La Parte de Dios y La Parte Del Hombre en La Salvación
La Parte de Dios y La Parte Del Hombre en La Salvación
La Parte de Dios y La Parte Del Hombre en La Salvación
Dios y el hombre ambos tienen que hacer algo antes que un hombre pueda ser
salvo. El Hiper-Calvinismo niega la necesidad de la accin humana, y el
Arminianismo niega la naturaleza verdadera de la accin Divina. La Biblia
claramente manifiesta ambos el Divino y lo humano como esencial en el plan de
Dios de salvacin. Esto no es decir, como lo hace el Arminianismo, que la parte
de Dios es de proveer gratuitamente la salvacin para todos los hombres, y que la
parte del hombre es de hacerse dispuesto para aceptarla. Esto no es lo que hemos
dicho, ni es lo que la Biblia ensea. Para entender lo que la Palabra de Dios
realmente dice, y para tratar de contestar algunas objeciones de "espantapjaros"
estableceremos el tema un punto a la vez.
UNO: El hombre tiene que arrepentirse y creer para ser salvo. Nadie ha sido
perdonado y hecho hijo de Dios quien no ha tornado del pecado voluntariamente
a Cristo. En ningn lugar la Biblia hace an una insinuacin que los hombres
pueden ser salvos sin arrepentimiento y fe, sino lo contrario, la Palabra siempre
declara que estas cosas son esenciales antes que una persona pueda ser salvo. La
una y nica respuesta Bblica a la pregunta, "Qu es menester que haga para
que sea salvo?" es, "Cree en el Seor Jesucristo y sers salvo".
DOS: Cada uno que se arrepiente y cree al evangelio ser salvo. Toda alma,
sin excepcin, quien responde al mandamiento del evangelio de venir a Cristo
ser recibido y perdonado por el Dios y Padre de nuestro Seor Jesucristo. Philip
Bliss puso esta verdad en msica cuando dijo, "Cualquiera que quiera, para
siempre tiene que perdurar...".
Si podemos estar absolutamente ciertos de alguna cosa, podemos estar seguros
que Cristo nunca anula Su promesa de recibir "a todos los que vienen a l".
Como el anciano Paul Bunyan dijo, "Ven y bienvenido" es la palabra eterna del
Salvador a todos los pecadores.
TRES: El arrepentimiento y la fe no son vicarios sino los hechos libres de los
hombres. Los hombres con su propia mente, corazn, y voluntad tienen que
renunciar al pecado y recibir a Cristo. Dios no se arrepiente y cree por
nosotros___nosotros tenemos que arrepentirnos y creer. El tornarse del pecado y
alcanzar en fe a Cristo son los hechos del hombre, y cada cual que responde al
llamamiento del evangelio lo hace porque desea honestamente hacerlo. l quiere
http://www.vidaeterna.org/esp/pdg/estudios/parte.htm