Gusmán Kafka
Gusmán Kafka
Gusmán Kafka
He aqu otro libro sobre Kafka. Es un libro de escritor, es decir, un libro escrito por
un colega del escritor estudiado, comentado o retratado. En efecto, en la primera
pgina del libro de Luis Gusmn titulado Kafkas se lee a modo de epgrafe la
siguiente frase de George Steiner: En ciertos momentos de la historia de la
literatura un escritor parece personificar la dignidad y la soledad de todos los
miembros de su profesin. La frase merece una nota al pie del autor: Steiner cita
a H. James como ejemplo. He dejado el lugar vaco porque creo que cada poca y
cada lector puede colocar el suyo. Resulta obvio que para Gusmn el ejemplo, el
nombre ejemplar es el de Franz Kafka. Cabra interrogarse acerca de las dos
cualidades que Steiner elige como representativas del escritor, seguramente del
Escritor con maysculas, pero cualidades que entonces son o deberan ser las de
todos y cada uno de los que se buscan en l. Pero dicha interrogacin slo puede
emprenderse en el horizonte de la poca, de ese horizonte o ese momento
histrico en el que, segn Steiner, resulta inevitable buscar en alguien la firmeza
que falta en torno, la soledad y la dignidad, la dignidad de la soledad y la soledad
de la dignidad, se podra decir, como ltimo refugio en medio de la intemperie.
Imagino a ms de uno sonriendo desdeosamente ante tales nombres. Pero es a
causa de ellos, precisamente a causa de su comn indignidad que Steiner escribe
esa frase. No juzguemos, ni siquiera entremos al debate. Sealemos apenas la
sorpresa que suscita la tcita referencia a Kafka en ese contexto. Porque si el
nombre de Henry James es suficientemente ilustrativo de lo que Steiner echa en
es la que le sirve a Kafka para designar toda su obra. La obra entera de Kafka se
presenta como un ejercicio, es decir, un hacer para hacer, un vivir para escribir, un
escribir para vivir, y un hacer sin hacer, un escribir sin vivir, un vivir sin escribir, de
modo que en ningn punto vida y literatura estn separadas y sin embargo no
llegan a identificarse, ms bien parecen reclamarse y excluirse mutuamente. Se
entiende as el plural del ttulo de Gusmn. No es slo que Kafka no haya sido
siempre el mismo, ni slo que haya sido dos toda su vida, uno el fantasma que
escribe sin existir y otro el muerto que slo vive porque no acaba de morir, sino
porque es el actor de s mismo, el lugar singular de esos papeles. Por eso
Gusmn comienza preguntando quin es K. Es una antigua pregunta, pero aqu
resulta pertinente. K. es a la vez el nombre del autor, el personaje y del actor en el
que ambos se intercambian sin confundirse. Pero es tambin el nombre del
solitario, el nombre de la experiencia de la soledad. Se recordar que ante la
sugerencia de Janouch de que l, Franz, est solo como Kaspar Hauser, Kafka
responde: No, apenas solo como Franz Kafka. Seguramente es atinado subrayar
que la frase dice que la soledad de Kafka es singular hasta lo incomparable, pero
es preciso decir tambin que esa singularidad slo se afirma en un como. Yo
estoy (est) solo como Franz Kafka. Es preciso, pues, actuar, mimar aun lo ms
propio, lo ms ntimo la soledad, pero asimismo el miedo, el amor o lo que sea.
Es preciso convertirse en el actor de s mismo. Eso es la literatura. Sin eso no hay
ms que expresin, comunicacin, confesin, queja o jactancia. Por eso Gusmn
seala en el centro de su libro la importancia de la imitacin en la obra de Kafka.
Todo es en ella imitacin. Para convertirse en el escritor que es, Kafka tiene que
imitarse aun, en primer lugar, a s mismo. Pero es preciso entenderlo
correctamente. Imitar no es hacer como sino hacer de. Los nios lo supieron
siempre. Uno hace de agrimensor, de juez, de procesado, de Ulises y de
Prometeo, de perro y de ratn, pero tambin de trompo, de puente, de carretel o lo
que sea. Y lo hace al punto de que se confunde con lo imitado y su imitacin
resulta imperceptible para el espectador. Mirndolo a l, al actor, parece que no
imita nada, que slo habla de s mismo; mirando a lo imitado no se reconoce ni la
ms mnima huella de imitacin, de representacin, de subjetividad actoral.
(Adorno lo ha mostrado desde su perspectiva y en su peculiar estilo: en Kafka,
dice, la propia alienacin se convierte en expresin, de manera que la objetividad
es nada ms que la determinacin externa de figuras interiores que sin embargo
permanecen desconocidas para s mismas; y tambin: Kafka logra hallar las
palabras para el espacio de la interioridad sin objeto). La imitacin es esta palabra
para la interioridad sin objeto en la exterioridad alienada. Se trata de una especie
de identidad a distancia o de una diferencia en la indiferencia. Por eso la imitacin
resulta imperceptible y slo perceptible como imperceptible. El principio de la
imitacin es soy lo que hago. El ayunador ayuna, el trapecista se balancea, el
perro investiga, la ratoncita canta. Hacen, pero no son nada fuera de lo que hacen
y su hacer expone sin resto el ser de sus hacedores. No se hacen a s mismos,
pero hacen de s mismos y slo son lo que hacen bufones de su propio ser. Por
eso el libro de Gusmn se cierra con la figura del saltimbanqui. (Me parece, sin
embargo, que el autor aproxima apresuradamente el payaso kafkiano al viejo
saltimbanqui de Baudelaire, pues mientras el arte del segundo est muerto en
cuanto cesa el herosmo, la afirmacin orgullosa de s del sujeto, su dandismo, si
se quiere, el arte del segundo comienza y se torna infinito precisamente y slo con