Conciencia Planetaria

Descargar como doc, pdf o txt
Descargar como doc, pdf o txt
Está en la página 1de 14

CONCIENCIA PLANETARIA

La conciencia planetaria nos revela que no existimos por encima de la Tierra


sino que somos parte de una red compleja y sutil que incluye todas las formas
de vida del planeta. El eclogo Ramon Margalef (1919-2004) ya sealaba que no
debemos hablar de "el hombre y la biosfera "sino de" el hombre en la biosfera ".
La conciencia planetaria tambin nos hace conscientes de que la existencia
humana en plenitud requiere la proteccin y conservacin de la diversidad de
formas de vida con las que compartimos la Tierra.
Una sociedad sostenible deber seguir el principio de responsabilidad de Hans
Jonas (1903-1993): Acta de manera que los efectos de tu accin sean
compatibles con la permanencia de una vida genuinamente humana sobre la
tierra. Y cabra ampliar este principio de responsabilidad para salvaguardar
no slo la vida genuinamente humana sino tambin, en lo posible, la vida
genuina de las otras especies. Necesitamos cultivar la responsabilidad
planetaria, responsabilizndonos de las consecuencias globales de nuestras
acciones a nivel socioeconmico y ecolgico. Esta responsabilidad se
manifestara en un sistema econmico que sea consciente de que la economa es
slo una filial de los ciclos planetarios y un sistema en el que, por ejemplo, los
precios de los bienes y servicios reflejen su verdadero coste social y ecolgico.
Otra consecuencia de la responsabilidad planetaria es aplicar el principio de
precaucin a toda tecnologa que tenga el potencial de agravar la
insostenibilidad de nuestro mundo.
La conciencia planetaria tambin incluye la responsabilidad hacia las
generaciones futuras (responsabilidad intergeneracional). Varios pueblos
indgenas se han guiado tradicionalmente por el llamado criterio de la sptima
generacin: ten presente las repercusiones de tus actos hasta la sptima
generacin que te seguir, es decir, en los tataranietos de tus bisnietos. Esta
idea est presente, por ejemplo, en la Gayanashagowa o constitucin oral de los
indios iroqueses de Amrica del norte.
Los valores que nos guiaban en las ltimas dcadas nos hicieron creer que el
incremento del consumo incrementaba el bienestar. Pero hoy la psicologa y la
sociologa muestran que el aumento del nivel de vida (una vez satisfechas las
necesidades bsicas) no lleva necesariamente a una mejor calidad de vida. No
podemos seguir creyendo en el crecimiento material ilimitado como clave del
progreso de la sociedad y en el consumo como receta para la plenitud personal.
De hecho, la sabidura tradicional de muchas culturas ya era consciente de que
la felicidad o la plenitud no ligada a cuanto ms mejor sino a la moderacin y a
la mesura. Ahora tenemos el reto de combinar las ganancias de la modernidad
(sociales y econmicos, tecnolgicos y culturales) con el redescubrimiento de
formas de vida ms satisfactorias y ms sostenibles.
Hay un nmero creciente de personas que deciden practicar la simplicidad
voluntaria, consiguiendo una vida ms satisfactoria a la vez que reducen su
consumo de recursos materiales. La reduccin voluntaria del consumo aumenta
el tiempo libre y la calidad de vida. Es una forma de autocontencin y de
generosidad global, que libera el planeta de una parte de nuestra presin y
contribuye a la justicia global en liberar recursos para el uso de sociedades ms
necesitadas. Gandhi peda: "Vive de manera simple para que los dems
simplemente puedan vivir ". El hecho de que el sistema que hemos construido
ha empezado a toparse ya con los lmites del planeta implica que tenemos que
aprender a vivir mejor con menos, desvincularnos de nuestra identificacin con
los bienes materiales y pasar del tener al ser, del acumular al bienestar -el
verdadero bien-estar, en el sentido de estar bien con nosotros mismos y con el
mundo. Ya en 1932 John Maynard Keynes (1883-1964) imaginaba un futuro en
el que el afn de lucro y la codicia fueran considerados "inclinaciones
semipatolgicas" que requieren la atencin "de especialistas en enfermedades
mentales".
Una celebracin tradicional que ilustra el espritu del "mejor con menos" es el
potlach, practicado por pueblos indgenas de la costa del Pacfico de Amrica
del Norte como los haida, los tinglit y los kwakiutl. Potlach significa dar, y en
esta celebracin se trata de dar y repartir tanto como sea posible: comida, ropa
y utensilios son repartidos entre los invitados, hasta el punto que el potlach
puede llegar a ser una especie de competicin en la que gana ms prestigio
aquel que es capaz de repartir ms y quedarse con menos. El potlach se
celebraba tradicionalmente en ocasin de un nacimiento, boda, rito de paso o
funeral, e iba acompaado de fiesta, msica, danzas y ceremonias rituales. A
diferencia de la estructura igualitaria de la mayora de sociedades indgenas,
los grupos de la costa del Pacfico que practicaban el potlach eran sociedades
jerrquicas donde algunos individuos acumulaban considerable riqueza. El
potlach tena precisamente como objetivo restaurar el equilibrio social y la
armona del mundo con actos de desprendimiento y sacrificio por partes de
aquellos que haban acumulado demasiado.
La educacin en la conciencia planetaria debe ser parte del proceso de
aprendizaje del ser humano.
Si profundizamos en la conciencia planetaria empezamos a percibir como todas
las cosas estn interconectadas. O, mejor dicho, dependen unas de otras, son
interdependientes. Un ecosistema es un sistema interdependiente, un sistema
en el que ningn ser prevalece sobre los dems, una red de relaciones en que
ningn organismo individual puede concebirse aislado del resto. En la
actualidad, disciplinas tan dispares como la ecologa, la geopoltica y la fsica
cuntica nos revelan la interdependencia de cosas que hasta hace poco
considerbamos separadas. Pero la conciencia de la interdependencia tambin
ha sido cultivada tradicionalmente por diversas escuelas filosficas,
especialmente por el budismo a partir de Nagarjuna (ca. 150-250). Tambin ha
sido cultivada por los poetas, que ven vnculos que la percepcin prosaica
ignora. Joan Maragall (1860-1911) habla de un ritmo comn "en el moverse de
las olas en el mar, y en el petrificado oleaje de las montaas, en la disposicin
de las ramas del tronco, y en el abrirse las hojas, en los cristales de las piedras
preciosas, y en los miembros de todo cuerpo animal, en el aullido del viento y el
de las bestias..."
La conciencia planetaria es hoy, sencillamente, una cuestin de sensatez. El
siglo XXI clama una nueva forma de juicio que sea a la vez personal, social y
planetario, un sentido que tenga en cuenta el contexto social y ecolgico de los
bienes y servicios que utilizamos y que sea consciente de las repercusiones
pequeas y grandes de nuestras acciones. A nivel personal, podemos optar por
la banca tica, el comercio justo y por todos los productos y actividades que
contribuyan a la cordura social y planetaria. Este diseo tambin debera
limitar la promocin indiscriminada del consumismo por parte de la publicidad
(prohibiendo, de entrada, la publicidad que fomenta el consumismo en la
poblacin infantil) y debera estar presente en las instituciones polticas, en la
educacin y en los medios de comunicacin, los cuales an tienden a
promocionar valores opuestos a los que necesitamos. La conciencia planetaria
tambin debera acabar con los parasos fiscales y poner lmites a las entidades
financieras internacionales, la actividad de las cuales est hoy en las antpodas
de toda posible medida de sensatez.
Los 8 puntos de la ecologa profunda
El noruego Arne Naess (1912-2009) es el filsofo que en las ltimas dcadas
ms destacadamente ha trabajado cuestiones relacionadas con la ecologa,
consciente de que la supervivencia y la plenitud de la naturaleza y la
humanidad requieren cambios radicales en nuestra sociedad y en la forma
como vemos nuestro lugar en el mundo. En 1984 formul, junto con el tambin
filsofo George Sessions, los ocho puntos clave de la ecologa profunda:
1. Todos los seres vivientes tienen valor intrnseco.
2. La diversidad y riqueza de la vida tienen valor intrnseco.
3. La humanidad no tiene ningn derecho de reducir esta riqueza y diversidad,
salvo para satisfacer necesidades vitales
4. Si furamos menos, sera bueno para los seres humanos y mucho mejor an
para los otros seres vivientes.
5. El grado actual de interferencia humana en los diversos ecosistemas no es
sostenible, y esta insostenibilidad crece, cada vez, ms.
6. Una mejora real requiere cambios considerables: sociales, econmicos,
tecnolgicos e ideolgicos.
7. Uno de los cambios ideolgicos radica en buscar una mejor calidad de vida en
vez de un nivel de vida ms alto.
8. Los que acepten estos puntos tienen la responsabilidad de intentar
contribuir, de forma directa o indirecta, a que se realicen los cambios
necesarios.
En la tradicin budista se utiliza la metfora de la red de Indra para mostrar la
ntima e inagotable interdependencia de cada uno de los elementos del
universo. Es una red maravillosa que se extiende infinitamente en todas
direcciones, y en cada uno de sus infinitos nudos hay una cristal
resplandeciente. Si miramos detalladamente cualquier de estos cristales,
descubriremos que en su superficie se reflejan todos los otros cristales de la red.
Adems, en cada uno de los cristales reflejados encontramos el reflejo de todos
los otros cristales, que se reflectante de manera infinita
Un maestro zen contemporneo, el vietnamita Thich Naht Hanh (1926-),
ejemplifica esta percepcin de la interdependencia con una sencilla hoja de
papel:
Todo en la Vida es interdependencia.
"Si eres un poeta, vers claramente que hay una nube flotando en esta hoja de
papel. Sin nube, no hay lluvia, sin lluvia, los rboles no pueden crecer, y sin
rboles no podemos hacer papel. La nube es esencial para que exista el papel.
S aqu no hay nube, tampoco puede haber papel... Si miramos an ms
profundamente en esta hoja de papel, podemos ver la luz del sol. Sin la luz del
sol, el bosque no puede crecer... Y si seguimos mirando, podemos ver el leador
que cort el rbol y lo llev a la fbrica para transformarlo en papel. Y vemos
trigo. Sabemos que el leador no puede existir sin su pan de cada da...
Mirando an ms profundamente, nos podemos ver nosotros mismos, en esta
hoja de papel. Esto no resulta difcil, porque cuando miramos la hoja de papel,
es parte de nuestra percepcin. Tu mente est aqu y la ma tambin. As que
podemos decir que todo es aqu en esta hoja de papel. No podemos sealar ni
una sola cosa que no sea el tiempo, el espacio, la tierra, la lluvia, los minerales
del suelo, la luz del sol, el nube, el ro, el calor. Todo coexiste con esta hoja de
papel... El caso es que esta hoja de papel est hecho exclusivamente con
elementos que son 'no-papel'. Y si volvemos estos elementos no papel a sus
fuentes, entonces no puede haber papel de ninguna manera. Sin elementos 'no-
papel', como la mente, el leador, la luz del sol y el resto, no habra papel. Tan
delgado como es esta hoja, y contiene todo el universo."
ESCUELA SECUNDARIA OFICIAL No. 0009
LEN GUZMN
TECNOLOGA 2
ENFASIS: OFIMTICA
ALBUM
CONCIENCIA PLANETARIA
POR:
Paulina Reyes Vzquez
N.L: 34
2 A
Tu!o: M"#u#$!o
C"#%&'#$(" &% )" "*$+!"#u":
Mara Elena Artemiza Menez Galn
CICLO ESCOLAR
20,-.20,/
TOLUCA MXICO A SEPTIEMBRE DE 2013

También podría gustarte