Pornoterrorismo

Diana J. Torres

pornoterrorismo

Portada y diseo coleccin: Esteban Montorio

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31300 Tafalla
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Primera edicin de Txalaparta
Tafalla, febrero de 2011

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derivada 3.0 Espaa
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http://creativecommons.org/licenses/by-nc-nd/3.0/es/
Txalaparta para la presente edicin
Realizacin grfica
nabarreria.com
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I.S.B.N.
978-84-8136-609-9
Depsito legal
NA-574-2011

A mi ovario poliqustico,
por las gracias y las desgracias.

prlogo
por Helen Torres1

un cuerpo desnudo. Una cresta que deja al descubierto los

tatoos (dolor) y (placer) a izquierda y derecha del
crneo. En el brazo se lee: Muerte a la pereza. A veces de la
frente brotan agujas que luego dejarn un rastro de sangre
sobre los ojos, como lgrimas cadas del crtex.
Se mueve por el escenario como si estuviera en el living de
su casa. Invita a una colega a subir. Gentilmente, le pide que
introduzca la mano en su vagina, que adentro hay premio. Despus de rebuscar un rato, la asistenta saca un condn. La pornoterrorista lo coge, lo rompe con los dientes y de l extrae un
papel arrugado. Lo estira. Es el poema Mi vagina, que recitar mientras la ayudanta le hace un fisting vaginal. Con la ltima
estrofa llega el orgasmo que provocar una corrida estilo giser
que salpicar las primeras filas de un pblico estupefacto.
Luego coge un salchichn de unos cincuenta centmetros,
le enfunda un preservativo y lo introduce en su siempre

1.- Helen Torres es escritora (Autopsia de una langosta, Melusina, Barcelona, 2011),
investigadora y perra feminista. Desde hace aos escribe en un blog con el seudnimo bien merecido de "La Zorra Suprema" (http://helenlaoresta.blogspot.com).

lubricada vagina. Unos treinta centmetros quedan colgando

de entre sus piernas. Luego, otra asistenta, vestida nicamente con un arns de cuero negro, se pone delante suyo a cuatro
patas. La pornoterrorista le introduce el otro extremo del salchichn por la vagina y comienza a bombear, suave al principio, hasta alcanzar un ritmo cada vez ms frentico. Detrs,
una pantalla sobre la que se suceden imgenes de carniceras
humanas y animales. Brazos mutilados. Vientres abiertos.
Autopsias. Cabezas de cerdo. De fondo se oye el Manifiesto
Carnvoro: Cul es la diferencia que hay entre la cabeza
de un cerdo y la de una persona? La del cerdo vale cinco con
cincuenta en la casquera, la de una persona no vale nada.
Asistenta y pornoterrorista se corren casi al unsono lanzando gemidos que interfieren con la voz en off. Se quitan el salchichn, lo desenfundan, lo cortan en gruesas rodajas y lo
reparten entre el pblico, que se lo come sin rechistar. Bienvenidas y bienvenidos al pornoterrorismo.
Si hay algo que las performances de Diana J. Torres no
provocan es indiferencia. Alguna gente siente violencia, otra
asco. Ella les dira: Tambin da asco la violencia del telediario y te la tragas con la cena, Julita.
Cada vez que la veo actuar emprendo un viaje que
comienza en carcajadas y acaba en una irrefrenable inspiracin para montar una orga dantesca. El pornoterrorismo me
pone. Y mucho. Porque me pone aquello capaz de demostrar
a la opresin que no se le tiene miedo. Diana nos despierta y
nos da los buenos das al grito de: Estoy viva y t tambin!
Demostrmoslo y a joderse!.
Si viviramos en Nueva York a finales de los sesenta,
Diana sera parte de los Motherfuckers2, aquel grupo de afini-

2.- Up Against the Wall Motherfuckers (uaw/mf) fue un grupo de anidad anarquista con base en el Lower East Side de Nueva York creado en 1966 por el pintor Ben Morea y el poeta Dan Georgakas. Venan del grupo Black Mask que realizaba acciones contra el arte burgus, la guerra y el capital. Ver: Black Mask &
Up Against the Wall Motherfucker: The Incomplete Works of Ron Hahne, Ben
Morea, and the Black Mask Group, pm Press (2011)

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dad anarquista que luchaba por hacer del arte revolucionario

una parte integral de la vida. Pero en la Karcelona de esta primera dcada del siglo veintiuno no hay agrupacin poltica
que contemple la posibilidad del pornoterrorismo como
parte de su programa. Demasiado revolucionario.
Los Motherfuckers dijeron: La Revolucin es la Sexualidad pisoteando la civilizacin. El pornoterrorismo es el
engendro de esa revolucin. Y la lleva a cabo con las herramientas ms bsicas y actuales: el cuerpo, los cuerpos, vivos
y asesinados, humanos y animales; la carne como fuente de
goce y barbarie; los fluidos como lluvia contaminadora de
normalidad. Mi piel, mi carne, mi sangre, mi templo. /
Donde oran las profanas, las desahuciadas de la fe, las perversas y las anormales, dice Diana en su poema Transfrontera.
En este espacio inhspito que es la metrpolis apocalptica soada por la ciencia ficcin, en el que arte y poltica son
dos mapas del mismo territorio y la creacin nace estril sin
siquiera rasgar el himen de la normalidad, la nica forma de
sobrevivir a la violencia es apelar al placer ms visceral. Mi
cuerpo, mi cuerpo, mi cuerpo / Donde yo mando, cabrones!.
Pero, qu es el pornoterrorismo? Hace unos meses apareci por la red un manifiesto annimo que intentaba condensar sus principios bsicos. Pero no lo consigui: no se puede
apresar un puo rabioso en una octavilla. La nica posibilidad
de atraparlo es metindoselo en el coo. Y gozndolo.
Diana lo define as:
Acaso hay fusin ms hermosa que la de las palabras
porno y terrorismo??
La ertica del terror, un terreno sin investigar que se abre como
un cadver listo para la autopsia. Del mismo modo que los funerales me dan risa, la imagen de un bello cadver, en ocasiones,
hace que se me mojen las bragas. La primera sensacin es que
nunca se podr superar lo vergonzoso de la situacin, la humillacin impuesta por la sociedad cuando algo polticamente incorrecto nos seduce. Pero se supera, oh, s!, se supera con la primera paja, con el primer acto de culto al terror. Es la nica forma
de vencerlo, dejndose seducir por l, siendo su tierna amiguita.
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El pornoterrorismo es accin y concepto. Las acciones

requieren de la experiencia para empoderarnos, mientras que
los conceptos proyectan su significado en el tiempo abriendo
la posibilidad de que, en algn momento, se cuestione su
aplicacin, pervirtindolo o desplazndolo a otro contexto. Y
all reside su potencial.
A veces, los conceptos nacen de la necesidad de imponer
unas normas. En este caso, al principio se circunscriben a un
mbito determinado. Con el tiempo se afianzan hasta diluirse en lo cotidiano.
Tomemos el ejemplo de la higiene. Lavarse los dientes, no
comer cerdo, evitar el sexo anal, son costumbres nacidas
como normas de higiene para unas poblaciones en un
momento histrico determinado. Pero a fuerza de repetirlas
miles de veces de generacin en generacin, acaban imponindose como parte de la cotidianeidad. As, son repetidas
sin reflexin ni crtica, asumidas como normas inflexiblemente necesarias. Es normal, decimos.
Pero si por curiosidad o aburrimiento abrimos un libro de
Foucault, descubrimos con estupefaccin que la higiene es
una de las prcticas del concepto de biopoltica, especie de
poltica gubernamental sobre el cuerpo que busca racionalizar la vida de las personas. Nos damos cuenta entonces de
que la biopoltica gestiona nuestros cuerpos, nos dice cundo
morir y cmo vivir, cmo gozar y cmo sufrir, organizando
nuestras vidas como valores en bolsa. Hasta aqu la lectura de
Foucault. Pero cuando nos lavamos los dientes, damos la
mano, comemos ternera o nos duchamos, no pensamos que
estamos practicando obediencia civil (a no ser que tengamos
menos de 18 aos o seamos fans de Foucault). Lo hacemos
sin ms, porque siempre ha sido as.
La buena noticia es que la creacin de un concepto y su
encarnacin en accin tambin puede llegar a cambiar normas, descontextualizar hbitos, inventar rituales herticos y
hacernos actuar sin dar explicaciones. Entonces es cuando se
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reinventa la accin, consiguindose lo que la filosofa llama

resignificacin. Ah es cuando el concepto estalla abriendo
posibilidades que cuestionan lo normal, dislocando criterios
indiscutidos, revolucionando el aire que respiramos y moviendo el suelo que nos sostiene. Aterroriza. A que s? Y si ese
terror va de la mano del sexo, la guerra caliente est servida.
Las performances, acciones callejeras y escritos que Diana
J. Torres ha calificado como pornoterrorismo son una implosin de placer y dolor, arte y poltica, insulto y llamada a la
accin, pereza y violento despertar. En un mundo en donde
lo nico que nos conmueve son imgenes recortadas de tragedias distantes, la pornoterrorista viene a alterar nuestra
percepcin de la pornografa y el terror. Bajo la lluvia de promesas de Apocalipsis y desastres planetarios, al azote de imgenes engullidas por masas bulmicas y estreidas, la pornoterrorista ha escogido la produccin de incomodidad. Aljate
del sof que vengo a mojarlo con mi placer incorruptible.
Frente a una pornografa en la que difcilmente veremos
un fisting vaginal, la pornoterrorista escoge para cada una de
sus perfos un puo lubricado que hace introducir en su chorreante agujero hasta llegar al clmax y despertarnos a una
realidad: las mujeres se corren, y a borbotones. Frente a un
rgimen farcamopornogrfico que nos interpela con la
misma velocidad con la que reprime nuestra capacidad de
expresin, la pornoterrorista chorrea sangre sobre discursos
uniformadores y vomita sobre el inquisidor silencio impuesto a los cuerpos.
Y no lo hace con delicadeza. Utiliza las armas que tiene a
su alrededor. En un foro virtual respondi a una reprimenda
sobre sus airadas respuestas: Tengo la lengua sucia, llena de
mierda, y estoy bien orgullosa de poder utilizarla sin vergenza, porque considero que el lenguaje obsceno o soez no
solo es ms potente y comunicativo que las palabras normales/normativas sino que adems transgrede una ley, una de
la las peores, la de lo adecuado y lo comedido.
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El pornoterrorismo nos recuerda nuestra carnalidad, nuestra animalidad, nuestra brutalidad y, sobre todo, nuestra
sexualidad, nuestro deseo. Ms an: nos dice que todo eso que
creemos nuestro es territorio colonizado, y que es nuestra responsabilidad expulsar al enemigo invasor. Nadie vendr a salvarnos. El pornoterrorismo tampoco. Pero que se atreva el
tiempo duro / a desafiar el infinito / de una vagina y un buen
gel, clamara Diana desde el escenario, recordando a Neruda.
Quizs por su rabiosa actualidad, una lectura a los parmetros del dsm-iv3 nos dira que Diana es una trastornada
mental. Cumple muchos de los comportamientos considerados como un desorden medicalizable: eyaculacin precoz,
exhibicionismo, masoquismo, sadismo, hipersexualidad Lo
que nos demuestra que el sexo es cosa seria, los cuerpos
materia inflamable y el deseo, combustible de lanzallamas.
Cuando Diana se decidi a publicar este libro, casi le obligu a preguntar al I Ching cmo se recibira su publicacin.
La respuesta fue Ko, La Revolucin.
La Historia nos ha demostrado que la revolucin es algo
ms que barricadas ardientes, encarcelamientos masivos y
hordas enfurecidas. En estos tiempos que nos corren, no hay
otra posibilidad de cambio radical que las pequeas acciones
que cumplan con el principio de la teora del caos. Y si el aleteo de una mariposa puede provocar un tsunami al otro lado
del mundo, me regocijo de placer y esperanza de pensar lo
que puede ocasionar una corrida colectiva sobre los escenarios del mundo.

3.- Manual diagnstico y estadstico de los trastornos mentales de la American Psychiatric Association utilizado por la mayora de profesionales de la psiquiatra y
la psicologa clnica.

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los caminos de la transgresin

son inescrutables

Bienaventurados los pobres

de espritu, porque de ellos
es el reino de los cielos.

mateo: 5, 3

me he pasado la vida entera preguntndome pero qu

mierda es todo esto?. A los veinticinco empec a comprender (o sospechar) el mecanismo y, ahora que ya s de qu va,
lo nico que quiero es destruirlo. No s cmo hacerlo, no he
estudiado poltica, ni sociologa, ni antropologa, ni historia,
ni losofa. No he estudiado el origen de toda esta mierda, ni
su sistema de organizacin. No he estudiado. Vengo limpia
con mi rabia y mi dolor y mi entrepierna incendiaria (no tan
limpia), que no tiene renglones donde escribirse salvo estas
lneas ya corruptas por miles de literaturas, de microtraumas,
de ebres orgisticas, de mltiples venenos.
Si en teora la nica destruccin efectiva es la desaparicin absoluta de las cosas que queremos destruir, la destruccin efectiva entonces no existe. De modo que no persigo
algo tan apocalptico sino solo un humilde intento de carcoma, de ligero sabotaje, algo mnimo que comience sutilmente
como una pequea revolucin de papel, el poder de la palabra en las puntas de los dedos golpeando a ritmo de teclado
en estas tinieblas donde se esconden agazapados deseos que
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habran de ser nuestros, estimulables y perfectos en su forma

a pesar de hallarse rodeados de crueles carceleros.
A m me ocurri como a Cernuda: Termin la niez y
ca en el mundo4. No entr en l de forma apacible ni progresiva. Me precipit desde muy alto y me romp muchas
cosas. Nunca me he roto un hueso pero la radiografa de mi
alma mostrara muchas suras. Incluso hay pedazos de m
que nunca llegar a recuperar, la cada se encarg de pulverizarlos: mi pureza, mi inocencia, mi amor desmesurado al prjimo, mi generosidad indiscriminada. Mi interior es un jarrn
roto que he pegado torpemente equivocando algunos fragmentos. Un jarrn feo, pero ms slido que su original.
Me siento como David frente a un Goliath desmesurado.
Solo una intuicin leve y precaria me ensea los puntos dbiles de la bestia. No hace falta ser muy sabia, es fcil darse
cuenta de ello cuando una es un insecto molesto para esta
sociedad, cuando se es un incordio y la primera amonestacin por ello se presenta como una advertencia casi infantil.
Guardo dentro de mi memoria una larga lista de ese tipo de
advertencias en las que se me dice que no voy por el buen
camino, que no tengo futuro, que as solo estoy abocada al
fracaso Me acuerdo de una pelcula que vi cuando tena
cinco aos, Labyrinth. En ella, la teenager Jenifer Conelly ha
de superar el laberinto que le plantea un malvado David
Bowie para recuperar a su hermanito. Hay una escena que no
se me olvidar jams. Sarah est en una cueva rodeada de
rocas parlantes que le indican con graves voces que ese camino que est tomando no es el correcto, que solo le conduce a
la perdicin, a los horrores ms horrorosos. Pero Sarah sabe
que las rocas mienten porque va acompaada por un habitante del laberinto. Las rocas se excusan diciendo solo hace-

4.- Del poema en prosa Escrito en el agua, en Cernuda, L.: Ocnos, Signos, Barcelona, 2002.

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mos nuestro trabajo. Desde ese momento siempre he credo

que quien te dice que no vas por el buen camino miente.
Miente para que pierdas la partida, para que vayas por donde
quiere que vayas, para que tomes, en denitiva, su camino, el
que toma el resto del rebao, en cualquier caso, no el tuyo
propio. Efectivamente muchos estn haciendo su trabajo,
que es bsicamente el de pastoreo, el de intentar que las ovejas no se salgan del redil, tratar de que haya los mnimos obstculos posibles. Un trabajo ruin (los hay peores), pero como
cualquier otro.
Las advertencias que he ido recibiendo a lo largo del
camino son de esta ndole: rocas parlantes que hacen su trabajo, que consiste bsicamente en que yo me convierta en
una mujer de bien, en una trabajadora modlica, en una
madre y esposa perfecta, en una pieza funcional del engranaje social. Profesorxs, vecinxs, totales desconocidxs5, agentes
de la ley, jueces y juezas, un sinfn de personas dicindome
que cambie mi vida para convertirme en alguien aceptable.
Sabis qu? Iros todxs a tomar por el culo.
No pretendo elaborar otro discurso terico sobre sexualidad, ya hay demasiadas personas escribiendo sobre cosas que
para ellxs son solo ideas, conceptos, cosas que no laten o no
chorrean. Yo hablo de mi experiencia, de la prctica que he
llevado a cabo desde que se despert mi coo y un universo
maravilloso se abri ante m. Una prctica que no se yergue
sobre ninguna teora denida sino que ms bien responde a

5.- He sacricado un poco la comodidad de lectura de mi texto (igualmente la incomodidad provocada es nicamente para las primeras pginas, luego la mente se
acostumbra) en pro de que las palabras reejen mejor lo que trato de decir con
ellas. As, en algunos sustantivos, adjetivos y artculos encontraris una x en
lugar de la marca de gnero, porque me niego rotundamente a utilizar el masculino genrico y porque considero que el lenguaje es de quienes lo usan y no de
los acadmicos que lo clasican, lo llenan de restricciones y lo limitan (prueba
contundente de ello es que ya no hablamos latn). A veces generalizo en masculino o femenino pero solo para cagarme en ellos o ellas con ms concrecin.

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un impulso compuesto por el deseo y la imaginacin. Me

siento rara cuando alguien teoriza sobre las prcticas que realizo, un insecto en la mesa del entomlogo, listo para la viviseccin. Porque yo la primera vez que me met un objeto en
la vagina o que imagin que tena pene solo estaba pensando
en el error que supona que nuestro cuerpo no pudiera
expandirse en funcin de lo que nuestro cerebro imaginaba.
Nunca he sido buena con las teoras que hablan de sexualidad, por mucho que pueda identicarse la ma propia con la
relatada. Mi sexualidad es algo que nace en un lugar donde
no habitan palabras, donde no puede explicarse todo, donde
no es necesario explicar, de hecho, nada.
Lo que sucede es que una va creciendo y va dndose
cuenta de que a pesar de pertenecer a la misma especie que
toda esta gente que hay ah fuera en el mundo, puede haber
diferencias irreconciliables entre unas personas y otras y, lo
peor de todo, puede haber diferencias marginadas, reprimidas, perseguidas, estigmatizadas. Desde el principio mi sexualidad fue marcada con esa clase de diferencia proscrita. Es
entonces cuando surge la necesidad de hablar sobre ella, de
explicarla, e incluso se origina un empeo exhibicionista que
funciona como respuesta al intento mayoritario de ocultar o
relegar al plano de lo enfermo una diferencia que traspasa las
fronteras de lo normativo. Y para qu contarla? Pues supongo yo que para legitimarla, para devolverle una voz que le fue
arrebatada por convencionalismos que en realidad poco o
nada tienen que ver con el mbito sexual, o quizs solo para
tocar las narices, cosa que hago ya no s si por placer o por
necesidad.
Mi sexo no se autocensura, eso siempre viene desde
fuera. Son los ojos de lxs dems los que me juzgan no apta o
incluso peligrosa, no los de mis amantes.
Y ante esa censura mi almeja se abre como una criatura
de las profundidades, monstruosa, mastodntica, terrorca.
Les doy motivos para temer. Es la respuesta instintiva de un
18

animal al que se ataca. Mi respuesta no poda ser de otra

forma, la experiencia me ha enseado a anteponer mi animalidad a mi humanidad, porque en el fondo odio profundamente a la especie humana y sus normas, sus estrategias, su
estructura. Que mi sexualidad sea transgresora no es algo que
yo haya elegido en un principio, pero ya que tiene que ser as
y no hay ms vueltas, por lo menos quiero ser duea de mi
gran delito, imprimir en ello el toque de mi voluntad, usarlo
como arma y como gua. Porque cuando la sociedad te coloca
una etiqueta nunca te pide tu permiso o tu opinin para
hacerlo, se trata de un afn clasicatorio, esa urgencia tan
tpica por ponerle nombre a todo.
As, yo me llamo marimacho, bollera, desviada, pervertida, delincuente, blasfema, fea, enferma. Sera una prdida de
tiempo absoluta intentar luchar contra esa prctica tan extendida de etiquetar (yo misma la llevo a cabo muchas veces sin
darme cuenta) y tampoco sera de recibo conformarse sin
ms. Por eso yo me erijo en todo lo que dicen que soy para
serlo con razn, para serlo ms y mejor cada da, para construir con todo ello esta identidad bastarda hija de mil pecados
que nalmente es lo que me hace ser quin soy y lo que me
acerca a otrxs monstruxs para establecer alianzas.
Transgresin, transgredir Quebrantar, violar un precepto, ley o estatuto6. La primera vez que transgred algo era
muy pequea. En general, lxs nixs son grandes transgresorxs, tratan de hacer lo que les viene en gana, lo instintivo, y
la accin y el pensamiento espontneos por lo general siempre quebrantan alguna ley, se saltan alguna norma, no estn
sujetos a las racionalidades adultas, no adulteran.
Como mucho tendra tres aos cuando una tarde, en la
terraza del Pepes, un lugar al que mis padres solan ir a tomar
caitas con sus colegas, una amiga de estos que estaba emba-

6.- Diccionario on-line de la Real Academia de la Lengua Espaola: www.rae.es

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razada me pregunt, al ver que yo miraba curiosa su bombo,

que qu haca yo cuando estaba en la tripa de mi mam. Pregunta absurda, de esas que se hacen a lxs nixs para dejarlxs
a cuadros, obtener de ellxs una respuesta de la que poder rerse o simplemente porque sabes que no te juzgarn por preguntar imbecilidades. Si eres idiota y quieres mantener una
conversacin sin tener que sentirte avergonzadx de tu propia
idiotez, eliges a un ser inferior como interlocutor. A veces
las personas adultas somos as de inocentes.
Pero la respuesta que le di (sacaba la mano por el chichi
de mam y hablaba con mi abuela por telfono) no encajaba
en ninguna de sus expectativas as que recib entonces mi
primera etiqueta: esta nia est loca. En realidad era la respuesta que se mereca y quizs su reaccin (recomendar a
mis padres que me llevaran a un psiclogo) fue tan solo fruto
de sentirse humillada por alguien tan pequeo, porque el
resto de la mesa no pudo evitar la carcajada, incluida yo, que
rea ms que nada por empata, ya que aquella barbaridad
la haba soltado totalmente en serio. Por supuesto no recuerdo nada de todo aquello, pero como mis padres se dedicaron
a contar orgullosos la ancdota una y otra vez hasta la saciedad, al nal la he acabado convirtiendo en un recuerdo articial, de esos que te implantan las fotos o las palabras.
De estas transgresiones infantiles hubo muchas, y fueron
acrecentando su nmero a medida que mi interaccin con el
medio iba siendo mayor. Porque en mi casa nada estaba
prohibido, nada era malo, nada era caca, nunca me pegaban y
apenas me castigaban, no haca falta, saba escuchar. No me
decan cmo hacer las cosas o cmo no hacerlas, tan solo me
enseaban lo que saban del mundo pero, obviamente, de
una forma muy naif, sin contarme lo chungo, sin apabullarme con desgracias. As crec pensando que el mundo era un
lugar genial, de ah que luego el batacazo fuera maysculo.
Porque el mundo es una puta mierda. Ellos lo hicieron a
sabiendas de la realidad, pero su optimismo supongo que
20

albergaba la esperanza de que las cosas iban a cambiar para

mejor, que las guerras se acabaran, que los fascistas dejaran
de existir, que el amor era poderoso y que el mundo que yo
iba a heredar iba a ser mejor que el que ellxs heredaron. Esa
era la visin del mundo que me entregaron.
Otra peque-transgresin. Y esta la recuerdo de forma
directa quizs porque yo era algo mayor (unos cinco aos) o
porque de algn modo result algo traumtico. En verano bamos a Benidorm, donde mi abuela tena una casita en primera lnea de playa (que compr cuando aquello era tan solo un
pueblo y no el monstruo en el que se ha convertido). Me gustaba la playa como a toda urbanita acostumbrada al asfalto y
a jugar en parques articiales donde nunca se ve el horizonte.
Generalmente no necesitaba interactuar con lxs otrxs nixs,
tambin me gustaba jugar sola, ser hija nica me habitu a
ello. Pero observaba mucho a lxs dems, no se podra decir
que lxs estudiase pero s que mi forma de mirarlxs iba mucho
ms all de la simple curiosidad infantil. Un da un nio de
mi edad comenz a masturbarse a apenas unos metros de
donde yo estaba. Se haba bajado el baador (yo casi siempre
estaba desnuda en la playa), sentado como un indio y tocaba
su micro pollita empalmada. Me llam mucho la atencin su
cautela porque cuando yo me masturbaba o me tocaba no
tomaba ningn tipo de precauciones. Repito: en mi casa estas
cosas no estaban prohibidas. Pero ese nio estaba asustado,
su cara era una mezcla de miedo y excitacin (he visto despus tantas veces esa cara en adultxs) y en algn momento
nuestras miradas se encontraron. l, que estaba colocado de
cara al mar se gir para ponerse hacia m, en un arranque
exhibicionista. Deb interpretar aquella interaccin como una
invitacin porque yo tambin empec a tocarme. Estbamos
como a cuatro o cinco metros el uno del otro, no necesitbamos acercarnos ms, nuestro juego era perfecto as. Hasta que
lleg la que supongo que sera su madre para irrumpir de
forma abrupta en la trayectoria de nuestras miradas. Le dio
21

dos hostias que a m me parecieron brutales y le ladr cuatro

burracadas acerca de lo que poda sucederle si segua haciendo esas cosas. l comenz a llorar de inmediato y sin retirar
su mirada de la ma, desapareci entre la muchedumbre playera arrastrado por aquel monstruo que lo condujo por el
brazo hasta la sombrilla colindante con la de mis padres.
Entonces comprend su miedo, su cautela a la hora de
quitarse el baador: su madre era un autntico ogro despiadado. Yo continu a lo mo, o sea, segu tocndome hasta que
me dio la gana y luego regres a la toalla. All la mam psicpata le dijo a mi madre (o a mi padre, la verdad es que esto
no lo recuerdo) que cmo me permitan hacer esas cosas as
en la playa, que haba provocado a su hijo, que aquello no era
normal. Recuerdo su cara encendida de ira, el nene llorando
sin parar ya no me miraba, no se atreva a hacerlo. Seguramente ahora estar violando mujeres o machacndosela con
la foto del Papa.
Lo que la seora pretenda dar a entender a lxs responsables de mi educacin es que yo era un putn (segunda etiqueta, despus de la de loca), aunque esto lo deduje mucho
ms tarde. En aquel momento solo comprend que esa seora no estaba en sus cabales y que lo que haba hecho con su
hijo estaba muy mal. Tampoco s si hubo una respuesta por
parte de mi padre y de mi madre, si la hubiera habido por
seguro hubiera sido algo as como el maltrato fsico es algo
mucho ms abominable que la masturbacin, pero ninguno
de ellos es propenso a ir por la vida aleccionando a nadie as
que supongo que su respuesta a ese tipo de situaciones, que
sin duda se repitieron porque yo me tocaba cuando y donde
quera, hubo de ser por regla general la indiferencia.
Mis padres contestaban a mis inquietudes con una sinceridad asombrosa. Tenan la certeza de que mentirme solo me
conducira a la decepcin. Pero la excelente educacin que
recib de nia se volvi en mi contra cuando, como deca
antes, ca en el mundo; hizo que la distancia entre yo y los
22

dems, ese mundo al que se supone que yo deba incorporarme, fuera un abismo insalvable. Al llegar al colegio con casi
cinco aos ya me haban explicado lo de la reproduccin,
tambin que hacer el amor no estaba al servicio de la procreacin aunque esto fuera una consecuencia posible de ello,
sino que adems lo haca la gente por placer o por amor; me
haban contado que la diferencia entre nios y nias era simplemente una cuestin fsica que no deba por tanto sacarse
de su contexto biolgico, y muchas cosas ms que podan
resultar sucientemente incmodas como para dar la voz de
alarma, ya no solo porque desbarataba las teoras bien aprendidas de muchos pedagogos sino porque perturbaba al
resto de lxs nixs.
Aunque en aquel entonces yo no era consciente de estar
haciendo algo transgresor s notaba que era tratada de una
forma diferente. Por supuesto haba profesorxs maravillosxs
que estaban encantadxs con una nia como yo, que absorba
la informacin con una facilidad pasmosa. Otrxs, en cambio,
rechazaban por completo aquellos mtodos que mis padres
haban empleado para educarme, porque era una nia muy
difcil de manipular, de adoctrinar. Mi cole era laico, pero eso
no impeda que mentes reaccionarias trabajaran en l. En
todas partes tiene que haber mediocres que ambicionan un
poder que no han podido obtener por otras vas ms honestas, que necesitan imponer su propia idiosincrasia aunque
sea a mocosxs de cinco aos, frustrados de mierda, creyendo
encima que les estn convirtiendo en personas de bien. Lo
que digo: gente que hace su trabajo, estn por todas partes.
Maldita sea.
No obstante, la verdadera transgresin, que no fue un
accidente sino del todo intencional, no lleg hasta la adolescencia.
Yo no me di cuenta de que me haban salido tetas y curvas hasta que me lo berrearon por la calle unos albailes. La
maravillosa experiencia de ser piropeada por un machirulo
23

ibrico puede ser inolvidable cuando te has criado en una

casa donde la palabra respeto conforma uno de los pilares
bsicos de la comunicacin. Quiero decir, yo no aad a los
cambios de mi cuerpo una importancia o atencin extra
hasta que la calle, la sociedad, el exterior, lo hicieron. Tener
tetas no signicaba solo tener tetas, era mucho ms. Era:
ahora eres follable, ahora ya eres (toma categora) mujer,
ests dentro del mercado sexual, pero no como mercader sino
como mercanca.
La respuesta inmediata a aquella nueva etiqueta fue una
asuncin y armacin rotundas pero, de nuevo, no era la ma
la respuesta esperada. Ellxs esperaban que al convertirme en
mujer me pusiera a la defensiva, me transformara en una
seorita recatada, discreta y dispuesta a dejarme seducir no
sin poner ciertas trabas para ello. Pero yo, cuando sin darle
muchas vueltas (es tan bsico) comprend el poder de aquello
que tena entre las piernas lo primero que hice fue entregarme a un ejrcito de hombres a los que yo descaradamente
seduca para llevrmelos al catre y que intentaran otorgarme
un orgasmo u otras compensaciones.
Qu es lo que se puede esperar de una jovencita de trece
aos? Como mnimo que conserve su himen intacto, no?
Pues bien, ni siquiera eso tena yo, Nina Hagen me lo haba
quitado tres aos atrs. Mi padre me regalaba msica de lo
ms variopinta. La casete de Nina Hagen era una de mis preferidas, la pona a toda leche y saltaba sobre la cama enloquecida mientras escuchaba su voz desgarrante. Uno de esos das
de locura punk-rock de pijama, cog sin pensrmelo una
pluma que me haban regalado, imitacin de Montblanc, que
tena la forma perfecta para mis intenciones: redondeada,
na y larga. Me la met en la vagina y cuando la fabulosa sensacin y Nina me dieron una tregua observ que estaba sangrando un poco. No se trata de un recuerdo muy ntido, son
de esos que se quedan incompletos hasta que una puede llegar a comprender la totalidad del acontecimiento, pero s
24

recuerdo mi brutalidad inspirada por la msica (sigue sucedindome, quizs por eso este recuerdo permanece bien
regado), y la sangre tiendo el color azul celeste de la pluma
y despus chorreteando por mi pierna. La regla!, pens, y
fui corriendo a decrselo a mi madre. Mi madre, evidentemente, qued pasmada: solo tena diez aos.
Cuando me llev al pediatra, este me hizo unas preguntas
algo retorcidas: te ha tocado algn adulto ah abajo?, a lo
que yo respond que no, que me haba tocado yo. La duda del
abuso qued rpidamente despejada. Como yo no crea haber
hecho nada malo, lo largu todo con pelos y seales. Mi
madre tuvo un ataque de risa nerviosa y el doctor qued algo
asustado con aquellas dos chiadas. Al salir me dijo que no
me metiera cosas sucias, que podra coger alguna infeccin, y
ah se termin la conversacin. Yo, mientras iba llegando el
momento de las pollas, encontr otros materiales: salchichas,
las cpsulas esas hermticas donde la gente guardaba el dinero para ir a la playa o la piscina (muy ochentero esto), e incluso, recuerdo, las mancuernas de las pesas de mi padre. Tambin encontr ms discos de Nina Hagen. Casi cualquier
objeto podra servirme aunque no toda la msica lo hiciera,
Nina era la mejor para esa penetracin salvaje que sirvi para
eliminar de mi cuerpo todo vestigio de virginidad. Cuando lo
reexiono un poco se me hace totalmente surrealista que
haya tantas mujeres en el mundo (una inmensa mayora) preocupadas por una membranita que ni siquiera llegarn a ver,
perdiendo incluso su dignidad, la de su familia, siendo asesinadas, atormentadas por un cacho de pellejo; y yo entregndole algo tan sagrado y valioso a una cantante punk y a
un objeto inanimado
Mi chochito ya inaugurado lleg hasta las primeras relaciones sexuales totalmente preparado para cualquier tipo de
penetracin y estas relaciones no tenan en apariencia nada
de especial salvo porque yo iba de cama en cama sin enamoramientos ni dems parafernalias que suelen acompaar a
25

casi todas las experiencias adolescentes de esta ndole. Es

decir, la gran mayora de mis amigas estaban a esa edad aterrorizadas ante la idea de su primera relacin, como mucho
les haban metido mano un poco o se la haban mamado al
noviete de turno, pero todas estaban enamoradas de alguien,
esa era su forma de canalizar el calentn, supongo. Yo pronto
descubr que mis experiencias no solo no les interesaban sino
que les resultaban asquerosas, carecan de la salvacin del
amor, de ese ltro que haca del sexo una cosa honrosa y aceptable, as que ces en mi empeo mesinico de mostrarles
el camino del placer, las dej con su Ragazza7 y sus amores
platnicos, y me dediqu a lo mo, que era bsicamente follar
con cualquier bicho viviente que se me cruzara en el camino.
En tres aos (de los trece a los diecisis) me foll a un
total de sesenta hombres. Lo s con precisin porque los iba
apuntando en una lista, donde adems de sus nombres anotaba tres cosas bsicas: telfono, nivel econmico y tamao
de la polla. En algunos casos aada datos secundarios como
la raza, porque los negros me ponan ms cachonda que los
dems y me follaban mejor en general. Lo del nivel econmico era la segunda cosa ms importante despus de lo del
tamao de la polla (siempre me han gustado grandes, sobre
todo cuando lo nico que saban hacer era meterla), y quizs
aqu resida el germen de mi primera gran transgresin, la primera vez que, tomando plena conciencia de que lo que estaba haciendo no estaba bien y no era aceptado de ningn
modo por mi sociedad, lo hice con alevosa.
Si una ha de ser calicada como puta por follar con quien
se le antoja, y de eso no poda librarme, por lo menos quera
beneciarme del lado positivo de serlo: cobrar. Por supuesto
no lo haca con dinero, eran ms bien una suerte de trueques

7.- Revista para chicas adolescentes que trataba de una forma bastante facha de
ayudarlas a convertirse en mujercitas. La mejor seccin era la de los test sobre
sexo y el consultorio sexual.

26

no negociados en los que mi amante me invitaba a beber,

cenar, me compraba cosas o me llevaba de viaje. El que no
tena pasta tena que ser muy bueno jodiendo para que repitiera con l porque generalmente solo repeta con los que me
regalaban cosas, con los que tenan algo que ofrecerme adems de sus envestidas plvicas. Recuerdo con especial cario
a un francs, Alain, cuarentn y forrado. Le conoc en Benidorm, por donde sola pasarse con su barquito velero, que
tena habitualmente amarrado en Altea. l era uno de los
pocos amantes que conoca mi edad real. Cuando me di cuenta de que estaba obsesionado por las jovencitas de menos de
diecisis, le solt que yo en realidad tena solo catorce y que
le haba mentido la primera noche cuando le dije que tena
ms. Aquel dato adicional hizo que cayera rendido a mis
pies: me llevaba en barco por la costa, comamos langosta y
caviar, me daba masajes deliciosos, me compraba ropa cara y
joyas que yo revenda al instante. A cambio, lo nico que yo
deba hacer era tratarle como si fuera mi pap por el da y mi
novio por la noche, lo cul no era ninguna ardua labor porque era eyaculador precoz y un perfecto caballero. Lo de tratarle como si fuera mi padre creo que era una cuestin prctica: era un lolitlo experimentado y no quera buscarse un
marrn. Como padre e hija no dbamos la nota en las playas,
el puerto o los restaurantes y las muestras de cario que nos
dbamos en pblico pasaban perfectamente como una limpia
afectividad paternolial porque a l le gustaba bsicamente
contemplarme y hablarme. Yo no hablaba casi, pero l me
contaba su vida de principio a n. Igual creo que adems de
su putita era su psicloga, aunque no pudiera decirle qu
hacer con una esposa que nunca le deca que lo amaba, unos
hijos pijos y huecos que solo le daban dolores de cabeza o no
pudiera ayudarle con la tristeza en la que se suma cuando se
acababa el verano.
Con esta historia me di cuenta de que no solo estaba
transgrediendo la norma de que una jovencita no debe tener
27

sexo con cualquiera, que hay un proceso bien institucionalizado a seguir para ello que yo me estaba saltando a la torera
descaradamente (echazo-noviazgo-matrimonio); tambin
estaba violando, junto con Alain, mi primera ley: las menores
de edad no follan con adultos. En aquella relacin yo tena el
poder total y absoluto, l no era ms que una marioneta y yo
manejaba los hilos, estaba completamente sometido a mi
voluntad de nia perversa, pero por esa deplorable costumbre
de pensar que lxs menores son idiotas, ningn juez hubiera
visto las cosas en el modo en que yo las vea. Es una cuestin
de infravalorar la inteligencia de las personas en funcin de
un dato tan irrelevante como la fecha de su nacimiento. No es
que Alain fuera tonto, no lo era en absoluto y tampoco pensaba que yo lo fuera, me hablaba de cine como nunca haba
hablado con sus hijos o su mujer (adoraba a Pasolini, claro).
Pero si yo hubiese querido podra haberle arruinado la vida
con tan solo una llamada denunciando el hipottico abuso,
tena pruebas de ello a patadas, y tambin podra haberle
sobornado y sacarme un autntico pastn con ello.
No lo hice. Nunca se me hubiera ocurrido reclamar el respaldo de esas leyes que yo ya por entonces tanto detestaba,
hubiera sido como una traicin a m misma apoyarme en el
enemigo para obtener provecho personal Lo peor que puedes hacerle a tu enemigo es no necesitarle para nada. Esa era
la tica que yo tena a los catorce y que sigo teniendo an. La
dems, la tica ajena, al venir de forma impuesta, se converta
automticamente en objeto de mis difamaciones. Una tica
que era capaz de permitir que una cra por capricho metiera
en la crcel a un hombre honrado e inocente se me antojaba
digna de violar, de pervertir, de maltratar, de no respetar bajo
ninguna circunstancia.
Alain es un ejemplo claro de lo puta que yo era, pero en
realidad de esa lista de sesenta hombres, con unos cuarenta
mantuve una actitud similar: follaba y me daban cosas a cambio, adems de sexo. De ese modo llegu a comprender que el
28

placer masculino vale ms que el femenino. No importaba

que yo tambin disfrutara de las relaciones (aunque otorgarme un orgasmo era solo privilegio de unos pocos, por una
cuestin bsica de falta de comunicacin), si no haba retribuciones extra ellos pensaban que a m no me merecera la
pena y yo empec a pensarlo tambin, claro. Esto es como eso
de que los espaoles les cambiaban a los indios el oro por
canicas de vidrio o imperdibles. Cuando vi que ellos tenan
que hacer un esfuerzo paralelo para satisfacerme empec a
pensar que su sexo, a pesar de su extrema simplicidad, era la
canica y mi chocho el oro y que aquel intercambio deba
verse siempre recompensado con otras muchas cosas que
nada tenan que ver con el sexo para que la cosa estuviera
equilibrada. Durante una poca tuve hasta la ridcula duda de
que su orgasmo pudiera ser mil veces mejor que el mo.
De modo que todo ello me lleva ahora a la conclusin de
que las trabajadoras sexuales subvierten el valor de los placeres masculinos y femeninos, convierten el intercambio en
una cosa equitativa en base a las leyes y costumbres sociales,
aunque sinceramente yo pienso que un hombre y una mujer
estn igualmente capacitados para disfrutar del sexo y que si
en ello hay algn desequilibrio, ser siempre por intereses
polticos, sociales o religiosos. Todxs tenemos el oro (o las
canicas)!
En ese momento no me di cuenta de ello, pero de algn
modo mi proyecto de revancha tambin los inclua a todos
ellos y reconozco no haber sido del todo justa. Porque en
muchas ocasiones yo solo deseaba sus cuerpos, no esperaba
nada ms que el placer de compartir un instante de sudor y
pasin, solo tocarlos, comrmelos, metrmelos dentro. Pero
tomaba ese contenido adicional que me entregaban casi
todos como si realmente me lo mereciera cuando en realidad
no sola ser as. Ellos tambin eran bellos, tambin tenan
energa para gastrsela conmigo, tambin tenan, supongo,
sus propios sentimientos y motivaciones.
29

Al principio lo encontr excesivo: la galantera, las invitaciones, el derroche, el proceso de cortejo. Finalmente yo solo
quera echar un polvo y cuantos menos prembulos hubiera
mejor, no necesitaba de lujos, ni siquiera de una cama donde
hacerlo porque poda follar en cualquier parte. Termin por
acostumbrarme a su mecnica y a sacar el evidente provecho
de ella. Lo hice as hasta que comprend que no lo hacan por
placer, que no formaba parte de sus gustos sino que para
ellos era casi como una obligacin educacional, un lugar por
el que necesariamente haban de pasar para poder meterla en
carne caliente. Record entonces al nene de la playa. A l la
vida tambin estaba ensendole que compartir sexo con
una mujer no era algo tan sencillo como solo compartir,
que el precio a pagar por ello poda ser doloroso e injusto.
Y dej de follar con hombres. Si esas eran las condiciones
generales del contrato yo no pensaba continuar rmndolo
con mis uidos. Siempre he perseguido el equilibrio as que
siguiendo las predicciones de mi padre y otros acontecimientos que yo interpret como seales, me adentr en el maravilloso mundo de follar con los espejos. Solo as y sin profundizar demasiado en el asunto, poda encontrar una equidad,
un no deberle nada a nadie y que nadie me debiera nada por
echar un polvo. Follar con mujeres se me haca ms igualitario, algo que no originaba deudas a nadie y, por supuesto,
algo delicioso. Creo que entonces me di cuenta de por qu un
cuerpo de mujer vala lo que vala: qu manjar un coo mojado en la boca, unas buenas tetas entre mis manos, una cintura estrecha a la que agarrarme para no caer
Aqu lleg la siguiente transgresin, la ms grave de
todas hasta ese momento. Porque ser un putn desvergonzado solo implicaba transgredir el proceso establecido para
poder acceder al sexo. Pero ser bollera implicaba una seria y
grave exclusin de los hombres. El engranaje siendo putn se
atroaba un poco y giraba en sentido contrario, siendo lesbiana, el engranaje directamente no funcionaba, le faltaba
30

una pieza. An no s cuntas cosas pueden realizarse prescindiendo de la participacin de los hombres sin ser tachada
de loca o de enferma. Ahora mismo solo me viene a la cabeza
ingresar en un convento.
Claro que el bollero tambin tena sus desagradables sorpresas preparadas y listas para m. Reconozco haber tenido
una suerte increble con mis compaeras, porque el ambiente en Madrid realmente daba arcadas y de Barcelona mejor
ni hablar Era de esperar que no me gustara, es completamente irracional que personas que nada tienen que ver entre
s salvo sus preferencias sexuales se vean hacinadas en un
barrio o en un local de copas o en una esta; al nal acaban
todas parecindose, pero no a la mejor de todas ellas sino a la
ms mamarracha. La msica cuarentaprincipalera, la falta de
inquietudes, el parip que se montaban para nalmente
follar, parecan una pesadilla y reproducan conductas de las
que pens que me haba librado dejando a los hombres atrs.
En ocasiones tuve la impresin de que el rollo bollo copiaba
solo las cosas malas de la heteronormatividad. El tinglado del
cortejo era lo que ms me tocaba las pelotas. No tena sentido
ninguno (y sigue sin tenerlo, aqu el pretrito es puro articio) y estaba cabreada, as que tambin empec a tener problemas en el crculo lsbico.
De Chueca me han echado de casi todos los locales y de
Barcelona de la mitad: por quitarme la camiseta, por meterle
mano a la amante de turno en medio de la pista, por drogarme en el bao, por bailar como una bestia cachonda, por quejarme por los precios de las consumiciones (el dinero rosa
tambin me cabrea, de los coos que me como no salen
doblones de oro), por gritar, todo ello por creerme el cuento
de que all, en el gueto, ramos ms libres Yo preero vivir
en un mundo hostil antes que en una caja de zapatos llena de
ptalos de rosa, la verdad.
Finalmente, todas ellas tambin me estaban obligando a
ser una seorita recatada, a ser presentable. Una vez, la duea
31

de un garito de la plaza de Chueca me increp durante la

mani del orgullo a que dejara de comportarme as (yo solo
bailaba semidesnuda) porque por culpa de gente como yo la
sociedad nunca iba a tolerarnos. Cmo? Tolerarnos?, le
dije, yo no quiero que nadie tenga que perdonarme la vida,
solo quiero que me dejen vivir en paz, tolerancia no es lo que
pido porque eso sera asumir que estamos haciendo algo que
no deberamos, algo por lo que deberamos pedir permiso;
solo pido que a quien no le guste lo que hago con mi vida, se
pegue un tiro en la cabeza y me deje tranquila. No le escup
en la cara porque tena la boca seca, pero sent un profundo
odio por todo lo que ella simbolizaba. Negociantas de mierda
que se creen que por tener un bar (que en el fondo es lo nico
que les importa) pueden ir adoctrinando a la gente, semipoliticuchas que van de sociatas (porque son los que les bailan el
agua) y luego son unas burguesas y unas nazis. Moros todas
o amurallar el barrio y convertirlo en un parque temtico del
que nunca pagar la puta entrada.
Yo pensaba que mi gran transgresin, y la que tanta guerra
me ha dado de cara a la sociedad, se vera recompensada con el
placer que otorga formar parte de una bella y resistente colectividad. Pero no. Resulta que ah dentro tambin mis ideas chirriaban, eran un incordio, algo totalmente prescindible.
Ya casi nunca digo que soy lesbiana, sera por otra parte,
faltar a la verdad. Ni siquiera s si soy mujer (por lo visto, y
segn sus normas, atributo clave para poder ser bollo) y la
rigidez del binarismo de los gneros me asxia sobremanera.
As que si no soy nada que pueda encajar aunque sea con
palanca en ninguna de las etiquetas que he ido recibiendo a
lo largo de mi vida, entonces, y esa es la pretensin mayoritaria, no soy nadie: debera suicidarme y dejar de dar la lata.
Van listxs. Amo esta vida ms que nada y la amo un poco ms
cada vez que alguien trata de amargrmela con su bazoa.
Pero no pasa nada, sus ofensas son tan nutricias para m
que nalmente no soy ms que un producto de tanto jodido
32

teatro. Tendrn que joderse porque donde haya una norma,

una ley, un protocolo, una moral rgida o una educacin al
servicio del poder, habr transgresiones. Siempre las cometern lxs nixs, lxs locxs, lxs salvajes y lxs delincuentes, claro.
Tampoco estoy haciendo nada nuevo, solo hago mi trabajo.

33

el miedo al placer no catalogado

y a las prcticas deslegitimadas

El squirting es un acto poltico

contra el miedo a explotar.

chiara schiavon,
Mi placer se corre como puales

no soy maricn. Eso es lo que me dijo un amante cuando,

mientras lo tena encima metindomela, le introduje un dedo
en el ano. Craso error el mo pensar que sus oricios eran tan
funcionales como los mos. Los suyos solo eran canales de
expulsin y cualquier inversin en ese orden de circulacin le
converta automticamente en un maricn sin remedio, aunque yo fuera una ta y aunque jams se hubiera visto atrado
por otro hombre. Aquello me dej algo descolocada, no comprenda en qu sentido un gesto tan inocuo poda transformar
la sexualidad de una persona en apenas segundos. En aquel
momento pens que sera una mana suya particular y no le
di ms vueltas, pero en mis peripecias con los hombres nunca
dej de tener ese terrible problema, su absoluta impenetrabilidad, el hermetismo de sus anos, la cerrazn de sus cabezas.
Vctimas. Ellos son vctimas de sus mutilaciones, y sus
sexualidades bien atadas a la prctica normativa les hacen tan
desdichados como a las mujeres; aunque en un principio
pudiera parecer que en cuestiones sexuales los hombres siempre se han visto favorecidos por la norma, el caso es que sus
sexualidades tambin responden al utilitarismo servil y al capi35

talismo corporal. Lo nico que les diferencia de las mujeres en

cuanto a represin es que, nalmente, esas normas a seguir
fueron creadas por hombres, pero en todo caso nunca por
hombres libres. Hay determinadas bsquedas del placer que
no aparecen en los libros sobre sexo, ni en las descripciones
cientco-mdicas de la sexualidad humana. Hay formas de
sentir deseo que solo guran en manuales de patologas clnicas sin que haya en ellas ni el ms mnimo resquicio de locura.
Hace pocos aos, entr en contacto con los lederones8 de
Madrid. Con ellos me di cuenta de que el ano es un lugar no
solo sagrado sino de superacin personal. Ellos practican el
grado superlativo del sexo anal. Si hubiera unas olimpiadas
en las que una de las disciplinas fuera la dilatacin anal y el
uso y disfrute al mximo de este oricio, los lederones se llevaran todas las medallas de oro. El maravilloso mundo de la
prstata, territorio prohibido (legal y moralmente) para la
gran mayora de los hombres.
Tambin descubr hace relativamente poco todo lo que
conlleva tener una prstata (todo lo que alguien que carece
de ella puede llegar a comprender, claro). Manolo, con su proyecto casi mesinico de Hazte un Manolo9 es muy claro en
sus explicaciones: cualquier persona que tenga una prstata
dentro del culo puede tener un orgasmo maravilloso con ella.
Cito las palabras que encabezan su blog El ejercicio responsable de la libertad ampla la verdad, y a veces la verdad es
orgsmicamente subversiva. Evidentemente para llegar a
ella hay que entrar en el culo, es su portal, su residencia. Una

8.- Cuando digo lederones me reero principalmente al colectivo de bio-hombres

homosexuales que se enmarcan, en sus prcticas o en su esttica, dentro del
sadomasoquismo. Caracterstico de ellos es la ropa de cuero, militar, deportiva,
skin y dems cdigos. Sus prcticas suelen desarrollarse en lugares semi-privados a los que generalmente no tienen acceso las bio-mujeres ni personas que no
sean del rollo o no vistan dentro de sus cdigos propios.
9.- http://hazteunmanolo.blogspot.com

36

puerta cerrada a cal y canto en base a la peligrosidad del placer de su apertura. Siempre que nos prohben algo es porque
supone un riesgo para el poder establecido y cuando estas
prohibiciones se ensartan en nuestro cuerpo abandonamos
de inmediato nuestra condicin de seres libres, convirtindonos en tteres. Este conocimiento sobre el cuerpo masculino
me produjo, tras un periodo de digestin, una tristeza suprema por todos los hombres que jams descubrirn lo que tienen al fondo (no tan al fondo) de sus ojetes, del mismo modo
que sent mucha tristeza cuando supe que millones de mujeres jams supieron ni sabrn de su cltoris.
Durante la maniestacin por la despatologizacin trans
de 2008, Divina Huguet y Teresa Martn me abordaron en la
plaza de Sant Jaume para entrevistarme. Estaban en proceso
con su proyecto Transvisibles10 sobre transgnero y transexualidad (en el que tambin participaron Bea Espejo11,
Miquel Miss y Marina Collell, de la Guerrilla Travolaka12) y
contactaron conmigo por mi poema Transfrontera13 que fue
ledo por Vernica Arauzo14 en el homenaje a Sonia Rescalvo

10.- El proyecto Transvisibles: anoche so que Judith Butler era un hombre puede
consultarse y verse en la siguiente direccin:
www.hidrophone.com/webTrans-visibles/index.html
11.- Bea Espejo es activista por los derechos de las prostitutas y lxs transexuales. Ha
publicado Maniesto Puta, Bellaterra, Barcelona, 2009. Tambin forma parte del
Colectivo de Transexuales de Catalua (www.transsexualitat.org).
12.- La Guerrilla Travolaka fue un colectivo de lucha transgnero y transexual ancado principalmente en Catalunya, que desarroll su actividad entre 2006 y
2009 y fue el principal motor del movimiento por la despatologizacin de las
identidades trans. Para saber ms: http://guerrilla-travolaka.blogspot.com/
13.- El poema Transfrontera puede leerse en el captulo Poesa pornoterrorista y
otros desvaros de este libro (Pg. 197).
14.- Vernica Arauzo es activista trans y prostituta. Tambin escribe desde hace
aos un testimonio divertido y valiossimo como documentacin del ocio de la
prostitucin en unos textos titulados Aventuras y desventuras de una puta
trans en el extranjero. Estos textos cargados de sentido del humor, realismo y
faltas de ortografa (porque a Vernica no le encorsetan la lengua) se pueden
leer en la siguiente direccin:
http://aloefresa.blogspot.com/2008/07/aventuras-y-desventuras-de-una-puta.html

37

en la Ciutadella15. En la mani nos encontramos por casualidad y quisieron entrevistarme all mismo. La entrevista fue
muy interesante16 (a pesar de mi estado etlico evidente) y
para el tema que me ocupa ahora una de las preguntas me ha
venido a la mente y aqu la transcribo:
Ellas: Construye el Estado nuestros cuerpos?
Yo: Claro que s, es evidente. Mira, hoy he salido a la calle con
una venda [en los pechos] para ver qu tal se siente y bueno a
m me confunden con un chico muchas veces. Estaba trabajando de cartera hace poco y era un t, chaval constante, cuando
vas con una camiseta as que no se te ven los atributos. Claro
que el Estado construye nuestros cuerpos. Si t tienes tetas eres
mujer, si tienes el pelo largo eres mujer, si llevas faldita eres
mujer. Si haces algo que no est ah dentro eres otra cosa, ya no
eres una mujer, o por lo menos una mujer deseable por el
macho ibrico Yo qu s, es que tambin estamos en un pas
muy cateto. Y cuando haces como una cosa performativa, el
vendarte las tetas, ponerte una barba y salir a la calle te das
cuenta de la presin de ser hombre, igual que cuando sales con
la faldita, la presin. Claro que construye nuestros cuerpos, de
una forma muy simple. El Estado es muy bsico y adems es
que tampoco es el Estado, es la Historia de la Humanidad:
mujer tetas culo reproduccin abajo, macho grande peludo arriba. Yo no le echara la culpa de todo al Estado. El Estado es el
que lo mantiene.

En aquel momento ebrio llegu a una de las conclusiones

ms importantes para mi vida y mi trabajo: no podemos
echarle la culpa de todo al Estado, es ridculo. El Estado es
solo un heredero privilegiado de un trabajo ya hecho. Si

15.- Sonia Rescalvo fue una transexual brutalmente asesinada en el parque de la

Ciutadella de Barcelona en 1991 por un grupo de fascistas. Gracias a las reacciones de colectivos como el Frente de Liberacin Gay de Catalunya (fagc) el asesinato no qued impune y los asesinos cumplen sendas condenas. Cada ao se
celebra en el parque, el 5 de octubre, un homenaje a Sonia.
16.- La entrevista ntegra puede verse en el siguiente enlace:
http://pornoterrorismo. com/mira/entrevistas-radio-video-tv/

38

manipula nuestros cuerpos es porque la Historia de la Humanidad y la misma naturaleza le han dado las herramientas
para ello. Lo ms subversivo de la lucha transgnero y transexual17 no reside en su resistencia a las convenciones sociales
ni en su batalla contra las imposiciones legales, mdicas o
sociales. Es mucho ms poderosa la modicacin que hacen
de patrones estticos, culturales, sexuales y emocionales avalados por siglos y siglos de rigidez. Han conseguido desestabilizar una de las estructuras ms poderosas del sistema, los
gneros, y la Teora Queer en este sentido les debe mucho.
Volviendo a lo del Estado, quiero aadir que solo dndonos cuenta de que el problema quizs est mucho ms cerca
de lo que pensamos podremos cambiar algo. Si tomamos conciencia de que aquello contra lo que luchamos bien podra
estar alojado, cual parsito, dentro de nuestros cuerpos, se
consiguen ms cosas o por lo menos se consigue luchar desde
territorio liberado. Finalmente vivimos sin remedio dentro de
estos amasijos de carne y para comenzar cualquier lucha lo
primero es vivir en un lugar que nos pertenezca. Detesto a la
gente antisistema que se obceca en luchar contra un enemigo
tan inmenso mientras sus ojetes siguen cerrados y sus mentes enjauladas en cosas tan terribles como el binarismo.
Cuando una va conociendo mejor su cuerpo y la cantidad
de cosas que se pueden hacer con l, simultneamente se va
produciendo tambin una sensacin de espanto por la cantidad de cosas que estn prohibidas, que estn marginadas o
que sencillamente son delito. Descubrir la propia sexualidad
es tambin descubrir hasta qu punto eso que llamamos
nuestro sexo no nos pertenece en absoluto. Pertenece a la

17.- Considero en este punto hacer una aclaracin importante: cuando digo lucha
transexual y transgnero no incluyo a las personas trans cuya nica lucha fue
para convertirse en personas normales y normativas, no incluyo a lxs que acusan al movimiento por la despatologizacin de neotransfobia. Tampoco a
aquellxs trans que ya estn conformes siendo hombres y mujeres heterosexuales, eso no tiene nada de revolucionario.

39

heteronorma, a la sociedad de consumo, a la Iglesia y al

patriarcado, a la pornografa mainstream, a la medicina, a las
farmacuticas, a la moda, a (larga enumeracin en la que tu
nombre no est incluido).
Yo por eso decid que mi cuerpo y mi sexo tenan que ser
mos ya que soy yo la que los alimenta, la que vive con ellos,
la que se benecia de sus placeres y la que sufre sus dolores.
Y no es fcil en absoluto hacer en cada instante lo que a una
le salga del coo ni lanzarse a experimentar ms all de los
lmites impuestos. Hay que currrselo. Solo as se puede
decir: al menos en mi casa, mando yo. La mitad (y me quedo
corta) de las cosas que hago en la cama forman parte de procesos en los que en algn momento he sentido miedo. Miedo
inicial por no conocer de qu se trataba lo que estaba sucediendo, porque nunca lo haba visto representado ni haba
odo hablar de ello, miedo porque pudiera ser algo peligroso,
fruto de una enfermedad o una malformacin y miedo tambin porque algo tan jodidamente bueno pudiera ser verdad.
La diferencia entre yo y las personas que siguen follando
tal y como dicta la norma es que yo he antepuesto el placer y
la curiosidad al miedo, superndolo. En estos procesos la
segunda fase siempre es la rabia, porque a cuento de qu
tiene que venir nadie a mandar en mis bragas? Imaginando
la estructura que se arma detrs de la manipulacin de las
sexualidades de la gente veo un monstruo gigantesco, antiguo, que desde las profundidades de la Historia y la poltica
(que no la naturaleza, porque el ser humano es por naturaleza curioso) manda y ordena, recorta de aqu y de all, ciega,
enmudece y lobotomiza a placer. Y yo, diminuta pero rabiosa, me resisto a su voluntad de titn y aunque solo sea por
joder y llevarle la contraria, me corro como una fuente, dejo
que mi coo engulla lo que le plazca, como coos, me follo
hombres por el culo, me dejo fustigar, me pajeo donde y
como quiero, utilizo prtesis y dejo que mi placer uya y se
desparrame por doquier.
40

Y ms all de ese sentimiento tan infantil de llevar la contraria, me enorgullezco de que mi sexualidad no haya podido
ser encarcelada ni blindada por ms manos que no sean las
que yo he elegido. De hecho, desde esa libertad y la fuerza
que me otorga saberme al menos en una cosa libre es desde
donde construyo mi lucha.
Obviamente la tercera fase de todo esto es la accin. Una
no puede guardarse la rabia y hacer como si nada cuando hay
millones de personas que no saben dnde tienen el cltoris o
la prstata, que no saben que hay mil formas de follar y que
todas son divertidas, sanas y placenteras y que ninguna de
ellas merece ser censurada. Y hablo del mbito que me toca
ms de cerca, porque si empiezo a pensar en ablaciones, condenas a muerte por homosexualidad, operaciones de desambiguacin de genitales a bebs intersexuales, y toda la cantidad de crmenes que se cometen a diario contra la sexualidad
humana (por supuesto tambin en nuestro civilizado Occidente) entonces mi labor sera mucho ms terrorista de lo
que es, seguramente andara armada y no estara aqu cmodamente en mi mesa escribiendo este libro, o haciendo performances artsticas para mostrar que nosotras tambin
eyaculamos, entre otras cosas. Realmente no s lo que estara
haciendo porque lo que hago es lo nico que s hacer y lo
hago lo mejor que puedo. La rabia ni siquiera est bien guardrsela cuando todo lo que haya ah fuera te importe una
mierda. Yo siempre pienso qu hubiera sido de m si hubiese
continuado ignorando todo lo que ahora he descubierto por
mis propios medios sin que nadie me lo haya puesto precisamente fcil. Seguramente sera una amargada. As que si te
gusta follar libre y te da rabia no haberlo descubierto antes o
que te hayan ocultado informacin valiosa, hazlo con ms
ganas y no te cortes jams, esa es una buena accin tambin.
Ahora quiero hablar sobre algunas prcticas que han sido
especialmente marginadas por su alto nivel de subversin.
Una de ellas es el squirting o eyaculacin femenina. Ninguna
de estas denominaciones me convence. La voz squirt en
41

ingls signica literalmente chorrito (primera acepcin del

Oxford Spanish Dictionary). Chorrito? Cmo se nota que los
hombres escriben los diccionarios. No podan traducirlo
como lo que es, un chorro (spurt) de lquido deliciosamente
escandaloso, no, tenan que ponerle un diminutivo como
siempre que hablan de la sexualidad de las mujeres, para quitarle importancia, para denigrarla a la condicin de jugueteo,
para convertir nuestros genitales en una nimiedad diminuta.
Pues no, hijos de puta, no tengo un conejito, ni un chichi, ni
una almejita, tengo una planta carnvora; no me corro a chorritos, soy un jodido giser; y mi cltoris no es un bultito, es
exactamente igual a vuestras pollas pero a m no se me desfunciona despus de un orgasmo (ni de diez).
Eyaculacin tampoco me gusta demasiado. No creo que
sea necesario hablar en trminos de sexualidad masculina para
describir la femenina, en algunos casos se habla de cosas que no
tienen nada que ver. Es muy peligroso identicar la una con la
otra porque puede llevar a grandes confusiones. Por eso voy a
utilizar la palabra corrida que siempre me ha gustado mucho
y me ha parecido bastante ms salvaje que la palabra eyaculacin. Y para hablar de un lquido abundante que sale disparado
de una entrepierna se me hace mucho ms adecuada que eyaculacin (quizs porque el agua corre por los ros, no s).
Me espeluzna la cita con la que Chiara Schiavon18 comienza su texto Mi placer se corre como puales, que transcribo
completo ms adelante: Es innegable que a veces se forma
un uido mucoso en los rganos internos y en la vagina
durante el coito, pero esto solo ocurre a las mujeres lascivas o
a las que llevan una vida lujuriosa19.

18.- Chiara Schiavon es Licenciada en Bellas Artes, artista, activista y vj, italiana
residente en Espaa. Forma parte de los colectivos de arte y accin Idea Destroying Muros y Video Arms Idea.
19.- Cita de la Rees Cyclopaedia 1802-1820, en Bornay, E.: Las hijas de Lilith, Arte
Ctedra, Madrid, 1990 (2004).

42

Se trata de una cita de un texto enciclopdico de comienzos del xix, cuando se supone que la ciencia comenz a desarrollarse basndose en principios realmente cientcos y
demostrables y a liberarse de los condicionamientos religiosos, es un texto que surge, como todo el movimiento enciclopedista, con el deseo de llegar a la verdad y bajo el precepto
de la razn (qu peligroso es esto). Y en ese texto se est armando en realidad que una mujer no puede excitarse sin ser
una zorra, que su excitacin no es legtima. Un coo mojado
es lo mismo que una polla empalmada, en eso estamos todxs
de acuerdo. Cmo resultara esa misma armacin si la pronunciramos en base a los genitales masculinos? Es innegable que a veces el pene se llena de sangre, crece en longitud y
grosor y se endurece, pero esto solo ocurre a los hombres lascivos o a los que llevan una vida lujuriosa. Tremendo, no?
Pues eso es lo que ha sucedido siempre con los genitales
femeninos: son monstruosos, dan miedo, un peligro a or de
piel, plantas carnvoras a las que hay que podar para que no
se coman a nadie, para quitarles el poder de excitarse y dejarles tan solo el poder de excitar, de ser siempre recipiente del
placer ajeno y nunca productoras del suyo propio.
Eliminar competencia, crear miedo a lo desconocido porque conocerlo pone en peligro el estatus patriarcal, apoyar en
la ignorancia el peso de algo tan importante socialmente como
la sexualidad, eso es lo que ha sucedido con toda esta mierda.
Imaginemos entonces que el tiempo histrico avanza y la
ciencia con l, cada vez quedan menos cosas de la anatoma
humana por nombrar o estudiar, ya se sabe que el cltoris es
el principal rgano originador del orgasmo en la mujer, que
es adems (aunque esto no s si se sabe tanto) el nico rgano del cuerpo humano cuya nica y exclusiva funcin es el
placer, que a diferencia del pene (que tambin sirve para
mear o para la reproduccin) no sirve para nada ms que
para que nos corramos. En este sentido un cltoris es un desafo, un desacato, algo perverso, el hermano pequeo que ha
salido rarito. Es ms, el hecho de que un gran nmero de
43

mujeres en el mundo (las que consiguen conservarlo sano y

salvo) desconozcan su existencia no es algo fortuito, es producto de una compleja manipulacin de la informacin que
acerca de su propio cuerpo reciben las mujeres.
A menudo me pregunto si sabrn nuestras abuelas lo que
es un orgasmo y eso me llena de rabia. No creo que haya
habido ni un solo hombre adulto en toda la puta historia de
la humanidad que se haya muerto sin tener, al menos, una
corrida. Esta frase que acabo de escribir me acaba de originar
un dolor de huevos terrible: sobre m, todas las corridas frustradas de todas las mujeres que murieron sin saber liberar su
placer, sin poder descargar ni liberar la energa que genera el
deseo, histricas, claro malditos cerdos.
Una corrida femenina ya no es solo un acto de placer que
se desborda ms o menos espectacularmente. Se trata de un
acto terrorista. De una venganza que arrastra siglos de orgasmos contenidos o que nunca llegaron a llegar. Mi chorro de
corrida llega ms lejos si pienso en todas ellas, en todas las vctimas de la medicina, de la psiquiatra, del matrimonio y del sistema patriarcal. Y tambin es muy infantil y muy cmodo y
muy feministoide echarle la culpa de todo al patriarcado de los
cojones. Si me pongo a reducir, acabar hablando de hormonas,
de clulas nanoscpicas que determinan quin tiene el poder
de someter y quin carece de los medios para rebelarse. Me
pondra a hablar de testosterona, la hormona del poder, para
decir que si nuestros coos no se han expandido ms y mejor,
si nuestros coos han sido siempre territorio conquistado y
nunca algo conquistable, por lo que hubiera que luchar, ha sido
porque bsicamente no tenemos los mismos niveles de testosterona en sangre que ellos, aunque suene reduccionista.
Ahora he de armar que resulta que sin la ventaja de la
hormona tambin somos poderosas, solo tenemos que liberar
la entrepierna y dejarla uir, dejarla derramarse sobre el
mundo, como una plaga apocalptica, como un virus, como
un puto tsunami.
En las performances en las que he hecho una demostracin de eyaculacin despus siempre vienen a interrogarme
44

mujeres intrigadas por lo sucedido. La mayora preguntan

que cmo lo hago, otras tantas (eyaculadoras tambin) que si
no es pis, que si ese charquito que hacen en la cama no es
algo de lo que tengan que avergonzarse Mi respuesta siempre es la misma: de pis nada, nena, te corres a chorros, montas un escndalo en la cama, riegas a tu amante como a un
geranio. Es tu derecho y se convierte en tu obligacin en el
momento en que reconoces que te sientes mal porque sucede.
La tcnica para hacerlo nunca la supe explicar bien. Soy
buena para contar cmo evitarlo, as descubr cmo la mayora de las mujeres lo evitan sin darse cuenta, as puedo decirles qu carajo han de hacer para dejar de evitarlo, para dejarlo
correr o incluso para propulsarlo con la fuerza de un cicln.
Aqu en este momento me remito a la investigacin realizada por Chiara Schiavon sobre el tema, porque a m, sinceramente, siempre me ha preocupado ms por qu a las
dems no les pasaba lo que en m ha sido, siempre, una cosa
por completo natural (un orgasmo por aspersin).
Mi placer se corre como puales, de Chiara Schiavon
Es innegable que a veces se forma
un fluido mucoso en los rganos
internos y en la vagina durante el
coito, pero esto solo ocurre a las
mujeres lascivas o a las que llevan
una vida lujuriosa (ver nota 14).
En un mundo donde el placer pasa
por la imagen, esa es la gran mutacin (Roland Barthes, 1980)20.

La accin de hacer sexo sigue siendo peligrosa, bandida. Como

dijo Valrie Tasso creo que hoy en da hablar de sexo ha dejado
de ser un tab, el verdadero tab se ha vuelto el sexo mismo21.

20.- Catlogo de la exposicin Claude Cahun Ed. ivam, Institut Valenci de Art
Modern, Valencia, 2001.
21.- Texto completo en: http://www.mirorenzaglia.org/?p=4957

45

Difcil encontrarse con 30 aos descubriendo el squirting y no

preguntarse por qu alguien no me lo haba dicho antes, o por
qu pocas mujeres lo saben hacer.
Buscando informaciones sobre lo que es el squirting me he
encontrado en un desierto, las pocas gotas de saber sobre el
tema os las aado aqu abajo, pero tengo que decir que me han
dejado muy perpleja.
Este artculo sacado de internet ha sido escrito por Carmen
Mrquez (a la que personalmente no conozco) el 11 de septiembre de 2007 en el blog Educa sexo, blog sobre educacin
sexual22:
Lo cierto es que existen varias teoras al respecto, pero an
no se puede afirmar sin duda alguna si la humedad que
crece en la vagina de la mujer tras alcanzar el clmax se
puede considerar o no eyaculacin. Y es que no solo existen pocos datos al respecto sino que, encima, algunos son
contradictorios entre s. Teniendo en cuenta esta introduccin, hablemos pues de lo que s sabemos: podemos empezar diciendo que cuando se habla de eyaculacin femenina,
se refiere a la llegada de lquido a la zona vaginal durante
las contracciones que provoca el orgasmo en las mujeres.
Este lquido se produce en las glndulas de Skene, que
estn situadas en la vagina, cerca del lugar donde podemos
estimular el punto G. Cuando la mujer est excitada, estas
glndulas se llenan de lquido y como con el orgasmo la
pelvis se contrae, aprieta los diferentes rganos de la zona
(entre ellos a las glndulas de Skene) y se produce el rebosamiento y posterior salida de esa sustancia lquida y
lechosa. Generalmente sale en poca cantidad, pero puede
ocurrir que sea mucha, debido a que estas glndulas tienen
una asombrosa capacidad para vaciarse y llenarse en pocos
segundos. As, por ejemplo, si el orgasmo se prolonga, y las
contracciones vaginales son numerosas, se puede segregar
una cantidad realmente llamativa. Las actuales investiga-

22.- http:/www.educasexo.com/sexo/eyaculacion-femenina-lo-que-si-sabemos-sobreella.html

46

ciones van dirigidas a descubrir si este lquido expulsado

es sobre todo orina, que se escapa por incontinencia o por
debilidad de los msculos que la controlan, si es solo la sustancia que segregan las glndulas de Skene, o si es una
mezcla de ambas. Otro punto a tener en cuenta es que las
glndulas de Skene no funcionan de la misma manera en
todas las mujeres, existiendo casos en los que la secrecin
antes nombrada ni siquiera se produce.
Otra definicin de squirting que nos da alguna informacin
ms llega de un artculo del peridico El Mundo sacado de su
pgina on-line, del apartado Cama redonda, escrito por Josep
Toms el da dos de abril de 200823.
[] El responsable de estas emisiones expelidas por la uretra son las glndulas uretrales, parauretrales y de Skene,
que se encuentran en la zona de la pared anterior de la
vagina, el consabido punto G. El lquido expulsado, aunque
contiene residuos de urea o creatina, no es orina, sino que
su principal componente es la glucosa, la fructosa y la fosfatasa cida prosttica, tambin presentes en el semen
masculino. La eyaculacin suele producirse durante el
orgasmo debido a las contracciones plvicas derivadas del
mismo.
Despus de leer este artculo, que algo me aclar, me dije
vamos a buscar la definicin del fantasmagrico punto G y
me he encontrado con este asombro24. Por suerte los de Wiki-

23.- http://www.elmundo.es/elmundo/2008/04/01/camaredonda/1207071483.html
24.- Aqu cabe recordar que la Wikipedia se ha convertido en una de las primeras
fuentes de conocimiento universal, a la que puede acceder casi cualquier persona y que, por tanto, la mierda de informacin que se vierte en ella es proporcionalmente perjudicial en base a las burradas que diga. Mucha gente piensa que
en la Wikipedia reside la verdad de muchas cosas, pero basta observar este
artculo que copia Chiara para darnos cuenta de que en realidad no hace ms
que perpetuar el carca sistema binario heterocentrista. Imposible hablar de anatoma femenina sin hablar tambin de masculina. Es curioso el detalle de la cantidad de veces que aparece la palabra pene (5) y las veces que aparece la palabra vagina (4), en un artculo sobre genitalidad y sexualidad femenina!

47

pedia25 han puesto el aviso de tener cuidado con esta definicin

porque no tiene referencias cientficas Los comentarios entre
parntesis son mos:
El punto de Grfenberg, ms conocido como punto G, llamado as en honor a su descubridor26, el gineclogo alemn
Ernst Grfenberg, es una pequea zona del rea genital de
las mujeres localizada detrs del hueso pbico y alrededor
de la uretra. Es lo mismo que, o parte de, la uretra esponjosa, donde se encuentran las glndulas de Skene.
Se dice que la estimulacin del punto G (a travs de la
pared frontal de la vagina) propicia un orgasmo ms vigoroso y satisfactorio, y es posiblemente la causa de la eyaculacin femenina. Tal estimulacin requiere un empuje en
cierto modo opuesto al que se necesita para lograr la mxima excitacin clitorial con el pene. (La claridad de esta ltima frase es estupenda, me estoy haciendo un dibujo para
comprenderla, y adems, sin pene cmo funciona todo?).
Muchos libros sobre sexo aconsejan a las parejas incapaces
de lograr el orgasmo femenino el considerar la estimulacin del punto G como tcnica sexual.
Un creciente nmero de expertos cree que la razn por la
que la estimulacin de este rea provoca un orgasmo hacia
fuera e incluso la eyaculacin femenina es que el punto G
ha evolucionado a un punto disparador del parto (es que
los expertos an piensan en trminos de mujer = madre, no
hay otra, no hay posibilidad de bsqueda del placer a travs
del coo, independientemente de su destino reproductor).
La cabeza del feto empuja este punto durante el parto, lo
que parece disparar la ltima fase de empuje. Esto se traduce, durante la estimulacin sexual normal, en una contraccin ms significativa de la vagina.

25.- http://es.wikipedia.org/wiki/punto_G
26.- Descubridor, suena tan colonialista. Nunca hubo un descubridor de la punta de
la polla, los huevos o ni siquiera la prstata. Odio que el cuerpo de la mujer sea
tratado como una tierra de conquista, como si nadie hubiera estado antes all,
como si nadie lo hubiera sabido explicar antes. La puta ignorancia es el salvoconducto de todos los malditos descubridores.

48

El punto G puede no ser solamente un punto discreto

(esto de discreto qu coo es?). De hecho, algunos cientficos como Natalie Angier defienden que se trata del conjunto de profundos nervios del cltoris cuando pasan a travs de los tejidos para conectar con la columna vertebral.
El cltoris tiene profundas races y puede cambiar de tamao y ligeramente de posicin a medida que los niveles hormonales cambian en las diferentes etapas de la vida de una
mujer (esto no lo saba!).
Un pene curvado hacia arriba tiene la habilidad natural de
ejercer mayor presin sobre la pared frontal de la vagina. Si
un pene no se curva hacia arriba, entonces pueden ser necesarias diferentes posiciones sexuales. Por ejemplo, un hombre cuyo pene se curve hacia abajo puede hallar que la penetracin posterior es ms adecuada para estimular el punto G
dado que la curva presionar la pared frontal. (Sin pene no
hay punto G, no hay penetracin, ni orgasmo, ni eyaculacin femenina ni hostias, y despus an hay quien tiene el
coraje de decir que esto no es una sociedad falocntrica).
La estimulacin del punto G mediante el uso de un dedo o la
lengua es posible gracias a la presin combinada de empujar
el cltoris hacia abajo mientras se arquea la lengua o el dedo
hacia arriba en un movimiento de llamada. El dedo o la lengua debe estar entre 2,5 y 7,5 centmetros dentro de la vagina para que d resultado (el sueo de todas: una lengua elstica de 15 centmetros por qu no!?). Sin embargo, cada
mujer puede necesitar una forma diferente de estimulacin.
Se piensa que la estimulacin del punto G es ms intensa en
las mujeres mayores de treinta aos, porque los cambios en la
estructura de los tejidos del interior de la vagina permiten un
acceso ms fcil a dicho punto. Algunas mujeres creen por
esta razn que en la treintena alcanzan su cspide sexual.
Punto G masculino27: El trmino punto G se denomina tambin para la prstata. Esta glndula, exclusivamente mascu-

27.- En el artculo sobre la prstata de la Wikipedia en ningn momento se habla de

genitales femeninos. Por eso me pregunto yo: qu cojones pinta una explicacin
sobre la prstata, que de ningn modo necesita identicarse con el punto G porque ya son de sobra conocidas sus funciones, en un artculo sobre el punto G?

49

lina, se estimula frecuentemente durante las relaciones

sexuales homosexuales (claramente el sexo anal en la pareja heterosexual, donde sea la mujer la que penetra es ilegal).
La friccin constante del pene con la prstata produce en el
hombre pasivo (todava seguimos con las categoras binarias de recibir-pasividad-sumisin-debilidad/dar-actividaddominio-poder) un intenso orgasmo de eyaculacin involuntaria y fuertes espasmos.
Despus de todo esto me quedo con mi experiencia activa e
intentar explicar a mi manera lo que significa para m el squirting. El squirting es el acto de correrse, la eyaculacin femenina,
pero no simplemente el sentir un orgasmo, sino correrse con
una expulsin de flujo vaginal que puede salir con ms o
menos presin y ser ms o menos espectacular por no decir
cachondamente escandalosa! Este acto implica un cambio de
paradigma, una ruptura con la educacin recibida en cuanto a
bio-mujeres28. Hasta hace algunos meses siempre cuando tena
un orgasmo contraa los msculos vaginales para contenerme,
para no dejar salir nada, para no desbordar demasiado.
Era un acto instintivo, fruto de tanta educacin represora
patriarcal heterosexista donde el placer de la mujer no exista
sino como premio por la bravura del bio-hombre capaz de
hacer gozar, no se contemplaba la libertad y la autonoma de
probar placer en la mujer, siempre era el espejo donde el hombre o la pareja (dejando abierta la duda a las parejas homosexuales) vea reflejado su poder. Y por cierto, este poder no
poda ser oscurecido por una corrida ms espectacular que una
eyaculacin masculina.

28.- Concepto de cuerpo de mujer nacida para repetir la norma secular de cuerpo
binario con vagina (el cltoris todava se ha quedado ilegal por no hablar del
ano) en oposicin al cuerpo del bio-hombre con polla (el ano est tambin fuera
de la ley). La bio-mujer es educada a la sumisin no consensual y a la costumbre
de no desear el poder, y a no tenerlo. Su destino: la reproduccin. (Idea desarrollada ampliamente por Beatriz Preciado en su libro Testo Yonqui, Espasa,
Madrid, 2007).

50

Al contrario, el squirting implica invertir la accin de los msculos vaginales, no retener sino empujar, y la onda propagadora que produce es de arrastre, lleva consigo milenios de sumisin no consensual, expulsada hacia fuera en toda la visibilidad
de una explosin fallera.
Es una sensacin liberadora a ratos csmica, es la conciencia
del propio placer que ocupa el espacio, que se proyecta fuera de
s, que se expande y se expresa en toda su fuerza.
Con toda la ingenuidad de una cachorra frente a sus primeros
pasos me he sentido totalmente estpida por no haberlo descubierto antes, sintiendo mi cuerpo extrao a m misma.
Y pensaba: cuntos aos sin saber los lmites de mi propio
cuerpo, cuntos aos sin gozar plenamente de mi placer.
Y siguiendo la reflexin, mi pasado heterosexual ha empezado
a recomponerse como un puzzle y la ignorancia me ha aplastado cara al suelo.
Antes de todo creo profundamente que recibimos una educacin moralista, que nos ensea a olvidar nuestra corporalidad,
y tambin catlica, que no nos deja vivir jams el placer como
un goce y una bsqueda, sino dentro de la lgica del placer
reproductor que nace de la culpa y de la redencin (el dolor
como placer es un privilegio de los penitentes y para esto hay
que estar inscrito al orden).
Con esta educacin, la ignorancia hacia los placeres de los cuerpos es alucinante. Para empezar recuerdo que hace algunas
dcadas las mujeres no tenan cltoris sino algo all que poco
importaba, siempre que no fuera demasiado grande como para
competir con el poder del gran hermano falo que todo lo ve.
Por otro lado el ano es aquel lugar de nadie que amenaza la
virilidad del bio-hombre con el espectro de la homosexualidad
y la feminidad de la bio-mujer con la promiscuidad del putn.
Y la bsqueda de nuevos centros de placer desplazados respecto al centro de la sexualidad reproductiva intil.
La sexualidad sigue siendo algo privado pero la eyaculacin del
bio-hombre tiene todo carcter pblico: salir de s mismo, ocupar espacio, dejar huella, al contrario del placer de la bio-mujer
transparente. Mentira!
Desde mi posicionamiento como parte de aquella minora de
bio-mujeres que elegimos nuestras prcticas sexuales y sentimentales como una bsqueda de libertad me encuentro con
treinta aos con toda mi rabia por tener conciencia de que el
51

control de cada uno de nuestros comportamientos sexuales

sigue sucediendo cada da.
Pero por suerte cada da vamos descubriendo nuevos agujeros
desde los cuales dinamitar poco a poco los miedos y esta construccin tentacular.
El squirting es un acto poltico contra la represin de la expresin libre del placer y no solo del placer sino de todas aquellas
formas del exceso prohibidas a las bio-mujeres y a todas las
personas por un sistema que nos quiere a todos implosivos.
El squirting es un acto poltico contra el miedo a explotar, contra el miedo a sentir la intensidad de la vida, del sexo en cuanto
a accin, como estrategia de superacin del miedo a morir.
Si antes tena un coo ahora tengo un cohete que dispara chispas al correrse!.

Qu coo les pasa, por qu nos joden tanto, por qu se

aduean de nuestros cuerpos para hacerlos serviles, dciles,
manejables? Muy simple: damos miedito. Mujeres empalmadas, eyaculadoras, penetradoras, folladoras, guarras, lascivas
s, lascivas, obscenas, los coos asesinos, las anti-histricas
victorianas (a las que solo poda curarse hacindoles una
paja), cuerpos que se revelan fuertes y monstruosos.
Estos hijos de puta se piensan que ese lugar por donde
cupieron sus estpidas cabecitas cuando sus madres les
parieron es del todo inofensivo, un agujero dulce, amaestrable, suyo. Pues ya no ms! Me encantara que los que se
creen superiores por tener una polla se vieran en la situacin
de tener que cagar un meln de tres kilos y medio y que lo
hicieran sin pestaear y sin que se les saltara una lgrima.
Bueno, quizs por esto valoro tanto a los lederones (ms
como metfora que como sujetos polticos): son magos del
parto inverso, contorsionistas anales, malabaristas prostticos, hroes del desconcierto. No encajan en lo que la sociedad
clasicara como maricas, su masculinidad cultivada y fetiche de s misma es su sea de identidad y de camuaje a la
vez. Podra ser el albail sudoroso que carga ladrillos, el butanero, el leador, el mdico de cabecera con esa barba siempre
tan bien recortada, el carnicero; seores que cuando no pasan
52

desapercibidos lo que llama la atencin de ellos es su perfeccionamiento de la tcnica de performar al macho humano.
La teora (generalizada en este mundo de machirulosheteros-ignorantes) de que los homosexuales son hombres
que perdieron su hombra, que tienen su masculinidad atroada, los lederones (y en cierto modo tambin los osos29) no
solo la desmontan de un plumazo, sino que la contradicen de
forma asombrosamente natural.
Siempre me ha resultado sumamente curioso esto, que yo
identico tanto con lo ibrico/mediterrneo, de que un hombre es hombre en funcin de dnde mete la polla, y que solo
a travs de un coo, de una hembra, un hombre se completa
a s mismo en tanto que los hombres que no gustan de revolcarse con mujeres son inmediatamente degradados a la condicin de submachos. Nunca he sabido, ni nadie me lo ha
explicado jams con claridad, por qu la autenticidad o
pureza de un gnero ha de ser dependiente del otro gnero.
Lo de la complementariedad no cuela, es evidente que las
alianzas entre seres humanos pueden ser absolutamente
monogenricas y funcionar como mquinas perfectas (claro
ejemplo de ello son los ejrcitos o los conventos). Tampoco
me ha parecido vlido achacarlo todo al rollo reproductivo,
un hombre que va a una guerra a matarse con otro no tiene
nada de producente y la imagen del guerrero es universalmente identicada con la hombra absoluta. El macho que se
juega la vida con gilipolleces como las guerras o la lidia est
poniendo en constante peligro la reproduccin de la especie,
y no por ello pierde su condicin de macho sino que la
refuerza. Sera estupendo que alguien pudiera explicar de
forma lgica por qu el gnero con el que una persona man-

29.- La cultura oso o bear es una vertiente del movimiento lgtb. Se caracteriza
por la reivindicacin de otras corporalidades, las de los hombres peludos, grandes, gordos, en contraposicin a la ebre del culto al cuerpo en el mbito gay,
que consideran frvola y apoltica.

53

tiene relaciones sexuales es tan determinante para la validez

de su propio gnero.
Por ello, un pedazo de hombretn, grande, fuerte y peludo produce terribles interferencias en el sistema heteronormativo cuando se folla a otro hombre tan macho como l.
Esto ya es sucientemente desconcertante, brutal y trasgresor, pero si adems nos ponemos a observar sus prcticas
sexuales, lo que se nos presenta es una poderosa bomba. Y
me reero concretamente a sus prcticas anales, que son las
nicas que para m tienen inters poltico.
El sting30 anal es una prctica extrema, de eso no hay
duda y podemos apreciarlo especialmente en las precauciones que hay que tomar para realizarla (y tambin en las consecuencias que acarrea realizarla sin esas precauciones) pero
sobre todo en su carga terrorca y terrorista. Estoy particularmente interesada en ella porque me parece metfora perfecta de la insurreccin sexual, del terrorismo del placer. El
ano es un agujero cegado, abyecto, como muy bien dice Beatriz Preciado en su maravilloso Terror anal eplogo al libro
de Guy Hocquenghem El deseo homosexual31: Los Santos
Padres, temerosos de que el cuerpo nacido conociera el placer
de no-ser-hombre, de no-ser-humano [] tomaron todo lo que
tenan a mano [] y pusieron en marcha una tcnica para
extirpar del ano toda capacidad que no fuera excremental.
Despus de darle muchas vueltas encontraron un mtodo
limpio para llevar a cabo la castracin del ano: meter un
dlar por el culo del nio, mientras exclamaban: Cierra el
ano y sers propietario, tendrs mujer, hijos, objetos, tendrs
patria. A partir de ahora sers el amo de tu identidad. [] As
nacieron los hombres heterosexuales a nales del xix: son

30.- La palabra sting procede de la voz inglesa st que signica puo. De

modo que una traduccin literal al castellano sera puear.
31.- Terror anal de Beatriz Preciado, eplogo al libro de Hocquenghem, G.: El
deseo homosexual, Melusina, Barcelona, 2009.

54

cuerpos castrados de ano. Aunque se presenten como jefes y

vencedores son, en realidad, cuerpos heridos, maltratados.
El sting practicado entre hombres no supera tan solo la
barrera de la supuesta prdida de la virilidad que implica que
un hombre se abra de piernas para ser penetrado, sino que lo
hace superlativamente, desintegrando el tpico, steando la
estructura castradora.
Los lederones saben que nada que ver tiene la penetrabilidad con ser hombres. No necesitan que esos Santos Padres
les vengan a decir quin tiene el poder, lo tienen ellos y sus
ojetes interminables, no hay duda.
Conozco a algunos hombres que han renunciado al maravilloso placer de cagar a cambio de la habitual prctica del sting, que ha de ser por descontado mucho mejor que sentarse
en la taza del wc con el peridico y dejar salir la mierda. Llevan una bolsita adosada a la pierna que a su vez est conectada a una sonda que atraviesa su intestino grueso por un costado y por donde sale la mierda que se va depositando en la
bolsita. Los msculos de sus anos se han distendido y sus
intestinos no retienen, los han transformado en instrumentos
para obtener placer. Claro, la gran mayora de los practicantes
de sting que conozco siguen cagando por donde cagamos
lxs dems, pero s de primera mano que algo as (renunciar a
la cagada a cambio del sting) sucede. Me lo contaron los chicos de Eagle32, un local en pleno corazn de Chueca, donde

32.- Eagle era (desafortunadamente cerr en 2010 para volver a abrir con otro rollo)
una especie de virus en el sistema. Estaba dentro del gueto de Chueca pero no
sucumbieron a la tentacin del dinero rosa, una cerveza costaba lo mismo que
en cualquier bar de la ciudad. Realmente marcaba una diferencia con el resto de
los negocios de la zona: ponan buena msica, no dejaban entrar a gente que no
fuera del rollo (a las mujeres en un principio no las dejaban entrar, pero no podan resistirse a una perra con arns y bien armada) y su actitud result siempre
por lo general ms autntica que la de las maricas o las bollos que salen solo
para hacer el parip. Tambin era el nico sitio donde se poda follar (o donde
las tas podamos hacerlo). Era realmente un bar de amigos, no un nido de hienas donde la frivolidad es la reina de la esta.

55

tenan su guarida habitual los hombres (y algunas mujeres)

que practican bdsm. Ellos tienen suerte, algunos mdicos se
tomaron la molestia de inventar soluciones para sus burradas, de investigar las consecuencias de esta prctica extrema
y poner su conocimiento y averiguaciones al servicio de la
sexualidad de los hombres que la practican.
An tengo serias dudas de si ellos son realmente conscientes de su transgresin (una transgresin que va mucho ms
all del hecho de ser maricones) porque a veces tengo la
impresin, conversando, observando sus vidas, de que lo nico
que les preocupa es tener al menos un da a la semana libre
para ir a stearse al cuarto oscuro de turno. Esta duda, no obstante, no resta importancia a que sus actos puedan servir para
reexionar sobre temas como la masculinidad o los lmites del
cuerpo. Finalmente tienen pocas cosas por las que preocuparse: la sociedad no les juzga de antemano y adems tienen una
asistencia mdica especializada a su disposicin. Para nosotras, en cambio, hay un vaco informativo absoluto, como
siempre.
La ltima vez que acud a mi ginecloga (privada) fui
demasiado ingenua al pensar que ella sabra lo que era un sting. Ella ya sabe que mis prcticas sexuales se desenvuelven
desde hace mucho tiempo dentro del mbito femenino, de
modo que trat de explicarle que a veces en lugar de conformarme con un dedo o dos, lo que me gusta es que me metan la
mano entera. Se alarm, y no supo decirme muy bien qu consecuencias mdicas podra tener. Solo, y por pura deduccin,
me dijo que de seguro afectaba a la vejiga de una forma u otra,
y que algunas mujeres tras el parto sufren una severa cistitis.
Y ah es adonde quera yo llegar con ella pero no me supo
ayudar mucho, solo darme una pista imprecisa. La prctica
me ha llevado a la conclusin de que el sting vaginal puede
causar cistitis (stitis decidimos bautizarlo las que hemos
sufrido sus consecuencias). Por eso considero importante
reejar aqu las conclusiones a las que he llegado, que estn
56

muy lejos de ser cientcas, porque no soy ginecloga, pero

que ante la evidencia de que nadie hasta ahora se ha molestado en investigarlo (por lo menos que yo sepa, y he buscado,
creedme) mejor esto que nada.
Es bsico, y quizs lo ms importante de todo, tener la
vejiga vaca para recibir un puo. Cuando no lo est, la presin del puo sobre esta hace que la orina salga y, lo peor de
todo, cabe la posibilidad de que vuelva a entrar, tambin por
la presin y el movimiento de la mano. Y cuando vuelve a
entrar ya no es solo orina, es orina con ujo vaginal, con corrida, con miles de agentes externos a la vejiga que conducen
casi irremediablemente a una infeccin urinaria (o renal en el
peor de los casos). Obviamente los guantes de ltex o lavarse
bien las manos (por supuesto con las uas cortas) antes de
meterlas en ningn coo es esencial. Y tambin lo es usar un
buen lubricante (para m los mejores son los de base de silicona). Y bueno, paciencia es el otro elemento clave en todo
esto. Yo siempre digo que por donde sale una cabeza entra un
puo, pero obviamente las condiciones de dilatacin que se
dan en un parto nunca son las que se dan durante un polvo.
Parir es algo agresivo para la vagina y durante el parto el cuerpo segrega sustancias que facilitan la dilatacin, de modo que
no todas las manos caben en todos los coos sin agredirlos. Si
no entra, no entra. El dolor no tiene por qu formar parte de
esta prctica y una forma segura de hacerlo es no perdiendo
nunca la conexin con lo que el cuerpo tiene que decirnos. El
dolor est ah para salvarnos el culo (o el chocho) en muchas
ocasiones y esta no es una excepcin.
Lo ms interesante del sting vaginal (el lsbico para ser
ms concreta) es que nos ensea algo muy importante. La
tpica frase machirula que tanto me exaspera de estas lo que
necesitan es un buen pollazo expelida por la gran mayora
de los hombres hetero cuando se reeren a las lesbianas
(cuando se frustran porque ellas no les necesitan ni a ellos ni
a sus pollas), queda anulada por esta prctica. Un pollazo?
57

An no he tenido la suerte de encontrarme ninguna polla con

un dimetro superior al de un puo. Y de la longitud mejor
ni hablar, no?
Nuestros puos eternamente erectos quedarn para desbancar de una vez por todas esa idea absurda (no sin cierta
falta de razn, malditas las ostras cerradas de las bollo-feministoides) de que entre dos mujeres no puede haber ningn
elemento penetrador. Y no solo eso, sino que se trata de un
elemento penetrador no protsico, est en el cuerpo, hecho de
carne y hueso y msculo, nos hace por completo autosucientes y mucho ms que eso: el orgasmo que se experimenta con un sting supera con muchas creces al que pueda provocar cualquier otra cosa. Es un orgasmo que nace del centro
del cuerpo, que estalla dentro como una galaxia, realmente se
ven las estrellas, todas las jodidas constelaciones frente a ti.
Por eso yo levanto un altar sagrado a la Virgen del Puo, la
nuestra propia, que nada tiene que ver con las tacaeras
humanas sino ms bien con la glotonera de nuestros oricios insaciables, inconformistas y sinvergenzas.
En el porno, el sting anal gay est sobradamente representado32. No se nos olvide en ningn momento que estos
caballeros (aunque sean maricones) no han de renunciar al
poder para ser subversivos, de hecho, ni siquiera han de pelear por l (al menos en la industria pornogrca): les fue
entregado en el preciso instante en que nacieron y el mdico
dijo es un nio.
Con el sting vaginal, al igual que con la corrida femenina, sucede una cosa terrible: la pornografa suele convertirlo
en una parodia, en un numerito de circo. No s cuntos hombres (o mujeres) se masturbarn con vdeos de corridas femeninas o de stings vaginales. Pondra la mano en el fuego por

32.- Cualquier produccin de Dark Alley o de PigProd puede dar cuenta de ello. Ms
informacin en www.darkalley.com y www.pig-prod.com

58

armar que son (somos) una minora. De hecho, en pginas

como Xtube, Pornotube o Redtube, este tipo de escenas han
quedado relegadas a las secciones de crazy&wild, bizarre o
extreme. La mayora de pajilleros preere que sus chorritos
seminales no se vean amenazados por corridas espectaculares o que el puo de una seorita no le reste protagonismo a
su indispensable polla.
Por eso en mis performances me abro como una perra
hambrienta para recibir en mi chocho una mano (nunca inocente) que, como en un truco de magia que saca un conejo
del sombrero, me stea para sacarme un poema y posteriormente hace que me corra como corre el agua por los ros, es
decir, a raudales.
Solo pensando en la aceptacin de la represin sexual
como una consecuencia directa del miedo a lo desconocido
puedo llegar a comprender su raz. Evidentemente es una
represin que benecia a quienes no nos quieren libres ni
autnomxs, pero las personas inteligentes que pasan toda su
vida reprimidas no lo hacen porque no tengan conciencia de
esa represin sino porque tienen miedo a perder los privilegios y las compensaciones que muy hbilmente el sistema
pone a disposicin de quienes se someten, de quienes se
automutilan. Es una cuestin de premios y castigos muy muy
sencilla, casi de adiestramiento canino: si haces lo que te
ordenan te premian, de lo contrario no merecera la pena
sacricar algo tan importante; si no haces lo conveniente
han diseado todo un sistema de castigos para ti, as que si
quieres ser libre, preprate. Pero, cul es el precio de la libertad sexual? Cunto vale tener un orgasmo o no tenerlo
jams? Sinceramente, yo (que estoy en venta en muchos sentidos) jams vender algo tan sagrado y que afecta tanto a mi
salud y a mi felicidad.
Evidentemente no es necesario andar metindose puos
por el culo o el chocho, corrindose a chorros o montando
orgas cada da para librarse de la represin sexual. Basta con
59

tener conciencia de que podemos hacer lo que nos venga en

gana con nuestros cuerpos sin ser por ello enfermxs o delincuentes. Hay prcticas que podrn gustarnos ms o menos
que otras, pero es importante saber la cantidad de caras que
tiene el sexo para conocer lo que realmente nos gusta, para
atrevernos a descubrirlo.
Lo dicho: del miedo a la rabia y de la rabia a la accin, no
dejis que os estanquen, no os quedis en el miedo ni en la
rabia. Accin. O como dira Benedetti, no congeles el jbilo,
no quieras con desgana, no te quedes inmvil al borde del
camino, y no dejis que nadie os salve, no hay nada que
temer.

60

otra forma de terrorismo y la lucha contra

la censura de lo sexual

Cuando un hombre no te deja

vivir, matarlo es un acto en
defensa propia.

leopoldo mara panero

Cuando el diecisiete de noviembre de 2007 decid, por n,

extender mis tentculos por el cibermundo, el primer post
que escrib en mi blog33 rezaba lo siguiente:
Acaso hay fusin ms hermosa que la de las palabras porno
y terrorismo? La ertica del terror, un terreno sin investigar
que se abre como un cadver listo para la autopsia. Del mismo
modo que los funerales me dan risa, la imagen de un bello
cadver, en ocasiones, hace que se me mojen las bragas. La primera sensacin es que nunca se podr superar lo vergonzoso
de la situacin, la humillacin impuesta por la sociedad cuando
algo polticamente incorrecto nos seduce. Pero se supera, oh s,
se supera con la primera paja, con el primer acto de culto al
terror. Es la nica forma de vencerlo, dejndose seducir por l,
siendo su tierna amiguita.

33.- http://pornoterrorismo.blogspot.com Lo conservo subido a la red porque le

tengo mucho cario, a pesar de haber tenido que dejar de elaborarlo por culpa
de las restricciones y la censura y mudarme a http://pornoterrorismo.com,
donde permanezco sin demasiados altercados desde 2007.

61

Y como subttulo a la cabecera del blog una de mis mejores consignas (de hecho, la nica): Por el derecho a ponerme
cachonda con lo que me d la gana.
As empez esto que ahora se ha convertido en la ms
cmoda manera que he encontrado hasta la fecha de expresar
mi rabia, mis deseos y de desparramar mis desvaros sin que
nadie venga a decirme cmo hacer las cosas. Puro exhibicionismo, vaya.
En un principio ni siquiera se me pas por la cabeza que
pudiera ser algo ilegal o ni siquiera lo sucientemente subversivo como para meterme en los. Por aquel entonces estaba viviendo en Tucson, Arizona, en mitad del desierto de
Sonora, donde parece que todo discurre entre la monotona
del horizonte, la paz de la soledad y los atardeceres multicolor. Nada haca sospechar que en medio de aquella extensin
pudiera estar yo haciendo algo que importara al mundo o
que preocupara al gobierno. Pero me equivoqu. En Estados
Unidos, y supongo que en otros muchos sitios tambin, cuando una persona abre una web o blog con las palabras terrorismo o porno, en alguna ocina de la polica, del fbi o
vete t a saber dnde, se enciende un pilotito rojo. Y yo, con
mi porno y mi terrorismo, tena todas las papeletas para que
como mnimo se tomaran la molestia de saber quin estaba
detrs. A las dos semanas un coche con los cristales tintados
se apost frente a la casa y permaneci all durante tres o cuatro das (con sus noches). De vez en cuando no estaba, pero al
rato volva. Yo pasaba mucho tiempo sola en la casa porque
Amie, la persona con la que comparta mi vida entonces, trabajaba muchas horas, y empec a tener miedo hasta de descorrer las cortinas del saln o de sentarme en el porche por
temor a que supieran que yo saba que estaban ah. Supongo
que se marcharon cuando vieron que ah dentro los nicos
explosivos eran los polvos que nos echbamos.
Me sirvi aquel miedo mo a que esa panda de locos se
tomara la molestia de incordiarme, sobre todo, para darme
62

cuenta de la fuerza que tena entre mis manos, esas manos

que discretamente desde un teclado en medio de la nada
podan hacer algo que realmente tocara las pelotas. Y puse
mis manos a la obra con ms ganas que antes. En un principio abr el blog tan solo por un instinto exhibicionista. Luego
empec a pensar que el hecho de que hubiera un lugar en la
red donde se hablara sin pelos en la lengua de sexualidad,
entre otras cosas, no estaba de ms en absoluto.
Como era de esperar, muy pronto me top con la censura.
Me tuve que salir de blogger porque no me dejaban colgar
determinadas cosas y porque tema que de un momento a
otro lo eliminaran directamente de la red sin previo aviso
como me sucedi con tres myspace, dos facebook, un canal de
dailymotion y con cuatro canales de youtube. En myspace, la
primera vez, por colgar una foto ma en la que se me vean
las tetas. Aquello me cabre sobremanera porque haba miles
de fotos de tos que colgaban sus fotos con las tetas al aire y
nadie deca nada.
Y en youtube por subir los vdeos de mis performances.
En esta ocasin ms que cabreo fue incomprensin e indignacin. No poda explicarme que estuviera permitida la subida de vdeos de masacres, decapitaciones, accidentes, bullying, palizas, etc., y que los mos no tuvieran cabida en
semejante lugar. No quiero decir con esto que me parezca
mal que haya vdeos de atrocidades colgados en youtube,
jams se me ocurrira censurar el derecho a ver de nadie.
Las cosas suceden en el mundo, hay gente que las graba y
gente que las sube a internet. Luego hay otra gente que decide
verlas o no. No necesitamos que nadie nos diga lo que ver y lo
que no, no necesitamos que nos protejan de nada. Me jode la
proteccin selectiva. Se supone que los motivos por los que se
censuran cosas en youtube (y otros sitios) es para proteger la
sensibilidad de las personas, su inocencia, no s, alguna gilipollez de ese tipo. Cuando youtube censura es porque alguien
ha sealado que determinado vdeo es inadecuado y luego
63

otro alguien desde dentro decide si se retira o no. Pues bien,

segn sus criterios, es mucho ms inadecuado ver una mujer
desnuda recitando poesa que la paliza a un chaval en un instituto de secundaria. Mucho peor ver cmo una mujer se mete
el puo de otra en el coo que una decapitacin, una autopsia
o un linchamiento pblico. El ahorcamiento de Sadam Hussein lleva colgado en youtube desde principios de 2007. Mi
vdeo de Transfrontera, en el que solo recitaba el poema desnuda, dur dos telediarios, es decir, un da.
Ya solo por ver qu suceda, denunci un vdeo como
ofensivo. Era un discurso de Hitler subtitulado al ingls por
un colectivo alemn pblicamente declarado como neonazi.
Pura xenofobia, como era de esperar, una incitacin a la violencia y a traicionar a los vecinos judos, a entregarlos a las
SS. Me contestaron como a las tres semanas dicindome que
era un documento histrico y que no lo iban a retirar. Me di
por vencida. Me dediqu a buscar otro sitio donde subir mis
performances y encontr uno donde consideran que lo que
hago es creacin artstica, durante un tiempo estuve tranquila ah. Hasta que una maana me despert con un mail de
un lector del blog dicindome que no poda ver los vdeos de
las performances, parecan retirados. Efectivamente, 20
gigabytes y cinco horas de mis vdeos haban dejado de existir. Tonta de m que no supe antes que los canales de dailymotion tambin pueden ser privados, lo que limita bastante
la posibilidad de que alguien te denuncie por contenido inapropiado. As que los volv a subir todos de una forma ms
precavida y ah seguirn, hasta que me pueda permitir alojarlos en un servidor.
El blog de blogger lo mud a un dominio propio con
wordpress desde el que hago literalmente lo que me viene en
gana. Desde un principio pas de poner advertencias de contenido (en blogger me obligaron a ponerlas) y por supuesto
nada de si eres menor de 18 no puedes entrar, ira en contra de mis principios. El nombre ya especica claramente que
64

lo que hay dentro de mi web no es precisamente material

infantil. Su lucha es por protegernos y la ma es por nuestro derecho a ver. Por eso no nos llevamos bien, nuestras
luchas son antagnicas.
La cuestin de la censura siempre es algo que me ha interesado mucho, porque la he sufrido en mis propias carnes y
en mis propios bits desde hace mucho tiempo. Siempre me
ha parecido injusta, especialmente el tipo de censura que se
me ha aplicado a m: la sexual. De facebook me tiraron la primera vez porque una amiga (ni siquiera yo) colg una foto
nuestra en la que ella me estaba steando y en la que me etiquet. La segunda vez por lo mismo, aunque esa vez ni
siquiera me dio tiempo a ver la foto, deba de ser muy guarra
y muy ofensiva porque sufr una censura express.
S que yo no soy una terrorista al uso, pero tambin s
que la mayora de las cosas que hago son denunciables porque las leyes no se han hecho pensadas para que gente como
yo pueda expresarse y mucho menos luchar contra el sistema. Estn muy bien protegidas y, rebuscando bien en ellas,
podra armar que cometo un delito cada da de mi vida, lo
cual me pone terriblemente cachonda y me hace sentir orgullosa de m misma. No es tan difcil ser una delincuente, la
verdad, casi todo lo que me gusta est prohibido o tiene restricciones.
En qu sentido lo que hago se puede calicar de terrorismo? Esto me lo he preguntado muchas veces. Finalmente
he pensado que cualquier persona etiquetada por la sociedad
como monstruosa, peligrosa o molesta puede ser llamada
terrorista. Y si el tema del sexo o el gnero est por medio
entonces hay motivos mayores, porque son conceptos que
provocan temblores (cuando se salen de los lmites establecidos) en la estructura del sistema con mayor facilidad que
otros. La etimologa de la palabra terror es una onomatopeya, trrrr, representacin fontica de un temblor, as que de
alguna forma temblorista sera lo mismo que terrorista. Y
65

estoy convencida de que muchxs se echaran a temblar si el

mundo fuera como yo lo he imaginado, viviran aterrorizadxs
del mismo modo que vivo yo en su mundo. Y esto lo digo a
sabiendas de que, si me cio al signicado de la palabra, los
padres del terrorismo son ellos.
Claro, que hay diferencias abismales entre mi terrorismo y
el suyo. El matiz de la violencia es uno de los que mejor dene esta diferencia. Un acto pornoterrorista puede llegar a ser
violento, no voy a negar que lo que hago lo es. Lo es bastante
de hecho, pero no porque en s mismo contenga violencia
(que tambin puede suceder) sino porque la situacin puede
ser ms o menos violenta en funcin del nivel de lavado cerebral o de represin de quien lo presencia. Y adoro la violencia
que se genera cuando el factor causante no est fuera del individuo sino dentro. No es un ataque directo, el mensaje pasa
por el cerebro y el ataque lo ocasiona el proceso que el cerebro
hace para comprenderlo, repudiarlo o ignorarlo.
No es violencia tal y como la solemos entender, lo que la
compone no es el miedo a la muerte, a las lesiones o a la destruccin material. Una bomba pornoterrorista siempre ser
algo metafrico, que dejar todas las cosas intactas despus
de haber estallado. Se podra decir que lo que produce es una
explosin interior, mental, quizs orgnica. Puede daar porque es ofensivo, porque dice cosas que no se quieren or o
muestra cosas que no se quieren ver, cosas que deberan estar
prohibidas (algunas lo estn), amordazadas, maniatadas,
cosas que deberan producirse solo en los manicomios o en
las crceles o en los lugares de perdicin. El pornoterrorismo causa un efecto de descontextualizacin desagradable
que puede llegar a ser muy violento.
Otra diferencia sustancial es que el pornoterrorismo es un
terrorismo de contraataque. Quizs todos los terrorismos lo
sean aunque se empeen en llamar democracia a lo que permite al sistema aterrorizarnos. Para m no hay ya ninguna
diferencia. El pornoterrorismo surge como reaccin a un siste66

ma que se nos mete entre las piernas para instalar en nuestros

sexos dispositivos de control; es un terrorismo cuya base es la
defensa propia, una forma de no quedarse de brazos cruzados
ante la injusticia. Reconozco que mi forma de hacerlo no es ni
sutil, ni discreta, ni necesariamente respetuosa. De hecho es
bastante bestia, lo s. Pero soy una perra demasiado rabiosa
como para hacer las cosas de otra forma, quizs si no me
hubieran tocado tanto las pelotas me limitara a escribir poemas de amor. Nunca he conado en las buenas maneras.
El pornoterrorismo aspira a la destruccin del enemigo y
en ese sentido tiene muchas cosas en comn con el terrorismo. La diferencia es que la destruccin del pornoterrorismo
puede ser constructiva (debera serlo), no es pura revancha o
simples ganas de joder sino de cambiar las cosas pero cortando por lo sano, a lo bruto. La diplomacia, la democracia y la
bu(r)rocracia son elementos que no sirven para nada cuando
se quieren cambiar las cosas, cuando la gente cabreada despus de tanto tiempo de tomadura de pelo y de represin se
levanta y decide que las cosas no pueden seguir as. Ya es
demasiado tiempo bajo su yugo, estamos hartxs.
Muchas personas a lo largo de la historia han perdido la
vida por dejarse llevar por el impulso de sus entrepiernas y
por ejercer su libertad de decisin y actuacin sexual. No
quiero ni imaginarme la cantidad de gente asesinada por la
Inquisicin acusada de sodoma y de utilizar el sexo contra
las leyes naturales establecidas por Dios. Y sin irme tan
lejos en el tiempo, recordar que hay muchos lugares donde
personas inocentes se pudren en las crceles o son apaleadas
y torturadas en las calles hasta la muerte por el simple hecho
de follar como y con quien les place.
Aunque solo sea por toda esa gente que est mucho ms
jodida que nosotrxs, yo s aspiro a la destruccin.
Despus de todos estos aos observando el mundo y
sufriendo sus desmanes he llegado a una conclusin: hay
mucha gente que nace sin alma. S que esto es darle la vuelta
67

a las cosas pero tengo que decirlo: los terroristas son ellos. O
por lo menos fueron los que empezaron y no se merecen ms
que un poco de su propia medicina, que es lo que yo pretendo darles. Esto es terrorismo sexual y lo suyo tambin. A la
mierda el pacismo, que se metan sus orecitas por el culo,
no es realista, no sirve para nada ms que para una autocomplacencia muy precaria, un vivir en Babia nalmente bastante egosta. Para m hace mucho tiempo que se acab el
momento del ver y callar, del pasar desapercibida, del no
hacer ruido, del poner la otra mejilla. No le brindar mi
humanidad a quien me quiere muerta o idiotizada, para ellxs
ya tengo a mi perra interior, el a su manada, era con quien
trata de jodernos.
Las herramientas que tengo no sirven para matar pero
son perfectamente tiles para dar miedo y para aterrorizar a
un sistema heteropatriarcal que se ha quedado completamente desfasado (aunque nunca fue justo). Lo que hago lo
hago tambin por todas las muertas y muertos que perdieron
sus vidas porque sus sexualidades o sus gneros traspasaron
la frontera de la norma(lidad). Mis armas son mi cuerpo, mi
palabra y mi rabia y si algunx se muere de un infarto viendo
lo que hago, sinceramente, me alegrar, aunque no sea eso lo
que persigo.
Terrorista es un adjetivo del que me he apropiado, como
tantos otros, para que al menos me lo digan con motivos. Hago
esto porque en el fondo, quiero darles la razn, solo as, convirtindome en la que dicen que soy, me tendrn en cuenta.

68

me habis convertido en esto

Soy ese beso que se da

sin que se pueda comentar.
Soy ese nombre que jams
fuera de aqu pronunciars.
Soy ese amor que negars
para salvar tu dignidad.
Soy lo prohibido.
bambino, Soy lo prohibido
Cuando Gregor Samsa se despert una maana despus de un
sueo intranquilo, se encontr
sobre su cama convertido en un
monstruoso insecto.
franz kafka, La metamorfosis

no nac socipata (nadie lo hace), ni siquiera crec como tal;

yo era una nia bastante apacible y respetuosa. Pero en el
mismo instante en que comprend lo que signicaba el odio
(y que este podra fcilmente estar enfocado hacia mi persona por motivos de lo ms variopinto, principalmente por
salirme del redil) comenc a sentirlo y a utilizarlo yo tambin. Como una especie de ojo por ojo muy bsico y primario, casi de patio de colegio, fui acumulando dentro de m un
registro de todas y cada una de las cosas que merecan ser
odiadas y destruidas, elaborando una lista mental de todo
aquello que no me pareca justo, que no me gustaba o que
interfera de una forma u otra en mi felicidad (o en mi bsqueda de ella). Cuando llegu a la adolescencia esa lista era
tan larga que necesit explotar.
Empec a hacer macarradas solo por joder. Drogarme,
robar, follar con cualquiera O en otras palabras, me convert en un putn drogata y delincuente.
69

Yo ni siquiera fumaba antes de ese momento de explosin, de hecho me pas media infancia poniendo petardos en
los cigarrillos de mis padres. As que empec a comer hachs
porque fumarlo me asqueaba. Lo disolva en una cucharilla
con limn y luego lo meta en un yogurt y me lo zampaba.
Una vez estaba sola en el parque del Retiro, donde acababa
de pillar una cha de hachs, llevaba mi cucharilla, mi yogurt
y un mechero. En la tesitura de quemarlo en la cucharilla me
pillaron los nacionales. Cuando les dije con toda naturalidad
(porque an no me daban miedo) que estaba calentando el
chocolate para ponrselo al yogurt con mi carita de ngel de
trece aos solo me dijeron de acuerdo pequea, pensbamos
que estabas drogndote. Imbciles.
Sala del parque con unos colocones gloriosos y los quemaba patinando por la ciudad a toda velocidad, volando.
Entabl relacin con un grupo de patinadores cuya emocin
fuerte del da consista en atravesar el Paseo de la Castellana
enganchados a los bajos de los coches y as quemaba yo mi
rabia. Llegu a engancharme incuso a coches de polica. Adoraba ir amarrando mis manos desde el hueco de la rueda trasera hasta la ventanilla delantera donde les deca hola,
cabrones y luego me escabulla entre las calles a sabiendas
de que nunca podran atraparme ni mucho menos dispararme porque era sin duda una criaja. Si hubiera sabido antes de
la impunidad que reside en los crmenes que cometen lxs
menores de edad, seguramente hubiera cometido muchos
ms. Pero este de engancharme a los coches era el mejor de
todos. Finalmente, mi vida no pareca tener mucho sentido
sin estas cosas.
Tambin robaba bastante. Cualquier cosa, no haca falta
que fuera algo que necesitara, era el acto en s lo que tena
valor para m, y luego regalaba lo robado o lo dejaba en la
calle. Una temporada cay en mis manos un imn de esos
sper potentes que haca saltar cualquier dispositivo antirrobo, ya fuera de la comida cara o de la ropa. Sala del Corte
70

Ingls con ocho camisas de Ralph Lauren bajo la cazadora y

luego las venda fcilmente por precios ridculos. Nunca rob
en pequeos comercios ni en mi barrio, de alguna manera
tena mi pequeo cdigo tico a la hora de delinquir, solo
joda a quien me haba jodido o a quien yo pensaba que
representaba una amalgama de las cosas que no me gustaban
(como el Corte Ingls, por ejemplo). De hecho mi pequeo
cdigo tico, lo que logr salvar de las maravillosas enseanzas de mis padres, fue hacindose cada vez ms fuerte hasta
convertirse en lo que podra decir que son mis principios
bsicos.
Descubr en mi inters por convertirme en una incvica
suprema una va de liberacin de todas mis pulsiones socipatas que tenan como nico objetivo destruir un sistema
atroado que me haba estado amargando la vida desde que
tena uso de razn. Un sistema que me haba clavado palabras como puta-marimacho-loca-bollera mucho antes de que
pudiera entender sus signicados, y que, llegado el momento
de comprenderlos, se hicieron mas. La realidad que elegsteis
para m, cabrones, no solo me gusta sino que la ensalzar
como mi bandera. Vosotros me habis convertido en esto de
lo que ahora estoy tan orgullosa, soy una perra llena de rabia
y os voy a morder el culo.
Quizs lo de follar con mujeres sea lo nico que hubiera
hecho de todos modos aunque no fuera un estigma. Pero
todo lo dems, si hubiera nacido y crecido en una sociedad
que no condenase a las personas por ejercer la libertad de sus
cuerpos y sus mentes, posiblemente nunca lo hubiera hecho.
Hubiese continuado siendo la nia apacible y respetuosa, me
hubiera conformado con la realidad si la realidad hubiese
sido un poco menos hostil. Al n y al cabo, para qu cambiar o destruir algo que nos conviene y se ajusta a nuestra
idea de cmo deberan ser las cosas? Pero nada ms lejos de
la realidad
71

El primer adjetivo-etiqueta-insulto que recib en mi infancia que me afectara realmente fue el de marimacho. Nunca
gust de comportarme como el resto de las nias que conoca, adoraba subirme a los rboles, correr, saltar, ensuciarme
la ropa y las manos, golpear cosas, hacer barrabasadas, eso
que llaman hacer el bestia y que es tan estupendo cuando lo
hacen nios y tan monstruoso cuando lo hacen nias. Lo que
pareca ser la feminidad a m me resultaba casi carcelario,
incmodo, humillante y castrante.
Elena de Post Op34, en la entrevista que le hizo La Lluna
de Calgula para el documental Marimachos35, reeja en muy
pocas palabras lo duro que puede ser para una nia tener que
ajustarse desde temprana edad a los cnones de la feminidad:
Me acuerdo perfectamente del bautizo de una prima pequea, cmo me vistieron con un traje de cuadros con una especie de babero, horroroso, con el que estuve pelendome toda
la ceremonia porque no me lo quera poner, y todo el mundo
diciendo que estaba monsima. Lo que ms me molestaba de
las actitudes femeninas, de la vestimenta y los comportamientos es que eran incmodos, te obligaban a caerte y a no
poder hacer un montn de cosas, los vestidos, los zapatos,
todo. Te hacan menos libre.
Cojo las palabras de Elena porque yo fui una marimacho
relativamente feliz, al menos en el mbito familiar. Cuando
interrogu a mi madre por el signicado de la palabra ella me
dijo que marimacho era una nia masculina, que se comportaba como un nio y, sinceramente, yo no encontr que eso
tuviera nada de malo, as que tampoco me afect como a
otras mujeres, que adems de ser acosadas por la gente que

34.- Post Op es una plataforma de investigacin de gnero y post-pornografa compuesta en la actualidad por Majo Pulido y Elena Prez. Ms informacin en
http://postop.es
35.- El documental Marimachos puede verse en el siguiente enlace:
http://vimeo.com/17893460

72

no las quiere tambin sufren este inerno dentro de casa. Yo

me resist a reconocerme en aquel insulto solo hasta cierto
punto y como saba que una connivencia total con los planes
que la sociedad tena para m era del todo imposible, trat
durante algunos aos de pasar desapercibida, al menos para
que dejaran de tocarme las narices con el rollo de ser ms
femenina.
Los ataques ms intensos se producan en el pueblo de
mi madre, cuando iba de veraneo. All llamaba mucho ms la
atencin que en la ciudad porque nalmente no eran ms
que una panda de gente aburrida que no tena mejor cosa
que hacer que observar a lxs forasterxs, criticarlxs y emitir
estpidos juicios basados en la ms primitiva de las inculturas. Es lo que tienen los cuadros costumbristas, que estar dentro de ellos es muy duro, porque Espaa es un pas de una
profunda estupidez. Lxs nixs eran crueles en la ciudad pero
en el pueblo eran, adems, salvajes. Tampoco lxs adultxs se
cortaban a la hora de emitir sus veredictos. Una de mis tas
me solt una vez que pareca un espantapjaros y que as no
iba a conseguir novio jams. A pesar de ser apenas una nia
(y quizs por eso) no me defend por lstima, porque era una
mujer mayor y porque no quera darle dolores de cabeza ni a
mi madre ni a mis abuelxs. All siempre tena que tragar con
las subnormalidades que la gente escupa sobre m, porque
saba que en un pueblo todo se sabe con una rapidez asombrosa y nalmente no era yo la que tena que vivir all da a
da (de ser as creo que me hubiera colgado de un olivo antes
de los catorce). As que durante mis estancias en el pueblo,
que solo resultaron divertidas hasta que me lleg el momento de empezar a comportarme como una seorita, me senta
siempre bastante huraa, casi nunca sala a jugar con otras
nias o nios, y el perro, la grata compaa de mis abuelxs y
mi to y el aire del campo eran lo nico que me mantena
considerablemente feliz.
73

Luego marimacho se ha convertido en una palabra que

me gusta. Pero eso ha sucedido solo despus de un proceso
de reubicacin mental bastante desgarrador. Es difcil sacarle
el contenido ofensivo a una palabra que tanto te ha atormentado para convertirme yo misma en una ofensiva marimacho.
Finalmente s, soy una marimacho de puertas para afuera, que es el nico lugar desde donde se me ha podido juzgar,
de la muralla (que tuve que construir para poder respirar
entre todas sus mierdas) para afuera soy todo lo que digan y
ms, y eso es lo nico que podrn ver de m, mi carcasa, no
necesitan hacer ms anlisis para comprender su diminuta
realidad, limpia y ordenada como un pasillo del ikea. Luego,
aqu dentro, yo s muy bien lo que soy, y lo que signica para
m ser mujer es un concepto tan inmenso y con tantos matices que sera muy difcil que una mujer prototpica no se
quedara pequea a mi lado. Hasta un hombre prototpico se
quedara corto.
En la cama me dicen que soy hembra alfa y yo siempre
digo que lo que soy es maricn. Qu ms da? Soy profundamente femenina para lo que me conviene y el ms macho de
todos cuando me da la real gana. Aqu est el espanto de lo
que soy, construido con manos que nunca llegaron a tocarme,
con ojos que nunca llegaron a mirarme y con palabras que
nunca pudieron pronunciar bien mi apellido ni atrapar la
complejidad de mis entraas.
Otro recurso para despojarme momentneamente de la
rabia, y quizs el ms sano y placentero de todos ellos (y el
menos delincuente) fue el sexo que, paradjicamente, aumentaba mi odio (y mis deseos de venganza). Digamos que de
alguna forma me daba un poder que no poda darme ni la
calle ni la droga, porque follando era el nico momento en
que mi poder poda verse realmente representado, nico
momento en que de verdad poda apreciar el cambio que
imprima mi existencia en la realidad. A nadie le importaba
que una mocosa drogata en patines surcara la ciudad come74

tiendo mil delitos, era un gusano insignicante. Pero follando

senta estar pervirtiendo a nivel orgnico estructuras mucho
ms profundas, primitivas incluso, una dulce vendetta que
sala de mi entrepierna para decir mirad, aqu estoy, construyendo mi fuerte.
Si no hubiera sido por el sexo, igual ahora sera yonqui,
atracadora de bancos, una perdida sin futuro, quizs mi residencia fuera un centro psiquitrico, de desintoxicacin, una
prisin o el cementerio. Tambin est la terrible posibilidad
de que me hubiese dado por meterme a militar o a polica, ya
se sabe, para purgar a golpe de porra o de pistola todas mis
frustraciones. O lo que es peor, quizs me hubiera terminado
sometiendo a su feminidad y fuera un ama de casa tranquila y feliz, una madre modlica, una ciudadana de bien.
Quizs hubiera decidido acceder a sus expectativas (y beneciarme de sus ventajas) a cambio de dejar atrs mis verdaderos deseos. A todos ellos podra haber renunciado porque
eran frgiles maneras de canalizar mi ira, eran subterfugios
sustituibles por otros. Todos menos uno: mi sexo. Mi sexo fue
fuerte en los momentos vulnerables y permaneci ah para
ensearme que renunciar a los propios deseos es un suicidio.
Y como el sexo fue lo que me salv de tantas cosas malas,
cuando empec a experimentar con la creacin decid consagrarme a l, dedicarme a quitarle mierdas, a limpiar su nombre sagrado, a restaurarle las alas.
Esto es un alegato por nuestra libertad. Aquello de que
mi libertad termina cuando otra persona se ve afectada negativamente por ella nunca me pareci justo ni equitativo,
siempre me result como algo de lo que pueden beneciarse
solo los poderosos, porque qu sucede cuando las libertades
de lxs otrxs coartan la nuestra? Aqu reside el germen de mi
terrorismo. Mi libertad termina y empieza donde a m me
salga del coo porque a la vista est que si acatara las normas
ajenas no podra realizar ni una sola de las cosas que me
75

gusta hacer, estara atada de pies y manos, sera una esclava

de la complacencia social.
Ya no creo en el respeto ni en la tolerancia. Siempre me
ha dado asco la gente que aboga por la tolerancia. Tolerar es
perdonarle la vida a ese sujeto molesto al que no puedes quitar del medio porque sera anticonstitucional y por ello decides asignarle un espacio perifrico en la sociedad, decirle
tienes permiso para vivir pero no te salgas de madre.
Tolerar es un pacto siempre en desigualdad, donde hay
un sujeto que tolera (el que tiene el poder) y otro que da las
gracias, agacha la cabeza y pide perdn por ser como es.
Y el respeto, uno de mis valores principales, es una cosa
de la que nadie se acuerda a la hora de juzgar a las personas o
a las prcticas que no se ajustan a la heteronormatividad. El
respeto es ya solo una palabra panetera, del mbito hipcrita
de los discursos polticos y las misas. No es representativa de
ninguna prctica. Por eso yo solo respeto a quien me respeta.
A lxs dems, les puede frer un rayo.
A veces es tan simple como decir: no fui yo quien empez. Porque efectivamente, la fragilidad de mi libertad no se
halla en la fragilidad de mi persona sino en la fuerza de las
imposiciones del sistema, que nalmente siempre acaban por
hacerte ms fuerte aunque objetivamente seamos hormiguitas a su lado. La libertad de las personas catlicas (por ejemplicar con un gigante represor) debe valer ms que la ma
aunque la ma sea ms simple y requiera menos esfuerzos y
menos dinero, aunque defenderla sea una tarea de titanes.
Ah estn en las calles, el Foro de la Familia, la Conferencia
Episcopal, toda esta gentuza sin entraa, manifestndose
para que una mujer no pueda tener la libertad de elegir si es
madre o no, para que una persona no pueda tener la libertad
de elegir si su pareja homosexual y ella son una familia o no;
ah estn manifestndose para decidir los castigos para lxs
que nos saltamos sus normas y los premios para lxs que las
acatan. No nos olvidemos que son el mismo tipo de personas
76

que iran a vernos arder en la hoguera entre vtores y aplausos si hubiramos tenido la desgracia (y ellxs la suerte) de
nacer 500 aos atrs. Las mismas personas que nos hubieran
fusilado vilmente contra el paredn sin irnos tan atrs en el
tiempo. Nada cambia en los tipos de personas, las hay que lo
llevan en la sangre y las hay que lo aprenden; el fascismo y la
ignorancia son algo casi orgnico en este sentido, aunque
afortunadamente nada es tan determinista.
El mundo est lleno de seres despreciables y por eso es
que yo siento desprecio. De seres que merecen la muerte o el
tormento y por eso es que yo soy guerrillera y maltratadora.
De sacos de mierda que transitan por las calles como legtimos
ciudadanos y por eso es que yo me cago en la calle. El mundo
est lleno de gente que me odia sin siquiera conocerme, y por
eso es que yo odio tantsimo y an as no doy abasto.
Si educas a una criatura para que sea libre, generosa,
buena, inteligente y amante de la belleza, cuando la sueltes
en el mundo se convertir en un monstruo. Porque el mundo
est lleno de crceles fsicas e ideolgicas y la palabra libertad es ms un eslogan publicitario que una bandera, porque
se rige por principios mercantiles y el dinero lo es todo, porque la bondad es algo tan en desuso que se contempla siempre bajo una desconanza casi patolgica, porque la inteligencia es un bien preciado en quienes manejan los hilos y un
peligro pblico en las marionetas, porque la belleza vive en
jaulas o en escaparates. As de orgullosa estoy de mi monstruosidad porque en ella y a travs de ella puedo expresar
mis virtudes tan denostadas, porque en ella sigue intacto mi
cdigo tico personal. Sigo siendo buena, generosa, inteligente y amante de la belleza, eso no lo pudieron tocar.
Yo s que no sera quien soy ni hara lo que hago si mi
enemigo no existiera. As que, nalmente, hasta tengo algo
por lo que estar agradecida por tanta vejacin, tanta hipocresa y tanta bazoa. Es bello en lo que me he convertido, aunque en el caso remoto e hipottico de que no existiera nada
77

contra lo que luchar o por lo que pelear, no me imagino siendo de otra manera, tampoco es sano ser feliz todo el tiempo.
El terrorismo que practico me lo ensearon ellos y yo lo
he adaptado a mis deseos. As aprend que el odio genera
ms odio, y tres cuartos de lo mismo con la rabia, pero lejos
de tirar la toalla o de encauzar mi camino por alguna vertiente menos beligerante y ms sensata, hice de mi sociopata mi
propia religin.
Las bandadas de monstruxs que vosotrxs mismxs habis
generado, ahora estn despiertas y estaremos presentes ms
all de vuestras peores pesadillas. Somos una realidad imparable.
Nosotrxs heredaremos el mundo, y los cerdos que sustentis ese poder que os parece ahora tan slido, estaris enterrados antes de que os queris dar cuenta; entonces nosotrxs, lxs
mutantes, las putas, las marimachas, las transgnicas, iremos a
vuestras tumbas a profanarlas, a follar sobre ellas, a mearnos,
a corrernos, a pulverizarlas. El mundo que imaginis no ser
tal. Ser nuestro y en gran medida ser diferente.

78

performando el pornoterrorismo

Yo coneso ante Dios Todopoderoso,

y ante ustedes hermanos que he pecado mucho
de pensamiento, palabra, obra y omisin.
Por mi culpa, por mi culpa, por mi gran culpa.
Por eso ruego a Santa Mara siempre Virgen,
a los ngeles, a los santos y a ustedes hermanos,
que intercedan por m ante Dios,
Nuestro Seor.
Amn.

obra colectiva annima

y si le prendemos fuego a todos los teatros de la
ciudad abarrotados de opinionitas y zampapollas,
si le prendemos fuego a todas las libreras que
venden mierda fresca para grandes lectores deprimentes, si les prendemos fuego a todas las galeras de arte llenas de tipos que hacen obras como
artistas y no como hombres, si le prendemos
fuego a toda esa basura provocaremos un amanecer gigantesco, a veces cuando ves el resplandor
del fuego piensas que est amaneciendo, a m me
pas una vez, pens que amaneca, y era el fuego.
Quiero prenderle fuego al mundo con una astilla.

anglica lidell36

un escenario es una cama, una tumba, un patbulo, una

alfombra voladora, una plaza de toros, una ruleta (rusa), un
sumidero, una cuna, un altar, un matadero, un subterfugio.
Tcnicamente soy una enferma. Exhibicionismo lo llaman. Yo preero no darle nombre a lo que me sucede justo

36.- Anglica Liddell es, entre otras cosas, terrorista, dramaturga y actriz
(www.angelicaliddell.com).

79

antes de entrar en el escenario. Es una mezcla de calentn,

ereza, mala leche y la profunda necesidad de decir lo que
tengo que decir, de hacer mi trabajo. Lo que sucede mientras
estoy ah frente al pblico s tiene nombre: pornoterrorismo.
Pero eso es solo un nombre, una palabra que roza levemente
la realidad de lo que hago, lo que ms puede acercarse, en
una sola palabra, a lo que sucede en el escenario.
La primera vez que me sub a un escenario fue en 1999.
Un ao antes haba entrado a mitad de curso mi amigo Jorge
Banet, al cual haban apualado en su anterior instituto por
maricn. l tena un grupo de performance junto a Pablo Raijenstein, se llamaban Criaturas nocturnas y sus personajes
eran Sor Sodoma (Jorge), una monja despiadada y maricona,
mezcla entre Divine y Sor Citren, y Bitch Head (Pablo) que
era una revisin teenager de Pinhead (Hellraiser), tena los
movimientos de Jason y el odio psicpata de Leatherface, y a
nivel esttico muchas heridas y cicatrices por todo el cuerpo
y un taladro, con el que haca su nmero estelar atravesndose el brazo entre chorros de sangre. Cuando Jorge decidi
seguir su camino por otro lado, Pablo me tent con la idea de
convertirme en su partenaire y por supuesto acept, era una
oportunidad exhibicionista perfecta, el momento que haba
estado deseando mucho tiempo.
Pablo lo explica as:
Empec muy joven realizando juegos de magia en fiestas de
amigos y bares de mi barrio, haciendo cursos de teatro y leyendo fanzines y revistas especializadas en cine, consumiendo pelculas underground y gore. Enseguida empec a mezclar mis trucos de magia con efectos de maquillaje gore y a los quince aos
decid plasmarlo en pequeas actuaciones, que realizaba junto
con amigos, donde simulaba decapitaciones y desangramientos
mezclados con trucos de cartas y pequeos aparatos. Es en uno
de esos cursos de teatro donde conoc a Jorge y le ofrec unirse
a mi nmero de magia gore.
Lo eleg porque Jorge era un chico extremadamente afeminado,
y dispuesto a hacer cualquier cosa que le hiciese soar con salir
80

de su barrio y su instituto donde lo maltrataban por su pluma.

Enseguida me choc y atrajo su sentido del humor y su rabia
adolescente, y como yo, tena diecisiete aos. En aquel entonces yo era punk, y vena acumulando mucho cabreo y odio por
mi fracaso escolar y familiar, a mis amigos les encantaban mis
actuaciones donde el gore y una actitud ms teatral empez a
desplazar a los juegos de magia ms convencionales. Tambin
es verdad que en aquel entonces yo era una persona bastante
agresiva y al ao de empezar a actuar con Jorge este dijo que
no aguantaba ms. A Diana la conoc por l. Cuando Diana se
incorpora ya estaba tambin en el grupo Daniel Blzquez,
uno de mis mejores amigos, con el que comparta mi aficin
por la contracultura, y que se ocupaba de soltar la msica y los
loops y samplers de pelculas porno y de terror en nuestras
representaciones, adems de maquetar los flyers, carteles y
panfletos de las mismas.
Mi concepto de grupo fue siempre ms similar al de los grupos
de rock que al del teatro, a nivel de ensayos, de bsqueda de
salas y de planteamientos filosfico-festivos, aunque era teatro,
cabaret, a veces happenings, a veces performances.
En aquel entonces me flipaban las pelis de los 70 de John
Waters y cuando termin de leer su libro Majareta decid
rebautizar el grupo que antes se llam Razas de noche y despus Criaturas nocturnas con Shock Value, que posteriormente se terminara llamando Sex Shock Value. Todos los
ttulos de nuestras pequeas obras estaban sacados de fanzines, libros y canciones, que modificbamos ligeramente.
Bueno, pasaron muchas cosas, hicimos buenas migas con la
gente de la revista Belio37 y con Antonio Graell38 que enseguida
vio nuestras posibilidades en las revistas sm y fetichistas. Algn
que otro periodista consegua nuestro telfono y nos llamaban
para programas de impacto de esos donde te ponen del tirn
una ejecucin, un accidente de coche, un faquir y una ta con
las tetas enormes. En otra ocasin nos llamaron desde Miami
para un talk show de pequeos monstruos de habla hispana,

37.- www.beliomagazine.com
38.- Antonio Graell (www.graell.com) es un fotgrafo especializado en el bdsm.

81

monstruos en el sentido ms Tod Browning de la palabra. Nos

pagaron todo el viaje, yo tena veintin aos y fue una experiencia genial. Turismo solo hicimos por alguna calle principal
y en algn club gay donde no te pedan el dni, aunque bebimos
mucho en los parques. Nunca llegamos a ver el programa.
Despus alguien envo un vdeo grabado en una de nuestras
actuaciones a la televisin y lo emitan de nuevo, nos enteramos por casualidad, seguamos teniendo tirn.
Actuamos trimestralmente en un club muy macarra y adolescente llamado Domination Club conocido tambin como Strong,
que funcionaba de ocho de la tarde a una de la madrugada, y el
horario restante se converta en un cuarto oscuro gay gigante.
Las escenas que ms recuerdo de esa poca son la de Diana atada
a unas rejas, desnuda, escupiendo sangre mientras yo le colocaba unas pinzas de batera de coche en los labios del coo, tambin descuartizar un cadver fabricado con casquera de cerdo, y
arrancarme enormes llagas (falsas) del cuerpo y frerlas en un
camping gas para despus ofrecerlas al pblico; un pblico, por
cierto, de nios y nias punks, gticos y skinheads, todos juntos
y revueltos. El trmino pornoterrorismo sali de un brainstorming que realizamos los tres. Nos encant cmo sonaba39.

Estuvimos performando juntos tres aos. Ciertamente en lo

que hacamos se apreciaba la inuencia de Waters, por lo bizarro de las situaciones que crebamos y por la esttica mierdista y decrpita. Tambin nos radicalizamos bastante en todos
los sentidos. El show ya no era tan cabaretero como cuando
estaba Jorge. ramos bestias escnicas, ahora lo s, animales en

39.- Pablo contina: Cuando Diana se marcha a Barna, yo contino con Sex Shock
Value, funcionando casi como agencia de monstruos, donde ch a nuevos
miembros y yo mismo volv a mutar. Concert algunas actuaciones ms, antes
de la disolucin denitiva, para la discoteca Coppelia 101. Mientras, lm en
esta ltima etapa una pelcula, donde aparecen tambin Dirty Princess, formacin de msica electrnica con la que despus empec a colaborar como DJ residente en sus estas, rebautizndome con el nombre de Duque de Nueva York.
Mi alter ego techno contina a la vez que edito la pelcula y empiezo poco a
poco a retomar la magia, esta vez desde el mentalismo, creando un nuevo do
que se llama Matrimonio Chariot (www.matrimoniochariot.com).

82

celo fsico y mental, dando rienda suelta a nuestras peores perversiones. Tuvimos que aadir el adjetivo gore a nuestras actuaciones porque en cada una de ellas tirbamos kilos y kilos de
casquera, vsceras, sangre y porquera al pblico.
La verdad es que eran unas performances perfectas en su
momento, transgresoras, brutales. Simulbamos fornicaciones, partos, nos pegbamos verdaderas palizas (recuerdo una
en la que despedazbamos unos teclados contra el suelo y
contra nuestros cuerpos), nos despelotbamos, nos atbamos,
jugbamos mucho con el bdsm, secuestrbamos a gente del
pblico Y an as nos daba tiempo tambin para meter
mensaje, se podan extraer verdaderas conclusiones de lo que
hacamos y cada una de las acciones tena su sentido (al
menos para nosotrxs), un claro ejemplo de ello eran los ttulos
de las obras: Leticia Sabater debe morir, La descomposicin de
los deseos prohibidos, El xtasis de Santa Teresa, etc. El cuerpo
terrorco era una de las herramientas principales del show.
Pablo era un excelente maquillador de efectos especiales, de
manera que cuando salamos a escena, nuestra piel estaba
llena de llagas, estbamos a veces irreconocibles. Tambin sin
excesivos efectos, nuestro cuerpo no dejaba de ser herramienta, porque no hablbamos, todo se transmita mediante l.
Y tambin era jodidamente sexy, creo que eso fue un
gran logro performativo, conservar el sex-appeal a pesar de
toda la monstruosidad que sacbamos a escena.
A veces la gente no tena ni idea de cul era nuestro gnero, Bitch Head y Coprolalia (mi nombre de guerra) carecan
de l o tenan muchos.
Durante tres aos arrastr mi trasero junto a Pablo por
diversos antros, algunos de ellos realmente casposos (como
una disco de garrulos en Linares, Jan), otros con un cierto
renombre (Strong, Sirocco, Allaboratorio) y llegamos incluso
a las pequeas pantallas. En Espaa salimos en uno de mis
programas favoritos, Impacto tv, y tambin (esto fue una
83

experiencia que me marcara para los restos) en El Show de

Laura en Galavisin.
Con Shock Value descubr que el escenario era un buen
lugar donde canalizar mi rabia y que la performance era una
forma de creacin que se ajustaba perfectamente a mis deseos, por la amplitud del gnero, por la libertad y porque yo
nunca he sido actriz.
Fue maravilloso, un magnco rodaje para lo que soy hoy,
una pornoterrorista, una sinvergenza. De hecho, el concepto
de pornoterrorismo (aunque no como lo concibo ahora)
surgi en uno de nuestros shows, el ltimo, que as se titulaba y que estrenamos apenas unas semanas despus del 11-s.
Durante unos aos, la semilla pornoterrorista estuvo relativamente dormida. Acababa de llegar a una ciudad nueva,
Barcelona, no conoca a nadie y como no saba por dnde
empezar, la pereza fue ms fuerte y lo aparqu. Pero pasado
un tiempo empec a sentir una nostalgia de escenario terrible
y comenc a indagar. Al principio encontr lugares donde
recitar poesa y algn que otro sitio donde adems de la poesa, poda despelotarme (para m no estar desnuda en escena
es como ducharse con ropa). Luego me sucedi que me senta
sola, que estaba acostumbrada a performar con Pablo y que
necesitaba a alguien ms en escena para sentirme realmente
cmoda. As fue como conoc a Elena Prez40, preguntando a
mis escasas amistades si conocan a alguien que hiciera performances. Encontrar primero a Elena y luego a todxs lxs
dems perrxs de Barcelona fue el mejor y casi nico regalo
que esta ciudad de mierda tena para m.
Hicimos una performance juntas y desde entonces mis
recitales poticos, que durante mucho tiempo continuaron
siendo en solitario, ya no fueron ms solo eso. Eran recitales

40.- Elena Prez (Irn, 1975) es fotgrafa, dj, camarera y performer. Integra junto a
Majo Pulido (Ourense, 1974) la formacin Post Op. Ver nota 30.

84

de pornopoesa lsbica, o recitales con anti-striptease41, o performances pornopoticas.

Pero mi actividad performativa ms seria e intensa empez a raz de una desgracia que ha marcado mi vida y la de la
gente que me rodea, especialmente la de dos de mis hermanas perras: Patricia Heras y Alfredo Mota.
El 4 de febrero de 2006 volviendo de madrugada a casa
en bicicleta, despus de haber pasado la noche bailando en
una esta en una casa particular, tuvieron un accidente. Una
ambulancia los llev al hospital con heridas leves y all, mientras les estaban haciendo las curas, fueron detenidos y esposados, acusados de homicidio. Aquella misma noche haba
tenido lugar una esta ilegal en la casa ocupada de la calle
Sant Pere Ms Baix. Esa casa estaba siempre de esta, un teatro antiguo, varias plantas, con msica diferente en cada una,
siempre petada de gente de colocn, el negocio perfecto porque evidentemente no tena horarios, cerraba cuando haba
poca gente. Lxs vecinxs no se explicaban cmo poda continuar abierta despus de todas las denuncias por ruido que
acumulaba. Yo s me lo explico y se lo explico tambin a cualquiera que quiera saberlo: de vez en cuando pasaba un seor
por las barras recogiendo la pasta y metindola en una caja
fuerte. Me apuesto lo que sea a que buena parte de ese dinero iba a parar a las manos del Ajuntament, as de simple.
El 4 de febrero, la casa llevaba ya unos das precintada por
la polica pero eso daba igual, la esta continuaba dentro. Una
patrulla de polica acudi al lugar por las denuncias de los
vecinos insomnes; iban con su vestimenta habitual, sin cascos, sin nada que los protegiera. Craso error por parte de su

41.- El recital con anti-striptease consista en algo muy bsico pero que a nivel escnico quedaba muy bien. Yo sala completamente desnuda y me iba poniendo
prendas entre poema y poema. La ropa estaba colgada en una cuerda con pinzas
detrs de m. Pasaba de estar desnuda (con un cuerpo de mujer) a estar vestida
con ropas de hombre (yo vestida de hombre parezco un hombre).

85

superior, porque cuando llegaron a la puerta de la casa empez a caerles una lluvia de objetos provenientes de las ventanas, entre ellos una maceta que impact en la cabeza de uno
de los agentes, causndole una fractura de crneo que lo dejar para siempre hecho un geranio. Como dentro de la casa
haba alrededor de 3.000 personas (y la puerta estaba cerrada)
era imposible saber quin haba sido, as que agarraron a siete
pobres desgraciadxs que pasaban por ah para tener a alguien
a quien enmarronar. Cuando los llevaron al Hospital del Mar
para que les curaran de las heridas causadas por el palizn
que les pegaron, se cruzaron con Patricia, que aquel da iba
monsima con su recin estrenado peinado a lo Cindy Lauper
(se lo haba hecho yo por la tarde). Poco les import a los
maderos que ella hubiera estado toda la noche a ms de cinco
kilmetros del lugar de los hechos: llevaba una esttica que
sus cabezotas incultas e ignorantes identicaron al momento
como antisistema. Y la detuvieron junto con Alfredo (cuya
esttica ese da era ms propia de un galn de cine de los cincuenta que de un antisistema). Pasaron tres das encerrados
sin que supiramos nada, recibiendo golpes, insultos y dems
vejaciones, al igual que el resto de lxs detenidxs42.
Cuando nalmente les soltaron (con cargos de lesiones y
atentado a la autoridad) y nos enteramos de la dimensin del
asunto, nos vimos en la necesidad de reaccionar de forma
colectiva. Evidentemente, Alfredo y Patricia, como buenas precarias, no tenan el dinero que los abogados pedan para su
defensa, y empezamos a unir nuestras fuerzas para sacar pasta
de donde fuera: estas, un festival de cine, tmbolas, subastas Todo era posible con tal de salvarles de aquella catstrofe
que podra habernos pasado a cualquiera de nosotrxs y en realidad a cualquier persona que no encajase con la esttica de la
Barcelona que pretenden vender al mejor postor.

42.- Ms detalles sobre el caso 4-f en

http://pornoterrorismo.com/toda-la-informacion-sobre-el-4f/

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Rodrigo Lanza Huidobro43, Juan Pinto y lex Cisternas, los

nicos sudacas de toda la gente detenida, a pesar de tener sus
papeles en regla y nacionalidad europea (Rodrigo) y ser, por
tanto, ciudadanos europeos, pasaron dos aos en prisin en
espera de juicio porque la scal y la jueza de instruccin ocultaron su xenofobia tras la argumentacin de que haba riesgo
de que se fugaran a sus respectivos pases (Chile y Argentina).
Rodrigo era el que ms chungo lo tena porque era al que le
encalomaron el peor cargo, el de intento de homicidio (volvi
a entrar en prisin, donde an permanece en febrero de 2011).
El alcalde de Barcelona, Joan Clos, sali en la maana del
4 de febrero en la radio explicando que una maceta haba
cado desde una ventana de la casa, hiriendo gravemente al
polica que qued en coma. Evidentemente, solo algn cargo
de la polica pudo informarle de los hechos. Pero eso no les
import para manipularlo todo y cambiar la primera versin
a una que se ajustara ms a sus propsitos. Dijeron que
Rodrigo haba tirado una piedra al agente desde la calle y que
esa era la causa de sus lesiones.
La piedra jams apareci. Tampoco la maceta, porque el
Ayuntamiento se encarg de que a las pocas horas de los
hechos un equipo de limpieza pasara por la zona para dejarla
impoluta. Las pruebas aportadas por todxs lxs acusadoxs tampoco sirvieron. Ni lxs testigxs, ni los mdicos forenses diciendo que las heridas del agente no podan ser causa de una
pedrada, ni el hecho de que nadie tuviera antecedentes penales, ni tampoco (y mucho menos) que se declararan inocentes.
No se admiti la declaracin del alcalde porque no haba
sido un testigo presencial. La sentencia de culpabilidad estaba rmada desde mucho antes de que el juicio empezara. El
Ayuntamiento de Barcelona no poda permitirse semejante
descrdito, estaban acojonados porque se destaparan sus irre-

43.- Rodrigo cuenta su experiencia de lo sucedido en el documental La lucha por la

verdad es la lucha por la libertad que puede verse en el siguiente enlace:
http://vimeo.com/8567068.

87

gularidades y porque se supiera que los nicos causantes de

que ese agente estuviera en coma eran ellos y sus putas negligencias. En julio de 2009 recurrimos al Supremo que ratic
la sentencia y aument la condena (eso por quejarte) a tres
aos de prisin para Patricia y tres aos y medio para Alfredo. Patricia pas dos meses en la crcel de Wad-Ras de Barcelona, secuestrada por el puto Estado, y actualmente (febrero
de 2011) cumple el resto de su condena (tres aos) en rgimen de tercer grado.
Yo tampoco tena nada de dinero cuando esto sucedi,
pero tena mi arte, mi cuerpo y mi energa y eso fue lo que
decid aportar. Actu en la gran mayora de las estas que se
organizaron para recaudar fondos. Tambin organic algunas. Y haba una casi cada mes durante tres aos. Generalmente eran en espacios ocupados y autogestionados de modo
que los medios tcnicos con los que contaba eran siempre
bastante precarios. Nunca me import la perfeccin de mis
performances sino que pudieran llevarse a cabo con poca
cosa y que su mensaje y su contenido no necesitara de demasiadas orituras, as podra hacerlas en cualquier parte.
En esas circunstancias tuvo lugar la primera performance
pornoterrorista, en La Escocesa, el 24 de febrero de 2007. A
esta le siguieron ms de treinta actuaciones por la causa del
4-f (ms las que vendrn) y tambin otras causas como el
apoyo a lxs detenidxs en Queeruption 8 Karcelona44 la despatologizacin trans45, o a la gente de Desig46. Siempre lo he
dicho, si hay algo que yo pueda hacer para ayudar a quien la

44.- http://www.queeruption.org/barcelona/
45.- Actualmente hay una campaa para conseguir que en el siguiente manual de
desrdenes mentales no gure la disforia de gnero. La campaa est teniendo
tanto xito que se ha cambiado la fecha de salida del manual para desvincularlo
de su nombre (Stop2012, www.stp2012.info).
46.- Desig fue un sexshop, galera de arte y espacio para todo tipo de actividades.
Estuvo abierto durante una temporada en Grcia, Barcelona, hasta que el abusivo alquiler del local lo cerr para siempre.

88

justicia inexistente y un gobierno de mamonazos ha jodido

ms que a m, ah estar, al pie del can.
A raz de esto mis poemas y mis acciones escnicas se
radicalizaron. Vivir en una ciudad donde cosas tan terribles
pueden suceder con total normalidad hace que una (adems
de vivir paranoica) est constantemente maquinando pequeas venganzas, pensando en cmo cambiar la situacin, constantemente cagndose en todo, acumulando una rabia muy
difcil de aplacar por vas no sangrientas. A mi poesa, que no
dej de ser pornogrca, le inclu este ingrediente rabioso
que mezclado con mis mltiples perversiones dio como fruto
una especie de hbrido que quise llamar poesa pornoterrorista. Es una poesa bruta, sin articios, cuyas palabras dicen
exactamente lo que quiero decir. Para mis propsitos no me
servira una poesa crptica, recargada o compleja.
Tampoco s si yo sabra, querra o debera escribirla.
Como bien deca en un texto que tuve que escribir para
explicar quin era yo con motivo de las jornadas Feminismo
Porno Punk de Arteleku47: Yo era una mujer tranquila y apacible, escriba solo abstracciones que nada o poco tenan que
ver con el mundo. El sistema, como a todx terrorista, me ha
convertido en una monstrua. No quiero que haya nadie que
no pueda comprender lo que escribo, tambin por una cuestin de practicidad, quiero que mi mensaje pueda ser comprendido por el mayor nmero de personas. Mi pblico no
necesita haber ledo mucho, tampoco entender de poesa, el
mensaje es claro como el agua.

47.- El seminario Feminismo Porno Punk organizado por Beatriz Preciado y Medeak
en Arteleku, Donostia, en julio de 2008, giraba a alrededor de la investigacin
y la produccin postpornogrca, la crtica de los cdigos tradicionales de representacin de la sexualidad y la representacin multimedia de los cuerpos y las
sexualidades subalternas. Reuni a artistas como Annie Sprinkle, Beth Stevens,
Del Lagrace Volcano, Lazlo Pearlman, BlackSun, etc.

89

Tambin desde el principio fue muy importante la imagen. Al principio recolect una serie de fotografas de porno
mainstream y bizarro y las mezclaba con otras de guerras,
mutilaciones, malformaciones, accidentes, corridas de toros,
etc., para proyectarlas durante las performances. Luego pas
al vdeo y proyectaba, por supuesto, porno, pero tambin otro
tipo de pornografa, esa que aparece cada da en los telediarios y que forma parte de nuestras vidas de una forma tan
cotidiana y terrorca.
Vivimos en un mundo tecnologizado donde la imagen es
fundamental y nunca he querido prescindir de una herramienta con tanto poder. El enemigo la usa para lavarnos el
cerebro, para hacernos comprar cosas que no necesitamos,
para fomentar el canon de belleza que les conviene, para falsear la verdad, para insensibilizarnos ante las atrocidades que
cometen en sus guerras y sus conquistas. Yo la uso para
producir interferencias, para excitar, para abrir ojos y ojetes,
para maltratar conciencias dormidas, para provocar reacciones y, principalmente, para revivir sensibilidades masacradas.
El morbo por lo que se quiere ver pero que moralmente
no es lcito mirar est igualmente presente en el porno y en
la pornografa meditica. En base a una estrategia muy bien
elaborada, cada da nos muestran en la televisin imgenes
que contienen un alto contenido de bestialidad: nixs desmembradxs tiradxs en el suelo de cualquier calle de Bagdad,
gente que llora y que sufre, gente que se mata entre s, coches
descuajeringados en la carretera, desastres naturales Y el
hecho de que los telediarios sean a las horas de comer y cenar
no es en absoluto arbitrario, forma parte de la estrategia. El
cerebro y el estmago son los dos rganos que ms energa
consumen, cuando uno est trabajando el otro funciona peor.
De modo que cuando estamos comiendo o haciendo la digestin, nuestro cerebro es de algn modo ms vulnerable que
en otros momentos, est abierto, receptivo, desprotegido. Es
90

entonces el momento ideal para depositar en l imgenes que

no procesar de una forma consciente.
Esto nos da una falsa sensacin de que podemos ver cualquier cosa sin inmutarnos, de que estamos preparadxs para ver
(y saber) lo que sea y para lo que vendr. Pero no es una sensacin que se corresponda con nuestra realidad. Es un modo de
insensibilizarnos para que no podamos reaccionar, para que en
el fondo nos la sude lo que pasa en el mundo y para que no
estemos en absoluto preparadxs para lo que nos tocar vivir,
que no ser mucho mejor que lo que vemos por la tele.
Yo saco esas imgenes (y otras que no se atreven a mostrar en los telediarios aunque estaran encantados de hacerlo)
de su hbitat usual y las planto en un contexto en el que cabe
la posibilidad de que haya gente excitada, con la mente despierta. Las descontextualizo para devolverles su valor orgnico, su ereza, su brutalidad. Su parte de sentido que les haba
sido sustrada para idiotizarnos.
Siempre sent como si el morbo de ver imgenes de gente
follando y el morbo de ver gente descuartizada fueran una
misma cosa; ese quiero y no quiero, la restriccin emocional
que nos imponemos. Porque estamos acostumbradxs a que
nos protejan de todo pero de ellos no nos protege nadie.
Del mismo modo que cuando se ve mucha pornografa y
al nal te tienes que tomar un descanso porque ya no te pone
cachondx, cuando ves tanta mierda en la televisin acabas
por no sentir nada por lo que sucede ante tus ojos, aunque
sean autnticas atrocidades. Como dice Virginie Despentes en
Teora King Kong: El porno tambin nos puede molestar
porque revela que somos inexcitables mientras que nos imaginamos a nosotros mismos como calentones insaciables48.
La diferencia entre el porno sexual y la pornografa meditica es que del primero se puede descansar, te puedes tomar tu

48.- Despentes, V.: Teora King Kong, Melusina, Barcelona, 2007, pg. 78.

91

tiempo para buscar nuevas pelculas que te pongan ms, dejar

de verlo durante una temporada, sanear la mente para que
vuelva a ser receptiva. La televisin y los medios en general
no dan treguas, el bombardeo es constante y, adems, ha habido una progresiva sensacionalizacin de los contenidos y
ahora los informativos ms vistos y los peridicos ms ledos
son aquellos que tratan las noticias con menos escrpulos.
En las performances pongo imgenes estremecedoras,
pero nunca quedo indiferente ante ninguna de ellas porque
las veo en momentos en los que me siento abierta y receptiva, y si el mundo es hiriente y estamos jodidos, yo me atrevo
a que me hiera, me dejo herir porque no quiero renunciar al
dolor del mundo, al dolor de estar viva, porque he tratado de
conservar intacto mi sentido de la empata, otra de las cosas
que nos quieren robar ensendonos de una forma tan circense las miserias humanas. Quieren evitar que nos sintamos
identicadxs con lo que pasa, con las matanzas, con el hambre, con la pobreza, con las guerras. Quieren que nos creamos
una historia nica, como dice Chimamanda Adichie en su
maravillosa ponencia The danger of the single story49, y que es
una historia en la que nosotrxs, lxs europexs y occidentales
civilizadxs jams podremos vivir situaciones ni sentir sentimientos que no pertenezcan a nuestro mbito.
Puedo ver mil y una veces el vdeo del soldado ruso al
que los nazis degellan y no dejar de sentir lstima por l y
odio por ellos, y es un vdeo que proyecto muy a menudo y
que genera un rechazo casi general. Porque duele verlo?
Porque molesta? Porque la gente cuando va a ver una performance quiere divertirse, evadirse de la realidad, no pensar? Pues lo siento mucho pero en mis performances no soy
yo la nica torturada y si lo que se busca es mero divertimento mejor ir a ver un musical, unos tteres o un peepshow. Me

49.- Puede verse en el siguiente enlace: http://www.ted.com/talks/view/id/652 y

para saber ms sobre ella en http://www.l3.ulg.ac.be/adichie/

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gusta conectar al pblico con el dolor ajeno, con la maldad,

con la mierda. Mucha gente dice que mis performances seran mejores sin esos vdeos tan desagradables (que son los
mismos que ven mientras comen y cenan sin inmutarse) y yo
siempre me pregunto: mejores para quin?, para quien
cree que las cosas no hace falta verlas para saber que existen?
Yo siempre digo que no es suciente con saber que existen. Cuando algo no nos gusta tenemos que sentirlo, dejarnos
doler, llorar si es necesario. Cmo podemos atrevernos a opinar del mundo cuando lo juzgamos sin una pizca de dolor,
desde la cmoda postura de quien no es capaz de sentir ni un
mnimo de empata?
Y como no todo es sufrir en esta vida, tambin proyecto
imgenes que me ponen caliente: sting anal (mmm, los lederones de Dark Alley), bondage y tortura elctrica (Wired
Pussy50, Madison Young51, Princess Dona52), dildos, buenas
folladas, corridas y Belladonna53, Belladonna es la reina absoluta. El ao pasado me hicieron una entrevista muy interesante para la revista Bostezo54 en la que una de las preguntas
iba con mucha mala leche. Era la siguiente: Cmo es posible que una pornoterrorista queer como t sienta devocin
por Belladonna, al igual que millones de pajilleros heteros?.
Esta fue mi respuesta:
Belladonna, en cierta medida, hizo como Annie Sprinkle: estuvo dentro como actriz, vio lo que haba, sali para meditar y
explorar sus fantasas y volvi de nuevo adentro para mostrar
que lo que hay puede ser mil veces ms extenso. Belladonna es
una pionera. Y al igual tambin que Annie Sprinkle ha tenido
la determinacin de montar su propia produccin pornogrfica

50.- www.wiredpussy.com
51.- www.madisonbound.com
52.- www.princessdonna.com
53.- www.enterbelladonna.com
54.- www.revistabostezo.com

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en base a su deseo y su imaginacin, que desde luego es mucho

ms rica (y enriquecedora) que la que tenan sus directores
cuando solo era una actriz. Lo mejor de ella, a diferencia de
Annie Sprinkle (que sali de los circuitos principales), es que
ha sabido mantenerse en la escena porno, dentro de ese mainstream. Eso es lo que la hace tan atractiva para m. Es un jodido
virus dentro del sistema. Nosotrxs aqu desde nuestra burbujita pospornogrfica no tenemos el poder de modificar lo que
sucede en las filas enemigas. Pero ella ha sabido quedarse en
el sitio e ir introduciendo, con sutil maestra, cosas realmente
pospornogrficas, elementos del postporno que si vinieran de
otras manos la gente sencillamente echara a correr (y no a
correrse). Fisting, feeting, bdsm brutal, squirting, penetraciones
anales a biohombres, polvazos lsbicos autnticos (por fin) y
no ideados por la fantasa de un machirulo, desgenitalizacin,
mujeres empoderadas con dildos descomunales Por favor,
Belladonna es como un mesas, est abriendo camino a lo que
vendr, y lo hace desde la matriz, no desde los mrgenes como
hacemos nosotrxs. Nada me satisface ms que pensar que hay
millones de pajilleros heteros masturbndose con la imagen de
una ta que se folla a un negro 4x4 por el culo o que es follada
con un rbano chino o que se corre como la Fontana di Trevi.

Tengo la impresin de que la gente se pone ms receptiva

cuando est cachonda. Aunque soy consciente de que el tipo
de cosas que a m me ponen pueden resultar ofensivas o
hacer que el pblico se sienta avasallado, por lo general la respuesta que recibo es la que espero. No est mal ver de vez en
cuando cosas que no imaginbamos que nos pudieran excitar
o que pudieran existir, y mostrar en mis performances videos
de pornografa no normativa o postporno forma parte del
pago de esa deuda que tendr siempre pendiente con el sexo.
Adems, con esto del video, desde que descubr que si lo
que digo en el poema tiene una relacin directa con lo que
sale en la pantalla, todo uye mucho mejor. Antes era demasiado catico, la gente se me despistaba, demasiada informacin quizs. Como yo no tengo ni idea de mezclar video, para
94

ese efecto ahora se me hace imprescindible contar con la participacin de personas que saben hacerlo.
La experiencia con Video Arms Idea55 fue inolvidable.
Desde un principio pens que si alguien estaba de alguna
forma participando de la performance no poda permanecer
detrs de la pantalla de un ordenador todo el tiempo, aportando cosas solo a travs de un cable. As que les propuse ampliar
su papel de vjs y entrar en escena. El resultado fue una performance realmente alucinante que tuvo lugar en Emmetrop56, Bourges (Francia), con motivo de la presentacin de la
traduccin al francs de Testo Yonqui de Beatriz Preciado.
Hicimos otra en el teatro Pradillo de Madrid. Vjs como Macarena Moreno (Vj Mac), Vj Saxwakui, Vj TrashMixer o Vj Pecado Pixelado me han acompaado en otras ocasiones.
La verdad es que ya no puedo prescindir de alguien que
me ponga los visuales, sera dar un paso atrs.
El elemento del sexo en vivo tambin es un componente
esencial de toda perfo pornoterrorista. Me gusta correrme
sobre el escenario, para qu engaarnos. Es el sueo de todx
exhibicionista: tener pblico mientras folla y que encima
aplaudan cuando tiene un orgasmo. Y mis orgasmos no son
nada discretos, ah reside su gracia escnica, son espectaculares. Adems, lo bueno del sexo en vivo que ofrezco en escena
es que no se trata solo de un impulso de exhibicin y de autoplacer, sino que esos actos van ms all del acto en s, hay
una intencin por mi parte de visibilizar ciertas prcticas
relativamente marginales que considero que tienen que salir
hacia afuera porque son de alguna forma subversivas. La eyaculacin femenina, el sting y el sadomasoquismo. As, fren55.- Video Arms Idea es un colectivo de video arte de italianas artistas y activistas.
Est compuesto por Chiara Schiavon, Mery Favaretto, Giulia Perli, Elena Cadore
y Jordana Canova. Para saber ms: http://ideadestroyingmuros.blogspot.com y
www.ideadestroyingmuros.info
56.- http://www.myspace.com/emmetrop

95

te al pblico, se suceden penetraciones, corridas, latigazos y

muchas veces el propio pblico es partcipe de las acciones,
porque nunca he deseado que el escenario sea una frontera
sino un puente.
Mi ltimo y nico lmite: mi padre y mi madre entre la
audiencia. Se trataba de un lmite consciente, apenas meditado y mucho menos superado. Nunca les invit a venir a una
de las performances que haca con Pablo, me daba vergenza
(o algo parecido a la vergenza) que mis padres me vieran en
pelotas sobre un escenario tirndole tripas de cerdo a la gente,
toda ensangrentada, magrendome con mi amigo, revolcada
por el suelo, tan sucio l, tan sucia yo. De algn modo me hice
creer entonces a m misma que aquello les iba a disgustar. Mi
madre me vio recitar poesa varias veces en Barcelona y
Madrid, pero aquello no tena nada que ver con las perfos pornoterroristas, era yo simplemente leyendo poesa, las palabras
eran tan bestias como siempre, pero yo estaba vestida, nadie
me follaba en escena, ni siquiera me sacaba una teta.
Recuerdo a la perfeccin el momento en que Majo de
PostOp me meta el puo en el coo; yo me corr a chorros y
escuch la voz de mi padre que gritaba desde el fondo eres
la hostia, hija. Mi madre, en aquel momento solo estaba preocupada por la salubridad del sting, porque aquello pudiera
causarme algn tipo de dao fsico irreversible, porque tuviramos que acabar en un hospital. Encantada con los poemas,
la puesta en escena, el desarrollo del show pero lo del sting, peligroso. Seguramente no se equivocaba mi madre.
Y tras todos estos aos he llegado a la conclusin de que
puedo hacer cualquier cosa en una performance, no tengo
lmites, salvo los de serle inel a mis propios deseos. Eso
nunca lo hara, ni en el escenario ni fuera de l.

96

pequeo manual de accin pornoterrorista

Human beings must have

action; and they will make it if
they cannot nd it57.

albert einstein
Thought and theory must
precede all action; yet action is
nobler in itself than either
thought or theory58..

virginia woolf

cualquiera que se lo proponga puede ser pornoterrorista. En

realidad no tiene nada de especial, no es un don, porque el
pornoterrorismo se puede proyectar tambin en las cosas
sencillas y cotidianas. No lo digo por quitarle mrito al asunto porque que lo pueda hacer cualquiera no signica que no
requiera un esfuerzo o que no haya que currrselo. Sencillamente no es necesario ser excesivamente perversx ni tampoco tener predisposiciones especiales para el exhibicionismo,
la transgresin, el sexo, o la combatividad. Es ms, dira sin
miedo a equivocarme que puede desarrollarse y aprenderse,
como cualquier otro tipo de pensamiento, estrategia o incluso lenguaje. Solo hay una cosa indispensable: el inconformismo. Ni siquiera es necesaria la rabia, un acto pornoterrorista
puede estar cargado de humor y ser bastante ldico. As que
si alguna vez has sentido que el mundo que te rodea es una

57.- Los seres humanos han de tener accin, y la crearn si no pueden encontrarla.
58.- El pensamiento y la teora deben preceder toda accin, sin embargo la accin
es ms noble por s misma que cualquier pensamiento o teora.

97

puta basura pero no sabes cmo canalizar ese sentimiento

tan terrible, lnzate a la calle a decirlo, no te quedes guardndolo en tu cabeza, evita las lceras y los ardores estomacales
y desplaza tu queja al exterior. Si, para ser ms concreta, lo
que te toca las narices tiene algo que ver con las imposiciones
morales, sociales y legales que el Estado, la Iglesia y en general la gente aplican sobre tu cuerpo y tu sexualidad, entonces,
de la mltiple variedad de intervenciones en el espacio pblico que se pueden hacer, la accin pornoterrorista es la que
ms se ajusta a tus propsitos.
Lo ms sencillo y lo primero es buscar de qu forma la
ley o la moral reprimen nuestra sexualidad en el lugar donde
vivimos y atacar por ah. Esto siempre es un campo muy
nutricio porque vivimos en lugares donde, en lo que respecta
al sexo, casi todo es pecado, delito o no deseado por la mayora. Hay leyes tan absurdas sobre esto que os haran morir de
risa, aunque tambin es muy triste ver hasta qu punto nuestros cuerpos y nuestros coos y pollas y anos les pertenecen.
La primera intervencin urbana pornoterrorista no la realic en Espaa sino en Atenas. En Grecia hay una ley especca que escribe normas sobre los pechos de las mujeres. Ley
que mi amiga Kik Grevia se encarg de relatarme de principio a n. Una de las cosas que me result ms grave fue el
hecho de que ni siquiera en las playas una mujer pudiera despojarse de su camiseta o bikini, lo vi como un claro atentado a
la comodidad de las personas. Al da siguiente de nuestra conversacin, paseando por la calle vi un espectculo digno de un
musical gay: un andamio lleno de fornidos hombretones desnudos de cintura para arriba que parecan ms atentos a las
faldas de abajo que a su labor de restauracin de la fachada.
De inmediato record la ley de la que hablamos la noche
anterior e imagin qu sucedera si en lugar de albailes fueran albailas, todas ah en tetas, con los monos remangados
hasta las caderas, los gruesos guantes de trabajo, meneando
los rodillos de arriba a abajo, gritando cerdadas a la gente.
98

Esta fantasa, adems de ponerme terriblemente caliente, me

suscit el deseo de hacer algn tipo de intervencin para protestar por lo injusta que me pareca esa ley que converta mi
fantasa en algo tcnica y legalmente irrealizable. Lo realmente molesto no era que ellos pudieran ensear sus tetas
(que tambin las tienen, ah, pequeas y discretas) sino que
nosotras no pudiramos hacerlo, precisamente en Atenas,
cuna de la democracia, culpable determinante de que ir vestidos sea una imposicin y no una cuestin utilitaria. Tan
peligrosas son unas tetas? Parece ser que s, que son granadas
de mano, poderosas armas para desestabilizar cualquier
estructura. La ley deca que toda mujer que mostrase sus
pechos en pblico poda ser detenida y sancionada.
Y nosotras decidimos hacer unos stencils59 con dos imgenes: un albail desnudo de cintura para arriba y una albaila en la misma tesitura. Debajo de sus cuerpos poda leerse
eleftherwste ta byzi (liberad las tetas). Llenamos la calle
Hipokratus con este simptico dibujito que no debi gustar
mucho porque a los dos o tres das ya estaba fuera (y no era
precisamente porque las paredes de la calle estuvieran impolutas, dejaron el resto de pintadas, haciendo un borrado selectivo). Tambin se nos ocurri la genial idea de salir corriendo
por la calle en tetas, pero desistimos porque yo coga un
avin de vuelta al da siguiente y nos enteramos que por esto
te pueden tener en el calabozo hasta tres das. Es lo primero
que har en cuanto tenga la posibilidad de volver a Grecia.
En Barcelona, por el contrario, la legislacin es ms discreta y dan una apariencia de no discriminacin, que en la
prctica no sirve de nada; lo llaman atentado contra la con-

59.- El stencil o estarcido es una tcnica de pintura consistente en utilizar una plantilla recortada a travs de la cul queda impresa la imagen cuando se aplica pintura sobre ella. Utilizada frecuentemente por artistas que intervienen en el espacio pblico porque la rapidez se ha convertido en un elemento indispensable.

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vivencia y el respeto a los otros aunque en la Ordenanza del

Civismo de Barcelona60 no diga por ningn lado que no se
pueda pasear en pelotas o en tetas. La gente est acostumbrada a ver hombres enseando sus tetas pero nosotras no podemos hacerlo porque alteramos el orden pblico. Qu bien, no
saba que algo tan tonto como estas dos protuberancias tuvieran el mgico poder de alterar el orden, ahora me ponen ms
cachonda que antes. Por poner un ejemplo de cmo est la
situacin en la ciudad-botiga, en la ciudad-marca registrada,
recientemente el juez Emili Soler (Juzgado n 27) conden a
un hombre que paseaba desnudo a una multa de ochenta
euros diciendo que aquello era un atentado a la sanidad, a la
esttica y al derecho a no ver de lxs ciudadanxs de bien.
Derecho a no ver? Joder, dejar ciega a una persona es un delito, malditos cabronazos. Y, qu pasa con el derecho a ver?
As, aunque no haya leyes especcas que prohban el desnudo s las hay morales y como los jueces de esta ciudad (de
todas, parece) son ante todo y antes que jueces, personas de
frreos principios, no son capaces de ceirse a lo que dice la
ley y son mucho ms eles a sus propios pareceres, le dan la
vuelta a otras leyes (la de la convivencia y el respeto a los otros
puede servir lo mismo para un roto que para un descoso) para
condenar igualmente lo que a ellos no les parece cvico.
Esta ley es tan estpida que ha reducido nuestros derechos a poco menos que los derechos de un perro. Si alguien
ha de reencarnarse en Barcelona mejor que lo haga en forma
de perro o de rata, as podr pasear su cuerpo desnudo por la
ciudad, mear y cagar donde le pillen las ganas y gritar todo lo
alto que quiera.

60.- La ordenanza se puede descargar aqu (en cataln, no la encontr en castellano

o ingls, qu curioso, no?):
http://w3.bcn.es/txers/ajuntament/ordenancesprovisionalsconvivencia.052.pdf

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Con el tema de ir sin camiseta o sin bikini la cosa est a

punto de traspasar las fronteras de lo moral para meterse de
lleno en las leyes, para darle un poco de coherencia a las sentencias dictadas por la mojigatera judicial imperante.
El seor Jordi Clos61, presidente del gremio hotelero de
Barcelona (sanguijuelas sin escrpulos, vaya), decidi que ir
sin camiseta por la calle era poco europeo y (palabras textuales) la imagen de la gente en baador -si no llevan camisetano contribuye a reforzar la imagen que Barcelona ha consolidado como marca. Afortunadamente cuando se le ocurri
esta genial idea, su Can particular no estaba ya en el cargo y
le mandaron a frer esprragos, pero volvi a intentarlo hasta
conseguirlo nalmente, porque a nadie ms que a l le conviene convertir esta ciudad en una marca de lujo, en un
parque temtico para gente de bien (las habitaciones de sus
hoteles tienen precios de entre 130 y 500 euros la noche) y en
una tienda de alto standing.
Volviendo a lo del derecho a no ver me gustara saber
qu piensan los que mandan del derecho a no ser visto (vigilado) cuando llenan la ciudad de cmaras. Para esto hay una
accin pornoterrorista muy buena y sencilla de realizar. Se
localizan dnde estn situadas estas cmaras (no ser difcil,
estn por todas partes: metro, calles, parques) y aprovechando la cobertura y la tecnologa se realiza una peli porno
en vivo ante ellas. Importante que las caras no sean reconocibles. Para esto se pueden usar pelucas, toneladas de maquilla-

61.- De qu me suena a m este apellido? Pues mira t por dnde, este seor es el
hermano de nuestro maravilloso ex alcalde, Joan Clos, ahora fugado a Turqua
y Azerbaiyn como supuesto embajador de Espaa con todos los millones que
sac de la ciudad en nueve terribles aos de especulacin inmobiliaria desmedida. Jordi Clos, presidente del Gremio de Hoteleros de Barcelona posee ahora,
entre otras muchas propiedades hoteleras, un bonito hotel en el 22@, plan desarrollado por el ex alcalde para acabar con la vida alternativa de Poble Nou y de
lugares tan importantes para la ciudad como La Escocesa y la Makabra. Barrer
para casa puede ser tan noble y tan ruin

101

je o directamente mscaras. Luego todo es empezar a follar y

ya. As la persona que est al otro lado del hilo no tendr que
cambiar de pantalla cuando su jefe venga por detrs: todas
ellas tendrn pornografa. Esta accin implica recientemente
un riesgo porque follar en la calle est castigado con multa de
500 euros. Pero a no ser que el apretn no os permita organizar mucho, sera ideal que hubiera otras personas en la
accin, encargadas de vigilar la presencia de agentes de la
ley. Cuidado tambin con lxs transentes, lo mismo les
podra dar por animarse y participar (cosa muy improbable)
que por escandalizarse y ponerse violentxs.
Otra buena accin pornoterrorista en el espacio pblico es
la masturbacin colectiva. La idea surgi hace mucho tiempo,
cuando estaba en Arizona, y la intencin bsica era trasladar
un espacio o momento ntimos a la calle. Por varias razones.
La ms importante es la visibilizacin de la masturbacin
como algo natural y que hacemos todxs. Tambin todxs cagamos y meamos y no por ello nos salimos a la calle para protestar por hacerlo visible, pero la diferencia es que sobre la
masturbacin pesan un milln de tabes que no pesan sobre
nuestras otras necesidades siolgicas. Especialmente cuando
se trata de la masturbacin femenina, que ms que una prctica parece un fantasma que pasa de largo por los cuartos de
las nias, creo que es sumamente importante tratar de incluirla en los mismos mbitos en los que la masturbacin masculina est, o en otros que tengan la misma visibilidad. La paja
femenina no est avalada, a diferencia de la masculina, por
una serie de conductas socialmente aceptadas como normales
y que forman parte del proceso de aprendizaje del propio
cuerpo.
Es sobradamente sabido que los chavales se juntan desde
muy pequeos para pajearse, ya sea en torno a una revista
porno, a la ventana de la vecina indiscreta o frente a la tele.
Que la primera prctica homosexual que sucede en la vida de
un hombre sea la masturbacin mutua no es fortuito. El cine
102

y la novela lo representan, est dentro del imaginario colectivo. Parece como si las mujeres o las nias no se hicieran
pajas. Y probablemente muchas no lo harn (causa directa de
esa carencia de referencias) pero la gran mayora s, aunque
nadie parezca querer saberlo.
Tambin porque considero que uno de los derechos fundamentales de toda persona es el descubrimiento de su
sexualidad de forma progresiva y no cuando nalmente se
llega al matrimonio o se conoce a una persona con la que
interactuar sexualmente. Uno de los mayores males que ha
ocasionado la Iglesia a la Humanidad ha sido penalizar la
masturbacin y calicarla como acto impuro. El sexo es una
necesidad bsica humana, de modo que la ausencia del
mismo puede ocasionar graves trastornos. La Iglesia se ha
dedicado casi desde sus inicios a convertir al pueblo en anorxico sexual y eso es un crimen, no me cabe duda. Decirle a
un nio pequeo que si se toca ir al inerno o asustar a una
nia con las consecuencias de la prdida de su pureza son
actos criminales y ya que ninguna ley parece hacer nada para
que no siga sucediendo, sacar nuestras pajas a la calle me
parece una opcin totalmente lcita.
Tras varios intentos fallidos, consegu nalmente que
sucediera en el gora de la Universidad Politcnica de Valencia, durante las jornadas Interferencias Viscerales62 organizadas por Video Arms Idea. Junto a ilustres perras como Itziar
Ziga63, Majo Pulido, Francesco Macarone aka WarBear64 y

62.- http://ideadestroyingmuros.blogspot.com/2009/05/interferencias-visceralespracticas.html
63.- Itziar Ziga es escritora y perra terrorista. Ha publicado Devenir Perra, Melusina,
Barcelona, 2009; tambin Un zulo propio, Melusina, Barcelona, 2009. A menudo
vierte sus ideas en un blog: http://hastalalimusinasiempre.blogspot.com/
64.- Francesco Macarone Palmieri (WarBear: http://www.myspace.com/warbear) es
ensayista, dj, productor, organizador, performer, lsofo (y muchas cosas ms).

103

Elena Prez a la paja y tras las cmaras Mar Cejas, Macarena

Moreno65 y Julia Martnez. Acompaadas por Maro Daz66
como comentarista y un reducido pblico que se fue acercando tmidamente y otro pblico ms abundante que nos observaba desde los ventanales de la biblioteca mientras nos grababan con los mviles y nos jaleaban. Como era de esperar,
casi desde el principio, nos acompaaron tambin los seguratas, que no saban muy bien a dnde mirar, ni qu hacer. No
pudieron hacer mucho los pobres, tenamos el beneplcito de
la organizacin de las jornadas. A las pocas semanas, el vdeo
que alguien subi a internet tena acumuladas 10.000 visitas
(lleg a las 34.000) y una inmensa cantidad de comentarios
de todo tipo invadi mi web.
Estos comentarios, y la reaccin tan fructfera que desat
el vdeo, me llevaron a pensar que lo que habamos hecho no
era solo necesario sino urgente, que era una tocadura de pelotas suprema, que haba levantado llagas. Me di cuenta de que
el garrulismo espaol era mucho ms grave de lo que yo pensaba, de lo ignorante que es la gente aunque tenga ttulos universitarios, y de la rabia que produca en personas obtusas
que unas perroautas (no pudieron ver ms all de nuestras
crestas, pobres desgraciados) invadieran su espacio pblico
para hacerse una paja. Y, entre exclamaciones de Viva Franco y Os vamos a mandar a los de Espaa 2000, fuimos
feas y monstruosas, seres que no querran ni que les tocaran,
individuas vomitivas, indignas. El nivel de educacin sexual
en los comentaristas era tan penoso que muchos decan
que con lo feas que somos no les extraaba que tuviramos
que pajearnos, como si la masturbacin fuera una prctica
para suplir un polvo. La palabra respeto revoloteaba como
si acabara de ser inventada y contrastaba abominablemente

65.- www.myspace.com/errormac
66.- http://1hombredeverdad.blogspot.com/

104

con alguna que otra amenaza de muerte que recib en mi

correo personal Y el derecho a no ver y a proteger a lxs
pobres nixs, eso tambin abund. Yo personalmente haca
mucho tiempo que no me senta tan satisfecha con una
accin y tom la determinacin de sacarla a las calles (en
Madrid hay un sitio ideal, la Plaza de la Paja) y de repetirla
muchas veces ms a lo largo de mi vida. Se lo merecen.
Hubo uno un poco ms listo (bueno, al menos saba
poner acentos) que compar nuestra accin con la taxidermia. Dijo que hay cosas que no se pueden hacer en pblico,
que qu me parecera a m si un taxidermista se pusiera a
destripar animales en plena calle ante las miradas inocentes
de nios de seis aos, que sera profundamente desagradable.
De inmediato pens: y los toros qu son?
Lo bueno de hacerlo en universidades es que te aseguras
de que no habr menores y tienes la tranquilidad de que la
polica no puede entrar a no ser que haya una orden de la rectora o el decanato, lo cual es bastante improbable porque es
una accin demasiado corta como para que d tiempo a hacer
llamadas y gestiones.
Pero, sin duda, una de las acciones estrella es el pornoasalto de edicios religiosos o gubernamentales. Me explico.
bamos a viajar a Italia yo, las Video Arms y mi amiga Montse. Queramos hacer alguna accin en Roma y Chiara Schiavon tuvo una iluminacin divina (o satnica) y se le ocurri
una idea maravillosa: esconder grabadoras con gemidos y
otros ruidos sexuales en la Baslica de San Pedro, en el Vaticano. Desde el primer momento nos pareci una accin digna
de guerrillerxs, un mazazo directo a la cabeza del enemigo, el
golpe perfecto. As que estudiamos bien cmo llevarla a cabo
sin demasiados riesgos y elaboramos un plan muy sencillo.
Grabamos en dos grabadoras de cinta (de bajo coste, unos
diez euros, de segunda mano) gemidos, cachetes y a nosotras
mismas mientras echbamos un polvo. Dejamos al comienzo
de la cinta unos cinco o diez minutos de silencio, muy impor105

tantes para que la grabadora no nos sonara en la mano justo

en el momento de ponerla, para cubrirnos las espaldas y que
nos diera tiempo a escapar. Chiara la coloc en el altar de la
Virgen del Santo Socorro y yo en la tumba de Po xii. El resto
de las chicas se quedaron para grabar la escena. Y lo que sucedi fue que el altar se puso a gemir, sin ms. Cuando la gente
empezaba a arremolinarse a su alrededor (quizs pensaban
que iban a ser testigos de un milagro) un seor vestido de
negro (podra ser cualquier catlico, ellxs son todos policas
de su fe) que pareca estar trabajando, encontr la grabadora,
la par y se la llev. La de Po xii, con los nervios, no son,
pero la pudimos recuperar y a la semana siguiente la pusimos
en la sede de Mondadori (editorial propiedad de Berlusconi)
en Venecia, escondida entre las guas tursticas. Esta fue la
primera accin de pornoasalto acstico que hicimos, pero la
idea en s se puede desarrollar mucho, se puede realizar en
cualquier sitio, no hace falta irse hasta al Vaticano, los cabrones estn por todas partes. Aunque he de reconocer que fue
un autntico honor hacerlo all. De la guarida de los padres de
la represin sexual empezaron a surgir gritos de placer, que
para m tenan un simbolismo muy preciso: todos los gritos
que no pudieron ser por su culpa, todas esas almas condenadas hablando desde el inerno al que las relegaron donde se
la pasan follando, teniendo orgasmos escandalosos, disfrutando del sexo que les fue negado por salirse de la norma eclesistica. Las gargantas cercenadas, los cuerpos quemados y
torturados, como en una procesin de almas, liberando su
obscena venganza. Un autntico subidn, la verdad.
Para realizar esta accin no se necesita mucho y tras la
primera experiencia he estado meditndola para poder perfeccionarla. Es importante estudiar bien el lugar y si es posible meter la grabadora en un sitio de donde no sea fcil sacarla, para que pueda sonar un buen rato. Por ejemplo, en las
iglesias, los altares de algunas vrgenes o santos estn al otro
lado de una reja. Colocarla ah dentro da un margen de tiem106

po considerable, ya que entre que van a por la llave, abren y

la encuentran, puede sonar hasta un polvo completo. Solo
hay que darle al play y lanzarla. Salir por patas es lo siguiente, pero est bien saber cmo se ha desarrollado la accin as
que si alguna mano inocente puede grabar el desarrollo,
mejor que mejor.
Ah dejo la idea, que me encantara que se expandiese.
Gente a la que la Iglesia le ha arruinado su vida sexual (entre
otras cosas) la hay a patadas, a ver si se anima alguien.
Por lo dems, teniendo claro lo que es el pornoterrorismo
y lo que pretende, acciones de este tipo las puede maquinar
cualquiera. No est de ms, eso s, saber un poco de legislacin
para poder atenernos a las posibles consecuencias de nuestras
acciones. Dicho esto, me veo en la obligacin de aadir una
precaucin basada en mi propia experiencia y que ser de utilidad para quien quiera lanzarse a la lucha pornoterrorista,
porque hay algunos problemas que se derivan de ella.
El ms importante es no saber sobrellevar la precariedad
inherente al pornoterrorismo. Antes de nada debes saber que
ni lo que haces ni lo que hars te dar jams de comer. Servir como mucho para pagarte los vicios y para que un crculo
reducido de personas te conozcan, te admiren, te detesten,
quieran follarte o matarte, te digan que lo que haces es
importantsimo o una puta mierda. Si buscas fama y dinero,
mejor no te dediques a sacarte el chocho a la mnima ocasin,
ni a andar por ah con un pasamontaas diciendo que eres
artista. No funcionar.
No te darn subvenciones. Ningn gobierno o entidad, por
muy liberal que sea, subvencionar que organices, por ejemplo, una masturbacin pblica colectiva, un taller de eyaculacin femenina o de sting vaginal ni una performance (por
muy potica y artstica que sea) en la que haya sexo en vivo,
aunque sea mucho ms interesante y necesario que subvencionar un torneo de petanca o un estudio sobre cmo afecta el
cambio climtico a la reproduccin de las ardillas voladoras.
107

Tus actividades poltico-artsticas se vern limitadas en

cuanto a espacios, porque en ellos no podr haber menores
de edad, ni incapaces, ni personas desprevenidas. Tratarn de
censurarte incluso en los espacios ms alternativos como
haya de por medio aunque sea solo un poco de dinero estatal,
sponsors, patrocinadores, becas, etc. Nadie pondr en riesgo
su culo para que t muestres el tuyo.
Nada que contenga las palabras porno o terrorismo podr
ser jams un producto meditico, cultural o poltico (al
menos dentro de la poltica y la cultura correctas, es decir,
las que pueden dar pasta y renombre mundial).
Hace poco, un conocido que trabaja elaborando la programacin picante de un renombrado programa del corazn
(no digo el nombre porque de veras no lo recuerdo, no s si
era Dnde ests corazn? o Salsa Rosa, en el fondo lo mismo
da, son todos iguales) me propuso participar. Es uno de estos
programas en los que famosxs y pseudoperiodistas se despiezan mutuamente en la primera parte y en la segunda (ya a
altas horas de la madrugada) incluyen una seccin en la que,
obviamente, el tema principal a tratar es el sexo. Para qu si
no iba a quedarse alguien en su casa viendo esa bazoa hasta
esas horas si no fuera porque el visionado de un buen par de
tetas y algunos culos est garantizado? A m me parece el
plato meditico perfecto: primero un poco de satisfaccin
para el morbo cotilla que despiertan las historias de la gente
famosa, posiblemente con masacre emocional incluida; y, de
segundo, un poco del otro morbo, el de lo prohibido, el de la
guarrada, el de lo sucio. As, Manolo y Maruja se van a la
cama con una plenitud incierta en el estmago, una, y en la
entrepierna, el otro. Una cuestin de zombie-audiencia, vaya.
El catetismo espaol a veces me seduce.
El caso es que mi conocido es el encargado de programar
la parte de tres rombos y tena preparado un especial dedicado a la adiccin sexual. Su intencin era sentar juntas a
diferentes personas que se autodeclarasen manacas sexuales
108

y ponerlas a relatar sus diversas peripecias, que contaran

cmo son sus vidas degeneradas y perversas, con un moderador o conductor para que la cosa no se saliera de madre y
pudiera el espectador comprender algo de lo que suceda.
l pens en m como una de las invitadas (ms que nada
para que me sacara algo de pasta a cambio de un poco de
escndalo) y yo vi en esto una oportunidad perfecta para
darle la vuelta a la tortilla y meterle un buen palo en la jeta a
la puta sociedad, en la televisin pblica y en directo, con
millones de marujas, machirulos, pijxs, fachas, quin sabe si
curas y dems seres que yo imagino que permanecen un viernes noche al otro lado de la pantalla viendo estas cosas. A los
pocos das de su proposicin me llam una de las redactoras
del programa para hacerme una breve entrevista que acab
durando como una hora.
Fui idiota, demasiado sincera, mis respuestas demasiado
pensadas, mi lenguaje demasiado poco chabacano (deb
haber ensayado un poco antes con algn vdeo de Beln Esteban), y mi tono demasiado insurrecto. Cuando la redactora
(una mujer de voz inteligente y deliciosa) me pregunt si
alguna vez haba pedido ayuda psiquitrica para superar mi
adiccin al sexo le contest que aqu la terapeuta era yo,
porque me considero una persona mentalmente muy sana
(en tanto que lo que tengo dentro de la cabeza no me hace
sufrir sino todo lo contrario) y lxs enfermos son lxs dems,
las personas que no viven sus sexualidades de una forma
plena y divertida, que las supeditan a cuestiones morales, religiosas, casi protocolarias. Y aqu se acab la charla. Me dijo
que el programa sera en un par de semanas y que me avisaran con antelacin para el tema de los billetes a Madrid. Ella
qued fascinada, lo s, tuvimos una conversacin muy interesante, pero quizs aquel da le hice odiar su trabajo cuando se
vio obligada a decidir que algo como yo no podra de ningn
modo entrar en directo en un programa de ese formato (y de
109

ninguno en realidad) porque su medio de subsistencia correra grave peligro.

Evidentemente, no era algo como yo lo que buscaban. Porque buscaban vctimas o verdugos, alguien que se dejase conducir mansamente, una retrasada mental, algo monstruoso
s, pero inteligente no. Nadie con un mnimo poder de conviccin, alguien sin argumentos que se pudiera rpidamente
amoldar a la casilla de enfermx mental o delincuente y
supongo que lo que esperaba es que yo dijera: s, soy una histrica ninfmana enferma deciente, me hago pajas en pblico, me meto hormigas en la raja cuando me sacan al parque,
me follo a cualquiera que se tercie y podris manipularme
todo lo que os venga en gana, podris incluso hacerme sentir
culpable frente a millones de espectadores que se frotarn las
manos y se morirn de gusto cuando me eche a llorar arrepentida por todos mis pecados, conseguiris incluso que
alguien llame diciendo que me paga el tratamiento.
Soy muy mala estratega, mi plan se fue al carajo y no me
volvieron a llamar. Yo creo incluso que me deben haber metido en una base de datos para que a ningn programa de televisin se le ocurra llamarme jams.
Soy consciente de que si solo me dedicara a esto vivira
siempre en la precariedad, que tambin tiene su atractivo
bohemio pero que no me seduce como plan de vida. Porque
la precariedad, aunque haya por ah imbciles que digan que
es fashion, es un castigo. Es el castigo que nos dan por no
adaptarnos al sistema; castigos para lxs disidentes, premios
para las ovejas.
La accin y la performance pornoterroristas le dan de alguna forma sentido y signicado a mi vida, son un buen remedio
para mitigar mis instintos asesinos y el mejor modo que he
encontrado de decir lo que pienso. Pero como soy consciente
de que al menos por ahora no puedo vivir de ello, me licenci
en Filologa Hispnica y soy correctora ortotipogrca (en
paro) y camarera. No es tan divertido pero me gusta tambin.
110

Otro de los consejos que no puedo omitir para cualquiera

que quiera adentrarse en el mundo del pornoterrorismo (y de
la performance poltica en general) es que tenga cuidado con
lxs farsantes. Estn por todas partes y pueden estar camuadxs de cualquier cosa. A algunxs se les ve el plumero a la
legua, otrxs en cambio se dicen a s mismxs anarquistas,
luchadorxs sociales, antisistema, activistas Cuidado con la
gente que va de guay, son lxs que meten las pualadas traperas ms profundas.
No es que yo haya perdido toda mi fe en la Humanidad
pero algunos palos me han enseado a desconar de quien te
halaga demasiado y tambin de quien se te pega como parsito para absorber de ti todo lo que necesita para llenar los
huecos de sus carencias creativas o emocionales.
Por desgracia las ideas en cuanto a la performance estn
muy precariamente protegidas, quizs por la usual precariedad del gnero y sus desarrolladorxs. En todo caso, asume
que tu trabajo podr ser utilizado por cualquier crpula que
te vea en un escenario y crea ingenuamente que podra hacer
lo mismo en un lugar donde nadie te conozca para quedar
como gran artista, artista caerx, genial.
Yo no creo en la privatizacin de las ideas ni en su mercantilizacin, creo rmemente que deben uir, mezclarse,
profanarse, evolucionar. Pero este ejercicio deben hacerlo personas con un mnimo de imaginacin o personas carentes de
ella pero con una tica mnima para nombrar sus inuencias,
si no, no hay desarrollo ninguno, es pura cita sin referente, es
bsicamente plagio.
Tambin creo en el respeto hacia las personas que desarrollaron y llevaron a cabo buenas ideas. Qu tipo de red
estaramos creando si en lugar de inuenciarnos unxs a
otrxs, si en lugar de compartir, nos dedicramos a atribuirnos
las ideas de otrxs sin siquiera mencionar su nombre? Para
m, como artista y performer, es muy bello nombrar mis refe111

rentes e inuencias, lo hago constantemente, a travs de mi

expresin escnica, a travs de mi web.
No creo en el copyright pero s en las licencias libres y
todx pornoterrorista que se precie debera siempre utilizarlas.
Tampoco creo en el copyleft67, me parece una cuestin que se
puede volver en tu contra en cualquier momento. Nuestro
trabajo no puede ser vulnerable a cualquier idiota que quiera
usarlo para hacer sus idioteces, enriquecerse con l o atriburselo sin darnos nuestra parte de mrito. Tenemos que
protegerlo de eso.
As que cuidado con quienes se pegan a vuestro culo con
gran devocin. Posiblemente algunas de estas personas lo
harn de corazn, pero la gran mayora querrn managearte,
chulearte o sencillamente chuparte la sangre.
Y otra cosita: que una persona tenga coo, sea (o diga ser)
queer, anarquista, feminista, polisexual, putn o antisistema
no garantiza su honradez en ninguno de los casos. El o la activista pornoterrorista no debera perder este consejo de vista
nunca.
Dicho esto, muestro aqu mi utpica voluntad de que el
mundo se llene de pornoterroristas, adelante disconformes,
guerrillerxs de la desobediencia sexual, el pornoterrorismo es
nuestro.
Sobre toda la extensin de nuestra piel y sus sucesivas
capas, est escrita (o tatuada) la jurisprudencia y la moralina
del sistema, para borrarla sera ideal empezar por hacerle ver
a la sociedad que no tiene derecho a intervenir en ella. El pornoterrorismo puede ser una buena forma de hacerlo, as que
a lxs que estis dispuestxs a tomar este camino os doy la
bienvenida, mis piernas siempre estarn abiertas a vosotrxs.

67.- Entiendo como copyleft una cesin absoluta de los derechos de una obra.

112

los sexos terrorcos: nixs e incapaces

When I was a child I used to sit on the toilet backward
and wait for the burning sensation between my legs to go
away. I did not understand that if only my nger had
found its way to my pussy the aching would have subsided. That all the twisting and pulling and rubbing and
scratching of my arms and my legs would not satisfy my
hunger. That the wetness in my underpants had nothing
to do with my mother overdressing me. But as a child I
didnt had the words to ask, so I stayed on re and burning, tormented and yearning until that glorious day when
nger found esh with legs spread open and back arched,
honey poured from my 14-year-old gash and I wept68.

madonna, Sex

hay sexos que dan miedo, pero no porque su forma o su contenido sean terrorcos, sino porque el solo hecho de que existan lo es. Como sucede con casi todo lo que no tiene una fcil
explicacin cientca o losca o religiosa, la negacin de su
existencia es el camino ms sencillo para ahorrarnos dolores
de cabeza, culpas morales o reexiones profundas. Cuando
algo o alguien pone en evidencia la existencia de estos sexosque-no-existen, de inmediato se activa un mecanismo de castigo que puede consistir en una pena social (rechazo, marginacin, caza de brujas, silenciamiento) o una pena jurdica.

68.- Cuando era una nia sola sentarme al revs en el wc a esperar que la ardiente
sensacin de entre mis piernas se fuera. No entenda que si mi dedo hubiera
encontrado su camino hacia mi coo el dolor se hubiese pasado. Que todo el
retorcimiento, el estirarse, el frotarse y el rascarse de mis brazos y piernas no
satisfara mi ansia. Que lo mojado de mis bragas no tena nada que ver con que
mi madre me vistiera excesivamente. Pero como nia, no tena las palabras para
preguntar. As que permanec en llamas y ardiendo, atormentada y ansiosa hasta
el glorioso da en que mi dedo encontr la carne, con las piernas bien abiertas y
la espalda arqueada, miel manada de mi raja de 14 aos por la que me derram.

113

As es como funciona este sistema, esta casita ordenada y

perfecta donde, aunque les joda, las estas de pijamas se
transforman en orgas donde lxs adultxs no estn invitadxs,
el mongolito se pajea en el jardn mirando a la vecina aterrada y la nia sin brazos se lo monta con el borde de la cama.
Por supuesto, es una casa donde el propio guardin se folla a
su hijita de cinco aos a escondidas, le ata las manos a la
cama a su hijo deciente y monta sesiones de sadomaso con
el adolescente rebelde, cinturn en mano. La casa del sistema
es grotesca por dentro, pero por fuera tiene ores en los balcones y un felpudo donde dice bienvenido a la repblica
independiente de tu casa.
Casi cada da, en los malditos medios, por la calle, en los
parques, en realidad siendo un poco observadora, en todas
partes, una puede ver que hay una atroz victimizacin de la
infancia. Es cierto, pobrecitxs, han nacido en un mundo terrible, pero la forma que tiene la sociedad de victimizarlxs no
tiene nada que ver con un sentimiento natural de proteccin,
sino que asienta sus bases en el supuesto (precepto, en realidad) de que no tienen suciente inteligencia, que son como
decientes mentales temporales, que no tienen juicio ni sus
actos se basan en premisas razonables. Por eso hay que protegerlxs. En realidad bajo ese mismo criterio se mete en el
mismo saco a lxs disminuidxs psquicxs y fsicxs (ay, son
como nixs) y en el pasado es lo mismo que sucedi con las
mujeres. Todxs ellxs seres incomprensibles cuyas sexualidades descocadas y bizarras necesitaban (y necesitan) de un
control por parte del sistema para que nada se descotorre.
Otra cosa que odio visceralmente de la gente que hace su
trabajo es que traten de protegernos.
Claro que para que la sociedad acepte el pacto de proteccin (bsico para la pervivencia econmica de cualquier
maa) siempre tiene que haber un factor terrorista previo y,
si no lo hay se lo inventan y punto. Primero te acojonan y
luego te dicen que no te preocupes, que estn ah para salvar114

te de todo eso que te aterroriza. Lo hacen igual con todo. No

me voy a poner a hablar de las Torres Gemelas porque sera
un ejemplo muy ingenuo (por lo evidente) de que este tipo de
estrategia del sistema para imponerse como necesario (fuente, por otra parte, de su poder) est totalmente vigente en las
sociedades de medio mundo.
Pero, qu tienen de terrorco las sexualidades de nixs
y adultxs con defectos fsicos o psquicos? Yo lo veo ms
claro que el agua: las de lxs nixs no son productivas, es
decir, estaran basadas tan solo en el juego del placer, y las de
lxs monstruos solo produciran ms monstruos. Y no queremos gente ni deforme ni afuncional en nuestra sociedad. Ya
que han tenido la mala suerte de nacer (y con ello nos dan la
posibilidad de demostrar nuestro buen corazn, y la superioridad implcita en toda caridad) les trataremos como a ciudadanxs normales pero excluiremos de sus vidas el tema del
sexo, por si acaso, porque queremos que cuando mueran no
quede de ellxs ni el ms mnimo rastro. Mongolitxs follando,
reproducindose, poniendo en riesgo la integridad de la especie? No, gracias. Puto sistema No permitir que nazcan personas a las que se les va a negar una de las partes ms importantes de sus vidas me parecera menos cruel.
La negacin de la reproduccin de las personas que fsica,
psquica o genticamente no son iguales al resto de los miembros de la sociedad me suena a nazismo, a seleccin deliberada, a holocausto. Y con lo del sexo, tres cuartos de lo mismo,
pensamiento fascista puro: personas que no pueden reproducirse no son vlidas tampoco para tener relaciones. Por muy
moderna que aparente ser una sociedad, la reproduccin
est ntimamente ligada a la sexualidad, no como posible consecuencia de la misma sino como principal motivacin para
que esta tenga un lugar. No nos engaemos, en la inmensa
mayora de los pases, si no te reproduces eres un lastre para
los planes del Estado, y si eres defectuosx, sencillamente, no
115

puedes ni intentarlo. Estos son los que malinterpretaron a

Darwin, con todas sus consecuencias.
Las leyes amparan todo esto, de una forma sigilosa en
democracias y descarada en dictaduras y, como siempre,
intentan que creamos que nos benecian y nos protegen. En
la legislacin espaola ms que la mayora de edad, lo que se
necesita para poder follar libremente es edad de consentimiento, que es una edad que la gente alcanza a los trece
aos pero que lxs incapaces no alcanzan jams, porque son
consideradxs eternxs pre-adolescentes.
As, nixs e incapaces son seres cuya sexualidad queda
deshabilitada por la ley, lxs primerxs de forma temporal y lxs
segundxs de forma permanente.
Es muy humillante que personas con sus facultades mentales ms o menos funcionales pero atrapadas en cuerpos
que no responden a las expectativas de la seduccin normativa tengan que pasar por el calvario de no poder tener sexo de
una forma sencilla y que las estrategias necesarias para obtenerlo tengan que ser tan elaboradas y costosas. Depender de
otra persona para poder encontrar un o una amante ya es de
por s lo sucientemente chungo como para que encima esta
persona no tenga un mnimo de capacidad de empata. Todo
este proceso por el que tienen que pasar las personas con
alguna discapacidad sera mucho ms llevadero si la gente
encargada de cuidarlas tuviera una formacin profesional en
la que el sexo no fuera un tab.
Pero la putada es que la mayora de las instituciones que
se encargan de cuidar de lxs discapacitadxs pertenecen, o
lo hicieron en el pasado, a la Iglesia, de modo que a pesar de
que en ellos y ellas la evidencia de una necesidad fsica de
follar se puede llegar a hacer descaradamente obvia (en funcin de su grado de conexin con las normas de la realidad)
nunca se les permite que tengan relaciones y tampoco se
hace nada por remediar sus ansiedades.
116

Visto esto, queda evidenciado que una persona con algn

problema fsico o psquico conserva por lo general su pulsin
sexual y sus ganas de intercambiar deseo con otra persona,
con otro cuerpo, de jugar a dar y recibir placer. Es tan obvio
que parece mentira que yo tenga que estar diciendo esto, que
haya leyes que lo censuren y educadores y educadoras que lo
ignoren o lo traten con despiadada moralina. Jams se me
ocurrira entender como aberrante (ni siquiera extraordinario) el hecho de follar con personas, por ejemplo, con sndrome de down (nalmente solo nos diferencia un cromosoma)
o autismo o con alguien que ha quedado impedido tras un
accidente o una enfermedad.
Seguramente el intercambio sera sumamente interesante para ambas partes. Yo personalmente nunca he follado con
nadie discapacitadx pero es una experiencia que s que tendr en algn momento, de hecho, la ofrezco dentro de mis
servicios como perra horizontal69. No hay en ello el morbo
extra que podra sentir al follar pongamos que con varias personas o con alguien desconocido, sino tan solo una curiosidad adicional propiciada por el absoluto desconocimiento
que tengo sobre sus formas de sentir las cosas y el funcionamiento de sus cuerpos, que de seguro albergarn matices
para m hasta ahora desconocidos.
Me quedo pasmada con las estupendas campaas publicitadas en televisin (patrocinadas por la obra social de
muchos bancos y alguna que otra petrolera) para integrar a
las personas con alguna discapacidad fsica/psquica en la
sociedad: que tengan sus trabajos, bsicamente que resulten
productivas, que coticen en la Seguridad Social, que se eman-

69.- Perrxs Horizontales es un proyecto de prostitucin alternativa formado por

varias personas del colectivo queer de Barcelona, Madrid y Valencia; ms adelante, en el captulo diez lo explico extensamente. Para saber ms sobre el proyecto, las condiciones y las personas participantes: http://perrxshorizontales.org

117

cipen, que paguen su alquiler o su hipoteca. Pero aunque se

les pretende adultxs, el castillito de buena fe y de falsa integracin se desmorona cuando se toca el tema del sexo (incluso tratndose de matrimonio) y de las relaciones sociales que
vayan ms all de una amistad o un lazo familiar. Entregarles
una cierta autonoma para que puedan as estar al servicio de
la comunidad no incluye que tengan una vida sexual como
cualquiera, de hecho, no incluye una vida sexual de ningn
tipo. La educacin sexual que reciben las personas sin deciencias ya es de por s insuciente, pero la que reciben lxs
discapacitadxs es nula. Carecen de sexo y por tanto educarles
para ello resulta un esfuerzo innecesario. El nico esfuerzo
consiste en convencerles de que no tienen nada entre las
piernas que no sirva para cagar o mear, esfuerzo que pocas
veces se ver satisfecho con una total aceptacin por parte de
la persona a convencer, porque como deca Rene Vivien
nada es ms fuerte que el deseo. Sus matrimonios han de
estar tutelados por personas capaces para que puedan realizarse e incluso puede resultar del todo imposible si se
prueba que el contrayente carece de la madurez intelectiva y
voluntad necesaria para discernir70.
Decido hablar directamente con una persona catalogada
como incapaz por la ley y el sistema, para saber qu piensa, para darle la palabra en todo esto. Rafa naci hace 40 aos
de la unin de una paya y un gitano, y naci con dicultades:
parlisis cerebral. Su vida ha sido un ir y venir entre instituciones religiosas, gubernamentales y privadas. No guarda
muy buenos recuerdos. Pero Rafa tiene una sexualidad desbordante y habla de sexo sin pelos en la lengua. La rabia que
siente por cmo ha sido tratado en el aspecto sexual a lo
largo de su vida, no puede expresarse con palabras, pero s

70.- Cdigo de Derecho Cannico, numeral segundo del canon 1095.

118

comprenderse a travs de ellas. Por eso dejo aqu una sntesis

de nuestra conversacin71:
Diana: Rafa, cuntame qu tipo de discapacidad tienes.
Rafa: Soy hijo de una paya y un gitano y el parto se complic,
nac de pie, no de cabeza como suele ser habitual, lo que me
provoc una parlisis cerebral. Estoy en esta silla de ruedas
desde siempre.
D: Dnde aprendiste del sexo?
R: En la calle, desde muy pequeo, era algo que me rodeaba.
D: Y, cundo tuviste tu primera experiencia sexual? Con
quin?
R: A los quince aos, con una chica discapacitada.
D: Y a ti te haban contado algo sobre sexo, habas recibido
una educacin sexual?
R: No. En las escuelas de mi poca, en los 80, nadie deca nada
sobre sexo, igual que ahora.
D: Qu opinas de que la sociedad piense que las personas discapacitadas no tenis sexualidad?
R: Es una puta mierda la sociedad. Solo porque nosotros no
somos iguales ya no servimos. Se piensan que no se nos levanta, que no tenemos deseo. Eso es un error extendido.
D: Y de las leyes que os consideran incapaces, que niegan
vuestra sexualidad?
R: Las leyes no sirven para nada, son otra mierda. Yo me cago
en las leyes.

71.- Esta conversacin tuvo lugar gracias a mi querido amigo Zou, cuidador de la
casa donde reside actualmente Rafa junto a otras personas con discapacidades.
Su ayuda fue imprescindible para que la comunicacin con Rafa fuera uida.
Rafa se encuentra bajo la proteccin de la Fundaci Pere Mitjans
(www.fpmitjans.org), todo un ejemplo de buen hacer en este tipo de entidades.

119

D: Hblame de las instituciones por las que has ido pasando a

lo largo de tu vida.
R: Las instituciones son como crceles. Haba algunas en las
que nos despertaban a las 7 de la maana y con el desayuno
nos daban sedantes, para que estuviramos el resto del da
tranquilos y no molestramos. Todo el da delante del televisor.
Eso tambin hace que tu sexualidad permanezca completamente dormida.
D: T crees que ese rechazo por parte de la sociedad y de la
ley a que tengis sexo se debe al miedo que tienen a que os
reproduzcis?
R: S, puede ser. Imagina que pudiramos montar una familia
numerosa de discapacitados. De hecho, un 95% de las personas
con discapacidad psquica estn castradas. La discapacidad fsica no la he estudiado tanto, pero s que hay algunos capados,
sobre todo varones.
D: Cmo?!
R: Que antes de los cinco aos, los padres pueden firmar un
papel que autoriza a la institucin a hacer ligaduras de trompas
y vasectomas, se supone que para proteger a la persona
D: Porque dicen que no tienen la capacidad para tener hijos?
Todo lo hacen con la excusa de protegernos.
Zou: Y un discapacitado tampoco puede dar su opinin o hablar
de su ilusin de tener sexo. Pepo, por ejemplo, no puede.
D: Quin es Pepo?
Z: No habla, su comunicacin es muy limitada.
R: O como Antonio Garca.
D: Qu le pasa a Antonio?
R: Pues que es ciego y sordomudo. Pero se lo monta con el Pepo.
D: Se lo montan juntos?
Z: S, son una pareja cariosa. Se meten juntos en la baera,
duermen juntos.
120

R: Las cuidadoras, al contrario que las prostitutas, huyen de m

(risas).
D: Huyen de ti, por qu?
Z: Porque es un viejo verde.
R: Porque mi mano se va a ciertos puntos elementales de la
mujer y del hombre.
D: Eso me encanta, t eres bisexual?
R: S. Me declaro bisexual. Amplo el campo hacia todas las
sexualidades. Somos animales.
D: Rafa, y t qu sabes sobre estos tratos institucionales a
gente discapacitada? Parece que te has documentado bastante.
R: Aqu en Espaa la situacin es mala, pero en Latinoamrica He estado en Chile, Per, Ecuador, Argentina es an
peor. Imagina que en Cuba los encierran en jaulas, no les ensean a leer, escribir los encierran para olvidarse de ellos.
D: Aqu qu sucede?
R: Con lo del sexo no se habla nada. Yo soy espabilado y siempre he pedido sexo, con putas, claro. Pero eso ahora que puedo
pedir, he estado en otros sitios donde te tienen tan sedado que
ni siquiera piensas en el sexo. En muchas instituciones nos tienen como vegetales.
D: Supongo que lo de las putas y las monjas no es muy compatible.
R: En las instituciones pblicas o religiosas tener sexo es totalmente inviable y si ven que te gusta y que no renuncias te castigan, te drogan
D: Vale Rafa. Me encanta la entrevista, cuando salga el libro te
regalar un ejemplar.
R: Y yo me apunto a ir a la presentacin cuando la hagas.
D: Te vienes conmigo? Sera un puntazo.

Mucha gente se sentira aterrorizada si las personas que el

cdigo legal denomina como incapaces algn da decidie121

ran (las que pudieran hacerlo) salir a las calles a proclamar la

terrible injusticia que se comete sobre sus vidas y sus cuerpos. Del mismo modo que hay una manifestacin para protestar por las limitaciones de los derechos de las personas
homosexuales, que hubiera tambin una representacin en
las calles de esta sexualidad monstruosa e ignota. La panda
del Foro de la Familia, la Conferencia Episcopal y lxs fachas se
alarmaran mucho ms al ver a dos personas decientes
morrendose que a dos maricones o dos bollos: si les dan a
elegir entre la extincin o la propagacin de lxs mosntruxs, lo
segundo debe formar parte de sus peores pesadillas. Espero
que algn da algo as tenga lugar o que por lo menos se
acabe el cinismo y la hipocresa tan detestables que rodean
esta sexualidad que quienes la observan (y no quienes la
viven) han querido convertir en algo inexistente porque en el
fondo todo lo que no se les parezca o sea desleal a sus carcas
ideas les hace cagarse de miedo. Basta ya. Quizs me repito,
pero de verdad que solo queremos que nos dejen vivir en paz.
En el caso de lxs nixs su situacin es algo diferente, ya
que su incapacidad es temporal y su victimizacin est ms
extendida. Sus cuerpos son tratados con una precaucin extra
originada por la certeza de que algn da sern adultxs, y en
esa educacin reside el germen que lxs convertir en siervxs
o en contestatarixs. Esto hace que las manipulaciones en
torno a sus sexualidades sean mucho ms complejas y estratgicamente mejor elaboradas. Tambin la violencia juega un
papel clave en la educacin infantil. Antao se trataba de una
violencia explcita, ahora se encubre bajo una supuesta amistosidad. Yo tuve la suerte de tener unos padres excelentes que
jams me pusieron la mano encima, pero muchas personas
cercanas a m arrastran para siempre las secuelas que les dejaron unos padres estrictos, violentos o excesivamente autoritarios. Tambin, por desgracia, conozco casos cercanos de personas que fueron violadas en su niez por algn adulto. La
pederastia, entendida como el abuso de poder que hace una
122

persona adulta sobre un nio o una nia con nes sexuales

me parece sinceramente deleznable, pero no por el hecho concreto de la nalidad del abuso sino por tratarse, sin ms, de
un abuso. Por ello me cuesta mucho catalogar el grado de
infamia de la innidad de abusos que se cometen sobre nios
y nias: todos me resultan igualmente atroces.
Lo realmente traumtico del hecho de que un adulto se
folle a un nio o a una nia no reside en el acto en s, sino en
el modo impositivo en que el adulto se acerca a la sexualidad
infantil, bajo la presuncin de que esta no existe. Queda protegido el abusador por el silencio que segn la antigua teora
pedaggica mantendr el menor cuando crezca ya que,
supuestamente, una persona de menos de siete aos no ser
capaz de recordar lo que le sucedi previamente. Tambin le
protege la carencia de credibilidad que la voz de un menor
tiene en los tribunales. Una persona abusadora lo hace motivada por el morbo de estar colonizando tierra virgen y robando la inocencia a un alma pura, no?
Todo mentira. Los motivos que impulsan a un adulto a
abusar sexualmente de un menor estn asentados sobre una
montaa de mierda y mentiras. La virginidad y la pureza son
un invento de la moralidad judeocristiana, lxs nixs no son
ni purxs ni impurxs, son sencillamente nuevos en el mundo.
Un nio o una nia recordar cosas mucho anteriores a los
siete aos y que no las recuerde no signica que no vayan a
inuir en su vida adulta, porque todo lo que nos sucede cuando somos nixs es precisamente lo que nos convertir en lo
que seremos el resto de nuestras vidas. Y sobra decir que
tenemos sexualidad desde edad muy temprana en tanto que
seres vivos y que esta no est sometida a las normas sociales
o condicionada por la experiencia no es motivo legtimo para
negar su existencia.
As, el sujeto pederasta se siente colonizador, invadiendo
terreno no profanado antes por ningn otro ser humano,
aunque en realidad el cuerpo infantil seguramente ya habr
123

sido tocado por s mismo u otrx nix de su edad. No se establece entonces entre quien abusa y quien es abusadx una
relacin ecunime del juego del placer sino que se cosica el
cuerpo indefenso para un uso sexual o fetichista. El nio o la
nia ya no son una persona, son un objeto masturbatorio al
que si se le reintegran sus sentimientos sera solo por el placer que sienten en el desconcierto y el sufrimiento ajenos
algunxs hijxs de puta.
Del mismo modo que solo nos divertiremos jugando con
un nio o nia si estx comprende el funcionamiento del juego
(si jugamos a algo que est dentro de su dominio cognitivo),
las relaciones sexuales entre adultxs y menores deberan establecerse bajo ese mismo parmetro bsico, lo cual seguramente llevara a que no se produjeran dichas relaciones, porque la
sexualidad infantil es radicalmente distinta a la adulta, los
cuerpos son diferentes y funcionan de manera distinta tambin, y la experiencia adquirida por una persona adulta en sus
relaciones hace que la expectativa de esta a la hora de recibir
placer posiblemente nunca pueda verse satisfecha por un nio
o nia inexpertx. Y an en el caso de que se trate de un juego
comprendido y pactado por ambas partes no estoy segura de
que el/la menor pudiera llegar a asimilar la experiencia de lo
otro puesto que esta no puede ser comprendida en su propio
cuerpo, que es tan diferente. Tampoco descarto la idea de que
la persona adulta pudiera ser incapaz de asimilar lo sucedido
Ciertamente nunca me he acostado con un menor (salvo cuando yo tambin lo era) y no s desde mi experiencia cmo se
debe sentir, quizs no suceda nada malo si la mente del adulto
est lo sucientemente sana o si la del menor es lo sucientemente despierta como para canalizar las sensaciones.
Cuando yo era pequea inclua el sexo en mis juegos
constantemente, sola o acompaada. Y hacamos cosas que
desde mi edad veo ahora como imaginativas perversiones
absolutamente ilimitadas y del todo libres de la mierda que
se nos va acumulando en la entrepierna mental a medida que
124

nos van amputando los tentculos de nuestros impulsos

sexuales. Estos juegos casi siempre sucedan de manera
espontnea (aunque algunas veces los planebamos, sobre
todo cuando nos dimos cuenta de que estbamos haciendo
algo prohibido) y en mitad de otros juegos. Solan suceder
casi siempre dentro de un grupo ms o menos reducido de
nios y nias entre lxs que haba ms anidades (desde una
edad temprana ya descubres quines sern compaerxs ideales de juegos y quines sern un muermo) y dentro del cual
no haba jerarqua alguna, aunque he de reconocer que en
muchas ocasiones era yo la que haca la proposicin indecente, pese a que luego su desarrollo fuera fruto de las mentes de todxs. Lo cierto es que casi siempre que nos juntbamos en mbitos privados con motivo generalmente de la
celebracin de algn cumpleaos, acabbamos jugando a
algo relacionado con lo sexual. Esto no es nada nuevo, pero
creo que jams necesitamos de la excusa de jugar a los mdicos o jugar a mam y pap para meternos mano o despelotarnos, simplemente lo hacamos y ya est y tampoco eran
ellos los que andaban ms interesados en estas cuestiones,
como se piensa en general, sino que nuestros gneros (y esto
suena muy queer pero as era) estaban de alguna forma difuminados por la neutralidad que otorga la falta de desarrollo
hormonal. Y as es como entre los siete y los once aos mi
vida sexual se vio fructuosamente enriquecida por la de mis
amigxs, con lxs que montaba verdaderas sex-parties.
No s qu hubiera sucedido si algn adulto hubiera intentado participar de nuestro juego, seguramente nos lo hubisemos comido con patatas o no le hubiramos dejado participar de ningn modo, bsicamente porque no podra ponerse
a la altura de nuestras fantasas y deseos.
Una de ellas, y posiblemente a la que ms habr jugado
durante mi infancia, consista en lo siguiente: en mi cuarto
haba dos camas, que siempre estaban juntas. Las separbamos
dejando entre ellas una distancia de unos quince centmetros.
125

Una de las personas (en estas ocasiones solamos ser entre cuatro y cinco) se tumbaba desnuda bocabajo en medio de las dos
camas, de manera que el resto pudiramos acceder a sus genitales desde debajo de la cama. As, sin saber quin o cmo le
tocaba permaneca un rato. Desde abajo le hacamos de todo:
tocar, chupar, acariciar y luego nos turnbamos. Recuerdo la
sensacin de ardor cuando me tocaba el momento de dejarme
manosear. No s si llegaba a correrme o no, porque desde
luego no era eso lo que perseguamos con aquellos juegos; era
el erotismo del tacto, de tocar otro cuerpo y otros genitales
diferentes y la satisfaccin de la curiosidad lo que, por lo
menos a m, me pona caliente. Quizs esta sea la mayor diferencia entre el sexo que practicaba cuando nia y el que practico ahora: la persecucin del orgasmo era algo no solo secundario sino completamente obviado en nuestros juegos, aunque
estoy segura de que todxs nosotrxs cuando nos masturbbamos a solas perseguamos esa nalidad. Otra cosa positiva de
esto fue que desde aquel momento dej de temer lo que pudiera surgir de debajo de la cama cuando estaba sola, porque
transformamos ese espacio, antes habitado por un monstruo
(ideado por los malvados padres de lxs dems y transmitido a
m por esa va para que no nos escapramos en mitad de la
noche a hacer de las nuestras) en un lugar para el placer.
Hacamos algo parecido con el armario. Unx de nosotrxs
se meta en l, entre los abrigos, y lxs dems metamos la
mano y tocbamos.
Otro juego, uno de los ms sosticados, digno de cualquier pelcula de Maria Beatty era el que practicaba exclusivamente con mi amiga Esther. Cogamos un ovillo de lana y
lo desenrollbamos entero. Luego volvamos a enrollarlo de
nuevo pero cada una por un lado, para que quedaran dos ovillitos unidos. Nos metamos cada una un extremo en el coo
o el culo y nos ponamos a caminar por la casa, liando el hilo
que iba saliendo de nuestros oricios por los sofs, las columnas, los muebles y nuestros propios cuerpos. Ganaba la que
se sacara todo el hilo antes. Nos reamos mucho con este
126

juego pero ramos totalmente conscientes de que adems de

la diversin de enmadejar toda la casa obtenamos un placer
sexual digno de considerar. Despus de recogerlo todo y
ponernos la ropa, imaginbamos la posibilidad de que su
madre hubiera llegado antes de tiempo del trabajo y nos
hubiese sorprendido en esa tesitura, esto nos haca doblarnos
de la risa. De algn modo nos reamos de lxs adultxs, de su
ridcula y aburrida forma de hacer las cosas, de su carencia de
imaginacin o de su exceso de compostura.
Me pregunto cmo follaramos lxs adultxs si nunca
hubiramos visto pelculas porno, si nunca nos hubieran
dicho (o impuesto) cmo hacerlo. Seguramente sera mucho
ms divertido. En este sentido creo que la postpornografa, de
algn modo, recupera el espritu libre del follar infantil. Con
todo esto quiero decir que los nios y las nias follan, que se
entere la puta sociedad que no solo ignora sus sexualidades
sino que a toda costa intenta que no puedan desarrollarse de
una forma sana y completa.
Y que lo s no porque me lo haya imaginado sino porque
lo he vivido y porque no creo que yo y mis amigxs furamos
un caso excepcional. La tristeza es que tenga que ser algo que
se hace a escondidas y bajo la presin de miles de restricciones. Ahora acabo de imaginar un parque en el que solo
hubiera nixs a lxs que sus padres u otrxs adultxs no hubieran coartado en absoluto su libertad; quizs se parecera a un
parque de cruising72 infantil. Yo no follaba mucho en los parques con mis amigxs porque en los espacios pblicos parecan contenerse mucho ms, pero alguna vez s lo hicimos, de
modo que eso tambin es posible.

72.- Prctica ms o menos habitual entre algunos hombres homosexuales consistente en mantener relaciones sexuales espontneas con desconocidos en las
reas de algunos parques o espacios pblicos no pactados previamente y que
desafortunadamente no se ha extendido a las mujeres, de momento.

127

No confundir mis armaciones con apologa de la pederastia. Solo trato de que veamos que hay una discriminacin
oculta entre los crmenes que se cometen contra la infancia.
Unos son crmenes socialmente aceptados, avalados por religiones, gobiernos y pedagogos; otros son motivo de crcel.
Obligar a un nio a someterse a nuestra voluntad sin darle
explicaciones (sabiendo que no comprender las motivaciones
adultas para ello) es un crimen que viola su integridad y su
autonoma; perforarle a una nia las orejas (o cualquier otra
modicacin corporal permanente, vase ablacin) cuando
apenas es una recin nacida es un crimen a su facultad de
decisin que la dejar marcada para el resto de su vida; bautizarlos o cortarles el prepucio u obligarles a hacer la comunin; la mutilacin genital que sufren a diario miles de nixs
intersexuales para adecuarlos a los baremos de la normalidad;
los castigos fsicos aplicados por su propio bien, todo ello,
son graves crmenes contra la infancia, pero estn institucionalizados y no solo son aceptados como procesos normales
sino que el sistema los premia, los fomenta y los sostiene.
Leyendo el libro de Alice Miller Por tu propio Bien. Races
de la violencia en la educacin del nio73 he acabado agotada
de observar tantas injusticias cometidas sobre nios y nias,
incluso desde que son bebs, en nombre de la educacin, avaladas por siglos y siglos de pedagoga destinada a convertir al
individuo en una mquina de obedecer y trabajar. He quedado especialmente impactada con los fragmentos que cita
Miller de un libro que a su vez es una compilacin de fragmentos de escritos pedaggicos, Pedagoga negra de Katharina Rutschky. En l encuentro disparates como este: Un nio

73.- Alice Miller es Doctora en Filosofa, ense y ejerci el psicoanlisis durante

veinte aos antes de publicar en 1979 su primer libro El drama del nio dotado.
En general, su obra literaria-ensaystica denuncia, basndose en su experiencia
como terapeuta, los daos irreversibles causados por la educacin tradicional (a
la que calica de maltrato infantil) en las personas adultas.

128

acostumbrado a obedecer a sus padres se someter tambin

con gusto a las leyes y normas de la razn cuando sea dueo
y seor de sus actos, pues ya estar habituado a no actuar
segn su propia voluntad74. Me pregunto de qu forma
podra una persona ser realmente duea de sus actos si no es
a travs de su voluntad, elemento que junto al temperamento, la personalidad, los sentimientos y la testarudez conforma
todo aquello que la pedagoga de los siglos xviii y xix (y en
cierta medida tambin la del xx) pretenda eliminar por completo de cualquier nix (y futurx adultx) con los mtodos
ms crueles e inhumanos.
Otro fragmento que hiela la sangre: Las palabras no son
precisamente el instrumento ideal para instaurar y desarrollar la conducta moral ni para erradicar y alejar la inmoralidad75. Tampoco tienen desperdicio los mtodos que recomiendan estos seores para explicar a las criaturas de dnde
venimos (he encontrado burracadas mucho peores que lo de
la cigea), para erradicar sus sentimientos (porque lxs nixs
son de naturaleza inmoral), para despojarles de toda personalidad, para tatuarles por siempre la marca del orden castrante y represor en lo ms profundo de sus conciencias.
Y no es necesario que nos vayamos tan lejos en el tiempo
para saber que el sistema de la educacin tradicional sigue
vigente. Lo que sucede es que ahora todo ello viene camuado de amabilidad y perspicacia. Alice Miller enumera as la
lista de barbaridades que establecan y establecen la base de
la educacin general, que en mayor o menor grado continan
aplicndose: Los adultos son amos (y no servidores!) del
nio dependiente; deciden, como dioses, qu es lo justo y lo
injusto; su ira proviene de sus propios conictos; el nio es
responsable de ella; a los padres siempre hay que proteger-

74.- Sulzer, J.: Versuch von der Erzie und Unterweisung der Kinder, 1748.
75.- Hergang, K. G.: Pdagogische Realenzyklopdie, 1851.

129

los; los sentimientos vivos de un nio suponen un peligro

para el adulto dominante; al nio hay que quitarle su voluntad lo antes posible; todo hay que hacerlo a una edad muy
temprana para que el nio no advierta nada y no pueda
traicionar al adulto76.
Incluso hoy en da hay algunos de estos crmenes que
aunque las leyes no solo no los permiten sino que los penalizan, socialmente no son vistos como ilegalidades sino como
algo totalmente lcito. Arrearle a un nene o a una nena un par
de guantazos de vez en cuando no es contemplado por la
mayora de la sociedad como algo ni siquiera malo sino adecuado. Nadie denunciara a una madre que abofetea a su hijo
en un parque pero si la madre le practicara una felacin,
mismo contexto, habra multitud de telfonos marcando el
nmero de la polica. Y ya no es cuestin de ponernos a calibrar qu es ms grave, ambas cosas lo son, sino a pensar un
poco en por qu una de estas acciones se ve representada por
la ley pero ignorada por la prctica y la otra es considerada
un crimen que la gente y las leyes condenan por igual.
En realidad, lo que me jode ms no es el hecho de que
haya adultxs que impongan su sexualidad a lxs nixs para
obtener placer a cambio, sabiendo de sobra que ellxs no
podrn comprender exactamente el funcionamiento del
juego. Lo peor de todo es que esto mismo lxs adultxs lo
hacen continuamente con lxs nixs y solo cuando se trata de
sexo el asunto se demoniza y se penaliza. Un ejemplo muy
bsico: boda. Cmo coo va a entender una criatura de cinco
o seis aos por qu carajo le ponen ese vestidito lleno de lazos,
incmodo como su puta madre? O, por qu todo el mundo
dice qu monada y le pellizcan los carrillos? Yo tuve la gran
suerte de asistir solo a un evento de este tipo en mi vida, y era

76.- Miller, A.: Por tu propio bien. Races de la violencia en la educacin del nio,
Tusquets, Barcelona, 1998, pg. 66.

130

demasiado pequea para acordarme. Solo recuerdo que mis

padres me pusieron un vestido cmodo y lleno de unos ecos
que estuve chupando toda la boda. Pero conozco muchas personas traumatizadas por este tipo de abusos.
Por no hablar de las comuniones La gran mayora de lxs
nixs solo lo hacen por el soborno implcito en el rito religioso, por los regalos, por el banquete. A m me resulta terrible
que se imponga una religin a una persona que no tiene edad
para comprenderla, y que adems se haga de una forma tan
vil, engatusndola mediante seducciones materiales. En este
punto me pregunto cul es la diferencia entre ese tipo de
soborno y el que le hace un to a una nia cuando le pide que
le haga una paja a cambio de un caramelito. O para ser ms
clara an: no encuentro la diferencia entre un cura que obliga a un chaval a chuprsela y le chantajea despus para que
no lo cuente y el cura que le dice al mismo chaval que si no
hace la comunin ir de cabeza al inerno.
Con esto quiero decir: si la razn de ms peso para prohibir las relaciones sexuales entre nixs y adultxs es que lxs
nixs no tienen edad de comprender el funcionamiento de lo
que est sucediendo (razn que para m es la nica vlida) y
que adems por ello quedarn traumatizados, me encantara
saber por qu obligarles a hacer otras cosas de adultxs
igualmente perjudiciales para su integridad o imponerles
absurdas creencias o rituales ridculos no est considerado
como algo malo, asqueroso o delictivo. Bueno, en realidad s
lo s, cuando el sexo est por medio todo se vuelve sucio y
oscuro, cualquier cosa que tenga que ver con l se transforma
en retorcida, en algo que es necesario esconder. Pero no logro
adivinar por qu. Despus de haber ledo la maldita Historia
de la sexualidad de Foucault sigo sin tenerlo claro. Cmo algo
tan bsico puede tener tanto poder
Qu es un menor? Esto me lo he preguntado muchas
veces. Cmo es posible que se catalogue a todas las personas
de un pas bajo un mismo baremo temporal? Nadie vive el
131

tiempo a la misma velocidad, el proceso de la madurez es una

cosa tan ntima, tan caracterstica de la personalidad y tan
sometida a las circunstancias vitales de cada unx, que es ridculo que la fecha de una partida de nacimiento pueda ser
determinante a la hora de que alguien pueda o no pueda
hacer ciertas cosas. Es ridculo que un chico de catorce aos
tenga responsabilidad suciente para conducir un ciclomotor
y no pueda echar un polvo con una persona mayor de dieciocho sin meterse (o meter a la persona mayor de edad) en los
legales. En Estados Unidos una persona con diecisis aos
puede tener un arma y conducir coches pero no puede mantener relaciones sexuales de forma legal. Suciente cabeza
para matar, poca para intercambiar uidos
Cuando el Estado es el que establece cundo una persona
puede o no puede hacer esta o tal cosa con su propio cuerpo
jams me atrevera a llamar a semejante forma de organizacin Estado de Derecho.
Con la excusa de la ley de proteccin del menor, ese ser
que consideran tan frgil para algunas cosas y tan duro para
otras (y aqu me reero concretamente a las torturas justicadas por la educacin), se ha llegado al extremo de no poder
mostrar su cara en televisin, y creo que esta sobreproteccin
(en la mayora de los casos completamente innecesaria) pone
en peligro uno de los ms sagrados derechos del ser humano:
la libertad de decisin. Aunque llegadxs a este punto y despus
de leer esta ley de cabo a rabo ya no s si los menores estaran
dentro de la categora de seres humanos, visto que se ven privados de gran parte de sus libertades y que hasta los dieciocho
aos, en el Estado espaol al menos, son en realidad una propiedad de sus padres o de sus tutores; son algo que se tiene
y no alguien con quien se comparte un perodo de la vida.
Lxs nixs y lxs incapaces follan y tienen su sexualidad,
cuando la sociedad asuma eso, quizs a muchxs se les pasen
las ganas de follrselxs o de censurar sus deseos.

132

patologas terroristas:
sm, exhibicionismo, disforia de gnero

Liberan a una rehn. Ella declara en la radio:

Por n he podido depilarme, perfumarme, recuperar mi feminidad. Al menos ese es el fragmento que han decidido seleccionar. Ella no quiere caminar por la ciudad, ver a sus amigos o leer
el peridico. Lo que quiere es depilarse? Es su
derecho inalienable. Pero que no me pidan que
me parezca normal.
virginie despentes, Teora King Kong77

el sadomasoquismo sali del manual de Diagnstico de

Enfermedades Mentales en el ao 1994 (aunque algunas
prcticas englobadas dentro del sm siguen estando dentro).
La homosexualidad sali en 1973. El exhibicionismo sigue
siendo considerado una paralia, fruto de un desorden mental, al igual que el voyeurismo. La disforia de gnero an permanece ah tambin, para vergenza de la humanidad y de la
medicina.
Cuando digo que soy una loca no es una forma de hablar,
realmente estoy enferma y si maana bajara a mi mdico de
cabecera y le pidiera una cita con el psiquiatra porque me
pone cachonda follar en pblico o que me vean desnuda, porque no podra armar que soy mujer a todas horas, porque a
veces cuando me asomo a una ventana me dan ganas de volar
por ella o porque hay das en que me despierto con ganas de
matar a mucha gente, seguramente me dara un volante de
urgencia. Y el psiquiatra dictaminara, manual en mano, que

77.- Despentes, V.: Teora King Kong, Melusina, Barcelona, 2007, pg. 117.

133

soy exhibicionista, disfrica confusa, socipata y suicida, que

necesito tratamiento qumico y que posiblemente, podra
resultar peligrosa para la convivencia en sociedad. Quizs me
encerraran, no lo s, nunca he ido a un psiquiatra ni a un psiclogo y creo que solo lo hara si algn da lo que hago con mi
vida y con mis emociones resultara un obstculo para mis
propsitos o hiriera constantemente a la gente a la que amo.
Hay tantos tipos de locuras y tantas cosas diagnosticables
como patologas que puedo armar sin gnero de dudas que
no conozco en profundidad ni a una sola persona sana. Y digo
en profundidad porque el mundo en el que vivo est lleno de
gente sana, todas esas personas que son elementos productivos en la cadena estn perfectamente de la cabeza, con sus jornadas laborales, sus hipotecas, sus familias numerosas y sus
misas de domingo. Tambin estn muy cuerdos los militares
y los curas, los polticos de centro y los comunicadores sensacionalistas. Y por supuesto los mdicos, esos son los ms
cuerdos de todos. A la gente normal como mucho se le permite estar deprimida (que no loca, porque la depresin es casi
un reejo humano a sus formas de vida). De hecho, a la depresin ya le han puesto hasta un nombre carioso (ay, estoy
con la depre), como quien pone nombre a un cachorro, para
quitarle paja ya que su carcter recurrente, si hubiera de preocupar, tendra que preocupar mucho. Medio mundo est
deprimido, pero no estn locxs, solo deprimidxs. La depresin
no conlleva, como sucede con las paralias terroristas de las
que quiero hablar, una marginalizacin de lxs pacientes.
Es curioso que sea totalmente normal que una patologa
mental como la depresin mate a miles de personas cada ao
en nuestro civilizado universo y an as siga considerndose
algo normal. Mientras, an estoy esperando que alguien se
suicide por exhibicionismo, homosexualidad, sadomasoquismo o disforia de gnero. De hecho, si alguna de estas personas llega a la situacin de quitarse la vida ser precisamente
por culpa de la forma en que son tratadas por la sociedad, la
134

norma y la medicina, por la patologizacin que estas imprimen en sus vidas hasta el punto de convertirlas en tan miserables como para que no merezca la pena vivirlas.
Me resulta muy interesante pensar acerca de por qu
estas conductas pueden ser consideradas como terrorismo. Ir
un poco ms lejos de lo evidente, de que su vinculacin con
la sexualidad o el gnero ya las convierte de por s en enfermedades peligrosas para el establishment. Creo que su valor
transgresor reside principalmente en la facultad que tienen
para poner en duda cosas que se crean inamovibles y dogmticas, como los gneros, la sexualidad reproductiva, la intimidad (por no decir secretismo) del acto sexual y el carcter
casi hereditario del poder.
Hay un inters oculto pero cada vez ms explcito en
patologizar todo aquello que pone en riesgo la estabilidad del
sistema de valores.
Convertir a una persona en loca es una forma de eliminar
la legitimidad de su voz, de silenciarla, de relegarla al mismo
lugar donde se coloca a lxs nixs (y antao a las mujeres): un
sitio donde sus opiniones no necesitan ser escuchadas porque carecen de sentido y de razn.
Porque lxs locxs nunca pueden ser tomadxs en serio, a n
de cuentas son locxs, y su palabra y sus actos son solo fruto
del delirio. La idea de que las acciones de la gente demente
puedan ser tenidas en cuenta es algo que aterroriza profundamente a la sociedad. Ms an el hecho de que sus ideas
puedan tener de alguna manera inuencia en la realidad
colectiva y modicarla. Asumir los cambios que puedan producir y que estos afecten a nivel global a todos los individuos
de la comunidad es realmente traumtico para las personas
que ya haban asumido que lxs enfermxs jams iban a decidir nada que afectara a sus vidas. An hay gente que se est
rasgando las vestiduras porque las maricas del primer
mundo no estn encerradas en crceles o ardiendo en hogueras en lugar de pasear su indecencia por las calles.
135

Ya no hace falta meternos en la crcel, con mantener

nuestras prcticas y nuestras conductas dentro de un manual
que dice que somos enfermxs es suciente, as tambin sus
conciencias quedan ms limpias. Es una estrategia realmente
deleznable.
El sadomasoquismo, como dice Foucault en su texto/entrevista Sexo, poder y polticas de la identidad78, es la erotizacin
del poder, la erotizacin de las relaciones estratgicas. Lo ms
chocante del sadomasoquismo son sus abismales diferencias
con el poder social. El poder se caracteriza porque constituye
una relacin estratgica que reside en las instituciones. La
movilidad, dentro de las relaciones de poder, es sumamente
reducida; ciertos bastiones son de todo punto inexpugnables
porque se han institucionalizado, porque tienen un inujo perceptible en los tribunales, en la legislacin. Las relaciones
estratgicas interindividuales se caracterizan por su extrema
rigidez. El sadomasoquismo es, a este propsito, sumamente
interesante ya que pese a tratarse de una relacin estratgica
se caracteriza por su exibilidad. Hay, claro est, dos papeles,
pero nadie ignora que esos papeles pueden intercambiarse. En
ocasiones, al comienzo del juego uno es el amo y otro es el
esclavo y al nal el que era esclavo pasa a ser el amo. O incluso
cuando los papeles son permanentes, los actores saben perfectamente que se trata de un juego, ya se cumplan las normas, ya
exista un acuerdo, tcito o expreso, por el que se establecen
ciertos lmites. Este juego de estrategias reviste un enorme
inters como fuente de placer fsico. Pero no me atrevera a
decir que se trata de una repeticin, en la esfera de la relacin
ertica, de la estructura de poder. Es una representacin de las

78.- Dentro de Granada, I.: Michel Foucault, Maravilloso. Sexo y poder, Anagal. 2007.
Catlogo completo en http://anagal-maquina.blogspot.com. Texto proveniente
de Foucault, M.: Une interview: sexe, pouvoir et la politique de lidentit, en Dits
et crits, T. IV, Gallimard, Pars, p. 735-752

136

estructuras de poder a travs de un juego de estrategias capaz

de proporcionar un placer sexual o fsico.
Desde mi punto de vista, esa exibilidad en quien ejerce
el poder y quien se somete a l tan representativa del sadomasoquismo es casi un jaque mate a la creencia de que el
poder lo tiene quien lo recibe por mediacin divina o poltica
y que con eso hemos de conformarnos. Tambin es un desafo al dogma de que el castigo nunca puede ser un premio.
Subvierte completamente el antiqusimo aparato de premios
y castigos con que el sistema ha manipulado a la humanidad
desde sus albores.
A aquellos que creyeron que sus herramientas de poder
(la tortura, el castigo fsico, la humillacin y la dominacin)
eran sagradas armas que les haban sido entregadas para su
uso legtimo por la defensa de sus intereses (nunca sexuales),
el sadomaso les dice: no os engais, son juguetitos y cualquiera puede jugar con ellos.
Es terrorista. Por eso fue una patologa durante mucho
tiempo y an hoy sigue siendo una paralia completamente
demonizada. Sin ir ms lejos, algunas feministas dieron por
sentado que una mujer a la que le gusta que le peguen es una
enferma que echa por tierra el esfuerzo que muchas de ellas
hicieron para acabar con la violencia sobre las mujeres. No se
dieron cuenta (y muchas nunca lo harn) que poco tiene que
ver la violencia no consensual con el sadomasoquismo. Para
m siempre ha sido as: hay que respetar la voluntad de las
personas por encima de todas las cosas, aunque esa voluntad
implique la perversin (o revisin) de nuestras ms rmes
creencias.
Y esto que digo, acerca de la voluntad, puede ser bastante
paradjico cuando se tiene en cuenta que es uno de los elementos ms valorados por la sociedad. Curiosamente, el sadomaso tambin pone en duda a la voluntad, ya no solo diciendo cosas divergentes acerca de ella sino llegando incluso a
demostrar la fragilidad de su existencia.
137

Cuando empec a experimentar con el bdsm escrib este

texto que creo que representa muy bien cul es mi visin
sobre la voluntad:
Ahora que tengo que expresarlo por escrito por vez primera,
no s cmo empezar. Una sesin de sm es como una pequea
muerte y un pequeo renacimiento cada vez. Los pseudpodos/tentculos que lanzo hacia mi ama cuando estamos dentro
son como cordones umbilicales, especialmente con el shibari,
es un enlace muy uterino. No es una cuestin de confianza, es
mucho ms que eso. Yo me abandono, deposito mi voluntad en
Ella, y en el momento en que la toma soy ms libre que nunca.
La voluntad es la peor de las tiranas. Entonces mi ama es esclava de dos voluntades, como una jaula de espejos, es demasiado
hermoso como para expresarlo mejor. Y me hace sentir libre
como si no tuviera nada sobre mi alma, ningn peso, ningn
ancla. A veces me siento tan ligera que solo el dolor me salva
de evaporarme en el espacio. El dolor, el sagrado dolor. Es
como un trance. Cuando empieza es profundamente desagradable y ese desagrado activa algo dentro de mi cerebro, no s
qu, y me hace volar muy lejos. Luego, cuando algn estmulo
me hace regresar a mi cuerpo (ms dolor, un dolor diferente,
una caricia), lo encuentro lleno de placer, mi cuerpo es el templo del placer cuando regreso a l. Lo que ms me hace sentir
humillada es todo el placer que obtengo sabiendo que es imposible para Ella alcanzarme, es la vergenza de mi inmenso placer. A cambio le entrego mi ms profunda sumisin, pero siempre me resulta insuficiente, quizs no lo sea, no tengo dudas
acerca de su disfrute, pero no puedo ser Ella para saberlo
mejor, y tampoco quiero saberlo mejor, me gusta sentirme
avergonzada, no es muy usual en m. Yo estoy en mi lado y no
puedo intercambiarlo, mis manos son incapaces de provocar
cualquier clase de dolor, y mi cerebro no puede emitir rdenes,
ni siquiera hacia m misma. La disciplina es algo que, en mi
caso, tiene que venir de fuera, jams podra ser ama. Esto es lo
que pienso sobre el sm, no creo que sea lo nico que pienso,
pero es lo ms importante. El sm es una sublimacin, es un placer y un dolor certeros, un golpe en la conciencia dormida. Y
Ella, saber de su mano al otro lado del cordn, me hace sentir
ms segura que nunca, es el ms puro gesto de amor.
138

Un argumento muy usual para condenar o patologizar el

bdsm es que las personas que lo practican lo hacen porque
tuvieron experiencias desagradables en su infancia relacionadas con la violencia familiar y que una de sus formas de
canalizar ese dolor y esa frustracin es recibiendo o dando
palizas. Pura necedad.
No niego que el dolor sirve para curar muchas mierdas en
general y que haya incluso gente que lo utilice para redimir
culpas (los agelos no los invent el Marqus de Sade ni
Sacher-Masoch, sino la Iglesia), pero es absurdo y contradictorio armar que algo que tiene las propiedades para sanar
sea la consecuencia directa de la enfermedad.
En mi caso, la violencia fsica nunca form parte de mi
vida. Pap y mam jams me pusieron la mano encima, no fui
acosada en la escuela ni golpeada jams por nadie (tampoco
yo me he peleado nunca). Hasta que un da voluntariamente
decid que el dolor era una senda virgen a explorar. No s si
habr un punto de partida ms saludable que desde el que
empec a experimentar con el sm. Para m, desde luego, me
result la mejor forma, cuando no hay demasiada memoria
celular del dolor y buenamente un da se produce de forma
elegida. Nunca lo he considerado como una terapia o una
redencin (aunque estas dos cualidades del dolor me impresionan) sino que simplemente el dolor y el placer, en cuanto a
sensaciones intensas, me corren por un mismo nervio. A
pesar de que he descubierto tambin que no siempre mi cuerpo est dispuesto a padecer, cuando lo est, las fronteras entre
lo doloroso y lo placentero se diluyen magistralmente.
Creo que lo descubr a travs del tatuaje, las bragas empapadas al llegar a casa y el supremo calentn que vibraba al
ritmo de la mquina eran seales evidentes que tard ms de
lo imaginado en interpretar. Me faltaba el agente activo,
porque follarme a mi tatuador no estaba entre mis planes.
Un da esa ejecutora del dolor/placer apareci en mi vida.
An no comprendo muy bien cmo funciona la mecnica del
139

dolor o de la sumisin. A veces el miedo es mas fuerte que el

placer o que la curiosidad. Vencerlo es el objetivo, destruir
todo lmite o frontera. Derrocar a la voluntad para poder
entregarla mejor. Admiro a las personas que parecen haberlo
conseguido.
No hay nada de patolgico en mi masoquismo, si lo
hubiera, ya habra afectado negativamente a mi vida o a la de
la personas que me rodean (premisa bsica para considerar
que algo es un desorden mental). Me la suda que a alguien le
parezca terrorco. Bueno, no me la suda, me pone ms an.
En cuanto a la disforia de gnero, la primera vez que supe
que esa era la forma que la psiquiatra tena de llamar a la
transexualidad o el transgenerismo como desorden mental
pens: qu jodidamente inteligente puede llegar a ser el sistema. No poda ser de otra manera, personas que le pegan una
patada a categoras tan sacras como la de hombre y mujer
han de ser por necesidad enfermxs mentales. Es ms, pondremos un mecanismo clnico, burocrtico y social para que
sus vidas sean una autntica pesadilla y con un poco de suerte se suiciden la mitad.
Que la identidad sexual de alguien sea algo que un seor
con bata blanca tenga que diagnosticar me resulta vomitivo
pero es mucho peor que solo haya dos opciones lcitas para
elegir. Cualquier otra cosa, intermedia, trnsfuga, mltiple, es
un peligro pblico.
Cunta desesperacin he visto en los ojos de las personas
que no saben si soy un hombre o una mujer (cosa que me
sucede desde la temprana pubertad), de pronto se ven en un
vaco que pone a prueba tantas cosas Si no eres un hombre
o una mujer, eres un desafo.
Cuntas veces he entrado en el bao pblico que segn
mis genitales me corresponda y he salido porque todas las
seoras han entrado en crisis ante mi aspecto andrgino.
Fue la primera vez que me rap la cabeza cuando me di
cuenta de que el gnero es un puto parip. Desde el mismo ins140

tante en que cruzaba el umbral de la puerta de mi casa empezaban las interferencias. Una mujer rapada? Una mujer con
cara de macho puberadolescente? Ni de coa, preferimos pensar que es un hombre, un chaval, un muchacho. No importa
que tenga tetas y que estas sean evidentes. Es un muchacho
con tetas, habr comido demasiado pollo con hormonas.
Recuerdo que en el instituto, cuando tena diecisis aos,
hubo un error en las listas que entregaban a los profesores con
los nombres y apellidos del alumnado. Mi nombre guraba
como Antonio Diana Junyent Torres. La gran mayora de lxs
profesorxs se dieron cuenta del error y lo corrigieron desde el
primer da de clase, muchxs ya me conocan del ao anterior y
no tenan duda alguna acerca de mi gnero. Salvo el desgraciado de latn, que no haba tenido la fortuna de conocerme antes
porque aquel era el primer ao que nos tocaba su asignatura.
El primer da, cuando empez a pasar lista me dijo qu curioso tu segundo nombre, Antonio, es la diosa de la caza. La clase
entera empez a descojonarse y yo tambin, por supuesto,
pero el pobre hombre no tena ni repajolera idea de por qu
nos reamos. No fue hasta bien avanzado el curso (y pasaba
lista todas las maanas) cuando por pura piedad le dije:
Diana es mi nombre, Antonio es un error, soy una chica.
Recuerdo su mudez y su cara de espanto, su reaccin de
echarme de clase por lo que l consider una tomadura de
pelo. De hecho, as se lo explic a la jefa de estudios, que yo le
haba estado vacilando durante ms de dos meses hacindome pasar por un chico. Sent ms pena an de la que ya haba
sentido por l cuando a la jefa de estudios le dio un ataque de
risa. Y s, supe desde entonces que los gneros son una tomadura de pelo, una broma macabra que el sistema nos ha gastado para que tengamos an ms miedo de no ajustarnos a
sus directrices. No tener claro (o no dejar claro) si se es hombre o mujer es terrorista de principio a n.
Lo ms importante que te entregan cuando vienes al
mundo es tu gnero, te lo dan como una especie de kit de
141

superviviencia vital del que jams podrs desprenderte porque de l depende tu felicidad, tu fortuna, tus sueos. Pero de
pronto un da te das cuenta de que sin l no solo puedes
sobrevivir perfectamente sino que eres mucho ms libre, que
te puedes desenvolver en sociedad siempre produciendo un
chirrido por donde quiera que pases.
Normal que declaren disfrica a tamaa demostracin de
poder. Hay que arrebatrselo antes de que toda la jodida
armadura, esa que pareca tan rme y resistente, se desmorone como un castillito de naipes. Como dice la gente de la Guerrilla Travolaka, de disforia nada, euforia de gnero, eso es lo
que es.
En cuanto a lo del exhibicionismo, no me detendr
mucho, en el fondo tiene sus races en algo que ya he dicho
varias veces con anterioridad: su condena est basada en eso
tan terrible que llaman derecho a no ver. Es una sea ms
de identidad que han querido adjudicarle al sexo: ha de ser
sucio, abyecto e indecente. Lo es tambin dentro de casa, no
es sacarlo a la calle lo que lo convierte en algo maligno, sino
el hecho mismo de que se produzca. Por qu nos parece
indecente que dos (o ms) personas follen en pblico y no
nos sucede lo mismo cuando vemos a alguien comer, beber,
dormir o respirar? El sexo es una funcin siolgica ms y a
diferencia de defecar (otra cosa que se hace en privado) no
apesta ni es insalubre.
Si a m me pone tan caliente follar en pblico como en
privado es precisamente porque est prohibido y censurado y
estoy segura de que si no lo estuviera lo mismo me dara
montrmelo de puertas para fuera o para dentro, porque
sera exactamente lo mismo: algo que hago porque me lo
pide el cuerpo, porque me da la gana hacerlo.
Los perros follan tan tranquilamente en las ciudades (he
llegado a ver abuelas taparle los ojos a lxs nixs cuando una
situacin de estas se da en un parque), los simios en su selva,
todos los jodidos animales del planeta follan donde les viene
142

bien, y a nosotrxs qu coo nos ha pasado?, no somos animales? Disclpenme entonces seores y seoras, pero yo soy
un animal y humana es solo una subcategora de mi animalidad. As de simple. Y estoy harta de las barreras que me
imponen quienes piensan que somos una especie diferente
precisamente por este tipo de subnormalidades. Para m nos
diferencia mucho ms el hecho de que seamos el nico animal
capaz de autoexterminarse, eso es lo realmente vergonzoso, no
que nos pongamos a follar donde nos coja el deseo de hacerlo.
Me encantara saber por qu el celibato o la monogamia
nunca han sido consideradxs paralias, enfermedades o trastornos mentales cuando es evidente que tambin contravienen las leyes de la naturaleza. A m me parece realmente
enfermo que alguien sea capaz de renunciar al sexo (y los
afectos que lo acompaan) por convicciones religiosas, o de
someter el libre albedro de su deseo a una norma tan moralista y poco prctica como es la monogamia.
Las crceles estn llenas de hombres que asesinaron a sus
mujeres. Y la culpa de eso la tiene que genuinas enfermedades mentales como los celos o la monogamia sean no solo
algo que se vive con cotidianeidad sino como requisito
imprescindible y sello de autenticidad del amor.
Que los curas anden por ah violando nixs es consecuencia directa de sus votos de celibato y de la forma en que
la Iglesia se ha dedicado sistemticamente no solo a putear a
quien est fuera de sus normas sino a quienes deciden entregar sus vidas a ella. Follan con nixs porque todo ser vivo
necesita follar y esa es la nica forma que han encontrado de
hacer lo que su cuerpo les pide y seguir conservando su dignidad de cara al exterior, hacindose pasar por perfectos clibes a base de tener sus relaciones sexuales con personitas
que no podrn manifestar lo que ha sucedido, amparados por
el silencio del miedo. Estoy segura de que muchos ni siquiera
lo consideran saltarse los votos, como lxs nixs no tienen
sexo, como son como los ngeles
143

La monogamia, los celos y el celibato matan gente, que yo

ande despelotada por ah, que me guste que me zurren de vez
en cuando en la cama o que a veces no me apetezca denirme ni como hombre ni como mujer no mata a nadie, ni
siquiera hara dao si no fuera por la cantidad de mierda que
nos meten en la cabeza, si muchas personas no se hubieran
credo eso de su derecho a no ver y se preocuparan ms por
vivir sus vidas y dejarnos a lxs dems vivir las nuestras.

144

nuestro sexo es un arma cargada de mercurio

Cuando ya nada se espera personalmente exaltante

ms se palpita y se sigue ms ac de la conciencia,
ciegamente existiendo, eramente armando
como un pulso que golpea las tinieblas.
[]
Porque vivimos a golpes, porque apenas s nos dejan
decir que somos quien somos,
nuestros cantares no pueden ser sin pecado un adorno,
estamos tocando el fondo.
gabriel celaya, fragmento de
La poesa es un arma cargada de futuro

tengo veneno entre las piernas. Nervio me atraviesa entera,

convulsiona mi pelvis y mis vrtebras y se parte donde yo me
parto y se rompe cuando follo y vuelve a rehacerse con otros
nervios de su calaa. Mi entrepierna es txica. Como un
insecto que ha desarrollado colores que matan para ahuyentar a los depredadores, se alza mi cltoris colorado y feroz;
como un gato o un simio que se alinea en punta al enemigo y
se eriza entero, mi cresta se alza ante el mundo para decir,
miradme, soy una hembra que podra despiezarte, soy un
macho que podra suplicarte una caricia. Soy hermafrodita
mental.
Y en el principio yo era solo carne viva, desprotegida,
expuesta Pero mi piel se ha ido llenando de acontecimientos que le otorgan la capacidad de ser coraza sin dejar de ser
sensible, el poder de ser frontera sin dejar de ser penetrable.
Me la curtieron los cuerpos de mis amantes y su bendito
sudor, la lluvia cida, la epilady y la gillette, los latigazos de
quienes me supieron maltratar con tanto amor, las ropas que
tanto me hieren cuando las llevo por obligacin y no por
abrigarme, las miradas rprobas, de odio, de incomprensin.
145

Mi piel es un milagro de la ciberntica y de la prtesis. Y

mi carne vive dentro de ella para darle contenido, y mis uidos viven dentro tambin aunque a menudo la desbordan.
El enemigo quera que mi piel fuera una celda donde
tenerme siempre bajo la ms estricta de las vigilancias (la de
mis propios ojos), pero yo he puesto ores como vulvas chorreantes entre los barrotes y no ha habido muro sucientemente resistente para contener mis deseos. Soy una celda
escandalosa y molesta, irreformable. Vivo en un cuerpo-roulotte, un cuerpo-cuerpos, un cuerpo-bnker.
Y desde este cuerpo, contenedor de todas mis riquezas y
recursos me alzo, y as os invito a hacerlo, porque tenemos
que ser conscientes del poder que albergan nuestras sexualidades bastardas, reconocerlo para poder darle una utilidad
ms all del orgasmo, de lo performativo, de lo tallerstico, lo
artstico, lo potico e incluso lo poltico. Imprimamos en l lo
blico. Nuestras corridas son armas, son chorros de cido
corrosivo, nuestros oricios lbricos y dilatados son barricadas o trampas de arenas movedizas, nuestros penes de carne
o de plstico son misiles, nuestros dedos son balas, nuestras
lenguas metralletas, nuestras tetas son granadas de mano,
toda la extensin de nuestra piel es un sembrado de minas.
Vamos armadxs hasta los dientes y el enemigo est ah fuera
jodindonos desde todos los ancos mientras yo me pregunto: a qu carajo estamos esperando? Empecemos por aduearnos de nuestros cuerpos, recuperarlos de sus crceles de
convenciones sociales, represiones religiosas y limitaciones
ideolgicas, por salvarlos de las torturas estticas que no nos
pongan y de la languidez de lo normativo.
Tienen el poder suciente para encerrarnos en prisiones
de hormign, y tambin para encerrarnos en nuestros propios cuerpos. La diferencia es que de lo segundo podemos
escapar mediante nuestra voluntad; puede que sea una cuestin menos tcnica y ms psicolgica, puede que cueste
mucho y que no sea agradable (aunque yo considero que
146

puede llegar a ser uno de los mayores placeres, sobre todo llegado el momento de la liberacin), pero tenemos que hacerlo
porque es nuestro poder, el nico que nos ha dejado la precariedad, la exclusin, el estigma de la anormalidad.
Tenemos el poder de convertirnos en un mal sueo para
quienes detestan nuestra existencia, de vengar a todas las
mujeres que nunca tuvieron un orgasmo, a las que ardieron
en hogueras por tenerlos por todo lo alto, a todos los hombres que murieron sin descubrir sus prstatas, a nuestros
padres y madres, a nuestrxs abuelxs, a todxs lxs que follaron
sin poder disfrutarlo plenamente y que sacricaron sus
sexualidades en pro de las convenciones de la reproduccin
para que ahora podamos estar aqu.
Hablando de nuestro sexo es inevitable hablar tambin
de nuestro amor, no menos bastardo, no menos incendiario.
Estoy muy lejos de la mojigata consideracin de que sexo y
amor no pueden ir separados, nada que ver. Aunque reconozco que solo me follo lo que deseo, y lo que deseo suelo desearlo porque de alguna forma lo amo o lo odio. La gran mayora
de mis actos estn regidos por mi forma especca de entender o sentir amor, por las caractersticas especiales de las
cosas que amo y que por ello persigo (y con esto tambin me
reero a la otra cara del amor, al odio y las cosas que odio que
por supuesto forman parte tambin de ese motor).
Decir que nuestro sexo es un arma en realidad transciende en grado sumo lo que podramos entender por sexo. La
cuestin es que es en nuestro sexo donde la transgresin se
hace ms evidente y certera, porque es mucho ms escandalosa, porque hiere ms, porque mina en terreno delicado.
Finalmente el amor solo es un tab contemporneo, el sexo
lo ha sido casi desde el principio. Pero la radicalidad (la raz)
de estas sexualidades nuestras tan combativas no est (al
menos en mi caso y en los de las personas que he podido
observar de cerca) en la pulsin del deseo aunque esta sea tan
sumamente til como cultivo, sino en la voluntad de que lo
147

que amamos sea una realidad fehaciente, le joda a quien le

joda, y de que lo que odiamos se vea de alguna forma modicado positivamente por nuestros actos.
Estoy harta, como muchxs, de las deniciones y de las
reinvenciones del amor. Por eso lo que realmente tengo ganas
de decir es lo que el amor en absoluto no es. De todos los conceptos que la poltica, la religin y la sociedad han manipulado, en el de amor se cometieron, como en el de sexo, grandes
fechoras y crueldades. Porque hay conceptos que nacieron ya
con el signo corrupto, que estuvieron desde su principio en
clara predisposicin para todo tipo de engaos. O que incluso
fueron creados especcamente para que su decurso acabara
siendo corrompido. As, el destino de cosas como el dinero, la
poltica, la economa, la norma, o incluso la verdad, fue casi
desde un principio carne de manipulacin. Todo ello demasiado exclusivamente humano como para no verse avocado a
la instrumentalizacin. Pero el amor el amor no es algo que
jams haya necesitado ser inventado, estuvo ah desde el
principio, pasando semi-desapercibido pero siendo siempre
esencial en la gran mayora de los acontecimientos. Como
esas cosas que son tan importantes que no se les da importancia extra, que no requieren de manifestaciones que las
validen (aunque el amor tenga tantas).
Yo desconozco cmo llegu a saber lo que es el amor,
pero lo s, lo llevo dentro escrito sin torpezas articiales
como el lenguaje. A veces cuando me propongo plasmarlo de
alguna forma siempre me acabo desesperando por la imposibilidad material de decirlo ms claro, y luego me doy cuenta
de lo gilipollas que soy cuando veo que en verdad est
impregnado en cada uno de mis actos. Sigilosamente imbuido en casi todo lo que hago.
Nuestra forma de amar o de odiar es la dinamita, el sexo
puede ser una excelente forma de prender la mecha, combustible perfecto para proyectar todo lo que le acompaa. El sexo
no es solo sexo. Se convierte en una supercie que recubre y
148

puede proteger nuestros puntos dbiles. Sexo-arma y tambin sexo-escudo. Y con esto no quiero decir que el sexo sea
supercial en este aspecto, no es un ejrcito a las rdenes
de algo superior, porque en realidad lo imagino como algo
que hunde profundas races en el amor y el deseo y que dentro de sus mltiples manifestaciones es precisamente esta
una de las ms poderosas porque puede prescindir de la palabra para realizarse.
Me cago en los predicadores del amor y sus frases tan
bien construidas para embaucar a los necios, me cago en el
amor al prjimo y en la benecencia, en el amor al vecino y
en el primer mandamiento. Amars a Dios por encima de
todas las cosas. Grandsimos hijos de puta. Listos tambin:
lo primero que has de hacer a una persona para convertirla
en sierva es arrebatarle su amor propio y entregarle como
sustitucin de ello una puta mierda que ni se ve ni se toca ni
se siente pero de la cual hay un rgano gestor al que hay que
hacer caso (y rendir cuentas). Una persona sin amor propio
es una marioneta. Si alguien no es capaz de amarse antes que
nada a s mismx, tampoco ser capaz de entregar amor a otra
persona o ponerlo en las cosas que hace, y si lo hace ser
siempre un sucedneo, algo que es reejo de ese amor a Dios
que en realidad es como el amor a un espejo sin azogue, el
amor absoluto de la nada.
Una de las peores cosas que ha hecho el catolicismo a la
humanidad reside en sus lecciones de amor y cuando lo
pienso bien no s por dnde empezar a vengarme. De todos
los crmenes que la Iglesia ha cometido, el uso del amor instintivo de las personas para su propio benecio mercantil y
poltico es el que ms me repugna. Para ponerlo claro con un
ejemplo bien simple: un buen samaritano79 entrega limos-

79.- En el diccionario de la rae, la cuarta acepcin nos dice Dicho de una persona:
que ayuda a otra desinteresadamente.

149

na a un mendigo. Mucha gente dira que se trata de un gesto

de amor, pero en realidad lo que est haciendo es pagar a plazos su billete al cielo. As de terrible, as de crudo. En la maravillosa costumbre de garantizarse el cielo a travs de la caridad las personas que no tienen nada no son personas a las
que se tiene que ayudar porque sera injusto no hacerlo: son
utensilios, sistemas para limpiar culpas y pecados y, sobre
todo, para ganarse una buena plaza en la vida eterna que les
dicen que vendr despus de este valle de lgrimas. El buen
padre de familia que se mete en las bragas de su nena cada
noche se siente purgado cuando apadrina un nio, redimido a
travs de una ong. El empresario que secuestra las vidas de
sus trabajadorxs sin papeles en interminables turnos de fbrica pagando un sueldo de miseria, se gana el cielo subvencionando una campaa que lleva alimentos a frica. La seora
de bien que invierte todas sus excedencias heredadas en
negocios tan rentables como la fabricacin de armas cada vez
ms precisas, enarbola luego una bandera gigante en la que se
lee S a la vida en la mani contra el aborto. Con este sistema
de manipulacin del amor han conseguido que millones de
seres vivos capaces de amar por naturaleza no puedan hacerlo sin la mediacin de un aliciente que es del todo innecesario. Ruindad en estado mximo, no?
Y ya fuera del rollo religioso, si nos paramos a pensar en
qu modo una sociedad en teora laica (siempre en teora)
interpreta y distribuye el amor, la cosa no es menos pattica.
El amor por antonomasia es hetero, mongamo y al servicio
de la reproduccin. Una excusa perfecta para que el mercado
uya y para mitigar el miedo a la soledad.
El plan perfecto (e indispensable) para obtener la aceptacin colectiva: te enamoras (aqu empieza todo); te comprometes; te buscas un trabajo estable que paradjicamente solo
te permitir disfrutar de la persona amada en nes de semana y vacaciones de verano, pero te permitir mantener la relacin de cara a su familia; te casas; te compras una casa que
150

terminarn de pagar tus tataranietos, la amueblas en el Ikea

intentando que todo quede lo ms parecido al catlogo (con
cachorritos arios incluidos); follas ms bien poco y un da ella
se queda preada, queriendo o sin querer; nace el nene o la
nena, crece, se enamora y as una espiral interminable, un
juego de palabras, una tentativa de eternidad. Parece demasiado simplista visto as, pero as es como se ven las cosas
cuando una saca la cabeza de esta burbuja de ensueo que
parece ser la manada y se encuentra con un montn de
matrimonios currantes que pagan su hipoteca y llevan a lxs
nixs al cole y se compran las cosas a plazos y en ello parece
consistir toda su felicidad (o su valle de lgrimas). Y todo ello
fundamentado en el amor. Para eso est el matrimonio, para
certicar el amor, para legitimarlo, para encorsetarlo en normas que lo hagan digerible y dirigible, para quitarse su esencia y permanecer en la comodidad de la carcasa, que ya tiene
limadas todas las asperezas de algn posible inconveniente.
Al amor le han sustrado el dolor que produce amar y quizs de forma no intencionada se han cargado tambin el placer. Amar duele y place a partes iguales, pero eso, que es su
ncleo, es incmodo para el sistema y contraproducente.
Y entonces el amor es San Valentn, los aniversarios de
boda y el polvo del n de semana. El amor es un contrato que
se rma ante un juez o una autoridad religiosa; algo que se
compra y se vende y que sale muy caro, ms an teniendo en
cuenta que este sistema no da cabida al odio en ninguna de
sus normas porque es polticamente incorrecto y poco civilizado. As sucede que la gente se vuelve loca y comete estupideces como endeudar sus vidas o matarse entre s para sostener ese formato de amor.
Por supuesto, su amor es un amor que nos excluye y
nos demoniza. Y casi est mejor que as sea, porque nos
podemos liberar de sus ataduras sin perder nada, total, ya
somos una panda de locxs Me jode que el amor sea una
cosa tan institucionalizada. Al menos podran haberlo insti151

tucionalizado con un poco menos de hipocresa y un poco

ms de sinceridad.
Por esto digo que tenemos veneno entre las piernas. Se
nos escurre porque estamos llenxs de amor y de odio autnticos. Si el enemigo algn da llegara a captar una pizca de todo
esto, sera demasiado bonito como para no ser venenoso.
Nuestras armas vienen integradas dentro de nuestros
cuerpos, no necesitamos una industria que nos avale y nuestro sexo, nuestro deseo y nuestro amor-odio estn ah para
ayudarnos a conseguir cambiar las cosas. Hay que darse
cuenta del poder que pueden aportarnos nuestras entrepiernas y nuestros corazones liberados, quizs entonces podremos pasar a la accin. Podremos tomar partido hasta mancharnos.

152

la puta monstruosa: prostituciones divergentes

y una reexin sobre la profesin

Vino entonces uno de los siete ngeles que tenan las

siete copas, y habl conmigo dicindome: Ven ac, y te
mostrar la sentencia contra la gran ramera, la que est
sentada sobre muchas aguas; con la cual han fornicado
los reyes de la tierra, y los moradores de la tierra se han
embriagado con el vino de su fornicacin. Y me llev en
el Espritu al desierto; y vi a una mujer sentada sobre una
bestia escarlata llena de nombres de blasfemia, que tena
siete cabezas y diez cuernos. Y la mujer estaba vestida de
prpura y escarlata, y adornada de oro, de piedras preciosas y de perlas, y tena en la mano un cliz de oro lleno
de abominaciones y de la inmundicia de su fornicacin.
san juan, Apocalipsis
Id just like to say Im sailing with the rock, and Ill be
back like Independence Day, with Jesus June 6. Like the
movie, big mother ship and all, Ill be back, Ill be back.
ltimas palabras de aileen wournos

en el primer captulo hablaba sobre mi primera transgresin

intencionada y deca que se trataba bsicamente de que mis
experiencias sexuales con hombres tenan mucho de prostitucin. Pero luego he pensado que socialmente es totalmente
normal que una mujer acepte regalos de su amante como
parte del juego de la seduccin (o la caza, segn se mire) y
que muy posiblemente si este no los hace ella no se abrir de
piernas con tanta facilidad. Aunque yo lo pona muy en evidencia relacionndome conscientemente de una forma interesada con quienes tenan algo extra que ofrecerme adems
del polvo.
Todas somos un poco putas, empezando por las buenas
esposas, porque el matrimonio es otra forma de prostitucin,
como dice Bea Espejo o como deca Emma Goldman hace
153

ms de cien aos. Seguramente los hombres con los que foll

no hubieran sido objeto de mi deseo sin esos aditivos que
ellos ponan a la relacin bsicamente compuestos por cosas
materiales. Quiero decir, la mayora de ellos no eran gente a la
que yo me hubiera follado solo por placer, prueba clara de
esto es que llevo ms de doce aos sin cepillarme a un hombre de una forma digamos que convencional, y el nico hetero que me he cepillado en estos aos ha sido a cambio de
algo. Se me estrope el ordenador y puse un anuncio en internet diciendo que cambiaba tortillas de patata por un ordenador en condiciones. Vino a casa un informtico que me dijo
que mi ordenador estaba muerto y que l me daba otro, pero
que las tortillas no eran suciente y que quera un masaje.
Entonces yo le dije que nada de masajes, que eso es muy cansino, que si quera follar que yo encantada. Me trajo un ordenador estupendo que, eso s, tard en escacharrarse un ao.
Seguramente ellos tampoco hubieran accedido a follar
conmigo si ese contrato o intercambio se hubiera hecho
demasiado explcito. Me ro de muchos machirulos que dicen
que ellos nunca pagaran por follar, que piensan que el hecho
de no poder conseguir sexo si no es a cambio de dinero les
hace menos machos, que daara su autoestima de grandes
galanes. De lo que no se dan cuenta es que posiblemente sin
los elementos externos de los que se aprovisionan como urracas (elementos que evidencian su status econmico ms o
menos alto), sin esos regalitos en los momentos precisos, el
te invito a una copa casi inicial, o el yo lo pago todo de la
primera cena, no habran mojado el churro con tanta asiduidad. As es la seduccin, todos los animales lo hacen. El
macho siempre ha tenido que sobreincentivar el coito con la
hembra porque para ella, a pesar del incentivo natural del
placer fsico (cuando lo hay, claro), las consecuencias de ese
polvo son mucho ms catastrcas. Una cuestin de supervivencia. Me jode que denigren a los hombres que follan con
prostitutas, ellos son iguales, lo nico que los separa es la
154

explicitud de sus contratos y la capacidad de la que carecen

los donjuanes de ir directos a por lo que quieren.
Pero con pacto o sin l, yo siempre he sido muy puta. Por
ello cuando hace ms o menos cinco aos, quizs inspirada
por la precariedad, se me ocurri que podra empezar a follar
por dinero, no me result en absoluto una idea incmoda o
de la que sentirme avergonzada, sino una empresa para la
que no solo me senta capaz sino sobradamente preparada.
Me dio mucha pereza meterme de nuevo en el mundo de los
hombres heterosexuales (follar con ellos casi siempre me
daba pereza) as que pens en ellas, en las mujeres.
Un da se me ocurri, por pura lgica, el nombre de
Mujeres Horizontales como inicio de un proyecto que pretenda ofrecer servicios de prostitucin y compaa de mujeres para mujeres.
Por aquel entonces estaba en la ruina total, como siempre, y empec a pensar que alguna virtud tendra que tener
yo que valiera su precio. Lo primero que me vino a la cabeza
fue la escritura, la poesa. Pero fui realista y de inmediato
supe que aquello jams iba a darme un duro, y menos an el
tipo de dinero que yo deseaba: pasta fcil y rpida. Luego una
tarde, despus de un polvazo con alguien que ya no recuerdo,
me pregunt cmo coo me las iba a apaar para follar cuando estuviera vieja y arrugada. En un instante el mundo se me
cay encima: con lo que me gusta follar, tener que dejar de
hacerlo sera casi peor que estar muerta, me suicidara, acabara enferma de tanta paja, sera mi n. Y ah, en esa conjuncin de necesitar pasta y aquella breve crisis sexo-existencial apareci la idea: quiero ser puta de mujeres.
Me dije Diana, eres buena follando con tas. Con los tos
has perdido prctica pero has follado con ms de cuarenta
mujeres en estos siete aos. Adems tienes la fabulosa virtud
de que te gustan todas, eres la puta perfecta. Y es cierto, con
los bio-hombres soy un poco ms exquisita pero las bio-mujeres me resultan todas follables sin excepcin. No quiere decir
155

esto que todas las mujeres me alteren la sangre, pero s es cierto que en todas soy capaz de encontrar algo bello y, por consiguiente, cachondo. Manos, cuello, pechos, cualquier parte de
un cuerpo que a primera vista pudiera no excitarme, observado detenidamente contiene elementos que me excitan. Y los
coos mmm, adoro los coos, tras tantos aos comindolos,
penetrndolos, agarrndolos, me sent (y hoy me siento an
ms) como si me hubiera sacado un mster en coologa.
Y en el momento en que el proyecto vino a mi mente vi
que tena algo importante que entregar, algo que poda pagarse del mismo modo que se paga un trabajo bien hecho en
cualquier profesin; una excelente folladora ofreciendo sus
servicios, as lo cre. Siempre me han dicho que soy una
buena comechochos, tengo un coo y unas tetas con las que
se puede hacer cualquier cosa imaginable, tengo un buen
culo, me s mover, gimo cada vez ms como una autntica
zorra (el visionado masivo de porno ha inuido en esto) y
tengo unas manos a las que no se les resiste orgasmo.
Qu bonito se mont todo en mi cabeza, me vi en unos
meses completamente fuera de mi miserable vida, forrada de
pasta, en una casa con jacuzzi, viajando de aqu para all en
una Harley-Davidson, comiendo cada da como una reina, a
lo Bella Otero, vaya. Porque a la fantasa de ser la mejor puta
para lesbianas del planeta se adjuntaron ciertas conclusiones
a las que haba llegado observando el panorama mercantil.
Descubr que no haba putas para tas, que las que haba
eran en realidad heteros que posiblemente no se haban metido jams un cltoris entre lengua y labio, y que estaba a
punto de introducirme en un mercado completamente virgen
en Espaa. Busqu y busqu durante semanas, porque mi
idea en un principio era entrar a trabajar en algn negocio ya
montado, no tener que hacerlo yo todo desde el principio;
quera formar parte de algn puticlub o empresa que ofreciera servicios sexuales de mujeres para mujeres. Pero tales
cosas no existan. Encontr un scort en Londres, les escrib un
156

par de mails y les mand fotos pero me dijeron que en Espaa no movan nada, que tena que ir para all si quera trabajar con ellas, y ciertamente no estaba es mis planes tomar
tamaa decisin en mi vida sin un pavo en los bolsillos y la
carrera a medias.
Entonces me puse manos a la obra, con la ilusin de
quien descubre una mina de oro en un lugar por donde
nunca antes haba pasado nadie. El nombre de Mujeres
Horizontales vino a m en un momento de iluminacin etlica pensando que a veces las mayores simplezas son las
mejores armas de marketing. Luego ms tarde descubr que
as es como se llamaba a las putas en pocas donde la gente
era demasiado elegante como para llamar a las cosas sucias
por su nombre. Elabor un bonito anuncio que rezaba lo
siguiente:
Hola, somos un grupo de mujeres lesbianas jvenes que ofrecemos servicios sexuales y de compaa a mujeres.
Si ests sola y quieres pasar un rato agradable, si tienes ganas
de sexo sin compromisos ni problemas, si ests casada y quieres experimentar nuevas sensaciones sin l, ponte en contacto
con nosotras, no te arrepentirs.
Somos atractivas, con un buen nivel intelectual y ante todo,
somos buenas amantes, con experiencia y buena intuicin a la
hora de dar placer a otra mujer, atrvete a comprobarlo.
Para informacin sobre los servicios y las tarifas por favor
escribe un e-mail a [email protected] y te contestaremos lo antes posible.
Rogamos se abstengan hombres o parejas heterosexuales, nuestra actividad est enfocada solo a mujeres.
Un saludo y gracias,
Lubna.

Discreto y sencillo. Con alguna mentira, pues por aquel

entonces yo estaba abordando el proyecto en absoluta soledad. No s por qu decid que lo de que furamos un grupo
de mujeres lesbianas jvenes sonara ms atractivo que
157

decir soy una mujer lesbiana joven, supongo que pens

que as aparentara mayor profesionalidad.
Abr una cuenta de correo, me hice algunas fotos guarras,
y esparc mi simiente por todos los foros de bolleras que
encontr. Me dediqu durante tres aos a poner el anuncio
casi a diario y tambin las Post Op, cuando pasaron a formar
parte del proyecto, se curraron unas tarjetas muy monas con
la intencin de repartirlas en los locales bollo de Barcelona.
Pareca una idea brillante, cubra un mercado desierto, no
haba competencia. Desafortunadamente me equivoqu al
albergar tantas esperanzas. El fallo seguramente fue pensar
que el mercado femenino sera un ln del mismo modo que
lo es el masculino. Me jode decir esto que suena tan poco
queer, pero hay grandes diferencias (ms que nada educacionales) entre hombres y mujeres. Esta experiencia en el mercado del sexo me lo demostr como nada antes. Mi cuenta de
mail se convirti en un consultorio sentimental al que yo
segua el rollo, pues estaba tan convencida de la viabilidad
del negocio que vea una clienta potencial detrs de cada desgraciada que me escriba para contarme las penas de su
matrimonio o de cada lesbiana aburrida con ganas de tener a
alguien con quien hablar de sexo de forma no encubierta. En
tres aos tuve la triste cifra de cinco clientas. Solo una de
ellas fue estupenda: no me hizo perder mi tiempo, fuimos al
grano, follamos, solt la pasta y encima repiti!
Al principio pens que seran los precios as que los baj.
Pero no era eso, qu va. Es odioso decirlo as, pero la mayora
de las mujeres-clientas-potenciales necesitaban o buscaban
algo muy distinto de una puta, queran una historia de amor,
una psicloga, una compaera (cmo odio esta palabra en
estos contextos oos).
Luego tambin me dio por pensar que quizs mi esttica
era muy restringida (por aquel entonces iba rapada y mis
maneras, como nunca lo fueron, no eran las de una femme).
La gran mayora de pseudoclientas pedan una chica feme158

nina y guapa y yo no soy en apariencia ni una cosa ni la

otra, as que ped colaboracin a una super hembra, la Itzi, a
una punkyhembraza, la Majo, y a una marimacho con estilo,
la Elena. Pero no tena nada que ver con cuestiones de pluma,
hormonas o pelos. No tuve en cuenta algo muy bsico a la
hora de emprender todo esto: las bollos solo follan por amor.
Para colmo, mis mensajes de los foros eran replicados con
una cantidad desproporcionada de comentarios en su gran
mayora de lo ms desesperanzador. Las feministoides se me
echaron encima enarbolando la bandera de salvadoras de
todo el gnero femenino, me decan que yo era el colmo del
colmo, una mujer que adems de autoexplotarse (esto fue
muy fuerte, autoexplotacin?, suena a atentado terrorista) y
degradar su condicin a la de puta, encima lo hace para mujeres, como tratando de propagar las feas y repulsivas costumbres masculinas a las siempre vctimas e inocentes fminas.
Me trataban como a una apestada sin principios, una idiota
sin rumbo, como alguien a quien ya no podan salvar de
nada. Para ellas prostitucin era sinnimo indisoluble de
esclavitud, explotacin y degradacin y as me crucicaron,
una Mara Magdalena sinvergenza que trasgreda los lmites
de sus estpidas barricadas anti-hombres para echarse en
brazos de cualquiera que pudiera pagarla algo intolerable,
una pena de chica.
Por supuesto desist de mi intento hace unos aos, pero
an hoy, cuando veo que no me contestan ni a la solicitud de
empleo como patinadora del Carrefour, sigo creyendo que
quizs s es buen negocio y que yo, que de puta tengo mucho
y de comercianta ms bien nada, no lo supe sacar adelante.
Aunque esto creo que nunca lo sabr.
No obstante, me sirvi la experiencia sobre todo a nivel
personal, para darme cuenta de que poco o nada tena yo que
ver con el ambiente bolleril espaol (ms tarde me he dado
cuenta de que es a nivel planetario) porque ni siquiera en el
aspecto sexual, el que yo crea ms oportuno para encontrar
159

puntos comunes, podramos coincidir jams. Para m el sexo

siempre ha sido eso, sexo; nunca he necesitado acompaarlo
de otras cosas para hacerlo ms limpio, ms aceptable, ms
bonito. Me gusta que pueda ser sucio, marginal, impo. Pas
aos saliendo por el ambiente, tanto de Madrid como de Barcelona, porque esa era la forma ms sencilla de echar un
polvo con una ta (nunca gust de la pesadez de ir por la vida
buscando seducir heteras en su propio terreno) y porque al
principio pensaba que nuestro gusto comn por las almejas
ira acompaado por otras muchas cosas a compartir. Yo era
joven e incauta y mantuve la fe en esto durante ms tiempo
del que debiera porque nalmente, de vez en cuando, se produca el milagro y encontraba a alguna otra desubicada con la
que compartir perversiones y con la que los vnculos fueran
mucho ms all del folleteo. Pero cuando mi crculo amistosoafectivo se vio abastecido por otras vas mucho ms nutricias
(gracias postporno y movida queer barcelonesa por rescatarme, con vosotrxs vi la luz) no volv a pisar el ambiente salvo
en contadas ocasiones. Se acabaron por n las estas de
bollos que tanto detestaba, donde la msica siempre era una
puta mierda, el impuesto rosa se haca notar hasta para dejar
el abrigo en el ropero y las tas parecan todas salidas de una
serie gringa.
Ese soy lesbiana que en su da yo pronunci con orgullo, por gusto, por necesidad y por sentirme parte integrante
de algo, se desmoron en el mismo instante en que, gracias al
conocimiento de las teoras de Beatriz Preciado y mis nuevas
amistades, supe que lo mo no iba a saber encajar nunca en
categoras que no solo eran asxiantes sino que adems formaban parte de uno de los ms efectivos planes del enemigo.
Hetero, homo, lesbo, bi qu agobio, qu ligera se siente una
cuando se saca toda esa mierda de encima.
Y volviendo al tema de la prostitucin, quiero tratar de
mostrar una cosa que siempre me ha llamado mucho la atencin y que no estoy segura de haber compartido con otras
160

personas para saber si soy yo la nica que lo piensa (cosa

muy improbable).
Hay un prototipo de puta occidental contempornea, una
imagen muy bien denida estticamente y muy bien connotada a nivel social. Ese prototipo viste escasa y llamativa ropa,
lencera provocativa, tacones altos, bolso pequeo, pelo largo
y suelto y abundante maquillaje; nivel socioeconmico y cultural ms bien bajo; fsicamente atractiva (a veces fsicamente destruida).
Cuando el imaginario heteronormativo colectivo representa a la puta, nunca es esta una mujer elegante (aunque es
curioso que la Preysler se haya convertido en dicho imaginario en el smmum de la elegancia; el garrulismo est lleno de
paradojas), culta, con buen manejo de la palabra, con ideas;
nunca imaginan a una trabajadora con derechos, ni a una
seora, ni a alguien con familia. Podemos verlo representado
en todas partes: en el cine, en el cmic, en los chistes, en la
cultura popular, en las novelas, etc. Y ese prototipo, del
mismo modo que tiene sus inmensas desventajas, tiene la virtud de estar predispuesto a ganar dinero, porque para eso trabajan las putas, como todo el mundo, para ganar dinero.
La puta prototpica tiene la posibilidad de entrar en el
mercado, que es precisamente desde donde se han originado
esas caractersticas. Toda esta ida de olla surgi en mi cabeza
cuando estaba estudiando la teora de los prototipos de Eleanor Rosch80 que dice que el prototipo es el miembro de cada
categora cognitiva (categoras que usamos para poner orden
en el gallinero, simplicando) que mejor se reconoce, el ms
representativo. Alrededor de l estn los miembros perifricos, que se parecen al prototipo pero que se diferencian de l
para parecerse a miembros de otras categoras.

80.- Rosch, E.: Human Categorization, en N. Warren, N. (ed.): Studies in CrossCultural Psychology, Academic Press, London, 1977, pgs. 1-72.

161

Los perifricos son malos ejemplos de la categora, la

hacen parecer difusa, desestructurada y difcil de analizar. Evidentemente esta teora est enfocada a miembros categoriales
inertes (palabras y dems abstracciones) no a seres vivos con
capacidad de accin. Pero si la extrapolamos a la especie
humana sera lgico pensar que los prototipos de esta trataran
por todos los medios de eliminar o prototipizar a los miembros perifricos, que no solo traen dolores de cabeza sino que
adems desprestigian al resto de la categora En su momento y dada la frustracin por vivir en la miseria a pesar de
haber intentado salir de ella por lo que yo crea una va
fcil, al extrapolar esta teora a mi fracaso como puta me di
cuenta de que yo era periferia total y que ya no los elementos
prototpicos, sino su clientela, no me quera dentro de tal categora. Por muchos motivos: no soy prototpicamente guapa,
mi esttica est especialmente diseada para ahuyentar
mamonazos y atraer seres anes, s cules son mis derechos y
si me son negados lucho por ellos, he ido a la universidad, etc.
Solo una vez un cliente me entr en la calle preguntndome el precio y fue por pura confusin. Chueca, invierno, yo
iba ataviada con mi plumas rollo mueco de Micheln, estaba
esperando a un amigo que sala de trabajar del Black&White,
a la entrada del garito, un hombre mayor me dijo: cunto?. Y yo no supe qu decir, me dio la risa y le dije que yo no
tena lo que buscaba. Mi cabeza rapada y mi cara de niato le
haban hecho creer que yo era un chapero Quizs me acerco mucho ms al prototipo de chapero que al de puta.
Cuando alguien como yo se propone algo que tras mltiples intentos no conduce al xito, le da vueltas y ms vueltas
hasta que consigue hallar los motivos del fracaso. Pues bien,
aparte de que nunca me he manejado con soltura con las
cuestiones pecuniarias, la otra evidencia a la que he llegado
sin demasiado esfuerzo es que no solo no me acerco al prototipo de puta sino que adems no soy ni una puta prototpicamente perifrica. Soy un monstruo. Asusto a lxs clientxs. Y
162

as, como monstruo, qued durante un tiempo pensando que

algn da volvera a intentarlo.
Ese da lleg cuando pens que por qu no poner en venta
precisamente eso de m. Lo que para un 90% de la poblacin
sera una puta monstruosa, para otro 10% sera una puta
queer, algo que se ajusta ms a sus gustos, una joya, algo difcil de encontrar, una morbosa pieza follable de Horror Circus,
una perra de verdad. Los prototipos estn para ser contaminados, difuminados por las hordas de elementos indenidos.
El mundo con tanta categora es una jaula soporfera en la
que me propuse no vivir. Y as, como una forma de prostitucin no prototpica, divergente e insurgente, naci Perrxs
Horizontales81. No tiene nada que ver con Mujeres Horizontales porque est construido sobre la experiencia que da el fracaso. Mis motivaciones para empezarlo no fueron ni mucho
menos salir de la miseria a la que ya me he acostumbrado,
sino ofrecer la posibilidad de algo diferente a quien quiera
tomarlo. Para ello, por supuesto, me olvid por completo del
de mujeres para mujeres que ya no tena ningn sentido y
propuse la idea en el crculo de perrxs de mi entorno.
Es un proyecto, por llamarlo de alguna manera, de prostitucin queer. Por supuesto, la multiplicidad de gneros de
las personas que participan hace el asunto mucho ms divertido. Tambin se han visto ampliados los servicios que ofrecemos: desde un safari guiado por los parques de cruising de la
Barcelona nocturna, hasta servicios especiales para sordomudxs y personas con alguna discapacidad, exhibicionismo,
prcticas bdsm atpicas, experimentacin con juguetes sexuales, etc. Nuestros cuerpos le haran crujir los engranajes a cualquier prototipo de prostitucin. Dicho de una forma muy sencilla: si a nosotrxs nos pone cachondxs nuestra forma de ser y
de hacer las cosas, a otras personas tambin, y ese placer que

81.- Ver nota 69.

163

tenemos que ofrecer y que no podr ser fcilmente encontrado en el mercado sexual, se vende o se intercambia.
Hay muchas personas que con su ignorancia piensan que
nosotrxs, lxs de cuerpos no normativos y de bellezas que no
salen en las revistas de moda, somos una panda de amargadxs
que, como producto del cabreo por no poder encajar en su perfecta estructura, hacemos estas cosas porque no podemos
hacer nada ms. En su ceguera no se dan cuenta de que sus
matrimonios, sus familias, su polvo del sbado, sus rezos del
domingo, sus hipotecas, sus trabajos de jornada completa, su
felicidad tan sometida a las leyes del rebao, nos dan asco del
mismo modo que lo nuestro les da asco a ellxs. No se dan cuenta tampoco de que si no estamos de su lado es por voluntad
poltica y moral, porque no hemos querido renunciar a nuestra
libertad ni someternos a sus normas y no porque nos hayan
aplicado su derecho de admisin. Cualquiera de las personas
que participa en Perrxs Horizontales podra muy bien transformarse para ajustarse a ese prototipo de prostitutx que la
sociedad categoriza (maquillaje, ciruga, pelucas nalmente
disfrazarse de puta, o de chapero, no es tan complicado), pero
no nos da la gana. Ofrecemos una prostitucin disidente, y ya
no nos importa si es efectiva o no, no estamos aqu para hacer
negocio sino para marcar la diferencia. Tampoco nos asustan
las feministoides que puedan venir con su discurso victimista,
sabemos que no tienen razn y que han perdido el norte. Respecto a esto hay una frase de Teora King Kong que no puedo
callarme: As, a partir de imgenes inaceptables de un tipo de
prostitucin practicada en condiciones asquerosas, se acaban
extrayendo conclusiones sobre el mercado del sexo en conjunto. Es tan pertinente como hablar de trabajo textil mostrando
nicamente imgenes de nios sin contrato en stanos82.

82.- Op. Cit. Pg. 91.

164

Una de las perras, Beti Wet, me comentaba un da que un

amigo suyo trabaja como cuidador en un centro de discapacitados. Este chico, con toda su buena voluntad, llevaba de
putas de vez en cuando a los internos. Las experiencias eran
cuanto menos traumticas.
Cuando pregunt a Virginie Despentes acerca de lo que
pensaba sobre el proyecto de Perrxs Horizontales fue sincera:
es imposible que ganis dinero as. Ella, puta experimentada, saba muy bien dnde est el dinero y me dijo: Aterrorizis a quien tiene la pasta, y ponis cachondxs a quienes no
tienen un duro. Tena razn, la gente con dinero para gastar
en putas no se lo gastara en una ta con cresta, tatuajes en la
cabeza y pinta de aliada al club de Lorena Bobbit. Y la gente
que estara encantada de follar con alguien como yo es gente
tan parecida a m que tambin nos parecemos en la precariedad, que puede ser muy sexy, s, pero que no permite demasiados lujos. El cliente y la clienta potenciales buscan una
seorita, algo que nunca he sido. Me dijo que sera necesario
plantarme una peluca, maquillarme, una minifalda y unos
buenos tacones. Y ciertamente estara dispuesta a ello. Pero
luego, ese mismo da, Beatriz Preciado me seal que lo que
hacemos lxs Perrxs Horizontales es profundamente artstico,
poltico y necesario: una forma diferente de prostitucin que
ofrece cuerpos y prcticas no normativas aunque el dinero
ni olerlo. Entonces me planteo por qu lo hago y pienso que la
motivacin principal es la pasta aunque no s hasta qu punto
estara dispuesta a sacricar el contenido poltico del proyecto
en pro de hacerlo ms vendible y ms comercial, porque es
precisamente esa parte la que ms me atrae y ms me pone.
Sinceramente, travestirme y salirme a la calle a buscar clientes
no me resulta nada atractivo y casi preferira no comer en una
semana antes que eso. Quizs por esto quienes s son capaces
de hacerlo, como mi amiga Vernica Arauzo83, se convierten

83.- Ver nota 14.

165

de inmediato en heronas para m, porque encuentro que para

hacer lo que hace, como miles de mujeres que se prostituyen
as, es necesario un valor extraordinario y una capacidad de
superar el miedo a la agresin de los que yo carezco.
Y, qu pasa con las putas no prototpicas, esas que dinamitan el imaginario colectivo de la sociedad y entre las cuales
me incluyo? Pues que damos miedo, a nadie se le ocurrira
darnos voz porque saben que lo que tenemos que decir supera
con creces lo que esperaban que pudiramos (o debiramos)
decir. Una puta con estudios, una puta con conciencia poltica, una puta con ideas revolucionarias, una puta guerrillera?
No way. Como muy bien relataba Itziar Ziga en su artculo
Por qu gritamos las putas?84, cuando la sociedad habla de
prostitucin las putas nunca estn invitadas a hablar. Por esto
mismo y porque yo siempre confo en que lo que produce
urticaria al sistema es precisamente aquello que el sistema
necesita para ser modicado o destruido, el futuro de la prostitucin estar manejado por las putas perifricas que producen cortocircuitos en su categora, que la desmontan para
construirla sobre bases ms justas, ms humanas y mejores.
Ese es el futuro que imagino. Ser bello, ser imparable.

Posdata (post mrtem)

No quiero cerrar este captulo sin hablar de una de las integrantes de mi altar personal de heronas, Aileen Wuornos85, y
sin mencionar a Gema, la primera puta que conoc.
Como la de Aileen hay muchas historias en el mundo.
Una chica que se mete a puta desde los trece aos porque

84.- http://www.arteleku.net/zehar/wp-content/uploads/2009/01/ziga_es.pdf
85.- Aileen Carol Wuornos (1956-2002) fue una de las primeras asesinas en serie de
la historia de Estados Unidos. Tambin era prostituta.

166

follar es lo nico que ha aprendido desde los cuatro (gracias a

un abuelito que no saba contarle cuentos de hadas). Seguramente un elevado porcentaje de las mujeres han sido folladas
en su infancia (ya sea por padres, hermanos, compaeros de
clase). No a todas ellas se les acaba cruzando el cable y terminan convirtindose en serial killers. A Aileen s se le cruz. Y
no fue en defensa propia ni porque ellos fueran asquerosos,
fue porque sencillamente deseaba matarlos a todos, que no
quedara ni uno solo, ni un solo cabronazo ms bajndose los
pantalones y soltando sus putos veinte dlares.
A los catorce la dejaron preada, no se sabe cul de todos
los chicos de su pueblo que se follaba por pasta era el padre.
Tras parir y dar al nio en adopcin, nadie la quera y estuvo
viviendo durante dos aos en un bosque, sola, muerta de fro.
Luego se march a Florida, haciendo la carretera, y se cas
con un viejo, para sacarle la pasta, pero el viejo se dio cuenta
del percal y se divorci de ella.
Luego conoci a Kyla, la zorra que la delat de la manera
ms vil y repugnante, la zorra a la que amaba profundamente.
Creo que si pudiera hacer un viaje en el tiempo, solo uno,
ira a nales de los ochenta, al bar donde conoci a Kyla y me
pondra en su lugar. A veces he sentido el profundo deseo de
abrazarla, de cubrirla de besos, de comerle el coo hasta la
extenuacin, de darle amor, de matar por ella, de entregarme
a su locura, a su alcoholismo, a ser poseda por sus celos
Dicen que esto es lo que pasa cuando una se enamora. Quizs
de algn modo estoy enamorada de su personaje, pero s que
como ella hay miles de mujeres, que no estn muertas (an)
y cuando pienso en las circunstancias que las han llevado
hasta ah, nace dentro de m una energa inexplicable, mezcla
de rabia y dolor, que me da mucha fuerza para seguir jodiendo, en la medida de lo posible, al maldito enemigo, de ellas,
mo y de todxs nosotrxs.
Gema tambin haca la calle, adems de tracar con
pequeas cantidades de coca. Tena una nia de diez aos (yo
167

tena diecisis) a la que amaba pero de la que pasaba completamente. Me quedaba a dormir en su casa muchas veces,
esperando a que volviera, imaginando que algn cliente le
estaba cortando el cuello en ese mismo instante y sintiendo
un subidn de placer cuando oa la cerradura de la puerta. Le
preparaba un bao caliente y le daba un masaje. Luego bamos a la cama y se me abalanzaba encima. Pocas veces me
dejaba follarla, deca que abrirse de piernas ya no era divertido. No era frustrante, la verdad es que Gema me follaba como
ninguna y a cambio solo me peda abrazos, besos y amor.
La ltima vez que la vi le faltaban la mitad de los dientes.
Esa mujer, mitad Madonna, mitad Sharon Stone que era
cuando la conoc, haba desaparecido, estaba enganchada al
caballo y apenas se acordaba de m. Seguramente ahora ya
estar muerta.
Aileen tambin lo est, asesinada por el sistema. He llorado alguna vez por ella. Hay mucho material sobre su vida,
desde la peli Monster (que me resulta solo un smbolo ms
del sanguijuelismo hollywoodiense) hasta un par de documentales de los que tengo un concepto un poco ms grato.
Ojal se cumplan sus ltimas palabras y vuelva, como un
mesas, en una gran nave nodriza.

168

transfeminismo:
un feminismo que me incluye (por n)
Algunas mujeres malvadas, que se han puesto del lado
de Satn, seducidas por las iluisones y los fantasmas de
los demonios, creen y profesan que de noche cabalgan
junto a Diana, la diosa de los paganos, y que una multitud innumerable de mujeres, a lomos de ciertos animales, avanzan grandes distancias por la Tierra de noche,
obedeciendo las rdenes de su seora, y que algunas
noches su seora las convoca a su servicio...86.
Citado por el Abad Regino de Prm en el siglo x, pertenece segn l a una resolucin del snodo de Ancyra del
ao 314, aunque los expertos no se ponen de acuerdo.

lxs que nacimos despus del 80, nos hemos saltado, obviamente, algunas fases de la evolucin del feminismo. Y hay
algunas fases, las ms desagradables, por las que muchxs
feministas (mayores o jvenes) jams han pasado. No podemos, como nuestras antecesoras, quedarnos ancladxs en un
pasado que solo es nuestro en tanto que nos beneciamos de
los resultados de las luchas que tuvieron lugar en l.
Para m el feminismo siempre fue algo inherente a mi
libertad, nunca determin autodenominarme feminista hasta
que las Medeak87, durante las jornadas de Feminismo Porno
Punk de Arteleku88 me dijeron que lo que yo haca era muy
poltico y muy feminista. Por supuesto, al principio, tom su

86.- McCabe, J.: Breve historia del satanismo, Melusina, Barcelona, 2009, pg. 56.
87.- Medeak es un grupo transfeminista de Euskadi compuesto por Nagore Iturrioz,
Kattalin Prez Miner, Aurora Iturrioz, Ana Txurruka e Itu (Josebe) Iturrioz. Es
un grupo radical de mltiples etiquetas: bolleras, transexuales, feministas, travestis, insurrectas, cuentacuentos, queers, de-generadas, perversas y, como no,
activistas/militantes (http://medeak.blogspot.com/).
88.- Ver nota 47.

169

armacin con escepticismo. Desde haca mucho tiempo

haba decidido que las luchas polticas no eran lo mo o que
si lo eran sera de una forma casi espontnea por mi parte,
bsicamente porque todas ellas implican una colectividad a
la que yo nunca he estado dispuesta, porque me gusta hacer
las cosas sola, porque en realidad todas las doctrinas me
resultan crceles y porque si lo que hago, que al nal es lo
que me sale del coo, es poltico, no considero que eso sea lo
ms importante, y de ningn modo eso es lo que me conduce
a hacerlo.
Pero nalmente result que hacer una lo que le sale del
coo, sin mirar a quien gusta o disgusta, es profundamente
poltico, y si adems esas acciones tocan las pelotas a ciertos
sectores sociales determinados (vase patriarcas, machirulos
y seoras de bien) pues una adems es feminista
Tambin dicen eso de que todo es poltico. Y yo no lo s,
soy crata y atea, no conozco ms doctrina que la que me dicta
mi propia voluntad, ni ms religin que la de mis hormonas y
mis ciclos menstruales, dueos y seores de mi conducta.
Puede que suene supercial, de hecho no s muy bien
cmo decir esto, pero la poltica me la suda. Me parece como
el envoltorio que (parece que) toda lucha viene a necesitar, y
yo cuando considero que algo no es justo, preero mil veces
antes plantarme en la calle a berrear mi disconformidad que
sentarme en mi sof a losofar sobre cmo son o cmo deberan ser las cosas. Soy una bruta, lo reconozco, pero es que
nunca me han llamado la atencin los asuntos polticos, qu
le voy a hacer.
Soy capaz de sentarme tambin en mi sof, ponerme a
pensar sobre las situaciones que me parecen infames y escribir sobre el enemigo, dejar uir mi rabia en un poema, pero
todo ello solo forma parte del proceso de incubacin de lo que
luego sacar fuera en forma de actos. Creo que mi pensamiento se identica ms con lo blico que con lo poltico. Seguramente me vendra muy bien saber de estrategias, de mtodos,
170

de diplomacia, de formas de engaar al sistema para ponerlo

a mi favor, para sacar provecho de l. Seguramente tambin
yo no sera quien soy si supiera hacer esas cosas.
La primera vez que tuve que reconocer que s, que lo que
hago es poltico, fue relativamente tarde y casi a la fuerza. Y
me cost mucho ms reconocer que s, que tambin es feminista, porque tuve varios encuentros desagradables con las
que dicen llamarse feministas. A continuacin cito algunos
ejemplos.
Hace unos aos acud a la manifestacin en Barcelona
por el da de la mujer trabajadora, el ocho de marzo. All me
plant con mi fabulosa Yasmn (pareja y dmina durante dos
aos y pico) que me llevaba atada al cuello y algunos tramos
de la mani a cuatro patas, con un cartel grande colgado en mi
espalda donde poda leerse sumisa por vocacin, puta de
profesin. Fue una reaccin consecuente al sentimiento de
incomodidad que el ao anterior me produjo que un grupo
bastante numeroso de mujeres se pusiera a gritar (megfono
en mano) aquello de ni puta ni sumisa; no era la primera
vez que lo escuchaba pero s la primera en que me daba cuenta de los signicados tentaculares de una consigna como esa,
que me parece inadecuada hasta para una manifestacin de
feministas del pp (s, existen). S que la consigna se construy
en su da en respuesta directa al machismo, que considera
que la mujer que no es sumisa es una puta y viceversa o que
indica cmo nos quieren ellos en las dos variantes posibles:
una sumisa como esposa y una puta como amante. Pero lo
cierto es que dado que las putas son precisamente las trabajadoras peor tratadas por el sistema, considero que es tremendamente injusto que en una manifestacin por el da de la
mujer trabajadora haya algunas que se la pasen gritando que
ellas no son putas cuando en realidad todas nosotras, hasta
las que nunca hayan ejercido jams tal profesin, deberamos
autodenominarnos como tales para darle ms fuerza a sus
voces y a su lucha, para que no sientan que estn solas o que
171

el resto de las mujeres las han abandonado o las discriminan

como trabajadoras solo porque en un 99% de casos los beneciarios de sus favores sean hombres.
Lemas de ese tipo, como el del ni puta ni sumisa, son
una manifestacin externa, clara y evidente de que dentro de
cierto tipo de feminismos, las mujeres que por voluntad propia decidimos vender sexo o que nos gusta que nos peguen y
nos dominen no merecemos ningn tipo de respeto.
En aquella ocasin algunas miraban con espanto mi cartel y contemplaban absortas mi actitud de perra sumisa, alguna me interpel de forma ms o menos violenta para que le
explicara el motivo de mi gran desacato y a otras simplemente les provocaba una sonrisa.
Haba muy poco que explicar en realidad, es de cajn que
prostitucin y esclavitud o bdsm y maltrato no tienen nada
que ver, basta adentrarse un poco en ambos mundos para
verlo claro. Las feministoides y el sadomasoquismo femenino:
lo que les molesta profundamente es la posibilidad de que una
mujer desee ser golpeada, no se dan cuenta de que la voluntad
y el pacto lo cambian todo en esta cuestin, hay una ceguera
estpida que solo sirve para hacer inviables posibles alianzas.
Yo al menos no me engao. S que mi intensa necesidad
de escandalizar, mi satisfaccin por molestar y mis ganas descomunales de destruir todo lo que no me gusta o no me baila
el agua son ms bien un producto de mi desmesurado exhibicionismo y de mi rabia sin patrones que de cualquier convencimiento poltico.
De hecho, declararme feminista o considerar que mi trabajo artstico (o poltico) lo es, lo consider siempre como una
fuente de contradicciones, ya que lo que hago sobre un escenario puede muy bien contradecir al feminismo, teniendo en
cuenta que lo que hago se contradice a s mismo constantemente.
No obstante, y muy recientemente, he descubierto que
quizs s que hay un ala del feminismo que podra amparar172

me con mis mierdas y mis virtudes, como a una hija descarriada, sucia, perra, puta, masoca, punky, inconformista. Y
todo ello sin necesidad de recortarme mis propias alas, sin
censurarme y sin hacerme sentir mal: transfeminismo. Esto
es el futuro del feminismo y quien no quiera verlo quedar
cegadx por las grandes verdades que brillan en estas ideas
que tanta fuerza tienen. Quien no quiera comprender que las
ideas son mutantes como las personas, que se apalanque en
su mecedora a criar polvo y que nos deje en paz.
Aqu el maniesto para la insurreccin transfeminista, al
que por supuesto me adscribo.
Hacemos un llamamiento a la insurreccin transfeminista:
Venimos del feminismo radical, somos las bolleras, las putas,
lxs trans, las inmigrantes, las negras, las heterodisidentes.
Somos la rabia de la revolucin feminista, y queremos ensear
los dientes; salir de los despachos del gnero y de las polticas
correctas, y que nuestro deseo nos gue siendo polticamente
incorrectas, molestando, repensando y resignificando nuestras
mutaciones. Ya no nos vale con ser solo mujeres. El sujeto poltico del feminismo mujeres se nos ha quedado pequeo, es
excluyente por s mismo, se deja fuera a las bolleras, a lxs trans,
a las putas, a las del velo, a las que ganan poco y no van a la
uni, a las que gritan, a las sin papeles, a las maricas Dinamitemos el binomio gnero y sexo como prctica poltica. Sigamos
el camino que empezamos, no se nace mujer, se llega a serlo,
continuemos desenmascarando las estructuras de poder, la
divisin y jerarquizacin. Si no aprendemos que la diferencia
hombre/ mujer es una produccin cultural, al igual que lo es la
estructura jerrquica que nos oprime, reforzaremos la estructura que nos tiraniza: las fronteras hombre/mujer. Todas las personas producimos gnero, produzcamos libertad. Argumentemos con infinitos gneros. Llamamos a la reinvencin desde el
deseo, a la lucha por la soberana de nuestros cuerpos ante cualquier rgimen totalitario. Nuestros cuerpos son nuestros!, al
igual que lo son sus lmites, mutaciones, colores, y transacciones. No necesitamos proteccin sobre las decisiones que tomamos en nuestros cuerpos, transmutamos de gnero, somos lo
que nos apetece, travestis, bollos, superfem, buch, putas, trans,
173

llevamos velo y hablamos wolof. Somos red: manada furiosa.

Llamamos a la insurreccin, a la ocupacin de las calles, a los
blogs, a la desobediencia, a no pedir permiso, a generar alianzas y estructuras propias: no nos defendamos, hagamos que
nos teman! Somos una realidad, operamos en diferentes ciudades y contextos, estamos conectadxs, tenemos objetivos comunes y ya no nos callis. El feminismo ser transfronterizo,
transformador, transgnero o no ser, el feminismo ser transfeminista o no ser.

En abril de 2010 tuvieron lugar las Jornadas Transfeministas de Barcelona. Era un evento enfocado a denir un
poco las bases del transfeminismo: dos das de asambleas,
charlas, propuestas, discusiones A m, despus de esos dos
das no me qued nada claro lo que era, pero s lo que de ningn modo podra ser. Este fue el texto de mi intervencin,
titulado Transfeminismo tico y coherente, que ya da suciente cuenta de lo que pienso al respecto:
hablo desde una voz rota que necesita recomponerse desde un
lugar ms fuerte que el anterior, o por lo menos ms autntico,
menos traicionero, menos movedizo.
tengo el presentimiento de que esto, que por ponerle un nombre se llama transfeminismo, ser algo grande e importante.
tengo el presentimiento de que ser. eso me da miedo y seguridad a partes iguales.
miedo porque s perfectamente cmo no ser:
no ser con personas que no sepan distinguir entre un proyecto y un negocio.
no ser con las que censuran la pornografa.
no ser con las que victimizan la prostitucin y la confunden
gravemente con la esclavitud, entorpeciendo las vidas de personas que trabajan para vivir mejor.
no ser con quienes gritan ni puta ni sumisa,
ni con quienes piensan que el sadomasoquismo es aberrante y
poco respetable,
ni con quienes se ofenden por la exuberancia y el descaro,
ni con quienes aunque tengan coo performan al macho ibrico quedndose con lo peor.
174

no ser con quienes no sepan que queer no es una moda, ni

con quienes an sabiendo lo que implica decidan perpetuarse
en las categoras que pretendemos destruir.
no ser con personas sin tica, ni conciencia poltica.
no ser con personas que no duerman tranquilas por la noche.
no ser con momias, ni dspotas, ni comerciantas, ni sanguijuelas, ni estafadores, ni agresoras, ni feministoides de mierda.
seguridad porque s muy bien que a pesar de los obstculos
somos una resistencia poderosa, con razones y argumentos
para desmontar cualquier patraa.
porque tenemos ganas de cambiar las cosas aunque escueza y
aunque no sea fcil,
porque somos las bastardas de un pasado que no imaginaba un
futuro como este,
y somos muchos y no tenemos miedo,
ni de equivocarnos ni de acertar.
y en este espacio tctico tenemos que huir de la autocomplacencia y aproximarnos de una forma sincera a la autocrtica.
est muy bien que armemos una estructura fuerte y slida,
monstruosa, subversiva, pero que nunca sea una estructura
hermtica o sectaria. est perfecto que demos miedo (si esto
sale bien, tendrn mucho que temer) pero hemos de tener la
sensibilidad suficiente para darnos cuenta de contra qu y contra quines luchamos, de ser responsables de lo que producimos hacia afuera, y ser capaces tambin de seducir (y no asustar) a las nuevas alianzas.
manadas s, sectas no.
tenemos que aprender a protegernos de amenazas que pueden
venir perfectamente camufladas. el enemigo no siempre se
acerca espada en mano, a veces viene con la lengua fuera dispuesto a lamernos el culo.
las feministoides y las expertas en tendencias cool ahora le
ponen la palabra queer a todo lo que hacen para no parecer
unas retrgradas ancladas en el discurso sobre la mujer, el discurso sobre las lesbianas, para suavizar las crticas, para no
quedarse en sus cuevas, para montar el chiringuito a costa de
nuestros sueos.
175

pero no han asumido, en absoluto, lo que queer supone y significa, no les interesa, no les convence, de hecho, les molesta profundamente.
queer significa que seguir hablando de la mujer es irrelevante, aunque esto ms que un sujeto sea ya, por suerte, una
abstraccin. queer significa que categoras como marica-hetero-lesbiana tampoco tienen sentido y son, adems, contradictorias y contraproducentes. hay tantas maricas en el mundo, tantas bolleras, tantos y tantas trans y de todxs ellxs somos como
mucho un 5%, una minora dentro de otra minora que preferira que no existiramos.
aunque solo sea como estrategia, basta ya de hablar en nombre
de tanta gente que no solo no tiene nada que ver con nosotras
sino que adems nos vienen en contra. la gran mayora de
maricas y bollos del mbito occidental, europeo-estadounidense, blanco, urbano, quieren ser normales y que lxs toleren,
pagar religiosamente el impuesto rosa de sus guetos, quieren
casarse y formar familias y que sus hijos hagan la primera
comunin.
basta ya de llamarnos con sus nombres. tenemos los nuestros
propios, que son transfeministas, queers, hackers, putas, inmigrantas, alimaas, guerrilleros, chaperas, ceroeuristas, piratas,
saboteadoras, deformes, monstruas, lobas, perros, pajarracas.
yo creo, desde mi humilde perspectiva, que si ha de haber un
movimiento nuevo, diferente y fuerte, no debera dejarse guiar
por criterios tan estpidos como con quin follamos o qu
tenemos entre las piernas.
me resulta mucho ms interesante y producente saber si detrs
de nuestros actos hay una tica, una conciencia verdaderamente poltica, una responsabilidad. y esta conciencia, en el movimiento transfeminista que imagino, nace de la intencin de
que otras personas dejen de decidir sobre nuestros cuerpos y
nuestras sexualidades, amparadxs precisamente en esas categoras absurdas de las que nos tenemos que desprender con sinceridad para poder armar el fuerte.
lo queer acab por ser en europa y en estados unidos una excusa de la gente fiestera para ponerse pelucas, lentejuelas, y follar
todas con todos, sacar pasta -porque donde pongas queer tendrs gente dispuesta a pagar una entrada- y nada ms. todo
176

empez con una progresiva frivolizacin de las ideas. aqu nos

va a pasar lo mismo si no hacemos nada para evitarlo.
yo defender lo queer, defender el transfeminismo, y defender con toda mi energa a las personas con las que nos embarquemos en esta aventura. tengo las ganas, tengo la fuerza y no tengo
miedo del futuro porque de alguna forma s que es nuestro.

Despus, tuvieron lugar las Jornadas de Disidencia Sexual

de Castelln89 y las de transfeminismo de Sevilla90. En ellas se
sigui hablando de qu es esto y surgieron mltiples desacuerdos. Creo que hay demasiado miedo a perder estatus y
tambin una inseguridad terrible ante un movimiento que se
avecina tan salvaje y guerrillero. Creo que a muchxs no les
apetece una lucha real y un cambio drstico en el feminismo.
Y creo, tambin, que el transfeminismo, precisamente por su
posibilidad potencial de desmontar tantas estructuras y destruir otras tantas, est duramente amenazado desde mltiples
frentes, una gran parte de ellos, internos.
Se dijo que transfeminismos puede haber muchos y que
todos son vlidos Yo entonces pens que esto iba a ser
como el coo de la Bernarda, algo sin fuerza, donde cada cual
dice la suya sin importar que sea totalmente incoherente con
ese maniesto bajo el cual pusieron sus nombres y que parecen no haber querido leer y asumir realmente.
A m me parece que armar algo como eso es meternos
palos en las ruedas. Que tenemos que ponernos de acuerdo
en ciertas cosas bsicas para que sea posible una identidad
colectiva transfeminista desde la que arrancar la lucha. Y a
mi entender estas cosas bsicas son pocas y simples: el transfeminismo es la lucha de las identidades trans y de la despatologizacin de las mismas; el transfeminismo es la lucha de

89.- http://desobedienciasexual.blogspot.com
90.- http://ayp.unia.es/index.php?option=com_content&task=view&id=636&Itemid=91

177

las prostitutas; el transfeminismo es queer y rechaza el binomio hombre/mujer y el transfeminismo es enemigo de las
polticas del feminismo rancio (ese que quiere abolir la prostitucin, que no es pro-sex, que condena la pornografa, que
aboga por los espacios sin hombres, etc.) porque no le debe
nada. Cuatro cositas, no?
A esto aadira que el transfeminismo es de base precaria
porque a las que luchamos desde la cloaca nos es realmente
complicado salir de ella. Muy posiblemente el da que el
transfeminismo se institucionalice (hay muchxs que as lo
desean) dejar de existir. Y dira tambin que el transfeminismo es la lucha de lxs que trabajamos con la postpornografa y la sexualidad, aunque esto no sera algo tan importante.
Tambin se ha hablado de eso de que vamos todxs en el
mismo barco. Y yo digo: y una mierda!. Vamos en colchonetas, barquitas individuales, pateras, nadando, y tenemos
que jar un rumbo comn para llegar a alguna parte. As es
la nica manera en la que yo podra comprender un transfeminismo mltiple. Que luego ese gran barco se hunde por
culpa de cuatro crpulas y nos vamos todxs al carajo.
No s muy bien qu suceder, solo s que para una vez
que he encontrado un lugar poltico/blico y feminista desde
el que luchar, ni dios va a moverme de aqu.

178

proud of my sickness
I think extreme sexual practice is a ripe palate, in
terms of theatrics, pathos, and denitely more apt
to read beyond sexuality if it is not in your everyday erotic life. Also, as with the bleeding, I feel it is
important to penetrate, rather than allude to penetration. It is interesting as the performer, to feel
this split in being in performance mode (a heightened objectied state) and feeling the pleasure/pain
of penetration. Sometimes I feel split down the
middle. Sometimes this experience reaches somewhere else, beyond the action, or act of terror91.

ron athey92

se abre el teln de terciopelo negro. Mis ojos en primera

la quedan algo deslumbrados, hasta entonces haba permanecido en casi absoluta oscuridad.
Sobre una alta mesa y rodeado por cuatro mamparas de
cristal: un cuerpo grotesco, a cuatro patas, tatuado como si de
un antiguo tragafuegos de feria ambulante se tratara y ataviado con una larga peluca rubia que le cae por delante de la cara.
La imagen es desconcertante.
Coge un cepillo y comienza a cepillar enrgicamente la
melena, lo hace sin ninguna delicadeza, parece un tosco gran-

91.- Creo que la prctica sexual extrema es delicatessen, en trminos teatrales, pathos, y denitivamente ms apta para leer detrs de la sexualidad si no est en tu
vida ertica cotidiana. Tambin, como con sangrar, siento que es importante
penetrar, mejor que aludir a la penetracin. Es interesante como performer, sentir esta separacin estando en modo performance (un estado cosicado aumentado) y sentir el placer/dolor de la penetracin. A veces siento que me parto por la
mitad. A veces esta experiencia alcanza algo ms, ms all de la accin o el acto
de terror (Fragmento de la entrevista que realic a Ron Athey en enero de 2010).
92.- Ron Athey (www.ronathey.com) es artista performativo y lsofo. Su nombre
es indispensable para hablar de la performance de los aos 90. Sigue en activo.

179

jero que cepilla la crin de su caballo. Un sonido profundamente desagradable va aumentando su volumen mientras el
pblico va quedando ensordecido. Es una especie de zumbido radiofnico.
Los movimientos cada vez son ms violentos. El cuerpo se
yergue y Ron se va crepando la peluca de modo que podemos
ir entreviendo su cuello, su barbilla y nalmente su cara. Suelta el cepillo y comienza a quitarse unas horquillas del pelo.
Pronto me doy cuenta de que no son horquillas: son gruesas
agujas. El cabrn llevaba la peluca ensartada en la cabeza y la
sangre comienza a manar abundantemente a medida que
saca las agujas. Finos hilos rojos corren por su pecho y brazos.
Cuando se ha quitado completamente la peluca la sangre
ya sale a borbotones. En su sien, un chorrito sale disparado
para un lado al ritmo de sus latidos. Saca una de las mamparas de cristal, la coloca horizontal y se inclina sobre ella,
derramndose. Una cmara cenital nos deja ver en una pantalla que hay detrs cmo se va formando un gran charco
sobre el vidrio. Cuando la vuelve a poner vertical se forma
un curioso dibujo. Repite la operacin con otra de las mamparas laterales. La seora que tengo al lado tiene la boca
abierta y el color de su piel es casi verdoso. La mujer que me
acompaa se ha puesto plida y de su mano, agarrada fuertemente a la ma, mana un sudor helado. A m me pasa todo lo
contrario, siento que todos los lquidos de mi cuerpo se me
han bajado a las bragas y el calor en mi coo es insoportable.
Estoy cachonda y a medida que su sangre va saliendo la ma
golpea con ms fuerza en mi cltoris, estoy follando con l y
con su sangre, y siento que podra correrme con solo rozarme un poco.
Para rematarnos, un tipo entra en el escenario con una
jarra de algo que parece limonada y una toalla, las deposita
en la mesa y se marcha. No es limonada sino lubricante. l lo
esparce por toda la supercie y levanta las manos. Esta completamente rojo y cae de sus dedos como moco o la clara de
180

un huevo a medio incubar. Agarra la peluca y la empapa del

barrillo que se ha formado en el suelo, se la coloca en la cabeza y se gira. Contemplamos su famoso ano solar. Es un
tatuaje que representa un sol enorme en el centro del cual
est su ojete. Yo a estas alturas ya estoy fatal. Mi compaera
me ha soltado la mano para agarrarse a mi brazo; la seora
de al lado apenas mira. Ninguna sabemos que nos espera
algo mucho ms tremendo an.
l reboza su mano izquierda con el lubricante y la sangre
que ha derramado, y se inserta el puo en el culo. Sin ms.
No le hacen falta preludios, ni dilatar, ni nada. Lo hace como
si su culo estuviera perpetuamente dilatado. Yo s que no es
as. Esa es su forma de decirnos: estoy cachondo, tengo la
prstata a punto de estallar, esto me pone como una perra.
Y mientras l se mete y se saca el puo del culo, mi vagina se
relaja y se contrae, acompandole en su ritmo lento y tenso.
Estoy al borde del orgasmo.
Est temblando, todo su cuerpo se sacude levemente, no
tiene vergenza de su placer y tampoco de su debilidad. Ese
temblor en sus piernas y sus manos me inspira una inmensa
ternura, ya no solo es calentn lo que siento, estoy sintiendo
amor.
Alguien lo ayuda a bajarse y sale de escena. Hay un silencio que se me hace eterno, el pblico est petricado. Empiezan tmidamente los aplausos, van en aumento hasta elevarse
muy muy alto, se oyen bravos y silbidos. Yo aplaudo hasta
romperme las manos. Mi compaera ha dejado caer los brazos sobre su regazo y sigue impvida, no aplaude. Yo tengo
los ojos al borde de la lgrima y las bragas ms mojadas que
nunca.
Cesan los aplausos y me quedo mirando el cuadro realizado en las mamparas de cristal. Es salvaje y hermoso y la sangre que ha empezado a secarse tiene el color del excremento.
Los cristales, colocados ah por el Ministerio de Sanidad para
prevenir que una gota de su sangre llegue a nuestros cuerpos
181

y nos los infecte de vih son una metfora terrible de la ignorancia y la incomprensin. Ron Athey, mi San Sebastin particular, ha transformado ese gesto absurdo y cateto por protegernos en una obra de arte, en una huella de su catarsis roja,
en un alegato a la enfermedad de la que se siente orgulloso.
Mi compaera me dice: No me ha gustado, es espantoso. Y tiene razn, lo es. Lo que sucede es que a m ese espanto me parece sublime, me pone caliente, me emociona, me
llena. Me hace darme cuenta de mi propia enfermedad, de lo
espantoso de mi deseo y de mi amor, de mi dolor y mi tristeza. Lo inconmensurable siempre es espantoso para todxs, yo
me las he apaado para convertir ese espanto en algo que me
gusta. Pura estrategia quizs.
Voy subiendo las escaleras para salir del teatro y voy
observando a la gente. Me pregunto a cuntas de esas personas se les habrn mojado las bragas o se les habr puesto
tiesa o se les habr dilatado el ojete. Por un lado me hiere
pensar que soy la nica, por otro me enorgullece. Para un
99% de las personas yo soy una enferma por sentir as, por
encauzar mi excitacin por caminos por los que generalmente se transita o sola o muy selectamente acompaada. Y cuando llego a la calle y me enciendo el cigarro y mi compaera
me mete la lengua en la boca mientras mi mente se anega
con la sangre de Ron, me doy cuenta por primera vez de que
s, estoy gravemente enferma.
Una enfermedad que se me hace confortable como el
silln de casa despus de un largo viaje, que el dao y el
dolor que me produce es siempre algo de lo que tambin
puedo beneciarme, que me otorga el poder de la diferencia,
de desmarcarme de la masa a la que tanto detesto. Cosa
semejante, mi enfermedad, se presenta as como un bien
preciado pero de esos que no se eligen sino por el que somos
elegidxs. Virtud lo llamara una sociedad mentalmente
sana. Yo lo sigo llamando enfermedad, me reapropio del
lenguaje del enemigo para decirle que s, que soy una enfer182

ma, y que adems (como le dije a Ron aquella noche tras

confesarle lo que sent, proud of my sickness) estoy bien
orgullosa de serlo.
Dos das despus nos encontramos en Eagle, el bar de
lederones que frecuentaba en Madrid. Normalmente en estos
lugares no dejan entrar a mujeres pero yo y mis amigas no
parecemos ser exactamente mujeres. No me extraa en absoluto que impongan estas restricciones, Chueca da asco por los
cuatro costados.
Qued con l all porque Ron es una marica lederona y
saba que no es fcil encontrar esta clase de club en una ciudad desconocida. Es mucho ms fcil preguntar dnde estn
los lugares de maricas con msica house que los lugares
donde los hombres se meten el puo por el culo. All continu nuestra conversacin sobre los efectos devastadores de
su performance sobre mi ser. Ya no quedaba en su cabeza
rapada ningn rastro de las agujas de 2mm que llevaba clavadas durante su show, por un momento pens que se trataba
de maquillaje pero por lo visto Ron es un suprahumano, cicatriza en dos das a pesar de ser seropositivo (como casi todos
mis amigos lederones).
Le pregunt si l tambin se senta enfermo, la respuesta fue un rotundo s. Pero no porque l se sintiera enfermo, a pesar de que cualquier anlisis de sangre le dira que s
lo est, ni porque ante los ojos de cualquier cuidadanx de
bien su cuerpo y sus actos solo seran relativamente dignos
dentro de las fronteras de un circo o un manicomio, sino porque las etiquetas, como tctica blica, al nal hemos terminado por crernoslas, por reapropiarnos de ellas para que vean
lo espantoso que puede llegar a ser que alguien no se resista
a sus torpes injurias sino que adems las convierta en algo de
lo que sentir un profundo orgullo.
Al nal somos supervivientes, no ha sido fcil llegar hasta
aqu pero aqu estamos, y nadie podr nunca quitarnos nuestra identidad.
183

Aquella conversacin en la barra del bar con Ron Athey

dio para mucho
Diana: Creo que tu trabajo podra ser considerado pornoterrorista porque es aterrador para mucha gente (especialmente
para la heteronormatividad) y quiero preguntarte cul es el significado de pornoterrorismo para ti y si tu intencin como
artista performativo es de algn modo aterrorizar.
Ron: Inicialmente mi intencin al usar sexo en vivo en la performance nunca fue excitar sexualmente sino un acto de rebelda. A mediados de los 90 hice un trabajo llamado Deliverance
(Liberacin) en el que yo y otro hombre follbamos con un
doble dildo mientras yo lea. Esto fue durante un tiempo de
polarizacin, durante la pandemia del vih, en la que haba
perras buenas y perras malas. Las perras malas eran tambin
pensadoras e intelectuales, el acto realizado sin respuesta
sexual. Ms tarde, en Solar Anus (Ano Solar), mi inspiracin
fueron los tacones de aguja con dildos de Pierre Molinier. Pero
sumergido en eso, lo que considero escrito-en-el-cuerpo, estaba
este cuerpo post-sida (y no tan diferente, Molinier tena entre
70 y 77 aos en esas fotos), as que distorsionando mis rasgos,
tumbndome y follndome a m mismo, con la msica del violn, fue como un jdete potico. El enlace hacia el presente, en
Self-Obliteration #2: sustained rapture (Auto-Anulacin n2:
xtasis sostenido), me auto-fisteo con una mezcla de sangre y
lubricante, usando la penetracin como dispositivo para alcanzar el xtasis, lo que no es muy diferente del sexo hard-core. Y,
por lo tanto, del pornoterrorismo.
D:Te has considerado alguna vez a ti mismo un pornoterrorista?
R: Nunca he tenido una idea de performar, y creo que mi
forma de pensar es muy diferente que la de algunos de los
pblicos de mis performances, en lugares tan disparatados
como Varsovia, Zagreb, Ancona debieron estar aterrorizadxs
como poco. Especialmente cuando haca ms performances en
clubs, por esta idea de que la mayora de la gente no conoce mi
trabajo y la msica se detiene y entonces Para ser claro, aunque haya una polmica en la mayora de mis trabajos, no despliego una estrategia de accin poltica.
184

D: En qu sentido la sexualidad (ms concretamente te hablo

de prcticas extremas como el fisting) es importante en tu trabajo?
R: Creo que la prctica sexual extrema es una delicatessen, en
trminos teatrales, pathos, y definitivamente ms apta para leer
detrs de la sexualidad si no est en tu vida ertica cotidiana.
Tambin, como con sangrar, siento que es importante penetrar,
mejor que aludir a la penetracin. Es interesante como performer, sentir esta separacin estando en modo performance (un
estado cosificado aumentado) y sentir el placer/dolor de la
penetracin. A veces siento que me parto por la mitad. A veces
esta experiencia alcanza algo ms, ms all de la accin o el
acto de terror.

185

no estoy sola:
otros pornoterrorismos

Hemos se ser fuertes y nos

hemos de unir todas.

manuela trasobares

pornoterrorismo no es una invencin, ni un concepto, ni

una tendencia, ni un estilo, ni una mscara, ni una creacin.
Es un sustantivo simple comn abstracto contable, y pornoterrorista es un adjetivo calicativo sustantivable.
No son propiedad de nadie, es lenguaje. Por ello creo que
aunque haya sido yo la persona que se haya apropiado conscientemente del trmino para darle nombre a lo que hago, no
se trata de algo mo sino que, afortunadamente, el mundo
podra estar lleno de pornoterroristas.
Desde el nio que se pajea en la playa y escandaliza a las
seoras hasta la puta descarada que se aposta en la esquina de
una turstica avenida en lugar de esconderse en los callejones.
Y personas cuyas actividades artsticas, polticas e intelectuales podran ser calicadas de pornoterrorismo las hubo
antes de m y las habr despus.
A lo largo de estos ltimos aos me he encontrado con
algunas de estas personas que como producto de casi un
milagro (porque lxs pornoterroristas no abundamos) se cruzaron en mi camino para quedarse de forma permanente en
mi vida, de una forma u otra. Algunas son personas cercanas,
187

amigxs perrxs, amantes, hermanxs. Otras son personas a las

que admiro en la distancia por su labor y su trabajo.
Considero que escribir un libro sobre pornoterrorismo y
pasar por todas estas lneas sin hacer una mencin a esta
gente sera injusto y poco honesto, pues de ah he tomado
ms inuencias e inspiraciones de las que pudiera parecer a
primera vista. No me detendr en exceso en la descripcin de
las personas que voy a citar, pero s me he propuesto aportar
una breve informacin sobre ellas.
Es muy posible que estas personas no se consideren a s
mismas pornoterroristas, porque como digo es solo un adjetivo, pero si he decidido incluirlas en este punto es porque trabajan o trabajaron la sexualidad (directa o indirectamente) de
una forma subversiva y guerrillera y considero que eso las
hace merecedoras de esta mencin.
Tambin es muy posible que olvide muchos nombres,
porque la forma que tengo de recibir y canalizar lo externo
suele ser siempre catica y muy poco metdica. Y es muy
probable que las pginas y blogs a los que hago referencia
dejen de existir algn da y que lo permanente de este libro
sobreviva a lo efmero de internet.
Podra este listado de links, quizs, entenderse como un
glosario de pornoterrorismos, aunque para m sea algo ms
que eso pues muchas de estas personas me han inspirado,
guiado, dado fuerzas o iluminado (y lo siguen haciendo) en
mi camino.
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193

poesa pornoterrorista y otros desvaros

A veces animal vibrante de msculo ciego;
Siempre razn, asesina de todos los presentes,
siempre amiga de lo que an no es,
que intuye y destruye
lo que es por ser precisamente ajeno
a lo recreado, lo salvador, lo soado.
Maldito sea lo soado.
Pongo nombres a lo terrible y
lo terrible nombra al ser humano
querido hermano siams combustible.
Nombres voraces con prisa exponencial,
sin culpa, nos devoran.
Antes que lleguen los nombres
ya podemos devorarnos como antao
pero ahora con miedo. Con la estupidez
del que teme lo que sabe.
La velocidad encubre la devastacin
y le da su fundamento.
Nos quedan dos telediarios.
Maldito sea lo soado.

javier amilibia

195

Tremendo amanecer
cago ascuas de carbn.
caen al inodoro como chistes
de volcn.
tsssss tsssss
es porque estoy en erupcin
y no me abraso.
dentro incluso hasta hace fro.
soy un hielo que estalla en llamas,
sin derretirse.
quiero incendiar el mundo:
un tremendo amanecer.
los contratos del enemigo,
su Historia mal contada,
sus diagnsticos clnicos,
sus sentencias de muerte,
sus libros de salmos,
sus manuales de buenas costumbres,
sus tratados de poltica
quiero derramarme en lava sobre ellos.
papeles pulverizados hasta
desaparecer por completo.
sin instrucciones no sabrn
cmo vencernos
mi orgasmo apocalptico se desparrama.
todo es fuego, ceniza, amanecer.
me corro sobre ti, mundo,
para odiarte mejor.

196

Transfrontera
Mi carne, mi sangre, mi piel, mi reino.
Donde yo mando, donde yo decido.
Salgo de una expectativa preferida,
camino sobre la tapia de vuestra frontera repugnante
y con paso de gigante entro en vuestras clnicas, vuestros
dispensarios, vuestras escuelas, vuestros quirfanos.
Entro en vuestras bibliotecas y engullo uno a uno
todos los manuales que utilizis para darle nombre
a mis emociones.
Mi piel, mi carne, mi sangre, mi templo.
Donde oran las profanas, las desahuciadas de la fe,
las perversas y las anormales.
Atraco vuestras farmacias a punta de pistola
e ingiero vuestras soluciones para locos.
Lo que nunca sabris es que esto que hago
lo hago sin creer en vuestro discurso,
sin conar en el futuro que me deparan vuestras predicciones,
sin dejaros conocerme.
Mi coo, mi polla, mis oricios todos, mi orgasmo:
donde he construido un monumento al deseo que siempre
est lubricado.
Entreno hormonas como si fueran soldaditos,
los preparo para asaltar vuestros palacios del amor mojigato,
y rescatar a vuestros cachorros mutilados en nombre
del bienestar.
Soy una actriz de vuestro drama y lo he convertido
en comedia,
querais que fuera caperucita y le cambi el guin al lobo,
que tambin estaba hasta la polla.
Atravieso las fronteras de vuestras propias neurosis,
y me instalo justo ah donde quiero estar,
donde luzco como un molesto insecto mutante
al que no podris matar.
Mi cuerpo, mi cuerpo, mi cuerpo.
Donde yo mando, cabrones!

197

Pecados
He recorrido con mis patas de cierva
todos los caminos del pecado.
Estuve chapoteando en los charcos
de la Lujuria y no me ahogu.
Devor todos los manjares que la Gula
me ofreci hasta saciarme y
no perd el sentido.
Negoci con la avaricia alguna forma
de dejar de desearlo todo y
volv con los bolsillos vacos.
A la Ira la contrat para
mis luchas personales y
cuando me noto sin fuerzas, voy a ella
a llenarme el depsito.
A la Envidia la encontr en un club
de alterne, era todo lo que no soy
y quisiera ser: asesina, demente, despiadada,
la ms puta de todas,
toda una mrtir a la que venero
dos veces al ao.
Nac con la Soberbia puesta en las venas y
nuestra relacin se limita a
menstruaciones y ciclos hormonales;
si se le suben los humos siempre
alguna perra los apaga con sus uidos, y
si la noto ausente, me miro en el espejo.
Al funeral de la Pereza fui,
hace un par de semanas.
Ahora se me aparece por las noches,
cruel fantasma, que por suerte,
al despertar, se me evapora entre
los dedos.
Y mis patas de cierva
me trajeron aqu,
a este charco perpetuo
donde todo es dulce pecado y
donde todo, por seguro,
conduce a la perdicin.
Que Dios me perdone
si algn da no soy el a mis deseos.

198

Hijxs de puta
sois unos hijos de puta,
vosotros que me miris
desde esas celdas de castigo,
desde esos puestos de trabajo,
desde esos alquileres de mierda,
sois unos hijos de puta.
he perdido la fantstica virtud
de sentir lstima y me he convertido,
sin quererlo,
en una hija de puta.
el cambio climtico me importa una mierda,
las matanzas, el hambre, las especies en peligro de
extincin,
toda injusticia que no me salpique,
toda maldad que no lleve mi nombre,
me resbala.
me he convertido en un monstruo y vengo hasta aqu
para convenceros de mi inmundicia.
Si algn da sent amor por vosotras,
fue porque estaba pedo,
si sent piedad porque estaba con la regla,
si sent consuelo, pura fantasa.
La verdad es que no siento nada.
quizs una pizca de odio y otra de deseo.
que os odie no quiere decir que no pueda follaros.
sois unas hijas de puta.
os lo digo as, sin formalismo alguno
sin articio,
sin ms
Perd la fe, soy un alma perdida,
perd el miedo al vaco y a la muerte
y no quiero que ninguna hija de puta me rescate.

199

Versin porno del poema N 15 de Pablo Neruda

Me gustas cuando besas porque ests como pirada,
con los ojos en blanco y tu cara de ida,
parece que se te hubiera olvidado la pastilla
y parece que un dedo te cerrara la herida.
Como todo el deseo est lleno de mi ansia,
con tu lengua sigilosa, llenas el ansia ma.
Larva incompleta te pareces a mi ansia
y te pareces a la palabra ninfomana.
Me gusta cuando lames y ests como a tu rollo
y ests como frotndote y emitiendo un murmullo.
Y no me oyes ni de lejos y mi mano no te alcanza:
djame que me corra con el gemido tuyo.
Djame que te bese tambin con estos labios,
rojos como una sangre, frescos como una fuente.
Eres como la noche licuada y oscura,
tu grito es de astro, tan salvaje y ardiente.
Me gusta cuando te corres porque ests como vencida,
plida y piadosa como si hubieras muerto.
Un roce entonces, un susurro bastan.
Y estoy caliente, caliente porque no sea cierto.

200

Metasexual
Bombea, bombea, bombea,
elctrica nia, reanmame
que estoy muerta
paradacardiovascularizada
de estos orgasmos tan salvajes.
Deja que tu coo le haga
el boca a boca al mo,
que tengo oxgeno cero
en la sangre que me inama el cltoris.
Respira, respira, respira,
revitaliza mis suspiros
con tu aliento de criatura salvaje.
Insrtame los dedos hasta que me toques
el corazn
(comprobars que no late).
Diltame,
muveme,
emplame,
hazme no distinguir la frontera entre
el dolor y el placer,
entre el sadismo y la ternura y,
hazme eyacular nctar,
querida.

201

Sin ttulo
si me saco el hombre y me saco el bollera y me saco la
pluma y me saco un ojo
qu queda de m?
Me fui construyendo con metforas de otros
y, despojado de todo lo que no me cuadra,
me quedo aco y tiritando de fro
ante una estructura que me repele.
Y qu pasa si quiero ser otra cosa distinta?
Qu pasa si me quiero arrancar esta mierda que me cuelga y
fabricarme una vagina?
Qu pasa si quiero ser solo de carne que sangra,
de carne que se
muere si la aprietas, si quiero ser algo intil
que no tenga sentido?
Estoy harto del papel de celofn que lo recubre todo,
de la prolaxis, de las mentiras,
de las cosas pulidas y brillantes.
Quiero descubrir qu hay debajo de toda esta mierda
que tanto nos
ahoga,
quiero recuperar mi voz de entre toda esta basura,
quiero cagarme
en todo con mi voz de puta, loca.
Finalmente tengo coo, no lo eleg pero no me disgusta.
Soy la nia que todo lo quiere,
una insatisfecha perpetua,
alguien en quien no se puede conar.
Quiero salvarme.
Que exista un paraso en el que solo entren
las perturbadas, las
travestis, las transgnicas, las degeneradas.
Quiero que los ineles ardan por siempre en un inerno
Pero sin sexo y sin llamas.
Quiero venganza, an no s de qu.
Quiero salvarme, como toda hija de vecina.

202

post-orgsmica (y contenta)

este libro no dice cosas que no se hayan dicho ya, tampoco

las dice de una forma original ni pretende ser origen de
movimiento; no es la obra de un gur, ni de una visionaria,
ni de un genio.
La virtud ms relevante de este texto es que dice palabras
que quieren decir justamente lo que dicen, palabras que han
recorrido ms las bocas que los ojos o las plumas, palabras
sacadas de la calle, de la cama, de la crcel, del puticlub, del
corazn, de la vida. Palabras que estn de paso por las bibliotecas y que visitan las aulas y las conferencias solo como
quien visita a una prima lejana.
Este libro pretende contarle a quien jams en su vida
abri un libro de Foucault, Butler o Preciado o que no sabe
quin es Annie Sprinkle algunas cosas sobre la prctica queer
y el postporno.
Este libro est escrito por una poeta performer inconformista, no por una escritora.
Ha sido un tormento y un placer escribirlo, espero que
haya sido lo mismo para quien se haya aventurado a leerlo.
El mundo est lleno de gente que hace su trabajo. Bien,
yo tambin hago el mo, que es justo este.
203

agradecimientos

entre los principales culpables de todo no est el enemigo,

ni la vida perra, ni las ganas de revancha o venganza. Los culpables primeros y ms bsicos son mis progenitores, Jos
Ramn Junyent Brcena y Pi Torres Agero, por la libertad,
el cario, la sinceridad y la buena educacin. Espero que mi
padre sepa disculparme por empezar a llamarme Diana J.
Torres, pero quiero que mi nombre sea fcil de recordar y
pronunciar.
A Luca Egaa Rojas, mi amor y mi compaera, por materializar con su corazn, su cuerpo y su tiempo el ms hermoso deseo que jams le ped a la vida en una noche de San
Juan. Tambin por leer este libro antes que nadie y ofrecerme
su muy valiosa opinin y correcciones. Este libro ha sido casi
ntegramente escrito en su ordenador porttil, mucho ms
cmodo para escribir que mi lata renqueante.
A Helen Torres porque sabe escuchar y comprender
mejor que nadie y porque se corre como se corren las reinas
amazonas. Por echarme el I Ching de este proyecto y sacarme
un resultado tan bello como la Revolucin.
205

A Amie Tetlowsky por ensearme el fabuloso arte de

aullarle a la luna, la tcnica para encontrarse una misma en
su soledad y darme la oportunidad del desierto.
A Yasmn Rasidgil por compartir conmigo el paseo inicitico por la frontera del dolor y el placer, por entregarme
sus entraas ms preciadas. He escrito este libro para que me
lea de una puta vez.
A Chiara Schiavon por bajarme del altar y reinsertarme a
la humildad, por ensearme la belleza de mi monstrua y
mostrarme el divino arte de la Rabia.
A Itziar Ziga por amamantarme con su sabidura y ayudarme a conocerme mejor.
A Claudia Ossandon, la tecno-chica dlmata, porque su
compaa siempre es sinnimo de aventura, y su aventura es
alimento para mis letras, por hacerme saber que el mundo
nunca ser libre si no empezamos por el software.
A Virginie Despentes por la inspiracin, la fuerza y su
abrazo siempre tan reconfortante.
A Beto Preciado por ser tan consciente de la importancia
de las redes (e incluirme en sus planes), por prohibirme terminantemente el testogel y por rechazar mis proposiciones
indecentes con tanta elegancia.
A Patricia Heras porque con ella aprend a comer coo y
las bellas tragedias del romanticismo, por ser mi cicatriz ms
antigua y porque nuestra unin parece ser, de verdad, hasta
que la muerte nos separe y ms all de las crceles.
A Majo Pulido y Elena Prez (Post Op) por enchufarme
en la clavija correcta, las buenas vibraciones y su cario
incondicional.
A la Quimera Rosa, Yan y Ceci, por su imaginacin desbordante y su amor de otro mundo.
A Javier Amilibia por la hermandad, la buena poesa, las
grandes verdades y por las clases de lesbianismo.
A Mariana Echeverri por darme fe en el futuro.
206

A las Video Arms Idea (Chiara Schiavon, Mery Favaretto,

Giulia Perli, Jordana Canova y Elena Cadore) por ser tan jodidamente listas, eras y tiernas y porque su labor es admirable la mires por donde la mires.
A mi gata Isthar por conectarme con mi lado maternal,
tener siempre a punto un ronroneo seductor y por ensearme lo sexy que puede ser el desprecio.
A Alfredo Pestana por demostrarme que los hombres
pueden ser tan perras y tan dulces como nosotras y que la
convivencia es algo maravilloso.
A Zou porque el trabajo que hace con personas discapacitadas es esencial y por ponerme en contacto con Rafa.
A Silvia Garca de Diego porque es la primera persona a
la que recurrira si necesitara un abrazo urgente o un poco de
sensatez en mi vida.
A las hermanas Iturrioz (Auro e Itu), Txurrus y Katalli
por ser tan caeras y llevar a cabo un proyecto poltico tan
arriesgado como vivir la vida que no quieren que vivamos.
A Mara Llopis por ser un referente y una gran amiga que
riega mi pensamiento con ideas que nunca se me hubiera
ocurrido pensar por m misma.
A Karolina aka Spina e Idioa Milln porque personas
como ellas mantienen prendida la llama incendiaria que todx
pornoterrorista necesita para seguir creyendo.
A Jaime del Val por el descubrimiento tan sorprendente
que me brindaron sus investigaciones sobre microsexos y
acoplamientos aliengenas. Porque es todo un sabio revolucionario.
A lex Brahim, porque al igual que Beto Preciado, es un
especialista en establecer conexiones, y adems tiene muy
buen gusto.
A Michael Andrew Clark por crear ruido delicioso para
mis performances y por ser tan encantador.
207

A la MariKarmen Free, Filippo/Brenda, Agustina, Lucrecia y Arnau por su desobediencia sexual y su capacidad de
movilizar a las masas.
A Mara Percances por darnos a la humanidad un claro
ejemplo de lo divinas que estaramos todas si supiramos
algo de losofa zombie y por ser tan jodidamente honesta en
todo lo que hace.
A Miriam Sol, Alba Pons y TransBlock por hacer del
transfeminismo algo por lo que merece la pena luchar.
A Pedro Soler por su forma tan marciana de ser y por su
capacidad de organizar cosas que nos resultan siempre tan
nutritivas. Porque si todos los hombres fueran como l el
mundo sera un lugar completamente distinto.
A Pablo Raijenstein por el germen que implant en m y
que ha dado como fruto esto que soy ahora, por sorprenderme con su trayectoria de doblador de cucharillas.
A Josefa Ruiz-Tagle por su inestimable colaboracin en la
revisin de este texto.
A la gente a la que he pedido ayuda para este libro y no
me la ha podido o sabido o querido prestar: gracias porque
con vuestra ayuda este libro hubiera sido diferente y me
encanta tal y como es.

208

eplogo para una adorable criatura pornoterrorista

por Itziar Ziga,
la (casi) primera vctima del pornoterrorismo93

No necesito dignidad. Tengo

grandeza.

beatriz espejo

por esas pocas, todava no conoca tanto a la Pornoterrorista. De hecho se llamaba Diana. Quedamos en el bar de Joaqun Costa donde iba a recitar poemas aquella tarde, dos
horas antes del comienzo del show. Las cervezas se precipitaban por nuestras gargantas como un Nigara dorado. Iba a
ofrecer una lectura al uso, ni siquiera lleg a desnudarse. Lo
digo porque desde entonces he visto a Diana sobre el escenario follarse una cabeza de cerdo, cagar pasta de almendras,
rasgarse la piel, inundar generosamente al pblico con sus
torrentes orgsmicos, ser azotada por menores, presentar a
una amiga mrtir de la polica crucificada y sonriente
Hasta una vez en Altea me pidi que le depilara el coo
con cera en directo mientras lea un poema (ella que haba
resistido la trepanadora tortura de tatuarse los dos lados del

93.- Por cierto, yo estaba muy orgullosa de proclamarme la primera vctima del pornoterrorismo. Un da, follando en la cama de Diana (no con ella, esta vez) me
rasgu la rodilla con uno de los folios de su libro. Sangr bastante y tard en
darme cuenta. A quien desee comprobarlo le mostrar mi hermosa cicatriz. Pero
en esto tampoco lograr ser pionera. Maldita Luca, te me habas adelantado!

209

crneo, no pudo superar este trnsito de la feminidad normativa. Al segundo tirn se levant al grito de las mujeres
estis locas, esto s que es masoquismo. A la maana
siguiente se llev su conejo a Berln como si hubiera desayunado zanahorias en Chernobyl).
Pero aquella inocente tarde, solo iba a recitar versos. Le
pregunt ms inocentemente todava si pensaba leerlos o si
ya los haba memorizado. Casi no repito poemas en mis recitales, me respondi tan chula a la tercera birra. Mientras no
perda el hilo de la conversacin con Amie y conmigo, fue
trazando lneas en papelotes sobre la mesa del bar. Versos
que terminaron sonando sublimes aquella tarde apenas dos
horas despus ante un pblico tan extasiado como el que
siempre alcanza Diana.
Puta genia de las palabras!
(Mi estpido corrector de word me seala en rojo que
Diana no puede ser una genia. Vale que lleva la cabeza rapada y los mdicos siempre le han asegurado que acumula una
sobredosis de testosterona desaconsejable para lo que debe ser
y parecer una mujer, pero odia tanto la misoginia como yo).
De todos los millones de imgenes txicas que me asaltan
de ella, quizs esta que voy a evocar sea la que mejor plasma
el delicioso pornoterror que expande Diana en todo lo que
hace. S que la hazaa ha sido descrita por ella misma en las
pginas que me preceden, pero as tendrn dos versiones de
la misma efemride histrica. Apuesto a que el guardia de
seguridad de la Universidad de Valencia sobre cuyos zapatos
reglamentarios el scubo que rma este libro eyacul en plan
fuente de parque infantil, relatara los hechos de otra manera.
Aunque dudo que fuera capaz de explicarle a su mujer, cuando regres a casa de su triste trabajo, nada de lo que vio aquella apacible tarde de mayo. Ni siquiera de procesarlo en su
interior (de tenerlo).
Habrn adivinado que me reero al pasaje de la paja
colectiva en el campus. En cuanto aparecieron los seguratas
210

como era de esperar, yo no pude continuar tocndome.

Cuando una ha crecido en Rentera, la visin de un uniforme
le cierra al instante el coo y el puo. Pero Diana, completamente desnuda sobre el csped, continu estimulndose
hasta explotar en un chorro cristalino que se elev unos cuarenta centmetros para aterrizar en los pies de la pasmada
autoridad. El sol mediterrneo centelle a travs de sus
aguas. Los muy imbciles casi no podan articular palabra.
Dudo mucho que hubiesen visto jams a una mujer masturbarse, mucho menos correrse con tanta generosidad.
Se produjo entonces una discusin a muchas voces de lo
ms absurda mientras Elena tambin se corra (ella es de
Irn pero parece haber superado la fobia mejor que yo).
Diana por su parte, se puso la minifalda y con las tetas al aire
se march del escenario tan tranquila. Relajada tras el orgasmo y satisfecha de haber perpetrado por n su plan de una
paja pblica y colectiva. Sin asomo de miedo, de vergenza,
de zozobra.
Tengan cuidado con ella si se la encuentran, es una zorra
insaciable. Siempre anda conspirando para ms pajas colectivas, es como una obsesin. Un objetivo pornoterrorista que
nunca abandona su malca y adorable cabecita. Acabarn
salpicando de lujuria con ella los zapatos ms temibles.

211

ndice

prlogo 9
los caminos de la transgresin son inescrutables 15
el miedo al placer no catalogado
y a las prcticas deslegitimadas 35
otra forma de terrorismo y la lucha contra
la censura de lo sexual 61
me habis convertido en esto 69
performando el pornoterrorismo 79
pequeo manual de accin pornoterrorista 97
los sexos terrorcos: nixs e incapaces 113
patologas terroristas: 133
sm, exhibicionismo, disforia de gnero
nuestro sexo es un arma cargada de mercurio 145
la puta monstruosa: prostituciones divergentes 153
y una reexin sobre la profesin
transfeminismo: un feminismo que me incluye (por n) 169
proud of my sickness 179
no estoy sola. otros pornoterrorismos 187
poesa pornoterrorista y otros desvaros 195
post-orgsmica (y contenta) 203
agradecimientos 205
eplogo para una adorable criatura pornoterrorista 209
213

Otros ttulos de esta coleccin

ENSAYO
Mumia Abu-Jamal
Brota la vida
Desde la Galera de la muerte
Gerry Adams
Hacia la libertad de Irlanda
La bqueda de la paz
Dario Azzellini
El negocio de la guerra
Carlos Aznrez
Los sueos de Bolvar en la
Venezuela de hoy

Fidel Castro
La historia me absolver
Maana ser demasiado tarde
La honda de David. Cuba frente
al Nuevo Orden (conversaciones
con Fidel Castro)
De Seattle al 11 de septiembre
Ernesto Che Guevara
Diario de Bolivia
Textos revolucionarios
La guerra de guerrillas
Pasajes de la guerra revolucionaria

Osvaldo Baigorra
El amor libre. Eros y anarqua

Noam Chomsky
Mantener la chusma a raya
Las intenciones del To Sam
El mundo despus de Iraq

Carlos Bat
El frica de Thomas Sankara

Karlheinz Deschner
El credo falsificado

Osvaldo Bayer
La Patagonia Rebelde

Heinz Dieterich
Cuba ante la razn cnica
Curar en Cuba

Juan Antonio Blanco

Tercer Milenio
Toms Borge
Un grano de maz. Hablando con
Fidel
Francisco Javier Caballero
Algunas claves para otra
mundializacin

Iaki Errazkin
Y en eso se fue Fidel
Hasta la coronilla
Frantz Fanon
Los condenados de la tierra
Txema Garca
El Salvador. De la lucha armada
a la negociacin

Manuel Garca Vi
El Pas: la cultura como negocio.

Los dominados y el arte de la

resistencia

Serge Halimi
Los nuevos perros guardianes.
Periodistas y poder

Andrs Sorel
La guerrilla antifranquista
Siglo XX. Tiempo de canallas

Coral Herrera Gmez

Ms all de las etiquetas

Luismi Uharte Pozas

El Sur en revolucin. Una mirada a
la Venezuela Bolivariana

Madres de Plaza de Mayo

Ni un paso atrs
Nelson Mandela
Un ideal por el cual vivo

Maurice Verzele
La muerte sin dolor. Suicidio y
eutanasia

Subcomandante Marcos
Los del color de la tierra

Immanuel Wallerstein
La decadencia del imperio. EEUU
en un mundo catico

Jos Mart
Contra Espaa

Noam Chomsky, Heinz Dieterich

La Aldea Global

Roberto Massari
Che Guevara. Pensamiento
y poltica de la utopa
Luis Alberto Matta Aldana
Colombia y las FARC-EP
Origen de la lucha guerrillera
Testimonio del Comandante Jaime
Guaraca
OLP/MNU de la Intifada
Intifada. La voz del
levantamiento palestino
Fundacin Jos Peralta
La rebelin del arco iris
Guido Piccoli
El sistema del pjaro
Alberto Pradilla
El judo errado
Philippe Ganier Raymond
El cartel rojo

Froiln Gonzlez, Adys Cupull

Amor revolucionario. Celia, la
madre del Che
Sergio Guerra, Alejo Maldonado
Historia de la Revolucin cubana
James Petras, Steve Vieux
La historia terminable. Sobre
democracia, mercado y revolucin
Carlos Aznrez, Javier Arjona
Rebeldes sin Tierra. Historia del
MST de Brasil
Robert Ali Brac de la Perrire,
Franck Seuret
Plantas transgnicas
La amenaza del siglo XXI
Diana J. Torres
Pornoterrorismo

Ricardo E. Rodrguez Sifrs

El desafo de Ben Laden

NARRATIVA

Edward W. Said
Gaza y Jeric. Pax americana
Palestina: paz sin territorios

Andr-Marcel Adamek
El pjaro de los muertos

Jacqueline Sammali
Ser kurdo, es un delito?
James C. Scott

Marie-Clie Agnant
El libro de Emma
Germano Almeida
Historias de dentro de casa

Eduardo Antonio Parra

Parbolas del silencio
Fernando Arias
Pjaros de altura
Salwa Bakr
El carro dorado
Las artimaas de los hombres y
otras historias
Gioconda Belli
La mujer habitada
Sofa de los presagios
El pas bajo mi piel. Memorias
de Amor y Guerra
Frei Betto
El da de Angelo
Juan Antonio de Blas
Michael Collins: Da de Ira
Miguel Bonasso
La memoria en donde arda
Recuerdo de la muerte
Madeleine Bourdouxhe
La mujer de Gilles
Omar Cabezas
Cancin de amor para los
hombres
La montaa es algo ms que
una inmensa estepa verde
Daniel Chavarra
Una pica en Flandes
Prapos
Paulina Chiziane
Vientos del Apocalipsis
Francisco Coloane
El Guanaco Blanco
Mia Couto
Cronicando
Voces anochecidas
Osamu Dazai
El ocaso
Ramn Daz Eterovic
ngeles y solitarios
Nunca enamores a un forastero

Giuseppe Fava
Mafia. Historias a la sombra
del Poder
Rubem Fonseca
El gran arte
Vernella Fuller
Mujeres poco corrientes
Juan Jos Garfia
Adis prisin
Patricia Grace
Potiki
Zhang Jie
Galera
Franoise Kesteman
Morir por Palestina
Sahar Khalifeh
Cactus
Jamaica Kincaid
Un pequeo lugar
Autobiografa de mi madre
En el fondo del ro
Mi hermano
Alexandra Kollontai
La bolchevique enamorada
Elina Malamud, Hctor E. Dinsmann
Los pueblos del mbar
Manuel Jorge Marmelo
Las mujeres deberan llevar libro
de instrucciones
X. L. Mndez Ferrn
En el vientre del silencio
Malika Mokeddem
Los hombres que caminan
El siglo de las langostas
La prohibida
Patrick Mosconi
El canto de la muerte por un dolor
apache
mile Ollivier
Pasos
Jos Emilio Pacheco
Las batallas en el desierto

Eduardo Antonio Parra

Tierra de nadie
Los lmites de la noche
Nadie los vio salir
Shahrnush Parsipur
Mujeres sin hombres
Senel Paz
Fresa y chocolate
Gilles Perrault
La Orquesta Roja
Artur Pestana, Pepetela
Mayombe
La generacin de la utopa
James Petras
Escribiendo historias
Elena Poniatowska
Las siete cabritas
Luz y Luna, las lunitas
Tlapalera
Jos Revueltas
La palabra sagrada
Sonia Rivera-Valds
Las historias prohibidas de
Marta Veneranda

John Steinbeck
La luna se ha puesto
Paco Ignacio Taibo II
La bicicleta de Leonardo
La vida misma
Sintiendo que el campo de batalla
Sombra de la sombra
Que todo es imposible
Doa Eustolia blandi el cuchillo
cebollero
Urbano Tavares
Bastardos del sol
Ngugi wa Thiongo
El diablo en la cruz
Bernard Thomas
La Belle poque de la Banda de
Bonnot
Jacob. Recuerdos de un rebelde
Manuel Tiago
Hasta maana, camaradas
Pramoedya Ananta Toer
Hacia el maana
Hijo de todos los pueblos
La casa de cristal
Tierra humana

Ricardo E. Rodrguez Sifrs

Cuntas veces en un siglo
mueve las alas el colibr?
La ruta del esqueleto

Lev Tolstoi
Hadzi Murat

Francisco Rojas
El diosero y otros relatos indgenas

Mirta Yez
Habaneras

Tabajara Ruas
Persecucin y cerco
de Juvencio Gutirrez

Yusuf Yeshilz
Viaje al crepsculo

Yuri Rytcheau
Cuando la ballena se va
Suzan Samanci
Hln ola a resina

B.Wongar
Walg. Regreso a la vida

Raul Zelik
Situaciones berlinesas
Patxi Zamoro
A ambos lados del muro

Moacyr Sclair
El ejrcito de un hombre solo

Ernesto Che Guevara, Alberto

Granado
Viaje por Sudamrica

Marcela Serrano
Nosotras que nos queremos tanto
Para que no me olvides

Mauricio Rosencof, Eleuterio

Fernndez Huidobro
Memorias del calabozo

BIOGRAFA

VVAA

Gerry Adams
Antes del amanecer

Nuestra Amrica contra el

V Centenario

Arturo Alape
Manuel Marulanda, Tirofijo

Chiapas insurgente. 5 ensayos

sobre la realidad mexicana

Autobiografa
Malcolm X. Vida y voz de un
hombre negro

El Nuevo Orden Mundial o la

Conquista Interminable

Osvaldo Bayer
Severino Di Giovanni. El
idealista de la violencia

Terrorismo de Estado. El papel

internacional de EEUU
Perestroika. La revolucin de las
esperanzas

Katiuska Blanco
Todo el tiempo de los cedros.

El ao que estuvimos en
ninguna parte

Brendan Beham
Confesiones de un rebelde
irlands

Fin del capitalismo global. El

Nuevo Proyecto Histrico

Carlos Calica Ferrer

De Ernesto al Che
Mara Lpez Vigil
Camilo camina en Colombia
Helmut Ortner
Sacco y Vanzetti. El enemigo
extranjero
Leonard Peltier
Mi vida es mi Danza del Sol
Mario Scialoja
Renato Curcio. A cara
descubierta
Mara Jos Silveira
Eleanor Marx, hija de Karl
Pramoedya Ananta Toer
Cancin triste de un mudo
Ruth Werner
Olga. La roja inolvidable
Gretchen Wilson
Con todas sus fuerzas
Elizabeth Subercaseux,
Mal Sierra
Evo: Despertar indgena

Por qu no te callas, Borbn?

Este libro,
pornoterrorismo
se termin de disear, componer y maquetar
en Nabarreria.com el 21 de febrero de 2011
utilizndose para ello la familia tipogrca Celeste
creada digitalmente
por Chris Burke en 1990.

Aurkeztu dizugun liburuaren eduki, itxura edo inprimaketari

buruzko iritzia guri
helarazi nahi izanez
gero, bidal iezaguzu.
Zinez eskertuko dizugu.

La Editorial le quedar
muy reconocida si usted le comunica su opinin acerca del libro
que le ofrecemos, as
como sobre su presentacin e impresin. Le
agradecemos tambin
cualquier otra sugerencia.

Editorial Txalaparta s.l.l.

San Isidro 35-1A
Cdigo Postal 78
31300 tafalla
Nafarroa
Tfno.: 948 70 39 34
Fax: 948 70 40 72
[email protected]
www.txalaparta.com