Unidad 4 Complem DS Feb-Jun 2014 PDF

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En su propsito por instaurar sociedades justas y ambientalmente sustentables que

satisfagan las necesidades de la poblacin, Amigos de la Tierra Internacional (AT) se ve en


la necesidad de cuestionar la globalizacin econmica neoliberal, que impide la
sustentabilidad.
En el mundo las disparidades son crecientes y muchos millones de seres humanos no
tienen satisfechas ni siquiera sus necesidades bsicas ms elementales. Los bosques, los
minerales y los combustibles fsiles estn siendo explotados a ritmos absolutamente
insustentables para proveer con recursos naturales a la economa globalizada. La
democracia se ve progresivamente erosionada a medida que el poder se va concentrando
en menos manos. La diversidad biolgica y cultural est desapareciendo a ritmos
alarmantes y muchas conquistas sociales y ambientales trabajosamente logradas se
encuentran seriamente amenazadas. Si persistimos en este rumbo las perspectivas para
las generaciones presentes y futuras son aterradoras. El verdadero desafo que tiene la
humanidad es brindarle una calidad de vida digna a una poblacin estimada en 10 mil
millones de habitantes para el ao 2050, reduciendo al mismo tiempo los impactos sobre
el ambiente a niveles sustentables, pero la globalizacin econmica neoliberal est
haciendo imposible enfrentar tal desafo. Aun as, el discurso oficialista sigue sosteniendo
que no existen alternativas. AT discrepa: En primer lugar, los fundamentos tericos de la
economa neoliberal son anacrnicos. Las facilidades cada vez mayores para el
movimiento de capitales en el planeta hacen que hoy muchos pases encaren dificultades
para retener y atraer recursos financieros indispensables para el funcionamiento
econmico y el bienestar social. Las grandes empresas utilizan su podero para enfrentar
entre s a los gobiernos necesitados de contante, consiguiendo as importantes exenciones
impositivas y presionando hacia abajo las condiciones y normas sociales y ambientales en
todo el mundo. La demanda creciente por recursos que se agotan es hoy un importante
factor limitante, y se hace cada vez ms evidente que la riqueza no se redistribuye por
chorreo (trickle down) entre la poblacin, como sostenan los proponentes neoliberales.
En balance, la globalizacin econmica neoliberal representa cada vez ms una situacin

en la que algunos pocos ganan y la gran mayora pierde -en lugar del sistema en el que
todos ganan, prometido por sus partidarios.
La dimensin del problema puede resultar desalentadora, pero an es posible
encaminarnos hacia un futuro distinto -democrtico, equitativo y sustentable-, para lo que
tenemos que replantearnos cuestiones bsicas: qu necesitamos de nuestras economas,
cules seran los mecanismos de decisin y reglamentacin ms adecuados y qu tipo de
informacin econmica sera necesaria.

Lo que debemos hacer


Fijar nuevas metas para la economa
Un sistema econmico confiable y productivo debe tener como objetivo la satisfaccin de
las necesidades de la gente, mediante el uso equitativo y ecolgicamente sustentable de
los recursos del planeta, teniendo en cuenta que no son inagotables. La erradicacin de la
pobreza, la sustentabilidad social y cultural, la equidad intergeneracional y la dignidad
humana deben constituir importantes fines econmicos. Es necesario administrar los
niveles de produccin y consumo, y el trato preferencial a los pases y pueblos
empobrecidos ha de ser uno de sus componentes bsicos.
Ya no basta con procurar la maximizacin del PBI. Para alcanzar tales objetivos ahora se
requieren polticas econmicas ingeniosas en el mbito nacional e internacional que
fomenten grados ptimos de actividad econmica, fundadas en principios bsicos
acordados internacionalmente que incluyan: respeto a los derechos humanos; respeto por
la diversidad biolgica, cultural y econmica; subsidiariedad econmica y poltica; equidad
intra e intergeneracional, abarcando una redistribucin del control sobre los recursos
como la tierra, y el pago de la deuda ecolgica; transparencia y responsabilidad pblica y
rendicin de cuentas por parte de los gobiernos, las empresas y otros grupos de inters;
garantas al derecho a saber o de informacin de la ciudadana; acceso ciudadano a la
justicia; aplicacin del principio de quien contamina paga, responsabilidad jurdica de las
empresas por daos ocasionados y obligacin de indemnizar a los damnificados; respeto
por normas de alta calidad respecto del ambiente, la salud y la seguridad, las condiciones
sociales, laborales y sanitarias; y aplicacin del principio precautorio.
La diversidad es parte indisoluble de la sustentabilidad y, como en cualquier otro orden,
tal principio tambin debe aplicarse al mbito de la economa. La diversidad econmica
implica estrategias econmicas variadas, economas diversificadas (lo que supone un

abanico de sectores y actividades econmicas, en lugar de una economa basada en una o


dos mercancas), y diferentes actores dentro de cada sector de la economa (es decir, no a
los monopolios). Los pases y las comunidades deben contar con la posibilidad de optar
por aquellos mecanismos y estrategias econmicas que consideren ms convenientes para
la satisfaccin de sus necesidades econmicas, sociales, culturales y ambientales, en
cualquier momento que lo crean oportuno. Esas decisiones debern apuntar a optimizar
la actividad econmica y mantener cierto grado de autosuficiencia, a fin de promover el
desarrollo de economas fuertes y diversas, capaces de aguantar y adaptarse a los
sacudones externos.
Tambin es necesario devolver la toma de decisiones a la base de la sociedad, aplicando el
principio de subsidiariedad econmica (es decir, la toma de decisiones al nivel ms bsico
que corresponda en la estructura de poder). Es conveniente, adems, que intervengan
diversos niveles en la toma de decisiones, contribuyendo a establecer controles y
equilibrios entre las diversas instancias de decisin para as reducir las probabilidades de
que ocurran abusos de poder en cualquiera de las diversas esferas.
Medir adecuadamente el bienestar econmico
Debemos medir nuestro bienestar econmico de maneras mucho ms ingeniosas. En
particular, debemos reconocer y valorar equitativamente el trabajo, e incluir los
verdaderos costos sociales y ambientales del transporte en los precios al consumidor. Tal
y como se calcula hoy en da, el PBI no mide ni valora la calidad de vida, los avances
sociales, la erradicacin de la pobreza, el desarrollo humano y la calidad ambiental.
Importantes roles sociales como el cuidado de nios y ancianos en el hogar, y las tareas
domsticas, a los que generalmente no se les asigna ningn valor econmico. Los precios
subvalorados del transporte -subsidiados por el bajo precio de los combustibles fsiles,
que no incluye los verdaderos costos sociales y ambientales de su explotacin y uso- de
hecho suponen darle preferencia a modos de produccin y comercio altamente
contaminantes y destructivos del hbitat, en vez de a la produccin y el comercio locales.
Disminuir el empleo de recursos y la conflictividad
Muchos recursos naturales, tanto renovables como no renovables, ya han sido
gravemente sobreexplotados. En efecto, si toda la gente en el mundo consumiera al nivel
que muchos en el Norte lo hacen ahora, en el ao 2050 necesitaramos de ocho planetas
Tierra para proveernos de los recursos que necesitaramos entonces. Se requieren
cambios sustantivos en los patrones de produccin y consumo (que a su vez requerirn
acuerdos internacionales eficaces y previsores) para garantizar que el consumo mundial

de recursos permanezca dentro de lmites sustentables, por la salud y el bienestar


perdurable de todos. Esos cambios, no obstante, debern tener en cuenta y encarar los
problemas de infraconsumo, especialmente en el Sur.
Implementar polticas de reciclaje, reutilizacin y recorte en el uso de materias primas y
productos es un elemento absolutamente clave para lograr mayor eficiencia y reducir el
consumo de recursos en el Norte. Sin embargo, para librar recursos que permitan un justo
aumento del consumo de los pueblos empobrecidos y al mismo tiempo recortar el empleo
global de recursos a niveles sustentables, los pases debern promover tambin
estrategias de suficiencia y de manejo de la demanda.
Disminuir el empleo de recursos en el Norte traer probablemente ms paz y seguridad
que la economa neoliberal (al reducir la competencia por los recursos), y adems alberga
potencialmente la posibilidad de generar mucho ms empleo.
Compartir los recursos, eliminando la pobreza y las desigualdades
Las polticas econmicas vigentes -como las promovidas por el Banco Mundial y el Fondo
Monetario Internacional- agravan la pobreza y las desigualdades al transferir las riquezas
desde los pases pobres hacia los del Norte, lo cual se recrudece con el pago de la deuda,
que es cobrada haciendo caso omiso del hecho de que los pases ricos tienen una deuda
ecolgica con los pases del Sur (en virtud del acceso permanente a sus recursos naturales,
infravalorndolos) que supera ampliamente el monto de la deuda financiera del Sur. Esta
redistribucin debe ser revertida a fin de alcanzar un equilibrio que garantice que el
acceso a los recursos y a los beneficios derivados de su uso est distribuido
equitativamente dentro de cada pas y entre los diversos pases y regiones. La deuda
financiera debe ser eliminada; y el acceso a los recursos, a una vida y un ambiente sanos
deben ser proclamados derechos humanos fundamentales.
Cambiar las prioridades, invirtiendo en la verdadera economa
Aplicar polticas que promuevan la estabilidad econmica (y que contribuyan o, por lo
menos, no erosionen la sustentabilidad) ha de constituir un componente fundamental de
las economas sustentables. Los gobiernos deben poder controlar y orientar los flujos de
inversin tanto nacional como extranjera, y asimismo dar preferencia y acoger las
inversiones en la economa productiva real, en lugar de las virtuales en la economa
financiera. Acoger selectivamente a los inversionistas extranjeros, establecer requisitos de
desempeo decididos localmente y regmenes preferenciales para las empresas locales y

nacionales y reglamentar la actividad de los inversionistas nacionales -todo ello a fin de


promover economas sustentables- deber ser la norma.
Re-equilibrar el comercio, fortaleciendo las economas locales
Un cierto grado de comercio internacional es inevitable e incluso conveniente, pero la
clave para satisfacer las necesidades bsicas de la poblacin reside en disponer de
economas y comunidades locales sanas y vigorosas. No obstante, unas y otras estn hoy
siendo erosionadas por el neoliberalismo. Es necesario re-equilibrar el comercio
restndole primaca al comercio internacional y dndole prioridad al local y al regional (y a
la pequea y mediana empresa), y fomentar mayor autosuficiencia local. Las economas y
comunidades locales deben ser vigorizadas. La gente debe gozar del derecho a reforzar la
proteccin de su ambiente local y nacional a travs de gobiernos electos
democrticamente, a fomentar actividades econmicas sustentables de pequea escala y
ejercer control local sobre sus recursos naturales compartidos. Esto supone abandonar las
polticas de desarrollo orientado hacia las exportaciones, impuestas desde fuera. Adems,
no puede permitirse que las normas del comercio invaliden leyes diseadas para proteger
a las comunidades locales, el ambiente y la salud pblica. Con esto no queremos decir que
todas las decisiones deban tomarse necesariamente en el mbito local. La aplicacin de
los conceptos de subsidiariedad y democracia econmica debera alentar e incrementar la
participacin y los aportes desde el mbito local y la diversidad econmica y proporcionar
los controles y equilibrios adecuados.
Regular las empresas, disminuyendo su influencia
Si las metas de la economa mundial fuesen modificadas de conformidad con estas
propuestas, el papel y la naturaleza misma de las empresas tambin cambiara. En
trminos generales y a travs de normas de reglamentacin nacional e internacional, se
esperara de ellas que contribuyesen al logro de un conjunto de objetivos, y se les exigira
el compromiso de generar niveles ptimos de actividad econmica y aplicar normas
sociales y ambientales de alta calidad (entre otras, que disminuyan su utilizacin de
recursos, reduzcan los niveles de contaminacin, garanticen buenas condiciones laborales
y fomenten la igualdad entre los sexos). Tambin se requerira de ellas que rindiesen
cuentas de manera amplia ante la ciudadana. Cambiar los indicadores con que medimos
el bienestar econmico tambin alentara a los gobiernos a asegurarse que las empresas
cumplan con esos objetivos.
Tanto a las empresas nacionales como a las empresas que quisieran iniciar operaciones o
abrir filiales en otro pas distinto al de origen se les debiera exigir adhesin y

cumplimiento de los siguientes principios: (1) consentimiento previamente informado de


la comunidad mediante procesos de decisin definidos por la propia comunidad que ser
afectada por una actividad o proyecto empresarial; (2) realizacin de estudios de impacto
ambiental y social; (3) responsabilidad financiera y penal por tareas de limpieza y
recuperacin ambiental y control de contaminacin; (4) pago de regalas a las
comunidades en cuya jurisdiccin la empresa extrae recursos; (5) derechos comunitarios
frente a la destruccin social, cultural, fsica o econmica provocada por un proyecto
empresarial, y (6) respeto a los derechos humanos y aplicacin de normas sociales
(inclusive laborales) y ambientales de alta calidad. Es de central importancia que la
competitividad deje de ser el objetivo principal de los diseadores de polticas, y pase a
ser uno entre otros y que, adems, quedara reglamentada mediante la introduccin de
legislacin internacional contra la formacin de monopolios, oligopolios, carteles y otras
prcticas anticompetitivas.
Liberar la informacin, garantizando transparencia y democracia
Generar economas sustentables y democrticas constituye una meta ambiciosa que slo
podr ser realizada si se asegura que las polticas internacionales reflejen verdaderamente
y encaren las esperanzas y aspiraciones de la gente por sociedades justas y equitativas nacional y globalmente. Para lograrlo es fundamental dar pasos firmes hacia la
descentralizacin poltica. Ser absolutamente necesario garantizar que las naciones y las
comunidades sean los actores principales en la toma de decisiones; que todos los rganos
de decisin pertinentes -desde el mbito local hasta el internacional- sean genuinamente
representativos y participativos, y que la gente disponga de oportunidades reales para
participar en la toma de decisiones en el mbito de la econmica.
Por otra parte, los gobiernos debieran negociar acuerdos internacionales aprobados por
sus ciudadanos, hacindose plenamente responsables ante ellos de sus propios actos, lo
cual slo ser posible cuando se pueda determinar con claridad sus acciones. La
transparencia externa de las negociaciones comerciales intergubernamentales debe
aumentar significativamente.
Actualizar la infraestructura, rediseando normas e instituciones
Los componentes regionales e internacionales de un comercio re-equilibrado requerirn
un sistema eficaz de reglas y acuerdos verdaderamente multilaterales basados en nuevas
metas econmicas que debern integrarse como complemento y no en contraposicin a la
legislacin nacional e internacional no referida al comercio; requerirn, asimismo, un
conjunto de leyes acordadas internacionalmente referidas a temas no estrictamente

econmicos, como la equidad y la produccin y consumo sustentables. Las instituciones


internacionales y regionales de comercio y financieras debern ser incorporadas
plenamente a la estructura de Naciones Unidas; el Banco Mundial y el FMI tendrn que
cambiar sus formas de funcionamiento en consonancia con las polticas de una economa
sustentable; y los acuerdos multilaterales sobre ambiente, desarrollo, salud, derechos
humanos y laborales debieran primar sobre el comercio.
Para el logro de todas estas ambiciosas metas la cooperacin intergubernamental es
clave: debiera incentivarse a los gobiernos para que colaboren entre s -incentivos y
sanciones tendran que constituir un rasgo de los tratados multilaterales. Al disear y
aplicar polticas nacionales de proteccin del ambiente y la salud, los gobiernos debieran
estar obligados a prever efectos involuntarios perjudiciales para otros pases, y los
tribunales internacionales debieran tener mandato para resolver las disputas
consecuentes, que habran de saldarse con base en principios acordados.
http://www.una.ac.cr/ambi/Ambien-Tico/91/amigostierra.htm

1.) Introduccin:
La globalizacin es una concepcin relativa, apreciada de manera diferente conforme al
lugar y estado social, poltico, econmico y cultural que la concibe.
El concepto de globalizacin tiene vnculos de tipo ideolgico, socioeconmico, poltico y
cultural.
La tarea que se me ha designado, es efectuar profundas bsquedas de informacin y
realizar, conforme al tema que elegido, una monografa para conocer y dar a conocer a los
dems lo que significa este movimiento que abarca todos los campos de estudio en el
mundo actual que se encuentra en evoluciones a causa a este proceso.
La sociedad est en constante cambio debido al "sueo" de la supuesta "globalizacin", en
nuestro medio se ha odo hablar en gran cantidad del tema pero sin conocer en realidad
de lo que dialogamos.
Es necesario informarnos de lo que sucede a nuestro alrededor, estar al da con los
sucesos que ocurren en el planeta especialmente sobre un tema de tan amplio y
trascendental importancia como es este.
Podemos decir que se trata de globalizacin cuando hablamos de esa avasalladora
corriente universal en que todos los recursos del planeta parecieran que se encuentren
interactuando e interrelacionndose como un todo.
A este inevitable destino nos han conducido fundamentalmente el desarrollo de la
tecnologa, comunicaciones y su elemento impulsor, la economa.
Pareciera que la diversidad ya no tiene cavida, pero extraamente en forma paralela a
este proceso universal existen vigorosas corrientes sociales que pugnan por afirmar sus
diversidades e identidades culturales, por desarrollarse con derecho a sus diferencias.
Es inevitable que por fortalecer el proceso se degraden culturas, tradiciones y creencias,
en vez de promover el reconocimiento de las culturas, enriquecimiento de las identidades
culturales y aumento de participacin en la vida cultural.
La declaracin universal de los derechos del hombre reconoce el derecho a la cultura.
Este proceso como cualquier otro econmico, poltico, social tendr consecuencia
positivas y negativas pues sus ambiciones y objetivos son extensas, enfocndome en
mayor parte a sus efectos en los pases en vas de desarrollo y poco industrializados
presento mi opinin, de acuerdo a mis fuentes de informacin, investigacin y
conocimiento.

Las distancias se han acortado, las fronteras no son un obstculo al pensamiento.


La expansin econmica como elemento impulsor del proceso, intentan sobrepasar las
fronteras y dems barreras establecidas por los estados para proteger y controlar sus
economas.
2.) Objetivos:

Investigar Qu entendemos por la tan famosa globalizacin?


Explorar sus causas
Entender sus Objetivos
Describir los efectos de la corriente globalizadora en el mundo y en particular su
influencia sobre la situacin de pases en vas de desarrollo, en Amrica latina y
Ecuador.
Averiguar Cules son los elementos utilizados para impulsar este proceso?
Analizar las consecuencias favorables y desfavorables de la globalizacin.

3.- La Globalizacin
Lo primero que pensamos es; qu es globalizacin?
Tenemos la palabra "globo" cuyos sinminos ms cercanos son: "esfera" y "bola", se
puede llegar a la conclusin de que la globalizacin quiere hablar de un limite circular
donde las cosas estn interconectadas e interrelacionadas entre si.
Todos los cambios producidos en los ltimos aos han hecho de que las fronteras
convencionales casi desaparezcan convirtindose en un continente, una nacin en el que
no exista divisin entre ideologas.
Entre las distintas culturas hay intereses de homogeneizacin, lo cual es un proceso entre
varios componentes en el cual se funden hasta conseguir la misma naturaleza, una
conciencia colectiva, universal.
La globalizacin es una nueva fase de la expansin del sistema capitalista sus
caractersticas son: divulgacin de sistemas econmicos, ampliacin de mercados
internacionales, innovaciones tecnolgicas, incremento de comercio mundial.
Este proceso indica cambios que afecten al modo y estilo de vida cotidiana de las
personas.
Vivimos en un mundo globalizado, no hay eleccin, es imposible decidir si lo queremos o
no, depende de las distintas formas en que cada pueblo lo tome, ha trado consecuencias

buenas y malas, hay que hacer frente a este proceso, que pretende repasar las barreras de
las naciones.
3.1.- Antecedentes
La Globalizacin no es un nuevo proceso, ha estado durante las historia con fines
expansinalistas o de conquista, en la colonializacin, mercantilismo, en las guerras y
saqueos de naciones; pero ahora es necesario nuevas ideas e inventos ms complejos que
apoyen este fenmeno en lo que concierne a la tecnologa y comercio de transnacionales.
Su historia se encuentra en la edad de conquista, la llegada de los portugueses por va
martima, desde all ocurrieron hechos que influyeron para el desarrollo de las naciones
hasta nuestros das como la formacin de territorios, el comercio de esclavos, luchas por
asentamientos de colonias, emigraciones, cultivos.
Es la interconexin de pases, continentes, producido por los viajes, expediciones y del
comercio.
Expansiones dieron lugar a que las diferentes sociedades, civilizaciones tuvieran contacto;
las religiones, en particular el Islam y budismo, propagaron su culto por Asia, en las
expediciones y viajes comerciales terrestres y martimos.
Tuvo un gran auge en la revolucin industrial en el siglo XIX, fue impulsado por las
inversiones de capital
Al fin de la segunda guerra mundial existe la "Guerra Fra" en el cual dos grandes
potencias se enfrentaban, progresan los avances tecnolgicos, cientficos, que mejora la
comunicacin entre los pases.
Los Estados Unidos carecan de seguridad entre las bases militares y centros de
investigacin, por eso el sistema de Internet fue inventado.
3.2.-Como fenmeno econmico

Comienza a desarrollarse economa global en la poca de conquista cuando las colonias


establecieron una red poltica y militar, controlando los cultivos, plantaciones y comercio
de esclavos.
Se manifiesta en la eliminacin de normas nacionales que limitan la circulacin libre de
capitales, en la transnacionalizacin de empresas, en la utilizacin de materia prima, los
medios de produccin y fuerza productiva; considerando las ventajas competitivas de
diferentes lugares.

"En la prctica globalizacin no significa homogeneizacin de las economas, sino ms bien


profundizacin de la brecha econmica y tecnolgica entre los pases ms desarrollados y
el resto de naciones del planeta"
La idea de Globalizacin es en realidad un pretexto para que los pases con grandes
economas puedan pisotear a los dems que no estn en condiciones para competir; este
proceso aun no ha dado salida al crisis de pobreza, y peor solucionndola; pues lo nico
que crea es una distancia mayor entre los pases ricos y los pobres.
La economa es la base material de la sociedad, y en la globalizacin tiene ciertas
derivaciones polticas y culturales. La propuesta globalizacin tiene como su motor
impulsor un determinante contenido econmico, en la utilizacin de tecnologa y
comunicaciones para dar mayor velocidad a las transacciones.
La dolarizacin por su puesto tambin genera efectos para la globalizacin porque como
moneda unitaria tendra ventajas frente a la especulacin de precios y de la poltica, pues
se determinara un valor uniforme de los productos en los diferentes pases que los
poseen.
El dlar y el euro ya estn siendo utilizados en varios pases de Amrica y Europa y en
pocos aos sern la moneda de muchos otros; pero como hay unos que lo aceptan hay
varios pases que no, manteniendo aunque sea un poco de su cultura propia.
El smbolo del xito es ahora, sin duda, el dinero.
3.2.1. ALCA
El ALCA inevitablemente es involucrada en este proceso globalizador. El ALCA, Asociacin
de libre comercio de las Amricas tiene aspectos positivos y negativos para los pases,
sobre todo para aquellos que estn en vas de desarrollo y que son muy poco
industrializados.
El ALCA implica un comercio libre de aranceles tributarios, sea impuestos que se paga
por el ingreso de mercancas.
Para los pases industrializados el ALCA tiene todas las ventajas porque les permite vender
sus productos a todos los pases que carecen de herramientas, maquinarias, tecnologas,
et-al.
En cuanto a productos alimenticios, tambin los pases industrializados se encuentran en
condiciones ventajosas puesto a que los agricultores reciben subsidios, los mismos que
son ausentes en los pases subdesarrollados.
Este equilibrio coloca a los pases ricos y a los pobres en condiciones diferentes.

El ALCA podra tener efectos positivos para los pases subdesarrollados sino existiera una
competencia desleal por parte de los pases industrializados.
3.3.- Globalizacin y Tecnologa
Hemos empezado a vivir en el siglo del dominio de la inteligencia artificial y las
telecomunicaciones; esto surge como un proyecto de vida.
La tecnologa y ciencia facilitan extender, apresurar y fortalecer la Globalizacin,
fundamentalmente en sus aspectos culturales y econmicos.
Estamos obligados, si lo queremos o no, aceptar la cultura tecnolgica que nos establece
el mundo desarrollado; para poder funcionar en el diario vivir en la sociedad. Las
sociedades modernas estn cuestionadas por la idea de la globalizacin o mundializacin.
Para seguir paralelo a los cambios que se daban en todas las reas, fue necesario el
desarrollo de la tecnologa e informtica, que surgieron casi automticamente para
propagar y difundir estos acontecimientos.
Aparecieron nuevas profesiones como programador de Webs, tcnicos en control de
datos, investigador de mercados on-line, diseador de videos on-line, director de negocios
on-line, ejecutivo de cuentas on-line, administrados de sistemas Web; et-al.
3.3.1 Medios de Comunicacin
La penetracin intensiva de los medios de comunicacin ha apoyado a una mayor
unificacin de las naciones dentro del complejo tejido del sistema mundial de
interconexiones polticas, econmicas y culturales.
So objetivo es poner en prctica, la supuesta libertad de expresin, de opiniones, ideas,
escritos y pensamientos; pero en la actualidad los medios estn siendo limitados, pues a
algunas potencias no les favorece la libertad de prensa y han impuesto restricciones.
El Internet, Web, telefona, celulares, va satelital, televisin, radio, et-al; son medios de
comunicacin que hacen de este mundo sin barreras los pases ms apartados estn cerca
y realmente no hay limites al pensamiento y descubrimiento.
Una consecuencia positiva notable es el acceso a la informacin, los medios de
comunicacin informan y no depende que lejos ests del lugar en que ocurre el hecho, el
conocimiento hasta al mismo instante en que estos se producen.
3.3.2.- El consumismo

La globalizacin social es el cambio, el ingreso, el mecanismo, por medio del cual el ser
humano se integra y forma parte de un contexto cultural, social, poltico, econmico.
El consumismo es la necesidad creada por medios de acondicionamientos visuales,
auditivos, logra que el ser humano necesite lo que no es necesario, por estar junto a la
corriente moderna.
El consumismo se da tambin porque existe en el mercado una amplia oferta, gran
diversidad de productos, acceso fcil y calidad de los bienes y servicios.
La globalizacin limita el horizonte, delimita el espritu y cie al ser humano a que ingrese
en un grupo automtico y robotizado; pensando y sintiendo con un pensamiento mgico,
lleno de fantasas y sin medir las consecuencias econmicas, familiares.
La globalizacin en la juventud esta creada por esa necesidad innecesaria.
La necesidad es economa incrementada para el capitalismo, aun que el que vende esta
inmerso en globalizar capital para ingresar en el circulo vicioso de la globalizacin.
Las innovaciones cientfico-tecnolgicas van invadiendo nuestras vidas diarias y
presionando el ritmo acelerado de nuestros pasos, es una solucin?
3.4.- La Globalizacin en el comercio
Entre las actividades econmicas, el comercio ha tenido gran trascendencia, pues por ello,
durante el intercambio se daba mezcla de religiones, culturas, cultos; en Grecia y reas de
Asia, el comercio martimo tuvo gran impacto especialmente por la zona del ocano
ndico. La religin islmica, aprovecho para difundir su cultura durante las rutas
comerciales.
El comercio depende de la clientela, de las necesidades, gustos y preferencias de la
misma, por lo mismo es preciso implementar o renovar elementos que sirvan de
impulsadores; como marketing y publicidad en la industria.
La funcin de la publicidad es impulsar la venta de bienes y servicios, es eficaz y se dirige a
grandes grupos en la sociedad; existe gran cantidad de tcnicas publicitarias; tales como
prensa, televisin, Internet y radio; adems de atraer demanda sirve para funciones
religiosas, caritativas, polticas y humanitarias.
La Globalizacin y sus efectos en el comercio estimulan la competencia en el mercado, por
que mientras ms comercio hay entre los pases, tiene que existir mayor competitividad.
El comercio es uno de los elementos impulsores de este proceso conjunto con la
tecnologa, comunicaciones y economa.

En el mercado mundial las exportaciones e importaciones son imprescindibles para el


funcionamiento del mismo; los tratados de libre mercados en este proceso de distribucin
vienen intercalados con acuerdos sobre aranceles y barreras no arancelarias para el mejor
funcionamiento del comercio internacional.
3.5.- Globalizacin en escala mundial
El mundo esta globalizado, la economa mundial esta juntando las dems economas, y
este proceso pone en peligro a los pases sin una economa estable o en vas de desarrollo.
Lo que nos sucede, que todos saben y nadie puede impedir es que el mundo se est
"fundiendo" se hace uno solo delante de nuestros ojos; las distintas ideologas, culturas,
creencias, e estn extinguindose y al final van a ser uno solo.
Este fenmeno trata de controlar todas las economas, en total todos los recursos en el
globo terrqueo y juntarlas en manos de grupos de poder.
La globalizacin enfoca el mundo, pero se centra en los crculos de los pases ms
desarrollados y trabaja por sus intereses.
Trae consigo el desarrollo, desarrollo o evoluciones pero en lo que concierne a lo
cientfico, tecnolgico, educacin, modernizacin de polticas, comunicaciones; dejando a
un lado, lo humano, cultural, ecolgico y social.
La globalizacin ofrece que cada continente, pas, regin y ciudad se abran en un campo
en el cual los derechos de cada persona y su cultura se unan formando una solidez en el
cual el modo de pensar de todas las personas sea el mismo as hasta lograr una ideologa
UNIVERSAL.
Globalizacin es un concepto que nos da a pensar en una sola fuerza en una gran unin no
solo de pases sino de todas las personas de diferentes pueblos, civilizaciones, sociedades,
para as elaborar poco a poco una sola unidad, un solo pensamiento, un planeta fuerte
que nos lleve al triunfo y al xito en toso lo que nos planteamos.
Hay un gran espectro llamado globalizacin al cual todos estamos llamados y llevados sin
consentimiento al interior de esta gran sociedad llamado "GLOBO TERRAQUEO".
3.6.- Globalizacin en Amrica latina
Latino Amrica se encuentra en una situacin de vulnerabilidad ante los pases
internacionales; este proceso no mejora las condiciones sociales sino que trae consigo
mayor pobreza, inseguridad y problemas socio-econmicas.

Existen positivas y negativas consecuencias de la Globalizacin, pero desafortunadamente


en Amrica latina, predominan las negativas; por que no se encuentra a la misma altura
de competencia en el comercio, tecnologa y esto le afecta a que sufra crisis financiera.
Los movimientos de capital a corto plazo ya han causado graves problemas en regiones en
vas de desarrollo; esta crisis ha provocado contrariedad sobre la globalizacin en estas
zonas.
No se puede negar que las inversiones internacionales de capital son indispensables y
contribuyen al desarrollo; cuando estas inversiones producen problemas la respuesta no
es cancelar el ingreso de capital extranjero sino organizar los ingresos, crear ministerios,
departamentos que estn encargados de estos ingresos.
3.7.- Globalizacin y sus efectos en Ecuador
"la diversidad del Ecuador es nuestra riqueza"
Los directivos de los grupos indgenas aceptan la Globalizacin, pero si admite que
resguarden sus creencias, tradiciones ancestrales.
Lo que se conoce del TLC en otros pases causa que tengan idea negativa, o pensamiento
anti-globalizacin; pues aunque sea favorable para la situacin econmica, no lo es para la
igualdad social.
"No cabe duda de que las polticas neoliberales-no solo en Ecuador y otros pases pobres
sino hasta en los ricos-, aunque hubieran tenido efectos positivos, han trado
empobrecimiento de amplio sectores y han agudizado tensiones sociales."
Cuando hablamos del TLC, se hace investigaciones, estudios sobre los efectos en la
economa, pero no se toma en cuenta los pequeos comerciantes, sino las grandes
empresas y en realidad las ms afectadas son los pequeos vendedores que tienen que
combatir con productos industrializados de otros pases, como calzado, vestimenta,
aquellos minoristas solo ganan lo suficiente para cubrir los gastos de produccin.
Ecuador est inmerso en este mundo de constante evolucin, cambios y globalizacin. Es
necesario no solo aceptar la diversidad que existe pero quererla y pugnar por no perder
los rasgos de nuestra nacin.
Se quiere mantener la unidad del pas pero es urgente cuidar la herencia que el pasado
nos regal.
Hay gran pobreza, enfermedad, subdesarrollo, inseguridad social, conflictos polticos,
sociales y ms aun debemos unificar al pas, fortalecer la nacin pues sino al ser arrastrada

en el fenmeno globalizador no soportar las consecuencias negativas y ver que no tiene


cavida y no podr competir.
3.8.-La Globalizacin como crisis
No es posible culpar al proceso de la globalizacin por todos los problemas, pero es tan
cierto que es causante de muchas de ellas.
Mientras es favorable para el sistema econmico es desfavorable para la equidad social.
La globalizacin es absurdo; mientras beneficia a muy pocos, margina a dos tercios de la
poblacin mundial, que se encuentra en situaciones de miseria, gran pobreza y
descontento social.
Mientras que los pases ms avanzados se enriquecen, los pobres se empobrecen y su
situacin decae, al ser discriminados, al no poder competir con pases ms
industrializados.
El abismo entre los dos extremos de las clases sociales cada vez se agranda y estos pases
en vas de desarrollo viven en peligro de hundirse.
Podemos ver que las tazas de desempleo aumentan en todo el globo terrqueo la pobreza
afecta de la clase media para abajo y el estado niega la realidad de la condicin y
seguridad social.
Es preciso dejar a un lado el abuso, la corrupcin militar, industrial, econmico, pues est
forma de globalizacin solo acumula riquezas econmicas y destruye la verdadera riqueza
cultural, social.
Los ms grandes efectos son; la marginacin, limitacin de oportunidades e inestabilidad
econmica, dentro de los pases en vas de desarrollo que corren riesgos al salir y
encontrarse con un mundo lleno de competencia, injusticia y decadencia del nivel de vida.
Desea aniquilar todos los recursos mundiales que no estn inmersos en este fenmeno de
carcter exterminador.
3.8.1 Los efectos de la Globalizacin en la cultura
Las culturas decisivamente van perdiendo su identidad, al tener como "modelos" para
bien o mal las naciones ms industrializadas y desarrolladas en el mundo de la tecnologa,
ciencia, comercio y comunicaciones.
Donde est la diversidad cultural?

La monotona est presente al demostrar que ya no hay espacio para distintos ideales,
distintas culturas; este proceso se est encargando de encerrar, utilizar la complejidad de
rasgos culturales, creando un ente artificial, que explote y que arrastre de manera cruda la
vida y diversidad.
Muchos pases se encuentran en una crisis interna de bsqueda de identidad; no tienen
autoestima por lo que ellos mismos valen y remedan estereotipos "perfectos", ya no
existe ni la originalidad, todo es fingido y desaparece lo "natural".
El desarrollo de los pueblos como consecuencia del intercambio cultural y tecnolgico,
como seala uno de sus denunciadas; "el todo es ms que las partes, pero menos que la
suma de las partes"
Existe deterioro de las culturas y por eso la UNESCO se quiere dedicar a promover el
reconocimiento de las culturas, enriquecimiento de las identidades culturales y aumento
de participacin en vida cultural.
La deteriorizacin de la cultura es otro elemento que ha trado la Globalizacin, debemos
partir de una concepcin amplia de cultura como continente de gran diversidad en todos
los mbitos de rasgos distintos, espirituales y materiales, intelectuales y afectivos, capaces
de caracterizar una sociedad como expresin de vida y como testimonio intelectual;
expresin sabia, arte, ciencia, pensamiento.
La declaracin universal de los derechos del hombre reconoce el derecho a la cultura.
Existe una "cultura estandarizada" un "tipo perfecto" por los cuales las dems culturas se
estn homogeneizando o asemejando en muchos aspectos, y los diversos pueblos pierden
su identidad cultural.
Se debe valorar la cultura como un derecho individual y colectivo que debemos apreciar,
proteger y estimar con la preservacin y potenciacin de sus rasgos culturales y de las
identidades locales y regionales.
En vez de intentar ser el reflejo de otro pas, y de unirse sin medir las consecuencias a est
corriente debemos entender de que antes de ser parte de un todo, debemos ser parte de
uno solo; sea que debemos primeramente unificar al pas en que vivimos, aceptando sus
diferencias regionales y culturales.
3.9.- La Globalizacin como avance

El trmino mismo de Globalizacin debe levantar, formar, establecer; en vez de explotar,


destruir, marginar; pues al unir todo en un solo, debe crear una fuerza positiva, una
potencia que luche por el ser humano y su diversidad.
Los crticos anti-globalizacin no se dan cuenta de los acontecimientos positivos que tiene
la globalizacin en el turismo, movimientos migratorios, el rol de la mujer en la sociedad, y
los derechos de los nios.
Tambin apoya el libre comercio, la lucha contra el trabajo infantil y ayuda a los servicios
de salud.
Pugna por la supuesta igualdad para todos, cual sea su nacin, fe, ideal.
Los socilogos, tcnicos, insisten que la globalizacin, ya no es la "Globalizacin del
Saqueo" el que se vale de medios restrictivos, y destruye sino que deja todo eso a un lado,
est para entender, construir y curar el desempleo, la violencia organizada, la explotacin;
causas de la globalizacin compulsiva.
Los pases desarrollados, avanzan con este proceso, ven crecer sus economas, son los
dueos de los bienes polticos, sociales, financieros; y aumenta sus flujos econmicos.
La globalizacin ha sido utilizada para justificar cualquier cambio, o transformacin que
ocurra en la sociedad; cuando brinda oportunidades como mejorar mercados,
informacin, tecnologa, medicina.
Es posible trasladarse a miles de kilmetros, en pocas horas o minutos conocer distintas
formas de vida, tradiciones; no importa la regin en el que ests y se puede comunicar
con otros extremos de la tierra.
Permite conocer acontecimientos al instante en que suceden.
4.- Conclusiones

La unin de todos los recursos del globo terrqueo debe ser siempre protegiendo
la herencia cultural de cada pueblo, de cada nacin; porque al destruir o intentar
modificarla para crear una sola naturaleza, se est tratando de globalizacin del
saqueo, que no lleva al desarrollo sino a la decadencia moral, ideolgica, poltica y
social.
La globalizacin debe ser en regiones o reas de similar caractersticas, no se
puede hablar de igualdad en la globalizacin cuando se unen pases en vas de
desarrollo con potencias mundiales, que siempre saldrn favorecidas.

En la globalizacin no existir equidad, pues la brecha entre los pases ms


avanzados y los en "subdesarrollo" se agiganta; por que los ricos, se hacen ms
ricos y los pobres caen aun ms en la miseria. Los pases industrializados estarn
siempre a favor de la globalizacin; es un medio para acumular riquezas y reunir
rasgos culturales, religiosos bajo su poder y dominio.
La tecnologa, ciencia, comunicaciones, aprueban y apoyan este fenmeno; pues
sus bases estn en los continentes favorecidos econmicamente.
La globalizacin no es causa de todos los problemas sociales, econmicos pero si
de una gran cantidad de ellos; los ms afectados son los pases en vas de
desarrollo que son indefensos bajo los pases industrializados, y son los que sufren
peligros como crisis social y financieros; no se encuentran en las condiciones para
participar en la competencia industrial.
La globalizacin no es solucin a los problemas mundiales; sin que se solucionen
los problemas no se debe tratar de fundir todo para hacer uno solo, adems existe
libertad, hay derechos que protegen la individualidad.

"las personas no temen al cambio, lo que temen es la incertidumbre que genera el


cambio"
Albn Tofler
5.- Bibliografa

I.
II.
III.
IV.

AYALA MORA Enrique, Ecuador Patria de Todos, Manual de Cvica, Universidad


Andina simn Bolvar, Corporacin Editora Nacional,2004
Biblioteca de Consulta Microsoft Encarta 2004, 2005
GAGGINI
DE
RULEMN
Patricia
Adriana,
http://www.gestiopolis.com/recursos/documentos/fulldocs/eco.com
ROMERO Alberto, Globalizacin y P

Introduccin
La ecuacin de Samuelson sobre la distribucin ptima de bienes pblicos es una
construccin terica para la conservacin de la diversidad biolgica. La implicacin poltica
de la ecuacin es directa: se agregan todos los valores simultneos generados por la
diversidad biolgica y se recomienda conservar los hbitats hasta que el costo de la ltima
hectrea conservada iguale el valor agregado creciente. Sin embargo, existe un problema
terico fundamental en la metodologa: las preferencias son inestables a lo largo de las
generaciones humanas y cualquier recomendacin basada en las preferencias actuales
puede dar como resultado valores subestimados de las preferencias de las futuras
generaciones. Esta deficiencia no les escapa a los conservacionistas. En la medida en que
es rutinariamente ignorado, la misma teora econmica ha cado en el descrdito. Por
ejemplo, el distinguido bilogo Profesor E.O. Wilson declara categricamente que la
economa contempornea est en bancarrota.
La alternativa humilde para una economa en bancarrota reconoce la inconmensurabilidad
de la diversidad biolgica y mantiene la esperanza de slo internalizar las externalidades
de los hbitats protegidos. Las dimensiones fsicas de estas reas protegidas deberan ser
determinadas no por criterios econmicos sino por patrones seguros mnimos-el principio
de precaucin. Seis distintas categoras de valor pueden ser generadas simultneamente
por la conservacin: existencia, ecoturismo, servicios ambientales, agricultura sustentable,
extractivismo y bioprospeccin. Rara vez, cualquiera de estas seis ser suficiente para
justificar el costo de oportunidad de actividades aparentemente ms rentables que
exterminarn la diversidad biolgica. El reto para la conservacin es crear un paquete de
actividades sustentables que en total puedan aliviar las presiones econmicas y polticas
de relajar o de abandonar los patrones seguros mnimos.
Existencia
La existencia es el valor ms grande e inmediato para el financiamiento de hbitats. Este
surge de la disposicin de la gente a pagar simplemente para saber que existe diversidad
biolgica. Sin que deba sorprendernos, esta preferencia por la existencia tiene una
elasticidad de ingreso positiva, es decir, mientras los ingresos aumenten, una mayor
cantidad de existencia ser demandada. En la mayora de los pases donde los ingresos
son altos tienen poca diversidad biolgica o contrariamente, los pases con las ms
grandes diversidades biolgicas son, econmicamente, los ms pobres. La teora
econmica implica que a travs del comercio de valores de existencia, los pases ricos
pueden financiar la existencia en pases ms pobres haciendo de ese modo que todas las
partes se beneficien. A pesar de la elegancia de dicha lgica, cualquier aplicacin es
bastante enredadiza. Los mecanismos para facilitar los intercambios dependen
grandemente de los cdigos de impuestos y en las estructuras legales, tanto en el pas
donante, como en el receptor. Desde luego, la experiencia de cualquier caso exitoso no
puede ser replicado en otros pases y frecuentemente, ni siquiera en el mismo pas en
fechas posteriores. Por esto, los gobiernos deben analizar la posibilidad de capturar
valores de existencia dentro de su propio marco institucional y en el de su supuesto
donante.
Ecoturismo

El ecoturismo puede convertirse en una fuente significativa de ingresos y puede contribuir


no slo al financiamiento de los hbitats, sino tambin a la inculcacin de un perfil
verde. Costa Rica es un lder en ecoturismo y ha aplicado un acercamiento sistemtico
dirigido hacia el anlisis de este mercado creciente. Tanto la demanda por ecoturismo, as
como la provisin de sitios para este objetivo han sido estudiados cuidadosamente. En
base a los datos de una encuesta y a un anlisis economtrico, el gobierno ha hecho
recomendaciones con respecto al precio de entrada al sistema de parques nacionales.
Para ir de un precio bajo para turistas extranjeros de 1 USD al precio recomendado de 4
USD, el gobierno sinti la necesidad de establecer un precio significativamente ms alto
(15 USD) y luego ajustarlo hacia la baja. Esta estrategia de negociacin puede ser
caracterstica de varios pases donde el incremento en los precios no puede ser
administrado fcilmente sin que se presente cierta resistencia. Del mismo modo, esconder
el precio de entrada en el costo de paquetes tursticos puede tambin facilitar la
aceptacin. Para promover la educacin ambiental entre los ciudadanos, el precio de
entrada para nacionales permanece en aproximadamente 1 USD.
El xito del parque Marino Saba se basa tambin en estudios cuidadosos y en un anlisis
riguroso de datos. Saba ha impuesto una zonificacin en los alrededores del arrecife de la
isla, disminuyendo de esa manera los conflictos de uso entre pescadores y buceadores. El
costo de establecimiento del parque marino ha sido menor que los ingresos generados
por el turismo por buceo, tan solo uno de los valores generados por el parque. Tal
sustentabilidad financiera es del todo sorprendente dado el bajo precio por buceo, apenas
USD 2. La preservacin del arrecife ha creado tambin tremendos efectos multiplicadores
en todo la economa general y ahora da cuenta del 10% de la produccin de la isla. La
teora econmica implica que cualquier activo generador de ingresos debera ser
asegurado contra prdidas y el capital natural no es distinto. Emerge una recomendacin:
el Parque Marino deber aplicar un anlisis de demanda para determinar el precio ptimo
por buceo con el fin de generar rentas y asegurar el arrecife contra los desastres naturales
inesperados, tales como un huracn devastador.
Servicios Ambientales
Una pregunta central sobre la teora en las finanzas pblicas es cundo cargar una tarifa
a usuarios y cundo recaudar impuestos? La respuesta depender de los costos de
transaccin del bien pblico bajo consideracin y, sta ni siquiera ser la misma a lo largo
del tiempo. Con los adelantos en tecnologa y en organizacin, la tarifa a usuarios puede
convertirse, en comparacin con los impuestos, en ms costo efectivo y ms equitativo;
en caso contrario, con la subida de los costos de oportunidad de los usuarios de pagar
dichas tarifas, los impuestos pueden convertirse en preferibles.
El caso del Impuesto al Valor Agregado Ecolgico (IVA) en Brasil es interesante porque
ste no mira el lado de la demanda por servicios ambientales, es decir, la tarifa a usuarios
versus impuestos, pero s el lado de la oferta: cmo se gastan los impuestos recolectados
actualmente? A travs de una reforma en la Constitucin del Estado de Paran, Brasil, el
desembolso de los beneficios del IVA a los municipios es parcialmente determinado por
los servicios ambientales rendidos. Por ejemplo, los gobiernos municipales que regulan el

uso de la tierra pueden capturar una porcin mayor de los ingresos del IVA Ecolgico a
travs de la proteccin de cuencas. A travs del monitoreo de la calidad del agua, el
gobierno de estado premia al municipio de acuerdo a su desempeo. En los primeros
cuatro aos del establecimiento del IVA Ecolgico, aproximadamente unos 30 millones de
dlares han sido distribuidos a un costo administrativo incremental de slo 30 mil USD.
Las mismas autoridades ambientales que obtuvieron este xito en el lado de la oferta
deben mirar ahora al lado de la demanda y cargar tarifas a usuarios que reflejen el uso.
Agricultura Sustentable
La transformacin de los bosques en pastos ha sido la principal causa de la extincin en
masa. Dado los suelos poco profundos y las fuertes lluvias, los pastos se agotan
rpidamente y los hacendados buscan nuevos bosques para transformarlos en nuevos
pastos. A pesar de este ciclo depresivo, existe una razn para la esperanza. Donde los
fragmentos de un hbitat original permanecen en las cercanas de pastos abandonados, el
bosque regresar a pesar de que lo har con menos diversidad biolgica. Este bosque
secundario es apropiado generalmente para la semidomesticacin de una variedad de
especias nativas tiles. El reto para la agricultura sustentable es el de entender
suficientemente bien las labores agrcolas y el cultivo de estas especies, para maximizar la
rentabilidad de dichas haciendas sin degradar el bosque regenerado.
El Centro Ftima en la Amazonia ecuatoriana es una estacin experimental dedicada al
estudio de siete especies endmicas nativas tiles. Si bien la estacin no es todava auto
sustentable financieramente, su objetivo es el de generar suficiente informacin respecto
a las especies tiles de tal manera que, sta y otras haciendas, puedan convertirse en auto
sustentables financieramente. Los resultados preliminares del Centro Ftima son
promisorios; bastante informacin biolgica prctica ha sido generada y algunas especies,
el tapir en particular, parece rentable. Debido a que esa informacin es un bien pblico, el
cual puede incrementar grandemente la realizacin de la agricultura sustentable en toda
la cuenca de la Amazonia, los gobiernos nacionales y las agencias multilaterales deberan
subsidiar tales estaciones experimentales y deberan diseminar los resultados.
Extractivismo
El extractivismo es similar a la agricultura sustentable en tanto la poblacin de una especie
nativa est siendo manejada. La diferencia es que la agricultura sustentable tambin
manipula muchas de las caractersticas de las especies para realzar la productividad
mientras que el extractivismo se preocupa principalmente por remover una porcin de la
poblacin endmica para el consumo humano.
El programa de Conservacin de las Tortugas Marinas en El Salvador, ha desarrollado un
proyecto de extractivismo sustentable con gran xito. Anterior a su implementacion, casi
el 100% de los huevos de tortugas estaban siendo extrados en la Barra de Santiago. Ahora
cerca del 25% de los huevos recolectados son incubados y liberados al mar. AMAR, la ONG
encargada del proyecto, experiment con diferentes planes de manejo y descubri que un
impuesto, pagable en huevos, era lo ms costo efectivo. Dos docenas de huevos de

tortugas de cada nido eran pagados al guardia del parque quien entierra los huevos y
controla ciertas variables (p.ej., bacterias en la arena, temperatura, proteccin en contra
depredadores) para maximizar la tasa de incubaciones. Las tortugas se prestan al
extractivismo sustentable ya que ellas ponen muchos huevos y cada huevo es
relativamente valioso; si bien las tortugas pueden ser ideales, la biologa bsica detrs del
extractivismo sustentable es aplicable a todas las especies, desde tortugas hasta elefantes.
AMAR esta expandiendo sus esfuerzos al ecoturismo y a la proteccin del bosque de
manglar de la invasin de hacendados vecinos.
Bioprospeccin
La bioprospeccin ha recibido atencin desproporcionada en la prensa popular como un
medio para financiar la preservacin de hbitats. De los seis valores que pueden generar
rentas en el corto plazo, la bioprospeccin ocupa el ltimo lugar. Se esperan rentas bajas
por una simple razn: muchos de los qumicos de inters para las empresas
biotecnolgicas no existen en un slo pas ni en una sla especie, sino que estn
difundidos a travs de ambos, pases y especies. Esta prediccin econmica ha sido
tambin confirmada por la experiencia. Est emergiendo una guerra de precios entre los
pases oferentes mientras cada pas ofrece su diversidad biolgica a precios cada vez ms
bajos: las regalas en ciertos contratos han sido tan bajas como del 0,2%. Curiosamente, el
mismo argumento econmico hecho para defender el monopolio de patentes sobre la
biotecnologa, puede ser hecho para defender un derecho oligoplico sobre la diversidad
biolgica. Las regalas deben ser fijadas a una tasa similar a la de otras formas de
propiedad intelectual, es decir, el 15%, y las rentas deberan ser distribuidas entre los
pases que pudieron haber aportado el mismo qumico, en proporcin a los hbitats
compartidos de la especies en bioprospeccin. Un protocolo al Convenio de Diversidad
Biolgica puede ser el mecanismo apropiado para institucionalizar un crtel de diversidad
biolgica.
Un proyecto piloto en Ecuador procura crear una estructura similar del crtel sobre el
conocimiento indgena usado en la etnobioprospeccin. As como los pases pueden
competir en una guerra de precios para la provisin de diversidad biolgica en
bioprospeccin en bsquedas al azar, tambin las comunidades tradicionales podrn
competir en una guerra de precios por la provisin de conocimiento til en
etnobioprospeccin. El proyecto piloto intentar manejar el conocimiento tradicional en
una base de datos confidenciales y luego negociar el acceso al conocimiento como un
secreto comercial. Las comunidades que depositen el mismo conocimiento en la base de
datos participarn en los beneficios de cualquier contrato de etnobioprospeccin.
Recomendaciones generales para el uso exitoso de instrumentos econmicos
para fomentar el uso sustentable de la Biodiversidad

Las reas protegidas no necesitan ser justificadas en trminos de la generacin de


ingresos ni en trminos de los costos de oportunidad de actividades que degradarn
los hbitats y amenazarn la diversidad biolgica. Los anlisis costo-beneficio no
pueden resolver el valor de la diversidad biolgica, y cualquier clculo de esta

naturaleza es un nmero sin importancia. Por sto, se establecen patrones seguros


mnimos en forma de hbitats protegidos suficientemente grandes para mantener la
viabilidad gentica a largo plazo. Todos los hbitats del pas deberan estar
representados en reas protegidas.
Internalizar cuntos beneficios externos de las reas protegidas se pueda, para
aliviar las presiones econmicas y polticas que relajen los patrones seguros mnimos.
Existencia es el recurso ms grande, a corto plazo, de rentas para reas protegidas.
Analizar la estructura legal y fiscal tanto en el pas donante como en el receptor para
facilitar dichas transferencias.
Ecoturismo tambin puede generar rentas significativas en corto plazo para hbitats
protegidos. Deben establecerse precios de entrada de forma analizada para maximizar
las rentas del turismo extranjero. Los nacionales deben pagar un precio menor en
orden de inculcar un perfil verde.
El capital natural debe ser asegurado tal como si fuera uno hecho por el hombre.
Una fuente para pagar por tal seguro es a travs de cargos justos por el uso de reas
protegidas.
La eleccin entre impuesto o tarifa al usuario debe hacerse en base a cada caso. El
desembolso de rentas por impuesto debe ser parcialmente indexado al rendimiento
del medio ambiente.
El conocimiento sobre especies tiles, nativas al bosque secundario deber ser
sistematizado. Los gobiernos y las agencias multilaterales deben conocer la naturaleza
pblica de dicho conocimiento y subsidiar su creacin y diseminacin. La agricultura
sustentable requiere de rigor cientfico.
Sin un crtel entre los oferentes, la bioprospeccin no generar rentas significativas
debido a una guerra de precios. La justificacin para tal oligopolio es idntica a la
justificacin econmica para monopolizar patentes. Los gobiernos debern subscribir
un Protocolo Especial al Convenio de Diversidad Biolgica, el cual institucionalice un
crtel sobre la diversidad biolgica para bioprospeccin por bsqueda al azar. Las
comunidades tradicionales deben hacer lo mismo para el conocimiento sobre
diversidad biolgica y negociar el acceso a dicho conocimiento como un secreto
comercial en acuerdos de transferencia de material.

Introduccin
La economa contempornea est en bancarrotaE. O. Wilson (comunicacin personal,
24 Mayo, 1993).
Esta concisa declaracin pudo haber sido descartada fcilmente por los economistas ms
convencionales si no hubiese sido emitida por quien es, quizs, el ms sobresaliente
naturalista de este siglo-Profesor Edward Osborne Wilson de la Universidad de Harvard.
Considrense las credenciales de Wilson: autor o coautor de cientos de artculos
cientficos, as como de varios textos de importancia en biogeografa, biologa de la
conservacin, entomologa y sociobiologa; editor de media docena de colecciones
altamente reconocidas en varios campos de la biologa; popularizador de su propio trabajo

tcnico en prosa elegante aclamada internacionalmente; y receptor del Premio Pulitzer


(dos veces), de la Medalla Nacional de Ciencias, y del Premio Crafoord de la Real Academia
Sueca de Ciencias (a veces denominado el Nobel de Medio Ambiente). Por consiguiente, la
declaracin de Wilson de que la economa contempornea est en bancarrota no puede
ser tomada a la ligera. Y desde luego, sto casi constituye un grito de guerra: La Biologa
de la Conservacin contra la Economa Ortodoxa. Este Informe Preliminar intentar
demostrar que Wilson est totalmente correcto en el corto plazo: la aplicacin de la
economa ortodoxa refleja una ambicin inalcanzable y una insolvencia en la comprensin
de la complejidad biolgica. La alternativa, defendida por Wilson (1993, 310), se presenta
ms modesta: ... patrn seguro mnimo, que trata a cada [especie] como un recurso
insustituible para la humanidad, que hay que preservar para la posteridad a menos que los
costos sean insoportablemente elevados. Sin embargo, en el largo plazo, probablemente
Wilson est equivocado respecto tanto a la quiebra de la economa, como a la alternativa
abordada: eventualmente nuestro entendimiento sobre la complejidad biolgica,
permitir la aplicacin de la economa ortodoxa para determinar la distribucin ptima de
diversidad biolgica y, para ponerlo burdamente, su extincin.
Aunque el mundo biolgico es inmensamente complejo, tanto desde la perspectiva macro
(relaciones complejas entre decenas de millones de especies), como desde la perspectiva
micro (mil millones de pares secuenciales de nucletidos en el genoma de cada una de
dichas especies), ste es, no obstante, finito. Nuestra ignorancia cientfica con respecto a
las complejidades macro y micro, implica que el criterio de optimizacin de la economa
ortodoxa no puede ser aplicado a la diversidad biolgica en el corto plazo-la informacin
simplemente no existe todava-pero, esperemos, algn da existir, y entonces la teora
econmica ser capaz de brindar asistencia.[1][1] Lamentablemente, los economistas
ortodoxos rara vez admiten que la informacin necesaria para aplicar sus criterios, o bien
es inalcanzable actualmente o es prohibitivamente cara; la tendencia ha sido aplicar los
criterios con base en la informacin disponible en el momento. Como resultado se
presentan sesgos: la madera, el ganado y las represas son valores medibles y pueden ser
relativamente fciles de monetizar; los valores de amenidad, de comodidad, de moralidad
que conlleva la diversidad biolgica (Norton 1988) son elusivos e intrnsecamente difciles
de monetizar, por lo que han sido, y son convenientemente, ignorados. No debe
sorprendernos que el anlisis costo-beneficio de la madera, y de otros proyectos, arroje
beneficios netos positivos, en gran medida porque no se considera a la diversidad
biolgica dentro del clculo respectivo-lo que equivale a contabilizarla como cero.
Parecera que parte del desdn de Wilson por la profesin de los economistas se origina
en esta apreciacin parcializada: Los estudios de costo beneficio siempre subestiman los
beneficios netos que las especies pueden conferir, puesto que es mucho ms fcil medir
los costos de la conservacin que las ganancias finales, incluso en unidades puramente
monetarias. Las riquezas estn ah, inactivas en la naturaleza a la espera de ser usadas por
nuestras manos, nuestra inteligencia, nuestro espritu. Sera una insensatez dejar que una
especie cualquiera muriera por usar nicamente el criterio del rendimiento econmico,
por potente que ste sea, simplemente porque resulta que el nombre de esta especie est
escrita en tinta roja (1993, 310).

Antes de profundizar el enfoque ms humilde, que empieza con patrones seguros


mnimos y, que slo busca replicar aquellos instrumentos econmicos exitosos en el uso
sustentable de la diversidad biolgica, se debera primero entender la posicin extrema
que pondra cada pieza de la diversidad biolgica en subasta con otros bienes privados y
pblicos para la determinacin del nivel ptimo de extincin. Qu dice exactamente la
teora ortodoxa? En una economa formal, la existencia de diversidad biolgica caera
bajo el rubro de un bien pblico: el consumo de un individuo no priva a otro del consumo
simultneo del mismo bien. La distribucin ptima de dicho bien pblico vis--vis el bien
privado fue resuelto por Samuelson (1954) en lo que mundialmente es considerado un
trabajo clsico: The Pure Theory of Public Expenditure (La Teora Pura del Gasto
Pblico). En el caso de la diversidad biolgica, se debera proteger suficiente hbitat
mnimo crtico para asegurar la viabilidad gentica de sus habitantes evitando una posible
endogamia. Por tanto la diversidad biolgica no es un bien pblico per se, sino las
reservas suficientemente extensas que permitan la continua evolucin de las
especies existentes all (Terborgh, 1992, Whitmore, 1990). La condicin de Samuelson
para la combinacin ptima de reservas sustentables (r) versus la prxima alternativa
ms rentable, dgase, madera (t) mediante tala rasa[2][2] se puede expresar como sigue:
n
TMSrt= TMTrt Ecuacin (1)
=1
donde
TMSrt=UMr/UMt
TMTrt=CMr/CMt
La letra Griega mayscula, sigma (), indica la sumatoria de n personas contando desde el
primer individuo, i=1. La TMSrt es la tasa marginal de sustitucin de las reservas por
madera, que es igual a la proporcin de la utilidad marginal de las reservas sobre la
utilidad marginal de la madera. La TMTrt es la tasa marginal de transformacin de
reservas por madera, y es igual a la proporcin del costo marginal de proveer una unidad
ms de reserva Cm, sobre una unidad ms de madera, CMt. En buen y claro espaol, la
condicin puede responder a la pregunta, cuntas hectreas de reserva se estara
dispuesto a sustituir para sacrificar tanta cantidad de madera? En una sociedad
competitiva, las reservas deberan expandirse o contraerse hasta que el valor de la
sumatoria de las tasas marginales de sustitucin de las reservas por madera entre todos
los individuos decrezca e iguale la tasa marginal de transformacin de las reservas por
madera. Este resultado es ms fcilmente comprensible cuando las tasas marginales de
sustitucin y las tasas marginales de transformacin se expresan en trminos de precios.
Por lo tanto, la tasa marginal de sustitucin se convierte en la disposicin a pagar de todos
los individuos, y la tasa marginal de transformacin se convierte en el costo de provisin
de la reserva, ambos en trminos de unidades monetarias.
Se puede descomponer el grupo de disposicin al pago del lado izquierdo (LIZ) de la
ecuacin, en actividades individuales sustentables que pueden ser generadas por la

reserva en forma de: donaciones, ecoturismo, cuota a usuarios por aprovechamiento de


agua, prevencin de la erosin del suelo, fijacin de carbono, extraccin de productos no
maderables, agricultura sustentable y bioprospeccin. As como la existencia de la reserva
generara estas externalidades positivas, la deforestacin de la zona generara
externalidades negativas. Ahora, la inclusin del valor negativo de las externalidades
expresado en trminos monetarios en el LIZ o en el lado derecho (LDE) de la ecuacin, es
en gran medida una cuestin de distribucin de los derechos de propiedad. Por ejemplo,
tiene la gente ro abajo derecho a agua limpia y a la pesca endmica en ros profundos?,
considerando el hecho de que, ro arriba se genera sedimentacin y se extinguen los
peces. Si la respuesta es afirmativa, entonces las operaciones madereras existentes no son
ptimas considerando que la TMT debera ser menor mientras utiliza ms recursos (el
valor de la sedimentacin) para crear madera (el CMt del denominador incrementa) y por
lo tanto, la TMT es reducida, y el LIZ>LDE. El consejo econmico sera incrementar el
nmero de reservas hasta que la utilidad marginal decreciente sea establecida como
reservas y el LIZ decline para igualarse al LDE o, concomitantemente, hasta que las rentas
decrecientes y los crecientes costos sean establecidos como la creacin de reservas,
dndose un aumento en el LDE, y as la igualdad se restablezca.
Ahora considrese una distribucin opuesta de los derechos de propiedad: Cul es la
implicacin en la distribucin ptima cuando los dueos de las propiedades ro arriba
tienen derecho a extraer madera sin compensar a aquellos ro abajo por la subsecuente
sedimentacin en el ro y la extincin de los peces? Quiz, sorpresi-vamente, la respuesta
no es opuesta! Puede que todava hayan provisiones no ptimas de reservas hasta el
punto de que cada persona ro abajo tenga un incentivo para no revelar su verdadera
disposicin a pagar a las personas ro arriba para que no talen su madera. El
comportamiento egosta, supuesto clave de toda la economa, predice que cada vctima
ro abajo intentar sacar ventaja (en ingls: el problema del free rider) de la disposicin de
sus vecinos ro abajo a pagar por el mismo bien pblico que ellos disfrutan. Cuando
suficiente gente acta bajo esta modalidad racional, como resultado surge una
suboptimizacin, y se dan menos reservas que las que resultaran si todos hubieran
expresado su verdadera disposicin a pagar. La solucin al problema de externalidades y
del usuario que no paga es, o bien la internalizacin de beneficios y costos, primero
articulada por Coase (1960) y desde entonces referida como la solucin Coasiana, o el
Estado interviene con impuestos y subsidios para estimular las condiciones ptimas,
primero articulado por Pigou (1949) y desde entonces referida como la solucin
Pigouviana
La simplicidad de la condicin de Samuelson para la provisin ptima de bienes pblicos
es tan convincente como engaosa. En la medida que el modelo se deriva lgicamente de
unos pocos supuestos bsicos en cuanto a la racionalidad y al comportamiento egosta, el
modelo es valioso y puede servir para diferentes culturas y circunstancias. En la medida en
que el modelo implcitamente asume la reversibilidad de las decisiones y la estabilidad de
las preferencias, es inapropiado para bienes que pueden extinguirse o que puedan durar
ms que las preferencias en base a las cuales se calcul la TMSrt. Por lo tanto, se puede
aceptar la economa ortodoxa mientras sta sea aplicada en ciertos campos de

distribucin de recursos, y rechazarla en la medida en que sta se aplica a otros. El criterio


para aceptar/rechazar es la satisfaccin/no satisfaccin de los supuestos escondidos:
la reversibilidad de las decisiones y la estabilidad de las preferencias. Considerando que
ninguno de stos se cumple en el caso de la diversidad biolgica, el modelo debe ser
rechazado. Esta enftica afirmacin est basada en la irreversibilidad de la extincin y en
la inestabilidad de preferencias que impactan la diversidad biolgica y merece mayor
explicacin.
La Irreversibilidad de la Extincin
La economa contempornea es la elaboracin de la aplicacin que se hizo en el siglo XIX
de una metfora tomada del siglo XVII de la mecnica al mundo actual de las
transacciones comerciales. (vase Mirowski, 1988). Si bien, los economistas ortodoxos
incluso reconocen la naturaleza no histrica de su metodologa, sto no parece
preocuparles mucho (vase, por ejemplo, Solow, 1974). Tal vez su ambivalencia se deba a
que la reversibilidad intrnseca en la metfora Newtoniana no tiene mayor importancia en
la mayora de las circunstancias. Por ejemplo, si sobrestimamos o subestimamos la
provisin ptima de, dgase, escuelas, y el LIZ LDE en la condicin de Samuelson,
siempre podemos, en este caso, corregir nuestros errores y reajustarlos hasta conseguir el
nivel ptimo (aunque, an aqu, hay prdida irreversible de desarrollo infantil). Sin
embargo, en el caso de la diversidad biolgica, si subestimamos las provisiones ptimas de
reservas, entonces no podremos corregir nuestros errores porque, segn afirma el clich,
"la extincin es para siempre." La inferencia lgica es un principio de precaucin que
preservara todas las especies (Myers, 1992)[3][3]. En el ejemplo anterior, el principio de
precaucin se traducir en una virtual interrupcin de casi toda la actividad operacional
maderera en hbitats primarios. Aunque ni a la industria maderera ni a los muchos
consumidores les gustara este resultado, ste no puede ser tachado de antieconmico en
cuanto que la teora ortodoxa no dispone de la informacin necesaria para resolver lo que
sera una provisin ptima de reservas o de madera conforme la condicin de Samuelson.
La Inestabilidad de las Preferencias
La economa neoclsica asume que las preferencias de los individuos importan
(Samuelson, 1947, p. 223) y que la funcin de utilidad es exgena[4][4]. Sin embargo, a lo
largo de cientos de generaciones humanas, las preferencias no han sido estables, mientras
que en comparacin, la biosfera s lo es. La duracin de las preferencias humanas puede
ser medida en cientos de das (p.ej., la moda en muebles) mientras que la duracin de una
cronoespecie es medida en cientos de miles de aos (p.ej., la evolucin vertical desde
Homo erectus hasta Homo sapiens). Basado en el antecedente de la evolucin biolgica
paulatina, la evolucin cultural rpida de las preferencias es inestable. Por ejemplo, uno
imagina que la canasta de bienes y servicios que, digamos, los Visigodos demandaron en la
Iberia Pre-Romana era bien distinta de la de un espaol moderno, y an, si no hubiese
sido por la intervencin humana en la transformacin del paisaje espaol (desde un
bosque templado hasta los matorrales), la diversidad biolgica se habra mantenido casi
igual.

La inestabilidad de las preferencias es apenas una de las justificaciones para el principio de


precaucin basado en la formacin de preferencias. Si bien las preferencias son inestables
a lo largo del tiempo biolgico, esto no significa que sean impredecibles. A travs de las
etapas del desarrollo econmico, se puede observar un patrn de preferencias en favor
del ambiente. En la fase de la organizacin econmica caracterizada por la cacerarecoleccin el medio ambiente es, a menudo, reverenciado y sagrado. En las etapas de
desarrollo de la agricultura y de la industria, los tabes se descartan y la naturaleza se
convierte de repente en algo para conquistar y domesticar. En las etapas post industriales
de la economa, la naturaleza es vista como algo para manejar y disfrutar. Sin el principio
de precaucin, parecera que el valor presente neto de los beneficios, de todos las etapas
del desarrollo econmico, no ser maximizado si la humanidad se ve obligada a pasar por
una etapa de desarrollo destructiva (para un argumento similar, vase Krutilla, 1967).
La Alternativa Humilde para la Economa en Bancarrota
Dados los siguientes hechos sobre la diversidad biolgica:

la complejidad macro y micro

lo difuso de las externalidades negativas resultante de la destruccin de hbitats

el descarado aprovechamineto por los beneficiarios (free riding) de las externalidades positivas de la conservacin de hbitats

la irreversibilidad de la extincin

la inestabilidad de las preferencias humanas a travs de las generaciones

las preferencias de largo plazo por la preservacin en las diferentes etapas de


desarrollo

y la inmensidad de la escala de la actual crisis de extincin en masa


parece conservador suponer que la humanidad ha excedido muchsimo lo que sera la tasa
ptima de extincin conforme a la condicin de Samuelson, si hubiera existido toda la
informacin necesaria para hacer dichos clculos. Para ponerlo en trminos de la antes
mencionada ecuacin, el LIZ>>LDE. Por ende, la solucin de corto plazo es conservar
cualquier diversidad biolgica restante, y generar beneficios econmicos del uso
sustentable de los hbitats, para aliviar las presiones de un desarrollo destructivo. Esta
humilde aproximacin establecer de inmediato restricciones en lo que se puede hacer en
el corto plazo y aprobara solamente aquellos instrumentos econmicos que den como
resultado un uso sustentable de la diversidad biolgica existente. No obstante, este
enfoque no es definitivo: ste reconoce que la informacin referente a las complejidades
biolgicas se tornar eventualmente disponible y reconoce que algn da la condicin de
Samuelson para la provisin ptima de bienes pblicos podr ser honestamente aplicada.
La resistencia a establecer y respetar patrones seguros mnimos dignos de confianza ser
enorme. Inclusive el Principio 15 de la Declaracin de Ro de 1992, slo aboga por la
adopcin del principio de precaucin por los pases miembros ... de acuerdo a sus
capacidades. Por lo tanto, el reto para la comunidad conservacionista es monetizar tan
rpido como se pueda tanto el LIZ como el LDE de la condicin de Samuelson. La manera

ms costo-efectiva de cumplir con este objetivo es a travs del abordaje de estudios de


casos. Cules han sido las experiencias de otros? En qu medida pueden ser replicadas?
Hasta qu punto deben ser adaptadas? Este Informe Preliminar ilustrar instrumentos
que han sido empleados para la sustentabilidad de la diversidad biolgica a travs de seis
casos. Cinco de los seis pueden ser calificados como exitosos; en el sexto caso
(bioprospeccin), se mostrar que las condiciones necesarias para el xito global no
existen todava y que cualquier ejemplo de xito individual es realmente
contraproducente para un xito global. Aunque cada caso ilustra un valor econmico
diferente que puede ser generado a partir del uso sustentable de la diversidad biolgica,
no se debera inferir que solo un valor puede ser capturado en cada caso. Recordemos
que el signo sumatoria en el LIZ de la condicin de Samuelson implica que cada hbitat
tendr mltiples usos esparcidos entre muchos individuos; la optimalidad implica la
captura en cualquier hbitat dado, de tantos diferentes valores econmicos como sean
posibles (ver, por ejemplo, Perrings, et al., 1995). Esos valores, en orden de su
probabilidad de generar ingresos en el corto a mediano plazo, son los siguientes:
I.
Existencia
II. Ecoturismo
III. Servicios Ambientales
IV. Agricultura Sustentable
V. Extractivismo
VI. Bioprospeccin
I. Existencia
(No es fcilmente aplicable a los enfoques de un Estudio de Caso)
Aunque los pagos por existencia (valores de opcin y de legado) por parte de las naciones
ricas hacia las ms pobres puede ser el instrumento econmico ms viable para conservar
largas regiones de hbitats y de diversidad biolgica, los valores de existencia son tambin
los menos aptos para el abordaje de un estudio de caso. La razn es doble; por un lado
dichas transferencias dependen de la estructura legal, tanto dentro del pas donador
como del receptor; por otra, los mecanismos legales e institucionales existentes inclusive
dentro del mismo estn en movimiento. Por ejemplo dos proyectos de mrito fueron
financiados con un multimillonario canje de deuda por naturaleza en el Ecuador a
mediados de los 80, la Fundacin Natura, un instituto de investigacin ecolgica de alto
nivel, y Maquipucuna, una reserva de bosque nublado en la pendiente Noroeste de los
Andes. Diez aos despus, se puede decir que ambos casos fueron indudable-mente
exitosos. Sin embargo, no se los puede replicar ni siquiera en el Ecuador. Un estudio sobre
cualquiera de los dos casos servira slo para estudios histricos. El Banco Central en el
Ecuador ha adoptado una posicin monetarista estricta que dichos canjes de deuda
monetizan la deuda y crean inflacin. Por eso, cualquier anlisis sobre instrumentos
econmicos para la conservacin, canje de deuda por naturaleza, e incentivos tributarios
son tan contextuales dentro del marco fiscal de un pas que pocos casos podrn ser
duplicados entre los pases y otros ni siquiera podrn ser duplicados dentro de un mismo

pas en fechas posteriores. Se debera analizar los instrumentos econmicos para la


captura de valores de existencia dentro de un marco terico econmico-legal ms amplio
en vez de hacerlo en la modalidad de un estudio de caso.
Afortunadamente, existe una excelente gua disponible a travs de la Conservation
International Encouraging Private Sector Support for Biodiversity (Fomentando al Sector
Privado para la Conservacin de la Biodiversidad [Bowles, et al. 1996]) que puede
complementar este informe. Debido a la poca aplicabilidad de los valores de existencia
para el abordaje de un estudio de caso, el lugar que debera haber sido pcupado en este
primer inciso sera reemplazado por un caso adicional en el segundo mayor generador de
ingresos, ecoturismo.

II. Ecoturismo (Caso 1): Precio ptimo de entrada a parques, Costa Rica
Costa Rica ejemplifica la teora presentada en la introduccin de este informe. El pas
nunca aplic una evaluacin econmica de la diversidad biolgica con el fin de calibrar
cunto preservar y cunto extinguir. En vez de eso, el gobierno impuso una decisin tica,
no diferente al criterio de Wilson sobre patrones seguros mnimos: aproximadamente el
25% de su territorio nacional sera designado como parques nacionales, bosques y
reservas. A lo largo de los seis gobiernos presidenciales pasados, la decisin ha recibido un
firme apoyo y las reas protegidas han sido realmente protegidas; ya no son ms los
parques de papel tpicos del Tercer Mundo (Fearnside y Ferreira, 1984). Para transferir
la poltica nacional hacia la diversidad biolgica, los lderes del gobierno invocan el lema
preciso: Salvar, conocer, usar. Salvar fue conseguido a travs de proteccin legal y
aplicacin de la ley desde principios de los 70 en adelante. Conocer es un esfuerzo
permanente que, dadas las complejidades macro y micro de la diversidad biolgica,
tomar literalmente siglos de dedicada investigacin (un bilogo en Costa Rica estim que
tomar diez aos para enumerar todas las especies en una hectrea del bosque lluvioso
de Costa Rica [Whitmore, 1986]). Usar es la comprensin de los ya mencionados seis
valores de la diversidad biolgica que puede generar ingresos sin ponerla en peligro, o
sea, Existencia, Ecoturismo, Servicios Ambientales, Agricultura Sustentable, Extractivismo,
y Bioprospeccin. En la comprensin de cada uno de estos valores, Costa Rica est en
frente de los dems y, si no fuera por el deseo de que existiera una representatividad
regional en este informe, todos los seis casos pudieron haber sido sacados de Costa Rica.
Semejante logro es un signo de esperanza para cada pas en Latinoamrica y el Caribe: el
tamao pequeo, tanto en trminos fsicos como econmicos no es barrera para un
programa de bases slidas en desarrollo sustentable.
El ecoturismo est en el primer lugar del desarrollo sustentable en Costa Rica. En recientes
aos, el turismo se ha convertido en el ms grande exportador, superando tanto al caf
como al banano. El mayor atractivo de Costa Rica para turistas extranjeros es la belleza de
su ambiente natural. Sin embargo, hasta 1994, Costa Rica no haba aplicado anlisis
econmico para determinar el precio ptimo de entrada para sus parques nacionales. Esta
laguna poltica no se le escap al Presidente Jos Mara Figueres (1994, 199) quien, en

Mayo de 1994, solo un da despus de haberse pose-sionado en el poder, sugiri un


cambio en la poltica:
Estamos hablando de cobrar adecuada-mente las tarifas de entrada a nuestros parques
nacionales. Al turista que viene del exterior y que paga 600 dlares por boleto areo para
venir a ver, entre otras cosas, el Parque Nacional Manuel Antonio, no tiene ningn sentido
que le cobremos por entrada 2,5 dlares. Tampoco se trata que le cobremos en exceso,
pero un ingreso de diez, quince dlares por lo que ofrece Manuel Antonio, es muy bajo, y
ese ingreso nos permitira invertir en nuestros parques nacionales. Complementemos eso
con un sistema de reservaciones internacionales, porque lo que me preocupa de Manuel
Antonio es que est llegando demasiada gente y lo estamos maltratando. As como
muchos reservan su habitacin de hotel y su carro antes de venir a Costa Rica, que
reserven tambin su entrada a Manuel Antonio, y entonces que el 80% de la carga
turstica que soporta Manuel Antonio, sea reservada desde el exterior, y que el restante
20% sea para los que llegan a Costa Rica sin ninguna reservacin. Pero que tambin
tengamos una tarifa diferenciada para los costarricenses, sobre todo para los nios y para
los jvenes de los colegios, que deben tener acceso para ver de cerca nuestros recursos
naturales.
Hay mucho tino econmico en el comentario del Presidente. Tomemos, por ejemplo, la
sugerencia de un sistema internacional de reservaciones. Imaginemos que los
consumidores norteamericanos conocen por adelantado que un parque en particular
estar repleto y que se les negar la entrada. De hecho, los Parques Manuel Antonio,
Iraz, y Pos se estn acercando a su capacidad de carga. Por medio de un sistema
internacional de reservaciones, los norteamericanos podran programar sus vacaciones en
otro tiempo y, por lo tanto, no solamente que el parque estara capturando una mayor
demanda a travs del tiempo (menos gente ser excluida) sino que los capitales privados
(hoteles, restaurantes, transporte, etc.,) tambin seran ms y mejor utilizados.
Alternativamente, el turista podra reservar en otro parque que an no est lleno.
Cualquier cambio de demanda a otros parques tambin mejora la utilizacin de todo el
capital. Un sistema de estas caractersticas puede implementarse a bajo costo y puede
resultar en un tremendo incremento en ingresos. Una vez operativo, los diseadores de
polticas tambin estarn capacitados para estimar la funcin de demanda temporal para
cada parque, as aumentando la tarifa en temporadas altas y ofreciendo boletos de
descuento para temporadas bajas que sera una mejorara en la eficiencia.
La percepcin casual del Presidente respecto al precio de entrada tambin tiene bastante
sentido econmico. Tres meses despus del discurso de Figueres, Gallup de Centro
Amrica (1994) public su estudio sobre los Parques Nacionales patrocinado por el
gobierno. Entre sus mltiples conclusiones estaba la sugerencia de que el precio de
entrada debera ser incrementado de USD 1 a USD 4 para turistas extranjeros. El precio de
USD 1 para costarricenses se mantendra. El nuevo gobierno actu velozmente sobre
estos resultados y en septiembre increment el precio a USD 15 para turistas extranjeros
en todo el Sistema de Parques. En un principio, el alza del precio fue vista como un terrible
error, tanto poltica como econmicamente. No todos los parques enfrentaban la misma
elasticidad-precio de la demanda. La cada repentina de la asistencia caus en alguno de

los parques un efecto secundario en las comunidades y un fuerte resentimiento contra el


Ministerio de Ambiente y Energa. La reaccin inclusive se torn violenta cuando se
expuls fsicamente a un guardaparque en la frecuentada playa del Caribe, Cahuita y se
estableci una temporada de admisin gratis al parque. Sin embargo, se sospecha que la
sorpresa inicial por el precio de USD 15 fue menos un mal clculo y ms una ingeniosa
estrategia de negociacin: una vez que la gente ventilara sus iras por el precio alto de USD
15, ellos estaran ms dispuestos a aceptar el precio de USD 4.
La poltica inclusive propici duras crticas por parte de varios expertos en el manejo de
parques. Wallace et al, (1995, pp. 6 y 16) expres la siguiente opinin [existe la]
tendencia de poner demasiado nfasis en la tarifa de entrada, lo cual es solo uno de
muchos mecanismos disponibles y necesarios para el manejo de visitantes; sin embargo se
convierte en el mecanismo ms utilizado y de mayor importancia, simplemente por los
ingresos que se perciben, y por lo fcil que es su implementacin. No toma en cuenta los
impactos negativos causados por usar solo un mecanismo, i.e. discriminacin haca ciertos
usuarios....Vale destacar que son poqusimas en el mundo las reas protegidas que se
autofinancian mediante el turismo. Cualquier gobierno que suee con esa ilusin est
destinado a tener un sistema de reas protegidas desfinanciado, y a largo plazo, no
visitado debido a los altos precios.
Se puede interpretar esa crtica en el lenguaje de la introduccin terica de este informe.
La TMS del turismo, apenas uno de los seis valores que puede ser capturado por conservar
la diversidad biolgica, no debera ser confundida con la suma de todos los seis valores,
TMS. En otras palabras, Wallace et al. estn afirmando en que hay una tendencia entre
los diseadores de polticas en poner igual la TMS de slo el turismo con la TMT de la
Ecuacin (1). Claramente esto sera un error. Sin embargo, sera tambin una equivocacin econmica creer que el precio actual de entrada necesariamente iguale la TMS
del turismo. El peor error sera ajustar el tamao del parque hasta que la actual TMS
iguale la TMT. La humilde alternativa para la economa en bancarrota es alzar cada
componente de la TMS hasta que la suma de todos los valores, TMS, iguale la TMT con el
fin de aliviar presiones polticas para relajar el patrn seguro mnimo. Para lograr sto
para el componente de la TMS, ecoturismo, se debe promover un perfil verde entre los
jvenes costarricenses de tal manera que ellos no slo manifiesten una alta disposicin a
pagar por la entrada a sus reas protegidas sino tambin para que toleren los costos de
oportunidad de la poltica actual que protege el 25% del territorio nacional.
El diferencial de precios en la entrada entre costarricenses y extranjeros puede tambin
ser justificado como subsidio para el primero ms que como impuesto sobre el segundo.
Ms an, el descuento a costarricenses en el precio de entrada refleja dichos costos de
oportunidad. Desafortunadamente, no hay ninguna explicacin en las entradas del parque
del por qu los costarricenses y los extranjeros pagan precios diferentes. Esta omisin
puede ser remediada de una forma poco costosa. Un simple rtulo en la entrada de cada
Parque o inclusive en el reverso del boleto debe rezar en ingls (la lingua franca del
turismo): Durante los ltimos veinte aos, los costarricenses han subsidiado el Sistema
de Parques Nacionales con un estimado USD 2 mil millones de rentas pasadas. De ah la

diferencia en el precio de entrada entre costarricenses y extranjeros. Gracias por su


apoyo.
En discursos pblicos, el Ministro de Medio Ambiente y Energa, Ren Castro, perfila una
estrategia para los parques que capta mucho del razonamiento anterior. El ilustra la
estrategia con una analoga titulada De la pera al Estadio.
Las reas de conservacin de Costa Rica deben tener un comportamiento similar al que
ha tenido la pera: pblico selecto (investigadores, estudiantes, amantes de la
naturaleza), que pague por admirar nuestra biodiversidad Domingo, Pavarotti, y Carreras en un teatro rea de conservacin a un precio tal que permita mantener el rea,
su infraestructura , la investigacin, los programas de educacin y de extensin, y su
proteccin.
Al principio la analoga puede sonar un poco elitista, sin embargo mientras Castro aborda
la analoga, se puede observar que el intento es todo lo contrario:
Como tambin ocurre con la pera-la popularizacin de sus estrellas-Costa Rica debe
popularizar su biodiversidad, la debe llevar a los estadios y al igual que sucede con los
conciertos, los mayores ingresos se recibirn ah. Esos estadios sern las reservas privadas,
en la que los turistas que no entienden mucho de biodiversidad, disfrutarn de ella y de
una u otra forma ayudarn a garantizar la permanencia de las reas.
La analoga de Castro resonar entre economistas heterodoxos. Las preferencias no sern
vistas ms como algo estable y dado, sino como algo maleable y determinstico. En vista
de que ciertas preferencias generan externalidades positivas, se justifica la intervencin
del gobierno en darle forma. Hasta los economistas tradicionales no son totalmente
indiferentes con este argumento. Por ejemplo el economista Henry C. Wallich (1960;
1965, p. 44) por casualidad, us la misma analoga de la pera en su libro The Cost of
Freedom (El Coste de la Libertad): Considerar que la asistencia a la pera y una visita a
una discoteca popular son equivalentes, debido que el mercado les asigna un precio
similar, va en contra de mi credo. Lo mismo me pasa con que se iguale el valor de un dlar
gastado en educacin y el valor de un dlar gastado en el metal de un automvil. Y un
caso plausible probablemente se pueda presentar, sobre las bases de la evolucin de las
especies, tanto la pera como la educacin representan formas ms avanzadas de
consumo (traduccin ma).
A travs de subsidios selectivos, al gobierno de Costa Rica le gustara promover formas
ms avanzadas de consumo. Por eso, el desarrollo econmico no se debe medir slo
por la tpica razn capital-trabajo (K/L) sino tambin por el crecimiento de un perfil
verde de preferencias. sto se puede vislumbrar a partir de la sugerencia en el discurso
anteriormente mencionado del Presidente Figueres de que la cuota de entrada a los
parques sea diferente para los nios y jvenes de colegio-no importa los ingresos perdidos
(cuando el parque alcance la capacidad de carga). Curiosamente, dicha intervencin en la
formacin de preferencias no necesariamente contradice un enfoque orientado al
mercado para el desarrollo sustentable. Castro admite que el gobierno no es el mejor
proveedor de muchos de los servicios que son complementarios a las reas protegidas
(i.e., rafting, paseos a caballo, restaurantes, alojamiento, guarderas, oportunidades para
tomarse fotos con animales, etc.) y el Ministerio ha promovido activamente dicha

iniciativa en las reas de los alrededores a travs de la Red Costarricense de Reservas


Privadas (las 100 ms grandes cuentan con 150 mil ha. de cobertura boscosa). Se puede
explicar la consistencia lgica de la intervencin del gobierno en la formacin de
preferencias y el abandono del gobierno en servicios complementarios, que el sector
privado puede hacer mejor en trminos de costo eficiencia. El gobierno est eligiendo
actividades que cree que puede hacer mejor: ya que, digamos, el rafting no es costo
efectivo, la inculcacin de un perfil verde lo es. En la medida en que inculcar es un bien de
informacin con altos costos fijos y bajos costos marginales, la intervencin del gobierno
tiene un tremendo sentido econmico (vase, Agricultura Sustentable [Caso 4], para un
argumento similar respecto a la generacin de conocimiento).
Si bien la decisin de cambiar el precio de entrada de los parques es bsicamente el
resultado de un proceso poltico, la decisin de en cunto cambiar ese precio no puede
ser resuelto por la retrica. Debe ser resuelto por una cuidadosa recoleccin de
informacin, anlisis estadstico, y razonamiento microeconmico. Desde 1994, el
gobierno de Costa Rica ha continuado realizando estudios cientficamente rigurosos en los
parques para entender la funcin de demanda para cada parque y cmo generar ms
ingresos. Por ejemplo, en 1996, el Programa Ambiental de la Universidad de Costa Rica
(ProAmbi) public una pequea sinopsis de los resultados de una encuesta titulada
Aspectos ms Relevantes de los Resultados del Proyecto de Manejo de Visitacin,
patrocinado por el Banco InterAmericano de Desarrollo y el Ministerio de Ambiente y
Energa (BID-MINAE). Entre los resultados se encuentran los siguientes: Los modos ms
comunes para llegar a un parque nacional fueron 51% en carros privados, 18% en
transporte pblico, y 11% en tours. Para los extranjeros, la composicin vara en 33% en
tours, 29% en carros rentados, y 15% en transporte pblico. Con el uso de estas
estadsticas, el razonamiento micro-econmico puede ser desplegado para incrementar
los ingresos. Por ejemplo, el mtodo de llegada es muy importante para determinar la
disposicin a pagar por la entrada. Supongamos que el promedio de extranjeros pase 8
das en Costa Rica y el precio de su boleto areo y del hotel es USD 1.000. Recordemos
que el principal impulso hacia Costa Rica es la belleza natural del pas. En un precio
hipottico de entrada al parque de USD 15, con tres parques visitados, el precio por un
paquete turstico que incluya la entrada a los tres parques, hotel y vuelo areo aumentar
de USD 1.000 a 1.045. El turista no sentira dolor y probablemente estara dispuesto a
pagar los extra 45 USD (en terminologa econmica, su demanda es inelstica). Este
mismo turista debera tambin estar dispuesto a pagar los USD 15 de diferencia a la
entrada de cada parque si su paquete turstico fuera de apenas USD 1.000, generando el
mismo presupuesto para el viaje, USD 1.045. Sin embargo, la gente no demuestra dicha
racionalidad matemtica. Los turistas dudaran ms en pagar los extra USD 15 una vez que
estn en Costa Rica que si el precio ya hubiera sido incorporado en su paquete antes de su
llegada. Aunque este comportamiento sea una anomala para los economistas
neoclsicos, es totalmente previsible por un acercamiento psicolgico de Skinner sobre el
comportamiento del consumidor (vase Alhadef, 1982). Se debera esperar semejante
elasticidad tanto en el paquete preparado como en el del turista individual que llega por
transporte pblico (una vez en la puerta, entrarn de todas maneras) pero esto no

suceder con las personas que arriendan autos. La encuesta permite tomar ventajosas
decisiones de mercadeo considerando precios diferenciales y descuentos.
Otra estadstica til para propsitos de planificacin es la percepcin de que hay mucha
gente en esos parques. Las encuestas encuentran que el 82% de los extranjeros y el 71%
de los nacionales consideran que ellos encuentran los parques con poca gente o casi sin
ella. La mayor incidencia de esta percepcin entre extranjeros probablemente refleja las
diferentes densidades poblacionales entre, por ejemplo, Costa Rica y los pases de origen
de los turistas (Nueva York, Londres, Amsterdam). En qu punto las multitudes de
turistas privan a cada uno de la experiencia de la vida silvestre? Se sospecha que con
bastante frecuencia la capacidad de carga social preceder a la capacidad de carga
ecolgica del parque. Armado con esta informacin, el gobierno puede adaptar publicidad
hacia extranjeros y costarricenses de cundo es el mejor tiempo para visitar ciertos
parques, distribuyendo as la demanda e incrementando tanto la utilizacin del capital,
como el disfrute del parque.
Todava hay mucho trabajo que puede hacerse basado en los resultados de la encuesta.
Por ejemplo, ProAmbi debe hacer una encuesta de seguimiento para analizar cualquier
divergencia entre expectativas y realidad con respecto a las visitas programadas al parque.
La encuesta de 1996 relata que el 38% de los turistas extranjeros dijeron que ellos estaban
decididos a visitar slo un parque, el 62% restante estaba pensando en visitar 2 parques o
ms; de stos, el 39% visitar ms de tres parques, y el 28% visitar ms de cuatro
parques. Dicha informacin debera ser mejorada mediante una muestra de turistas
escogidas al azar saliendo del pas para establecer cuntos parques realmente visitaron
durante su estada. Cuando la cantidad esperada no concuerda con el verdadero nmero
de visitas, se deben buscar las causas y determinar si el problema puede ser arreglado en
una forma costo-efectiva. Por ejemplo, si se descubre que la causa por menos visitas con
relacin a las esperadas es tiempo perdido en buscar horarios de salidas o paradas del
transporte pblico, el remedio es obvio. A un costo bajo, el Ministerio de Ambiente y
Energa puede publicar dichos horarios y rutas de transporte, distribuyndolos en los
hoteles.
Los datos de la encuesta proporcionan no solamente implicaciones de polticas para el
mercadeo de los parques existentes sino tambin implicaciones polticas de cmo el
parque debera ser mejorado. Figeroa et. al. (1996) presentaron un anlisis economtrico
sofisticado de la funcin de demanda para cada uno de los parques en su informe titulado
Evaluacin Econmica del Proyecto de Inversin para el Sistema Nacional de reas de
Conservacin de Costa Rica (auspiciado por ProAmbi y el Banco InterAmericano de
Desarrollo). La lnea base para el anlisis fue la demanda del estado actual del parque y lo
que hubiera tenido si se hubieran hecho ciertas mejoras. Los econometristas usaron
variables dummy para permitirse la comparacin de las funciones de demanda donde
los parques eran distintos. Los estudios economtricos separaron la demanda privada
(disposicin a pagar) e incorporaron todos los beneficios sociales para ver si,
incrementalmente, esa mejora sera provechosa, es decir, DTMS >DTMT. Un punto
importante de resaltar es que los estudios fueron hechos antes que existiera un

compromiso de las agencias multilaterales en financiar las mejoras. Sin embargo, si dicho
financiamiento se viabilizara repentinamente, el Sistema de Parques podra sacar del
portafolio un proyecto con anlisis de apoyo, listo para realizarse. Dicha preparacin
puede ser tambin proactiva. Con un portafolio en la mano, el gobierno puede tambin
vender mejor Costa Rica como destino para dineros internacionales dirigidos al desarrollo
sustentable.
Volviendo al tema central de este caso, el economista ortodoxo podra preguntarse: Cul
sera el cambio en el ingreso con el cambio en el precio de entrada? Desde el precio inicial
de USD 15 para extranjeros, ha sido reajustado hacia la baja y ahora es USD 5 para
extranjeros y se qued en USD 1 para costarricenses. Para ver cmo este precio
incrementado gener ms ingresos, slo se necesita comparar las estadsticas de ingresos
al Sistema de Parques Nacionales desde que la poltica se puso en vigencia. Los ingresos
por entrada en 1994 fue de 200 millones de colones (casi 1 milln de USD); en 1995 ste
se increment a 500 millones (2.5 millones de USD); y en 1996 se estima que alcanzar los
600 millones de colones ( 3 millones de USD). Sin embargo, dado el incremento del precio,
algunos casos aislados de secuestros, y la contraccin del mercado de turismo dada la
apertura de Cuba y otros destinos ms baratos, las visitas en los parques declinaron en un
50% en 1995-96. Entonces se puede ver que a pesar de la cada en la asistencia al Parque
del 50%, los ingresos se han incrementado, de todas maneras, tres veces! Desde el punto
de vista del incremento de ingresos, ste es un xito rotundo.
Para ms informacin acerca del Sistema Nacional de Parques, favor ponerse en contacto
con:
Karla Ceciliano, Gerente, Fundacin de Parques Nacionales y Asesora
Ministro de Ambiente y Energa.
Apartado Postal 1108-1002
Paseo de los Estudiantes
Telf 506 381 6248 al 257-2239
FAX 506 222 4732
email: [email protected]
Ecoturismo (Caso 2): El Parque Marino Saba, Saba, Antillas Holandesas.
La economa de la preservacin de arrecifes se presta bien al marco terico presentado en
la introduccin. Los arrecifes generan mltiples externalidades pocas de las cuales tienen
la capacidad de ser internalizadas. La ms sobresaliente de stas es tambin la ms difcil
de internalizar: el valor de existencia de su infinita belleza y el servicio de criadero para
pesqueras ms all del arrecife. Para calcular el valor de existencia de los arrecifes, se
debera medir la disposicin a pagar en el contexto de las fronteras internacionales a
travs de la tcnica conocida como valoracin contingente (vase Hanemann, 1994) y
despus proyectar mecanismos para fijar pagos y distribuir ingresos. Dada la infancia
terica de tales tcnicas y de la tendencia al estancamiento o disminucin de la ayuda
extranjera por los gobiernos del Primer Mundo, los prospectos no parecen muy

promisorios para institucionalizar los valores de existencia. No es ms prometedor


internalizar el servicio de incubacin de los arrecifes. so requerir investigar el origen del
pez y coordinar las compensaciones con aquellos quienes se beneficien en otras
jurisdicciones o en aguas internacionales. Debido a que las corrientes ocenicas dispersan
la larva del pez, no es predecible en qu arrecife la larva se fijara. Una vez que se ha
alcanzado cierto nivel de desarrollo, el pez tiende a alojarse y quedarse en el arrecife por
el resto de su vida. Tericamente, asumiendo que existe algn tipo de acuerdo
internacional, si se pudiera conocer la historia de vida de cada pez capturado, entonces se
podra cobrar por el servicio de incubacin que proveen los arrecifes corriente arriba. Tal
vez en el futuro, pruebas genticas en muestras aleatorias de larvas y peces se habrn
abaratado lo suficiente como para hacer dicha internalizacin factible. Sin embargo,
todava existir la posibilidad de que cualquier arrecife no contribuya ms significativamente que cualquier otro para justificar los costos de transaccin de
dicha internalizacin. En tal situacin, la internalizacin es menos deseable que un simple
impuesto sobre el pez pasando los ingresos a las autoridades que protegen los arrecifes.
Debido a que los organismos del arrecife son sedentarios (p.ej., esponjas), ellos con
frecuencia han desarrollado estrategias de defensa qumica (toxinas) no muy diferentes
que en el mundo vegetal. Estas toxinas son de extremo inters para la bioprospeccin
mdica. Inclusive, uno de los nuevos fungicidas ms promisorios proviene de una esponja
endmica de un arrecife de Papa Nueva Guinea y el compuesto patentado ha sido
llamado papuamine en homenaje al pas de origen (Emsley, 1994). Desafortunadamente,
la esperanza de internalizar el valor de dicha bioprospeccin no es alta. Parecido al
beneficio externo de un criadero de peces, los beneficiarios de la bioprospeccin
generalmente se encuentran fuera de la jurisdiccin del pas el cual gener el beneficio. La
Convencin sobre Diversidad Biolgica (CDB) procura dar fin a dicho aprovechamiento
exigiendo beneficios compartidos con los pases de origen. Sin embargo, las muestras de
organismos recolectados antes de la ratificacin de la CDB son considerados de dominio
pblico como es el caso de papuamine. An ms preocupante es el hecho de que el pas
que ms busca muestras biolgicas, los Estados Unidos, no ha ratificado el CDB y puede
hacer bioprospeccin sobre los mismos organismos en arrecifes dentro de sus fronteras
(p.ej., Las Islas Vrgenes, Puerto Rico y los Cayos de la Florida; o en el ejemplo de Papa
Nueva Guinea, Guam y Samoa). En el largo plazo, probablemente surgirn acuerdos
multilaterales que reconozcan los derechos de los pases de origen en participar de las
rentas econmicas cuando ellos puedan abastecer el mismo organismo (vase
Bioprospeccin [Caso 6] para un argumento similar en plantas medicinales). La
cooperacin hacia dichos acuerdos multilaterales es extremadamente importante ya que
un cuarto de la diversidad biolgica marina vive en los arrecifes (Myers, 1979).
Los arrecifes vivientes tambin proporcionan otra externalidad muy valiosa pero
igualmente difcil de internalizar: la proteccin del litoral (Norse, 1993). Aqu la dificultad
surge no debido a los altos costos de transaccin o por jurisdicciones extranjeras, sino por
un sesgo cognitivo en la percepcin del riesgo. A un costo relativamente bajo, los
meteorlogos pueden estimar la probabilidad de huracanes y los actuarios pueden
calcular cuales son los daos tpicos al litoral, con y sin la existencia del arrecife. Entonces

se puede establecer una tasa para aquellos entes comerciales que son protegidos por un
arrecife vivo (cuando el arrecife muere, este se desintegra dejando el litoral desprovisto
de proteccin contra el oleaje). Se sospecha que las entidades comerciales se resistirn a
dicha internalizacin no slo porque esas entidades querrn aprovecharse del arrecife,
sino debido a un sesgo cognitivo bien documentado para subestimar la expectativa de
eventos de baja probabilidad-alto valor (vase Tversky y Kahneman, 1974). La persona
racional con una apreciacin neutral hacia el riesgo estar dispuesta a pagar una prima
que iguale las prdidas esperadas del evento, o sea, la probabilidad del evento
multiplicada por la prdida incurrida debido al evento. Sin embargo, cuando las
probabilidades son extremadamente bajas, existe la tendencia en el comportamiento
humano de confundir la baja probabilidad como si la expectativa fuera tambin baja. De
ah que la gente invierte en infraestructura en zonas fsicamente riesgosas (zonas de
terremotos, bosques secos que sufren de incendios, y litorales susceptibles a huracanes)
aceptando expectativas de prdidas que normalmente no lo haran. El gobierno puede
obligar a todos los entes comerciales que se benefician de la proteccin proporcionada
por el arrecife, a contribuir el valor de ese beneficio esperado para el mantenimiento del
mismo. Sin embargo, por el ya antes mencionado sesgo cognitivo, esta solucin ser la
ms impopular y tendr que ser acompaada por una rigurosa campaa educativa.
Se puede ver por la discusin previa que los arrecifes tienen tremendos valores econmicos agregados (TMS) aunque las externalidades ms valiosas no puedan ser
fcilmente internalizadas. Afortunada-mente, el costo de oportunidad de preservar los
arrecifes (TMT) no es tan alto como, por ej., preservar bosques primarios. Por eso, la
imposicin de un patrn seguro mnimo a travs de la creacin de parques marinos no
recibir la misma resistencia que la creacin de una reserva forestal (comparemos la
presin poltica que puede ser ejercida por los madereros grandes y ricos y por pescadores
pequeos y pobres). En la medida que los ciudadanos respetan la ley, el mero estatus de
parque es un mecanismo barato para proteger arrecifes en contra de amenazas
inmediatas como daos por anclaje, sobrepesca, buceo irresponsable, pesca de coral
durante la veda, pesca con dinamita y envenenamiento de peces con cianuro. En la
medida que los ciudadanos no son respetuosos de la ley, dicha proteccin legal tendr
que ser apoyada por vigilancia y por una estructura penal racional (el precio de la sancin
debe ser establecido de tal manera que la expectativa de ser multado, es decir, atrapado
cometiendo delito multiplicado por el precio de la sancin, sera mayor que el beneficio
de la actividad furtiva). Dada la restriccin fiscal de los gobiernos alrededor del mundo,
cmo se puede financiar la institucionalizacin y ejecucin de la proteccin legal? La
solucin obvia y legtima es insistir en que los arrecifes son un bien pblico fundamental,
que justifica subvencin a travs de la imposicin de impuestos (la solucin Pigouviana). El
caso de Saba es de importancia debido a que el Saba Marine Park (Parque Marino Saba
[SMP]) fue capaz de hacerse financieramente independiente sin basarse en la solucin
obvia y legtima de la gravacin de impuestos.
El SMP fue establecido en Junio de 1987 y es administrado por la ONG Fundacin para la
Conservacin del Saba la cual promueve la preservacin medioambiental y de recursos
culturales de la isla. Ya existen parques similares en algunas partes del Caribe y tambin

hay una sustancial literatura con respecto al manejo (vase Dixon et al., 1993 y 1995). El
SMP, inspirado en la experiencia de otros, fue trazado usando los mejores principios de
manejo costero, los cuales incluyen la creacin y ejecucin de zonificacin para diferentes
actividades. La racionalidad para la zonificacin es que muchos usos son mutuamente
excluyentes, y la zonificacin reduce los conflictos de usuarios mientras realza la captura
del mayor valor por cada uso. Por ejemplo, el buceo es mutuamente excluyente con la
pesca en vista de que a los buceadores les disgusta verse enredados en sedal transparente
o punzados por un anzuelo puntiagudo. Los buceadores expertos tambin van a Saba para
ver peces grandes como cabrillas y pargos los cuales son el mismo tipo de pez buscado por
los pescadores. El valor de observar una cabrilla o un pargo es mucho mayor que el valor
de atraparlos para comerlos. Si bien la zonificacin puede ser la principal causa para el
mayor tamao de peces, otros factores tambin han contribuido. Por ejemplo, un
proyecto reciente de construccin gener empleo que fue ms beneficioso que la pesca,
aliviando de ese modo la presin sobre los bancos de peces en zonas pesqueras as como
en zonas no pesqueras (Roberts et al, 1993, Polunin y Roberts, 1993). sto es un signo
muy esperanzador y significa que la pesca en arrecifes es un bien inferior: mientras prevalezcan los altos ingresos, la presin sobre las existencias de peces se ver disminuida.
Desde el establecimiento en 1987 hasta que se convirtiera en autofinanciable totalmente
en 1993, el SMP ha gastado apenas USD 345.000.[5][5] El SMP logr esta hazaa internalizando las externalidades que pudo. Al principio de esa lista estaba el ecoturismo,
donaciones, una cmara de recompresin, y un pequeo crucero para turistas (200-300
pasajeros). Este xito es ms increble cuando se considera el precio bajo de tarifa de
buceo, slo USD 2, y por el hecho que la tarifa de buceo constituye un tercio de los
ingresos generados en 1994, USD 50.000 de 153.000. Cuando tambin se considera que el
gasto promedio diario por turista es de USD 122, se puede aprovechar del comentario
del Presidente Figueres citado en el Caso 1 (Precio ptimo de Entrada a Parques, Costa
Rica) parafraseado para la realidad de Saba: Para el turismo internacional que paga USD
122 diarios por bucear en los arrecifes de Saba, no tiene ningn sentido cobrar USD 2 para
entrar al parque marino. Inclusive, encuestas realizadas en 1994 muestran una
disposicin a pagar USD 5,5 por persona para bucear. Hubo 25.000 buceadores en el SMP
en 1994 y si se hubiera ajustado la tarifa de buceo a la disposicin a pagar (suponiendo
inelasticidad perfecta), el SMP hubiera generado otros USD 87.500.
Adems de las externalidades directas de existencia, servicio de criadero, bioprospeccin,
proteccin del litoral, etc., tambin existen las externalidades fiduciarias de toda la
economa de Saba. En un estudio comprensivo, Rainald Framhein supone que el
multiplicador de Saba es 1.6 y documenta que el SMP ha trado a Saba aproximadamente
USD 1.8 millones de dlares por ao, de los cuales 86% viene del buceo de turistas. Con un
ingreso inicial de slo USD 325 mil, se puede calcular que el punto de equilibrio
(suponiendo una relacin lineal en el tiempo) del Parque Marino ocurre dentro de los
primeros meses de creacin. El SMP es un xito notable y ha sido bien estudiado y
documentado. Por estas razones es ideal para su replicacin en cualquier parte.
El problema con el xito es que puede inducir a la complacencia y puede creerse que no
hay espacio para una mejora. El SMP da cuenta por la generacin de ms del 10% del PIB

de Saba (USD 14 millones en 1994) y si imaginamos que el arrecife se degradar, los


turistas escogern otros destinos (por ej., Australia, Belice, las Galpagos, y el Pacfico
Sur). Aunque el SMP ha instaurado programas que garantizan que la degradacin no se
dar por el uso del arrecife, hay otras amenazas que estn fuera de control de la
administracin del parque. Quizs la mayor sea los huracanes.[6][6] El fenmeno del Nio
destruy los arrecifes de la costa Pacfico del Ecuador en principios de los aos 80 y
virtualmente dio fin con el buceo all. El Huracn Hugo destruy muchos de los arrecifes
en Jamaica en 1989 los cuales hasta la fecha no han logrado recuperarse. Si algo similar
llegara a pasar en Saba, no slo sera una tragedia medioambiental sino tambin una
tragedia econmica. La solucin racional es asegurar el arrecife por su valor pecuniario
para la economa de Saba de USD 1.8 millones al ao. Suponiendo una tasa de inters del
mercado de 10% anual, dicha proteccin econmica puede ser obtenida a travs de una
pliza de seguro con un valor de USD 18 millones. Como mera ilustracin, supongamos
que un devastador huracn ocurre una vez cada 200 aos, 1/200, entonces la prdida
esperada anual para el PIB es 1/200x18 millones o USD 90.000. Supongamos tambin que
el costo de suscribir dicho seguro est un 100% por encima del precio de la prdida
esperada, y por eso, la prima costara USD 180.000 por ao. Dada la miseria fiscal de los
gobiernos alrededor del mundo, quin pagar para asegurar el arrecife en contra de un
devastador huracn? La solucin ptima y legtima es insistir en que los arrecifes no slo
son un bien pblico, sino tambin un activo nacional que debe ser asegurado a travs de
impuestos (la solucin Pigouviana). Sin embargo, quizs el SMP puede desafiar esta lgica
y conseguir su propio financiamiento para el seguro a travs de un ajuste sensato a los
precios de sus ya internalizadas externalidades.
El ajuste ms fcil y de mayor costo-eficiencia es elevar la tarifa de buceo. La Saba
Conservation Foundation (Fundacin para la Conservacin del Saba) deber disear
ingeniosos instrumentos de encuesta que permitan revelar la disposicin a pagar por el
parque a travs de los distintos usuarios (buceadores, viajeros diarios, gente de crucero),
estimar la funcin de demanda, y calcular el precio de entrada que maximice el ingreso
por tarifas de buceo. Debido a que el costo marginal de cada turista es justamente
constante en USD 1 (buceadores van en grupos de tamao fijo con guas), el problema
econmico es escoger la tarifa de buceo que maximice los ingresos para el SMP. sto es
ilustrado en la Figura. Digamos que la tarifa de buceo que maximiza las ganancias es USD
15 y que la cantidad de buceadores interesados disminuye en un 50%. El incremento en el
ingreso total por la tarifas de buceo proveniente del alza del precio sera [(15-1)x 25.000 x
0.5] - [(2-1) x 25.000] o USD 150.000. El saldo a pagar por la prima del seguro (USD
180.000 - 150.000 = 30.000) puede igualmente ser obtenida por el incremento de otras
tarifas (cmara de recompresin, tarifa de anclaje, etc.).

Debido a la irracionalidad en el comportamiento del consumidor, podra ser prudente


esconder la tarifa incrementada de buceo en los precios de los paquetes tursticos. An si
esto puede ser poco agradable, se debe recordar que el riesgo de un huracn devastador
tambin permanece escondido de la percepcin humana a travs del sesgo cognitivo de
confundir la baja probabilidad como si la expectativa fuera tambin baja. As como la
irracionalidad puede frustrar asignaciones ptimas, tambin puede ser aprovechada para
corregir dichas distorsiones.
Para ms informacin en el Parque Marino Saba, favor ponerse en contacto con:
Kenneth C. Buchan, M. Sc.
Saba Marine Park
Saba, Antillas Holandesas
Telf 599 4 63245
FAX 599 4 63435
III. Servicios Ambientales (Caso 3): Impuesto Ecolgico sobre el Valor Agregado, IVA (O
Imposto sobre Circulao de Mercadorias e Servios Ecolgico [ICMS Ecolgico]) Paran
Brasil.
La transformacin de impuestos en tarifas a usuarios permite que la incidencia del impuesto caiga sobre el beneficiario del bien pblico y que su financiamiento sea sacado de
la suma de aquellas tarifas.[7][7] Se puede ilustrar la eficiencia y equidad de la tarifa a
usuarios versus diferentes tipos de impuestos a travs del ejemplo de la construccin de
una carretera. El prorrateo de, digamos, impuestos a la renta para financiar la
construccin de carreteras es ms distorsionante que recaudar los fondos a travs de un
impuesto en la matriculacin de automviles: mucha gente que paga impuestos a la renta
no poseen automviles y estarn subvencionando a aquellos que s lo tienen. Ms an, los
dueos de los automviles pueden no valorar un dlar gastado en carretera tanto como
un dlar gastado en otro tipo de consumo. De ah que el impuesto a la renta para financiar
carreteras no es equitativo (los que no poseen automvil subvencionan a los que poseen
automvil) y es ineficiente (se gastan dlares donde son menos valorados). Aunque un

impuesto a la matriculacin es ms equitativo y eficiente que un impuesto a la renta, no


se debe concluir que dicho impuesto es ptimo ya que cobrar dems a las personas que
relativamente no usan mucho la carretera, subvencionando a otros que la usan
intensamente. Tericamente, un peaje en la carretera parece la solucin ptima. Un peaje
es una tarifa al usuario: se paga en proporcin al uso de ese bien. Sin embargo, en la
prctica, hay costos de transaccin asociados con la tarifa a usuarios. En el caso de los
peajes en la carretera, hay un sentimiento creciente en los Estados Unidos de que estos
costos de transaccin (recoleccin del peaje, incremento del trfico y todos los costos
asociados, incluyendo muertes) justifican la eliminacin de las casetas de peaje y la
adopcin de impuestos a la gasolina para financiar la construccin y mantenimiento de
carreteras. Un resultado general surge de este ejemplo: el mejor instrumento econmico
para financiar un bien pblico depende, en gran medida, del costo de transaccin singular
de este bien (vase Barzel, 1989).
Las mismas complejidades que ocurren en el financiamiento de las carreteras suceden en
la financiacin de servicios ambientales. Las reas urbanas reciben mltiples servicios
ambientales de las reas rurales prximas. Un ejemplo sobresaliente es la provisin de
agua limpia a travs del mantenimiento de cuencas hidrogrficas. Igual que en el ejemplo
previo de la construccin de carreteras, el prorrateo de, digamos, el impuesto a la renta,
para financiar el mantenimiento de las cuencas es ms distorsionante que una tarifa
basada en el uso del agua. En vista de que algunos individuos pueden tener bajos ingresos
para ser sujetos a impuestos, sin embargo consumen mucha agua (por ej., personas
jurdicas como fbricas de queso, granjas de cerdos o lavadoras de autos), dichos
individuos estaran pagando un monto por el agua que no refleja el costo asociado con la
proporcin de agua consumida. En trminos tanto de eficiencia como equidad, el
individuo debe pagar una tarifa que no slo refleje el costo de extraccin y manejo del
agua consumida por ese individuo, sino tambin parte del costo de oportunidad del
hbitat. Debido a que los hbitats proveen otros valores (Existencia, Ecoturismo,
Agricultura Sustentable, Extractivismo, Bioprospeccin) no se desear asignar el costo de
oportunidad del hbitat entero a apenas uno de dichos valores. En lugar de eso, se debera
asignar una porcin del costo de oportunidad a cada uno de los valores generados. Esa
porcin debera igualar el porcentaje de contribucin de ese valor al valor total del
hbitat, o sea, TMS/TMS. Por lo tanto, la tarifa ideal al usuario, por unidad de servicio
ambiental, cobrar al beneficiario el costo promedio de cada valor.[8][8]
Probablemente no existe ningn gobierno en el mundo que haya tenido xito en internalizar los valores de un hbitat y en incorporar el costo de oportunidad pro rata a la tarifa
a usuarios. Sin embargo, entre los mecanismos existentes para financiar los usos mltiples
de hbitats, hay varios grados de ineficiencia e inequidad. Muchos gobiernos se estn
moviendo en el rumbo correcto. Un ejemplo es el Estado de Paran en el Sur de Brasil. El
Instituto Ambiental de Paran (Instituto Ambiental do Paran IAP), un organismo del
estado, ha logrado cambiar el criterio para la distribucin de los rditos del Impuesto
sobre el Valor Agregado (IVA) (Imposto sobre Circulao de Mercadorias e Servios
Ecolgico [ICMS Ecolgico]) de tal manera que los proveedores de servicios ambientales
puedan recibir compensacin.[9][9] El IVA responde por ms del 90% de los impuestos

recaudados por el estado y, bajo el nuevo criterio, el 5% es ahora asignado al medio


ambiente. De esa suma, el 50% va a los municipios que mantienen cuencas y el otro 50% a
los municipios que mantienen Unidades de Conservao Ambiental (Unidades de
Conservacin del Medio Ambiente) las cuales pueden estar en las afueras de la cuenca .
Esta redistribucin de los ingresos fue legalizada en la Ley Estatal Complementaria no. 59,
conocida como la Ley del IVA Ecolgico. En 1993 la ley fue enmendada en la Ley
Complementaria 67/93 [anexo] para incluir a las reas indgenas como una Unidad de
Conservacin.
En trminos de la discusin terica previa, el IVA Ecolgico no discrimina la intensidad del
uso por los individuos. Cada pagador de impuesto contribuye un IVA de acuerdo a su
consumo general, el cual probablemente no es proporcional a su consumo de servicios
ambientales. Por lo tanto el IVA Ecolgico no corrige esta ineficiencia e inequidad. La
eficiencia y equidad del IVA Ecolgico es conseguido en el LDE de la condicin de
Samuelson (Ecuacin [1]). Aquellos que estn dando servicios ambientales estn siendo
ahora compensados por una parte del costo de oportunidad de la proteccin del hbitat y
aquellos que se desempean mejor son ms compensados. Muy acertadamente, las
frmulas para los ndices de desempeo estn escritas en la misma ley y estn ms all de
manipulaciones polticas.
El mecanismo para la implementacin de un IVA Ecolgico entiende 4 etapas:
1. recoleccin y procesamiento de datos respecto a las reas de conservacin para cada
municipio
2. clculo de los ndices para compensacin fiscal con referencia a las cuencas y a las
unidades de conservacin
3. publicacin de resultados
4. evaluacin peridica del proceso
Cualquier municipio que mantiene reas de conservacin a travs de ordenanzas para el
uso de la tierra, puede beneficiarse por la ley. Primero, el municipio debe registrar sus
reas en el Catastro Estatal de Unidades de Conservacin administrado por el IAP, el cual
es tambin responsable de todos los detalles tcnicos de su implementacin. Por ejemplo,
el IAP realizar anlisis cientficos para determinar los parmetros fsicos, qumicos y
bacteriolgicos de las muestras de agua y luego calcular el ndice para el municipio. A
travs de dicha indexacin, el municipio tiene un incentivo para invertir en actividades
que mejorarn la calidad del agua y de ah mejorar el ndice. De la misma manera si el
municipio dejara que la calidad del agua se deteriorara, el ndice caera y tambin lo hara
la porcin del IVA Ecolgico que recibira. Los incentivos estn funcionando como lo
evidencia el 68% de mejoramiento en la calidad del agua en 1995 mientras los municipios
tomaron medidas que costaron menos que el ingreso incremental obtenido va un ndice
ms alto. Los datos para calcular los ndices son recolectados anualmente y los resultados
son publicados. Se mantiene transparencia en todo momento.
El xito del IVA Ecolgico puede tambin ser visto en el nivel de participacin y de reparto
de los ingresos. En 1995 hubo 170 unidades registradas en el Catastro y el estimado para
1996 es 190 unidades. La reforma ha tenido un gran impacto en municipios rurales

situados en las cuencas de reas urbanas. Algunas de estas cuencas son tan grandes como
1.500 km2 y su tamao fsico figura dentro del clculo del ndice de compensacin. En total
hay 38 represas hidrogrficas contempladas por la ley abarcando un rea de 8.000 km 2.
Cerca de 71 comunidades rurales ya se han beneficiado. Un ejemplo sobresaliente es el
Municipio de Piraquara el cual sirve como cuenca para la regin metropolitana de
Curitiba, una ciudad de cerca de 1.5 millones de personas. Los rditos provenientes del
IVA Ecolgico ahora responden por el 85% del presupuesto del Municipio, haciendo el
agua el activo ms grande de Piraquara. Otros impactos exitosos pueden ser observados
en el Municipio de Cu Azul. Aproximadamente 80% de los Municipios reposan dentro del
Parque Nacional de Iguau, y el IVA Ecolgico ha aliviado presiones econmicas. Otro
municipio que se ha beneficiado grandemente es el de Guaraqueaba localizado en la
costa de Paran. Guaraqueaba tiene extensos bosques de manglar y desde la
instituciona-lizacin del IVA Ecolgico, los impuestos obtenidos por municipio se han
multiplicado seis veces permitiendo el lanzamiento de varios proyectos de asistencia
social.
En vista de que la suma total de IVA Ecolgico es del 5% fijo del IVA, las recompensas por
desempeo estn subordinadas hacia mejoras relativas y no a mejoras absolutas. Por
ejemplo, si todos los municipios mejoran la calidad del agua igualmente, ninguno recibir
mayor compensacin debido a que el ndice de cada uno se habr incrementado
proporcionalmente. Si bien tal compensacin puede ser buena para fomentar mejoras, en
cierto punto, los municipios pueden frustrarse de que se haya hecho una inversin, de que
se haya obtenido resultados, pero que no haya ms fondos en camino. Un ao base
debera ser establecido, y si la calidad ambiental mejora en todos los municipios, entonces
el porcentaje del IVA total debera, o bien aumentar o, se deberan imponer tarifas
adicionales a los usuarios de agua ms intensos (por ej., fbricas de queso, granjas de
cerdos, o lavadoras de automviles). Desafortunadamente, se sospecha que cualquier
intento de institucionalizar las tarifas al usuario ms intenso y cualquier intento en
compensar a los proveedores, encontrar una fuerte resistencia. La razn se debe a una
falla intrnseca en toda democracia: los intereses de la industria estn concentrados y
pueden organizarse formando grupos de presin poltica contra la reforma en contraste a
los intereses de los proveedores quienes no pueden formar grupos de presin para que
se acepte la reforma porque estn esparcidos (vase, Olsen, 1965 para una mayor explicacin terica de este argumento). Si bien la tarifa a usuarios es otro avance en rumbo
correcto, el reto para el IAP ser de reducir los costos de transaccin, tanto tcnicos como
polticos, para poder implementarlo.
Se debe recordar que el mejor instrumento para el financiamiento de un bien pblico
depende en ltima instancia de las peculiaridades de los costos de transaccin del mismo.
En el ejemplo de la construccin de carreteras, los peajes parecen ser el mecanismo ms
eficiente y equitativo pero los costos de transaccin son tan altos que se prefieren los
impuestos a la gasolina. Quizs lo mismo sea verdad en la comparacin del IVA Ecolgico
versus la tarifa usuario. En 1995, el Estado de Paran distribuy 30 millones de dlares a
los municipios a travs de la implementacin del IVA Ecolgico en un costo administrativo
incremental de apenas 32 mil dlares. Tal xito es verdaderamente fenomenal.

Para ms informacin en el IVA Ecolgico, favor ponerse en contacto con:


Wilson Loureiro
Cabeza del Departamento de Unidades de Conservacin
Instituto Ambiental do Paran
Rua Pedro Rolim de Moura, 45
CEP: 80.030-250 Curitiba PR Brasil
Telf: 55 41 253 036/322-6163
FAX: 55 41 222 2850
IV. Agricultura Sustentable. (Caso 4): Centro Ftima, Pastaza, Ecuador.
Una de las ms grandes tragedias de finales del siglo 20 ha sido la expansin de la ganadera a los trpicos. Bosques primarios fueron deforestados para convertirlos en pastos
a pesar de los suelos poco profundos y de las fuertes lluvias. La erosin resultante garantiz que el ganado sera una empresa de muy corta vida. Los hacendados tuvieron que
abandonar sus pastos y reubicarse en el bosque virgen a medida que la fertilidad de sus
pastos terminaba rpidamente. Inversionistas extranjeros y agencias del gobierno
ignoraron los costos sociales de la deforestacin, la cual, combinada con las altas tasas de
inters, hicieron ver atractivo al ganado vacuno en los clculos del valor presente neto.
Desde luego, el mpetu de adoptar al desarrollo sustentable en el Tercer Mundo se debe
en gran medida a la escala de ganado en la cuenca amazonica y a su evidente
insustentabilidad (Hecht and Cockburn, 1990). La demanda por ganado fue impulsada por
un cambio en la dieta mundial desde protenas vegetales hacia la carne. Se puede
cuestionar si la perversa cultura de la hamburguesa persistir a lo largo del tiempo
mientras ms y ms personas comienzan a entender y a padecer los efectos insalubres de
una dieta cargada en grasa animal. Dada la inestabilidad esperada de esta extendida
preferencia por carne y la magnitud de las externalidades negativas de la deforestacin,
parece casi cierto que el valor agregado de los servicios del bosque primario hubieran sido
de mayor valor que la del ganado que lo reemplaz. En trminos de la Ecuacin (1)
elaborada en la introduccin terica de este informe, el LIZ>>LDE. La alternativa racional
para pastizales no es slo preservar los fragmentos de bosque primario restante en la
Amazonia, sino tambin dar algo de lebensraum (en alemn: espacio vital, generalmente
de una nacin) a especies que puedan haber sido arrinconadas en esos fragmentos (vase
discusin de los muertos vivos en Extractivismo, [Caso 5]). A pesar de la desaparicin de
bastante bosque primario, todava hay una razn para mantener esperanza. Los bosques
pueden recuperarse, y la flora y fauna adaptada al bosque secundario encontrar un nicho
en expansin. En lenguaje econmico, el reto es internalizar las externalidades de la
diversidad biolgica en estas zonas de amortiguamiento recientemente creadas para el
bosque primario existente.
Un beneficio externo que puede ser internalizado es el manejo y la cosecha de la flora y
fauna nativa. En la medida en que dicho manejo y cosecha no degrada permanentemente,
el ecosistema local no homogeniza la base biolgica, las actividades pueden ser
clasificadas como de agricultura sustentable. Sin embargo, el trmino debe ser

diferenciado de la jardinera forestal o del manejo de vida silvestre, los cuales estn
asociados ms con el extractivismo. La agricultura sustentable cambia la distribucin de la
flora y fauna hacia una mayor representacin de especies comercialmente viables que
aquellas que seran encontradas en condiciones naturales. Sin embargo, muchas especies
tiles no pueden ser semidomsticas y se deben desplegar tcnicas de manejo silvestre y
de extractivismo sustentable.
Un concepto clave para la agricultura sustentable es la aceptacin de una multiplicidad de
especies tiles y un rechazo del monocultivo. En el caso de la flora, dicho tipo de
agricultura requiere de un anlisis cuidadoso de la fisiologa y ecologa de la vegetacin.
En el caso de la fauna, dicho tipo de agricultura tambin requiere de estudios cuidadosos
de la sociobiologa de los animales nativos. Desafortunadamente, los defensores urbanos
de la agricultura sustentable tienden a creer una fantasa romntica de individualismo
austero; familias pioneras que estn en la frontera del bosque, cosechan la flora y fauna
nativa sin ninguna asistencia externa. La realidad es bastante diferente. Para que la
agricultura sustentable produzca aunque sea modestos ingresos para la subsistencia, los
mismos principios cientficos que apuntan a la Revolucin Verde de monocultores y de
zootecnologas de ganadera deberan ahora ser dirigidos hacia el establecimiento de una
ciencia de agricultura sustentable. El fracaso de la Revolucin Verde y de la zootecnologa
no es una condenacin en contra de la misma ciencia pero s una condenacin en contra
de su equivocada aplicacin a, respectivamente, monocultivos y ganaderos. Tanto el rigor
como la precisin de este mtodo cientfico son necesarios ahora para acertar en los
mejores mtodos para la produccin ptima sustentable de organismos nativos.[10][10]
El establecimiento de una base cientfica para la agricultura sustentable es un ejemplo de
un bien pblico puro: el consumo por dicho conocimiento de una persona no previene a
otros de que consuman simultneamente el mismo conocimiento. Comparemos por
ejemplo, el estado fsico de una publicacin tcnica sobre la reproduccin de una especie
nativa despus del consumo de dicha publicacin (leyndola) y el estado fsico de una
manzana despus de su consumo (comindola): en el primero el producto todava existe
para el consumo de otros, en el ltimo el producto est siendo literalmente digerido.
Debido a que el conocimiento tiene caracterstica de bien pblico, cada consumidor
potencial del conocimiento tiene un incentivo para dejar que alguien ms lo genere y
luego aprovechar el mismo sin pagar. Sin que deba sorprendernos, la cantidad total de
conocimiento generado en la sociedad es menor que lo que se justificara por su valor. En
trminos de la Ecuacin (1), la condicin de Samuelson, el mercado tiende a generar una
distribucin subptima del conocimiento y el LIZ>>LDE. La pregunta econmica se genera:
Podra dicho conocimiento ser internalizado a travs del establecimiento de los derechos
de propiedad intelectual (la solucin de Coase) o debera ser subsidiado por el gobierno
(solucin Pigouviana) y lanzarlo al conocimiento pblico?
En el caso de la generacin del conocimiento en agricultura sustentable, probablemente la
solucin ms eficiente es la Pigouviana: el subsidio del gobierno a la sistematizacin y
difusin de esta informacin dentro del conocimiento pblico. Por ejemplo, los costos de
transaccin de negociar cada detalle de la crianza de los animales, aprendido en una
estacin experimental, sera enorme, considerando que existen miles de agricultores

regados sobre la cuenca de la Amazonia; probablemente este valor es mucho ms grande


que el valor del mismo conocimiento. Tiene ms sentido para el gobierno subsidiar dicha
estacin experimental y difundir sin cobrar por el conocimiento adquirido en la estacin
para estos miles de agricultores a quienes eso les puede beneficiar. Sin embargo, la misma
estrategia no sera ptima para plantas medicinales. Como se ver en Bioprospeccin,
Caso (6), la demanda potencial por plantas medicinales es mucho mayor que, digamos, el
conocimiento en cmo alimentar a un tapir sin ser mordido; los costos de transaccin son
menores para ste ltimo pero no para el anterior. Pensar que se debe adoptar o bien la
solucin Pigouviana o la de Coase para todo conocimiento sobre flora y fauna es cometer
la falacia de la composicin: creer que lo que es cierto para la parte tambin lo es para el
todo.
El Centro Ftima en Pastaza Ecuador, es una estacin experimental de la Organizacin de
Pueblos Indgenas de Pastaza (OPIP) dedicada al estudio y eventual comercializacin de
especies naturales de bosque secundario: debe ser vista como un antecedente para
futuras haciendas pequeas que predican la ciencia de la agricultura sustentable. El
Centro est localizado en las tierras altas del Oeste de la Amazonia (900m) la cual fue una
de las primeras reas en toda la Amazonia en sufrir la colonizacin a finales de los aos 40.
La estacin es minscula cuando se mide en la escala de la Amazonia, y abarca apenas 28
ha. La vegetacin es de bosque secundario y fue naturalmente resembrado por pequeas
remanentes de vegetacin existente en las pendientes ms empinadas de la propiedad y,
por las todava intocadas Montaas Azules, como 50 km. al oeste de las colinas al pie de
Los Andes. Hay arroyos que cruzan la hacienda y que han sido represados para crear
hbitats favorables para lagartos y tortugas. Evidencia del fracaso del pastoreo de ganado
puede ser visto a travs del precio de la tierra de la comunidad aledaa. Una hectrea de
pasto degradado puede venderse por tan poco como USD 160 y el Centro espera
incorporar 100 ha. colindantes si el presupuesto permite dicha expansin.
El Centro es dirigido por el agrnomo Medardo Tapia, graduado de la universidad. Ambos
el Sr. Tapia y su esposa, Ruth Arias, se han dedicado al estudio sistemtico de tapir,
capibaras, puercos sahinos, guantas, guatusas, paujiles y pavas de monte. Los Tapia estn
bien educados y reflejan una generacin de agrnomos y educadores, quienes despus de
graduarse en universidades latinoamericanas, no encontraron trabajos estimulantes en
sus profesiones. Ambos comparten la caracterstica empresarial conocida como foco de
control (en ingls: Locus of Control), la orientacin psicolgica de que uno puede marcar la
diferencia en el mundo (vase, por ejemplo, Brockhaus y Nord, 1979, 1982). El Centro
empez en 1986 en colaboracin con OPIP, la Escuela Politcnica de Chimborazo
(ESPOCH) y el Consejo Provincial de Pastaza. Actualmente, OPIP es el nico responsable
del Centro. Los Tapias formaron el centro con la intencin de cultivar flora nativa pero se
encontraron que la fauna era ms interesante. A travs de los aos, los Tapia han
experimentado tremendos problemas financieros y fueron vistos por los agricultores
vecinos ms bien como excntricos. Sin embargo, mientras la Estacin reciba ms
atencin del exterior se dio mayor aceptacin en la comunidad local. Aunque los Tapias
son de tez blanca y son originarios de Riobamba, ellos han ganado aceptacin por los
indgenas y sus representantes. Ambos ven el Centro como un modelo emergente de

agricultura sustentable y como un punto focal local para la educacin y para acciones
polticas de la comunidad. El xito del Centro de Ftima fue nacionalmente reconocido en
1994 cuando el Sr. Tapia recibi el Premio Planeta Azul, premio ecuatoriano por mrito
ecolgico dado slo a un solo individuo ese ao.
Se debera enfatizar que el Centro no es todava una hacienda financieramente sustentable. Es una estacin experimental que permitir el surgimiento de futuras haciendas
comerciales. Este punto elude muchos economistas quienes visitan la hacienda y de
alguna manera estn ansiosos por conocer la rentabilidad de la operacin. El Sr. Tapia se
mofa de un economista visitante alemn quien postula que la hacienda es fascinante, pero
insiste en cuestionarlo, una y otra vez, en cuanto a su rentabilidad. El Sr. Tapia no est
obsesionado en si la hacienda es o no rentable. Las ganancias no son su principal objetivo.
l busca un modo de vida que le satisfaga y que pueda mantener una familia. En un
lenguaje terico microeconmico, el comportamiento que l y su esposa exhiben puede
ser modelado por el supuesto de satisfaccin en vez de maximizacin (vase Simon,
1959). Esta distincin es de extrema importancia: aunque si slo un pequeo porcentaje
de jvenes agrnomos latinoamericanos busquen satisfaccin, el nmero total puede
ser suficiente para inaugurar haciendas sustentables en toda la cuenca de la Amazonia. No
se debe concluir adems que dichos individuos estn destinados a ingresos de
subsistencia. En la literatura acadmica de empresarios exitosos del Norte, cuyo xito es
medido en cientos de millones de dlares, muy pocos declaran que su objetivo inicial fue
el de hacer dinero (vase Casson, 1982). Al contrario era una obsesin hacer lo que sea
que estaban haciendo extremadamente bien. El xito financiero es frecuentemente un biproducto de la excelencia. Los Tapias comparten dicha pasin y para ellos no hay
dicotoma entre trabajo y ocio. Ellos consiguen lo que E. F. Schumacher (1973,
p.47) imagin en su famoso libro Lo Pequeo es hermoso: La economa como si la gente
importara: el trabajo y el ocio son partes complementarias de un mismo proceso vital y
no pueden ser separados sin destruir el gozo del trabajo y la felicidad del ocio.
Restricciones de espacio en este informe no permiten al autor exponer el abundante
detalle de la investigacin conducida en el Centro Ftima sobre las siete especies que se
estudian ni sobre el sofisticado sistema de anlisis del flujo de la materia-energa de la
estacin. El lector interesado debera referirse al documento cientfico de 100 pginas
disponible a travs del Centro Ftima titulado Sistematizacin del Proyecto de
Domesticacin, Manejo y Produccin de Cinco Especies de Mamferos Silvestres y dos
Especies de Aves de la Amazonia Ecuatoriana, (Tapia, Arias y Schultz, 1996). Sin embargo,
para vislumbrar un poco el trabajo llevado a cabo en el Centro, se esbozar brevemente la
especie ms importante estudiada, en trminos de su potencial financiero en agricultura
sustentable: el tapir (Tapirus terrestris).
En el libro La Diversidad de la Vida, Wilson (1993) hace una broma diciendo que los
animales que son lentos, largos y sabrosos son los primeros en la lista para extinguirse.
Quizs haya una contraparte a este chiste: si no se ha extinguido todava, entonces su
caracterstica de lento, largo y sabroso les permite ser excelentes candidatos para la
agricultura sostenible. Con excepcin de la caracterstica de lento, el tapir parece encajar
dentro de estos parmetros (quizs su velocidad le permite escapar de la extincin). El

tapir se asemeja a un cerdo aunque filogenticamente se acerca ms a un caballo o a un


rinoceronte. Un tapir adulto mide 0.8-1.1 m de altura, y 1.7-2.01 m de largo y pesa entre
227-250 kg. Con la ayuda de estudiantes graduados en la ESPOCH, el Centro ha
recolectado cuantitativos detalles sobre el tapir (por ej., frecuencia cardaca y respiratoria,
temperatura del cuerpo, nmero de glbulos blancos y rojos, porcentaje promedio de
hemoglobina) as como caractersticas cualitativas respecto a su ecologa y sociobiologa.
El tapir ramonea primeramente en sotobosque de hasta 1.5 m de altura y no extrae la
vegetacin de raz. Cuando sufren de parsitos, se cree que el tapir escoge ciertas
especies de vegetales. En el Centro Ftima, se ha observado al tapir comiendo ms de cien
diferentes especies, consumiendo por ao un estimado de 3.140 kg. por animal. La
capacidad de carga de la tierra por tapir est estimada entre 1.1-1.6 ha. y sobre los 7
individuos que vagan en las 22 has. de bosque secundario en el Centro Ftima, no hay
evidencia de sobrepastoreo.
La sociobiologa de los tapires es de igual manera fascinante. El tapir es solitario excepto
durante la poca de celo y de lactancia de las cras. La hembra es sexualmente receptiva
cada dos meses y el alumbramiento parece ser sincronizado con el periodo de
fructificacin de muchas especies vegetales. La hembra est en ciclo estral por
aproximadamente 15 das durante los cuales ella se vuelve muy inquieta. Durante el celo,
ella mordisquea las orejas y las patas de los machos y corre en crculos con creciente
rapidez. El celo es evidente por una amarillenta secrecin vaginal. Los tapires se
comunican por silbidos que casi suenan como el de un pjaro y el silbido de las hembras
es ms fuerte durante la poca de celo. El perodo de gestacin es de 390-400 das.
Contrario a reportes en la literatura que establece que los tapires slo paren en agua, un
tapir en el Centro fue observado dando a luz a su cra en un fragmento de bosque a pesar
de que en la cercana haba agua. Los tapires pueden parir gemelos. La cra se comunicar
con su madre mediante silbidos muy leves; sta es amamantada en la noche y son
destetadas despus de cinco meses. A pesar de su forma redonda, el tapir es muy veloz y
es un buen nadador especialmente cuando est siendo atacado por uno de sus
depredadores, sea ste, el hombre, el jaguar, la boa o la anaconda. El agua es tambin el
lugar favorito para defecar.
El tapir es dcil hacia el hombre y por esto el manejo del animal es relativamente fcil.
Segn lo reportado por un indgena: Es un animal muy sociable. Cogida una cra, se lo
puede amansar fcilmente; sabe quedar mansita cerca de las casas; va a comer en el
monte y luego regresa a dormir cerca de las casas (Bianchi, 1981, citado en Tapia Arias y
Schultz, 1996, p. 20). Sin embargo entre las dos variedades de tapir, la caf y la negra, la
negra parece la ser ms agresiva. Miembros de grupos tnicos Quichua en la regin han
clasificado al tapir en cuatro variedades: el grande, el pequeo negro, el colorado y el
color caf-rojizo. Desafortunadamente, estudios genticos (electrofresis) no han sido
conducidos, y estos seran de gran utilidad para saber las relaciones filogenticas entre las
variedades.
As como es fascinante la biologa del tapir, muchos lectores compartirn la fijacin de un
economista alemn respecto a la rentabilidad. Es rentable la cultura del tapir? La
respuesta reposa en la aplicacin de la biologa antes mencionada. El tapir no requiere

insumos en trminos de compra de comida, medicina o parasiticidas y requiere de muy


poco trabajo (el Centro Ftima slo tiene un trabajador manual). Una vez que se conoce
su fisiologa, el manejo es muy fcil. La carne del tapir es considerada deliciosa y un tapir
adulto puede actualmente estar por los USD 330 en el mercado local. Dado que la
capacidad de carga del tapir es 1.1-1.6 ha. y que la cra alcanza madurez de 2 a 3 aos, el
ingreso generado por hectrea anualmente por el tapir es de aproximadamente USD 100.
Se debe recordar que hay otras especies tiles que coexisten en el mismo ambiente, y
cada una tiene su respectiva utilidad comercial as como los otros valores de las reservas
sustentables, por ej., existencia, ecoturismo, etc. Tambin, el valor del pasto degradado
en las propiedades colindantes al Centro es menos de USD 160 por ha.. Para hacer el
clculo econmico de beneficio, se deberan agregar todos estos valores y restar el costo
del capital (bsicamente la tierra e infraestructura rudimentaria), los insumos (suministros
mnimos y la porcin prorrateada de un trabajador manual), y el costo de oportunidad de
los Tapia. Si se asignan los menores costos a las dos primeras partidas, es la ltima partida
la que determina la rentabilidad del Centro como una hacienda comercial. De cualquier
manera como se menciona previamente, los Tapia no ven al Centro como un trabajo
pero si como una manera de vida que ellos han escogido. De ah que el fro anlisis costobeneficio no es realmente significativo.
Los Tapia deben continuar la publicacin del trabajo en el Centro y lanzar sus resultados al
conocimiento pblico. La rentabilidad de la agricultura sustentable en toda la cuenca de la
Amazonia depender mucho de los datos que ellos y centros similares acumulen,
considerando detalles aparentemente esotricos sobre la fisiologa, ecologa y
sociobiologa de la fauna nativa del bosque secundario. Dichos centros deben existir en
cada pas en la cuenca de la Amazonia y las redes de comunicacin deben establecerse
para compartir el conocimiento generado y coordinar esfuerzos para evitar duplicaciones.
El gobierno de cada pas de la regin as como las agencias interna-cionales deben ayudar
financieramente para la generacin de esta tan valiosa infor-macin-un bien pblico puro.
Para ms informacin en, favor ponerse en contacto con:
Medardo Tapia y Ruth Arias
Centro Ftima, Casilla Postal 16-01-800
Puyo, Pastaza, Ecuador
Telf: 593 3 883 765
FAX: 593 3 883 787
(Atencin: direccin anterior)
V. Extractivismo (Caso 5): El Programa de Conservacin de Tortugas Marinas Reserva de
Usos Mltiples en Barra de Santiago, El Salvador.
El principio terico para el extractivismo est fundamentado en la biologa evolucionaria.
Miembros de cualquier especie pueden producir muchos ms descendientes de los que
pueden ser mantenidos por el ecosistema. A travs tanto de las presiones selectivas del
medio ambiente como las originadas por la competencia por recursos entre los mismos
miembros de una especie (coespecficos), muchos de los descendientes no llegan a la

madurez. Esta simple observacin es la mdula espinal de la evolucin. En un pasaje


famoso en El Origen de las Especies, Charles Darwin (fasc. de la edicin de 1859, Adler
[ed.], 1952, p. 33) comenta que si el promedio de descendientes nacidos de una madre
elefante a lo largo de su vida reproductiva, o sea, apenas seis, sobreviviran y tuvieran
tambin seis descendientes, el par original de elefantes engendradores se convertiran en
19 millones en slo 750 aos. Obviamente existe algn mecanismo que ablanda este
potencial. Darwin observ que algunos descendientes evidencian caractersticas que les
permitirn capturar menos recursos que sus coespecficos y que estos individuos sern
seleccionados contra en la lucha por la existencia. Las caractersticas de los
sobrevivientes no son seleccionadas para por ms simple que sean las caractersticas que
permanezcan hasta que los coespecficos sean eliminados. Darwin llam a este
mecanismo descendencia con modificacin por medio de seleccin natural. Los
elefantes tiene pocos descendientes y, comparado a las tortugas marinas, una fraccin
relativamente grande de descendientes de elefantes sobreviven hasta llegar a la edad
adulta (aproximadamente 30%); los ecologistas clasifican esta estrategia reproductiva
como de seleccin-k. Las tortugas marinas tienen muchos ms descendientes (miles a lo
largo de su vida reproductiva) y muy pocas sobreviven a la madurez (menos del 1% de
cualquier nido); las tortugas marinas son consideradas como de seleccin-r.
El lmite superior de poblacin en un ecosistema para especies dadas es conocido como su
capacidad de carga y es representada en la literatura cientfica con la letra mayscula K. Si
se cosecha una porcin de una poblacin adulta, entonces se puede esperar que los
descendientes que todava no han alcanzado la madurez compitan por recursos con los
pocos coespecficos que quedan, o ponindolo en trminos ecolgicos, los descendientes
se encontrarn en un nicho relativamente abierto. Ms descendientes llegarn a la
madurez y la poblacin se expandir hasta su lmite superior K. La velocidad de esta
restauracin depender en si las especies son de seleccin k o r. Los elefantes se
recuperarn lentamente en nmero desde bajos niveles de poblacin porque son de
seleccin-k, pero se puede esperar que las tortugas marinas se recuperen en nmero
moderadamente ms rpido porque son de seleccin-r. Sin embargo, si se cosechan
muchos individuos de una poblacin, entonces la especie ser puesta en un tremendo
peligro a pesar de la apertura del nicho. El peligro aparece, tanto por accidentes (por ej.,
tormentas, fuegos, heladas), como por endogamia (la expresin de genes recesivos
homocigotos los cuales son generalmente perjudiciales). El ecologista tropical Daniel
Janzen (1986) irnicamente ha puesto un apodo a las poblaciones pequeas en peligro
como las muertas vivas-viven y parecen florecer en nichos abiertos, pero con el paso del
tiempo estn condenadas a la extincin. De aqu que el truco para lograr un extractivismo
sustentable es cosechar suficientes miembros de una poblacin para convertir al
extractivismo rentable sin amenazar a las especies por una reduccin de la poblacin a un
nmero no viable. La dinmica de dicho extractivismo sustentable es suficientemente
fuerte para aplicarla a travs de la gama de especies, desde elefantes hasta tortugas
marinas, y puede ser representado en un slo diagrama (vase Figura).
La ordenada se refiere a la poblacin adulta (no la poblacin infantil), la abscisa al tiempo,
y el origen es la extincin. Sin las presiones humanas de seleccin, una poblacin adulta

en el nivel B se mover hacia la capacidad de carga K en donde el crecimiento poblacional


ser impedido por la competencia para recursos entre los coespecficos. Una poblacin en
su capacidad de carga refleja la condicin natural y puede ser considerada como un
indicador de un ecosistema saludable. En el caso de las tortugas marinas, el nmero de
adultos ha sido reducido drsticamente debido tanto a depredaciones directas por comida
y caparazn, as como por presiones indirectas por redes de camarones los cuales ahogan
a las tortugas. De ah se sospecha que el nicho en el mar est moderadamente abierto
para los descendientes. Este escenario se contempla en el tiempo t2 cuando la poblacin
hipottica B tiene potencial para moverse hacia K si las presiones humanas de seleccin
como las redes de camarones se removieran. La expansin tendra lugar durante el tiempo
(t3-t2). Un escenario alternativo es una poblacin tan agotada por la pesca comercial que
su poblacin est en el punto A o inclusive debajo de este. Si ese fuera el caso, slo es una
cuestin de tiempo, t1, antes de que la especie se extinga. Esto es la muerte viva.

Para este marco terico ecolgico, se puede agregar especificaciones de acuerdo a la


biologa de las tortugas marinas. Cuando se considera que bajo condiciones naturales,
menos del 1% de los huevos de cualquier nido incubarn y sobrevivirn hasta llegar a la
madurez, se da cuenta del tremendo potencial de la extraccin sustentable de los huevos.
Si se puede garantizar que 1% de los huevos sobrevivan, entonces, tericamente se podr
cosechar el 99% y an as permitir una lenta restauracin durante t2 a t3 de la poblacin
de tortugas marinas hasta su capacidad de carga K. Entonces si se interviene para
proteger, digamos, el 25% de los huevos, liberando los neonatos al mar, despus, a travs
de la intervencin humana se podr restaurar rpidamente la poblacin de las tortugas
marinas hasta su nivel de capacidad de carga K y conseguir un ecosistema sano en una
tasa ms rpida que t3-t2 y, al mismo tiempo, disponer del 75% de los huevos para el
consumo humano.
El Programa de Conservacin de Tortugas Marinas de la Asociacin Ambientalista AMAR
de El Salvador ha inaugurado el extractivismo sustentable de huevos de tortugas marinas
el cual corresponde a estos principios bsicos de biologa. Las tortugas forman parte del
ecosistema de los humedales ms grandes ubicados en uno de los estrechos mejor
conservados de bosque restante en El Salvador. La playa y el pantano estn protegidos por

La Reserva de Usos Mltiples de la Barra de Santiago y el bosque es protegido en el


Bosque Nacional ominosamente llamado El Imposible. Las especies de tortugas que son
manejadas son Leopidochelys olivcea y Dermochelis corlacea. Ninguna de las especies
est en amenaza inmediata de una extincin global a pesar de que la poblacin local ha
decrecido en gran medida debido a presiones humanas de seleccin. Debe aclararse que
El Salvador es un sitio menor para anidaciones en comparacin con Mxico, Nicaragua,
Panam y Costa Rica. Por ejemplo, la Barra de Santiago en El Salvador ha experimentado
hasta 300 tortugas anidadas en cualquier estacin; en las Playas Nancite en Costa Rica,
puede que haya hasta 110.000 (Cornelius, 1991, p.24). Asumiendo que la seleccin que
hacen las tortugas marinas por las playas es al azar, todos los huevos en El Salvador
pueden ser cosechados sin amenazar a las especies con extinguirse.[11][11] En otras
palabras, El Salvador puede aprovecharse de la proteccin de nidos de las tortugas
marinas de los pases vecinos. Sin embargo, si El Salvador adoptara semejante estrategia
tan egosta y todos sus vecinos seguiran su ejemplo, entonces las especies de las tortugas
marinas estaran de hecho amenazada por la extincin. De ah que el hecho de que AMAR
est activamente promoviendo a la existencia de extractivismo sustentable de las tortugas
marinas, refleja no slo un alto estndar tico sino tambin un compromiso con la
educacin ambiental basado en los principios del desarrollo sustentable.
AMAR reconoce que para promover el desarrollo sustentable en la Barra de Santiago, un
Plan de Manejo debe ser aceptado por los residentes de la comunidad. Antes de la
implementacin del Proyecto en 1989, los huevos de tortuga eran un recurso de libre
acceso de tal manera que el primero que los vea, se los llevaba. Debido a que los costos
de recoleccin eran menores al valor de los huevos recolectados, casi el 100% de los
huevos desovados estaban siendo recolectados. Se puede formular el problema que
enfrent AMAR en el lenguaje econmico utilizado en la introduccin terica de este
informe: Cmo internalizar los beneficios de las tortugas marinas en Barra de Santiago
con el fin de contribuir a que se establezca el nivel ptimo de tortugas marinas? Los
directores experimentaron con varios mtodos, analizando cada uno hasta encontrar el
mejor. En un principio, AMAR intent comprar los huevos de los tortugueros locales a
cambio de artculos (comestibles, camisetas, etc.). AMAR estaba renuente a dar dinero
por miedo a que el dinero no sea gastado prudentemente. Ya que la comunidad tena
muchas necesidades bsicas que no estaban siendo satisfechas, beneficios en necesidades
parecan ms apropiados. Sin embargo, los tortugueros expresaron su insatisfaccin con
los comestibles, etc., y muchos prefirieron pagos en efectivo. Aqu se aprecia una leccin
econmica que se repite tambin en Bioprospeccin, (Caso 6): no hay sustituto para el
dinero. Por la teora econmica se conoce que el dinero es al menos tan bueno como los
beneficios en artculos y por lo general es mejor (si se deseara un beneficio en artculos,
stos se lo pueden comprar con dinero o tambin se puede comprar algo que genere ms
satisfaccin). AMAR se dio cuenta rpidamente que la forma como los miembros de la comunidad gasten el dinero proveniente de los huevos va ms all de su misin ambiental.
De todas maneras, AMAR segua incmoda con la idea de comprar huevos con dinero, por
lo que experiment con otros planes de manejo.

Otro plan que se intent fue el de cercar la playa con una cuerda en ciertos das para
permitir que slo la patrulla recolectara los huevos. Desde un punto de vista gentico,
recolectar todos los huevos de slo unos pocos nidos no es tan ventajoso como el
recolectar pocos huevos de todos los nidos todos los das. Por ejemplo, es mucho mejor
recolectar 24 huevos de los 96 desovados en todos los 12 nidos (24 huevos/nido x 12
nidos = 288 huevos recolectados en total) que recolectar todos los 288 huevos de apenas
tres nidos ( 3 nidos x 96 huevos/nido). El recolectar de slo algunos nidos en unos pocos
das aumenta la homocigosidad de la poblacin y tambin excluye a la comunidad de
participar activamente en el extractivismo sustentable (entendiendo que una porcin de
cada nido debe ser preservada). Adems, el cercar la playa con una cuerda implica
grandes costos: tanto el patrullaje contra intrusos como la intensa tarea de recolectar
huevos (el valor del trabajo de los patrulleros es mayor que la de los tortugueros). Dadas
estas desventajas, AMAR continu experimentando.
Una recomendacin fue la emisin de tarjetas de identificacin para los tortugueros y a
travs de esto, el control de la recoleccin cobrando a cada tortuguero carnetizado con
una cantidad fija de huevos. Aunque la carnetizacin de los tortugueros es una
internalizacin de externalidades en el espritu del Teorema de Coase, su factibilidad
depende en gran medida en la legitimidad que estas licencias tendran en la comunidad y
su subsecuente costo de vigilarlos. AMAR tendr que o bien rifar las licencias (susceptibles
de acusaciones por fraude), o mantener una subasta (susceptibles de acusaciones de ser
elitista). Dada la retroalimentacin negativa de la comunidad, se elimin el plan de emitir
tarjetas de identificacin y licencias a los tortugueros.
La alternativa para internalizar la externalidad de los huevos por medio de licencias es un
sistema de impuesto (la solucin Pigouviana) pagable en huevos. Como una cuota de
huevos por la licencia, un impuesto significara el traslado parcial en la carga de los costos
de implementar el desarrollo sustentable. En vez de pagar por los huevos o cercar la playa
con cuerda y recolectar los huevos, AMAR podra trasladar la incidencia del cargo a los
tortugueros, hacindoles pagar en huevos por el derecho de recolectarlos. Este traslado es
completamente justificado por el criterio econmico de la eficiencia: el que se beneficie
debe pagar el costo asociado con el beneficio. Desde luego, los tortugueros se estn beneficiando por la existencia de las tortugas y deberan pagar el costo de mantener dicho
recurso.
Bajo el criterio de impuesto a los huevos, cada recolector entrega dos docenas de huevos
recolectados por nido al patrullero del Parque y recibe, al mismo tiempo, un certificado
que los huevos fueron recolectados legalmente. Aun cuando las anidadas y desovaciones
se llevan a cabo en la noche, es difcil huir del hombre de los impuestos. Tpicamente las
tortugas de mar demoran una hora o ms en hacer un nido y desovar sus huevos; existe
suficiente tiempo para que los patrulleros puedan identificar a una persona demorndose
en la playa. La secuencia de eventos es la siguiente: muchas personas de la comunidad
caminan la noche entera en funcin de encontrar una tortuga en la playa durante la
temporada de las arribadas (Julio-Diciembre). Esperar para reconocer una tortuga
emergiendo del mar constituye bsicamente una lotera. Aunque mucha gente pierda
mucho tiempo caminando sin ser necesariamente el primero en reconocer una tortuga,

esta lotera de facto no causa el resentimiento que se generara por una lotera de
licencias de jure. Ms an la lotera de facto tiene muchas externalidades positivas: a la
gente le encanta apostar y el encontrar una tortuga tiene un elemento de diversin; ms
personas se relacionan con el extractivismo sustentable cuando la lotera es de facto y no
de jure, y por eso, ms personas se estn volviendo alfabetizadas sobre el medio
ambiente.
La primera persona en localizar una tortuga ha establecido un reclamo en cuanto a los
huevos que la tortuga desova. Debido a que ms de una persona pudo haber localizado la
tortuga al mismo tiempo, se da un conflicto. Un reclamo ms definitivo sobre la tortuga
localizada que el de solamente perseguirla por la playa, implica levantarla y cargarla hasta
la zona de la vegetacin donde desova sus huevos. Debido a que la tortuga puede pesar
50 kg., la recoleccin de huevos se ha convertido en una actividad para hombres. Los
patrulleros bromean que al emerger a la superficie, las tortugas parecen esperar a ser
localizadas y ser cargadas por los tortugueros hasta la zona de vegetacin. Ya que las
tortugas tienen larga vida reproductiva y puedan anidar un par de veces por temporada,
hay un hilo de verdad en esta especulacin. A lo mejor las tortugas se han grabado en la
mente que ellas pueden evitarse la ardua tarea de subir hasta la playa, esperando en la
superficie por una llevada gratis. El examinar dicha simbiosis humano-tortuga en contraste
al comportamiento natural sera una tesis interesante para un estudiante de
sociobiologa/etologa.
Mientras el tortuguero espera una hora o ms hasta que los huevos sean depositados, el
patrullero en una motocicleta de tres ruedas identifica la silueta del recolector y se
detendr a inspeccionar si una tortuga ha anidado. Generalmente, el patrullero reconocer al tortuguero, y no hay necesidad de que el patrullero espere hasta que se desoven
los huevos; l pregunta al totuguero el tiempo que la tortuga lleva anidando, y luego
continua su patrullaje en busca de la prxima tortuga y del prximo tortuguero, volviendo
en una hora o ms cuando considere que los huevos ya hayan sido desovados. Cuando los
huevos han sido finalmente desovados, el patrullero revisa para ver si la tortuga ha sido
etiquetada en una anidada anterior y si no, entonces etiqueta a la tortuga en la aleta
delantera. El patrullero reclutar al tortuguero para asistirle en la recoleccin de datos, as
como para manejar la tortuga, la cual est ansiosa en regresar al mar. Entonces el
patrullero anota en su cuaderno un nmero de registro, la fecha y la hora de la anidada,
zona de la playa, vientos, estacin, lluvia, especie de tortuga, longitud del caparazn,
ancho del caparazn, ancho de la cabeza, nmero de huevos desovados, tiempo de
desovacin y el nombre de la persona que recolect los huevos. Esta informacin
posteriormente es ingresada en un programa computacional para anlisis estadstico.
Despus que los datos son recolectados el patrullero firma una certificacin oficial de que
los huevos han sido legalmente recolectados y la entrega al tortuguero a cambio de dos
docenas de huevos. El mecanismo de control a travs de certificados es el siguiente: El
Servicio de Parques Nacionales y Vida Silvestre emite certificados de que el portador ha
pagado la cuota en huevos y que los huevos pueden ser vendidos legalmente. Cualquiera
que sea cogido vendiendo huevos sin los certificados ser multado. Claro que siempre hay
quienes logran hacerlo. Si un tortuguero desea huevos para su consumo personal y no es

detectado en la playa por el patrullero, entonces l puede percibir poca razn para
entregar voluntariamente las dos docenas de huevos. Sin embargo los huevos son
suficientemente valorados (desde USD 0.10-30 /huevo dependiendo de la poca), por eso
los tortugueros raramente se los comen ya que prefieren venderlos como una fuente de
ingresos. Por otra parte los 90 huevos de una tpica anidada, seran demasiados huevos
para que cualquier familia pueda comerlos.
Qu sucede con los huevos recolectados y entregados al patrullero? Esto constituye la
verdadera belleza de este proyecto. Tal vez la disposicin de los miembros de la
comunidad en Barra Santiago a pagar el impuesto en huevos se debe a que ellos pueden
ver que sus impuestos estn siendo bien gastados. El patrullero entrega los huevos a
Romn Ruiz cuyo trabajo es mantener un corral con nidos de tortugas. El Sr. Ruiz es un
hombre que bordea los 40 aos y vive con su familia a la orilla de la playa. l pertenece a
la comunidad y tiene educacin primaria. l realiza la recoleccin y el monitoreo de los
datos con tanta precisin y dedicacin que sera la envidia de muchas universidades en el
Norte. Una vez ms, se puede observar el principio del Foco de Control (en ingls: Locus of
Control) que era caracterstico de Medardo Tapia, el director de la hacienda sustentable
experimental en la Amazonia (Agricultura Sustentable [Caso 4]). El Sr. Ruiz igual que el Sr.
Tapia es una persona que ha marcado una tremenda diferencia en el xito del programa y
es ampliamente acreditado por su eficiencia. El Sr. Ruiz simula condiciones naturales
ideales para desovar los huevos y luego liberar los neonatos al mar. El corral est
construido por bamb y las tablillas estn suficientemente juntas como para que los
cerdos y perros no puedan entrar y escarbar hacia los nidos. El corral est tambin cerca
de la casa del Sr. Ruiz, que provee tambin proteccin contra robos. De cuando en
cuando, el corral es reubicado para evitar la contaminacin de bacterias por incubaciones
anteriores. Con el fin de maximizar las incubaciones exitosas y mantener una relacin de
sexo 1:1, la temperatura es mantenida entre 29-30C. Si hay menos de 29C, entonces
habr predominancia de machos, ms de 30C y habr predominancia de hembras. En
temperaturas extremadamente altas, ningn huevo incubar. El Sr. Ruiz, logra controlar la
temperatura poniendo un techo de hojas de palma sobre el corral para proteger la arena
del sol. Se ubica un termmetro en la arena a una profundidad igual a los huevos y es
revisada para ver si las hojas de palma deberan ponerse en el techo (si es >30C) o
retirarlas (si es <30C). Cada nido tiene una etiqueta de identificacin de acuerdo a la
fecha de anidacin y el perodo de incubacin es de 45-50 das. Todo sto, el monitoreo y
el control de la temperatura durante este perodo es una cantidad significativa de trabajo.
Cuando los huevos estn listos para eclosionar, el Sr. Ruiz ubica un balde de plstico sin
fondo alrededor del nido en la arena (marcado con estacas) de tal manera que cuando los
neonatos salgan a la superficie de la arena no escapen del balde. El da que el autor visit
el sitio, 29 de los 32 huevos ubicados en uno de los nidos artificiales del corral
eclosionaron y fueron removidos a un estanque. El Sr. Ruiz se siente muy orgulloso de su
alta tasa de xito y meticulosamente graba la informacin para ingresarla posteriormente
en la compu-tadora. En la maana, a las tortugas se les permite caminar en la playa por
unos pocos metros con el fin de que este acto sea grabado en su mente con la experiencia
y luego sern llevadas ms all del oleaje y liberadas en el agua.

Cul hubiera sido la tasa normal de eclosiones exitosas sin el programa? Debido a la
densa poblacin de Barra Santiago (8000 habitantes a lo largo de 9 Km. de playa, de
ancho), probablemente 100% de los huevos hubiera sido recolectado y por lo tanto no
quedara ningn huevo que incubar. Inclusive, si una tortuga no es detectada debido a la
fluctuacin de temperatura en Barra Santiago, no es poco comn que ninguno de los 90
huevos incube. Cornelius (1992, p. 125) reporta que de un estudio cientfico sobre las
mismas especies de tortugas en Costa Rica, bajo condiciones naturales, Se estima un
rango, del 0.8%-10% de incubacioness exitosas para todos los nidos estudiados A parte
de las incertidumbres en el nmero de incubaciones, existe un reto de que los neonatos
deben correr de la playa al mar. Hay muchos cerdos vagando en la Barra de Santiago as
como perros que no slo se comeran a los neonatos sino tambin a las mismas tortugas
anidando. Segn lo descubierto por la experiencia del Sr. Ruiz, los peligros no se terminan
cuando los neonatos llegan al agua. Al principio el Sr. Ruiz liberaba a los neonatos cerca de
la orilla, pero muchas de las tortugas murieron a la altura en que las olas reventaban,
luego eran arrastradas por el agua y llegaban muertas a tierra. De ah que, liberndolas
ms all de la espuma blanca de las olas y controlando la incubacin, muchas de las
presiones selectivas que explican el por qu las tortugas son de seleccin-r (muchos
descendientes, pocos sobreviven), eran removidas. El escptico puede temer que la
liberacin de 24 neonatos por nido (abruptamente 25% en vez del 1%) pueda resultar en
una sobrepoblacin de tortugas marinas. Sin embargo este no es el caso puesto que en
otros lugares a lo largo de la costa del Pacfico, el 100% de los huevos estn siendo
recolectados y en el mar muchas tortugas adultas se pierden por la pesca comercial. Se
sospecha que hay un nicho abierto para estos neonatos liberados y que AMAR est
ayudando a restaurar un ecosistema marino sano. El xito del programa puede ser visto
en las siguientes estadsticas: En 1989, cuando el programa fue iniciado, apenas 580
tortugas fueron incubadas y liberadas; 5 aos despus el nmero ha crecido a 10.700.
El proyecto AMAR es un estudio de caso fascinante no slo desde un punto de vista
biolgico de la conservacin sino tambin por el punto de vista econmico de la
administracin. La organizacin AMAR originalmente empez a proteger bosques y sus
siglas vienen de Amigos del rbol. Sin embargo, los fundadores de AMAR percibieron
una tremenda oportunidad para el desarrollo sustentable a travs de la proteccin de
tortugas marinas y rpidamente concentraron los recursos para la organizacin de esta
actividad. Dicha flexibilidad es caracterstica de las empresas exitosas, quienes por lo
regular empiezan en una lnea de negocios y cambian lneas varias veces hasta que
encuentran la actividad ms lucrativa. AMAR encontr en el extractivismo sustentable una
actividad visible que puede convertirse en un impulso para futuros proyectos ambientales.
Construyendo sobre el xito del proyecto existente, AMAR ha creado una multitud de
actividades relacionadas que contribuyan hacia la sustentabilidad del Ecosistema de Barra
de Santiago. Hay un centro interpretativo donde nios de escuela van a visitar y a
aprender sobre el ecosistema costero y sobre su fauna silvestre. Tambin hay un
programa para legalizar el bosque del manglar que colinda con la barra de arena,
previniendo as que los terratenientes continen con sus expansiones ilegales de la
frontera agrcola (los lmites del parque tradicionalmente han sido definidos donde el
bosque de manglar terminaba, por lo que si los terratenientes destruan el bosque de

manglar vecino, ellos intentaran reclamar esa tierra como de ellos). Debido a que la tierra
vale tanto como USD 5.000/ha hay una fuerte presin en destruir el manglar y AMAR ve la
legalizacin de los lmites del Parque como primera prioridad. AMAR tambin est
persiguiendo las posibilidades de ecoturismo y de educacin ambiental enfocada en las
tortugas que anidan, el ecosistema del manglar y de un sitio arqueolgico.
Desafortunadamente AMAR no tiene suficiente presupuesto para aplicar todos los
aspectos de su plan en cuanto a su manejo y desarrollo.
Si bien es difcil para un consultor extranjero hacer sugerencias significativas basadas en
una corta visita, una actividad que puede incrementar los ingresos podra ser una
comercializacin del Programa de los Regalos de Navidad a turistas extranjeros. En poca
de Navidad, el guardiaparque de AMAR mantiene una ceremonia donde los nios liberan
neonatos al mar. Como se menciona en la introduccin terica de este informe, la fuente
ms significativa de ingresos para el desarrollo sustentable de la diversidad biolgica en el
corto plazo es la existencia. La gente adinerada est dispuesta a pagar por saber que
exista diversidad biolgica. Se puede expandir el Programa anual del Regalo de Navidad
para ser aplicado durante todo el ao vendiendo a los turistas norteamericanos un da de
tour para visitar la playa, liberar neonatos al mar, y tomar un paseo en lancha por el
bosque de manglar. En Costa Rica, un tour parecido cuesta hasta USD 90. Para aquellos
turistas quienes quisieran quedarse la noche para presenciar la llegada y desovada de las
tortugas, los arreglos de uno de los hoteles debe mejorarse con los ingresos percibidos
por los tours realizados durante el da. As mismo el Programa adopte una tortuga
podra iniciarse a travs de un acuerdo de cooperacin con una ONG en Norte Amrica,
Japn o Europa. Si cada huevo recolectado es valorado, digamos, en USD 3 en el mercado
de adopcin, entonces hay un atractivo potencial para un margen de USD 2,70-2,90 por
huevo (USD 3,00-0.10 o 0.3 dependiendo de las condiciones del mercado de huevos). Si
los 10.700 neonatos liberados en 1994 representan el 25% de todos los huevos
recolectados en Barra Santiago, entonces hay potencial de liberar 42.800 neonatos si cada
huevo fuera adoptado. Esto generara USD 128.400 en valor de existencia. AMAR
demuestra tanto la experiencia como la dedicacin para expandirse en esta direccin.
Para ms informacin acerca el Proyecto de Conservacin de Tortugas Marinas, favor
ponerse en contacto con:
Eunice Ester Echeverra
Asociacin Ambientalista AMAR
21 Av. Norte # 1314
San Salvador, El Salvador
FAX-TEL (503) 225 6176
(503) 276 4970
VI. Bioprospeccin (Caso 6): La imposibilidad de un caso exitoso sin un crtel.

La Bioprospeccin es regularmente percibida como la salvacin para la diversidad


biolgica. No slo existe poca evidencia de que las regalas de la bioprospeccin pueden
contribuir significativamente hacia el financiamiento de los hbitats (Aylward, 1993) sino
que la ausencia de un acuerdo multilateral para fijar una tasa de regala garantiza que
stas se volvern insignificantes (Vogel, 1995). No obstante, muchos comentaristas en la
prensa popular y acadmica se han aferrado a ancdotas aisladas de medicamentos
multimillonarios (por ej., taxol) o en biotecnologas (por ej., reacciones en cadena de
polymerase, PCR) como ejemplos del potencial valor econmico que pueda existir. Los
modelos son buscados para saber como capturar parte de este valor y dedicarlo al hbitat
de donde las muestras biolgicas fueron obtenidas. Generalmente, el modelo encontrado
es aquel del Instituto Nacional de Biodiversidad (INBio) de Costa Rica (Reid et al., 1993).
Sin duda, INBio es el modelo ms comprensible de bioprospeccin en el mundo y es
merecedor de favorables opiniones de prensa. Sin embargo, rara vez se menciona en la
cobertura de prensa el hecho que mucha de la diversidad biolgica de Costa Rica no es
endmica de Costa Rica sino que est esparcida desde Chiapas al sur de Mxico hasta Beni
al norte de Bolivia. Adems se ignora el hecho de que los bioprospectores no estn
interesados en las especies per se sino en los componentes secundarios los cuales no
necesariamente son nicos de una especie (el compuesto activo en taxol es paclitaxel el
cual ha sido encontrado tanto en el Taxus brevifolia al Noroeste del Pacfico y Taxus
baccata en Europa). Debido a que los compuestos secundarios estn difundidos tanto a lo
largo del taxn como de los lmites internacionales, una institucin de la bioprospeccin
tal como INBio est garantizando acceso no slo a la diversidad biolgica del pas de
origen, en este caso, Costa Rica, sino tambin a la diversidad biolgica de la regin entera,
Mxico, Guatemala,...Per y Bolivia. Estos dos factores-la difusin de las especies y la
difusin de los componentes secundarios-son una clave para entender por qu INBio o
cualquier otra institucin exitosa no puede ser vista como un modelo a replicar en la
bsqueda de la internalizacin del valor de la diversidad biolgica para
bioprospeccin.[12][12]
La teora econmica es poderosa en su simplicidad. A travs de fundamentos bsicos, se
puede tanto explicar como predecir. Se sabe que el precio de cualquier bien en un
mercado competitivo igualar su costo marginal. En el caso de la bioprospeccin, hay
muchos pases que pueden ofrecer los mismos compuestos secundarios. Dada la
competencia entre oferentes potenciales, el economista espera que el precio caiga hasta
el costo marginal de ofrecer muestras botnicas-una tarifa nominal. Esta simple
implicacin es confirmada por la experiencia. La gigantesca transnacional Monsanto Inc.,
ha celebrado contratos de bioprospeccin con la International Cooperative Biodiversity
Groups (Cooperativa Internacional de Grupos de Biodiversidad Inc. [ICBG]) para acceder a
muestras con regalas tan bajas como 0,2% sobre las ventas netas (RAFI, 1994, p. 7). Hasta
INBio, probablemente la Institucin ms avanzada del mundo en bioprospeccin, se cree
que recibe regalas de slo 2%.[13][13]
Es una regala del 2% o inclusive del 0.2% necesariamente tan mala? Siempre, desde
Adam Smith, el pblico ha aprendido a apreciar el rol beneficioso de la competencia. A
travs del desmantelamiento de las barreras del mercado, ms empresas pueden entrar

en una industria y cada una impondr su disciplina en su propia operacin interna,


dejando que los consumidores ahorren a travs de precios bajos. La competencia
incrementa tanto la eficiencia como la equidad. Sin embargo, en el caso de
bioprospeccin, dicha competencia no es ni eficiente ni equitativa. La explicacin es de
alguna forma abstracta y proviene de la economa de la informacin. En economas
modernas, existe un cierto tipo de bienes que son extremadamente costosos de crear
pero cuya rplica es sin embargo extremadamente barata. Casi todos los bienes que
experimentan esta estructura de costos, es decir, costos fijos extremadamente altos junto
a costos marginales extremadamente bajos, estn basados en la informacin (por ej.,
software, publicaciones, smbolos). Una vez que el productor del bien de informacin
libera ese bien al dominio pblico, l casi no tiene control sobre su consumo (no
exclusin). Dada la insuficiencia de los usuales mecanismo de exclusin (por ej., verjas,
cerraduras y llaves) para bienes de informacin, la concesin de un monopolio a travs de
derechos de propiedad intelectual (DPI) es el nico instrumento que permite a los
creadores recobrar los costos fijos de su creacin, bajo la proteccin de los DPI.
Cualquier competencia a travs de la copia ilcita es considerada piratera, y es tanto
inequitativa como ineficiente. En un mundo de piratas, hay cada vez menos creaciones y la
economa est privada de bienes de informacin (como por ejemplo, software,
publicaciones, smbolos). Es sorprendente que la razn de ser del DPI tenga una analoga
exacta en el reino de la biologa. Si bien la diversidad biolgica no es un bien intelectual, s
es un bien de informacin, no es raro ver la frase informacin gentica en la literatura
cientfica. As como un bien de informacin, la diversidad biolgica comparte una
estructura de costos similar: costos de oportunidad extremadamente altos en el
mantenimiento de hbitats, pero con costos extremadamente bajos para acceder a los
componentes de esos hbitats (vase Vogel, 1994). De ah que la competencia llevar
hacia la baja los precios de las muestras biolgicas hasta que se llegue a su costo marginal,
privando as a los pases de recuperar los costos de oportunidad de la conservacin.
Si se aceptan las patentes, copyrights (derechos de autor) y marcas registradas de
monopolio como instrumentos legtimos para permitir el surgimiento de un mercado de
bienes de informacin, entonces se debera aceptar los derechos del oligopolio sobre
recursos genticos para permitir el surgimiento de un mercado para hbitats.
Los pases que ofertan muestras biolgicas deberan fijar una tasa de regala y distribuir las
rentas econmicas y los que buscan muestras biolgicas deberan respetar el crtel.
Desafortunadamente los portavoces de la industria biotecnolgica rehusa reconocer
tal lgica y desean continuar con el acceso libre de jure que corresponde a la antigua
doctrina herencia comn de la humanidad (vase el cuadro abajo) o un libre acceso de
facto disfrazado en acuerdos bilaterales (por ejemplo, el trato de Monsanto-ICBG que
negoci una regala de 0,2%). La posicin hasta se convierte en hipcrita cuando las
compaas de biotecnologa del Norte se quejan amargamente sobre la piratera
intelectual en el Sur (vase el cuadro a la derecha).
Hay una flor que crece en el Ecuador
El Presidente George Bush vacil sobre si firmar o no el CDB en la Cumbre de la Tierra,
Ro92. Decidi no hacerlo basndose en comunicaciones recibidas por los lderes

industriales como Kirk Raab, ex-jefe de Genentech, Raab defendi el cabildeo con Bush en
los siguientes trminos: No creo que meterse con los derechos de propiedad industrial
sea apropiado en lo ms mnimo. Se saca un montoncito de tierra en Npoles...o se
arranca una flor del Ecuador, no creo que haya un requisito en el sentido de que el pas de
origen tenga algn derecho econmico predeterminado.
Sally Lehrman, Genentech Stance on Biodiversity Riles Staff (La posicin de Genentech
con respecto a la biodiversidad molesta a su personal.) Nature, 9 de julio de 1992, p. 97.
La Convencin sobre Diversidad Biolgica (CDB) procura corregir las ineficiencias e
inequidades de un libre acceso reconociendo la soberana de un pas sobre sus recursos
genticos. En varios artculos de la CDB, los pases signatarios estn forzados a compartir
los beneficios de las biotecnologas que utilizan recursos genticos con el pas de origen.
Desafortunadamente, borradores de la CDB fallaron en percibir que la soberana
terminara en una guerra de precios que privara a todos los pases de una renta
econmica. Para hacer las cosas ms difciles, la CDB se refiere a los beneficios de los
contractos bilaterales sin especificar el valor de esos beneficios o cmo medirlos. Tal
ambigedad es impensable para un economista. Desde luego, como Ronald Coase, el
Premiado Nobel Memorial en Economa de 1991, se ha mofado, la economa es la ciencia
social ms avanzada, no debido a cualquier sofisticacin terica, sino simplemente debido
a que tiene una vara conveniente de medida: el dinero (vase Posner, 1993, p.208).
Cuando las Partes de la CDB admiten compartir-beneficios en cosas como transferencia
de tecnologas, ellos arrojan la herramienta ms poderosa de su profesin. El economista
sospecha que el valor en dinero de las tecnologas transferidas bajo acuerdos bilaterales,
ser tambin extremadamente bajo: desechando tecnologas obsoletas en valores
contables inflados, engaando as no slo a los oferentes del Sur sino tambin a los
gobiernos del Norte por impuestos corporativos no pagados (por ejemplo, el valor
contable ser restado de las ganancias para determinar los ingresos que van a ser
gravados).
Privatizar las ganancias - Socializar los costos
El lema de la industria biotecnolgica de los Estados Unidos?
Entretanto los negocios basados en la copia y falsificacin de propiedad intelectual est
prosperando en algunos pases, especialmente en India, Brasil, Argentina, Egipto y
Turqua. Su influencia ha hecho que a veces esos pases reformen sus leyes. En los
sectores de publicacin, moda, cine y msica, esto ha llevado a notables prdidas de
ingresos. En la industria farmacutica, sto ha llevado a prdidas humanas adems de las
econmicas. Edmund Pratt, Jr. Ex-Ejecutivo en Jefe de Pfizer, INC. en un anuncio pagado
en The Economist, 27 de mayo de 1995, p. 24.
A travs de la sustitucin simple de palabras, los que abogan por un crtel sobre la
biodiversidad y su conocimiento asociado pueden presentar exactamente el mismo
argumento de por qu las compaas como la Pfizer de Pratt, deben pagar un precio de
oligopolio:

Entretanto, los negocios basados en la extraccin y sntesis de informacin natural estn


prosperando en algunos pases, especialmente en los Estados Unidos. Su influencia ha
hecho difcil para el pas ratificar el CDB. En turismo, publicidad y cultivo de plantas, sto
ha llevado a notables prdidas de ingresos. En la industria farmacutica, sto a veces ha
llevado a prdidas humanas adems de las econmicas.
Cul sera una tasa de regala eficiente y equitativa para la bioprospeccin? No se puede
mirar hacia el mercado en busca de una respuesta en vista de que el mercado refleja los
ingresos de una guerra de precios entre oferentes de muestras biolgicas. Tericamente,
la tasa depender del grado de sustitucin de los componentes secundarios naturales
como un conjunto con otras actividades que pueden producir la misma funcin (por
ejemplo, terapia gentica o diseo molecular racional). Sin embargo, se necesitar que el
crtel ya est establecido antes de que se pueda observar una disposicin por parte de la
industria a pagar por compuestos secundarios versus una terapia gentica o diseo
racional molecular. El problema de una tasa de regala eficiente y equitativa se hace
inclusive circular, o sea, indeterminado, en vista de que probablemente tambin se deba
sugerir cul ser la tasa ms favorable antes que los oferentes ingresen al crtel. En Genes
for Sale (Genes para la Venta), Vogel (1994) sugiere una tasa de regalas del 15% sobre las
ventas netas basada en lo que es comnmente observado en otras formas de propiedad
intelectual donde hay control monoplico. Este 15% podr tener la siguiente estructura
doble: la institucin que provea la muestra disfrutar entre el 1-3% como pago por el valor
agregado al recurso gentico y los pases que protegen el mismo recurso gentico
compartirn una renta econmica entre 12-14%.
Si bien los ms de 160 pases que han ratificado a la CDB, el lder mundial en
biotecnologa, Estados Unidos, no la ha ratificado hasta la fecha de esta publicacin
(diciembre, 1996). Indudablemente, sugerencias de un crtel y de una regala del 15%
endurecer la oposicin de los Estados Unidos hacia la Convencin sobre Diversidad
Biolgica. El estatus de no-ratificacin de los Estados Unidos tiene serias ramificaciones en
vista de que cualquier empresa norteamericana est libre de obligaciones legales al
compartir beneficios justos y equitativos provenientes de la utilizacin de recursos
genticos como se establece en el artculo 1 de la CDB. Los Estados Unidos an gana una
ventaja comparativa en bioprospeccin simplemente por no haberla ratificado. Por
ejemplo, una empresa de los Estados Unidos puede disfrutar de libre acceso a mucha de la
diversidad biolgica del Sur simplemente realizando actividades de bioprospeccin dentro
de la jurisdiccin de los Estados Unidos. Consideremos la extensin de diversidad biolgica
que cae bajo la jurisdiccin de los Estados Unidos pero todava es parte de un ecosistema
ms grande donde rige la CDB: Hawai, Guam y Samoa (las naciones de las Islas del Pacfico
Sur), Alaska (Canad y Rusia), Norteamrica continental (Mxico, Canad y las naciones de
las Islas del Caribe), Puerto Rico y el Canal de Panam (naciones de Latinoamrica), bancos
ex situ de genes, jardines botnicos y zoolgicos, y posiblemente los terrenos de las
embajadas estadounidenses (de los cerca de 160+ pases que han ratificado el CDB hasta
diciembre de 1996).[14][14]

Irnicamente, la no ratificacin de la CDB priva tambin al gobierno de los Estados Unidos


de la participacin de beneficios sobre los recursos suministrados por sus tierras en
parques federales. Por ejemplo, la antes mencionada tecnologa PCR se deriva de Thermus
aquaticus (Taq), una bacteria termoflica tomada del Parque Nacional Yellowstone. Cetus
Inc., vendi el derecho de patentes sobre el PCR a Hoffman-La Roche por $300 millones y
eventualmente la tecnologa podr generar $1 mil millones por ao en rditos (Chester,
1996, p.23). En contraste el Parque Nacional Yellowstone no recibe nada. Si el
descubrimiento de Taq hubiera ocurrido bajo tal CDB y hubiera un crtel cobrando el 15%
de regalas, el Departamento del Interior de los Estados Unidos podra haber recibido
hasta $150 millones por ao (suponiendo que el Taq es endmico al Parque Nacional de
Yellowstone).
Los que realizaron los borradores de la CDB fracasaron al no prever las consecuencias de
la competencia entre los oferentes del mismo compuesto secundario, y al no prever las
ramificaciones del estatus de la no-ratificacin de los Estados Unidos. Ambos problemas
pueden ser remediados va un Protocolo Especial a la CDB. Tal Protocolo debe incorporar
los siguientes puntos:
1. La enmienda de las leyes nacionales sobre derechos de propiedad intelectual para
requerir Certificados de Origen (vase Tobin, por publicar) en productos que utilizan
diversidad biolgica.
2. Anlisis cientficos para determinar el taxn en el cual se encuentra el compuesto, y
un mecanismo de cmara de compensacin (clearing house mechanism) para
determinar el rango del hbitat para aquellos taxones con el fin de identificar a los
poseedores comunes de la informacin.
3. El establecimiento de un fondo para que se reciban las regalas del 15% sobre las
ventas netas de biotecnologas que usan diversidad biolgica y la distribucin del
dinero recolectado a los miembros del crtel de acuerdo a la representacin de individuos en el taxn en el cual el compuesto fue encontrado.
4. Una indagacin de los poseedores de los derechos intelectuales que usan diversidad
biolgica y una verificacin de si la renta econmica ha sido pagada.
5. Una filtracin de los puntos 1 y 4 para permitir un cuestionamiento del ttulo en
exportaciones de biotecnologa desde pases que no han ratificado la CDB hacia pases
que s lo han ratificado siempre que las rentas econmicas no hayan sido pagadas al
fondo.
El Protocolo Especial forzar a los industriales en pases no ratificadores de la CDB a pagar
voluntariamente las regalas o arriesgarse a perder el mercado de exportacin a travs de
amenazas a la propiedad de la biotecnologa exportada.
Un sub-tema de la bioprospeccin es la etnobioprospeccin y puede ser tambin
cartelizada. El conocimiento tradicional facilita la identificacin de compuestos y puede
beneficiar a las comunidades cuando el conocimiento tradicional no ha cado todava en el
conocimiento pblico. Debido a que la erosin cultural se est dando ms rpido que la
erosin biolgica, se debe dar incentivos a la industria biotecnolgica para que se
conduzca la etnobioprospeccin antes que la bioprospeccin por bsqueda al azar. Un

posible incentivo podr ser el mantener la tasa de regala al 15% y la mitad de esa suma
destinada a los intermediarios que han aislado el compuesto (7.5%), un cuarto destinado a
los miembros de la comunidad de un crtel de secretos comerciales (3.25%), y el otro
cuarto a los miembros del crtel que comparten la misma diversidad biolgica (3.25%).
Aunque no pueda haber un estudio de caso exitoso de bioprospeccin sin que se forme un
crtel, existen esfuerzos para moverse en la direccin del mismo. Un proyecto titulado
La Transformacin de Conocimiento Tradicional en Secretos Comerciales est en camino
actualmente en el Ecuador. El proyecto procura alcanzar una cartelizacin del
conocimiento tradicional dentro del Ecuador y luego expandir la estructura organizacional
a pases vecinos. El proyecto es un esfuerzo colaborativo del Programa Banco
InterAmericano de Desarrollo-Consejo Nacional de Desarrollo, CARE-Ecuador, y la ONG
EcoCiencia. El Proyecto empez a finales de 1995 y entrar en su fase piloto en las
regiones de la Costa, Sierra y Amazonia a principio de 1997. El proyecto se dispone a
catalogar el conocimiento tradicional en bases de datos diseadas a medidas, escritas en
ACCESS. Cada comunidad que participa tendr su propio archivo en la base de datos y no
tendr capacidad para acceder a archivos de ninguna otra comunidad. La base de datos es
mantenida en centros regionales (ONGs o universidades) y es salvaguardada a travs de
una jerarqua de restricciones de acceso. Debido a que el conocimiento tradicional no es
usualmente nico a una comunidad, el administrador de la base de datos filtra el
conocimiento depositado entre las comunidades para determinar cuales comunidades son
poseedoras del nuevo conocimiento. Luego se filtra estos conocimientos contra lo que ya
est en el dominio pblico a travs de la base de datos botnica on-line conocida como
NAPRALERT de la Universidad de Illinois-Chicago. El conocimiento que todava no es
pblico puede ser negociado como un secreto comercial en un Acuerdo de Transferencia
de Material (ATM) tanto con industriales o con intermediarios. Los beneficios de los ATMs
sern pagados en dinero y divididos entre el gobierno y todas las comunidades que
depositaron el mismo conocimiento en la base de datos. El pago a las comunidades es
entonces usado para financiar proyectos pblicos previamente identificados por cada
comunidad. Reconociendo que el conocimiento tradicional no es nico de un pas, el
proyecto intenta redefinir un grupo de estndares desde la fase piloto de tal manera que
otros pases puedan adoptarlos e impulsar un crtel internacional.
Un libro de 200 hojas titulado El Crtel de Bioidiversidad: Transformacin de
Conocimientos Tradicionales a Secretos Comerciales (Vogel [ed.], 2000) est disponible en
espaol e ingls a travs de www.elcarteldebiodiversidad.com. Los autores del libro son
cinco contribuyentes que abarcan las profesiones de botnica, derecho, economa,
informtica, y micro-biologa, y presenta tanto la teora tras el crtel como instrucciones
paso a paso para transformar el conocimiento tradicional en secretos comerciales. Se
incluyen en el libro especificaciones tcnicas y del software para que se pueda instalar la
base de datos.
Para ms informacin concerniente a la Transformacin de Conocimientos Tradicionales
en Secretos Comerciales, favor contactar:
Joseph Henry Vogel, PhD
2 Wellington Downs

Scotch Plains, NJ 07076 USA


email: [email protected]

Conclusin y Recomendaciones
Como se evidencia en la cita inicial de este informe, hay una abierta hostilidad entre
economistas y conservacionistas en lo concerniente a la distribucin y subsecuente
destino de la diversidad biolgica. La inclinacin de los economistas es valorar la
diversidad biolgica en dlares, admitir que las estimaciones son crudas, y luego,
audazmente, introducir estas estimaciones en un anlisis costo-beneficio del proyecto
bajo deliberacin. A pesar del rigor de cualquier anlisis de esa naturaleza, la ganancia o
prdida neta resultante ser un nmero sin significado. El bilogo conservacionista David
Ehrenfeld (1988, pp. 214, 216) explica tanto la ilegitimidad de dicho acercamiento as
como su inherente peligro: No es posible deducir el verdadero valor econmico de
cualquier porcin de diversidad biolgica, si se deja de lado en la sumatoria el valor de la
diversidad. No conocemos suficiente sobre genes, especies, o ecosistemas como para ser
capaces, en el gran esquema de las cosas, de calcular su valor ecolgico y econmico... No
puedo dejar de pensar en que cuando terminemos de asignar valores a la diversidad
biolgica, nos daremos cuenta que no nos queda mucha de esta diversidad biolgica
restante"(traduccin ma).
Los conservacionistas no estn solos en el rechazo de la aplicacin indiscriminada del
anlisis costo-beneficio. Nada menos que un terico como E.J. Mishan (1972, p.20), seal
los lmites del anlisis costo-beneficio y la obligacin de los practicantes:
Si el efecto inconmensurable est completamente ms all de su [del economista] rango
de conjeturas razonables, de tal manera que el economista no puede tomar una decisin
con base en los datos medibles y a su trabajo de adivinanzas, l le sirve mejor al pblico
confesando la verdad: que, con las tcnicas e informacin existentes, no es capaz de
cumplir con su tarea.
Cul es entonces la tarea del economista? Este informe procura una respuesta: Primero
es enfatizar sobre la imposibilidad de la aplicacin de anlisis costo-beneficio a proyectos
que arriesgan la existencia de las especies. Segundo, es enfatizar que la decisin de
proteger la diversidad biolgica no slo es una decisin tica sino tambin una decisin
econmica: en la ausencia de informacin, la decisin ms prudente es adoptar el
principio precautelatorio en la forma de patrones seguros mnimos. Finalmente, es tarea
del economista proveer de instrumentos que pueden internalizar los beneficios externos
de la diversidad biolgica y hacer que la gente pague cuando se beneficie. La gente debe
pagar, no debido a que los hbitats deben competir con madera, ganado y represas, sino
debido a que hay presiones econmicas muy grandes por los intereses creados tras la
madera, el ganado y las represas para invadir los hbitats protegidos. La generacin de
rentas por el uso sustentable de la diversidad biolgica puede crear presiones
contrarrestantes a los exterminadores. Esto ha sido la humilde alternativa para la
economa en bancarrota.

Este informe ha revisado seis categoras de valores econmicos que se pueden derivar del
uso sustentable de la diversidad biolgica: Existencia, Ecoturismo, Servicios Ambientales,
Agricultura Sustentable, Extractivismo y Bioprospeccin. Si bien cada caso puede ser
considerado exitoso, y algunos, notablemente ms exitosos, todos pueden ganar de la
aplicacin de, justamente, la teora econmica contempornea. El reto para el desarrollo
sustentable es mejorar sobre stos, los mejores casos y replicarlos cuando sea posible.
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NOTAS:

[1][1] Un punto de vista ms pesimista es que el costo medioambiental de adquirir la


informacin necesaria borrara esta informacin, volviendo, en consecuencia, a la
aplicacin de la teora econmica imposible. Esto sera anlogo al principio de Heisen-berg
en qumica.

[2][2] En contraste con la tala rasa de madera, la tala en bandas no amenaza la diversidad
biolgica y ser incorporada en la parte izquierda de la Ecuacin (1) como un valor de
extractivismo. Vase Anderson (1990).
[3][3] A qu nivel taxonmico debera uno preservar? En especies, poblaciones,
individuos o genes? Si se pre-serva todo, entonces que comeremos? Vogel (1994) explora
estas inconsistencias lgicas y sugiere que la funcin genticamente codificada debe ser
el objetivo de la conservacin.
[4][4] Exgeno significa que la formacin de preferencias se determina fuera del dominio
de los economistas, y corresponde a psiclogos y socilogos resolverla. John Kenneth
Galbraith (1958) ha criticado desde hace tiempo esta premisa tachndola de ridcula y
hace notar la manipulacin de preferencias por me-dio de propaganda sofisticada. Si las
preferencias son creadas, la demanda no es independiente de la oferta y la condicin
ptima carece de significado.
[5][5] Estas estadsticas y las que se vierten en los dos prrafos siguientes estn basadas
en The Value of Nature Protection: Economic Analysis of the Saba Marine Park (El valor
de la proteccin de la naturaleza: anlisis econmico del Parque Marino Saba) por Rainald
Framhein. (Resumen por el Gobierno de Saba, borrador, Septiembre 1995) Las
descripciones cualitativas son sacadas en gran medida de A Self-Financing Marine Park:
The Saba Case por Tom vant Hof y Kenneth Buchan (CANAPRI Trabajo de Grupo en
Generacin de Rentas para Areas Protegidas).
[6][6] El mismo argumento se puede hacer para derrame de petrleo. Saba est contra el
viento y contra corriente de la Estacin de Petrleo Terminal de Eustatios. De cualquier
manera, la responsabilidad recae en la Terminal, la cual puede controlar el riesgo y
disfrutar de los beneficios de sus actividades que generan dichos riesgos.
[7][7] Esto puede considerarse como un tipo de privati-zacin distinto a la venta de
activos de posesin p-blica al sector privado. El Estado sigue teniendo el activo pero
cobra como si fuera un agente privado. El Estado es incapaz de vender activos por la
simple razn de que ningn agente privado pagara por su valor agregado TMS. Debido a
que pocas externalidades estn en capacidad de ser internalizadas, cualquier agente
privado degradara el hbitat por usos alternativos que generen rentas financieras
mayores que la tarifa a usuarios por la cual la TMS fue capaz de ser internalizada. Por lo
tanto, la venta de activos de posesin pblica sera ineficiente.
[8][8] Debido a que el costo marginal cae debajo del costo promedio, el precio de cada
valor no puede ser establecido al costo marginal sin incurrir en continuas prdidas. Vase
Rosen (1992, p. 337-341) para una discucin de las alternativas.
[9][9] Las estadsticas de ste y de los siguientes prrafos fueron sacadas de documentos
internos y de publica-ciones de la IAP, tal como La ley del IVA Ecolgico como ejercicio de
federalismo fiscal al servicio de la conservacin del medio ambiente, en el Estado de
Paran, Wilson Loureiro, Secretario de Medio Am-biente, e IVA Ecolgico: Desarrollo
Sustentable: El presente de Paran para el futuro de Brasil (traduccin ma).
[10][10] Para una discusin en biologa de producciones sustentables, vase Extractivismo,
(Caso 5), el Pro-grama de Conservacin de las Tortugas Marinas en El Salvador. Basta con

mencionar aqu, que una porcin de una poblacin saludable de cualquier especie pueda
ser cosechada sin ninguna amenaza de sobrevivencia a largo plazo.
[11][11] Cyntia J. Laguex (1990, p.142) escribe Durante los ltimos 40 aos, cerca del
100% de los huevos de Olive Ridley (Leopidochelys olivceas) que des-cansan en las
Costas del Pacfico de Honduras han sido recolectados y vendidos en El Salvador o en
Honduras. Es aparente que la poblacin de tortugas no podr sostener este nivel de
explotacin sin expe-rimentar efectos perjudiciales. De hecho, es ms bien perplejo que
nidales de olive ridley todava se den en estas playas. La explicacin de esta paradoja es
que las tortugas que se acercan a tierra en El Salvador y Honduras pertenecen a un efecto
secundario al azar de sitios ms populares en Mxico, Panam o Costa Rica.
Una hiptesis alternativa es que las tortugas estn regresando a la playa donde fueron
incubadas y son mayores de 40 aos. Si la hiptesis alternativa es correcta, entonces miles
de tortugas desovarn en Barra Santiago en el futuro.
[12][12] Hay tambin otras razones por las que INBio no es un modelo apropiado para
replicar. Vase Feinsilver y Chapela (1996).
[13][13] Tasas de regalas no necesariamente son reveladas y son vistas como
informacin confidencial. La no revelacin hace que la evaluacin de los contratos en
bioprospeccin sea imposible.
[14][14] Los terrenos de las Embajadas de los pases que retificaron la CBD sern cubiertas
por la CBD.
http://www.prodiversitas.bioetica.org/nota32.htm

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