GABA y Suicidio

Descargar como pdf o txt
Descargar como pdf o txt
Está en la página 1de 14

Andrade Salazar JA. Psicologia.com. 2014; 18:1.

http://hdl.handle.net/10401/6589

Artculo original
GABA, depresin y suicidio: aspectos epigenticos
asociados
GABA, depression and suicide: epigenetics aspects associated

Jos Alonso Andrade Salazar1*, Anglica Rodrguez Romero2, Juan Andrs Campos
Ramrez3
Resumen
Este es un artculo terico de actualizacin disciplinar, que busca un acercamiento a la
influencia del neurotransmisor GABA en la depresin y el suicidio puesto que, en personas con
depresin dicho compuesto tiene un papel importante, afectando la actividad de reas del
cerebro implicadas en la toma de decisiones y la resolucin de conflictos. El estudio encontr
que aunque la depresin se relaciona con el aumento o disminucin de la concentracin de
Noradrenalina y serotonina, es el neurotransmisor GABA el que determina un proceso conjunto
de inhibicin biopsicosocial, que aumenta el riesgo de suicidio en personas vulnerables biolgica
y socialmente.
Palabras clave: Depresin, funciones ejecutivas, factores epigenticos, GABA, suicidio.
Abstract
This is a theoretical article of update discipline; it seeks an approximation to the influence of the
GABA neurotransmitter in depression and suicide since, in people with depression this
compound has an important role, affecting the activity of areas of the brain involved in decisionmaking and conflicts resolution. The study found that although depression is related to the
increase or decrease in the concentration of noradrenaline and serotonin, is the GABA
neurotransmitter that determines a joint process of inhibition biopsychosocial, which increases
the risk of suicide in people with biological and social vulnerability.
Keywords: Depression, executive functions, epigenetic factors, GABA, suicide.

Recibido: 12/03/2013 Aceptado: 26/05/2013 Publicado: 07/08/2014

* Correspondencia: [email protected]
1 Psiclogo clnico. Especialista en Gestin de proyectos de desarrollo. Docente investigador. Coordinador
de investigaciones del programa de psicologa de la Universidad De San Buenaventura extensin Ibagu Convenio Universidad San Martn. Colombia 2012
2 Investigador de la Universidad De San Buenaventura extensin Ibagu - Convenio Universidad San
Martn. Colombia 2012. Email: Rodriguezangelica22@yahoo.
3 Investigador de la Universidad De San Buenaventura extensin Ibagu - Convenio Universidad San
Martn. Colombia 2012. Email: [email protected]
Psicologia.com ISSN: 1137-8492
2014 Andrade Salazar JA, Rodrguez Romero A, Campos Ramrez JA.

Andrade Salazar JA. 2014; 18:1. http://hdl.handle.net/10401/6589

Introduccin
Una cantidad cada vez ms importante de personas en el mundo sufren de depresin, la OMS
estima que en 10 aos ser la segunda causa de incapacidad laboral (40); la entidad indica que
en el mundo se suicidan dos personas por minuto, calculando que al menos un milln de
personas mueren por esta causa, lo que representa una mortalidad anual de 14,5 personas por
cada 100.000 habitantes. El sntoma principal de la depresin es la anhedonia o dificultad
acusada para sentir placer, condicin que al adquirir un carcter crnico, y aumentar su
intensidad mrbida, puede llegar a amenazar la vida de la persona; los sntomas de la depresin
presentan una intensidad leve, moderada y grave, y pueden ser de tipo eventual, recurrente,
recidivante, comrbido o estructural, en cuyo caso existiran sujetos con rasgos o tendencias en
su personalidad de tipo depresivo (American Psychiatric Association).1 Las depresiones
presentan como factor causal, desequilibrios en las sustancias qumicas del cerebro o
neurotransmisores,
especialmente
en
el
funcionamiento
del
cido
gamma
aminobutrico(GABA), el cual es un neurotransmisor aminocido inhibitorio de gran
abundancia en el cerebro que se asocia al suicidio, a razn de su elevada concentracin en
personas con depresin severa (20), y en otros trastornoscomrbidos, revelando que la
comorbilidad de sntomas y trastornos a nivel psicopatolgico, es un factor de elevado riesgo
para la manifestacin del suicidio, bajo condiciones depresivas (31).
Para la psicologa el suicidio es un fenmeno que debe ser analizado desde una perspectiva
multidisciplinar en la que se incluyan aspectos asociados a la neurotransmisin, trastornos
emocionales, escasas habilidades sociofamiliares para resolver problemas, adems de
agresiones, violaciones sexuales, trastornos de identidad sexual, trastornos psiquitricos,
adiccin a las drogas, acceso a medicamentos, dificultades en el grupo familiar, y divorcio o
separacin de los padres (6). Una de las reas de inters de la psicologa es la conformacin de
las representaciones suicidas, las cuales incluyen el paso de la ideacin al acto de quitarse la vida
as, la ideacin suicida es una condicin necesaria para desplegar acciones suicidas (37), y
aunque no determina que una persona se suicide a causa de una idea, es innegable que su
consolidacin eleva la potencialidad de los factores de riesgo. Cabe mencionar que dichos
elementos se constituyen a partir de variables como edad, gnero o condicin social;
investigaciones indican que las mujeres cuentan con tasas ms elevadas de ideacin y
parasuicidio, mientras los hombres tienen tasas de mortalidad resultantes de dichas conductas
con una relacin de 4:12.(41,56) En el suicidio la interinfluencia de factores biolgicos,
psicolgicos y sociales es innegable, por ello las habilidades de autorregulacin neurobioqumica
y psicosocial, dependen tanto de factores endgenos (estructura y funcionamiento biolgico)
como exgenos (condicin social, experiencia vital, personalidad), que a travs de su
complementariedad tienen a fortalecer el acto suicida.
En los procesos internos de autocompensacin que inducen la posible produccin de
benzodiacepinas endgenas, la amgdala juega un papel substancial al presentar una
concentracin importante de receptores GABA; as el sistema lmbico (amgdala, fornix, corteza
cingulada y septum) que interfiere en la regulacin del comportamiento motivado, guarda una
relacin estructural con la conducta suicida, y aunque no reduce su actividad a la accin del
GABA, s esclara la asociacin entre su disrregulacin y la capacidad general de un sujeto para
tomar decisiones puesto que, el GABA y los receptores benzodiazepinicos modifican la funcin
de modulacin e integracin de las neuronas piramidales, mismas que median la actividad del
sistema serotoninergico (44). Estas caractersticas dificultan la toma de decisiones ajustadas al
plano social-comunitario, deteriorando la capacidad de confrontar las contingencias de la vida, y
en gran medida la habilidad del sujeto para recuperar la iniciativa, respecto a sus objetivos
personales y sociales desde un escenario emocional. Grosso modo en el cerebro del suicida

Andrade Salazar JA. 2014; 18:1. http://hdl.handle.net/10401/6589

ocurren anomalas importantes en la neurotransmisin gabaergica y serotonrgica, asociadas al


funcionamiento de la corteza prefrontal, el hipocampo, el sistema hipotalmico y el tallo
cerebral. Autores como Hall afirman que la depresin son un grupo heterogneo de trastornos
afectivos que se caracterizan por un estado de nimo deprimido, disminucin del disfrute,
apata y prdida del inters en el trabajo, sentimiento de minusvala, insomnio, anorexia e
ideacin suicida (21). De acuerdo a la autora a menudo los pacientes con depresin presentan
ansiedad y sntomas somticos variados, por lo que cuando la depresin se vuelve crnica,
genera una calidad de vida deficiente ya que, produce una crnica incompatibilidad social del
paciente hacia su entorno, y dificultades de comunicacin con otros (21).
En estos espacios el GABA influye en la capacidad de reaccin de los implicados en problemas
sociofamiliares que afectan la calidad de vida de la familia, cabe mencionar que el suicidio no se
reduce a la no-recaptacin del GABA y la disminucin de ciertas sustancias, pues son
coadyuvantes la serotonina y la dopamina que en el caso de la depresin presentan una
disminucin importante (17). Asimismo el suicidio puede asociarse a fallas en las funciones
ejecutivas, que son definidas como operaciones mentales que estn crticamente involucradas
en la propia adaptacin a situaciones nuevas (50), por tanto son primordiales en todos los
comportamientos volitivos como tambin, en el mantenimiento de la autonoma personal y el
desarrollo de la personalidad, misma que al presentar parmetros depresivos e inhibitorios
desde la infancia, puede constituirse en un factor predisponente de cuadros depresivos a futuro.
Para Pousada entre las funciones ejecutivas tambin est la inhibicin del comportamiento
respecto a informacin irrelevante, la autorregulacin de la efectividad, la motivacin y
planificacin (48), condicin que influye de forma determinante en el comportamiento de la
persona que se suicida. De acuerdo a la Society of Neuroscience (53) las distintas reas dentro
de la corteza pre frontal mantienen las funciones ejecutivas en un constante interjuego, visible
en tareas como la seleccin de actividades, el repaso y el monitoreo de la informacin como
tambin, acciones derivadas del rea dorso lateral pre-frontal enfocadas al desarrollo de tareas
de abstraccin, organizacin y representacin de imgenes, condiciones necesarias para el
adecuado funcionamiento ejecutivo del sujeto (48).
Las funciones ejecutivas comportan procesos asociados a ideas simples, que se combinan a fin
de resolver problemas de elevada complejidad (61), presentando un dominio directo en el modo
particular en que cada persona toma decisiones, y cmo stas determinan el sentido que le
otorga a su existencia personal y comunitaria. Cabe resaltar que para poder pasar de lo simple a
lo complejo, el rea dorsolateral pre-frontal interacta con reas corticales superiores, por lo
que el suicidio en estados depresivos, requiere la conformacin de una temporalidad mental
para efectuar la planificacin del acto suicida, aspecto que se suma a la formacin de
representaciones acerca de la autoeliminacin en pacientes con depresin severa. Respecto al
GABA y su relacin con el tlamo, ste cumple una funcin importante, por lo que se habla
acerca del tlamo como encargado del procesamiento de informacin, al tiempo que influye
sobre las funciones corticales, gracias a que el tlamo dentro de su ncleo reticular talmico
contiene el neurotransmisor inhibitorio GABA, impidiendo que cierta informacin no se
proyecte a la corteza, lo que asocia el funcionamiento disrregulado del tlamo, a la actividad
precaria o inhibida de las funciones ejecutivas en personas con depresin que corren riesgo de
cometer el acto suicida (47).

Accin gabaergica
Es importante mencionar que el cido y-aminobutrico(GABA) es el prototipo de los
aminocidos que ejercen una poderosa funcin inhibidora; dicha funcin se cumple a travs de

Andrade Salazar JA. 2014; 18:1. http://hdl.handle.net/10401/6589

subunidades receptoras GABAAR, GABABR y GABAGR en el sistema nervioso central (SNC),(7)


y donde aproximadamente el 30% de las sinapsis son gabaergicas (52). Para Sols, Delgado &
Hernndez (58) el receptor GABAA, tiene sub unidades 3, 5 y 3 codificados por los genes
GABRB3, GABRA5 y GABRG3 respectivamente, que se encuentran en las regiones 15q11-q13 del
cromosoma 15, donde se localizan los genes que codifican dichas subunidades del receptor
GABAA. De acuerdo a Flrez y Pazos (15) el GABA se encuentra ampliamente extendido por
todo el sistema nervioso central de forma irregular desde la corteza cerebral hasta la mdula
espinal, as es posible distinguir dos tipos de proyeccin GABArgica: a) de largo alcance,
caracterstica de la corteza cerebelosa, globuspallidus, sustancia negra (parsreticulata) y ncleo
reticular del tlamo, y b) de corto alcance, en forma de interneuronas de axn corto que actan
localmente sobre neuronas prximas. De acuerdo a los autores mencionados con antelacin
ambos sistemas son de tipo inhibidor, y tienen la funcin de controlar la actividad de los
sistemas excitadores del SNC, de tal modo que el aumento o la reduccin del tono GABArgico
conlleva una disminucin o aumento gradual de la actividad excitadora, por lo que la proyeccin
de largo alcance, se da en estructuras ms estratificadas tales como, el cerebro anterior, el
tlamo, hipotlamo, ncleos de la base y los lbulos cerebrales (15).
Respecto a la localizacin del GABA hay numerosas neuronas gabaergicas en el estriado, el
globuspallidus y la sustancia negra, que conforman uno de las ms importantes vas aferentes
del estriado (15). As mismo la degeneracin del cuerpo estriado, se encuentra asociado a la
enfermedad de Huntington, y est a su vez genera la perdida selectiva de neuronas
gabargicaslo que puede asociarse a comportamientos suicidas como efecto de conductas
impulsivas (3). En ste sentido Merello (39) opina que el globuspallidus tiene una influencia
inhibitoria tnica mediada por el sistema GABA; de igual modo Fernndez (14) indica que el
ncleo acumbens recibe aferencia glutamatrgica de la corteza motora y dopaminrgica de la
sustancia negra, por lo que el ncleo acumbens despliega conexiones gabargicashacia el
globuspallidus ventral. Otros sistemas relacionados son: 1) el cerebelo con sus clulas Purkinje,
encargadas de la inhibicin de las neuronas de los ncleos centrales, profundos y vestibulares
del mismo (16); 2) las neuronas del hipocampo, cuya funcin es la consolidacin de memoria y
aprendizaje; 3) otros sistemas de proyeccin a largo alcance, como por ejemplo el efecto
inhibidor del GABA desde la eminencia media (hipotlamo) hacia la hipfisis (15).
Por su parte la proyeccin de corto alcance utiliza neuronas gabaergicas de circuito local que
actan sobre neuronas prximas, por tanto su funcin resulta muy precisa y concreta (15). Como
ejemplo de ello es que el GABA funciona como inhibidor y en el hipocampo influyen en
actividades de la memoria (8). Respecto al cerebelo estudios indican que una degeneracin
cerebelosa no es la causa principal del suicidio, pues existe una disminucin en la irregularidad
del plano temporal y un engrosamiento del cuerpo calloso en los pacientes con psicosis cicloide
que puede guardar relacin con el suicidio en pacientes psicticos (40). Per se el cerebelo juega
un papel primordial, contribuyendo a comportamientos depresivos que pueden conllevar a una
conducta suicida. Reportes clnicos de lesiones a nivel cerebeloso, reflejan cambios en la
respuesta emocional, como la combinacin de pasividad y brusquedad, humor inapropiado e
impertinente. Autopsias de personas, con cuadros depresivos severos y cuya muerte fue por
suicidio, se evidencia una notable diferencia en el tamao del cerebelo, en tanto que era ms
pequeo al promedio, lo que sugiere que el cerebelo es importante para una adecuada funcin
cognitiva y emocional (16).

Andrade Salazar JA. 2014; 18:1. http://hdl.handle.net/10401/6589

Polarizacin e hiperpolarizacin
De acuerdo con King las neuronas que secretan GABA son llamadas gabaergicas (28), as la
formacin del GABA ocurre por la descarboxilacin delglutamato catalizado por el glutamato
descarboxilasa (GAD), de ah que la existencia del GAD sea un importante marcador para
identificar las neuronas GABA. Asimismo el GABA es degradado por la accin del GABAtransaminasa (GABA-T) que origina semialdehdo succnico y regenera el glutamato a partir del
cido -cetoglutrico (15). El neurotransmisor GABA tiene una funcin eminentemente
inhibidora, que puede tener lugar en mltiples sitios de la neurona dependiendo del tipo de
sinapsis establecidas. Dicha inhibicin puede ser postsinptica y presinaptica, la primera
consiste en la apertura del canal de cloro (Cl-), que genera una hiperpolarizacin de la clula;
(15) con base a esto Trevio & Gutirrez (60) proponen la existencia de un umbral de disparo en
la membrana postsinptica, en donde si suficientes corrientes excitadoras coinciden en la clula
postsinptica, rebasan el umbral de disparo generando un nuevo potencial de accin, que hace
que le impulso nervioso continu; sin embargo, corrientes sinpticas como las salientes de
potasio (K+) generadas por receptores GABAB, o la entrada de cloro (Cl-) compuestas por
receptores GABAA, pueden modificar el valor del potencial de membrana alejndolo de su
umbral de disparo.
Por otra parte la inhibicin presinptica se aprecia en las neuronas sensoriales primarias, donde
la activacin del receptor GABAA conlleva a una despolarizacin, gracias a que en este caso el
ion cloro (Cl-) tiende a salir, haciendo que se disminuya la liberacin del neurotransmisor,
porque en estas condiciones de despolarizacin, la entrada de
es menor (15). Es
importante resaltar que los receptores GABAA estn asociados con receptores a
benzodiacepinas y canales de membrana para el ion cloro.(52) Lo que hace posible que estos
tipos de inhibicin existan. Dichas condiciones confluyen en el acto suicida, ya que el suicidio es
una accin agresiva e impulsiva, cuyas bases neuroqumicas implican cuatro sistemas de
transmisin:1) Serotonrgico; 2) Dopaminergico; 3) Noradrenergico; 4) GABArgico (19). En
ste sentido el suicidio se relaciona directamente con la vida emocional del sujeto y la regulacin
de su impulsividad, condicin que hace necesario un estudio ms profundo de la funcionalidad
de la amgdala, ya que en ella existen ncleos importantes como el complejo basolateral (BLA) y
el ncleo centromedial (CE) que influyen en la actividad volitiva de los sujetos. Dicho esto para
Castro et al. existen conexiones inhibitorias entre la amgdala, la corteza y el tlamo medial
dorsal, por lo que la depresin se regula por receptores GABAB, que se presentan en
conglomerados de interneuronas inhibidoras en el ncleo lateral, que hacen parte del complejo
basolateral, y se conectan con el ncleo centromedial, respondiendo a la estimulacin cortical o
talamica (7).

Gaba y funciones ejecutivas


Aunque existen diferentes definiciones acerca del trmino funciones ejecutivas (FE), Lezak fue
el primero quien se refiere a ellas, como un grupo de capacidades que tienen como finalidad la
formulacin de metas, planificacin de objetivos y habilidades para la ejecucin de la conducta
(33,34). Otra definicin describe las funciones ejecutivas como procesos que se encargan de
asociar ideas, movimientos y acciones simples, orientndolas a la resolucin de conductas
complejas (54). Asimismo Sholberg & Mateer, sugieren que las FE encierran una serie de
procesos cognitivos, entre los que se encuentran la anticipacin, eleccin de objetivos,
planificacin, seleccin de una conducta, autorregulacin, autocontrol y uso de
retroalimentacin (feedback) en el proceso de aprendizaje (57). Dicho esto, es posible afirmar

Andrade Salazar JA. 2014; 18:1. http://hdl.handle.net/10401/6589

que las funciones ejecutivas toman el control de la vida favoreciendo la aprehensin del mundo
y su respectiva categorizacin, razn por la que toman el mando de las acciones a realizar. Es
necesario mencionar que las funciones ejecutivas se llevan a cabo en los lbulos frontales,
mismos que brindan la capacidad de llevar a cabo procesos cognitivos, que van desde los ms
sencillos hasta los ms complejos, ergo las FE permiten la creacin de habilidades para dirigir,
controlar, planear y llevar a cabo conductas activas, por lo que su alteracin puede generar
inhibiciones importantes en la relacin con otros, dificultades de aprendizaje, problemas de
autocontrol y agresividad, entre otros.
En relacin a las FE, el lbulo frontal abarca una amplia porcin del crtex delimitado por el
polo anterior del cerebro, la cisura central de Rolando y una prolongacin artificiosa que desde
el final de esta cisura, llega hasta la cisura de Silvio (13). Dicho as, la alteracin de las funciones
ejecutivas o sndrome disejecutivo (SD) tiene influencia directa sobre la esfera cognitivaconductual de las personas, llegando a perturbar las habilidades para la vida y la funcionalidad
psicosocial (2); de suyo las demandas de respuesta e interaccin con otros, propias de la relacin
con el medio social y familiar, pueden resultar complejas, ya que las consecuencias cognitivas y
conductuales provenientes del SD, son tan nocivas que afectan el modo como las personas
interpretan y experimentan lo que les sucede. El SD causa frustracin en quienes lo padecen,
adems de perturbaciones en el flujo de pensamiento, la relacin entre experiencias y afectos, la
regulacin de la intensidad afectiva y los sentimientos de culpa, por lo que son limitadamente
funcionales de acuerdo a los parmetros que el entorno social y las condiciones biolgicas
delimitan. Un aspecto importante es el hecho de que la depresin se asocia con una disminucin
de la actividad de funciones cognitivas como la atencin y memoria, en correlacin a la
disrregulacin de las funciones ejecutivas (18). Lo cual debe analizarse al momento de entender
la ideacin suicida, el parasuicidio y el acto suicida, tomando en cuenta que una aproximacin al
suicidio, implica entender el ser humano de manera integral de acuerdo a la interaccin de sus
mltiples dimensiones (45).
La depresin afecta las funciones sociales y neurocognitivas en el ser humano, diariamente las
personas con trastornos depresivos, ven limitadas su capacidad de concentracin, atencin y
memoria, como tambin sus habilidades para resolver conflictos asertivamente, la creatividad y
el sentido u orientacin vital, lo que genera en ellos problemas pata tomar decisiones, baja
autoestima, exacerbacin negativa de las vivencias, problemas de apego y una relacin afectiva
distorsionada consigo mismos y con otros. Cabe mencionar que el ser humano regula
constantemente sus emociones, y el hecho de que ste proceso no se lleve a cabo
adecuadamente, puede dar origen a trastornos nocivos para su salud mental y fsica; ejemplo de
ello es el trastorno depresivo mayor (TDM) el cual est directamente asociado al riesgo de
suicidio en un amplio rango de edades. De acuerdo al Manual Diagnostico y Estadstico de los
Trastornos Mentales de la American Psychiatric Association (APA, 1994), las personas que
sufren trastorno depresivo mayor que mueren por suicidio, llegan a un 15% (1); sin embargo el
suicidio no se reduce al TDM, pues abarca una amplia gama de trastornos como el trastorno
bipolar, alcoholismo, abuso de sustancias psicoactivas, anorexia nerviosa, trastornos de
ansiedad y de la personalidad especialmente (23).
Ergo el sndrome disejecutivo se relaciona con el TDM, en tanto de dicha correspondencia
surgen sentimientos profundos de tristeza, desesperacin y culpa, deseos de no seguir viviendo,
problemas de autocuidado, autoevaluacin negativa, y un enlentecimiento mental
(bradipsquia) de tipo recurrente, acompaado de perdida de concentracin, problemas de
memoria, pesimismo y autodesprecio (4,12 ); tambin pueden suscitarse algunas alteraciones
somticas y vegetativas, tales como la anorexia, agitacin, problemas de sueo, insomnio e
hipersomnio (51), que se asocian a la disrregulacin nueurobioqumica en el cerebro, y aunque

Andrade Salazar JA. 2014; 18:1. http://hdl.handle.net/10401/6589

los neurotransmisores implicados son variados, es innegable la importante participacin del


GABA y la serotonina en el proceso. Estudios realizados advierten que el GABA y los receptores
benzodiazepnicos estn modificados en el cerebro postmortem de vctimas de suicidio (44), por
lo que es muy posible que niveles altos de 5-HT2A en los receptores de las clulas piramidales,
causen un desequilibrio entre la 5-HT2A y el sistema GABA-rgico, desempeando ambos un
importante papel en el comportamiento suicida (29), ya que tal como afirma Surez (59), un
dficit en la transmisin de Serotonina, Noradrenalina, el GABA, y la Dopamina producen un
sndrome o conjunto de conductas caractersticas de la depresin, que desembocan en
ideacin suicida, parasuicidio y en casos extremos en suicidios consumados (21).
Es importante mencionar que muchas de las modificaciones de la actividad neuroqumica del
cerebro del suicida, estn relacionados con tres elementos principales: a) una reparticin
anormal de GABA en la corteza y otras partes del cerebro; b) la afectacin de la actividad
normofuncional de la corteza frontopolar, y su innegable importancia en la toma de decisiones,
y, c) por factores epigenticos, entre los que se cuenta la metilacin o alteracin qumica del
ADN (seleccin gentica celular), que surge como efecto de la manifestacin de un factor
biolgico o agente orgnico que silencia el gen, e inhibe el recibimiento de indicadores
(seales) qumicos cerebrales, significativos para los procesos de regulacin de la conducta. En
la apoptosis se produce una seleccin de genes que afectan la emergencia o la inhibicin de la
produccin de GABA, condicin que se asocia al sndrome disejecutivo (SD), cuando dicho
proceso surge anlogo a la depresin endgena, y a factores psicosociales que alteran las
funciones ejecutivas. El GABA es el neurotransmisor inhibidor por excelencia, estudios
postmortem revelan que los tejidos cerebrales de sujetos adolescentes que han cometido
suicidio, se encuentran aproximadamente 10 veces ms metilados hipermetilados que los de
una persona normal (49), por lo que la metilacin es un proceso inevitable de muerte celular,
anlogo a la muerte individual de quien se auto elimina.

Gaba, consumo de alcohol y suicidio


El consumo de alcohol continuo sumado a condiciones depresivas y frustraciones recidivantes
producto en gran medida de la disrregulacin de la funcin inhibitoria del GABA, representa
una potente combinacin que puede desencadenar en personas con caractersticas melanclicas,
problemas para encontrar un sentido y orientacin a su existencia. De acuerdo con la OMS el
consumo de alcohol aumenta los alcances inhibidores del GABA y reduce los efectos excitadores
del glutamato (42), por lo que las derivaciones reforzantes del GABA -factiblemente hablandoestn relacionados con el aumento de la actividad de la va dopaminrgica mesolmbica, que
involucra la va final comn del refuerzo y la recompensa en el cerebro, crtica en el proceso de
dependencia y adiccin (32,38,55), por ello entre las consecuencias del consumo de alcohol que
elevan el riesgo de suicidio, prevalece la aparicin de tolerancia a la sustancia a razn del
aumento del metabolismo heptico, al tiempo que las modificaciones en los receptores
cerebrales del GABA, lo que puede colocar a la persona a puertas de una alucinosis orgnica o
de episodios psicticos, en los que eventualmente aparece el suicidio como una va de escape
ante la intensidad de la vivencia alucinatoria. De este modo el sndrome de abstinencia del
consumo crnico puede incluir temblores, sudoracin, debilidad, agitacin, cefaleas, nuseas,
vmitos, convulsiones y delirium tremens, que logran inscribirse a estados de pnico y ansiedad
generalizada, cuya elevada intensidad y aparicin florida puede desencadenar actos suicidas,
cuando su emergencia instaura padecimientos insoportables en las personas (42).

Andrade Salazar JA. 2014; 18:1. http://hdl.handle.net/10401/6589

Del mismo modo el consumo de alcohol continuo, especialmente en condiciones depresivas,


genera alteraciones funcionales y estructurales a nivel cerebral; dichas modificaciones suceden
especialmente en la corteza prefrontal, e incluyen dficit en la toma de decisiones, problemas
conductuales relacionados con la agresividad y el control de los impulsos, como tambin el
deterioro cognitivo(leve, moderado o grave)por consumo de alcohol, mismo que puede asociarse
a la depresin y el suicidio en el adulto mayor (5,46), puesto que en la etiologa multifactorial
de la conducta suicida del anciano suelen desempear roles coprotagnicos, la soledad, el
aislamiento, la enfermedad somtica y la depresin (62), lo ponen a puertas de ideas autolticas
y de la consecutiva autoeliminacin cuando sienten que no sienten nada que perder; igualmente
el suicidio en adultos mayores se ve relacionado con la disminucin del volumen cerebral (10).
Grosso modo el consumo de alcohol resulta elevadamente daino, para las personas con ideas
suicidas previas o en formacin puesto que incrementa los riesgos de suicidio, a razn del
cambio en el tamao del cuerpo calloso (CC)1 los dficits cognitivos y los problemas
emocionales adjuntos a varios trastornos neuropsiquitricos, como tambin a los trastornos del
estado de nimo (35).

Discusin
Desde la perspectiva disciplinar de la psicologa, el suicidio es un evento devastador para las
familias y la sociedad, que se traduce en una perdida importante de aos tiles de vida
comunitaria, debilidad temporal del tejido social que cohesiona a la familia, y en general una
afectacin importante de las vinculaciones sociofamiliares, que sostienen la calidad y
expectativa de vida de las personas, lo que constituye un problema de salud publica de
magnitudes y consecuencias considerables. En este sentido la psicologa, la psiquiatra clnica y
la neuropsicologa no limitan su praxis a la evaluacin y diagnstico psicopatolgico, puesto que
propenden por el anlisis, tratamiento y resignificacin de las condiciones que propician el
cometimiento del suicidio, para lo cual se requiere la articulacin interdisciplinaria de diversos
saberes y experiencias profesionales. La propensin al suicidio presenta implicaciones ticas y
profesionales para el clnico, por lo que su deteccin, tratamiento y control conlleva el anlisis
del funcionamiento cognitivo del paciente en riesgo, bajo condiciones depresivas o con un
elevado estrs y angustia (30), dicho esto las amenazas de suicidio, la planificacin y/o
preparacin del suicidio, la ideacin suicida y la reciente conducta parasuicida, todos ellos
constituyen indicadores directos de riesgo y deberan evaluarse adecuadamente
y
especficamente en la entrevista clnica (9).
De acuerdo a lo expuesto, la alteracin de la salud mental en sujetos que corren riesgo de
suicidio, implica la integracin de elementos biopsicosociales que emergen de forma
concomitante, en un momento determinado de la historia de una persona o colectivo; estas
condiciones determinan los modos como la persona responde ante la presin ambiental,
generando una suerte de transformaciones conductuales que pueden ser contradictorias con sus
propios deseos y con el estilo de vida premorbido; por ello entre las consecuencias directas de
los cambios descritos, se encuentran las depresiones, las cuales son un conjunto mltiple de
trastornos afectivos (21), que afectan el modo como las personas responden cognoscitiva y
afectivamente ante su medio, afectndose las funciones ejecutivas, el cubrimiento de las
necesidades sociales, y la capacidad par disfrutar de la propia existencia, lo cual instaura
1

Cabe mencionar que el tamao del cuerpo calloso y el deterioro cognitivo, como factor de riesgo
potencial de suicidio, se asocian a resultados de anlisis multivariados, con un ajuste en cuanto a edad,
sexo, trauma infantil, traumatismo craneal y volumen enceflico total, mostraron que el rea del tercio
posterior del CC era significativamente menor en los individuos con intentos de suicidio. (10)

Andrade Salazar JA. 2014; 18:1. http://hdl.handle.net/10401/6589

factores de riesgo en contra la vida (9,44); sin embargo no todas la depresiones son causa de
suicidio, y aun en estados crticos, las personas requieren mas que experiencias negativas para
suicidarse. Lo anterior indica que aunque lo social es determinante en la configuracin de las
motivaciones suicidas, paralelamente la condicin psicopatolgica y la herencia, determinan la
forma particular en que los cambios a nivel de neurotransmisin (mucha o poca concentracin
de Noradrenalina y serotonina) desencadenan la depresin, misma que puede tener un sustrato
neurolgico, psicolgico o social (22).
Tal como se expres, en el cerebro de la persona deprimida actan diversas sustancias qumicas,
sin embargo es el neurotransmisor GABA el que establece un proceso conjunto de inhibicin
biopsicosocial, que aumenta el riesgo de suicidio en personas vulnerables biolgica y
socialmente. De suyo, aunque existen neurotransmisores asociados a la depresin, el GABA por
ser un neurotransmisor de tipo inhibidor, tiene la posibilidad de correlacionar su actividad con
el impacto que los diversos eventos sociales causan, as las inhibiciones sociales, constricciones
ambientales y patrones de conducta evasiva de la persona con depresin, conforman un
principio de mutualidad neurobioqumica y psicosocial, donde lo que sucede a nivel social es
anlogo a los cambios epigenticos propios del sistema nervioso central (SNC).Por esta razn,
de acuerdo con Moizeszowicz & Moizeszowicz, es en funcin del cuadro clnico abordado, que la
variacin de la actividad neurotransmisora puede revelar factores innatos, adems de vivencias
tempranas y posteriores que la persona experimenta (11), lo cual es posible de acuerdo al
contexto social en el que interacte cada sujeto, as la incidencia gentico-biolgica desde una
perspectiva integrativista-transdisciplinar, orienta el anlisis hacia la interinfluencia
multifactorial, lo que evita el sesgo al momento de pensar el suicidio desde un punto de anlisis
que invite a integrar la multiplicidad de posibilidades etiolgicas, antes que a un monismo
terico y conceptual.
El suicidio involucra la toma de una decisin que se muestra como nica, ante eventos que son
poco confrontables por medios o estrategias tradicionales; sta condicin implica que muchas
personas se suiciden bajo efectos de sustancias psicoactivas especialmente del alcohol (38), el
cual aumenta la actividad adictiva consecuente al refuerzo y recompensa en el cerebro, accin
que logra ser perjudicial a travs del concurso de vivencias sociales, cuya carga psicoafectiva
presenta un contenido emocional ambivalente, unilateral o traumtico de elevada intensidad,
que desborda la capacidad del sujeto para hacer frente a lo que considera adverso (32,55). El
suicidio se presenta en personas bajo diversos estados de conciencia en las que prima el estado
depresivo como uno de los mas influyentes (20). esta situacin involucra la conjuncin de
sntomas (positivos, negativos o recidivantes) que rpidamente se adhieren a conductas
estereotipadas de escaso control emocional, problemas de comunicacin asertiva a nivel social,
anhedonia y abulia (1), como tambin por la confluencia de factores biolgicos que conforman
un espectro multidimensional de anlisis (45). El GABA se relaciona con la muerte celular
(apoptosis o suicidio celular), presentando una clara asociacin con el proceso de metilacin del
GABA en el cerebro de los suicidas (49), lo cual resulta ser una accin requerida para la
supervivencia, al tiempo que una posicin autodestructiva, cuya posibilidad de ocurrencia en la
persona suicida es elevada, por ello la autodestruccin social es tambin un proceso gentico,
que no se reduce a la serotonina e indica que el cuerpo tiene la posibilidad de registrar
genticamente la vida y la muerte a nivel celular, personal y social (25).

Conclusiones
La depresin es uno de los trastornos del estado de nimo ms frecuente, segn la OMS se
estima que en 10 aos ser una de las principales causas de incapacidad laboral (43); por ello

Andrade Salazar JA. 2014; 18:1. http://hdl.handle.net/10401/6589

uno de los aspectos a analizara nivel transdisciplinar, es la relacin existente entre depresin,
GABA y otros neurotransmisores, pues aunque el suicidio requiere una toma de decisin en el
aspecto social, dicha eleccin tiene un sustrato biolgico que es determinante al momento de
cometer el acto suicida, pero que puede ser controlado a travs de medicamentos que
compensen la disrregulacin neurocortical al tiempo que, con la ayuda de una red de apoyo
social y un tratamiento psicolgico permanente. De suyo, se ha encontrado que un gran nmero
de depresiones, se originan por el desequilibrio de las diferentes sustancias qumicas,
especialmente del GABA que cumple una funcin inhibitoria en el cerebro, al tiempo que genera
una correlacin somtica-inhibitoria en cadena (bradipsquia, taquipsquia, lentitud
psicomotora, amodorramiento, inapetencia, etc.,). Ergo dicha reaccin suele ser tan nociva que
algunas personas socialmente afectadas por duelos, problemas sociofamiliares o rasgos
depresivos a nivel psicolgico, disminuyen su capacidad de disfrutar la vida, lo que aumenta el
riesgo de suicidio, condicin frecuente en personas con depresin mayor. Asimismo el suicidio y
la depresin, se relacionan a fallas en las funciones ejecutivas, especialmente en el modo como
cada sujeto toma decisiones, y cmo stas determinan el sentido que le da a la existencia
individual y social.
En el acto suicida las principales estructuras neurolgicas involucradas son el prefrontal,
tlamo, amgdala, fornix, corteza cingulada y el septum; cabe mencionar que el tlamo juega un
papel muy importante en el suicidio, ya que se encarga del procesamiento de informacin, que a
su vez influye sobre las funciones corticales; ejemplo de su importancia es que dentro de su
ncleo reticular talmico, se encuentran concentraciones de GABA, que inhiben la proyeccin de
determinada informacin a la corteza, lo que trae como consecuencia, un desequilibrio de parte
de la actividad del tlamo, en relacin a la actividad precaria o inhibida de las funciones
ejecutivas, en personas que sufren depresin y que a su vez pueden suicidarse. El GABA tiene
influencia sobre otros neuromoduladores tales como, Dopamina y Serotonina as, la primera
aumenta en funcin del incremento de los efectos del GABA; ste proceso es visible en el
consumo de alcohol, pues la persona se torna ms impulsiva, y puede reaccionar quitndose la
vida ante una amenaza (real o imaginaria), por otra parte el aumento de serotonina, afecta la
funcin moduladora-inhibitoria del GABA, lo que disminuye la regulacin afectiva del sujeto,
aspecto que sumado a las habilidades psicolgicas para resolver conflictos, es causa de notables
dificultades para afrontar eventualidades del diario vivir.
El GABA es un neurotransmisor importante ya que, posee aproximadamente el 30% de las
sinapsis del sistema nerviosos central, presentando una funcin de tipo inhibitoria en reas
prximas como distales, lo que facilita la accin de habilidades mentales de tipo superior, como
lo son las funciones ejecutivas en el lbulo frontal. Dicho esto, el suicidio puede asociarse a una
disfuncin de las funciones ejecutivas (sndrome disejecutivo)en las que el GABA juega un papel
regulador importante, puesto que una de sus tareas es la inhibicin ajustada del
comportamiento, mas no de toda la intermediacin de la conducta prosocial intencionada, por
lo que las fallas en la regulacin normofuncional del GABA, puede producir conflictos en la
actividad volitiva, especialmente al momento de inhibir la conducta suicida y activar
comportamientos autodestructivos. El suicidio tambin puede ser asociado a la depresin,
porque en ella se alteran las funciones ejecutivas, a razn de que la persona no logra una
regulacin emocional neuroqumica y psicosocial efectiva, lo que conlleva sentimientos de
tristeza, deseos de no seguir viviendo y sentimientos de culpa, entre otros.
Grosso modo el suicidio, la disrregulacin de la actividad del GABA y la depresin, conforman
una asociacin tripartita con efectos directamente proporcionales a cambios funcionales y
estructurales de factores biolgicos, psicolgicos y sociales, que interactan interinfluyndose
dinmicamente, lo que otorga al acto suicida una especificidad, al tiempo que una condicin

Andrade Salazar JA. 2014; 18:1. http://hdl.handle.net/10401/6589

contingente, en la medida que el curso de la actividad autodestructiva, no est disociado de una


multiplicidad de factores que pueden ser reversibles, pero que una vez se activan configuran una
actividad e registro experiencial que va desde lo microbiolgico hasta lo psicolgico y social.
Dicho as, entender el suicidio implica un anlisis miltietiolgico, donde la diversidad de
factores socioculturales, psicosociales y neurobioqumicos-hormonales dan cuenta de la
complejidad inherente de lo vivo, abriendo otras posibilidades de entendimiento de la muerte,
condicin que posibilita un acercamiento gradual y cada vez ms acertado al fenmeno.

Referencias
1.

American Psychiatric Association. Diagnstic and statistical manual of mental disorders, DSM-IV. 4a. ed.
Washington, DC, EE. UU: Masson:1994.

2.

Ardila A. A neuropsychological approach to intelligence. Neuropsychol Rev.1999;(3), 117-136.

3.

Arroyave P, Riveros M. Enfermedad de Huntington. Univ. Md. 2006; 2(47):121-130.

4.

Baldessarini R. Frmacos y Tratamiento de los Trastornos Psiquitricos. Mxico: MacGraw-Hill Interamericana;


1996.

5.

Blazer DG. Depression in late life. 3ra ed. St. Louis: Mosby Year Book; 2002.

6.

Casas MJ, Toms J, Bassas N, Batlle S, Bielsa A, Molina M, et. al. Impulsividad versus agresividad. Habilitacin
social. Tratamiento. Casos clnicos. Barcelona: Laertes; 2007.

7.

Castro E, Ponce FC, Portugal A. Neurotransmisores del sistema lmbico I. amgdala. Primera parte. Salud Ment.
2005; 28(6):27-32.

8.

Castro E, Ponce FC, Gordillo LF, Portugal A. Neurotransmisores del sistema lmbico: hipocampo, gaba y memoria.
Primera parte. Salud Ment. 2007; 30(4):7-15.

9.

Clarkin, JF, Hurt, SW, Mattis, S. (1996). Evaluacin psicolgica y neuropsicolgica. Citado en: Hales RE, Yudofsky,
SC, Talbott JA, editores. Tratado de psiquiatra. Washington: Elsevier. 8, 259-289.

10. Cyprien F, Courtet P, Malafosse A, Maller, J, Meslin C, Bonaf A, et. al. La conducta suicida se asocia a una
reduccin el rea del cuerpo calloso. Psiquiatra Biolgica. [sitio de internet]. Disponible en:
http://www.elsevier.es/sites/default/files/elsevier/eop/S1134-5934(12)00030-9.pdf consultado el: 15 de octubre
de 2012.
11.

Destfanis A. Conducta suicida y trastorno depresivo mayor en la ciudad de Buenos Aires. [sitio de internet].
Disponible en: http://www.elsevier.es/sites/default/files/elsevier/eop/S1134-5934(12)00030-9.pdf consultado el:
15 de octubre 2012.

12.

Eisen S. Psychiatric disorders. Current medical diagnosis y treatment. London: Preutice Hall International;1998.

13.

Estvez-Gonzlez C, Garcia-Sanchez Ll, Barruquer-Bordas. Los lbulos frontales: Cerebro Ejecutivo. Rev. Neurol.
2000; 31(6):566-577.

14.

Fernandez E. Cmo funciona el ncleusaccumbens?. Rev. Neurol. 2000; 30(9): 845-849.

15.

Florez, J, Pazos, A. Neurotransmisin en el sistema nervioso central. En: J Flrez, J Armijo, A. Mediavilla (Eds)
Farmacologa humana. Barcelona:Masson; 1997. p.409-433.

16.

Garca R, Hernndez E, Concha A, Prez CA, Garca LI, Hernndez ME, et. al. Cerebelo y sus funciones. Rev. Md.
Uv. 2009; 9: 24-30.

17.

Gil JA, Pastor JF, Paz F, Barbosa M, Macias A, Maniega MA, et. al. Psicobiologa de las conductas agresivas. An.
Psicol. 2002; 18(2): 293-303.

Andrade Salazar JA. 2014; 18:1. http://hdl.handle.net/10401/6589

18. Goodale E. Sintomas cognitivos de la depresin. Ret. 2007; (50):13-15.


19.

Gutirrez A, Contreras C. El suicidio y algunos de sus correlatos neurobiolgicos. Primera parte. Salud Ment. 2008;
31(4): 321-330.

20. Gutirrez-Garca AG, Contreras CM, Orozco-Rodrguez CHR. Suicidio, conceptos actuales. Salud Ment. 2006;
29(5):66-74.
21.

Hall
V.
Depresin
fisiopatologa
y
tratamiento.
[Sitio
en
http://sibdi.ucr.ac.cr/CIMED/cimed7.pdf consultado el: 17 de octubre de 2012.

internet].

Disponible

en:

22. Halperin JM, Newcorn JH, Koda VH, Pick L, McKay KE, Knott P. Noradrenergic mechanisms in ADHD children
with and without reading disabilities: a replication and extension.J. Am. Acad. ChildAdolesc. Psychiatr. 1997;
36:1688-97
23. Hijar M, Rascon RA, Blanco J, Lopez MA. Los suicidios en Mxico. Caractersticas sexuales y geogrficas (19791993). SaludMent. 1996; 19(4):14-21.
24. Inskip HM, Harris EC, Barraclough B. Lifetime risk of suicide for affective disorder, alcoholism and schizophrenia.
Br J Psychiatr. 1998;172:35-37.
25. Jacobs BL, Van Praag H, Gage FH. Adult brain neurogenesis Neurogenesis and psychiatry: a novel theory of
depression. Mol Psychiatry. 2000; 5:262-9.
26. Jimenez-Genchi A, Ibarra-Alcantar C, Pealosa-Garcia L, Diaz-Galvis JL. El suicidio en instituciones psiquitricas:
descripcin de dos casos. MedUNAB. 2004;7:140-143.
27. Joiner TE, Brown JS, Wingate LR. The psychology and neurobiology of suicidal behavior. Ann. Rev.Psychol. 2005;
56:287-314.
28. King, M ( 2012). Tabla de Neurotransmisores, GABA.[sitio de internet].
http://themedicalbiochemistrypage.org/es/nerves-sp.php consultado el: 18 de octubre de 2012

Disponible

en:

29. Koob, GF. Drugs of abuse: anatomy, pharmacology and function of reward pathways. Trends Pharmacol Sci.
1992;13(5):177-182.
30. Lahmeyer HW, Reynold CF III, Kupfer DJ, King R. Biological markers in borderline personality disorder. Journal
Clinical Psychiatry. 1989; 50(6): 217-225.
31.

Lecrubier Y. La influencia de la comorbilidad en la prevalencia de la conducta suicida. EurPsychiatry.Ed Esp.


2000; 9:90-94.

32. Leshner AI. Addiction is a brain disease, and it matters. Journal Science. 1997; 278(5335):45-47
33. Lezak MD. The problem of assessing executive functions. Int.J. Psychol. 1982; 17:281-297.
34. Lezak, MD.Relationship between personality disorders, social disturbances and physical disability following
traumatic brain injury. J Head Trauma Rehabil. 1987; 2(1): 57-69.
35. Lopez-Larson M, Breeze JL, Kennedy DN, Hodge SM, Tang L, Moore, C. Age-related changes in the corpus
callosum in early-onset bipolar disorder assessed using volumetric and cross-sectional measurements.
BrainImagingBehav. 2010; 4(3-4):22031.
36. Mann JJ. Neurobiology of suicidal behavior. Nat. Med. 2003;4(10):819-828.
37. Maris, RW (1992). Overview of the Study of Suicide Assessment and Prediction. En Maris, R.W.; Berman, A.L.;
Maltsberg, J.T.; Yufit, R.I. (Editores). (1992) Assessment and Prediction of Suicide. New York: The Guilford Press.
3 -23.
38. Melichar JK, Daglish MR, Nutt DJ. Addiction and withdrawal current views. CurrOpinPharmacol. 2001; 1(1): 8490.
39. Merello, M. Anatomia funcional de los ganglios bsales. Arch. neurol. neurocir. neuropsiquiatr. 2008;3(1):11-18.

Andrade Salazar JA. 2014; 18:1. http://hdl.handle.net/10401/6589

40. Monchabln A, Pfuhlmann B. El concepto Leonhard de las Psicosis Cicloides. Criterios Diagnsticos, Significado
Clnico, y resultados recientes de la Investigacin. Revista Alcmen. (impr). 1997; 2 (1), 1-11.
41.

Moscicki EK. Epidemiology of suicidal behavior. Suicide & Life Threat Behavior. 1995; 25(1):22-35.

42. Organizacin Mundial de la Salud Ginebra. Neurociencia del consumo y dependencia de sustancias psicoactivas.
[sitio de internet]. Disponible en: http://www.who.int/substance_abuse/publications/en/Neuroscience_S.pdf
consultado el: 20 de octubre de 2012
43. Organizacin Mundial de la Salud Ginebra. Suicidio en el mundo. [sitio de internet].
Disponible en:
http://www.who.int/mediacentre/news/releases/2008/pr37/es/index.html consultado el: 20 de octubre de 2012.
44. Pandey GN, Conley RR, Pandey SC, Goel S, Roberts RC, Tamminga CA, et. Al. Benzodiazepine receptors in the
postmortem brain of suicide victims and schizophrenic victims. Psychiatry Res. 1997; 71(3):137-149.
45. Parkin A. Exploraciones en neuropsicologa cognoscitiva. Madrid: Editorial Mdica. Panamericana; 1ra
edicin.1999.
46. Pea OC. Factores potenciadores del comportamiento suicida en adultos mayores. Ciencia ensuPC. [sitio de
internet]. Disponible en: http://cienciapc.idict.cu/index.php/cienciapc/article/view/199/469 2011; (2):45-58.
consultado el: 21 de octubre de 2012.
47. Perea MV, Ladera V. El tlamo: aspectos neurofuncionales. Rev. Neurol. 2004; 38(7), 687-693.
48. Pousada A. Estudio sobre la planificacin y resolucin de problemas y memoria de trabajo en pacientes con
trastorno bipolar en fase eutmica. [tesis doctoral]. Universidad complutense de Madrid, facultad de medicina,
departamento de psiquiatra y psicologa mdica, doctorado en neurociencia; 2009.
49. Poulter MO, Du L, Weaver ICG, Palkovits M, Faludi G, Merali Z, et. al. GABAA Receptor Promoter
Hypermethylation in Suicide Brain: Implications for the Involvement of Epigenetic Processes. Biol Psychiatry
2008; 64(8):645652.
50. Quintero N, Schechtel N, Ton R. Demencia fronto-temporal revisin. Alzheimer Argentina. 2012; 13: 5-20.
51.

Reus, V. Mental Disorders. In: Fauci AS, Braunwald E, Isselbacher KJ, et al, eds. Harrison's Principles of Internal
Medicine, 14th ed. New York: McGraw-Hill; 1998: 2490-2497.

52. Rodrguez JF, Contreras CM. Algunos datos recientes sobre la fisiopatologa de los trastornos por ansiedad. Rev.
Biomed. 1998; 9: 183.
53. Society for Neurociencie. Brainfacts: Apuntes sobre el cerebro y el sistema nervioso.2011; 2(2):2-76
54. Shallice T. Specific impairments of planning. Philosophical transcripts of the Royal Society of London. 1982;
298(1089):199-290.
55. Shippenberg TS, Elmer GI. The Neurobiology of opiate reinforcement. Crit. Rev. neurobiol. 1998; 12(4):267-303.
56. Simpson SG, Jamison KR. The risk of suicide in patients with bipolar disorders. J Clin Psychiatry 1999;60 (Suppl
2): 53-56
57. Sholberg, MM, Mateer, C.A. Remediation of executive functions impairments. In Sholberg MM, Mateer CA, eds.
Introduction to cognitive rehabilitation. New York: The Guilford Press; (1989). P. 232-263
58. Sols E, Delgado W, Hernndez M. Autismo, cromosoma 15 y la hiptesis de disfuncin GABArgica. Invest Clin.
2007; 48(4):529-41.
59. Suarez C. Depresin e hipnosis. Disponible en:
http://www.psiquiatria.com/bibliopsiquis/bitstream/10401/2692/1/interpsiquis_2003_10112.pdf consultado el:
25 de octubre de 2012
60. Trevio M, Gutirrez R. Bases celulares de las oscilaciones neuronales. Salud Ment. 2007; 30(2):11-18

Andrade Salazar JA. 2014; 18:1. http://hdl.handle.net/10401/6589

61.

Valiente C. Estudio neuropsicolgico de funciones ejecutivas en religiosas meditadoras contemplativas. [Tesis


Doctoral]. Universidad complutense de Madrid, facultad de psicologa, departamento de psicologa bsica;2011

62. Vidal DA. Factores de riesgo suicida en el anciano. Alcmen (Impr). 1999; 8(2), 103 - 112.

Cite este artculo de la siguiente forma (estilo de Vancouver):


Andrade Salazar JA, Rodriguez Romero A, Campos Ramrez JA. Gaba, depresin y suicidio:
aspectos epigenticos asociados. Psicologia.com [Internet]. 2014 [citado 07 Ago 2014];18:1.
Disponible en: http://hdl.handle.net/10401/6589

También podría gustarte