La Trama
La Trama
La Trama
.CODlPm,ebatu~.cpno~bniento,s.
~ Divide en cuadros 'el relato de la aparicin ti Abrahn en la ertci
.deMambr (Olt18,1~15).'Eti l se hace una promesa al patriatc
. >1<
de: Abrahn);.. . .
Para que haya relato, hace falta una historia. La ~structl1:ra de la historia es su trama. Hemos visto que el relato se dIferencIa de la descripcin por cuatro factores (> 1.5), de los cuales el I?s impo~ante
es la presencia, en el relato, de una trama. En este capItulo nos SItuamos, pues, en el corazn de 10 que constituye el rel~to.
Vamos a proceder as: comenzaremos por defimr la trama (4.1);
despus propondremos dos planteamientos acerca de la trama (4.23); se considerarn a continuacin diversas combinaciones de tramas
(4.4-5), antes de presentar los dos tipos fundamentales: trama de
resolucin y trama de revelacin (4.6).
Para leer:
P.
Captulo 4
La trama
68
El hambre arreciaba en Samara. Ajab llam a Abdas ... y le dijo ... . Este relato es evidentemente embrionario. El contenido se va
a hacer ms complejo (por el encuentro con Elas), pero seguir conservando igualmente esta estructura fundamental que consiste en
sistematizar una serie de acontecimientos.
Se denomina trama a esa estructura unificadora que enlaza las
diversas peripecias del relato y las organiza en una historia continua.
La trama asegura la unidad de accin y da sentido a los mltiples
elementos del relato. En este punto, precisamente, el relato se separa de la crnica, que se limita a enumerar los hechos. El relato hace
algo ms que enumerar: mediante la trama, el desorden de 10 real
queda sustituido por un orden causal. Encadenados entre s por una
lgica causal, los hechos quedan as convertidos por el relato en
necesarios.
Paul Ricoeur define la trama como un dinamismo integrador
que saca una historia una y completa de un amasijo de incidentes
(Du texte a ['action, pp. 13-14). En una palabra, la trama hace relato. Por ella percibe el lector, en la serie de acciones relatadas, otra .
cosa que una acumulacin de hechos enfilados dentro del desorden.
La trama es el principal unificador del relato, su hilo conductor;
permite organizar en un guin coherente las etapas de la historia
contada.
Una cuestin se plantea de inmediato: qu lmites narrativos
adoptar para determinar la trama? Se debe considerar el microrelato, o ms bien el relato global (un evangelio, por ejemplo)? Partiremos de la unidad mnima, el micro-relato (el episodio), antes de
pasar a extensiones narrativas ms vastas.
La organizacin de la trama responde a una lgica que es posible describir dentro de una gramtica narrativa. Aristteles haba
sentado ya sus bases cuando defina la trama (mythos) como la disposicin sistemtica de los hechos (Potica l450a, 5 y 15). Qu
gramtica gobierna ese sistema?
LA TRAMA
69
La trama clsica
DEFINICIONES
Trama: sistematizacin de los acontecimientos que constituyen la historia contada: dichos acontecimientos estn unidos entre s por un
vnculo de causalidad (configuracin) e insertos en un proceso cronolgico (concatenacin de los acontecimientos).
70
LA TRAMA
EXPOSICIN
NUDO
ACCIN
TRANSFORMADORA
71
DESENLACE
SITUACIN
FINAL
LA TRAMA PIRAMIDAL
72
LA TRAMA
73
DEFINICIONES
Esquema quinario: modelo estructural que descompone la trama del
relato en cinco momentos sucesivos:
1. Situacin inicial (o exposicin): circunstancias de la accin
(marco, personajes); llegado el caso, se seala una carencia (enfermedad, dificultad, ignorancia) cuyo intento de supresin mostrar
el relato.
2. Nudo: elemento desencadenante del relato, que introduce la tensin
narrativa (desequilibrio en el estado inicial o complicacin en la
bsqueda).
3. Accin transformadora: resultado de la bsqueda, que cambia la
situacin inicial: la accin transformadora se sita en el plano pragmtico (accin) o cognitivo (evaluacin).
4. Desenlace (o resolucin): supresin de la tensin mediante la aplicacin de la accin transformadora al sujeto.
5. Situacin final: enunciado del nuevo estado adquirido por el sujeto a raz de la transformacin. Estructuralmente, ese momento
corresponde a la inversin de la situacin inicial por supresin de la
carencia.
UNA APLICACIN: MATEO
8,14-15
Pedro (suegra).
La accin transformadora pretende la eliminacin de la difiultad, de la carencia o de la perturbacin anunciada por el relato. El
~inamismo transformador puede consistir en un acto aislado o en un
largo proceso de cambio. Resulta ya clsico situar all el quicio
(turning point) del relato.
.,
'
Le toc la mano, y la fiebre la deJO (8,15a). El gesto terapeutico y su efecto responden a la confrontacin de Jess con la situacin de enfermedad. Ese careo queda transformado por la expulsin
de la fiebre, que abandona a la mujer, y desde ese momento abandona el lugar donde se encuentra Jess.
El desenlace es la etapa simtrica del nudo. Enuncia la resolucin del problema anunciado. Describe los efectos de la accin
transformadora en las personas concernidas o la manera en que la
situacin se restablece en su estado anterior.
.
y (ella) se levant (8,15b): a la situacin de tendida corresponde un levantarse. La mujer pasa de la fragilidad a la fuerza,
del estado de objeto (dependiente) al estado de sujeto (capaz de
movimiento).
La situacin final expone el reconocimiento del nuevo estado (tras
la eliminacin de la dificultad) o el retomo a la normalidad (tras la
desaparicin de la perturbacin). Esta etapa, que la tragedia griega
denominaba katastroph, describe la nueva situacin despus de que
la tensin narrativa introducida por el relato se ha apaciguado.
y (ella) se puso a servirle (8,15b): la situacin final sorprende, pero responde al estado inicial (Jess entra en la casa). El obstculo que se interpona entre la mujer y el maestr~ ~~ sido remo~i
do por el gesto de curacin. Un dato sobre la condlclon de la mUjer
juda en la Palestina del siglo I provoca la sorpresa del lector moderno: servir a un rab estaba prohibido a las mujeres; el servicio de la
suegra de Pedro da testimonio de su curacin, y atestigua una libertad que le hace transgredir ampliamente las convenciones sociales
de la poca.
.,..,
74
r-
Situacin
inicial
Nudo
2 R 4,1-7
Una mujer, de las mujeres
de los discpulos de los
profetas, clam a Eliseo
diciendo: Tu siervo, mi
marido, ha muerto. T
sabes que tu siervo tema a
Yahv,
Desenlace
Situacin
final
LA TRAMA
ACCIN TRANSFORMADORA
Mc 12,13-17
Y envan hacia l algunos } Situacin
fariseos y herodianos
inicial
para cazarle en alguna palabra. Vienen y le dicen:
Maestro, sabemos que
eres veraz y que no te
importa por nadie, porque
no miras la condicin de
las personas, sino que ense- 1- Nudo
as con franqueza el camino de Dios: es lcito pagar
tributo al Csar o no?
Pagamos o dejamos de
pagar?. Mas l, dndose
cuenta de su hipocresa, les
dijo: Por qu me tentis? _
Traedme un denario, que lo }
vea. Se lo trajeron y les
A"
.
D"
75
NUDO
SITUACIN FINAL
SITUACIN INICIAL
Sin el par nudo I desenlace, la trama no existe; a veces ser mediante la identificacin del nudo como comience el descubrimiento de la
trama. Pero lo ms frecuente es que identificar la trama consista en
discernir cul es la accin transformadora.
Entre las diversas acciones o peripecias que enfila el relato, la
accin transformador se caracteriza por su carcter decisivo, opera
sobre lo que constituye el elemento trascendental del relato: comunicacin de un objeto (alimento, dinero, animal, etc.) o de un
77
LA TRAMA
objeto-valor (salud, saber, poder, paz, ... ). Pero, atencin!: el carcter decisivo de la accin transformadora no quiere decir que el narrador la site en el centro de su relato, ni que sea a ella a la que se
dedique necesariamente la descripcin ms larga.
76
Lo indispensable y lo facultativo
LA HISTORIA INTERRUMPIDA .
78
Hay que figurarse que la accin transformadora debe estar presente, aun cuando cabe evocarla sin describirla (ejemplo: el Salmo
22, donde el cambio queda sealado en el v. 22b con un enigmtico
t me has respondido). Como ya se ha dicho, el nudo, desencadenante de la accin, es tambin del orden de lo necesario; sin l, no
hay relato.
La situacin inicial se puede evocar subrepticiamente. Tres versculos bastan para que el lector de 1 S 8-10 se entere de la vejez de
Samuel y de la perversin de sus hijos (8,1-3); en cambio, las reticencias de Samuel a la hora de darle un rey al pueblo, y las circunstancias de la uncin de Sal, se narran con amplitud.
En cuanto al desenlace y la situacin final, el narrador puede saltarse uno de los dos, pero no los dos a la vez. La ausencia de estado
final constituye un procedimiento narrativo conocido: la historia
interrumpida. Esta astucia de la suspensin narrativa empuja al lector a implicarse personalmente, imaginando cmo concluir la historia contada.
El libro del Cantar de los Cantares acaba con expectativas (pero, cmo
proseguir la relacin?).
Dentro del Nuevo Testamento, el caso ms espectacular de final abierto es el evangelio de Marcos, que en su versin original acaba con el miedo
de las mujeres ante la tumba vaca (16,8; los versculos 9-20 fueron aadidos en el siglo II para completar este brusco final). El evangelista Lucas es
el especialista de las suspensiones narrativas: vase la parbola de los dos
hijos, Lc 15,11-32 (se sumar el hijo mayor a la fiesta?), el relato de las
tentaciones de Jess, 4,1-13 (hasta cundo se retirar Satn?), la historia
de la pecadora en casa de Simn el fariseo, 7,36-50 (se dejar convencer
Simn?), o tambin el final del libro de los Hechos, 28,30-31 (comparecer Pablo ante el emperador?).
Para leer:
D. MARGUERAT, "Et quand nous sornmes entrs dans Rome": l'nigme de la fin
du livre des Actes (28,16-31)>>: Revue d'Histoire et de Philosophie Religieuses
73 (1993), pp. 1-21 (el final suspendido del libro de los Hechos).
J.L. MAGNEss, Sense andAbsence, Scholars Press, Atlanta 1986 (suspensin narrativa en la Biblia y particularmente en Mc 16,8).
,1
.11,
LA TRAMA
79
DEFINICIONES
Tensin narrativa: elemento desencadenante del relato (complicacin) correspondiente en la trama al momento del nudo.
Tensin dramtica: intensidad emocional o pragmtica del relato, sin
localizacin asignada oficialmente dentro de la trama.
Quicio: momento central de la trama, que coincide normalmente con
la accin transformadora.
Buscar la cima
Dnde se sita la cima de la trama? Difcil pregunta, porque es preciso diferenciar entre el quicio de la trama y la nocin de tensin
dramtica. sta no se debe confundir con la tensin narrativa, que,
como hemos dicho, es constitutiva del nudo. Si la tensin narrativa
desencadena el relato (nudo), la tensin dramtica no tiene lugar
asignado en la trama y corresponde a una intensidad emocional o
pragmtica.
Comencemos por el quicio: es el momento central de la trama
(turning point). Es el momento en que las cosas cambian: el sabio
responde a la pregunta hecha, el sanador realiza el gesto teraputico,
el traidor entrega a su maestro. Normalmente, ese quicio coincide
con la accin transformadora. Tambin es normal que ese momento
central coincida con la cima de la tensin dramtica, antes de que el
relato emprenda su descenso con la etapa del desenlace: el enfermo
es curado, el traidor es descubierto, el rey recupera su trono. En la
tragedia griega, es el momento en que el hroe ha alcanzado el apogeo de su destino (su fortuna). En el relato bblico, es el instante
en que el personaje es situado de manera decisiva ante la intervencin de Dios.
Pero no es preciso concluir que, a uno y otro lado de la accin
transformadora, las dos caras del relato tengan necesariamente igual
longitud. Slo la observacin del texto permitir establecer el diagrama de la tensin dramtica, e identificar su(s) pico(s). Hay que
guardarse de imponer al momento central una localizacin preconcebida. El quicio no se sita forzosamente en el centro geomtrico
del relato. En el relato del encuentro entre el Resucitado y Mara de
Magdala (Jn 20,11-18), el nudo queda incrementado por la repeti-
80
ompf,u~ba~tus'con~imientos
81
LA TRAMA
;1';';,]
Situacin inicial
Modalidades
Programa
narrativo:
11
Manipulacin
deber hacer
querer hacer
ID
Competencia
saber hacer
poder hacer
IV
Performance
hacer
V
Sancin
saber
virtual
actual
realizado
reconocido
VI
Situacin final
,'
_____J
La semitica francesa, con la inspiracin de AJ. Greimas (Semntica estructural), ha desarrollado otra aproximacin a la trama.
Precisemos de entrada la gran diferencia existente entre los niveles
en que intervienen el anlisis narrativo y el anlisis semitico (o
estructural). El anlisis narrativo busca la trama siguiendo el movimiento del relato. La semitica opera en el plano ms profundo de
abstraccin, un plano infratextual; no es la geografa del relato 10
que le interesa, sino la estructura formal a la que remite. Por eso la
aproximacin semitica de la trama trabaja con una serie de operaciones que el relato no presentar necesariamente en su totalidad, ni
necesariamente en el mismo orden.
Esa gramtica narrativa descompone en seis etapas las operaciones lgicas indispensables para el obrar transformacional.
[1
il i
82
Elas toma las cosas en sus manos, en sentido propio y en sentido figurado. Toma al nio de los brazos de la mujer, 10 sube a la
habitacin de arriba. Todo el pasaje describe, con detalle, un saberhacer de Elas al ocuparse del nio (17,19b.21-22). Elas se declara
a favor de la mujer al invocar al Seor: va a hacer mal a la mujer
que 10 hospeda causando la muerte de su hijo? (17,20). La interpelacin del Seor y la triple invocacin de ese mismo Seor por Elas
(17,21) sealan que el origen del poder se ha desplazado: es el Seor
quien, al escuchar la voz del profeta, devolver la vida al nio.
Esquema quinario
Situacin inicial
{
La curacin
del siervo del centurin
(Le 7,1-10)
Programa
narrativo
semitico
}Si~n inicial
Nudo
Manipulacin
(enunciado
del deber-hacer)
Accin
transformadora
Competencia
(enunciado
del poder-hacer)
Desenlace
83
LA TRAMA
Situacin final
}s.nciD
Constatacin
dela
Cuando los enviados volvieron a la casa
} performance
hallaron al siervo sano
consumada
El esquema quinario lee el relato
como una adquisicin de la fe por parte
del centurin, mientras que el programa narrativo semitico se para en la
performance (no contada) de la
curacin.
~l
84
LA TRAMA
85
Tramas en cadena
~a parbola de los talentos (Mt 25,14-30) expone una situacin iniCIal ('!v. 14-15): un propi~tario se va, repartiendo de forma desigual
S?S .blene~ entre sus tres SIervos. El nudo es introducido por las ini-
CIatIvas dIferentes tomadas por los siervos: dos acrecientan 10 recibido, el tercero 10 entierra (vv. 16-18).
En .el .momento .de la accin transformadora, el relato repite el
procedlrntento del ajuste de cuentas, por el que los siervos comparecen a la v~e1ta del se~or. ~l primer siervo es gratificado con un
desenlace dIChoso: BIen, SIervo bueno y fiel!; en 10 poco has sido
fiel, al frente de 10 mucho te pondr; entra en el gozo de tu seor
(v. 2.1): L~ comparecencia del segundo siervo se desarrolla en trminos IdentIcos, 10 que aviva la curiosidad del lector ante la proximid~d de la tercera comparecencia. sta acaba en un desenlace trgICO: el terce~ siervo se ve despojado de 10 poco que haba recibido
(v. 28) y arrOjado a las tinieblas infernales (v. 30: situacin final).
Sobre la base de un comienzo idntico, la accin transformadora se ha desarr?~lado tre~ .veces; con ese efecto de repeticin ha acumula~o la tensI~n dramatIca sobre la suerte del tercer siervo, y sobre
el temble veredIcto que se le impone.
La repeticin en cadena de una etapa de la trama crea as un efecto de costumbre que har resaltar de manera tanto ms llamativa la
anomala de la tercera vez. As sucede en el caso de la parbola de
l~~ talentos. En otros lugares, el efecto de repeticin opera por adiClOn: los cuatro anuncios de la ruina de Job (Jb 1,13-19) o las seis
veces en que Abrahn ora por Sodoma (Gn 18,16-33). Tambin
pued~ operar por oposicin sin:;ttrica: el trgico aniquilamiento de
Anama~ ~ Safira (Hch 5;1-11) SIrve de modelo negativo tras el ejemplo pOSItIVO de Bernabe (Hch 4,36-37), que vende su propiedad y
entrega el producto de la venta a la comunidad.
. Sea por acumulacin, por adicin o por oposicin, el encadenaffilento .d~ tramas provoca un efecto de repeticin; el narrador constru~e dICho efecto con el fin de aumentar la tensin narrativa, condUCIendo, sea al refuerzo, sea a la sorpresa.
86
LA TRAMA
87
La superposicin
El engaste
El evangelista Marcos es el campen del engaste de tramas, que tambin se denomina sandwich (> 3.5).
La historia de la resurreccin de la hija de Jairo (Mc 5) comienza con la llegada del padre junto a Jess y su splica de que el maestro vaya alIado de ella para imponerle las manos (5,21-23). Jess
asiente y se va con l, seguido por una muchedumbre numerosa
(v. 24). El nudo es provocado por la llegada de personas de casa de
Jairo que dicen: Tu hija ha muerto; a qu molestar ya al Maestro?
(v. 35).
Ahora bien, entre tanto se ha desarrollado otro episodio, provisto de su propia trama (vv. 25-34): una mujer que padeca flujo de
sangre desde haca doce aos, se ha acercado a Jess mientras ste
iba de camino, lo ha tocado, ha sido curada y, a requerimiento del
Seor, se ha arrojado a sus pies para decirle toda la verdad. Pero,
desde el versculo 35, la trama del primer relato se reanuda con la
llegada de gente de casa de Jairo; prosigue con la llegada del grupo
a casa del jefe de la sinagoga, la reanimacin de su hija (<<Muchacha,
a ti te digo, levntate) y la orden de Jess de guardar silencio en
torno a este prodigio.
[~.Il
L -________L-______
88
89
LA TRAMA
mamiento lanzado por Jess a Jairo (v. 36). Pero es preciso entender
bien que este efecto de encaje ha sido orquestado en atencin al lectoro Es intil preguntarse si Jairo asisti a la escena desarrollada (en
parte a escondidas) entre Jess y la mujer; el narrador, por 10
dems, no seala su presencia entre los versculos 25 y 34. El procedimiento de engaste es el instrumento de una estrategia narrativa
cuyo blanco es el lector; la integracin de un episodio en el interior
de una historia ms vasta pretende permitir el paso de informacin
de la historia englobada a la historia englobante. En este caso, es la
historia que recibe el engaste la que requiere, para ser comprendida,
la implantacin de este injerto narrativo.
Cabe preguntarse en qu sentido circula la informacin de una
trama a otra en los dems casos de "sandwiches" marcanos enumerados anteriormente (> 3.5). En el caso de la higuera y el Templo
(Me 11,12-25), resulta evidente que es la trama que recibe el engaste (la higuera) la que permite comprender la historia engastada (el
Templo).
rebelin del pueblo, a la que el Seor responde con una plaga general. Pero la accin litrgica de absolucin para el pueblo, realizada
por Aarn, rehabilita a ste en sus funciones sacerdotales (Nm
17,12-13). Su vara, la nica que retoa, confirma el privilegio de su
tribu y su papel especfico.
, ~ Comprueba tus conocimientos
'*
.f.,
.*
,1",
\!#
ar
11
El narrador tambin puede mezclar los gneros y componer secuencias mixtas donde alternen relatos y discursos. Esta alternancia de lo
narrativo y lo discursivo es tpica del libro de los Nmeros, del cuarto evangelio y de los Hechos de los apstoles.
Un ejemplo sacado de los Hechos de los apstoles: Hch 2,425,42, donde el narrador describe la vida de la comunidad cristiana de
Jerusaln despus de Pentecosts. La secuencia est construida
segn una alternancia sabiamente equilibrada de sumarios (breves
resmenes narrativos), episodios y discursos. La sucesin est bien
orquestada: un sumario (2,42-47), un episodio (3,1-11), un discurso
(3,12-26), un episodio (4,1-7), un discurso (4,8-12), un episodio
(4,13-22), un episodio (4,23-31), un sumario (4,32-35), un episodio
(4,36-37), un episodio (5,1-11), un sumario (5,12-16), un episodio
(5,17 -26), un discurso (5,27-40), un sumario (5,41-42). La significacin se construye aqu por interaccin de los diferentes gneros.
Los sumarios enuncian sintticamente el estado de comunin de la
comunidad; los episodios concretan dicho estado de comunin y
90
91
LA TRAMA
TRAMA EPISDICA
Si, en la secuencia de Lc 7, lo que se ventila en la trama unificadora es el reconocimiento de Jess como profeta, eso significa que el
objeto-valor (> 4.3 y 5.3) en tomo al cual gira dicha trama no es del
orden del hacer, sino del saber. La trama se llama de revelacin
cuando culmina en una obtencin de conocimiento. Cuando la
accin transformadora introduce esencialmente un hacer -y, por
tanto, se sita en el plano pragmtico (peticin de curacin, bsqueda de pureza, deseo de encuentro)-, se habla de una trama de resolucin. As, la trama episdica de Lc 7,1-10 es de tipo resolucin,
mientras que la trama unificadora de Lc 7, y la del macro-relato que
es el evangelio, son de tipo revelacin.
(vase p. 471)
TRAMA DE RESOLUCIN
TRAMA DE REVELACIN
11
! '
92
LA TRAMA
DEFINICIONES
Trama episdica: trama cuyos lmites narrativos coinciden con el
micro-relato.
Trama unificadora: trama de una secuencia narrativa o del relato portador (macro-relato), que domina y engloba las tramas de los episodios
en ella contenidos.
Trama de resolucin: trama cuya accin transfonnadora opera en el
plano pragmtico (hazaa, curacin, etc.).
Trama de revelacin: trama cuya accin transfonnadora consiste
en una ganancia de conocimiento sobre un personaje de la historia
contada.
93
Para leer:
J.-M. ADAM, Le Texte narratif: trait d'analyse pragmatique et textuelle des rcits,
Nathan, Paris 1994, pp. 57-95 (modelos de trama).
J.-M. AOAM y F. REVAZ, L'Analyse des rcits, Mmo 22, d. du Seuil, Paris 1996,
pp. 63-77 (la trama y sus variantes de composicin).
J.-N. ALEITI, L'Art de raconter Jsus-Christ, Parole de Dieu, d. du Seuil, Paris
1989, pp. 133-216 (trad. cast.: El arte de contar a Jesucristo, Sgueme,
Salamanca 1992) (importancia de las tramas de revelacin en el evangelio de
Lucas).
S. BAR-EFRAT, Narrative Art in the Bible, JSOT, S 70, Academic Press, Sheffield
1989, pp. 47-92 (tramas en la narracin del AT).
P. MOlTEL, Des rcits d'vangile. Apprentissage d'une lecture, Cahiers vangile
93, 1995, pp. 15-55 (trad. cast.: Relatos del Evangelio. Aprendiendo a leer,
Cuadernos Bblicos 93, Verbo Divino, Estella 1997) (estructuracin de la
trama).
ID., De longs rcits d'vangile. Construction et lecture, Cahiers vangile 98,
1996 (trad. cast.: Los grandes relatos del Evangelio. Construccin y lectura,
Cuadernos Bblicos 98, Verbo Divino, EsteBa 1999) (anlisis de secuencias
narrativas) .
P. RICOEuR, Temps et rcit, 1, d. du Seuil, Paris 1983, pp. 55-84 (trad. cast.:
Tiempo y narracin, vol. 1, Cristiandad, Madrid 1987) (la nocin de trama).
J.L. SKA, Our Fathers Have Told Us: Introduction to the Analysis Of Hebrew
Narratives, Subsidia biblica 13, PIB, Roma 1990, pp. 17-38 (tipos de trama en
la narracin bblica).