1 - Alien Revealed (Satellano) (Saga The Confederacy Treaty)
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1 - Alien Revealed (Satellano) (Saga The Confederacy Treaty)
Staff
Moderacin de Traduccin
Moderacin de Correccin
Edgli
Ale Rose
Traduccin
Correccin
Edgli
Serenity953
Ale Rose
Katiliz94
Kristel98
Leonor_92
Rihano
Julieta9768
Ale Rose
Sttefanye
Edgli
Viqijb
Hanna Marl
Revisin y Recopilacin
Edgli
Diseo
Edgli
Indice
Sinopsis
Capitulo 1
Capitulo 2
Capitulo 3
Capitulo 4
Capitulo 5
Capitulo 6
Capitulo 7
Capitulo 8
Capitulo 9
Capitulo 10
Capitulo 11
The Confederacy Treaty 2: The Naked Truth
The Confederacy Treaty 3: Undercover Alliance
Acerca del Autor
Crditos del Foro
Sinopsis
L
Capitulo1
Traducido por Edgli
Corregido por Ale Rose
Repito, esta es la agente Alinna Gaerri, Unidad Nueve. Tel sho ahoi. Estoy en una
situacin de choque! Alinna grit los cdigos en Inarrii y en el ingls estndar en caso
de que fuera captada por la base de militares humanos en la que estaba a punto de
estrellarse. No deberan estar conscientes de su presencia, pero bajo estas
circunstancias, si la oan, al menos asumiran que estaban recibiendo un reporte retrasado
del ahora el jet en llamas. Agradecidamente, el lenguaje local haba sido engranado en su
conciencia despus de seis meses de monitoreo constante y traduccin de sus
comunicaciones.
Estaba cayendo. Su pequeo puesto de observacin se incrementaba. Capturada por
un jet humano fuera de control, su pequeo lugar de espionaje se vea tan tonto como el
vehculo que haba chocado al suelo frente a ella haca unos momentos. Temblores
subieron por los brazos de Alinna y por todo su cuero cabelludo. Sus lneas nerviosas
Linar forzaban a su piel hacia afuera con bandas flechadas y con crestas que salan de su
cuello y cuero cabelludo en una reaccin instintiva mientras su preocupacin se converta
en miedo.
Su puesto no estaba hecho para esta clase de accin. Una pequea artesana
construida para evitar la deteccin humana, solo serva en trminos de supervivencia a
corto plazo. Haba apenas suficiente espacio a bordo para que su largo cuerpo yaciera
horizontalmente contra el equipo de monitoreo. Su misin era simple, aparcar su nave en
la luna y usar su nave auxiliar para observar el comportamiento humano, para mirar, pero
no interactuar. Pero voy a interactuar; van a tener que despegar mi brillante piel Inarii de
sus nuevas y relucientes instalaciones de Fuerza Area. El sudor se acumulaba en su
frente mientras Alinna luchaba de nuevo para ganar el control, jalando los controles
manuales hacia arriba y atrs hasta que se presionaron contra su pecho.
Luces de advertencia parpadearon. Su altitud caa errticamente.
Mierda dijo en voz alta. Seis meses de escuchar la fluidez verbal de los humanos
para vulgaridades estaban dando fruto. Haba estado observando una discusin subida de
tono cuando el jet la tom por sorpresa, cambiando repentinamente su curso y volando
hacia el espacio areo sobre los bosques que rodeaban las instalaciones militares.
Metindose justo en su camino, su mquina haba roto las olas de pulso ultrasnico que
mantena su punto seguramente oculto. En segundos, el jet se haba estrellado contra el
suelo y explotado en llamas mientras ella observaba, incapaz de hacer nada ms que
luchar por el control de su propio vehculo. El jet se haba roto en tres piezas destrozadas;
haba muy poca posibilidad de que nadie sobreviviera.
El faro automtico de emergencia empez a titilar mientras Alinna se renda de
intentar recuperarse y esta vez se prepar para el impacto. Las puntas de los arboles
golpearon fuerte el escudo externo de la nave, llevando al pequeo vehculo a una cada
elptica. Alinna se sostuvo, su corazn estaba martillando. Sus nervios Linar se curvaban
con lneas que se tensaban y quemaban con alarma. La cada dur por siempre, la ltima
de las olas ultrasnicas golpe la nave contra los altos picos de la vegetacin terrcola.
Luego, con un repentino giro que revolvi su estomago, la nave golpe el suelo.
Alinna yaci atontada dentro de su puesto. Por un momento, ignor los monitores
gritando a su alrededor. Estoy viva. Luego la aguda esencia del ozono capt su atencin.
Las luces de advertencia que repentinamente brillaron y sonaron a su alrededor tenan
sentido de nuevo. Luch por retirar el entumecimiento y encontrar su camino hacia la
portezuela de salida en el frente del vehculo. Gru con frustracin cuando la palanca de
liberacin se rehusaba a operar. Tiempo de salir, ahora. La urgencia envi endorfinas por
su cuerpo, dndole una alta medida de la fuerza Inarii.
Alinna abri la puerta completamente mientras un temblor crepitaba a travs de su
nave. Poda oler humo. Las medidas de seguridad dictaban que necesitara esconder el
punto mientras regresaba a tierra aliengena, pero se preguntaba si quedara algo para
esconder. Arrastr su cuerpo a travs de la puerta sealada, tomando su bolsa de
daada para su ltimo servicio, tendra que encontrar alguna manera de destruirla o
esconderla ella misma. Eso podra no ser posible, teniendo un choque en las afueras de la
altamente asegurada base de Fuerza Area humana. Escane los bosques. Necesitara
un punto seguro de escondite, y pronto. Si era descubierta por humanos, la misin sera
una completa perdida, derivando en desastre para su carrera y un serio problema para el
eventual primer contacto entre los Inarrii y los humanos.
Alinna se alej del escudo del rbol y tembl mientras la brisa fra se rozaba contra
sus piernas. Se senta hmeda. Confundida, mir a sus piernas y qued sorprendida ante
la visin de una gran ruptura en el pesado material de su traje azul de vuelo. Sangre corra
libremente desde una profunda laceracin en su pantorrilla. Como si la visin de la herida
repentinamente la hiciera realidad, el dolor barri por su cuerpo. Se tambale. Un suave
gemido se desliz de sus labios mientras se daba cuenta de que tan mal estaba
lastimada. El dolor brot en su cabeza tambin, hacindola preguntarse si tambin haba
sufrido una concusin durante su repentina cada a la Tierra. Tras ella, olas de calor
salieron de su pequeo punto de espionaje. Al menos la secuencia de auto-destruccin
repentino del equipo de rescate. Sacudi su cabeza. Sus rdenes eran encontrar e
investigar un jet militar que haba enviado seales de peligro y aparentemente se haba
cado cerca de la base.
La asignacin del equipo tendra que esperar. Vidas estaban en riesgo, y la base
tena poca tripulacin. Transferencias recientes y la apertura de una nueva y ms grande
base haba mudado a mucho personal, tanto que l y los otros pilotos actualmente
viviendo en la base haban sido forzados a tomar posiciones de seguridad para este
desastre repentino.
David frunci el ceo. La asignacin esperara de todas formas. De acuerdo con el
ltimo memo, todo el equipo tena que ser evaluado por otro psiclogo. l, en particular,
pronto sera estudiado de cerca, probado de nuevo para adaptabilidad en el deber de
viajes largos al espacio y comandos.
Base a la unidad siete-cero-siete. El mensaje lleg a travs de un canal abierto.
David palme el control a un lado de su casco.
Unidad siete-cero-siete aqu.
Tenemos una comunicacin para el Mayor Brown.
Este es el Mayor Brown replic David a pesar de la sensacin de varios pares de
ojos enfocados ahora en l.
Mayor Brown, hemos recibido una confirmacin satelital de que el jet cuatro-dosnueve est cado y quemndose en el sector Alpha-Charlie-siete-noveno.
Entendido.
Tambin hemos sido informados que la lista estaba despejada excepto por dos
pilotos de la Fuerza Area y una Dra. Janet MacPherson, una civil asignada a tu equipo.
David parpade. Demonios. Murmullos empezaron en la parte trasera del heli-jet. Las
noticias viajaban ms rpido en las jerarquas que un fuego laser. No tena sentido tratar
de acallar los rumores, hacindolo, solo consegua que los rumores volaran ms rpido.
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David sali del heli-jet y hacia el infierno. La ligera brisa sopl humo directo a su cara.
El jet permaneca roto en tres piezas como un juguete desechado tras l, y la cola estaba
en llamas. Cerr los labios contra el nauseabundo olor de aleaciones metlicas y de
plstico destruidas. No haba forma en que alguien sobreviviera esto. El sombro
pensamiento apenas pas por su mente cuando escuch los gritos de su equipo en el
flanco izquierdo del choque. Trot firmemente hacia el grupo, sus ojos rpidamente
enfocndose en su equipo en la posicin arrodillada de la Teniente Lee sobre lo que
debera ser una vctima del choque.
David empuj un par de races de arboles y ligeramente evit ramas de pinos rotas
alrededor del jet cado. La escena le pareca surreal. En un mundo donde quedaba poca
vegetacin, eran invasores en este bolsillo de salvajismo. En un mejor tiempo, habra
disfrutado la esencia de pino, la madera fra y en tonos. En momentos, tambin estaba de
pie sobre el cuerpo de la mujer, sus facciones golpeadas y la pierna izquierda de su braga
azul rota y manchada de sangre.
Sacudi la cabeza e hizo una mueca.
Dra. MacPherson.
Est viva, Mayor! La Teniente Lee ya estaba acarreando el botn de emergencia
mdica.
Qu? La adrenalina rugi en su cuerpo. Haba estado listo para aceptarla
perdida de la psicloga, pero la situacin haba cambiado. Necesitaba su ayuda, ahora.
Teniente Yancy, saca esa camilla del heli-jet. Palme el control en su casco.
Unidad siete-cero-siete a base, tenemos un superviviente y necesitamos atencin mdica
inmediata.
David cambi su atencin de regreso a la mujer herida. Su cabello marrn ligero
estaba esparcido a su alrededor en el suelo. Lee trabajaba rpido, aplicando un compresa
a la pierna de la mujer hasta que llegaran los tcnicos medico. La psicloga gimi,
inclinando su cabeza de lado a lado y exponiendo una serie de tatuajes coloreados
rsticamente que iban desde su cuero cabelludo hasta la longitud de su cuello. David
frunci el ceo. Se vean como la moda de tatuajes hacia un par de aos con grupos de
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los bajos fondos queriendo alinearse con sus races culturales, usualmente especialistas
bajos amantes de la naturaleza. Qu clase de psicloga militar usa tatuajes culturales?
Palme su control.
Branscombe, cmo est todo por all?
Ninguna seal de victimas o componentes.
Un suave gemido devolvi la atencin de David a la doctora herida. Sus parpados
vacilaron, revelaron unos inusuales ojos verdes.
Gohan yi murmur antes de desmayarse de nuevo. La Teniente Lee subi la
mirada hasta l. Una pregunta en sus ojos, pero David se encogi de hombros. Difcil de
decir lo que la mujer estaba tratando de comunicar a este punto.
Pero estaba viva, y le preguntaran luego.
Mayor llam la Capitana Sue Branscombe por el casco ya travs del aire
simultneamente. Su equipo haba trabajado en su lado del accidente y ahora estaban a
varias yardas, cerca de otra serie de arboles gigantes de pino. Le hizo seas con la mano,
indicando que deba ir a su locacin, y l seal que ira en un momento. El Teniente Tom
Yancy lleg con la camilla, caminando a su lado mientras se deslizaba por el aire sobre
una ola ultrasnica. Su gemido de baja vibracin sonaba como contrapunto al sonido de
staccato del jet quemndose. David tom una esquina de la camilla y la nivel mientras
Yancy le sealaba que descendiera, luego le ayud a deslizar el cuerpo inconsciente de la
doctora hacia la superficie plana.
Llvala al laboratorio medico y qudate con ella. Has que el heli-jet vuelva por
nosotros.
David mantuvo su mirada en el rostro de la mujer.
Se mantuvo inconsciente, su piel lisa, plida y desmarcada. Sin el brillante verde de
sus ojos y sus tatuajes inusuales, podra ser cualquiera, o nadie, pero esta era la mujer
quien forjara o destrozara su carrera espacial.
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necesitaban un grupo entero de vuelo para defensa. Tal vez lo que yaca en el suelo era
una pista de por qu la misin era tan secreta.
Alguno de ustedes tiene un kit de muestras?
Yo. El Segundo Teniente, Sven Olens, el ms grande peleador que haba
conocido David, sac un pequeo kit de su bolso.
Toma una muestra de lo que sea esto, y de un poco del suelo a su alrededor.
Branscombe, tienes la grabadora?
Encendida, Mayor.
Filmara la bsqueda y el descubrimiento aqu.
Cualquier pista del componente del jet o el resto de la tripulacin?
No, pero mucho del metal est muy quemado para identificar algo.
Las llamas estn casi afuera. Cuando nos llamaron, no esperaban un gran incendio
o tener que llamar a los bomberos. Nadie esperaba encontrar mucho de nada. Creo que el
componente aun est a bordo y ms superviviviente es muy improbable. Estamos de
acuerdo?
De acuerdo dijo Branscombe por el resto. A los treinta y nueve, ella era la piloto
ms vieja que aplicaba para la misin de defensa de la Fuerza, pero tambin era la mejor,
y su segunda al mando.
Bien. Archiva y busca de nuevo por el componente o cuerpos, pero despus de eso
creo que dejaremos el resto de la bsqueda al grupo de limpieza. No hay nada que
podamos hacer aqu. Ahora.
No puedo creer que alguien sobreviviera esto. El Teniente George Huff sacudi la
cabeza . Es impresionante, no creen?
Demonios, s. David baj la mirada hacia el charco de sangre de la Dra.
MacPherson. Haba sobrevivido. Y haba visto lo que haba pasado aqu. Tal vez la
psicloga sabe ms de esta misin que yo.
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Capitulo2
Traducido por Serenity953
Corregido por Sttefanye
Alinna cont cuatro. Cuatro seres humanos como sus vecinos inmediatos, que
tendrn que tener sus recuerdos alterados si su misin era la de continuar. Ella hizo una
mueca, con los ojos cerrados. Que piensen que todava estaba inconsciente. El dolor
irradiaba hasta su pierna, dejando claro que los tcnicos mdicos humanos podran
beneficiarse enormemente de la tecnologa mdica Inarrii. Pero ese no era su problema.
No, ella bien poda imaginar lo que iba a pasar cuando se las arreglara para informar a su
oficial al mando. Tendra que llamar a un examinador para alterar sus recuerdos... nunca
sera puesta en una misin activa de nuevo.
Dos tcnicos mdicos estaban de pie en el pasillo fuera de su habitacin,
desempeando sus diversas funciones. Un administrador se sent una mesa ms abajo
en el pasillo. Alinna poda sentir sus emociones. Sus sentidos Inarrii podran ser menos
poderosos que algunos, slo poda sentir emociones y no especificar los pensamientos sin
contacto fsico, pero por su trabajo, las emociones eran ms fiables que los pensamientos
directos y mucho ms difciles de ocultar. Todo el mundo en el edificio fue apresurado,
pero la calma es la certeza en su trabajo. Ninguna alarma irradiaba, sin sospecha o temor
por encontrar un extranjero en sus bosques proyectados en el ter. Esto fue una sorpresa.
Su atencin se centr en la mente que no pareca pertenecer all. l se acercaba a su
habitacin. No, l est en mi habitacin.
Sus emociones estaban nubladas, pero su atencin se centr en ella. No poda
esperar ms. Abri los ojos para mirar al hombre de pie ahora slo a un brazo de
distancia. Inmediatamente estall un inters sexual a lo largo de sus delicadas lneas
nerviosas Linar, telegrafiando placer por todo su cuerpo. Alto y musculoso, podra haber
sido un Inarrii si no fuera por la falta de L'inar y por sus profundos ojos azules. Cabello
corto rubio, labrado en pequeos picos con el que ningn hombre Inarrii hara deporte y su
piel plida completando las diferencias, pero su presencia imponente y una clara
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preocupacin sobre su bienestar le atrajo casi de la misma manera que un hombre Inarrii
hara. Le importaba y en lo profundo de su psique emocional, poda sentir una atraccin
recproca.
Consigue controlar el problema, se reprendi a s misma. Este humano tendr que
tener sus recuerdos alterados, tambin. Nadie puede saber todava de nuestra presencia
aqu. Por supuesto, si los humanos resultaban ser un pueblo que el complemento Inarrii
sentira que trabajara bien con la Confederacin Intergalctica, la gente aqu en la base
de las Fuerzas Estelares seran los primeros en ser contactados. Me gustara ser la que
contactara con l, admiti para s misma.
Algunos de sus intereses deben haberse demostrado en sus ojos. El hombre apart la
mirada, un color ligero aument a lo largo de sus pmulos altos.
Dra. MacPherson, me alegra ver que se est recuperando rpidamente.
Alinna parpade. Su mente se aceler. No tenan idea de quin era en realidad, pero
le haban asignado una identidad de la cual no tena ni idea. Debera haber revisado el
bendito componente inteligente en el momento en que me despert. Se aclar la garganta,
intensamente agradecida por todas esas horas traduciendo ingls estndar.
S... qu pas? Dnde estoy?
Estamos esperando lo que nos pueda decir. Soy el comandante David Brown.
Usted fue asignada a mi equipo y estaban en camino a la base de las Fuerzas Estelares
Uno cuando su Air Jet cay al suelo. Todava no hemos determinado la causa del
accidente, pero usted es la nica sobreviviente.
Ella lo conoca. La realizacin la sacudi. Ella haba escuchado esa voz rica y
profunda y visto su cuerpo musculoso en accin desde lejos cuando haba espiado la
base. La familiaridad de alguna manera lo hizo peor. Haba disfrutado vindolo. Con los
ojos clavados en ella, Alinna contuvo el impulso de alejarse. Los Inarrii no mienten bien.
Normalmente no mienten en absoluto. Esta fue una de las razones de que a pesar de que
parecen muy similares a los humanos, los Inarrii estaban restringidos a la observacin
perifrica, no hay contacto. Ms tarde, si las cosas progresaban hasta el punto en que se
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negocie un tratado, sus caractersticas similares, seran una ventaja, al igual que su
reputacin de honestidad. Ahora tena que mentir, o al menos evitar la verdad.
Se sent en la cama, pensando en este punto que la accin era menos reveladora
que las palabras. Cuando sac las piernas de debajo de las mantas, descubri que la
haban vestido con una bata holgada. Sus L'inar fueron cubiertos en su mayora, pero
senta el inters del comandante agudizarse cuando algunas de las marcas perdidas en el
interior de sus codos fueron expuestas por sus movimientos. Luch para mantener
cualquier reaccin bajo control. No poda saber que su inters estaba causando un
hormigueo de deseo expandindose a lo largo de sus curvas L'inar. Los nervios sensibles
se rizaban y envolvan alrededor de su cuerpo, los remolinos de color en su piel develaban
slo un indicio de cmo los sensores interactuaban dentro de ella. En los hombres, el
L'inar suba en crestas estrechas cuando estaban excitados sexualmente. Para las
mujeres slo ocurre con el miedo. En una reaccin sexual se calientan, extendiendo el
placer de su piel a todas las zonas ms sensibles de su cuerpo.
Alinna reprimi un gemido. Haba pasado mucho tiempo desde que haba aliviado la
tensin con un hombre Inarrii. El sexo ayudaba a controlar sus emociones, una capacidad
importante en una carrera con habilidades telepticas y empticas. Su ansiedad por el
momento y la atencin embriagadoramente masculina del Comandante Brown, puso
dbiles sus rodillas. Necesitaba la cabeza despejada y luchaba por el control. Slo se le
haba presentado una oportunidad, si se atreva a usarla. Los seres humanos pensaban
que era alguien esperando trabajo en la base. No se dieron cuenta que era una espa, o
que ni siquiera era humana. Ella podra, por un corto tiempo al menos, mezclarse y
aprender mucho ms de lo que ella o sus superiores haban esperado descubrir sobre los
seres humanos. Reunindose con ellos, trabajando con ellos, respondera de forma
inequvoca a la pregunta de si podran trabajar juntos dentro de la Confederacin.
Pero por el momento, era demasiado. Entre el estrs, la lesin y la atencin del
comandante, sus sentidos estaban en sobrecarga. Se puso de pie y la habitacin gir a su
alrededor. Cuando el comandante la tom por el codo mientras comenzaba a balancearse,
sin darse cuenta toc el primer rizo de su Linar. Se qued sin aliento cuando el placer se
dispar desde el toque casual directamente a su corazn. Se aferr a su brazo, tratando
frenticamente de obtener el control.
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Doctora, voy a estar aqu a las novecientas, la acompaar a travs de los canales
apropiados para equipamiento y asignacin de habitacin, ya que sus cosas, junto con
todo el Air Jet de carga fueron destruidos. Vio su cara con cuidado, pero no hubo
reaccin por la carga perdida. Ella bien saba que ya estaba destruido o realmente no le
importaba.
Ella asinti y l se volvi para irse. En la puerta, se volvi.
Buenas noches, Dra. MacPherson. Pero si se le ocurre algo sobre el accidente que
deberamos saber aqu, espero que me llame. Su comunicador interno est activo en la
mesita de noche. Le hizo un gesto a la pantalla chica en una mesa cerca de su codo.
Llmeme si puede recordar algo en absoluto, Doctora, porque estamos un poco de
perdidos explicando lo que hemos encontrado en el lugar del accidente.
Sus ojos se dirigieron hacia la izquierda, evitando los suyos.
l asinti. Saba lo que quera decir, saba que algo raro haba encontrado por ah en
el bosque.
David sali de la habitacin, apretando los dientes. Ella era sexy como el infierno, y
estaba involucrada en algo. Se le ocurri que era posible que tuviera dos misiones en la
base, posiblemente la asignacin a su equipo podra ser slo una tapadera. Despus de
todo, su prxima asignacin haba sido tan secreta que apenas saba ms que lo bsico.
Podra ser algo mucho ms complicado que una psicloga. No necesito esto. Diablos,
nunca nada es sencillo ya.
Camin por el pasillo hacia las instalaciones de la base de pruebas qumicas.
Probablemente no era de su incumbencia. Debera concentrarse en hacer que su equipo
pase a travs de esta ltima ronda de pruebas y llevarlos all arriba, al espacio. Pero le
molestaba, le molestaba la forma en que ella haba mentido tan mal. Si fuera simplemente
una psicloga, por qu ocultar la verdad?
Las preguntas le carcoman hasta que lleg al laboratorio de pruebas. Aqu, l podra
obtener algunas respuestas, aunque no era asunto suyo. Branscombe tena un contacto
en el laboratorio y le haba prometido algunas respuestas sobre las muestras que haban
recogido en el lugar del accidente.
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porque tena serias dudas de que hubiera un donante compatible con ella aqu en la
Tierra.
Su estmago rugi de nuevo. Es difcil concentrarse en las cosas buenas cuando se
est muriendo de hambre.
Recorri el edificio. Muy pocas personas estaban en el centro mdico y muchos
menos despiertos y alerta. Ella cruz la habitacin hacia la puerta y se asom fuera.
Nadie. Al pasar por la puerta, cruz la sala en silencio a un conjunto de armarios. Haba
tomado nota de ellos cuando la joven mdico le haba mostrado las instalaciones de
limpieza. La novedad de la ducha de agua haba sido puro deleite para su sobrecargado
L'inar y le haba dado al menos un poco de alivio sensorial. Haba estado atada al espacio
por ms de un ao y el agua potable era ms de un lujo que pareca increble. El agua a
bordo nunca podra ser utilizada de esa manera, pero los ultra snicos en su nave tenan
sus comodidades.
Pas la puerta del primer armario abierta. Nada. Un segundo gabinete revel slo
ropa de cama, pero ella sonri con alivio cuando abri la tercera. En una bolsa
transparente, encontr su bolsa de emergencia y su pulsera favorita, que hasta ese
momento no se haba dado cuenta ya no estaba. Estaba simplemente pasando
demasiado, demasiada presin. Ni siquiera haba intentado ponerse en contacto con el
comando para hacerles saber que estaba viva y haba asumido una identidad humana.
Una rfaga de diez segundos de mensaje verbal poda hacerlo sin ser detectado, pero era
un riesgo enorme. Alinna mir hacia arriba y abajo del pasillo. Tranquilamente sac la
bolsa con sus pertenencias y cerr la puerta del armario. Paso a paso en silencio, se
desliz de nuevo a su habitacin y se sent en la cama con un suspiro de alivio.
Pas el dedo sobre el sello tocuh de la bolsa y rpidamente hoje el contenido hasta
que encontr lo que estaba buscando. Su estmago rugi de nuevo. Agarrando el paquete
de plstico, alz la vista hacia un pequeo ruido. El comandante David Brown se apoy en
el marco de la puerta en la entrada de su habitacin. Sus musculosos brazos cruzados
sobre el pecho y mir sin sonrer hacia ella, sus ojos azul oscuro parecan negros en las
tenues luces de noche.
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Alinna contuvo el aliento, su corazn pareca saltar su ritmo regular. Sorprendida, ella
solt lo primero que se le ocurri.
Tiene idea de lo mala que es la comida aqu?
Eso es lo que tiene ah, un pequeo refrigerio? Se acerc a la cama.
Agarr la bolsa de emergencia, un poco ms apretada a su cuerpo mientras su mente
corra a travs de la lista de su contenido. Exactamente qu haba metido en ella la
ltima vez que haba actualizado los aburridos contenidos emitidos por la Confederacin?
No poda recordar. Dej la bolsa a un lado, fingiendo desinters, y quit la envoltura de la
barra nutritiva que haba ubicado antes de la llegada inesperada del comandante.
No es mucho, pero es mucho mejor que lo que sirvieron para la cena.
Los ojos del Comandante Brown nunca la dejaron, pero mientras tomaba un bocado
de la merienda seca, atrapo una pequea sonrisa en las comisuras de su boca.
Tengo que admitir que la bazofia que sirven aqu en el laboratorio mdico es lo peor
que he experimentado jams. Sin saborizantes, y nada que masticar.
Alinna se estremeci de nuevo. Sus pies estaban fros desde el toque de los suelos
desnudos, pero fue su proximidad lo que provoc su reaccin. Ella se volvi, sac las
piernas a la cama y movi la bolsa de emergencia a la mesita de noche en el lado opuesto
de la habitacin del oficial curioso. l observaba cada movimiento y tom nota con inters
de que sus ojos se demoraron ms tiempo en sus piernas que en la bolsa de emergencia.
Se puso la cubierta a lo largo de sus pies.
Puedo ayudarte en algo?
No. l se acerc, agarr la jarra de agua que la tcnico mdico haba dejado en
la mesilla de noche suspendida. l sirvi una copa y se la ofreci a ella.
Gracias. De inmediato tom un sorbo, aliviada por la distraccin. Estaba claro
que l sospechaba algo, o por lo menos desconfiaba de ella. Esto podra ser el resultado
de su posicin encubierta, su investigacin haba revelado que los psiclogos no siempre
eran bien acogidos en las fuerzas militares.
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A menos que haya algo que le gustara contarme de tu verdadera misin aqu.
Alinna se atragant con el agua. l lo sabe!
Perdneme?
El Comandante Brown extendi la mano a sus manos, estabilizando el vaso de agua
que amenaza con derramarse en su agarre tembloroso. Su piel se senta fra al tacto, la
piel mucho ms fresca que la Inarrii y ms spera, la textura fascinante. Diminutos hebras
de oro reflejaban la luz sobre la plida piel de sus antebrazos. Su mirada se suaviz al
mirar a sus ojos.
No s exactamente lo que est pasando, Dra. MacPherson, pero algo no est bien.
No puedo arriesgarme a la prxima misin cuando no tengo a todos usando el mismo libro
de jugadas. Mir profundamente a los ojos, mir a su Lin'thal. No s en que est
involucrada, pero si me dice, yo le ayudar lo mejor que pueda.
No estoy involucrada en nada, pero estoy muy cansada. Se apart de su toque y
del vaso de agua hasta cerca de su bolsa de emergencia. El endurecimiento del tono de
su voz, aadi un ligero empujn emptico a sus palabras. Me gustara descansar.
Un msculo salt a lo largo de la lnea de la mandbula del Comandante. Una ola de
resentimiento rod de su psique, pero se dio la vuelta y se dirigi hacia la puerta. Apoy la
espalda contra el colchn levantado de la cama con alivio, hasta que la mir. Una sombra
de la puerta cay sobre su rostro, pero ella no necesitaba verlo para reconocer su
intencin.
La ver por la maana entonces, Doctora. Reconoca su enfoque emocional. Al
igual que el juego del cazador en su mundo natal, l le haba puesto un blanco y ella saba
que no tena ninguna intencin de dejarla escapar.
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Capitulo3
Traducido por Ale Rose
Corregido por Sttefanye
Alinna regres a la estrecha cama mdica. Los odiosos cobertores alternaban sus
formas de tortura: primero, cindola, sofocndola con su peso desconocido. Cuando se
los quitaba, el aire fro de la noche le daba escalofros y luego se aferraba a ellos. Pens
con nostalgia sobre su ancho colchn a bordo de la nave que dej escondida en el lado
oscuro de la luna, con sus cobertores de aire caliente y los sonidos suaves del hogar.
El sueo la eludi. Sacudi su cabeza ante la imposibilidad de poder descansar
despus que el Mayor Brown prcticamente la haba acusado de ser una impostora y
luego le ofreci ayuda. Si l saba la verdad sobre quin era ella y el por qu estaba all,
no habra ninguna oferta de rescate. De lo que haba escuchado sobre su prxima misin,
el equipo establecido en la base iba a ser la fuerza principal de defensa para una bandada
de pobladores de Marte. De qu ms podran estar defendindose sino de
extraterrestres? Alinna apret sus dientes. El estrs estaba controlndola. Haba muchas
cosas en el espacio de lo que los humanos necesitaban protegerse, pero ni los Inarrii o la
Confederacin eran una de ellas. La Confederacin necesitaba planetas ricos en recursos,
y las personas trabajaran para conseguirlos, pero a diferencia de otros, ellos no crean en
tomar algo que no era de ellos.
Alinna frot las manos sobre sus antebrazos, acariciando sus lneas nerviosas Linar.
Humedeci sus labios con su lengua. Un dolor se estaba formando en su ncleo, uno que
haba estado insatisfecho por tanto tiempo que era innatural. Los Inarrii no estaban
hechos para estar solos. Ellos necesitaban compaa y sexo para mantenerse sanos,
especialmente en las situaciones de alto estrs. Hizo una mueca. No puedo estar ms
estresada a menos que est bajo fuego. Cerr sus ojos y se orient con sus sentidos
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empticos, buscando por un amante que no exista entre los humanos. Era una bsqueda
infructuosa y ella lo saba, pero su cuerpo gritaba por liberacin y su mente lo mismo.
El cuarto mdico estaba quieto a su alrededor. Mientras su psique vagaba, se
encontr con slo unas pocas mentes alertas. Sus pensamientos retornaron a la confusa
oferta hecha por David. El gran hombre no podra saber qu tipo de ayuda le gustara a
ella en este momento. Finalmente, entre las mentes entumecidas de la base, ella encontr
su presencia, mucho ms brillante de lo que haba esperado. Mir ms de cerca, su mente
rozando con la de l, esperando sentir el flujo de emociones confusas que gobiernan la
mente subconsciente. En vez de brillar, pasin concentrada la inund. Inmediatamente
estuvo adentro.
Alinna gimi cuando los labios de David encontraron lo de ella. Luch por alejarlo,
conmocionada por la intensidad de la sensacin. El Mayor estaba experimentando un
sueo vvido, y ella poda experimentar cada matiz. Esto nunca lo haba experimentado
antes; sus talentos siempre se restringan al nivel emptico, y ella escoga compaeros
con el mismo nivel de habilidad. Pero aqu, ella poda sentir su contacto, ver cada detalle,
incluso oler su esencia picante. La mente de David sostena su psique, su deseo era una
correa que serpenteaba alrededor de ella y la abrazaba con fuerza. Como si se diera
cuenta de que la tena capturada dentro de su sueo, su mente la jal en un apretado
abrazo. En el sueo, su cuerpo se moldeaba al de ella. Pudo sentir el contorno de sus
fuertes msculos sobre su uniforme y su corazn salt de deseo.
As que, quieres que te llame Alinna.
Alinna se tens, este shock era ms grande que el anterior. No haba indicaciones en
la evaluacin de las especies que indicaran que los humanos tuvieran algn tipo de
habilidades psquicas, pero claramente ellos estaban equivocados. El hombre le haba
hablado mentalmente, aunque en un sueo.
Si te llamo Alinna, cmo me llamars a m?
Su voz mental, la acariciaba en la misma forma que su tono profundo hablaba en el
mundo fsico. Resonaba con promesas sexuales, no importaba qu palabras comunicaba.
Se relaj contra l y sinti aflojar su apretn. Este era un sueo para l, un sueo sexual.
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Sinti que su propio deseo volva con su dolor familiar. Sonri. Ella no era de las que
dejan de lado una oportunidad como esta. Averiguara cmo l lleg a tener estas
habilidades ms tarde, pero por ahora hara de ste el mejor sueo que l nunca haba
tenido.
David, por supuesto ronrone, se apoy en sus brazos para descansar sus
labios en el pulso de su garganta. Sus sentidos empticos sintieron su deseo saltar a su
respuesta y ella atiz sus llamas, vertiendo calor en su corazn emocional. Ella arrastr
sus dedos sobre sus brazos, trazando patrones en su desnuda piel donde el Linar estara,
si l fuera Inarrii, con el borde de sus uas.
No te llamar Alinna. Te llamar dulzura, mi cosa dulce y sexy.
Sinti que sus cejas subieron. Nunca nadie le haba dado un nombre de amante. Se
frot contra l, dejando que la imagen de la bata que tena puesta en el sueo se
desvaneciera. Desnuda, frot su piel contra la de l mientras pudo, comenzando un baile
que ella rogaba que durara el resto de la noche y calmara sus sentidos estresados.
Lentamente, tom el bulto en sus pantalones con una mano y suspir de placer. l tena el
tamao de un Inarrii en todas partes.
Traviesa. Agarr sus manos con su mano y las mantuvo cautivas mientras la
besaba, sondeando abrir sus labios con su lengua.
Alinna gimi en su boca, retorcindose sobre l. Su deseo la abrumaba, la presionaba
a precipitarse en una intimidad ms profunda sin saborear el fuego lento que l cre en su
interior.
Te necesito! Necesito
Lo s, dulzura, shhh. Sosteniendo apretadamente sus muecas con una mano,
desliz la otra hacia abajo acariciando su piel, frotando la lneas Linar envueltas en curvas
alrededor de sus pechos hasta que ella llorique. l par en sus caricias, mirando a las
lneas nerviosas que estaban mandando olas de placer a su ncleo. Ella sinti la humedad
agrupada en su sinaa, su calor creciendo. Era posible que l la llevara al orgasmo con
slo mirarla. Necesitaba esto desesperadamente.
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Alinna saba que debera pararlo. Acariciar el Linar de esta manera, el hacer esto
significaba algo. Pero su mente bulla de la excitacin que ya no poda controlar. Haba
pasado demasiado tiempo desde que verdaderamente se haba liberado. Todo pareca un
poco confuso, borroso mientras trazaba los diseos retorcidos con la lengua. Hay algo
sobre lo que est haciendo algo que l no debera hacer pero su mente se oscureci
mientras su boca segua a lo largo del Linar de la parte interna de sus muslo hasta que
roz su sexo, su sinaa, y su lengua se movi para separar los labios hinchados. Slo pudo
concentrarse en la sensacin mientras l se adentraba en su ncleo, lamiendo y
chupando, llevndola al pinculo del placer tan fuerte que ella dej escapar un grito corto y
cay.
Olas de placer inundaban su psique en una manera que nunca antes haba
experimentado. Su orgasmo la rompi, pero l no par mientras empujaba sus piernas,
apartndolas y se arrodill entre ellas. Sus pantalones se esfumaron en el sueo para
exponer su gruesa polla, su sobresaliente longitud era tan diferente de los machos Inarrii a
los que ella estaba acostumbrada, quiz no era tan larga, pero era tan suave y muy
gruesa. No esper que su orgasmo disminuyera, sino que se empuj dentro de ella,
lentamente, en cada movimiento ella se abra ms mientras l se plantaba ms profundo
en su sinaa.
Yasai lenali! jade.
Qu? dud, pero ella agarr sus caderas, tirando hasta que la base de su pene
se presionaba contra ella.
Ms, amante! Tan slo ms.
David tir de nuevo, y ella gimi por el sentimiento desconocido. Era mucho ms
amplio que un Inarrii, y se senta bien. La sensacin era como si l se estuviera
dividiendo en dos, pero ella lo quera, lo deseaba tan desesperadamente que le empuj
sus caderas, instndolo a moverse ms rpido.
l mordisque su cuello en repuesta, grundolo.
Ve lento, dulzura. Pellizc uno de sus pezones y ella gimi, el resplandor de la
sensacin chisporroteaba a travs de su Linar. Otro orgasmo se estaba construyendo; el
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vez, bendijo el reducido personal de la base. Debido al nmero limitado de personas sobre
la base grande, tena una habitacin de buen tamao para s mismo, con su propio cuarto
de bao, y se poda ir directamente a la ducha, no importaba la hora, sin hacerle
preguntas. Sac las sbanas de la cama mientras se mova, arrojndolos en el conducto
de reciclaje cerca de la puerta del bao. Siempre dorma desnudo ahora que tena el
privilegio de la intimidad. Se meti en la ducha y encendi el agua caliente. Un chorro de
presin corra sobre l, enjagundolo y lavando el ltimo residuo de la adrenalina de su
sistema.
Puso su cara en el flujo de agua. Corrientes calientes del lquido se vertan por la cara
y por el pecho. Deba de disfrutar de esto en este momento, mientras pudiera. Si todo
sala bien, estara viviendo en el espacio durante un largo perodo de tiempo. El agua
sera limitada y ciertamente no para usarla en baos. Inclin la cabeza hacia abajo para
permitir que el agua se vertiera en la parte posterior de su cuello y hombros. Pensar en
algo trivial no lo estaba ayudando. Su mente se dirigi de nuevo a su sueo, a lo increble
que se vea Alinna desnuda, slo usando esos tatuajes alucinantes. Me pregunto si
realmente se curvan alrededor de su cuerpo de esa manera. Diablos, me pregunto si es
as de caliente. Incluso su piel haba sido caliente al tacto. Pero todo lo que tena para ver
era la bata mdica y el borde de sus tatuajes. No hay manera de saber si las marcas
realmente estn curvadas alrededor de su pecho o decoran sus muslos hasta llegar a su
coo. Su polla se hinch ante la idea. Se buf a s mismo. Contrlate. Nunca lo sabremos.
Adems, slo en un sueo una mujer responde de esa manera.
Con un gemido, cerr el agua. No tena por qu estar pensando sobre la maldita
psicloga, si eso era lo que ella era. Ya haba sobrepasado sus lmites, investig en
privado el material del lugar del accidente. Sin duda eso era el trabajo de otro. Si su
curiosidad levantara sospechas, no habra manera en que estuviera asignado para dirigir
el equipo de forma permanente. Tuvo que poner las cosas en marcha.
David sali de la ducha y comprob la hora. Ochocientas horas. Demasiado pronto
para reunirse con la psicloga y moverla del laboratorio mdico. Probablemente est en
sus formas de liberacin en estos momentos. Se detuvo, mirndose a s mismo en el
espejo. Quizs ahora sera un buen momento para encontrarse con ella, escuchar las
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respuestas que les dio a las mdicos mientras ellos revisaban su historia mdica y ella
recuperaba sus pertenencias. Luego estaba el asunto de ese saco un poco extrao...
David dio una palmada en el mostrador. Tena que reunirse, volver a su misin. Tena
que hacer que la mujer trabajara en su laboratorio y equiparlo para que pudiera comenzar
con sus pruebas, aprobar a su equipo y a l en esas malditas evaluaciones finales. Lo
pasar. Pasar la prueba, conseguir ser asignado, liderar el equipo! Se pas una mano por
su pelo puntiagudo. Con tan slo encender un interruptor su lser exfoliante se hizo cargo
de la sombra de su mandbula. Movindose con brusquedad, se dirigi a su habitacin y
se puso un uniforme nuevo. La visin de su cama sin cobertores puso su polla dura de
nuevo. Apret los dientes con frustracin. Momentos ms tarde, fue a grandes zancadas
por el pasillo hacia el laboratorio mdico.
Branscombe a Brown, solicitando canal seguro. El saludo vino del comunicador
de David. Toc la pantalla y le dio unos golpecitos al comunicador sub vocal que estaba
incrustado en su odo y a sus cuerdas vocales. Nadie
escuchara.
Brown aqu.
Mi pequea desertora del laboratorio ha levanto esas banderas rojas. No creo que
tengamos mucho de qu preocuparnos. Las banderas son procedentes de la Brigada Youfo.
Los llamados Brigada You-fo era una rama pequea de Departamento de Inteligencia
de la Fuerza Estelar que regularmente investiga las posibles incursiones de extraterrestres
en la Tierra, su apodo era porque estaban buscando hombrecillos verdes y sus ovnis. Al
menos, esa era una versin de lo que significaba.
En lo personal, David pensaba que el nombre segua por el hecho de que un
aterrizaje en esa divisin significaba te jodiste. Nadie los tomaba en serio, ya que todava
no haban probado que hubiera una instancia de actividad aliengena en los siglos en que
los seres humanos se han aventurado en el espacio. Incluso su equipo, una fuerza de la
intencin de defender a las poblaciones espaciales, no esperaba defenderlos contra los
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aliengenas. El nico peligro real en el espacio era otro grupo de seres humanos. David
sinti un poco de la tensin en sus hombros en su alivio.
Lo tengo. Pero algo no estaba bien. Entonces, por qu el canal asegurado?
Me tom la libertad de revisar los registros de nuestra sobreviviente contest
Branscombe con evasivas.
David neg con la cabeza, haciendo caso omiso de las miradas curiosas de un grupo
del personal de tropa mientras caminaba por el pasillo hacia el laboratorio mdico.
Branscombe se arriesgaba y se resista al sistema. Esa fue la verdadera razn por la que
todava era una capitana y no haba ascendido de nivel, a pesar de su antigedad en el
servicio.
No quiero saber, Capitana.
Oh, s lo quiere saber, Mayor.
David camin por el pasillo que conduce a las instalaciones mdicas. Dud, al ver a la
doctora MacPherson, Alinna, de pie, con dos de los mdicos en el mostrador de
administracin. Parecan enfrascados en una conversacin.
Qu fue lo que obtuvo? le gru a la comandante.
Bueno, a menos que ella est tomando algunas hormonas de crecimiento, la mujer
que encontramos no es Janet MacPherson.
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Capitulo4
Traducido por Katiliz94
Corregido por Edgli
Alinna sinti una ola de emocin golpear contra ella antes de verle. David vibraba con
furia. El poder de su enojo le forz a dar un paso atrs mientras se aproximaba, sin
embargo apenas la miraba mientras saludaba a la tcnico medico con una sonrisa.
Entonces, nuestra paciente est lista para irse? pregunt a la tcnico detrs del
mostrador. Su voz era tranquila, desmintiendo los sentimientos que senta de l.
Alinna alarg la mano con sus enfticos sentidos. La ira estaba ah, caliente ante su
toque fsico y definitivamente dirigida hacia ella. Reprimi un estremecimiento.
Se haba dado cuenta l de que su sueo de la noche anterior haba sido ms que
un sueo? l le haba mostrado ms conocimiento que lo que haba pensado posible en
un enfrentamiento de poderes fsicos. Haba l imaginado que ella se haba impuesto a
s misma en su fantasa? No es que realmente hubiese invadido su sueo a propsito.
Haba sido empujada por l. Pero poda haberlo detenido. A pesar de que los poderes de
l eran lo bastante fuertes para envolver los de ella, su fuerza no poda igualar su
entrenamiento.
Quiz David sinti que ella haba invadido su privacidad. Hizo una mueca. Tanto
como una invasin, si haba sido a propsito, era tab Inarrii. Pero David era humano y
podra no tener demasiada aversin. Los pensamientos se aceleraron por la mente de
Alinna. Incluso en sus sueos, David haba sentido que algo era extrao.
Quiz se hubiese dado cuenta de que no era humana. Un murmullo corri por las
lneas Linar de sus nervios y luch por el control de la reaccin de pnico.
David volvi su mirada hacia ella, sus ojos fros. Trag con fuerza.
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No. Estoy segura de que quieres comenzar con las pruebas mentales para ti y tus
pilotos. Entiendo que la utilizacin de tu equipo est siendo retrasado hasta que emita un
comunicado final.
David se detuvo, volviendo a agarrar su codo . As que, vas a continuar con las
pruebas?
Po por supuesto que s.
Sus ojos buscaron los de ella. Se pregunt, mientras se maravillaba con el oscuro
color azul de sus ojos que nunca ocurrira naturalmente en su gente, que podra estar
buscando l. Estir el brazo, usando sus sentidos para tocar la psique de l. Ira,
confusin, desconfianza, lujuria. Sus sentimientos la rodeaban, hirviendo como burbujas
de gas en redes hidropnicas. Sonde ms profundamente, buscando la fuente de sus
sentimientos. Su enftico contacto retrocedi cuando choc con una rugosa pared en l.
Las implicaciones quemaron a travs de sus pensamientos. Tena un obstculo, algo que
ella no haba sentido la ltima noche. Cmo aprendi a hacer eso?
David dej ir su codo como si le quemase los dedos. Fuera lo que fuera lo que l
buscaba en sus ojos pareca permanecer evasivo. Sus cejas se fruncieron, y sus labios se
apretaron. Incluso aunque un ceo fruncido arruinase su cara, Alinna se deleit con la
hermosa curva masculina de su mandbula. El placer corra desde el nudo Linar en el
borde interior de su codo donde la haba agarrado. Incluso un tacto agresivo de l le
recordaba la liberacin que haba sentido la noche anterior, y como lo haba sentido de
nuevo.
David se gir, dando una zancada una vez ms en un largo corredor desrtico del
edificio de las Fuerzas Estelares. Por un momento Alinna mir su espalda y luego
continu. Lo que fuera que estuviera mal, cualquier cosa que el sospechase, ella no poda
alcanzarla al mirar en sus emociones. Tens su espalda y avanz detrs de l. Por ahora,
seguira su gua y cumplira con su deber. Al ejecutar estas pruebas, averiguara mucho
ms sobre la especie de los humanos que lo que jams hara solo al observarles desde
una distancia segura en el transbordador espacial.
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Unos pocos momentos y varios giros despus, Alinna se encontr siguiendo a David
fuera del edificio. David camin con pasos largos, por lo que contino siguindole. Se
protegi los ojos del brillante sol. Sin embargo la estrella amarilla le recordaba a su hogar,
los cielos azules de la Tierra eran nada comparados con los cielos del planeta rojo. David
se alej de los edificios y la condujo a un campo abierto. Detrs de l, pudo ver las puertas
abiertas del almacn hangar de las nuevas construcciones de naves espaciales
destinadas a su escuadrn. Los Inarrii eran muy conscientes de los nuevos barcos de los
humanos y sus aspectos tcnicos. Eso no era para lo que haba sido enviada a estudiar,
pero su formar inusual llamaba su atencin.
Cuando David se detuvo repentinamente, casi tropez con l. Cogiendo equilibrio,
levant la mirada hasta los oscuros ojos azules.
Por qu ests aqu? demand.
Qu que quieres decir?
Corta el rollo. S que no eres la doctora Janet McPherson. No s quin diablos
eres. Pero nadie puede escucharte aqu y quiero algunas respuestas. Porque te aseguro
que no voy a sentarme ah mientras haces alguna loca simulacin de prueba mental y
arriesgarme a poner a mi equipo fuera de la siguiente misin de seguridad. David agarr
su antebrazo y la acerc ms a l. Ella poda sentir el contorno de sus dedos mientras
presionaban en su piel a travs de la tela de su prestado uniforme de la Fuerza Estelar. El
tacto, aunque no suave, aceler su deseo mientras l se presionaba contra sus nervios de
Linar. Alinna luch por mantener su deseo bajo control. Sus labios se separaron y su
lengua sali para humedecer su repentina superficie seca. Parte de ella quera contarle la
verdad. Mentir se senta mal, extrao. Pero tena un deber que cumplir. Antes de que
pudiese mentir otra vez, l la interrumpi.
No quiero escuchar otra historia. Tal vez no puedes decirme la verdad, pero ambos
sabemos que no eres quien pretendes ser. David se apart de ella y dio unos pasos
atrs. Volvi la espalda hacia ella. Has alterado los registros, pero no lo suficiente. Si
alguien ms ha estado mirando, no notaran las inconsecuencias. Pero mi capitana es la
actual seguridad de las Fuerzas Estelares. Obviamente tienes la autorizacin para
cambiar esos registros y son documentos de alto nivel de las Fuerzas. No hay manera de
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que hagas esos cambios a menos que tengas la autorizacin de la seguridad de nivel
nueve.
Se dio la vuelta para mirarla, su ardiente mirada recorriendo la longitud de su cuerpo
. A propsito, no te pareces en nada a ella.
La conmocin mantuvo a Alinna en silencio. Sus sospechas estaban muy cerca de la
verdad. Todo lo que l necesitaba era dar un paso ms all, para imaginarla fuera de su
propia organizacin y como una espa del exterior y su cubierta sera completamente
destruida. Si fuese tomada en custodia e investigada, solo sera cuestin de tiempo antes
de que descubrieran que no era humana. La ansiedad forz un latido de su corazn en un
rpido patrn. No estaba entrenada para la posibilidad de la captura, pero haba sabido
que era un riesgo cuando tom este camino.
***
Solo se quedo ah de pie, parecindose a la gatita sexy de su hmedo sueo de la
noche anterior. Por un minuto humillada. No neg sus acusaciones, pero tampoco dijo que
estaba en lo cierto. Por un instante, se pregunt si haba cometido un error. Si realmente
era una espa de las Fuerzas Estelares, l habra arruinado su cubierta. Una brisa
revolote entre ellos, su suave beso apart su pelo de la parte trasera de su cuello.
Alcanz a ver el borde del tatuaje de su cuello y trag con fuerza. Si era lo que
sospechaba, de la Inteligencia las Fuerzas Estelares, entonces estaba aqu por una razn.
Arruinar su cubierta poda ser tan peligroso para su carrera como seguir sus instintos de
presionar sus labios contra su cuello y seguir el tatuaje all donde le condujera.
Qu ms sabes? habl al final Alinna. Su suave voz se agit y l noto la forma
en que sus ojos se lanzaron hacia el hangar de naves y a travs del campo vaco, como si
estuviese buscando un escape.
En ese momento, David sup que nunca podra dejarla marchar. La quera cerca por
numerosas razones, una de las cuales era como de aterrorizada se vea. Necesitaba esas
pruebas mentales terminadas, las necesitaba para la aprobacin de su equipo, para
aceptar la misin. Y ahora, necesitaba averiguar la verdad. No poda dejarla marchar.
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Estaba asustada y obviamente fuera de gravedad. Podra ser una espa de las Fuerzas,
pero algo estaba mal. Su vulnerabilidad le golpe como un puetazo en la tripa.
La mujer a la que haba tomado la otra noche en sus sueos hoy tema por su vida.
Ninguna otra preocupacin poda poner esa mirada en los ojos de una persona
desesperacin.
S que los You-fo estn muy interesados en algo que encontramos en el lugar del
accidente. David la observ de cerca. Sus ojos se desviaron a la izquierda, como lo
hicieron cuando le haba hecho preguntas en el laboratorio mdico. Ella saba
exactamente lo que l estaba pensando. Observ el pulso en la base de su garganta
saltar y parpade mientras el tatuaje en el borde del nacimiento de su pelo pareca
moverse. Trag con fuerza. Se centr.
Qu? Qu es, Alinna? Ese es tu autentico nombre, verdad?
Tom una profunda respiracin.
Creo que ser mejor ir al laboratorio. A comenzar las pruebas mentales. Ella
atrap su mirada, la sostuvo. No s lo que son los You-fo y no me importa. Estoy aqu
para hacer un trabajo y es un trabajo que necesitas terminar, tambin. As que djame
hacer mi deber.
David apret los dientes, pero algo le dijo que no obtendra ms de ella en ese
momento.
Entonces, vamos. La permiti pasarle, luego la cogi suavemente por el codo, la
giro para enfrentarla a l . Pero, no hemos terminado con esto.
S terminamos, Comandante, si quiere ver a sus pilotos en el espacio.
Lo tena ah. La necesitaba para dirigir esas pruebas, as estaba calificada para hacer
eso o no. Mientras no revelase su verdadera identidad, o su falta de ella, an poda darle a
su equipo la luz verde para marcharse. Se merecan la oportunidad de probarse en el
espacio y era la mejor opcin para el trabajo.
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Capitulo5
Traducido por Edgli
Corregido por Viqijb
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escondite o posibilidad de mentirle con ella a ese nivel. Y eso era lo que su costo personal
haba sufrido. La herramienta mental de abrirse a estas personas sin escudos era alta. Era
difcil mantenerse en control cuando senta lo que ellos sentan y saba que se guardaban
preguntas sobre ella. Estas personas eran buenas y aunque lo estuviera haciendo por una
buena razn, los estaba decepcionando.
Alinna necesitaba una represa para el manantial de emociones que estaba contra sus
sentidos. No haba sido capaz de digerir o tratar de probar comida humana despus del
fiasco en el laboratorio, el hambre se aada a su estrs mientras las raciones de
emergencia se estaban casi acabando. Para aadir a su miseria, su pierna aun dola.
Pero la Capitana Branscombe estaba esperando en la habitacin conjunta. Sus
emociones eran ms complejas que las de los otros dos pilotos. Rasgaban las barreras
emocionales de Alinna como escarabajos molestos contra un panel solar. Implacables. La
capitana quera hablar con ella. Quera interrogar a Alinna. Branscombe era ms
apremiante y, de alguna manera sus emociones sostenan una cualidad vengativa.
Alinna enderez su columna, cuadr los hombros. Tena que pasar esto para
completar su misin. Si pudiera reunir informacin del grupo entero, sera suficiente.
Luego se las arreglara, de alguna forma, para regresar con su gente y hacer su reporte.
Frot sus sienes de nuevo. Si llamaba muy pronto, se arriesgara a la exposicin y la
posibilidad de arruinar toda la misin. Si los humanos descubran que estaban siendo
espiados, no estaran felices de unirse a un Tratado con los Inarrii.
Se puso de pie y camin hacia la entrada. El hervidero de emociones al otro lado de
la puerta la haca vacilar antes de abrirle. Alinna frot sus dedos por el borde de los Linar
en sus brazos. Los Inarrii no estaban hechos para manejar este nivel de estrs extendido
por s mismos, pero tena que superar estas entrevistas. Deba volver con suficiente
informacin, o su carrera estaba arruinada. Estara hundida hasta el cuello, no haba
vuelta atrs.
Abri la puerta. La Capitana Branscombe inmediatamente se puso de pie y le sonri.
Pero era ms como un desnude de dientes que una genuina bienvenida. Apison sus
barreras mentales. La mujer volaba con ira.
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Por favor venga conmigo, Capitana. Alinna hizo una sea con la mano hacia la
puerta de su oficina, luego se volte para caminar hacia ella. Exponer su espalda a la
capitana se senta peligroso y luch para mantenerse en calma, para evitar que sus Linar
se tensaran por sus niveles elevados de miedo instintivo.
Esta serie de exmenes estn diseados para durar una hora aproximadamente,
pero entonces perseguiremos un segundo nivel de examen el cual debe tomar media hora
explic Alinna sobre su hombro mientras caminaba hacia el monitor. Hizo una sea
hacia el banco de examen. Por favor, sintese, y empezaremos con la secuencia de
preguntas bsicas para alinear sus respuestas con el monitor.
He hecho un par de estas. S el ejercicio.
Ejercicio?
La rutina.
Mir a la piloto. Su respuesta irritada a una simple afirmacin deca mucho sobre sus
sentimientos respecto al examen en general, inclusive si no verbalizaba el fuerte
resentimiento que Alinna poda sentir emanando de ella.
Has hecho el examen nivel cinco antes.
Me imagino que ya sabe la respuesta a eso, Doctora.
Los dedos de Alinna volaron sobre los controles, alineando la maquina sin las
preguntas bases. Sus habilidades empticas eran por mucho ms precisas que esta
mquina, pero era impresionante a cierto nivel que los humanos llegaran tan lejos para
analizar la compleja psique de su raza. Hizo una nota mental de leer la historia del
desarrollo de la maquina y de la extensa programacin que debe requerir.
No est en tus archivos mdicos replic Alinna tranquilamente.
No, pero estoy segura de que est en mis archivos de seguridad.
Alinna asinti.
Estoy segura que s.
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Se alej y tom asiento en su consola. Sus respuestas tranquilas solo parecan enojar
ms a la capitana. Mientras esta causa de estragos en los niveles de estrs de Alinna
sala de sus escudos, la reaccin contrastante sera un estudio muy interesante, tal vez
incluso un estudio vital de las reacciones humanas para su gente.
Empecemos.
Inici el estndar de preguntas del nivel cinco. La capitana respondi a regaadientes
y poda sentir la frustracin elevndose. No estaba sorprendida cuando la capitana
empez a hablar antes de que Alinna tuviera oportunidad de hacer su siguiente pregunta.
S, mi familia me ama y respeta mi eleccin de estar en las Fuerzas Estelares.
Ahora, Qu le parece si yo pregunto algo, Doctora? Y si me dice quien es usted?
Sus pensamientos se aceleraron. La Capitana Branscombe era definitivamente la
fuente de informacin a la que David se haba referido cuando dijo que saba que Alinna
era una espa. l y la capitana haban claramente asumido que estaba en una misin
clandestina y que la posicin de psicloga era su cubierta. Si solo supieran lo cerca de la
verdad que realmente estaban y qu tan errados.
Creo que sabes quin soy. Volvamos al examen. Despus de todo, necesitas
completar esto para tu misin. Alej cualquier emocin de su voz. Mentir era difcil, as
que dejara que la humana sacara sus propias conclusiones. Incluso aunque decepcin
volaba por su estomago. Volvi a las preguntas. Ests orgullosa de ser una piloto de la
Fuerza Estelar?
Era una pregunta trucada. Todas lo eran, incluso las que ella haba diseado para
medir las reacciones humanas para posiblemente interactuar con otras especies
inteligentes.
La capitana la mir por un momento. Sus mejillas se ruborizaron hasta la raz de su
corto cabello rubio y sus emociones rebotaban con ira y resentimiento. Claramente tena
un problema con las fuerza de Seguridad, o particularmente, con los niveles encubiertos
de Inteligencia de las Fuerzas Estelares. Como la capitana manejara la situacin sera un
interesante reflejo de la habilidad humana para controlar situaciones frustrantes.
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era una oficial de alto nivel de seguridad de la Fuerza Estelar, la forma en que los archivos
haban sido alterados prcticamente lo gritaba, junto con la misteriosa carga en un jet de
la Fuerza claramente para una alta base de seguridad.
Desafortunadamente, Alinna no encajaba con su entendimiento de una espa secreta.
Pareca perdida, en problemas. Su vulnerabilidad podra ser un acto calculado para
aadirse a su descarada sexualidad y esos magnficos ojos. Podra estar usando todas
estas cosas para mantener su cubierta o, ahora que haba sido descubierta, para evitar
que fuera a reportar su identidad usurpada. Claro, tambin sostena las riendas cuando se
trataba de su carrera. Necesitaba hacer su prxima misin; era el tipo de oportunidad que
pasaban una vez en la vida. Mereca ir, su equipo era el mejor para el trabajo, pero sin la
evaluacin psicolgica final, no iran a ningn sitio.
Cay de vuelta en la cama. Si la mujer no fuera tan misteriosa, y tan relevante para su
carrera, estara tentado a coquetearle. Esos ojos, tan fantsticos y sus tatuajes, lo hacan
salvaje. Maana, le preguntara que significaban y al infierno con el decoro. Cerr los ojos.
La manera en que lo vea tan desesperada, l quera ayudar. Quera besarla. Maldicin,
quera follarla, tomarla como lo haba hecho en sus sueos y hacerla olvidar lo que
estuviera mal.
David desliz una mano hacia abajo a su ya duro pene. Alz el elstico de sus
calzoncillos y sacudi la longitud de su eje, luego lo tom en su puo. Sus curvas haban
sido tan dulces en sus sueos. Recordaba el sabor de su piel, la lnea de un tatuaje
mientras se curvaba hacia la dulce pendiente entre sus muslos. La imagen era tan fuerte,
que poda saborearla, sentir su piel caliente contra su boca.
Por favor, David. Su voz pareca susurrar en su odo mientras fantaseaba con la
mujer misteriosa.
Dulzura Se concentr en la fantasa. Era como si estuviera all con l. Mantuvo
sus ojos cerrados.
Sus manos lo tocaban, lo sacudan. Poda oler su suave aroma femenino de
excitacin. Era tan real que estuvo tentado a abrir sus ojos para chequear si estaba
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David pas los dedos de su mano libre por su cuerpo, rozando su piel mientras
trazaba las curvas hasta su pezn. Pinch el brote rosado, empujndolo hasta que
despeg sus caderas contra l en un ruego silencioso. Una chica que tena esta cantidad
de tatuajes como Alinna probablemente le gustara un juego rudo, pens. Movi sus labios
a su pecho y succion fuerte su tenso pezn. Lanz hacia atrs su cabeza y gru. David
sonri, decidiendo que estaba listo.
Se nivel hacia arriba con sus codos dndose el espacio que necesitaba para
alcanzar su otro pecho y los someti a la misma deliciosa tortura. Mientras se
amamantaba de ella, pas su mano hacia abajo para sacudir su vagina, encantado de
encontrar la piel desnuda que estaba mojada con sus jugos. Amaba el hecho de que no
tena suaves rizos de cabello alrededor de su vagina y se maravill de nuevo por la
manera en que sus tatuajes se extendan como zarcillos desde el interior de sus muslos
hasta los labios menores de su vagina.
Un tatuaje aqu debe doler como el infierno dijo silenciosamente mientras trazaba
su camino con sus dedos hmedos.
***
Alinna gimi de placer y frustracin. Necesitaba a David, necesitaba el alivio que
poda proveer, el escape de toda la tensin por la misin. Pero la sorprenda de nuevo,
ambos, con su visin de cmo complacerla y ms importante aun con sus habilidades
psquicas misteriosas. Ni siquiera estaba dormido. Esta vez, la haba alcanzado
mentalmente mientras fantaseaba con ella. La haba arrastrado a este sueo despierto,
alterando las limitaciones fsicas que su mente haba puesto y ahora la reclamaba
mentalmente, como si hubiera nacido con la habilidad. Lo cual crea cierto, aunque no de
la manera en que los Inarri esperaran de los humanos. Las carreras eran mucho ms
similares que por simple apariencia. Alinna jade mientras David sacuda su sinaa.
Debera estar alejndose, debera escapar de la base y encontrar una manera de regresar
con su gente para hacer su reporte. Lo que ahora saba de los humanos era suficiente
para finalizar la decisin de un aproximamiento directo de los Inarrii para un Tratado,
estaba segura de eso. Pero eso significara dejar a David, un pensamiento poco atractivo
considerando el hecho de que no estaba segura de poder volver a casa. El pulso de
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Tena razn sobre eso. Lo necesitaba y poda or su anhelo tan claramente ahora
como haba ledo su honesto deseo de ayudarla temprano. Eran dos especies diferentes;
seguramente no podra completar el Mitta lensahn de cualquier manera, sin Linar para
trazar en su cuerpo. Con el fuerte empuje de su dedo, la penetr y la preocupacin vol
lejos de su mente. Succion duro mientras la joda con primero uno, luego dos largos
dedos y sinti el orgasmo que haba empezado antes, regresar para envolverla.
Sus msculos internos se ondularon sobre sus dedos y lami sus jugos, prolongando
sus palpitaciones de placer. Antes de que pudiera recobrarse, le dio la vuelta, alzndola
sobre sus rodillas delante de l, pas una mano por la curva de su trasero, apretando
primero una nalga y luego la otra. Traz sus Linar all, tambin. A diferencia de algunas
mujeres Inarrii, tena varias lneas errantes curvndose sobre su trasero y llevando un
rastro hasta su sexo desde atrs. Pocos hombres Inarri pensaron en acariciarlas y el
toque de David la complaca y atormentaba por su enfoque primitivo.
Se inclin para tocar con sus labios sus lneas nerviosas, succionndolas gentilmente.
Ella gru, su cuerpo hablando por ella mientras abra sus muslos y alzaba sus caderas,
pidindole que la tocara de nuevo. Sus pezones se frotaban contra las sabanas,
atormentndolos mientras deslizaba su dedo de nuevo dentro de su sinaa. Cuando su
aliento caliente toc la abertura de su trasero, se estremeci ante la sensacin, pero nada
la prepar para el intenso placer que le trajo mientras lentamente bordeaba su abertura
anal con su lengua hmeda. Mientras exploraba, sus dedos continuaron frotndola y
cuando introdujo su lengua dentro del pequeo agujero de su trasero, grit en sorpresa y
placer.
Justo ahora Alinna, eres ma. Djame tomarte de cualquier manera que desee y
cuidar de ti.
Dicho mentalmente, era tan cerca a una promesa de apareo que Alinna casi lo
detiene, pero necesitaba esto, lo quera. Era tan diferente de cualquier Inarrii con el que
hubiera estado y le traa deseo mucho ms all del nivel de cualquier cosa que hubiera
sentido.
S.
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Su simple respuesta fue suficiente. La frot de nuevo y lentamente lami su ano hasta
que se estremeci. Cuando pensaba que se vendra de nuevo, sintiendo el orgasmo
creciendo en ella, se alej y arrodill tras ella. Sujetando sus caderas, centr su pene
contra su sexo, luego la empuj hacia atrs contra l hasta que estaba profundamente
enterrado en ella. l gru, su control claramente en el borde. Con un lento movimiento, la
empuj hacia delante de nuevo hasta que su pene se liber de su sinaa. Presion la
hmeda punta contra su trasero.
Alinna tembl y trag fuerte. Ningn Inarrii la follara all. No era tab formalmente
dicho, pero no era algo que oyera que se hiciera. Los dedos de David se presionaron
contra su cadera, atrayndola hacia atrs contra su miembro. Su dureza la tena
sacudiendo la cabeza. Pero la envolvi con los brazos desde atrs para frotar su sinaa, la
piel fra de su brazo inadvertidamente cepillando los Linar de su cadera, aadido al placer
inmediato de sus dedos acariciando su ncleo. Ella se relaj, concentrndose en el placer
y gimi fuerte mientras su pene la violaba. Por un segundo, se tens, pero l continu
dndole placer a su sinaa, frotando el pequeo centro de su racimo nervioso mientras se
impulsaba lentamente contra ella.
El placer se construy y grit fuerte, dejndose ir. Todo en el mundo desapareci
excepto el sentimiento de sus manos y su pene. Con sorpresa, se dio cuenta de que
estaba acariciando toda su longitud en su interior. Mientras que no era largo bajo
estndares Inarrii, era ciertamente ancho y era impresionante que se sintiera bien.
Presion hacia atrs contra l, ya sin necesitar ser guiada. Dirigi el ritmo ahora,
afilndose hacia atrs mientras follaba su culo con su pene y su sinaa con sus dedos.
David gru su nombre, sus arremetidas menos controladas. Estaba acercndose a
su orgasmo. El pensamiento de l esparciendo su semilla dentro de ella de esta manera la
volvi salvaje. Corcove contra l. Fue suficiente para empujarla dentro de una
estremecida montaa orgsmica. Su reaccin deriv en la de l y apret sus caderas duro
mientras bombeaba su orgasmo dentro de su trasero. Despus de un momento, se
hundieron en la cama. Liber su pene de ella, su longitud an dura. Envolvi sus brazos a
su alrededor.
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Capitulo6
Traducido por Julieta9768
Corregido por Edgli
Alinna se liber del enlace mental que David haba establecido y volvi a su cuerpo.
Tendra que dormir sin ella. Toc el sensor en la piel debajo de su oreja, activando el
modo de comunicacin de su unidad de comando interno. Aunque saba a nadie de la
base Inarrii poda verla mientras hablaba en el canal enfocado, se sent en su cama y
envolvi su cuerpo con la sbana ligera.
Alinna Gaerrii, Unidad Nueve respondiendo. Inar sahiir tel. dio la bienvenida
Inarrii antes de que poder sobreponerse, entonces apret sus manos en puos en
frustracin silenciosa. Usar su lengua nativa en una lnea que podra ser monitoreada era
un error de principiante. Al ser contactada cuando ella acababa de establecer
comunicacin con David, un hombre al que no haba tenido la intencin de ver, haba
perturbado sus nervios ms de lo que haba credo posible.
Es este cdigo seguro?
Creemos que lo es, aunque el tiempo hasta el probable decubrimiento es limitado.
Alinna reconoci la voz profunda de su oficial al mando, el Comandante Jannii Finar
.Agente Alinna, ests herida? Necesitas ayuda?
La preocupacin se mezclaba con la inflexin en la voz de su comandante.
Alinna trag con fuerza contra una repentina oleada de anhelo. Echaba de menos a
su gente. Todo era diferente aqu, incluso el olor del aire. En casa ella poda oler la sal de
los ocanos sin importar dnde se encontrara. Aqu el toque de los qumicos limpiadores
nunca dejaba el aire de los edificios y el olor de la selva donde haba aterrizado era tan
ajeno a su pino nativo que nunca olvidara. Ella nunca se acostumbrara a los cielos
azules de la Tierra tampoco, en comparacin con las nieblas calientes rojas de su planeta
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de origen. Slo el placer exquisito que haba encontrado en los brazos de David durante
las dos ltimas noches haba hecho el esfuerzo bajo el que estaba soportable.
Estaba herida, pero he recibido tratamiento mdico. Alinna se apresur a ofrecer
ms informacin antes de que el comandante pudiera asumir que haba sido
descubierta. Estoy hacindome pasar por un evaluador humano psicolgico. Es muy
complicado de explicar ahora, pero actualmente estoy operando sin ser detectada y he
reunido ms informacin en los ltimos dos das que la que tengo en los ltimos cuatro
meses.
Esas no eran sus ordenes agente! Tenemos que sacarla de all antes de que la
descubran.
No veo cmo eso es posible, al menos no en este momento. Estoy ubicada en el
interior de la base de las Fuerzas Estelares. Actualmente estoy realizando entrevistas bajo
mi cubierta como psicloga e hice un descubrimiento enorme Un estruendo repentino
interrumpi sus palabras. El monitor de cristal en la pared frente a la cama traqueteaba
con la vibracin.
Qu es eso? demand el Comandante Finar.
No s... Un segundo estruendo son, lo suficientemente fuerte para hacer eco
en sus odos.
El escner indica que la base es atacada. Usted debe salir de la base
inmediatamente y pngase en contacto con nosotros fuera de su permetro.
No puedo. No lo entiende, estas personas son importantes. Rpidos choques
puntuaban sus palabras, la detonacin definitiva cortando toda comunicacin. Una
explosin sacudi el edificio y el contenido de su habitacin con tanta fuerza que un vaso
se cay de la mesa de noche. Comandante Finar?
El canal codificado haba muerto, y ella no haba tenido la oportunidad de decirle a su
gente lo ms importante que haba aprendido: los seres humanos podran poseer
habilidades psquicas. M'ittar, la comunicacin mental, era un aspecto vital de la vida
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Inarrii. Con l, los seres humanos tenan el potencial de ser verdaderos socios con los
Inarrii.
Alinna apart la sbana, cogi su ropa cuando el sonido de otra explosin reson en
el aire . Por los dioses, qu est pasando ahora? murmur en voz alta, meti las
piernas en los mismos pantalones de uniforme que haba llevado antes y se asegur la
parte superior mientras se mova hacia la salida. Su pierna protest brevemente por el
dolor, pero ella la ignor.
La puerta no se abri. Golpe su hombro contra ella, usando cada onza de su fuerza
Inarrii. Poco a poco cedi y ella fue capaz de abrirla lo suficiente como para escapar.
Puesto que nada mantena la puerta cerrada en el otro lado, supuso que haba sido
mantenida cerrada por un orden de seguridad. Aunque no haba daos visibles de
inmediato, las campanas de alarma sonaban en los pasillos desiertos y el tenue olor acre
del plstico ardiendo contaminaba el aire.
Alinna dud por un momento. Con la base atacada, esta podra ser su nica
oportunidad de volver a establecer contacto con el Inarrii desde su posicin dentro de la
base. Si era capaz de acceder a la lnea de comunicacin humana ahora mientras que los
canales se llenaban probablemente con charla defensiva, sera capaz de usar su
comunicador para ocultar sus mensajes dentro de ellos. Vacil, mirando a izquierda y
derecha por los pasillos vacos. Era arriesgado. Tendra que tener acceso directo a travs
de un centro de comunicaciones con el fin de eludir cualquier sistema de control activo.
Respir profundamente para calmarse. La transmisin de la informacin sobre la
capacidad humana de usar m'ittar vala casi cualquier riesgo.
Entrando en el pasillo, accedi a la unidad de mando interna. Sac un mapa del
complejo y utiliz las instrucciones que le haban dado para dirigirse a la sala de comando
y de comunicaciones ms cercana. Detrs de ella, los sonidos de destruccin
continuaban, probablemente las paredes exteriores del edificio derrumbndose bajo el
embate del ataque. Sacudi la cabeza ante la locura de navegar a travs del edificio.
Estoy ms segura fuera. Alguien est tratando de liquidar este lugar.
El vaco de los pasillos revolva sus nervios. Alinna abri sus sentidos, tratando de
asegurarse de que nadie haba resultado herido cerca. Tena que completar su misin,
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pero esta gente la haba ayudado. Hara todo lo posible para ayudarles a cambio, incluso
si tena que exponerse cuando tratara de hacer contacto con su gente. Sus sentidos
empticos le sealaron el camino. En direccin del centro de comunicaciones, otros
haban intentado huir del edificio y varios estaban heridos o atrapados. Era difcil saber
exactamente lo que estaba ocurriendo bajo la sobrecarga psquica de la sorpresa, el
miedo y la angustia.
Dobl la esquina de la sala, tomando el giro a la izquierda slo para llegar a un pasillo
bloqueado por escombros. Revis el mapa que se mostraba en la retina, pero no haba
ninguna ruta inmediata a las personas en el otro lado, o al centro de comunicaciones. En
cambio, se dio la vuelta y cre un sendero a travs de los pasillos, la unidad de mando
haba trazado una ruta por el camino. El rugido de fuego lser lejano la espoleaba. Su plan
consista en dar la vuelta por los pasillos hasta llegar a una zona donde pudiera a la vez
entrar en contacto con su pueblo y ser de alguna ayuda para los humanos.
Varias veces, se abri paso a travs de las puertas cerradas, golpeando su hombro
contra ellas y desgarrando sus manos ms all del punto de ruptura.
Finalmente lleg a su destino y comenz a trabajar su camino a travs de la puerta de
al lado. En el otro lado estaba el centro de comunicaciones y cerca de all por lo menos
cuatro personas heridas. Las explosiones se haban detenido, pero todava poda sentir la
ansiedad de la gente que estaba tratando de alcanzar. Mientras ingresaba a la habitacin,
instruy a su unidad de comando interno para acceder a los ordenadores de
comunicaciones abandonados en las mesas a su alrededor. Cuando trat de hacerlo, se
precipit hacia el lado opuesto de la habitacin.
Hola, me oyen? llam Alinna.
Mir a su alrededor frenticamente, buscando algo para abrir camino hacia los
heridos. En la oficina de comunicacin haba poco para ayudarse y gimi en frustracin
mientras su unidad interna le deca que no poda acceder al sistema de comunicacin de
los humanos debido a la potencia de fluctuaciones del ataque. Dio un puetazo contra la
puerta de metal, decidida a ayudar a alguien, incluso si no poda ayudarse o a su causa.
La puerta no se movi y estaba cada vez ms dbil. Su pierna haba empezado a latir, la
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quedaba de ella, quedara destruida. Kahemnit dal, maldijo. Slo hay una cosa que
empeorara la situacin. Por favor, dioses, no dejes que vea mi L'inar.
***
David se qued en el interior de la oficina de seguridad de la base, donde haba sido
llamado a informar despus de que el ltimo atacante haba sido rechazado. Se resisti a
la tentacin de pasear por la planta. A su equipo no se le haba permitido unirse a la
defensa y la necesidad insatisfecha de luchar, de defender a su pueblo, lo hizo estar en el
borde.
Conscientemente saba que el equipo y las nuevas naves eran demasiado valiosas
para lanzar durante un ataque areo como ste, estaban hechas para maniobras
espaciales, pero maldita sea, haba sido difcil sentarse y esperar.
Ahora estaba esperando a Alinna, para saber qu iba a pasar con ella. Qu
demonios estaba haciendo ella destrozando un rea restringida? El pensamiento dando
vueltas y vueltas en crculos por su mente. Por primera vez, se pregunt si la Capitana
Branscombe se haba equivocado. Y si ella no era un agente encubierto de las Fuerzas
Estelares? Y si ella estaba con otro organismo, uno de los anti-colonizacin del espacio,
un grupo de rechazo? l abra y cerraba los puos. Tena esos tatuajes inusuales... Y si
estuvo involucrada en el ataque a la base? Esta es mi culpa. Haba sabido que ella estaba
all bajo una identidad falsa y no haba hecho nada.
La teora ciertamente explicaba su aparente falta de experiencia a la hora de
mantener su identidad oculta. Un grupo rebelde indisciplinado no proporcionara el tipo de
entrenamiento para mantener a largo plazo una fachada. Pero no explicaba cmo haba
llegado al jet de seguridad en primer lugar, o cmo haba cambiado los registros que
indican que era Janet MacPherson. Branscombe juraba que todos los mtodos implicados
en las alteraciones de registro confirmaban definitivamente que era un miembro de las
Fuerzas. La teora no coincida con la necesidad que senta de ella tampoco, el sentido de
prdida e impotencia. Si realmente era de los grupos anti-espaciales, no tendra nada ms
que desprecio por l. Era un piloto de las Fuerzas Estelares de carrera, por el amor de
Dios. Lo nico que emanara de ella sera odio.
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La puerta interior se abri . Mayor Brown, por favor venga. El jefe de seguridad
corpulento entr e hizo un gesto a David hacia la sala de interrogatorios. Alinna estaba
sentada en una mesa, con las manos cruzadas delante de ella, con el rostro sereno, pero
cansado. El cabello le caa en un lo desigual y su uniforme estaba en desorden. Sus
nudillos raspados y sangrando, como si hubiera estado en una pelea.
David mir ms atentamente a Alinna, observando sus hombros ligeramente cados y
la cara plida. Incluso en su estado despeinado, era hermosa, sensual. Si ella tuviera una
sonrisa en lugar de la mirada en blanco que luca ahora, parecera haber salido
directamente desde su cama despus de una noche de amor difcil. Apret los dientes.
Deba tomar el mando de la situacin. Ella podra ser una traidora.
Parece que la Dra. MacPherson se perdi en su camino tratando de salir del
edificio.
David mir al oficial de seguridad. El hombre sonri con simpata a Alinna. Cmo
diablos haba hecho para salir de esto?
S, he tratado de salir del edificio, pero me pareca ir en crculos Alinna habl en
voz baja, con los ojos fijos en la mesa delante de ella.
El ataque ha terminado, la nave atacante fue destruida. Por desgracia, no tenemos
confirmacin de su identidad. El jefe movi la cabeza en seal de frustracin. Hemos
pedido al comandante Brown que la escolte de vuelta a su habitacin. Esa seccin recibi
un dao directo muy reducido, a diferencia del resto del edificio. Pas una mano por la
parte de atrs de su cuello.
Gracias. Me gustara ir a mi habitacin. Estoy muy cansada.
David apenas poda creerlo. La mujer haba estado en una zona segura, tena una
excusa completamente endeble e iban a dejarla ir sin una queja. Por lo que haba odo,
incluso haba hecho algn dao. La sorpresa se volvi molestia al ver que el agente de
seguridad le ofreca una mano para ayudarla a levantar. David sinti que sus cejas se
elevaban hacia arriba y rpidamente control su reaccin. Este hombre la deseaba tanto,
que estaba casi babeando. David fue completamente ignorado durante el intercambio y no
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Capitulo7
Traducido por Kristel98
Corregido por Hanna Marl
David vio cmo Alinna tragaba su segunda cerveza como una profesional. Las
bebidas eran una cerveza canadiense que haba descubierto el ao pasado que llevaba
una gran cantidad de alcohol con un sabor fuerte y picante. Alinna no estaba a punto de
decirle todo lo que l necesitaba saber, al menos no voluntariamente, pero desde la
mirada vidriosa en sus ojos, el alcohol podra darle una ventaja. No saldra de la
habitacin hasta que tuviera algunas respuestas.
Esto es realmente bueno. Alinna habl lentamente, pronunciando claramente las
palabras. Ya fuera por la bebida o porque estaba tratando de ganar tiempo, David no
estaba seguro.
Creo que s. Qu blindajes, Alinna?
Ella se puso de pie bruscamente, cogi su vaso todava en su mano. Y evit sus ojos
. Blindajes? No s de lo que ests hablando. Tom otro trago de su bebida. Por
supuesto que no s nada de blindajes mentales. Alinna coloc la segunda botella vaca
en la mesa al lado de su sndwich a medio terminar.
Por supuesto que no. David la mir con andares un poco inestables mientras se
mova nerviosamente por la habitacin. Quieres otra bebida? Una ms debera
hacerlo. La dama no est acostumbrada a beber. Y enterarse de los escudos mentales
suena como un buen lugar para comenzar.
Claro. Ya lo creo. Otra bebida suena como una gran idea. Alinna estaba junto a l
cuando rompi el sello de la ltima botella en la bandeja. Desde que l estaba fuera de
servicio, se les permita cuatro bebidas, por lo que haba ordenado su adjudicacin plena.
Ella la cogi con impaciencia.
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Te deseo, Alinna gru y se alej de ella. No puedo hacer esto. Ella est medio
borracha, no slo achispada, pero no creo que ests en el estado de nimo correcto
para hacer algo consciente...
Te deseo, Ya'lenali. No me digas lo que puedo decidir. No me presiones. Necesito
esto. Alinna se sac la camisa del uniforme a lo largo de su cabeza, dejando al
descubierto su cuerpo tonificado.
Santo Cielo. La curva de tatuajes derecha sobre su pecho, como en mi sueo.
David trag saliva. Quera tocarla, para trazar las lneas fascinantes sobre cada dulce
curva de su cuerpo. Se meti los dedos en su pelo en seal de frustracin . Dulzura, no
puedo hacer esto. Maana, t te arrepentirs y yo me sentir
Te sentirs malditamente bien. Al igual que yo quiero sentirme en estos momentos.
Pas sus dedos sobre sus tatuajes, seductoramente siguiendo el camino que quera
mucho remontar, hasta que lleg a la espalda y desabroch el sujetador sencillo de su
cuerpo. Cuando sus pezones tensos saltaron a la vista, David gimi en voz alta. Mira
murmur, s van por todas partes.
Oh Dios.
Los dioses no importan. Puede ser como las otras veces slo que mucho mejor.
Quieres ver a dnde ms van? Toc las lneas de su estmago, metiendo un dedo en
su cintura.
David gru en su garganta. Ella estaba jugando con l y maldita sea si no le
gustaba. Dio un paso hacia ella y ella dio un paso atrs, lo que lo llev a su dormitorio
privado. No poda parar, no poda apartar los ojos de sus dedos mviles o sus pezones
duros. Dio otro paso y otro, hacia ella.
David, me encant como lo hiciste anoche, Ya'lenali.
David se detuvo. La idea le golpe como un jarro de agua fra. Ayer por la noche? Lo
de anoche fue un sueo. Ni siquiera un sueo, una fantasa.
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slo hasta las rodillas. Sus temblores concentraron la atencin de David en su reaccin a
la atadura. Rpidamente la volc sobre su cama y se baj los pantalones el resto del
camino por sus piernas. Alinna se qued sin aliento y l mir su expresin. Un rechazo
ahora conducira a la locura.
Pero el brillo de sus ojos revelaba su emocin tan claramente como sus duros
pezones y su coo mojado.
Se imagin atndola a la cama, una visin que sali de su boca seca. Mejor an,
imagin sus largas piernas extendidas y abiertas sostenidas por enlaces suspendidos del
techo. Era una fantasa que haba tenido antes, pero nunca se lo permiti. Con el acceso
de esa manera, l podra lamerla hasta que pidiera clemencia.
Por favor, David le rog, haciendo eco su sueo. Ella se retorca en la cama
frente a l, su necesidad casi desesperada. Se arrodill en el suelo, junto a la orilla de la
cama. Ella levant sus caderas para l en una muestra de descarada lujuria. La accin
trajo una sonrisa a su cara. Quera satisfacerla, pero quera algunas respuestas de ella,
tambin. Traz sus dedos sobre el tatuaje que se encrespaba en su muslo izquierdo. El
color sin duda permanente, el borde de la obra de arte estaba limpio y afilado como si
hubiera tenido la tinta puesta en ella recientemente. Sus atenciones trajeron un gemido de
sus labios . Por favor, puedes...atarme... si quieres.
l se qued quieto . Puedes ver lo que estoy imaginando. Cmo es eso posible?
No pares. Puedo sentir tus emociones, tu deseo y cuando nos tocamos, puedo
escuchar lo que ests proyectando.
l le acarici la curva de su tatuaje, esta vez un poco ms cerca de su cara interna
del muslo. Tena toda su atencin, tanto sexual como intelectualmente. Pas sus dedos
sobre sus dos piernas y aspir su aroma despierto. Ella se retorci, trat de levantar sus
caderas en respuesta, pero l la sujetaba. Control. Mantener el control.
Por qu tienes que estar en control? jade mientras trazaba las lneas que
apuntaban directamente a su cltoris.
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Debido a que tanto lo necesitas como para renunciar a ello. Tienes que confiar en
m. Dime la verdad.
Te estoy diciendo la verdad.
Cmo aprendiste a leer mentes?
No lo hago. Ella se agach para tocarse y l la agarr por la mueca. Empuj sus
brazos hacia arriba, l se levant de sus rodillas para subirse a la cama para presionar
contra sus brazos sobre su cabeza y tuvo su eje frente a las caderas. Su piel irradiaba un
calor y un aroma ctrico que le haba dejado jadeando con el deseo de lamerla de nuevo.
Con la mano libre, acarici las marcas de un pecho hasta que lleg a su pezn. Se lo puso
entre la yema de su pulgar y su dedo ndice, pellizcando hasta que ella grit.
T no lees mi mente?
No jade. Leo tus emociones. A veces tus pensamientos me gritan, pero lo
haces t, no yo. Siento lo que sientes hasta que haces la conexin. Entonces puedo or
tus pensamientos. Sus palabras se arrastraron ligeramente y ella luch para pronunciar
cada una con cuidado exagerado.
Y cmo aprendiste a hacer eso?
Nac con ello.
David sacudi sus caderas contra las de ella. l poda sentir su calor justo a travs de
sus pantalones militares. Esta era una tortura tanto para l como lo que pareca ser para
ella. l la quera, poda probarlo. Intent una tctica diferente.
De dnde has sacado esos tatuajes?
Nac con ellos, tambin. David, por favor! Ella enganch sus piernas sobre su
espalda, luchando para moverse ms duro contra l.
l se apret contra su calor hmedo. Mierda, no puedo tomar esto mucho ms
tiempo. Nunca haba tenido una mujer tan sensible. Ella reaccionaba a cada toque, cada
caricia. El sudor perlaba por su frente. Entonces cay sobre la cuenta de lo que haba
dicho.
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El caliente triunfo brill a travs de sus venas. Era l, hara lo que le peda. Ella no
confiaba en l, sin embargo, no del todo, pero al darle el poder aqu en la cama, el resto
debera seguir. Acab atando la improvisada venda sobre sus ojos, el algodn blanco
brillante se miraba crudamente primitivo contra el matiz dorado de su piel y la suavidad de
su pelo castao.
Ella tembl en sus manos. Su polla palpitaba en respuesta, insistiendo en ser liberada
de los estrechos confines de sus pantalones. Rpidamente se puso de pie y se quit los
zapatos y lo ltimo de su uniforme. Su polla sobresala por delante de l y la acarici de
pie junto a ella. Apretando los dientes, se resisti al impulso insistente de hundirse hasta el
fondo en su dulce coo. Sus labios se separaron, mientras esperaba, probablemente
preguntndose qu demonios estaba haciendo.
Sin pensar en lo que estaba haciendo, David cogi su uniforme descartado y at
primero una pierna y luego la otra a la estructura de la cama. Ignor sus pequeos
gemidos de impresin y agarr su camisa para atarle las manos por encima de su cabeza
hasta la cabecera. Dio un paso atrs para admirar su obra. Aplastada sobre las sbanas
de la cama, tena que ser la mujer ms exquisita que jams haba visto. Apret los
dientes. El control puede ser ms difcil de lo que pensaba mientras miraba las marcas
curvadas que la cubran desde los codos hasta las rodillas.
David... Ella susurr su nombre como si tuviera miedo de lo que iba a hacer a
continuacin, pero sacudi sus caderas en la cama, lentamente, con movimientos
incontrolados provocando murmullos de sonido mientras se frotaba contra las sbanas. Su
corazn lata con fuerza, no tena idea de lo que iba a hacer, pero con su misin estaba en
juego, no haba manera de que se fuera de esta cama sin respuestas, sin importar lo
mucho que tuviera que presionarla.
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Capitulo8
Traducido por Leonor_92
Corregido por Sttefanye
El corazn de Alinna se aceler. Nunca se haba sentido tan consciente
sexualmente como en este momento. Como una Inarrii, estaba bien versada en el
sexo y los placeres que poda proveer, pero con David, el nivel de sorpresa sobre sus
mtodos y su reaccin ante ellos siguieron aumentando. A ella nunca se le haba
pedido dar el control de esta manera. En una raza que continuamente utilizaba el
contacto directo de la mente m'ittar, todo era compartido, nada experimentado solo.
Pero con sus habilidades concentradas en el lado emptico de m'ittar y con el regalo
inexperto de David, no estaba segura de lo que iba a pasar. Ella confiaba en l,
confiaba en l para complacer al menos a ambos. No saber lo que podra hacer o
cmo podra hacerlo era emocionante y un poco aterrador.
Un cosquilleo de temor se desliz a travs de su L'inar. Sinti que las lneas
nerviosas temblaban, tensndose. No tema por su vida o su cuerpo, pero la emocin
que senta era tan diferente que estaba provocndole una reaccin instintiva. Por una
vez, se felicit de la reaccin y lo disfrut movindose rpidamente a travs de su
cuerpo. Ella jade en voz alta en el placer y se imagin lo que le podra parecer a
David cuando escuch su simultnea toma de aire.
Qu diablos? Su voz reflejaba la emocin que le proyectaba a ella sus
sentidos empticos, impresin, confusin.
Alinna se estremeci. Gracias a los dioses que la lujuria permaneca por debajo
del resto de sus reacciones inmediatas.
Te lo dije, no son tatuajes.
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Qu...? El contacto de su piel fra contra sus L'inar la haca gemir en voz
alta. Bajo sus manos, ellos cayeron de nuevo, la reaccin lenta mientras el miedo y la
emocin se mantena alta en sus emociones. Pero su contacto estaba enviando
mensajes contradictorios de pasin directamente a su sinaa. Si ella hubiera podido
abrir las piernas aun ms o llegado a tocarse ella misma, lo habra hecho. Se mordi
el labio, tratando de permanecer quieta mientras l tocaba las lneas de nuevo.
Qu eres, Alinna?
Yo... yo soy una Inarrii. Soy de una raza muy lejos de este sistema.
El se detuvo, tirando de sus manos hacia atrs. Sus emociones en blanco: El
haba colocado esa barrera otra vez, que ella no tena idea de cmo haba aprendido
a crear. El corazn le dio un vuelco. Ella lo deseaba a l. Por los dioses, su cuerpo
arda por l. Si l la rechazaba ahora, no sera capaz de soportar la tensin o, se dio
cuenta, la prdida de su compaa. Cundo haba llegado a preocuparse tanto? No
importaba. Ella lo necesitaba, ahora.
David, por favor. Sigo siendo una mujer. No me dejes as. Sus palabras se
unieron al silencio y ella se tens contra sus ataduras. El suave algodn sobre sus
ojos se senta como una crcel y sinti que sus L'inar comenzaban a endurecerse de
nuevo mientras el pnico se estableca. La urgencia la forz a hacer algo que nunca
haba hecho antes; le proyect sus emociones, tir el poder de su miedo y
desesperacin y anhelo a su psique. Cuando sinti que su mano alcanzo a tocar su
muslo en un apretn reconfortante, ella se hundi en el alivio y lo traspas a l
tambin, su alivio, su lujuria, incluso la soledad que haba sentido desde que lleg a
esta tierra extranjera.
Shh l la consolaba sin prometer nada. As es como estuvimos juntos
antes. Me tocaste con tu mente. l le acarici distradamente sus L'inar, frotando
los dedos contra la piel. El placer y la alegra zumbaba a travs de sus lneas
nerviosas y envi esa emocin a David, tambin. Ella se tens contra las ataduras,
desesperada por tocarle, por ser tocada. La espera, esto era algo que un Inarrii no
hara a otro, hacer esperar por una respuesta, o incluso pedirla.
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M'ittar. El mejor regalo que nos dieron los dioses. Aparentemente a ti, tambin.
Tus pensamientos me llevaron a tus sueos, David. Yo no poda llegar all por m
misma. Slo puedo sentir y enviar emociones por mi cuenta. Necesito el contacto de
otra mente para tener un verdadero intercambio de ideas y experiencias.
Su lengua se desliz sobre las palabras humanas en desesperacin. Los
pensamientos parecan ms difciles de formarse, aunque si era por sus extraos
alimentos o por ser controlada sexualmente, ella no estaba segura.
Eres hermosa. Su caricia casual vacil. Pero, cunto de todo esto es una
mierda? Qu demonios ests haciendo en la Tierra?
No pares murmur ella. Juro que te voy a contar todo, pero no dejes de
tocarme. Yo... te necesito.
Ella se aclar la garganta. Una ola de confusin la golpe. Se estremeci en
todas partes y se estaba volviendo cada vez ms difcil concentrarse cuando lo nico
que quera era que David la tomara, la usara y la complaciera y no parara nunca.
Nunca imagin que debera tratar de explicarle su raza mientras estaba atada,
desnuda, en una cama ajena.
Los Inarrii necesitamos sexo para mantener nuestra calma, para eliminar el
estrs. Y he estado muy estresada desde que llegu aqu. Nuestros sueos juntos
apenas me han mantenido.
l permaneci en silencio. La ansiedad de Alinna creci. La visin que David le
haba dado de sus fantasas ms oscuras haba sido aterradora, pero emocionante.
Quera controlar su cuerpo y ella le estaba entregando el control total, tanto de su
cuerpo y su futuro mediante la revelacin de su verdadera identidad y naturaleza. Se
puso en contra de los lazos en sus muecas, recordndole en silencio que estaba a
su merced. Sospechaba que poda usar su fuerza para liberarse, pero sera difcil y
sera el fin de cualquier vnculo de confianza que ella y David podran haber
comenzado. Si ellos llevaban esto ms lejos algn da, saba que iba a descubrir sus
lmites y probablemente empujarlos ms all. No habra manera de escapar. La
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emocin se desliz a travs de ella en el pensamiento. Una parte de ella que nunca
supo que exista esperaba que l le diera la oportunidad.
Qu ests haciendo aqu?
Mi transbordador se estrell. Fue derribado por el jet que se estrell en su
base. Estaba desorientada y herida. Cuando recuper la conciencia, t ya me habas
etiquetado como la Dra. Janet MacPherson. Como no poda volver a mi nave y no
poda revelar quin era yo, me asegur de que el comando de aqu estuviera de
acuerdo con esa idea.
Te pareces a nosotros. Puso ambas manos sobre sus muslos y ella se
estremeci de alegra. Su deseo irradiaba por l como el calor, tan caliente que casi lo
poda sentir en sus labios.
Excepto por el L'inar. Son realmente lneas nerviosas. Ellos reaccionan al
miedo, la emocin y... jade mientras le acariciaba las lneas de su abdomen
inferior. Y el placer.
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Y al dolor?
S... Ella se puso rgida cuando una repentina imagen cruz la barrera
mental que l haba levantado. Se vio inclinada sobre el regazo de David mientras l
le daba una palmada con la mano desnuda a travs de su culo. Vas a torturarme,
despus de todo?
Tal vez.
Alinna se retorci en la cama por la repentina intensidad y la promesa en su voz.
Sus movimientos parecan enfocar su deseo, poda sentirlo en ella como la pared
entre sus mentes se deslizaba y el m'ittar se profundiz entre ellos.
***
Estas escuchando lo que estoy pensando? David empuj el pensamiento a
Alinna. Su desnudez y la forma en que ella se estremeci bajo sus manos, hicieron
malditamente difcil concentrarse en la locura que se desarrollaba alrededor de l. Su
polla no haba decado incluso cuando ella haba demostrado sin lugar a dudas de
que no era humana. La forma en que su piel se tensaba en los nervios a lo largo de
las marcas de sus tatuajes, sus L'inar, era extrao, pero no desagradable. Los nervios
estaban estrechos y no muy altos. Ellos se sentan como el borde liso de una costura
bien planchada contra el satn de su piel y cada nervio curvado elevado en un diseo
fascinante bajo sus dedos a lo largo de un ertico camino a su coo muy mojado.
Considerando la forma en que ella responda cada vez que l le daba a estas
nuevas zonas ergenas el ms mnimo roce, el sexo con ella sera siempre
emocionante. Ms que eso, sus fantasas secretas revoloteaban salvajemente por su
mente. Ella haba dudado, pero estaba claramente emocionada tanto en ser
controlada por l y por ser recompensada por su entrega. Nunca haba tenido la
oportunidad de experimentar este nivel de dominio. En el ejrcito haba muchos
niveles de autoridad y control, pero el control no llegaba a convertirse en sexual. Las
relaciones sexuales entre compaeros eran permitidas, pero incluso implicar un
deseo de dominacin sexual con una mujer en cualquier nivel dentro de la fuerza
podra terminar su carrera y haba estado en las fuerzas desde que tena dieciocho
aos.
La irona no pas desapercibida para David. Haba encontrado a su compaera
definitiva de cama, una mujer sensual que responda a cada toque, quien le dio la
bienvenida a sus fantasas ms oscuras y haba resultado ser una aliengena que
podra ser una espa enviada para acabar con la Fuerza Estelar por completo, no slo
su carrera dentro de ella. La eleccin era suya por el momento, para mantenerla o
denunciarla, pero la verdad saldra con el tiempo. Y entonces? Para qu estara
ella aqu? Fuera lo que fuera, no sera l quien descubriera sus verdaderas
intenciones. En el momento en que alguien supiera su verdadera naturaleza, ella
sera arrebataba de sus manos y dada a los You-fo justificando finalmente la divisin
del Departamento de Inteligencia de las Fuerzas dedicada al descubrimiento de
formas de vida extraterrestre.
Slo le quedaban unas horas con Alinna. Entonces tendra que denunciarla.
Demonios, debera reportarla ahora. Pero el pensamiento lo dej vaco. Ella se qued
inmvil en la cama frente a l mientras contemplaba los problemas que ella realmente
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lneas fluidas. l sigui movindose, cambiando los lugares que tocaba para que ella
no supiera lo que vena despus. Sus suspiros se convirtieron en gemidos, cada vez
ms y ms excitados.
Incapaz de resistirse, la toc con su lengua, prob sus tensos pezones y su piel
caliente. Pas su lengua por los hermosos diseos de su Linar, trabajando su camino
hasta su coo. Ella dio vueltas por debajo de l.
David, deja que te toque, por favor!
No. l la golpe ligeramente en el muslo, castigndola por su demanda. La
sensacin de estar en control, de complacerla a su ritmo, lo estaba volviendo loco. La
verdadera cuestin no era si l poda controlarla, sino si poda controlarse. Vio su
Linar extenderse desde el lugar donde la haba golpeado. Su respiracin se
enganch y la mir a la cara para juzgar su reaccin. La forma en que ella se lami
los labios y gimi, elimin cualquier culpa que pudo haber sentido sobre castigarla.
Confa en m, haz lo que digo y voy a darte todo lo que necesitas.
Ella se lami los labios de nuevo. Su boca lo invit. Se inclin para besarla y ella
arque la espalda para empujar sus pezones en su contra.
Traviesa. l se movi hasta la cama, poco a poco tomando el tiempo para
arrastrar su piel y su polla hasta la longitud de su cuerpo, inclinndose con una rodilla
a cada lado de su estmago. Se inclin, arrastrando los dedos sobre su Linar
subiendo a la parte interior de los brazos hasta los codos.
Con cuidado, l empuj sus caderas hacia delante hasta que su polla se centro
sobre su boca. Sin preguntar, ella abri los labios, pero dud en tomarlo. Satisfaccin
se verti a travs de David. Ya estaba aprendiendo a esperar por su seal. l le
acarici el Linar como recompensa.
Lmeme orden.
El clido aliento de su gemido ronrone sobre su piel sensible. Apret los dientes
y rez por fuerza mientras su lengua sali a tocar el lado de su polla. Despus de un
momento, ella pareci ganar su confianza. Lo prob, lo sabore mientras lama en
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Capitulo9
Traducido por Edgli
Corregido por Sttefanye
Placer intenso atraves a David mientras se impulsaba en Alinna. Ella se
estremeci y grit su nombre mientras su orgasmo la haca aicos, su placer y dicha
resonando con su contacto mental compartido. Lo llamaba mittar, pero l lo llamaba
cielo mientras su cuerpo reaccionaba y sus bolas se tensaban. Los msculos se
acordonaban y se estiraban con xtasis mientras se introduca profundamente en ella.
Con un rugido, se vino, su semilla disparando muy dentro de ella.
Por ese momento, estaba completo. Alinna presion su rostro en su cuello,
murmurando palabras que haba dicho antes. Su fluido lenguaje le recordaba las
notas que haba odo una vez de una cantante polinesia. El recordatorio auditivo de
su trasfondo aliengena le hizo elevar su cabeza para mirarla.
Qu demonios hice?
Debera haberla reportado en el instante en que supo que algo estaba mal. Pero
no lo haba hecho. Le dej continuar su charada como psicloga y cuando descubri
que era algo mucho ms alarmante que una espa interna, debera haberla escoltado
derecho a la oficina de seguridad. Mierda. Jod a una aliengena, al igual que a mi
carrera.
David descans su frente contra la de Alinna. Tom esa oportunidad para llevar
sus labios a los de l, su beso gentil. Debera haberla entregado, pero no lo haba
hecho y lo peor era que estaba feliz de no haberlo hecho.
Alzndose, enganch los lazos en sus muecas, jalando el nudo hasta que fue
libre. Pein las suaves y lisas ondas de su cabello y desliz la venda de los ojos hacia
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que haba estado en su mente por aos. Y si tena la oportunidad, lo hara de nuevo.
Quera pasar tanto tiempo como pudiera con ella. Pero a expensas de mi mundo, mi
gente.
***
Alinna sacudi su cabeza. David la estaba bloqueando. De alguna manera haba
aprendido a evitar que ella leyera sus emociones. Se visti rpidamente, pero lo vea
por el rabillo de su ojo. Se mova rgidamente, abruptamente. Tal vez pensaba que
escondiendo sus emociones, poda mentirle, pero su cuerpo deca la verdad. A pesar
de la confianza que le haba mostrado y el hecho de que le haba contado la verdad
sobre su misin, no le crea. O al menos no estaba seguro de su motivacin.
No haba tiempo para convencerlo, pero sin su ayuda, dudaba que pudiera
regresar a su nave, con su gente.
Sin su ayuda, el Tratado podra estar acabado antes de empezar. Haba pasado
antes, desconfianza llevando a razas enteras lejos de la Confederacin y directo a los
brazos de los Raveners. Se apresur a vestirse. Tena que haber una manera de
convencerlo y encontrar las emociones que haba empezado a sentir floreciendo en
su corazn. Le importaba y haba habido esperanza.
Estaba introduciendo sus pies dentro de los zapatos de suela suave de su
uniforme cuando la sorprendi de nuevo.
Debes haber aprendido mucho durante esos exmenes de mi equipo.
Lo mir. Su rostro era de piedra, sus movimientos tensos mientras se meta
dentro de sus pesadas botas .Lo hice.
Qu esperabas aprender de mi?
Lo que aprend de ellos. Que son personas inteligentes, preocupadas,
divertidas, compasivas y apasionadas. Complejas, pero generalmente honorables.
Dio un paso hacia l, pero se alej.
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la pena estrellarme en tu planeta. Pero si vas a ser tan paranoico que vas a
arrastrarme a tu oficina de seguridad y decirle al mundo que un alien ha estado
espiando tus Fuerzas Areas, que us algn tipo de poder para hacerte dormir
conmigo o lo que sea que est preocupndote en esa mente tuya bloqueada,
entonces adelante.
David la mir. Luego parpade y sacudi su cabeza, una sonrisa saliendo de su
amplia boca. Terminaste?
Y t?
No, pero tenemos que salir de aqu antes de poder hablar contigo un poco
ms. Sujet su mano de nuevo. Ella lo dej, encontrando una semilla de alegra en
ella que la impulsaba a mantener su paso de nuevo. No tena idea de lo que haba
encontrado divertido sobre ella o su situacin, pero un destello de humor parpade en
el borde de su barrera mental.
Pasaron el corredor que llevaba a seguridad y dieron vuelta a la izquierda. El
mapa interno de Alinna le dijo que estaban a punto de salir del edificio. La
escondera en los bosques? No poda estar all por mucho tiempo. Preocupacin
tena a los Linar en sus hombros tensndose.
David Su voz se desvaneci. Parpade ante el repentino rayo de luz solar
mientras abra la puerta.
Solo qudate tranquila y sgueme. Le dio un pequeo apretn a su mano.
***
David fue a travs del campo fuera del edificio 4B. Un camino polvoriento rompa
la recortada grama, y lo sigui, tomando el mismo camino que haba tomado junto a
sus pilotos por los ltimos meses mientras estaban en la base. La primera vez que
haban caminado por aqu, el Segundo Teniente Sven Olens haba cado directo en
los tallos verdes y rodados. David suspir. Lo que iba a hacer iba en contra de todo
en lo que su equipo y l luchaban. Iba a matar cualquier oportunidad que tenia de ser
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lder de equipo, tal vez incluso de ser un piloto. Iba a arriesgar su futuro, tal vez su
vida y quizs incluso la seguridad del mundo. Pero le crea.
L o senta, lo sabia en sus huesos. Estaba diciendo la verdad sobre lo que era, lo
que era su gente, por qu estaban aqu. Y no se haba perdido del miedo en sus ojos
o su voz cuando habl de los Raveners. Lo que fuera que fueran, eran una amenaza
para la gente de Alinna y la tierra.
Tal vez le haban lavado el cerebro. Quizs estaba haciendo justo lo que ella
haba planeado, rescatando una damisela en apuros, una espa, por el amor de Dios.
O tal vez solo estaba pensando con su polla. Tal vez solo la llevara de regreso de
donde sea que haya llegado y volver a casa, pretender que esto nunca pas. Sudor
goteaba de la parte trasera de su cuello dentro de su uniforme. Eso nunca pasara.
En cualquier jodida cosa en la que se estuviera metiendo, nunca sera igual de nuevo.
Debera volver. Incluso ahora, debera detenerse y arrastrar a Alinna hacia
seguridad. Nop, no pasara. Cualquier argumento que su mente inventara, sus
entraas saban mejor y a estas alturas en su carrera de piloto, confiaba en sus
entraas.
Mayor Brown. Un joven patrullero se alert e hizo su saludo mientras David y
Alinna alcanzaban el hangar de transporte.
Sargento. David rezaba para que Alinna estuviera tras l, sus sentidos o
poderes o lo que sea que haya usado en seguridad antes, listo para usarse ahora, lo
necesitaran.
El patrullero se hizo a un lado, dejando a Alinna y David pasar a travs de la
pequea puerta y hacia el edificio. Las amplias puertas del hangar estaban cerradas,
probablemente aun en reaccin al ataque reciente. La construccin tena paredes de
doce pies de grosor con una aleacin de plstico-metal y era casi tan parecida a ser a
prueba de laser como era posible.
David caminaba firmemente hacia la unidad de vuelo, tom un traje y un casco y
le hizo seas a Alinna para que hiciera lo mismo. Frunci el ceo cuando mir el
casco, pero su rostro se aclar cuando l meti el suyo en su cabeza. Hizo lo mismo y
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silenciosamente meti sus piernas en el traje de vuelo. Le hizo seas hacia el equipo
de comando local, notando que estaba llevando su nave a un vuelo de prctica y le
seal a Alinna como la Teniente Angie Lee. Con su identidad registrada, no
necesitaba introducir la suya, ya que slo estaba registrando una nave para un vuelo
de prctica dentro de la atmosfera.
Se meti su traje de vuelo y mir a Alinna luchando con el set que le haba
lanzado. Habra sido divertido si no fuera lo ms estpido que alguna vez hiciera en
su carrera. Finalmente subi las cremalleras y cerraduras por ella, sellndola dentro
del traje. Era por su propia seguridad, pero no le dolera sentirla bajo sus manos de
nuevo. Su boca se sec, y no solo por el miedo de perder su trabajo. Poda olerla.
Quera enterrar su nariz en su cabello, besarla de nuevo, hacerle el amor. En cambio
cerr el visor del casco de ella.
Mayor Brown, no est asignado a hacer otro vuelo de practica hasta las mil
cuatrocientas, seor.
David sonri cuando se volte hacia el administrador en la puerta. Un pequeo
cambio de planes, Eddie. Las cosas han estado pasando muy rpido por aqu,
tenemos que liberar un poco de calor. Eddie soaba con volar, pero nunca pasara.
Incluso la ciencia moderna no poda hacer que el hombre viera de nuevo despus de
que perdiera su visin con cuna llama qumica. Eddie entenda la necesidad de volar,
sin embargo.
Entiendo, Mayor. Enmendar los planes de vuelo para usted. Eddie ya se
haba volteado hacia el comando antes de terminar de hablar. David movi a Alinna
frente a l y caminaron por las puertas mientras Eddie aun hacia los cambios.
David uni su comando con el del casco de Alinna y opt por sub-vocal, dejando
los niveles de seguridad en el mismo en nueve e individualmente colocando los
cdigos de paso de la cerradura.
Necesitamos tener una nave ahora antes de que nos busquen y descubran el
cambio de planes de vuelo. Ests segura de la ubicacin de tu nave?
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Ests seguro de que quieres ayudarme as? Tal vez podamos encontrar
alguien de tu gobierno que escuchara.
David se mantuvo caminando hacia el hangar principal, apresurando el paso
mientras consideraba sus palabras.
No, necesitamos sacarte de aqu. Hay personas aqu, que han estado
buscando aliengenas por mucho tiempo y no creo que estuvieran muy felices de
encontrar un espa o creer que tu Tratado es real.
Pero t s crees?
Estoy sacndote de aqu, verdad?
David pas su identidad por la puerta del hangar y camin hacia el cobertizo
principal. Luces masivas superiores derramaban un resplandor brillante sobre todo.
Metal negro brillaba junto a la superficie de los luchadores ms rpidos del espacio
que los humanos alguna vez hicieran. El corazn de David lati fuertemente, orgullo
envolvindolo. Eddie debe haber hecho el trabajo ya que las luces del camino de
vuelo estaba titilando y los aviones estaban saliendo de su nave, alinendose para l.
Dio un profundo suspiro de orgullo que se volvi dolor. Esta deba ser la ltima vez
que podra volar como algo ms que pasajero y eso sera como un prisionero cuando
las Fuerzas areas descubrieran lo que haba hecho.
La nave se detuvo. Camin hacia adelante, preguntndose lo que Alinna
pensaba de la belleza, pero decidi que estaba alegre de no saberlo. Alegre de que
estuviera silenciosa mientras suban los escalones hacia la cubierta y caminaban por
la rampa hacia la nave. Pas su mano enguantada por la puerta para la suerte, por
comodidad.
Mayor Brown a administrador de vuelo, estamos a bordo. Tom su asiento,
vio a Alinna sentarse por el rabillo de su ojo en el asiento de copiloto. Se asegur y
esper a que ella hiciera lo mismo. Capt un destello de su rostro por el visor. Sus
ojos estaban preocupados, sus labios hacia abajo en un fruncido. Haba aprendido
eso mirando humanos, aprendido sus expresiones faciales, o eran las suyas
naturalmente similares? Se volvi hacia los controles y dej su cabeza contra el
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Capitulo10
Traducido por Rihano
Corregido por Viqijb
La nave se elev hacia el cielo como una gil ave. David manejaba la embarcacin
con destreza, con estilo. Alinna imaginaba los msculos protuberantes en sus brazos,
dentro de su traje de vuelo, mientras se apoderaba de los controles. Su capacidad, su
confianza en el cielo, le record el control y la fuerza que le haba mostrado en la cama. El
pensamiento envi una sensacin de escalofros a lo largo de su L`inar.
Necesito la posicin de tu nave.
Alinna volvi al presente, a la misin que los ocupaba. Ella solt las coordenadas,
pero David la mir sin comprender.
Eso est muy bien murmur l. Puedo tener la ubicacin en coordenadas de
la Fuerza Estelar?
Trag. Senta que l estaba enojado, pequeas olas de furia se derramaban sobre
sus barreras y contra ella. Lamenta haberme ayudado.
Alarg la mano para teclear en un panel de control. Una vez ms, su tiempo
estudiando el idioma de la Tierra result muy valioso.
Estas son las coordenadas de tu base y estas son para tu nueva base en Marte. Si
las usamos como puntos de referencia, la computadora puede entender mis instrucciones.
Yo puedo seguirlas desde all.
Estoy segura de que puedes vacil Alinna y luego alarg la mano para tocarle el
brazo. Ella necesitaba estar en contacto con l, incluso si tena que ser a travs de sus
guantes y su traje pesado. Si ellos llegaban a su nave, probablemente l la abandonara
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all. Pero debera estar agradecida de que hiciera eso despus de su engao. La dejara
all y regresara a su casa. l evit su mirada, manteniendo la suya fija en el paisaje
estelar.
Suspir, alejando su mano de l y colocndola en su regazo, mir a la luna
acercndose rpidamente. El arrepentimiento inundaba a Alinna. Sus mentiras, incluso
aunque necesarias para el futuro de sus pueblos, aseguraban que David nunca deseara
un apareamiento formal, nunca completara el M'itta lensahn con ella. Tom una
respiracin profunda. No poda esperar o incluso desear nada mejor. No, ella se
concentrara en la esperanza de un nuevo Tratado. Los Inarrii nunca haban encontrado a
un verdadero compaero, incluso dentro de muchas especies de la Confederacin. Los
seres humanos podran ser lo que los Inarrii haban esperado cuando se unieron al
encuentro intergalctico de razas. La vida sera interesante. Sera buena, se dijo ella,
incluso si tuviera que estar sola.
David llev su nave a baja altura sobre la superficie de la luna, rozando la parte
picoteada lo suficientemente que ella poda ver las paredes de los crteres poco
profundos. El hombre haba nacido para volar.
Eres muy bueno.
Qu? l la mir.
Ella se aclar la garganta.
Eres muy bueno volando.
l apret los labios y mir hacia otro lado.
Estamos casi all.
Alinna trag. l la estaba dejando fuera.
Tengo que desactivar los escudos, o podramos volar derecho sobre esta y nunca
sabra que estaba all.
En serio? Ni siquiera t puedes verla? La curiosidad era mucho mejor que la
ira.
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***
l debera irse. Pero las palabras dando vueltas sobre revisar la tecnologa aliengena
volaron de sus labios y saba que las quera decir. Quera ver una nave aliengena de
cerca y personalmente. Podra ser su nica oportunidad.
Y maldita sea, l no quera irse. Si se iba ahora, no tena nada a lo que regresar ms
que el abrupto final de su carrera. No haba forma en que se hubiera alejado, dejndola
aqu y slo cayendo de nuevo en su vida.
Apret los dientes. Si se iba ahora, tendra que decirle adis a Alinna. No habra
ninguna posibilidad de volver a verla. Se mora de ganas de tocarla, abrazarla, hacer el
amor con ella. Mierda.
Ella lo llev a su nave. Su paso saltarn y el agarre ocasional de los convenientes
asideros era el mismo que cualquier espaciador en un viaje a largo plazo en entorno a la
ingravidez espacial. Ninguna nave pequea usaba el control de gravedad, la prdida de
energa se consideraba demasiado alta para la mnima comodidad. Mientras l la segua,
poda sentirla, aunque estaba haciendo su mejor esfuerzo por pretender que no poda.
Cmo haba llegado a ser capaz de sentirla y experimentar sus emociones?, estaba ms
all de l. Tena que ser ella. Nunca haba sentido las emociones de alguien ms as.
Claro que, ser consciente del estado emocional de su equipo lo converta en un mejor
comandante, pero no habra sido lo mismo.
l ya la haba tenido. Debera ser capaz de dejarla ir, esta mujer de una tierra extraa,
un pueblo extrao. Ella lo haba necesitado, as que la haba ayudado y quedaron, ambos,
satisfechos en el proceso. Haba cumplido una fantasa que nunca imagin poder hacer
realidad, al menos no sin pagar en un lugar de sexo una cantidad enorme de dinero.
Pagar para dominar a alguien era casi una contradiccin de trminos. No significaba nada.
Lo que l haba compartido con Alinna... si ella hubiera sido humana, puede que eso haya
sido todo. El hecho de que no fuera humana... maldicin, lo hizo an mejor.
David apart sus ojos de ella, obligndose a prestar atencin a su nave. Esta era otra
fantasa. Una tecnologa aliengena. Quin, de los pilotos de la Fuerza Estelar, no
imaginaba conocer a un extraterrestre? No imaginaba un primer contacto, un gran
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descubrimiento? Haba soado con esto desde que era un nio. No es que hubiera algo
que ver all. Las paredes eran de color negro, sin rasgos distintivos a medida que
avanzaban hacia el puente de su nave.
Alinna golpe su palma contra una almohadilla plana en la cerradura final del puente.
La escotilla se desliz cerrndose detrs de ellos. Ella se puso el casco y le indic que
hiciera lo mismo.
Esto es todo.
Qu? Todo es... plano. No hay controles.
Hmm? Oh. Ella desliz un dedo por la superficie. En cuestin de segundos, las
paredes, el piso, el techo, cada superficie brillaba a la vida con pequeas manchas
luminosas. En constante cambio, el flujo de las luces pareca formar dibujos, palabras tal
vez y luego pasaban rpidamente a medida que l miraba.
Lo siento, una cosa que no compartimos completamente es el mismo alcance
visual. Eso debera ayudarte a ver. Pon tu mano aqu. Hizo un gesto a la plataforma
plana.
David puso su mano donde la suya haba estado un momento antes. El panel se
calent debajo de su piel, y sinti diminutos patrones levantndose a su toque. El calor y
la textura le recordaban los L`inar de Alinna y l retir su mano, perturbado.
La nave te reconocer ahora como aliado.
No hemos firmado tu Tratado todava. Maldicin, nadie sabe siquiera que ests
aqu, excepto yo.
Es cierto, pero lo harn. Despus de hacer mi informe, mi gente estar en contacto
con la Tierra, probablemente en cuestin de horas para verificar lo que he visto.
Les vas a decir lo que viste en la base? De mi nave? El corazn de David lata
con fuerza. Ella ha visto nuestras capacidades defensivas de cerca y personalmente,
despus del ataque a la base.
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David, ellos saben todo sobre tu base. Lo que no saben es de ti. Ella sacudi la
cabeza hacia l y se dio la vuelta. La escotilla se abri y se apart de l, usando la baja
gravedad para impulsarse hacia adelante. La sigui, con una mano agarrando su casco
protector y la otra sujetndose de las agarraderas a lo largo de la pared mientras se
mova.
Acerca de la cosa de hablar con la mente.
S. Ella dobl una esquina y flot en una habitacin amplia.
David vacil. Claramente este cuarto abarcaba sus habitaciones privadas. Las
paredes y el techo reflejaban un holograma de un cielo rojo intenso, sin nubes y vibrante
en comparacin a los tonos sombros del piso negro. Su cama, una amplia plataforma
contra la pared del fondo, pareca fuera de lugar. Una parte de l se preguntaba cmo se
las arreglaba para descansar sobre un colchn sin gravedad para sostenerla all. Otra
parte de su mente se preguntaba si las imgenes del cielo rojo eran de su casa o de algn
lugar que ella haba visitado. No quera reconocer la voz diminuta dentro de l que le
pregunt cmo sera hacer el amor bajo el cielo rojo mientras flotaban ingrvidos.
Ellos necesitan saber acerca de tu capacidad para lograr el m'ittar, pero tambin
necesitan saber que eres compasivo. Confiable, honorable y honesto.
Ella haba empezado a quitarse su traje de vuelo. El aire dentro de su nave se senta
caliente contra su rostro y l se pregunt cunta energa se necesitaba para evitar que el
lugar se congelara, aunque ella ni siquiera haba ocupado la nave por la ltima semana.
La tecnologa Inarrii tena que superar a la suya. Haba estado diciendo la verdad acerca
de eso. Demonios, estuvo diciendo la verdad acerca de todo. El alivio se filtr en l,
calentndolo. Haba tomado la decisin correcta despus de todo, incluso si una parte de
esta haba sido dictada por su pene.
Dudo que mi comandante vaya a encontrarme tan honesto. Espero que quieran
matarme ahora mismo. David se apart de la agarradera en la pared posterior para
flotar hacia el otro extremo de la habitacin. A travs de una escotilla abierta, observ lo
que tena que ser su cabina. No era tan diferente de la suya. Volvi a mirar a Alinna. Ella
estaba luchando por sacar la pierna del ltimo de los cierres de su traje de vuelo. Se dobl
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por la cintura para llegar a la trabilla, su dulce culo tena forma de corazn. No era tan
diferente de un humano. Pero su L`inar le llam la atencin, le record su intensa
respuesta a sus caricias.
Ella era diferente a cualquier mujer con la que alguna vez hubiera estado. No se
senta avergonzada de perderse en el sexo, no crea que la haca menos a sus ojos o
ms. Se senta cmoda con la parte de ella que lo necesitaba. Se senta muy bueno ser
necesitado. Eso, acerca de su relacin, era diferente.
Alinna se quit el ltimo y tenaz broche del traje de vuelo, la accin enviando su
cuerpo ingrvido hacia el techo. Con un movimiento de rodadura, corrigi su trayectoria y
utiliz el impulso para avanzar hacia l. Sus dulces labios se voltearon ligeramente hacia
abajo en las esquinas.
Me siento responsable de los problemas que enfrentars cuando regreses. Cogi
una agarradera y se movi cerca de l. Poda tocarla, si solo extenda su mano. Pero
tienes que saber que la Confederacin va a ofrecer a tu gente un Tratado que podra
salvar todo tu mundo. Extendi la mano hacia l, tocando la piel de su mejilla con los
dedos. Gracias a ti, los Inarrii se asegurarn de que el Tratado sea ms favorable de lo
que podras imaginar.
Por qu t puedes or mis pensamientos? Qu pasa si nadie ms lo puede
hacer? Qu pasa si yo slo soy... diferente?
Si un humano puede alcanzar el m'ittar, entonces es probable que muchos tengan
el don. Simplemente soy afortunada de haberte conocido y ser capaz de demostrar que el
don existe. Se inclin, toc sus labios con los suyos. Soy afortunada de haber estado
contigo.
l profundiz el beso, saboreando el deseo en ella.
brete a m, David. Quiero compartir algo contigo.
No tenemos tiempo, dulzura.
No es eso. El humor brill en sus ojos ante su comentario, pero su boca mantuvo
una lnea grave. Abre tu mente.
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David vacil. l le crea. Crea en lo que deca su gente de por qu estaban aqu.
Pero hacer lo que peda, no era slo una cuestin de escucharla. Era permitirle tocar su
alma. Si haba alguna forma de que ella pudiera hacerle dao, sta lo era. No importaba
perder su carrera, probablemente se haba terminado ahora. Abrirse a ella significaba que
l poda perder su corazn.
Mierda, pens. Podras tambin enfrentarlo, ya la amas, o no estaras aqu, sin
importar lo buena que ella sea en la cama.
Estoy aqu.
Alinna lo mir a los ojos. l se estremeci, luego se calm cuando vio lo que ella
quera que viera: sus recuerdos, su hogar. Su gente. Los hombres y mujeres en una
especie de falda pantaln corto, con sus pechos desnudos al aire, jugaban en la orilla de
un ocano diferente a cualquiera que alguna vez hubiera imaginado. Arena negra y cielos
rojos competan por su atencin en el vvido paisaje y el olor de la sal impregnaba el aire.
Una mujer hermosa con largo pelo castao se ri y cant una cancin con una meloda
sencilla a un pblico de hombres cautivados, su cabello an ms largo que el de ella y sus
L`inar destellaron en crestas pulsantes mientras escuchaban su cancin.
Es esto como es tu vida?
S, esta es mi gente. Mi madre. Mi padre fue asesinado por los Raveners mientras
luchaba por proteger otro planeta.
David lo vio. Vio el dolor, el dolor que llen la vida de Alinna cuando su padre muri.
Sinti su pasin mientras ella se mova hacia arriba dentro de las fuerzas Inarrii. Entendi
su asco y el sentimiento de impotencia mientras exploraba un mundo ya arruinado por los
piratas. Los mismos piratas que probablemente encontraran la Tierra.
Alinna. Alcanz a tocarla y se dio cuenta de que an llevaba sus guantes del traje
de vuelo. Maldicin. Dej caer su casco y arranc los guantes, apresurndose a
volver a tocarla. No puedo quedarme.
Lo s.
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Capitulo11
Traducido por AntoD & Edgli
Corregido por Viqijb
David apag todas las comunicaciones mientras encenda la nave para el viaje hacia
la base escondida de los Inarrii. La culpa lo carcoma, pero no tanto como la necesidad de
proteger a ambos, a Alinna y su mundo. Si l poda llevarla con su gente, un trabajo
estara hecho, y el otro comenzara bien.
Tenemos una ventaja de diez minutos antes de que ellos se den cuenta que no
estamos regresando a la Fuerza Estelar.
No alcanzar para que lleguemos a Jpiter. La base est en la cuarta luna, a la que
ustedes llaman Europa.
Para cuando ellos se den cuenta que nos dirigimos a otro lugar, ser demasiado
tarde para que nos atrapen.
Alinna guard silencio. Cuando la mir, su visor daba al vdeo de navegacin, en un
ngulo demasiado alto para que David pudiera verle la cara. l presion sus labios juntos,
apret los controles un poco ms fuertes. Sin duda ella sinti la tensin dentro de l.
Demonios, si tuviera un poco ms de estrs, probablemente lo hubiera olido a pesar del
filtro de su casco.
No haba vuelta atrs, slo avanzar. l mir a la nave Inarrii completar su separacin
de la escotilla de acoplamiento. En el momento que se complet el ciclo, empuj a la nave
hacia un empinado ascenso, manejando ms all del nivel de aceleracin recomendada
para el abandono de rbita. Apalancando los controles, encendi el trayecto
manualmente, desactivando la navegacin automtica, en caso de que la Fuerza Estelar
optara por intentar un control remoto de la nave cuando se dieran cuenta de que l se
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haba ido AWOL3. Se mantuvo en el lado oscuro de la luna, usndolo como proteccin,
tanto como pudiera para evitar la deteccin de su direccin. Ellos no estaran esperando
que l se alejara de la Tierra.
Incluso si estaba tratando de escapar y llevar a Alinna a alguna parte, a dnde
podan esperar que fuera? A la base abandonada de la luna? Al inacabado
campamento de Marte? No es probable, no hay suficientes lugares para esconderse.
Cheque el nivel de energa de la nave. Aun al exhaustivo ritmo que l haba puesto,
haba ms que suficiente energa para pasar sobre Europa una docena de veces. Eddie
mantena una estrecha divisin, no dudaba que el hombre se haba asegurado
personalmente de que cada nave en el escuadrn estuviera preparada para batallas,
aunque sus misiones no estaban fijadas hasta para otro mes.
Demasiado para esa misin. Los pensamientos de David se volvieron siniestros. Todo
cambiara cuando los Inarrii se acercaran al concilio Humano para un Tratado. Eso hara
que los conflictos en el asentamiento de Marte sonaran como una pelea sobre un juego de
nios. En la Tierra, o bien se unen, o estalla en el caos. Hasta, por supuesto, que ellos
entendieran cul era la alternativa. Los Raveners podran significar el fin del mundo. Eso,
ms all de cualquier cosa, deba ser detenido.
David agreg otro grado de velocidad en el rumbo establecido.
Voy a contactar a mi comandante para hacerle saber que estamos arribando.
Las breves palabras de Alinna y su brusco tono haban hecho que las campanas de
alarma sonaran en la mente de David.
Qu va mal?
Alinna golpe el control para liberar la fuerza magntica que la mantena en su
asiento. Ella flot, empujada contra el respaldo del asiento para moverse dentro del
cuerpo principal de combate.
3AWOL: Acrnimo de Absent Without Leave. En espaol puede significar ausente sin permiso; y si se
refiere a un entorno militar, quiere decir desertor.
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David gir su silla para mirarla, pero no hizo ningn movimiento para liberar las
restricciones de su asiento. Si algo iba mal, l quera estar a poca distancia de los
controles.
A diferencia de la nave de Alinna, su nave de combate slo tena la cabina y una
estrecha sala de estar, apenas ms que un par de literas atadas, un re-calentador de
alimentos y un reciclador, adems de un diminuto lavabo. l la mir flotar alrededor,
aparentemente absorta en chequear el restrictivo espacio.
Alinna.
Cuando lleguemos all, tendrs que irte de nuevo, de inmediato. La Fuerza Estelar
sabr que ests tramando algo, que yo estoy perdida, pero ellos no tienen que saber que
t estabas... consciente... de un espa y no lo reportaste.
He ido demasiado lejos ahora. Deberas saber eso.
Ella se sac el casco. El procedimiento requiere que todos los ocupantes de la nave
mantengan en ellos el equipo de vuelo en todo momento durante el modo de propulsin,
pero no poda culparla. La visin de su cabello castao flotando a su alrededor mientras
ella se mova, exponiendo sus Linar, haba endurecido a su pene en su traje de vuelo.
Deseara que tuviramos mi nave. Tendramos ms habitaciones... podramos
tomarnos un par de minutos para nosotros se quej ella.
Me gustara ms que un par de minutos.
Ella levant la mirada hacia el calor de su voz, pero luego la apart.
Yo... yo supongo que no los tendremos.
Qu hubieras hecho si tuviramos el tiempo? David cerr sus ojos, llevado por
el sonido de su voz.
Te hubiera tocado de esta forma.
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David sinti las manos de ella recorriendo desde su nuca, bajando por la curva de sus
pectorales. Sus ojos se abrieron, pero ella no se haba movido. Cerr sus prpados de
nuevo, una sonrisa trepando por sus labios.
Est cosa mental es genial. T me habras tocado...
Te habra tocado todo. Suaves caricias recorrieron su cuerpo. Su pene lata,
palpitando cada vez ms con cada latido de su corazn mientras sus caricias se hacan
ms erticas. Cuando los labios de ella encontraron la punta de la ereccin, l gimi en
voz alta.
Hubiera querido tocarte tambin, dulzura.
Lo s, pero quiero esto. Te quiero en mi boca, Yalenali.
Qu quiere decir eso?
l luch con la idea. Sus labios, aunque imaginarios, hacan que concentrarse fuera
casi imposible mientras ella besaba todo el largo de l, luego trabaj de nuevo con la
punta para llevarlo profundamente dentro de su boca. Ella chup duro y luego suave, su
lengua acaricindolo, ordendolo. l hundi sus dedos en el cabello de ella, frotando las
puntas contra los Linar que l saba que ah estaban. Ella gimi en respuesta, y el sonido
quebr su determinacin. l resisti, follando su boca hasta que se vino, brotando dentro
de sus codiciosos labios.
Significa mi amor.
David la acerc, sostenindola contra l. En su compartido contacto mental, ellos
estaban piel con piel y corazn con corazn.
Te amo, Alinna.
Un suave sonido intervino.
David parpade al abrir sus ojos para encontrar a Alinna flotando lo suficientemente
cerca para tocarlo. Sus ojos verdes reflejaban el negro espacio en el visualizador ms all
de su hombro, pero l no necesitaba mirar hacia atrs. El sonido significaba que ellos
haban pasado la ventana de tiempo en que sus emociones pasaran desapercibidas.
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Ahora estaban a siete minutos de su destino. Una segunda alarma son. Ellos estaban
siendo llamados pero sus cerrados canales de comunicaciones no responderan.
Casi estamos all.
Alinna se movi de regreso a su asiento, empujndose cerca hasta que pudo iniciar el
agarre magntico. Ella toc la piel detrs de su oreja.
Tel sho ahoi. Habla la agente Alinna Gaerrii, Unidad Nueve. Estoy aproximndome
a la Base Inarri en la Luna de Jpiter en una nave humana. Estoy acompaada por el
Mayor David Brown.
Inar tel shaiir, agente. La esperamos. Base fuera.
David levant sus cejas en direccin a ella, preguntando silenciosamente cmo lo
saban ellos. Alinna sonri.
Ellos habrn estado monitoreando mi nave. Nos saludaron con honor. Estarn
encantados de conocerte.
David trag saliva con dificultad. La luz sobre el canal de comunicacin entrante
segua parpadeando, pero l lo ignor.
En pocos momentos, la sombra de Jpiter se haca ms distintiva. Las lunas se
avecinaron y David desaceler, manipulando los controles de su nave hasta que pudo
aproximarse a Europa a una velocidad ms segura. Alinna seal el satlite de seguridad
mientras lo pasaban, disfrazado de una roca orbitando. Incluso preparado, l no pudo
evitar el jadeo que se sali de sus labios. La base era mucho ms extensa de lo que
imagin. Varios edificios de aspecto muy permanentes, casi tan grande como la
instalacin de su propia Base Uno, brillaban en la oscuridad, su superficie viniendo a la
vida justo como las paredes de la nave de Alinna, cuando ella las haba ajustado al rango
ptico de l.
Corta la aceleracin completamente y ellos te introducirn.
l sigui las instrucciones y sinti a la nave colgar inmvil slo por un momento antes
que una constante fuerza los arrastrara hacia la base. Contuvo la respiracin, apretando
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los dientes. Alinna se acerc y le toc el brazo a travs de su traje de vuelo. El influyente
poder los atrajo, ms all de un terreno polarizado, hasta que la nave se estableci
lentamente en un enorme hangar. La actividad floreca a su alrededor, los Inarrii y aquellos
a los que David slo poda describirlos como androides u... otros... se movan hacia la
nave. Ninguno llevaba trajes de proteccin, todos parecan estar cmodamente en tierra,
la atmsfera y la gravedad claramente no eran un problema.
Vamos, hay muchos aqu que quieren conocerte. sta gente te tratar bien, David.
Recuerda que lo que t representas es la esperanza para tu gente y la ma.
David liber el agarre de su asiento y se movi con ella hacia la escotilla. Su corazn
segua latiendo aceleradamente. Demonios. Aqu venan los extraterrestres. Esper por el
infierno que esto fuera algo inteligente de hacer.
***
Alinna sinti la ansiedad saliendo de David. No era extrao que l estuviera
preocupado. Qu haba hecho ella, sino abusar de su confianza desde el primer da? Los
Inarrii como las personas, haran las cosas correctas, ofrecerles a los Humanos proteccin
total con la esperanza de que pudieran convertirse en los compaeros que los Inarrii
estaban buscando.
Como individuo, sin embargo, ella haba hecho todo mal. Espi, minti, arrastr a
David con sus problemas cuando ella no pudo manejar el estrs. Que ella senta algo por
l, era un hecho que deba ser ignorado; no lo mereca. En su iluso deseo de conservarlo,
ella incluso se haba dejado llevar por la fantasa de completar la Mitta lensahn en su
contacto mental.
No era su pareja. No tena derechos sobre l. Por ella, l se vera obligado a perder
su mando. Incluso cuando los Humanos se volvieran conscientes de la entera situacin,
entendiendo la amenaza que enfrentaban, sera improbable que alguien le creyera. Ella
probablemente haba anclado a un talentoso piloto de por vida.
Mientras los Inarrii y la contingente Confederacin en la base se reunieron para
saludar a David, para agradecerle por traerla a ella de regreso y por tener su primer
contacto con un Humano, Alinna se escabull. Slo tom un momento antes de que ella
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estuviera fuera de sus vistas, aunque los confusos sentimientos de l la siguieron por los
corredores de la base lunar. Se tambale con dolor. No volver a verlo nunca.
Agente Alinna, quisiera hablar un momento con usted.
El preocupado contacto mental del Examinador de la Confederacin, Asler Kiis, le
trajo una oleada de dolor. El suave toque de su mano en su hombro la finaliz. Ella se
hunda hasta que l se vio obligado a hacerle de apoyo.
Ven conmigo. La gui a una habitacin lateral vaca, ayudndola a tomar asiento
en el bajo banco acolchonado. Qu va mal?
Casi todo. Alinna inspir un agudo aliento, reafirmndose.
Como Examinador, Asler Kiis tena una reputacin de ser el ms sincero y honesto.
Tal vez esto era lo que necesitaba. Trataba de hablar con alguien sobre la posicin de
David, tratar y ayudar de alguna manera.
Es el humano? Hemos malinterpretado su reporte? Desea cambiar su
recomendacin?
Dios, no. Los humanos son ms de lo que sera capaz de pasar. Encontrar que
David es un hombre apasionado, honesto y digno de confianza. Tiene el don del mittar.
Kiis irradi sorpresa por solo un momento, el brillante destello de emocin como un
rayo de luz solar a travs de nubes para su sistema emptico. Se control rpidamente.
Alinna continu:
Examinador... he violado la confianza de este hombre. Le pedira que actuase en
su favor, se asegurase de que se le diera una posicin en el equipo de bienvenida y con
los poderes del Tratado.
Los ojos esmeralda brillante de Asler la miraron. Su expresin se volvi ms seria.
He sido apuntado como defensor a favor de los Humanos para cualquier
negociacin del Tratado, as que puedo hacer esto. Pero creo que es mejor si te explicas.
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Alinna corri cansados dedos por el borde su Linar. El movimiento no se perdi para
el Examinador.
Necesitas alivio? Puedo llamar a alguien...
No dijo en voz alta. No quiero a nadie. Se par y camin por la pequea
habitacin. Se volte hacia l. Quiero que examine mis recuerdos, los tome para su
reporte al Consejo. Encontrar que el Mayor Brown es el tipo de hombre que mencion.
Se apresur para decir sus siguientes palabras: Encontrar que lo he tratado mal. Le
met.
Como estaba obligada por su posicin.
Lo arrastr a esto y ahora perder la confianza de su gente, perder su puesto y su
sueo de volar.
Un riesgo que un hombre de su posicin habra entendido.
Yo... tom ventaja de l sexualmente. Entr a sus sueos. Yo... hice el Mitta
lensahn.
Las cejas de Asler se alzaron, pero sus emociones estaban tan tensamente
mantenidas que no poda obtener una verdadera lectura de ellas.
Invadi su mente? Su alta voz carrasposa se mantena estable a pesar del
horror que dicho acto implicara.
No exactamente. Su mittar sin entrenamiento me empuj a l...
Lo influenci entonces con su habilidad emptica.
No, me hizo sentir, sentir cosas que nunca habra pensado que experimentara.
Entonces que hizo mal?
Alinna lo mir. Qu haba hecho mal?
Hice el Mitta lensahn. l ni siquiera sabe que quiere decir. Hice algo por m y ahora
ha perdido todo.
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Alinna, todos queremos nuestra pareja ideal. Eso no est mal. Djame leer tus
recuerdos. Alz su mano ante el murmullo de protesta. Solo una leve lectura,
suficiente para ver lo que pas. No te har vivirlas de nuevo. Ser suficiente para el
Consejo.
Alinna inclin su cabeza. Le deba todo a David. Permitirle a Kiis revisar sus
recuerdos era un pequeo pago. Ante su aceptacin muda, el Examinador coloc una
mano en su brazo. Despus de un momento, la liber.
Todo estar bien, Alinna Gaerrii.
***
David camin por el suelo del cuarto privado por centsima vez, por lo que pareca. El
lugar se senta menos como un rea de bienvenida y ms como una prisin a cada
momento. Alinna haba desaparecido ante la presin de su bienvenida inicial en el hangar
de vuelo y ahora, sin importar a quien le preguntara, no haba respuesta venidera sobre su
locacin. Qu demonios hice mal? Un minuto, me est dando la mejor mamada de mi
vida y al siguiente, me deja en el fro. Su mente corra en crculos y segua volviendo a
una cosa: le dije que la amaba.
Tal vez era tab amar un aliengena. El sexo poda ser aceptable, pero amor? David
pas sus manos sobre los cortos picos de su cabello.
Demonios, la quiero aqu ahora.
Lo siento, pero primero necesitaremos hablar.
David se dio la vuelta. Un gigantesco hombre con una larga bata haba entrado
silenciosamente a la habitacin tras l. Nadie de esa altura debera ser tan silencioso.
Me disculpo. Tratar de hacer algo de ruido en el futuro.
David cerr su mente, lo ms que pudo.
Mantente fuera.
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Ella gimi, reclinndose hacia l, dejndolo tocarla. Gracias a Dios que ambos haban
tirado los trajes de vuelo, o esto tomara mucho ms. El pensamiento lo tena riendo
mientras la besaba de nuevo.
Estas gritando de nuevo. Alinna sonri en sus ojos, su voz mental tan clida y
acariciante como su beso.
Te amo.
Ella se estremeci en respuesta pero respondi lentamente.
Si haces esto y la Fuerza Estelar no te deja volver, tendrs que quedarte aqu.
Me tomaran de vuelta. Lami las lneas de su garganta, siguiendo su gua hasta
el escote en sus pechos . Te querrn. Pero eres ma.
Se estremeci en sus brazos.
S que quieres cosas.
Quiero todo. Y t fuiste hecha para darlo, Alinna. Eres ma y yo soy tuyo.
Inar tel sahan yowlenaii.
Qu quiere decir eso? Quit su sujetador, desnudando sus pezones al aire y a
su boca.
Para siempre gimi.
David la lanz en su espalda sobre el gran sof. Rasg el cierre de su pantaln, sin
importar si lo arruinaba.
Aun voy a querer atarte. Ella gimi, tembl mientras sus dedos sacudan los
Linar en sus caderas . Aun voy a darte nalgadas cuando seas traviesa.
S. Yalenali! solt mientras su lengua lama el mismo camino que haban
tomado sus dedos. S! Arranc el suave algodn de su ropa interior de la Fuerza
hasta que pudo ver su desnudo monte de Venus debajo.
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Te follar de cualquier forma que me guste. Roz con sus dedos la suave piel de
su trasero. Tu culo, tu vagina o tu boca.
Oh gimote ella mientras tocaba la humedad entre sus piernas y se inclinaba
para lamer y succionarla. Chup duro el remolino de Linar cerca de su ncleo y enterr
dos dedos profundos dentro de ella.
Pero ms que nada, voy a amarte, susurr, mente a mente. Con sus palabras, se
vino, sus ondas de placer pasndolos a ambos en su mente compartida.
Me tomar ms tiempo contigo, dulzura, despus de que pateemos algunos
traseros del Tratado, pero primero, hazme tuyo. David baj la cremallera de sus
pantalones liberando su miembro.
Ella nunca vacil. Envolvi sus labios alrededor y chup. No haba ninguna finura,
ningn control y tena que ser la cosa ms ertica que l alguna vez sintiera mientras lo
meta en ella, le ense las estrellas y lo hizo una parte de ella para siempre. Sus mentes
se unieron mientras su semilla se verta en su boca.
Inar tel sahan yowlenaii. Tartamude un poco con la frase, pero le mostr lo que
quera decir, deslizndose hacia abajo para yacer a su lado y sostenindola en sus
brazos. Siempre te amar.
Ella alcanz su mano y la coloc en el hmedo calor de su vagina.
Y siempre ser tuya, mi compaero.
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a Capitana Susan Branscombe fue vctima de una brutal tortura en manos de terroristas.
Despus del rescate, ahora se enfrenta a una igualmente brutal acusacin: Traicin.
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arina est aterrorizada. Sus Linar, las lneas curvas nerviosas que habilitan a los Inarrii
para que experimenten su sexualidad al mximo, fueron cercenadas durante la batalla
y ya no puede alcanzar la terminacin. Hasta que acepta un trabajo como
guardaespaldas del embajador humano John Bennings y se impresiona por descubrir que
comparten un lazo mental, un camino reflejo de pensamientos que permitir que Sarina
experimente el clmax completo.
Cuando John es el objetivo de un ataque y se ven forzados a esconderse, no se lamenta de
encontrarse encerrado con la irresistible Sarina. Exploran su conexin ertica y John se alegra de
demostrar que los humanos tienen ms habilidades sexuales de lo que piensa Sarina.
Para probar que est completa y reunirse con su clan Inarrii, Sarina necesita que John la llev
al clmax en pblico de acuerdo con la tradicin. Con una habitacin llena de Inarrii y humanos
observando, John querr desempearse como lo necesita Sarina y su demostracin pblica lo
har vulnerable a otro ataque?
Acerca del
Autor
V
125
Creditos
Traducido, Corregido y Diseado por
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