Wakan Tanka
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Wakan Tanka
Francisco
Wakan
Tanka
Francisco
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Wakan Tanka
Francisco
Dedicatoria:
Para tres grandes Maestros:
G, R, y K.
Y a dos Maestros inigualables. Mara Santa y Mezcalito.
Gracias.
.
Wakan Tanka
Francisco
Amado buscador:
S lo que no has encontrado, y s lo que has encontrado, s que sabes
que soy el silencio que habla.
No soy nadie, porque t no eres nada.
Si yo soy y tu eres, entonces ni yo soy ni tu eres. Entonces, si yo no
soy ni tu eres, dejemos todo y Ammonos en el silencio del Amor, cmo
me amas por lo que Soy, porque te amo por lo que Eres, ven y bebamos
del vino de nuestra Amada, que la chanupa sagrada sea encendida y
gozosos escuchemos la Voz de Amrica, la Voz de los sabios del
silencio
In Xochitl in cuicatl
Francisco
Wakan Tanka
Francisco
JUAN 1
1 Al principio exista la Palabra, y la Palabra estaba con Dios, y la Palabra era Dios.
3 Todas las cosas fueron hechas por El; y sin El no se ha hecho cosa alguna de cuantas han
sido hechas.
4 En El estaba la vida, y la vida era la luz de los hombres.
5 Y la luz en las tinieblas brilla, y las tinieblas no la han acogido.
6 Apareci un hombre enviado por Dios: su nombre era Juan.
7 Este vino como testigo, para dar testimonio de la Luz, a fin de que por medio de l todos
creyesen.
8 No era l la Luz, sino quien haba de dar testimonio de esa Luz.
11 Vino a los suyos, y los suyos no le recibieron.
12 Mas a cuantos le recibieron, an a aquellos que creen en su nombre, les dio el poder de
transformarse en hijos de Dios.
14 Y la Palabra se hizo carne, y habit entre nosotros -y contemplamos su gloria, gloria como
hijo nico del Padre- lleno de gracia y de verdad.
16 Y de su plenitud nosotros todos recibimos, y gracia por gracia.
17 Pues la ley fue dictada por Moiss; pero la gracia y la verdad vinieron a travs de Jess el
Cristo.
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Francisco
Todo estaba listo, por fin, era su ltimo da, lo saba porque era un
Maestro del silencio, y todo Maestro del silencio sabe cundo es su
ltimo da sobre la faz del planeta.
No tena nombre, lo haba dejado haca muchsimos aos en el mundo,
tampoco familia, conocidos, hermanos, slo se le conoca cmo el sabio
del silencio. Haba vivido en las montaas por largos aos, en soledad,
esperando ya solamente el momento para por fin dejar su ltima prueba
en el reino de la materialidad, que haba sido encarnar en un cuerpo
fsico y volverse consciente de s mismo de que l era el Todo.
Cuando por fin el sabio se preparaba para entrar al Mahasamadhi,
sentado sereno, frente a una pequea fogata que tena en la chimenea
de su cabaa, alguien toc la puerta de su casa.
El sabio estaba a punto de extinguirse para siempre jams en el gran
Ocano del Espritu, sin embargo, alguien haba tocado la puerta de su
retirada cabaa en las apacibles y solitarias montaas, lejos de la
multitud y el mundo.
Decidi abrir la puerta, al fin y al cabo eran sus ltimos momentos.
Cuando abri la puerta, su sorpresa fue a un mayor. Una mujer.
-He vagado por muchos lugares-dijo ella afuera de la puerta del sabiodurante aos he recorrido el mundo, buscndote, la Gran Madre me ha
enviado.
El sabio la miro. Cmo era posible que alguien ms supiera de l en
aquellas montaas? Haba vivido tanto tiempo lejos de todo y todos,
nada quera del mundo, ni siquiera hablarle, pero all estaba esa extraa
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Francisco
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Francisco
-He buscado por toda la Tierra, viaje por muchos monasterios, templos,
gurudwaras, mezquitas, y sin embargo, no encontr sabio alguno para
llenar mi vaciedad del Espritu de la Divina Madre. Un da, Ella
apareci ante m, y me dijo donde vivas, as, he venido hasta a ti solo
para escuchar tu silencio.
La extraa volvi a fumar la chanupa sagrada, despues de fumarla tres
veces, le ofreci al sabio silencioso, y este acepto. Fumaron juntos por
una ltima vez en este planeta, l lo saba, y ella saba que l lo saba.
El sabio cerr sus ojos, duro un poco rato y mientras se sumerga en el
profundo Mahasamadhi, la voz de la mujer lo interrumpi de nuevo.
-Antes de irte, oh sabio silencioso, tu que eres de los ltimos profetas
vivos de Dios, por favor, te ruego en nombre de la Divina Madre me
digas tus ltimas palabras.
El sabio sali de su Mahasamadhi y abri sus ojos y finalmente se rindi
ante aquella extraa mujer y habl:
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Francisco
Wakan Tanka
Francisco
Wakan Tanka
Francisco
Yo soy el jaguar
Soy el Venado
Yo soy la meloda del Quetzal
El brillo del Jade
La luz de las estrellas infinitas que entrelaza a todas ellas en el cuerpo
de la Madre Divina
Yo soy el tero csmico, la Madre Bendita. Shekinah
Yo soy el propio hijo Yeheshua
Soy la mirada del ocelote
La voz del cenzontle
El color del mbar
La sintona csmica de la Amada
El eterno peregrino
La voz de lo pleno
El silencio del Vaco
Yo soy el canto de los Teocuicatl
Portador del muvieri y su magia celestial
Caminante y hermano de Mazatl
Yo soy hijo de la Tierra.
Hijo de Amrrikua
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Francisco
Yo soy el Hijo
Yo soy la Voz de los tres caminos desde el comienzo de lo Sempiterno
Yo soy la Voz de Elijah Mansoor cuando deca: Yo soy l.
Yo soy la Voz del Espritu de Wakan Tanka.
Soy hombre que vuela
Yo soy la Voz de todos los Maestros, porque ellos no son, sino la Voz
del mismo Maestro
Yo soy el Divino Parabrahman
Soy hombre que canta
Yo soy la Eternidad hecha carne
Soy hombre Jesucristo
Yo soy la infinitud hecha momento
Soy hombre que alaba
Yo soy el latido del Corazn de la Amada.
Soy hombre que llora
Soy el Amor de la Amada, que cae de su vino con el que vuelve ebrios
eternos a sus devotos
Soy hombre que re.
Soy Devati, soy Lakshmi, soy Saraswati.
Soy hombre que danza
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Francisco
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Francisco
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El sabio miro a la extraa mujer. Ella lo miro, por una ltima vez, el sabio
al ver a la mujer, ella vio sus ojos, que slo eran ya la infinitud del
Ocano Infinito. Dos ventanas mirando al Infinito.
Por fin, el sabio, cerr sus ojos, la mujer guard silencio. El sabio entr
entonces en su Mahasamadhi. La mujer contemplo como el sabio del
silencio, fue encendindose en un fuego interior, que lo consuma, vio
cmo el sabio por un instante se volvi pura luz y sencillamente se
desvaneci, dejando pequeas motas blancas y amarillas de pura luz
divinal que se esparcieron en miles de tomos luz en el vaco de la
pequea cabaa.
Entonces la mujer, record grandes santos como Tukaram, el santo que
se desvaneci en el fuego interior, o Quetzalcatl, que se incendi en un
fuego interior elevndose por el cielo estrellado y desvanecindose
cmo la luz de una estrella fugaz, y sin embargo, extendindose por todo
el infinito.
Ella, fumo entonces un poco de la chanupa del sabio del silencio.
Coloco la chanupa sagrada en su sitio. Camino hacia la puerta y se
march tranquilamente, embriagada del xtasis del mahasamadhi del
sabio del silencio, embriagada de Amor, embriagada del xtasis mismo
del fuego interno.
FIN
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Todo estaba
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