentro de la atmosfera.
Se meti su traje de vuelo y mir a Alinna luchando con el set que le haba
lanzado. Habra sido divertido si no fuera lo ms estpido que alguna vez hiciera en
su carrera. Finalmente subi las cremalleras y cerraduras por ella, sellndola dentro
del traje. Era por su propia seguridad, pero no le dolera sentirla bajo sus manos de
nuevo. Su boca se sec, y no solo por el miedo de perder su trabajo. Poda olerla.
Quera enterrar su nariz en su cabello, besarla de nuevo, hacerle el amor. En cambio
cerr el visor del casco de ella.
Mayor Brown, no est asignado a hacer otro vuelo de practica hasta las mil
cuatrocientas, seor.
David sonri cuando se volte hacia el administrador en la puerta. Un pequeo
cambio de planes, Eddie. Las cosas han estado pasando muy rpido por aqu,
tenemos que liberar un poco de calor. Eddie soaba con volar, pero nunca pasara.
Incluso la ciencia moderna no poda hacer que el hombre viera de nuevo despus de
que perdiera su visin con cuna llama qumica. Eddie entenda la necesidad de volar,
sin embargo.
Entiendo, Mayor. Enmendar los planes de vuelo para usted. Eddie ya se
haba volteado hacia el comando antes de terminar de hablar. David movi a Alinna
frente a l y caminaron por las puertas mientras Eddie aun hacia los cambios.
David uni su comando con el del casco de Alinna y opt por sub-vocal, dejando
los niveles de seguridad en el mismo en nueve e individualmente colocando los
cdigos de paso de la cerradura.
Necesitamos tener una nave ahora antes de que nos busquen y descubran el
cambio de planes de vuelo. Ests segura de la ubicacin de tu nave?

96

Ests seguro de que quieres ayudarme as? Tal vez podamos encontrar
alguien de tu gobierno que escuchara.
David se mantuvo caminando hacia el hangar principal, apresurando el paso
mientras consideraba sus palabras.
No, necesitamos sacarte de aqu. Hay personas aqu, que han estado
buscando aliengenas por mucho tiempo y no creo que estuvieran muy felices de
encontrar un espa o creer que tu Tratado es real.
Pero t s crees?
Estoy sacndote de aqu, verdad?
David pas su identidad por la puerta del hangar y camin hacia el cobertizo
principal. Luces masivas superiores derramaban un resplandor brillante sobre todo.
Metal negro brillaba junto a la superficie de los luchadores ms rpidos del espacio
que los humanos alguna vez hicieran. El corazn de David lati fuertemente, orgullo
envolvindolo. Eddie debe haber hecho el trabajo ya que las luces del camino de
vuelo estaba titilando y los aviones estaban saliendo de su nave, alinendose para l.
Dio un profundo suspiro de orgullo que se volvi dolor. Esta deba ser la ltima vez
que podra volar como algo ms que pasajero y eso sera como un prisionero cuando
las Fuerzas areas descubrieran lo que haba hecho.
La nave se detuvo. Camin hacia adelante, preguntndose lo que Alinna
pensaba de la belleza, pero decidi que estaba alegre de no saberlo. Alegre de que
estuviera silenciosa mientras suban los escalones hacia la cubierta y caminaban por
la rampa hacia la nave. Pas su mano enguantada por la puerta para la suerte, por
comodidad.
Mayor Brown a administrador de vuelo, estamos a bordo. Tom su asiento,
vio a Alinna sentarse por el rabillo de su ojo en el asiento de copiloto. Se asegur y
esper a que ella hiciera lo mismo. Capt un destello de su rostro por el visor. Sus
ojos estaban preocupados, sus labios hacia abajo en un fruncido. Haba aprendido
eso mirando humanos, aprendido sus expresiones faciales, o eran las suyas
naturalmente similares? Se volvi hacia los controles y dej su cabeza contra el

97

respaldo de su silla. El monitor de seguridad de la nave baj hacia su cabeza, un


lente distendindose para identificacin de los patrones dentro de sus ojos.
Identidad del piloto confirmada.
Las puertas del hangar se abrieron y David empez su barrido estndar de los
controles. Androides empujaron la nave hacia la puerta. David asinti cuando la vid le
alert que estaba listo, pero ya lo saba, senta las ruedas dejar el suelo e introducirse
dentro la liza parte baja de la nave mientras se cerna a tres pies por encima del suelo
en la correa del androide. Algunas personas no podan sentir la diferencia, pero l
siempre lo haba hecho.
Sostente le sub-vocaliz a Alinna. Esta es la parte divertida.

98

Capitulo10
Traducido por Rihano
Corregido por Viqijb

La nave se elev hacia el cielo como una gil ave. David manejaba la embarcacin
con destreza, con estilo. Alinna imaginaba los msculos protuberantes en sus brazos,
dentro de su traje de vuelo, mientras se apoderaba de los controles. Su capacidad, su
confianza en el cielo, le record el control y la fuerza que le haba mostrado en la cama. El
pensamiento envi una sensacin de escalofros a lo largo de su L`inar.
Necesito la posicin de tu nave.
Alinna volvi al presente, a la misin que los ocupaba. Ella solt las coordenadas,
pero David la mir sin comprender.
Eso est muy bien murmur l. Puedo tener la ubicacin en coordenadas de
la Fuerza Estelar?
Trag. Senta que l estaba enojado, pequeas olas de furia se derramaban sobre
sus barreras y contra ella. Lamenta haberme ayudado.
Alarg la mano para teclear en un panel de control. Una vez ms, su tiempo
estudiando el idioma de la Tierra result muy valioso.
Estas son las coordenadas de tu base y estas son para tu nueva base en Marte. Si
las usamos como puntos de referencia, la computadora puede entender mis instrucciones.
Yo puedo seguirlas desde all.
Estoy segura de que puedes vacil Alinna y luego alarg la mano para tocarle el
brazo. Ella necesitaba estar en contacto con l, incluso si tena que ser a travs de sus
guantes y su traje pesado. Si ellos llegaban a su nave, probablemente l la abandonara

99

all. Pero debera estar agradecida de que hiciera eso despus de su engao. La dejara
all y regresara a su casa. l evit su mirada, manteniendo la suya fija en el paisaje
estelar.
Suspir, alejando su mano de l y colocndola en su regazo, mir a la luna
acercndose rpidamente. El arrepentimiento inundaba a Alinna. Sus mentiras, incluso
aunque necesarias para el futuro de sus pueblos, aseguraban que David nunca deseara
un apareamiento formal, nunca completara el M'itta lensahn con ella. Tom una
respiracin profunda. No poda esperar o incluso desear nada mejor. No, ella se
concentrara en la esperanza de un nuevo Tratado. Los Inarrii nunca haban encontrado a
un verdadero compaero, incluso dentro de muchas especies de la Confederacin. Los
seres humanos podran ser lo que los Inarrii haban esperado cuando se unieron al
encuentro intergalctico de razas. La vida sera interesante. Sera buena, se dijo ella,
incluso si tuviera que estar sola.
David llev su nave a baja altura sobre la superficie de la luna, rozando la parte
picoteada lo suficientemente que ella poda ver las paredes de los crteres poco
profundos. El hombre haba nacido para volar.
Eres muy bueno.
Qu? l la mir.
Ella se aclar la garganta.
Eres muy bueno volando.
l apret los labios y mir hacia otro lado.
Estamos casi all.
Alinna trag. l la estaba dejando fuera.
Tengo que desactivar los escudos, o podramos volar derecho sobre esta y nunca
sabra que estaba all.
En serio? Ni siquiera t puedes verla? La curiosidad era mucho mejor que la
ira.

100

T no puedes verla. Tu nave no puede detectarla con ninguno de tus exploradores.


Alinna activ su computadora interna, enviando una seal a su nave para bajar sus
escudos. Hizo una mueca.
Dejar caer los escudos enviara una seal de vuelta a la base secreta Inarrii en la luna
de Jpiter. No pasara mucho tiempo antes de que ella recibiera una comunicacin, o un
visitante. David se habra ido antes de eso.
Qu?
No se haba dado cuenta de que l continuaba mirndola. Invoc fuerza para formar
una pequea sonrisa.
Nada. Ah est.
Es una belleza.
Alinna ech un vistazo a su nave, casi un tercio ms grande que el luchador que
David comandaba. Nariz chata, pero estrechndose en un valo alargado y elegante, su
nave era una vista agradable. Al menos ella se sentira cmoda all cuando David la
dejara.
Aterriza en el lado izquierdo. Slo tienes que colocarte al lado de la nave y sta nos
enganchar, creando un muelle cerrado.
Los ojos de David se estrecharon mientras contemplaba el aterrizaje. l mantuvo la
nave bajo su control, llevndola suavemente hacia abajo en un descenso controlado. Su
aterrizaje fue probablemente mejor que el que ella alguna vez realiz y haba estado
volando desde que era joven. Con un golpe suave, las dos naves se conectaron. Inarrii y
Humana, una buena pareja. Contuvo un suspiro. Esperaba que el Tratado fuera ms
exitoso que su breve alianza Inarrii-Humano.
Entiendo que tienes que volver ahora... empez a decir ella.
Por supuesto que no. David liber el agarre magntico de su asiento y se impuls
fuera del silln de mando de su nave. Yo no voy a ninguna parte. Te mostr la ma,
ahora ensame la tuya. Hizo un gesto en la direccin general de su nave.

101

***
l debera irse. Pero las palabras dando vueltas sobre revisar la tecnologa aliengena
volaron de sus labios y saba que las quera decir. Quera ver una nave aliengena de
cerca y personalmente. Podra ser su nica oportunidad.
Y maldita sea, l no quera irse. Si se iba ahora, no tena nada a lo que regresar ms
que el abrupto final de su carrera. No haba forma en que se hubiera alejado, dejndola
aqu y slo cayendo de nuevo en su vida.
Apret los dientes. Si se iba ahora, tendra que decirle adis a Alinna. No habra
ninguna posibilidad de volver a verla. Se mora de ganas de tocarla, abrazarla, hacer el
amor con ella. Mierda.
Ella lo llev a su nave. Su paso saltarn y el agarre ocasional de los convenientes
asideros era el mismo que cualquier espaciador en un viaje a largo plazo en entorno a la
ingravidez espacial. Ninguna nave pequea usaba el control de gravedad, la prdida de
energa se consideraba demasiado alta para la mnima comodidad. Mientras l la segua,
poda sentirla, aunque estaba haciendo su mejor esfuerzo por pretender que no poda.
Cmo haba llegado a ser capaz de sentirla y experimentar sus emociones?, estaba ms
all de l. Tena que ser ella. Nunca haba sentido las emociones de alguien ms as.
Claro que, ser consciente del estado emocional de su equipo lo converta en un mejor
comandante, pero no habra sido lo mismo.
l ya la haba tenido. Debera ser capaz de dejarla ir, esta mujer de una tierra extraa,
un pueblo extrao. Ella lo haba necesitado, as que la haba ayudado y quedaron, ambos,
satisfechos en el proceso. Haba cumplido una fantasa que nunca imagin poder hacer
realidad, al menos no sin pagar en un lugar de sexo una cantidad enorme de dinero.
Pagar para dominar a alguien era casi una contradiccin de trminos. No significaba nada.
Lo que l haba compartido con Alinna... si ella hubiera sido humana, puede que eso haya
sido todo. El hecho de que no fuera humana... maldicin, lo hizo an mejor.
David apart sus ojos de ella, obligndose a prestar atencin a su nave. Esta era otra
fantasa. Una tecnologa aliengena. Quin, de los pilotos de la Fuerza Estelar, no
imaginaba conocer a un extraterrestre? No imaginaba un primer contacto, un gran

102

descubrimiento? Haba soado con esto desde que era un nio. No es que hubiera algo
que ver all. Las paredes eran de color negro, sin rasgos distintivos a medida que
avanzaban hacia el puente de su nave.
Alinna golpe su palma contra una almohadilla plana en la cerradura final del puente.
La escotilla se desliz cerrndose detrs de ellos. Ella se puso el casco y le indic que
hiciera lo mismo.
Esto es todo.
Qu? Todo es... plano. No hay controles.
Hmm? Oh. Ella desliz un dedo por la superficie. En cuestin de segundos, las
paredes, el piso, el techo, cada superficie brillaba a la vida con pequeas manchas
luminosas. En constante cambio, el flujo de las luces pareca formar dibujos, palabras tal
vez y luego pasaban rpidamente a medida que l miraba.
Lo siento, una cosa que no compartimos completamente es el mismo alcance
visual. Eso debera ayudarte a ver. Pon tu mano aqu. Hizo un gesto a la plataforma
plana.
David puso su mano donde la suya haba estado un momento antes. El panel se
calent debajo de su piel, y sinti diminutos patrones levantndose a su toque. El calor y
la textura le recordaban los L`inar de Alinna y l retir su mano, perturbado.
La nave te reconocer ahora como aliado.
No hemos firmado tu Tratado todava. Maldicin, nadie sabe siquiera que ests
aqu, excepto yo.
Es cierto, pero lo harn. Despus de hacer mi informe, mi gente estar en contacto
con la Tierra, probablemente en cuestin de horas para verificar lo que he visto.
Les vas a decir lo que viste en la base? De mi nave? El corazn de David lata
con fuerza. Ella ha visto nuestras capacidades defensivas de cerca y personalmente,
despus del ataque a la base.

103

David, ellos saben todo sobre tu base. Lo que no saben es de ti. Ella sacudi la
cabeza hacia l y se dio la vuelta. La escotilla se abri y se apart de l, usando la baja
gravedad para impulsarse hacia adelante. La sigui, con una mano agarrando su casco
protector y la otra sujetndose de las agarraderas a lo largo de la pared mientras se
mova.
Acerca de la cosa de hablar con la mente.
S. Ella dobl una esquina y flot en una habitacin amplia.
David vacil. Claramente este cuarto abarcaba sus habitaciones privadas. Las
paredes y el techo reflejaban un holograma de un cielo rojo intenso, sin nubes y vibrante
en comparacin a los tonos sombros del piso negro. Su cama, una amplia plataforma
contra la pared del fondo, pareca fuera de lugar. Una parte de l se preguntaba cmo se
las arreglaba para descansar sobre un colchn sin gravedad para sostenerla all. Otra
parte de su mente se preguntaba si las imgenes del cielo rojo eran de su casa o de algn
lugar que ella haba visitado. No quera reconocer la voz diminuta dentro de l que le
pregunt cmo sera hacer el amor bajo el cielo rojo mientras flotaban ingrvidos.
Ellos necesitan saber acerca de tu capacidad para lograr el m'ittar, pero tambin
necesitan saber que eres compasivo. Confiable, honorable y honesto.
Ella haba empezado a quitarse su traje de vuelo. El aire dentro de su nave se senta
caliente contra su rostro y l se pregunt cunta energa se necesitaba para evitar que el
lugar se congelara, aunque ella ni siquiera haba ocupado la nave por la ltima semana.
La tecnologa Inarrii tena que superar a la suya. Haba estado diciendo la verdad acerca
de eso. Demonios, estuvo diciendo la verdad acerca de todo. El alivio se filtr en l,
calentndolo. Haba tomado la decisin correcta despus de todo, incluso si una parte de
esta haba sido dictada por su pene.
Dudo que mi comandante vaya a encontrarme tan honesto. Espero que quieran
matarme ahora mismo. David se apart de la agarradera en la pared posterior para
flotar hacia el otro extremo de la habitacin. A travs de una escotilla abierta, observ lo
que tena que ser su cabina. No era tan diferente de la suya. Volvi a mirar a Alinna. Ella
estaba luchando por sacar la pierna del ltimo de los cierres de su traje de vuelo. Se dobl

104

por la cintura para llegar a la trabilla, su dulce culo tena forma de corazn. No era tan
diferente de un humano. Pero su L`inar le llam la atencin, le record su intensa
respuesta a sus caricias.
Ella era diferente a cualquier mujer con la que alguna vez hubiera estado. No se
senta avergonzada de perderse en el sexo, no crea que la haca menos a sus ojos o
ms. Se senta cmoda con la parte de ella que lo necesitaba. Se senta muy bueno ser
necesitado. Eso, acerca de su relacin, era diferente.
Alinna se quit el ltimo y tenaz broche del traje de vuelo, la accin enviando su
cuerpo ingrvido hacia el techo. Con un movimiento de rodadura, corrigi su trayectoria y
utiliz el impulso para avanzar hacia l. Sus dulces labios se voltearon ligeramente hacia
abajo en las esquinas.
Me siento responsable de los problemas que enfrentars cuando regreses. Cogi
una agarradera y se movi cerca de l. Poda tocarla, si solo extenda su mano. Pero
tienes que saber que la Confederacin va a ofrecer a tu gente un Tratado que podra
salvar todo tu mundo. Extendi la mano hacia l, tocando la piel de su mejilla con los
dedos. Gracias a ti, los Inarrii se asegurarn de que el Tratado sea ms favorable de lo
que podras imaginar.
Por qu t puedes or mis pensamientos? Qu pasa si nadie ms lo puede
hacer? Qu pasa si yo slo soy... diferente?
Si un humano puede alcanzar el m'ittar, entonces es probable que muchos tengan
el don. Simplemente soy afortunada de haberte conocido y ser capaz de demostrar que el
don existe. Se inclin, toc sus labios con los suyos. Soy afortunada de haber estado
contigo.
l profundiz el beso, saboreando el deseo en ella.
brete a m, David. Quiero compartir algo contigo.
No tenemos tiempo, dulzura.
No es eso. El humor brill en sus ojos ante su comentario, pero su boca mantuvo
una lnea grave. Abre tu mente.

105

David vacil. l le crea. Crea en lo que deca su gente de por qu estaban aqu.
Pero hacer lo que peda, no era slo una cuestin de escucharla. Era permitirle tocar su
alma. Si haba alguna forma de que ella pudiera hacerle dao, sta lo era. No importaba
perder su carrera, probablemente se haba terminado ahora. Abrirse a ella significaba que
l poda perder su corazn.
Mierda, pens. Podras tambin enfrentarlo, ya la amas, o no estaras aqu, sin
importar lo buena que ella sea en la cama.
Estoy aqu.
Alinna lo mir a los ojos. l se estremeci, luego se calm cuando vio lo que ella
quera que viera: sus recuerdos, su hogar. Su gente. Los hombres y mujeres en una
especie de falda pantaln corto, con sus pechos desnudos al aire, jugaban en la orilla de
un ocano diferente a cualquiera que alguna vez hubiera imaginado. Arena negra y cielos
rojos competan por su atencin en el vvido paisaje y el olor de la sal impregnaba el aire.
Una mujer hermosa con largo pelo castao se ri y cant una cancin con una meloda
sencilla a un pblico de hombres cautivados, su cabello an ms largo que el de ella y sus
L`inar destellaron en crestas pulsantes mientras escuchaban su cancin.
Es esto como es tu vida?
S, esta es mi gente. Mi madre. Mi padre fue asesinado por los Raveners mientras
luchaba por proteger otro planeta.
David lo vio. Vio el dolor, el dolor que llen la vida de Alinna cuando su padre muri.
Sinti su pasin mientras ella se mova hacia arriba dentro de las fuerzas Inarrii. Entendi
su asco y el sentimiento de impotencia mientras exploraba un mundo ya arruinado por los
piratas. Los mismos piratas que probablemente encontraran la Tierra.
Alinna. Alcanz a tocarla y se dio cuenta de que an llevaba sus guantes del traje
de vuelo. Maldicin. Dej caer su casco y arranc los guantes, apresurndose a
volver a tocarla. No puedo quedarme.
Lo s.

106

Pero yo quiero. Acarici la suave piel de su cuello, sigui la lnea de su L`inar en


una suave caricia. No creas que es porque no quiero.
David abri su mente a ella de nuevo. Le dola mostrarle su pasado, pero le ofreci lo
que poda. El recuerdo de sus padres admitiendo finalmente que estaban rompiendo su
matrimonio, se senta tan crudo y doloroso ahora, mostrndoselo a ella, como lo haba
sido cuando era pequeo. Alinna respondi con un pulso de calor y l suspir con alivio.
Haba estado solo durante mucho tiempo.
Ella se apoy en su mano. Un escalofro recorri sus hombros. l solt su asidero
para envolver su brazo alrededor de ella, hundiendo los dedos en su sedoso pelo castao.
La abraz, fundindose en su agarre como si fueran uno solo. Busc sus labios,
tomndolos, agarrndola y besndola con la pasin ardiendo en su interior. Este podra
ser su ltimo momento juntos. As tuviera un futuro para ofrecerle o no, sufra por poder
tener ms tiempo juntos. Despus de lo que acababa de experimentar, sin embargo, deba
que asegurarse de que su gente estaba lista, que comprendan la amenaza y la necesidad
de la oferta de la Confederacin de un Tratado.
Tena que irse, volver y explicarlo todo, ahora.
Base a Mayor Brown, solicitamos confirmacin de su ubicacin.
El computador en su casco reson ante la solicitud de Eddie. Alinna se qued quieta
en sus brazos y l sinti el retiro calmado de ella como si esperara a ver cmo
respondera. Por un momento, no hizo nada. Los ojos color jade lo observaban.
Finalmente suspir y la solt, alejndose de la pared para agarrar su casco flotando libre.
Mayor Brown aqu. Estoy haciendo un giro a la luna, Base Uno. Hay algn
problema?
Hay aqu varios oficiales que buscan tener una charla con usted y su invitada.
Eddie no sonaba demasiado feliz. La implicacin de que l era consciente, al igual
que los dems, de que David haba mentido acerca de quin haba subido a la nave con l
era fcil de leer. Apret los dientes. No habra tiempo para hacer el amor con Alinna
nuevo. Ni tiempo para explicarle lo que ella significaba para l.

107

Estaremos completando nuestro giro de la luna en doce minutos.


Base solicita confirmacin visual, Mayor.
El sudor corra por el interior del traje de vuelo de David. Se lami los labios y dio
gracias a Dios que haba bloqueado los controles de su computadora y de la nave. Se
necesitaran horas para que la base forzara el control sobre cualquiera de los dos.
Estamos en la mitad oscura del giro, Base Uno. Hemos tenido una avera leve y
todo lo visual est fuera de servicio en este momento.
Base Uno solicita pleno cumplimiento, Mayor. Vuelva a la base inmediatamente.
Copiado, Base Uno, TEA2 en... catorce minutos. David cerr el canal. Mierda,
mierda, mierda.
Ellos estarn esperando por nosotros.
Si volvemos ahora, estars acabada, el Tratado estar acabado. Estamp su
puo contra su muslo. Maldita sea!
T me crees, entonces?
l se levant del suelo y flot hacia ella, atrayndola hacia s.
Te creo. La atrajo para otro beso. No hay tiempo para esto, sin embargo.
Tenemos que salir de aqu. Van a estar observando esta rea. l hizo un gesto hacia la
cabina. Esto no parece como una nave de largo alcance, a menos que tu tecnologa sea
malditamente diferente que la nuestra. Tienes una base cercana?
S. Pero si muevo la nave, probablemente ellos sern capaces de rastrearme,
ahora que saben que hay algo que buscar.
David pas una mano por los picos cortos de su pelo, tirando de ellos por la
frustracin.
Muy bien. Dnde est tu base?

TEA: Tiempo Estimado de Arribo

108

Jpiter, la luna ms grande. Qu ests pensando?


Si ellos ven tu nave, van a estar sobre ti antes de que dejemos la gravedad de la
luna. Los You-fo estn esperando por esto, estoy seguro. Si vamos en mi nave, podemos
estar a mitad de camino antes de que se den cuenta de que no vamos a volver.
Ella se aferr a sus brazos, sus dedos presionando profundamente en la tela gruesa
de su traje de vuelo.
No puedes. No slo perders tu carrera. Sers detenido.
Dulzura, no creo que haya muchas posibilidades de que vaya a conseguir algo
diferente. Estoy en esto, Alinna, todo el camino. Que el Tratado se logre hace que esto
valga la pena, de acuerdo?

109

Capitulo11
Traducido por AntoD & Edgli
Corregido por Viqijb
David apag todas las comunicaciones mientras encenda la nave para el viaje hacia
la base escondida de los Inarrii. La culpa lo carcoma, pero no tanto como la necesidad de
proteger a ambos, a Alinna y su mundo. Si l poda llevarla con su gente, un trabajo
estara hecho, y el otro comenzara bien.
Tenemos una ventaja de diez minutos antes de que ellos se den cuenta que no
estamos regresando a la Fuerza Estelar.
No alcanzar para que lleguemos a Jpiter. La base est en la cuarta luna, a la que
ustedes llaman Europa.
Para cuando ellos se den cuenta que nos dirigimos a otro lugar, ser demasiado
tarde para que nos atrapen.
Alinna guard silencio. Cuando la mir, su visor daba al vdeo de navegacin, en un
ngulo demasiado alto para que David pudiera verle la cara. l presion sus labios juntos,
apret los controles un poco ms fuertes. Sin duda ella sinti la tensin dentro de l.
Demonios, si tuviera un poco ms de estrs, probablemente lo hubiera olido a pesar del
filtro de su casco.
No haba vuelta atrs, slo avanzar. l mir a la nave Inarrii completar su separacin
de la escotilla de acoplamiento. En el momento que se complet el ciclo, empuj a la nave
hacia un empinado ascenso, manejando ms all del nivel de aceleracin recomendada
para el abandono de rbita. Apalancando los controles, encendi el trayecto
manualmente, desactivando la navegacin automtica, en caso de que la Fuerza Estelar
optara por intentar un control remoto de la nave cuando se dieran cuenta de que l se

110

haba ido AWOL3. Se mantuvo en el lado oscuro de la luna, usndolo como proteccin,
tanto como pudiera para evitar la deteccin de su direccin. Ellos no estaran esperando
que l se alejara de la Tierra.
Incluso si estaba tratando de escapar y llevar a Alinna a alguna parte, a dnde
podan esperar que fuera? A la base abandonada de la luna? Al inacabado
campamento de Marte? No es probable, no hay suficientes lugares para esconderse.
Cheque el nivel de energa de la nave. Aun al exhaustivo ritmo que l haba puesto,
haba ms que suficiente energa para pasar sobre Europa una docena de veces. Eddie
mantena una estrecha divisin, no dudaba que el hombre se haba asegurado
personalmente de que cada nave en el escuadrn estuviera preparada para batallas,
aunque sus misiones no estaban fijadas hasta para otro mes.
Demasiado para esa misin. Los pensamientos de David se volvieron siniestros. Todo
cambiara cuando los Inarrii se acercaran al concilio Humano para un Tratado. Eso hara
que los conflictos en el asentamiento de Marte sonaran como una pelea sobre un juego de
nios. En la Tierra, o bien se unen, o estalla en el caos. Hasta, por supuesto, que ellos
entendieran cul era la alternativa. Los Raveners podran significar el fin del mundo. Eso,
ms all de cualquier cosa, deba ser detenido.
David agreg otro grado de velocidad en el rumbo establecido.
Voy a contactar a mi comandante para hacerle saber que estamos arribando.
Las breves palabras de Alinna y su brusco tono haban hecho que las campanas de
alarma sonaran en la mente de David.
Qu va mal?
Alinna golpe el control para liberar la fuerza magntica que la mantena en su
asiento. Ella flot, empujada contra el respaldo del asiento para moverse dentro del
cuerpo principal de combate.

3AWOL: Acrnimo de Absent Without Leave. En espaol puede significar ausente sin permiso; y si se
refiere a un entorno militar, quiere decir desertor.

111

David gir su silla para mirarla, pero no hizo ningn movimiento para liberar las
restricciones de su asiento. Si algo iba mal, l quera estar a poca distancia de los
controles.
A diferencia de la nave de Alinna, su nave de combate slo tena la cabina y una
estrecha sala de estar, apenas ms que un par de literas atadas, un re-calentador de
alimentos y un reciclador, adems de un diminuto lavabo. l la mir flotar alrededor,
aparentemente absorta en chequear el restrictivo espacio.
Alinna.
Cuando lleguemos all, tendrs que irte de nuevo, de inmediato. La Fuerza Estelar
sabr que ests tramando algo, que yo estoy perdida, pero ellos no tienen que saber que
t estabas... consciente... de un espa y no lo reportaste.
He ido demasiado lejos ahora. Deberas saber eso.
Ella se sac el casco. El procedimiento requiere que todos los ocupantes de la nave
mantengan en ellos el equipo de vuelo en todo momento durante el modo de propulsin,
pero no poda culparla. La visin de su cabello castao flotando a su alrededor mientras
ella se mova, exponiendo sus Linar, haba endurecido a su pene en su traje de vuelo.
Deseara que tuviramos mi nave. Tendramos ms habitaciones... podramos
tomarnos un par de minutos para nosotros se quej ella.
Me gustara ms que un par de minutos.
Ella levant la mirada hacia el calor de su voz, pero luego la apart.
Yo... yo supongo que no los tendremos.
Qu hubieras hecho si tuviramos el tiempo? David cerr sus ojos, llevado por
el sonido de su voz.
Te hubiera tocado de esta forma.

112

David sinti las manos de ella recorriendo desde su nuca, bajando por la curva de sus
pectorales. Sus ojos se abrieron, pero ella no se haba movido. Cerr sus prpados de
nuevo, una sonrisa trepando por sus labios.
Est cosa mental es genial. T me habras tocado...
Te habra tocado todo. Suaves caricias recorrieron su cuerpo. Su pene lata,
palpitando cada vez ms con cada latido de su corazn mientras sus caricias se hacan
ms erticas. Cuando los labios de ella encontraron la punta de la ereccin, l gimi en
voz alta.
Hubiera querido tocarte tambin, dulzura.
Lo s, pero quiero esto. Te quiero en mi boca, Yalenali.
Qu quiere decir eso?
l luch con la idea. Sus labios, aunque imaginarios, hacan que concentrarse fuera
casi imposible mientras ella besaba todo el largo de l, luego trabaj de nuevo con la
punta para llevarlo profundamente dentro de su boca. Ella chup duro y luego suave, su
lengua acaricindolo, ordendolo. l hundi sus dedos en el cabello de ella, frotando las
puntas contra los Linar que l saba que ah estaban. Ella gimi en respuesta, y el sonido
quebr su determinacin. l resisti, follando su boca hasta que se vino, brotando dentro
de sus codiciosos labios.
Significa mi amor.
David la acerc, sostenindola contra l. En su compartido contacto mental, ellos
estaban piel con piel y corazn con corazn.
Te amo, Alinna.
Un suave sonido intervino.
David parpade al abrir sus ojos para encontrar a Alinna flotando lo suficientemente
cerca para tocarlo. Sus ojos verdes reflejaban el negro espacio en el visualizador ms all
de su hombro, pero l no necesitaba mirar hacia atrs. El sonido significaba que ellos
haban pasado la ventana de tiempo en que sus emociones pasaran desapercibidas.

113

Ahora estaban a siete minutos de su destino. Una segunda alarma son. Ellos estaban
siendo llamados pero sus cerrados canales de comunicaciones no responderan.
Casi estamos all.
Alinna se movi de regreso a su asiento, empujndose cerca hasta que pudo iniciar el
agarre magntico. Ella toc la piel detrs de su oreja.
Tel sho ahoi. Habla la agente Alinna Gaerrii, Unidad Nueve. Estoy aproximndome
a la Base Inarri en la Luna de Jpiter en una nave humana. Estoy acompaada por el
Mayor David Brown.
Inar tel shaiir, agente. La esperamos. Base fuera.
David levant sus cejas en direccin a ella, preguntando silenciosamente cmo lo
saban ellos. Alinna sonri.
Ellos habrn estado monitoreando mi nave. Nos saludaron con honor. Estarn
encantados de conocerte.
David trag saliva con dificultad. La luz sobre el canal de comunicacin entrante
segua parpadeando, pero l lo ignor.
En pocos momentos, la sombra de Jpiter se haca ms distintiva. Las lunas se
avecinaron y David desaceler, manipulando los controles de su nave hasta que pudo
aproximarse a Europa a una velocidad ms segura. Alinna seal el satlite de seguridad
mientras lo pasaban, disfrazado de una roca orbitando. Incluso preparado, l no pudo
evitar el jadeo que se sali de sus labios. La base era mucho ms extensa de lo que
imagin. Varios edificios de aspecto muy permanentes, casi tan grande como la
instalacin de su propia Base Uno, brillaban en la oscuridad, su superficie viniendo a la
vida justo como las paredes de la nave de Alinna, cuando ella las haba ajustado al rango
ptico de l.
Corta la aceleracin completamente y ellos te introducirn.
l sigui las instrucciones y sinti a la nave colgar inmvil slo por un momento antes
que una constante fuerza los arrastrara hacia la base. Contuvo la respiracin, apretando

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los dientes. Alinna se acerc y le toc el brazo a travs de su traje de vuelo. El influyente
poder los atrajo, ms all de un terreno polarizado, hasta que la nave se estableci
lentamente en un enorme hangar. La actividad floreca a su alrededor, los Inarrii y aquellos
a los que David slo poda describirlos como androides u... otros... se movan hacia la
nave. Ninguno llevaba trajes de proteccin, todos parecan estar cmodamente en tierra,
la atmsfera y la gravedad claramente no eran un problema.
Vamos, hay muchos aqu que quieren conocerte. sta gente te tratar bien, David.
Recuerda que lo que t representas es la esperanza para tu gente y la ma.
David liber el agarre de su asiento y se movi con ella hacia la escotilla. Su corazn
segua latiendo aceleradamente. Demonios. Aqu venan los extraterrestres. Esper por el
infierno que esto fuera algo inteligente de hacer.
***
Alinna sinti la ansiedad saliendo de David. No era extrao que l estuviera
preocupado. Qu haba hecho ella, sino abusar de su confianza desde el primer da? Los
Inarrii como las personas, haran las cosas correctas, ofrecerles a los Humanos proteccin
total con la esperanza de que pudieran convertirse en los compaeros que los Inarrii
estaban buscando.
Como individuo, sin embargo, ella haba hecho todo mal. Espi, minti, arrastr a
David con sus problemas cuando ella no pudo manejar el estrs. Que ella senta algo por
l, era un hecho que deba ser ignorado; no lo mereca. En su iluso deseo de conservarlo,
ella incluso se haba dejado llevar por la fantasa de completar la Mitta lensahn en su
contacto mental.
No era su pareja. No tena derechos sobre l. Por ella, l se vera obligado a perder
su mando. Incluso cuando los Humanos se volvieran conscientes de la entera situacin,
entendiendo la amenaza que enfrentaban, sera improbable que alguien le creyera. Ella
probablemente haba anclado a un talentoso piloto de por vida.
Mientras los Inarrii y la contingente Confederacin en la base se reunieron para
saludar a David, para agradecerle por traerla a ella de regreso y por tener su primer
contacto con un Humano, Alinna se escabull. Slo tom un momento antes de que ella

115

estuviera fuera de sus vistas, aunque los confusos sentimientos de l la siguieron por los
corredores de la base lunar. Se tambale con dolor. No volver a verlo nunca.
Agente Alinna, quisiera hablar un momento con usted.
El preocupado contacto mental del Examinador de la Confederacin, Asler Kiis, le
trajo una oleada de dolor. El suave toque de su mano en su hombro la finaliz. Ella se
hunda hasta que l se vio obligado a hacerle de apoyo.
Ven conmigo. La gui a una habitacin lateral vaca, ayudndola a tomar asiento
en el bajo banco acolchonado. Qu va mal?
Casi todo. Alinna inspir un agudo aliento, reafirmndose.
Como Examinador, Asler Kiis tena una reputacin de ser el ms sincero y honesto.
Tal vez esto era lo que necesitaba. Trataba de hablar con alguien sobre la posicin de
David, tratar y ayudar de alguna manera.
Es el humano? Hemos malinterpretado su reporte? Desea cambiar su
recomendacin?
Dios, no. Los humanos son ms de lo que sera capaz de pasar. Encontrar que
David es un hombre apasionado, honesto y digno de confianza. Tiene el don del mittar.
Kiis irradi sorpresa por solo un momento, el brillante destello de emocin como un
rayo de luz solar a travs de nubes para su sistema emptico. Se control rpidamente.
Alinna continu:
Examinador... he violado la confianza de este hombre. Le pedira que actuase en
su favor, se asegurase de que se le diera una posicin en el equipo de bienvenida y con
los poderes del Tratado.
Los ojos esmeralda brillante de Asler la miraron. Su expresin se volvi ms seria.
He sido apuntado como defensor a favor de los Humanos para cualquier
negociacin del Tratado, as que puedo hacer esto. Pero creo que es mejor si te explicas.

116

Alinna corri cansados dedos por el borde su Linar. El movimiento no se perdi para
el Examinador.
Necesitas alivio? Puedo llamar a alguien...
No dijo en voz alta. No quiero a nadie. Se par y camin por la pequea
habitacin. Se volte hacia l. Quiero que examine mis recuerdos, los tome para su
reporte al Consejo. Encontrar que el Mayor Brown es el tipo de hombre que mencion.
Se apresur para decir sus siguientes palabras: Encontrar que lo he tratado mal. Le
met.
Como estaba obligada por su posicin.
Lo arrastr a esto y ahora perder la confianza de su gente, perder su puesto y su
sueo de volar.
Un riesgo que un hombre de su posicin habra entendido.
Yo... tom ventaja de l sexualmente. Entr a sus sueos. Yo... hice el Mitta
lensahn.
Las cejas de Asler se alzaron, pero sus emociones estaban tan tensamente
mantenidas que no poda obtener una verdadera lectura de ellas.
Invadi su mente? Su alta voz carrasposa se mantena estable a pesar del
horror que dicho acto implicara.
No exactamente. Su mittar sin entrenamiento me empuj a l...
Lo influenci entonces con su habilidad emptica.
No, me hizo sentir, sentir cosas que nunca habra pensado que experimentara.
Entonces que hizo mal?
Alinna lo mir. Qu haba hecho mal?
Hice el Mitta lensahn. l ni siquiera sabe que quiere decir. Hice algo por m y ahora
ha perdido todo.

117

Alinna, todos queremos nuestra pareja ideal. Eso no est mal. Djame leer tus
recuerdos. Alz su mano ante el murmullo de protesta. Solo una leve lectura,
suficiente para ver lo que pas. No te har vivirlas de nuevo. Ser suficiente para el
Consejo.
Alinna inclin su cabeza. Le deba todo a David. Permitirle a Kiis revisar sus
recuerdos era un pequeo pago. Ante su aceptacin muda, el Examinador coloc una
mano en su brazo. Despus de un momento, la liber.
Todo estar bien, Alinna Gaerrii.
***
David camin por el suelo del cuarto privado por centsima vez, por lo que pareca. El
lugar se senta menos como un rea de bienvenida y ms como una prisin a cada
momento. Alinna haba desaparecido ante la presin de su bienvenida inicial en el hangar
de vuelo y ahora, sin importar a quien le preguntara, no haba respuesta venidera sobre su
locacin. Qu demonios hice mal? Un minuto, me est dando la mejor mamada de mi
vida y al siguiente, me deja en el fro. Su mente corra en crculos y segua volviendo a
una cosa: le dije que la amaba.
Tal vez era tab amar un aliengena. El sexo poda ser aceptable, pero amor? David
pas sus manos sobre los cortos picos de su cabello.
Demonios, la quiero aqu ahora.
Lo siento, pero primero necesitaremos hablar.
David se dio la vuelta. Un gigantesco hombre con una larga bata haba entrado
silenciosamente a la habitacin tras l. Nadie de esa altura debera ser tan silencioso.
Me disculpo. Tratar de hacer algo de ruido en el futuro.
David cerr su mente, lo ms que pudo.
Mantente fuera.

118

Me disculpo de nuevo. Tu pensamiento no estaba escudado as que asum que me


hablabas. La agente Alinna Gaerrii teme que por estar involucrado con ella, su carrera
haya sido, en efecto, destruida, sin importar el resultado del Tratado.
David presion juntos apretadamente sus labios.
Ah, veo que esto es correcto. Tambin ha pedido que se le d una posicin de
honor junto a los Inarrii y una parte en el Tratado para poder recuperar su vida.
El estomago de David se volte. El da tena ms sorpresas de lo que habra
imaginado.
Estara honrado lleg decir. Pero dnde est Alinna?
Est al tanto de que ella trat de hacer un enlace formal de emparejamiento con
usted?
Qu? Qu quiere decir eso?
Desea ser su pareja de por vida. Tal vez es porque usted fue el nico macho con el
que pareca poder conectarse mientras estaba en una situacin de estrs. Los Inarrii no
manejan la tensin muy bien. Se paus, sus ojos enfocados en David, o tal vez fue
porque empez a enamorarse de usted durante su tiempo en la Tierra.
David se hundi en un banco cercano. Por un largo momento, no se movi. La
amaba. Y aparentemente, ella lo amaba.
Dnde mierda est entonces? ladr las palabras.
La gran voz Inarrii se mantuvo calma.
Habr algunos que clamarn que este emparejamiento es ilegal. Sin embargo,
despus de examinarla, creo que podra ser legtimo, dependiendo de sus acciones ahora
que entiende el significado.
El significado de qu, exactamente?
Sus acciones, debera haber permitido tocarla de cierta manera, impulsarlo y
permitirle marcarla.

119

No entiendo. David se par de nuevo, reasumiendo su caminata.


Debe haber trazado sus nervios Linar, haberlos lamido y depositado su esencia en
su boca.
S. Trag fuerte. El recuerdo lo tena atado por las bolas. Hicimos eso... bueno,
casi. Algo de eso fue durante el contacto mental.
Si hiciera eso de nuevo en persona, sabiendo exactamente lo que hace. Alinna
sera su pareja.
David se qued en blanco, este extrao que haba venido a explicar los hechos de la
vida para l, al estilo aliengena.
Estaramos casados?
El examinador sacudi su cabeza.
Ms permanente que eso. Ella sera suya y usted de ella, de por vida.
David parpade. Cada pareja que haba conocido, incluyendo sus padres, se haban
casado y divorciado algunas veces. Ella sera ma. Su boca se sec y un temblor pas por
su espalda. Toda su vida haba luchado por control. Toda su vida adulta haba deseado
ambos: posesin y pertenencia. Este era el sentimiento que tena desde el momento en
que haba conocido a Alinna.
Ahora puede verla.
El gran hombre fue hasta la puerta y toco el panel de comando. La puerta se desliz
abierta y Alinna estaba de pie del otro lado. El Examinador le asinti y se alej sin mirar
atrs.
David se enfoc en ella. Slo se haba ido por un par de horas, pero se vea
exhausta. Dio un paso hacia ella y repentinamente estaba en sus brazos, besndolo como
si nunca fuera a parar.
l rasg su camisa del uniforme de la Fuerza Estelar, tomando su tiempo para sacudir
cada curva Linar de sus brazos y cuello.

120

Ella gimi, reclinndose hacia l, dejndolo tocarla. Gracias a Dios que ambos haban
tirado los trajes de vuelo, o esto tomara mucho ms. El pensamiento lo tena riendo
mientras la besaba de nuevo.
Estas gritando de nuevo. Alinna sonri en sus ojos, su voz mental tan clida y
acariciante como su beso.
Te amo.
Ella se estremeci en respuesta pero respondi lentamente.
Si haces esto y la Fuerza Estelar no te deja volver, tendrs que quedarte aqu.
Me tomaran de vuelta. Lami las lneas de su garganta, siguiendo su gua hasta
el escote en sus pechos . Te querrn. Pero eres ma.
Se estremeci en sus brazos.
S que quieres cosas.
Quiero todo. Y t fuiste hecha para darlo, Alinna. Eres ma y yo soy tuyo.
Inar tel sahan yowlenaii.
Qu quiere decir eso? Quit su sujetador, desnudando sus pezones al aire y a
su boca.
Para siempre gimi.
David la lanz en su espalda sobre el gran sof. Rasg el cierre de su pantaln, sin
importar si lo arruinaba.
Aun voy a querer atarte. Ella gimi, tembl mientras sus dedos sacudan los
Linar en sus caderas . Aun voy a darte nalgadas cuando seas traviesa.
S. Yalenali! solt mientras su lengua lama el mismo camino que haban
tomado sus dedos. S! Arranc el suave algodn de su ropa interior de la Fuerza
hasta que pudo ver su desnudo monte de Venus debajo.

121

Te follar de cualquier forma que me guste. Roz con sus dedos la suave piel de
su trasero. Tu culo, tu vagina o tu boca.
Oh gimote ella mientras tocaba la humedad entre sus piernas y se inclinaba
para lamer y succionarla. Chup duro el remolino de Linar cerca de su ncleo y enterr
dos dedos profundos dentro de ella.
Pero ms que nada, voy a amarte, susurr, mente a mente. Con sus palabras, se
vino, sus ondas de placer pasndolos a ambos en su mente compartida.
Me tomar ms tiempo contigo, dulzura, despus de que pateemos algunos
traseros del Tratado, pero primero, hazme tuyo. David baj la cremallera de sus
pantalones liberando su miembro.
Ella nunca vacil. Envolvi sus labios alrededor y chup. No haba ninguna finura,
ningn control y tena que ser la cosa ms ertica que l alguna vez sintiera mientras lo
meta en ella, le ense las estrellas y lo hizo una parte de ella para siempre. Sus mentes
se unieron mientras su semilla se verta en su boca.
Inar tel sahan yowlenaii. Tartamude un poco con la frase, pero le mostr lo que
quera decir, deslizndose hacia abajo para yacer a su lado y sostenindola en sus
brazos. Siempre te amar.
Ella alcanz su mano y la coloc en el hmedo calor de su vagina.
Y siempre ser tuya, mi compaero.

122

The Confederacy Treaty2


The Naked Truth

123

a Capitana Susan Branscombe fue vctima de una brutal tortura en manos de terroristas.
Despus del rescate, ahora se enfrenta a una igualmente brutal acusacin: Traicin.

La nica manera en que puede probar su inocencia es permitirle a Asler Kiis, un


Examinador de la Confederacin, que se adentre en las profundidades de su mente. Asler es
Inarrii, la raza aliengena que hizo contacto con la Tierra hace algunos meses. Su deber es
descubrir la verdad, pero cuando explora la mente de Susan no puede resistirse de arrastrarla en
una experiencia ms intima.
Susan se conforta en la ardiente sensualidad de Asler. Sus exploraciones sensoriales
erticas aleja la oscuridad y su cuerpo pide ms. Pero mientras sus deseos alcanzan nuevos
lmites, Susan encuentra difcil suprimir los recuerdos que est desesperada por olvidar.
La pasin que comparten es suficiente para hacer que Susan aleje su miedo y confe en
Asler, no solo con su mente y cuerpo si no con su nunca compartido corazn?

The Confederacy Treaty3


Undercover Alliance

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arina est aterrorizada. Sus Linar, las lneas curvas nerviosas que habilitan a los Inarrii
para que experimenten su sexualidad al mximo, fueron cercenadas durante la batalla
y ya no puede alcanzar la terminacin. Hasta que acepta un trabajo como
guardaespaldas del embajador humano John Bennings y se impresiona por descubrir que
comparten un lazo mental, un camino reflejo de pensamientos que permitir que Sarina
experimente el clmax completo.
Cuando John es el objetivo de un ataque y se ven forzados a esconderse, no se lamenta de
encontrarse encerrado con la irresistible Sarina. Exploran su conexin ertica y John se alegra de
demostrar que los humanos tienen ms habilidades sexuales de lo que piensa Sarina.
Para probar que est completa y reunirse con su clan Inarrii, Sarina necesita que John la llev
al clmax en pblico de acuerdo con la tradicin. Con una habitacin llena de Inarrii y humanos
observando, John querr desempearse como lo necesita Sarina y su demostracin pblica lo
har vulnerable a otro ataque?

Acerca del
Autor
V

ive en Canad con sus dos hijas, pas


algunos aos en las Bermudas per
decidi volver a su tierra natal para
poder apreciar el cambio de las
estaciones.
Madre soltera, adems de escribir le
encanta pintar y leer, adora los momentos
cumbre en sus novelas y las escenas de
ertica desinhibicin que le ofrecen un
escape a sus fantasas y espera
profundamente que puedan ofrecer un
escape a las tuyas tambin.

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Creditos
Traducido, Corregido y Diseado por

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http://dreambookside.foroactivo.mx/forum
Vistanos pronto Te esperamos

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