El Libro de La Sabiduria

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2011

V.Y.R.
Versin Yahwhuista
Restituida
Gimnez Gastn

EL LIBRO DE LA SABIDURIA
El Libro de la Sabidura, o Sabidura de Salomn, es un libro bblico del Antiguo Testamento. Est
incluido en el Tanaj judo hebreo-arameo, las distintas facciones y expresiones del Cristianismo
Histrico lo incluyen en sus Biblias entre los llamados deuterocannicos, en tanto que los grupos
protestantes, y otros grupos cristianos con ideas diferentes de los antes citados,lo excluyen de sus
Biblias, as como a los otros deuterocannicos, a los cules dieron en dar por "apcrifos". En las
Biblias Catlicas aparece despus del Cantar de los Cantares, y antes del Eclesistico, dentro de la
seccin de los llamados "Libros Sapienciales".

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V.Y.R

El Libro de La Sabidura
Capitulo 1
Sab 1:1 Sucedi que despus que Alejandro, hijo de Filipo, rey de Macedonia, y el
primero que rein en Grecia, sali del pas de Cetim o Macedonia, y venci a Daro,
rey de los persas y los medos,
Sab 1:2 gan muchas batallas, y se apoder en todas partes de las ciudades fuertes, y
mat a los reyes de la tierra,
Sab 1:3 y penetr hasta los ltimos trminos del mundo, y se enriqueci con los despojos
de muchas naciones; y enmudeci la tierra delante de l.
Sab 1:4 Y junt un ejrcito poderoso y de extraordinario valor; y se engri e hinch de
soberbia su corazn,
Sab 1:5 y se apoder de las provincias, de las naciones y de sus reyes; los cuales se le
hicieron tributarios.
Sab 1:6 Despus de todo esto cay enfermo y supo que iba a morir.
Sab 1:7 Y llam a los nobles o principales de su corte que se haban criado con l desde
la tierna edad; y antes de morir dividi entre ellos su reino.
Sab 1:8 Rein Alejandro doce aos y muri.
Sab 1:9 En seguida aquellos se hicieron reyes, cada uno en sus respectivas provincias.
Sab 1:10 Y as que l muri, se coronaron todos, y despus de ellos sus hijos por espacio
de muchos aos; y se multiplicaron los males sobre la tierra.
Sab 1:11 Y de entre ellos sali aquella raz perversa, Antoco Epfanes, hijo del rey
Antoco, que despus de haber estado en rehenes en Roma, empez a reinar el ao
ciento treinta y siete del imperio de los griegos.
Sab 1:12 En aquel tiempo se dejaron ver unos inicuos israelitas, que persuadieron a otros
muchos dicindoles: Vamos, y hagamos alianza con las naciones circunvecinas,
porque despus que nos separamos de ellas, no hemos experimentado sino
desastres.
Sab 1:13 Les pareci bien este consejo.
Sab 1:14 Y algunos del pueblo se decidieron, y fueron a estar con el rey, el cual les dio
facultad de vivir segn las costumbres de los gentiles.
Sab 1:15 En seguida construyeron en Jerusaln un gimnasio segn el estilo de las
naciones.
Sab 1:16 Y abolieron el uso o seal de la circuncisin, y abandonaron el Testamento, o
Alianza santa, y se coligaron con las naciones, y se vendieron como esclavos a la
maldad.
Sab 1:17 Y establecido Antoco en su reino de Siria, concibi el designio de hacerse
tambin rey de Egipto, a fin de dominar en ambos reinos.
Sab 1:18 As, pues, entr en Egipto con un poderoso ejrcito, con carros de guerra, y
elefantes, y caballera, y un gran nmero de naves.
Sab 1:19 Y haciendo la guerra a Tolomeo, rey de Egipto, temi ste su encuentro, y ech
a huir, y fueron muchos los muertos y heridos.
Sab 1:20 Entonces se apoder Antoco de las ciudades fuertes de Egipto, y saque todo
el pas.
Sab 1:21 Y despus de haber asolado Egipto, volvi Antoco el ao ciento cuarenta y tres,
y se dirigi contra Israel.
Sab 1:22 Y habiendo llegado a Jerusaln con un poderoso ejrcito,

Sab 1:23 entr lleno de soberbia en el santuario, y tom el altar de oro, y el candelero con
todas sus lmparas, y todos sus vasos, y la mesa de los panes de proposicin, y las
palanganas, y las copas, y los incensarios de oro, y el velo, y las coronas, y los
adornos de oro que haba en la fachada del templo, y todo lo hizo pedazos.
Sab 1:24 Tom asimismo la plata y el oro, y los vasos preciosos, y los tesoros que
encontr escondidos; y despus de haberlo saqueado todo, volvi a su tierra,
Sab 1:25 habiendo hecho gran mortandad en las personas, y mostrado en sus palabras
mucha soberbia.
Sab 1:26 Fue grande el llanto que hubo en Israel y en todo el pas.
Sab 1:27 Geman los prncipes y los ancianos, quedaban sin aliento las doncellas y los
jvenes, y desapareci la hermosura en las mujeres.
Sab 1:28 Se entregaron al llanto todos los esposos, y sentadas sobre el tlamo nupcial se
deshacan en lgrimas las esposas.
Sab 1:29 Y se estremeci la tierra como compadecida de sus habitantes; y toda la casa
de Jacob qued cubierta de oprobio.
Sab 1:30 Cumplidos que fueron dos aos, envi el rey por las ciudades de Jud al
superintendente de tributos, el cual lleg a Jerusaln con gran acompaamiento.
Sab 1:31 Y habl a la gente con una fingida dulzura, y le creyeron.
Sab 1:32 Pero de repente se arroj sobre los ciudadanos, e hizo en ellos una gran
carnicera, quitando la vida a muchsima gente del pueblo de Israel.
Sab 1:33 Y saque la ciudad, y la entreg a las llamas, y derrib sus casas y los muros
que la cercaban.
Sab 1:34 Y se llevaron los enemigos cautivas las mujeres, se apoderaron de sus hijos y
de sus ganados.
Sab 1:35 Y fortificaron la parte de Jerusaln llamada ciudad de David, con una gran y
firme muralla, y con fuertes torres, e hicieron de ella una fortaleza;
Sab 1:36 y la guarnecieron de gente malvada, de hombres perversos, los cuales se
hicieron all fuertes, y metieron en ella armas y vituallas, y tambin los despojos de
Jerusaln ,
Sab 1:37 tenindolos all como en custodia, y de esta suerte vinieron ellos a ser como un
funesto lazo,
Sab 1:38 estando como en emboscada contra los que iban al lugar santo, y siendo como
unos enemigos mortales de Israel,
Sab 1:39 pues derramaron la sangre inocente alrededor del santuario, y profanaron el
lugar santo.
Sab 1:40 Por causa de ellos huyeron los habitantes de Jerusaln , viniendo sta a quedar
morada de extranjeros, y como extraa para sus naturales; los cuales la abandonaron.
Sab 1:41 Su santuario qued desolado como un desierto, convertidos en da de llanto sus
das festivos, en oprobio sus sbados, y reducidos a nada sus honores.
Sab 1:42 En fin, la grandeza de su ignominia igual a la de su pasada gloria, y su alta
elevacin se convirti o deshizo en llantos.
Sab 1:43 En esto el rey Antoco expidi cartas con rdenes por todo su reino, para que
todos sus pueblos formasen uno solo, renunciando cada uno a su ley particular.
Sab 1:44 Se conformaron todas las gentes con este decreto del rey Antoco;
Sab 1:45 y muchos del pueblo de Israel se sometieron a esta servidumbre, y sacrificaron
a los dolos, y violaron el sbado.
Sab 1:46 En efecto, el rey envi sus comisionados a Jerusaln y por todas las ciudades
de Jud, con cartas o edictos; para que todos abrazasen las leyes de las naciones
gentiles,
Sab 1:47 y se prohibiese ofrecer en el templo de YHWH holocaustos, sacrificios y

oblaciones por los pecados,


Sab 1:48 y se impidiese la celebracin del sbado y de las solemnidades.
Sab 1:49 Mand adems que se profanasen los santos lugares y el pueblo santo de
Israel.
Sab 1:50 Dispuso que se erigiesen altares y templos e dolos, y que se sacrificasen
carnes de cerdo y otros animales inmundos;
Sab 1:51 que dejasen sin circuncidar a sus hijos, y que manchasen sus almas con toda
suerte de viandas impuras y de abominaciones, a fin de que olvidasen la ley de
YHWH, y traspasasen todos sus mandamientos;
Sab 1:52 y orden que todos los que no obedeciesen las rdenes del rey Antoco
perdiesen la vida.
Sab 1:53 A este tenor escribi Antoco a todo su reino; y nombr comisionados que
obligasen al pueblo a hacer todo esto;
Sab 1:54 los cuales mandaron a las ciudades de Jud que sacrificasen a los dolos.
Sab 1:55 Y muchos del pueblo se unieron con aquellos que haban abandonado la ley del
Elohim de Israel, e hicieron mucho mal en el pas;
Sab 1:56 y obligaron al pueblo de Israel a huir a parajes extraviados, y a guarecerse en
sitios muy ocultos.
Sab 1:57 El da quince del mes de Casleu del ao ciento cuarenta y cinco, coloc el rey
Antoco sobre el altar de YHWH el abominable dolo de la desolacin, y por todas
partes se erigieron altares a los dolos en todas las ciudades de Jud;
Sab 1:58 y quemaban inciensos y ofrecan sacrificios hasta delante de las puertas de las
casas y en las plazas.
Sab 1:59 Y despedazando los libros de la ley de YHWH, los arrojaban al fuego;
Sab 1:60 y a todo hombre en cuyo poder hallaban los libros del Testamento de Elohim, y
a todos cuantos observaban la ley del YHWH, los despedazaban luego, en
cumplimiento del edicto del rey.
Sab 1:61 Con esta violencia trataban cada mes al pueblo de Israel que habitaba en las
ciudades.
Sab 1:62 Porque a los veinticinco das del mes ofrecan ellos sacrificios sobre el altar, que
estaba erigido enfrente del altar de YHWH.
Sab 1:63 Y las mujeres que circuncidaban a sus hijos eran despedazadas, conforme a lo
mandado por el rey Antoco,
Sab 1:64 y a los nios los ahorcaban y dejaban colgados por el cuello en todas las casas
donde los hallaban, y despedazaban a los que los haban circuncidado.
65. En medio de esto muchos del pueblo de Israel resolvieron en su corazn no comer
viandas impuras; y eligieron antes morir que contaminarse con manjares inmundos;
66. y no queriendo quebrantar la ley santa de YHWH, fueron despedazados.
67. Terrible fue sobremanera la ira de Elohim que descarg sobre el pueblo de Israel.

Capitulo 2
Sab 2:1 En aquellos das se levant Matatas, hijo de Juan, hijo de Simen, sacerdote de
la familia de Joarib, y huyendo de Jerusaln se retir al monte de Modn.
Sab 2:2 Tena Matatas cinco hijos: Juan, llamado por sobrenombre Gaddis;
Sab 2:3 y Simn, por sobrenombre Tasi;
Sab 2:4 y Judas, que era apellidado Macabeo;

Sab 2:5 y Elezaro, denominado Abarn; y Jonats, conocido con el sobrenombre de


Apfus.
Sab 2:6 Y al ver stos los estragos que se hacan en el pueblo de Jud y en Jerusaln ,
Sab 2:7 exclam Matatas: Infeliz de m! Por qu he venido yo al mundo para ver la
ruina de mi patria y la destruccin de la ciudad santa, y para estarme sin hacer nada
por ella al tiempo que es entregada en poder de sus enemigos?
Sab 2:8 Se hallan las cosas santas en manos de los extranjeros; y su templo es como un
hombre que est difamado.
Sab 2:9 Sus vasos preciosos han sido saqueados y llevados fuera; despedazados por las
plazas sus ancianos, y muertos al filo de la espada enemiga sus jvenes.
Sab 2:10 Qu nacin hay que no haya participado algo de este infeliz reino, o tenido
parte en sus despojos?
Sab 2:11 Arrebatado le ha sido todo su esplendor; y la que antes era libre, es en el da
esclava.
Sab 2:12 En fin, todo cuanto tenamos de santo, de ilustre y de glorioso, otro tanto ha sido
asolado y profanado por las naciones.
Sab 2:13 Para qu, pues, queremos ya la vida?
Sab 2:14 Y rasgaron sus vestidos Matatas y sus hijos y se cubrieron de cilicios; y lloraban
amargamente.
Sab 2:15 A este tiempo llegaron all los comisionados, que el rey Antoco enviaba, para
obligar a los que se haban refugiado en la ciudad de Modn a que ofreciesen
sacrificios y quemasen inciensos a los dolos, y abandonasen la ley de YHWH.
Sab 2:16 En efecto, muchos del pueblo de Israel consintieron en ello, y se les unieron.
Pero Matatas y sus hijos permanecieron firmes.
Sab 2:17 Y tomando la palabra los comisionados de Antoco, dijeron a Matatas: T eres
el principal, el ms grande y el ms esclarecido de esta ciudad, y glorioso con esa
corona de hijos y de hermanos.
Sab 2:18 Ven, pues, t el primero, y haz lo que el rey manda, como lo han hecho ya todas
las gentes, y los varones de Jud, y los que han quedado en Jerusaln ; y con esto t
y tus hijos seris del nmero de los amigos del rey, el cual os llenar de oro y plata, y
de grandes dones.
Sab 2:19 Respondi Matatas, y dijo en voz muy alta: Aunque todas las gentes obedezcan
al rey Antoco, y todos abandonen la observancia de la ley de sus padres, y se
sometan a los mandatos del rey,
Sab 2:20 yo, y mis hijos, y mis hermanos obedeceremos siempre la ley santa de nuestros
padres.
Sab 2:21 Quiera YHWH concedernos esta gracia. No nos es provechoso abandonar la ley
y los preceptos de YHWH.
Sab 2:22 No, nunca daremos odos a las palabras del rey Antoco, ni ofreceremos
sacrificios a los dolos, violando los mandamientos de nuestra ley por seguir otros
caminos o religin.
Sab 2:23 Apenas haba acabado de pronunciar estas palabras, cuando a vista de todos
se present un cierto judo para ofrecer sacrificio a los dolos sobre el altar que se
haba erigido en la ciudad de Modn, conforme a la orden del rey.
Sab 2:24 Lo vio Matatas, y se llen de dolor; se le conmovieron las entraas; e
inflamndose su furor o celo, conforme al espritu de la ley, se arroj sobre l, y lo
despedaz sobre el mismo altar.
Sab 2:25 No contento con esto, mat al mismo tiempo al comisionado del rey Antoco,
que forzaba a la gente a sacrificar, y derrib el altar;
Sab 2:26 mostrando as su celo por la ley, e imitando lo que hizo Finees con Zamri, hijo
de Salom.

Sab 2:27 Y, hecho esto, fue gritando Matatas a grandes voces por la ciudad, diciendo:
Todo el que tenga celo por la ley, y quiera permanecer firme en la alianza del Elohim
de Israel, sgame.
Sab 2:28 E inmediatamente huy con sus hijos a los montes, y abandonaron todo cuanto
tenan en la ciudad.
Sab 2:29 Entonces muchos que amaban la ley y la justicia, se fueron al desierto;
Sab 2:30 y permanecieron all con sus hijos, con sus mujeres y sus ganados, porque se
vean inundados de males.
Sab 2:31 Se dio aviso a los oficiales del rey y a las tropas que haba en Jerusaln , ciudad
de David, de cmo ciertas gentes que haban hollado el mandato del rey, se haban
retirado a los lugares ocultos del desierto, y que les haban seguido otros muchos.
Sab 2:32 Por lo que marcharon al punto contra ellos, y se prepararon para atacarlos en
da de sbado;
Sab 2:33 pero antes les dijeron: Queris todava resistiros? Salid, y obedeced el
mandato del rey Antoco, y quedaris salvos.
Sab 2:34 De ningn modo saldremos, respondieron ellos, ni obedeceremos al rey ni
violaremos el sbado.
Sab 2:35 Entonces las tropas del rey se arrojaron sobre ellos;
Sab 2:36 pero tan lejos estuvieron los judos de resistirles, que ni tan siquiera les tiraron
una piedra, ni an cerraron las bocas de las cavernas;
Sab 2:37 sino que dijeron: Muramos todos en nuestra sencillez o inocencia, y el cielo y la
tierra nos sern testigos de que injustamente nos quitis la vida.
Sab 2:38 En efecto, los enemigos los acometieron en da de sbado; y perecieron tanto
ellos como sus mujeres, hijos y ganados, llegando a mil las personas que perdieron la
vida.
Sab 2:39 Sabido eso por Matatas y sus amigos, hicieron por ellos un gran duelo,
Sab 2:40 y se dijeron unos a otros: Si todos nosotros hiciramos como han hecho
nuestros hermanos, y no peleramos para defender nuestras vidas y nuestra ley
contra las naciones, en breve tiempo acabarn con nosotros.
Sab 2:41 As, pues, tomaron aquel da esta resolucin: Si alguno, dijeron, nos acomete en
da de sbado, pelearemos contra l: y as no moriremos todos, como han muerto en
las cavernas nuestros hermanos.
Sab 2:42 Entonces vino a reunirse con ellos la congregacin de los asideos, que eran
hombres de los ms valientes de Israel, y celosos todos de la ley;
Sab 2:43 y tambin se les unieron todos los que huan acosados de las calamidades, y les
sirvieron de refuerzo.
Sab 2:44 Formaron de todos un ejrcito, y se arrojaron furiosamente sobre los
prevaricadores de la ley y sobre los hombres malvados, sin tener de ellos piedad
alguna; y los que quedaron con vida huyeron a ponerse a salvo entre las naciones.
Sab 2:45 Matatas despus con sus amigos recorri todo el pas, y destruyeron los
altares;
Sab 2:46 y circuncidaron a cuantos nios hallaron incircuncisos, y obraron con gran celo.
Sab 2:47 Persiguieron a sus orgullosos enemigos y salieron prsperamente en todas sus
empresas.
Sab 2:48 Y salvaron la ley contra el poder de los gentiles y el poder de los reyes; y no
dejaron al malvado que abusase de su poder.
Sab 2:49 Se acercaron entretanto los das de la muerte de Matatas, el cual juntando a
sus hijos, les habl de esta manera: Ahora domina la soberbia, y es el tiempo del
castigo y de la ruina, y del furor e indignacin.
Sab 2:50 Por lo mismo ahora, oh hijos mos, sed celosos de la ley, y dad vuestras vidas
en defensa del Testamento de vuestros padres.

Sab 2:51 Acordaos de las obras que hicieron en sus tiempos vuestros antepasados, y os
adquiriris una gloria grande y un nombre eterno.
Sab 2:52 Abrahn por ventura, no fue hallado fiel en la prueba que de l se hizo, y le fue
imputado esto a justicia?
Sab 2:53 Jos en el tiempo de su afliccin observ los mandamientos de YHWH, y vino a
ser el seor de Egipto.
Sab 2:54 Finees, nuestro padre, porque se abras en celo por la honra de YHWH, recibi
la promesa de un sacerdocio eterno.
Sab 2:55 Josu, por su obediencia, lleg a ser caudillo de Israel.
Sab 2:56 Caleb, por el testimonio que dio en la congregacin del pueblo, recibi una rica
herencia.
Sab 2:57 David, por su misericordia, se adquiri para siempre el trono del reino de Israel.
Sab 2:58 Elas, por su abrasado celo por la ley, fue recibido en el cielo.
Sab 2:59 Ananas, Azaras y Misael fueron librados de las llamas por su viva fe.
Sab 2:60 Daniel, por su sinceridad, fue librado de la boca de los leones.
Sab 2:61 Y a este modo id discurriendo de generacin en generacin: Todos aquellos que
ponen en Elohim su esperanza, no desfallecen.
Sab 2:62 Y no os amedrenten los fieros del hombre pecador; porque su Floria no es ms
que basura y pasto de gusanos.
Sab 2:63 Hoy es ensalzado, y maana desaparece; porque se convierte en el polvo de
que fue formado, y se desvanecen como humo todos sus designios.
Sab 2:64 Sed, pues, constantes vosotros, oh hijos mos!, y obrad vigorosamente en
defensa de la ley; pues ella ser la que os llenar de gloria.
Sab 2:65 Ah tenis a Simn, vuestro hermano; yo s que es hombre de consejo;
escuchadle siempre, y l har para con vosotros las veces de padre.
Sab 2:66 Judas Macabeo ha sido esforzado y valiente desde su juventud, sea, pues, l el
general de vuestro ejrcito, y el que conduzca el pueblo a la guerra.
Sab 2:67 Reunid a vosotros todos aquellos que observan la ley, y vengad a vuestro
pueblo de sus enemigos.
Sab 2:68 Dad a las gentes su merecido, y sed solcitos en guardar los preceptos de la ley.
Sab 2:69 En seguida les ech su bendicin, y fue a reunirse con sus padres.
Sab 2:70 Muri Matatas el ao ciento cuarenta y seis, y lo sepultaron sus hijos en Modn,
en el sepulcro de sus padres, y todo Israel le llor amargamente.

Capitulo 3
Sab 3:1 Y lo sucedi en el gobierno su hijo Judas, que tena el sobrenombre de Macabeo.
Sab 3:2 Le ayudaban todos sus hermanos y todos cuantos se haban unido con su padre,
y peleaban con alegra por la defensa de Israel.
Sab 3:3 Y dio Judas nuevo lustre a la gloria de su pueblo; se revisti cual gigante o
campen la coraza, se ci sus armas para combatir, y protega con su espada todo el
campamento.
Sab 3:4 Pareca un len en sus acciones, y se asemejaba a un cachorro cuando ruge
sobre la presa.
Sab 3:5 Persigui a los malvados, buscndolos por todas partes, y abras en las llamas a
los que turbaban el reposo de su pueblo.
Sab 3:6 El temor que infunda su nombre hizo desaparecer a sus enemigos; todos los
malvados se llenaron de turbacin; y con su brazo obr la salud del pueblo.
Sab 3:7 Daba mucho que entender a varios reyes; sus acciones eran la alegra de Jacob ,
y ser eternamente bendita su memoria.

Sab 3:8 Y recorri las ciudades de Jud, exterminando de ellas a los impos, y apart el
azote de sobre Israel.
Sab 3:9 Su nombrada lleg hasta el cabo del mundo, y reuni alrededor de s a los que
estaban a punto de perecer.
Sab 3:10 Apolonio, al saber eso, junt las naciones y sac de Samaria un gran y
poderoso ejrcito para pelear contra Israel.
Sab 3:11 Informado de ello Judas, le sali al encuentro, y lo derrot, y quit la vida;
quedando en el campo de batalla un gran nmero de enemigos, y echando a huir los
restantes.
Sab 3:12 Se apoder en seguida de sus despojos, reservndose Judas para s la espada
de Apolonio; de la cual se serva siempre en los combates.
Sab 3:13 En esto lleg a noticia de Sern, general del ejrcito de la Siria, que Judas haba
congregado una gran muchedumbre, y reunido consigo toda la gente fiel;
Sab 3:14 y dijo: Yo voy a ganarme gran reputacin y gloria en todo el reino, derrotando a
Judas y a los que le siguen; los cuales no hacen caso de las rdenes del rey.
Sab 3:15 Con esto se prepar para acometer; y se le uni un considerable refuerzo de
tropas de impos para vengarse de los hijos de Israel.
Sab 3:16 Y avanzaron hasta Bet-Horn, y Judas les sali al encuentro con pocas tropas.
Sab 3:17 As que stas vieron al ejrcito que vena contra ellas, dijeron a Judas: Cmo
podremos nosotros pelear contra un ejrcito tan grande y valeroso, siendo como
somos tan pocos y estando debilitados por el ayuno de hoy?
Sab 3:18 Y respondi Judas: Fcil cosa es que muchos sean presa de pocos; pues
cuando el YHWH del cielo quiere dar la victoria, lo mismo tiene para l que haya poca
o que haya mucha gente;
Sab 3:19 porque el triunfo no depende en los combates de la multitud de las tropas, sino
del cielo, que es de donde proviene toda fortaleza.
Sab 3:20 Ellos vienen contra nosotros con una turba de gente insolente y orgullosa, con el
fin de aniquilarnos a nosotros y a nuestras mujeres, y a nuestros hijos, y despojarnos
de todo;
Sab 3:21 mas nosotros vamos a combatir por nuestras vidas y por nuestra ley.
Sab 3:22 YHWH mismo los har pedazos en nuestra presencia; y as no los temis.
Sab 3:23 Luego que acab de pronunciar estas palabras se arroj de improviso sobre los
enemigos, y derrot a Sern con todo su ejrcito.
Sab 3:24 Y lo persigui desde la bajada de Bet-Horn hasta el llano, y habiendo quedado
ochocientos hombres tendidos en el campo de batalla, huyeron los dems al pas de
los filisteos.
Sab 3:25 Con esto Judas y sus hermanos eran el terror de todas las naciones
circunvecinas;
Sab 3:26 y su fama lleg hasta los odos del rey, y en todas partes se hablaba de las
batallas de Judas.
Sab 3:27 Luego que el rey Antoco recibi estas noticias, se embraveci sobremanera, y
mand que se reunieran las tropas de todo su reino, y se formase un poderossimo
ejrcito.
Sab 3:28 Y abri su erario, y habiendo dado a las tropas la paga de un ao, les mand
que estuviesen preparadas para todo.
Sab 3:29 Mas observ luego que se iba acabando el dinero de sus tesoros, y que sacaba
pocos tributos de aquel pas de la Judea, por causa de las disensiones y de la miseria,
que l mismo haba ocasionado, queriendo abolir los fueros que all regan desde
tiempos antiguos;
Sab 3:30 y temi que no podra ya gastar, ni dar como antes haca, con largueza y con
una magnificencia superior a la de todos los reyes sus predecesores.

Sab 3:31 Hallndose, pues, en gran consternacin, resolvi pasar a Persia, con el fin de
recoger los tributos de aquellos pases, y juntar gran cantidad de dinero.
Sab 3:32 Y dej a Lisias, prncipe de la sangre real, por lugarteniente del reino desde el
Eufrates hasta el ro de Egipto,
Sab 3:33 y para que tuviese cuidado de la educacin de su hijo Antoco, hasta que l
volviese.
Sab 3:34 Le dej la mitad del ejrcito, y de los elefantes, y le comunic rdenes sobre
todo aquello que l quera que se hiciese; y tambin por lo respectivo a los habitantes
de la Judea y de Jerusaln ,
Sab 3:35 mandndole que enviase contra ellos un ejrcito para destruir y exterminar el
poder de Israel, y las reliquias que quedaban en Jerusaln , y borrar de aquel pas
hasta la memoria de ellos;
Sab 3:36 y que estableciese en aquella regin habitantes de otras naciones,
distribuyndoles por suerte todas sus tierras.
Sab 3:37 Tom, pues, el rey la otra mitad del ejrcito, y partiendo de Antioqua, capital de
su reino, el ao ciento cuarenta y siete, y pasando el ro Eufrates, recorri las
provincias superiores.
Sab 3:38 En esto eligi Lisias a Tolomeo, hijo de Dorimino, a Nicanor y a Gorgias, que
eran personas de gran valimiento entre los amigos del rey;
Sab 3:39 y envi con ellos cuarenta mil hombres de a pie y siete mil de a caballo, para
que pasasen a asolar la tierra de Jud, segn lo haba dejado dispuesto el rey.
Sab 3:40 Avanzaron, pues, con todas sus tropas, y vinieron a acampar en la llanura de
Emmas.
Sab 3:41 Y oyendo la noticia de su llegada los mercaderes de aquellas naciones
circunvecinas, tomaron consigo gran cantidad de oro y plata; y con muchos criados
vinieron a los campamentos con el fin de comprar por esclavos a los hijos de Israel; y
se unieron con ellos las tropas de la Siria y las de otras naciones.
Sab 3:42 Judas y sus hermanos, viendo que se aumentaban las calamidades, y que los
ejrcitos se iban acercando a sus confines, y habiendo sabido la orden que haba
dado el rey de exterminar y acabar con el pueblo de Israel,
Sab 3:43 se dijeron unos a otros: Reanimemos nuestro abatido pueblo, y peleemos en
defensa de nuestra patria y de nuestra santa religin.
Sab 3:44 Se reunieron, pues, en un cuerpo para estar prontos a la batalla, y para hacer
oracin e implorar del Elohim de Israel su misericordia y gracia.
Sab 3:45 Se hallaba a esta sazn Jerusaln sin habitantes, de modo que pareca un
desierto; no se vean ya entrar ni salir los naturales de ella, era hollado el santuario,
los extranjeros eran dueos del alczar, el cual serva de habitacin a los gentiles:
Desterrada estaba de la casa de Jacob toda alegra, no se oa ya en ella flauta ni
ctara.
Sab 3:46 Habindose, pues, reunido, se fueron a Masfa, que est enfrente de Jerusaln ;
por haber sido Masfa en otro tiempo el lugar de la oracin para Israel.
Sab 3:47 Ayunaron aquel da, y se vistieron de cilicio, y se echaron ceniza sobre la
cabeza, y rasgaron sus vestidos;
Sab 3:48 abrieron los libros de la ley, en donde los gentiles buscaban semejanzas para
sus vanos simulacros;
Sab 3:49 y trajeron los ornamentos sacerdotales, y las primicias y diezmos; e hicieron
venir a los nazareos que haban cumplido ya los das de su voto;
Sab 3:50 y levantando su clamor hasta el cielo, dijeron: YHWH!, qu haremos de stos,
y a dnde los conduciremos?
Sab 3:51 Tu santuario est hollado y profanado, y cubiertos de lgrimas y de abatimiento
tus sacerdotes;

Sab 3:52 y he aqu que las naciones se han unido contra nosotros para destruirnos: T
sabes bien sus designios contra nosotros.
Sab 3:53 Cmo, pues, podremos sostenernos delante de ellos, si t, oh YHWH, no nos
ayudas?
Sab 3:54 En seguida hicieron resonar las trompetas con gran estruendo.
Sab 3:55 Nombr despus Judas los caudillos del ejrcito, los tribunos, los centuriones y
los cabos de cincuenta hombres y los de diez.
Sab 3:56 Y a aquellos que estaban construyendo casa, o acababan de casarse, o de
plantar vias, como tambin a los que tenan poco valor, les dijo que se volviesen
cada uno a su casa, conforme a lo prevenido por la ley.
Sab 3:57 Levantaron luego los campamentos, y fueron a acamparse al medioda de
Emmas.
Sab 3:58 Y Judas les habl de esta manera: Tomad las armas, y tened buen nimo; y
estad prevenidos para la maana, a fin de pelear contra estas naciones, que se han
unido contra nosotros para aniquilarnos y echar por tierra nuestra santa religin;
Sab 3:59 porque ms nos vale morir en el combate que ver el exterminio de nuestra
nacin y del santuario.
Sab 3:60 Y venga lo que el cielo quiera.

Capitulo 4
Sab 4:1 Y tom Gorgias consigo cinco mil hombres de a pie, y mil caballos escogidos; y
de noche partieron
Sab 4:2 para dar sobre el campamento de los judos, y atacarlos de improviso,
sirvindoles de guas los del pas que estaban en el alczar de Jerusaln .
Sab 4:3 Tuvo Judas aviso de este movimiento, y march con los ms valientes de los
suyos para acometer al grueso del ejrcito del rey, que estaba en Emmas,
Sab 4:4 y se hallaba entonces disperso fuera de los atrincheramientos.
Sab 4:5 Y Gorgias, habiendo llegado aquella noche al campamento de Judas, no hall en
l alma viviente; y se fue a buscarlos por los montes, diciendo: Estas gentes van
huyendo de nosotros.
Sab 4:6 Mas as que se hizo de da, se dej ver Judas en el llano, acompaado tan
solamente de tres mil hombres, que se hallaban faltos an de espadas y escudos;
Sab 4:7 y reconocieron que el ejrcito de los gentiles era muy fuerte, y que estaba
rodeado de coraceros y de caballeras, toda gente aguerrida y diestra en el combate.
Sab 4:8 Entonces Judas habl a los suyos de esta manera: No os asuste su cantidad ni
temis su encuentro.
Sab 4:9 Acordaos del modo con que fueron librados nuestros padres en el mar Rojo,
cuando el faran iba en su alcance con un numeroso ejrcito;
Sab 4:10 y clamemos ahora al cielo, y YHWH se compadecer de nosotros, y se acordar
de la alianza hecha con nuestros padres, y destrozar hoy a nuestra vista todo ese
ejrcito;
Sab 4:11 con lo cual reconocern todas las gentes que hay un Salvador y libertador de
Israel.
Sab 4:12 En esto levantaron sus ojos los extranjeros, y percibieron que los judos venan
marchando contra ellos,
Sab 4:13 y salieron de los campamentos para acometerlos. Entonces los que seguan a
Judas dieron la seal con las trompetas,
Sab 4:14 y habindose trabado combate, fueron desbaratadas las tropas de los gentiles; y
echaron a huir por aquella campia.

Sab 4:15 Mas todos los que se quedaron atrs, perecieron al filo de la espada. Y los
vencedores fueron siguindoles al alcance hasta Gezern, y hasta las campias de la
Idumea, y de Azoto y de Jamnia; dejando tendidos en el suelo hasta tres mil muertos.
Sab 4:16 Se volvi despus Judas con el ejrcito que le segua,
Sab 4:17 y dijo a sus tropas: No os dejis llevar de la codicia del botn; porque an
tenemos enemigos que vencer,
Sab 4:18 y Gorgias se halla con su ejrcito cerca de nosotros ah en el monte; ahora,
pues, manteneos firmes contra nuestros enemigos, y vencedlos, y luego despus
cogeris los despojos con toda seguridad.
Sab 4:19 En efecto, an estaba hablando Judas, cuando se descubri parte de las tropas
de Gorgias, que estaban acechando desde el monte.
Sab 4:20 Y reconoci Gorgias que los suyos haban sido puestos en fuga, y que haban
sido entregados al fuego sus campamentos; pues la humareda que se vea le daba a
entender lo sucedido.
Sab 4:21 Cuando ellos vieron esto, y al mismo tiempo a Judas y su ejrcito en el llano,
preparados para la batalla, se intimidaron en gran manera,
Sab 4:22 y echaron todos a huir a las tierras de las naciones extranjeras.
Sab 4:23 Con esto Judas se volvi a coger los despojos del campo enemigo, donde
juntaron mucho oro y plata, y ropas preciosas de color de jacinto, y prpura marina, y
grandes riquezas.
Sab 4:24 Y al volverse despus, entonaban himnos, y bendecan a voces a YHWH,
diciendo: Porque Adonay es bueno, y eterna su misericordia.
Sab 4:25 Y con esta memorable victoria se salv Israel aquel da.
Sab 4:26 Todos aquellos extranjeros que escaparon, fueron a llevar la nueva a Lisias de
cuanto haba sucedido.
Sab 4:27 Y as que lo oy, qued consternado, y como fuera de s, por no haber salido las
cosas de Israel segn l se haba prometido, y conforme el rey haba mandado.
Sab 4:28 El ao siguiente reuni Lisias sesenta mil hombres escogidos y cinco mil de a
caballo, con el fin de exterminar a los judos.
Sab 4:29 Y entrando en Judea sentaron los campamentos en Bet-Horn, y les sali Judas
al encuentro con diez mil hombres.
Sab 4:30 Conocieron stos que era poderoso el ejrcito enemigo, y Judas or, y dijo:
Bendito seas, oh Salvador de Israel, t que quebrantaste la fuerza de un gigante por
medio de tu siervo David, y que entregaste el campamento de los extranjeros en poder
de Jonats, hijo de Sal, y de su escudero:
Sab 4:31 Entrega hoy del mismo modo ese ejrcito en poder de Israel, pueblo tuyo, y
queden confundidas sus huestes y su caballera.
Sab 4:32 Infndeles miedo, y aniquila su osada, y coraje, y despedcense ellos mismos
con sus propias fuerzas.
Sab 4:33 Derrbalos, en fin, t con la espada de aquellos que te aman, para que todos los
que conocen tu santo Nombre te canten himnos de alabanza.
Sab 4:34 Trabada luego la batalla, quedaron en ella muertos cinco mil hombres del
ejrcito de Lisias.
Sab 4:35 Viendo ste la fuga de los suyos y el ardimiento de los judos, y que stos
estaban resueltos a vivir con honor, o a morir valerosamente, se fue a Antioqua, y
levant nuevas tropas escogidas para volver con mayores fuerzas a la Judea.
Sab 4:36 Entonces Judas y sus hermanos dijeron: Ya que quedan destruidos nuestros
enemigos, vamos ahora a purificar y restaurar el templo.
Sab 4:37 Y reunido todo el ejrcito, subieron al monte de Sin,
Sab 4:38 donde vieron desierto el lugar santo, y profanado el altar, y quemadas las
puertas, y que en los patios haban nacido arbustos como en los bosques y montes, y

que estaban arruinadas todas las habitaciones de los ministros del santuario.
Sab 4:39 Y al ver esto, rasgaron sus vestidos, y lloraron amargamente, y se echaron
ceniza sobre la cabeza.
Sab 4:40 Y se postraron rostro por tierra, e hicieron resonar las trompetas con que se
daban las seales, y levantaron sus clamores hasta el cielo.
Sab 4:41 Entonces Judas dispuso que fueran algunas tropas a combatir a los que estaban
en el alczar, mientras tanto se iba purificando el santuario.
Sab 4:42 Y escogi sacerdotes sin tacha, amantes de la ley de YHWH,
Sab 4:43 los cuales purificaron el santuario, y llevaron a un sitio profano las piedras
contaminadas.
Sab 4:44 Y estuvo pensando Judas qu deba hacerse del altar de los holocaustos, que
haba sido profanado.
Sab 4:45 Y tomaron el mejor partido, que fue el destruirlo, a fin de que no fuese para ellos
motivo de oprobio, puesto que haba sido contaminado por los gentiles; y as lo
demolieron.
Sab 4:46 Y depositaron las piedras en un lugar a propsito del monte en que estaba el
templo, hasta tanto que viniese un profeta, y decidiese qu era lo que de ellas deba
hacerse.
Sab 4:47 Tomaron despus piedras intactas o sin labrar, conforme dispone la ley, y
construyeron un altar nuevo semejante a aquel que haba habido antes.
Sab 4:48 Y reedificaron el santuario, y aquello que estaba de la parte de adentro de la
casa, o templo, y santificaron el templo y sus atrios.
Sab 4:49 E hicieron nuevos vasos sagrados, y colocaron en el templo el candelero, y el
altar de los inciensos, y la mesa.
Sab 4:50 Y pusieron despus incienso sobre el altar, y encendieron las lmparas que
estaban sobre el candelero, y alumbraban en el templo.
Sab 4:51 Y pusieron los panes de proposicin sobre la mesa, colgaron los velos, y
completaron todas las obras que haban comenzado.
Sab 4:52 Y, hecho esto, se levantaron antes de amanecer el da veinticinco del noveno
mes, llamado Casleu, del ao ciento cuarenta y ocho.
Sab 4:53 Y ofrecieron el sacrificio, segn la ley, sobre el nuevo altar de los holocaustos
que haban construido.
Sab 4:54 Con lo cual se verific que en el mismo tiempo o mes, y en el mismo da que
este altar haba sido profanado por los gentiles, fue renovado o erigido de nuevo al
son de cnticos, y de ctaras, y de liras, y de cmbalos.
Sab 4:55 Y todo el pueblo se postr hasta juntar su rostro con la tierra, y adoraron a
YHWH, y levantando su voz hasta el cielo, bendijeron a YHWH que les haba
concedido aquella felicidad.
Sab 4:56 Y celebraron la dedicacin del altar por espacio de ocho das, y ofrecieron
holocaustos con regocijo, y sacrificios de accin de gracias y alabanza.
Sab 4:57 Adornaron tambin la fachada del templo con coronas de oro y con escudetes
de lo mismo, y renovaron las puertas del templo, y las habitaciones de los ministros a
l unidas, y les pusieron puertas.
Sab 4:58 Y fue extraordinaria la alegra del pueblo, y sacudieron de s el oprobio de las
naciones.
Sab 4:59 Entonces estableci Judas y sus hermanos, y todo el pueblo de Israel, que en lo
sucesivo se celebrase cada ao con gran gozo y regocijo este da de la dedicacin del
altar por espacio de ocho das seguidos, empezando el da veinticinco del mes de
Casleu.
Sab 4:60 Y fortificaron entonces rodearon el monte Sin, y lo circuyeron de altas murallas
y de fuertes torres, para que no viniesen los gentiles a profanarlo, como lo haban

hecho antes.
Sab 4:61 Y puso all Judas una guarnicin para que lo custodiase, y lo fortific tambin
para seguridad de Betsura, a fin de que el pueblo tuviese esta fortaleza en la frontera
de Idumea.

Capitulo 5
Sab 5:1 As que las naciones circunvecinas oyeron que el altar y el santuario haban sido
reedificados como antes, se irritaron sobremanera.
Sab 5:2 Y resolvieron exterminar a los de la estirpe de Jacob que vivan entre ellos, y en
efecto, comenzaron a matar y perseguir aquel pueblo.
Sab 5:3 Entretanto bata Judas a los hijos de Esa en la Idumea y a los que estaban en
Acrabatane, porque tenan como sitiados a los israelitas, e hizo en ellos un gran
destrozo.
Sab 5:4 Tambin se acord de castigar la malicia de los hijos de Ben, los cuales eran
para el pueblo un lazo de tropiezo, armndole emboscadas en el camino.
Sab 5:5 Y los oblig a encerrarse en unas torres, donde los tuvo cercados; y habindolos
anatematizado, peg fuego a las torres y las quem con cuantos haba dentro.
Sab 5:6 De all pas a la tierra de los hijos de Amn, donde encontr un fuerte y
numeroso ejrcito con Timoteo su caudillo.
Sab 5:7 Tuvo diferentes choques con ellos, y los derrot e hizo en ellos gran carnicera.
Sab 5:8 Y tom la ciudad de Gazer con los lugares dependientes de ella, y volvi a Judea.
Sab 5:9 Pero los gentiles que habitaban en Galaad se reunieron para exterminar a los
israelitas que vivan en su pas; mas stos se refugiaron en la fortaleza de Datemn;
Sab 5:10 y desde all escribieron cartas a Judas y a sus hermanos, en las cuales decan:
Se han congregado las naciones circunvecinas para perdernos;
Sab 5:11 y se preparan para venir a tomar la fortaleza donde nos hemos refugiado, siendo
Timoteo el caudillo de su ejrcito.
Sab 5:12 Ven, pues, luego, y lbranos de sus manos, porque han perecido ya muchos de
los nuestros;
Sab 5:13 y todos nuestros hermanos, que habitaban en los lugares prximos a Tubn, han
sido muertos, habindose llevado cautivas a sus mujeres e hijos, y saquendolo todo,
y dado muerte all mismo a cerca de mil hombres.
Sab 5:14 An no haban acabado de leer estas cartas, cuando he aqu que llegaron otros
mensajeros que venan de Galilea, rasgados sus vestidos, trayendo otras nuevas
semejantes;
Sab 5:15 pues decan haberse coligado contra ellos los de Tolemaida, y los de Tiro, y de
Sidn, y que toda la Galilea estaba llena de extranjeros, con el fin, decan, de acabar
con nosotros.
Sab 5:16 Luego que Judas y su gente oyeron tales noticias, tuvieron un gran consejo para
deliberar qu era lo que haran a favor de aquellos hermanos suyos que se hallaban
en la angustia, y eran estrechados por aquella gente.
Sab 5:17 Dijo, pues, Judas a su hermano Simn: Escoge un cuerpo de tropas, y ve a
librar a tus hermanos que estn en Galilea, y yo y mi hermano Jonats iremos a
Galaad.
Sab 5:18 Y dej a Jos, hijo de Zacaras, y a Azaras por caudillos del pueblo, para
guardar la Judea con el resto del ejrcito;
Sab 5:19 y les dio esta orden: Cuidad de esta gente, les dijo, y no salgis a pelear contra
los gentiles hasta que volvamos nosotros.
Sab 5:20 Se dieron, pues, a Simn tres mil hombres para ir a Galilea, y Judas tom ocho

mil para pasar a Galaad.


Sab 5:21 Parti Simn para la Galilea; y tuvo muchos encuentros con aquellas naciones,
las que derrot y fue persiguiendo hasta las puertas de Tolemaida,
Sab 5:22 dejando muertos cerca de tres mil gentiles, y apoderndose del botn.
Sab 5:23 Tom despus consigo a los judos que haba en Galilea y en Arbates, como
tambin a sus mujeres e hijos, y todo cuanto tenan, y los condujo a la Judea con gran
regocijo.
Sab 5:24 Entretanto Judas Macabeo con su hermano Jonats pasaron el Jordn, y
caminaron tres das por el desierto.
Sab 5:25 Y les salieron al encuentro los nabuteos, los cuales los recibieron pacficamente,
y les contaron lo que haba acaecido a sus hermanos en Galaad;
Sab 5:26 y cmo muchos de ellos se haban encerrado en Barasa, en Bosor, en Alimas,
en Casfor, en Maget y Carnam (todas ellas ciudades fuertes y grandes);
Sab 5:27 y cmo quedaban tambin cercados los que habitaban en otras ciudades de
Galaad, y les aadieron que los enemigos tenan determinado arrimar al da siguiente
su ejrcito a aquellas ciudades, y cogerlos, y acabar con ellos en un solo da.
Sab 5:28 Con esto parti Judas inmediatamente con su ejrcito por el camino del desierto
de Bosor, y se apoder de la ciudad, y pas a cuchillo todos los varones, y despus
de saqueada, la entreg a las llamas.
Sab 5:29 Por la noche salieron de all, y se dirigieron a la fortaleza de Datemn;
Sab 5:30 y al rayar el da, alzando los ojos vieron una tropa innumerable de gentes, que
traan consigo escalas y mquinas para tomar la plaza, y destruir o hacer prisioneros a
los que estaban dentro.
Sab 5:31 Luego que Judas vio que se haba comenzado el ataque, y que el clamor de los
combatientes suba hasta el cielo, como si fuera el sonido de una trompeta, y que se
oa una gran gritera en la ciudad,
Sab 5:32 dijo a sus tropas: Pelead este da en defensa de vuestros hermanos.
Sab 5:33 Y en seguida marcharon en tres columnas por las espaldas de los enemigos;
tocaron las trompetas, y clamaron orando en alta voz.
Sab 5:34 Y conocieron las tropas de Timoteo que era el Macabeo el que vena, y huyeron
su encuentro; sufriendo un gran destrozo, y habiendo perecido en aquel da cerca de
ocho mil hombres.
Sab 5:35 De all torci Judas el camino hacia Masfa, y la bati y se apoder de ella; pas
a cuchillo a todos los varones, y despus de haberla saqueado, la incendi.
Sab 5:36 Partiendo ms adelante tom a Casbn, a Maget, a Bosor y a las dems
ciudades de Galaad.
Sab 5:37 Despus de estos sucesos junt Timoteo otro ejrcito, y se acamp frente a
Rafn, a la otra parte del arroyo.
Sab 5:38 Judas envi luego a reconocer el enemigo, y los emisarios le dijeron: Todas las
naciones que nos rodean se han unido a Timoteo, es un ejrcito sumamente grande.
Sab 5:39 Han tomado tambin en su auxilio a los rabes, y estn acampados a la otra
parte del arroyo, preparndose para venir a darte la batalla. Y enterado Judas de todo
march contra ellos.
Sab 5:40 Y dijo Timoteo a los capitanes de su ejrcito: Si cuando Judas con sus tropas
llegue al arroyo, pasa l primero hacia nosotros, no le podremos resistir, y nos vencer
infaliblemente.
Sab 5:41 Pero si l temiere pasar, y pusiere su campo en el otro lado del arroyo,
pasmoslo nosotros y lograremos la victoria.
Sab 5:42 En esto lleg Judas cerca del arroyo, y poniendo a los escribanos o comisarios
del ejrcito a lo largo de la orilla del agua, les dio esta orden: No dejis que se quede
aqu nadie, sino que todos han de venir al combate.

Sab 5:43 Dicho esto pas l primero hacia los enemigos, y en pos de l toda la tropa, y
as que llegaron, derrotaron a todos aquellos gentiles, los cuales arrojaron las armas, y
huyeron al templo que haba en Carnam.
Sab 5:44 Judas tom la ciudad, y peg fuego al templo y lo abras con cuantos haba
dentro; y Carnam fue asolada, sin que pudiesen resistir a Judas.
Sab 5:45 Entonces reuni Judas todos los israelitas que se hallaban en el pas de Galaad,
desde el ms chico hasta el ms grande, con sus mujeres e hijos, formando de todos
ellos un ejrcito numerossimo de gente para que viniesen a la tierra de Jud.
Sab 5:46 Y llegaron a Efrn, ciudad grande situada en la embocadura del pas, y muy
fuerte; y no era posible dejarla a un lado, echando a la derecha o a la izquierda, sino
que era preciso atravesar por medio de ella.
Sab 5:47 Mas sus habitantes se encerraron, y tapiaron las puertas a cal y canto. Les
envi Judas un mensajero de paz,
Sab 5:48 dicindoles: Tened a bien que pasemos por vuestro pas para ir a nuestras
casas, y nadie os har dao, no haremos ms que pasar. Sin embargo, ellos no
quisieron abrir.
Sab 5:49 Entonces Judas hizo pregonar por todo el ejrcito que cada uno lo asaltase por
el lado en que se hallaba.
Sab 5:50 En efecto, la atacaron los hombres ms valientes, y se dio el asalto que dur
todo aquel da y aquella noche, cayendo al fin en sus manos la ciudad.
Sab 5:51 Y pasaron a cuchillo a todos los varones, y arrasaron a la ciudad hasta los
cimientos, despus de haberla saqueado, y atravesaron luego por toda ella,
caminando por encima de los cadveres.
Sab 5:52 En segida pasaron el Jordn en la gran llanura que hay enfrente de Betsn.
Sab 5:53 E iba Judas en la retaguardia reunien-do a los rezagados, y alentando al pueblo
por todo el camino, hasta que llegaron a tierra de Jud.
Sab 5:54 Y subieron al monte de Sin con alegra y regocijo, y ofrecieron all holocausto
en accin de gracias por el feliz regreso, sin que hubiese perecido ninguno de ellos.
Sab 5:55 Pero mientras Judas y Jonats estaban en el pas de Galaad, y Simn su
hermano en la Galilea delante de Tolemaida,
Sab 5:56 Jos, hijo de Zacaras, y Azaras, comandante de las tropas, tuvieron noticia de
estos felices sucesos, y de las batallas que se haban dado.
Sab 5:57 Y Jos dijo a Azaras: Hagamos tambin nosotros clebre nuestro nombre, y
vamos a pelear contra las naciones circunvecinas.
Sab 5:58 Y dando la orden a las tropas de su ejrcito marcharon contra Jamnia.
Sab 5:59 Pero Gorgias sali con su gente fuera de la ciudad, para venir al encuentro de
ellos y presentarles la batalla.
Sab 5:60 Y fueron batidos Jos y Azaras, los cuales echaron a huir hasta las fronteras de
Judea; pereciendo aquel da hasta dos mil hombres del pueblo de Israel, habiendo
sufrido el pueblo esta gran derrota,
Sab 5:61 por no haber obedecido las rdenes de Judas y de sus hermanos, imaginndose
que haran maravillas.
Sab 5:62 Mas ellos no eran de la estirpe de aquellos varones, por medio de los cuales
haba sido salvado Israel.
Sab 5:63 Por el contrario, las tropas de Judas adquirieron gran reputacin, tanto en todo
Israel, como entre las naciones todas a donde llegaba el eco de su fama.
Sab 5:64 Y la gente les sala al encuentro con aclamaciones de jbilo.
Sab 5:65 March despus Judas con sus hermanos al pas de Medioda a reducir a los
hijos de Esa, y se apoder a la fuerza de Quebrn, y de sus aldeas, quemando sus
muros y las torres que tena alrededor.
Sab 5:66 De all parti y se dirigi al pas de las naciones extranjeras, y recorri la

Samaria.
Sab 5:67 En aquel tiempo murieron peleando unos sacerdotes por querer hacer proezas y
haber entrado imprudentemente en el combate.
Sab 5:68 Judas torci despus hacia Azoto, pas de los extranjeros, y derrib sus altares,
quem los simulacros de sus dioses, saque las ciudades, y con sus despojos volvi a
tierra de Jud.

Capitulo 6
Sab 6:1 Yendo el rey Antoco recorriendo las provincias superiores, oy que haba en
Persia una ciudad llamada Elimaida, muy clebre y abundante de plata y oro,
Sab 6:2 con un templo riqusimo, donde haba velos con mucho oro, y corazas, y escudos
que haba dejado all Alejandro, hijo de Filipo, rey de Macedonia, el que rein primero
en toda la Grecia.
Sab 6:3 Y fue all con el fin de apoderarse de la ciudad y saquearla; pero no pudo salir
con su intento, porque llegando a entender su designio los habitantes,
Sab 6:4 salieron a pelear contra l, y tuvo que huir, y se retir con gran pesar volvindose
a Babilonia.
Sab 6:5 Y estando en Persia, le lleg la noticia de que haba sido destrozado el ejrcito
que se hallaba en el pas de Jud,
Sab 6:6 y que habiendo pasado all Lisias con grandes fuerzas, fue derrotado por los
judos, los cuales se hacan ms poderosos con las armas, municiones y despojos
tomados al ejrcito destruido;
Sab 6:7 y de cmo haban igualmente ellos derrocado la abominacin o dolo erigido por
l sobre el altar de Jerusaln , y cercado asimismo el santuario con altos muros,
segn estaba antes, y tambin en Betsura, su ciudad.
Sab 6:8 Odo que hubo el rey tales noticias, qued pasmado y lleno de turbacin, y se
puso en cama, y enferm de melancola, viendo que no le haban salido las cosas
como l se haba imaginado.
Sab 6:9 Permaneci as en aquel lugar por muchos das; porque iba aumentndose su
tristeza, de suerte que consinti en que se mora.
Sab 6:10 Con esto llam a todos sus amigos, y les dijo: El sueo ha huido de mis ojos; mi
corazn se ve abatido y oprimido de pesares,
Sab 6:11 y digo all dentro de m: A qu extrema afliccin me veo reducido, y en qu
abismo de tristeza me hallo, yo que estaba antes tan contento y querido, gozando de
mi regia dignidad!
Sab 6:12 Mas ahora se me presentan a la memoria los males que caus en Jerusaln , de
donde me traje todos los despojos de oro y plata que all cog, y el que sin motivo
alguno envi exterminar los moradores de la Judea.
Sab 6:13 Yo reconozco ahora que por eso han llovido sobre m tales desastres; y ved
aqu que muero de profunda melancola en tierra extraa.
Sab 6:14 Llam despus a Filipo, uno de sus confidentes, y lo nombr regente de todo su
reino;
Sab 6:15 y le entreg la diadema, el manto real y el anillo, a fin de que fuese a encargarse
de su hijo Antoco, y le educase para ocupar el trono.
Sab 6:16 Y muri all el rey Antoco, el ao ciento cuarenta y nueve.
Sab 6:17 Al saber Lisias la muerte del rey proclam a Antoco, su hijo, a quien l haba
criado desde nio; y le puso el nombre de Euptor.
Sab 6:18 Entretanto los que ocupaban el alczar de Jerusaln tenan encerrado a Israel
en los alrededores del santuario; y procuraban siempre causarle dao y acrecentar el

partido de los gentiles.


Sab 6:19 Resolvi, pues, Judas destruirlos y convoc a todo el pueblo para ir a sitiarlos.
Sab 6:20 Reunida la gente comenzaron el sitio el ao ciento cincuenta y construyeron
ballestas para arrojar piedras, y otras mquinas de guerra.
Sab 6:21 Y salieron fuera algunos de los sitiados, a los que se agregaron varios otros de
los impos del pueblo de Israel.
Sab 6:22 Y se fueron al rey, y le dijeron: Cundo, finalmente, hars t justicia, y
vengars a nuestros hermanos?
Sab 6:23 Nosotros nos resolvimos a servir a tu padre, y obedecerle, y observar sus leyes;
Sab 6:24 y por esta causa nos tomaron aversin los de nuestro mismo pueblo, han dado
muerte a todo el que han encontrado de nosotros, y han robado nuestros bienes;
Sab 6:25 y no tan slo han ejercido su violencia contra nosotros, sino tambin por todo
nuestro pas.
Sab 6:26 Y he aqu que ahora han puesto sitio al alczar de Jerusaln para apoderarse
de l, y han fortificado a Betsura.
Sab 6:27 Y si t no obras con ms actividad que ellos, harn an cosas mayores que
stas, y no podrs tenerlos a raya.
Sab 6:28 Se irrit el rey al or esto, e hizo llamar a todos sus amigos, y a los principales
oficiales de su ejrcito, y a los comandantes de la caballera.
Sab 6:29 Llegaron tambin tropas asalariadas de otros reinos, y de las islas o pases de
ultramar.
Sab 6:30 De suerte que junt un ejrcito de cien mil infantes con veinte mil hombres de
caballera, y treinta y dos elefantes adiestrados para el combate.
Sab 6:31 Y entrando estas tropas por la Idumea, vinieron a poner sitio a Betsura, y la
combatieron por espacio de muchos das, e hicieron varias mquinas de guerra; pero
habiendo hecho una salida los sitiados, las quemaron, y pelearon valerosamente.
Sab 6:32 A este tiempo levant Judas el sitio del alczar de Jerusaln , y dirigi sus
tropas hacia Betzacara, frente del campamento del rey.
Sab 6:33 Se levant el rey antes de amanecer, e hizo marchar apresuradamente su
ejrcito por el camino de Betzacara. Preparndose para el combate ambos ejrcitos, y
dieron la seal con las trompetas;
Sab 6:34 mostraron a los elefantes vino tinto y zumo de moras, a fin de incitarlos a la
batalla;
Sab 6:35 y distribuyeron estos animales por las legiones, poniendo alrededor de cada
elefante mil hombres armados de cotas de malla y cascos de bronce, y adems
quinientos hombres escogidos de caballera cerca de cada elefante.
Sab 6:36 Se hallaban estas tropas anticipadamente en donde quiera que haba de estar el
elefante, e iban donde l iba, sin apartarse de l nunca.
Sab 6:37 Sobre cada una de estas bestias haba una fuerte torre de madera, que les
serva de defensa, y sobre la torre mquinas de guerra; yendo en cada torre treinta y
dos hombres esforzados, los cuales peleaban desde ella, y adems un indio que
gobernaba la bestia.
Sab 6:38 Y el resto de la caballera, dividido en dos trozos, lo coloc en los flancos del
ejrcito para excitarlo con el sonido de las trompetas, y tener as encerradas las filas
de sus legiones.
Sab 6:39 As que sali el sol e hiri con sus rayos los escudos de oro y de bronce,
reflejaron stos la luz en los montes, resplandeciendo como antorchas encendidas.
Sab 6:40 Y una parte del ejrcito del rey caminaba por lo alto de los montes, y la otra por
los lugares bajos, e iban avanzando con precaucin y en buen orden.
Sab 6:41 Y todos los moradores del pas estaban asombrados a las voces de aquella
muchedumbre, y al movimiento de tanta gente, y al estruendo de sus armas; pues era

grandsimo y muy poderoso aquel ejrcito.


Sab 6:42 Y se adelant Judas con sus tropas para dar la batalla, y murieron del ejrcito
del rey seiscientos hombres.
Sab 6:43 Y Eleazar, hijo de Saura, observ un elefante que iba enjaezado con una regia
cota de malla, y que era ms alto que todos los dems; y juzg que ira encima de l
el rey.
Sab 6:44 E hizo el sacrificio de s mismo por libertar a su pueblo y granjearse un nombre
eterno.
Sab 6:45 Corri, pues, animosamente hacia el elefante por en medio de la legin,
matando a diestra y siniestra, y atropellando a cuantos se le ponan delante;
Sab 6:46 y fue a meterse debajo del vientre del elefante, y lo mat; pero cayendo la bestia
encima de l, lo dej muerto.
Sab 6:47 Mas los judos viendo las fuerzas e impetuosidad del ejrcito del rey, hicieron
una retirada.
Sab 6:48 Entonces las tropas del rey fueron contra ellos por el camino de Jerusaln , y
llegando a la Judea acamparon junto al monte de Sin.
Sab 6:49 El rey hizo un tratado con los que estaban en Betsura; los cuales salieron de la
ciudad, porque estando sitiados dentro de ella, no tenan vveres de repuesto, por ser
aquel ao sabtico, o de descanso para los campos.
Sab 6:50 De esta suerte el rey se apoder de Betsura, dejando en ella una guarnicin
para su custodia.
Sab 6:51 Asent despus sus campamentos cerca del lugar santo, donde permaneci
muchos das, preparando all ballestas y otros ingenios para lanzar fuegos, y
mquinas para arrojar piedras y dardos, e instrumentos para tirar saetas, y adems de
eso hondas.
Sab 6:52 Los sitiados hicieron tambin mquinas contra las de los enemigos, y se
defendieron por muchos das.
Sab 6:53 Faltaban vveres en la ciudad, por ser el ao sptimo, o sabtico, y porque los
gentiles que haban quedado en Judea haban consumido todos los repuestos.
Sab 6:54 Con eso qued poca gente para la defensa de los lugares santos; porque los
soldados se hallaron acosados del hambre, y se dispersaron, yndose cada cual a su
lugar.
Sab 6:55 En esto lleg a entender Lisias que Filipo (a quien el rey Antoco, estando an
en vida, haba encargado la educacin de su hijo Antoco para que ocupase el trono)
Sab 6:56 haba vuelto de Persia y de la Media con el ejrcito que haba ido con l, y que
buscaba medios para apoderarse del gobierno del reino.
Sab 6:57 Por tanto fue inmediatamente, y dijo al rey y a los generales del ejrcito: Nos
vamos consumiendo de da en da; tenemos pocos vveres; la plaza que tenemos
sitiada est bien pertrechada; y lo que nos urge es arreglar los negocios del reino.
Sab 6:58 Ahora, pues, compongmonos con estas gentes, y hagamos la paz con ellas y
con toda su nacin;
Sab 6:59 y dejmosles que vivan como antes segn sus leyes, pues por amor de sus
leyes, que hemos despreciado nosotros, se han encendido en clera y hecho todas
estas cosas.
Sab 6:60 Pareci bien al rey y a sus prncipes esta proposicin; y envi a hacer la paz con
los judos, los cuales la aceptaron.
Sab 6:61 La confirmaron con juramento el rey y los prncipes; y salieron de la fortaleza los
que la defendan.
Sab 6:62 Y entr el rey en el monte de Sin, y observ las fortificaciones que en l haba;
pero viol luego el juramento hecho, mandando derribar el muro que haba alrededor.
Sab 6:63 Parti despus de all a toda prisa, y se volvi a Antioqua, donde hall que

Filipo se haba hecho dueo de la ciudad; mas habiendo peleado contra l, la recobr.

Capitulo 7
Sab 7:1 El ao ciento cincuenta y uno, Demetrio, hijo de Seleuco, sali de la ciudad de
Roma, y lleg con poca comitiva a una ciudad martima y all comenz a reinar.
Sab 7:2 Y apenas entr en el reino de sus padres, cuando el ejrcito se apoder de
Antoco y de Lisias, para presentrselos a l.
Sab 7:3 Mas as que lo supo, dijo: Haced que no vea yo su cara.
Sab 7:4 Con esto la misma tropa les quit la vida, y Demetrio qued sentado en el trono
de su reino.
Sab 7:5 Y vinieron a presentrsele algunos hombres malvados e impos de Israel, cuyo
caudillo era Alcimo, el cual pretenda ser sumo sacerdote.
Sab 7:6 Acusaron stos a su nacin delante del rey, diciendo: Judas y sus hermanos han
hecho perecer a todos tus amigos, y a nosotros nos han arrojado de nuestra tierra.
Sab 7:7 Enva, pues, una persona de tu confianza, para que vaya y vea todos los estragos
que aqul nos ha causado a nosotros y a las provincias del rey, y castigue a todos sus
amigos y partidarios.
Sab 7:8 En efecto, el rey eligi de entre sus amigos a Bquides, que tena el gobierno de
la otra parte del ro, magnate del reino y de la confianza del rey; y lo envi
Sab 7:9 a reconocer las vejaciones que haba hecho Judas, confiriendo adems el sumo
sacerdocio al impo Alcimo, al cual dio orden de castigar a los hijos de Israel.
Sab 7:10 Se pusieron, pues, en camino, y entraron con un gran ejrcito en el pas de
Jud; y enviaron mensajeros a Judas y a sus hermanos para engaarlos con buenas
palabras.
Sab 7:11 Pero stos no quisieron fiarse de ellos, viendo que haban venido con un
poderoso ejrcito.
Sab 7:12 Sin embargo, el colegio de los escribas pas a estar con Alcimo y con Bquides
para hacerles algunas proposiciones justas o razonables.
Sab 7:13 Al frente de estos hijos de Israel iban los asideos, los cuales le pedan la paz.
Sab 7:14 Porque decan: Un sacerdote de la estirpe de Aarn es el que viene a nosotros,
no es de creer que nos engae.
Sab 7:15 Alcimo, pues, les habl palabras de paz, y les jur, diciendo: No os haremos
dao alguno ni a vosotros ni a vuestros amigos.
Sab 7:16 Dieron ellos crdito a su palabra; pero l hizo prender a sesenta de los mismos,
y en un da les hizo quitar la vida, conforme a lo que est escrito en los Salmos:
Sab 7:17 Alrededor de Jerusaln arrojaron los cuerpos de tus santos y su sangre; ni hubo
quien les diese sepultura.
Sab 7:18 Con esto se apoder de todo el pueblo un gran temor y espanto, y se decan
unos a otros: No se encuentra verdad ni justicia en estas gentes; pues han
quebrantado el tratado y el juramento que hicieron.
Sab 7:19 Y levant Bquides sus campamentos de Jerusaln , y fue a acampar junto a
Betzeca, desde donde envi a prender a muchos que haban abandonado su partido;
haciendo degollar a varios del pueblo, y que los arrojaran en un profundo pozo.
Sab 7:20 Se encarg despus el gobierno del pas a Alcimo, dejndole un cuerpo de
tropas que le sostuviera, y volvi Bquides a donde estaba el rey.
Sab 7:21 Haca Alcimo todos sus esfuerzos para asegurarse en su sumo sacerdocio;
Sab 7:22 y habindose unido a l todos los revoltosos del pueblo, se hicieron dueos de
toda la tierra de Jud, y causaron grandes estragos en Israel.
Sab 7:23 Viendo, pues, Judas las extorsiones que Alcimo y los suyos haban hecho a los
hijos de Israel, y que eran mucho peores que las causadas por los gentiles,

Sab 7:24 sali a recorrer todo el territorio de la Judea, y castig a estos desertores de la
causa de la patria; de suerte que no volvieron a hacer ms excursiones por el pas.
Sab 7:25 Mas cuando Alcimo vio que Judas y sus gentes ya prevalecan, y que l no
poda resistirles, se volvi a ver al rey, y los acus de muchos delitos.
Sab 7:26 Entonces el rey envi a Nicanor, uno de sus ms ilustres magnates y enemigo
declarado de Israel, con la orden de acabar con este pueblo.
Sab 7:27 Pas, pues, Nicanor a Jerusaln con un gran ejrcito, y envi luego sus
emisarios a Judas y a sus hermanos para engaarlos con palabras de paz,
Sab 7:28 dicindoles: No hay guerra entre m y vosotros, yo pasar con poca comitiva a
veros y tratar de paz.
Sab 7:29 En efecto, fue Nicanor a ver a Judas; y se saludaron mutuamente como amigos;
pero los enemigos estaban prontos para apoderarse de Judas.
Sab 7:30 Y llegando Judas a entender que haban venido con mala intencin, temi y no
quiso volverlo a ver ms.
Sab 7:31 Conoci entonces Nicanor que estaba descubierta su trama; y sali a pelear
contra Judas junto a Cafarsalama,
Sab 7:32 donde quedaron muertos como unos cinco mil hombres del ejrcito de Nicanor.
Judas y los suyos se retiraron a la ciudad o fortaleza de David.
Sab 7:33 Despus de esto subi Nicanor al monte de Sin; y as que lleg, salieron a
saludarle pacficamente algunos sacerdotes del pueblo, y a hacerle ver los
holocaustos que se ofrecan por el rey.
Sab 7:34 Mas l los recibi con desprecio y mofa, los trat como a personas profanas, y
les habl con arrogancia,
Sab 7:35 y lleno de clera les jur diciendo: Si no entregis en mis manos a Judas y a su
ejrcito, inmediatamente que yo vuelva victorioso, abrasar esta casa, o templo. Y se
march sumamente enfurecido.
Sab 7:36 Entonces los sacerdotes entraron en el templo a presentarse ante el altar, y
llorando dijeron:
Sab 7:37 YHWH , t elegiste esta casa a fin de que en ella fuese invocado tu santo
Nombre, y fuese un lugar de oracin y de plegarias para tu pueblo.
Sab 7:38 Haz que resplandezca tu venganza sobre este hombre y su ejrcito, y perezcan
al filo de la espada. Ten presentes sus blasfemias, y no permitas que subsistan sobre
la tierra.
Sab 7:39 Habiendo, pues, partido Nicanor de Jerusaln , fue a acamparse cerca de BetHorn, y all se le junt el ejrcito de la Siria.
Sab 7:40 Judas acamp junto a Adarsa con tres mil hombres, e hizo oracin a YHWH en
estos trminos:
Sab 7:41 YHWH, cuando los enviados del Sennaquerib blasfemaron contra ti, vino un
ngel que les mat ciento ochenta y cinco mil hombres.
Sab 7:42 Extermina hoy del mismo modo a nuestra vista ese ejrcito, y sepan todos los
dems que Nicanor ha hablado indignamente contra tu santuario, y jzgalo conforme a
su maldad.
Sab 7:43 Se dio, pues, la batalla el da trece del mes de Adar; y qued derrotado el
ejrcito de Nicanor; siendo l el primero que muri en el combate.
Sab 7:44 Viendo los soldados de Nicanor que ste haba muerto, arrojaron las armas, y
echaron a huir.
Sab 7:45 Los persiguieron los judos toda una jornada desde Adazer hasta Gzara, y al ir
tras de ellos tocaban las trompetas para avisar a todos la huida del enemigo.
Sab 7:46 Con esto salan gentes de todos los pueblos de la Judea situados en las
cercanas, y cargando sobre ellos con denuedo, los hacan retroceder hacia los
vencedores; de suerte que fueron todos pasados a cuchillo, sin que escapara ni uno.

Sab 7:47 Se apoderaron en seguida de sus despojos, y cortaron la cabeza a Nicanor, y su


mano derecha, la cual haba levantado l contra el templo, y las llevaron y colgaron a
la vista de Jerusaln .
Sab 7:48 Se alegr sobremanera el pueblo con la victoria, y pasaron aquel da en gran
regocijo:
Sab 7:49 Y orden Judas que se celebrase todos los aos esta fiesta a trece del mes de
Adar.
Sab 7:50 Y la tierra de Jud qued en reposo algn poco de tiempo.

Capitulo 8
Sab 8:1 Y oy Judas la reputacin de los romanos, y que eran poderosos, y se prestaban
a todo cuanto se les peda, y que haban hecho amistad con todos los que se haban
querido unir a ellos, y que era muy grande su poder.
Sab 8:2 Haba tambin odo hablar de sus guerras, y de las proezas que hicieron en las
Galias, de las cuales se haban enseoreado y hcholas tributarias suyas;
Sab 8:3 y de las cosas grandes obradas en Espaa, y cmo se haban hecho dueos de
las minas de plata y de oro que hay all, conquistando todo aquel pas a esfuerzos de
su prudencia y constancia.
Sab 8:4 Que asimismo haban sojuzgado regiones sumamente remotas, y destruido
reyes, que en las extremidades del mundo se haban movido contra ellos, habindolos
abatido enteramente, y que todos los dems les pagaban tributo cada ao;
Sab 8:5 cmo tambin haban vencido en batalla, y sujetado a Filipo y a Perseo, rey de
los ceteos, o macedonios, y a los dems que haban tomado armas contra ellos;
Sab 8:6 que Antoco el Grande, rey de Asia, el cual los haba acometido con un ejrcito
sumamente poderoso, en donde iban ciento veinte elefantes, muchsima caballera y
carros de guerra, fue asimismo enteramente derrotado;
Sab 8:7 cmo adems lo cogieron vivo, y lo obligaron tanto a l como a sus sucesores a
pagarles un gran tributo, y a que diese rehenes, y lo dems que se haba pactado,
Sab 8:8 a saber, el pas de los indos, el de los medos y el de los lidios, sus provincias ms
excelentes; y cmo despus de haberlas recibido de ellos, las dieron al rey Eumenes.
Sab 8:9 Supo tambin Judas cmo haban querido los griegos ir contra los romanos para
destruirlos;
Sab 8:10 y que al saberlo stos enviaron en contra uno de sus generales, y dndoles
batalla les mataron mucha gente, y se llevaron cautivas a las mujeres con sus hijos,
saquearon todo el pas y se hicieron dueos de l; derribaron los muros de sus
ciudades, y redujeron aquellas gentes a la servidumbre, como lo estn hasta el da de
hoy;
Sab 8:11 y cmo haban asolado y sometido a su imperio los otros reinos e islas que
haban tomado las armas contra ellos;
Sab 8:12 pero que con sus amigos, y con los que se entregaban con confianza en sus
manos, guardaban buena amistad; y que se haban enseoreado de los reinos, ya
fuesen vecinos, ya lejanos, porque cuantos oan su nombre los teman:
Sab 8:13 que aquellos a quienes ellos queran dar auxilio para que reinasen, reinaban en
efecto; y al contrario, quitaban el reino a quienes queran: y que de esta suerte se
haban elevado a un sumo poder;
Sab 8:14 que sin embargo de todo esto, ninguno de entre ellos cea su cabeza con
corona, ni vesta prpura para ensalzarse sobre los dems;
Sab 8:15 y que haban formado un Senado compuesto de trescientas veinte personas, y
que cada da se trataban en este consejo los negocios pblicos, a fin de que se

hiciese lo conveniente;
Sab 8:16 y finalmente, que se confiaba cada ao la magistratura o supremo gobierno a un
solo hombre, para que gobernase todo el Estado, y que as todos obedecan a uno
solo, sin que hubiese entre ellos envidia ni celos.
Sab 8:17 Judas, pues, en vista de todo esto, eligi a Euplemo, hijo de Juan, que lo era
de Jacob , y a Jasn, hijo de Elezaro, y los envi a Roma para establecer amistad y
alianza con ellos,
Sab 8:18 a fin de que los liberasen del yugo de los griegos; pues estaban viendo cmo
tenan stos reducido a esclavitud el reino de Israel.
Sab 8:19 En efecto, despus de un viaje muy largo, llegaron aqullos a Roma y
habindose presentado al Senado, dijeron:
Sab 8:20 Judas Macabeo, y sus hermanos, y el pueblo judaico nos envan para establecer
alianza y paz con vosotros, a fin de que nos contis en el nmero de vuestros aliados
y amigos.
Sab 8:21 Les pareci bien a los romanos esta proposicin.
Sab 8:22 Y he aqu el escrito que hicieron grabar en lminas de bronce, y enviaron a
Jerusaln para que lo tuviesen all los judos como un monumento de esta paz y
alianza:
Sab 8:23 Dichosos sean por mar y por tierra eternamente los romanos y la nacin de los
judos, y aljense siempre de ellos la guerra y el enemigo.
Sab 8:24 Pero si sobreviniere alguna guerra a los romanos, o alguno de los aliados en
cualquier parte de sus dominios,
Sab 8:25 los auxiliar la nacin de los judos de todo corazn, segn se lo permitieren las
circunstancias,
Sab 8:26 sin que los romanos tengan que dar y suministrar a las tropas que enve, ni
vveres, ni armas, ni dinero, ni naves, porque as ha parecido a los romanos; y las
tropas les obedecern sin recibir de ellos la paga.
Sab 8:27 De la misma manera, si primero sobreviniese alguna guerra a los judos, los
auxiliarn de corazn los romanos, segn la ocasin se lo permitiere;
Sab 8:28 sin que los judos tengan que abastecer a las tropas auxiliares, ni de vveres, ni
de armas, ni de dinero, ni de naves, porque as ha parecido a los romanos; y las
tropas aquellas les obedecern sinceramente.
Sab 8:29 Este es el pacto que hacen los romanos con los judos.
Sab 8:30 Mas si en lo venidero los unos o los otros quisieren aadir o quitar alguna cosa
de lo que va expresado, lo harn de comn consentimiento, y todo cuanto as
aadieren o quitaren permanecer firme y estable.
Sab 8:31 Por lo que mira a las injurias que el rey Demetrio ha hecho a los judos, nosotros
le hemos escrito, dicindole: Por qu has oprimido con yugo tan pesado a los judos,
amigos que son y aliados nuestros?
Sab 8:32 Como vengan, pues, ellos de nuevo a quejarse a nosotros, les haremos justicia
contra ti, y te haremos guerra por mar y tierra.

Capitulo 9
Sab 9:1 Entretanto, as que Demetrio supo que Nicanor con todas sus tropas haban
perecido en el combate, envi de nuevo a Bquides y a Alcimo a la Judea, y con ellos
el ala derecha o lo mejor de su ejrcito.
Sab 9:2 Se dirigieron por el camino que va a Glgala, y acamparon en Masalot, que est
en Arbelas; la cual tomaron y mataron all mucha gente.
Sab 9:3 En el primer mes del ao ciento cincuenta y dos se acercaron con el ejrcito a

Jerusaln ;
Sab 9:4 de donde salieron y se fueron a Berea en nmero de veinte mil hombres y dos mil
caballos.
Sab 9:5 Haba Judas sentado su campo en Laisa, y tena consigo tres mil hombres
escogidos.
Sab 9:6 Mas cuando vieron las tropas enemigas, se llenaron de temor, y desertaron
muchos del campamento; de suerte que no quedaron ms que ochocientos hombres.
Sab 9:7 Viendo Judas reducido a tan corto nmero su ejrcito, y que el enemigo le
estrechaba de cerca, perdi el nimo, pues no tena tiempo para ir a reunir las tropas,
y desmay.
Sab 9:8 Con todo, dijo a los que le haban quedado: Ea!, vamos contra nuestros
enemigos, y veamos si podemos batirlos.
Sab 9:9 Mas ellos procuraban disuadirlo de eso, diciendo: De ningn modo podemos:
pongmonos ms bien a salvo, yndonos a incorporar con nuestros hermanos, y
despus volveremos a pelear con ellos; ahora somos nosotros muy pocos.
Sab 9:10 Lbrenos YHWH, respondi Judas, de huir de delante de ellos, si ha llegado
nuestra hora, muramos valerosamente en defensa de nuestros hermanos, y no
echemos un borrn a nuestra gloria.
Sab 9:11 A este tiempo sali de sus campamentos el ejrcito enemigo, y vino a su
encuentro: La caballera iba dividida en dos cuerpos; los honderos y los arqueros
ocupaban el frente del ejrcito, cuya vanguardia componan los soldados ms
valientes.
Sab 9:12 Bquides estaba en el ala derecha, y los batallones avanzaron en forma de
media luna, tocando al mismo tiempo las trompetas.
Sab 9:13 Los soldados de Judas alzaron tambin el grito, de suerte que la tierra se
estremeci con el estruendo de los ejrcitos, y dur el combate desde la maana
hasta la cada de la tarde.
Sab 9:14 Habiendo conocido Judas que el ala derecha del ejrcito de Bquides era la
ms fuerte, tom consigo los ms valientes de su tropa,
Sab 9:15 y derrotndolo, persigui a los que la componan hasta el monte de Azoto.
Sab 9:16 Mas los que estaban en el ala izquierda al ver desbaratada la derecha, fueron
por la espalda en seguimiento de Judas y de su gente;
Sab 9:17 y encendindose con ms vigor la pelea, perdieron muchos la vida de una y otra
parte.
Sab 9:18 Pero habiendo cado muerto Judas, huy el resto de su gente.
Sab 9:19 Recogieron despus Jonats y Simn el cuerpo de su hermano Judas, y lo
enterraron en el sepulcro de sus padres en la ciudad de Modn.
Sab 9:20 Y todo el pueblo de Israel manifest un gran sentimiento, y lo llor por espacio
de muchos das.
Sab 9:21 Cmo es, decan, que ha perecido el campen que salvaba al pueblo de Israel!
Sab 9:22 Las otras guerras de Judas, y las grandes hazaas que hizo, y la magnanimidad
de su corazn no se han descrito, por ser excesivamente grande su nmero.
Sab 9:23 Y sucedi que muerto Judas, se manifestaron en Israel por todas partes los
hombres perversos, y se dejaron ver todos los que obraban la maldad.
Sab 9:24 Por este tiempo sobrevino una grandsima hambre, y todo el pas con sus
habitantes se sujet a Bquides;
Sab 9:25 el cual escogi hombres perversos, y los puso por comandantes del pas.
Sab 9:26 Y andaban stos buscando, y en pesquisa de los amigos de Judas, y los
llevaban a Bquides, quien se vengaba de ellos, y les haca mil oprobios.
Sab 9:27 Fue, pues, grande la tribulacin de Israel, y tal que no se haba experimentado
semejante desde el tiempo en que dej de verse profeta en Israel.

Sab 9:28 En esto se juntaron todos los amigos de Judas, y dijeron a Jonats:
Sab 9:29 Despus que muri tu hermano Judas, no hay ninguno como l que salga contra
nuestros enemigos, que son Bquides y los enemigos de nuestra nacin.
Sab 9:30 Por tanto te elegimos hoy en su lugar, para que seas nuestro prncipe, y el
caudillo de nuestras guerras.
Sab 9:31 Y acept entonces Jonats el mando, y ocup el lugar de su hermano Judas.
Sab 9:32 Sabedor de esto Bquides, buscaba medios para quitarle la vida;
Sab 9:33 pero habindolo llegado a entender Jonats, y Simn su hermano, con todos los
que lo acompaaban, huyeron al desierto de Tecua e hicieron alto junto al lago de
Asfar.
Sab 9:34 Lo supo Bquides, y march l mismo con todo su ejrcito, en da de sbado, al
otro lado del Jordn.
Sab 9:35 Entonces Jonats envi a su hermano, caudillo del pueblo, a rogar a los
nabuteos, sus amigos, que les prestasen su tren de guerra, que era grande.
Sab 9:36 Pero saliendo de Madaba los hijos de Jambri, cogieron a Juan y cuanto
conduca, y se fueron con todo.
Sab 9:37 De all a poco dieron noticia a Jonats y a su hermano Simn, de que los hijos
de Jambri celebraban unas grandes bodas, y que llevaban desde Madaba con mucha
pompa la novia, la cual era hija de uno de los grandes prncipes de Canan.
Sab 9:38 Se acordaron entonces de la sangre derramada de Juan su hermano y fueron, y
se escondieron en las espesuras de un monte.
Sab 9:39 En este estado, levantando sus ojos, vieron a cierta distancia una multitud de
gentes, y un magnfico aparato; pues haba salido el novio con sus amigos y parientes
a recibir a la novia, al son de tambores e instrumentos msicos, con mucha gente
armada.
Sab 9:40 Entonces saliendo sbitamente de su emboscada, se echaron sobre ellos, y
mataron e hirieron a muchos, huyendo los dems a los montes; con lo cual se
apoderaron de todos sus despojos;
Sab 9:41 de suerte que las bodas se convirtieron en duelo, y sus conciertos de msica en
lamentos.
Sab 9:42 Y vengaron de este modo la sangre de su hermano, y se volvieron hacia la
ribera del Jordn.
Sab 9:43 Luego que lo supo Bquides, vino con un poderoso ejrcito en un da de sbado
a la orilla del Jordn.
Sab 9:44 Entonces Jonats dijo a los suyos: Ea!, vamos a pelear contra nuestros
enemigos; pues no nos hallamos nosotros en la situacin de ayer y dems das
anteriores.
Sab 9:45 Vosotros veis que tenemos de frente a los enemigos; a la espalda, hacia
derecha e izquierda, las aguas del Jordn, con sus riberas y pantanos, y bosques, sin
que nos quede medio para escapar.
Sab 9:46 Ahora, pues, clamad al cielo, para que seis librados de vuestros enemigos. Y
se trab el combate;
Sab 9:47 en el cual levant Jonats su brazo para matar a Bquides; pero evit ste el
golpe, retirando su cuerpo hacia atrs.
Sab 9:48 En fin, Jonats y los suyos se arrojaron al Jordn, y lo pasaron a nado, a la vista
de sus enemigos.
Sab 9:49 Y habiendo perecido aquel da mil hombres del ejrcito de Bquides, se volvi
ste con sus tropas a Jerusaln .
Sab 9:50 Y en seguida reedificaron las plazas fuertes de Judea, y fortificaron con altos
muros, con puertas y barras de hierro las ciudades de Jeric , de Ammaum, de BetHorn, de Betel, de Tamnata, de Fara y de Topo.

Sab 9:51 En ellas puso Bquides guarniciones, para que hicieran correras contra Israel.
Sab 9:52 Fortific tambin la ciudad de Betsura, y la de Gzara, y el alczar de Jerusaln
, poniendo en todas partes guarnicin y vveres.
Sab 9:53 Tom despus en rehenes los hijos de las primeras familias del pas, y los tuvo
custodiados en el alczar de Jerusaln .
Sab 9:54 En el segundo mes del ao ciento cincuenta y tres mand Alcimo derribar las
murallas de la parte interior del templo, y que se destruyesen las obras de los profetas
Ageo y Zacaras. Comenz en efecto la demolicin;
Sab 9:55 pero lo hiri Adonay entonces, y no pudo acabar lo que haba comenzado.
Perdi el habla, sin poder pronunciar una palabra ms, ni dar disposicin alguna en
los asuntos de su casa.
Sab 9:56 Y muri Alcimo, atormentado de grandes dolores.
Sab 9:57 Viendo Bquides que haba muerto Alcimo, se volvi adonde estaba el rey, y
qued el pas en reposo por dos aos.
Sab 9:58 Pero al cabo los malvados todos formaron el siguiente designio: Jonats,
dijeron, y los que con l estn, viven en sosiego y descuidados; ahora es tiempo de
hacer venir a Bquides y de que los sorprenda a todos en una noche.
Sab 9:59 Fueron, pues, a verse con l, y le propusieron este designio.
Sab 9:60 Bquides se puso luego en camino con un poderoso ejrcito, y envi
secretamente sus cartas a los que seguan su partido en la Judea, a fin de que
pusiesen presos a Jonats y a los que le acompaaban; mas no pudieron hacer nada,
porque stos fueron advertidos de su designio.
Sab 9:61 Entonces Jonats prendi a cincuenta personas del pas, que eran los
principales jefes de aquella conspiracin, y les quit la vida.
Sab 9:62 En seguida se retir con su hermano Simn y los de su partido a Betbesn, que
est en el desierto; repararon sus ruinas, y la pusieron en estado de defensa.
Sab 9:63 Tuvo noticia de esto Bquides, y juntando todas sus tropas, y avisando a los
partidarios que tena en la Judea,
Sab 9:64 vino a acampar sobre Betbesn, a la cual tuvo sitiada por mucho tiempo,
haciendo construir mquinas de guerra.
Sab 9:65 Pero Jonats, dejando en la ciudad a su hermano Simn, fue a recorrer el pas y
volviendo con un buen cuerpo de tropa,
Sab 9:66 derrot a Odarn, y a sus hermanos, y a los hijos de Fasern en sus propias
tiendas, y comenz a hacer destrozo en los enemigos y a dar grandes muestras de su
valor.
Sab 9:67 Simn y sus tropas, salieron de la ciudad, y quemaron las mquinas de guerra;
Sab 9:68 atacaron a Bquides y lo derrotaron, causndole grandsimo pesar por ver
frustrados sus designios y tentativas;
Sab 9:69 y as lleno de clera contra aquellos hombres perversos que le haban
aconsejado venir a su pas, hizo matar a muchos de ellos, y resolvi volverse a su
tierra con el resto de sus tropas.
Sab 9:70 Sabedor de esto Jonats, le envi embajadores para ajustar la paz con l, y
canjear los prisioneros.
Sab 9:71 Los recibi Bquides gustosamente, y consintiendo en lo que propona Jonats,
jur que en todos los das de su vida no volvera a hacerle mal ninguno.
Sab 9:72 Le entreg asimismo los prisioneros que haba hecho antes en el pas de Jud;
despus de lo cual parti para su tierra y no quiso volver ms a la Judea.
Sab 9:73 Con esto ces la guerra en Israel, y Jonats fij su residencia en Macmas,
donde comenz a gobernar la nacin, y extermin de Israel a los impos.

Capitulo 10
Sab 10:1 El ao ciento sesenta Alejandro, hijo de Antoco el Ilustre, subi a ocupar
Tolemaida, y fue bien recibido, y empez all a reinar.
Sab 10:2 As que lo supo el rey Demetrio, levant un poderoso ejrcito, y march a pelear
contra l.
Sab 10:3 Envi tambin una carta a Jonats llena de expresiones afectuosas y de
grandes elogios para l.
Sab 10:4 Porque dijo l a los suyos: Anticipmonos a hacer con l la paz, antes que la
haga con Alejandro en dao nuestro;
Sab 10:5 pues l se acordar sin duda de los males que le hemos hecho tanto a l como
a su hermano y a su nacin.
Sab 10:6 Le dio, pues, facultad para levantar un ejrcito y fabricar armas; lo declar su
aliado, y mand que se le entregasen los que estaban en rehenes en el alczar de
Jerusaln .
Sab 10:7 Entonces Jonats pas a Jerusaln , y ley las cartas de Demetrio delante de
todo el pueblo y de los que estaban en el alczar.
Sab 10:8 Y se intimidaron stos en gran manera al or que el rey le daba facultad de
levantar un ejrcito.
Sab 10:9 Se entregaron luego a Jonats los rehenes, el cual los volvi a sus padres.
Sab 10:10 Fij Jonats su residencia en Jerusaln , y comenz a reedificar y restaurar la
ciudad;
Sab 10:11 y mand a los arquitectos que levantasen una muralla de piedras cuadradas
alrededor del monte de Sin, para que quedase bien fortificado; y as lo hicieron.
Sab 10:12 Entonces los extranjeros que estaban en las fortalezas construidas por
Bquides huyeron;
Sab 10:13 y abandonando sus puestos se fue cada cual a su pas.
Sab 10:14 Slo en Betsura quedaron algunos de aquellos que haban abandonado la ley y
los preceptos de YHWH; porque esta fortaleza era su refugio.
Sab 10:15 Entretanto llegaron a odos de Alejandro las promesas que Demetrio haba
hecho a Jonats, y le contaron las batallas y acciones gloriosas de Jonats y de sus
hermanos, y los trabajos que haban padecido.
Sab 10:16 Y dijo: Podr haber acaso otro varn como ste? Pensemos, pues, en hacerle
nuestro amigo y aliado.
Sab 10:17 Con esta mira le escribi, envindole una carta concebida en los trminos
siguientes:
Sab 10:18 El rey Alejandro, a su hermano Jonats, salud:
Sab 10:19 Hemos sabido que eres un hombre de valor y digno de ser nuestro amigo.
Sab 10:20 Por lo tanto te constituimos hoy sumo sacerdote de tu nacin, y queremos
adems que tengas el ttulo de Amigo del Rey, y que tus intereses estn unidos a los
nuestros, y que conserves amistad con nosotros. Y le envi la vestidura de prpura y
la corona de oro.
Sab 10:21 En efecto, en el sptimo mes del ao ciento sesenta, Jonats se visti la estola
santa, en el da solemne de los Tabernculos, y levant un ejrcito, e hizo fabricar
gran cantidad de armas.
Sab 10:22 As que supo Demetrio estas cosas, se entristeci sobremanera, y dijo:
Sab 10:23 Cmo hemos dado lugar a que Alejandro se nos haya adelantado a
conciliarse la amistad de los judos para fortalecer su partido?
Sab 10:24 Voy yo tambin a escribirles cortsmente, ofrecindoles dignidades y ddivas,
para empearlos a unirse conmigo en mi auxilio.

Sab 10:25 Y les escribi en estos trminos: El rey Demetrio a la nacin de los judos,
salud:
Sab 10:26 Hemos sabido con mucho placer que habis mantenido la alianza que tenais
hecha con nosotros; y que sois constantes en nuestra amistad, sin haberos coligado
con nuestros enemigos.
Sab 10:27 Perseverad, pues, como hasta aqu, guardndonos la misma fidelidad, y os
recompensaremos ampliamente lo que habis hecho por nosotros.
Sab 10:28 Os perdonaremos adems muchos impuestos, y os haremos muchas gracias.
Sab 10:29 Y desde ahora, a vosotros y a todos los judos os eximo de tributos, e
impuestos sobre la sal, las coronas, la tercera parte de la simiente;
Sab 10:30 y la mitad de los frutos de los rboles, que me corresponde, os la cedo a
vosotros desde hoy en adelante; por lo cual no se exigir ms de la tierra de Jud, ni
tampoco de las tres ciudades de Samaria y de Galilea, que se le han agregado, y as
ser desde hoy para siempre.
Sab 10:31 Quiero tambin que Jerusaln sea santa o privilegiada, y que quede libre con
todo su territorio, y que los diezmos y tributos sean para ella.
Sab 10:32 Os entrego tambin el alczar de Jerusaln , y se lo doy al sumo sacerdote
para que ponga en l la gente que l mismo escogiere para su defensa.
Sab 10:33 Concedo adems gratuitamente la libertad a todos los judos que se trajeron
cautivos de la tierra de Jud, en cualquier parte de mi reino que se hallen,
eximindolos de pagar por s, y tambin por sus ganados.
Sab 10:34 Y todos los das solemnes, y los sbados, y las neomenias, y los das
establecidos, y los tres das antes y despus de la fiesta solemne sean das de
inmunidad y de libertad para todos los judos que hay en mi reino;
Sab 10:35 de modo que en estos das nadie podr proceder contra ellos, ni llamarlos a
juicio por ningn motivo.
Sab 10:36 Tambin ordeno que sean admitidos en el ejrcito del rey hasta treinta mil
judos, los cuales sern mantenidos del mismo modo que todas las tropas reales, y se
echar mano de ellos para ponerlos de guarnicin en las fortalezas del gran rey.
Sab 10:37 Igualmente se escogern de stos algunas personas, a las cuales se
encarguen los negocios del reino que exigen gran confianza; sus jefes sern elegidos
de entre ellos mismos, y vivirn conforme a sus leyes, segn el rey ha ordenado para
el pas de Jud.
Sab 10:38 Considrense asimismo en un todo, como la misma Judea, las tres ciudades
de la provincia de Samaria incorporadas a la Judea, de suerte que no dependan ms
que de un jefe, ni reconozcan otra potestad que la del sumo sacerdote.
Sab 10:39 Hago donacin de Tolemaida con su territorio al templo de Jerusaln para los
gastos necesarios del santuario;
Sab 10:40 y le consigo todos los aos quince mil siclos de plata de los derechos reales
que me pertenecen.
Sab 10:41 Y todo aquello que ha quedado atrasado, y han dejado de pagar mis
administradores en los aos precedentes, se entregar desde ahora para la
reparacin del templo del YHWH;
Sab 10:42 y por lo que hace a los cinco mil siclos de plata que aqullos recaudaban cada
ao por cuenta de las rentas del santuario, tambin pertenecern stos a los
sacerdotes que estn ejerciendo las funciones de su ministerio.
Sab 10:43 Asimismo, todos aquellos que siendo responsables al rey, por cualquier motivo
que sea, se refugiaren en el templo de Jerusaln , o a cualquier parte de su recinto,
quedarn inmunes, y gozarn libremente de todos los bienes que posean en mi reino.
Sab 10:44 Y finalmente, el gasto de lo que se edifique o repare en el santuario, correr de
cuenta del rey;

Sab 10:45 como tambin lo que se gaste para restaurar los muros de Jerusaln y
fortificarlos por todo el contorno, y para las murallas que deben levantarse en la
Judea.
Sab 10:46 Habiendo, pues, odo Jonats y el pueblo estas proposiciones de Demetrio, no
las creyeron sinceras, ni las quisieron aceptar, porque se acordaban de los grandes
males que haba hecho en Israel, y cun duramente los haba oprimido.
Sab 10:47 Y as se inclinaron ms bien a complacer a Alejandro, pues haba sido el
primero que les haba hablado de paz, y en efecto, le auxiliaron constantemente.
Sab 10:48 En esto junt el rey Alejandro un gran ejrcito, y march con sus tropas contra
Demetrio.
Sab 10:49 Y dieron la batalla ambos reyes, y habiendo sido puestas en fuga las tropas de
Demetrio, las fue siguiendo Alejandro, y carg furiosamente sobre ellas.
Sab 10:50 Fue muy recio el combate, el cual dur hasta ponerse el sol; y muri en l
Demetrio.
Sab 10:51 Despus de esto, Alejandro envi sus embajadores a Tolomeo, rey de Egipto,
para que le dijesen en su nombre:
Sab 10:52 Puesto que he vuelto a mi reino, y me hallo sentado en el trono de mis padres,
y he recobrado mis Estados y entrado en posesin de mis dominios con la derrota de
Demetrio,
Sab 10:53 a quien deshice en batalla campal, por este motivo ocupo el trono del reino que
l posea;
Sab 10:54 establezcamos ahora entre nosotros una mutua amistad, y para ello
concdeme por esposa a tu hija, con lo cual ser yo tu yerno, y te presentar tanto a ti
como a ella regalos dignos de tu majestad.
Sab 10:55 A lo cual el rey Tolomeo respondi, diciendo: Bendito sea el da en que has
vuelto a entrar en la tierra de tus padres, y te has sentado en el trono de tu reino!
Sab 10:56 Yo estoy pronto a concederte lo que me has escrito, mas ven hasta Tolemaida,
para que nos veamos all ambos, y te entregue yo mi hija por esposa, conforme me
pides.
Sab 10:57 Parti, pues, Tolomeo de Egipto con su hija Cleopatra, y vino a Tolemaida el
ao ciento sesenta y dos.
Sab 10:58 Y fue Alejandro a encontrarlo all; y Tolomeo le dio a su hija Cleopatra por
esposa, celebrndose sus bodas en dicha ciudad de Tolemaida con una magnificencia
verdaderamente real.
Sab 10:59 El rey Alejandro escribi tambin a Jonats que viniese a verlo;
Sab 10:60 y en efecto, habiendo pasado a Tolemaida con gran pompa, visit a los dos
reyes, les present mucha plata y oro, y otros regalos, y ellos le recibieron con mucho
agrado.
Sab 10:61 Entonces algunos hombres corrompidos y malvados de Israel se conjuraron
para presentar una acusacin contra l; mas el rey no quiso darles odos;
Sab 10:62 antes bien mand que a Jonats le quitasen sus vestidos, y lo revistiesen de
prpura. Y as se ejecut. Despus de lo cual el rey le mand sentar a su lado.
Sab 10:63 Luego dijo a sus magnates: Id con l por medio de la ciudad, y haced publicar
que nadie por ningn ttulo ose formar acusacin contra l, ni le moleste, sea por el
asunto que fuere.
Sab 10:64 As que los acusadores vieron la honra que se haca a Jonats, y lo que se
haba pregonado, y como iba revestido de prpura, echaron a huir todos.
Sab 10:65 Lo elev el rey a grandes honores, y lo cont entre sus principales amigos; lo
hizo general, y le dio parte en el gobierno.
Sab 10:66 Despus de lo cual se volvi Jonats a Jerusaln en paz, y lleno de gozo.
Sab 10:67 El ao ciento sesenta y cinco, Demetrio el joven, hijo de Demetrio, vino desde

Creta a la tierra de sus padres;


Sab 10:68 y habindolo sabido el rey Alejandro, tuvo de ello gran pena, y se volvi a
Antioqua.
Sab 10:69 El rey Demetrio hizo general de sus tropas a Apolonio, que era gobernador de
la Celesiria, el cual junt un gran ejrcito, y se acerc a Jamnia, y envi a decir a
Jonats, sumo sacerdote,
Sab 10:70 estas palabras: T eres el nico que nos hace resistencia; y yo he llegado a ser
un objeto de escarnio y oprobio, a causa de que t te haces fuerte en los montes, y
triunfas contra nosotros.
Sab 10:71 Ahora bien, si t tienes confianza en tus tropas, desciende a la llanura, y
mediremos all nuestras fuerzas; pues el valor militar en m reside.
Sab 10:72 Infrmate si no, y sabrs quin soy yo, y quines son los que vienen en mi
ayuda; los cuales dicen confiadamente que vosotros no podris sosteneros en nuestra
presencia, porque ya dos veces fueron tus mayores puestos en fuga en su propio
pas.
Sab 10:73 Cmo, pues, ahora podrs t resistir el mpetu de la caballera y de un ejrcito
tan poderoso en una llanura, donde no hay piedras, ni peas, ni lugar para huir.
Sab 10:74 As que Jonats oy estas palabras de Apolonio, se alter su nimo y
escogiendo diez mil hombres, parti de Jerusaln , saliendo a incorporarse con l su
hermano Simn para ayudarle.
Sab 10:75 Fueron a acampar junto a la ciudad de Joppe; la cual le cerr las puertas
(porque Joppe tena guarnicin de Apolonio), y as hubo de ponerla sitio.
Sab 10:76 Pero atemorizados los que estaban dentro, le abrieron las puertas, y Jonats
se apoder de ella.
Sab 10:77 Habindolo sabido Apolonio, se acerc con tres mil caballos y un ejrcito
numeroso;
Sab 10:78 y marchando como para ir a Azoto, baj sin perder tiempo a la llanura; pues
tena mucha caballera, en la cual llevaba puesta su confianza. Jonats se dirigi
tambin hacia Azoto, y all se dio la batalla.
Sab 10:79 Haba dejado Apolonio en el campo, a las espaldas de los enemigos, mil
caballos en emboscada.
Sab 10:80 Y supo Jonats esta emboscada que los enemigos haban dejado a sus
espaldas; los cuales le cercaron en su campo, y estuvieron arrojando dardos sobre
sus gentes desde la maana hasta la tarde.
Sab 10:81 Los de Jonats se mantuvieron firmes, conforme l haba ordenado; y
entretanto se fatig mucho la caballera enemiga.
Sab 10:82 Entonces Simn hizo avanzar su gente, y acometi a la infantera, la cual se
vio sola, pues la caballera estaba ya cansada; y la derrot, y puso en fuga.
Sab 10:83 Los que se dispersaron por el campo, se refugiaron en Azoto, y se metieron en
la casa o templo de su dolo Dagn para salvarse all.
Sab 10:84 Pero Jonats puso fuego a Azoto y a las ciudades circunvecinas, despus de
haberlas saqueado, y abras el templo de Dagn con cuantos en l se haban
refugiado;
Sab 10:85 y entre los muertos a caudillo y quemados, perecieron cerca de ocho mil
hombres.
Sab 10:86 Levant luego Jonats el campo y se aproxim a Ascaln, cuyos ciudadanos
salieron a recibirlos con grandes agasajos;
Sab 10:87 y regres despus a Jerusaln con sus tropas cargadas de ricos despojos.
Sab 10:88 As que el rey Alejandro supo todos estos sucesos, concedi nuevamente
mayores honores a Jonats,
Sab 10:89 y le envi la hebilla o broche de oro, que se acostumbraba dar a los parientes

del rey; y le dio el dominio de Accarn y de su territorio.

Capitulo 11
Sab 11:1 Despus de esto el rey de Egipto junt un ejrcito innumerable como las arenas
de la orilla del mar, y gran nmero de naves; y trataba con perfidia de apoderarse del
reino de Alejandro y unirlo a su corona.
Sab 11:2 Entr, pues, en la Siria aparentando amistad, y las ciudades le abran las
puertas, y lo salan a recibir sus moradores pues as lo haba mandado Alejandro, por
cuanto era su suegro.
Sab 11:3 Mas Tolomeo, as que entraba en una ciudad, pona en ella guarnicin militar.
Sab 11:4 Cuando lleg a Azoto, le mostraron el templo de Dagn que haba sido
abrasado, y las ruinas de esta ciudad y de sus aldeas, muchos cadveres tendidos en
tierra, y los tmulos que haban hecho a lo largo del camino de los muertos en la
batalla.
Sab 11:5 Y dijeron al rey que todo aquello lo haba hecho Jonats, con lo cual intentaban
hacerle odiosa su presencia; mas el rey no se dio por entendido.
Sab 11:6 Y sali Jonats a recibir al rey con toda pompa en Joppe, y se saludaron, y
pasaron all la noche.
Sab 11:7 Fue Jonats acompaando al rey hasta un ro llamado Eleutero, desde donde
regres a Jerusaln .
Sab 11:8 Pero el rey Tolomeo se apoder de todas las ciudades que hay hasta Seleucia,
situada en la costa del mar, y maquinaba traiciones contra Alejandro.
Sab 11:9 Y despach embajadores a Demetrio para que le dijeran: Ven, haremos alianza
entre los dos, y yo te dar mi hija desposada con Alejandro, y t recobrars as el
reino de tu padre;
Sab 11:10 pues estoy arrepentido de haberle dado mi hija; porque ha conspirado contra
mi vida.
Sab 11:11 As lo infamaba; porque codiciaba alzarse con su reino.
Sab 11:12 Al fin habindole quitado la hija, se la dio a Demetrio, y entonces se extra
Alejandro, e hizo patente su malvada intencin.
Sab 11:13 Entr despus Tolomeo en Antioqua, y ci su cabeza con dos diademas, la
de Egipto y la de Asia.
Sab 11:14 Se hallaba a esta sazn el rey Alejandro en Cilicia, por habrsele rebelado la
gente de aquellas provincias.
Sab 11:15 Pero as que supo lo ocurrido con el rey Tolomeo, march contra l. Orden
tambin ste su tropas, y sali a su encuentro con grandes fuerzas y lo derrot.
Sab 11:16 Huy Alejandro a Arabia, para ponerse all a cubierto; y se aument as el
poder de Tolomeo.
Sab 11:17 Y Zabdiel, prncipe de la Arabia, cort la cabeza a Alejandro, y se la envi a
Tolomeo.
Sab 11:18 De all a tres das muri tambin el rey Tolomeo; y las tropas que estaban en
las fortalezas, perdieron la vida a manos de las que estaban en el campamento.
Sab 11:19 Y entr Demetrio en posesin del reino el ao ciento sesenta y siete.
Sab 11:20 Por aquellos das reuni Jonats las milicias de la Judea para apoderarse del
alczar de Jerusaln ; a este fin levantaron contra l muchas mquinas de guerra.
Sab 11:21 Mas algunos hombres malvados, enemigos de su propia nacin, fueron al rey
Demetrio y le dieron parte de que Jonats tena sitiado el alczar.
Sab 11:22 Irritado al or esto, pas al instante a Tolemaida, y escribi a Jonats que
levantase el sitio del alczar, y viniese al punto a verse con l.

Sab 11:23 Recibida por Jonats esta carta, mand que se continuase el sitio; y
escogiendo algunos de los ancianos o senadores de Israel, y de los sacerdotes, fue
con ellos y se expuso al peligro.
Sab 11:24 Llev consigo mucho oro y plata, ropas y varios otros regalos, y parti a
presentarse al rey en Tolemaida, y se gan su amistad.
Sab 11:25 Sin embargo, algunos hombres perversos de su nacin formaron nuevamente
acusaciones contra Jonats.
Sab 11:26 Mas el rey lo trat como lo haban tratado sus predecesores; y le honr en
presencia de todos sus amigos o cortesanos,
Sab 11:27 y lo confirm en el sumo sacerdocio y en todos los dems honores que de
antemano tena, y lo trat como al primero de sus amigos.
Sab 11:28 Entonces Jonats suplic al rey que concediese franquicia de tributos a Judea,
a las tres toparquas y Samaria con todo su territorio; prometiendo darle, como en
homenaje, trescientos talentos.
Sab 11:29 Otorg el rey la peticin, e hizo expedir el diploma para Jonats, en estos
trminos:
Sab 11:30 El rey Demetrio a su hermano Jonats y a la nacin judaica, salud:
Sab 11:31 Os enviamos para conocimiento vuestro copia de la carta que acerca de
vosotros hemos escrito a Lstenes, nuestro padre. Dise as:
Sab 11:32 El rey Demetrio a Lstenes, su padre, salud:
Sab 11:33 Hemos resuelto hacer mercedes a la nacin de los judos, los cuales son
nuestros amigos, y se portan fielmente con nosotros, a causa de la buena voluntad
que nos tienen.
Sab 11:34 Decretamos, pues, que toda la Judea y las tres ciudades Afrema, Lida y
Ramata, de la provincia de Samaria, agregadas a la Judea, y todos sus territorios
queden destinados para todos los sacerdotes de Jerusaln , en cambio de lo que el
rey perciba antes de ellos todos los aos por los frutos de la tierra y de los rboles.
Sab 11:35 Asimismo les perdonamos desde ahora lo dems que nos perteneca de
diezmos y tributos, y los productos de las lagunas de la sal y las coronas de oro que
se nos ofrecan.
Sab 11:36 Todo lo referido se lo concedemos, todo irrevocablemente, desde ahora en
adelante para siempre.
Sab 11:37 Ahora, pues, cuidad de que se saque una copia de este decreto, y
entregdsela a Jonats, para que se coloque en el monte santo de Sin en un paraje
pblico.
Sab 11:38 Viendo despus el rey Demetrio que toda la tierra estaba tranquila, y lo
respetaba, sin que le quedase competidor ninguno, licenci todo su ejrcito, enviando
a cada cual a su casa, salvo las tropas extranjeras que haba asalariado de las islas
de las naciones; con lo cual se atrajo el odio de todas las tropas que haban servido a
sus padres.
Sab 11:39 Haba entonces un cierto Trifn que haba sido antes del partido de Alejandro;
y viendo que todo el ejrcito murmuraba de Demetrio, fue a verse con Emalcuel, rabe
el cual educaba a Antoco, hijo de Alejandro.
Sab 11:40 Y le hizo muchas y grandes instancias para que se le entregase, a fin de hacer
que ocupase el trono de su padre; le cont todo lo que Demetrio haba hecho, y cmo
le aborreca todo el ejrcito, y se detuvo all muchos das.
Sab 11:41 Entretanto Jonats envi a pedir al rey Demetrio que mandase quitar la
guarnicin que haba an en el alczar de Jerusaln y en las otras fortalezas, porque
causaban dao a Israel.
Sab 11:42 Y Demetrio respondi a Jonats: No slo har por ti y por tu nacin lo que me
pides, sino que tambin te elevar a mayor gloria a ti y a tu pueblo, luego que el

tiempo me lo permita.
Sab 11:43 Mas ahora me hars el favor de enviar tropas a mi socorro; porque todo mi
ejrcito me ha abandonado.
Sab 11:44 Entonces Jonats le envi a Antioqua tres mil hombres de los ms valientes,
por cuya llegada recibi el rey gran contento.
Sab 11:45 Pero los moradores de la ciudad en nmero de ciento veinte mil hombres, se
conjuraron y queran matar al rey.
Sab 11:46 Se encerr ste en su palacio, y apoderndose los de la ciudad de las calles o
avenidas, comenzaron a combatirle.
Sab 11:47 Entonces el rey hizo venir en su socorro a los judos, los cuales se reunieron
todos junto a l, y acometiendo por varias partes a la ciudad,
Sab 11:48 mataron aquel da cien mil hombres, y despus de saqueada le pegaron fuego,
y libertaron as al rey.
Sab 11:49 Al ver los sediciosos de la ciudad que los judos se haban hecho dueos
absolutos de ella, se aturdieron, y a gritos pidieron al rey misericordia, hacindole esta
splica:
Sab 11:50 Concdenos la paz, y cesen los judos de maltratarnos a nosotros y a la
ciudad.
Sab 11:51 Y rindieron las armas, e hicieron la paz. Con esto los judos adquirieron gran
gloria para con el rey y todo su reino; y habindose hecho en l muy clebres, se
volvieron a Jerusaln cargados de ricos despojos.
Sab 11:52 Qued con esto Demetrio asegurado en el trono de su reino; y sosegado todo
el pas, era respetado de todos.
Sab 11:53 Sin embargo, falt a todo lo que haba prometido; se extra de Jonats, y bien
lejos de manifestarse reconocido a los servicios recibidos, le haca todo el mal que
poda.
Sab 11:54 Despus de estas cosas, volvi Trifn trayendo consigo a Antoco, que era an
nio; el cual fue reconocido por rey, y se ci la diadema.
Sab 11:55 Y acudieron a presentrsele todas las tropas que Demetrio haba licenciado; y
pelearon contra Demetrio, el cual volvi las espaldas, y se puso en fuga.
Sab 11:56 Se apoder en seguida Trifn de los elefantes, y se hizo dueo de Antioqua.
Sab 11:57 Y el jovencito Antoco escribi a Jonats en estos trminos: Te confirmo en el
sumo sacerdocio y en el dominio de las cuatro ciudades, y quiero que seas uno de los
amigos del rey.
Sab 11:58 Le envi tambin varias alhajas de oro para su servicio, y le concedi facultad
de poder beber en copa de oro, vestirse de prpura y de llevar la hebilla o broche de
oro.
Sab 11:59 Al mismo tiempo nombr a su hermano Simn por gobernador de todo el pas,
desde los confines de Tiro hasta las fronteras de Egipto.
Sab 11:60 Sali luego Jonats, y recorri las ciudades de la otra parte del ro Jordn; y
todo el ejrcito de la Siria acudi a su auxilio, con lo que se encamin hacia Ascaln,
cuyos moradores salieron a recibirlo con grandes festejos.
Sab 11:61 Desde all pas a la Gaza, y sus habitantes le cerraron las puertas; por lo que
le puso sitio, y quem todos los alrededores de la ciudad, despus de haberlo todo
saqueado.
Sab 11:62 Entonces los de Gaza pidieron capitulacin a Jonats, el cual se la concedi; y
tomando en rehenes a sus hijos, los envi a Jerusaln , y recorri en seguida todo el
pas hasta Damasco.
Sab 11:63 A esta sazn supo Jonats que los generales de Demetrio haban ido con un
poderoso ejrcito a la ciudad de Cades, situada en la Galilea, para sublevarla, con el
fin de impedirle que se mezclase en adelante en los negocios del reino de Antoco.

Sab 11:64 Y march contra ellos; dejando en la provincia a su hermano Simn.


Sab 11:65 Entretanto ste aproximndose a Betsura, la tuvo sitiada muchos das,
teniendo encerrados a sus habitantes;
Sab 11:66 los cuales pidieron al fin la paz, y se la concedi; y habindoles hecho
desocupar la plaza, tom posesin de ella y la guarneci.
Sab 11:67 Jonats se acerc con su ejrcito al lago de Genesar, y antes de amanecer
llegaron a la llanura de Asor.
Sab 11:68 Y he aqu que se encontr delante del campamento de los extranjeros; quienes
le haban puesto una emboscada en el monte. Jonats fue a embestirlos de frente;
Sab 11:69 pero entonces los que estaban emboscados salieron de sus puestos y
cargaron sobre l.
Sab 11:70 Con esto los de Jonats echaron todos a huir, sin que quedase uno siquiera de
los capitanes, excepto Matatas, hijo de Absalomi, y Judas, hijo de Calfi, comandante
de su ejrcito.
Sab 11:71 Entonces Jonats rasg sus vestidos, se ech polvo sobre su cabeza, e hizo
oracin.
Sab 11:72 En seguida volvi Jonats sobre los enemigos; y pele contra ellos y los puso
en fuga.
Sab 11:73 Viendo esto las tropas que le haban abandonado, volvieron a unirse con l, y
todos juntos persiguieron a los enemigos hasta Cades, donde tenan stos sus
campamentos, al pie de los cuales llegaron.
Sab 11:74 Murieron aquel da tres mil hombres del ejrcito de los extranjeros; y Jonats
se volvi a Jerusaln .

Capitulo 12
Sab 12:1 Viendo Jonats que el tiempo o circunstancias le eran favorables, eligi
diputados y los envi a Roma, para confirmar y renovar la amistad con los romanos;
Sab 12:2 e igualmente envi a los lacedemonios y a otros pueblos cartas en todo
semejantes.
Sab 12:3 Partieron, pues, aquellos para Roma, y habindose presentado al Senado
dijeron: Jonats, sumo sacerdote, y la nacin de los judos nos han enviado a renovar
la amistad y alianza, segn se hizo en tiempos pasados.
Sab 12:4 Y los romanos les dieron despus cartas para los gobernadores de las plazas a
fin de que viajasen con seguridad hasta la Judea.
Sab 12:5 El tenor de la carta que Jonats escribi a los lacedemonios, es el siguiente:
Sab 12:6 Jonats, sumo sacerdote, y los ancianos de la nacin, y los sacerdotes, y todo el
pueblo de los judos, a los lacedemonios sus hermanos, salud:
Sab 12:7 Ya hace tiempo que Ario, vuestro rey, escribi una carta a Onas, sumo
sacerdote, en la cual se lea que vosotros sois nuestros hermanos, como se ve por la
copia que ms abajo se pone.
Sab 12:8 Y Onas recibi con gran honor al enviado del rey y tambin sus cartas, en las
cuales se hablaba de hacer amistad y alianza.
Sab 12:9 Y aunque nosotros no tenamos necesidad de nada de eso, teniendo como
tenemos en nuestras manos para consuelo nuestro los libros santos,
Sab 12:10 con todo hemos querido enviar a renovar con vosotros esta amistad y unin
fraternal, no sea que os parezca que nos hemos extraado de vosotros; porque ha
transcurrido ya mucho tiempo desde que nos enviasteis aquella embajada.
Sab 12:11 Nosotros, en todo este intermedio, jams hemos dejado de hacer

conmemoracin de vosotros en los sacrificios que ofrecemos a YHWH, en los das


solemnes, y en los dems que corresponde, y en todas nuestras oraciones, pues es
justo y debido acordarse de los hermanos.
Sab 12:12 Nos regocijamos, pues, de la gloria que disfrutis.
Sab 12:13 Mas por lo que hace a nosotros, hemos sufrido grandes aflicciones y muchas
guerras, habindonos acometido varias veces los reyes circunvecinos.
Sab 12:14 Sin embargo, en estas guerras no hemos querido cansaros ni a vosotros, ni a
ninguno de los dems aliados y amigos;
Sab 12:15 pues hemos recibido el socorro del cielo, con el cual hemos sido librados
nosotros y humillados nuestros enemigos.
Sab 12:16 Por tanto, habiendo ahora elegido a Numenio, hijo de Antoco, y Antpatro, hijo
de Jasn, para enviarlos a los romanos, a fin de renovar con ellos la antigua amistad y
alianza,
Sab 12:17 les hemos dado tambin la orden de pasar a veros y a saludaros de nuestra
parte, cuyo objeto es el renovar nuestra unin fraternal.
Sab 12:18 Y as nos haris un favor respondindonos sobre su contenido.
Sab 12:19 Este es el traslado de la carta que Ario escribi a Onas:
Sab 12:20 Ario, rey de los lacedemonios, a Onas, sumo sacerdote, salud:
Sab 12:21 Aqu se ha encontrado en cierta escritura que los lacedemonios y los judos
son hermanos, y que son todos del linaje de Abrahn.
Sab 12:22 Por tanto, ahora que hemos descubierto esta noticia, nos haris el gusto de
escribirnos si gozis de paz.
Sab 12:23 Pues nosotros desde luego os respondemos: Nuestros ganados y nuestros
bienes vuestros son, y nuestros los vuestros; y esto es lo que les encargamos que os
digan.
Sab 12:24 Entretanto supo Jonats que los generales de Demetrio haban vuelto contra l
con un ejrcito mucho mayor que antes.
Sab 12:25 Con esto parti de Jerusaln , y fue a salirles al encuentro en el pas de Amat,
o Emat, para no darles tiempo de entrar en su tierra de Judea;
Sab 12:26 y enviando espas a reconocer su campo, volvieron stos con la noticia de que
los enemigos haban resuelto sorprenderle aquella noche.
Sab 12:27 Con esto Jonats, puesto que fue el sol, mand a su gente que estuviese
alerta toda la noche, y sobre las armas, prontos para la batalla, y puso centinelas
alrededor del campamento.
Sab 12:28 Pero cuando los enemigos supieron que Jonats estaba preparado con sus
tropas para la batalla, temieron y huyeron despavoridos, dejando encendidos fuegos,
u hogueras, en su campamento.
Sab 12:29 Mas Jonats y su tropa, por lo mismo que vean los fuegos encendidos, no lo
conocieron hasta la maana.
Sab 12:30 Bien que fue despus en su seguimiento; pero no los pudo alcanzar, pues
haban pasado ya el ro Eleutero.
Sab 12:31 Entonces convirti sus armas contra los rabes llamados zabadeos, a quienes
derrot y tom sus despojos;
Sab 12:32 y reunida su gente fue a Damasco, y anduvo haciendo varias correras por todo
aquel pas.
Sab 12:33 Entretanto Simn march y lleg hasta la ciudad de Ascaln y las fortalezas
vecinas; y dirigindose a Joppe se apoder de ella,
Sab 12:34 (pues haba sabido que los de aquella ciudad queran entregar la plaza a los
partidarios de Demetrio, y le puso guarnicin para que la custodiase.
Sab 12:35 Habiendo vuelto Jonats de su expedicin, convoc a los ancianos del pueblo,
y de acuerdo con ellos resolvi construir fortalezas en la Judea,

Sab 12:36 reedificar los muros de Jerusaln , y levantar una muralla de gran altura entre
el alczar y la ciudad para separar aquel de sta, de modo que el alczar quedase
aislado, y los de dentro no pudiesen comprar ni vender ninguna cosa.
Sab 12:37 Se reuni, pues, la gente para reedificar la ciudad, y hallndose cada la
muralla que estaba sobre el torrente Cedrn hacia el Oriente, la levant Jonats, la
cual se llama Cafeteta.
Sab 12:38 Simn tambin construy a Adiada en Sefela, y la fortific, y asegur con
puertas y barras de hierro.
Sab 12:39 Por este tiempo proyect Trifn hacerse rey de Asia, y ceirse la corona, y
quitar la vida al rey Antoco.
Sab 12:40 Mas temiendo que Jonats le sera contrario y le declarara la guerra, andaba
buscando medios para apoderarse de l y quitarle la vida. Se fue, pues, con este
intento a Betsn.
Sab 12:41 Pero Jonats le sali al encuentro con cuarenta mil hombres de tropa
escogida, avanzando tambin hasta dicha ciudad.
Sab 12:42 Mas cuando Trifn vio que Jonats haba ido contra l con tan poderoso
ejrcito, entr en miedo,
Sab 12:43 y as lo recibi con agasajo, y le recomend a todos sus amigos; le hizo varios
regalos, y mand a todo su ejrcito que le obedeciese como a l mismo.
Sab 12:44 Dijo luego a Jonats: Por qu has cansado a toda esa tu gente, no habiendo
guerra entre nosotros?
Sab 12:45 Ahora bien, despchalos a sus casas, y escoge solamente algunos pocos de
entre ellos que te acompaen, y vente conmigo a Tolemaida, y yo te har dueo de
ella, y de las dems fortalezas, y del ejrcito, y de todos los encargados del gobierno;
ejecutado lo cual me volver, pues para eso he venido ac.
Sab 12:46 Le dio crdito Jonats, y haciendo lo que le dijo, licenci sus tropas, que se
volvieron a la tierra de Jud,
Sab 12:47 reteniendo consigo tres mil hombres; de los cuales envi an dos mil a la
Galilea, y mil le acompaaron.
Sab 12:48 Mas apenas Jonats hubo entrado en Tolemaida, cerraron sus habitantes las
puertas de la ciudad, y lo prendieron; y pasaron a cuchillo a todos los que le haban
acompaado.
Sab 12:49 Y Trifn envi su infantera y caballera a la Galilea y a su gran llanura para
acabar con todos los soldados que haban acompaado a Jonats.
Sab 12:50 Estos, oyendo decir que haban puesto preso a Jonats, y que haba sido
muerto con cuantos le acompaaban, se animaron los unos a los otros, y se
presentaron con denuedo para pelear.
Sab 12:51 Mas viendo los que les iban persiguiendo que estaban resueltos a vender muy
caras sus vidas, se volvieron.
Sab 12:52 De esta suerte siguieron su camino, regresando todos felizmente a Judea,
donde hicieron gran duelo por Jonats y por los que le haban acompaado; y lo llor
todo Israel amargamente.
Sab 12:53 Entonces todas las naciones circunvecinas intentaron nuevamente abatirlos.
Porque dijeron:
54. No tienen caudillo, ni quin los socorra; ahora es tiempo de echarnos sobre ellos y de
borrar su memoria de entre los hombres.

Capitulo 13

Sab 13:1 Tuvo Simn aviso de que haba juntado Trifn un gran ejrcito para venir a
asolar la tierra de Jud.
Sab 13:2 Y observando que la gente estaba intimidada y temblando, subi a Jerusaln y
convoc al pueblo;
Sab 13:3 y para animarlos a todos, les habl de esta manera: Ya sabis cunto hemos
trabajado as yo como mis hermanos, y la casa de mi padre por defender nuestra ley y
por el santuario, y en qu angustias nos hemos visto.
Sab 13:4 Por amor de estas cosas han perdido la vida todos mis hermanos, para salvar a
Israel, siendo yo el nico de ellos que he quedado.
Sab 13:5 Mas no permita YHWH que tenga ningn miramiento a mi vida, mientras
estemos en la afliccin; pues no soy yo de ms valer que mis hermanos.
Sab 13:6 Defender, pues, a mi nacin y al santuario, y a nuestros hijos y a nuestras
esposas; porque todas las naciones gentiles, por el odio que nos tienen, se han
coligado para destruirnos.
Sab 13:7 Se inflam el espritu del pueblo as que oy estas palabras,
Sab 13:8 y todos en alta voz respondieron: T eres nuestro caudillo en lugar de Judas y
Jonats tus hermanos:
Sab 13:9 Dirige nuestra guerra, que nosotros haremos todo cuanto nos mandares.
Sab 13:10 Con esto Simn hizo juntar todos los hombres de guerra, y se dio prisa a
reedificar las murallas de Jerusaln , y la fortaleci por todos lados.
Sab 13:11 Y envi a Jonats, hijo de Absalomi, con un nuevo ejrcito contra Joppe, y
habiendo ste arrojado a los de dentro de la ciudad, se qued en ella con sus tropas.
Sab 13:12 Entretanto Trifn parti de Tolemaida con un numeroso ejrcito para entrar en
tierra de Jud, trayendo consigo prisionero a Jonats.
Sab 13:13 Simn acamp cerca de Adds, enfrente de la llanura.
Sab 13:14 Pero Trifn, as que supo que Simn haba entrado en lugar de su hermano
Jonats, y que se dispona para salir a darle batalla, le envi mensajeros;
Sab 13:15 para que le dijesen de su parte: Hemos detenido hasta ahora a tu hermano
Jonats, porque deba dinero al rey con motivo de los negocios que estuvieron a su
cuidado.
Sab 13:16 Ahora, pues, envame cien talentos de plata, y por rehenes a sus dos hijos,
para seguridad de que luego que est libre no se vuelva contra nosotros y le
dejaremos ir.
Sab 13:17 Bien conoci Simn que le hablaba con doblez; pero con todo mand que se le
entregase el dinero y los nios, por no atraer sobre s el odio del pueblo de Israel; el
cual hubiera dicho:
Sab 13:18 Por no haber enviado el dinero y los nios, por eso ha perecido Jonats.
Sab 13:19 As, pues, envi los nios y los cien talentos; pero Trifn falt a la palabra y no
puso en libertad a Jonats.
Sab 13:20 Y entr despus Trifn en el pas de Jud para devastarlo, y dio la vuelta por el
camino que va a Ador; Simn con sus tropas les segua siempre los pasos a doquiera
que fuesen.
Sab 13:21 A este tiempo los que estaban en el alczar de Jerusaln enviaron a decir a
Trifn que se apresurase a venir por el camino del desierto y les enviase vveres.
Sab 13:22 En vista de lo cual dispuso Trifn toda su caballera para partir aquella misma
noche a socorrerlos; mas por haber gran cantidad de nieve, no se verific su ida al
territorio de Galaad.
Sab 13:23 Y al llegar cerca de Bascamn, hizo matar all a Jonats y a sus hijos.
Sab 13:24 Luego volvi Trifn atrs, y regres a su pas.

Sab 13:25 Entonces Simn envi a buscar los huesos de su hermano Jonats, y los
sepult en Modn, patria de sus padres.
Sab 13:26 Y todo Israel hizo gran duelo en su muerte, y le llor por espacio de muchos
das.
Sab 13:27 Mand despus Simn levantar sobre los sepulcros de su padre y hermanos
un elevado monumento, que se descubra desde lejos, de piedras labradas por uno y
otro lado,
Sab 13:28 y all levant siete pirmides una enfrente de otra, a su padre, y a su madre, y
a sus cuatro hermanos.
Sab 13:29 Alrededor de ellas coloc grandes columnas, y sobre las columnas armas para
eterna memoria, y junto a las armas unos navos de escultura, los cuales se viesen de
cuantos navegasen por aquel mar.
Sab 13:30 Tal es el sepulcro que levant Simn en Modn, el cual subsiste hasta el da de
hoy.
Sab 13:31 Pero Trifn yendo de camino con el jovencito rey Antoco, hizo quitar a ste la
vida a traicin;
Sab 13:32 y rein en su lugar, ciendo su cabeza con la diadema de Asia; e hizo grandes
extorsiones en todo el pas.
Sab 13:33 Entretanto Simn repar las plazas de armas de la Judea, reforzndolas con
altas torres, elevados muros, puertas y cerrojos, y surtindolas de vveres.
Sab 13:34 Envi tambin Simn comisionados al rey Demetrio para suplicarle que
concediera la exencin de tributos al pas; porque todo cuanto haba hecho Trifn no
haba sido ms que un puro robo.
Sab 13:35 Contest el rey Demetrio a esta solicitud, y le escribi la siguiente carta:
Sab 13:36 El rey Demetrio a Simn, sumo sacerdote y amigo de los reyes, y a los
ancianos y al pueblo de los judos, salud:
Sab 13:37 Hemos recibido la corona de oro y el ramo o palma que nos habis enviado; y
estamos dispuestos a hacer con vosotros una paz slida, y a escribir a nuestros
intendentes que os perdonen los tributos de que os hemos hecho gracia;
Sab 13:38 en la inteligencia de que debe permanecer firme todo cuanto hemos dispuesto
a favor vuestro. Las plazas que habis fortificado quedarn para vosotros:
Sab 13:39 Os perdonamos tambin todas las faltas que hayis podido cometer hasta el
da de hoy, como igualmente la corona de oro de que erais deudores, y queremos que
si se pagaba algn otro tributo en Jerusaln , no se pague ya ms en adelante.
Sab 13:40 Finalmente, si se hallan entre vosotros algunos que sean a propsito para ser
alistados entre los nuestros, alstense, y reine la paz entre nosotros.
Sab 13:41 Con esto, en el ao ciento sesenta, qued libre Israel del yugo de los gentiles;
Sab 13:42 y entonces comenz el pueblo de Israel a escribir sus monumentos y registros
pblicos desde el ao primero de Simn, sumo sacerdote, gran caudillo y prncipe de
los judos.
Sab 13:43 Por aquellos das pas Simn a poner sitio a Gaza; y cercndola con su
ejrcito, levant mquinas de guerra, las arrim a sus muros, y bati una torre, y se
apoder de ella.
Sab 13:44 Y los soldados que estaban en una de estas mquinas entraron de golpe en la
ciudad, excitando con esto un gran alboroto en ella.
Sab 13:45 Entonces los ciudadanos subieron a la muralla con sus mujeres e hijos,
rasgados sus vestidos, y a gritos clamaban a Simn, pidiendo que les concediese la
paz,
Sab 13:46 y dicindole: No nos trates como merece nuestra maldad, sino segn tu gran
clemencia.
Sab 13:47 En efecto, movido Simn a compasin, no los trat con el rigor de la guerra;

pero los ech de la ciudad, y purific los edificios en que haba habido dolos, y luego
entr en ella, entonando himnos en alabanza a Adonay.
Sab 13:48 Arrojadas despus de la ciudad todas las inmundicias idoltricas, la hizo
habitar por gente que observase la ley de YHWH, y la fortific, e hizo en ella para s
una casa.
Sab 13:49 A esta sazn los que ocupaban el alczar de Jerusaln , no pudiendo entrar ni
salir por el pas, ni comprar, ni vender, se vieron reducidos a una gran escasez, de
suerte que perecan muchos de hambre.
Sab 13:50 Entonces clamaron a Simn, pidindole capitulacin, y se la otorg; y los arroj
de all, y purific el alczar de las inmundicias gentlicas.
Sab 13:51 Entraron, pues, los judos el da veintitrs del segundo mes, del ao ciento
setenta y uno, llevando ramos de palma, y cantando alabanzas a YHWH, al son de
arpas, de cmbalos y cnticos, por haber exterminado de Israel un gran enemigo.
Sab 13:52 Y Simn orden que todos los aos se solemnizasen aquellos das con
regocijos.
Sab 13:53 Asimismo fortific el monte del templo, que est junto al alczar, y habit all
con sus gentes.
54. Finalmente, viendo Simn que su hijo Juan
era un guerrero muy valiente, le hizo general de todas las tropas; el cual tena fija en
Gzara su residencia.

Capitulo 14
Sab 14:1 En el ao ciento setenta y dos junt el rey Demetrio su ejrcito, y pas a la
Media para recoger all socorros, a fin de hacer la guerra a Trifn.
Sab 14:2 Mas luego que Arsaces, rey de la Persia y de la Media, tuvo noticia de que
Demetrio haba invadido sus Estados, envi a uno de sus generales para que lo
prendiese y se lo trajese vivo.
Sab 14:3 March, pues, este general, y derrotando el ejrcito de Demetrio, cogi a ste y
le condujo a Arsaces, quien lo hizo poner en una prisin.
Sab 14:4 Todo el pas de Jud estuvo en reposo durante los das de Simn, no cuidaba
ste de otra cosa que de hacer bien a su pueblo; el cual mir siempre con placer su
gobierno y la gloria de que gozaba.
Sab 14:5 A ms de otros muchos hechos gloriosos, habiendo tomado a Joppe, hizo de
ella un puerto que sirviese de escala para los pases martimos.
Sab 14:6 Extendi los lmites de su nacin, y se hizo dueo del pas.
Sab 14:7 Reuni tambin un gran nmero de cautivos, tom a Gzara, a Betsura y el
alczar de Jerusaln , y quit de all las inmundicias idoltricas, y no haba nadie que
le contrarrestase.
Sab 14:8 Cada uno cultivaba entonces pacficamente su tierra; y el pas de Jud daba sus
cosechas abundantes y frutos copiosos los rboles de los campos.
Sab 14:9 Sentados todos los ancianos en las plazas o consejos trataban de lo que era til
y ventajoso al pas, y se engalanaba la juventud con ricos vestidos y ropas cogidas en
la pasada guerra.
Sab 14:10 Distribua Simn vveres por las ciudades, y las pona en estado de que fuesen
otras tantas fortalezas, de manera que la fama de su glorioso nombre se extendi
hasta el cabo del mundo.
Sab 14:11 Estableci la paz en toda la extensin de su pas, con lo cual se vio Israel
colmado de gozo.

Sab 14:12 De suerte que poda cada uno estarse sentado a la sombra de su parra y de su
higuera, sin que nadie le infundiera el menor temor.
Sab 14:13 Desaparecieron de la tierra sus enemigos; y los reyes vecinos en aquellos das
estaban abatidos.
Sab 14:14 Fue Simn el protector de los pobres de su pueblo, gran celador de la
observancia de la ley, y el que extermin a todos los inicuos y malvados.
Sab 14:15 El restaur la gloria del santuario, y aument el nmero de los vasos sagrados.
Sab 14:16 Habindose sabido en Roma y hasta en Lacedemonia la muerte de Jonats,
tuvieron de ella un gran sentimiento.
Sab 14:17 Mas luego que entendieron que su hermano Simn haba sido elegido sumo
sacerdote en su lugar, y que gobernaba el pas, y todas sus ciudades,
Sab 14:18 le escribieron en lminas de bronce, para renovar la amistad y alianza que
haban hecho con Judas y con Jonats sus hermanos.
Sab 14:19 Estas cartas fueron ledas en Jerusaln delante de todo el pueblo. El contenido
de la que enviaron los lacedemonios es como sigue:
Sab 14:20 Los prncipes y ciudades de los lacedemonios, a Simn, sumo sacerdote, a los
ancianos, o senadores, a los sacerdotes y a todo el pueblo de los judos, sus
hermanos, salud:
Sab 14:21 Los embajadores que enviasteis a nuestro pueblo nos han informado de la
gloria, y felicidad, y contento que gozis, y nos hemos alegrado mucho con su llegada;
Sab 14:22 y hemos hecho escribir en los registros pblicos lo que ellos nos han dicho de
parte vuestra en la asamblea del pueblo, en esta forma: Numenio, hijo de Antoco, y
Antpatro, hijo de Jasn, embajadores de los judos, han venido a nosotros para
renovar nuestra antigua amistad;
Sab 14:23 y pareci bien al pueblo recibir estos embajadores honorficamente, y depositar
copia de sus palabras en los registros pblicos, para que en lo sucesivo sirva de
recuerdo al pueblo de los lacedemonios. Y de esta acta hemos remitido un traslado al
sumo sacerdote Simn.
Sab 14:24 Despus de esto Simn envi a Roma a Numenio con un gran escudo de oro,
que pesaba mil minas con el fin de renovar con ellos la alianza. Y luego que lo supo el
pueblo romano,
Sab 14:25 dijo: De qu manera manifestaremos nosotros nuestro reconocimiento a
Simn y a sus hijos?
Sab 14:26 Porque l ha vengado a sus hermanos, y ha exterminado de Israel a los
enemigos. En vista de esto le concedieron la libertad, o inmunidad, cuyo decreto fue
grabado en lminas de bronce, y colocado entre los monumentos del monte de Sin.
Sab 14:27 Y he aqu lo que en ella se escribi: A los dieciocho das del mes de Elul, el
ao ciento setenta y dos, el tercero del sumo sacerdocio de Simn, fue hecha la
siguiente declaracin en Asaramel,
Sab 14:28 en la gran asamblea de los sacerdotes y del pueblo, y de los prncipes de la
nacin, y de los ancianos del pas: Que habiendo habido en nuestra tierra continuas
guerras,
Sab 14:29 Simn, hijo de Matatas, de la estirpe de Jarib, y asimismo sus hermanos se
expusieron a los peligros e hicieron frente a los enemigos de su nacin en defensa de
su santuario y de la ley, acrecentando mucho la gloria de su pueblo.
Sab 14:30 Jonats levant a los de su nacin, fue su sumo sacerdote, y se halla ya
reunido a los difuntos de su pueblo.
Sab 14:31 Quisieron luego los enemigos atropellar a los judos, asolar su pas y profanar
su santuario.
Sab 14:32 Los resisti entonces Simn, y combati en defensa de su pueblo, y gast
mucho dinero, armando a los hombres ms valientes de su nacin, y suministrndoles

la paga.
Sab 14:33 Fortific tambin las ciudades de la Judea y a Betsura, situada en sus
fronteras, la cual antes era plaza de armas de los enemigos, y puso all una guarnicin
de judos.
Sab 14:34 Asimismo fortific a Joppe en la costa del mar, y a Gzara, situada en los
confines de Azoto, ocupada antes por los enemigos; en los cuales puso guarniciones
de soldados judos, proveyndolas de todo lo necesario para su defensa.
Sab 14:35 Viendo el pueblo las cosas que haba ejecutado Simn, y cuanto haca para
acrecentar la gloria de su nacin, lo declar caudillo suyo y prncipe de los sacerdotes,
por haber hecho todo lo referido, y por su justificacin, y por la fidelidad que guard
para con su pueblo, y por haber procurado por todos los medios ensalzar a su nacin.
Sab 14:36 En tiempo de su gobierno todo prosper en sus manos; de manera que las
naciones extranjeras fueron arrojadas del pas, y echados tambin los que estaban de
Jerusaln en la ciudad de David, en el alczar, desde el cual hacan sus salidas,
profanando todos los contornos del santuario, y haciendo grandes ultrajes a la
santidad del mismo.
Sab 14:37 Y para seguridad del pas y de la ciudad puso all soldados judos, e hizo
levantar los muros de Jerusaln .
Sab 14:38 El rey Demetrio le confirm en el sumo sacerdocio;
Sab 14:39 y le hizo en seguida su amigo, y lo ensalz con grandes honores.
Sab 14:40 Pues oy que los judos haban sido declarados amigos, y aliados, y hermanos
de los romanos; y que stos haban recibido con gran honor a los embajadores de
Simn;
Sab 14:41 que asimismo los judos y sus sacerdotes le haban creado, de comn
consentimiento, su caudillo y sumo sacerdote para siempre, hasta la venida del
profeta fiel, o escogido;
Sab 14:42 y tambin haban querido que fuese su capitn, y que cuidase de las cosas
santas, y estableciese inspectores sobre las obras pblicas y sobre el pas, y sobre las
cosas de la guerra, y sobre las fortalezas;
Sab 14:43 que tuviese a su cargo el santuario, y que fuese de todos obedecido, y que
todos los instrumentos pblicos del pas se autorizasen con su hombre, y que vistiese
prpura y oro.
Sab 14:44 Y por ltimo, que no fuese permitido a nadie, ora del pueblo, ora de los
sacerdotes, violar ninguna de estas rdenes ni contradecir a lo que l mandase, ni
convocar en la provincia sin su autoridad a ninguna junta, ni vestir prpura, ni llevar la
hebilla o broche de oro.
Sab 14:45 Y que todo aquel que no cumpliese estas rdenes,o violase alguna, fuese
considerado reo.
Sab 14:46 Y quiso todo el pueblo darle tal potestad a Simn, y que se ejecutase todo lo
dicho.
Sab 14:47 Y Simn acept con gratitud el grado del sumo sacerdocio, y ser caudillo y
prncipe del pueblo de los judos y de los sacerdotes, y tener la suprema autoridad.
Sab 14:48 Y acordaron que esta acta se escribiese en lminas de bronce, las cuales
fuesen colocadas en el prtico o galera del templo, en un lugar distinguido;
Sab 14:49 archivndose adems una copia de todo en el tesoro del templo, a disposicin
de Simn y de sus hijos.

Capitulo 15
Sab 15:1 Desde las islas del mar escribi el rey Antoco, hijo de Demetrio el viejo, una

carta a Simn, sumo sacerdote y prncipe del pueblo de los judos, y a toda la nacin;
Sab 15:2 cuyo tenor es el que sigue: El rey Antoco a Simn, sumo sacerdote, y a la
nacin de los judos, salud:
Sab 15:3 Habindose hecho dueos del reino de nuestros padres algunos hombres
malvados, tengo resuelto libertarlo y restablecerlo en el estado que antes tena, para
el cual fin he levantado un ejrcito numeroso y escogido, y he hecho construir naves
de guerra.
Sab 15:4 Quiero, pues, entrar en esas regiones, para castigar a los que han destruido mis
provincias y asolado muchas ciudades de mi reino.
Sab 15:5 A ti desde ahora te confirmo todas las exenciones de tributos que te concedieron
todos los reyes que me han precedido, y todas las dems donaciones que te hicieron.
Sab 15:6 Te doy permiso para que puedas acuar moneda propia en tu pas.
Sab 15:7 Quiero que Jerusaln sea ciudad santa y libre, y que todas las armas que has
fabricado, como tambin las plazas fuertes que has construido, y estn en tu poder,
queden para ti.
Sab 15:8 Te perdono desde ahora todas las deudas y regalas debidas al rey y a la real
hacienda, tanto por lo pasado como por lo venidero.
Sab 15:9 Y luego que entremos en la posesin de todo nuestro reino, te colmaremos de
tanta gloria a ti, y a tu pueblo, y al templo, que resplandecer por toda la tierra.
Sab 15:10 En efecto, el ao ciento setenta y cuatro entr Antoco en el pas de sus
padres, y al punto acudieron a presentrsele todas las tropas, de suerte que quedaron
poqusimos con Trifn.
Sab 15:11 Lo persigui luego el rey Antoco; pero huyendo Trifn por la costa del mar,
lleg a Dora,
Sab 15:12 pues vea los desastres que sobre l iban a llover, habindole abandonado el
ejrcito.
Sab 15:13 Entonces Antoco fue contra Dora con ciento veinte mil hombres aguerridos, y
ocho mil caballos,
Sab 15:14 y puso sitio a la ciudad, haciendo que los navos la bloqueasen por la parte del
mar; con lo que estrechaba la ciudad por mar y por tierra, sin permitir que nadie
entrase ni saliese.
Sab 15:15 A esta sazn llegaron de la ciudad de Roma Numenio y sus compaeros, con
cartas escritas a los reyes y a las naciones, del tenor siguiente:
Sab 15:16 Lucio, cnsul de los romanos, al rey Tolomeo, salud.
Sab 15:17 Han venido a nosotros embajadores de los judos, nuestros amigos, enviados
por Simn, prncipe de los sacerdotes, y por el pueblo judaico, con el fin de renovar la
antigua amistad y alianza;
Sab 15:18 y nos han trado al mismo tiempo un escudo de oro de mil minas.
Sab 15:19 A consecuencia de esto hemos tenido a bien escribir a los reyes y a los
pueblos que no les causen ningn dao, ni les muevan guerra a ellos, ni a sus
ciudades y territorios, ni auxilien tampoco a los que se la hagan.
Sab 15:20 Y nos ha parecido que debamos aceptar el escudo que nos han trado.
Sab 15:21 Por tanto, si hay algunos hombres malvados que, fugitivos de su propio pas,
se hayan refugiado entre vosotros, entregdselos a Simn, prncipe de los sacerdotes,
para que los castigue segn su ley.
Sab 15:22 Esto mismo escribieron al rey Demetrio, y a Atalo, y a Ariarates, y a Arsaces;
Sab 15:23 como tambin a todos los pueblos aliados suyos, a saber, a los de Lampsaco,
y a los de Lacedemonia, y a los de Delos y de Mindos, y de Sicin, y a los de la Caria,
y de Samos, y de la Panfilia, a los de Licia, y de Alicarnaso, de Coo, y de Sidn, y de
Aradn, y de Rodas, y de Faslides, y de Gortina, y de Gnido, y de Chipre, y de
Cirene.

Sab 15:24 Y de estas cartas enviaron los romanos una copia a Simn, prncipe de los
sacerdotes, y al pueblo de los judos.
Sab 15:25 A este tiempo el rey Antoco puso por segunda vez sitio a Dora, combatindola
sin cesar, y levantando mquinas de guerra contra ella; y encerr dentro a Trifn, de
tal suerte que no poda escapar.
Sab 15:26 Simn envi para auxiliarle dos mil hombres escogidos, y plata, y oro, y
muchas alhajas.
Sab 15:27 Mas Antoco no quiso aceptar nada; antes bien rompi todos los tratados
hechos con l anteriormente, y se le mostr contrario.
Sab 15:28 Y envi a Atenobio, uno de sus amigos, para tratar con Simn, y decirle de su
parte: Vosotros estis apoderados de Joppe y de Gzara, y del alczar de Jerusaln ,
que son ciudades pertenecientes a mi reino.
Sab 15:29 Habis asolado sus trminos, y causado grandes daos al pas, y os habis
alzado con el dominio de muchos lugares de mi reino.
Sab 15:30 As que, o entregadme las ciudades que ocupasteis, y los tributos exigidos en
los lugares de que os hicisteis dueos fuera de los lmites de la Judea,
Sab 15:31 o si no, pagad quinientos talentos de plata por aquellas ciudades, y otros
quinientos por los estragos que habis hecho, y por los tributos sacados de ellas; pues
de lo contrario iremos y os haremos guerra.
Sab 15:32 Lleg, pues, Atenobio, amigo del rey, a Jerusaln , y viendo la magnificencia
de Simn, y el oro y plata que brillaba por todas partes, y el gran aparato de su casa,
se sorprendi sobremanera. Le dijo luego las palabras que el rey le haba mandado.
Sab 15:33 Y Simn respondi en estos trminos: Nosotros ni hemos usurpado el territorio
ajeno, ni retenemos nada que no sea nuestro, slo hemos tomado lo que es herencia
de nuestros padres, y que nuestros enemigos poseyeron injustamente por algn
tiempo.
Sab 15:34 Y habindonos aprovechado de la ocasin, nos hemos vuelto a poner en
posesin de la herencia de nuestros padres.
Sab 15:35 Por lo que mira a las quejas que nos das tocante a Joppe y Gzara, sepas que
los de estas ciudades causaban grandes daos al pueblo y a todo nuestro pas; mas
con todo, estamos prontos a dar por ellas cien talentos. A lo que Atenobio no
respondi palabra.
Sab 15:36 Pero volvindose irritado a su rey, le dio parte de esta respuesta, y de la
magnificencia de Simn, y de todo cuanto haba visto; y se indign el rey
sobremanera.
Sab 15:37 En este intermedio Trifn se escap en una nave a Ortosada.
Sab 15:38 Y el rey dio el gobierno de la costa martima a Cendebeo; y entregndole un
ejrcito compuesto de infantera y caballera,
Sab 15:39 lo mand marchar contra la Judea, ordenndole que reedificase a Gedor, y
reforzase las puertas de la ciudad, y que domase el pueblo de los judos. Entretanto el
rey persegua a Trifn.
Sab 15:40 En efecto, Cendebeo, lleg a Jamnia, y comenz a vejar al pueblo, a talar la
Judea, a prender y matar gente, y a fortificar a Gedor,
Sab 15:41 en la cual puso caballera e infantera para que hiciese desde all correras por
la Judea, segn se lo mand el rey.

Capitulo 16
Sab 16:1 Habiendo Juan subido de Gzara y enterado a su padre Simn de los daos
que causaba Cendebeo en el pueblo,

Sab 16:2 llam Simn a sus dos hijos mayores, Judas y Juan, y les dijo: Yo, y mis
hermanos, y la casa de mi padre hemos vencido a los enemigos de Israel desde
nuestra juventud hasta este da, y hemos tenido la dicha de libertar muchas veces al
pueblo.
Sab 16:3 Mas yo ahora ya soy viejo; y as entrad vosotros en mi lugar y en el de mis
hermanos, y salid a pelear por nuestra nacin; y el auxilio del cielo sea con vosotros.
Sab 16:4 En seguida escogi de todo el pas veinte mil hombres aguerridos de tropa de
infantera y caballera, los cuales marcharon contra Cendebeo, y durmieron en Modn,
Sab 16:5 de donde partieron al rayar el da, y avanzando por la llanura, descubrieron un
numeroso ejrcito de infantera y de caballera, que vena contra ellos, mediando un
impetuoso torrente entre ambos ejrcitos.
Sab 16:6 Entonces Juan hizo avanzar sus tropas para acometer; mas viendo que stas
teman pasar el torrente, pas l el primero, y a su ejemplo lo pasaron todos en
seguida.
Sab 16:7 Hecho esto, dividi en dos trozos su infantera, colocando en medio de ella la
caballera, por ser muy numerosa la de los enemigos.
Sab 16:8 E hicieron resonar las trompetas sagradas, y ech a huir Cendebeo con todas
sus tropas; muchas de stas perecieron al filo de la espada, y las que escaparon con
vida se refugiaron en la fortaleza de Gandor.
Sab 16:9 En esta accin qued herido Judas, hermano de Juan; pero Juan les fue
persiguiendo hasta Cedrn o Gedor, reedificada por Cendebeo.
Sab 16:10 Muchos llegaron hasta los castillos que haba en las llanuras de Azoto; pero
Juan les puso fuego, dejando muertos all dos mil hombres, y regres felizmente a la
Judea.
Sab 16:11 A este tiempo Tolomeo, hijo de Abobo, se encontraba de gobernador del llano
de Jeric , y tena mucho oro y plata;
Sab 16:12 pues era yerno del sumo sacerdote.
Sab 16:13 Se le hinch de soberbia el corazn, y quera hacerse dueo del pas; a este
fin maquinaba cmo quitar la vida por medio de alguna traicin a Simn y a sus hijos.
Sab 16:14 Se hallaba ste a la sazn recorriendo las ciudades de la Judea, tomando
providencias para su mayor bien, y baj a Jeric con sus hijos Matatas y Judas en el
undcimo mes, llamado Sabat, del ao ciento setenta y siete.
Sab 16:15 Los sali a recibir el hijo de Abobo con mal designio, en un pequeo castillo
llamado Doc, que haba l construido, donde les dio un gran convite, poniendo gente
en asechanza.
Sab 16:16 Y cuando Simn y sus hijos se hubieron regocijado, se levant Tolomeo con
los suyos, y tomando sus armas entraron en la sala del banquete, y asesinaron a
Simn, y a sus dos hijos, y a algunos de sus criados,
Sab 16:17 cometiendo una gran traicin en Israel, y volviendo as mal por bien a su
bienhechor.
Sab 16:18 En seguida Tolomeo escribi todo esto al rey, rogndole que le enviase tropas
en su socorro, prometindole entregar en su poder el pas con todas las ciudades y los
tributos.
Sab 16:19 Despach asimismo otros emisarios a Gzara para que matasen a Juan; y
escribi a los oficiales del ejrcito para que se viniesen a l, que les dara plata, y oro,
y muchos dones.
Sab 16:20 Envi otros para que se apoderasen de Jerusaln y del monte santo donde
estaba el templo.
Sab 16:21 Pero se adelant corriendo un hombre, el cual lleg a Gzara y cont a Juan
cmo haban perecido su padre y sus hermanos, y cmo Tolomeo haba enviado
gentes para quitarle a l tambin la vida.

Sab 16:22 Al or tales cosas se turb en gran manera Juan; pero luego se apoder de los
que venan para matarlo hacindoles quitar la vida, puesto que supo que maquinaban
contra la suya.
Sab 16:23 El resto de las acciones de Juan, y sus guerras, y las gloriosas empresas que
llev a cabo con singular valor, y la reedificacin de los muros de Jerusaln hecha por
l, y lo dems que ejecut,
Sab 16:24 todo se halla descrito en el Diario de su sumo sacerdocio desde el tiempo que
fue hecho prncipe de los sacerdotes despus de su padre Simn.

Capitulo 17
Sab 17:1 A los hermanos judos que moran en Egipto, los judos sus hermanos de
Jerusaln y de la Judea, salud y completa felicidad.
Sab 17:2 Os conceda YHWH sus bienes, y se acuerde siempre de la alianza hecha con
Abrahn, con Isaac y con Jacob , fieles siervos suyos;
Sab 17:3 y os d a todos un mismo corazn para adorarlo y cumplir su voluntad con gran
espritu y con un nimo fervoroso.
Sab 17:4 Abra vuestro corazn, para que entendis su ley, y observis sus preceptos, y
os conceda la paz.
Sab 17:5 Oiga benigno vuestras oraciones, y aplquese con vosotros, y no os desampare
en la tribulacin;
Sab 17:6 pues aqu no cesamos de rogar por vosotros.
Sab 17:7 Reinando Demetrio en el ao ciento sesenta y nueve os escribimos nosotros los
judos en medio de la afliccin y quebranto que nos sobrevino en aquellos aos,
despus que Jasn se retir de la tierra santa y del reino.
Sab 17:8 Os dijimos que fueron quemadas las puertas del templo, y derramada la sangre
inocente; pero que habiendo dirigido nuestras splicas a Adonay fuimos atendidos, y
ofrecimos el sacrificio acostumbrado y las oblaciones de flor de harina, y encendimos
las lmparas y pusimos en su presencia los panes de proposicin.
Sab 17:9 As, pues, celebrad tambin vosotros la fiesta de los Tabernculos del mes de
Casleu.
Sab 17:10 En el ao ciento ochenta y ocho el pueblo de Jerusaln , y de la Judea, y el
Senado, y Judas; a Aristbulo, preceptor del rey Tolomeo, del linaje de los sacerdotes
ungidos, y a los judos que habitan en Egipto, salud y prosperidad.
Sab 17:11 Por habernos librado YHWH de grandes peligros, le tributamos solemnes
acciones de gracias, habiendo tenido que pelear contra tal rey,
Sab 17:12 que es el que hizo salir de la Persia aquellas gentes, que combatieron contra
nosotros y contra la ciudad santa;
Sab 17:13 y aquel mismo caudillo que, hallndose en Persia al frente de un ejrcito
innumerable pereci en el templo de Nanea, engaado por el consejo fraudulento de
los sacerdotes de dicha diosa.
Sab 17:14 Pues habiendo ido el mismo Antoco con sus amigos a aquel lugar o templo,
como para desposarse con ella, y recibir gran suma de dinero a ttulo de dote,
Sab 17:15 y habindoselo presentado los sacerdotes de Nanea; as que hubo l entrado,
con algunas pocas personas, en la parte interior del templo, cerraron las puertas
Sab 17:16 despus que estaba ya Antoco dentro, y abriendo entonces una puerta secreta
del templo, mataron a pedradas al caudillo y a los compaeros, y los hicieron pedazos,
y cortndoles las cabezas, los arrojaron fuera del tem-plo.
Sab 17:17 Sea YHWH bendito por todo, pues l fue el que destruy de esta suerte los

impos.
Sab 17:18 Debiendo, pues, nosotros celebrar la purificacin del templo el da veinticinco
del mes de Casleu, hemos juzgado necesario hacroslo saber; a fin de que celebris
tambin vosotros el da de los Tabernculos, y la solemnidad del descubrimiento del
fuego sagrado, que se nos concedi cuando Nehemas, restaurado que hubo el
templo y el altar, ofreci all sacrificios.
Sab 17:19 Porque cuando nuestros padres fueron llevados cautivos a Persia, los
sacerdotes que a la sazn eran temerosos de YHWH, cogiendo secretamente el fuego
que haba sobre el altar, lo escondieron en un valle donde haba un pozo profundo y
seco, y lo dejaron all guardado, sin que nadie supiese dicho lugar.
Sab 17:20 Mas pasados muchos aos, cuando YHWH fue servido que el rey de Persia
enviase a Nehemas a la Judea, los nietos de aquellos sacerdotes que lo haban
escondido fueron enviados a buscar dicho fuego; pero segn ellos nos contaron, no
hallaron fuego, sino solamente una agua crasa.
Sab 17:21 Entonces el sacerdote Nehemas les mand que sacasen de aquella agua, y
se la trajesen; orden asimismo que hiciesen con ella aspersiones sobre los sacrificios
preparados, esto es, sobre la lea y sobre lo puesto encima de ella.
Sab 17:22 Luego que esto se hizo, y que empez a descubrirse el sol, escondido antes
detrs de una nube, se encendi un gran fuego, que llen a todos de admiracin.
Sab 17:23 Y todos los sacerdotes hacan oracin a YHWH, mientras se consumaba el
sacrificio, entonando Jonats, y respondiendo los otros.
Sab 17:24 Y la oracin de Nehemas fue en los siguientes trminos: Oh Elohim , creador
de todas las cosas, terrible y fuerte, justo y misericordioso; t que eres el solo rey
bueno,
Sab 17:25 el solo excelente, el solo justo, omnipotente y eterno; t que libras a Israel de
todo mal; t que escogiste a nuestros padres y los santificaste!,
Sab 17:26 recibe este sacrificio por todo tu pueblo de Israel, y guarda los que son tu
herencia, y santifcalos.
Sab 17:27 Vuelve a reunir todos nuestros hermanos que se hallan dispersos, libra a
aquellos que son esclavos de las naciones, y echa una mirada favorable sobre los que
han llegado a ser un objeto de desprecio e ignominia; para que as conozcan las
naciones que t eres nuestro Elohim.
Sab 17:28 Humilla a los que, llenos de soberbia, nos oprimen y ultrajan.
Sab 17:29 Establece otra vez a tu pueblo en tu santo lugar de Jerusaln , segn lo predijo
Moiss.
Sab 17:30 Los sacerdotes entretanto cantaban himnos, hasta que fue consumido el
sacrificio.
Sab 17:31 Acabado el cual, Nehemas mand que el agua que haba quedado se
derramase sobre las piedras mayores de la base del altar;
Sab 17:32 y no bien se hubo efectuado, cuando se levant de ellas una gran llama, la cual
fue absorbida por la lumbre, o luz que resplandeci sobre el altar.
Sab 17:33 Luego que se divulg este suceso, contaron al rey de Persia cmo en el mismo
lugar en que los sacerdotes, al ser trasladados al cautiverio, haban escondido el
fuego sagrado, se haba encontrado una agua con la cual Nehemas y los que con l
estaban haban purificado y consumido los sacrificios.
Sab 17:34 Considerando, pues, el rey este suceso, y examinada atentamente la verdad
del hecho, mand construir all un templo en prueba de lo acaecido.
Sab 17:35 Y habindose asegurado de este prodigio, dio muchos bienes a los sacerdotes,
y les hizo muchos y diferentes regalos que les distribuy por su propia mano.
Sab 17:36 Y Nehemas dio a este sitio el nombre de Neftar, que significa purificacin; pero
hay muchos que le llaman Nefi.

Capitulo 18
Sab 18:1 Se lee en los escritos del profeta Jeremas, cmo mand l a los que eran
conducidos al cautiverio de Babilonia, que tomasen el fuego sagrado del modo que
queda referido, y cmo prescribi varias cosas a aquellos que eran llevados cautivos.
Sab 18:2 Les dio asimismo la ley, para que no se olvidasen de los mandamientos de
YHWH, y no se pervirtiesen sus corazones con la vista de los dolos de oro y plata y
de toda su pompa;
Sab 18:3 y aadindoles otros varios avisos, los exhort a que jams apartasen de su
corazn la ley de YHWH.
Sab 18:4 Tambin se lea en aquella escritura que este profeta, por una orden expresa
que recibi de YHWH, mand llevar consigo el Tabernculo y el arca , hasta que lleg
a aquel monte, al cual subi Moiss, y desde donde vio la herencia de YHWH;
Sab 18:5 y que habiendo llegado all Jeremas, hall una cueva, donde meti el
Tabernculo, y el arca , y el altar del incienso, tapando la entra-da:
Sab 18:6 que algunos de aquellos que le seguan se acercaron para dejar notado este
lugar; pero que no pudieron hallarlo;
Sab 18:7 lo que sabido por Jeremas, los reprendi, y les dijo: Este lugar permanecer
ignorado hasta tanto que Elohim congregue otra vez todo el pueblo, y use con l de
misericordia.
Sab 18:8 Y entonces Adonay manifestar estas cosas, y aparecer de nuevo la majestad
de Adonay , y se ver la nube que vea Moiss, y cual se dej ver cuando Salomn
pidi que fuese santificado el templo para el gran Elohim de Israel.
Sab 18:9 Porque este rey dio grandes muestras de su sabidura; y estando lleno de ella,
ofreci el sacrificio de la dedicacin y santificacin del templo.
Sab 18:10 Y as como Moiss hizo oracin a Adonay , y baj fuego del cielo, y consumi
el holocausto, as tambin or Salomn , y baj fuego del cielo, y consumi el
holocausto.
Sab 18:11 Entonces dijo Moiss: Por no haber sido comida la hostia ofrecida por el
pecado, ha sido consumida por el fuego.
Sab 18:12 Celebr igualmente Salomn por espacio de ocho das la dedicacin del
templo.
Sab 18:13 Estas mismas noticias se encontraban tambin anotadas en los escritos y
comentarios de Nehemas, donde se lee que l form una coleccin de libros,
habiendo recogido de todas partes los libros de los profetas, los de David, y las cartas
o concesiones de los reyes, y las memorias de sus donativos al templo.
Sab 18:14 A este modo recogi tambin Judas todo cuanto se haba perdido durante la
guerra que sufrimos; todo lo cual se conserva en nuestro poder.
Sab 18:15 Si vosotros, pues, deseis tener estos escritos, enviad personas que puedan
llevroslos.
Sab 18:16 Y estando ahora para celebrar la fiesta de la purificacin del templo, os hemos
dado aviso de ella; y as haris bien si celebrareis, como nosotros, la fiesta de estos
das.
Sab 18:17 Entretanto esperamos que YHWH que ha libertado a su pueblo, que ha vuelto
a todos su herencia, que ha restablecido el reino, y el sacerdocio, y el santuario,
Sab 18:18 conforme lo haba prometido en la ley, se apiadar bien pronto de nosotros, y
nos reunir de todas las partes del mundo en el lugar santo;
Sab 18:19 puesto que nos ha sacado de grandes peligros, y ha purificado el templo.
Sab 18:20 Por lo que mira a los hechos de Judas Macabeo y de sus hermanos, y a la

purificacin del gran templo, y a la dedicacin del altar;


Sab 18:21 as como lo que toca a las guerras que hubo en tiempo de Antoco el ilustre, y
en el de su hijo Euptor,
Sab 18:22 y a las seales que aparecieron en el aire a favor de los que combatan
valerosamente por la nacin judaica, de tal suerte que, siendo en corto nmero,
defendieron todo el pas y pusieron en fuga la muchedumbre de brbaros,
Sab 18:23 recobrando el templo ms clebre que hay en el mundo, y librando la ciudad de
la esclavitud, y restableciendo la observancia de las leyes, las cuales se hallaban
abolidas, habindoles favorecido Adonay con toda suerte de prosperidades;
Sab 18:24 estas cosas que escribi en cinco libros Jasn de Cirene, hemos procurado
nosotros compendiarlas en un solo volumen,
Sab 18:25 pues considerando la multitud de libros, y la dificultad que acarrea la
multiplicidad de noticias a los que desean interesarse en las narraciones histricas,
Sab 18:26 hemos procurado escribir sta de un modo que agrade a los que quieran leerla;
y que los aplicados puedan ms fcilmente retenerla en su memoria y sea
generalmente til a todos los que la leyeren.
Sab 18:27 Y a la verdad, habindonos empeado en hacer este compendio, no hemos
emprendido una obra de poca dificultad, sino un trabajo que pide gran aplicacin, y
mucha fatiga y diligencia.
Sab 18:28 Sin embargo, emprendemos de buena gana esta tarea por la utilidad que de
ella resultar a muchos; a semejanza de aquellos que teniendo a su cargo preparar un
convite, se dedican del todo a satisfacer el gusto de los convidados.
Sab 18:29 La verdad de los hechos que se refieren va sobre la fe de los autores que los
escribieron; pues por lo que hace a nosotros, trabajaremos solamente en
compendiarlos conforme al designio que nos hemos propuesto.
Sab 18:30 Y a la manera que un arquitecto que emprende edificar una casa nueva, debe
cuidar de toda la construccin y aquel que la pinta solamente ha de buscar las cosas
que son a propsito para su ornato, del mismo modo se debe juzgar de nosotros.
Sab 18:31 En efecto, al autor de una historia atae recoger los materiales y ordenar la
narracin, inquiriendo cuidadosamente las circunstancias particulares de lo que
cuenta;
Sab 18:32 mas al que compendia se le debe permitir que use un estilo conciso y que evite
extenderse en largos discursos.
33. Basta ya de exordio y empecemos nuestra narracin; porque no sera cordura
prolongar el discurso preliminar a la historia y abreviar despus el cuerpo de ella.

Capitulo 19
Sab 19:1 En el tiempo, pues, que la ciudad santa gozaba de una plena paz, y que las
leyes se observaban muy exactamente por la piedad del sumo sacerdote Onas, y el
odio que todos tenan a la maldad,
Sab 19:2 naca de esto que aun los mismos reyes y los prncipes honraban sumamente
aquel lugar sagrado, y enriquecan el templo con grandes dones.
Sab 19:3 De manera que Seleuco, rey de Asia, costeaba de sus rentas todos los gastos
que se hacan en los sacrificios.
Sab 19:4 En medio de esto, Simn, de la tribu de Benjamn, y creado prefecto del templo,
maquinaba con ansia hacer algn mal en esta ciudad; pero se le opona el sumo
sacerdote.
Sab 19:5 Viendo, pues, que no poda vencer a Onas, pas a verse con Apolonio, hijo de

Tarseas, que en aquella sazn era gobernador de la Celesiria y de la Fenicia,


Sab 19:6 y le cont que el erario de Jerusaln estaba lleno de inmensas sumas de dinero
y de riquezas del comn, las cuales no servan para los gastos de los sacrificios; y que
se podra hallar medio para que todo entrase en poder del rey.
Sab 19:7 Habiendo, pues, Apolonio dado cuenta al rey de lo que a l se le haba dicho,
concerniente a estas riquezas, llam el rey a Heliodoro, su ministro de hacienda, y le
envi con orden de transportar todo el dinero referido.
Sab 19:8 Heliodoro se puso luego en camino con el pretexto de ir a recorrer las ciudades
de Celesiria y Fenicia; mas en la realidad para poner en ejecucin el designio del rey.
Sab 19:9 Y habiendo llegado a Jerusaln , y sido bien recibido en la ciudad por el sumo
sacerdote, le declar a ste la denuncia que le haba sido hecha de aquellas riquezas;
y le manifest que ste era el motivo de su viaje; preguntndole en seguida si
verdaderamente era como se le haba dicho.
Sab 19:10 Entonces el sumo sacerdote le represent que aquellos eran unos depsitos y
alimentos de viudas y de hurfanos;
Sab 19:11 y que entre lo que haba denunciado el impo Simn haba una parte que era
de Hircano Tobas, varn muy eminente, y el todo eran cuatrocientos talentos de plata
y doscientos de oro;
Sab 19:12 que por otra parte de ningn modo se podra defraudar a aquellos que haban
depositado sus caudales en un lugar y templo honrado y venerado como sagrado por
todo el universo.
Sab 19:13 Mas Heliodoro insistiendo en las rdenes que llevaba del rey, repuso que de
todos modos se haba de llevar al rey aquel tesoro.
Sab 19:14 En efecto, el da sealado entr Heliodoro en el templo para ejecutar su
designio; con lo cual se llen de consternacin toda la ciudad.
Sab 19:15 Pero los sacerdotes, revestidos con las vestiduras sacerdotales, se postraron
por tierra ante el altar, e invocaban a Adonay que est en el cielo, y que puso la ley
acerca de los depsitos, suplicndole que los conservase salvos para los
depositantes.
Sab 19:16 Mas ninguno poda mirar el rostro del sumo sacerdote sin que su corazn
quedase traspasado de afliccin; porque su semblante y color plido manifestaban el
intenso dolor de su nimo.
Sab 19:17 Una cierta tristeza esparcida por todo su rostro, y un temblor que se haba
apoderado de todo su cuerpo mostraban bien a los que le miraban, la pena de su
corazn.
Sab 19:18 Salan al mismo tiempo muchos a tropel de sus casas, pidiendo a YHWH con
pblicas rogativas que no permitiese que aquel lugar santo quedase expuesto al
desprecio.
Sab 19:19 Las mujeres, ceidas hasta el pecho de cilicios, andaban en tropas por las
calles; y hasta las doncellas mismas, que antes estaban encerradas en sus casas,
corran unas a donde estaba Onas, otras hacia las murallas, y algunas otras estaban
mirando desde las ventanas;
Sab 19:20 pero todas levantando al cielo sus manos, dirigan all sus plegarias.
Sab 19:21 A la verdad era un espectculo digno de compasin al ver aquella confusa
turba, y al sumo sacerdote puesto en gran conflicto.
Sab 19:22 Mientras stos por su parte invocaban a YHWH todopoderoso para que
conservase intacto el depsito de aquellos que se lo haban confiado,
Sab 19:23 Heliodoro no pensaba en otra cosa que en ejecutar su designio; y para ello se
haba presentado ya l mismo con sus guardias a la puerta del tesoro.
Sab 19:24 Pero el espritu de YHWH todopoderoso se hizo all manifiesto con seales
bien patentes, en tal conformidad, que derribados en tierra por una virtud divina

cuantos haban osado obedecer a Heliodoro, quedaron como yertos y despavoridos.


Sab 19:25 Porque se les apareci montado en un caballo un personaje de fulminante
aspecto y magnfico vestido, cuyas armas parecan de oro, el cual acometiendo con
mpetu a Heliodoro lo pate con las patas delanteras del caballo.
Sab 19:26 Se aparecieron tambin otros dos gallardos y robustos jvenes llenos de
majestad, y ricamente vestidos, los cuales ponindose uno a cada lado de Heliodoro,
empezaron a azotarlo cada uno por su parte, descargando sobre l continuos golpes.
Sab 19:27 Con esto Heliodoro cay luego por tierra envuelto en oscuridad y tinieblas; y
habindole cogido y puesto en una silla de manos, le sacaron de all.
Sab 19:28 De esta suerte aquel que haba entrado en el erario con tanto squito de
guardias y ministros, era llevado sin que nadie pudiese valerle; habindose
manifestado visiblemente la virtud o justicia de YHWH
Sab 19:29 por un efecto de la cual Heliodoro yaca sin habla y sin ninguna esperanza de
vida.
Sab 19:30 Por el contrario, los otros bendecan a Adonay, porque haba ensalzado con
esto la gloria de su santo lugar, y el templo que poco antes estaba lleno de confusin y
temor, se llen de alegra y regocijo luego que hizo ver Adoany su omnipotencia.
Sab 19:31 Entonces algunos amigos de Heliodoro rogaron con mucha eficacia a Onas
que invocase al Altsimo, a fin de que concediese la vida a Heliodoro, reducido ya a
los ltimos alientos.
Sab 19:32 Y el sumo sacerdote, considerando que quiz el rey podra sospechar que los
judos haban urdido alguna trama contra Heliodoro, ofreci una vctima de salud por
su curacin;
Sab 19:33 y al tiempo que el sumo sacerdote estaba haciendo la splica, aquellos mismos
jvenes, con las mismas vestiduras, ponindose junto a Heliodoro, le dijeron: Dale las
gracias al sacerdote Onas, pues por su amor a l te concede YHWH la vida.
Sab 19:34 Y habiendo t sido castigado por YHWH de esta suerte, anuncia a todo el
mundo sus maravillas y su poder; dicho esto, desaparecieron.
Sab 19:35 En efecto, Heliodoro, habiendo ofrecido un sacrificio a Elohim, y hecho grandes
votos a aquel Adonay que le haba concedido la vida, y dadas las gracias a Onas,
recogiendo su gente se volvi para el rey.
Sab 19:36 Y atestiguaba a todo el mundo las obras maravillosas del gran Elohim de Israel
, que haba visto l con sus propios ojos.
Sab 19:37 Y como el rey preguntase a Heliodoro quin sera bueno para ir de nuevo a
Jerusaln , le contest:
Sab 19:38 Si t tienes algn enemigo, o que atente contra tu reino, envalo all, y lo vers
volver desgarrado a azotes, si es que escapa con vida; porque no se puede dudar que
reside en aquel lugar una cierta virtud divina.
Sab 19:39 Pues aquel mismo que tiene su morada en los cielos, est presente y protege
aquel lugar, y castiga y hace perecer a los que van a hacer all algn mal.
Sab 19:40 Esto es en suma lo que pas a Heliodoro, y el modo con que se conserv el
tesoro del templo.

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