Las Bacantes o El Origen Del Teatro.
Las Bacantes o El Origen Del Teatro.
Las Bacantes o El Origen Del Teatro.
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&<*
Jd.
v.
LAS BACANTES,
O DEL ORIGEN DEL TEATRO
Tft\st>
LAS BACANTES
MADRID
M. CM. XXI
SUCESORES DE RIVADEXEYRA
(S.
A.)
a Cuesta
ADVERTENCIA PRELIMINAR
Las pginas que siguen, no contienen una historia general del Teatro.
de exponer, por
Ni siquiera tuve,
lo
al escribirlas, el
la
propsito
evolucin de
la
la
demostrable a mi
juicio,
gedia; y, en la segunda,
en cuanto
al
nacimiento de
ms extensa, de
la
ms importantes
dominacin
literaria del
al
exacta y
teora,
trazar los
Lope de
la tra-
remotos
XY) y de
cla-
Fnix de
los ingenios,
asunto
in-
No
la
el
el
1
Dis2
de
EL ORIGEN DEL
Cuando Baco
TEATRO GRIFGO
hay inconve-
segn creo, en contaros una historia bquica) dcese que los pue-
niente,
le
menospreciaron
principio, hasta
al
el
punto de
momento bajo
las patas
si
batallones
los
muy
les dijeron
constan
ciervo,:
livianos escudos,
les
dido los tambores de las Bacantes con escudos). Vense adems, en ese
ejrcito,
dax
(');
el
cor-
leve vello.
Su
frente, provista
Dos
cual
calzado dorado.
al
Va
Uno de
ellos es
roma y sus
de
vello, tiene
dos cuernos en
la frente
lidio.
la ira:
en una
inano lleva una
flauta, y
IO
levanta con
la
Marcha dando
cuando se
Con
Evohe!
gritan:
Mnades y
Stiros, y su pin-
Bacantes (representadas
ms temeroso, y a
el
vez
la
ao 405
a.
que
el
lo dio a
y,
el licor
que
el
jugo de
la
mismo
es
el
el
Las
ms dulce para
el
(').
el
ofrecido en liberacin a los dioses, para obtener de ellos los bienes que
('), y *todos los brbaros celebran sus misterios
que suelen ser nocturnas (vKtwp).
( ),
Sabido es que
los helenos
el
miadores, durante
las
Oscoforias (ce-
las
el
menzaba hacia
duraban
el
solsticio
mes de febrero); en
mes de marzo; y en
las dionisiacas
otras
que
Megara o
ni la tragedia, ni la
comedia,
invencin de
comedia,
la
StWpafxSov), y, la
1
la
urbanas (gran-
( ).
(izo
la
tragedia
(arco twv
"Outo;
( )
f'<jT
Stofft <rov5TCK
Sb; yeyb;,
<lla: va/oprJsi papppwv Ta3' opyta. (Para el texto griego, consltese la edi()
cin A. H. Cruickshank: Bacchae; Oxford, Clarendon Press.) Vanse tambin los dos
himnos homricos a Dionisos, y los Dilogos de los dioses (XVIII), El Congreso de los
Dioses y
4
( )
sigs.
el
Vid.
tratado
De
G. F.
danza de Luciano.
trad. aluski; Pars, 1885;
II,
865
xa
-.paXXtx).
Aade que
la tragedia,
modo
del
satrico,
rer,
II
gravedad;
y,
el
(cap.
III
comeda, nacieron de
cipal,
la
come-
(KXafrev).
las fiestas
de Baco, porque
como
la tragedia,
el
la
dios, y el
cas y de las
epot
el
la tragedia,
(*).
Lo
cual
dado
el
mente absurda.
Sobre
que
la
antigedad
nos leg, acerca de los orgenes del Teatro clsico, han construido los
historiadores literarios la teora siguiente
la
( ):
el
ciertas repre-
el culto
en varios santuarios helenos. Entre estas representaciones, se destacala Academia de Berln; BerPotica: praeterea magnitudo ex
parvis fabulis et locutione ridicula, propterea quod ex Satyrico mulata est, tarde
granditatem habuit (tragoedia). ac metrum ex tetrmetro iambicum factum est. nam
primum tetrmetro utebantur propterea quod Satyrica et magis saltatoria erat posis.
Heinsio tradujo mejor, en vez de locutione ridicula, ad risum facto sermone.
re).o!o; quiere decir: que hace reir, risible, y Platn (Banquete, 189 b, ed. Burnet) contrapone 7'/o'.<x (risibles) a xaTayXaaia (ridiculas). Comp. F. As: Lexicn Platonicum; I;
l
ln,
1831;
III,
la
v. yevoTo;.
de ejemplos, vanse: Alfred et Maurice Croiset: Histoire de la Littrature grecque; II (Paris, 1898), 297 y sigs.; III (Paris, 1899), 23 y sigs V. Inama: Letteratura greca; 18. a ed.; Milano, Hoepli, 1917; 130 y sigs. W. Christ: Geschichte der griechischen Litteratur bis auf die Zeit Justinians (Mnchen, 1908-11; 5. a ed. revisada
por O. Sthlin y W. Schmid).
(-)
ttulo
12
bestial
cabrios.
Su canto era
cantada por
frigio,
los
(^^macho
letra entera
el
ms
cabro), por
el
ditirambo, composicin
el
el
el estribillo.
aspecto semi-salvaje
Se cantaba segn
el
el
lrica,
coro,
modo
de origen tracio
cual repeta la
el
frigio, el
ms apa-
Metimne
se determin eliminando
el
( ).
no obstante
drama,
lo cual, a fin
la
mayor
el
coro
sat-
drama
satrico
la tragedia,
el
a la poesa
lrica,
del
como
surgi
cuyo sostn
germen
era,
Una obra
ocasiones favorables
tena
mayor importancia,
ms tiempo. Cuando
las tragedias
que
la
la
el
elemento
al
la
lrico
canto lleg
aprovechado
el
siglo
ms
antes de Cristo,
al
la
lirismo
heroico.
Como ejemplo de composicin que puede dar un' idea del come da un coro
possa essersi sviluppata la tragedia, cita Inania el ditirambo (?) XVIII de Baqulides, escrito en forma de dilogo entre el corifeo, qiie representa a Egeo, rey de
Atenas y padre de Teseo, y el coro, que personifica al pueblo ateniense. Vase el
texto griego y la versin castellana de P. Bosch Gimpera en el folleto: Baqulides:
Teseo; Madrid-Lisboa, sin a. (de la Biblioteca de Autores Griegos y Latinos).
2
( )
lirico
En cuanto a
y de
las
la
bufonadas de
la
invierno, en
que
vez primera
el
el
de
la fte) se
all el
VI,
del
al
el
el desfile
cuerpo fuera de
de carretas (donde
ventana, con las
la
caras embadurnadas, para no ser conocidos, interpelaba a los transentes, dicindoles cuantas verdades engendra
el
la tragedia.
Esto, por lo
la
cin, imitados
al trans-
que en aqulla se
lricos
iambo y el coriambo.
que a Grecia respecta. En cuanto a Roma, tanto la co-
media, como
Los ritmos
el crtico, el
de
los griegos.
mimos o
de
los
la-
los
planipedias.
de
los
Zanni) de
la
(el
Pantaln,
commedia delC
Arlequn,
romances
Tal es
la
los
Brighella,
como
los
el
Doc-
Stupidi
Pastores y Bobos de
*
*
modo
el
(*).
un
el
arte italiana, as
Como
el
()
Cons. el libro de Reich: Der Mimas. Ein Litterar-Entwickelungsgeschichtlicher
Versuch (Weidmann, 1903), obra fundamental sobre la materia.
de
tinos, y, a travs
14
miento, de los cuales surgieron los grandes creadores del Teatro nacional en todos los pueblos
toda
la
brevedad posible,
lo
atinada-
tal
vez
antes expuesta,
la teora
Pensemos, en
tragedia y de
la
de los mejores
lo es
accin
({*fii<?
comedia
(3sXxt<W'),
ilustre, perfecta,
la
decir:
con ritmo, harmona y metro)... conduciendo la expurgacin de los afecno por narracin, sino por va de misericordia y terror. La tragedia
tos,
dice profunda-
mente Aristteles no
<mv
o'ix <*/ep<TOov
los
hombres, sino
como
al
las
Al decir que
la
tragedia
el filsofo
al
'es
imi-
hombre,
la
comedia. As tambin
el
y as
Sus
la
accin
la
(67teppAXovxa).
la
(').
gravedad y el decoro,
Minisco, segn Aristteles, llamaba mono a Calpides, porque haca
tible
as,
el
mosa boca,
OJ
Croiset;
el
msero Penteo, y luego, con extraviados ojos y espul, arrancndole brazos y pies, des-
se arrojaban sobre
III,
86.
15
la
cla-
tierra,
vando su cabeza en la punta de un tirso y ostentando tan terribles trofeos con sus manos ensangrentadas; cmo pensar, djgo, en que se identifica el
Ed po
en Colonno,.
de
blanca tierra del tica, donde los ruiseores hacen oir sus
la
la
recen
el
narciso elegante y
el
al
roco celeste,
el
al olivo
flo-
Cefiso
el
de blan-
la
lrica
procesin que
al
viento esparce
evoh de
el
la
que anima
con
teo
(')
la dulce y serena actitud de aquel coro de Ocenidas (en el Promeencadenado) que baja del azulado cielo, donde alean los pjaros,
hasta posarse en
mandato
la
el
xjloi,
chismes de
la
que
al
vibrante de Aristfanes, y
agudo
la
Qu hay
muchedum-
los mortales?
la
ebria
insulta y vocifera,
de
que da matraca
la aldea,
la
con procacidad
chiste, la alusin
irresta-
obscena,
la s-
Adense a
de Frigia. El mismo Baco, segn una tradicin, venia del Tmolus (hoy
Boz-dagh), en Lidia.
(,')
Rubn
Todo
Daro: Friso.
lo cual
demuestra que
el
quico debe buscarse en
mediados
de
la
el
16
Asia Menor
Iliada
(').
(v.
existir
ya a
el libro
VI
al
el tra-
cio Licurgo, hijo de Dras, haciendo huir a Baco, que se refugi asus-
tado y tembloroso en
Herodoto
el
seno de Tetis
( ).
94) escribe que los lidios fueron los primeros que tu-
(I,
ntese que
el
dose
mero
el
significa vino
(h-Qu),
el
el
vino, y conservn-
nombre que en
representa exclusivamente
el
el
griego de Ho-
sentido de miel
o hidromel
( ).
(II,
cerdo en
el
matando un
la
altura,
slo fu
el
pompa
el rito
lo
la
Cadmo
el tirio,
al
Infierno,
Vase
el
misma divinidad ( 4 ),
y Baco. Hay evidentes
y Baco, eran
frigia,
y cree que
(-)
el
Bacchus en el Dictionnaire des antiquits grecques et romaiConsidera el nombre de Baco como de importacin tracopunto de partida de Dionisos debe buscarse en Asia, relacionn-
artculo
nes de Daremberg
dolo con
sostuvo
la
emigraron de
el fsico
et Saglio.
el
Soma
vdico.
Vanse tambin:
como un don
los
de Dionisos). Mxime Collijnon (Mythologie figure de la Grce; Paris, Quantin, 1883; pg. 250) interpreta el
txto VI, 130 de la Iliada, como si el odiado por los dioses inmortales fuese
Baco (...!), cuando es evidente que la frase se refiere a Licurgo su perseguidor.
M. S. Zaborowski: Les Peuples Aryens d'Asie et d'Europe; Paris, O. Doin, 1908;
( )
das, 614 (aqu el poeta considera el vino
pg. 401.
4
( )
5
(
Plutarco:
Plutarco:
De
De
sis
/sis
y de
y de
Osiris.
Osiris.
17
profieren fuertes gritos, y hacen los mismos gestos que las Bacantes
cuando celebran las orgas. Por eso la mayor parte de los griegos representan a Baco en forma de toro, y las mujeres de Elea, en su himno en honor de ese dios, le invitan a ir a ellas con pies de toro. Entre
los argivos, tiene el sobrenombre de hijo de toro; le evocan desde las
aguas al sonido de trompetas, echan al mar un cordero para el portero
de los infiernos, y esconden trompetas entre los tirsos, como dice Scrates en su obra sobre Osio. Por lo dems, lo que se cuenta de los Titanes y de las fiestas nocturnas de Baco, tiene
mucha
ris,
de un rbol
como hemos
(la higuera);
visto,
la del
2
( )
el sacrificio,
por
y A. Lang
al dios,
macho
piensa que
en
el
mito de Dionisos
el
yenda
relativa a la pasin
de
la divinidad.
la
leyenda de Dio-
ella
elementos
( ).
culto.
de
un carnero con
el
cabro es de
la
el
macho
( )
G. Rawlinson: Historia del antiguo Egipto; trad. Toda; Madrid, 1891; pg. 44.
Mythes, Cuites et Religin; trad. L. Marillier; Pars, 1896; pg. 534.
<')
M.
(')
2
S.
Zaborowski: obra
ganado
del
protector y guardador
el
( ).
el
culto del
flicos,
de
la
cabro,
y no con
otro distinto?
suponen originado
que haca en
el sacrificio
2
las vides
( ),
no
mismo dao?
que
el
si
en aqulla
la facilidad
macho cabro
la vid.
era el
As deca
(III, 1):
como por
el
al
la dulzura
de su
fruto,
Nada de
la
de
la
la
que
al
rios sacrificios
antiguo
(el
de
macho
la
Despus, surgieron
las
nuevo
(la vid,
el
poemas
rficos,
).
interla
de
dios
o Baco).
lo
al tracio
H. Oldenberg: La Religin du Veda; trad. Henry; Pars, 1903; pgs. 63, 65, 194
()
y 502. En el Nirukta, y en obras de fecha posterior, Pshan es identicado con el
a
a
Sol. (J. Dowson: A Classical Dictionary oj Hind Mythology and Religin, &. ; 5. ed.;
London,
rico,
19
Lo singular es
Hades y
que en
tales
con Helios
poemas
(')
(el Sol):
el";
al
blas
cabro, terrible,
tinie-
y noche; por
otro, luz
(como en
la es-
Cmo
No poseemos
bastantes datos para formarnos exacta idea de las ceremonias; pero algo
puede
inferirse
de
la
(II,
el
de
la fiesta
tan a golpes un carnero, y, con la piel que le quitan, visten el dolo del
Dios
tacin de
la
represen-
lamentan los presentes y plaen con muestras de senmuerte del carnero, al cual entierran despus en lugar sagra-
tal acto,
timiento la
que Hrcules
pus de larga
porfa,
la piel, crtale la
toma Jpiter un
efugio:
mata un carnero,
le
quita
la
ms
ms antigua de
y, el
carnero
(el
antiguo.
Didot, 1860),
I,
dios Khnum, forma de
20
Ammn) adorado
Que
la
cia en la vida de los pueblos incultos. Llega esto a tal extremo, que
'
Da-
los
nombre de diferentes animales; uso que parece probar que antiguamente eran stos adorados por ellas, como otros por los egipcios.
La palabra Bakatla significa textualmente: los (la gente) del mono;
por
el
Bakuena,
tribus siente
Es probable que
la
le
si
queris saber
culto.
fruto del
(>)
los
fies-
13.
Deniker: Les Races et es Peuples de la Terre; Paris, 1900; pg. 245.J. Lubbock: L'Homme prhistorique; Paris, 1888; II, 239.
4
( )
J. Deniker: obra y lugar citados.
3
( )
J.
en
21
ellas, lo
y no
el
a ttulo representativo. Ef
le
braban sus victorias o sus desventuras, eran precisamente los protegidos por
l,
uso de las mscaras, tan frecuente en danzas y procesiones de japoneses, melanesios, papes, etc.) As, el nico personaje viviente y activo
el
en semejantes
fiestas,
era
el
(*)
ello,
lo caracterstico del
drama
es ser
la
que se conciba
ah
el
actor represente)
( ).
del tica),
hemos
ceda de
la
( )
la hiptesis,
6paAoo ;
8:a|jwo ? ),
( ).
Aun
de
las
segn Suidas,
la
introduccin en
el
fu,
afines del
Lo crease o
no,
una
( ).
qu queda para
la
donde
( )
Comp.
A. Croiset; op.
cit.; II,
308.
sali el ditirambo griego?
si
si
la
22
ms
ms
objetivo que
la pica,
y no de
la lrica.
la
bas puede
YiyvfiEvov),
el
tro (XXVII).
(III);
que
verso hexme-
el
(Stepv x:
la
tragedia tiene
la
la tra-
etc.
Cmo
explicarse tan singulares conceptos, sino pensando en que, para los griegos, nunca estuvieron bien definidas las lneas divisorias entre la epo-
peya y
la
tragedia?
De
ah
naci de
('),
juzgase que
la
tragedia
A qu
poseemos
:
( )
2
( )
de Esquilo)?
( ).
series de narraciones,
comentadas por un
greek tragedians (Cambridge, 1910), juzga que el canto trgico naci de la combinacin
de las formas del dolor suscitado por la muerte de un hroe, con la leyenda que refera
sus hechos y sufrimientos, representando el coro los lamentos, y los episodios la
narracin de la leyenda. Algo anlogo piensa Martin P. Nilsson (Der Ursprung der
Tragdie, en los Neue Jahrbcher jiir das Klassische Altertum, Geschichte und deutsche Literatur und jar Pddagogik, 1911, 1, p. 609 y sigs.), para el cual, la tragedia procede de los Oprjvoc o cantos fnebres entonados ante las tumbas de los hroes, combinados con las ceremonias del culto orgistico de ^ionisos Eleuzeros. Vase una
excelente exposicin de los argumentos de los referidos escritores en P. Bosch Gimpera: Sobres el problema de Vorigen de la tragedia grega (1912), en el vol. Vil de la
revista barcelonesa: Estudis Universitaris Catalans.
Respecto del Teatro griego, vanse: Drpfeld y Reisch: Das griechische Theater (1896); Flickinger: The Greek Theater and its Drama (1918); James Turney Alien:
las University
el
proskenion
coro.
Todo
tculo.
23
lo
de
ciudad, en
la
evidentemente ms propia de
al
coro, es,
como
dijo Schiller
todo
lo
nes de
el
los
momento
preciso
el
epopeya que
( ),
el
del drama.
en cuanto
estrecho crculo de
humano, indicando
la
la
la que,
la
grandes resultados de
la vida,
y las leccio-
experiencia.
vamente corto de
pus de
l, la
la
siglo VI (524 a.
(406
C),
a.
y,
des-
a.
la
V (445 a. C);
tantes sucesores.
En todas sus
obras,
el
dice
bien
el tr-
M. Croiset esencialmente
apasionado y batallador.
*
*
En resumen: aunque
el
origen histrico de
la
tragedia y de la come-
la
epopeya, y
forma
el
primera en su ciudad
ideal,
comedia,
el
es-
terminologa de
clsica, es lo apolneo,
la
la feliz
la
comedia,
la
lo propia-
considera admisible
la
la
(VII),
libre,
modo
la
segunda,
y afirmando ser un
risa) que slo corresponde a siervos y a extranjeros, y cuya msica fu compuesta por artistas que se
abandonaron a un insensato entusiasmo. (III).
Obras dramticas de
la tragedia
Schiller, trad. E.
II
LAS LEYES DE LA EVOLUCIN DEL TEATRO
El Arte, en su
como
la ciencia
aunque
es
(de ah
el
bre),
conocimiento). Y
la
lo
el ser,
la
lo real
percep-
cin.
da tambin
crear, se
es en
el
mero hecho de
el
existir la
Voluntad de
la
nmero,
la
el
artista.
Ser era
harmona,
Por eso
los pitagricos,
con gran
la Belleza,
el
ser,
la
necesidad de engendrar en
ms
tarde, y
la
la
el
equivalente en
la
humanidad
primitiva; luego, en
el
propiamente dicho.
pues, se trata de una necesidad, su satisfaccin ha de producir
Si,
placer, y cuanto
ms
engendre, y ms grande
Y, por lo
mismo que
la
el
mayor
la
labor creadora.
modo
pleno
un momento, ms o menos
fu-
A medida
()
el
orden fisiolgico.
(')
que retrocedemos en
la serie
de los
siglos,
observamos
que
le
hombre
el
tiene
26
al nio, el auxilio
debilidad,
de los dems.
De
ah el
la tribu
la
en pocas determinadas;
piedad comn,
y entre
ellas,
etc., etc.
como
colectividad, y
el
las
el
ms
mito, en
el
poco slida teora de Wundt (que estima el cuento anterior a la leyenda y al mito, y juzga degeneraciones los relatos cmicos y obscela
nos), sostiene
la actividad literaria,
bajo
la
forma de
mentos de cohesin
como
rito
El recitado, por
solo, ejerce
Ahora
como
bien,
(*).
la
el
mito,
podemos
haba de producir, en
que
el
le
fondo y en
poeta
el
la
forma,
la
obra entera.
el
cual
De
aqu
la liberacin
la
co-
media su ms exuberante y espontneo desenvolvimiento, y se manifestase, por ejemplo, en Aristfanes, desde el bquico bro del Dicepolis de Los Acarnianos, la desvergonzada stira poltica de Los Cabao
lleros,
la
aguda
crtica
de
las ideas
a dirigirse personalmente
gua comedia en
(')
A.
la
la tragedia, se
al pblico,
parbasis
( ),
como
la vez,
que
hubiese atrevido
haca
el
cmico de
lleva el
el
poeta
la anti-
W. Wundt: Elements
(donde consta la
que llama Edad del totemismo).
2
( )
epilogo,
dor o representante de
la
fbula cmica.
o.
La parbasis
de
es la
27
ms elocuente expresin
hondo subjetivismo
del
con
la
cmica, de
misericordia o
el
la
terror (deprimentes,
risa,
dolo-
festacin de energa.
Aun desde
dia, es
la
sancin de
sancin de
la tragedia.
el
de un gnero
muy
distinto
de
la
Pues
los caracteres.
gracia
al
que
la
la
la comeSuponed
el
pblico,
y ante
obra no es cmica. Podr hacerle, quiz, mucha
compuso; pero
le falta,
ttulo, la in-
el
Agamenn de
el
pblico
es que
el
el
asesinato de
Agamenn por
Clitemnestra?
la
co-
Fatum de
comedia, respira
los antiguos); en la
la
atmsfera de
la
libertad.
*
cialmente,
por
el
los cuales
el
las
desdichas
Yago en
el
sobrevenir
la
y del error
(el
Edipo de Sfocles);
y, finalmente,
puede
el
En cualquiera de estos casos, el poeta trgico produce en el especcomo dijeron los griegos, las emociones de lstima o de terror
(o ambas juntamente). Que tales emociones sean estticas, lo explica
tador,
El Mundo
(')
consideraciones.
lib.
III,
51.
Resumo
sus
Aristteles (') diciendo que
el
28
En
realidad,
el
agudas) no es por
vado
fisiolgico,
logos,
el
un deri-
conciencia de
el espectador,
propia seguridad,
la
fenmeno principalmente
en
el
el
la
asociacin no existe,
el
traduce simplemente en
Pero
la
En
compasin,
la misericordia, la
no pueda decirse propiamente que el espectculo trgico nos alegra (sera un contrasentido); pero s que nos
gnero.
agrada. Porque
tal
la
muy
Ribot. Este
existir sin
la
Lubbock, mientras
las
la excluye.
Segn
otras.
Sa-
bido es que los animales que viven en rebaos, se alejan casi siempre
el
( ).
Potica.lV.
Por ejemplo, la de Th. Lipps, para quien el sufrimiento de un hombre allgemeiner gesagt, der Eingriff in den Verstand eines Wertvollen, das Gefhl seines Wertes
erhht. (Apud E. Meumann: Einjilhrung in diesthetik der Gegenwart; Leipzig, 1919;
(-)
pg. 66.
I)
cit.,
pg. 240.
Por eso
produce
el
la
de
la
Voluntad,
Una cosa s
(').
revs de
al
el
que depende de
la
la
t,
rle>
negacin de
tima
2Q
(').
las
que
la
tragedia
tipo trgico
el
cuando
exagera,
lo trgico se
espanto,
la crtica
como acontece en
el
( )
as,
referido Teatro de
al
hecho, a la si-
ideas
( ).
Entonces
el
arte del
el
el
(policiacas o
jugada de ajedrez;
lo interesante es la
los personajes
como una
importa poco
la
lo
el
culto,
pueblo gusta de
lo
como
semejanza entre
la
el
el
desdea este g-
ellas,
sueo y
la
como
la
gusta de
alta comedia.
la teora
de Freud
( )
representacin dramtica. As
de horas
la
as,
en
el
sueo,
( )
H. Bergson: Le Rire. Essai sur la signification du comique, Pars, 1912; pg. 167.
A. de Lorde: obra citada; pg. XVIII.
don, 1918).
(1916);
Solo
pasado y
lo futuro se
tal
una regresin de
decir, representa
los
Como
la tragedia
griega naci de
la
epopeya,
as el
Teatro moderno
novela y de
la
la historia (*),
lo atestiguan los
bres de
el
la
tragedia!
Pero, de la
de entender
misma
Historia: quiere
que
el
Renacimiento,
el
modo
la
su opsculo sobre
el
manera de considerar el
se debe escribir la
historiador sea como Fidias, Praxiteles, Alcametransform
la Historia, as se
Ved a Luciano, en
Teatro.
con
cmo
les
han
sido suministradas por los eleos, los atenienses, o los argivos; slo han
puesto
la
el marfil, lo
han vaciado,
lo
han pegado,
como
ello resulte
el
considerar
el relato,
como
el
Fidias de la historia.
Y ved
ahora cmo
el
Yacen,
como en
Genio de
la Historia
(*),
explica su idea:
monumen-
as),
0)
2
( )
acaecimientos, cuya memoria casi del todo pereci; a los cuales, para
restituirles
nando
vida
el
historiador,
su encaje, lugar y propio asiento en la disposicin y cuerpo de la Hispara su enlazamiento y fortaleza, nervios de bien traba-
toria; aadirles,
que
trata,
vida
al
Dar
hizo la
en medio de
la
los
les
neille,
hasta
el
la influencia
espaola, desde
Cyrano de Rostand.
mismo que se trataba de
Pero, por lo
el
Cid de Cor-
gn es un
el
ms grave
minan
el
trance, para
apagar una
luz
pone su propia
la discusin,
que sobra, de
las
dos que
en
ilu-
hija al dinero;
pequeos rasgos,
que suspende
ni
ordinarios sus
como Harpagn.
* *
Infirese
nado por un
en
lo
de
lo dicho,
que
el
ambiente trgico.
que atae a
los
pueda concluirse, a mi
Shakespeare viene
juicio,
al
una
ley histrica
de notoria importancia.
32
(n.
1564), slo
gedias son
La Numancia, una de
las
dos ms an-
tado Juan de
sos
el ideal
la
('),
de su tiempo:
Entre las cosas que prometen veras,
no introduzgas donayres, aunque dellos
se agrade el pueblo, si otro premio esperas.
Los versos an de ser sueltos, i bellos
en lengua i propiedad, siempre apartados,
qu'en la trgica alteza puedan vellos.
Aplica al verso trgico V alteza
pica,
sin dureza.
drama
clsico),
hay entre
Shakes-
como
admirablemente Menndez y Pelayo (*), de todos los poetas dramticos del mundo, el que mayor nmero de argumentos y de
es,
dijo
(*)
Epstola*III. Ed.
2
( )
Estudios sobre
pg
9.
el
I;
Madrid, 1919;
33
el
^1 trasunto
el
ms
ms
intenso y profundo,
literatura
el
ms
si
no
el
trgico, al
y no
de
modo
clsico;
la edicin sevillana
de Tragicomedia (por
lo
menos, a
partir
que no es toda dolor ni toda placer, sino variable combinacin de ambos elementos? Es que no juzgaron acertado mostrar el ideal olvidando
la experiencia, sino que los engarzaron de modo tan ntimo como Don
Quijote y Sancho estn eternamente unidos en
suerte que
tal
el
uno
sin el otro
como
obra cervantina, de
la
(<),
hemos gozado
O sim-
los espao-
les
nuestra raza?
la
la
Qu papel representa
el
le
como
unen con
La respuesta a tales preguntas, supondra una larga y minuciosa investigacin, que no renuncio a emprender; pero que es ajena a mi
actual propsito.
la materia; los
ms
Por ahora, en
(')
lo
E. Martinenche:
limitar a trazar
las lneas generales
de
la
34
si
me
explicativas de su carcter.
Y no
olvidemos,
al investigar
las
precedentes consideraciones:
III
ORGENES DEL TEATRO ESPAOL
Danza de
A)
El estilo pastoril.
B)
El estilo artificioso.
bando toscano.
C)
El
D)
El estilo trgico.
E)
La imitacin clsica.
El drama sagrado.
F)
Con
el
la
segundo,
el
encamina conscientemente a un
ideal,
*
*
Parece seguro
Espaa durante
el
las festividades
de
eclesisticas dice
que
el arte
y los misterios de
tambin fueron, en
el
dramtico empez
efecto, las
Las fiestas
arte escnico.
rectificar,
porque
la Edad
Media un Teatro profano, derivacin probable del romano imperial y de
los antiguos juegos hispanos. Ese Teatro no naci del eclesistico, sino
que, por
las
el
contrario, influy en
ceremonias de
la Iglesia.
hubo en
l,
36
Ocurri en
la alta
tal
mismo que en
esfera, lo
la
clases de msica: la
cada una de
segunda, era de
dos especies: una, procedente del de los pueblos antiguos; otra, relacionada con los cantos populares del Norte (*). La msica cristiana, como
la pintura primitiva de las catacumbas, tom del arte profano sus formas
la
modos y los
acentos que hubieran podido recordar ciertos cultos licenciosos o espectculos condenados por
el
la Iglesia.
de
la
Sofa reemplaz a
Minerva,
la
as
al
de
la
cancin popular o de
ser extrados
de
las
producciones contemporneas.
( )
recen en nuestra patria las primeras "manifestaciones del Teatro moderno, eximios telogos
combaten acerbamente
la
poca de
( ),
be theatrica
consi-
escri-
ms conspicuos
muy
el
Teatro profano!
(>)
2
( )
Gand,
(>)
E.
Fr.
Lib.
I,
cap.
la
37
mos, por
que
la
esperando
el
advenimiento
De
los
montaeses de
la
ta
comps de
al
la
lla (').
tander),
la
parecen representar
de representaciones de danzas,
la idea
costumbre curiossima de
la
la rodi-
se
la
flauta,
y,
(*)
personas
con
con
tal
una
fiesta,
llamada de
la
en
el festival,
el da, los
y llevando colgados a la
cintura innumerables
campanos de cobre.
original
atronador e insoportable
Al caer
la
tarde, se
congregan en
all
festejo.
Cuando
si
en
ella
que
el
lmite
les separan,
se ha celebrado igual
ambos bandos
se pregun-
Cons.
J.
escritores griegos
(
Qu
38
respuesta
es: la
y se muelen a golpes.
Aqu est
la
ambos hechos
sin
Baco. Probable
que
Quin no recuerda,
tes?
Y cmo
momos
aquellos
el
siglo
XV?
Si en
Con gran
el
Costa
De
1.
como
la
forma declamatoria de
s
( )
que
el
Teatro rudimentario e
pudo engendrarse:
las narraciones picas (de
el
mitos
de
la
2 Del elemento coral, propio de la poesa lrica y religiosa. Apenas hablan una vez los escritores antiguos de poesa celto-hispana que
no sea
es
coral,
que no
la
o que no nos
de
4, 16)
los lusitanos
danza guerrera de
la
tal
la
los gallegos,
acompaada de canto
si
danza
III,
(Silio It-
III,
1, 6);
los coros
de Rixamar (Va-
( )
(')
M. Mil: Orgenes del Teatro cataln (en el tomo VI de las Obras completas;
Barcelona, 1895), pg. 205. M. Menndez y Pelayo: Historia de los Heterodoxos espaoles, 1, 2. a ed.; Madrid, 1911; pgs. 89-90.
2
Poesa popular espaola, y Mitologa y Literatura celto-hispanas; Madrid,
( )
1881; pg. 438 y sigs.
a
Costa; ob. cit.; pg. 440.
( )
Los versos de Silio Itlico (25-100 d. de C), dicen asi:
39
y las tum-
bas de cpula en Iberia, parecen ser de origen miceniano), dejando entre los tartesios, en Cdiz y en toda la parte levantina, huellas inequ-
De
la
dominacin romana.
No sabemos
si
morando sus
de
la
la legislacin
administra-
muy
scaenici) en honor de Jpiter, Juno, Minerva, los dioses y las diosas, por
(*)
ad
d.
el
caetras.
epigrama aludido,
Quiere decir este ltimo verso, segn traducen la mayor parte de los intrpretes,
Costa opina que existi en Rigas algn famoso
templo, consagrado al culto de las deidades nacionales, y adscrito a l un teatro de
fbrica. Pero ignoramos la localizacin, en la Celtiberia, de Rixamar y de Rigas; y, por
otra parte, theatrum puede significar, no el lugar de representaciones escnicas, sino
simplemente el de diversiones pblicas. Corts reduce, no sin fundamento, Rixamar a
Tudela.
Manuel Rodrguez de Berlanga: Los bronces de Osuna; Mlaga, 1873; caps. 125
()
a 128, y comentarios correspondientes. dem id.: Los nuevos bronces de Osuna; Mlaga, 1876; caps. 62, 64, 66, 69, 70 y 71.
El bronce de Itlica (fragmento de una arenga oficial, correspondiente, segn todas
las probabilidades, al aflo 177) se refiere tambin a espectculos; pero no a los teatra-
40
Ntese, sin embargo, esta circunstancia: hasta los tiempos de Augusto (38 a.
tida a los
Ahora
siglos.
romano
de
la
comedia
importante.
latina
Con
el
ilustre, ni
de entender, ms divertidos, ms
hicieron competencia
muy
pronto a
la
el
mimo,
se hallaba
la historia
ninguna obra
muy
raras,
ms obscenos tambin,
libres,
de
mo
un germen de muerte;
la
ms
la atelana,
Ya
al teatro.
parte material,
la
llevaba
en
mis-
el
(')
El espaol
Marco Fabio
Quintiliano,
que vivi en
el
siglo
de
la
Pomponio Secundo
a.
(siglo
a.
d.
de C.)j
y,
de C), Pacuvio
a.
de
(n.
219
d.
a.
muy
No
C 17
de C.) y
en lo cmico, los de Plauto
a.
(254-184
a.
110
( ),
una sombra de
sen comedias
ni
mimos y
el
las
pudieron dejar los romanos a los espaoles. As, en las copiosas listas
sino a los
c'el
anfiteatro (gladiadores).
la
el
Ma-
nual de antigedades romanas de Mommsen y Marquardt (tomo XIII, vol. II), Die
Rmische TragOdie de O. Ribbeck (1875), y el Phormion de K. Dziatzko (2* ed.).
(*)
Lib. X; cap.
1.
41
(*).
[Lase
el libro
De
spectaculis
el anfiteatro;
sufrir el suplicio
un
de Laurelo,
com-
liga;
anfiteatro;
medias
ni tragedias.
larinas gaditanas,
de una de
famosas bai-
las
ipsum
que puede
sentacin de los
mimos de Pannculo y de
si
si
le
dice
asiste a la repre-
stos:
Panniculum,
si
lege.
( )
el
pg. 387. Vid. tambin a E. Prez Pujol: Historia de las instituciones sociales de la
65.
La leccin: exo-
por Hbner.
a
En los Apophoreta. Vanse tambin el epigrama 42 del lib. I y
( )
mismo Marcial. Pllnio el Joven: epstola 15 del lib. I. luvenal, stira
()
Lib.
III,
ep. 86.
el
63 del
III.
del
42
a.
el
vencedor de
Asitico, el
El
ms tarde
inde-
y desenlace. Esta clase de obras fueron las ms generalizadas durante el Imperio, y probablemente se trans-
con su prlogo,
actores,
mitieron a la
intriga
Edad Media,
el
Renacimiento.
No puede
negarse que
pero se diferenciaba de
danza y
el
mimo
muy importantes:
mimo mucha mayor
en puntos
ella
la gesticulacin, tenan
intervenan en
en
el
msica,
la
importancia;
la
no
oscae persnate de
(las
Dorsennus o pedante;
el
el
Cicirrus
o Gallo, el Sannio, etc., tipos que han dejado descendencia en los Pantalones, Arlequines, Polichinelas, Brighellas, Doctores y Zanni de la
commedia
La obscenidad de
las intrigas,
de las pa-
ras
la
embadurnadas;
muecas, de los trajes burlescos y de las caatrevimiento de las caricaturas y de las parodias;
y de
el
las
satricas; la
atrocidad de los
Pero,
si
mimo, y
lo
que determin su
xito.
el
( )
ellos,
procedente de
la
atellana:
el
stupidus,
de abultadas
()
son de
jschichte;
()
la flauta,
lib. II,
cap. IX..)
G. Michaut; ob.
cit.;
pg. 329.
acompaados,
43
al
dios
las,
representacin de
las
la figura)
gedad
XV
le
Edad Media.
la
el
d.
de
la anti-
).
Por
el
('),
que se
este
tambin
la
De
los
el
del
las
en
el
muchos han
la
Agamemno,
fondo y por
el filsofo
forma,
la
8
( ),
el trgico, a
ampuloso y
mximas de conducta,
los
que
sin
el
fon-
I),
el
Erasmo
lo
con su profundo
filsofo.
Ya
instinto crtico
(mihi videtur opus hoc Tragoediarum non esse unius hominis). Octa(')
J.
religious
P.
in the
spanish
escribe:
It is
possible that these juegos de escarnio censured by Alfonso el Sabio were a distant
echo of the Romn fabulae Atellanae. Es posible; pero no probable. Cicern, el
ao 47 antes de Cristo, considera las atelanas como cosas de otro tiempo. La restauracin intentada por Mummio, a que alude Macrobio, no tuvo xito. El mimo suplant
sigs.
por
via,
44
lo
estilo es-
el
tres
el
de esa suerte.
inters de la accin,,
el
ms
bellos
de poesa que en
la
de Agamemno)
(*),
De
representarse,
el
de
la
indudablemente
griego.
El
muy
del
En
Teatro
el
rativamente,
la
original
2
( ).
que Plauto,
memoria
el
pensar en
Edipa
el
de
escasa originalidad
mucho ms
a la
Agamemno hace
Y aun Sneca
y,
es,
compa-
tra
l, lo
la
de nues-
mismo que
su.
su sobrino Lucano,
II,
23),
cuando-
45
(*).
El estilo sentencios
ratura picaresca y
el
lite-
todava.
la
(*).
Podemos mencionar
los siguientes: el
{provincia de Valencia);
una montaa;
el
D. Jos
Ramn Mlida
de
modo
tilla la
el
al
( ); el
el
de Castulo o Cazlona;
el
de Sagunto, des-
6
y estudiado en el siglo XVIII por el den D. Manuel Mart ( ); el
de Toledo (teatro o anfiteatro?); el de Corua del Conde (provincia de
crito
del obispado de
ponce o
tilln
el
Itlica (provincia
de Sevilla (en
de
Sevilla); el
(provincia de Granada);
Acinipo (Ronda
(>)
Osma;
Llb.
I.
la Vieja),
el
la
el
de Santi-
Singili
o El Cas-
Borcineguera);
de Ecija;
el
de
situado en
el
el
de
Praefat.
metros.
s
(
Y adems
por D. A. Chabret.
46
Tarragona, Clunia, Cabeza del Griego, Sagunto y Corufa del Conde) (');:
a
el de Reina (provincia de Badajoz) ( ); el de Lisboa y el de Mrida (del
ao 16 antes de
excavaciones
( ).
Cristo),
los
de Mrida y
de largo
que divida
centro,
el
el
la
que
el
mbito de
las
gradas se pro-
Sera
til
que
parte
la or-
(*)
examinasen comparati-
la
0) Estudiado por Macario. Faria del Corral, por D\ Luis Josef Velzquez (en el
Sumario de Cean Bermdez), por los hermanos Oliver (en su Munda Pompeyana;
Madrid, 1861), y por D. Francisco Mateos Gago. Segn los Sres. Oliver, en su magnfica monografa citada, no hay en Espaa otro teatro que conserve tan completa la
scena.
2
( )
la va frrea.
3
( )
Ramn
Amador de
los Ros, en el
(*)
El
47
corridas de toros, y a
48
la
de
la
menos de
transmitirse a nuestra
Edad Media,
sin
desaparecer completa-
En Occidente, como en
ron largo tiempo durante
lo
identificado
ya con
mayor
Cdigo de Eurico y en
romnico, y
el
el
romana visigothorum,
Lber iudiciorum,
el
sino en
el
fondo es sustancialmente
carcter.
misma
Iglesia
hubo de
la
las
pro-
utilizar
esta supervivencia de
inspirados en los
con
la fiesta
de
la
la
ms de
lo
que
los
Padres de
la Iglesia
y los Con-
Baco) y
las
el
Contra
Symma-
chum):
quas invetrate,
heu miseri! sub honore agitant, et gaudia ducunt
festa kalendarum. Sic observatio crevit,
ex atavis quondam male coepta: deinde secutis
tradita temporibus, serisque nepotibus aucta,
traxerunt longam corda inconsulta catenam,
mosque tenebrosus vitiosa in saecula fluxit.
auspiciis, epulisque sacris,
<)
art.
Ftes.
LA
'CA VEA,,
DEL
TTRO DE MRIDA
En
Braga
los captulos
49
al
comidas a
Concilio
II
de
los sepulcros
de los difuntos y ofrecer a Dios sacrificios de los muertos, como tambin, entre otras prcticas de paganismo, hacer las observaciones
inicuas de las kalendas, y entregarse a las diversiones gentlicas (otiis
vacare gentilibus),
condena
ni
la
el
concilio hispano-glico
no trabajan en
Nada
ella. ( )
que
estilo
ramos verdes de
deNarbona (589),
costumbre que en algunos pueblos siguen ciertos hombres
Asimismo,
la Iglesia los
los
juegos pblicos
condenara. En
al
la eps-
de Inocencio a Victrico, obispo de Ran (404) ( 3 ), el Papa prohibe que se haga clrigo a ningn curial, pues que, por razn de sus
tola
destinos, se les
el
diablo, y
En
el
el
presidir
Concilio Toledano
III
(589),
(').
que
los clrigos
dores
( ).
el
ao 1228, establece
El de Lrida, del
ao siguiente, manda a
ios clrigos
que se
( )
J. Tejada y Ramiro: Coleccin de cnones y de todos los concilios de
Espaola; Madrid, 1850 y sigs., t. II, pgs. 647 y 648.
:
( )
3
( )
Tejada;
II,
la Iglesia
698.
ni histriones (ioculatoribus,
En
el
50
mimis
et histrionibus
non intendant)
la detestable
(*).
costumbre que
que
la Iglesia,
los
juegos
escnicos, sino que los diput por indignos de un varn cristiano. Explicase esto adems, teniendo en cuenta que, lo
culto, y principalmente del culto pblico. Los magistrados (cnsules, ediles cumies,
Roma
los organizadores
de
esos juegos. Aun los organizados por particulares, posean algo del carcter oficial,
tal
caso,
como
los
ma-
cuerpo
( ).
Comprndese
el
si el
bien,
Teatro
la
Edad Media un
tamente porque en
el
profano, a fines de la
segundo faltasen
el
y de
paga-
los Concilios. Si
misma Edad, no
fu cier-
Y no
que
vaya unida
al
como
es de ver en las
afirmarse que
el
la
el
como
escribe
1903; pg.
es de
el Sr.
Jove
45)
la selva; se
Tejada; III, 333. Vase tambin el Concilio de Tarragona de 1317, que veda a los
cliigos hacer de bastaxi, sivejucglars, mimi. Sobre el bastaxius (en francs: bateJeur.joueur de gobelets), vase a Du Cange (s. v. Bastaxius).
2
Tejada; III, 522.
( )
(')
( )
G. Michaut: ob.
cit.,
5i
ms enmaraado
lo
del
de
rostro, los
la
brazos y
el torso,
la
cabra;
como de
de nuestra provincia,
su caverna,
De
la
como
le
acusan de perseguir a
el stiro
de
la
las
En algunas regiones
mujeres y llevarlas a
mitologa griega.
hemos
referido, y otros
que inmediatamente
citaremos. Es harto conocida la carta del rey Sisebuto (612-621) a Eusebio, obispo de Barcelona, donde se lamenta de que el eclesistico se
haya convertido en empresario de juegos teatrales (ludis Theatriis tau-
52
rorum) (*). Y no menos clebres son aquellos prrafos de las Narrationes de San Valerio (siglo Vil), donde habla de un infame presbtero,
llamado por antfrasis Justo, pequeo de cuerpo, grande en maldades;
negro como
la
el
ms mrito que
cuervo en
el
el
alma; choca-
mento, con que de casa en casa, con chistes, gestos y cantilenas impufamoso en lo que no deba ( 2 ). El tal Justo era, por lo visto,
ras, se hizo
un juglar y un mimo, todo en una pieza, digno sucesor de sus congneres romanos.
Pero,
si
la
el
mismo de
sufrir
la
duda ninguna, es
lo cierto
lo
el
En algunas
pero
la estructura
San
por Vicente de Beauvais, por Papias y por Juan de Janua, entre otros:
quod post ludos exactos, me-
el
retrices
ibi
prostrarentur
donde
pulpito en
los poetas
y lupanar;
la
el
qui privatorum
hominum acta
dictis
aut gestu
exprimebant
( )
Hay dos
como
Todos
()
2
( )
3
(
(*)
como Horacio,
( )
1911).
53
en el
Mximo
la
(II,
(*);
conp ejemplos
(-).
la
I,
III
nocin exacta de
lo
El desconocimiento fu todava
el
cual
el
mayor en Averroes
(si-
como ejemplo de
y Dimna
( ).
cita,
As tambin a
la
Jacobsen: Essai sur les origines de la comedie en France au Moyen-Age; Pa4. Creizenach: Geschichte des neueren Dramas; I; Halle, 1893; pg. 5.
Clotta: Beitrdge zar Litteraturgeschichte des Mittelalters und der Renaissance. 1. Komoedie und Tragoedie im Mittelalter; Halle, 1890.
2
El ttulo de Orestis ragoedia, dado por Draconcio o por otro poeta de la es( )
cuela cartaginesa, a una composicin pica, revela lo mismo que digo en el texto.
Averrois Paraphrasis in librum Poeticae Aristotelis; ed. Heidenhain; Lipsiae,
(')
1889; pgs. 364-365. La versin latina es del judo espaol Jacobo Mantino.
4
Vanse: Archivo Histrico Nacional: ndice de los documentos del monasterio de
( )
Sahagn; Madrid, 1874; nms. 451 (ao 922), 454 (a. 925), 461 (a. 930), etc., etc. Ntese
la forma comnigo del nm. 691 (a. 973). A. Bonilla: Historia de la Filosofa espaola;
(')
ris,
I,
J.-P.
1910; pg.
305.
librum
in
Comicus
dicitur.
Forum Conche; ed. G. H. Alien (Cincinnati; 1909); cap. XII, n. 33.-/ Fuero de
Brihuega; ed. J. Catalina Garca (Madrid, 1887); pg. 150 (pena al que trobare cantar
a otro por escarnio).
(')
54
siguientes,
B)
cristianos,
musulma-
nes y judos.
C) Las fiestas populares.
D)
El
E)
F)
Algunas obras
drama sagrado.
literarias
de forma dialogada.
tes,
Con
el
comn en todos
Todas son
Precisamente
la
ms antigua de
esas comedias,
la titulada
Amphi-
XI o en
siglo
XV:
el XII),
fu
muy
lo
menos en
el
el
aade:
Atyendan venganza del muy falso Breta,
ovo de Birra su conpa[er]o Geta;
qual
respondindole
el
i )
(>)
Puede
Chartes;
lie
serie,
t.
(Bibl. de l'Ecole
des
Geta, en
la
comedia de Vidal, es
nombres,
el
55
el
parecer por
al
el
autor (aunque
ambos
figura tambin
de
la
moda
para explicar
el
No
se escribi para
texto palabras
como
la
comedia elegiaca, de
philus.
la
Su argumento es bien
joven Panfilo
sencillo: el
ms de una
vieja alcahueta,
que
la atrae
la
ama
Pam-
a Galatea;
como
tolle
manus!
Pamphile,
Pamphile,
tolle
frustra te
quod
manus!
manus!
nempe
fatigas
clamabo!
male detegora te!
Desine!
quid agis?
Heu
tolle
quam
michi!
( )
amor (terminado en
Pamphilus,
al
1343), imita
el
artera e maestra, e de
mucho
saber;
Lese
el
Pamphilus en
el
tomo
II
procedente de la librera
M. Octavio de Toledo: Catlogo de la librera del Cabildo Toledano; en la Revista de Archivos, Bibliotecas y Museos; pg. 141). Es el nm. 288, y empieza con los libros de Ponto y de Remedio Amoris de Ovidio. Poseo copia fotogrfica, con arreglo a la cual he publicado
Se conserva un manuscrito
del
XIII,
56
De
ninguna de
paa,
la
ni
ellas
(como tampoco
las
De Paulino
et Polla,
res de los
si
se excepta quiz
Fulco
En
ella se
Menndez y Pelayo
(}.
la Celestina, imitase
rracin y de dilogo.
Sea como
quiera, la
influir
de un modo
Teatro popular. Era obra de clrigos, y escrita para clrigos. Aunque la imitacin de Plauto o de Terencio fuese puramente ex-
directo en
el
terna,
(como en
en
la
De
clericis et rustico,
que es en
el
Disciplina clericalis y que Jacobsen considera como forma de transicin entre el monlogo dramtico y la comedia o farsa de varios perla
sonajes), el idioma
No
niego, sin embargo, que estos lectores pudieran ser tambin es-
tuvieron lugar, no en
tan, sino
la
Como
sabemos,
ad
una nueva edicin, con estudio preliminar del texto, en el Boletn de la Real Academia
de la Historia (tomo LXX, cuaderno V; mayo de 1917).
0) Libro de Buen Amor; ed. J. Ducamin; Toulouse, 1901; coplas 429, 698 y 891. Cejador: Juan Ruiz, Arcipreste de Hita, Libro de Buen Amor, Madrid, 1913, 1. 1, sostiene
que el Arcipreste no conoci a Ovidio directamente, sino a travs del Pamphilus (pero
vase a R. Schevill: Ovid and the Renascence in Spain, Berkeley, California. 1913).
La parfrasis del Pamphilus empieza en la estrofa 580 del Arcipreste, y acaba en la
891; pero faltan en los mss. 32 coplas, despus de la 877, que correspondan precisamente a la escena 5. a y parte de la 6. a del acto III del Pamphilus (versos 670 a 746). He
demostrado, en mi citada edicin del Pamphilus, que la lectura de ste persisti en
Espaa hasta bien entrado el siglo XVI.
2
Edlestand du Mril: Posies indites du Moyen-Age; Paris, 1854; pg. 374 y sigs.
( )
3
Orgenes de la Novela; t. III; Madrid, 1910; pgs. LXVI y LXVII.
( )
'
de gustar de una obra dramtica, por imperfecta que fuese su estructusino aquellos para quienes las comedias elegiacas se escribieron, es
ra,
el len-
latino. Por eso los autores de esas comedias eligieron este idioma.
B) En un canon del Concilio de Lrida de 1229, antes citado, encontramos mencionados los ioculatores, los mimi y los histriones.
La existencia de los juglares ( ) en Espaa es bien anterior a esa
guaje
fecha.
No podemos
Espaa
la existencia
lo
dems, ya eran conocidos de los espaoles, segn sabemos por los historiadores y gegrafos griegos y latinos.
El nombre de juglar ms antiguo, conocido en Castilla, es
tal Pallea,
el
ao 1136
el
de un
().
ellos referentes:
segn se
infie-
tocaban instrumentos m-
c.
Juglar, del
latn ioculare.
c.
jonglerie.
2
De
( )
ln). Sobre los tiempos primitivos, v. Joaqun Costa: Poesa popular espaola y mitologa v literatura celto-hispanas; Madrid, 1881; pg. 410 y sigs.
El nombre de histrio se aplicaba a los juglares por los que escriban en latn. De
este modo ha de interpretarse la palabra en el siguiente texto del Arzobispo D. Rodrigo (De rebus Hispaniae, IV, 10): Nonnulli, histrionum fabulis inhaerentes, ferunt
Carolum civitates plurimas, castra et oppida in Hispaniis acquisisse. En la Primera
Crnica General (ed. Mz. Pidal, cap. DCXXIII), se traduce: Et algunos dizen en sus
cantares et en sus fablas de gesta, que conquirio Carlos en Espaa muchas cjpdades
t
muchos
castlellos.
sicos,
la
como
el rabel, la
la
albogue y
albogn,
el salterio,
mandara,
rgano,
la
harpa,
el
dulzema,
atambor
la rota, el
arba,
el
exabeba morisca,
entero), el
giga,
la viola, la
sinfona, la ctara,
58
el
la
el
morisca o latina),
galipe francisco,
baldosa,
el
el
odrecillo, la
el
orabyn,
cao {medio o
hadedura
al-
tanborete, el panderete y el
la flauta, el
( ); cantaban fablas, razones verdaderas (historias), o simplemente cantigas de danza, o troteras, con cazurras o burlas de todo g-
nero
(-);
( );
bailaban y saltaban
);
machos ca-
En
( ).
las bodas,
elemento poco menos que indispensable, y por premio de sus habilidades reciban variadas donas, desde ricos paos, cendales y ciclatones,
hasta un vaso de bon vino
( ).
Haba tambin juglaresas, que tocaban, cantaban, danzaban y sotaban, y ejercan a veces, especialmente las de buen mercado, otros menesteres
por
el
menos honestos
( ).
Arcipreste de Hita
).
( )
disfruta-
finales del
Cantar de Mi Cid y de
la
Silos, c. 2
Appollonio;
8
( )
Arcipreste;
c.
c.
490. Alexandre;
c.
1513.
Tarsiana, en
el
Libre de Appollonio
Luego
el
leuantse
(c. 426):
Juglar,
tocando
la
59
(Alfonso
el
Sabio
Pero
la
como
mismo
Libre:
A
mero
ellas aluden: el
487),
el
mucho antes don Alfonso X, en las cortes de Valladolid de 1258, donde se precepta
que a los joglares e a las soldaderas, que les faga el Rey algo una vez en el anno, e
que no anden en su casa sinon aquellos que el touier por bien (ed. R. Academia de la
de las Cortes).
Historia; pg. 56 del tomo
Sin embargo, tambin se dijeron sotaderas, y en el libro de La donsella Teodor,
que es versin del rabe, la donzella cuenta que aprendi tanner lad, e canon, e las
y
No
6o
muy
con arre-
distinta
mo
tiempo. El
trovador era
la
y,
hijas
mis-
al
el
un prin-
las
bodas de dos
de boca (que tocaban instrumentos de viento, o que cantaban y recitaban) y de pola (que tocaban instrumentos de cuerda, o que escriban)
2
( ).
Alfonso
el
al
trovador provenzal
los
la
El verbo sotar, y
ms probable
la
el
verso: las
manos
el
e la
cabeza sotante
al
derredor (esla
significacin
lado.
Apud Menndez
()
Menndez
En
las Partidas,
precepta que
el
je
juglares
et los
6i
que
si
los
las juglaresas,
remedadores,
et los
que
les
solazar a
dan.
(*)
Jugla-
no en
como
Castilla)
( ),
los
eran juglaresas,
siglo
XV
foxos o
los
4
( ).
(*)
Ley
('-)
Arcipreste de Hita;
5.
tt.
7.,
('<)
En
el
repertorio,
muy
62
Jacobsen
( )
que
obras dramticas, a
eruditos de la
manera de
las glogas,
tra poesa: la
la
Edad Media.
el vino,
el
la
agua y
XIII;
),
el
la
juglar
finge haber tenido un sueo, que refiere a sus oyentes: vio un cadver,
al
cuerpo
al
cual
la
tos versos de Rodrigo de Reinosa (Aqu comienza vn pater noster trobado, etc. Pliego
suelto gtico, sin
1.
ni a.;
hoja ltima):
de superficie suave,
del
verbo
^JU).
por de guerra o procedente de pais extrao; y metequi, por del rey, o nacional.
Sobre el tema de la Disputa, merecen consultarse: G. Kleinert: beber den Streit
zwischen Leib und Seele, Halle a. S., 1880; M. Batiouchkof: Dbat de l'me et du corps
(Romana, ao 1891; t. XX, pgs. 1-55 y 513-576). En Espaa, bien entrado el siglo XVII
(en 1652), publicse, en pliego suelto, una Pltica muy sentida entre el Cuerpo y el
Alma, por Mateo Snchez de la Cruz. En pliego suelto va igualmente un Dilogo entre
el cuerpo y el alma, annimo, que figura en el tomo 35 (n. 913) de la Bibl. Rivadeneyra.
63
La Disputa parece
estar inspirada en
el
Dbat du corps
et de l'me,
del cual existen varias redacciones francesas (una, en versos de seis slabas, corresponde a principios del siglo XI!).
En
l, el
un sueo, y reproduce las quejas del alma contra el cuerpo del que acaba
de separarse; el cuerpo contesta con dureza a las acusaciones del alma,
y ambos se convencen, aunque tardamente, de su ceguedad, lamentando
lo terrible del castigo
religiosa
medi eval,
la
que
les
la
la
Bataille de
enseanza
con
la
Karesme
et de
Charnage
( ),
de
(*), y,
el
en lo profano,
la cual es
eco
la
Pelea
Gastn
Paris:
El original de la
pieza
asi:
Un samedi par
e v en
endormi en mun
nult,
vis
sunt
li
te soleient
nez.
servs;
le
sunt ore
li
denier
lit,
visin grant;
et
sovent aconter?
que li cont et II re
doner, por loseinge porter?
palefrei,
Wright considera
nota
la lista
Paris, 1808).
la
64
mismo tema de
la
el
el
cuerpo y
el
el
alma de
separada. Des-
al
el
condena, exhortando
al
del
cumplimiento de
meros versos de
la estrofa 2.
la
Divina Comedia
( )
en los
pri-
a
:
buscando
salida e
non
la fallaua
&. z
de
2
(
Ed. Janer (tomo 57 de la Biblioteca de Autores Espaoles), segn el iris. IV. 6-21
Escurialense.
La influencia dantesca es advertida por Mr. E. Mrime: Prcis d'histoire de la
la Bibl.
)
feyta d'
Vn
amor
escolar
65
e bien rrymada.
rrim
la
El artificio del
poema
es
el
siguiente: el escolar,
ntr en un huerto y
vaso de
plata, lleno
despus de yantar,
all
la
Ve
venir
el
all la
el
huerto, por
donde ve
llegar
el
permanece en
clrigo
el
tonces
al intruso
el final
Razn, recuerdan
el
( )
de
la
composi-
como
se ve, cons-
Dbat du vin
et
et
de
l'eau,
aquae.
mo-
delos franceses, escrita en metro predominantemente octoslabo y redactada en lenguaje leons a fines del siglo
XIII.
Responde
al tradicional
la Sra. Michalis de VasconcellosNacional de Pars, nm. 3.576. Vase nuestra edicin, en la:
Antologa de poetas de los siglos XIII al XV; Madrid, Ruiz Hermanos; 1917; pg. 3 y
ediciones de
El ms. se conserva en
la
siguientes.
Th. Wright, en su citado libro {The latn poems, &. a pgs. 87, 299 y 306), publica el
Goliae Dialogus nter aquam et vnum, La Desputoison du Vin et de ilaue (siglo XIII)
y un romance castellano, del siglo XVHI, en que se refiere el pleyto y pblico desafo
que tuvo el Agua con el Vino, y empieza:
,
cuad.
66
tema
Elena defiende
al caballero,
el
cual
que
lo
non
fierga la lan^a,
y sosteniendo
que mas val un beso de infanzn
que cjnco de abadn.
el clrigo,
tien
que
buenos gelleros
de plata e de dineros;
viste lo que quier,
se quier mantn, se quier
mientras que
el
piel;
caballero
freno e el albardon
al su rrapagon
dalo
la
que
de
el
de
la
Disputa.
(como
Y
el
la literatura
provenzal
(*),
de que hay
el
Cancio-
la catalana, donde, entre otros, hay dos curiosos ejemplos de estos deDebat entre Honor e Delit (1365?) y la Questi sobre lo depertiment de l'estiu
e de l'ivern de Jacme March. En la Questi intervienen March y el vizconde de Kocaberti, y sentencia el rey don Pedro IV. Vase, sobre esas dos obras, el libro de Am-
0)
en
bates: el
de Pags: Auzias March et ses prdcesseurs (Paris, 1912; pgs. 137-142; fas:culo 194
de la Biblothque de l'Ecole des Hautes Etudes). Recurdese tambin el Debat entre Is
ulls, el cor e l pensament, de Iordi de Sant-Iordi (Obres poetiques, ed. Mass; Barcelona, 1902; pg. 14), relacionado con la Disputatio nter Coret Oculum.
En la tensn o debate, los dos interlocutores dialogan libremente sobre un asunto;
en los jocx partitz, el primer interlocutor propone al segundo dos soluciones contra,
ras, comprometindose a defender la que el otro no acepte.
('),
6;
razn
tal
deben figurar en
No habiendo
teatros, ni obras
dramticas
al estilo clsico,
sistiendo la aficin a
el
pero sub-
juglar procur
actor,
lo
en
la
caida de
la
tarde de un
ao 1130
fila
vistoso;
un viejo
terne,
que maneja
el
adufe; un tamborilero y
muy
una mu-
chacha, sin pudor, que repica las castauelas. Delante de stos, erguido
solista
el
el
director y jefe:
ritmo
el
el
adufe
cantor
y las
y de pronto
el
cantor
Que beba
la
lanza
el estribillo:
hermosa y me d a beber,
Asi es
ms
bonito.
(Los msicos y parte del pblico que conoce la cancin, repiten alborotadamente el mismo
Luego, un momento de silencio en que los msicos ponen sordina a los instrumentos; por fin, el solista, con ademn dramtico y serio, empieza a cantar la)
estribillo.
Apud
I, 523.La costumbre literaria de las Disputas, se manRecurdese, por ejemplo, el Proces, o Disputa de vidues & donzlles, ordenat per los magnifichs mossenjaume Ciurana, gneros, e mestre Lluisjoan
Valenti, doctor en Medicina, ab una sentencia ordenada per l'honorable e discrt
Andreu Marti Pineda, notari (1561; vase la reimpresin de Barcelona, 1905; de La
Acadmica).
2
Discurso ledo ante la Real Academia Espaola el 26 de mayo de 1912; pg. 64
( )
y sigs.
(')
tena en
el
Gallardo, Ensayo,
siglo XVI.
68
Estrofa
1.
muy
Adonde
como quien
muchacha que
la soba:)
No
te
al
amante!
(Se conoce que ella ha esquivado las caricias. El hombre, viendo el fracaso, s dirige al
pblico y dice:)
los
brazos al cielo y en
Si
es
poco
no
lo
ademn
la
suplicante:)
que pretendo!
lo consigo.
(Al pronunciar las ltimas palabras, da con el pi un rabioso golpe en el suelo, y el pblico
se re, al propio tiempo que palmoteo, ayudando a cantar el estribillo. Entretanto la muchacha baila desenfrenadamente.)
cambiando de
traje
en ocasiones, y variando
ia
mmica y
las in-
de
la
un juglar de
la
el libro
presentante solo, que camina a pi y pasa su camino, entra en el pueblo, habla al cura y dcele que sabe una comedia y alguna loa, que
junte al barbero y sacristn y se la dir, porque le den alguna
cosa
como
la
No
en Galicia
Castilla;
('),
pero
69
en las marzas de
ni
en otras,
como
la
Montaa
la
en los
("), ni
danza prima
la
mayos de
dominacin romana. En
la
nmero de
exclama
el
to-
me
al
Vlgame
el
(')
Las ms tpicas y arcaicas de esas fiestas, tienen relacin con la entrada y salida de las estaciones. Tal acontece igualmente con algunos
cantos medievales de carcter
lrico,
como
que, en opi-
las pastorelas,
(siglo
es,
cum sera
E deu tractar
aytantas
de trenta.
vist al dictaire,
d'
XIV) definen
.vi.
.viii.
.x.
Mayo.
pastorela, di-
la
coblas o mays,
lo
nombre
Pastorela re-
deu haver so un
En
( )
de Hita, deben pasar por rsticas y deliciosas pastorelas, en cuyo recitado, un juglar podra, aprovechando el dilogo que casi todas contienen,
D)
Si
si
era preciso
prohibirles
aficin al
el
el
J.
(*)
miento, a partir del siglo XII, fuera
nacimiento, que
de
ms prspero, hasta
la
del primero.
el
La obra dramtica ms
historia
yo
la literatura
espaola, es
el
que registra la
Auto de los Reyes Magos, con-
(*).
Los
las
ir
Hombre que
uno de
si
ellos declara
en efecto es nacido
el
crepa
al
acaba
el
que
la
Evidentemente, no es
el
doble.
el
Auto de
los
Reyes Magos
escaso, hay en
poner que
el
el
el
De
( ).
primera obra
hayamos de
el
sea
la literatura
orden teatral
la
la versificacin
su-
l,
en
0)
R.
Ms. Hh-115 de
Menndez
Keller,
2
( )
la
Monaci,
literatura
hubo
la
citada edicin de
E. de la Barra, y Gorra.
Los nombres de
los
el
Cantar de Mi Cid
(escrito
hacia 1140), al verso 337. Crese, sin embargo, que esos nombres no se divulgaron
hasta fines del siglo.XII, por medio de una interpolacin hecha a la Historia escolstica de Pedro Comestor (1178). Vid. R. Menndez Pidal: Cantar de Mi Cid; I, Ma-
Pero ya se
VI (Mommsen,
Chronica Minora, I; Berln, 1892, pg. 272), conocida desde los tiempos de Escaligero
con el ttulo de Excerpta Barbari. Jacoby (Pauly-Wissowa Real-Encyclop. Vl;Stuttgart:
1909, col. 1567) supone que los Excerpta son del siglo IV. Por lo que respecta a escenas escultricas de la Adoracin de los Reyes, en Espaa, vase el estudio de D. Vidrid, 1908 (pg. 25);
hallan
mencionados
152).
Fuente: La iconografa maana en Espaa (Madrid, 1889; pg. 11; cita reCompostela y Burgos [siglos X al XIII]; el arca de las reliquias de la Cmara
Santa de Oviedo, chapeada con placas de plata, costeadas por Alfonso VI; el mpano
de la capilla la Corticela, en Compostela; San Flix de Lovio; y el sepulcro de doa
cente de
la
lieves de
siglo
XV. Es
lo
plo (quiz en la
crito nico
/I
probable que se representase, y que lo fuera en el temmisma catedral de Toledo, de donde procede el manus-
resume
el
seor
leyenda de los tres reyes Magos, leyenda que a su vez es un eco de piadosas tradiciones, parte orales y parte amplificacin del apcrifo Prote-
la
in/antia Satvatoris ( ) Estos dramas litrgicos franco-latinos, compuestos durante los siglos XI y XII, y mencionados anteriormente por el
2
misma
dictinos de Cluny, y de la
la
precedente, as en
moges no hay
accin;
el
dilogo,
la
la
obra espaola
refundicin de Li-
sumamente rudimentario, no
estriba
de Rouen,
el
Su
filiacin se
la
Con todo
la
guno de
de
Auto
ellos. El
castellano,
4
(
),
ni el
de Rouen, ni
redac-
( )
el
( )
originales del
representacin. Todava, en
VIII, 112-114),
de Orlans.
esto, ni el
la
comprueba por
En
los
del octoslabo. Encuentra el Sr. Espinosa todos los gneros de versos del Miste-io en
<1 misterio latino-francs del siglo XII: Sascitatio Lazari.
(*)
Publicados en el excelente libro de dlestand du Mril: Origines latines du
Thtre moderne; Paris, 1849; pg. 151 y sigs.
72
(el
Mariae
la
comn sea-
la fuente
Historia de Nativitate
et
de
las iglesias
de
la fiesta
adems en
de
el
los otros, y
la Epifana,
a partir de
la
siglo IV.
Hay
l:
si
fure
homne
oro quer[r]a;
el
mortal,
la mir[r]a tomara;
estos dos dexara,
encenso, quel pertenecer.
si rei celestrial,
tomara
el
en
el
ni
Hymnus Epiphaniae de
en los
nuestro
al
Breviario romano:
Videre quod postquam Magi,
myrram
aurum regium.
et
Regem Deumqueannuntiant
thesaurus
et
fragrans odor
thuris Sabaei: ac
myrrheus
ofrecen, de rodillas,
al rey; el
muestra
fragante
la
aroma
del
sabeo incienso,
al
Dios; y
Semana
en su deseo de aumentar
ese carcter dramtico,
el
la Iglesia catlica,
teatral. Natural es
que
los clrigos,
como realmente
polvo mrreo r
ceniza de la tumba.)
revestir
el
tal
ocu-
introdujo en ellas
el
73
abundan desde
el siglo XIII
Jy
el
hubo
vagos
et alios
Agnus Dei
in
fte
la
clri-
gos, disfrazados, hacan pantomimas, decan una misa burlesca en hbitos seglares, bailaban y cantaban en
paseaban por
la
coro descompuestamente, y se
el
al tratar del
la
lengua castellana,
ponrsela en
la
y,
traan la mitra y
la
baxauan hasta
como
el
prebendados tomauan
y barrenderos
Esto, a Dios gracias, se ha quitado totalmente. En efecto, la costumbre
oficios seglares,
subsista a
celebrado
mediados del
el
siglo
XVI, y
el
de
la
el
de
(el
torpe abuso
la Iglesia,
como
se
el
fieri solet)*;
y que, en adelante, no tengan lugar dentro de la misma iglesia, ni mientras se celebran los divinos oficios, espectculos, juegos, ni danzas
(spectacula, ludi, choreae)
(*).
(0
cataln,
Ya mucho
te,
antes, el Concilio de
/4
la fiesta
mascaradas
para conmemorar
vador
la
Pasin,
la
Resurreccin y
la
(*).
Los sermones satricos (de los que todava hay un ejemplo en las
Obras de Gil Vicente), las oraciones glosadas (por el estilo del Nunc
dimittis de Fernando de Ynguas), las poesas en que lo
humano y
lo
se leen en los
sigs.), el
cual asegura
gina
1.405).
( )
Cancioneros de
el
de Barbieri),
las
XV
de Alvarez Gato y en
canciones goliardescas, como la de
los siglos
y XVI, por
ej.
en
el
que puso en msica Juan Ponce {Cancionero de Barbieri), y otras anlogas, representan la persistencia del elemento profano en la escena
eclesistica.
tiempo
al
la Iglesia,
histrico;
discutible.
No hay que
se cuentan un
el
drama
seno de
vivi por
mucho
es reconocer un hecho
la religin,
es harto
escriba
lis,sive de
Valera el
con razn
el
como un
ms
la
habla-
Reyes Catlicos,
el
infante
don
doa Isabel. En las cuentas de ese Misterio, descubierpor Quadrado ( ) en el Archivo de la Seo zaragozana, hay una par-
Juan y
la infanta
tas
tida
que
dice: El tercer da
que
la
el
intermedia.
las
y,
Corpus, en
el
(')
(n
el siglo
76
XVI. En
de
la
a devoci; mes empero d algn temps en s quasi tots anys se fan per
los caritaters de las parroquias, qui los
enamoraments,altav otarias
se trat, en la
misma
iglesia,
de conservar
la
representacin de la Re-
Pascua.
de Santa Tecla, en
hablaremos
Como
al tratar
da de Pentecosts,
el
ao 1518
el
(*).
el
como
lo tanto,
go,
(0
si
la
el
tomo VI de
las
sin
embar-
( ).
210 y sigs.
2
Publicada por D. Prspero de Bofarull y Mascar en el tomo XIII de la Coleccin
( )
de Documentos inditos del Archivo general de la Corona de Aragn (pgs. 107-117)El ms. es de ltimos del siglo XIV o principios del XV. El Masquar cataln figura en
a
el inventario de los libros de D. Mara de Aragn (septiembre de 1458). Vid. la ed. de
el
epteto aplicado
al
dia-
Sobre
el
diablo en el
el
a E.
J.
Haslinghuis:
De
duivel in het
latinas, la
Comparados esos
textos, parece
el
iudiciarius, y
la otra:
ms antiguo de todos
el
Libellus pro-
cataln, tradu-
Mayor
77
titularse,
conversin de la Magdalena. En
el
primero de aqullos,
la
Pecadora hace
al
Seor y quiere
bano IV en
ungirle;
ao 1322. Hay noticia de representaciones barcelonesas que acompaaron a dicha fiesta en 1394. En un contrato, conservado en el Archivo
lla el
Ms numerosas
(*).
e interesantes
an son
que poseemos
las noticias
la catedral
de
la
ciudad
XV
apparellada en
la
nombre de
con
el
ritu
Santo
el
trona vestida
Palometa,
la
da de
la
com
la
de
la Sibila
( ),
que estaba
el
dolo completamente
(0
Apud
(2)
Mil; ob.
(*)
Vase
la obra, lo cual
al
el
(*).
bello libro de
D.Jos Sanchs y
Sivera:
- 7 8Muy famoso
es
el
la
Virgen, que
la
segunda
mitad del siglo XIII o primera del XIV. La parte musical ofrece vestigios
de notable antigedad. La
se funda en
literaria,
antiguo relato, no
el
predominando
el
lricos.
Respecto de su antige-
dad, opina Mil, con Vidal y Valenciano, que no puede ser posterior
a 1492, por la intervencin y conversin de los judos que figuran en la
obra; y que
el
la
la
el
da 14 de agosto
puerta principal
el
encargado de
lamenta de
la
prdida del
amado
la
Virgen que
el
Unignito
le
espera, y le entrega
una palma que debe preceder a su entierro. Llega San Juan, a quien Mara
encarga la palma, y los dems apstoles, que se arrodillan y cantan a
Mara, que muere. Baja un Araceli, que se lleva una imagen que figura
el
fiesta
de
la
Asuncin. Figrase
el
Baja de nuevo
cielo para ser
el
solemne
al
Araceli a recibir
coronada por
la
entierro. Presntase
entierro,pero que al
el
fin
el
da 15,
una turba
se convierten.
Trinidad Santsima.
En
el
que
(9
Vanse tambin la lindsima edicin: Auto lrico religioso, en dos actos, representado
todos los aos en la iglesia parroquial de Santa Mara de Elche
(con una carta de
F. Pedrell y un escrito de Adolfo Herrera). Madrid, Lacoste, 1905.
F. Pedrell: La Festa
d'Elche ou le drame liturgique espagnol. Pars, 1906 (51 pgs. en 8., con msica). El
Sammelbande der Internationalen Musick-Gesellschaft de Leipzig (enero-marzo; .1901). En cuanto a la edicin del
Sr. Herrera, sali primeramente en el Boletn de la Sociedad Espaola de Excursiones
del ao 1896. Cons. tambin a R. Mitjana: Discantes y contrapuntos.
79
ms
antigua.
Como
auto-
Cannigo
el
Prez (Juan Gins; 1548-1601?), Ribera (Antonio de; primera mitad del
siglo
Ms
cucin es
renen en
la
fin
la
Los judos se
la del Misterio.
la
la
Virgen,
misma
consigo. Jess
la lleve
la
San Juan y
le
la
Vir-
del
los Apstoles,
asombra-
Virgen:
Saludan luego a
teniendo en las
rot
que vea
si
la Virgen, la
manos
cj
portats
e ajustis.
colocan en un lecho, y
cirios encendidos.
puede atraerse
el
lo
rodean
alma de
manda a
los
le den un buen vapuleo. La misma escena acontece con Barit y con Beemot, que se niegan a obedecer a su seor, pero
Mascarn accede. Sin embargo, al acercarse los diablos a casa de la
el
infierno al
rebelde y
aqullos
entrando en
el
al
la
entonan
un cntico, y
Virgen, se lleva
sepulcro
el
el
primero su
0) Publicada por el presbtero D.Joan Pi en la Revista de la Asociacin ArtisticoArqueolgica Barcelonesa (nmeros de julio a octubre de 1898): Autos sagramentals
delsigle XIV, ttulo impropio, porque no se trata de verdaderos autos sacramentales,
pues no tienen por objeto el misterio de la Eucarista, ni el mencionado, ni el que rotula: La empresa d'una Creuzada a la Terra Santa. Hay edicin aparte, publicada en
Barcelona el ao 1898. En el Inventario de los bienes muebles del rey D. Martn (septiembre de 1410), publicado por el Sr. Mass Torrents en la Revue Hispanique (t. XII,
1905, pg. 460), hallo este nmero, que quiz contenga alguna alusin al primero de los
famosos Autos:
344. tem vn libre scrit en pergamins on es / offci a la representado de Madona
Sancta Maria
Comensalo dit libre: ffons ortorum,e feneix:protegamuraduersus.
8o
que pertenecen
la
congeben ayels de
e houelles qui
Puyada es huy
la
luyada es de
guerra daquest
la
pasada es per
d'omilitat,
simplicjtat.
art la serra
pietat,
caritat,
e les
Al llegar
alt
per gran
felicjtat.
al
no recobrarn
la vista
al fretro,
al
les dice
al
que
gen asciende
Virgen; pero,
la
pompa y
aparato,
el
alma de
la Vir-
Paraso.
un
libro
pagaban a
rios particulares
la
los
de Tarragona. En
la
el
borrador de una
carta dirigida a
el
batle del
la
mismo
manuscrito
(*).
Con motivo de
la festividad del
ms
hoy
Corpus. Intervienen en
l:
el
y que
las rocas,
da de la vspera del
que fu publicado en
el
ttulo,
debe de estar
escrita en castellano,
como
un Romero, una Romera y
el
el
81
Padre de
los
Romeros
Ctase tambin
( ).
la
( ).
Ninguno de
como actualmente se conservan, es de gran antifondo puede datar del siglo XV; pero la forma es posterior.
gedad:
el
Repasando
la
mencionada centuria
E)
Hay
( ).
Edad
Media.
D. Blas Nasarre, en su erudita, aunque estrafalaria disertacin sobre
las
comedias
le
vantes (Madrid, 1749), cuenta que Gonzalo Garca de Santa Mara, cronista del rey
de Aragn D. Fernando
Don Enrique de
el
Honesto, refiere
cmo
se repre-
el
famoso
Mil (pg. 230) menciona tambin una comedia muy posterior, en tres jornadas,
en Mallorca, sobre el Invicto Mrtir de Cristo el glorios Cananeo San Cristofol, cuyo argumento expone.
2
Consltense:
( )
V. Boix: La procesin del Corpus de Valencia en 1667 y en la actualidad.
La procesin del Corpus en Valencia en el siglo XVIII (trae los misterios de San Cristbal y
de Adn y Eva; el anterior folleto incluye el misterio del rey Herodes. Ambos fueron
publicados por D. Rafael Blasco en El Diario Mercantil de Valencia de 1864 y 1865).
Manuel Carboneres: Relacin de la procesin del Corpus, &. a Mil; ob. cit., pg. 221
y sigs. M. Caete: El Misterio de Adn y Eva. Auto a lo divino en lemosn, que viene
representndose en Valencia desde el siglo XV. Precedido de un prlogo del traductor. Valencia, 1889. Lus Lamarca: El Teatro de Valencia desde su origen hasta nuestros das; Valencia, Ferrer de Orga, 1840. H. Mrime: L'Art dramatique Valencia,
depuis les origines jusqu'au commencement du XVII* sicle; Toulouse, 1913.
3
Mil (ob. cit.; pg. 231 y 348) cita dos Milacres de San Vicente Ferrer, referidos
( )
al ao 1412, e impresos modernamente con los ttulos de: Conversi deis Chudios de
la Sinagoga de Salamanca, y de El diable en la Venta. Son obritas insignificantes, de
redaccin muy moderna.
La fiesta del Corpus se celebraba con gran aparato en Sevilla desde 1453, por lo
menos, interviniendo en ella juglares (Vid. Jos Qestoso y Prez: Curiosidades antiguas
sevillanas; Serie 2. a Sevilla, 1910; pg. 93 y sigs.). Cons. tambin a J. de Cha: La festividad del Corpus en Gerona.
()
escrita
Justicia, la
Verdad,
Paz y
la
de Villena (1384-1434)
de D. Fernando
el
la
82
Misericordia
asisti en
Zaragoza,
(*).
el
En
efecto, D.
ao 1414, a
Enrique
la coronacin-
all
trat,
ms
en
el
bien de unos
momos. Se construy un
castillo
de madera, en cuyo
el
el
cual iban-
Ademas, en los cuatro ngulos del castillo, haba otras tantas torres
ocupadas por sendas doncellas, que figuraban la Justicia, la Verdad, la
Paz y la Misericordia, y que cantaban cada una a Dios los loores del
seor Rey e de
la
el
de
la fiesta
Muy
entera
como
sus escri-
( ).
ttulo
el
el
de:
Cancionero de
Gmez Manrique
( ).
No
Vicaria en
el
O uiejo desuenturado!
sigs.
83
le
descubre
la
pureza de
la
madre de
Cristo.
la
a los pastores
adoran
les
al
el
el
Nacido
ste,,
ngel anuncia
al
fijo
la
efecto,
(')
y la
se
final
mi chiquito. Es
Sr.
el
Paz y Mlia
los
tormentos de
la
al verlos,
y termi-
nar para acallarle con una candorosa poesa, cantada por todas las religiosas.
el
para vnos
momos
momos que
Gmez Manrique. En
infanta),
el
ellos,
fermosas plumas, y
la
prncipe
ellas la
misma
( ),
repre-
justicia,
etc.,
y otras largueza,
en coplas de diez
el
Prncipe falleci poco despus (1468), con harto dolor de sus amigos,
los cuales recordaron cierta prediccin de D. Alfonso
estelo.
la
de Madrigal, quien
II
de
n. 121
Tomo
()
3
( )
clase de pao; asi, D. Alvaro de Ziga, en su testamento (1505), manda que se vista a
cien pobres, dando a cada uno diez varas de pao pardo, o blanqueta (V. Paredes y
Guillen:
eti-
plir los
libre
En
la
el
si
84
prncipe
ms
de su siglo
feliz
(*).
tuoso seor
el Sr.
vir-
que no es otra cosa sino un relato de fiestas y batallas, se habla repetidas veces de los momos, palabra que requiere alguna explicacin. Lebrija,
Momo
terpreta
contrahazedor por
mimus y Pantomimus.
El femenino era
traduce: mima.
El
nombre de momo
momos
( )
(generalmente por
la
( ),
y su principal funcin
noche, despus de
la
cena)
As Diego de San Pedro, criado del conde de Urea, en su raro Tractado de amores de Arnalte e Lucenda (Burgos, 1491), hablando de unas
Pues como
fiestas, escribe:
noche
la
la
damas
se fue a su posada.
saliendo los
momos
mience a danzar, e
de alegra en
el
all
E como
la sala,
el
rey con
de mi desdicha
manto bordadas,
la
ora del
me quex
las citas
sigs.;
1. 1,
la
Espaa
pg. 140.
ticiosa.
3
( )
4
( )
'
la 2. a
1911; pg. 28
de
la tirada
aparte
os
en
el siglo
(*).
modo un
prrafo: El juego
gravedad entera,
momo,
esta palabra
tum.
la
si
momen, o de momen-
( )
Pero en
la
En
la
ble, la
1464
mand
el
mayor a
los maytines,
segn a
la fiesta e
Prximamente hacia
lla la
palabra entrems.
Caballeros
( ),
al
la
misma poca,
Don Alonso de
tratar
( ).
Cartagena, en su Doctrinal de
como
en textos
el siguiente:
la
Y por quanto
mucha
do
el
mummer
del
momo.
cap. XIII. El texto se ha atribuido tambin al Dr. Pedro Daz de Tole(m. 1499); pero no le hallo en sus Glosas a los Proverbios de Sneca.
Lib.
II,
()
salvo
el
el
86
('),
otros entremeses a
( )
de
la reina
doa
el
lengua francesa y de
la pala-
en Barcelona a
la
la relacin
Sibila,
el
lo visto,
rocas que an se usan, y sobre los cuales se cantaban algunas coplas. (*)
En la Crnica de don Juan II (ao 1440, captulo XIV), al describirse la suntuosa recepcin
la
el
Conde de Haro a
princesa doa Blanca, hija del rey don Juan de Navarra, y a la reina
su madre, se
lee:
all
les fue
fecho
muy solemne
recebimiento por
todos los de
pano-latino
( ),
la
siguiente:
(')
Cantar de los que usaban en plazas y cosos, dice Gayangos; pero no me parece fundada la explicacin, pues en Rodrigo Cota (Dilogo entrel Amoryvn Viejo)
se lee la forma corsaute, que nada tiene que ver con el coso, y que es, sin duda, la
buena leccin del vocablo, porque Antn de Montoro, el Ropero, en sus coplas a un
portugus, insertas en el Cancionero de obras de burlas (ed. Usoz, pg. 115), habla
tambin de:
taedor de burleta
o cantador de corsaute,
palabra esta ltima que rima con faraute. A juzgar por las palabras del Ropero,
cantador de corsaute iba vestido de muchas colores, como Arlequn.
2
Ed. cit.; pgs. 55 y 56. Vanse otras citas en las pgs. 26 y 65.
( )
()
(
Obras;
t.
Lamarca
el
lo
carros; pero aade: consta tambin que sobre dichos carros se representaban algunos
pasos o misterios, pues en deliberacin de 7 de Marzo de 1415 se mandaron pagar
treinta florines a Mosen Juan Sist, presbtero, per trobar ordenar les cobles cantiJenes ques cantaren en los entramesos de la festivitad de la entrada del Sor. Rey,
Reyna Primogenit; e igual suma a Juan Prez de Pastrana, per haber de arreglar
donar el s les dites cantilenes haber fadrins que les cantasen ferlos ordenar.
6
La 1. a edicin debi de ser de 1495, ao en que Lebrija declara haberlo termi( )
nado y
lo dedica a D.
-87Entremes de
Plauto en
el
la
Tarasca
= Manducus,
i.*
El
verso 443 del Rudens) era, entre los romanos, una figura
grotesca que sola preceder a todas las pompas y triunfos, y que abra
la
los dientes
de comprobarse su afirmacin en
la catedral
de Toledo, donde
la
Ta-
nas
fiestas
de regocijo.
A mediados
ya
comedia breve, en
lo
que fu en
la cual los
la
autores
canto VI
el
fiesta
en
la
mismo
sentido,
y no
el
de descanso o intermedio en
el
la
representacin
vocablo entrems
acompaa
1.
al
primum ferculum, y
el
segundo
convivii ferculum.
la
Signific originariamente
los festines;
La correccin puesta en
la
nota de
el
ao
Despus, el mismo
dedicada a Miguel Almazan y
fechada en las Kalendas de abril de dicho ao. Poseo ejemplar de esta rarsima edicin, que no hallo mencionada por nadie, y all consta el texto que cito.
Definicin dada por el Padre Jos Alczar (Apud Gallardo, I, col. 116), el cual
(>)
escribe tambin: "Mimo erajuna accin ridicula que reprenda las acciones de los otros
Parece que era lo que se dice hoy entrems.
y sus costumbres
D. Francisco Antonio de Bances Candamo, hacia 1690,;en su Theatro de los theatros de los pasados y presentes siglos (ms. en la Bibl. Nac, publicado con supresiones
en la Revista de Archivos de 1901-1902), habla de ciertos juegos, anlogos a las representaciones mmicas, de que usan los mozos y mozas cuando en los lugares del reino
de Sevilla se juntan a sus solaces. Era un teatro improvisado, a modo de entremeses
en prosa, habindolos ellos (los mozos) primero conferido entre s, y diciendo lo
que ha de hacer a cada uno de ellos aquel que sabe el juego. Cita luego dos de estos
cuentos dialgicos, uno de los cuales vio en Osuna. Nada de extrao tendra que
estas improvisaciones fuesen reminiscencias de los juegos romanos.
297.
la pg.
18 es inoportuna).
2.
Llamse
4.
tos
como
las
La presentacin de esa
y danzas;
a
5.
Por ltimo,
ras,
y dise
el
la
te,
figura, lleg
una figura destinada a ser llevada en fiesque hoy llamamos pasos de Semana Santa;
as tambin,
tas y procesiones,
a
corta,
al principio, al final,
de carcter c-
o entremedias de
dama llamada
la
Amor
(e)
Parlament
:
Todava tuvo otra significacin ms general. El annimo comentarista de las
( )
Coplas de Mingo Revulgo, a fines del siglo XV, escribe que entremeses son cosas
que pasan entre medias, por el tiempo ser tai y de tal disposicin. (Gallardo, I,
col. 836.)
2
No falta quien ha visto en el entrems una evolucin del antiguo coro. Formal( )
mente puede parecer as; pero en el fondo su funcin es por completo distinta, porque
el entrems nada tiene que ver con la obra en que se Intercala, y el coro s:
Para el Dr. Alonso Lpez Pincano (Filosofa antigua potica; epst. VIII), la tragedia clsica tuvo tambin entremeses: por tener de todo, tom despus algo de lo ridculo y gracioso, y entre acto y acto a veces engera los dichos stiros (podremos
decir entremeses), porque entraban algunos hombres en figuras de stiros o faunos
a requebrar y solicitar a las silvestres ninfas; entre los cuales, pasaban actos ridculos
y de pasatiempo. Realmente, lo nico parecido al entrems, en el Teatro romano, era
el exodium, pieza corta por la cual terminaban algunas representaciones dramticas, y
que generalmente era una atetlana (vid. Cagnat et Goyau: Lexique des Antiquits Ro-
d'un home
al
lo
89
a requesta de
menos que
la
la Carrosa, atribuidas
segundas.
De gloga
de
la
cin de la
ra edicin
ao 1482
muy
Mendoza, a
peti-
(').
Empleando de propsito, y no
cos, frey Iigo de
que,
si
Mendoza
intercala en su
estilo rsti-
o de Lucas Fernndez.
Un
Pastor y a otro que estn guardando sus ganados, y les anuncia que
el
como
las siguientes:
XV
XV
Manto.
go
Vi salir por
collado
el
claridad relanpaguera,
con
la
duea
Y mas
te
digo de veras:
somo
de
como veremos
la accin,
representaron.
Adems,
luego, en obras
la soltura
episodio, prueba que no era inventor del gnero, y que recordaba o tena
el ttulo
Sitio sobrel
molino de Vas-
la Biblioteca
Nacional Matri-
tense O).
F)
no
aun cuando
Su nmero
la for-
es bastante grande,
Una de
las
ms antiguas producciones de
general de la Muerte, en
las criaturas
la
qual tracta
la
este gnero es la
commo
la
Danca
1
Signatura ant. M. 320 (ahora, Ms. 4114), fols. 99-202.E1 ms. es copia del si )
glo XVIII; pero comprende composiciones de los siglos XV y XVI. Vase H. R. Lang:
The so-called Cancionero de Pero Guillen de Segovia (extr. de la Revue Hispanique);
New- York,
mayor cabdal non sea fecho que
91
meres?e.
ella
E asy mesmo
les dize e
requiere que vean e oyan bien lo que los sabios pedricadores les dizen
e amonestan de cada
dia,
en fazer buenas obras por que ayan conplido perdn de sus pecados, e
luego syguiente mostrando por espiriencja
a todos
lo
que
(').
tura medievales
( ).
la
Muerte se
dirige,
no
al
ltimo
el
los Ros),
ra, sino
la
consejos, llama la
Despus de un
introito,
en que
y donde la
(
vanidad humana y un Predicador da buenos y sanos
Muerte a los nacidos, para que vengan a la danza
hay reminiscencias de
Muerte vitupera
4
( ).
Reuelagion de un hermitanno
la
),
Emperador,
al
Condestable,
Mercadero,
Cardenal,
al
Obispo,
al
al
Arcediano,
al
Rey,
al Patriarca, al
Duque,
al
Arzobispo,
al
Abogado,
al
Cannigo,
al Fsico, al
Cura,
al
Labrador,
Hermitao,
al
Sacristn, al
Monje,
al
Contador,
al
Usurero,
al
92
al Fraire,
Dicono,
al
todos
Monje y
el
Portero de maga,
al
Recaudador,
al
les
Subdicono,
literatura.
Su
el
fin, y
Labra-
al
anuncia su
se exceptan
si
al
por
literario innegable,
ser,
en su gnero,
artificio se
la
no slo por su
Danza de
estilo,
la
elegante
prestaba admirablemente a
que
la
la crtica
imitaron en
Barcas de
de los
vi-
XVI,
el siglo
la
Mena
(1411-1456),
(*).
el
rey
los saberes,
Tambin
lur grat
( ),
el
Hay en
ella
personajes que
(0 Hay una refundicin de la Danza de la Muerte, de fines del siglo XV o principios del XVI, impresa en Salamanca, por Vrela, en 1529 (J. A. de los Ros: Historia
crtica de la literatura espaola; t. VII; Apndice).
2
R. Foulch-Delbosc: Cancionero castellano del siglo XV; I, 206.
( )
3
M. de Bofarull: Opsculos inditos de P. M. Carbonell; II, 259 y sigs M. Mil:
( )
Obras; t. VI, pg. 268 y sigs.
93
bernador,
Astrlogo,
el
el
Burgus,
el
el
contrario
Cartujano,
el
(como
Enamorado,
el
GoMi-
el
Viuda,
la
igualmente se conserva.
las clebres
( )
y escritas en censura de
(*)
desastrosa
la
daos proceden de
(o Adivinador).
la falta
Para
el
todos los
primero,
Gil, su
causa
son los yerros, culpas y pecados del mismo pueblo. El lenguaje es rstico, como era de esperar de la calidad de los interlocutores; pero la
versificacin (en coplas de
es
muy
stira poltica
el
se, ni
hay en
ella
obstante, que
satrica,
el
accin
ni
mo
la intencin
En dilogo
el famoso Juan de
Mena
(y que acab
( ).
El fondo es de lo
ms
Publicadas
al final
de
la
Vo-
filosfico
los pela
1787),
en
el
col. 1012).
94
la
la
Voluntad;
la
prisyon del rey don Alonso de Aragn e del rey don Juan de Navarra
don Enrique sus ermanos, quando fueron desbaratados e presos en la batalla que ovieron sobre mar contra los genoveses, come infante
Prohemio de
bien
si
pesar de tener a
el
la vista
(*),
el
la
Comedieta,
fe-
porque contiene
arte dramtico,
la
y nos
la
Intitlela deste
Comedieta de
refirindose a su
fallaron tres
poema:
maneras de
Sneca
el
el
De
ra es aquella
mancebo, sobrino
manera de
fablar
muy mucho
qual reprehendi
ma-
Comedia
pus
el
es dicha aquella,
medio e
fin
i )
Jos
Amador de
los Ros:
el
elige
aver
95
bienaventuradamente despus
Esta es
la teora, al
el
alborear
Parayso.
el
el
Purgatorio, e alegre e
(*)
Renacimiento.
Y veremos cmo
la
XVI.
Mencionaremos, finalmente,
el
comenz Moratn
los
y dramtica, y
(Valencia, 1511)
el
( )
la versificacin
y es una de
muy
el
entrel
Amor y vn Viejo
al
Amor
joyas
delicada
Comienza
siguiente epgrafe:
las
muy
do
vn
cual
Cancionero general de
truyda,
el
de
Amor y
el
la puerta,
el
en
Amor con
Viejo en spera
Amor, cuyos
sin-
1
En su Prohemio e Carta al Condestable de Portugal, el Marqus de Santularia,
)
hablando de su abuelo D. Pero Gonzlez de Mendoza, escribe: Us una manera de
deqir cantares, asy como scnicos Plauto e Terencio, tambin en estrambotes como en
serranas. Aunque el Marqus emplee el vocablo cantares, la cita de Plauto y de
Terencio es muy significativa^ indica que en aqullos habra algn elemento dramtico.
D. Pero Gonzlez de Mendoza muri en 1385.
2
Vid. la ed. de la Sociedad de Biblifilos Espaoles (Cancionero general de Her( )
nando del Castillo; Madrid, 1882; t. I, pgs. 297.-308). La edicin ms correcta del Dilogo es la de la Biblioteca Oropesa (t. IV; Madrid, 1907).
Acerca de Rodrigo Cota, vanse: Revue Hispanique (1894; t. I, pg. 69. All, el seor Foulch-Delbosc, publica un epitalamio burlesco de nuestro autor); A. Bonilla:
Anales de la literatura espaola, pg. 164 y sigs.; y M. Menndez y Pelayo: Orgenes
de la novela, III, pg. XXI.
En el mismo Cancionero de Hernando del Castillo figuran estas composiciones dialogadas, no escritas, sin embargo, para representarse: unas Coplas de Puerto Carrero
donde cierto galn y su dama hacen gala de ingeniosos discreteos (n. 794, ed. cit.); un
Dilogo entre la Miseria humana y el Consuelo, por cierto caballero de Murcia, llamado D. Francisco de Castilla (n. 119 del Apndice); y otro Dilogo en prosa y verso
del Comendador Escriva (n. 147 del dem), que contiene la Quexa que d de su amiga
ante el dios de Amor.
que
tu
96
no puedes en
esta
Pero
y,
el
Amor insiste,
dulcemente, en que
primero a melancola
la
ello
el
le
el
muestra:
ni
al
desembuelto
y
al
al
encogido,
inuirtuoso, neto;
couarde, esforzado,
escasso, al liberal,
bien regido, al destemplado,
al
muy
cortes y mesurado
que no suele ser tal.
al
Yo hago
las
dexar
rostro estirado,
el
y se como
rugas viejas
el
cuero atado
el
arte
de los vngentes
do natura
Al viejo se
le
hace
la
los desecha.
Amor. Vuelve
buen sabor de
las dulzuras
que sabe
ofrecer:
97
Por ende,
si con dulzura
quieres obedescer,
yo har reconoscer
me
en
ti
muy nueua
frescura:
ponerte en el coragon
este mi biuo alborogo;
seras en esta sazn
de la misma condicin
queras quando lindo moqo.
El Viejo se rinde al
fin,
cuales siente
rauia matadora,
y entonces
el
to,
Queda
por
el
herida amorosa;
la
que honra a
bello,
cirlo al
las letras
espaolas y a
la
la
raza
Celestina
Su
influencia
Mena
Cota:
(en
el
Cancionero de Foulch-Delbosc;
Tu hallas
las tristi s
yemas,
no conseruas.
Ta fallas
1,
131):
las tristes
yemas,
no fu despreciable en
siglo
XVI
las
98
(*)
IV
')
la
poderosa
in-
fluencia de
Calisio
primera edicin conocida es de Burgos, 1499. Escrita en forma dramtica, su autor principal (el bachiller
la
Pue-
no
la
des-
embargo, a
la representacin, ni la
ms que
regular. Es,
grande
serie
Comedia, y apenas existe obra teatral, sobre todo en la primera mitad de la XVI. a centuria, donde no se descubran reminiscencias
ron de
la
de aqulla.
No debe
la
Come-
mo-
la
Lazarillo, en
Guzmn
el
peculiar
el
el
y quiz no haya
influjo. Rojas fu, sin
literaria,
ms poderoso y duradero
Virgilio, Juvenal
toma algunos de
IOO
los
ej.,
los
de Prme-
Traso y Cremes); haba ledo, probablemente, el Tristn castellano, donde encontr, quiz, el nombre de Celestina (*); y, adeno, Sosia, Crito,
Corbacho
del Arcipreste
la
como
Coplas de Jorge Manrique. Pero no es semejante erudicin (no muy extraordinaria para su tiempo) lo que le da lugar preeminente en la Litera-
de
conflicto
humano.
Si
como Budeo
ms de
como
Policiano, Sadoleto o
la
Bembo
genera-
en
Italia;
ca, habrase
como
las cosas. Si a su
censor,
la vida,
inclinacin satri-
como
Rabelais. Pero el
universal que todo eso: comienza por un hecho, y acaba, no con sentencias
dogmticas,
interrogacin,
El
visto,
y se han disgustado de
alterar en
mata
nada
la accin;
la
la accin,
a sta
le
hace
falta el
espejismo de
El conocimiento
la ilusin....
Bajo
la
alguna sino
lo horrible
lo
0) Vase mi edicin (Libro del esforcado cauallero don Tristn de Leonis y de sus
grandes fechos en armas; Valladolid, 1501; en el tomo VI de las publicaciones dla
Sociedad de Biblifilos Madrileos; Madrid, 1912; cap. LII, pg, 228, y la nota).
que hay de simblico en
IOI
de Ofelia; reconoce
la suerte
la
sabidura de
mente
el
el
cri; porque,
me
quejo, porque en si
drara en
me
no hobiste lstima de
tu querida e
me
me
te
mostraste
lachrymarum
valle?*
no menos claro
aparece ese pesimismo en las primeras palabras del Prlogo: Todas las
cosas ser criadas a manera de contienda o batalla, dice aquel gran sabio
Sentencia, a mi ver, digna de perpetua y recordable
Herclito
me-
moria.
Lo que
el
la
Comedia, fu
el
tipo y las
do en
la
Urraca
nombre constituy, a su
obra de Rojas. Semejante manera de
juicio, el ttulo
ms adecuado de
comprender
Comedia, chase de
la
el
la
la
ver,
personaje primordial, y
as ocurriese,
el
maraa dramtica.
eje de toda la
porque Celestina es
el
tipo
ms
individua-
ms
la
vieja.
ella
no figurase
la
perversa
tos rasgos
-dice
) que
en
la
la
la
menor
inclinacin
la
pasin
como
nada de
caer
que pasa en
el
al
()
Orgenes de
la
Novela,
III,
pg.
XCV.
enlazarse
y desenlazarse
102
el
bachiller Rojas,
aunque tan
libre
que
literarias,
como La
la
de Rojas, como en
ms de un
del supuesto
de que
el
la eficacia
de las
artes de hechicera.
la
Ambos son
nio predomina la
acenta
La
el
rufianes,
(')
el tipo
no puede
existir sin
l,
mientras
0) De rufo (del latn rufas, de ruber= rubio, rojo), el royo o rojo, el de pelo encrespado y duro, cual suele ser el rufo, y el valentn o rufin, por el carcter que suelen tener los royos (Cejador: Tesoro; letra R, pg. 421). Areusa, en el Aucto XV de
la Tragicomedia, describe as a Centurio: Los cabellos crespos, la cara acuchillada
dos veces azotado, manco de la mano del espada, treinta mujeres en la putera.
Covarrubias (Tesoro) define bien el rufin, diciendo que es el que trae mujeres
para ganar con ellas, y rie sus pendencias. Aade que el nombre es Francs; y no
se puede negar, en verdad, que en Francia se usaba y en el siglo XIII, mientras que
en Espaa no se halla antes del siglo XV (aunque el Arcipreste de Hita, en la copla 1409,
emplea arrufarse por ensaarse, embravecerse). Du Cange, cree, sin embargo, que se
trata de una vox itlica, y as lo entiendo tambin. Toms Farnabio, comentando
el verso 120 de la Stira VI de Juvenal (Et nigrum flavo crinem abscondente galero),
donde alude a la peluca rubia que se encasquetaba Messalina en su celda del lupanar,
escribe: flavo galero, seu galericulo e crine flavo, qui meretricum color est. De esta
costumbre viene, a mi juicio, el nombre de rufiana aplicado a la prostituta.
Vanse, sobre los rufianes y matones, los sugestivos estudios de D. Rafael Salillas:
Poesa rufianesca (Revue Hispanique, t. XIII, ao 1905), y Poesa matonesca (dem,
t. XV, ao 1907). En este ltimo apunta la idea, exactsima a mi entender, de la influencia posible del Teatro en el desenvolvimiento del tipo matonesco.
103
(Museo
1589.)
104
p
que se comprende
sin los
pleo de la astucia, y no
el
de
la fuerza, distingue lo
nesco, siendo
ambos manifestaciones de
establecido.
~\
como
el
dife-
em-
picaresco de lo mato-
rebelda contra
orden social
el
Comedia de Calisto
descendencia en
el
el
El jaque o jaco es
tambin
nombre de jcaras a
hampa.
el
gente del
En cuanto
al
los cantares
ocasin de observar, en
el
tamente
distinto,
como
dndose
y romances relativos a
el
la
Miles
como habr
No debe con-
mucho despus, y
es comple-
lleresco.
Shakespeare,
el
Don
el
obra genial.
mos,
y,
No
el
la literatura
Hamlet de
hubiese conservado
de
tal
sucedi
inspiracin, sin
as,
al
XVI
ahogada por
el
las
adapta-
105
Lo mismo ocurri en
trgico.
la
siglo XVIII,
el estila
cuando
ama-
Duque de
Don Alvaro
Teruel de Hartzenbusch.
Todo romanticismo
del
Amantes de
gico.
*
bachiller
escriba:
cinco Celestinas.
as era,
el
en efecto,
como
otros testimonios
com-
prueban.
muy numerosas, y
algunas de sobresaliente
gloga de la tragicomedia de Calisto y Melibea, de prosa trobada en metro (Logroo, 1513), escrita en metro octosilbico, y no sin correccin ni poesa, por el procer aragons D. Pedro
Manuel de Urrea (n. circa 1486), que tambin imit la tragicomedia'junmrito
Recordemos:
( ).
tamente con
gos, 1514),
la
la
donde
el
Amor
mxima deque
El
(Bur-
mayor
placer es pecar mortalmente; los que no gozan desto, no tienen descanso; la perdida
verso, de
Lope
Farsa sobre
la
(1524?), en
Fernando Coln en su
Regestrum;
bea,
1753.
io6
so,
hoy perdida, de
que constituye
y en
la cual se
XIX de
el
otras; la detestable
sac
la Celestina
el
en
Cancionero musical de
el
insignificante
la
Auto de Tra-
pi
la
Comedia llamada
la
Se-
prosa; la
la
Tercera
la
mucho a Sneca
dando
Silva, ni
Gmez, y
valor
al
el del biz-
la bellsima
la
el
obra de Feli-
Segunda Celestina d
que, recordando
tal
vez
la
aun
la
el
comedias
las
trgico,
olvi-
no
Tercera de Gaspar
el
Tea-
por su buen
y por
y Vitoriano de Juan
rinea, en cuarenta
el
el
Dilogo de Cota,
de Ovidio y
la Silva
Comedia de Evfrosina
el
la
107
al castellano por el capitn don Fernando de Ballesteros y Saavedra en 1631 (Madrid), obra de insoportable
amazacotamiento, a pesar de su buen estilo y lenguaje; la enrevesada,
escrita
pero
d'el
original,
Mundo
d'el
Sueo
imperios, los linajes, las lozanas, las fuerzas, las ciencias, las artes, todo
va y
califica
fines
de
la
italiano.
la
edicin de 1499).
Juan
del
2.
teatro.
La primera importante
108
direccin, en
el
Diego Snchez
bachiller
el
No
es vehemente y enrgico;
mas
casi siempre se
el
mues-
no
lo
mismo
el
proemio de su
l,
como buena
parte de
No solamente
lar. De sus obras
la
doma.
muy
bien
el
Marqus de
como GueSantillana,
la
XV. a
centuria.
el
estilo
pasto-
sea o no cierto
ril, y,
el
109
empean
el principal
de nuestra
historia,
el tea-
el
con-
que primero sac a escena entre nosotros la vida pastoril, tomndola por base de todas sus obras dramticas, sagradas y profanas?
No creo que esto ltimo pueda asegurarse terminantemente; pero s entiendo que la representacin de Encina, como creador de un nuevo gnero buclico, no es debida sino a sus aficiones renacientes. El tradujo
o ms bien imit en castellano las glogas de Virgilio, acordando de
trario, el
las trovar
nar con
en
el
el
la
mismo
deca,
compilacin de
sus obras (ed. de Salamanca, 1496) que las haba reunido, porque andaban ya tan corrompidas y usurpadas algunas obrecillas mas que como
mensajeras haba enviado adelante, que ya no mas, ms ajenas se podan llamar: que de otra manera no me pusiera tan presto a sumar la
cuenta de mi labor trabajo. Mas no me pude sufrir vindolas tan maltratadas, levantndoles falso testimonio, poniendo en ellas lo que yo
nunca dije ni me pas por pensamiento. Forzronme tambin los detractores
se extender
si
mi saber sino a
co-
mas
antes yo crea
que ms.
Considerronle, pues, sus contemporneos (aun los detractores),
como
perito en el estilo pastoril, y as le diputaron las generaciones siguientes por introductor del gnero buclico en nuestra literatura dramtica.
Mas
mento
del Triunfo de la
le
Por
lo
gran
ejemplo de
Virgilio,
hicieron allegar,
Fama, con
frase tan
el
estilo.
de Lucas Fernndez,
ni
que estropean
no
del siglo
la
La concepcin
que
ma
del
cristiana. Vitoriano
familia
bea.
Amor
del Encina
ms pagana
que Eurialo y Lucrecia, Leriano y Laureola, Calisto y Melies para Encina el ms alto e incontrastable de los dioses, y
el
do por
el
religin,
en vista de que
Las vidas de las hermitas
son benditas;
mas nunca son ermitaos
sino viejos de cient aos,
cin, a veces,
tacin algo
de modelos
italianos,
ms importante que
la
patente imita-
una represen-
la
difcil hallar
la
belleza artstica.
Trajo a
la
escena
el espritu
ntegramente
humano
del Renacimiento,
no exenta de melancola:
Ensayo de una
( )
biblioteca espaola;
II,
865.
la exis-
III
s de
l,
mente
cena
por
adopt
lo tanto, realista,
como toda
el estilo pastoril,
nica parte de
la
ello las
y,
literaria. Si
mereciendo por
lo hizo
la
la es-
como
los
seres
humanos de humilde
dicin,
clase,
tes propios
de su
esfera.
en
orden
el
literario.
Juzgando Barbieri
las
composiciones de aqul,
Cancionero musical, escribe: son, por su estructura y armonizacin sencilla, obras expresivas, ms propias para halagar los seninsertas en
tidos
el estilo
cientficos contrapuntos; en
una palabra,
del
fu
el
estilo pastoril
de 1514.
Los caracteres generales del teatro de Lucas Fernndez, son
muy
semejantes a los del de Juan del Encina, pero en escala inferior, y con
cierta exageracin en el primero de los defectos del segundo. Lucas
Fernndez es un versificador fcil, pero sin la maestra y sin el temperamento potico de Encina. Sigue habiendo escassima accin en sus
el
siglo
el
de
la
el
de
Cancionero musical de Barbieri se conserva la msica compuesta por Encomposiciones estn los villancicos que figuran en las pginas 87,
114 y 132 de la edicin Caete-Barbieri. (Vanse, en el susodicho Cancionero, los n(*)
el
meros
12
de
de
letras clsicas.
la
Crcel de
Su
Amor
y de
('),
la Celestina,
rusticidad es voluntaria
y,
s
hacer hablar a sus personajes (como a la Doncella de la Farsa ( ) del
Caballero y el Pastor) en trminos bien escogidos; pero, ni su erudicin
era tanta
como
la
de Encina,
ni
para evitar
Ms
el
el enfado y la monotona.
importancia .que el Teatro profano tiene en Lucas Fernndez
sagrado,
de 1514.
No
al
sin cierto
de Vega, y Fernndez
el
Lope
0) Hay un verso de Encina al principio de la Farsa del Soldado (pg. 85), donde
se cita tambin la gloga de Fileno y Zambardo, la de Cristino y Febea y el Triunfo
de Amor (pgs. 92 a 94).
2
Este es uno de los ms antiguos textos espaoles en que el vocablo farsa se
( )
emplea. Viene, segn se cree, de la terminacin femenina del participio latino: farsus,
embutir, llenar, introducir. Refirindose al Viaje litea, um {o fartas), de farcire
rario de Villanueva (XXII, 191), recuerda Caete que en algunas catedrales de la corona de Aragn se llamaba a los maitines del Jueves Santo deis Fars, o Fasos, de la palabra latina farsa, que se, dio a las preces rimadas que se cantaban al fin de estos oficios. (Comp. Mil: Obras, VI, 212, nota.)
Parece seguro que, a partir del siglo X por lo menos, se intercalaron en el canto eclesistico, despus de ciertos trozos corales, textos en poesa o en prosa, rtmicos o
versificados, llamados tropi, versus intercalares, ornaturae y farciturae o farcitiones.
Perfeccionados esos tropos en forma de dilogos, al principio o al final de los oficios,
dieron quiz origen a los misterios medievales. (Cons. Mone: Schauspiele des Mittelalters, Karlsruhe, 1846; Keppler: Zur Passionspredigt, en el Hist.Jahrb. de 1883; S. Bumer: Histoire du Brviaire, trad. Biron; Pars, 1905, 1, 420 y sigs.)
Cristbal de Villaln, en su Ingeniosa comparacin entre lo antiguo y lo presente (ed. Serrano y Sanz; Madrid, 1898; pg. 179), empieza un prrafo del siguiente modo:
Pues en las representaciones de comedias, que en Castilla llaman farsas
En Francia, el ms antiguo ejemplo de farce, en el sentido figurado y ms especialmente dramtico, ocurre en la Ordenanza del preboste de Pars, de 3 de junio de 1398.
Gastn Pars entiende, sin embargo, que el empleo del verbo se farser por burlarse,
desde el siglo XIII, prueba que la ausencia de la palabra Jarse (despus farce) en textos ms antiguos, es puramente fortuita, y que farse tena ya, desde el siglo XII, el sentido que posee ms tarde. Aade G. Pars, que farce, en la significacin moderna, se
aplic primero des intermdes comiques que l'on insrait dans les mystres pour
en rompre la continuit, un peu lourde soutenir pour les spectateurs. Cela n'empche pas qu'il ait existe des pices comiques, sorties du rpertoire des joculatores,
qui n'taient pas en rapport direct avec les mystres; elles ne prenaientd'abord le
nom defarses que quand on les intercalait dans ceux-ci, puis on le donna mme
celles qul en taient tout fait indpendantes. (Mlanges de Littrature Francaise du
<
Moyen Age,
gloriosus en
el
I,
67.)
Teatro espaol.
el
M3
las
de
que
le falta
de inventiva.
mable
la
esti-
la historia
de nuestro Teatro,
el
lenguaje de
la
ma-
obra (de
las
43 que de
conservamos):
No solamente
mayor
la ltima:
la
castellana.
el
monlogo
Su primera
ca
Visita-
escribe en
sino que buena parte de las 32 restantes (20), tienen escenas castellanas,
En
la
tomadas de
el
el
estilo pastoril
No
el
el
monlogo
de los Reyes
la
de la Visitacin, por
Magos,
<
el
escritor
francesas o italianas, no bien determinadas todava, o quiz por impulsos de su propio genio potico, Gil Vicente progresa en la composicin
dramtica de un
modo
un conocimiento de
la
el
de los dos
desde
el
cnico y de
la
114
amplio que
la
concepcin moderna.
Ya no son
de
la
No
el
dominio
incipiente,
el estilo
y harmonioso
como
castellano
portugus
al
el
no
es, ni
del
Pero
Encina
ni
ni
suelto, elegante
inferior en el estilo
jams
ni
y elocuente exposicin de
la sencilla
sagrada (como en
el
el
procedi-
el
la
historia
Dilogo sobre a
el
rales.
y alegricas
en ocasiones en prosa,
Intercala
el
como acontece
en
Floresta de engaos).
la
Mercader engaado y
el
el
llama passos,
del Doctor y la
Moza
en
la
como
el del
Floresta de en-
gaos.
Fu
Gil Vicente
el
figura,
adems, en
mismo Erasmo
le
las
huestes del
Amadis de Qaula,
cos; y en el
se
lee:
el
de don Duardos,
el
de Lusitania y
el
el
Auto de
de los Fsi-
Das obras de
Gil Vicente,
US
de riscar
e refor maguo
Por
la
( ).
mucho ms
Come
la
ia de
de consta igualmente
de
la
ma
la figura del
la divisin
Lope de Rueda;
el
y,
en
el
simblico
deronianos.
Hay dos
en
salir
lo
el
creador de
in-
de comn,
la
El
sin lo cual
ninguno de
los
nicamente da
la
la
escena, sino
cierto
instinto
que
misma.
Ahora
mos
nes
bien, ni en
caracteres; todo lo
ms o menos
ms que en sus obras se observa, son situacioms o menos poticas, rara vez dramticas.
la
mayor importancia
histrica
del
que
Escudero de Quem
amo de Lzaro de Tormes; ya de
ximo
sencillas,
ni
la hipcrita
Ama
del
Auto da
fraile ale-
aparecen estos caracteres suficientemente sealados para que se impongan a la memoria del pueblo. Son tipos generales, bastante bien descritos,
el
enamorado
Apud Fr. Heinrich Reusch: Die ndices librorum prohibitorum des sechzehnten
(')
Jahrhunderts, Tbingen, 1886; pg. 361.
clrigo alegre,
el
1 1
no
caballero discreto
tal
modelo incomparable, no ciertamente de obra teatral, pero s de obra literaria, donde los caracteres estaban de mano maestra descritos: la Comedia de Calisto y Melibea; ni
Encina, ni Fernndez,
ni Gil
De todos modos,
ms numeroso y un ambiente ms
Edad Media y en los albores del Renacimiento rejuvenecieron la exange poesa cortesana con el filtro generoso de la cancin popularescribe Menndez y Pelayo Gil Vicente es, sin disputa, el mayor de
,
todos.
la escuela pastoril a que acabamos de referirnos,,
podemos llamar profana, en contraposicin a la sagrada, que
La modalidad de
es la que
tambin cabra
calificar
compatriota de Naharro y de Vasco Daz Tanco de Fregenal: el Bachiller Diego Snchez de Badajoz. Ambas manifestaciones arrancan de Juan
el
del Encina,
religioso,
primero.
En
esta
nueva forma,
gos fundamentales:
el
el estilo pastoril
metro
es,
por
lo general, octosilbico,
con o
mero dilogo;
comn, pertenecen a
la
sin-
un
Sagrada
el
rstico
son representadas en
la Iglesia, o,
por
lo
menos, con
La mayor parte de las producciones dramticas de Snchez de Badajoz, versan sobre temas religiosos. Slo cinco de las veintiocho que escribi, o sean: la Farsa del Matrimonio, la de la Fortuna o Hado, la de
la Hechicera, la de la Ventera, y, hasta cierto punto, la de la
Muerie,pue-
dadas en relatos de
las
la historia
sagrada o de
las
el
leyendas de santos,
como
ii7
de San Pedro; y
cas),
como
las:
de
el
la Salutacin
(morales o dogmti-
Danza
de los pecados.
Badajoz ofrece
de
para
el
fillogo
(')
inters,
la
no slo para
y para elfolk-loristn
( ).
algunos tipos muy propios de nuestra escena del siglo XVI, como
Negro,
del
el
Bobo,
de
el
Vieja hechicera,
la
el
del Portugus
de Seplveda, a
llegar al artificio
lgicas de Palau,
meo
ni al
el
el del
el
del
bachiller extre-
la
la
primera mi-
Confieso que esta segunda modalidad del estilo pastoril, representada, entre otros, por
En
primera, o peor.
en
el
pico o en
pocas de
el lrico,
es necesario todo
la filosofa
rriendo
al
griega en
el
como
la
genio de un Dante o de un
la corriente del
que tambin
suele serlo:
la
Por ejemplo,
de
la
curiosidad erudita.
ni teologa, ni ciencia,
la vida, tal
el
(')
los escritos
mente
me
JVlilton
entrar
Snchez de Badajoz,
el
ni
la interpreta
Slo
lo
humano
inte-
vocablo ramera, que Covarrubias explica de un modo disparala Farsa de Tamar, que dicen:
el
que
va,
n8
ven en
de
las
de
la
la
mue-
hijas,
fn, es
ra; lo
la vida.
Los
personajes del primer gnero son abstracciones; los del segundo, seres
reales;
tras
que
la
inmovilidad, mien-
la
sas en
la
el
ellas, la
siglo
cunstancias,
como
la
figura del
los
y anterior a 1550);
la
annima gloga pastoril, de autor valenciano; la tambin annima gloga nueua, de la Biblioteca de Munich; la linda gloga o Fi.rsa
(1554); la
figura en la Qvestion de
Amor
de dos enamorados (obra annima, escrita por los aos de 1508 a 1512);
la
inserta-
en su Segvndo libro de la
quarta parte de
la
(>)
Covarrubias dice que pulla es vn dicho gracioso, aunque algo obsceno, de
que communmente vsan los caminantes, quando topan a los villanos que estn labrando los campos, especialmente en tiempo de siega o vendimias. Y llamase pulla de
la Apulla, tierra de aples, donde se empeQ a vsar, y de all se ha extendido a todo
el mundo. La derivacin me parece arbitraria, y tampoco es exacta la explicacin del
vocablo. La pulla debe de ser uno de los antiqusimos juegos de escarnio, de que hay
ejemplos en nuestros Cancioneros (vase, por ejemplo, en el de Baena, n. 107, la
pulla de Alfonso Alvarez de Villasandino contra GarcJ-Ferrandes de Gerena, cuando
ste se torn moro). Lebrija traduce pulla por dicterium y scoma. Recurdense, a este
propsito, los dicterios de los vendimiadores en la tradicin sobre los orgenes de la
comedia griega.
que con tanta chispa
alforjas
la
le
iiQ
ech en cara
1553),
Bachiller de Arcadia;
el
comenzada por
el
Comendador Per
de Garcilaso de
(*)
el
la
Vega
(1543); la
de 1554;
la
el
No
el
Auto de
Torquemada
Colloqnio pastoril, en
el
final
al
de sus Colloquios
Pedro Alta-
etc., etc.
nn Lpez de Yanguas (14:0-1550?), escritor de innegable talento, anterior/en la preferencia otorgada a la representacin alegrica, a Diego
(1520?), la
de
mingo de
la Pradilla,
la
al
lo
que fueron
contemporneo de Yanguas:
el
la
Ba-
Do-
gloga Real, en
y castellano COS las obras del estilo pastoril no hicieron avanzar grandemente a
latn
el
gusto y afinar
componen
la
la
el
tcnica teatral en
XVI:
las tres
glogas de
Torre, las
e hijas del
(')
xote,
II,
como representabas
(Qui-
58).
y el Bachiller de la Pradilla fueron peren el artculo: Fernn Lpez de Yanguas y el Bachiller de la Pradilla,
inserto en mi Revista critica hispano-americana, t. 1, pg. 44 (Madrid, 1915V
(*)
sonas
distintas,
piritual de
120
San Juan de la Cruz, no es otra cosa que una gloga amatoY no hay que olvidar que Fernando de Herrera, como
a lo divino.
ria
mucho en
('),
el
Galatea como de
en
la
la
obra cuyo
novela pastoril de
la
estilo le
el
XVI,
la influencia
italiana
siglo
Don
el
Amadis de Grecia
(1535)
Florisel de
buclicas en
el
Amor.
Creo que nada de esto se explicar bien, sin tener en cuenta el precedente de Juan del Encina, de Lucas Fernndez y de sus contempor-
autor de la Question de
neos de
histrica,
ya
que
del siglo
toril
sin
duda es un factor
visible en el autor
que en
la
del
humanismo
renaciente,
siglo
el
XIX, resucitase
la
escuela de Sala-
el
francesa; era
(')
nert:
el
Consltese, sobre
la literatura pastoril
R. Schevill y A. Bonilla en el
1. 1
2.
novelesca,
la
de nuestra edicin
critica
de La Galatea de Cervan-
lo que el Dr.Juan Prez de Montalbn es(Madrid, 1636; fol. 2 b): Luego que lleg a Madrid, por no
ser su hazienda mucha, y tener algn arrimo que le ayudasse a su luzimiento, se acomod con don Gernimo Manrique, Obispo de Auila, a quien agrad sumamente con
vnas glogas que escriuio en su nombre, y con la Comedia de la Pastoral de Jacinto,
que fu la primera que hizo de tres jornadas, porque hasta entonces la Comedia consista solo en vn Dialogo de quatro personas, que no passaua de tres pliegos; y destas
cribe en su
Fama posthvma
Lope de Vega muchas, hasta introduzir la nouedad de las otras. Para que sepan todos que su perfeccin se deue solo a su talento, pues las hall rusticas y las
hizo damas. Parece indicar todo esto que Lope lleg al teatro por el camino del estilo pastoril, y no es esta poca gloria para Juan del Encina.
escriuio
>
121
aunque
-otra
Tal es
el
rn
) que
algo faltara en
apreciacin de
la
la
obra de Cervantes,
si
no reconocisemos que en su
espritu alentaba una aspiracin romnnunca satisfecha, que despus de haberse derramado con heroico
empuje por el campo de la accin, se convirti en actitud esttica, en
tica
el
mundo de
que no encontraba en
tsticos lo
los idilios y
la realidad,
de
escudriada por
<
con tan
el
el
de
lo general,
caso de traducir
deliberadamente
la
al
muy
sea-
la vida,
el
agreste
la
gloga IX:
Quo
leemos en
te,
la versin:
Adonde
aballas
Meris, dme
la
la
dnde vas?;
dnde vas?; dmelo,
t
vas de cara
la
pata,
verdad:
cata:
ciudad?
di vers.
los
suavsimos hexmetros:
Tltyre, tu patulae recubans sub tegmine fagi
silvestrem tenui Musam medltaris avena: &. a
122
que
te ests
cuydado
so aquesta haya
ya no s por do
me
vaya.
Ay, carillo!
Taes t tu caramillo;
no hay quien cordojo
te traya.
Ios-
Coridon,
ni a Tirsis, ni
ni
ms que
fue-
con sus alegras y pesares. El estilo pastoril no es aqu, pues, una mera,
ficcin potica, sino un toque de atencin sobre el valor de la vida po-
pular,
dramtica.
las
el
dems
la
estilo,
villancico,
con
el baile
que
le
acompaa, es elemento
con
canto;
capital en los
lrico.
comunmente seguida,
original,
la
dramaturgo
religioso, sino
porque se aproximan ms a
logr
el
tina y de las
influjo
la
muy
ms
como
la
otra,
que
dignas de considera-
sin
combinado de
la
Celes-
el
Las caractersticas de
la
146.
grupo,
falta
en ocasiones
el
123
introito y i.rgumento,
metro es
el
octoslabo de pi quebrado, o
ms o menos
rstico,
bargo,' se observa
el
que
ms elegante y
literaria.
En general,
sin
em-
las condiciones
el
lenguaje
ten
la
estilo
preocupndose poco de
teatral
es en
la intriga, casi
nula.
la
Su empeo consiste en
discutir el
les interesen.
etc.),
como de
la
de
intriga.
En resumen,
siglo
la
1.
El sentimiento de la Naturaleza;
2.
La
3.
La introduccin
*
* *
mamos
estilo artificioso,
la
que
de compenetrarse con
debe
sin
duda
el
lla-
el
medio
artstico
de aquel
pas, y a
Ita-
ello se
(')
Creo que esta palabra, en su acepcin teatral, fu Invento de Naharro. Lebrija
en su Vocabulario hispano-latino (ed. de Salaman&a, 151), no da otro sentido de
Jornada que el de: camino de vn dia. lter diei.
124
del
como despus
y
la
las
Mandragola, entre
Lo que
analogas.
hicieron,
Vega y Timoneda;
al
Calamita e
la
/ Suppositi,
la
Serafina
no pasan de remotas
llam jornadas
(*), ni la
costumbre de
una palabra, en
tral en
maestra.
No
cmico como
la
el
el
V-
arte tea-
la
reproduccin
de Plauto y Terencio
(').
Comedia no
el
importante Prohemio de
la
el
arte dra-
Propalladia. Para
La divisin
no solamente me parece buena, pero mucho necesaria; aunque yo les llamo ornadas, porque ms me parescen desean saderos que otra cosa. De donde la comedia queda mejor entendida y
rescitada. El nmero de las personas que se han de introducir, es mi
voto que no deben ser tan pocas que parezca la fiesta sorda, ni tantas
finalmente alegres acontecimientos, por personas disputado.
honesto nmero
el
me
el
el
Tinellaria se in-
como
Comedia
nues'tra
el
gobernalle en la nao,
los ojos.
cada uno
verso;
el
(')
ni
vertencia, diligencia y
Menndez
modo
dando a
haga actos
el
el
Es decoro una
legti-
posibles, etc.
Cuanto a
los gneros
125
tellana:
verdad aunque no
como son
lo sea,
He
scilicet: introito
una dramaturgia:
Partes de co-
y argumento.
es,
por decirlo
as, el
no hubiese adoptado
introito o argumento,
Aun en
eso, sin
la
el
Si la
( ).
la
el
come-
uso del
hubiera acogido..
el sello
de su personali-
la
escena espaola desde fines del siglo XVI; y adems inici en sus introitos un gnero especial, imitado luego por la
dramticos espaoles de
la
mayor parte de
los autores
Me-
argumento de
jes
(como en
la
pieza,
donde
los persona-
el
espectculo)
dependientemente de
la
s,
in-
no vuelve a intervenir en
(')
la
citaba.
Vanse estos
Tinellaria;
la
a tinelo, Tinellaria;
di,o Asinaria.
de
la
es
el
126
itlicas,
y ser, andando
el
tiempo
y algo pulido por la civilizacin, el bobo del Teatro del siglo XVI, el
gracioso del siglo XVII. Yo encuentro, por mi parte, que el introito de
Torres Naharro, aunque, por razn del personaje, que
lo recita,
tenga
relacin con
el
el
la
ma
el
argumento de
nacin adquiri de
la pieza)
tiguos
('),
comunmente con
el
Nve-
el
Fbulas, significado
libro:
Prlogo en
cuanto expone
el
y mixto, aade:
a esta for-
el
advirtiendo
adems
que,
ta
en
la
la
con frecuencia
los versos
de pi quebrado; pero
Su
el
el
medio en que
viva
aun
el
acei-
bas censuras.
Es Bartolom Palau
ruel),
(natural de
Burbguena, en
artificioso,
la
la
provincia de Te-
\.
I;
Ma-
drid, 1633.
2
( )
seguramente tambin
Tinellaria (jorn.
(
de
')
Sobre
el
la
Celestina.
Vase
la
cita
la
I).
la historia del
Bonilla:
i2 7
la historia teatral
la vista tena.
Yo, dice en
literaria al
que
la
n algunas
nos ensea y
lo
que
la
sin Introito,
cando por
lo
la
Sagrada Escriptura
la
las quintillas
divisin en cinco
pi;
la
manera
jornadas o autos,
quebrado su primer
que
la
con o
lo
quintilla,
combinacin mtrica
y terminando en otra,
infeliz,
dice con
razn
la tra-
mucha
del
revelan
reflexin
eleccin y arreglo de
sus argumentos.
blemente por don Luis Margarit, en Valencia, por los aos de 1519
la Comedia intitulada Radiana, escrita quiz en Valladr-lid
<aos de 1533 a 1535) por Agustn Ortiz, de tcnica teatral idntica a la
de Torres Naharro, cuyo gnero ce capa y espada, dibujado en la Hime-
a 1522;
neo, sigue fielmente, aunque, por lo dems, haya una diferencia consi-
derable entre
la delicadeza de estilo del poeta extremeo y la deliberada y enfadosa rudeza de Ortiz; la annima Farca a manera de tragedia,
como pass de hecho en amores de un cauallero y vna dama (Valencia, 1537), que parece tomada de algn cuento o novela italiana, y que
es una de las ms antiguas manifestaciones del gnero trgico que ofre-
ce
de
la historia
de nuestro Teatro;
Reyna Dido
(1536); la
la
128
de
las Natas,
Comedia Claadina
(1550)^
(1536),
hoy perdida,
mismo
del
autor;
tina; la
Farsa de
la
bella,
la
Constanza, del castizo y desenvuelto Cristbal de Castilleannima Farsa Rosiela (Cuenca, 1558), cuyo estilo,
jo (1490-1556); la
por
lo fcil
teatrales de su tiempo; la
el
inspido
montn de
las
obras
la
no-
table
la
Juan de Melgar;
el
la
Comedia Fenisa
Auto de Clarindo
(1535?),.
En
mediados
tosquedad
que
influa
en
ello la clase
al
si
ni
qu
no se mez-
claban con lo serio las brutalidades del habla usual de aquella gente?
As, los procuradores
de
las cortes
Rey acerca de
la peticin 107: es
muy
la licen-
notorio
zellas, e
los libros
que despus
del se
han fingido de
se
el
mas
y,
aficionados,
como
y para remedio de
I2g
mande
susodicho, suplicamos a V. M.
lo
ni
que de
coplas, ni farsas,
Con-
La persistencia
muchas de
literaria
(de
la
de
Toledo, del
ao 1559, en
la peticin 89,
Celestina y de Torres
la
exponen
vida
al
real.
Las cortes
muy
las ferias
la peti-
cin 94 que una de las cosas que causa haver mucha gente holgazana
en estos reynos, es
recivir en sus casas
havito,
la
mayormente quando
les
dan
libreas,
officios
no se
hallan peones para cavar y segar, ni hazer las otras cosas del campo,
sino a
muy
es,
(-).
Los representantes
el
lle-
de
la Historia;
2
( )
t.
la
Real Academia
3o
muy compastoril. En
recuerdo de
la
ms que en
ciones de este gnero), raras veces falta entre los personajes un rufin,.
que
lo
en
casi
comn,
la
la
la
fraile,
mayor parte de
artificioso, deja
de
la
como
herencia
al
dominio
el
al
trarca, a Boccaccio, a
Guydo
Januncello
citar a Dante, al
ya Checo
Pe-
Dascoli, declara
ms
nas estorias. En
rial
el
mismo
aragonesa de Alfonso
del cual
siglo
componenlas defermosas
XV,
la alegora
el
de aples
el
la
corte
de
e pelegri-
siglo
Cancionero de
el
de
ellos,
(*);
Mateo Bandello) en
el
de
la
ej.
en
la
Juan Boscn escribi tambin dos glogas pastoriles, y una traduccin de una
el privilegio imperial dado en Madrid,
a
a 18 de febrero de 1543, a D. Ana Girn de Rebolledo, viuda de Boscn, se han perdido. Menndez y Pelayo (Juan Boscn; pg. 154) sospecha que la tragedia traducida
(probablemente de la versin latina de Erasmo) fuese Hcuba o Ifigenia en Aulide.
()
131
entonces en
flujo
aun en
la
la
francesa en
el
las
amor
as el captulo del
4. del
del
Novellino de
Guzmn
Ma-
de Alfarache,
Por
lo
que
al
rro dieron.
El
el influjo
de los
muy
alto
la
hermana
del
rey con Maximiliano de Hungra, una comeda del Ariosto, con todo
el
aparato de teatro y escenas con que los romanos las solan representar,
italianos,
que probablemente
ensearon su arte a los espaoles, y entre las cuales logr singular fama
la de Ganassa (Juan Alberto Nazzeri), a quien vio representar el famoso
Antonio Prez. Ganassa estuvo en Sevilla en 1575 y en 1583, y sus representaciones dieron lugar a una queja del Veinticuatro don Melchor
las
alli
tras aquella
novedad,
(')
(*).
el
que se
De Ganassa, cuenta D.
lo cual
poco despus de
1592:
Garata
(sic), italiano,
t.
XI,
famoso comediante,
tuvo grandsimo auditorio en Espaa, y en poco tiempo, volviendo a Italia, bonis Occidentis onustum, preguntbanle a qu habia ganado veinte mil ducados que llevaba; l
dijo que a encerrar asnos en un corral, que en corrales es donde se representan las
comedias en Espaa.
La frase reportada por Zapata debi de ser popular, porque la-trae tambin R. Fer-
132
durante los aos 1579, 1580, 1581 y 1582, en los teatros de la Cruz, de
Puente y de la Pacheca. Pero antes de Ganassa, en 1538, haban ido
a Sevilla y
tomado parte en
y 1588,
por un
tal
Mutio
la
compaa de
lianos, acaudillados
en Inglaterra
Mad Again
Thomas Kyd,
('),
o Muzio.
ita-
despus, en 1587
los Confidenti.
mismo que en
is
(1'599):
^The
italian
that in
la
interesante
la
Comedia de Sepl-
ria (1616), el
Lazarillo de
Manzanares de Corts
eri
Sevilla en
Comdiens
1583.
Vanse tambin
Adam
E. Cotarelo:
Revista de Archivos, XIX, 42-61; BasPrez Pastor: Nuevos datos acerca del
la
tari
agudo,
They
Considera
juicios
el
autor a
Italia
como
133
la
madre de
la
los
buenos y delicados
comedia, donde
brilla
ms
la
^jga
"
Dos eollocjuios
pa
MV
TORILES DE
Cooquio de TyrnbrU
Cmild*
Ccoq*io de
pudegw r?alw
1567.
vis
cmica que
historia
el
muy
vigor^dramtico, est
el
del
Nigromante
( ),
el
del
gracioso Parrado, de
verdadero
relieve.
Comprese
134
la deliciosa
amo
Alarcn, con
la
que
la
lo
que toca a
Pero
Teatro del siglo XVI, son Lope de Rueda (m. 1565?), Alonso de
Vega
Fuera de
la
Timoneda (m.
la
1583).
Discordia y question de amor, ninguna de sus producs sola para fundamentar la fama de Lope de Rueda.
No
fu
l,
('),
ciertamente,
el
( );
pero
s el
que
le
cede del truhanesco magus del Querolus, llamado all Mandrogeronte, nombre que
en la Edad Media, lleg a ser smbolo de esa clase de gentes, segn se infiere d un
texto de Liutprando. (Vid. Le Querolus; ed.-Havet; Paris, Vieweg, 1880; pg. 179.)
Considero sinnimos estos vocablos en el Teatro de Rueda, aunque l emplea
(')
casi siempre la palabra passo. Lo mismo el paso que el entrems, servan de intermedios entre los actos de una obra dramtica, o entre dos obras distintas. Sabido es
que existan en el Teatro italiano de principios del siglo XVI.
En cuanto a paso, veo que F. Benicio Navarro, en el Glosario de su edicin del
Arte cisoria de D. Enrique de Villena (Madrid, 1879), le atribuye el significado de accin, hecho de una persona, lo cual sera muy interesante, tratndose de un libro escrito en 1423. Pero no hallo en el texto la justificacin del Glosario. En cambio encuentro (pg. 115; ln. 25) usado pasos, en el sentido de descuidos, olvidos, inadvertencias no sera anlogo el concepto que de ellos tena Timoneda, cuando escribi
que Rueda fu pilago de las honestisimad%racias y lindos descuidos? Me inclino a
a
la afirmativa, en vista de cierto pasaje de la Comedia Selvagia (1554), acto IV, escena 4.
donde Flerinardo, despus de oir cantar a Carduel, paje de Selvago, dcele a ste
que la cancin en extremo suena bien con las gargantas y melodiosos descuidos con
de
que el rapaz la ha matizado, donde descuidos est evidentemente por pasos
;
garganta.
(ed. de Madrid, 1901; pgs. 71 y 121), donde se usa,
entrems (pgs. 16 y 18) en el sentido de pieza dramtica de corta
extensin y de carcter cmico, intercalada entre las escenas de una comedia, se emplea paso en el concepto de suceso, hecho, accin ocurrida. Este sentido tiene tambin paso al principio de la Farsa Custodia de Bartolom Palau. Sobre las acepciones
de paso, vase el Tesoro de la lengua castellana de D.Julio Criador (Silbantes; 2. a parte
Madrid, 1912; pg. 691 y sigs.) En la Historia de la gloriosa Santa Orossa, del mencionado Palou (v. 1645), entrems significa, como en la Comedia Seplveda, lance c-
En
por
la
Comedia de Seplveda
cierto, la palabra
mico representable.
Puede ser anterior a Rueda, o, por lo menos, contemporneo suyo, el Entrems
()
-que hizo el autor a ruego de una monja parienta suya evangelista, para representarse
puso poco menos que en
muestra Rueda
como
el
la
135
cumbre de su
Teniers
te
alteza.
En esos pasos
se
ms frecuentemente
la
res-
importan
el
la
el
dilogo
ameno
y animado, la im-
ques porque
les
ticioso; la
el
el
la
le
el
ladrn
di-
el
el paje servicial e
gascn malhumorado;
acostumbradas;
las
fregona envanecida;
ligente y sagaz,
por
el
el
el
el
arte
el
morisco supers-
de catar
el
signo;
ms, salen a luz en los pasos de Rueda, con sus propios y distintivos
caracteres.
estilo
al
Rueda
res,
escribir
llana, por la
de
la
de su
cuando
dijo
progreso de
la
ella,
que
el
el
y por
la
al
lengua caste-
el
la
harmona y
verdad
fluidez
como
se represent en un monasterio de esta cibdad (Toledo), dia de sant Juan Evancompuesto por Sebastin de Horozco (Cancionero; Sevilla, 1874; pg. 167 y sigs.).
Es una lindsima pieza, en octoslabos de pi quebrado. Intervienen en ella cuatro per-
gelista,
Un
que viene a comprar al Alcan (de Toledo} ciertas cosas para dar
que entra pregonando una moqa de veinte aos perdida; y un fraile, que pide para las nimas del purgatorio, a quien los otros cuelgan
porque los combide, porque dizen que se llama fray Juan evangelista; y un buolero
que pregona buuelos calientes. Comen los buuelos, y despus mantean al fraile sobre la paga. Y vanse todos a beber a una taberna, y as se acaba.
sonajes:
villano,
de dichos sayagos y
paola.
respecto del
o por
menos, de
lo
Pero no hay en
neas
la
olvidarse que
vertido,
Alonso de
ste,
estilo
136
porque
la
ni tan
italianos, a
pero su
arreglo de la
por
falta
maraa dramtica, y
lo violento
la
de enristrar palabrotas
Aunque
en
el
las
obras de Alonso de
la
la historia
de
la literatura
La tendencia a asociar
lo tradicional
Vega,
es,
espaola.
el
drama de amor y
el
la
nal, ni
la
to recuerdo,
romances
originali-
las.
137
Enfdame
las
escribe en
el
Villete
de Amor;
y,
en El Buen Aviso
(I,
solia dezir
que
la
leydas por
muy
doctos o
(I,
71),
el
bueno, que
autor Montidea
el
el
que
los profanos,
senta era
muy nescios,'
muy roydas ( ). Que
que
1), refiere
Soneto entre
el
Autor y su pluma,
preli-
Tus
faltas
Romances
Con
La imitacin de
tan nacional en
de
ello es el
ellos
y descuidos discantaste.
hice afables,
si
notaste.
(-)
Lope de Rueda,
buena prueba
En
de
la
En
ella,
el
Patrauelo (patraa
XIII)
expone Timoneda
el
al
cuento,
La primera parte del argumento, tal como la describe Timoneda, tiene mucha semejanza con el de la Farsa llamada Rosiela. Es de notar que, en la patraa de Timoneda, se hace uso del lugar comn medieval, segn el cual una espada, puesta entre
dos que duermen juntos, es smbolo de castidad (vase mi edicin del Tristan de Leonis; Madrid, 1912; pgs. 278 y 403).
Vase otra referencia a las murmuraciones contra Timoneda, en El Pelegrino
()
curioso y grandezas de Espaa de Bartholom de Villalba y Estaa (ed. de los Biblifilos Espaoles; tomo 1; Madrid, 1836; pg. 32), que alude tambin a los comediantes
AyaJa (?) y Navarro (pg. 35).
138
encomendada
causa, deja
la vigilancia
('): el
con justa
viejo, celoso
de su mujer
al
bobo su criado;
ella,
la
la
la
misma escena;
(para lo cual
licenciado,
el
da a comer
tiene
al licenciado,
poqusimo mrito
la
1.
que se
2.
cuando
el
experiencia
la
Chaves, autor de
la
salir
el
en
manuscrito,
el
mismo Licenciado
el
nom
Cristbal de
luz
el
del viejo
para comprender que no puede ser uno mismo su autor, y que, quien es
cribi los primeros, tena
La escuela
del
estilo
que
el
otro
()
influjo en la
ms que ninguna
otra, a la
De haber
hubiera sido
Con
el
prevalecido su criterio,
la
la
prosa.
estilo pastoril, el
tres particulares
artificioso
el
toscano, colaboran
el nm. 1.125 en el Catlogo de Paz y Msido impreso por G. L. Lincoln en la Revue Hispanique (tomo XXII, nm. 61;
menciona, como obras
pg. 427 y sigs.), sin el menor signo de puntuacin. Mr. Lincoln
Trois
inspiradas en el mismo tema: el Merchant's Tale de Chaucer, La Gogeure des
lia.
Ha
Commres de La
Farinelli:
pagna
(1595;
apud
F.
Rodrguez
con los
Marn: Luis Barahona de Soto; Madrid, 1903; pg. 520 y sigs.) hallo citadas,
nms. 51 y 223: comedia de francisco delorosmarto y comeda de pedro rribaldo>
f39
ambiente del
estilo trgico.
de
la
Refirome:
Danza
al
de la Muerte;
Drcma sagrado;
3.
a la imitacin
antigedad clsica.
la
drama
y ante pblico profano; y el auto sacramental, cuyo tema es exclusivamente el dogma de la presencia eucarstica, y que, a partir del siglo XVI,
hasta su definitiva supresin por Real Cdula de 9 de junio de 1765,
de
las
manifestaciones
drama
litrgico,
ms
Corpus
la festividad del
Christi,
y una
la
Edad Media, ha
conti-
ces de
la
los
el
como
protesta de la
Musa popular
a ve-
contra
segunda mitad
la
negacin de
el
dia de
Corpus
serva en
la
Sacramento
mayor y que
se con-
I40
Intervienen en la obra tres pastores (Pascual, Pelayo y Justino) y un
personaje alegrico, la Fe, que les explica el misterio del da (').
la
la
la
primera
Tragedia llamada
Josephina del placentino Micael de Caravajal, cuya edicin- ms antigua conocida es de Salamanca, ao de 1535, obra bella, serena, bien
pensada y
escrita.
jal
all,
quizs en
la
antigedad: Salustio
al
( ),
No
se limita a esto
el
clasicismo de
el
antiguo
Aunque
ma
unin con
la
msica, no es
que
exista
la rftenor
la
manera como
mento.
No
griega. Es
ms
re-
dose intrprete de
el
sefina,
el
en Caravajal
la
como en
la
tragedia
Merecen citarse tambin Tres muy deuotos pasos de la Passion y una gloga
(')
de la Resurreccin, conservados en un tomo en 4., gtico, de varios, de la Biblioteca
de Menndez y Pelayo. Las cuatro obritas, muy dignas de reproducirse, aparecen impresas en Burgos, por Alonso de Melgar, a 6 de abril de 1520.
2
As que yo
escribe Caravajal por no pasar la vida en silencio como las
( )
bestias, que naturaleza form inclinadas a obedescer a la sensualidad y apetito del
vientre, quise dejar alguna cosa tejida destas manos...... Para el bueno de Caete
{Teatro espaol, &. a pg. 123), estas palabras parecen propias de un hombre religioso. El religioso lo ser en todo caso Salustio, que es de quien toma las frases
Caravajal: Omneis nomines, qui sese student praestare ceteris animalibus, summa ope
niti decet vitam silentio ne transeant, veluti pcora, quae natura prona atque ventri
obedientia finxit. (Catilina, I.) Tambin copia estas mismas palabras de Salustio, Sebastin de Horozco, en el Prlogo de su Teatro universal de proverbios (ms.).
3
Vid. pgs. 70, 98, 116 y 162 de la detestable ed. Caete.
( )
,
pueden obtenerse.
para
libre.
Adems, de
la
la
crita
la
Hay una
parte,
de
la
que su fuente fu
la
Sa-
47).
infiere
al aire
la historia bblica;
pero no es
el
no contenidas en
tales,
la Biblia
el
Poema de Ycuf
(siglo XIV?).
el
campo
Me
el
morisco
refiero, al
de su madre Raquel, y le dirige una sentida plegaria. Semejante episodio no consta en la Biblia, ni en Flavio Josefo, ni en el Corn; pero s
en
el
referido
el
sepulcro:
Madre, xe
kon
Caravajal conoca
el
si
por
el
judo del
Yemen Cab,
Ms.de
( ).
Poema
Pertenecen, igualmente,
al
142
grupo
del
de 1559;
la
el
ndice inquisitorial'
so (1551), inspirada en
Auto
como suyas
cita el extrasimo
si
ellas;
en
la
ctas
la
Biblioteca de-
escritores aragoneses.)
El texto
grand
completo de
la
estoria de Alfonso
pg. 740 y
el
sigs.).
Que
si en estenso no alabo
que no oso enpe?ar,
pues no pudiera acabar:
vuestra virtud tan sin cabo
mas conprehendo en callar.*
lo
-giosas (harto
M3
mencionar), contenidas en
el
lo pastoril
1575;
la
para
la
discreta
Comedia
insoportable
la
Aparicio, autor
la
590).
Danza macabra,
citar,
adems de
los
La vida y
Coplas de
la
la Muerte,
tercio del
las
estilo;,
el
placentino Micael de
Caravajal y acabadas por Luis Hurtado de Toledo (1532-1598?), de correcto y elegante estilo, pero de escasos bros y novedad; la Batalla de
la
Muerte de Pedro de Sayago (1558), insulso poema en quintillas octoy el Dilogo llamado Nuncio legato mortal (Madrid, 1580) de
silbicas;
II.
Aguissse
(Copla
178.)
(Copla
184.)
Sobre la decadencia de las loas en el siglo XVII, vase lo que escribe Cristbal
Surez de Figueroa en El Passagero (Madrid, 1617):
En las farsas que comunmente se representan, han quitado ya esta parte que Uamauan Loa. Y, segn de lo poco que seruia, y quan fuera de proposito era su tenor,
anduuieron acertados. Salia vn farandulero, y despus de pintar largamente vna aue
con borrasca, o la disposicin de vn exercito, su acometer y pelear, conclua con pedir atencin y silencio, sin inferirse por ningn caso de lo vno lo otro. (Fol. 109.)
No
144
como
la
influencia de la
muy
la
Danza de
la
alejadas de su estructura,
y late igualmente en
(')
lozana en
el
la
sinti
No
fu slo el
transformado por
Duque de Ganda
contemplacin de
la
el
la
que vinieron
acogerse
al
mundo con
cnticos de
eclesistico o monacal; fu
al retiro
de vida,
la
compendiando esa
filosofa,
achaque general de
meditacin sobre
como
ta-
muerte, lo
la
meditando en
la
muerte, te podrs
No
lances de
ti
la
si
dir:
el
Levantaos,
agua
memoria de
la
limpia,
muerte,
jurias
puede aprovechar, reteniendo y guardando en tu memoria las inpara vengarlas, o los deleytes y vanidades del mundo. Mas antes,
como
que
te
memoria
la
hora de
la
Tal era
ciscano.
la
doctrina de
la
(")
Alfarache: estte
quin
te
usando bien
lo
della, salvarte
puedes en
ni
tu estado;
puede du-
mayordomo
rar?
del
2
( )
145
Es
el
salir
a re-
(*).
Una
filosofa
comedia humanstica en
latn, el teatro
latina.
Conociseen Espaa
la
del ge-
que
la
lada, tambin,
Calphurnia
el
et Gurgulio), atribuida a
Leonardo de Arezzo
mento
drama de argu-
expugnatione Granatae; y a
su sobrino Marcelino Verardo de Cesena, se debe el Fernandus Servahistrico: Historia Baetica, seu de
drama en hexmetros
tos,
latinos,
cuyo argumento es
Fernando
el
el
atentado de que
Catlico, en 7 de diciem-
bre de 1492.
Segn
el ttulo
LXI de
los Estatutos
de
la
Universidad de Salamanca
de 1538: La Pascua de Navidad, Carnestoliendas, Pascua de Resurrecin y Pentecosts de cada un ao, saldrn estudiantes de cada uno de
los tales colegios a orar y hacer declamationes publicamente. tem de
cio,
la
primera
el
que mejor
den
seis
mio
el
octavas
regente
comedias o tragedias, se
le
ducados del arca del estudio; y sean jueces para dar este pre-
Con semejantes
(')
al
biese en
mos
las
de Corpus
es,
Espaa comedias de colegio. El nmero de las que conservasin embargo, bien exiguo, si se compara con el de otros pai-
Guzmn;
I,
lib. II,
caps. IV y VII. La
1.
edicin de
la 1.
a Parte es
de 1599.
10
ses
Por
(').
lo
146
el
maestro-
1570, con
la
Aprobacin
all
fe-
una tragedia
Granada (1568-1571), en
la
cual in-
En cuanto a Alcal, probablemente se represent en ella la Samarites o Como.dia de Samaritano Evangelio de Pedro Papeo, dedicada
en 1537 a J. Falluel, corregidor de Formoselle. Retocada por Fernando
de Lunar, se imprimi en Toledo, por Juan de Ayala, a 10 de octubre
de 1542, con escolios gramaticales del maestro Alejo Venegas.
comedias
et
Minerva
resti-
la
Tragedia de Absaln y
la
comedia Locus-
ao 1548), y otras
do; la
Romany;
las
los jesuticos
medias, hoy perdidas, del alcaicense Juan Lorenzo Palmireno (1524?1579), representadas en la Universidad de Valencia; etc., etc.
C)
Es
lo
el
la
misma costumbre en
ms antiguos son de ltimos del siglo XV. VaDrama in the Tudor Age; Oxford,
(vid.
Boas; pg.
se
el
2),
M7
cordobs (14949-1533),
el
cual,
Amphitruo de
el
el
el portugus
La venganza de Agamenn
Anrrique Ayres Victoria, en su Tragedia da vinganca que foy feia
Agamenom, impresa
como
triste,
dando a
la
los traductores
annimo,
el
Mi-
El
ms importante
consisti, a
mi
juicio,
en levantar
no ha de olvidarse tampoco
comedia de colegio,
del
el
y tono de
estilo
la influencia
en
el
drama humanstico y de
la
estilo
la
comedia. Pero
trgico
de
la
adaptacin clsica.
Sus cultivadores (y especialmente Juan de la Cueva, Jernimo Bermdez, Argensola, Francisco de la Cueva y Lpez de Castro) son hombres
de estudio, que han pasado por Colegios y Universidades, que han leido
a Sneca, y aun han representado quizs alguna de las obras de
gedad griega o
estilo,
de
la
latina.
Tienen
el
la anti-
correccin de lenguaje, de
la
harmona en
las proporciones.
Su originalidad no es grande; pero tampoco se dedican a serviles imiBuscan un principio ordenador de aquel confuso caos que
taciones.
el
copiosa y
en medio de
Lope de Vega.
estufa,
la
gnero,
Juan de
la
Lobo Lasso de
la
Vega,
y en parte Miguel de Cervantes, precedidos por Juan de Mallara, representan, entre otros, ese estilo trgico, y una nueva modalidad tam-
148
como
Mallara,
influidos
Argensola, Francisco de
por
el
la
como Rey de
clasicismo; otros,
con especial
acierto, el
fieren bastante
No
se trata y de serviles
como en Alonso de
la
Vega, en
Lope de Rueda y en Timoneda; ni de escenas desagradables por el rstico y chabacano lenguaje de los interlocutores, como en la Tragedia
de la castidad de Lucrecia de Juan Pastor. Hay ms originalidad en el
argumento; mayor grandeza en los pensamientos; ms elevacin y elegancia en
el
qusimo fondo de
cado en
el
la tradicin nacional.
manto
empezado a escudriar
el ri-
ha
tro-
bobo se han
de
la
accin, y
el
artista
no sabe
desli-
de, a
forma dramtica
la
ya humildes clrigos,
ni
obscenos bachilleres,
ni discretos
escribanos
>
que adems de haber cursado en las aulas de Alcal, de Salamanca o de Valencia, se han batido en Flandes a las rdenes del Duque de Alba y en
Lepanto a las de don Juan de Austria, han tomado a Tnez y a Biserta,
ni
letras,
las
una de
las
la
M9
la Cueva y Silva
Tragedia de Marco Antonio y Cleopatra, del Licenciado J. Diego Lpez de Castro (1582), inspirada en Plutarco y no exenta de inters, por su nfasis dramtico; la parte antigua del Teatro de
lo mitolgico, el
(15509-1627?);
la
La Isabela,
Marianna de Dolce, y La Alejandra, comsegn toda verisimilitud, hacia 1581-1585, y donde el autor se
La
imitacin de la
Filis,
puestas,
la
Nise lastimosa y
la
portugus Antonio
de
la
que constan en
el criterio
la
Primera parte de
las
de Juan de
la
Lope de Vega en
mentos de
de
la
pertenecen a
Juan de
la
la
mayor
Su
estilo,
como
la
de
la
Ingenioso Hidalgo.
la obra dramtica en tres actos, cuya invencin se ha atribuido a Virus, a Cervantes, a Artieda ya Francisco de Avendao, se halla ya en el Auto de Clarindo (1535?); pero no se generaliz hasta los tiempos de Lope.
anterior
al
La divisin de
es fcil y abundoso, descuidado
nunca afectuoso
don Sancho
ni
muchas
muy prximo
otras magnfico y
sa;
150
al
tono de
dema-
la
romance viejo: Rey don Sancho, rey don Sancho, no dirs que no te aviso; y, no slo en esa
obra, sino en la Tragedia de los siete infantes de Lara (1579), en la Comedia del saco de Roma y muerte de Borbn (1579), y en la Comedia
(1579), intercala trozos del
argumentos de
la
empleado antes de
ntese
cmo
procedimientos se haban
Ambos
historia nacional.
l
lo
ha-
como Cueva.
sista
poca medieval)
(*).
En esos romances,
nueva idea de
la
La
Cueva aspira a divulgar en los escedoa Elvira y del Corral de don Juan.
tragedia que
vieja poesa lrica popular haba dejado sus huellas en los villanci-
la
de Juan de
floreci.
En
mundo
el cual, si
el
Canto de
l
por
Monstruo de
la
la
le
entablado contra
literario el
el
la
le
escriban,
les
responda y en-
Vase el profundo estudio del Profesor S. Griswold Morley: Are the spanish
()
Romances written in quatrains?And other questions (en Romanic Review; VII, 1).
Punto muy interesante es
Teatro, y a
la influencia
dava de un
modo
que
I5i
el relativo
ia
Desgraciadamente,
ella.
de nuestra poesa
cientfico,
lrico-
la lrica),
orgenes de nues-
ni los
contribuyendo a
sez de datos.
En nuestras
al
embargo,
lo referente
msica de
Segn
Lo ms
1.
de
Los villancicos;
2.
La
se
las
romance
las piezas
dramticas de
la
primera (y aun
Farsa Ardamisa),
al
buena parte de
la
8fc
segunda) mitad del siglo XVI, los principales personajes cantan a coro
(tres o cuatro voces)
las piezas
cortas del siglo XVII: los entremeses, las loas y las jcaras, suelen ter-
minar con una tonada que cantan y bailan todos o algunos de los personajes.
hallan en las
poesa con
la lrica.
los siguientes
compone para
ser cantado.
para ensear, para describir, para historia, y para otros propsitos; pero
ste slo para la msica.
es
una copla de
En
los villancicos
152
el
mismo Rengifo^
el
Los dos primeros se llaman primera mudanza, y los dos siguientes, segunda mudanza; porque en ellos se vara y muda la sonada de la cabeza. A los
seis.
uno o
los
de
las cabezas, el
No
la
como ms
la
primer tono, y
la represa.
Las
cabeza. Por
l-
metro octoslabo.
mtricas a que
al
el
examen de
las mltiples
combinaciones
1.
que
tido
el
siglo
XVI,
la
como
estribillo, e
mudanza
1.
.
2 rnudanza .....
(
j
vaelta
me
Cabeza
^
i
Bien
(')
mucho ms
sen-
cillo:
153
que reluzes,
noche m'alumbresU
Ay, luna
toda
Que
la
(')
la
de diminutivo,
vallo,
al
el sufijo
c.
no
latino iccu,
Por su
nes que suelen cantar los villanos cuando estn en solaz. Esse
la
mesmo
De
cortesana.
la
cabeza,
la
en este
Que
villancico,
el
Hoy mismo,
traordinariamente verismil.
constar de
ms de cuatro
cuatro versos es
el
tipo
que
las
la
me
parece ex-
estribillo, tiene la
praviana de Asturias.
es cu-
Duelo de
la
estribillo,
como
la
(c.
cntica de
178 y
sigs.).
eya, velar!
eya, velar!
Ca
furtarvoslo querrn,
eya, velar!
Andrs
Peidro
et Iohan,
D. Rafael Mitjana: Cincuenta y cuatro canciones espaolas del siglo XVI; Can(')
cionero de Uppsala; Uppsala, 1909; pg. 23. El Cancionero lleva por ttulo: Villancicos de diuersos Autores, a dos, y a tres, y a qvatro.y a cinco bozes, &., y est impresa
en Venecia, el ao 1556. El Sr. Mitjana hace notar que Vlez de Guevara, en su comeLa luna de la Sierra, inserta la copla que sirve de cabeza a este villancico.
dia
Monorrimo es tambin
aquel pescador de
castellano,
el
el
la ribera del
da en
154
el
ell
atamor.
Las mismas serranillas, de que tan bellas muestras nos han dejado
el Marqus de Santillana, comienzan por una co-
Arcipreste de Hita y
all
empieza Santillana; y
el
Arcipreste:
Syenpre se
me
verna mjente
Gadea, de Rio-frio
donde
el
consonante en
io subsiste
trofas.
Seores, dat
al
del
mismo
escolar
la disposicin mtrica,
toda
la
la
noche m'alumbres.
mayor
nazasno metas
(>)
Entre martillo y
te-
Otro tanto aconteci en la poesa francesa. 11 est admis escribe Th. eles chansons avec refrains (ou au moins la majorit d' entre elles) sont des
chansons a danser; le soliste (celui ou celle qui chantait avant) chantait le couplet, le
refrain talt repris par le chceur des danseurs etassistants. Un assez grand nombre de
Ces chansons ont conserv des formes anciennes. On peut admettre que 1' une des
formes non seulement les plus simples, mais aussi les plus anciennes des chansons
danser, tait celle consistant en couplets d' un ou de deux vers assez longs avec refrain. (Chansons populaires des XV* et XVY* sicles avec leurs mlodies (en la Bibliotheca Romnica de Estrasburgo; pg. XXXVI).
(0
rold que
Nunca
el
el
155
nombre de
como
villancico
se da el
gloga nueva
principio de la
al
('),
tiene estos
dos versos:
Quin podr estar sin temor
de las fuerzas del amor?
ra castellana
en efecto, lo
ser,
mismo en
la literatu-
la
y del refrn o
mente popular
lares,
estribillo,
J
).
La observacin de
la
msica de
las
canciones popu-
que buscar
la
simple
la repeticin
o compleja, hay
muy
rima.
De
ah viene
versos, de
alada a
el
nmero indeterminado o
la*
las
ms antiguas
del eledecir, la
series de
una tendencia
estrficos, tienen
veris-
la
se-
repeticin de la
cuando cese
nas notas
Restori,
ner
si
la repeticin,
en
finales, algo,
llamamos a a
ms de un
a-\-a-\-
la
que nos
( )
Segn
el
mismo
verso), la forma
estribillo,
lo advierta.
ms popular y antigua
misma
la
es
el
tipo
cadencia suso-
letra.
Mas, como antes deca, no tenemos ejemplo alguno de la msica genuinamente popular de esos cantares antiguos. Los que figuran en los
Cancioneros musicales, como el de Barbieri, estn contaminados por la
influencia eclesistica o cortesana, y
que no es precisamente
tos
como
el
(')
pueblo.
Ya
artstica
de Lucas Fernndez, en
2
( )
la del
el
Ed. E. Kohler: Sieben spanische dramatische Eklogen; Dresden, 1911; pg. 297.
A. Jeanroy: Les chansons (en el tomo 1 de la Histoire de la Languc et de la Litt-
tando y bailando
56
el
gloga en loor de
la Natividad de Nuestro Seor de Hernando de Yanguas, donde los
pastores, que han hecho gala de una erudicin escrituraria bastante notable,
muestran de este
Mingo.
Gil.
Mingo.
modo
de
la
su erudicin musical:
Pero.
finales
si te
yuntas.
Benitillo.
Mingo.
t di,
engendr
la
Aun cuando
estilo
de
la
po-
muy probablemente
(').
religiosa, representa
un
lrico-popular en general.
riment la influencia de
religiosa
expe-
la
la
Cecilio Roda: Las canciones del Quijote (en el tomo: El Ateneo de Madrid en
Centenario de la publicacin de El ingenioso hidalgo don Quijote de la Mancha); Madrid, 1905; pg. 458.
2
Henri Collet: Le 'Mysticisme Musicat espagnol au XVIe sicle; Pars, 1913;
( )
1
el 11/
pg. 140.
157
perando
el
en
l?
la Iglesia
modo zeidn o
del
modo
tambin
la
en
el
ni
tan permanente
la
meloda popular
y XVII consideraron
como
los siglos
XVI
como
de Navidad y de Corpus
como
Christi,
cla-
gente de
Iglesia.
Ha
el
popular coetneo,
o,
por
lo
las repre-
de aquellos estrambotes y serranas que, al decir del Marqus de SantiUana, escribi Pero Gonzlez de Mendoza, en cantares asy como scnicos Plauto e Terencjo.
Como
de
quiera que
sea porque no
ced
los orgenes
al villancico,
de canto y
del siglo
ello es
que
las pri-
baile, circunstancia
no de despreciar, por-
la
Guineo,
el
la
Morisca,
Villano
(')
la
la
Pavana,
el
Zarabanda, entre
otros,
el
pasaron
al siglo XVII.
El villano es uno de los ms antiguos bailes que hallo mencionados. Ctale Ro( )
drigo de Reinosa, en sus Coplas fechas
unas serranas, al tono del bayle del Vil
llano. El estribillo
que
trae es este:
vial
enearamillo millo,
mal encaramillom.
15-
total-
dice Mr.
Collet (*) es
las consuetas
de los siglos
XV
y XVI.
Uno de
lo
de plant; en
de alme laudes; en
la
la del
la tentacin
Hijo prdigo,
el
de Jesucristo, san
Hijo comienza en
al
templo,
Pero, hacia
di
la
siglo
XVI,
la
el
las prohibi-
las
las plazas,
propsito, se reducen a la
costumbres
lo
tomadas de cantarcillos vulgares, en lo cual faltan el sentido y las palabras, y no se puede declarar con la lengua la grandeza de esta maldad.
As
como
el
rgano era
el
representaciones eclesisticas,
las fiestas
dias,
en
acompaamiento de
(0
Obra
los villancicos en
y churumbelas.
159
Tales son los orgenes y los primeros pasos de nuestro Teatro. Pero
en qu consiste el valor positivo de aqullos? Es puramente un valor
como
erudito,
espaol de
la
tantivo?
En todo
Teatro, sea cual sea su poca, hay dos valores, cada uno
por
el
fondo y por
universal y humano.
No
la
califi-
existe,
como pudiera
creerse,
una separacin
presan por necesidad bajo ese velo de las circunstancias. Ahora bien,
ante todo,
el
el
el
l,
ar-
la
y Melibea, para
el Don Duardos
Himeneo de Torres Naharro, la Josephina de Caravajal, la Comedia de eplveda, los pasos de Lope de Rueda, la Comedia
Prdiga de Luis de Miranda, la Tragedia de Elisa Dido, de Cristbal
de Virus, la Farsa llamada Custodia del Hombre, de Bartolom Palau,
la Trajedia de Narciso, de D. Francisco de la Cueva, y La Numancia,
de Cervantes, entre otras varias que hemos citado, son ejemplares de
de Gil Vicente,
la
No
argumento de
la
los
tiempos de
la Inquisi-
cin, haba en
Ricardo Len: La escuela de los sofistas; Madrid, 1910; pg. 120. Aparte de esto
()
recurdese lo que deca el Dr. Carlos Garca en su curioso libro: La oposicin y conivncion de los dos grandes Ivminares de la tierra (Paris, 1617; cap. XI): El entendimiento
del espaol es muy medroso y cobarde en lo que toca a la Fe y determinacin de la
Iglesia; porque, en el punto que se le propone un articulo de fe, all para y mete raya
a toda su sciencia, sabidura y discurso. Y no solamente no procura saber si es o no
'
el
i6o
de Marlowe y
el
Constanza, en
la
danca de
ciales,
la Muerte,
desde
con su desenfadada
Pontfice hasta
el
el
crtica
labrador
Mas
no sucediese, pues
la
una parte de
ter
la
romntico,
el
cual se da lo
XLVIII de
la
Parte
mismo en
el ingls,
la
segunda en Asia,
cuatro jornadas,
la
la tercera
No
si
fuera de
de subreinos, que
ros ante todo
el
actor,
dnde
est,
un lado,
cuando
porque
al
otro
el frica,
entra, necesita
si
n,
captu-
comenz en Europa,
de
de observancia de los
el
la
con
tal
cuando
nmero
no sera
inteligible la fbu-
cs lo que la Fe le dice, pero hace toda suerte de diligencia por no especular licenciosamente sobre ello, temiendo, con la fragilidad del entendimiento, dar en algn error:
de donde nace la puntual obediencia que los espaoles tienen a la Iglesia romana. Y
el embajador veneciano Juan Francisco Morosini, escriba en 1581: tuttavia si trovano
molti que tengono nel cuore il rito moresco, moltri alti che giudaizzano, e non vi mancarlo anco degli eretici, se bene vanno tutti pi coperti che possono, per il timore che
.fimo della Inquisizione, trlbunale supremo che procede con tanta autorit e severit,
che tiene tutti in grandissimo spavento, e senza il quale si ha per certo che saria di gi
pi persa la Spagna che non l'istessa Alemagna e l'Inghilterra, sebbene in apparenza
i^ono gli spagnuoli pi cattolici e pi devoti uomini del mondo. (Historia de Felipe
segundo, por Luis Cabrera de Crdoba; ed. de Madrid, 1877; IV, 484.)
i
OY
la.
sigue hablando,
ni
ms
Ii
ni
del nio en
mantillas
el
siguiente.
De
que
la crtica
la el atrabiliario
drid, 1617),
que formu-
cuando
escribe:
Todo
tamen
absurdo y
sera
sin
al
Teatro anterior
a Lope.
No
la literatura
le
eche en cara
el
por no haber leido media docena de comedias de aquel tiempo), poderosa en influencia sobre los Teatros extranjeros.
la
el
A)
de,
La observacin
desde
la
la
(principalmente de Sneca).
Aun en
los
engendros ms rudimentarios,
ruan en
la serie celestinesca,
atena
el espritu
como
trgico y le sirve
de contrapeso y equilibrio. Cervantes, en su gran novela, sigui contraponiendo ambos tipos, cuya oposicin no hubiera quiz surgido en su
mente, sin
el
creto y
bobo,
el
espectculo de
el
seor y
la tradicin
el
lacayo,
el
el dis-
el
son tan serios, arrojados y nobles como sus amos, y acaban por hacerse
caballeros tambin. Se trata de un concepto de la vida que ha encon(')
dem:
J.
guientes,
trado su expresin en
la
I2
como en
espaol.
el
como
los censores
y se calza juntos
trgico,
el
el
coturno y
el
es patricio
Norte de
la
poesa espa-
sentan en Espaa
lo
cmico y
grande,
risa
el
lo es, sino
tomando dste
lo trgico,
las
personas graves,
accin
la
terror y la conmiseracin,
y los donaires
La clera
espaola est mejor con la pintura que con la historia: dgolo porque
una tabla o lienzo de una vez ofrece cuanto tiene, y la historia se entrega
al
los libros
o captulos en que
el
ms
dificultad,
pues es
al
paso de
no slo ver
el
nacimiento prodi-
gioso de un prncipe, pero las hazaas,que prometi tan estrecho principio, hasta ver el fin
hechos
le
de sus das,
prometieron.
si
goz de
la gloria
La observacin de
los entremeses
enlazada con
Rueda y de
los
la
prece-
Lope de
luego
el
el
a formularse entre
la
concepcin
realidad y
si-
enamorado contrapuesto
total
de
Por ltimo,
la an-
la existencia
como
Mando,
y,
mejor an,
103
\
En la primera (salvo excepciones como Bartolom Palau y Snchez de Badajoz, explicables por su
carcter eclesistico)
el
la del
XVII.
problema presenta
el
la
la vida.
En
Teatro del
el
si-
de aquellos tiempos. Los hombres del siglo XVI tenan que obrar; el pensamiento quedaba para lo ltimo, cuando las fuerzas faltasen y la accin
resultara imperfecta o imposible. Juan del Encina, Cristbal de Castillejo
como Carlos V
periodo es
quistan
el
el
Nuevo Mundo,
la
triunfan
con
el
el
el
Madrid a su
rey,
saquean
los protestantes en
vencen
al
res y polticas,
brazos para
la agricultura
y para
la industria,
el
territorio.
Faltaban
comercio estaba, en
con
el
desastre de la
las alteraciones
de Aragn,
prdida de Portugal,
cilia
el
la
Armada
las
Invenci-
osadas incur-
rebelin de Catalua, la
la
y,
hombres siguen
la
de
la
Imitacin de Cristo.
la Biblia, del
han menester
Como
los escols-
las invenciones
la
64
En
que a
lo
No
la literatura
y miserias, por
me
propona
ms tenebroso y confuso de
in-
evo-
la
de
y
las
ttulos se
bresalientes, apenas
Sin
ellos,
si
la eflorescencia
pro-
al
trmino de mi tarea.
trasladando a
la
el
Por otra
hemos perdido
parte,
humana
como de su
naturaleza
en los mitos,
semidioses. Del
con
el
Pleberio
como
En nuestra Europa moderna escribe Brunetire (*) poltica e industrial, utilitaria y positivista, si no hemos perdido an por completo
el
la
sin dificultad),
la
Edad Media. Y qu
otra
( )
Apud Guillaume
des XVIII*
&
XIX'
le
Thtre franjis
i5
No
rios?
comedias
que abata
clsicas)
que contenga
los bros,
la
corazones, enaltece a
fortifica los
que
los mpetus,
el contrario,
la
ense-
propia per-
deros de
cordura; pero
la
tal
si
el espritu el
Platn acert
bondad, hacan
muy
la
encanto dulcsimo
la vista bellas
y pro-
harmona, esencia de
la
XIII,
el
al
siglo
lin-
les dijesen
cantares de
faciendo bien, queriendo llegar a lo que los otros fecieran o pasara por
ellos;
Lope,
la
el
las lozanas
de
vara y los arrebatos lricos de Caldern. As ha podido escribir Huszr (') (no con exactitud completa; pero
extremo
los personajes, lo
mismo en
de odio, de
lealtad,
teramente a
la
medida
....
Trtese de amor,
o de venganza,
cin,
la
el
hombre y
la
dias
( ),
la
cual alude
Lope de Vega; en
cuando recomienda
el
trai-
el
el
la
comedia.
dionisiaco (predominando
olvido de Aristteles,
la
humildad de
la
bajeza cmica,
Fatum
cl-
que
sco, la inmoralidad
el
Abate Marchena
le
el
si la
como
la
Se ha dicho tambin
(')
pudieran preverse
la
que
el
Si,
en
el
telo,
no cae
al
suelo
el
pa-
Desdmona, recogindolo precisamente Emilia y entregndoselo a Yago, los celos de telo no habran
tenido prueba, y Desdmona no habra muerto. Si hemos de contar con
el azar en las relaciones ordinarias de la vida, por qu excluirlo del
uelo que
el
Teatro?
Quiz sea
difcil
encontrar en
el
indi-
vidualizados
supuesto,
y no individuos
Moliere:
reales;
Alceste, en lugar de
un nombre de varn, se llama Misantropa; que Climne se denomina Coquetera; Philinte, Optimismo; Arsince, Gazmoera; los dos
llevar
marqueses, Necedad y Fatuidad: qu otra cosa sera entonces El Misntropo sino una pura moralidad? ( 2 ) En cuanto a Corneille, escribe
G. Lanson que
el
la fuerza;
y no
bondad de alma.
Lo que distingue a nuestros grandes dramaturgos clsicos dess contemporneos ingleses, y especialmente de Shakespeare, no es sino una
la
( ),
la facultad
dominante es
la
imagina-
ella,
(')
()
(a)
rio
encuentra en
el
suprimir.
Acepta
la
167
hombre en
al
No
nante que
el original.
la
mesa, en
lecho, en el
el
ms enrgica
Ved, en comprobacin de
la
e impresio-
aspavientos
ello, los
no debi entrar en
ri-
estilo,
ridiculas; el
tambin graves defectos, que, unidos a aqullas, forman un todo extraordinario y monstruoso. As pensaba quien diput
al
Teatro fran-
Ese todo extraordinario y monstruoso, ilgico en acciones, extravagante en pensamientos, llano y fcil a veces en la expresin, oscuro y
afectado otras, hasta llegar a extremos de incomprensibilidad, es
Todo
lo
grande es irregular, en
el
es-
el
ofrecido siempre.
Un
jar-
el
segundo,
leza,
de
como
las
la
el
el
orden de
la
Natura-
fsica).
as se
observa en
los
como
el
ejercita
el
cual se identifican.
ms
bien
el
Intelecto
que
la
utiliza
No
contemplan,
creaciones ajenas y
vivir, sin
preocuparse de
No
son como
el
las
rap-
168
soda del Ion platnico, a quien una divinidad inspira y dicta: ellos mismos son los dioses, y se dan la ley a s propios. Sus propias biografas
Lope se
le acerca;
ms que
pero no
el
esto,
Shakespeare es ejem-
le iguala,
cr-
ticos lo
que
puesto con
el
ellas,
ntese que,
Baco
los
apodos de Eleuzeros
han dado
(libre)
la
como ha dicho
temor
Eurpi-
servil
ND ICE
Pginas.
Advertencia preliminar
Orgenes
25
35
al
99
ImmM^m^mm
V,
*rV5%
I&*
B
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3f
V <^f