Clavileño Pegaso
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Artculo de reflexin.
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1. Introduccin
omo sabemos, la invectiva contra los libros de caballeras es uno de los objetivos narrativos declarados por Cervantes en el Quijote. El autor construy
la historia de su caballero utilizando los personajes, tpicos caballerescos y textos
particulares mientras confeccionaba una burla cmica de este gnero tan notorio y
complejo, dentro del cual admiti a las historias caballerescas breves. En la Segunda
parte, en el episodio de la duea dolorida y de Clavileo, aparece una de las referencias ms llamativas a estos textos de corta extensin, de origen extranjero y para
pblico popular. All se habla de Pierres de Provenza y Magalona asegurando que
a ellos perteneci el famoso caballo de madera aunque, en realidad, fue vehculo
extraordinario de los enamorados Clamades y Clarmonda.
El presente artculo busca detenerse en dicho episodio a fin de evidenciar que,
para Cervantes y en tanto objeto de su burla, la narrativa caballeresca breve forma
parte del gnero literario del cual reniega. Al mismo tiempo, a la luz de las caractersticas de este gnero, pretende examinar los elementos particulares de La linda
Magalona y la Historia de Clamades retomados en esta parte de la obra, tratando de
comprender la confusin en que incurre el autor y los diversos mecanismos narrativos
que utiliza para burlarse de estos textos en particular.
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ha llegado a considerar que dicho episodio pudo ser una respuesta a las aventuras
narradas por Fernndez de Avellaneda (Jimnez, 2001) o el reflejo de la realidad
contempornea de la obra (Cervantes, 1948) e incluso, un juego de intertextualidad
con la Eneida (Garrote Bernal, 1996) o con La Celestina (Fernndez y Rodrguez,
1987). Tambin se ha hablado de las posibles influencias de otros gneros como el
romancero (Gonzlez, 1955) o el teatro (Baras, 1989). La crtica se ha enfocado
asimismo en el anlisis de los nombres de algunos personajes, considerndolos ya
desde una perspectiva simblica (Rodrguez y Donahue, 1985), ya filolgica (Blecua,
2009; Cabrera, 1990), ya desde una carnavalesca (Torres, 2002; Redondo, 1984).
Especial inters han merecido las mujeres barbudas presentes en l, que han sido
revisadas a partir de diversos ngulos: el fisiolgico (Sanz Hermida, 1993), el literario
(Velasco, 2000) y el feminista (Fuchs, 1996). La presencia del caballo volador ha
contado desde luego con una mayor atencin, y se ha tratado de dilucidar su origen
e historia (Gillet, 1957; Henry, 1969), su inicial aparicin en Las mil y una noches
y otros relatos rabes (Aebischer, 1962; Lpez-Baralt, 2004); el probable influjo de
la cultura clsica (Barns Vzquez, 2011); o su funcin como artefacto para viajar
(Finci, 2008). Tambin se ha destacado su importancia argumental en el roman
francs del siglo xiii Cleomads, escrito por Adenet le Roi (Martnez Prez, 2002).
Por el contrario, ha sido escaso el inters respecto a la inmediata relacin con
los relatos caballerescos breves del siglo xvi donde aparece un caballo muy semejante; concretamente en La Historia de Clamades y no, como dice el narrador y los
personajes, en La Linda Magalona. Los estudiosos tampoco han reparado en las
causas de esta confusin de Cervantes. Ya desde 1770, John Bowle not la relacin
de Clavileo con el caballo de bronce de The Squires Tale de Chaucer y supuso
una misma fuente para ambos escritores. Por su parte, Diego Clemencn (Cervantes,
1836, p. 307) advirti que el caballo de madera se encuentra ya mencionado en el
Cleomads, el cual refiere a partir de los extractos impresos por el conde de Tressan.
Clemencn no conoci la historia impresa castellana del siglo xvi, y no consigui
averiguar ms al respecto ni ahondar sobre la confusin cervantina. Schevill, en
cambio, hace el recuento de las razones de tal imprecisin, pero concluye que a
Cervantes los orgenes del caballo de madera no le preocupaban ni poco ni mucho:
Por tanto, es de presumir que Cervantes no se hubiese puesto a averiguar precisamente
dnde haba ledo la historia del caballo encantado. Le podan venir a la memoria muchos cuentos de dos amantes que, estorbados en sus amores, buscan juntos en la huida
la solucin de sus deseos. Entre dichos cuentos se podran mencionar la historia de
Don Gaiferos y Melisendra, la de Pierres y Magalona, la de Clamads y Claramonda,
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y sin fijarse Cervantes en cul de stas se habla del caballo de madera, puso como
modelo de Clavileo la cabalgadura de Pierres y Magalona, sin perjuicio de crear unas
aventuras muy originales en la vida de sus dos hroes, Don Quijote y Sancho Panza.
(Schevill, 1927, p. 116)
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Segn los estudiosos, son hasta veinte las obras que encuentran acomodo en esta clasificacin:
Historia del rey Canamor y del Infante Turin su hijo, Historia del Emperador Carlomagno y los
Doce Pares de Francia, Historia del cavallero Clamades, Crnica [popular] del Cid Ruy Daz,
Historia de la Donzella Theodor, Crnica del Conde Fernn Gonzlez, Historia de Enrique Fijo
de Oliva, Historia de los dos enamorados Flores y Blancaflor, Crnica del Rey Guillermo, Historia
de la linda Magalona, Historia de los nobles cavalleros Oliveros de Castilla y Arts dAlgarbe,
Historia del noble cavallero Pars y de la donzella Viana, Libro del Conde Partinupls, Libro
del Infante don Pedro de Portugal, Historia de la Poncella de Francia, La espantosa y admirable vida de Roberto el Diablo, Historia de la Reina Sebilla, Libro de los Siete Sabios de Roma,
Crnica de los nobles cavalleros Tablante de Ricamonte y Jofr, Historia del noble Vespasiano.
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textos que no superan los ocho folios in quarto, lo cual facilita una identificacin
fsica inmediata y una diferenciacin clara respecto de los otros libros de caballeras
castellanos impresos en grandes infolios. Vctor Infantes (1991, p. 176 y ss.) considera que gracias a esta caracterstica material que implica un menor costo en su
produccin impresa y un menor precio de venta a los lectores los relatos breves
caballerescos obtuvieron una difusin editorial unitaria y continuada a travs del
tiempo, con miras a satisfacer un mercado especfico.
Las historias caballerescas comparten tambin rasgos literarios comunes como
resultado de su origen medieval y su carcter de traducciones, lo cual requiri la
adaptacin y la actualizacin del contenido y de la forma para asegurar la identificacin con los lectores (Infantes, 1989, p. 120 y ss.). De all que incluyan elementos
de la mentalidad folclrico-popular junto con un estilo regularizado y remozado.
Adems, el principal rasgo literario que permite sealar los textos como integrantes
de un grupo reconocible y que fue un factor importante para que los impresores
del siglo xvi los unificaran comercialmente es que todos ellos son protagonizados
por un caballero (Infantes, 1991, p. 176).
Dichas caractersticas materiales y rasgos literarios unifican a este grupo tan
peculiar de obras, propician su dilatada popularidad, e incluso lo incorporan al
gnero caballeresco (Roubaud, 1998, p. 2). La referencia a algunas de estas obras
en el Quijote, aunque escasa (Eisenberg, 1982, p. 89), evidenci que podan recibir
igualmente la crtica y la burla a la que estaban destinados los libros de caballeras
por parte de Cervantes. Y, aunque el autor no critic de forma directa el corpus que
nos ocupa, parece claro que los reconoca como textos caballerescos y, por tanto,
dignos de ser vilipendiados en su obra, de modo que se encuentran citados en diversas
maneras. En algunos casos, los menciona tangencialmente, como al Libro del infante don Pedro de Portugal (Cervantes, 2004, p. 733) y La historia de Carlomagno
(Cervantes, 2004, p. 92), aunque ello solo mostrara su conocimiento de la cultura
popular de la poca y no su lectura ni una intencin particular.
Pero Cervantes presenta referencias claras a otras obras del gnero con un propsito de burla que apela al conocimiento del receptor. Utiliza dos textos bastante
conocidos de este grupo, el Tablante de Ricamonte y Jofre y el Enrique fijo de
Oliva,2 cuando el narrador alaba el estilo detallado del supuesto autor Cide Hamete
2 La Historia de los nobles cavalleros Oliveros de Castilla y Arts DAlgarbe es la traduccin del
texto francs Lhystoire dOlivier de Castille et dArtus dArgarbe escrita a mediados del siglo xv.
La primera edicin castellana se realiz en Burgos en 1499 en formato folio. Durante el siglo
siguiente se volvi a imprimir en trece ocasiones, varias de ellas en Sevilla por los Cromberger;
aunque en 1553 Felipe de Junta, en Burgos, reduce el formato a cuarto. Hay recogidas dos versiones
del siglo xvii y ambas de 1604. Entre el siglo xviii y el xx hay ms de 30 ediciones. Mientras que
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Benengeli: Bien haya mil veces el autor de Tablante de Ricamonte, y aquel del
otro libro donde se cuentan los hechos del conde Tomillas, y con qu puntualidad
lo describen todo! (Cervantes, 2004, p. 141).3 La irona resultara efectiva solo
para los receptores que conocan esos textos, quienes sabran que, en realidad, sus
narradores son muy parcos en las descripciones; entonces, asumiran tal afirmacin como un gesto mordaz, pues acaba de criticar a los malos historiadores que:
nos cuentan las acciones tan corta y sucintamente, que apenas nos llegan a los
labios, dejndose en el tintero, ya por descuido, por malicia o ignorancia, lo ms
sustancial de la obra (Cervantes, 2004, p. 141). As, cuando el narrador utiliza
estas obras breves para ponderar al autor como ejemplo de verdad y cuidado para
otros historiadores partiendo de que la puntualidad y la verdad estaran ligadas
de manera ntima, para el lector tal alabanza resultara por lo menos sospechosa
pues reside en una falsedad o exageracin. Ya desde este testimonio se puede observar el mecanismo de burla de Cervantes para nuestras obras: el uso de la confusin
entre verdad y mentira; es decir, se intenta convencer sobre la verdad a partir de
una mentira manifiesta.
En la Primera parte del Quijote hay otra mencin donde se puede observar con
claridad la reelaboracin del material de la narrativa caballeresca breve en la obra:
Pues quin podr negar no ser verdadera la historia de Pierres y la linda Magalona,
pues aun hasta hoy da se ve en la armera de los reyes la clavija con que volva al
caballo de madera sobre quien iba el valiente Pierres por los aires, que es un poco
mayor que un timn de carreta? Y junto a la clavija est la silla de Babieca, y en Roncesvalles est el cuerno de Roldn, tamao como una grande viga. De donde se infiere
que hubo Doce Pares, que hubo Pierres, que hubo Cides y otros caballeros semejantes.
(Cervantes, 2004, p. 506)
Cristina Gonzlez ha revisado la influencia de estas obras en esta mencin y en el diseo del
propio caballero (2012) as como en la configuracin de sus primeras aventuras (2009).
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ballerescos son muy escasos (Menndez Pelayo, 1947, p. 51). Estas obras son la
Historia de los dos enamorados Flores y Blancaflor, la Historia del noble cavallero
Pars y de la donzella Viana, la Historia del cavallero Clamades y la Historia de la
linda Magalona; su inclusin en el grupo de textos caballerescos ha representado
un reto. Queda claro que su pertenencia a las historias breves se debi a la presencia
del caballero arquetpico, pero es muy probable que su prolongado xito residiera,
ms bien, en su particular estructura y en su temtica amorosa, que se poda adaptar
a cualquier pblico. Tan es as, que casi todas estas obras permanecieron en el gusto
popular durante varios siglos (Baranda, 1998).
Estas obras cuentan la historia de dos hermosos jvenes que, bajo diversas circunstancias, se enamoran pero no pueden estar juntos. Aunque realizan un matrimonio
secreto, debido a situaciones fuera de su control, se separan y emprenden viajes y
aventuras bifurcadas en las que deben demostrar su amor y fidelidad por encima de
todo hasta que se renen. Entonces, a pesar del tiempo y la distancia se vuelven a
ver, se reconocen y se casan, por fin, pblicamente.
Las historias de Clamades y Clarmonda y La Linda Magalona comparten tal
estructura narrativa, constituida por acciones que dependen de hechos imprevistos
y desfavorables y que buscan resaltar el carcter de los personajes sin modificarlo,
al tiempo que propician el desarrollo argumental del relato.4 Debido a la atencin
del narrador en los dos personajes protagonistas y las aventuras que les ocurren por
separado, Nieves Baranda y Vctor Infantes la describen como una narracin bipolarizada en torno a dos acciones personales y estructuralmente coincidentes, por lo
que han llamado a estas obras relatos geminados (1996, p. 10). Todo esto propicia
que sean muy parecidas entre s, y por lo cual, el pblico buscara las variaciones
en las aventuras que viven, en los lugares donde se desarrolla la separacin, en los
sucesos inesperados y en otros detalles nicos que una estructura tan cerrada y tan
flexible al mismo tiempo puede ofrecer. Uno de esos elementos sorprendentes que
4
Esta estructura narrativa ha sido muy popular desde la Antigedad tarda, a partir de su aparicin en
la novela helenstica escrita entre los siglos i al iv d. C., y perdur a lo largo de los siglos hasta el final de la
Edad Media en diversos gneros como la hagiografa o el roman, particularmente en el roman idlico. Entre
el siglo xii y xiii se escribieron varias obras corteses con esta particular temtica y estructura, entre las que
se encuentran: Floire et Blancheflor, Amadas et Ydoine, Aucassin et Nicolette, Clomades (Adenet le Roi),
Galeran de Bretagne (Renaut), Guillaume de Palerne, Floris et Lyriop (Robert de Blois), Lescoufle (Jean
Renart), Jehan et Blonde (Philippe de Remi), Paris et Vienne, Pierre de Provence et la Belle Maguelonne,
Floridan et Elvide, Cleriadus et Meliadice, Eledus et Serene, Ponthus et la belle Sidoyne. Algunas de estas
obras fueron prosificadas y, hacia finales del siglo xvi, traducidas al castellano e impresas como parte del
grupo de obras que analizamos.
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deleitaran a los lectores sera, por ejemplo, la aparicin del caballo de madera en La
historia de Clamades. Tambin en las actitudes o acciones de los personajes puede
verse una oportunidad de variacin; en este caso, sera la forma en que las doncellas
logran sobrevivir en la soledad, manteniendo la castidad hasta que se reencuentran
con sus respectivos caballeros: Clarmonda finge locura (Baranda, 1995, p. 643) y
Magalona se hace peregrina y luego, hospitalera (Baranda, 1995, p. 326 y ss.). Con
su estructura tan llamativa y reconocible, dichos relatos gozaron de un gran xito
editorial y podran estar en la mente de los lectores del Quijote.
En el episodio de la duea dolorida, aunque no se mencionan directamente las
historias idlicas, se hace referencia a ellas en varios aspectos, no solo en la presencia
del caballo de madera, sino en los diferentes momentos de la historia amorosa de
los jvenes encantados por el gigante Malambruno. As, al principio de la narracin
de la condesa se retoma la importancia de la doncella y su belleza, presentes en
estos relatos caballerescos, los cuales son elementos que propician la presencia del
sentimiento amoroso y permiten que el argumento desarrolle el amor a prueba de
todo de los jvenes; por ello su presentacin, no obstante sucinta, siempre incluye
sus caractersticas ms notables. Por ejemplo, Magalona: En el mundo no ava ms
fermosa dama que Magalona, ni ms dulce ni ms graciosa, ni de tan hermosa contenencia (Baranda, 1995, p. 293). Sin embargo, en la obra cervantina se ofrece con
un contraste: aunque la Trifaldi imita el estilo idlico al describir el linaje y belleza
de la princesa Antonomasia, asegura la nota graciosa al destacar su poca inteligencia: Lleg a edad de catorce aos con tan gran perfeccin de hermosura, que no la
pudo subir ms de punto la naturaleza. Pues digamos ahora que la discrecin era
mocosa! (Cervantes, 2004, p. 842). Cervantes utiliza ciertos recursos para hacer rer
al lector a travs de estas obras; en este caso, se observa la inversin de los rasgos
idealizados como mecanismo de burla; lo que Agustn Redondo (1984, p. 191)
llama el mundo al revs, el cual est incluido en el tratamiento carnavalesco y
cazurro de esta relacin amorosa.
Luego, la Trifaldi describe al enamorado, quien no tiene grandes dotes caballerescas pero destaca por sus talentos cortesanos y su ingenio; anttesis que podra
divertir a los lectores. Sin duda, frente a los caballeros exaltados e imitados por el
manchego, don Clavijo resulta extrao y hasta risible, particularmente por el tono
y el ambiente que aporta la narradora: tocaba una guitarra, que la haca hablar, y
ms que era poeta y gran bailarn, y saba hacer una jaula de pjaros, que solamente
a hacerlas pudiera ganar la vida, cuando se viera en extrema necesidad (Cervantes,
2004, p. 842). Sin embargo, en los relatos que analizamos, los caballeros no son
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Por ejemplo, Pierres y Pars deben participar en el torneo para agradar a Magalona (Baranda, 1995, p. 292)
y a Viana (Baranda, 1995, p. 668), respectivamente; mientras que Clamades debe combatir para ayudar a
las doncellas de Clarmonda pues estn condenadas a la hoguera por ayudarlos a escapar (Baranda, 1995,
pp. 651-652).
El asunto es que, contrario a las otras obras del gnero, la Historia del noble cavallero Pars y de la donzella
Viana, impresa por Alfonso de Melgar en Burgos en 1524, no tuvo otras ediciones en castellano, a pesar de
su popularidad en otras lenguas europeas, por lo que no sabramos si Cervantes la conoci.
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tono picante y cazurro que ya ha analizado Agustn Redondo (1984), y por las
interrupciones jocosas de Sancho Panza, que recuerdan al lector que no se trata
de una historia intercalada sino de un complicado tejido narrativo en la historia
del Caballero de la Triste Figura.
Es relevante sealar aqu los dos planos de la ficcionalidad que presenta este
episodio en particular: en un nivel interno, Antonomasia y los dems personajes,
as como sus acciones, son creacin del mayordomo de los duques y estn narrados
en voz de la Trifaldi; en un nivel externo, toda la ficcin de Cide Hamete Benengeli
est puesta en voz del narrador del Quijote quien, igual que en la mencin de las
otras historias caballerescas de la Primera parte, alaba su estilo minucioso de narrar
(Cervantes, 2004, p. 848). Estos dos planos estn sealados por las interrupciones de
Sancho, que intensifican y retardan lo contado, y del propio Don Quijote que ve la
prolongacin de sus propias aventuras en personajes inventados por otro personaje.
Ya no son relatos intercalados de amor en conflicto, ahora involucran directamente
al caballero protagonista, a tal punto que l debe subirse al caballo de madera para
ayudarlos.7 Por ello, es factible considerar que este episodio podra prolongar la
discusin con el cannigo de Toledo, haciendo hincapi en que la verdad y la ficcin
estn mezcladas dentro de la ficcin misma y el caballero sigue sin darse cuenta de
ello. En la secuela de 1615, el autor adems de usar, reinterpretar y renovar el gnero
caballeresco, est reelaborando y transformando la historia de su propio personaje
y sus acciones. De all que retome algunos elementos incidentales de la Primera
parte y los desarrolle con ms detalles en esta, como es el caso de la presencia y
utilizacin del caballo de madera a modo de evidencia de realidad frente a la ficcin.
Con respecto al viaje sobre Clavileo, la burla misma del viaje fingido, la inmovilidad del vehculo y las reacciones del escudero ya han sido muy estudiadas. Baste
decir que se comprende el ridculo si se recuerda la capacidad de desplazamiento e
importancia argumental del caballo volador en La historia de Clamades (Martnez
Prez, 2002). Cervantes traslada los elementos ms prosaicos de la realidad al molde de ficcin idealizada y perfecta, para que su contraste y su tratamiento cazurro
y carnavalesco entretenga y divierta a los lectores. En lugar de dos bellos y castos
enamorados en medio de aventuras que no buscaron, se suben al caballo volador
7
Recordemos que en el gnero caballeresco es muy comn que los personajes tengan la voz narrativa para
contar sus propias aventuras o conflictos; tales narraciones, forman parte de la historia del caballero, en la
medida en que este contribuir a su conclusin; por lo que no podemos decir que sean relatos o cuentos
independientes (Fernndez y Rodrguez, 1987).
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dos personajes cmicos con el propsito aparente de ayudar a unos amantes poco
virtuosos y por ello, castigados con la deformidad; pero, en realidad, con el objetivo
ltimo tampoco buscado por ellos de deleitar a sus anfitriones. Otra vez los
lmites entre la verdad y la ficcin, incluso dentro de la ficcin misma, se presentan
desdibujados.
Pero regresemos a la pregunta inicial: por qu confunde Cervantes Clamades y
Clarmonda, donde aparece el caballo de madera volador, con La linda Magalona?
Como ya se ha visto, estas historias tienen un argumento, personajes y estilo muy
similares por lo que, si el autor no tena a la mano una obra en concreto, fcilmente
podra confundirlas. No podremos saber con qu historia caballeresca contaba
puesto que ambas historias fueron muy populares. La Historia de Clamades es la
traduccin al castellano que se realiz de la prosificacin francesa del siglo xv del
roman Cleomads de Adenet le Roi del siglo xiii: Le livre de Clemades fils du roy
dEspaigne et la belle Clermonde, fille du roy Carnuant. La traduccin castellana
fue impresa por primera vez en Burgos, por Alonso Melgar en 1521. En el siglo xvi
solo tuvo dos ediciones ms; la ltima, en la dcada del sesenta y se dice que hubo
seis en el siglo xvii. Por su parte, La linda Magalona es la traduccin castellana
del texto francs del siglo xv, Istoyre de Pierre de Provence et de la belle Maguelone, a su vez prosificacin del roman de Jean Renart LEscoufle del siglo xii. La
primera edicin castellana la hizo en Sevilla Jacobo Cromberger en 1519. Hay
seis impresiones ms en el siglo xvi y siete en el xvii. Sin embargo, en el episodio
analizado se observan ms elementos de esta ltima: la intervencin del ama de
Magalona y la presencia inicial de Pierres en la corte. Adems, habra que aadir
el aspecto particular del nombre del caballero. Ya Bndicte Torres ha mencionado la relacin simblica entre el apelativo blico de Pierres, el caballero de las
llaves, con el nombre de don Clavijo y el del propio caballo volador, Clavileo
(2002, p. 111), cuya activacin depende de una clavija/llave; aquella justamente
de la armera de los reyes que origina que don Quijote confunda la realidad con
la ficcin.
Todos estos son indicios narrativos de que Cervantes conoca ms profundamente
La linda Magalona y, sin mayor reparo o duda, le endos el llamativo caballo de
madera de La Historia de Clamades, puesto que ambas historias podran incluirlo
sin alterar su argumento o su estructura. Hay suficientes elementos, entonces, para
considerar que tal confusin pudo ser intencional y con un nimo crtico, que contribuy a la burla del gnero caballeresco en su conjunto.
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5. Conclusiones
Luego de observar la configuracin del episodio de la duea dolorida y examinar
los elementos caractersticos de las historias caballerescas del siglo xvi se han podido
contextualizar los mecanismos de burla utilizados por Cervantes. En primer trmino, se comprob que, como con el resto del gnero caballeresco, el autor recurri
a tpicos, personajes y situaciones comunes en el gnero breve y los coloc en un
relato alejado del estereotipo y la perfeccin, sustituyndolos burlescamente a modo
de transposicin de sus caractersticas y funciones para causar risa en el receptor;
con esto se traiciona las expectativas tanto de los personajes como del lector y el
resultado provoca deleite y entretenimiento.
As, en la narracin de la duea dolorida los enamorados castos y corteses de
las historias caballerescas de amor resultan alejados por completo de ese arquetipo:
son poco continentes y sin cdigo de comportamiento amoroso; el matrimonio burocrtico contrasta con la delicadeza de la entrega mutua de los amantes. Lo mismo
ocurre con el fracaso de la Trifaldi como ama prudente; y el caballo de madera ya
no es objeto de admiracin por su capacidad de traslado de los jvenes sino por su
refuncionalizacin como artefacto para causar ciertas reacciones en don Quijote y
en Sancho Panza, las cuales disfrutan tanto los personajes testigos como el lector.
Adems, se destac que cuando Cervantes incorpora los relatos breves como
Tablante de Ricamonte, Enrique Fijo de Oliva, La Linda Magalona y La historia de
Clamades a su diatriba contra los libros de caballera hace hincapi en la confusin
entre ficcin y realidad, dentro de la propia digesis. Esto se observa en dos aspectos: en la alabanza que hace el narrador del estilo del autor ficticio, Cide Hamete
Benengeli, destacando su puntualidad y detalle al narrar, justo cuando alude a este
grupo de obras, cortas y poco detalladas en la narracin; lo que implicara tratar de
afirmar una verdad por medio de una mentira. El otro aspecto es la defensa a ultranza de la existencia verdadera de los caballeros a partir de evidencias de la realidad
concreta, como la clavija del caballo. Esta confusin surgira del uso de historias
pertenecientes a un gnero editorial uniforme en estilo, formato y distribucin cuyos protagonistas pudieron ser tanto reales como novelescos. Entonces, se podra
suponer que en tales obras no existen elementos para distinguir lo histrico de lo
ficticio. Pero don Quijote no sera el nico en mezclar la realidad con la ficcin.
Aunque solo el protagonista se ha atrevido a imitar a estos caballeros ficticios, en
el episodio analizado, los duques recrean la ficcin y la hacen parecer real a don
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Quijote; es decir, tambin estn llevando lo ficticio a su realidad, lo que sugiere otro
guio jocoso al lector aficionado del gnero.
Finalmente, el episodio de la duea dolorida ofrece una serie de confusiones
que podran resultar graciosas. La ms evidente es la que implica el intercambio
de las obras del gnero breve donde aparece el caballo volador; pero hay otras que
muestran las caractersticas de los relatos caballerescos y que ocasionan que, tanto
los personajes de la novela como sus lectores incluso cuatrocientos aos despus
disfruten encontrando las diferencias entre las diversas ficciones y la realidad.
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