En La Burbuja-Diseñando para Un Mundo Complejo
En La Burbuja-Diseñando para Un Mundo Complejo
En La Burbuja-Diseñando para Un Mundo Complejo
En la burbuja.
Diseando en un
mundo complejo
John Thackara 2
Introduccin3
En la burbuja, es la frase que utilizan los
controladores del trfico areo para describir
su estado mental cuando se encuentran frente a las pantallas encendidas llenas de flujos
de informacin, metidos de lleno en la corriente del trabajo y manteniendo el control
sobre la situacin. Vaya suerte la suya. La
mayora de nosotros, en cambio, no sentimos
muy lejos de controlar las situaciones por las
que pasamos. Atiborramos el mundo con
aparatos y sistemas sorprendentes (sobre la
cima de los aparatos y sistemas naturales y
humanos que ya estaban aqu) slo para descubrir que estos sistemas complejos parecen
fuera de control: son demasiado complejos
como para llegar a entenderlos, y no hablemos de darles forma, o refuncionalizarlos.
1> Thackara, John, In the bubble.
Designing in a complex world, London,
Paperback, 2006.
2> John Thackara estudi filosofa y periodismo en Inglaterra, antes de comenzar a trabajar en la industria editorial en
Nueva York. Edit la revista Design durante cinco aos, luego trabaj como
editor de la seccin de cultura moderna
de Harpers & Queen, y como redactor en
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Summit. Entre sus doce libros publicados se cuentan: Design After Modernism:
Beyond the Object (1987), y Lost in Space: A Travellers tale (1995). A lo largo de
su carrera, John dio clases en ms de
cuarenta pases. [Nota del Editor]
3> Traduccin de Claudio Iglesias.
4> Estadstica citada en el Annual Review 2002 del Design Council (London:
Design Council, 2002), p. 19.
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rente y, a menudo, sorpresivo. Una recomendacin que puedo darte para el prximo lunes por la maana es que, despus
de leer este libro, salgas de casa y camines
un rato, simplemente mirando a tu alrededor. Estoy seguro de que te sorprender la
variedad de innovacin social que est teniendo lugar en tu propio entorno. Como
me sorprendi a m.
Dicho esto, es digno de atencin el hecho
de que la pregunta a dnde queremos
ir? nos pone frente a un dilema en lo tocante al valor de la innovacin. Es que hemos construido una sociedad con una fuente orientacin a la tecnologa, cuyo desempeo es muy notable en cuanto a la fabricacin de medios, pero dudoso y confuso en
lo que respecta a los fines. Ya no est claro
qu problema estamos resolviendo con todas estas cosas que fabricamos, o qu valor aaden a nuestra vida. Pero mucha gente que conozco asume de antemano que
innovar en un rea significa meramente
aadirle tecnologa. La tecnologa ha llegado a convertirse en un sistema poderoso
y autoreplicante, acostumbrado a que le
tengan respeto y a recibir la parte del len
del financiamiento de investigacin. En el
NASDAQ, la tecnologa incluso tiene un
mercado de valores propio.
Durante la primera etapa de la era industrial
(y, a propsito, recordemos que todava estamos en la era industrial), el progreso y el
desarrollo eran entendidos como la produccin continua de tecnologa y bienes de
consumo, y punto. El espritu de esta poca
aparece plasmado en una vieja cancin de
la empresa Matsushita:
Juntemos nuestras fuerzas con nuestras
ideas,/ dando lo mejor de nosotros para incrementar la produccin, ofreciendo bienes
de consumo a los pueblos del mundo, sin fin,
continuamente.7
Situada bajo este ngulo, la tecnologa
cambi su estatuto: dej de ser una coleccin de herramientas utilizadas para hacer
ciertas cosas y se convirti en un sistema
capaz de perpetuarse a s mismo.8 Antes,
los beneficios de la tecnologa parecan ser
transparentes: productos mejores, ms rpidos, ms inteligentes, usualmente ms
baratos tambin. Pero el alcance de la penetracin de la tecnologa en la vida cotidiana se increment, y las diferencias entre
los distintos aparatos se atenuaron; la tecnologa, en el mejor de los casos, se convirti en una mercanca; en el peor, en una intrusa en el espacio personal, una forma de
crimen incluso, o de polucin. Una de las
razones por las cuales las puntocom fallaron es porque ofrecan muy poco valor que
no fuera el de la tecnologa en s misma, en
un momento en el que la cultura haba cambiado y la tecnologa ya no representaba un
fin en s mismo en nuestras vidas.
No estoy proponiendo que nos hemos desenamorado de la tecnologa; ms bien, lo
que ocurre es que estamos recuperando el
aprecio y el respeto por lo que las personas
pueden hacer y que las mquinas no pueden. A lo largo de la modernidad, subordinamos los intereses de la gente a los de la
tecnologa, una poltica que nos llev a la
destruccin inconciente de culturas tradicionales y al socavamiento de formas de vida que tendamos a considerar primitivas.
Las vctimas de este avance de la moderni7> En 1970 Herman Kahn, el primer
futurlogo en el sentido moderno del
trmino (y, segn versiones, inspirador
del rol de Dr. Strangelove en el film de
Stanley Kubrick), anticip que los valor
culturales nicos de Japn le permitiran
a la economa japonesa alcanzar y
superar el PBI de Estados Unidos.
Herman Kahn, The Emerging Japanese
Superstate: Challenge and Response
(Englewood Cliffs, N.J.: Prentice Hall,
1970).
8> La Comisin Europea, responsable
del 5% del gasto en investigacin de
todo el continente, est analizando
modos de gestionar la investigacin
tecnolgica como una compleja red
auto-organizativa. Peter Johnston, uno
de los peces gordos del programa
Tecnologas de la Sociedad de la
zacin no fueron solamente los desventurados pueblos nativos de los bosques pluviales. La idea de que la gente se adapte a
las nuevas tecnologas nos afect a todos.
Creamos que la lnea de montaje y la estandarizacin iban a hacer del mundo un lugar mejor, pero de la mano de la eficiencia
vino la deshumanizacin del trabajo. Y no
somos menos esclavos de la tecnologa hoy
en da cuando censuramos a los docentes
por obstaculizar el progreso cuando rechazan las ltimas aplicaciones tecnolgicas en educacin.9
La introduccin de toda nueva tecnologa (el
telgrafo, el ferrocarril, la electrificacin, la
radio, el telfono, la televisin, los automviles, el transporte areo) siempre fue
acompaada por un espectacular envoltorio
de promesas. Cierta ingenuidad es excusable en los inventores de aquellas primeras
tecnologas: no tenan modo de calcular las
consecuencias imprevistas de sus innovaciones. Hoy, no tenemos ese alibi. Sabemos
que las nuevas tecnologas acarrean consecuencias inesperadas.10
La peor clase de impacto tecnolgico es la
que combina irresponsabilidad con buenas
intenciones. Muchas de las peores calamidades proceden de la biotecnologa. Cuando
Eugene Thacker estudi la industria tecnolgica con motivo de un libro que estaba escribiendo, encontr un insidioso contraste entre el hiperoptimismo y la falta total de resul-
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La tecnologa es til. Lo que s podemos hacer es cambiar el ngulo del debate e insistir
en que la gente est antes que la tecnologa.
No ser fcil, desde luego, pero el cambio ya
est ocurriendo. Desde los dueos de fbricas textiles en el siglo XIX hasta los gerentes
de empresas puntocom de fines del siglo pasado, la gente de negocios siempre busc
formas para remover a la gente de la produccin, valindose de la automatizacin tecnolgica de los procesos productivos. Muchas
organizaciones continuarn hacindolo, pero
quedarn fuera de poca.
Este libro trata sobre un mundo en el que el
bienestar est basado en menos cosas y
ms personas. Describe una aproximacin al
tema de la innovacin segn la cual la gente
vuelve a formar parte del diseo de distintas
situaciones. En estas situaciones, ya no seremos persuadidos de que para ser mejores es
necesario que consumamos ms productos
generadores de residuos y aparatos.
Las siguientes pginas describen la transicin, que actualmente est teniendo lugar,
de la innovacin guiada por la ciencia-ficcin a la innovacin inspirada en la ficcin
social. He reunido los mejores ejemplos que
pude encontrar de servicios y situaciones
diseados en los cuales la gente lleva a cabo actividades cotidianas de modos novedosos: desde el traslado hasta el aprendizaje, desde el cuidado mutuo hasta el juego
y el trabajo. Algunos de estos servicios involucran el uso de productos o equipo para
poder realizarse: equipo que va desde los
implantes corporales a los aviones de lnea.
Pero los objetos, por regla, juegan un papel
secundario. Nuevos principios (el de ligereza, por sobre todo) informan el modo en
que son diseados, fabricados, usados y
032c, no. 4 (Winter 20022003), 106, disponible en Internet a travs del site del
editor (www.032c.com).
12> Los intereses creados a los que
Thacker se refiere son los mismos mencionados en la nota 8. Thacker, The
Science Fictioning of Biotechnology,
p. 109.
13> La conversacin es el instrumento
que, en el futuro, nos brindar inspira-
mantenidos por sus usuarios. Sin excepciones, el foco est puesto sobre los servicios
y los sistemas, no sobre las cosas.
As como tenemos que disear la vuelta de
las personas al cuadro de la innovacin, tenemos que disearnos ms tiempo para pintar el cuadro. Gran parte del llamado efecto
rebote de la innovacin (que consiste en llegar a resultados directamente opuestos a los
buscados) se produce por nuestra falta de
tiempo para hacer los chequeos en detalle
requeridos, observar qu ocurre, y reflexionar
en los cambios que tienen lugar en toda la
escena, en toda la extensin del cuadro. Como se argumenta en el Captulo 2, la velocidad puede ser un imperativo en la industria
informtica, pero aplicada a situaciones sociales puede ser muy peligrosa.
Necesitamos tiempo para pensar, por ejemplo, la cuestin de las escarpadas tasas de
crecimiento de la poblacin mundial. La
cantidad de gente que vive en el mundo se
ha duplicado en el tiempo de vida de mi generacin, algo que no ocurri en el caso de
ninguna generacin anterior. Somos los primeros seres humanos que debieron enfrentar semejante explosin de nmeros; y, sin
embargo, seguimos buscando nuevos aparatos y servicios que nos permitan reducir
el tiempo de trabajo necesario, por medio
de la tecnologa.
No es que seamos tontos. Por el contrario,
muchos millones de personas dedicaron inteligencia y creatividad a la tarea de construir el mundo moderno. Ms bien, lo que
ocurre es que estamos siendo arrastrados
hacia aguas desconocidas y peligrosas por
el acelerado crecimiento econmico. En
apenas uno de los das que pas escribiendo este libro, hubo tanto comercio en el
mundo como en todo el ao 1949; tanta investigacin cientfica como toda la publicada en 1960; tantas llamadas telefnicas como todas las que se realizaron en 1983; tantos e-mails fueron enviados como en todo
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safos ms importantes que plantea este libro es el de hacer que los procesos y sistemas que nos rodean se vuelvan inteligibles y
susceptibles de ser conocidos. Necesitamos disear macroscopios, tanto como microscopios, que nos ayuden a entender de
dnde vienen las cosas, y por qu: la historia de vida de una hamburguesa, el trabajo
bajo presin, o bien la expansin de los suburbios. Equipados con una comprensin
renovada de las razones por las cuales
nuestra situacin presente es como es, mejor podremos describir el sitio adonde queremos llegar. Evocando en la mente estas situaciones alternativas, podemos disear el
camino de aqu hasta all.
Los macroscopios pueden ayudarnos a entender sistemas complejos, pero nuestros
propios ojos desnudos son igualmente importantes. Ahora mismo, alrededor del mundo, modos alternativos de organizar la vida
cotidiana estn siendo ensayados y sometidos a prueba. Simplemente necesitamos
prestarles atencin. Cuando Ezio Manzini
dict talleres de diseo en Brasil, China y la
India, para desarrollar nuevas ideas para
una exhibicin sobre la vida cotidiana, se
encontr con docenas de ejemplos de nuevos servicios aplicados a la vida cotidiana
que l nunca antes se haba siquiera imaginado. Y tambin nuevas actitudes. En muchas culturas diferentes, descubri que la
obsesin por las cosas est siendo reemplazada por la obsesin por los acontecimientos. Personas de todas las edades a lo
largo y a lo ancho del mundo estn diseando nuevas actividades y entornos en los
cuales el consumo de energa y materiales
es modesto, y ms gente, no menos, se involucra en los procesos, ya se trate del cuidado de personas, del trabajo, del estudio,
del transporte, de proveerse de comida, de
comerla o de compartir equipo.15
En un mundo de menos cosas y ms perso15> Francois Jegou y Ezio Manzini, Sustainable Everyday: A Catalogue of Promising Solutions (Milan: Edizione Ambiente, 2004). Manzini dict talleres de diseo abiertos en varios pases, como pre-
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nas, vamos a seguir necesitando, sin embargo, sistemas, plataformas y servicios que le
permitan a la gente interactuar ms eficiente
y placenteramente.16 Estas plataformas e infraestructuras van a requerir un poco de tecnologa, y mucho diseo. Algunos servicios
van a ayudarnos a repartir el peso de las actividades de todos los das: lavar la ropa en el
techo de los edificios de departamentos, organizar grupalmente el cuidado de los chicos, utilizar cocinas y jardines comunitarios,
talleres grupales para actividades de mantenimiento, compartir herramientas y equipamiento, redes y clubs orientados al cuidado
de la salud y la prevencin de enfermedades.
El ms importante impacto potencial de las
comunicaciones Wi Fi, por ejemplo, residir
en la ecologa de los recursos de las ciudades. Conectar a las personas, los recursos y
los lugares entre s en nuevas combinaciones, en tiempo real, dar lugar a la aparicin
de servicios a pedido de usuario que, integrando conciencia ambiental y asignacin dinmica de recursos, tendrn el potencial de
reducir drsticamente el volumen de hardware (entendiendo el concepto en un sentido
amplio: aparatos elctricos, edificios, etc.)
que efectivamente necesitamos para funcionar. La mayora de nosotros somos a la vez
usuarios y oferentes de recursos. El principio
de hacer uso, no tener propiedad puede
aplicarse a toda clase de plataformas de
hardware: edificios, rutas, vehculos, oficinas,
y sobre todo, la misma gente. Para usar cosas ms o menos pesadas y fijas, no necesitamos poseerlas: alcanza con saber cmo y
dnde podemos usarlas.
En nuestro mundo, muchas cosas andan mal
con el diseo; pero el problema no est en
los diseadores como grupo humano. Treinta
aos atrs, en Design for the Real World, Victor Papanek observaba que hay profesiones
ms dainas que el diseo industrial, pero
son muy pocas.17 Culpar y avergonzar de
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tan a renuncia, moralismo, ms y ms trabajo, autocrticas esforzadas, modestia y autolimitacin. Por supuesto, existen lmites, pero,
por qu debera haber lmites al disfrute y a
la aventura? Por qu los activistas alternativos, en su mayora, slo hablan de nuevas
responsabilidades, y no de nuevas posibilidades? Por qu ser modestos de cara a un
cataclismo inminente?20 La creacin de alternativas sociales interesantes debe ser tan
excitante y atractiva como sola serlo, antao,
el seductor murmullo de la nueva tecnologa.
Una cultura basada en las ideas de comunidad y conexin debe ser divertida y desafiante, tanto como responsable. La esttica de
los servicios y los flujos debe inspirarnos, y
no solamente satisfacernos.
In the Bubble trata de futuros sustentables y
atractivos, as como de los pasos necesarios
20> BoloBolo es un visionario panfleto
que propone la cuestin de cmo me
gustara realmente vivir? El autor del
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