Los Mandamientos y Las Bienaventuranzas
Los Mandamientos y Las Bienaventuranzas
Los Mandamientos y Las Bienaventuranzas
el interior. Desde lo ms exterior que son los actos y lo ms interior que es el corazn.
Los mandamientos vienen a ser una sanacin del corazn.
Hay que cuidar las acciones, los actos. En los actos se refiere a los actos ms
esenciales para la persona: el cuidado de la vida, la sexualidad, cuida los actos contra
las cosas (las grandes tendencias naturales). Una vez que no hagas cosas hay que
cuidar la palabra adems de los actos, la tendencia a la verdad, a la comunicacin.
Actos, palabras y deseos. No solo los actos, sino cuidar el corazn de los malos
deseos contra el prjimo, cuidar el corazn de la codicia.
En cambio, en nuestra relacin con Dios es justo al revs. Con Dios lo primero de todo
es los deseos. Ah si podemos desear sanamente, fomentar los deseos, referir todo lo
que podamos en el amor de Dios y concentrar este amor en actos de caridad.
Despus, la palabra, no tomar el nombre de Dios en vano. Y por ltimo los actos,
honra a Dios, cuida el sbado, santificar las fiestas.
Los mandamientos por lo tanto son un modo de cuidar nuestros deseos, nuestros
actos y palabras (Rm 7,7). El Seor quiere que cuidemos las cosas hasta que
convirtamos el corazn, hasta saber desear en la direccin correcta.
Los mandamientos, la ley natural piden la gracia, la ayuda de Dios. Sin la ayuda de
Dios no se pueden cumplir los mandamientos. Cuanto ms nos concentrmonos en
amar a Dios podemos profundizar en el amor de Dios y nos ensear a amar mejor a
todo lo dems, los mandamientos son un don de Dios. Solos no somos capaces de
cumplir la ley, por eso San Pablo deca, la Ley mata.
La funcin de la ley es mostrar el pecado. En el libro de los Nmeros se narra el
episodio en que los israelitas en el desierto se rebelan contra Dios, y en castigo Dios
les manda serpientes que les picaban y mucho moran. Moiss intercedi ante Dios y
le orden que hicieron una estatua de una serpiente y todo aquel que la viera quedara
curado. Viendo el pecado, nuestra impotencia, recurrimos a Dios, necesitamos a Dios.
Esto es un signo claro de la cruz. Nos recuerda lo que es el pecado, y nos hace ver
nuestra impotencia, nos hace recurrir a Dios.
Ya en el Nuevo Testamento, vemos la ley reinterpretada por Jesucristo: Las
Bienaventuranzas, fuentes de la moral cristiana. As se puede entender la revelacin
de las Bienaventuranzas como el camino de felicidad en el rgimen de la Nueva
Alianza, que el mismo Cristo realiza en s (retrato de Cristo) y que quiere comunicar a
sus discpulos. Desde aqu se puede proponer una estructura bsica de las
Bienaventuranzas como camino ascendente que asume la paradoja fundamental de la
condicin cristiana en la propia persona de Cristo. Son el camino ms propicio, el ms
excelente de vida que nos puede llevar a la felicidad. Las bienaventuranzas concretan
esta excelencia en actos concretos que abren a una plenitud mayor, esto es, a la
promesa de recompensa que acompaa a toda bienaventuranza.
Lo que se le promete al hombre, y de hecho se le da, es precisamente, una
participacin imperfecta en la plenitud de la felicidad ltima y perfecta que es la
contemplacin amorosa de Dios. Cada bienaventuranza expresa una aspecto de esta
visin, sealando los mbitos en los que puede actualizarse imperfectamente
Las bienaventuranzas, sin embargo, no deben ser interpretadas como una enseanza
meramente tica sin ms del mensaje de Jess. Es cierto que Jess predica una
salvacin gratuita, pero en esta salvacin incluye tambin el protagonismo del hombre.
FIN LTIMO
El esquema clsico: Parte de la naturaleza. Todos los hombres poseemos
una naturaleza, algo por lo que nos movemos, y esta naturaleza tiene una
finalidad. La naturaleza es aquello que nos define, lo que nos indica para
donde caminamos, lo que nos define. La moralidad consistir en cumplir
esta finalidad, si se cumple dentro de cada naturaleza.
Falacia naturalista: Hume y Moore vienen a decir que aunque toda la
tradicin clsica nos dice quien es el hombre, aunque sepamos qu es el
hombre, de ah no podemos derivar qu debe hacer el hombre. El hecho de
que el hombre sea un ser racional, no necesariamente tiene que actuar
como un ser racional.
Por lo tanto este concepto clsico de la finalidad no est tan claro. Parten de
que hay cosas que son espontneas en el hombre:
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SENTIDO
KANT
La gran crtica al eudemonismo la har Kant. Todos estos motivos para
actuar bien, todo esto que nos mueve en el fondo eso es egosmo. Todos los
motivos para actuar desde eudemonismos son sentimientos egostas,
buscan solo la felicidad individual.
Tenemos que poner un motivo totalmente universal. Por lo tanto dice que no
se puede vivir para la felicidad, sino para el deber. Si verdaderamente lo
que nos mueve es solamente nuestra satisfaccin eso si es egosta. El
concepto de felicidad no puede tomarse de modo absoluto. Hay mucha
gente que tiene la pretensin que se equivoca a la hora de escoger los
bienes. Tiene que haber algo que sea objetivo. Se puede combinar un
sentimiento religiosos y sin embargo estar fallando en cuestiones objetivas.
No nos podemos mover solo por la felicidad y el placer, porque eso nos
podra llevar al egosmo o al emotivismo.
Sin embargo, hacerlo todo por el deber no contempla o tiene en cuenta a la
persona.
SOLUCION
La visin perfectamente cristiana es la eudoka (Lc 2, 14), donde los ngeles
ante se les aparecen a los pastores y dicen: Gloria a Dios en el cielo y en la
tierra paz a los hombre que aman al Seor o de buena voluntad. De aqu
viene Eudoka, buena opinin. Esto expresa dos dimensiones de la felicidad.
Dios ama, de los que tiene una buena opinin. Hay una parte de la felicidad
que es un don de Dios. Pero a la vez la otra forma de traducirlo de buena
voluntad, que tienen una buena disposicin hacia Dios, una buena opinin
de Dios, dispuestos a lo que van a recibir de Dios. La felicidad perfecta es
una parte que la tiene que hacer el hombre y una parte que se ha de recibir.
En ese sentido se juntan las dos necesidades, la subjetiva y la objetiva.
Nosotros no podemos alcanzar la felicidad si no nos la conceden. La
felicidad se expresa en forma de comunin entre personas=AMOR. Amor en
estos dos aspectos, amor recibido (ser amado) y el otro, amor realizado
(amar). La felicidad es de los que son amados y los que quieren amar. El
concepto de felicidad cristiana es aceptar el amor de los dems y amarlos.
La felicidad consiste en que yo cree una comunin, en el fondo que yo ame
al Seor y que acepte el amor de Dios.
De aqu viene el concepto de don personal. Darnos, pero no porque s, sino
dar aquello que nos ha sido dado. El origen de nuestro amor, de nuestro don
personal es Dios.
BUEN SUMO O BIEN SUPREMO
NIVEL PSICOLGICO
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