Ceremonia Boda Sin Misa Católica
Ceremonia Boda Sin Misa Católica
Ceremonia Boda Sin Misa Católica
Moraleja
Padrino
Novio
Novia
Sacerdote
Altar
Madrina
RITOS INICIALES
Saludo inicial del sacerdote:
Queridos hermanos:
Llenos de alegra, hemos venido a la casa del Seor para esta
celebracin, acompaando a N. y N. en el da en que se disponen a celebrar
su unin matrimonial. Para ellos este momento es de singular importancia.
Por ello, acompamoslos con nuestro cario, amistad y oracin fraterna.
Escuchemos atentamente con ellos la Palabra que Dios nos va a dirigir hoy.
Despus, con la santa Iglesia, invocaremos a Dios Padre, por Jesucristo,
nuestro Seor, para que acoja complacido a estos hijos suyos que van a
contraer Matrimonio, los bendiga y les conceda vivir en unidad permanente.
Oracin Colecta
Oremos:
Escucha nuestras splicas, Seor;
derrama tu gracia sobre estos hijos tuyos,
que se unen junto a tu altar,
y hazlos fuertes en la mutua caridad.
Por nuestro Seor Jesucristo, tu Hijo,
que vive y reina contigo
en la unidad del Espritu Santo y es Dios
por los siglos de los siglos.
R/. Amn.
LITURGIA DE LA PALABRA
PRIMERAS LECTURAS (A)
Los novios pueden escoger las lecturas. Se puede escoger una de las
lecturas de las propuestas aqu:
Primeras lecturas A. O bien, en su lugar, una de las Segundas lecturas
B, que se proponen ms adelante. Durante las lecturas todos pueden
sentarse.
Si hay alguna persona (familiar o amigo) que haga las lecturas habr
de presentarse ineludiblemente al sacerdote 15 minutos antes; en caso
Palabra de Dios.
6a. Lectura del libro de los Proverbios (31, 10-13. 19-20. 30-34)
Una mujer hacendosa, quin la hallar?
Vale mucho ms que las perlas.
Su marido se fa de ella,
y no le faltan riquezas.
Le trae ganancias y no prdidas
todos los das de su vida.
Adquiere lana y lino,
los trabaja con la destreza de sus manos.
Extiende la mano hacia el huso,
y sostiene con la palma la rueca.
Abre sus manos al necesitado
y extiende el brazo al pobre.
Engaosa es la gracia, fugaz la hermosura,
la que teme al Seor merece alabanza.
Cantadle por el xito de su trabajo,
que sus obras la alaben en la plaza.
Palabra de Dios.
7a. Lectura del libro del Eclesistico (26, 1-4. 16-21)
Dichoso el marido de una mujer buena;
se doblarn los aos de su vida.
La mujer hacendosa hace prosperar al
marido,
l cumplir sus das en paz.
Mujer buena es buen partido
que recibe el que teme al Seor;
sea rico o pobre, estar contento
y tendr cara alegre en toda sazn.
Mujer hermosa deleita al marido,
mujer prudente lo robustece;
mujer discreta es don del Seor:
no se paga un nimo instruido;
mujer modesta duplica su encanto:
no hay belleza que pague un nimo casto.
El sol brilla en el cielo del Seor,
la mujer bella, en su casa bien arreglada.
Palabra de Dios.
pueblo y tu Dios ser mi Dios. Donde t mueras morir y all ser enterrada.
Que Yahveh me d este mal y aada este otro todava si no es tan slo la
muerte lo que nos ha de separar.
Palabra de Dios.
Hay que escoger uno de los Salmos responsoriales que se proponen
aqu (cualquiera de los que estn subrayados):
SALMOS RESPONSORIALES
Salmo 127
Lector:
Todos :
Lector:
Todos :
Lector:
Todos :
Lector:
Salmo 144
Lector
Todos:
Lector
Todos:
Lector
Todos:
Lector
Todos:
Salmo 104
Lector
Todos:
Lector
Todos:
Lector
Todos:
Lector
Lector
Todos:
Salmo 148
Lector
Todos:
Lector
Todos:
Lector
Todos:
Lector
Todos:
Lector
Todos:
Lector
Las lecturas que se proponen aqu son para elegir (si gusta alguna ms que
las propuestas ms arriba las A-) en lugar de la Primera lectura, (o bien
cuando hay Misa y se hace una Segunda lectura antes del Evangelio)
alegra de la injusticia, sino que goza con la verdad. Disculpa sin lmites, cree
sin lmites, espera sin lmites, aguanta sin lmites. El amor no pasa nunca.
Palabra de Dios.
3b. Lectura de la primera carta del apstol san Pablo a los Corintios
Hermanos:
El amor es paciente, afable; no tiene envidia; no presume ni se engre;
no es mal educado ni egosta; no se irrita; no lleva cuentas del mal; no se
alegra de la injusticia, sino que goza con la verdad.
Disculpa sin lmites, cree sin lmites, espera sin lmites, aguanta sin
lmites.
El amor no pasa nunca.
El don de profeca?, se acabar. El don de lenguas?, enmudecer.
El saber?, se acabar.
Porque limitado es nuestro saber y limitada es nuestra profeca; pero,
cuando venga lo perfecto, lo limitado se acabar.
Cuando yo era nio, hablaba como un nio, senta como un nio,
razonaba como un nio. Cuando me hice un hombre acab con las cosas de
nio.
Ahora vemos confusamente en un espejo; entonces veremos cara a
cara. Mi conocer es por ahora limitado; entonces podr conocer como Dios
me conoce.
En una palabra: quedan la fe, la esperanza, el amor: estas tres. La ms
grande es el amor.
Palabra de Dios.
4b. Lectura de la carta del apstol san Pablo a los Efesios (Versin corta)
Hermanos: vivid en el amor como Cristo nos am y se entreg por
nosotros a Dios.
Maridos, amad a vuestras mujeres como Cristo am a su Iglesia.
l se entreg a S mismo por ella, para consagrarla, purificndola con el
bao del agua y la palabra, y para colocarla ante S gloriosa, la Iglesia, sin
mancha ni arruga ni nada semejante, sino santa e inmaculada. As deben
tambin los maridos amar a sus mujeres, como cuerpos suyos que son.
Amar a su mujer es amarse a s mismo. Pues nadie jams ha odiado su
propia carne, sino que le da alimento y calor, como Cristo hace con la Iglesia,
porque somos miembros de su cuerpo.
Por eso abandonar el hombre a su padre y a su madre y se unir a su
mujer y sern los dos una sola carne.
Es ste un gran misterio: y yo lo refiero a Cristo y a la Iglesia.
Palabra de Dios.
5b. Lectura de la carta del apstol san Pablo a los Efesios (Versin larga)
Hermanos:
Vivid en el amor como Cristo nos am y se entreg por nosotros a Dios.
Sed sumisos unos a otros con respeto cristiano.
Las mujeres, que se sometan a sus maridos, como al Seor; porque el
marido es cabeza de la mujer, as como Cristo es cabeza de la Iglesia; l,
que es el salvador del cuerpo. Pues como la Iglesia se somete a Cristo, as
tambin las mujeres a su maridos en todo.
Maridos, amad a vuestras mujeres como Cristo am a su Iglesia.
l se entreg a S mismo por ella, para consagrarla, purificndola con el
bao del agua y la palabra, y para colocarla ante S gloriosa, la Iglesia, sin
mancha ni arruga ni nada semejante, sino santa e inmaculada. As deben
tambin los maridos amar a sus mujeres, como cuerpos suyos que son.
Amar a su mujer es amarse a s mismo. Pues nadie jams ha odiado su
propia carne, sino que le da alimento y calor, como Cristo hace con la Iglesia,
porque somos miembros de su cuerpo.
Por eso abandonar el hombre a su padre y a su madre y se unir a su
mujer, y sern los dos una sola carne. Es ste un gran misterio, y yo lo
refiero a Cristo y a la Iglesia.
En una palabra, que cada uno de vosotros ame a su mujer como a s
mismo, y que la mujer respete al marido.
Palabra de Dios.
6b. Lectura de la primera carta del apstol san Pedro (3, 1-9)
Queridos hermanos:
Las mujeres sean sumisas a los propios maridos para que, si incluso
algunos no creen en la palabra, sean ganados no por palabras, sino por la
conducta de sus mujeres, al considerar vuestra conducta casta y respetuosa.
Que vuestro adorno no est en el exterior: en peinados, joyas y modas,
sino en lo oculto del corazn, en la incorruptibilidad de un alma dulce y
serena: esto es precioso ante Dios. As se adornaban en otro tiempo las
santas mujeres que esperaban en Dios, siendo sumisas a sus maridos; as
obedeci Sara a Abrahn, llamndole Seor. De ella os hacis hijas cuando
obris bien, sin ningn temor.
De igual manera, vosotros, maridos, en la vida comn sed comprensivos
con la mujer, que es un ser ms frgil, respetndolas, ya que son tambin
coherederas de la gracia de la vida, para que vuestras oraciones no
encuentren obstculo.
Procurad todos tener un mismo pensar y un mismo sentir: con afecto
fraternal, con ternura, con humildad. No devolvis mal por mal o insulto por
insulto; al contrario, responded con una bendicin, porque para esto habis
sido llamados: para heredar una bendicin.
Palabra de Dios.
Entre estos evangelios hay que escoger uno, el que ms guste. El
Evangelio, como es habitual, lo lee el sacerdote
EVANGELIOS (C)
1c. + Lectura del santo evangelio segn san Mateo
(19, 3-6)
(10, 6-9)
2, 1-11
2, 1-11
Escrutinio
El sacerdote interroga a los novios acerca de la libertad, la fidelidad y
educacin de la prole, y a cada pregunta ellos responden:
Sacerdote:
N. y N., vens a contraer Matrimonio sin ser coaccionados,
libre y voluntariamente?
Los novios:
S, venimos libremente.
Sacerdote:
Estis decididos a amaros y respetaros mutuamente,
siguiendo el modo de vida propio del Matrimonio, durante toda la vida?
Los novios:
S, estamos decididos.
Sacerdote:
Estis dispuestos a recibir de Dios responsable y
amorosamente los hijos, y a educarlos segn la ley de Cristo y de su Iglesia?
Los novios:
S, estamos dispuestos.
Consentimiento
El sacerdote invita a los contrayentes a expresar el consentimiento:
As, pues, ya que queris contraer santo Matrimonio, unid vuestras
manos y manifestad vuestro consentimiento ante Dios y su Iglesia.
Se dan la mano derecha.
Ahora es cuando los novios se entregan y reciben mutuamente, para
ser una sola carne, para unir sus vidas para siempre. Se puede escoger
La novia: S, quiero.
La novia: N., quieres ser mi marido?
El novio:
S, quiero.
Frmula 3
El sacerdote solicita el consentimiento de los contrayentes:
Sacerdote:
N., quieres recibir a N. como esposa, y prometes serle fiel en la prosperidad
y en la adversidad, en la salud y en la enfermedad, y as amarla y respetarla
todos los das de tu vida?
El esposo:
S, quiero.
Sacerdote:
N., quieres recibir a N. como esposo, y prometes serle fiel en la prosperidad
y en la adversidad, en la salud y en la enfermedad, y as amarlo y respetarlo
todos los das de tu vida?
La esposa:
S, quiero.
Los novios:
Amn.
BENDICIN NUPCIAL
En estos momentos, solamente los esposos se ponen de rodillas, para recibir
la bendicin nupcial
Introduccin a la bendicin
Sacerdote:
Queridos hermanos,
roguemos humildemente al Seor
que derrame la gracia de su bendicin
sobre estos hijos suyos,
que acaban de contraer Matrimonio en Cristo,
y a los que uni en santa alianza,
los haga perseverar en un mismo amor.
Bendicin
Sacerdote:
Oh Dios, que con tu poder creaste todo de la nada,
y, desde el comienzo de la creacin,
hiciste al hombre a tu imagen
Rito de la comunin
Si se ha pedido por parte de los novios, y hablado previamente con el
sacerdote, se puede recibir la comunin estando en las debidas
disposiciones, es decir, despus de haber hecho una buena confesin.
La confesin, en todo caso, es algo muy recomendable para que la gracia del
sacramento del matrimonio cale ms a fondo en quienes lo reciben.
De la misma manera que en el aspecto externo se nota en los novios ese
especial cuidado en ir resplandecientes, tambin hay que tener esa misma
disposicin en el alma. Y eso se logra con una confesin ms detallada y
prxima al da en que contraen matrimonio. Se puede quedar con el
sacerdote para hacerla, por ejemplo, el da de la preparacin.
Oracin final
Sacerdote:
Oremos.
Por medio de este sacrificio, Seor,
guarda con tu providencia
y haz vivir en un mismo amor
a quienes has unido en santo Matrimonio.
Por Jesucristo nuestro Seor.
CONCLUSIN DE LA CELEBRACIN
BENDICIN FINAL
Todos inclinan un poco la cabeza para recibir la bendicin.
Sacerdote:
Nuestro Seor Jesucristo,
que santific con su presencia las bodas de Can,
os conceda a vosotros,
y a vuestros familiares y amigos,
su bendicin.
R/. Amn.
Sacerdote:
Nuestro Seor Jesucristo,
que am a su Iglesia hasta el extremo,
os conceda amaros el uno al otro de la misma manera.
R/. Amn.
Nuestro Seor Jesucristo os conceda
ser testigos fieles de su resurreccin en el mundo
y esperar con alegra su venida gloriosa.
R/. Amn.
Y a todos vosotros, que estis aqu presentes,
os bendiga Dios todopoderoso,
Padre, Hijo + y Espritu Santo.
R/. Amn.
Firmas
Para las firmas se pone a disposicin de los novios una mesita con el
libro de las firmas. Firman primero los novios, luego los padrinos, y
finalmente los testigos. La novia en primer lugar deja el ramo sobre la mesa y
sentada firma, despus el novio, la madrina y el padrino.
Tienen que firmar en primer trmino los dos testigos oficiales que han
quedado inscritos en el Alegato V, es decir, el papel con la autorizacin del
matrimonio que los novios llevaron a la Iglesia. Despus podrn firmar
algunos testigos ms, de la novia y del novio. El nmero no ha de ser
demasiado numeroso, ya que el espacio para la firma es tambin reducido.
Conclusin de la celebracin
Una vez concluida la celebracin se podr hacer alguna foto en el altar.
Aunque no ms de 4 6 como mucho. Hay que tener en cuenta que despus
de la celebracin suele haber otros actos en la Iglesia y ha de recogerse todo
para que la Iglesia est disponible para los que han de venir a esos actos. No
conviene, por tanto, estar ms tiempo del estrictamente necesario.
Aunque no est prohibido tirar arroz se ruega encarecidamente no tirarlo
dentro de la Iglesia. Se hace por motivos de seguridad: pisar arroz, como
otro tipo de legumbres, puede ocasionar un peligro, sobre todo para las
personas mayores, si las pisan.
Por todo ello se pide agilidad. Igualmente con los coches para no
taponar las entradas y salidas y que no se resienta el trfico despus de
haber concluido la ceremonia.
No se permitir, bajo ningn concepto, los petardos o tracas dentro del
recinto de la Iglesia.