Guía Puesta en Valor Patrimonio Rural
Guía Puesta en Valor Patrimonio Rural
Guía Puesta en Valor Patrimonio Rural
Exposiciones
En las que se den a conocer los proyectos e iniciativas que muestren la importancia de los cultivos tradi-
cionales en cada comarca, organizadas conjuntamente con las instituciones y sectores implicados (cooperativas,
asociaciones, ayuntamientos o grupos de desarrollo rural, entre otros).
ECOLIVA 98
OLIVAR ECOLGICO Y ECOLOGA DEL ACEITE DE OLIVA
PUENTE GNAVE. JAN.
La Asociacin para el Desarrollo Rural de la Sierra de Segura y la Coordinadora Ecologista de Jan fueron
las encargadas de la organizacin de Ecoliva. El Comit organizador est compuesto por casi todas las
instituciones de la comarca y otras muchas del resto de la provincia.
Han contado con la colaboracin de la Diputacin de Jan y con la Asociacin para el Desarrollo Rural
Sierra de Segura, que aprob un proyecto dentro de la Iniciativa LEADER, para financiar en parte las
jornadas. Adems se solicit una subvencin a la Secretaria de Estado de Universidades, Investigacin y
Desarrollo del Ministerio de Educacin y Ciencia. El propsito de la organizacin es que las jornadas se
autofinancien siempre que sea posible, buscando patrocinadores a los que ofrecen espacio de publicidad
en contrapartida. Tambin se obtienen fondos de la comercializacin de productos en los stands.
HUERTOS DE OCIO
LA LUISIANA. SEVILLA.
El Ayuntamiento de la Luisiana ha cedido 100 m
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de tierra a cada jubilado del municipio para que los
cultive. La seleccin se realiza en base al padrn municipal, siendo beneficiarios los habitantes de mayor
edad. De esta manera, una gran superficie queda transformada en huerto, dando un aspecto de fron-
dosidad a unos terrenos que antes eran escombreras. Es de destacar el nivel de organizacin alcanzado,
estando perfectamente reglamentado el uso de bienes comunes como el agua.
El resultado y la aceptacin de esta iniciativa ha sido fabuloso ya que, adems, las huertas se han conver-
tido en un punto de encuentro y de disfrute de la poblacin que se rene por los alrededores contem-
plando uno de los lugares ms singulares del municipio.
Al mismo tiempo se ha incentivado la cooperacin y las relaciones en general de la poblacin en torno
a un espacio agrario que en la actualidad se constituye como uno de los centros de sociabilidad ms
importantes para la poblacin de la Luisiana.
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Denominaciones de origen
Este tipo de reconocimiento para ciertos productos, como aceites de oliva que ya poseen determinadas
comarcas olivareras o para aquellos vinos (y pasas) u otros productos agrcolas que cumplan en su produccin
y elaboracin los requisitos exigidos, conlleva el reconocimiento de la calidad asociada a un territorio y a una
determinada forma de produccin y transformacin de un producto.
Rutas culturales
Para llevar a cabo una ruta cultural se deber realizar un inventario y una recopilacin de informacin de
la zona, recurriendo a toda la documentacin que est a su alcance: mapas, bibliografa, as como entrevistas
con personas conocedoras de la zona. Se tratar de hacer un inventario selectivo, recopilando slo la informa-
cin que pueda ser utilizada para la interpretacin.
Estas rutas pueden ser de muy diversa ndole: pueden mostrar, por ejemplo, tanto el paisaje como las
labores de recogida de la aceituna, as como la manera de producir el aceite, o incluir recorridos por almazaras
tradicionales para contemplar cmo se elaboraban antiguamente estos productos. El sitio debe ilustrar el tema
a tratar, por eso se podran llamar la Ruta del Aceite o la Ruta del Vino, como ya se est haciendo en algunas
de nuestras comarcas.
Museos locales
En ellos se pueden recoger los diferentes aperos que se han venido utilizando a lo largo de los siglos. Es
un excelente instrumento didctico y puede suponer un importante complemento en instalaciones de turismo
rural, que sirven adems como punto de venta de los productos de la zona. Se debe contar con tcnicos espe-
cialistas para disear una buena interpretacin.
MUSEO DEL ACEITE. HACIENDA LA LAGUNA
BAEZA. JAN.
El conjunto est formado por un complejo perfectamente organizado de explotacin olivarera y resi-
dencia rural. El Museo del Aceite est alojado en la bodega y en la fbrica, y exhibe una muestra
completa de todos los tipos de prensa de almazara.
Este proyecto constituye un magnfico ejemplo de coordinacin entre Administraciones autonmicas,
provincial y local.
patrimonio natural
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4.2. sistemas agrosilvopastorales:
LA DEHESA
La dehesa constituye un sistema agrosilvopastoral, es decir, un sistema en el que se integran la produc-
cin de pastos para la alimentacin animal y la presencia de un arbolado ms o menos disperso. Las dehesas
son un tipo de paisaje creado por el hombre, siendo uno de los ms caractersticos de Andaluca; adems, es
un ejemplo de compatibilidad entre explotacin y conservacin, es decir, de lo que hoy se denomina la explo-
tacin racional de los recursos naturales. La dehesa tpica debe de explotar al mismo tiempo el monte, los
pastos, los cultivos y la ganadera, uso mltiple adaptado a las condiciones particulares del medio.
La dehesa proporciona numerosos beneficios indirectos de tipo ambiental, adems de las producciones
directas, y genera beneficios sociales tanto para el uso pblico como para la creacin de empleo en la zona.
MUSEO DE LA PASA
ALMCHAR. MLAGA.
Se trata de un proyecto patrocinado por el Ayuntamiento de Almchar con la colaboracin de la Excma.
Diputacin Provincial de Mlaga. En el museo de la pasa de Almchar se puede contemplar toda la
historia de la elaboracin de la pasa, el pasado y el presente, desde que se conoce su cultivo hasta nues-
tros das. Esta localidad tiene la Denominacin de Origen Pasas de Mlaga, y durante sus fiestas se da a
degustar estos productos tpicos. El Museo de la Pasa se ha ubicado en una antigua casa de dos plantas
que guarda an la estructura original con la que se construy y da muestra de la precariedad de los
materiales utilizados en aquella poca. El Museo de la Pasa trata de mostrar fidedignamente el trabajo,
el duro trabajo, de la elaboracin de la pasa. All se recoge una muestra de todas las herramientas y tiles
de trabajo empleadas en el proceso de produccin de la pasa que dejan constancia de lo laborioso de
la actividad.
Sabater, A. Consejera Medio Ambiente
Aprovechamiento ganadero de la Dehesa en la Sierra Norte (Sevilla)
Las principales causas de degradacin que afectan a estos sistemas son el envejecimiento del arbolado,
debido a la falta de renovacin y a la invasin del matorral, la escasa incorporacin de tecnologa y la erosin.
En los ltimos aos ha aparecido un nuevo problema, la seca de la encina, que ha afectado a gran nmero de
pies en Andaluca.
Es necesario renovar la visin de las dehesas si de verdad queremos conservarlas en toda su funciona-
lidad, diversidad y riqueza biolgica; si queremos conservar su paisaje, no podemos seguir con la miope visin
actual que solemos tener sobre el arbolado de las mismas. (MONTOYA, 1993).
A continuacin se exponen una serie de recomendaciones para su conservacin y puesta en valor:
1. ORDENACIN DE LA DEHESA
Para garantizar un adecuado aprovechamiento de los recursos en la dehesa y la perdurabilidad de la
misma, se requiere un Proyecto de Ordenacin: el Proyecto de Ordenacin de una dehesa pretende programar
en forma, espacio y tiempo las intervenciones y los aprovechamientos que se han de realizar en ella para opti-
mizar su produccin (de todo tipo de beneficios) de forma compatible con su perpetuacin. Por tanto, consti-
tuyen el documento bsico para su gestin (SAN MIGUEL, 1994a). Las principales normas para la redaccin de
Proyectos de Ordenacin y Planes Tcnicos en los aspectos referentes al arbolado pueden encontrarse en:
1. ORDENACIN DE LA DEHESA
A. Inventario
B. Planificacin
2. MTODOS DE PRODUCCIN AGRARIA COMPATIBLES
CON LA PROTECCIN DEL MEDIO AMBIENTE Y
LA CONSERVACIN DEL ESPACIO NATURAL
A. Aprovechamiento ganadero extensivo
B. Mantenimiento de la cubierta vegetal
C. Conservacin estratos arbreo y arbustivo
D. Favorecer el uso mltiple
3. LA DEHESA ECOLGICA
A. Eleccin del mtodo de pastoreo
B. Rotacin de cultivos
C. Fertilizacin
D. Conservacin de pastos y forrajes
E. Introduccin de especies pratenses
ACTUACIONES PARA LA PUESTA EN VALOR
A. Rutas culturales
B. Educacin Ambiental
patrimonio natural
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Instrucciones de Ordenacin de Montes Arbolados (1970).
Normas para la redaccin de Planes Tcnicos de Montes Arbolados (1971).
Un Proyecto de Ordenacin de una Dehesa consta de las siguientes partes (SAN MIGUEL, 1994b):
A. INVENTARIO
Estado legal: el rgimen de propiedad del monte.
Estado natural, debe incluir:
Estudio climtico.
Estudio edfico.
Vegetacin, sealar las principales series de vegetacin, especies y comunidades presentes en el
monte.
Fauna, estudio de la presencia y abundancia de especies de inters cinegtico y de especies amena-
zadas y protegidas.
Estado forestal.
Estado socioeconmico.
Resumen econmico.
Condiciones del monte, presencia y estado de infraestructuras: cercas, abrevaderos, apriscos.
Condiciones de la comarca y de los mercados de productos forestales: ganado, caza, hongos, bene-
ficios indirectos).
B. PLANIFICACIN
Fundamentos y fines. Se definirn los objetivos de la ordenacin, analizando sus prioridades y compati-
bilidades, teniendo en cuenta las demandas sociales.
Plan General. Caractersticas selvcolas y pasccolas.
Eleccin de especie.
Eleccin del mtodo de beneficio.
Eleccin del tratamiento.
Ordenacin selvcola.
Ordenacin de la produccin de leas.
Ordenacin pasccola.
Plan Especial: aprovechamientos.
Plan de cortas.
Plan de podas. La elaboracin de un plan de podas se considera necesaria dado su carcter produc-
tivo, tanto directamente de lea y ramn como indirectamente de fruto.
Plan de aprovechamiento pastoral. El Plan determinar los siguientes aspectos del aprovechamiento
pastoral: acotamientos, tipo de ganado, pocas de pastoreo, carga admisible, sistema de regulacin
del pastoreo y calendario de pastoreo.
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patrimonio natural
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Plan Especial: mejoras
Mejoras en el arbolado: podas de rejuvenecimiento y formacin de los montes altos, las limpias y resal-
veos de los montes bajos y medios y las rozas de regeneracin en las matas almohadilladas de ambos.
Mejoras pastorales. Las principales mejoras a considerar son las siguientes: eliminacin del matorral,
implantacin de cultivos forrajeros y/o pastizales artificiales, infraestructura, enmiendas y fertiliza-
ciones, establecimiento de puntos de suplementacin, correctores minerales, planificacin sanitaria.
Plan Especial: Balance Econmico y financiero.
Existe un programa de ayudas para llevar a cabo estos proyectos.
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2. MTODOS DE PRODUCCIN AGRARIA COMPATIBLES CON LAS EXIGENCIAS
DEL MEDIO AMBIENTE Y LA CONSERVACIN DEL ESPACIO NATURAL
La Orden para fomentar en las dehesas andaluzas el empleo de mtodos de produccin agraria compa-
tibles con las exigencias del medio ambiente y la conservacin del espacio natural
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tiene como objetivo general
mantener los sistemas de produccin extensivos agrosilvopastorales de las dehesas andaluzas, fomentando en
los mismos el uso de mtodos de produccin basados en la gestin integral y equilibrada de todos sus
recursos y, con ello, la proteccin de los mismos y de sus valores ambientales, de tanta trascendencia en estos
sistemas.
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DECRETO 31/1998, de 17 de febrero, por el que se establece un rgimen de ayudas para fomentar acciones de desarrollo y aprovechamiento
de los montes en zonas rurales de Andaluca. (BOJA nm. 35, de 28 de marzo de 1998)
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ORDEN de 6 de abril de 1999, conjunta de las Consejeras de Agricultura y Pesca y de Medio Ambiente, por la que se establece un rgimen
de ayudas para fomentar en las dehesas andaluzas el empleo de mtodos de produccin compatibles con las exigencias de proteccin del
medio ambiente y la conservacin del espacio natural. (BOJA nm. 50, de 29 de abril de 1999)
Cano, M.A. Consejera Medio Ambiente
Pastoreo en la Sierra Norte (Sevilla)
Este objetivo general se concreta a travs de los siguientes objetivos especficos:
Aprovechamiento ganadero extensivo que mejore el pastizal mediante el pastoreo adecuado, contribuya
a controlar la invasin del matorral y mejore las condiciones higinico sanitarias de los rebaos.
Mantenimiento de la cubierta vegetal en las zonas de fuerte erosin, que permita la estabilidad y mejora
del suelo.
Conservacin y mejora del estrato arbreo y arbustivo que mejore la fertilidad y el equilibrio hdrico del
suelo y contribuya a la prevencin de posibles incendios forestales.
Favorecer el uso mltiple de estos espacios, compatibilizando los aprovechamientos ganaderos y fores-
tales con el uso y disfrute de los valores paisajsticos y culturales de la dehesa.
Estas medidas van acompaadas de una serie de ayudas (bsicas y complementarias), de las que se bene-
fician los titulares de explotaciones de dehesa o las agrupaciones cuya finalidad principal sea la ganadera exten-
siva, y a la que se dedique una superficie mayor de 40 Ha, y que se comprometan a llevar a cabo un Plan de
Actuaciones durante un periodo de 5 aos.
Las normas aplicables en las explotaciones acogidas a las ayudas establecidas en esta Orden son las
siguientes:
a. No laboreo de ningn terreno con pendiente superior al 10%, salvo en el caso de los cortafuegos o
de las excepciones que se recogen expresamente en otros apartados.
b. Realizacin de prcticas normales que eviten el desarrollo de procesos erosivos, la formacin de
crcavas, deslizamiento de taludes, etc.
c. No se podrn efectuar labores en el suelo, de ningn tipo, y deber respetarse la vegetacin leosa
natural que crece en las riberas de ros, arroyos y barrancos, en una franja de 5 m en cada margen. Lo ante-
rior ser compatible con actuaciones puntuales, previas las autorizaciones que sean pertinentes, de rozas selec-
tivas dirigidas a controlar el desarrollo de zarzas y otro material pirfito.
d. En el caso de construccin de caminos se procurar minimizar su impacto, restaurndose, en su caso,
la cubierta vegetal deteriorada.
e. Efectuar las labores de conservacin y regeneracin de la arboleda (poda, limpia, clareo, resalveo y
proteccin de renuevos), en turno y forma adecuados a las caractersticas de la misma.
f. No se podrn efectuar extraccin de pies arbreos adultos o clareos que no estn incluidos en el Plan
de Actuaciones aprobado, ni cuenten con la autorizacin del rgano competente.
g. De acuerdo a lo que se establece en el artculo 44 de la Ley Forestal de Andaluca, deber llevarse a
cabo una poltica activa de prevencin de incendios, en concreto mediante la creacin y el adecuado mante-
nimiento de cortafuegos y, en su caso, fajas auxiliares, eliminacin del material pirfilo, y cualquier otra prc-
tica que se considere necesaria.
h. Ordenacin del estrato arbustivo y de matorral, estableciendo las prcticas adecuadas para su conser-
vacin o evolucin hacia estrato superior, cuando su inters ecolgico o circunstancias del terreno as lo acon-
sejen, o para su eliminacin, cuando sta sea conveniente para la mejora de los estratos arbreo y/o herbceo
existentes. No podrn hacerse labores de desbroce por medios mecnicos, si no estn incluidas en el Plan de
Actuaciones aprobado. Para ello, debern cumplir lo preceptuado en las normas vigentes de carcter general
y las que se puedan establecer adicionalmente en la concesin de las ayudas especficas para estas labores.
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i. Con carcter general no se podr roturar ningn terreno actualmente dedicado a pastos. Slo se
podrn exceptuar de esta norma los casos en que se pretenda llevar a cabo una mejora de pastos especial-
mente empobrecidos, en los que no contndose con una flora que permita una regeneracin adecuada por
otros medios, se considere tcnicamente aconsejable la roturacin para la introduccin de pratenses. Dicha
actuacin, que deber figurar expresamente en el Plan de Actuaciones aprobado, procurar minimizar el riesgo
de erosin y la prdida del horizonte superior, utilizndose aperos que no volteen el suelo. Asimismo, dicho Plan
recoger las actuaciones necesarias para asegurar la continuidad del proceso de mejora (abonados fosfricos
anuales, adecuacin del pastoreo, etc.), de modo que se asegure lo antes posible una cobertura vegetal.
j. Deber realizarse el aprovechamiento directo de los pastos mediante pastoreo, adecundose la carga
ganadera a las circunstancias de cada parcela, para evitar tanto condiciones permanentes de subpastoreo, que
puedan llevar a la degradacin de la composicin de los mismos, como de sobrepastoreo, entendindose ste
como aquel producido por cargas y/o permanencias excesivas que puedan poner en peligro la adecuada rege-
neracin del pasto o de la arboleda o la estructura y conservacin del suelo, al propiciar fenmenos erosivos
significativos.
k. Con carcter general, no se llevar a cabo ninguna actuacin que pueda suponer un impacto nega-
tivo importante en el paisaje.
l. Las construcciones o instalaciones de cualquier tipo debern hacerse procurando minimizar sus
impactos ambientales.
m. Las construcciones debern hacerse procurando guardar armona con la arquitectura popular de la
comarca y su integracin en el paisaje.
n. Las instalaciones ganaderas donde se puedan generar residuos, debern contar con los sistemas
adecuados para evitar vertidos directos o indirectos a cauces que puedan perjudicar la calidad de las aguas.
o. Debern conservarse los muros de piedra y otros elementos constructivos de inters histrico o antro-
polgico; los enclaves reducidos de inters faunstico o botnico; los setos, as como las singularidades paisa-
jsticas tales como peones, rboles o formaciones vegetales particulares.
p. No se destinarn zonas sin acondicionar para acumular basuras, estircol o cualquier material dese-
chable, debiendo disponerse de lugares destinados a tal fin, debidamente acondicionados para evitar incen-
dios, vertidos indeseables o impactos en el paisaje.
3. LA DEHESA ECOLGICA
Es el segundo sistema ecolgico (despus del olivar) en importancia y extensin, ocupando 9.506 Ha en
Andaluca. Dentro de la dehesa, existen una serie de prcticas recomendadas para el manejo de pastizales,
reguladas por el C.A.A.E., que tienen como objetivo optimizar los recursos que ofrece la finca, y sirven para
mejorar la produccin del pastizal natural, tanto en cantidad como en calidad. Entre esas recomendaciones se
encuentran:
a. Eleccin del mtodo de pastoreo. En este sentido, es primordial la eleccin del mtodo de pastoreo
que mejor se adecue a las caractersticas de la finca. Todos los mtodos tienen sus ventajas e inconvenientes
dependiendo del tipo de explotacin:
patrimonio natural
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Pastoreo continuo.
Pastoreo rotacional.
Pastoreo racional.
Pastoreo diferido.
b. Rotacin de cultivos. El manejo tradicional de los pastizales incluye un cultivo cada 3 a 10 aos,
dependiendo de la calidad del terreno, cuyo objetivo es la mejora de los pastos. Con ello se trata de reestruc-
turar el suelo, airearlo, eliminar brotes de plantas arbustivas o distribuir el estircol acumulado por el majadeo
de los animales.
c. Fertilizacin. La fertilizacin de los terrenos puede realizarse con productos minerales u orgnicos:
Minerales.
Orgnicos:
El majadeo nocturno o redileo.
El reparto de estircol, mantillo o compost.
El abono verde.
d. Conservacin de pastos y forrajes. Se trata de una prctica altamente recomendable para poder
tener forraje en reserva y poder emplearlo en la alimentacin del ganado en pocas de escasez de pastos como
la que se produce durante el verano.
e. Introduccin de especies pratenses. La introduccin de especies debe hacerse principalmente con
variedades autctonas, ya que tienen que estar bien adaptadas a las condiciones particulares del suelo y clima,
deben ser resistentes a enfermedades y plagas de la zona, y tener una elevada capacidad de permanencia en
los aos sucesivos. Por ello, aunque hoy da existe la costumbre generalizada de emplear semillas de importa-
cin para la mejora de nuestras praderas, es necesario hacer un esfuerzo para emplear semillas autctonas.
En cuanto a la carga ganadera, no existe una mxima permitida, pero se recomienda que no supere 0,5
Unidades de Ganado Mayor (UGM) por hectrea y ao.
ACTUACIONES PARA LA PUESTA EN VALOR DE LA DEHESA
Son muchas las maneras para valorar la importancia y la tradicin de nuestras dehesas, as como la cultura
de la trashumancia a la que ha estado ligada. De la formacin y de la responsabilidad de todos los protago-
nistas han de surgir programas consensuados y de respeto mutuo que permitan el desarrollo armnico, la
mejora de las condiciones de vida de la poblacin rural, el uso pblico de la naturaleza y la preservacin del
patrimonio comn. La labor de divulgacin puede llevarse a cabo de mltiples maneras, desde intervenciones
en los distintos medios de comunicacin hasta publicaciones y folletos, pasando por concursos y programas
educacionales.
Rutas culturales
El sistema de la dehesa es de una gran riqueza y variedad paisajstica, a la vez que tiene numerosas espe-
cies de flora y fauna (turismo ornitolgico), y de razas ganaderas autctonas, en muchos casos son caracters-
ticas exclusivamente de ciertas comarcas, por lo que tursticamente posee un gran potencial. El desarrollo de
actividades deportivas a pie (senderismo), en vehculos motorizados, en bicicleta, o incluso en tractores, pueden
hacer muy atractivo y autntico este tipo de paisaje para el visitante.
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Educacin Ambiental
Son numerosas las iniciativas desarrolladas en el campo de la educacin ambiental; desde la edicin de
Guas, publicaciones y manuales que lleguen a los sectores de la poblacin a los que queramos sensibilizar,
hasta la puesta en marcha de talleres y escuelas ambientales.
En los Centros de Educacin Ambiental, se desarrollan diversas actividades en torno al sistema de la
dehesa y a sus distintos elementos y funciones.
4.3. PAISAJES FORESTALES
La Ley Forestal Andaluza define montes o terrenos forestales como elementos integrantes para la orde-
nacin del territorio, que comprenden toda superficie rstica cubierta de especies arbreas, arbustivas, de mato-
rral, o herbceas, de origen natural o procedentes de siembra o plantacin, que cumplan funciones ecolgicas,
protectoras, de produccin, paisajsticas o recreativas.
Se entendern, igualmente, incluidos dentro del concepto legal de montes, los enclaves forestales en
terrenos agrcolas y aquellos otros que, an no reuniendo los requisitos sealados anteriormente, queden
adscritos a la finalidad de su transformacin futura en forestal.
CENTRO DE EDUCACIN AMBIENTAL LA DEHESA
TORREJN EL RUBIO. CCERES. EXTREMADURA.
En Extremadura, se encuentra el Centro de Educacin Ambiental La Dehesa, situado en Torrejn el
Rubio, a 8 Km del Parque Natural de Monfrage. Este Centro, pertenece a la asociacin Fondo Patri-
monio Natural Europeo, organizacin no gubernamental que realiza proyectos en todo el mbito
nacional para la conservacin del medio ambiente, contribuyendo al desarrollo rural y al mantenimiento
y restablecimiento de hbitats y especies amenazadas. Este centro tiene cinco lneas de actuacin: infor-
macin, formacin, conservacin, actividades de cooperacin en el rea de la juventud y educacin
ambiental.
Dentro del rea de informacin se promociona un turismo responsable con el medio ambiente, tanto a
nivel nacional como internacional, siendo este ltimo aspecto de gran relevancia, al haberse logrado un
aumento considerable de visitas a este Centro procedentes de otras comunidades y pases.
En lo referente a formacin, se vienen realizando cursos formativos en el mbito agroganadero con el
fin de lograr una mejor preparacin del trabajador del medio rural. A su vez, se han presentado varios
proyectos para crear empleo entre las mujeres del medio rural, por ser ste el colectivo con una mayor
problemtica laboral.
Dentro del apartado de conservacin, se gestionan los proyectos Dehesas y Proyecto 2001, as como
campaas de sensibilizacin y concienciacin sobre especies concretas.
En el rea de la juventud, se realizan actividades como campamentos, campos de trabajo e intercambios
internacionales de jvenes, fomentndose tambin la cooperacin transfronteriza con otros jvenes de
la regin del Alentejo (Portugal).
Cuenta con una exposicin permanente sobre la dehesa, un jardn botnico representativo del bosque
mediterrneo y un albergue, destinados todos ellos, al desarrollo de programas educativos. As, a travs
de la observacin, el descubrimiento y el aprendizaje se pretende crear un mejor conocimiento de la
dehesa y el bosque.
patrimonio natural
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Estos paisajes son los que ofrecen mayor biodiversidad, desde el punto de vista de la flora y la fauna.
Adems, al monte mediterrneo estn ligados numerosos aprovechamientos que se han venido realizando a
lo largo de los siglos, como: carboneo, apicultura, extraccin de corcho, recoleccin de plantas aromticas o
pastoreo entre otros.
Tal y como se establece en el Plan Forestal Andaluz dentro de los paisajes forestales de Andaluca, por
el tipo de formaciones vegetales y por la composicin pluviomtrica y climtica que se desarrolla, podemos
distinguir cinco zonas:
Zona mediterrnea xrica, formada por la vegetacin propia del monte mediterrneo, (encinas, alcorno-
ques, etc.).
Zona rida del sureste: la vegetacin en este caso est muy adaptada a la sequa.
Zona subhmeda.
Zonas abrigadas e hiperhmedas del suroeste, cercanas al litoral.
Alta montaa andaluza, se localizan por encima de los 1800 m. La alta accin antrpica ha originado
que, en muchas de estas zonas la vegetacin est constituida por matorrales especialmente adaptados a
los rigores climticos como los piornales.
Debido a la diversidad de condiciones climticas y fsicas que se dan en Andaluca y, sobre todo, a los
diferentes tipos de influencia humana y a su mayor o menor presin sobre el medio, encontramos distintos tipos
de ecosistemas.
Las formaciones de alcornocales son uno de los ecosistemas ms caractersticos de Andaluca. Ocupan
una superficie de 245.000 Ha, lo que supone un 50% de la extensin de alcornocales en Espaa. Son forma-
ciones arbreas ms o menos densas, que constituyen en la mayora de los casos dehesas.
Camoyn, A. Consejera Medio Ambiente
Monte Mediterrneo en la Subbtica cordobesa
patrimonio natural
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Otro de los ecosistemas forestales ms caracterstico de Andaluca son las estepas, que constituyen unos
sistemas muy interesantes, aunque sometidos a una fuerte presin que puede originar su desaparicin y dete-
rioro. La utilizacin humana ha dejado una huella importante y caracterstica en estos paisajes, encontrndose
todava restos de una rica cultura asociada a la ganadera y a otros aprovechamientos.
Las estepas son caractersticas de Andaluca Oriental, fundamentalmente en Almera (sudeste semirido),
comprendiendo una gran variedad de formaciones vegetales y de sustratos geolgicos y geomorfolgicos; y en
Granada, en las hoyas de Guadix y Baza.
Camoyn, A. Consejera Medio Ambiente
Encinares en Sierra Mgina (Jan)
Cano, M.A. Consejera Medio Ambiente
Aprovechamientos forestales. Extraccin de Corcho
Las nuevas polticas que se estn desarrollando para el fomento de nuestros paisajes forestales son, funda-
mentalmente:
El fomento del desarrollo del sector forestal, como factor de contribucin al desarrollo rural.
La proteccin de nuestro entorno natural y nuestro patrimonio forestal, y la renovacin de los bosques
daados.
El mantenimiento de la funcin social y recreativa de los bosques.
La mejora de la gestin sostenible de los bosques desde los puntos de vista ecolgico, econmico y
social.
1. ORDENACIN DE ESPACIOS FORESTALES
Ordenar un monte es, primeramente, fijar unos objetivos para a continuacin prever las medidas nece-
sarias para alcanzarlos. Los instrumentos previstos para ello son: el Proyecto de Ordenacin y el Plan Tcnico.
En ellos se ha de exponer la forma de organizar el monte conforme a las leyes econmicas y biolgicas, con el
fin de que persista para su uso y disfrute por las generaciones futuras, mantenga la necesaria biodiversidad, sea
suficientemente rentable para su propietario, y rinda, de forma regularizada y adecuadamente, conforme a las
condiciones ecolgicas del lugar. Todo ello mediante la aplicacin de tratamientos acordes a los destinos hacia
los que se quiere dirigir el monte y a los productos que se puedan obtener en base a una programacin a largo
y a corto plazo revisables peridicamente.
Puede decirse que la Ordenacin de Montes consiste en:
A. PLANIFICACIN:
Toma de datos (Inventario).
Definicin de objetivos y prioridades entre los mismos (Plan General).
Evaluacin de alternativas (Plan General, Plan Especial).
Toma de decisiones (Plan General, Plan Especial).
1. ORDENACIN DE ESPACIOS FORESTALES
A. Planificacin
B. Gestin
C. Control
2. ALTERNATIVAS PARA TIERRAS AGRCOLAS ABanDONADAS:
LA FORESTACIN
ACTUACIONES PARA LA PUESTA EN VALOR
A. Guas, publicaciones y folletos
B. Voluntariado ambiental
C. Zonas recreativas
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B. GESTIN, O EJECUCIN DE LA PLANIFICACIN (Planes anuales).
C. CONTROL, mediante la comparacin de lo planificado con lo ejecutado (Plan General, Plan Especial).
El hecho de que los recursos forestales sean naturales y renovables, que deban conservarse y, que adems
ejerzan funciones de proteccin sobre otros (suelo, agua, fauna, etc.), lleva a considerar la Ordenacin como
Planificacin fsica o de base ecolgica. La Ordenacin de Montes debera coordinarse con los Planes de Orde-
nacin del Territorio, que a su vez precisan de unos estudios ecolgicos de base (planificacin fsica), pero
tambin debera armonizar sus fines con la planificacin econmico-social de las comarcas y regiones donde se
localizan los montes.
Desde las distintas Administraciones se estn potenciando ayudas econmicas para favorecer los apro-
vechamientos sostenibles de los montes de particulares y entidades locales de libre disposicin no conveniados,
ni consorciados con la Administracin forestal (montes en rgimen privado). Estos montes, en el mbito de la
Comunidad Autnoma de Andaluca, representan ms del 70% de la superficie forestal.
La Consejera de Medio Ambiente gestiona una serie de ayudas orientadas al desarrollo y aprovecha-
miento de los montes de las zonas rurales
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. Con ellas se persigue la consecucin de los objetivos previstos en
la Ley Forestal de Andaluca en cuanto a proteger y conservar la cubierta vegetal, restaurar los ecosistemas
degradados, propiciar una utilizacin racional de los recursos naturales renovables, garantizar la integracin
productiva de los terrenos forestales con los usos social y recreativo de los mismos y, en definitiva, articular una
poltica forestal dirigida al mantenimiento de la diversidad biolgica, a la lucha contra la erosin, a la obtencin
de productos forestales, y a la generacin de empleo, establece como instrumento un rgimen de ayudas para
mejorar la gestin de los montes en rgimen privado. Las acciones que podrn ser objeto de ayuda son:
a. Elaboracin de Proyectos de Ordenacin de Montes, Planes Tcnicos y proyectos de repoblacin,
orientadas hacia una mejor gestin, conservacin y aprovechamiento de los recursos forestales.
patrimonio natural
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DECRETO 31/1998, de 17 de febrero, por el que se establece un rgimen de ayudas para fomentar acciones de desarrollo y aprovechamiento
de los montes en zonas rurales de Andaluca. (BOJA nm. 35, de 28 de marzo de 1998)
Sabater, A. Consejera Medio Ambiente
Trabajos forestales. Poda de encinas en la Sierra Norte Sevilla
50
b. Apertura, mejora y conservacin de cortafuegos, reas cortafuegos, fajas auxiliares y caminos fores-
tales, as como construccin, mejora y conservacin de puntos de agua cuando stos se encuentren a ms de
un kilmetro de otro punto de agua, depsito, embalse pblico o cauce con agua permanente.
c. Restauracin de montes afectados por los incendios, plagas, enfermedades forestales u otras agre-
siones de carcter natural.
d. Reforestacin de terrenos forestales desarbolados o rasos, as como regeneracin y densificacin
de masas claras y de masas con espesura abierta.
e. Implantacin de bosques de galera para favorecer la diversificacin del paisaje rural.
f. Tratamientos selvcolas de desbroce, resalveo, ruedos en alcornocal, limpia, primera clara, clareo,
poda, laboreo y seleccin de brotes; tratamiento de plagas y de enfermedades cuando los titulares de las explo-
taciones tengan la obligacin de realizar el tratamiento por la declaracin de la existencia oficial de una plaga
o de una enfermedad, o bien las fincas a tratar se encuentren situadas dentro de las zonas de actuacin
previstas en las campaas de tratamientos de esta ndole, que realice la Administracin Forestal de Andaluca;
as como abonado y otros tratamientos selvcolas de mejora del bosque.
g. Contribucin a la puesta en marcha y gestin de las Agrupaciones de Empresarios Forestales,
establecidas con el fin de ayudar a mejorar las condiciones econmicas de la produccin, explotacin y comer-
cializacin de productos forestales, siempre que incluyan la adopcin de medidas de sensibilizacin y de divul-
gacin de las actividades forestales.
h. Creacin de viveros que se requieran para los programas de reforestacin, siempre que se ubiquen
en las fincas sobre las que se acte.
Cano, M.A. Consejera Medio Ambiente
Aprovechamientos forestales en la Sierra de Hutor (Granada)
El uso recreativo y de ocio de los montes, as como de informacin didcticocientfica, es cada vez
mayor y est creciendo a un gran ritmo. Este notable inters por el medio natural se ha incrementado mucho
en Andaluca por la enorme diversidad y singularidad de los ambientes naturales de la regin, y por su buen
estado de conservacin, que permite disfrutar al ciudadano de un medio atractivo y saludable al mismo tiempo.
Han proliferado de manera notable, en los ltimos aos, los deportes blandos y distintas formas de relacin con
la naturaleza (agroturismo, senderismo, etc.), lo que ha originado novedosas frmulas de aprovechamiento del
medio natural y, sobre todo, puestos de trabajo para las personas que viven en las zonas rurales.
2. ALTERNATIVAS PARA TIERRAS AGRCOLAS ABANDONADAS: LA FORESTACIN
La forestacin de tierras agrarias es una actuacin que surge en 1992 como medida de acompaa-
miento de la PAC, y que establece un rgimen de ayudas a las transformaciones forestales de la agricultura. Su
desarrollo a nivel estatal
38
se realiza en 1996 y a nivel autonmico
39
durante 1998:
La forestacin contribuye a la integracin de la agricultura y la selvicultura, y se ofrece como una alter-
nativa que permite la diversificacin de actividades en el mundo rural, junto con otro tipo de alternativas posi-
bles, tales como la extensificacin y el barbecho, los cultivos especiales o las actividades de recreo y turismo,
segn las condiciones particulares de cada explotacin.
Son objeto de forestacin las superficies agrarias, entendidas como aquellas que hayan sido objeto de
algn aprovechamiento agrario regular antes del 31 de julio de 1992 y hayan contribuido a la formacin de la
renta del titular de la explotacin. Entre los distintos tipos estn:
Tierras ocupadas por cultivos herbceos (tierras arables).
Barbechos y otras tierras no ocupadas.
Huertos familiares.
Tierras ocupadas por cultivos leosos.
Prados naturales.
Pastizales.
Montes de alcornocal.
Monte abierto y dehesas, siempre que las copas no cubran ms del 20% de la superficie y se utilice prin-
cipalmente para pastoreo.
Erial y pastos.
Los beneficiarios de las ayudas son titulares de explotaciones agrarias, pudiendo ser stos personas
fsicas o jurdicas (cooperativas, comunidades de bienes, etc.), y las agrupaciones formadas por los mismos. Se
establecen una serie de prioridades segn el tipo de beneficiario.
Las ayudas contemplan: gastos de forestacin, prima de mantenimiento y prima compensatoria:
Gastos de forestacin. Son las ayudas destinadas a compensar los gastos de forestacin de las tierras
agrarias, y su cuanta mxima vara en relacin al tipo de especie elegida.
patrimonio natural
51
38
REAL DECRETO 152/1996, de 2 de febrero, por el que se establece un rgimen de ayudas para fomentar inversiones forestales en explota-
ciones agrarias y acciones de desarrollo y aprovechamiento de los bosques en las zonas rurales. (BOE nm. 45, de 21 de febrero de 1996)
39
DECRETO 127/98, de 16 de junio por el que se establece un rgimen de ayudas para fomentar inversiones forestales en explotaciones agra-
rias. (BOJA nm. 68, de 20 de junio de1998)
Prima de mantenimiento. Se trata de una prima anual por hectrea forestada, durante los cinco primeros
aos desde el inicio de la plantacin, cuyo fin es cubrir los gastos de marras de la superficie forestada.
Prima compensatoria. Prima anual por hectrea forestada, destinada a compensar la prdida de ingresos
derivados de la forestacin de las tierras que con anterioridad tenan otro aprovechamiento agrario. Esta
prima tendr una duracin mxima de 20 aos a partir del momento en que se inicia la plantacin.
ACTUACIONES PARA LA PUESTA EN VALOR DE LOS PAISAJES FORESTALES
El paisaje es tambin un recurso y en su lectura atenta tenemos enriquecedoras posibilidades de forma-
cin y de realizacin personal. Las polticas del medio ambiente seguirn siendo intiles si no cuentan con la
aceptacin y la participacin de los ciudadanos. La lectura de nuestros propios paisajes es la mejor forma
de valorizacin de nuestro entorno y tambin de educacin ecolgica, educacin que no ser manipuladora
pues no requiere eslganes ni moralejas. (GONZLEZ BERNLDEZ, 1981).
En Andaluca tenemos numerosos ejemplos de actuaciones que persiguen la valorizacin de nuestros
paisajes forestales por la poblacin: desde los Centros de Interpretacin de la Naturaleza hasta las escuelas de
verano o los campos de trabajo, talleres de ecologa, etc., que ensean a los ms pequeos a amar la naturaleza.
Son numerosas tambin las rutas, itinerarios sealizados y los jardines botnicos en pleno paisaje forestal.
Un instrumento que est demostrando un importante efecto detonante de esa sensibilizacin son los materiales
didcticos como Guas y Publicaciones, en los que se resalta la importancia de las singularidades paisajsticas de
una determinada comarca, muy tiles para la educacin ambiental.
GUA DEL PATRIMONIO NATURAL E HISTRICO
SIERRA DE LAS NIEVES Y SU ENTORNO. MLAGA.
Esta Gua ha sido financiada por la Iniciativa Comunitaria LEADER II, editada por la Mancomunidad de
Municipios de la Reserva de la Biosfera Sierra de las Nieves y su Entorno y ha contado con la colabo-
racin del Centro de Profesorado y el Gabinete Pedaggico de Bellas Artes de Mlaga.
Consta de dos publicaciones: una Gua del Patrimonio de la Reserva de la Biosfera Sierra de las Nieves
y su Entorno, en formato de fichero, dirigida a los escolares de enseanza secundaria de la zona y al
pblico en general, y unas Orientaciones Didcticas para el Profesorado.
Los contenidos han sido muy seleccionados, al estar limitados por un lado por la extensin de la obra,
y por otro por su carcter divulgativo.
La gua est dividida en tres partes: una Introduccin dedicada a aspectos generales del territorio, otra
centrada en el patrimonio Natural y una tercera dedicada al Patrimonio Histrico. La parte del Patrimonio
Natural se ha dividido en otros tantos ecosistemas que se pueden distinguir en la zona.
Se pretende que sea un documento de educacin Ambiental, que incentiva la concienciacin y partici-
pacin ciudadana en la conservacin y mejora de su entorno. La presentacin y difusin de estos mate-
riales ha ido acompaada de unos cursos de formacin del profesorado de la zona para optimizar su
utilidad.
52
Voluntariado ambiental
La promocin del voluntariado ambiental es una forma de facilitar la participacin de la sociedad anda-
luza en la prevencin o, en su caso, la correccin de los problemas ambientales de su mbito. Por ello, se
promueven actividades en el marco del Programa de voluntariado ambiental de Andaluca. Son actividades
promovidas por asociaciones y entes locales (ayuntamientos y mancomunidades), en las que los voluntarios
desarrollan su labor en su entorno cercano. Se trata de un proyecto de actividades en el que pueden participar
jvenes de toda Andaluca, que conviven durante diez das para desarrollar de forma conjunta un programa de
actividades concretas de conservacin y mejora de un espacio natural protegido. Las tareas a desarrollar
pueden encuadrarse en varias lneas: defensa del medio forestal, conservacin de especies de flora y fauna, etc.
Zonas recreativas
Para el disfrute de la poblacin se deben adecuar zonas recreativas que permitan estar en contacto con
la naturaleza sin perjudicar el medio, para ello existen una serie de directrices y recomendaciones que a conti-
nuacin se sealan:
Creacin de reas de estancia con infraestructuras para picnic y aparcamiento.
Sealizacin de itinerarios en conexin con las reas de estancia. Definicin conjunta de logotipos,
carteles, etc.
Creacin de un sistema de informacin que permita la redistribucin de la presin recreativa en las
distintas reas de estancia, cuando se sobrepasen los lmites para cada zona.
Establecer unas normas del usuario, que se dispongan junto a la sealizacin, informando sobre las
restricciones de uso y normas de comportamiento.
Crear un centro de informacin e interpretacin de la naturaleza que canalice la afluencia de escolares e
informe sobre los rasgos del parque.
Preparar un sistema de uso rotativo de reas de estancia, durante el que se debern realizar trabajos de
restauracin de daos, mejora y conservacin.
Establecer puntos de depsito de basuras en las reas de estancia, asegurando su recogida y prohibiendo
depositar basuras en cualquier otro lugar.
Concienciar a los visitantes sobre la necesidad de respetar la naturaleza, para lo que se solicita evitar
daos a los rboles y plantas.
Evitar las interferencias de los distintos tipos de usuarios; sobre todo de los visitantes hacia los que realizan
actividades tradicionales, como la ganadera.
Limitar las actividades recreativas en las zonas y durante las pocas sensibles para la fauna.
Potenciar el conocimiento de los lugares y tradiciones de inters del parque, tanto los naturales como los
humanos.
4.4. ZONAS HMEDAS
Dentro de nuestros paisajes, debido a las condiciones climticas, la existencia de zonas de acumulacin
de agua conlleva la aparicin de vegetacin que contribuye a aumentar la biodiversidad, favoreciendo el esta-
blecimiento de un nmero de especies tanto de flora como de fauna.
patrimonio natural
53
Las riberas poseen una alta diversidad y tienen gran importancia en Andaluca, debido a la aridez de
muchos de nuestros ecosistemas, dando lugar a formas de vida propias.
Los embalses, infraestructuras de gran envergadura creadas por el hombre para garantizar grandes vol-
menes de agua para diferentes usos y/o controlar en muchos casos las avenidas o riadas que se producan ante-
riormente a su construccin, estn en su mayora totalmente integrados con el medio y son lugares de gran
inters para la poblacin como uso turstico y recreativo. Adems, suponen un alto atractivo para el estableci-
miento de aves.
Las lagunas constituyen, en la mayora de los casos, lugares menos alterados y de gran biodiversidad,
por lo que el uso que pueda darse en ellas es fundamentalmente la observacin de aves. La mayora de las
lagunas de Andaluca son espacios protegidos (Reservas Naturales o Reservas Naturales Concertadas) como la
Laguna de Fuente de Piedra (Mlaga), Zoar, Agua Amarga o Salobral (Crdoba).
La restauracin y valorizacin de estos ecosistemas y paisajes singulares, muy a menudo integrados en
contextos ridos de campia o estepas, debe tender a aumentar la heterogeneidad de hbitats, manteniendo
la diversidad e irregularidad de formas que se observan en la naturaleza. A gran escala, la vegetacin de las
riberas se configura bsicamente como una cinta o banda que acompaa al cauce a lo largo de su recorrido,
constituyendo las llamadas galeras. Las riberas son uno de los paisajes ms degradados por las actividades
humanas, al estar el suelo que ocupan sometido a una fuerte demanda, tanto por su fertilidad para la agricul-
tura como por su relieve favorable para la ubicacin de ncleos urbanos, industrias, vas de infraestructura, etc.
1. RIBERAS
Las reas de ribera son uno de los sistemas ms productivos del paisaje continental, tanto para los ecosis-
temas naturales como para los sistemas agrarios. Al mismo nivel que las reas riparias concentran recursos natu-
rales, la disponibilidad del agua, la suave topografa de las vegas, la disminucin del riesgo de inundaciones
debido a la regulacin de los caudales, entre otros factores, las ha convertido en un foco de atraccin para
concentrar diversas actividades de los colectivos humanos: agricultura, ganadera, industrias, reas urbanas,
explotaciones de ridos, o propsitos de esparcimiento. Todo ello ha supuesto una degradacin paulatina y
continua de las mrgenes y riberas fluviales. (STERLING, 1996).
Ser intil cualquier restauracin si no se procede con anterioridad a mejorar o eliminar la causa de
perturbacin. Debe potenciarse la colaboracin de la poblacin vecina en los proyectos de recuperacin. No es
posible llevar a buen fin proyectos de restauracin o intervencin en los cauces que supongan un enfrenta-
miento con los usuarios (pescadores, agricultores...), porque el proyecto dejar de ser viable.
1. RIBERAS
A. Recuperacin de la salud del ro
B. Recuperacin de la biodiversidad del ro
C. Recuperacin del vnculo hombrero
D. Recuperacin del ro como lugar de ociosostenible
2. HUMEDALES
3. EMBALSES
54
patrimonio natural
55
Para realizar una intervencin en una ribera hay que tener en cuenta cules son los problemas y qu se
quiere conseguir:
A. RECUPERACIN DE LA SALUD DEL RO:
Analizar el grado de contaminacin de las aguas y cules son las fuentes de esa contaminacin.
Detectar vertederos clandestinos.
Limpiar y corregir las fuentes contaminantes all donde sea posible.
Elaborar un documento de conclusiones para elevarlo a las autoridades correspondientes.
B. RECUPERACIN DE LA BIODIVERSIDAD DEL RO:
Realizar estudios sobre las especies de fauna y flora, y su presencia actual en el ro.
Disear planes de recuperacin de estas especies y proteger sus hbitats.
Disear planes de repoblacin con determinadas especies.
Lora, A.
Ribera en la Sierra de Hornachuelos (Crdoba)
56
C. RECUPERACIN DEL VNCULO HOMBRERO:
Poner en marcha programas de educacin ambiental para nios, jvenes y adultos.
Recoger y valorizar tradiciones en torno al ro.
Recuperar la memoria histrica de la vinculacin con el ro, mediante la valorizacin de elementos como
molinos, norias, azudes, acequias, etc. En los molinos se pueden instalar restaurantes y alojamientos
rurales, dando as un nuevo uso a estas estructuras y potenciando la actividad turstica.
D. RECUPERACIN DEL RO COMO LUGAR DE OCIO SOSTENIBLE:
Recuperar antiguos caminos para senderismo.
Disear modelos tursticos sostenibles.
Promocionar la pesca sin muerte.
Recuperar las zonas degradadas.
Instalar cabaas de observacin de aves.
Formar guas de la naturaleza.
Los actuales conflictos que generan los usos intensivos de los ros obligan a desarrollar frmulas de
concertacin para la bsqueda del consenso entre todos los agentes implicados. Los contratos de ro, frmula
francesa de concertacin social, son un modelo que puede ser transferido a nuestro pas, como se explica en
el ejemplo que viene a continuacin.
Ceder Somontano
Ro Cinca. Somontano. Aragn
CONTRATO DEL RO CINCA
CENTRO DE DESARROLLO DEL SOMONTANO
BARBASTRO. HUESCA. ARAGN.
El Grupo de Trabajo del Cinca, creado siguiendo el modelo francs, es una experiencia pionera que tiene
como principal objetivo el reflexionar y conseguir consensos sobre los usos y gestin del ro Cinca El
Centro de Desarrollo del Somontano detect la gran preocupacin existente entre diversos colectivos
locales por el estado del ro Cinca y de sus zonas adyacentes. Existen gran diversidad de usos del agua,
entre ellos: aprovechamientos hidroelctricos, para regado, usos intensivos de produccin pisccola,
extracciones de ridos, adems de los usos recreativos habituales como la pesca y el bao. Todas estas
demandas han originado una gran presin hacia las concesiones de agua, y se han traducido en un
fuerte deterioro del ro y de sus riberas. Igualmente, existe un fuerte deterioro por el impacto causado
por diferentes obras, como la propia construccin de la Presa de El Grado o las ms actuales extracciones
de ridos.
En este contexto, desde el GDR se conocan las experiencias existentes en materia de resolucin de
conflictos y acuerdos de gestin locales que haban instaurado las autoridades francesas. En el marco de
un Proyecto de cooperacin transnacional financiado con la Iniciativa Comunitaria LEADER II, el GDR y
el Grupo francs de Avant Pays Savoyard (Rhne-Alpes) desarrollan unas acciones de transferencia de
saber hacer. El Somontano transfiere la experiencia de SENDA, una feria de medio ambiente y mundo
rural, y el grupo Rhnealpino transfiere los modelos de contratos de ro, una metodologa que el Somon-
tano empieza a aplicar en torno al Ro Cinca.
Los objetivos que se persiguen con el pacto del ro son:
Introducir en la gestin del ro la participacin ciudadana desde el mbito de lo local.
Disear a travs de la participacin ciudadana de los grupos de inters e implementar un Plan soste-
nible y plurianual en torno al Ro Cinca.
Restaurar un rea concreta de ro muy deteriorada.
Tras una serie de estudios previos, en 1998 se constituy el Grupo de trabajo del Ro Cinca, compuesto
por representantes de centrales hidroelctricas como ENHER e HidroNitro, de asociaciones de regantes,
pescadores, grupos ecologistas, colectivos ciudadanos preocupados por el Medio Ambiente, de la feria
de medio ambiente SENDA, empresas extractoras de ridos, representantes de los municipios ribereos
y de las dos instituciones con competencias en la materia como son la Confederacin Hidrogrfica del
Ebro y el Gobierno de Aragn.
La funcin de este grupo de trabajo es la de ser un foro de anlisis y reflexin sobre la situacin del ro,
con el fin de elevar propuestas a los organismos competentes.
En las primeras reuniones del grupo de trabajo, adems de acordar la metodologa del trabajo, se
detect la necesidad de realizar una accin formativa para el colectivo con el fin de formarles sobre cues-
tiones bsicas de Poltica de Aguas por parte de la C.H.E. y el Gobierno de Aragn. Igualmente se realiz
una nueva reunin del grupo de trabajo con el fin de que cada agente pueda explicar al resto su actua-
cin sobre el ro y su poltica futura. Como el ro y el agua es un asunto complejo, para intentar encon-
trar frmulas de consenso, necesariamente se debe descomponer el problema en otros ms sencillos y
simples. De esta forma se ha desagregado el ro en cinco bloques temticos: el cauce y la extraccin de
ridos, el ro como recurso natural, usos sociales y recreativos, sensibilizacin hacia la poblacin, los
planes de la administracin.
A finales de junio del 2000 est previsto poder concretar el contrato de ro. Se han realizado tambin
las primeras jornadas sobre gestin local de los ros en Barbastro, con la participacin de expertos fran-
ceses y del mundo universitario.
En materia de sensibilizacin ambiental, el GDR y un conjunto de profesores, representando a todo el
colectivo escolar, estn diseando unos cuadernos didcticos sobre el ro, destinados a todo el colectivo
escolar de la comarca.
patrimonio natural
57
58
2. HUMEDALES
Los humedales son lugares con una alta tasa de actividad biolgica. Su valor ecolgico es especialmente
elevado en el mbito mediterrneo, donde su reducida extensin les hace todava ms preciados.
En estas zonas la actividad agraria suele ser una prctica habitual, siendo necesario un mayor control de
los usos de fitosanitarios y pesticidas, de forma que se minimicen los impactos negativos sobre este frgil ecosis-
tema.
Las prcticas agrcolas recomendadas se caracterizan por:
No cultivar ni quemar en las mrgenes ms prximas al humedal.
Regular y racionalizar el empleo de los fertilizantes y productos fitosanitarios en los cultivos de la zona.
Impedir los vertidos directos y respecto a los drenajes, reconducirse hacia otras zonas o ser depurados o
tratados. Los humedales son sistemas cerrados con una baja capacidad de absorber contaminantes.
Gestionar adecuadamente el nivel de agua en el caso de los humedales con aprovechamiento para agua
de riego.
Existe un rgimen de ayudas
40
para fomentar el empleo de mtodos de produccin compatibles con las
exigencias de la proteccin del medio ambiente y la conservacin del espacio natural en determinados hume-
dales y sus rea de influencia y en las Zonas de Especial Proteccin para las Aves (ZEPAS).
40
ORDEN, de 6 de abril de 1999, por la que se establece un rgimen de ayudas para fomentar en determinados humedales y sus reas de
influencia y en las Zonas de especial Proteccin para las Aves (ZEPAs), as como en sus reas de influencia, el empleo de mtodos de produc-
cin agraria compatibles con las exigencias del medio ambiente y la conservacin del espacio natural. (BOJA nm. 50, de 29 de abril de 1999).
Molina, J. Consejera Medio Ambiente
Humedal de las Marismas de Odiel (Huelva)
patrimonio natural
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3. EMBALSES
Los embalses poseen un alto potencial desde los puntos de vista recreativo y de uso pblico, e incluso
para la avifauna. En muchos de los embalses que actualmente existen en Andaluca se han desarrollado nume-
rosas actividades, aprovechando los recursos de la zona, como su situacin en enclaves de elevado inters
natural y paisajstico. Un ejemplo de ello es el del conjunto de embalses del Conde de Guadalhorce y Guadal-
horceGuadalteba, en la provincia de Mlaga, donde se han desarrollado un gran nmero de actividades en
torno de este recurso tan valioso y apreciado que es el agua, aprovechando adems las potencialidades de la
zona por su alto valor paisajstico.
Existen numerosas actividades que se pueden desarrollar en estas zonas, como reas de Picnic y acam-
pada, deportes nuticos, reas de bao, etc.
Lora, A.
Pantano de GuadalhorceGuadalteba (Mlaga)
Consejera Medio Ambiente
Uso recreativo en el Pantano de Bornos (Cdiz)
4.5. FLORA Y FAUNA
El conocimiento de la diversidad biolgica, en su doble vertiente flora y fauna, es bsico para la aplica-
cin de una correcta poltica de conservacin, valorizacin y proteccin del medio natural.
1. FLORA Y FAUNA SILVESTRE
La flora y la fauna constituyen elementos muy importantes de nuestro patrimonio y, para poderlos valorar,
hay que conocerlos. La elaboracin de planes de recuperacin de determinadas especies que estn en peligro,
la edicin de guas, etc. son una buena manera para ello. Existe una legislacin especfica para la regulacin
de la colecta, utilizacin y proteccin de la flora y fauna andaluza
41
. Adems, dentro de los anexos de la Direc-
tiva Hbitats se recogen los catlogos de especies amenazadas.
A. LA FLORA
Andaluca es, salvando algunos ambientes insulares, la regin ms rica de Europa en endemismos vege-
tales. Las tcnicas de conservacin de la flora se pueden dividir en dos grandes grupos:
a. Tcnicas in situ, que contemplan la conservacin de los recursos vegetales en sus propios hbitats y
localidades naturales. Las acciones de proteccin in situ contemplan, por un lado la proteccin legal de los hbi-
tats y, por otro, los planes de recuperacin especficos para cada una de las especies susceptibles de ser protegidas.
b. Tcnicas ex situ, se desarrollan fuera de las reas de distribucin natural de las especies, aplicando
soluciones variadas, que van desde las colecciones de campo y bancos de semillas, hasta el cultivo de tejidos.
Colecciones de campo.
Bancos de germoplasma.
Bancos de tejidos.
Jardines botnicos.
Por otra parte, la Etnobotnica como mtodo de recuperacin y preservacin del conocimiento tradi-
cional de los recursos vegetales, de su manejo, extraccin y manufacturacin, constituye actualmente una de
las lneas prioritarias en los estudios sobre conservacin y biodiversidad. Esta ciencia tiene gran importancia en
muchas zonas de nuestro medio rural.
Los planes de desarrollo y gestin medioambiental deben contemplar el conocimiento de los usos tradi-
cionales de las plantas y las tcnicas empleadas para su aprovechamiento, tanto en lo referente a prcticas de
cultivo como a la explotacin silvestre tradicional de las mismas, lo que permitir hacer compatible el desarrollo
econmico, la conservacin y la proteccin del territorio, as como la conservacin del patrimonio cultural de
60
41
DECRETO 104/94, de 10 de mayo de 1994, por el que se establece el Catlogo Andaluz de especies de la flora silvestre amenazada. (BOJA
nm. 107, de 30 de marzo de 1994).
REAL DECRETO 439/1990, de 30 de marzo, por el que se regula el Catlogo Nacional de especies amenazadas. (BOE nm. 85, de 4 de abril
de 1990).
patrimonio natural
61
la poblacin. Existe una larga tradicin de uso de especies vegetales que se centra principalmente en el campo
de las plantas medicinales, aromticas y condimentarias. En este ltimo sentido, el matorral mediterrneo es
muy rico en especies productoras de esencias.
JARDN BOTNICO DE CRDOBA.
CRDOBA.
En este sentido, destaca la labor que desempea el Jardn Botnico de Crdoba, Fundacin Pblica
gestionada por el Excmo. Ayuntamiento y la Universidad de Crdoba, como institucin dedicada al
estudio del mundo vegetal, desarrollando una serie de funciones y proyectos encaminados a la conser-
vacin y difusin cultural de la naturaleza, aunando funciones sociales, didcticas y cientficas a travs
de visitas, programas educativos, actos culturales, exposiciones, conferencias, congresos, publicaciones
cientficas y de divulgacin, programa de recursos fitogenticos andaluces e investigacin.
Entre sus instalaciones se encuentran el Banco de Germoplasma Andaluz, en el que se almacenan
semillas de la flora andaluza; el Cultivo In Vitro, a travs del cual se ha logrado reproducir especies del
territorio andaluz que se encuentran en peligro de extincin; tambin en el Jardn se encuentra una
coleccin de fsiles vegetales y un herbario en el que se almacena material vegetal en forma de plantas
prensadas. Cabe destacar, dentro del Jardn Botnico, por su labor de divulgacin el Museo de Etno-
botnica por ser un museo pionero en Andaluca que muestra la relacin que ha tenido el hombre con
las plantas a lo largo de la historia.
Cano, M.A. Consejera de Medio Ambiente
Digitalis purpurea
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B. LA FAUNA
La actividad cinegtica en Andaluca es una fuente adicional de ingresos en muchos lugares. Paralela-
mente, la observacin de aves o de otras especies est generando un tipo de turismo alternativo que est
mostrando un gran inters por muchas de nuestras zonas.
En Andaluca existen un total de 321 especies animales protegidas, por su carcter endmico o por
estar en vas de extincin o desaparicin. Para recuperar estas especies ha sido y es necesario realizar grandes
esfuerzos para proteger sus hbitats, eliminar actitudes y actividades negativas, o corregirlas en su caso,
restaurar los condiciones favorables para su desarrollo, y llevar a cabo medidas de conservacin ex situ y de
restitucin de poblaciones en su medio natural.
PROYECTO CARO
LOS VLEZ. ALMERA.
El Grupo Naturalista Mahimn est llevando a cabo un programa de reintroduccin del Buitre Leonado
en la comarca de Los Vlez, bajo la denominacin de Proyecto caro. Este tiene como objetivo funda-
mental iniciar el asentamiento y futura reproduccin del buitre en la Comarca, reduciendo las posibles
causas de mortalidad no natural de los ejemplares, y asegurando la tranquilidad y proteccin de las
parejas y de sus reas crticas para posibles nidificaciones.
Este proyecto de reintroduccin se lleva a cabo gracias a la labor desinteresada de voluntarios ambien-
tales, miembros de la Asociacin Naturalista Mahimn y el apoyo de la iniciativa LEADER II Comarca de
los Vlez S.A.
Los primeros pasos ya se han dado y se ha construido un comedero-aviario donde se han introducido
varias parejas de buitres procedentes de diversos puntos de Andaluca, que tras un periodo de aclimata-
cin, sern liberados.
Consejera Medio Ambiente
Ciervo
patrimonio natural
63
2. FLORA Y FAUNA DOMSTICA
Numerosas especies han sido domesticadas a lo largo de los siglos para su utilizacin por el hombre.
Muchas de estas especies se han llegado a adaptar a condiciones limitantes, siendo su conservacin esencial
para el mantenimiento de la actividad agraria en muchas zonas de Andaluca.
A. CONSERVACIN DE RAZAS DOMSTICAS ANDALUZAS
Las razas autctonas de ganado se han adaptado al medio a travs del tiempo con el resultado de una
gran integracin en el mismo. Se pueden considerar como valiosa herencia de la naturaleza y de la cultura.
Muchas de estas razas han surgido en Andaluca por un proceso influido por la cultura andaluza de cada poca.
Estas razas han supuesto un hecho cultural en s, repercutiendo en la gastronoma, el folklore, las costumbres
y saberes populares, etc. Han sido y son, una parte de Andaluca, constituyendo una importante fuente de
riqueza en el pasado. Como tales, tienen la posibilidad de ser utilizadas como material de enseanza e investi-
gacin en la historia y en la etnologa.
Los objetivos de la conservacin de este tipo de razas son (RODERO, 1994):
Conservacin de genotipos de inters cientfico.
Proteccin y promocin de razas de inters en zonas agrcolas especiales de rgimen extensivo.
Conservacin del patrimonio gentico con vista a posibles futuros cambios en la tecnologa de las explo-
taciones y gustos de los consumidores.
Posibilidad de cruzar con otras razas mejoradas pero de menor adaptacin.
De tipo cultural, ya que su existencia est ligada a costumbres y usos tradicionales.
Consejera Medio Ambiente
Vacuno en la Sierra de Hornachuelos (Crdoba)
Mojones
Muros de piedra
Deberan ser reconstruidos con materiales propios de la zona. A ser posible, debido a su coste, relativa-
mente elevado, deberan ser prioritarios en tramos con conflicto de propiedad o uso.
68
44
Decreto 155/1998, de 21 de julio, por el que se aprueba el Reglamento de Vas Pecuarias (BOJA nm. 87, de 4 de agosto de 1998)
Restauracin de hbitats
El reconocimiento de las especies a reintroducir permite gestionar el rea, de manera que se creen las
condiciones especficas necesarias para su supervivencia.
Repoblar segn uno de estos dos criterios: introducir nicamente un conjunto de especies pioneras o
establecer desde el principio una poblacin muy diversa (en terrenos de gran extensin).
Crear zonas de sombra y cobijo, fuentes de alimentacin,... Las actuaciones se centrarn en adaptar la
topografa a las necesidades previstas, establecer un sustrato edfico e implantar una cubierta vegetal
estable.
Establecer charcas, restituir veredas y reponer setos.
Establecer cubierta herbcea y plantar ejemplares arbreos y matorral.
E. VERTEDEROS DE ESTRILES Y BASURAS
Un uso muy frecuente de los huecos finales de excavacin es el de depsitos de basuras, escombros y
residuos industriales slidos. Se podr realizar en zonas prximas a ncleos de poblacin.
Este uso de los huecos de las minas abandonadas es el menos noble, pero al mismo tiempo el ms codi-
ciado por algunas autoridades municipales, pudiendo llegar a desembocar en puntos altamente desagradables
y molestos si los vertidos se realizan de manera incontrolada y con emisin continua de humos, olores e incluso
de aguas contaminadas. El relleno se realizar en reas de pequeas dimensiones, de 0,3 a 1 Ha, con el fin de
reducir la superficie descubierta y poder proceder a la recuperacin simultnea de otras zonas.
F. DEPSITOS DE AGUAS Y ABASTECIMIENTO
Los huecos profundos de minas y canteras es posible utilizarlos como depsitos de almacenamiento de
agua con diversos fines.
A continuacin se recoge, a modo de resumen, un esquema con los usos posibles de los terrenos degra-
dados.
84
patrimonio natural
85
HBITAT PARA
LA FAUNA
USO
AGRCOLA
USO
AGRCOLA
INMEDIATAMENTE DESPUS
A LA EXTRACCIN
SE RECUPERA LA ZONA INMEDIATAMENTE
DESPUS DE QUE LA ACTIVIDAD
HAYA FINALIZADO
USO
FORESTAL
USO
DEPORTIVO
SIMULTNEAMENTE A LA
EXTRACCIN
SE RESTAURA LA ZONA ALTERADA DE FORMA
INMEDIATA Y AL MISMO TIEMPO QUE EST
LLEVANDO A CABO LA ACTIVIDAD MINERA
USO
FORESTAL
USO
RECREATIVO
VEGETACIN
ORIGINAL
POSTERIORMENTE A LA
EXTRACCIN
UNA VEZ ALTERADO SE ABANDONA LA ZONA
ALTERADA Y NO SE RECUPERA
MALAS CONDICIONES
NO HAY REGENERACIN NATURAL
ZONA IMPRODUCTIVA
BUENAS CONDICIONES
REGENERACIN NATURAL
INTERVENCIN DEL HOMBRE
HBITAT PARA
LA FAUNA
USO
RECREATIVO
HBITAT PARA
LA FAUNA
RECUPERACIN O RESTAURACIN
AL CABO DEL TIEMPO DE LA ZONA
DEGREDADA O ABANDONADA
CONDICIONES MALAS CONDICIONES BUENAS
USO
RECREATIVO
ZONA
IMPRODUCTIVA
VEGETACIN
ORIGINAL
USO
AGRCOLA
USO
FORESTAL
USO
RECREATIVO
Usos posibles para terrenos degradados por actividades extractivas en funcin de que se produzca su restauracin
simultneamente, inmediatamente despus a la extraccin o al cabo del tiempo. Fuente: Manual de Restauracin
de terrenos y evaluacin de impactos ambientales en minera (1989).
4.8. LOS SISTEMAS DE INFORMACIN
GEOGRFICA, LA TELEDETECCIN, LAS IMGENES SATLITE
Y LA CARTOGRAFA COMO HERRAMIENTAS PARA
LA PUESTA EN VALOR DEL PATRIMONIO
Un Sistema de Informacin Geogrfica (SIG) es un conjunto de programas informticos que nos
permiten incorporar, almacenar, analizar y modelizar informacin referida al territorio. Los SIG se pueden definir
como aquellas herramientas que hacen posible la representacin de un espacio geogrfico en un soporte infor-
mtico.
Adems, son una herramienta de gran utilidad cuando se desea obtener una gran cantidad de informa-
cin de distinto tipo, tratarla para convertirla en conjuntos de datos compatibles, combinarlos y exponer los
resultados sobre un mapa.
Los SIG son un potente instrumento para la gestin y la puesta en valor del territorio. Las etapas son:
Entrada de datos.
Anlisis y gestin.
Obtencin de resultados.
Los resultados que se pueden obtener de los SIG son mapas simples (de situacin, descriptivos, etc.), y
mapas complejos.
En diferentes Organismos y Universidades se est trabajando en esta lnea y actualmente existe informa-
cin en diferentes escalas y formatos, que puede ayudar y facilitar enormemente los proyectos y actuaciones
del medio, tanto natural como en otros mbitos.
Las aplicaciones de los Sistemas de Informacin Geogrfica son mltiples: inventarios de recursos fores-
tales, hidrologa, evaluacin de pastizales, caracterizacin de reas rurales,
En este sentido, cabe destacar, la labor que est realizando el Servicio Centralizado de Informacin del
Territorio (SCIT) (http://www.uco.es/), de la Universidad de Crdoba creado para la captacin y tratamiento de
las imgenes enviadas por diversos satlites y el desarrollo de sistemas de informacin del territorio, sirviendo
de apoyo a la investigacin y a la enseanza.
La teledeteccin es la observacin remota de la superficie terrestre. Esta ciencia no engloba slo los
procesos que permiten obtener una imagen desde el aire o el espacio, sino tambin su posterior tratamiento,
en el contexto de una determinada aplicacin.
La teledeteccin se puede aplicar en muy diversos campos, tales como estudios cartogrficos, ambien-
tales, gestin de recursos geolgicos y agroforestales, evaluaciones de impacto ambiental, cartografa de reas
incendiadas, cartografa e inventario de cultivos por especies, seleccin de rutas ptimas para nuevas vas de
comunicacin, siendo especialmente til en los campos de la geografa, la biologa, las ciencias forestales y agro-
nmicas, as como la cartografa.
La cartografa existente est en diferentes formatos, escalas y en algunos casos es temtica (suelos, vege-
tacin, etc.), y est disponible en diversos organismos:
86
patrimonio natural
87
4.9. CONSIDERACIONES FINALES SOBRE LAS
INTERVENCIONES EN EL PATRIMONIO NATURAL
En este captulo se ha podido comprobar la importancia que posee nuestro Patrimonio Natural y algunas
de las medidas existentes para poner en valor los paisajes y elementos de los mismos. Las pautas de interven-
cin para proteger y aprovechar todos estos elementos son enormes y en estas pginas slo se han recogido
una parte de ellas. Sin embargo, la riqueza y diversidad que ofrece este patrimonio supone tambin la posibi-
lidad de llevar a cabo otras muchas acordes con las potencialidades de sus territorios.
Una vez que se han desarrollado estas pginas referentes a las pautas para la intervencin en el Patri-
monio Natural recogemos, a modo de sntesis, en los puntos que a continuacin se sealan, los aspectos ms
importantes que habran de tenerse en cuenta para llevar a cabo un proyecto de puesta en valor del Patrimonio
Natural:
1. El procedimiento ms idneo para valorizar este Patrimonio sera considerar las maneras de actuar, las
costumbres y prcticas que se han venido realizando a lo largo de los siglos en nuestros paisajes y qu
causas son las que los han configurado. El Patrimonio Natural no es esttico y su puesta en valor signi-
fica llevar a cabo un aprovechamiento racional de los recursos. Adems, dada la diversidad de paisajes
de Andaluca, hace que no se pueda establecer una metodologa general para la intervencin.
2. Existen un gran nmero de herramientas legales para la proteccin y gestin de nuestro patrimonio
natural. Unas ampliamente reconocidas, como los espacios protegidos y otras, de menor difusin, pero
de igual importancia.
3. Considerar el Patrimonio Natural como un activo de desarrollo debe tener como objetivo principal el
implicar a la poblacin en dichos proyectos, para asegurar su xito. No se puede olvidar que los proyectos
INFORMACIN DISPONIBLE
Cartografa: digital y en papel
Imgenes satlite
Modelo digital del terreno
Instituto Geogrfico Nacional
(IGN)
http://www.cnig.ign.es/
Inventarios cartogrficos
Inventarios toponmicos
Ediciones de mapas antiguos
Instituto de Cartografa de Andaluca
Consejera de Obras Pblicas y Transportes
http://www.cica.es/aliens/icacopt/
Base de datos socioeconmica
Base de datos de relieve
Base de datos de uso y vegetacin
Base de datos de residuos txicos y peligrosos
Base de datos de suelos
Base de datos sobre clima y atmsfera
Base de datos de emisin
Base de datos de imgenes digitales
Base de datos de aguas
SinambA
Consejera de Medio Ambiente
http://www.cma.junta-andalucia.es/
de restauracin y conservacin de cualquier sistema natural deben ser aceptados y apoyados activamente
por las poblaciones ms cercanas.
4. Y por ltimo, hacer hincapi en que una buena gestin del Patrimonio Natural conlleva una colaboracin
entre los agentes pblicos y privados.
88
BIBLIOGRAFA
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90
ndice
1. Definicin y mbito de actuacin del Patrimonio Etnolgico 5
2. Diagnstico del Patrimonio Etnolgico en Andaluca 9
3. Marco institucional y legislativo 12
3.1. La proteccin del Patrimonio Etnolgico en el mbito mundial 12
3.2. La proteccin del Patrimonio Etnolgico en el mbito europeo 13
3.3. La proteccin del Patrimonio Etnolgico en el mbito estatal 15
3.4. La proteccin del Patrimonio Etnolgico en el mbito autonmico 16
3.5. La proteccin del Patrimonio Etnolgico en el mbito provincial 18
3.6. La proteccin del Patrimonio Etnolgico en el mbito local 19
4. Pautas para la intervencin en el Patrimonio Etnolgico 20
4.1. Culturas del trabajo y saberes tradicionales 21
A. Recopilacin de informacin 26
B. Proteccin legal 30
C. Difusin y sensibilizacin 30
D. La revalorizacin de las culturas del trabajo como recurso cultural 33
E. Recuperacin de las tcnicas tradicionales de produccin conectadas a las nuevas pautas
de consumo 36
4.2. Artesanas 37
A. Conocimiento de las artesanas locales 41
B. Difusin y sensibilizacin 43
C. El uso de las artesanas como recurso pedaggico 45
D. La revalorizacin de las artesanas como recurso cultural 49
E. La revalorizacin de las artesanas como recurso econmico 50
patrimonio etnolgico
4.3. Gastronoma tradicional 52
A. Recopilacin de las tcnicas gastronmicas tradicionales 54
B. Difusin y sensibilizacin 57
C. La revalorizacin de la gastronoma tradicional como recurso econmico 60
4.4. Tradicin oral 63
A. La recopilacin como fuente de conocimiento 65
B. Difusin y sensibilizacin 66
C. La puesta en valor de la tradicin oral como recurso pedaggico 69
4.5. Fiestas tradicionales 70
A. Recopilacin 73
B. Participacin de la poblacin y puesta en valor 75
4.6. Consideraciones finales sobre las intervenciones en el Patrimonio Etnolgico 80
Bibliografa 81
5
1. DEFINICIN Y MBITO DE ACTUACIN
DEL PATRIMONIO ETNOLGICO
En este epgrafe se abordarn temas tales como la definicin del Patrimonio Etnolgico y el mbito que
abarca, sus caractersticas y funciones, su relacin con el resto del Patrimonio Cultural y la importancia que tiene
su revalorizacin para el desarrollo del medio rural andaluz.
El Patrimonio Etnolgico, tal y como se entiende en la Ley de Patrimonio Histrico de Andaluca, est
compuesto por los lugares, bienes y actividades que alberguen o constituyan formas relevantes de expresin
de la cultura y modos de vida propios del pueblo andaluz
1
. Desde este supuesto, el mbito del patrimonio
etnolgico est compuesto por las manifestaciones de carcter inmaterial, es decir, las actividades, procedi-
mientos, costumbres, usos y creencias; y por aquellas otras de carcter material que son manifestacin concreta
de las anteriores. Entre estos ltimos se encuentran los espacios construidos y los bienes muebles que stos
albergan, los cuales estn ntimamente relacionados tanto con aquellos como con las actividades que les han
dado razn de ser.
Dicho trmino posee un carcter integrador. Sin embargo, a efectos de esta Gua se ha extrado de este
bloque el Patrimonio Arquitectnico, que ser tratado en el captulo siguiente por criterios de operatividad. En
consecuencia, en este captulo, trataremos la parte del Patrimonio Etnolgico compuesta por el conjunto de
manifestaciones culturales, de carcter inmaterial, y aquellos bienes muebles (artesanas, herramientas, utensi-
lios, etc) que sean representativos del modo de actuar y de concebir el mundo por parte de una sociedad en
un momento y lugar determinados.
Esto quiere decir, la forma de relacionarse que tiene un colectivo tanto con los dems como con el medio
que le rodea, y que ser fruto tanto de la sabidura popular que nos ha sido transmitida a lo largo de genera-
ciones, como de los nuevos elementos que se irn incorporando a ese bagaje cultural como consecuencia de
las nuevas vivencias colectivas que una poblacin protagoniza.
En la actualidad el Patrimonio Etnolgico atraviesa una situacin favorable para su puesta en valor al estar
contemplado como uno de los objetivos fundamentales dentro de la poltica cultural de la Unin Europea.
Hasta el momento, su estudio y difusin se han venido integrando en proyectos culturales subvencionados por
1
Ley 1/91, de 3 de Julio, de Patrimonio Histrico de Andaluca. (BOJA num. 59, de 13 de julio de 1991) (Ttulo VII, art. 61)
la Direccin General X de Cultura, de la Comisin Europea, la cual toma el nombre Educacin y Cultura a
partir de 1999.
Estas medidas unidas a otro tipo de iniciativas tomadas por algunas instancias de la administracin auto-
nmica, provincial y local, hacen de este patrimonio un reto para el desarrollo endgeno y sostenible de las
reas rurales desfavorecidas, entre las cuales se encuentran las de Andaluca. Su relevancia como recurso peda-
ggico, cultural y, en muchos casos, turstico y econmico, ha hecho que se le dedique una atencin impor-
tante a esta parte de la cultura tradicional que se ha constituido histricamente como factor determinante en
la conformacin de la identidad de la poblacin rural.
El objetivo que ahora se plantea es el de ayudar al lector a comprender la importancia que tiene la protec-
cin del Patrimonio Etnolgico para la salvaguarda de la diversidad cultural y del desarrollo sostenible. Y, al
mismo tiempo, introducirle en aquellas cuestiones que ms interesar conocer de cara a realizar una puesta en
valor de este patrimonio de la manera ms adecuada, y su inclusin dentro de programas de intervencin ms
amplios en los que se pudiera articular, de una manera integral, junto al Patrimonio Natural y Arquitectnico.
El Patrimonio Etnolgico es rico y variado, por lo que resultara una labor inalcanzable intentar valorizarlo
y protegerlo en su totalidad. Por tanto, en la labor de seleccin o de priorizacin se deberan tener en cuenta
varios factores:
Por una parte, el hecho de que buena parte de este patrimonio, como son algunas tcnicas y conoci-
mientos que han estado ligados a las actividades econmicas tradicionales, ya se encuentren extinguidos
y/o hayan dejado de ser operativos dentro del nuevo sistema econmico, por lo cual no tendra sentido
recuperarlo, simplemente conocerlo y difundirlo.
En otros casos, nos encontramos con prcticas tradicionales que estn perfectamente asumidas por una
colectividad, habindose integrado perfectamente en la vida cotidiana, como es el caso de determinadas
manifestaciones rituales de religiosidad popular. La Semana Santa, entre otras, se encuentra claramente
valorada y su continuidad parece asegurada por el momento, por lo que quizs debiramos centrar
nuestra atencin en determinados aspectos de este patrimonio que estn ms descuidados o cuya conti-
nuidad sea ms insegura.
Existe otra parte de ese Patrimonio Etnolgico que, sin embargo, puede estar menos reconocida o valo-
rada por su cercana en el tiempo histrico, como es el caso de la historia oral. O que, a pesar de ser sufi-
cientemente valorada, est escasamente articulada en el resto de la economa, por lo cual puede encon-
trar serios problemas para su continuidad. Es el caso de las artesanas o la gastronoma.
Para el tratamiento de este patrimonio se han seleccionado cinco tipologas bsicas:
Culturas del trabajo y saberes tradicionales. Consideradas como aquellas que se han generado a partir
de la experiencia en las principales actividades econmicas tradicionales, como eran las agroganaderas,
pesqueras, industriales y comerciales.
Artesanas. Aquellos procedimientos y producciones no seriadas y que han estado relacionadas tradicio-
nalmente con la cocina, el mobiliario domstico, el mobiliario urbano, los rituales religiosos, las actividades
econmicas y los juegos.
Gastronoma. Aquellos procedimientos alimentarios tradicionales que aparecan claramente diferen-
ciados segn el nivel socioeconmico de la familia, el momento ritual, la estacin, as como aquel conjunto de
tcnicas de conserva y utensilios para la elaboracin y consumo de los alimentos.
6
patrimonio etnolgico
7
Tradicin oral. Aquella parte de la cultura local que est formada por los cuentos, leyendas, refranes,
sabidura popular, ancdotas y chascarrillos que son transmitidos generacionalmente y que hacen referencia a
las historias de vida y a la historia local.
Fiestas tradicionales. Aquel conjunto de manifestaciones rituales tradicionales, de carcter ldico y reli-
gioso, como podran ser las ferias, carnavales, romeras, Semana Santa, cruces de mayo o Va crucis, entre otras.
El Patrimonio Etnolgico posee dentro de la cultura una importancia capital que se deriva de su signifi-
cado. El aspecto que quizs ms interese conocer de este patrimonio es que supone la base sobre la que se
construye, a travs de la historia y de las experiencias colectivas, la identidad cultural de los pueblos.
El testimonio ms patente de ello es la pervivencia de determinados referentes culturales en la memoria colec-
tiva de las gentes y la continuidad en la prctica de determinadas actividades y costumbres, socialmente reco-
nocidas, que nos han sido transmitidas por nuestros antepasados.
Esos conocimientos, costumbres y actividades aparecen indiscutiblemente unidos a nuestros paisajes
forestales, agrarios y urbanos, y han configurado el territorio segn las necesidades y estrategias que han tenido
las poblaciones que lo habitan a lo largo de su historia. De esta manera, la cultura ha influido decisivamente
en la conformacin de los paisajes naturales, en la construccin de los espacios habitados o en el diseo
de los espacios de relacin.
Este patrimonio tiene tres caractersticas bsicas que resultan de sumo inters sealar si queremos
proceder a su mejor conocimiento:
Por una parte, tiene carcter dinmico, es decir, est vivo y al ser una construccin social est sujeto a
una continua evolucin y cambio al hilo de los nuevos tiempos. Por tanto, ser fruto de una simbiosis
entre la sabidura popular que nos ha sido transmitida durante generaciones, con las nuevas costumbres
y conocimientos que se van incorporando a nuestras vivencias cotidianas. Su mbito ser tan extenso que
quedaran incluidas dentro de l todas las prcticas y actividades, sean stas antiguas, nuevas o emer-
gentes, siempre que sean representativas de la forma de actuar de un grupo humano. La nocin de Patri-
monio es cambiante, y an ms su contenido, y como no es posible protegerlo todo, o al menos docu-
mentarlo todo, ni sera sensato aspirar a ello, la angustia lo invade a veces todo, (MORENO, 1991).
Por ello, a efectos de esta Gua, el mbito de las intervenciones se restringir preferentemente a aquellas
actividades y conocimientos que puedan estar en peligro de extincin, para recopilarlas, conocerlas y
ponerlas en valor.
Otro aspecto que se debera tener en cuenta es el carcter integral del Patrimonio, que se nos presenta
como un sistema en el que todas y cada una de sus partes estn interrelacionadas y no tendran sentido
si no es en el contexto general donde se han creado. De esta manera, el Patrimonio Etnolgico ser inse-
parable del Natural y del Arquitectnico. Nadie podra imaginarse una romera sin el paraje natural donde
se celebra o sin la ermita. De igual modo, la actividad de la molienda de trigo sin la parcela de la que se
abastece de grano y sin el molino. Por tanto, Los bienes culturales, no slo estn ubicados en lugares
determinados, sino que, adems, constituyen partes importantes del mismo al definirlos y dotarlos de
personalidad (OLIVER, 1991).
Por ltimo, no se debe olvidar el aspecto que quizs sea ms importante de cara a priorizar y detectar
aquellos elementos que sean ms representativos de nuestra cultura. Nos referimos al carcter identifi-
cador del Patrimonio Etnolgico. Es decir, las prcticas y actividades no encierran un valor por s mismas
como manifestaciones ms o menos pintorescas, sino que son relevantes por el significado que poseen
para la poblacin que participa y se ve representada e identificada en ellas. Prueba de ello es la gran
variedad de fiestas, danzas, gastronoma, culturas del trabajo y dems actividades que existen en el terri-
torio andaluz. Por ejemplo, la Semana Santa es una celebracin comn en toda la comunidad autnoma,
sin embargo en cada pueblo y ciudad se celebra de una manera concreta. En todas nuestras poblaciones
existen romeras, cofradas, artesanas, gastronoma, pero la diversidad de formas en las que se mani-
fiestan representa la idiosincrasia de cada una de las poblaciones donde aparecen.
La gran riqueza y diversidad que presenta el Patrimonio Etnolgico en Andaluca es fruto de un largo
proceso histrico y social, desarrollado en un mbito territorial en el cual se han ido superponiendo los legados
de las diversas civilizaciones. La recuperacin y continuidad de muchas de estas costumbres y prcticas se
plantea en la actualidad como un reto para el desarrollo del medio rural por varias razones fundamentales:
Es un recurso cultural que facilita el reforzamiento de la identidad de la poblacin mediante el fomento
de la autoestima.
Es un recurso pedaggico, ya que en la actualidad tiene grandes posibilidades como herramienta para
la formacin de las nuevas generaciones.
Es un potencial endgeno que se puede rentabilizar para la diversificacin de rentas de la poblacin
rural y tambin como reclamo turstico.
8
9
2. diagnstico DEL patrimonio
ETNOLGICO EN ANDALUCA
Acontinuacin realizaremos un breve anlisis sobre cul es el estado actual del Patrimonio Etnolgico
en el medio rural andaluz y las causas que han incidido mayormente en ello, para terminar con una referencia
concreta a la situacin que atraviesan algunas de las tipologas que hemos destacado para esta Gua, sus
problemas y posibilidades.
Como se coment en pginas anteriores, en la actualidad se est dando una situacin favorable para
la revalorizacin del Patrimonio Etnolgico, reforzada por las nuevas demandas de un turismo cultural
que desde las ciudades se est orientando cada vez ms hacia las zonas rurales, ya que stas son identificadas
con aspectos tales como la tranquilidad y la calidad de vida. Simultneamente se est produciendo un creciente
aprecio por las culturas locales, su gastronoma, su historia, sus artesanas y fiestas tradicionales.
Esto ocurre en un contexto de mayor sensibilizacin de las poblaciones hacia lo propio, y tambin
de la administracin autonmica respecto a la necesidad de salvaguardar determinadas costumbres, prcticas
y conocimientos que son representativos de la cultura andaluza. Este inters ya apareca en la definicin de los
objetivos bsicos del Estatuto de Autonoma de Andaluca
2
, dentro de los cuales est afianzar la conciencia de
identidad andaluza, a travs de la investigacin, difusin y conocimiento de los valores histricos, culturales y
lingsticos del pueblo andaluz en toda su riqueza y variedad.
As mismo, el Patrimonio Etnolgico se contempla tambin dentro de la legislacin sobre Patrimonio Hist-
rico de Andaluca, que introduce aspectos novedosos como la posibilidad de incluir determinadas actividades y
prcticas tradicionales relevantes en los expedientes de catalogacin de Bienes de Inters Cultural (B.I.C.), as
como en los Lugares de Inters Etnolgico. Ello ampla el campo de la proteccin a todas las formas de expre-
sin y modos de vida del pueblo andaluz, sean stas tradicionales, recientes o emergentes.
Estos casos de proteccin, a pesar de ser objeto de propuestas, an son escasamente contemplados en
los planeamientos urbansticos. Una causa de ello es el desconocimiento o la desvalorizacin que existe entre
sus propios protagonistas acerca del enorme potencial que tienen. En unos casos esta situacin es consecuencia
de la propia modernidad, dentro de la cual, algunas de estas manifestaciones culturales han sido consideradas
arcaicas para conseguir el desarrollo de nuestros pueblos. En otros casos por tratarse de actividades o costum-
bres, relativamente recientes, que son vividas con tal cotidianeidad que ni los propios protagonistas son cons-
cientes del valor cultural que stas poseen. Algunas de las causas que lo han provocado son las siguientes:
2
Estatuto de Autonoma de Andaluca, de 28 de febrero de 1980 (Art. 12).
patrimonio etnolgico
La facilidad con que se puede manipular, existiendo el peligro de crear falsas identidades o sobreva-
lorar aquella parte del patrimonio ms histrico-artstica. Esta situacin puede resultar peligrosa, ya que,
teniendo en cuenta que buena parte del Patrimonio Etnolgico an es poco conocido, se menosprecia-
ran sus aspectos ms sencillos o modestos.
La influencia de los medios de comunicacin en las conductas de la poblacin rural. Ello ha afectado
sobre todo a su autoestima, porque al extender modelos de comportamiento y de consumo ms urbanos
y homogneos, han creado, en muchos casos, una conciencia negativa sobre sus propias costumbres y
prcticas tradicionales.
El proceso de cambio social, intensificado a partir de mediados del siglo XX, ha provocado la desapari-
cin de muchas de las actividades, oficios y costumbres tradicionales, con el consiguiente peligro que ello
supone en cuanto a la desaparicin de toda una sabidura tradicional asociada a ellos.
En el caso de los oficios relacionados con las actividades econmicas tradicionales, la decadencia ha
sido fruto de la introduccin de nuevos productos, as como la sustitucin de muchos sistemas de aprovecha-
miento y tcnicas tradicionales por otras nuevas. Al mismo tiempo se ha dado una creciente mecanizacin de
los oficios con la consiguiente prdida de buena parte de las antiguas tcnicas de produccin. Sin embargo, s
es cierto que, a pesar de ello, siguen conservndose en la actualidad determinadas costumbres y tcnicas tradi-
cionales que han sido integradas en modelos nuevos de produccin. Esto se complementa con la creciente reva-
lorizacin de los productos autctonos y la demanda de una agricultura poco agresiva con el medio ambiente
En el caso de los oficios artesanos, las causas que han provocado su declive son varias. Entre ellas la
mejora del nivel de vida y la existencia de un amplio abanico de posibilidades laborales, que ha provocado que
muchas estirpes de artesanos desaparecieran debido a la prdida de relevo generacional ocasionada por la
preferencia de las ltimas generaciones hacia otras ocupaciones. Otra causa ha sido la transformacin de las
actividades tradicionales a las que estos oficios surtan (en la agricultura, pesca e industria, se utilizaban herra-
mientas, maquinaria y elementos artesanales diversos). En la actualidad existen adems otros factores que
pueden limitar la continuidad de estos oficios, como pueden ser la escasa rentabilidad econmica de estas
empresas, motivada por la escasa valoracin de estos productos en el mercado.
Sin embargo, las artesanas poseen diversas posibilidades de cara a su revalorizacin. Su uso como objetos
de decoracin, la inclusin de las artesanas dentro de programas de desarrollo turstico y la potenciacin de
las actividades artesanales como recurso cultural y econmico, abren nuevas expectativas dentro de los
Programas de Desarrollo Rural.
EJEMPLOS DE PROPUESTAS
PARA LA PROTECCIN DE LAS ACTIVIDADES TRADICIONALES.
En la actualidad ya existen casos en los que se ha tenido en cuenta la relevancia de determinadas acti-
vidades tradicionales como factor prioritario en la solicitud de catalogacin de un bien inmueble o de un
espacio agrario, e incluso como elementos a tener en cuenta en las intervenciones urbansticas. Entre
ellos se encuentran la propuesta de incoacin de un cine de verano, en Sevilla; la catalogacin de casas
de vecinos o corrales, en la misma ciudad; la pronunciacin negativa ante el proyecto de ensancha-
miento de una de las calles ms caractersticas de la ciudad, donde los portales y aceras an continan
teniendo una funcin importante como espacios de relacin y de transicin entre el mbito pblico (la
calle) y el privado (la casa); o de la incoacin de la Huerta de Pegalajar (Jan) como Lugar de Inters
Etnolgico por la relevancia de su construccin y de su cultura del agua.
10
Por otra parte los artesanos estn creando progresivamente asociaciones para promocionarse y comer-
cializar sus productos. Prueba de ello son las numerosas muestras de artesanas, exposiciones y ferias que estn
proliferando por todo el territorio andaluz, e incluso la participacin de muchos de ellos en ferias de carcter
estatal e internacional.
En el caso de la gastronoma, las causas de su decadencia han sido varias. Entre ellas se pueden sealar
la modernizacin y homogeneizacin de las pautas de alimentacin; la posibilidad de abastecerse en las
tiendas, en cualquier poca del ao, de gran variedad de productos que antes estaban sujetos al ciclo esta-
cional; la incorporacin de nuevas tecnologas al hogar; as como las propias transformaciones que se han
producido en los tipos y los ritmos de trabajo; la incorporacin de la mujer al mundo laboral y, por tanto,
tambin los cambios en los hbitos culinarios.
No obstante, se est asistiendo en la actualidad a una revalorizacin de la dieta mediterrnea auspiciada
en gran parte por la demanda de un turismo de interior que, cada vez ms, gusta de consumir la gastronoma
tradicional. La rentabilidad que este patrimonio encierra para el desarrollo rural se basa, no slo en la protec-
cin de unos hbitos culinarios, sino tambin en la produccin y comercializacin de productos locales trans-
formados mediante prcticas de elaboracin y de conserva tradicionales.
No todos los municipios tienen un suficiente conocimiento del Patrimonio Etnolgico local. Esto se
produce con mayor frecuencia entre los sectores de poblacin ms joven, ya que, adems, estos temas apenas
se incluyen en los programas docentes. Por otra parte, son escasas las ofertas de cursos de formacin profe-
sional que tengan en cuenta los recursos culturales endgenos. En este mismo sentido, las asociaciones locales
y los Ayuntamientos tienen una labor fundamental en lo que se refiere al desarrollo de jornadas culturales
diversas para la sensibilizacin e implicacin local en el conocimiento y proteccin de las costumbres y saberes
tradicionales.
Llegado este punto hay que sealar que el Patrimonio Etnolgico posee una gran fortaleza como recurso
que se puede explotar o rentabilizar econmicamente y como elemento clave para el reforzamiento de la iden-
tidad local, constituyendo un mecanismo estratgico para la reproduccin de la identidad de los pueblos y de
las peculiaridades de las culturas.
Adems, la rentabilidad econmica y la funcin cultural no estn reidas, y la prueba la tenemos en las
actividades de carcter festivo-religioso de Andaluca. stas, adems de constituir piezas clave en el sistema
de relaciones sociales de la poblacin rural, tambin pueden contribuir de manera importante a la economa
local, al funcionar como atractivo turstico y, por tanto, a crear valor aadido en diversos sectores econmicos,
generalmente los del sector servicios (hostelera y restauracin).
Este Patrimonio Etnolgico posee un enorme valor como recurso cultural, social y econmico por lo que
su proteccin y puesta en valor se plantea como un reto para el desarrollo rural de nuestra Comunidad Aut-
noma. Su articulacin con otros aspectos de nuestro Patrimonio Cultural (Natural y Arquitectnico) debe tenerse
en cuenta al afrontar ese desarrollo desde el planteamiento de planes integrados donde los propios recursos
sean utilizados para conseguir un desarrollo sostenible.
patrimonio etnolgico
11
12
3. MARCO INSTITUCIONAL
Y LEGISLATIVO
Acontinuacin se abordarn las temticas relativas a la situacin legal del Patrimonio Etnolgico, los
distintos mbitos institucionales que, a nivel mundial, estatal, autonmico, provincial y local, mantienen dife-
rentes recomendaciones y legislaciones sobre la salvaguarda y tutela de este patrimonio. As mismo, se har refe-
rencia a las ayudas que se destinan a su conocimiento, difusin y puesta en valor, bien de manera especfica
desde programas culturales, o bien porque este patrimonio pueda ser recogido dentro de otros programas, de
carcter ms amplio, como recurso para el desarrollo.
El carcter inmaterial de esta parte del Patrimonio Etnolgico hace que su delimitacin y salvaguarda sea
complicada y que se haya convertido en uno de los temas ms conflictivos a la hora de hacer propuestas de
proteccin. Ello explica que hasta el momento no se hayan establecido desde ningn mbito institucional dispo-
siciones legales que determinen qu tipo de actividades y cmo deben preservarse.
Sin embargo, el inters es creciente a nivel mundial. En este sentido, han sido numerosas las recomen-
daciones de la UNESCO y del Consejo de Ministros de la Unin Europea, que establecen una serie de principios
en esta materia e intentan concienciar a los Estados Miembros sobre la necesidad de proteger esta parte de la
cultura.
3.1. LA PROTECCIN DEL
patrimonio ETNOLGICO EN EL MBITO MUNDIAL
En este mbito es la UNESCO (Organismo de las Naciones Unidas para la Educacin, la Ciencia y la
Cultura) la instancia con competencias en Patrimonio Etnolgico. sta reconoce la importancia que tiene en la
actualidad la salvaguarda de la especificidad cultural como requisito indispensable para lograr la libertad y la
paz en el mundo. Muchas de sus recomendaciones han supuesto verdaderas iniciativas, al haber sido asumidas
por gran parte de los Estados Miembros para la promulgacin de leyes sobre Patrimonio en sus respectivos
pases. En el caso concreto del estado espaol, supuso la promulgacin de la Ley de Patrimonio Histrico en
1985.
En base a esos criterios, la UNESCO ha promovido desde 1970 diversas Convenciones en las que ha
participado tambin la OMPI (Organizacin Mundial de la Propiedad Intelectual), a partir de las cuales han
surgido diversas recomendaciones sobre la proteccin del folklore. Entre ellas destacan las siguientes:
patrimonio etnolgico
13
En cuanto a las acciones concretas que realiza la UNESCO, hay que destacar la decisin sobre la decla-
racin de ciudades y paisajes Patrimonio de la Humanidad. Dentro de la larga lista de inscripciones se
encuentran varios casos andaluces. En estos expedientes se abordan, entre otros temas, los relativos a la iden-
tidad de las poblaciones y las costumbres sobre prcticas sociales y econmicas locales.
Estos expedientes son supervisados por ICOMOS (Consejo Internacional para Monumentos y Sitios) que
es el organismo asesor de la UNESCO en materia de Patrimonio. ste ha impulsado tambin una serie de Cartas
internacionales referidas a la proteccin y conservacin del Patrimonio en el marco de las polticas de desarrollo,
entre las que destacan la Carta sobre Turismo Cultural de 1976.
La UNESCO tambin cuenta con el apoyo del Observatorio Interats de Polticas Culturales y Regio-
nales. Se trata de una agencia independiente, de creacin reciente y sin finalidad lucrativa, dedicada a la
cooperacin cultural internacional a partir del intercambio de polticas culturales territoriales, as como a otros
temas relacionados con prcticas culturales territoriales (turismo, patrimonio y medio ambiente).
3.2. LA PROTECCIN DEL
patrimonio ETNOLGICO EN EL MBITO EUROPEO
En el mbito europeo, las competencias en materia de Patrimonio Etnolgico son cada vez ms nume-
rosas. La Unin Europea (UE) se est convirtiendo en un verdadero rgano de gobierno y de legislacin que
marca las polticas de actuacin que deben seguir los Pases Miembros en esta materia adaptando sus polticas
estatales.
En este sentido se han abordado interesantes proyectos donde se contempla el Patrimonio Cultural como
factor de desarrollo socioeconmico y territorial. Es el caso del Proyecto 10 sobre Cultura y Regiones, de la
Comisin Europea. O en otro campo, el Marco Comunitario de Apoyo para el Desarrollo y el Ajuste de las
Regiones Menos Desarrolladas (1994-99), que sigue la lnea marcada por el Libro Blanco e incide en la recu-
peracin y desarrollo de tradiciones y races culturales vinculadas a la actividad turstica, as como en la reva-
lorizacin del patrimonio histrico, monumental o tradicional susceptible de uso turstico.
El estudio del Patrimonio Etnolgico resulta capital dentro de lo que podramos llamar poltica cultural
de la UE, gestionada por la Direccin General de Educacin y Cultura. Al mismo tiempo, su revalorizacin
como recurso para el desarrollo territorial supone una de las estrategias principales dentro de la poltica de
cohesin social y econmica, concretamente desde la Direccin General de Agricultura, y que se recoga
ya en las bases del Artculo 130 y siguientes del Tratado de las Comunidades Europeas. Los instrumentos
Convencin para adoptar las disposiciones sobre la proteccin jurdica del folklore (entre1970 y 1980).
Convencin para adoptar disposiciones tipo para leyes nacionales en esta materia (1982, Ginebra).
Conferencia General de la UNESCO donde se adoptan Recomendaciones para la salvaguarda del
folklore, recopilacin, preservacin y divulgacin de ste (1989).
Sesiones conjuntas entre el Comit de Expertos y la OMPI donde se abord el mismo tema (1996,
Ginebra).
Frum Mundial UNESCO-OMPI donde se adoptaron Recomendaciones para la proteccin, conserva-
cin y medios jurdicos, su explotacin econmica y la proteccin internacional del folklore (1997,
Tailandia).
14
con que se cuenta para poner en marcha estas polticas son los Fondos Estructurales, gestionados por los
diversos programas europeos creados con el fin de reducir las desigualdades regionales en el seno de la Comu-
nidad.
El Patrimonio Etnolgico constituye un elemento importante dentro de esta poltica y en l intervienen
muchos programas de la Comisin de forma directa o indirecta. Estos programas han ido encaminados al aseso-
ramiento y promocin de proyectos de revalorizacin en el marco de las polticas de desarrollo regional de los
Pases Miembros.
En la actualidad, han concluido los plazos de vigencia de la gran mayora de estos programas, pero est
prevista la aprobacin de un paquete de medidas llamadas CULTURA 2000 que establecen un nico instru-
mento de financiacin y de programacin a favor de la cooperacin cultural, y donde se integrarn los anti-
guos programas como Caleidoscopio o Rafael. Los objetivos son varios:
Conocimiento mutuo de la cultura y del pueblo europeo poniendo de relieve su herencia cultural comn,
as como el dilogo cultural.
La creacin, la difusin transnacional de la cultura y la circulacin de artistas y sus creaciones.
La promocin de la diversidad cultural y el desarrollo de nuevas formas de expresin cultural.
La contribucin de la cultura al desarrollo socioeconmico, el desarrollo del patrimonio cultural de impor-
tancia europea.
La influencia de las culturas europeas en terceros pases y el dilogo con las otras culturas del mundo.
Por otra parte, existen diversos programas financiados con fondos estructurales donde se pueden integrar
los proyectos sobre valorizacin del Patrimonio Etnolgico:
Iniciativa LEADER+. Que financia proyectos relativos a la revalorizacin del Patrimonio Etnolgico
(memoria colectiva, costumbres, museos, etc.), as como proyectos de recuperacin de prcticas agroali-
mentarias y artesanales tradicionales, revalorizacin de la sabidura tradicional ligada a los oficios y
proyectos de turismo rural.
Fondos FEDER (Fondo Europeo de Desarrollo Regional) que, en su Artculo 10, tambin incluye reas de
cooperacin en diversos sectores patrimoniales, entre los que se encuentran los oficios de artes y oficios
tradicionales de carcter artesanal
3
.
Escuelas Taller y Casas de Oficio. Programas financiados desde 1985 con el FSE (Fondo Social Europeo)
a travs del Ministerio de Trabajo y Seguridad Social. Estos programas estn orientados a la formacin
profesional ocupacional y han supuesto un medio para la insercin laboral y creacin de empresas. Al
mismo tiempo se ha fomentado la recuperacin de mltiples oficios artesanos que han funcionado como
complementarios de las acciones de restauracin del Patrimonio Arquitectnico.
Plan de Accin Multianual Comunitario en el campo del Turismo y Turismo Cultural. Fomenta el
conocimiento del patrimonio cultural y su importancia a travs del turismo, la difusin de las culturas, tradi-
3
Segundo Programa de Cooperacin Interregional y de Acciones Innovadoras en el Marco de los Fondos Estructurales (1995-1999)- Proyectos
Piloto con Vocacin Cultural. (DO C 253 de 29 de septiembre de 1995).
patrimonio etnolgico
15
ciones y modos de vida de los europeos. Trata de dar a las iniciativas de turismo una dimensin europea
que estructure especialmente el intercambio de informacin, conocimiento y transmisin de prcticas posi-
tivas a travs de proyectos transnacionales.
3.3. LA PROTECCIN DEL patrimonio
ETNOLGICO en el mbito ESTATAL
En Espaa, la Ley sobre Patrimonio Histrico es relativamente reciente. Esta legislacin y la obligacin
de salvaguardar el Patrimonio Etnolgico se deriva de la creciente preocupacin de la comunidad internacional
y de sus organismos competentes, lo cual gener nuevos criterios de proteccin y enriquecimiento de los bienes
histricos y culturales, que se han traducido en Convenciones y Recomendaciones que Espaa ha suscrito adap-
tando a ellas su legislacin en la materia.
No obstante, la revisin legal de ste marco jurdico quedara condicionada a una nueva distribucin de
competencias entre Estado y Comunidades Autnomas que en relacin a tales bienes eman de la Constitucin
y de los Estatutos de Autonoma
4
.
Algunos de los Decretos ms significativos de nuestra historia reciente son los siguientes:
La Ley de Patrimonio Histrico Espaol
5
consagra su Ttulo VI al Patrimonio Etnogrfico y expone
que: Forman parte del Patrimonio Histrico Espaol los bienes, muebles e inmuebles y los conocimientos y acti-
vidades que son o han sido expresin relevante de la cultura tradicional del pueblo espaol en sus aspectos
materiales, sociales o espirituales
6
, y: Se considera que tiene valor etnogrfico y gozarn de proteccin admi-
nistrativa aquellos conocimientos o actividades que procedan de modelos o tcnicas tradicionales utilizados por
una determinada comunidad. Cuando se trate de conocimientos o actividades que se hallen en previsible
peligro de desaparecer, la Administracin Competente adoptar las medidas oportunas conducentes al estudio
y documentacin cientficos de estos bienes
7
.
Decreto de 16 de noviembre de 1961, por el que se crea el Instituto Central de Restauracin de Obras
de Arte, Arqueologa y Etnologa.
Decreto de 3 de diciembre de 1964, para la confeccin del Inventario del Patrimonio Artstico, Arque-
olgico y Etnolgico de la Nacin.
Decreto de 22 de febrero de 1973, que tiende a defender los hrreos y cabazos.
Orden de 11 de septiembre de 1981, en la que se constituye la Junta Superior de Etnologa como
rgano asesor de la Direccin General de Bellas Artes, Archivos y Bibliotecas.
Ley 16/1985, de 25 junio, del Patrimonio Histrico Espaol.
Decreto 111/1986, de 10 de enero, por el que se desarrolla parcialmente la Ley 16/1985 de 25 de
junio de 1989 del Patrimonio Histrico Espaol.
4
Ley orgnica 6/1981, de 30 de diciembre, por la que se aprueba el Estatuto de Autonoma para Andaluca.
REAL DECRETO 864/1984, de 29 de febrero, relativo al traspaso de funciones y servicios del Estado a la Comunidad Autnoma de Andaluca
en materia Cultural (BOE nm. 113, de 11 de junio de 1984, BOJA nm. 57, de 8 de junio de 1984).
5
Ley 16/1985, de 5 de abril, de Regulacin del Patrimonio Histrico Espaol. (BOE nm. 24, de 28 de enero de 1986).
6
Idem (Art. 46).
7
Idem. (Art. 47).
16
3.4. LA PROTECCIN DEL PATRIMoNIO
ETNOLGICo EN EL MBITO AUTONMICO
A. CONSEJERA DE CULTURA
La proteccin y tutela del Patrimonio Etnolgico corre a cargo de la Consejera de Cultura de la
Junta de Andaluca a travs de sus rganos de gobierno y en virtud del traspaso de competencias en esta
materia desde el estado a las autonomas, segn aparece en la Constitucin espaola. Por tanto, corresponde
a dicha Consejera de Cultura el diseo y ejecucin de la poltica del gobierno andaluz en esta materia.
La gestin del Patrimonio Etnolgico se lleva a cabo desde la Direccin General de Bienes Culturales
de dicha Consejera. Esta Direccin se rige y estructura administrativamente segn el Plan General de Bienes
Culturales
8
, el cual indica las lneas principales de la accin poltica sobre el mbito del Patrimonio y contiene
las orientaciones precisas y prioridades que deben conformar la gestin de los bienes culturales.
El Patrimonio Etnolgico, tal y como se ha concebido en esta Gua, no cuenta en la actualidad con una
normativa especfica que determine cules sern las pautas ms idneas para su proteccin. Sin embargo, el
inters por la salvaguarda de costumbres, saberes y actividades tradicionales, aparece manifiesto en la Ley de
Patrimonio Histrico de Andaluca
9
por tratarse de manifestaciones culturales representativas del modo de
vida propio del pueblo andaluz.
Esta Ley supone un avance respecto a la espaola de 1985, ya que entraran a formar parte de este Patri-
monio todas las formas relevantes de la cultura andaluza, ya sean stas antiguas, recientes o emergentes. As,
cuando se habla del Patrimonio Etnogrfico se dice: La declaracin de prcticas, saberes y otras expresiones
culturales como de inters etnolgico les conferir preferencia entre las restantes actividades de su misma natu-
raleza a efectos de su conocimiento, proteccin, difusin y obtencin de subvenciones y ayudas oficiales a las
que pudieran aspirar y Sern especialmente protegidos aquellos conocimientos o actividades que estn en
peligro de desaparicin, auspiciando su estudio y difusin, como parte integrante de la identidad andaluza. A
tal fin se promover su investigacin y la recogida de los mismos en soportes materiales que garanticen su trans-
misin a las futuras generaciones
10
.
El desarrollo normativo ha sido muy extenso. Las referencias legislativas de mayor inters son:
Decreto 66/1984, de 27 de marzo, sobre la estructura orgnica de la Consejera, y donde se atribuye
a la antigua Direccin General de Bellas Artes, actualmente de Bienes Culturales, las competencias sobre
Patrimonio Histrico.
Ley 1/1991, de 3 de julio, del Patrimonio Histrico de Andaluca
11
.
8
El primer Plan se aprob en el Parlamento Andaluz el 21 de junio de 1989. En la actualidad est vigente el segundo Plan de Bienes Cultu-
rales, de 9 de mayo de 1999. (BOJA nm. 81, de 21 de julio de 1999).
9
Ley 1/91, de 3 de julio, de Patrimonio Histrico de Andaluca,. (BOJA nm. 59, de 13 de julio de 1991).
10
Idem. (Tt. VII. Art. 63).
11
BOJA nm. 59, de 13 de julio de 1991.
patrimonio etnolgico
17
De la Direccin General de Bienes Culturales depende el Instituto Andaluz de Patrimonio Histrico, en
cuya rea de Formacin se organizan cursos y seminarios relacionados con el Patrimonio Etnolgico y su
puesta en valor. Este Instituto ha publicado las Bases para una Carta sobre Patrimonio y Desarrollo en Anda-
luca
15
, un documento sin rango legal pero que establece una serie de recomendaciones para la proteccin
del Patrimonio Histrico as como su importancia en el marco del Desarrollo Rural de Andaluca. Sus principales
postulados se resumen de la manera siguiente:
El patrimonio es un conjunto de elementos de muy diversa ndole, material o no, en el que un colectivo
social se reconoce. ste patrimonio ha de ser transmitido a las generaciones venideras mejorado y acre-
centado.
El patrimonio es un recurso cercano, til y provechoso al colectivo al que pertenece. Esta utilidad debe
ser valorada en sus dimensiones econmica, social y cultural. La gestin del patrimonio, en consecuencia,
no puede obviar las aspiraciones de la sociedad a la que pertenece, sus necesidades y los modelos cultu-
rales imperantes.
El patrimonio debe ser investigado, conocido, difundido y utilizado, siempre en combinacin con todo
tipo de polticas pblicas y privadas. El patrimonio debe ser un elemento vivo.
Tambin depende de la Direccin General de Bienes Culturales la Comisin Andaluza de Etnologa, que
se cre a partir de la Junta Superior de Etnografa del Ministerio de Cultura. Un rgano consultivo que tiene
como objetivo fundamental el asesorar a dicha Direccin en cada uno de sus diferentes campos de actuacin.
Adems, en el campo de la investigacin, asesora sobre la concesin de ayudas destinadas a estudios etnol-
gicos que ms tarde se publican en el Anuario de Etnologa para su difusin.
Decreto 248, de 25 de septiembre de 1984, por el que se crea la Comisin Andaluza de Etnologa.
Orden de 22 de mayo de 1989, por la que se regula la concesin de subvenciones para la realizacin
de actividades etnogrficas
16
.
Decreto 4/1993, de 26 de enero, que aprueba el Reglamento de Organizacin Administrativa del Patri-
monio Histrico de Andaluca
12
.
Decreto 19/1995, de 7 de febrero, por el que se aprueba el Reglamento de Proteccin y Fomento del
Patrimonio Histrico de Andaluca
13
.
Decreto 106/1995, de 15 de abril, por el que se acuerda la formulacin del Plan General de Bienes
Culturales de Andaluca para el periodo 1996-1999
14
.
12
BOJA nm. 18, del 18 de febrero de 1993.
13
BOJA nm. 43, de 17 de marzo de 1995.
14
BOJA nm. 76, de 26 de mayo de 1995.
15
Junta de Andaluca, 1996.
16
BOJA nm. 43, de 2 de junio de 1989.
18
La Direccin General de Bienes Culturales tambin interviene directamente en la inventariacin del Patri-
monio Etnolgico para su posterior catalogacin. Existen dos tipos de Inventarios: Inventarios de Investigacin
e Inventarios de Gestin.
Este Patrimonio no tiene una proteccin legislativa, pero cuenta con un apartado especfico dentro de los
expedientes de catalogacin de Bienes de Inters Cultural (B.I.C.) y Lugares de Inters Etnolgico por su ntima
vinculacin con las manifestaciones culturales arquitectnicas y paisajsticas. De esta manera, las costumbres,
actividades, tcnicas y conocimientos pueden estar incluidos dentro de los bienes inscritos en el Catlogo
General de Patrimonio Histrico.
Dentro de la misma Consejera de Cultura corresponde a la Direccin General de Instituciones del
Patrimonio Histrico la gestin de los Museos andaluces
17
. Existe una gran variedad de museos y entre las
temticas que abarcan se encuentran las relacionadas con el mbito del Patrimonio Etnolgico (actividades
econmicas tradicionales, actividades artesanales, fiestas, gastronoma, etc.). Muchos de ellos estn incluidos en
la Red de Museos Andaluces para los cuales se destinan ayudas financieras desde la Consejera de Cultura.
B. CONSEJERA DE TURISMO Y DEPORTE
Esta Consejera, aunque no posee ningn tipo de tutela sobre el Patrimonio Etnolgico, s contempla el
fomento de determinadas actividades que pueden favorecer al desarrollo del sector turstico, como pueden ser
las destinadas al fomento de establecimientos tursticos con oferta de gastronoma tradicional o aquellas desti-
nadas a la industria del ocio, la creacin y comercializacin de circuitos tursticos ligados a la naturaleza, la
cultura y el deporte.
3.5. LA PROTECCIN DEL
PATRIMONIO EN EL MBITO PROVINCIAL
En este mbito merecen destacarse las diferentes Diputaciones Provinciales de Andaluca. stas no
poseen competencias de tutela respecto al Patrimonio Etnolgico, pero ejercen una importante funcin
respecto a su estudio, recopilacin y difusin mediante jornadas, publicaciones y organizacin de exposiciones,
as como de actividades culturales, de diversa ndole, relacionadas con el folklore, las artesanas o la gastro-
noma.
Orden de 22 de abril de 1997, por la que se regula el procedimiento general para la concesin de
subvenciones en materia de turismo
19
.
Orden de 17 de febrero de 1997, de la Consejera de Cultura, por la que se regula el procedimiento
para la concesin de subvenciones a los Museos
18
.
17
Ley 2/1984 de Museos, de 9 de enero. Es de las primeras que surge a nivel estatal.
18
BOJA nm. 37, de 29 de marzo de 1997.
19
BOJA nm. 50, de 29 de abril de 1997. En la actualidad existe en Andaluca un proyecto de Ley en materia de Turismo que est en espera
de ser aprobada antes del ao 2000.
Esta labor es ejercida por las reas de Cultura de las distintas Diputaciones pero las iniciativas varan de
unas a otras, estando siempre sujetas a los convenios con la Consejera de Cultura, los Ayuntamientos u otras
Instituciones provinciales de carcter cultural. Entre las actividades ms representativas podemos sealar las
siguientes:
Publicaciones propias sobre estudios de historia local.
Colecciones sobre cnticos, leyendas, relatos
Guas de museos locales.
Publicaciones en coedicin con otras Instituciones y/o entidades pblicas o privadas.
Becas de investigacin.
Exposiciones.
Ayudas a Museos locales.
Recuperacin del Patrimonio Documental de los Archivos Municipales y concesin de ayudas para equi-
pamientos.
Jornadas culturales diversas.
Rutas culturales por el territorio donde se incluyen temticas relacionadas con la Etnologa.
3.6. LA PROTECCIN DEL
PATRIMONIO EN EL MBITO LOCAL
Los Ayuntamientos son destinatarios de importantes ayudas y convenios para la catalogacin, difusin
y revalorizacin del Patrimonio Etnolgico. Un instrumento de proteccin sern los Catlogos de los Planea-
mientos Urbansticos (Normas Subsidiarias, Planes Especiales y Planes Generales) que todo Ayuntamiento
debe tener. Existe la posibilidad de incluir en ellos aquellas actividades y costumbres que sean representativas
de la cultura local y cuya preservacin sea fundamental para la proteccin de determinados lugares o espa-
cios arquitectnicos.
Estos Catlogos son redactados por los propios Ayuntamientos mediante convenios o ayudas de las
Consejeras de Cultura, Obras Pblicas y Diputaciones, y debern ser supervisados por la Consejera de Cultura
si el Conjunto donde se incluye la actividad est inscrito en el Catlogo General del Patrimonio Histrico
(C.G.P.H.). La inclusin en estos Planeamientos de cualquier manifestacin cultural de carcter etnolgico puede
realizarse a propuesta de los propios ciudadanos en los Plenos de los Ayuntamientos.
Adems, la labor de la administracin local es esencial en el fomento de las asociaciones de barrio y
culturales, las cuales suponen hoy en da uno de los principales mecanismos para la participacin ciudadana
y para la salvaguarda del Patrimonio Etnolgico local.
patrimonio etnolgico
19
20
4. pautas para la INTERVENCIN
en el patrimonio ETNOLGICO
Despus de haber realizado en los apartados anteriores un breve repaso sobre los principales temas que
facilitan el acercamiento al Patrimonio Etnolgico: su definicin, mbito y caractersticas, se da paso a la
segunda parte de este captulo, desde donde se aportarn una serie de propuestas para la recopilacin, cono-
cimiento, difusin y puesta en valor del Patrimonio Etnolgico.
El esquema habitual y ms correcto para abordar un estudio de comunidad o una catalogacin del Patri-
monio Etnolgico es aquel que contempla las actividades segn el mbito de las vivencias cotidianas, es decir,
actividades de produccin, de habitabilidad, de sociabilidad, o aquellas relacionadas con el mundo espiritual.
Sin embargo, en esta Gua se ha realizado una divisin ms arbitraria, extrayendo aquellos aspectos del Patri-
monio Etnolgico que ms caracterizan a la cultura del medio rural andaluz con el objeto de que este docu-
mento resulte de fcil manejo al lector.
Para ello se han diseado cinco tipologas fundamentales, que a su vez quedarn divididas en varios
grupos que delimitarn el mbito de la intervencin:
CULTURAS DEL TRABAJO Y SABERES TRADICIONALES
1. Oficios tradicionales
2. Actividades tradicionales complementarias
ARTESANAS
1. Artesanas del mbito domstico
2. Artesanas del mobiliario urbano
3. Artesanas rituales
4. Artesanas textiles
5. Artesanas relacionadas con las actividades ldicas
GASTRONOMA TRADICIONAL
1. Gastronoma domstica
2. Gastronoma ritual
TRADICIN ORAL
1. Cuentos y leyendas
2. Lenguaje local y refranes
3. Historias de vida
FIESTAS TRADICIONALES
1. Laicas
2. Religiosas
patrimonio etnolgico
21
Las sugerencias que se aportan para la intervencin en el Patrimonio Etnolgico van a variar depen-
diendo del grado de exhaustividad que se requiera en cada caso y del tipo de aprovechamiento de cada
tipologa. Es decir, ser mas laboriosa la recopilacin y elaboracin de informacin orientada a un trabajo de
investigacin, publicacin o musestico, que otro cuyo objetivo sea una exposicin de material etnogrfico,
unas Jornadas gastronmicas, un acto de conmemoracin sobre la historia local o un concurso de Cruces de
Mayo.
Tambin variarn las recomendaciones segn que el tipo de aprovechamiento sea la recopilacin y cono-
cimiento; la sensibilizacin de la poblacin y su implicacin en el proceso; o la puesta en valor de tipo cultural,
pedaggica o econmica. No obstante, se recomienda llevar a cabo una intervencin integrada y simultnea
de cada una de las partes del proceso que se ha diseado, ya que para llegar al final de ste, lo mejor es haber
pasado por todas las fases. Se ha incluido en cada una de las tipologas una parte dedicada a la sensibilizacin
y participacin local, aspecto ste que ser clave en el xito de todo proyecto.
El mbito institucional y legislativo, as como las diversas ayudas y programas, van a ser aspectos trans-
versales a tener en cuenta en todo proceso de intervencin. stas aparecern sealadas al hilo del texto y ms
desarrolladas en la base de datos del CD Rom, donde se especifica el tipo, institucin, solicitud, tiempo de
vigencia, documentos que deben adjuntarse y otros aspectos de inters para facilitar la tramitacin de las
mismas.
4.1. CULTURAS DEL
trabajo y SABEres traDICIONALES
En primer lugar se realizar una pequea reflexin sobre el significado de estos trminos y la importancia
que han tenido las culturas del trabajo en la conformacin de las identidades locales del medio rural andaluz.
Seguidamente se expondr el contenido y en qu medida su proteccin y puesta en valor suponen en la actua-
lidad un recurso para el desarrollo rural. Con el objeto de facilitar el conocimiento del mbito que ocupan, se
ha llevado a cabo una divisin en dos grupos, que facilitar el acercamiento del lector a este tema y, muy
probablemente, le conectar de forma inmediata con experiencias cercanas.
Las actividades productivas tradicionales, que han identificado tanto a nuestras poblaciones, han consti-
tuido elementos diferenciadores de la cultura local. La existencia en el territorio andaluz de una gran variedad
de estrategias, tcnicas, usos y modelos de gestin de los territorios, que se han ido perfilando histricamente,
han dado lugar a la aparicin de numerosas culturas de trabajo.
stas van a hacer referencia a dos aspectos concretos. Por una parte, a las tcnicas y sabidura popular
caractersticas de esas actividades que han sido transmitidas de padres a hijos, es decir, el saber hacer. Por
otra parte, a un modelo adquirido de comportamiento y una escala de valores que sern consecuencia de las
respectivas relaciones sociales de produccin y de las propias vivencias colectivas del grupo. Se entiende por
culturas del trabajo el Conjunto de conocimientos terico-prcticos, comportamientos, percepciones, actitudes
y valores que los individuos adquieren y construyen a partir de su insercin en los procesos de trabajo y/o de
la interiorizacin de las ideologa sobre el trabajo, todo lo cual modula su interaccin social ms all de su prc-
tica laboral concreta y orienta su especfica cosmovisin como miembros de un colectivo determinado. (PALEN-
ZUELA, 1995)
22
Como ya se apunt anteriormente, en el diagnstico del Patrimonio Etnolgico, la mayor parte de las acti-
vidades tradicionales han desaparecido ya por haber quedado obsoletas dentro de la nueva estructura econ-
mica de Andaluca. A pesar de ello, muchas de las culturas del trabajo han pervivido a travs del tiempo, an
cuando la actividad que las sustentaba se haya perdido en gran parte o en su totalidad. Es el caso de algunos
grupos de antiguos pescadores, hortelanos o mineros, que mantienen su sistema de relaciones y de valores
despus de haber dejado de ejercer su actividad. Ello indica cmo las pautas culturales pueden pervivir a pesar
de las transformaciones acaecidas en la estructura socioeconmica, por lo que no resultara muy complicado
recuperarlas a travs de la transmisin oral de nuestros familiares, vecinos y conocidos.
El mbito de las culturas del trabajo al que se va a hacer referencia, ser el compuesto por los mtodos
tradicionales de produccin, transformacin y comercializacin de los recursos que se obtenan del territorio.
Entre stas se encuentran las relativas a las labores agrcolas; las de la pesca en las riberas y costas; las gana-
deras, mineras, industriales y comerciales. Otra parte importante del patrimonio Etnolgico viene representada
por todas aquellas herramientas, utensilios y objetos que estaban directamente relacionados con cada actividad
econmica (azadones, trillos, biergos, etc.); al igual que toda aquella maquinaria que ha sido caracterstica de
las antiguas fbricas o industrias, y que por su vinculacin a las actividades tradicionales sera interesante
recoger y conocer (prensas, bombas hidrulicas, cernidores, limpiadoras, sasores, molederos o centrifugadoras).
Estos procedimientos, saberes, habilidades y tecnologas, han constituido la forma de hacer, planificar y
predecir situaciones. Al mismo tiempo, su relacin con el patrimonio natural y arquitectnico es muy estrecha.
De hecho se puede comprobar como, por ejemplo, algunas laderas de montaa han sido transformadas en
espacios de alta productividad agrcola mediante el abancalamiento del terreno. Como se han diseando
sistemas hidrulicos que han abastecido de agua a poblaciones enteras, no slo para uso domstico, sino
tambin agrcola, ganadero e industrial. Estas tcnicas, de abastecimiento de recursos del entorno prximo, de
planificacin de los espacios, tipos de construccin o formas de manejo sobre los recursos agrarios, son parte
de nuestra historia que queda plasmada en el paisaje natural y arquitectnico confirindole singularidad.
Fuentes, M.
Vareando el olivar
patrimonio etnolgico
23
Como hemos visto en el captulo de Patrimonio Natural, la transformacin del medio natural en paisaje
supone un proceso, en el cual, las distintas poblaciones van utilizando los recursos materiales y culturales a su
alcance para poder explotar ese medio y abastecerse de l, aplicando los saberes y tcnicas que le han sido
transmitidos durante generaciones.
El conocimiento de esas tcnicas de adaptacin y de las actividades que han caracterizado a nuestros
territorios nos ayudar a detectar cul es la idiosincrasia del medio rural andaluz y la identidad de sus gentes.
Estas costumbres nos informan sobre las estrategias o necesidades, de los medios de subsistencia, de la estruc-
tura de la propiedad y organizacin de los sistemas de aprovechamiento, de las relaciones sociales y otros
aspectos fundamentales en la cultura tradicional.
La recopilacin, difusin y puesta en valor de los saberes tradicionales y de las culturas del trabajo es rele-
vante por las siguientes cuestiones:
Supone un mejor conocimiento de nuestra historia.
Refuerza la identificacin local.
Posibilita el conocimiento de nuestros propios recursos humanos, culturales y econmicos.
Supone la rentabilizacin de aquellas prcticas que sean econmica y ecolgicamente provechosas.
A efectos de esta Gua, las culturas del trabajo quedaran incluidas en dos tipos bsicos de actividades:
1. Oficios tradicionales
2. Actividades tradicionales complementarias
Archivo fotogrfico D
.
a
.
p
Levantada de la almadraba.Barbate (Cdiz)
24
1. OFICIOS TRADICIONALES
En este grupo van a estar incluidas aquellas tcnicas, habilidades o conocimientos, que se han ido
forjando en el marco de las principales actividades productivas como consecuencia de los diversos
procesos de trabajo desarrollados en un territorio. Entre estas culturas del trabajo se encuentran por ejemplo la
de los arrieros, descorchadores, trilladores, pescadores de riberas y mineros, que por los procedimientos que
siguen, son consideradas actividades artesanas en gran medida.
Entre los oficios tradicionales ms representativos de la cultura andaluza se encuentran por ejemplo la
agricultura, donde sera interesante recopilar los tipos de cultivo y las antiguas tcnicas de laboreo, recoleccin
y transformacin. Entre stas destacan la alternancia de las especies segn el ciclo estacional (barbechos, ao
y vez, etc.); su distribucin en las parcelas y los sistemas de regado (acequias, norias, etc.); las tcnicas de reco-
leccin y almacenaje; la trilla del grano en la era, as como los utensilios y herramientas empleados (arado,
azadn, hoz, pala, biergo, etc.).
De igual manera, son de gran inters las tradiciones sobre cooperacin, reciprocidad y ayuda mutua entre
familias; la figura del tornapen en el intercambio de trabajo; o en otros casos el de productos y utensilios;
prcticas todas ellas muy extendidas en el medio rural andaluz.
En cuanto a la actividad industrial, son muy significativas de nuestro territorio la molienda del trigo en los
molinos harineros; de la aceituna en las almazaras; o la transformacin de minerales en las yeseras, caleras y
minas. An se puede encontrar en muchos municipios vestigios sobre alguna de estas industrias, e incluso
algunas personas que han ejercido los oficios. Tampoco podemos olvidar las antiguas tcnicas empleadas en
las relaciones comerciales, as como los espacios donde se intercambiaban los productos (mercados, lonjas, etc.)
y los utensilios empleados (distintas medidas de slidos y lquidos, romanas, balanzas etc.).
Habra que tener en cuenta que, hasta hace escaso tiempo, el medio rural tena una economa de tipo
autrquico, es decir, se abasteca bsicamente de sus propios recursos. Los lugares donde se establecan las rela-
ciones comerciales no eran slo los comercios, y los mecanismos empleados sobrepasaban la simple compra
con dinero para dar paso al trueque, los vales, la maquila, la subasta y otros.
2. ACTIVIDADES TRADICIONALES COMPLEMENTARIAS
Dentro de este subapartado se tendrn en cuenta tanto las actividades realizadas en espacios pblicos
como aquellas otras que se realizaban en el mbito domstico.
Actividades desarrolladas en espacios pblicos. Entre ellas quedaran incluidas todas aquellas activi-
dades econmicas que han sido complementarias de los oficios y de las economas domsticas, como el
lavar en los lavaderos, el abastecimiento de agua en las fuentes, las tareas ganaderas en los abrevaderos
y manantiales, o la compra en los mercados y plazas de abastos. La importancia de estas actividades est
no slo en el abastecimiento de recursos, sino tambin porque las ocasiones en las que se realizaban eran
propicias para establecer relaciones sociales contribuyendo a la vertebracin social.
As, muchos de los espacios donde se desarrollaban se vieron transformados en lugares para la interac-
cin. Por ello, sera de inters recopilar al mismo tiempo la actividad econmica y tambin el tipo de rela-
ciones sociales que se daban, muy importantes por ser generalmente de tipo mixto, al contrario del resto
de las actividades masculinas y femeninas, que solan realizarse en espacios diferenciados. Es decir, a la
mujer le estaba asignado el espacio privado o domstico y al hombre le corresponda el espacio pblico.
patrimonio etnolgico
25
La recopilacin de estas actividades es fundamental para comprender la vida e historia de la poblacin
rural. Estos aspectos tambin se debern tener en cuenta a la hora de disear proyectos urbansticos para
la intervencin en los lugares que las albergaban. En Andaluca, a diferencia de otras autonomas, las rela-
ciones interpersonales se establecen, prioritariamente, en los espacios pblicos, y por ello el respeto de
este tipo de lugares sera fundamental para la continuidad de las redes sociales locales.
Actividades realizadas en el mbito domstico. Estas actividades tuvieron gran relevancia antao
como complemento para las economas domsticas de nuestras gentes. Las matanzas, conservas de
alimentos, artesanas (telares, bordados, cestera, etc.) y otras actividades, estuvieron presentes en las
viviendas tradicionales hasta hace poco tiempo y algunas an se mantienen en ciertos lugares. Era muy
frecuente que las huertas, corrales, cuadras y gallineros estuvieran incluidas en la propia vivienda, hasta
el punto que, en muchas ocasiones ocupaban espacios fundamentales dentro de las mismas, compar-
tiendo lugar con la propia zona habitada, sobre todo en las casas de los jornaleros.
La importancia de estas actividades fue fundamental en la configuracin de la estructura de la vivienda
tradicional andaluza. Dentro de ellas se podra destacar la cra de ganado, como cerdos, cabras, vacas,
conejos y gallinas, fundamentalmente. En lo concerniente a la transformacin y conserva de productos
estaran las matanzas; el secado de hortalizas, como pimientos, habas o guindillas; y la conserva de frutas,
verduras, mermeladas, etc.
En el caso de la matanza, sta constitua una ocasin para la reunin de la familia, era una muestra de
ayuda y de cooperacin familiar, y al mismo tiempo supona una parte de todo ese conjunto de antiguas
tcnicas orientadas al racionamiento y conserva de alimentos. Su recuperacin actual parece poco viable
en el contexto de la vivienda, pero s tiene inters como posible celebracin colectiva a desarrollar en
algunos eventos.
Las pautas que se han diseado para la proteccin y puesta en valor de las culturas del trabajo no estarn
relacionadas con la recuperacin de ese conjunto de tcnicas y saberes que estn perdidos, sino con el cono-
cimiento del pasado como punto de partida para construir el presente y fomentar la autoestima sobre esos
valores y vivencias populares que, en ocasiones, puedan estar asociados a una vida pasada precaria.
Merchn, I.
Mujeres en el lavadero. Castillo de Locubn (Jan)
26
Para ello se han aportado una serie de sugerencias que tendrn distinto nivel de exhaustividad depen-
diendo de los objetivos. Se comenzar por la recopilacin o inventariacin de los antiguos procesos de
trabajo que han conformado la identidad local a travs de la historia. Seguidamente se tratarn diversos meca-
nismos para la sensibilizacin de la poblacin, clave en el proceso de identificacin de sta con aquellos
elementos patrimoniales que se pretenden proteger. Para concluir, se sugerirn diversas maneras de poner en
valor este recurso desde lo cultural, lo pedaggico y lo econmico.
A. RECOPILACIN DE INFORMACIN
Un primer paso para el conocimiento y la revalorizacin de estas culturas del trabajo sera su recopilacin
o inventariacin. Si el objetivo que se persigue con el inventario es abordar una investigacin ms amplia orien-
tada a una publicacin o similar, se debera realizar un estudio sobre las caractersticas locales y comarcales de
la estructura de la propiedad, tipos de cultivo, proceso evolutivo, y otros temas de inters para conocer el
LNEAS DE ACTUACIN
Consultar bibliografa especfica
Realizar entrevistas dirigidas a informantes cuali-
ficados
Expedientes de catalogacin
Planes de Ordenacin de los Recursos Naturales
Planes de Ordenacin del Territorio
Planes Urbansticos
Organizacin de reuniones o foros
Dinamizacin de la poblacin
Organizacin de conferencias y jornadas
Incorporar temas relativos a las culturas del
trabajo locales en los centros de enseanza
Difundir la informacin
Organizacin de concursos
Incluir las tcnicas tradicionales de produccin
en cursos de Formacin Profesional
Exposiciones temticas y Museos Etnogrficos
Rutas didcticas orientadas a la formacin de
diferentes pblicos
Museos en vivo
Conseguir la continuidad de las tcnicas de
produccin tradicionales
Asociacin de productores
Foros de participacin local
Comercializacin
OBJETIVOS
A) Recopilacin de informacin
B) Proteccin legal
C) Difusin y sensibilizacin
D) La revalorizacin de las culturas
del trabajo como recurso
cultural
E) Recuperacin de las tcnicas
tradicionales de produccin
conectadas a las nuevas pautas
de consumo
patrimonio etnolgico
27
contexto socioeconmico e histrico en el que se ha desarrollado una determinada cultura del trabajo y
comprender de esta manera su razn de ser.
No obstante, aunque el fin no fuese ese, habra que tener en cuenta que realizar un inventario no signi-
fica exclusivamente hacer un listado de cosas, sino que se debera realizar un mnimo esfuerzo por conocer las
conexiones de las actividades productivas con los espacios donde se desarrollan, con las tcnicas y procedi-
mientos, con la divisin del trabajo y con otros aspectos que son fundamentales. Para este tipo de estudios se
podra contar con ayudas como la existente en la Consejera de Cultura, orientada a subvencionar trabajos
de investigacin cultural
20
.
Algunos de los recursos ms importantes con los que se podra contar para hacer este tipo de trabajo
seran los siguientes:
Dinamizacin de la poblacin
Esta medida se podra llevar a cabo de diferentes maneras. Una de las acciones que resultara muy posi-
tiva sera hacer participar a la poblacin en la recogida de datos y de material etnogrfico relacionados con las
culturas del trabajo. Esta labor podra organizarse mediante grupos de trabajo por temticas donde se vean
representados todos los sectores econmicos locales (agricultura, industria, madera, pesca, comercio,). La
informacin recogida podra ser publicada en revistas, utilizada para montar alguna exposicin, coleccin hist-
rica, un museo etnogrfico u otra actividad de difusin cultural.
22
En el caso del Plan de Ordenacin del Territorio de Andaluca, se encuentra aprobado el documento de las Bases y Estrategias por el Consejo
de Gobierno, el 4 de mayo de 1999 (BOJA nm. 96, de 19 de agosto de 1999). En cuanto a los Planes de Ordenacin del Territorio de mbito
Subregional, se encuentran la mayora en redaccin e incluyen tambin inventarios y catlogos, como es el caso del POT de la Aglomeracin
Urbana de Granada, o el de la Comarca de Sierra de Segura (Jan).
Incorporar temas relativos a las culturas del trabajo locales en los centros de enseanza
La incorporacin de experiencias de vida locales relacionadas con las actividades tradicionales es un buen
mecanismo de socializacin de los jvenes. Tambin sirve para aumentar la tolerancia de stos con respecto a
sus mayores y a otras formas de vida distintas a la suya. Ello junto a la organizacin de talleres de trabajo con
los alumnos, y su colaboracin en la recogida de informacin, facilita el conocimiento sobre los recursos y
potencialidades de sus territorios, y al mismo tiempo, puede servir de herramienta de trabajo complementaria
para la enseanza de algunas materias relacionadas con la historia, la geografa o las ciencias naturales.
Difundir la informacin
Utilizar los medios de comunicacin locales (revistas, radio, prensa y televisin), para difundir los
saberes y costumbres tradicionales ligados a las actividades econmicas locales. Por otra parte, la difusin de
temas relativos a la participacin de la poblacin en el trabajo de bsqueda, de las diferentes reuniones y foros,
y de los resultados obtenidos como jornadas, publicaciones, muestras o museos, suele tener gran aceptacin y
puede revertir en una mayor sensibilizacin e implicacin local en futuros trabajos.
patrimonio etnolgico
31
23
En la Diputacin de Granada se ha creado en 1999 un rea especfica de Patrimonio.
Archivo fotogrfico D
.
a
.
p
Coleccin de piezas relacionadas con el aceite
32
Organizacin de concursos
Entre stos se encontraran, por ejemplo, los de arrieros, de peladores de pino, etc., y variarn segn los
tipos de aprovechamiento que se han venido dando tradicionalmente en cada territorio. El mecanismo ms
operativo para acaparar la atencin de la poblacin y lograr su participacin es aprovechar los actos multitudi-
narios, como pueden ser las fiestas, romeras y otras ocasiones similares, incluyendo estas actividades dentro de
las propias jornadas festivas de la localidad, e incluso creando fiestas en torno a estos concursos.
Museos en vivo
Aprovechando el lugar o el edificio que haya albergado algn tipo de actividad econmica tradicional, se
puede realizar una exposicin en vivo de los procesos de trabajo que le dieron razn de ser. Una de las ventajas
de esta oferta es el aprovechamiento de un espacio tradicional como museo de su propia historia, resultando
de esta manera bastante ms atractivo para el pblico y suponiendo al mismo tiempo un mecanismo impor-
tante para mantener vivo el lugar.
RED DE MUSEOS
TELENO. LEN. CASTILLA Y LEN.
En el municipio de Teleno, perteneciente a la provincia de Len, se estn llevando a cabo acciones para
poner en marcha varios museos sobre los recursos del patrimonio etnolgico ligados histricamente a la
comarca. El proyecto se ha financiado con fondos LEADER y ha sido promocionado por el propio Grupo
de Accin Local Montaas del Teleno.
El objetivo es la reactivacin de la memoria histrica mediante la exposicin temtica de varios de los
procesos de produccin propios de la zona. Para ello han previsto montar los museos de Encinedo,
basado en el aprovechamiento del lino aos atrs en la Cabrera; el de Santiagomillas, centrado en la
cultura arriera tan caracterstica de La Maragatera; museo de Val de San Lorenzo, que muestra, por
medio de un batn en funcionamiento, la importancia que tuvo la industria textil en esta localidad
cercana a Astorga. Adems, se pone en marcha la idea Monumento al Agua: Los Canales Romanos en
La Cabrera.
26
En la actualidad, el nuevo rgimen de ayudas se enmarcar dentro de las directrices emanadas del REAL DECRETO 2346/1996, de 8 de
noviembre, por el que se establece un rgimen de ayudas y se regula su sistema de gestin, en aplicacin del Plan Marco de Competitividad
del Turismo Espaol 1996-1999. (BOE nm. 283, de 23 de noviembre de 1996).
36
E. RECUPERACIN DE LAS TCNICAS TRADICIONALES DE PRODUCCIN
CONECTADAS A LAS NUEVAS PAUTAS DE CONSUMO.
Otra parte de esas tcnicas y saberes tradicionales an se mantienen en algunos lugares al ir evolucio-
nando hasta integrarse en modelos ms actuales de produccin o en la elaboracin de nuevos productos. Las
fases a seguir para la recuperacin de la tcnicas tradicionales son las siguientes:
Asociacin de productores
Como se ha comentado anteriormente, la decadencia de las pequeas explotaciones familiares y de
muchas de las tcnicas tradicionales de produccin vino ocasionada por la escasa rentabilidad de la produc-
cin. Sin embargo, este tipo de aprovechamientos, an habindose constituido en otro tiempo como margi-
nales en relacin a la economa agraria andaluza, en la actualidad pueden resultar un reto para el desarrollo de
sectores econmicos alternativos.
Dos de las soluciones para paliar esa baja rentabilidad es la creacin de asociaciones de productores para
incorporar la calidad en la produccin. Un ejemplo de ello es la revalorizacin de la produccin tradicional de
la pasa en la Axarqua de Mlaga, cuya experiencia ha sido recogida en el captulo de Patrimonio Natural.
Comercializacin
La tarea de recuperacin de los recursos y de las tcnicas locales de produccin debe ir acompaada de
una estrategia clara para la comercializacin conjunta del producto, ya que ello supondra un paso ms en la
diversificacin econmica local y en el incremento del valor aadido a la produccin. Esto se podra realizar
mediante la solicitud de marcas de calidad y denominaciones de origen.
4.2. ARTESANAS
A continuacin se har una exposicin sobre el valor que posee la artesana como elemento patrimonial,
cul es su situacin actual y cules sus posibilidades como recurso para el desarrollo del medio rural andaluz.
La artesana es uno de los sectores cuya recuperacin se puede abordar desde lo pedaggico, desde lo cultural,
pero tambin desde lo econmico. Por ello, se han aportado una serie de sugerencias que van a ir orientadas
a facilitar la puesta en valor de este patrimonio, desde la comprensin de los problemas que hoy lo acucian, el
diseo de estrategias adecuadas para su integracin en la vida cotidiana y su articulacin con el resto de la
economa local.
Se considera artesana a aquel conjunto de procedimientos y tcnicas de elaboracin que posee cual-
quier actividad econmica, tanto pasada como actual, que no ha sido afectada por los principios de la espe-
cializacin y la divisin moderna del trabajo. Dentro de este mbito se encontraran los procedimientos de
COOPERATIVA TURSTICA Y AGROALIMENTARIA
BENALAURA. MLAGA.
En la poblacin de Benalaura, perteneciente a la provincia de Mlaga, la cooperativa La Molienda lleva
aos investigando en las nuevas formas de comercializar la castaa, una produccin tradicional en la
comarca. Los objetivos de la asociacin son la recuperacin de los productos locales, su elaboracin arte-
sanal y su comercializacin como aportacin econmica, de momento adicional, a las economas doms-
ticas. El reto de esta actividad se encuentra en la adopcin de diferentes formas de presentacin del
producto, entre ellas la castaa en almbar y al licor. La venta del producto se realiza en la actualidad de
diversas formas y una de ellas es incluirla en lugares propicios para la visita turstica, como son el restau-
rante y el Museo del Aceite.
38
elaboracin en la gastronoma, las tcnicas de construccin tradicionales o la molienda de trigo en el molino.
La existencia de un proceso artesano no implica necesariamente la inexistencia de algn tipo de maquinaria
que, de alguna manera, agilice el proceso. Pero en todos los casos el artesano conoce cada uno de los pasos
y controla el proceso de produccin de principio a fin.
No obstante, y teniendo en cuenta la amplitud de este campo, a efectos de esta Gua se va a centrar ms
la atencin sobre aquellos procedimientos y productos artesanos, de carcter tradicional, que actualmente son
ms conocidos o valorados por su carcter decorativo, y que puedan constituir un recurso para el desarrollo y
la diversificacin de la economa en las reas rurales. Entre las actividades artesanas andaluzas ms significativas
se encuentran la talla de la madera, los trabajos de piel o cuero, la cermica, la joyera y la forja.
Las artesanas se van a caracterizar por dos aspectos fundamentales:
Se trata de piezas nicas, ya que el artesano controla todo el proceso de produccin y emplea tcnicas y
habilidades que han sido heredadas a travs de generaciones.
Los procesos de trabajo estaban basados fundamentalmente en la divisin de tareas no especializadas
entre los miembros de la familia.
Merchn, I.
Decoracin de cermica. beda (Jan)
patrimonio etnolgico
39
La artesana cuenta en Andaluca con una gran tradicin histrica. Buena parte de su produccin an se
encuentra perfectamente integrada en el entorno urbano por su ntima vinculacin al patrimonio arquitect-
nico. Ejemplo de ello son los elementos ms caractersticos de la arquitectura tradicional, como son los entra-
mados de madera, la caa y la teja rabe en las techumbres; la solera y otros elementos de cermica; los enre-
jados de los balcones y ventanas. O tambin aquellas piezas ms caractersticas del mobiliario urbano, como
pueden ser farolas, bancos, baldosas, fuentes, y otros elementos que an estn presentes en los espacios de
uso pblico.
Hoy en da, se puede decir que las artesanas tienen un valor en s mismas debido a la gran calidad arts-
tica que ha alcanzado buena parte de su produccin. sta, a pesar de haber adaptado sus formas y tamaos a
las necesidades de los nuevos tiempos, an continua reproduciendo, bsicamente, los estilos populares locales,
sus colores y caractersticas bsicas. La gran permeabilidad cultural de esta tierra, tiene tambin su manifesta-
cin en esas piezas, cuyas formas y decoracin han sido fruto de los influjos romanos, rabes, mudjares y rena-
centistas, que, a travs de los tiempos han ido adaptndose y evolucionando hasta crear estilos particulares que
van a variar de unos sitios a otros.
Hay que sealar que la artesana conoci una etapa de decadencia que vino marcada, fundamental-
mente, por la escasa rentabilidad que este sector aportaba a la economa familiar en momentos de cambio
socioeconmico, la desaparicin de buena parte de las actividades a las que surta o la mecanizacin de otras
muchas.
Sin embargo, la gran variedad de piezas que se producen en todo el territorio andaluz, las ha convertido
en elementos identificatorios de la cultura material de muchos de sus pueblos y de su saber hacer. Prueba de
ello es la existencia de numerosas poblaciones andaluzas que son identificadas por sus producciones artesanas,
como es el caso de Valverde del Camino por sus botos, Ubrique por su marroquinera, beda por su cermica,
Macael por el mrmol, y as numerosos casos, unos ms conocidos que otros, pero todos ellos de gran rele-
vancia para la cultura y la economa locales.
En la actualidad, este sector est conociendo un proceso de revalorizacin, provocado en parte por el
desarrollo de un turismo de interior al que generalmente surte. Tambin desde el propio mbito local se ha
comenzado a valorar progresivamente estas piezas que van a ser utilizadas ms como elementos decorativos
que utilitarios. En esta revalorizacin tambin influye la transformacin de los hbitos de consumo, ya que, cada
vez ms, se aprecia los materiales nobles, que poseen una esttica ms rural o que son asociados a vivencias
familiares entraables. La gama tan amplia de tipologas y las grandes posibilidades de readaptacin que
poseen las artesanas, las convierten hoy en da en uno de los elementos ms exquisitos a la hora de decorar
los entornos domsticos.
Este sector podra constituirse como un recurso para el desarrollo rural si, adems de intentar potenciarlo
econmicamente, se abordan dos tareas complementarias:
La dignificacin de la actividad que, durante mucho tiempo, estuvo asociada a gente humilde y de
pocos recursos econmicos.
La reactivacin de la memoria histrica sobre las actividades artesanas, sus mltiples usos y sus posibi-
lidades.
40
Se pueden destacar varios tipos de artesanas:
1. Artesanas del mbito domstico
2. Artesanas del mobiliario urbano
3. Artesanas rituales
4. Artesanas textiles
5. Artesanas relacionadas con las actividades ldicas
1. ARTESANAS DEL MBITO DOMSTICO
Incluyen todos aquellos bienes muebles utilizados en el mbito de la vivienda. Entre ellas destacan los
utensilios propios de la cocina tradicional, as como todos aquellos muebles y accesorios.
2. ARTESANAS DEL MOBILIARIO URBANO
Entre ellas se incluyen todos aquellos elementos caractersticos del paisaje urbano que han funcionado
tradicionalmente como accesorios en el uso de los espacios pblicos, como son farolas, bancos, fuentes y otros.
3. ARTESANAS RITUALES
Consideradas como aquel conjunto de bienes muebles que han sido utilizados tradicionalmente como
elementos simblicos o emblemticos en las actividades rituales, como pueden ser imgenes, trajes, tronos,
estandartes y otras.
4. ARTESANAS TEXTILES
Incluye a todas aquellas producciones que estaban relacionadas con el vestido y los complementos para
la caballera y el hogar (alfombras, colchas, mantelera,).
5. ARTESANAS RELACIONADAS CON LAS ACTIVIDADES LDICAS
Son aquel conjunto de bienes muebles relacionados tradicionalmente con el juego, fabricados en
madera, metal y papel, fundamentalmente.
Dependiendo del objetivo final del trabajo, las sugerencias van a tener un distinto nivel de complejidad
y desarrollo. Ser diferente si la iniciativa parte de un grupo o asociacin cuyo objetivo sea simplemente la reco-
pilacin o exposicin de las piezas artesanas de produccin local en museos, integrando los talleres en rutas
tursticas; o el inters de los propios artesanos que deseen revalorizar las producciones y ampliar su mercado.
No obstante, para conseguir este ltimo objetivo seran necesarias tambin acciones integradas de conoci-
miento y sensibilizacin de la poblacin.
patrimonio etnolgico
41
A. CONOCIMIENTO DE LAS ARTESANAS LOCALES
Una de las primeras cuestiones que hay que abordar para conocer las artesanas que se han desarrollado
en nuestro mbito municipal o comarcal es proceder a su inventariacin. Existen a nivel andaluz mltiples estu-
dios sobre este tema, por tanto, es muy posible que se encuentren referencias concretas a algunas de las acti-
vidades que nos interesan, bien en nuestro territorio o bien sobre las mismas actividades en reas diferentes a
la nuestra con las que podamos establecer algn tipo de conexin.
LNEAS DE ACTUACIN
Bsqueda de informacin
Entrevistas dirigidas
Organizacin de jornadas especficas sobre artesanas locales
Editar catlogos con artesanas locales
Organizacin de ferias locales o comarcales
Realizacin de exposiciones itinerantes
Diseo de rutas guiadas a los talleres locales
Incentivar a los jvenes
Aprovechar las ayudas del Ministerio de Trabajo
Programas de Iniciativas Comunitarias
Consejera de Trabajo e Industria
Mdulos de Promocin y Empleo
Exposiciones temporales
Exposiciones permanentes con demostraciones en vivo
Adecuar la produccin las demandas del mercado
Homologar la produccin artesana con la de otros sectores
econmicos
Solicitar una carta de calidad
OBJETIVOS
A) Conocimiento de las artesanas
locales
B) Difusin y sensibilizacin
C) El uso de las artesanas como
recurso pedaggico
D) La revalorizacin de las artesa-
nas como recurso cultural
E) La revalorizacin de las artesa-
nas como recurso econmico
Fuentes, M.
Haciendo bolillos
42
El mecanismo fundamental para proteger este sector es dignificar las actividades artesanas rescatando del
olvido los conocimientos y la sabidura que le son propios. Para ello es fundamental localizar a los artesanos
locales aunque muchos de ellos ya no ejerzan la actividad. En cuanto a esta labor, ya se apunta en algn
estudio que la mayor parte de los artesanos no tienen sus talleres dados de alta en los registros industriales, ni
ellos mismos estn inscritos en las mutualidades de proteccin social; Esto unido a que dichos registros no
suelen distinguir entre talleres manuales e industriales, hace que su estadstica nos resulte prcticamente intil
(CARRETERO, 1980).
Bsqueda de informacin
Las fuentes ms importantes para realizar la primera bsqueda son las siguientes:
Ayuntamientos y Cmaras de Comercio, donde existen registros de las altas en los Impuestos de Activi-
dades Econmicas por sectores de actividad e informarn de los mecanismos ms idneos para localizar
los talleres artesanos.
Rastreo por el municipio, solicitando informacin a la poblacin de mayor edad.
Consultando a los vecinos para obtener informacin relativa a las artesanas que se desarrollaban en el
mbito domstico, como puede ser la cestera, el bordado, la fabricacin textil en los telares, la fabrica-
cin de redes para la pesca y otras muchas que se han constituido histricamente como actividades
complementarias de las economas domsticas.
Si por fin se han localizado a los artesanos locales que hayan ejercido o ejerzan an la actividad, habra
que abordar el siguiente paso: la realizacin de entrevistas individuales o de grupo.
Merchn, I.
Trabajo en el obrador. beda (Jan)
patrimonio etnolgico
43
Entrevistas dirigidas
El contacto con las estirpes de artesanos supone una fuente de informacin privilegiada. El primer paso
para ganar la confianza del informante sera comenzar por recoger los datos referidos a los aspectos tecnol-
gicos; una descripcin del edificio donde se ubica el taller y la divisin funcional de los espacios, es decir, dnde
se realiza cada una de las tareas. Esto debera ir acompaado, a ser posible, por un croquis o plano de la planta
de los talleres, de una breve descripcin de materiales y tcnicas empleados en la construccin, as como de los
elementos arquitectnicos que ms los caracterizan, como pueden ser atrojes, piletas, hornos o fraguas.
Despus se pasar a describir la actividad recogiendo las tcnicas empleadas, materias primas, y tipo de
produccin. Tras esta primera toma de contacto, resultar ms fcil indagar sobre los aspectos socioeconmicos
de la actividad, sobre todo si durante la entrevista ponemos nuestro trabajo en el mismo nivel de importancia
que el suyo (ESCALERA, 1980).
B. DIFUSIN Y SENSIBILIZACIN
Una parte importante en el proceso de desarrollo y puesta en valor de las artesanas es sensibilizar a la
poblacin que desconoce o infravalora este sector. Los mecanismos son diversos y entre los ms importantes se
encuentran los siguientes:
Exposicin temporal
Donde se recojan bienes relacionados con los diferentes mbitos de la vida cotidiana. Para ello se debera
solicitar la colaboracin de la poblacin en el prstamo de objetos y utensilios artesanos diversos que, en
algunos casos, pueden ser restaurados por ellos mismos mediante la organizacin de cursos donde los moni-
tores sean locales. En este tipo de exposiciones es muy importante que los objetos aparezcan documentados
mediante material grfico, como pueden ser fotografas, planos o croquis sobre cada una de sus partes as como
de su funcionamiento. Pero lo principal es que la coleccin de objetos se encuentre perfectamente ordenada,
y ello significa que los elementos seleccionados se agrupen por actividad o uso al cual estaban destinados.
Museos etnogrficos
En este tipo de museos se podran reconstruir escenas de la vida cotidiana utilizando material grfico y
reproduciendo contextos de entornos domsticos o de aquellos paisajes tanto naturales como urbanos donde
la gente trabaja, se rene o vive. Esto creara en el espectador una sensacin de familiaridad y de conciencia
identitaria con respecto a aquellas situaciones y lugares donde ellos y sus antecesores han vivido.
La mejor manera de desarrollar esta accin sera implicar a la poblacin en la recogida del material,
creando grupos de trabajo por temticas concretas con las asociaciones y agrupaciones locales (jubilados, agri-
cultores, maestros, amas de casa y otros). La ordenacin del material debera estar coordinada por una persona
del lugar cualificada, bien el cronista, maestro o alguien perteneciente al mundo de la cultura.
PROYECTO LA VAQUERA DE LA FINOJOSA
HINOJOSA DEL DUQUE. CRDOBA.
En la poblacin de Hinojosa del Duque, perteneciente a la comarca cordobesa de Los Pedroches, se
realiz una puesta en escena de la obra la Vaquera de la Finojosa, retablo para un teatro popular.
Con motivo del sexto centenario del nacimiento de D. igo Lpez de Mendoza, ms conocido como El
Marqus de Santillana, el Ayuntamiento acomete el ambicioso proyecto de poner en escena a todo el
pueblo, ya que, sus habitantes son los que le dan vida a una obra basada en las famosas rimas
compuestas por el noble en esta localidad, y adaptada por el dramaturgo cordobs D. Francisco Bentez.
La obra se represent en la plaza de la Catedral durante los das 7, 8 y 9 de agosto de 1998, con la parti-
cipacin de los propios habitantes de Hinojosa que encarnan a los personajes.
Esta accin fue subvencionada por la Iniciativa LEADER y sus resultados han sido magnficos teniendo en
cuenta que se ha logrado la implicacin de la poblacin en un proyecto comn.
68
El trabajo posterior de diseo en este tipo de museos debera plantearse de una manera dinmica y viva,
mediante el trabajo de algn grupo o tcnico que se encargase de darle continuidad a la investigacin etno-
grfica (grupos de voluntarios, asociaciones o patronatos). Esto se puede lograr de varias maneras:
Con salas temporales.
Renovando peridicamente el contenido del museo.
Dedicando algunos das a la exposicin en vivo de escenas de la vida cotidiana.
Incluir la historia oral en mesas de trabajo dentro de los Centros de Formacin de Profesores
Se trata no slo de que los maestros sepan contar bien las historias y los cuentos, sino tambin de que
utilicen este recurso a la hora de formar a los alumnos. ste es un medio para que los nios aprendan a rela-
cionarse con el entorno social y entre los efectos ms positivos que se pueden lograr se encuentran los
siguientes:
Desarrolla la habilidad de escucha y la interaccin.
Estimula a la lectura.
Aumenta el vocabulario y la capacidad de comprensin.
Organizar talleres de recuperacin de cuentos con los alumnos para su posterior escenificacin
Habra que implicar a los colegios pblicos, institutos y bibliotecas donde existan seminarios o asocia-
ciones de alumnos y padres, organizando con ellos diverso tipo de talleres orientados hacia la recuperacin de
la historia oral y de los textos o artculos sobre leyendas, refranes y cuentos que ms tarde seran narrados y, a
ser posible, escenificados.
4.5. FIESTAS TRADICIONALES
Dentro de este apartado se van a tratar aquellas expresiones culturales ms externas de la forma de
sentir de un pueblo: las fiestas populares. Podra decirse que esta parte del Patrimonio Etnolgico es la ms
valorada socialmente por la gran cantidad que eventos de este tipo que existen en el medio rural andaluz y por
la aceptacin popular con la que cuentan. Sin embargo, esta Gua no va a centrar toda su atencin en la protec-
cin de aquellas manifestaciones festivas que an se conservan y estn de sobra aceptadas y consolidadas, sino
ms bien en aquellas otras que estn a punto de desaparecer o que, an despus de haber desaparecido, conti-
nan vivas en la memoria de los ms mayores.
Las fiestas populares son manifestaciones externas de la identidad de un colectivo de personas concreto
agrupadas en torno a una poblacin, a un barrio, etc. Existe un nmero considerable de fiestas, de diversa
ndole y naturaleza y con una gran diversidad de formas en cuanto a su expresin. El colorido, esperpento,
eclosin sonora y clamores, son algunas de sus manifestaciones externas ms clarividentes. Sin embargo, ms
all de los aspectos externos y pintorescos, la relevancia de la fiesta en el medio rural andaluz radica en la
magnitud de su significado y de las funciones que posee dentro del contexto sociocultural donde se desarro-
llan, y por ello van a estar ntimamente relacionadas con su economa, poltica e ideologa. Es de ah precisa-
mente de donde se deriva su especificidad.
Fuentes, M.
Romera Virgen del Roco. Almonte (Huelva)
patrimonio etnolgico
71
Sus orgenes suelen ser remotos y vienen relacionados con la historia de las vicisitudes de nuestros ante-
pasados, sus logros y desventuras, triunfos y derrotas. Un sinfn de avatares que quedan manifiestos en el reper-
torio festivo como una mezcla entre la devocin y el jolgorio, lo cristiano y lo pagano. La mayora de las fiestas
suponen una alegora a la naturaleza, al valor, al honor, a la guerra, a los recursos y al medio que nos rodea. Y
por ello, los elementos que se utilizan, tales como trajes, emblemas o imgenes, constituyen referentes simb-
licos para los grupos que participan en ellas.
Las fiestas, adems, no podran ser entendidas sin los elementos sonoros que ms las caracterizan. La
Semana Santa sera incomprensible sin sus bandas de tambores y cornetas o sin las saetas, los carnavales sin las
chirigotas, la noche de las candelas sin la msica y cnticos populares, y as, un sinfn de las manifestaciones
festivas que se han venido celebrando a lo largo de la historia en el medio rural andaluz. Por ello, la recupera-
cin del patrimonio festivo local, implicara al mismo tiempo la recuperacin de la msica y de la danza que
lo caracterizan por la vinculacin que poseen en los momentos de manifestacin colectiva.
De igual manera que ha ocurrido en otros campos del Patrimonio Etnolgico, en este caso tambin ha
influido positivamente la existencia de un turismo de interior que gusta cada vez ms de participar en las acti-
vidades ms representativas o que ms caracterizan a otras culturas diferentes a la suya. Pero no hay que olvidar
la importante funcin que estn teniendo en ello las mltiples asociaciones locales, de diversa ndole,
que con una vocacin puramente altruista y apoyados en muchos casos por los propios Ayuntamientos, estn
recuperando, fomentando y difundiendo este tipo de manifestaciones culturales.
El significado de las fiestas es diverso. Posee varias dimensiones, todas ellas interrelacionadas:
Por un lado, la fiesta posee una funcin integradora al actuar como mecanismo de identificacin de una
colectividad. Las fiestas, pues, constituyen signos y exponentes de la cultura especfica de la sociedad,
etnia o grupo que se identifica mediante ellas (MORENO, 1993).
En segundo lugar, las fiestas son representaciones simblicas del espacio. La adscripcin de un grupo
a un territorio concreto del cual obtiene sus recursos desde tiempos inmemoriales, tiene su representa-
cin en los numerosos rituales que se llevan a cabo en parajes naturales (como es el caso de las romeras,
rogatorias, etc.), sin los cuales no tendran sentido. De igual manera, en el mbito urbano, las fiestas
tambin suponen una ritualizacin del valor patrimonial de la ciudad, de un barrio o de una parroquia.
En tercer lugar, las fiestas funcionan como marcadores culturales del tiempo. El ejemplo lo tenemos en
la existencia de una gran variedad de rituales que marcan la transicin entre tiempos diferentes y que
desde antao han venido determinados por la estacionalidad de las tareas productivas tradicionales.
Todos conocemos la enorme popularidad que tienen las fiestas andaluzas fuera de nuestro territorio.
Constituyen una de las manifestaciones sociales ms reconocidas, aunque no por ello se conocen mejor. Entre
las fiestas ms destacadas se encuentran la Semana Santa, la Fiesta de Moros y Cristianos, o las fiestas locales
de las ciudades andaluzas ms importantes. Son stas las mejor protegidas debido fundamentalmente al alto
grado de aceptacin y participacin popular con el que cuentan.
Sin embargo, a lo largo y ancho del territorio andaluz, existen o han existido otras muchas manifesta-
ciones de carcter festivo y musical, que actualmente estn ya desaparecidas o en vas de extincin aunque su
recuerdo an se mantiene en la memoria de los mayores. Son precisamente esas las que deberan ser objeto de
una recopilacin urgente para su posible recuperacin y proteccin. Entre ellas se podran nombrar algunas
como las fiestas de barrio, las cruces de mayo, los Va crucis, la Candelaria y otras muchas.
72
En cuanto a la msica y las danzas, suponen manifestaciones que adquieren importancia en el marco de
otras actividades festivas de carcter laico o religioso. Entre ellas se podran destacar los verdiales, trovos, villan-
cicos, saetas, pregones, o pastorales. Algunas conocidas en mayor o en menor medida que otras, pero todas
ellas de gran inters para la cultura local.
La importancia que posee la recuperacin, continuidad y puesta en valor de las fiestas populares
radica en varias cuestiones:
Son los mecanismos locales ms antiguos de articulacin social.
Refuerzan la identidad colectiva de la poblacin.
Funcionan como vehculo para la interaccin y asociacin de los habitantes de una poblacin.
Sirven como escenario para la vehiculacin de otros aspectos representativos de la cultura local, como la
gastronoma, el folklore, artesanas, tradicin oral y otros.
LNEAS DE ACTUACIN
Confeccin de una ficha sobre el ciclo festivo de la localidad
Disear una ficha relativa a la propia fiesta
Realizar entrevistas a informantes cualificados de la localidad
Incentivar a las asociaciones locales
Organizar concursos
Organizar grupos de trabajo con los colectivos locales
Museos etnogrficos
Fomentar la celebracin de la fiesta
Puesta en valor de todos los elementos caractersticos de la fiesta
Divulgacin de los significados de la fiesta popular
Creacin de fiestas nuevas
Elegir los lugares adecuados para el desarrollo de la fiesta
OBJETIVOS
A) Recopilacin
B) Participacin de la
poblacin y puesta
en valor
Fuentes, M.
Danza de la Villa Blanca (Huelva)
patrimonio etnolgico
73
A. RECOPILACIN
Para la recopilacin de fiestas y msica tradicionales es necesario abordar una doble metodologa. De una
parte se debera realizar una bsqueda bibliogrfica sobre la informacin que ya existe publicada. En segundo
lugar habra a adoptar un mtodo ms cualitativo, basado en las entrevistas a informantes que pertenezcan a
los diferentes grupos que participan en la fiesta, sean stos de gnero, de actividad, de edad o por barrios. El
proceso ms idneo que se debera seguir en un trabajo de este tipo es el siguiente:
Organizar concursos
Estas fiestas, cuya prdida ha sido relativamente reciente, an se encuentran vivas en la memoria de
muchas personas de mayor edad que, incluso podran recordar muchas de sus oraciones y cnticos, como era
el caso de los recitados durante las largas veladas, en las cuales las mujeres de un barrio se reunan en torno a
la Cruz o monumento que previamente haban decorado con motivos florales.
PROYECTO RECUPERACIN DE FIESTAS TRADICIONALES
BENAMOCARRA. MLAGA.
En el municipio de Benamocarra, de la provincia de Mlaga, existe una asociacin cultural denominada
Pea la Pepa que desde principios de los aos 80 est llevando a cabo una labor de recuperacin de
fiestas tradicionales que se encontraban perdidas. El proyecto surge a iniciativa de la asociacin y las acti-
vidades que se organizan son patrocinadas por el propio Ayuntamiento.
La metodologa utilizada para reconstruir aquellos aspectos que ms caracterizaban a las fiestas locales
perdidas se bas, fundamentalmente, en la recopilacin de las historias de vida de aquellas personas
mayores que las haban conocido.
Los resultados obtenidos son los siguientes:
Recuperacin de la fiesta del Carnaval.
Recuperacin de la fiesta de Las Candelas.
Recuperacin de la fiesta de La Pava.
Publicacin con canciones de rueda y glosario de palabras locales.
Edicin de un folleto de 100 canciones.
76
En estos casos, se podran organizar concursos de artes plsticas para reproducir determinados elementos
simblicos; un programa de recitales sobre oraciones tradicionales invitando a los visitantes a participar; la publi-
cacin en la revista local o su difusin en otros medios de comunicacin. Todas estas actuaciones pueden favo-
recer el reforzamiento de la memoria colectiva y de la identificacin de la poblacin con respecto a este tipo de
eventos.
Museos etnogrficos
Un mecanismo para fomentar la sensibilizacin de la poblacin es organizar museos etnogrficos perma-
nentes donde se expongan las piezas o elementos simblicos y emblemas relacionados con las fiestas que se
pretende recuperar, como pueden ser trajes, fotografas, imgenes y otros objetos representativos.
Fuentes, M.
Cruz de Mayo
patrimonio etnolgico
77
FASE 1.
En el comienzo del planteamiento para la elaboracin de estas normas, slo deben abordarse aspectos
concretos y especficos tendentes a controlar el exterior de las edificaciones, la calidad de la escena urbana
y el paisaje circundante, y podran ser destinadas tanto a las edificaciones de nueva planta cercanas al casco
histrico, como a las viviendas tradicionales existentes a rehabilitar en toda la localidad. En esta fase slo se
incluyen estos aspectos:
Por tanto, desde este punto, se sugiere incorporar estas disposiciones dentro del cuerpo de
Normas Urbansticas de la localidad, donde obligatoriamente deben estar fijadas las normas referidas a altura
de la edificacin, volumetra, vuelos permitidos, huecos de fachadas, y otros.
UTILIZACIN DE DETERMINADOS MATERIALES Y COLORES EN FACHADAS Y CARPINTERAS.
SOLUCIN DE CUBIERTAS Y MATERIALES DE LAS MISMAS.
NORMAS DE CALIDAD. GRUPO LEADER
EL CONDADO DE JAN
Este grupo LEADER, ha redactado La Carta de Calidad del Condado, normas a aplicar en su mbito
que definen el marco general de estrategias de desarrollo de la comarca.
Las empresas y entidades que quieran acogerse a la denominacin de El Condado tienen la obliga-
cin de asumirlas.
Entre ellas se encuentran algunas normas de carcter arquitectnico, destinadas a ser cumplidas por
todas las edificaciones, tanto de nueva planta como rehabilitadas, para poder as disfrutar de la mencio-
nada marca de calidad de El Condado.
Archivo fotogrfico D
.
a
.
p
Detalles ornamentales. Granada
patrimonio arquitectnico
47
Acciones de apoyo que podran realizarse para ello:
Incentivacin del uso de algunos materiales o soluciones locales tradicionales: como acabados de
fachadas, tipo de zcalos, carpintera de fachada de madera o material de cubiertas. Esta incentivacin
se podra realizar mediante algn tipo de pequea ayuda o exencin fiscal de algn impuesto.
Prohibicin de algunos materiales concretos, que tengan impacto negativo en el conjunto urbanstico,
como cubiertas construidas con placas de fibrocemento, la situacin vista de antenas de televisin, las
carpinteras de aluminio anodizado
45
, la colocacin de terrazos y azulejos en fachadas y zcalos, la situa-
cin de depsitos de agua vistos, equipos de aire acondicionado vistos u otros.
Proporcionar la Corporacin Local, gratuitamente a los vecinos de la localidad, algunos materiales espe-
cficos con gran incidencia en el impacto visual positivo urbanstico de la localidad, como, por ejemplo,
las tejas curvas tipo rabe para evitar las cubiertas con acabado de fibrocemento, o bien las de tipo
azoteas, as como la cal para asegurar el color caracterstico blanco de fachadas exteriores de algunas
poblaciones andaluzas.
45
La carpintera de aluminio anodizado es aquella en la que el aspecto de su acabado exterior es metlico y puede admitir algunos colores como
el natural, bronce o cobre.
Archivo fotogrfico D
.
a
.
p
Arquitectura Tradicional. La Axarqua. (Mlaga)
48
FASE 2.
Realizada la primera fase de esta propuesta, y tras la asuncin de las determinaciones de la misma por la
poblacin, en esta segunda fase se profundiza en el nivel y control ms estrecho de algunos aspectos de
carcter arquitectnico en el interior de las viviendas tradicionales, como pueden ser:
El control de estos elementos slo sera operativo realizarlo a partir de la inclusin de las edificaciones de
vivienda tradicional de mayor inters en el Catlogo de Proteccin Urbanstico, con fichas especficas para cada
una de ellas, donde se especifiquen los elementos a conservar. Ejemplo: mantenimiento de las crujas construc-
tivas, cuchillos estructurales de cubiertas, carpinteras, cerrajeras, balcones, azulejera, zcalos, estructura de
patios, cubricin de patios, localizacin de las escaleras, pozos y fuentes, hornacinas, chimeneas, arbolado, etc.
CONTROL ARQUITECTNICO DE LOS ESPACIOS INTERIORES: PATIOS, TERRADOS, ZAGUANES,
ESCLERAS, JARDINES, CORRALES, Y OTROS.
MATERIALES, COLORES Y ELEMENTOS INTERIORES, COMO ZCALOS DE AZULEJOS, PARAMENTOS
DECORADOS, CIERROS, CARPINTERAS, HORNACINAS, POZOS, VEGETACIN, etc.
AYUDAS DEL AYUNTAMIENTO DE QUESADA. JAN.
Este Ayuntamiento ha realizado una iniciativa simple, pero efectiva, para la concienciacin de la pobla-
cin en el aspecto del conjunto de las edificaciones de la localidad:
Ha comprado recientemente varias toneladas de cal, utilizada tradicionalmente en el blanqueo de
fachadas, para regalarla a los vecinos de la localidad.
Con ello se incentiva el uso de este material en los exteriores de las edificaciones del pueblo, mante-
nindose el conjunto paisajstico del mismo con una caracterstica comn que lo define, como es el color
blanco de sus muros.
Este tipo de ayudas, con bajo costo para la administracin, tiene resultados muy visibles en el ambiente
arquitectnico de un ncleo de poblacin.
Archivo fotogrfico D
.
a
.
p
Interior vivienda tradicional. Los Anchos. (Jan)
patrimonio arquitectnico
49
A3. ACCIONES DE SENSIBILIZACIN, PARTICIPACIN, VALORIZACIN Y CONCIENCIACIN CIUDADANA
SOBRE LAS ACTUACIONES EN EL PATRIMONIO ARQUITECTNICO Y LA DIFUSIN DE LAS MISMAS.
La participacin ciudadana en este campo es imprescindible, dado que la obligatoriedad de estas normas,
si no estn recogidas en el planeamiento urbanstico, son de difcil cumplimiento. Las Corporaciones Locales y
Grupos de Desarrollo Local deben trabajar para hacerlas cumplir en positivo, es decir, con acciones activas
de promocin, sensibilizacin, incentivacin y persuasin, realizadas con la colaboracin ciudadana, y dirigida
a ella, como las siguientes:
Hacer coloquios y charlas temticas con las asociaciones vecinales, de mujeres, juveniles, de jubilados,
institutos, colegios u otros, con el fin de hacerles ver la preocupacin existente por el aspecto exterior de
nuestros pueblos, hablando de la arquitectura tradicional y sus caractersticas como gran valor a
mantener, as como la manera de vivir en el pasado, ligada a estas edificaciones. En ellas surgirn
propuestas de indudable inters.
Promoviendo concursos de adecentamiento y ornato de fachadas de viviendas (blanqueo de fachadas
en los pueblos blancos), eliminando elementos parsitos de fachadas (cableados, disimulando conta-
dores de agua y elctricos), o adornando las fachadas con elementos vegetales (macetas), etc.
Estos concursos deben tener un jurado popular, con premios simblicos (en los que pueden colaborar las
entidades financieras u otras de la localidad) y realizar publicidad de ellos, tanto en la prensa como en las
emisoras de radio de la localidad.
Promoviendo actividades culturales para valorizar la identificacin de la poblacin local con su patri-
monio. Estas actividades podran ser:
Concursos de dibujos, fotografas, redacciones escolares, literarios, etc., relacionados con el Patrimonio
Arquitectnico local, dirigidos a toda la poblacin o a algn sector concreto (jubilados, mujeres, etc.).
Creacin del archivo grfico local, recogiendo fotos, dibujos o planos que los vecinos puedan aportar
sobre las edificaciones que existieron o las actuales, antes de las transformaciones operadas sobre ellas.
Estudios de anlisis comparativos de las caractersticas arquitectnicas de la localidad y otros pueblos de
la comarca o exteriores a ella, con la identificacin de sistemas constructivos, y de la adecuacin al clima
y al lugar de la arquitectura tradicional.
CONCURSOS DE ORNATO DE FACHADAS DEL MUNICIPIO DE VALDEPEAS.
JAN.
El Promotor de estas acciones es el Ayuntamiento de esta localidad andaluza.
Este municipio, durante varios aos, ha realizado concursos de adecentamiento y ornato de fachadas,
que han incidido muy positivamente en el aspecto arquitectnico y ambiental que presenta la localidad.
Los premios han sido de pequea cuanta econmica, con carcter simblico. El jurado estuvo formado
por personas de la localidad o directamente vinculadas o relacionadas con ella.
El concurso tuvo amplia difusin en la prensa y emisoras de radio locales. Ha sido un importante
elemento de concienciacin y sensibilizacin de la poblacin para conservar y mantener sus fachadas en
buen estado.
Intervenciones escolares con fines didcticos, realizando pequeos trabajos relacionados con algunos
aspectos del Patrimonio: plantaciones vegetales, limpieza de espacios pblicos, sensibilizacin ante el
aspecto positivo o negativo de las edificaciones, ejercicios de diseo de mobiliario y sealizacin urbana,
u otros. Estas actuaciones son muy importantes, dado que la educacin y concienciacin sobre la conser-
vacin del Patrimonio Arquitectnico, de los futuros ciudadanos, incidir positivamente en la conservacin
y valorizacin del mismo.
En resumen, creemos que para abordar esta importante cuestin es necesaria la sensibilizacin previa
y paulatina de los habitantes de la localidad, y tanto la Corporacin Local como los Grupos de Desarrollo Local
deben ir abonando el terreno para que, cuando aparezcan estas normas, sea un elemento respetado y asumido
por la poblacin.
A4. ACCIONES DE FOMENTO A REALIZAR EN LOS CENTROS TRADICIONALES URBANOS
Independientemente del tamao y de las caractersticas del ncleo urbano sobre el que se quiere actuar,
hay acciones de planeamiento y diseo de directrices de poltica urbana concretas, que convienen resear
como posibles acciones a realizar, tanto por las Corporaciones Locales como por los Grupos de Desarrollo Local:
Incentivacin de la peatonalizacin de las zonas urbanas tradicionales, dadas las normales dificultades
de accesibilidad para los vehculos a las mismas. Esto se debe unir al estudio y solucin del aparcamiento
de vehculos para vecinos y visitantes, en espacios perifricos al ncleo, integrndolos paisajsticamente
con vegetacin y elementos adecuados, y compatibilizando su utilizacin para determinadas actividades
puntuales, como ferias, mercados, concentraciones deportivas, u otras.
Entendemos que esta peatonalizacin, lejos de ser perjudicial para las actividades econmicas que se desa-
rrollan en los centros urbanos (comercio, administracin, culturales) son positivas y hacen que tanto los
vecinos como los visitantes se encuentren en espacios ms relajados y sus paseos sean ms vividos e
intensos, apreciando con todos sus sentidos las caractersticas arquitectnicas y culturales del lugar.
Fomento del uso residencial de los centros urbanos, incluyndolos en programas de viviendas de
proteccin oficial que la Consejera de Obras Pblicas y Transportes establece peridicamente para
mantener la poblacin del lugar y evitar la emigracin de sta a otras zonas de la localidad o fuera
de ella.
Aumentar la rentabilizacin tanto econmica como cultural de estas acciones, a realizar sobre los
centros urbanos tradicionales, al ser el turismo de carcter cultural el que, segn las ltimas tendencias
que se apuntan en este sector, perdura y se estabiliza en poblaciones y zonas con nivel de autenticidad,
tanto urbano como paisajstico. Con ello se incidir positivamente en el desarrollo sostenible de una zona.
Los ncleos rurales pequeos pueden ser museos de su propia historia, es decir, pueden ser recono-
cidos los hechos histricos locales en sus calles, plazas y edificaciones, poniendo en valor y realzando sus
elementos singulares y sus conjuntos urbanos tradicionales.
El ayuntamiento, cogestor de los Programas de Empleo Social y de Planes Provinciales, puede incidir
en que se apliquen en elementos destinados al embellecimiento y conservacin de la escena urbana de
su localidad, colaborando con las administraciones de rango superior (Diputaciones Provinciales y Conse-
jeras correspondientes) para la aplicacin de estos programas de una manera coordinada y conjunta.
50
patrimonio arquitectnico
51
Realizacin de Convenios entre Ayuntamiento y compaas de servicios urbanos de electricidad, tel-
fonos, gas natural, para la paulatina ocultacin o mejora esttica de las redes areas en fachadas, y en
vas pblicas.
A5. AYUDAS DE LAS ADMINISTRACIONES, DESTINADAS A LOS AYUNTAMIENTOS, PARA LA REDACCIN
DEL PLANEAMIENTO MUNICIPAL
Como ya se ha reflejado en apartados anteriores, la redaccin del Planeamiento Urbanstico Municipal
(con todos sus componentes y determinaciones de Normas, Catlogos, y otros.) siempre que sea adecuado y
respetuoso con la conservacin del Patrimonio Arquitectnico, es una de las herramientas bsicas con las que
cuenta una poblacin, representada por su Ayuntamiento, para controlar el proceso urbanizador del territorio
de una manera sostenible y respetuosa, tanto urbanstica como medioambientalmente.
Los Ayuntamientos cuentan con diversas ayudas para la redaccin de este Planeamiento. Estas son:
Diputacin Provincial. Esta administracin tiene establecidas, entre sus obligaciones competenciales,
con preferencia a los municipios de poblacin inferior a 20.000 habitantes, la asistencia tcnica y econ-
mica en materia de redaccin de planeamiento urbanstico general, gestin y disciplina urbanstica, y
otros documentos, como catlogos, inventarios, etc., instrumentados mediante convenios especficos de
colaboracin entre la Diputacin Provincial y los Ayuntamientos.
Consejera de Cultura. Colabora, mediante Convenios establecidos en Ordenes especficas destinadas a
las Administraciones Locales, en la redaccin de los Planes Especiales de Proteccin de Conjuntos Hist-
ricos, con la limitacin de sus posibilidades presupuestarias
46
.
Consejera de Obras Pblicas y Transportes. Las ayudas de esta Consejera a la redaccin del planea-
miento municipal tambin estn establecidas mediante la correspondiente Orden de concesin de
ayudas
47
, estando destinadas a los Ayuntamientos y Diputaciones Provinciales.
B. ACTUACIONES ESPECFICAS PARA LA INTERVENCIN EN UNA VIVIENDA TRADICIONAL ATENDIENDO
AL USO FINAL DE LA MISMA
Estas actuaciones, concretadas ya sobre un inmueble especfico, y dirigidas a ser promovidas por la
propiedad del mismo, comportan una serie de pautas, entre las que se encuentran las propias de la interven-
cin arquitectnica. Sern diferentes segn el estado de conservacin de la edificacin, su tamao, el grado de
proteccin de la misma, las normas urbansticas que le sean de aplicacin, y el uso al que se haya sido desti-
nada. Es necesario que en este proceso intervenga un tcnico profesional de la arquitectura.
El proceso se realizara en varias fases de actuacin, con los siguientes contenidos:
46
ORDEN de 10 de mayo de 1995. por la que se regula la concesin de ayudas a las Corporaciones Locales para la financiacin de redaccin
de documentos de planeamiento de proteccin de Bienes Inmuebles integrantes del Patrimonio Histrico de Andaluca. (BOJA nm. 83, de 8
de julio de 1995).
47
ORDEN de 30 de abril de 1998. por la que se regula la concesin de ayudas a las Corporaciones Locales para la financiacin de actuaciones
en materia de Ordenacin del Territorio y Urbanismo. (BOJA nm. 60, de 28 de mayo de 1998).
52
FASES DE ACTUACIN
Objetivos. En esta fase previa se realizarn las siguientes actuaciones:
Definicin de objetivos de la actuacin sobre el inmueble.
Recopilacin de toda la informacin posible del inmueble y su entorno, tanto histrica como urbanstica.
Realizacin de los levantamientos planimtricos del edificio.
Ayudas. Se estudiarn las posibilidades de ayudas tcnicas y/o financieras y los programas pblicos donde puede ser
acogida la intervencin.
Desarrollo. Redaccin, gestin y ejecucin de la intervencin. Puesta en funcionamiento del inmueble tras la interven-
cin arquitectnica.
Ejemplos. Actuaciones realizadas en cada grupo que pueden ser ilustrativas de la actuacin.
B1. LA VIVIENDA TRADICIONAL REHABILITADA PARA USO RESIDENCIAL PRIVADO
Esta intervencin es la ms adecuada y tambin la ms necesaria para la conservacin del tejido urba-
nstico tradicional de una localidad, dado que el mantenimiento del uso de vivienda en los centros histricos
incide positivamente en la vitalidad econmica y social de los mismos, manteniendo las actividades comple-
mentarias de comercio, ocio, relacin, administracin, y evitando as su degradacin.
OBJETIVOS. El mantenimiento del uso residencial privado es la actuacin posible ms genrica en el
conjunto de edificaciones de la vivienda tradicional rural. Est dirigida mayoritariamente a los propietarios
privados, que deben actuar para mantener, conservar y rehabilitar las edificaciones de su propiedad, y
adecuarlas a las necesidades que el paso del tiempo obliga a realizar sobre este patrimonio.
Uno de los objetivos bsicos es mantener la poblacin autctona en sus lugares de residencia, evitando
su desplazamiento a otras zonas urbanas tras la ejecucin de la rehabilitacin. Para ello, las administraciones
pblicas deben establecer las ayudas y disposiciones adecuadas.
El objetivo final ser resolver y solucionar las carencias que estas edificaciones presentan en muchos
aspectos, casi siempre relacionados con el confort, la salubridad y el funcionamiento inadecuado de las insta-
laciones a las nuevas demandas que se establecen en la actualidad para las edificaciones residenciales.
Para realizar esta actuacin, se deben enumerar las carencias y deficiencias del inmueble. Estas podrn
estar englobadas en grandes apartados (dependiendo de su situacin) y luego se establecer la solucin de las
mismas como objetivo, como:
Deficiencias estructurales, como desplomes de muros, fisuras y grietas, desagregacin de morteros,
vibraciones y deformaciones de entramados de maderas, empujes de cuchillos de cubiertas, etc.
Deficiencias de cubiertas, como filtraciones de agua por desaparicin de tejas, humedades por prdida
de la impermeabilizacin de lminas, evacuacin deficiente de azotes, fisuras en los elementos de imper-
meabilizacin u otros.
Deficiencias de instalaciones, redes elctricas, fontanera y alcantarillado, obsoletos y de bajas presta-
ciones tanto de secciones de conductos como de seguridad. Ausencia de baos y cocinas bien equipados.
Deficiencias de funcionamiento del conjunto. Falta de ventilacin directa de estancias vivideras, como
dormitorios y salas, servidumbre de paso de algunos dormitorios sobre otros, situacin exterior de baos,
u otros.
patrimonio arquitectnico
53
Informacin previa del inmueble. Con respecto a la situacin urbanstica, es importante tener en cuenta
lo siguiente:
Situacin urbanstica del inmueble, solicitando, para ello, al Ayuntamiento, un Certificado Urbanstico del
edificio. En l, se debern especificar los siguientes contenidos: la clasificacin del suelo donde se ubica
el edificio (suelo urbano, urbanizable o no urbanizable), calificacin del suelo (uso permitido en el
edificio), posible grado de proteccin, y otras afecciones o servidumbres que puedan existir sobre el
mismo.
Informacin sobre las acometidas a las redes municipales de abastecimiento de agua potable, alcantari-
llado, y las de las compaas suministradoras de electricidad, telfono, gas natural, u otras.
Levantamiento planimtrico del estado actual del inmueble, de sus diferentes plantas, alzados, secciones,
y detalles sobresalientes.
AYUDAS. Las ayudas dirigidas a la rehabilitacin de viviendas del sector privado estn centradas (como
ya hemos dicho en el apartado 3.3.) por el III Plan Andaluz de Viviendas de la Consejera de Obras Pblicas y
Transportes, de duracin cuatrienal
48
. A continuacin, por su importancia, reflejamos un resumen de los
programas de rehabilitacin del sector privado, que establece este Plan:
III PLAN ANDALUZ DE VIVIENDA Y SUELO PROGRAMAS DE REHABILITACIN
DE VIVIENDAS DEL SECTOR PROTEGIDO (destinado al sector privado).
El Sector Protegido est integrado por un conjunto de programas de iniciativa fundamentalmente
PRIVADO que cuenta con financiacin externa y ayudas pblicas, acogidas a la normativa estatal o auto-
nmica.
1 PROGRAMA DE REHABILITACION AUTONOMICA
El Objeto de este programa es la proteccin y financiacin de las actuaciones de conservacin y mejora
en viviendas, siempre que sus municipios estn declarados de Rehabilitacin, a peticin de sus respec-
tivos Ayuntamientos.
La Declaracin de Rehabilitacin podr afectar a la totalidad del municipio o a determinadas zonas o
reas. Vendr condicionada por la necesidad de viviendas, el valor del Patrimonio Arquitectnico, el
estado de las viviendas, el nivel de renta de la poblacin, el nivel de desempleo, etc.
2 PROGRAMA DE REHABILITACION SINGULAR.
Mediante este programa se financian las actuaciones especficas destinadas a mejorar las dotaciones e
instalaciones concretas de edificios residenciales, reparar daos causados por fenmenos naturales sobre-
venidos, y rehabilitar viviendas vacas para facilitar su entrada en el mercado en rgimen de alquiler.
3 PROGRAMA DE REHABILITACION ACOGIDA AL R.D. 1196/98, de 2 de Junio.
Recoge los Programas de Rehabilitacin procedentes del Plan Nacional 19982001, financiados con
cargo a los presupuestos del Ministerio de Fomento, destinados a la ejecucin de obras de Rehabilita-
cin privada individualizada, en elementos estructurales y de habitabilidad por promotores con rentas
de nivel medio, mediante un sistema de ayudas basado en la financiacin cualificada, o las subvenciones
a fondo perdido.
48
DECRETO 153/99 de 29 de Junio, por el que se aprueba el III Plan Andaluz de Vivienda y Suelo para el cuatrienio 19992002. (BOJA nm.
84, de 22 de julio de 1999).
DECRETO 166/1999 de 27 de julio, por el que se regulan las actuaciones contenidas en el III Plan Andaluz de Vivienda y Suelo 19992002.
(BOJA nm. 94, de 14 de agosto de 1999).
54
DESARROLLO. Debe ser totalmente posible compatibilizar, mediante una rehabilitacin correcta, el
mantenimiento de la tipologa tradicional de la vivienda con sus relaciones espaciales y elementos especficos
formales; y con la reutilizacin de algunos espacios de manera ms funcional y confortable (patios, jardines,
corrales, cmaras, escalera, zagun, pozos, fuentes, etc.).
Habr que intentar resolver algunas soluciones tradicionales que en la actualidad no son admisibles, de
circulacin y ventilacin de estancias, como la situacin de dormitorios sin ventilacin directa o con servidumbre
de paso entre estancias, la localizacin de baos y aseos, la cocina en zonas alejadas, etc., sin alterar sustan-
cialmente la estructura fsica y funcional del inmueble.
El criterio de intervencin fundamental ser la utilizacin de materiales y soluciones arquitectnicas
autctonos: tipo de cubierta y sus materiales (inclinada a varias aguas, con cubricin de tejas o pizarra, azoteas
transitables), tipo y material de carpinteras y cerrajera de fachadas (carpinteras de madera, cierros de acero
acristalados, cerrajeras, contraventanas, persianas), paramentos exteriores de un tipo y material (fachadas de
ladrillo visto o enfoscado, muros de mampostera, de ripios), elementos formales de fachada a mantener
(cornisas, balcones, petos, barandillas).
La utilizacin de nuevos materiales para aislamiento trmico, lminas de impermeabilizacin de cubiertas,
parte de estructura de hormign o acero, u otros, se har ocultndolos bajo los acabados tradicionales, como
teja curva cermica, baldosa de barro, cmaras de muros, etc.
La utilizacin de materiales autctonos en los exteriores de la edificacin, cumpliendo las normas que
existan para ello, debe entenderse, por los propietarios de las edificaciones, como un objetivo que beneficia a
una comunidad entera, ya que establece un aspecto exterior de nuestros pueblos armnico e integrado, a la
vez que variado en su diversidad, que puede redundar positivamente en factores del desarrollo econmico,
como la actividad turstica y comercial.
Terminada la intervencin arquitectnica en la edificacin de vivienda tradicional, al no haberse modifi-
cado su uso, no necesita tramitacin de la Licencia de Ocupacin. En caso de que la vivienda hubiese estado
cerrada y sin uso, para la conexin de las acometidas de agua, electricidad y alcantarillado, el Ayuntamiento y
compaas suministradoras podrn exigir la mencionada Licencia.
GRAZALEMA. CDIZ
En este pueblo serrano de la provincia de Cdiz, situado en la ladera media del macizo de Grazalema,
en el corazn del Parque Natural Sierra de Grazalema, con un alto nivel urbano y paisajstico de su
conjunto de edificaciones, los propietarios y vecinos de la localidad han asumido las caractersticas arqui-
tectnicas locales, algunas obligadas por las Normas Urbansticas.
En la localidad, y principalmente en el entorno de la plaza central del pueblo, han adoptado la utiliza-
cin de carpinteras de madera, cerrajera de fundicin, y algunos elementos ornamentales, como la
colocacin de macetas colgadas en las fachadas.
Estas acciones colaboran y refuerzan el aspecto tan hermoso que tiene la poblacin, incidiendo positi-
vamente en el nivel de visitantes, en el aumento y diversificacin de las rentas, y en definitiva, en el desa-
rrollo econmico de la localidad.
patrimonio arquitectnico
55
B2. LA VIVIENDA TRADICIONAL REHABILITADA PARA USO DE ALOJAMIENTO TURSTICO.
OBJETIVOS. Este tipo de intervencin se est realizando ltimamente con mucha frecuencia, debido al
auge que est teniendo el turismo rural en las reas de montaa y del interior de la comunidad autnoma.
Puede ser una causa que, bien utilizada, influya positivamente en la recuperacin y puesta en uso del maltrecho
patrimonio de la vivienda tradicional rural, tan carente de recursos econmicos propios para su rehabilitacin
integral.
El objetivo final ser idntico al establecido en el apartado interior: estudiar las deficiencias del edificio y
solucionarlas.
Informacin previa del inmueble: idntica al apartado anterior, sumada a la normativa hotelera estable-
cida en la comunidad autnoma que le sea de aplicacin
49
.
AYUDAS. Estas intervenciones se realizan mayoritariamente por promotores privados acogidos a ayudas
o subvenciones procedentes de algunas administraciones:
La Consejera de Turismo y Deportes tiene lneas de ayudas dirigidas a promotores privados y pblicos
para la ampliacin y mejora de alojamientos tursticos en el medio rural que inciden en la puesta en uso
y mantenimiento de este patrimonio.
A travs del programa LEADER, gestionado por la Consejera de Agricultura y Pesca, se han dirigido
ayudas a intervenciones innovadoras en el patrimonio de la vivienda tradicional andaluza con el fin de
ser rehabilitadas para uso de alojamientos tursticos.
DESARROLLO. Habr que evitar el proceso de reinvencin de la arquitectura tradicional que se est
produciendo en algunas comarcas, y que en algunas rehabilitaciones realizadas sobre casas tradicionales, con
el fin de adaptarlas a alojamientos para turismo rural, se introduzcan algunos elementos de carcter pintoresco
y decorativo, totalmente ajenos a las formas, caractersticas y materiales de la arquitectura tradicional Andaluza.
Los criterios de intervencin sern los mismos del apartado anterior: utilizando las caractersticas de la
arquitectura local (fachadas, cubiertas), materiales autctonos, etc., con la incidencia que la legislacin hotelera
pueda demandar al respecto.
En este caso, al existir un cambio de uso, tras la intervencin arquitectnica hay que tramitar la Licencia
de Apertura de Actividad.
49
La Legislacin andaluza vigente actualmente en materia de ordenacin de alojamientos hoteleros es la siguiente:
DECRETO 110/1986 de 18 de junio, sobre ordenacin y clasificacin de establecimientos hoteleros de Andaluca (BOJA nm. 69 de 15 de
julio de 1986).
DECRETO 94/1995 de 4 de abril, sobre ordenacin de los alojamientos en casas rurales andaluzas (BOJA nm. 70 de 13 de mayo de 1995).
Existe un proyecto de ley de Turismo de Andaluca (599/PL00087368), para ser aprobada y entra en vigor a principios del ao 2000.
El Plan Integral de Calidad del Turismo Espaol (PICTE 20002006) ha sido aprobado para entrar en vigor en el ao 2000.
56
REHABILITACIN DE CASASCUEVAS EN EL MUNICIPIO DE GALERA
GALERA. GRANADA.
Esta rehabilitacin se realiz con el fin de adaptar un conjunto de casascuevas para ser destinadas a
alojamientos tursticos. Se encuentran situadas en un valle con abundantes yacimientos arqueolgicos
de pocas argrica, bera y romana, principalmente. Tambin presenta elementos de inters medioam-
biental, como nacimientos de aguas medicinales y rutas para realizar en burro o bici, que permiten una
amplia oferta de turismo recreativocultural en la zona.
Las casas han sido dotadas, mediante esta intervencin, de las condiciones de confort (alcantarillado,
abastecimiento de agua, electricidad, agua caliente) que se establecen para los alojamientos hoteleros
de su clase.
Esta iniciativa se ha realizado a travs de las ayudas del programa LEADER II.
REHABILITACIN DE LA MASA TORRE GARGALLO PARA ALOJAMIENTO RURAL.
MORELLA. CASTELLN. COMUNIDAD VALENCIANA.
Esta edificacin est situada en la Vega del ro Calds, en el municipio de Morella (Castelln).
La rehabilitacin y adecuacin de esta masa del siglo XVI, edificio con caractersticas de arquitectura
tradicional, realizada con muros de mampostera y forjados de madera, y algunas de sus edificaciones
complementarias, como el pajar, con el fin de albergar varias viviendas destinadas a alojamiento rural,
ha supuesto la conservacin de las mismas.
Esta accin es muy positiva, al poder atraer presupuestos sobre edificaciones de carcter tradicional,
cuyo destino es la construccin de alojamientos tursticos, evitando as su posible desaparicin.
Sus propietarios residen en la masa, y el turismo y las rentas que genera es algo complementario a su
actividad principal, que es la ganadera.
Esta iniciativa se acogi a las ayudas del Programa LEADER II.
LEADER PortsMaestrat
Masa Torre Gargallo. (Castelln)
patrimonio arquitectnico
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B3. LOS POBLADOS ABANDONADOS.
OBJETIVOS. Los conjuntos residenciales abandonados, slo ocupados espordicamente, se encuentran
dispersos en la geografa andaluza, situados casi siempre en lugares de difcil acceso. Tienen, sin embargo,
grandes posibilidades de reutilizacin, al ser conjuntos que, en su mayora, tienen gnesis urbanstica unitaria
y posibilidades de intervencin tambin unitarias. Existe un inventario, como ya se ha mencionado, editado por
la Consejera de Obras Pblicas y Transportes, denominado Ncleos Deshabitados en Andaluca.
REHABILITACIN CASA DE LOS ARCOS (SIGLO XVIII)
PARA HOTEL EN VELEZ BLANCO. ALMERA.
Esta edificacin, de alto valor por sus caractersticas arquitectnicas, se encontraba abandonada y
amenazada de derribo. Fue adquirida en 1992 por una la familia alemana, procediendo a su rehabilita-
cin. Esta edificacin haba soportado diversas intervenciones y adaptaciones durante el Siglo XIX, que
la haban desfigurado en su organizacin y funcionalidad. Era muy necesaria una intervencin global
para asegurar su integridad arquitectnica y su conservacin.
Los clientes habituales, en gran parte procedentes de Alemania, se integran en la red de turismo histrico
y cultural, que abarca desde el Paleoltico hasta las culturas almerienses del Algar, Ibrica, Romana, y
Musulmana.
El proyecto se acogi a las ayudas de la iniciativa LEADER. Siendo subvencionado el 25% del presupuesto.
LEADER Comarca de Los Vlez
Casa de Los Arcos. VlezBlanco. (Almera)
Su abandono, como ya se ha insistido en el diagnstico, casi siempre obedece a la desaparicin de la
causa o actividad econmica que origin su fundacin y desarrollo: origen agrario, minero, actividad ferroviaria,
industrial, forestal u otras.
La mayora se encuentran situados en parajes despoblados y de difcil accesibilidad, hecho que, si por una
parte puede ser un inconveniente para algn tipo de reutilizacin, por otro lado puede ser un incentivo impor-
tante para alojar determinados usos y servicios, como el turstico que se apoye en estos valores ambientales.
El objetivo fundamental ser la intervencin conjunta en este tipo de ncleos. Por ello, esta actuacin
va dirigida principalmente a los entes pblicos, entidades privadas, o asociaciones que puedan acceder a
recursos econmicos amplios para rehabilitar un ncleo de estas caractersticas, de una sola vez o en varias
fases.
Informacin previa. Se requerirn datos bsicos, dependiendo de las caractersticas del ncleo, propiedad
de las edificaciones, situacin urbanstica del conjunto, estado de conservacin de las edificaciones, u otras.
AYUDAS. Las ayudas que puedan obtenerse para las intervenciones en estos ncleos dependern de la
ndole del promotor y el destino de la actuacin.
Si el destino es turstico, podr recurrirse a las ayudas especificadas en el apartado anterior.
DESARROLLO. La intervencin conjunta requerir un proyecto de actuacin general, en el que especifi-
carn las caractersticas generales a cumplir por las edificaciones, las fases y las prioridades del proyecto.
La puesta en funcionamiento de un ncleo abandonado, tras una rehabilitacin, requerir los permisos
municipales de Licencia de Ocupacin o de Apertura, atendiendo a su uso final.
2. INTERVENCIN EN EDIFICACIONES SINGULARES DE USO PBLICO
Como ya se ha dicho en el apartado anterior, este conjunto est formado por las edificaciones en las que
se desarrollan diversas actividades de uso pblico, como son la administrativa, religiosa, docente, culturales,
defensiva, comercial u otras. Se trata, casi siempre, de edificios con usos exclusivos, como: ayuntamientos, casas
consistoriales, iglesias, ermitas, conventos, calvarios, colegios, teatros, plazas de toros, casinos, cementerios,
comercios, mercados, posadas, etc.
RECUPERACIN DEL POBLADO MINERO DE LAS MENAS
SERN. ALMERA.
Este poblado minero fue abandonado desde los aos 60 debido al cierre de la produccin de la mina
en 1968. Sus habitantes emigraron a otras zonas espaolas, como Levante, Catalua, e incluso algunos
fuera del pas.
La Junta de Andaluca ha invertido, en varias fases, en la rehabilitacin del poblado para convertirlo en
un complejo hotelero. La oferta turstica es amplia, ofreciendo actividades como talleres artesanales de
esparto, plantas medicinales, senderismo, rutas a caballo y otras.
Esta intervencin, desde la administracin autonmica, ha supuesto tanto la recuperacin arquitectnica
del poblado como la incidencia en el desarrollo econmico de la localidad de Sern. Algunas personas,
que antes trabajaron como mineros en la localidad, ahora trabajan en el poblado como guas tursticos.
Se ha respetado la arquitectura original y la memoria del poblado.
58
Estas edificaciones son elementos e hitos de significacin en el tejido urbano, cualificndolo y caracteri-
zndolo. As, se reconocen nuestros pueblos por sus edificios caractersticos singulares insertados en el
conjunto de viviendas tradicionales. Su localizacin en las plazas u otros lugares singulares los hacen aptos
para ser receptores y pontenciadores de las diferentes actividades de sociabilidad, tanto para las que fueron
creadas como para nuevos usos y funciones que la comunidad necesite desarrollar en los mismos.
Por ello, las intervenciones en estos edificios deben incidir en aumentar su cualidad de uso pblico y de
servicio a la comunidad
50
.
OBJETIVOS.
Las intervenciones en este tipo de edificaciones son mayoritariamente realizadas por los entes pblicos,
dependiendo tanto de la propiedad del inmueble como del uso que se realiza o se quiere establecer en el mismo.
Tambin, algunas de estas actuaciones pueden ser realizadas por entidades privadas, y sern stas las que
intervengan, gestionen y mantengan la edificacin. En este tipo de edificaciones es muy posible la actuacin
mediante la frmula del patronazgo o mecenazgo de alguna entidad o particular que financie las obras y/o
el posterior funcionamiento de una actividad en el mismo, casi siempre de tipo cultural, asistencial u otra, que
redunde en beneficio del inters general.
El objetivo final de estas intervenciones ser:
Si el edificio est en funcionamiento con algunos de estos usos, mantenerlo, optimizarlo y potenciarlo,
adaptndolo a la evolucin de las nuevas demandas que cada uso requiere.
Si el edificio est fuera de uso, rehabilitarlo para alojar siempre un uso de carcter pblico.
Se detectarn las carencias y deficiencias del edificio en los aspectos que ya se ha reseado anteriormente:
Deficiencias estructurales, de cubiertas, de instalaciones y funcionales.
Informacin previa del inmueble.
Dado el carcter singular del edificio, se debe realizar previamente, y dependiendo de las caractersticas
especficas del mismo, un proceso de investigacin histrica y/o arqueolgica. La informacin que pueda reco-
gerse en el archivo municipal, u otros similares, sobre la construccin del inmueble, suele ser muy valiosa y nos
pueden dar pautas para la intervencin prevista.
Puede complementarse esta informacin con los inventarios y catlogos realizados por la Consejera de
Obras Pblicas y Transportes y otras Consejeras o administraciones los cuales, como hemos dicho, tienen
carcter informativo y diferencias de criterios de realizacin.
La informacin previa tambin requiere un estudio de su situacin urbanstica, adems del preceptivo
levantamiento planimtrico del inmueble.
patrimonio arquitectnico
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50
Los edificios de uso pblico, tanto de propiedad pblica como privada, adems de cumplir la legislacin que se establece para cada uso
concreto, deben cumplir el DECRETO 72/1992 de Normas Tcnicas para la Accesibilidad y la Eliminacin de Barreras Arquitectnicas, Urba-
nsticas y en el Transporte de Andaluca. Consejera de la Presidencia, (BOJA de 23 de mayo de 1992 y de 6 de junio de 1992)
60
AYUDAS.
Segn la naturaleza del inmueble, su uso y propiedad, le sera de aplicacin algunos programas de
ayudas que las Consejeras y otras administraciones tienen establecidos para la intervencin en estas edifica-
ciones, bien de carcter general o especfico.
Consejera de Obras Pblicas y Transportes. Tiene establecido un programa de ayudas, de carcter
general, para actuar sobre las edificaciones de propiedad pblica, destinado principalmente a las Corporaciones
Locales que quieran actuar sobre un elemento concreto de su patrimonio y establecer un uso nuevo o mejo-
rado de la actividad pblica.
Consejera de Gobernacin. Su colaboracin econmica est destinada, mediante convenios especficos,
a las Corporaciones Locales para actuar sobre un elemento concreto del Patrimonio Arquitectnico donde se
ubique un uso relacionado con la Administracin de Justicia. Este tipo de ayuda se establece a instancia del
Ayuntamiento de la localidad.
DESARROLLO. Las intervenciones en estas edificaciones de carcter pblico y singular deben ser ejem-
plarizantes para la poblacin local, marcando las pautas de utilizacin de materiales y soluciones formales que
la Corporacin Local quiera establecer en el municipio. Es la administracin en general, y el Ayuntamiento en
particular, el que debe actuar como educador de la poblacin, actuando coherentemente con criterios de
conservacin y reutilizacin ejemplar en los edificios pblicos.
Debe solucionar las deficiencias detectadas en el edificio y resolver las nuevas necesidades que de l se
requieren.
Concluida la intervencin, si el uso es el original, no es necesaria la obtencin de la Licencia de Ocupa-
cin, dada la continuidad del uso. Si ste cambiase, podra ser necesaria esta tramitacin.
REHABILITACIN DEL AYUNTAMIENTO DE SANTA ELENA.
JAN.
Este edificio fue construido en el siglo XVIII al ser fundado el ncleo de Santa Elena dentro de la poltica
colonizadora emprendida por el rey Carlos III en el norte de la provincia de Jan.
El trazado urbanstico de la poblacin responde, como el resto de los ncleos de colonizacin, a una
organizacin de espacios muy racional y ordenada. El Ayuntamiento es uno de los edificios fundacio-
nales de la poblacin que han perdurado hasta la actualidad.
El edificio, a pesar de no haber sufrido transformaciones en profundidad, estaba muy modificado en su
interior, segn las adaptaciones realizadas paulatinamente a las necesidades de cada momento.
Fue rehabilitado en 1993 por la COPT, dentro del programa que esta Consejera tiene para intervenir en
los edificios de propiedad pblica, manteniendo su uso original como Casa Consistorial. Esta rehabilita-
cin se llev a cabo dentro de los programas conmemorativos del bicentenario de Carlos III.
Con la intervencin, se ha dotado al edificio con un nuevo programa de usos. En planta baja se han
alojado los uso de mayor afluencia de pblico y en planta alta la seccin administrativa.
REHABILITACIN DEL TEATRO MUNICIPAL DE MORELLA.
CASTELLN. COMUNIDAD VALENCIANA.
El Teatro Municipal de Morella fue reconstruido en el siglo XIX sobre un antiguo edificio de almacn de
cereales, denominado psito, de la mano de una Sociedad Cultural, la que hace 150 aos impuls y
recaud fondos para la rehabilitacin. Anteriormente, durante las guerras carlistas, el edificio haba sido
arrasado junto a la Casa del Comn (Ayuntamiento).
La historia del edificio est ligada a una larga tradicin de aficin de la poblacin al teatro.
Ha tenido varias intervenciones en su historia, siendo una de ellas a principios de siglo, para adaptarlo
a sala cinematogrfica.
Recientemente ha sido rehabilitado mediante el programa de ayudas comunitarias LEADER, asumiendo
el papel de centro cultural de carcter comarcal. La rehabilitacin ejecutada en dos fases ha sido distin-
guida con el Premio Europa Nostra 1997. A su vez, se ha recuperado la tradicin escnica que exista en
esta comarca.
El proyecto ha tenido una subvencin LEADER.
patrimonio arquitectnico
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LEADER PortsMaestrat
Teatro Municipal Morella. (Castelln)
3. INTERVENCIN EN LAS EDIFICACIONES RELACIONADAS
CON LAS ACTIVIDADES PRODUCTIVAS
La agricultura, la ganadera y la pesca han sido el sustento bsico del pueblo andaluz a lo largo de la
historia. La posesin y explotacin de la tierra ha marcado los parmetros de su cultura.
Hoy en da, con la diversificacin que se opera tanto a nivel agrario, con la introduccin de nuevas
tcnicas de cultivo (invernaderos), como con otras actividades econmicas (turismo, servicios), la tierra y el
sistema agrario existente pierden protagonismo, a pesar de la pervivencia de las seas de identidad de nuestra
Andaluca rural. Uno de los referentes ms ntidos de esa identidad es la arquitectura ligada a las actividades
econmicas, principalmente las agrcolas y ganaderas.
El conjunto de edificaciones que se engloban en este grupo lo forman un amplio nmero de construcciones
mayoritariamente relacionadas con estas actividades productivas y con el almacenamiento y transformacin de sus
productos.
En este valioso Patrimonio Arquitectnico se englobaran las edificaciones y conjuntos de diverso tamao
y funcionalidad, como son: cortijos, haciendas, lagares, molinos, alfares, telares, almazaras, cillas, psitos,
tercias, etc.
Parte de ellos se encuentran situados en los ncleos urbanos o prximos a ellos. La gran mayora, por su
origen y necesidad de ubicacin, se localizan en zonas no urbanas alejadas de los centros urbanos. La
propiedad de estos inmuebles es generalmente de carcter privado.
Este grueso nmero de edificaciones es desconocido por la poblacin. Pero el inicio, en los ltimos
tiempos, de algunos inventarios temticos muy sistemticos y exhaustivos, est poniendo de relieve la
magnitud, en calidad y nmero, de este grupo de edificaciones del patrimonio. La proteccin se centrara en
los ms significativos de cada tipologa.
La gran vocacin primordial y fundamental que tienen estas edificaciones, sobre todo las situadas en
lugares prximos a los ncleos urbanos, es la de ser contenedores de usos y actividades de carcter pblico y
social (cultural, administrativo, docentes, deportivos, comercial, turstico, etc.), dada su amplitud y capacidad
espacial.
Estas actividades, muchas de ellas generadas por la nueva cultura del ocio, pueden y deben albergarse
en estas edificaciones, transformando as la relacin hombreedificio, ya que en ellos las actividades que antes
albergaban tenan carcter laboral y ahora seran generadores de sociabilidad y cultura.
Por ello, consideraramos el uso pblico y social como preferentes a la hora de actuar.
La metodologa para la intervencin en algunos de ellos lleva aparejada una primera fase de estudio e
investigacin de estas tipologas arquitectnicas. Esta fase ya ha sido abordada para algunos de los tipos ms
caractersticos y generalizados, como son los cortijos, haciendas y lagares, por la Consejera de Obras Pblicas
y Transportes, que est elaborando un Estudio Inventario de los mismos. ste, cuyo mbito territorial es la tota-
lidad de la Comunidad Autnoma Andaluza, tiene como objetivo estudiar este grupo de edificaciones, sus
orgenes, tipos, elementos, etc.; su finalidad es establecer un amplio programa de intervencin desde la
Consejera en este conjunto de edificios.
62
patrimonio arquitectnico
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Esta primera fase debe ser continuada con una segunda, la intervencin de programas formativos diri-
gidos a la poblacin local para la valorizacin del patrimonio rural de los molinos, almazaras, cortijos u otras
edificaciones que puedan existir en la localidad. Esta segunda fase investigadora puede ser realizada por las
administraciones, la universidad y/o entidades y asociaciones culturales, en colaboracin entre s y/o con el
Ayuntamiento.
Estas actuaciones no deben estar reidas con la rentabilizacin econmica, dado el auge que estn adqui-
riendo las actividades de ocio ligadas al turismo cultural en las zonas rurales, actividades que, asentadas sobre
este patrimonio, generaran recursos para su rehabilitacin, conservacin y mantenimiento.
OBJETIVOS.
Mantener los principales y ms cualificados espacios de la edificacin, instalando los nuevos elementos
con carcter conciliador e integrndolos en el conjunto.
Conservar los elementos fundamentales del edificio, tipo de cubiertas, fachadas, relacin de huecovacio
de fachadas, y todos los elementos especficos y singulares de la misma, como los pozos, ruedas y muelas del
molino, azulejera, cerrajeras, carpinteras, hornacinas, espadaas, cornisas u otros.
Uso de materiales. Al introducir materiales nuevos, stos deben ser acordes e integrados con los preexis-
tentes, o bien estar diferenciados y no entrar en competencia formal con los mismos. Deben evitarse materiales
de aspecto degradante de tipo industrial, como el aluminio anodizado, las cubiertas de fibrocemento o chapas
galvanizadas, los pavimentos de gres, terrazo, PVC, etc.
AYUDAS.
Las intervenciones que se han realizado sobre este tipo de edificaciones, de propiedad privada, en su gran
mayora han sido puntuales y minoritarias.
Las ayudas pblicas no han existido, salvo para los edificios protegidos como Bien de Inters Cultural.
Las administraciones autonmica y local, en colaboracin y convenio con los propietarios, tienen ante s
el gran reto de salvar el grueso de este conjunto de edificaciones, sobre todo las de mayor valor arquitectnico
y etnolgico, del olvido y la desaparicin, hacindolas partcipes y colaboradoras del desarrollo rural soste-
nible andaluz.
En esta lnea, como ya se ha mencionado, la Consejera de Obras Pblicas y Transportes est realizando
el inventario de Cortijos, Haciendas y Lagares de todo el territorio andaluz, para prximamente establecer un
programa de ayudas para la intervencin en estos edificios. La intervencin en un inmueble concreto sera
preferente si estuviese incluido en este inventario.
Atendiendo al uso a implantar (turstico, administrativo), un inmueble podra ser receptor de ayudas de
las Consejeras de Obras Pblicas y Transportes o la de Agricultura y Pesca (LEADER).
DESARROLLO. Aunque la rehabilitacin de estas edificaciones se desarrollara de acuerdo con las reco-
mendaciones que se han establecido hasta ahora, se pueden considerar algunas especficas en la rehabilitacin
de estos edificios, segn el uso final al que sean destinados tras la rehabilitacin:
64
Mediante convenios
Firmando convenios especficos para la intervencin conjunta entre la administracin pblica y la
propiedad del inmueble, para conjugar, por una parte, el inters comn de conservar un elemento patrimonial
(dndole un uso adecuado) y, por otra, los derechos que conllevan la propiedad privada.
Algunos de estos convenios suelen realizarse casi siempre sobre elementos patrimoniales destacados,
entre la Consejera de Cultura y la Iglesia Catlica, algunas entidades culturales o financieras, fundaciones,
asociaciones, patronatos o propietarios del inmueble. Con ellos se programan ayudas pblicas para mantener
edificaciones de gran inters que, por la cuanta de la inversin en mantenimiento o rehabilitacin, excede de
las posibilidades econmicas del propietario (por ejemplo, grandes palacios, casas seoriales, etc.).
Como contraprestacin, el particular o propietario generalmente queda obligado a permitir visitas cultu-
rales y tursticas al inmueble sobre el que ha recado la inversin pblica, o ceder parte de la edificacin para
uso pblico.
Existen otros tipos de convenios que tienen carcter social, realizados por la Consejera de Obras Pblicas
y Transportes (a travs de su empresa pblica E.P.S.A.) y basados en los Programas de Intervencin que instru-
menta el III Plan Andaluz de Vivienda y Suelo
60
. Son los Programas de Rehabilitacin de Viviendas del Sector
Pblico, con varias modalidades que, por su importancia, resumimos a continuacin:
patrimonio arquitectnico
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DECRETO 153/99 de 29 de Junio, por el que se aprueba el III Plan de Andaluz de Vivienda y Suelo para el cuatrienio 19992002 (BOJA nm.
84, de 22 de julio de 1999).
DECRETO 166/1999 de 27 de julio, por el que se regulan las actuaciones contenidas en el III Plan Andaluz de Vivienda y Suelo 19992002.
(BOJA nm. 94, de 14 de agosto de 1999).
Intervencin de urgencia
Reseamos brevemente esta posibilidad de intervencin que, aunque extrema, puede ser necesario
conocer su existencia para poder actuar y as proteger un elemento del Patrimonio Arquitectnico determinado.
Este tipo de intervencin est establecido como procedimiento por la vigente legislacin del suelo.
Sirve para actuar en un inmueble, como consecuencia de la pasividad de su propietario, que no realiza el deber
de conservacin del inmueble. Su fin es evitar siniestros y prdida del patrimonio, ante una situacin de emer-
gencia, relacionada con la seguridad y la estabilidad de un inmueble, acreditada por un informe tcnico. El
coste de la intervencin se repercute finalmente a la propiedad.
B. ACTUACIONES INDIRECTAS
La administracin juega un importante papel como catalizador del proceso de intervencin en el
Patrimonio Arquitectnico, pues regula, permite, incentiva, ayuda, colabora y prohibe determinados aspectos
esenciales de esta intervencin.
PROGRAMAS DE REHABILITACION DE VIVIENDAS DEL SECTOR PUBLICO
DEL III PLAN ANDALUZ DE VIVIENDAS:
Estos programas sern financiados total o parcialmente por la Consejera de Obras Pblicas y Transportes.
1. ACTUACIONES SINGULARES.
Programa destinado a recuperar el patrimonio edificado de inters arquitectnico para uso residencial.
Sern actuaciones singulares aquellas actuaciones de rehabilitacin que se dirijan a la obtencin de una
vivienda, revistiendo un inters especfico arquitectnico, social o urbanstico.
Los adjudicatarios de estas viviendas sern familias integradas en colectivos especficos con especial
problemtica social, en rgimen de alquiler y con un contrato de 4 aos.
2. PROMOCION PUBLICA DE AUTOCONSTRUCCION.
Se entender por Promocin Pblica de Autoconstruccin la construccin de nueva planta o la rehabili-
tacin de edificaciones con destino final de viviendas. Estas obras sern gestionadas, construidas y orga-
nizadas mediante la participacin directa de los futuros adjudicatarios.
3. TRANSFORMACION DE LA INFRAVIVIENDA.
Programa destinado a intervenciones de mbito zonal en barrios consolidados histricamente, mediante
la combinacin de obras de rehabilitacin y programas de integracin social de la poblacin residente.
Promotores: Ayuntamientos o Promotores Pblicos. La COPT subvenciona hasta 3,3 millones de pesetas
por vivienda resultante, destinada a los proyectos tcnicos y sociales y a la ejecucin de las obras.
4. REAS DE REHABILITACION CONCERTADA.
Instrumento global de intervencin en mbitos urbanos centrales o perifricos sobre grupos de viviendas
de propiedad pblica o privada.
Objetivo: mejorar las condiciones de alojamiento y recuperar el patrimonio, con especial atencin a las
viviendas desocupadas.
Tienen cabida dentro de esta figura, otros programas de carcter Municipal, Local, Estatal, o Europeo,
siempre que tengan en comn el objetivo definido anteriormente.
5. OFICINAS DE REHABILITACION Y ASESORAMIENTO PARA LA EJECUCION DE LA REHABILITA-
CION DEL III PLAN ANDALUZ DE VIVIENDA.
Es el instrumento bsico de aproximacin de la Administracin al ciudadano, cuya misin es el fomento,
asesoramiento, gestin y seguimiento de las actuaciones de rehabilitacin. Tambin, la colaboracin y
apoyo a la Administracin Local.
La COPT podr conceder a los Ayuntamientos y promotores pblicos ayudas destinadas a cubrir total o
parcialmente, los gastos del personal gestor de estas oficinas.
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En la actualidad, se est reforzando y aclarando que, en el campo de intervencin del Patrimonio Arqui-
tectnico, son los agentes privados los que mayoritariamente intervienen en l. Por fin, se ha dejado de consi-
derar que slo desde la intervencin de las administraciones, tutelando costosas intervenciones arquitectnicas,
se poda conservar el rico Patrimonio Arquitectnico tradicional.
Algunas de estas intervenciones podran ser:
Establecer las normas urbansticas de actuacin municipales, verdadero y fundamental instrumento
que, correctamente desarrollado, regula todas las actuaciones urbansticas y arquitectnicas en el mbito
municipal.
Establecer, en el Catlogo de Proteccin Urbanstica, las normas especficas para la intervencin de
cada edificacin de inters (incluido en las Normas o Planes municipales).
Incentivacin mediante programas de ayuda a la rehabilitacin privada con beneficios econmicos espe-
cficos.
Prestar asesoramiento tcnico y establecer directrices municipales con relacin a determinados aspectos
arquitectnicos, de utilizacin de materiales, y de calidad ambiental en el municipio, determinando los
materiales y colores a utilizar en las fachadas de las edificaciones, el tipo de carpinteras y cerrajeras de
las mismas, el tipo de material de cubiertas (tejas cermicas, azoteas de baldosas u otros), y los aspectos
constructivos y estticos que se hayan estimado.
3. LOS INSTRUMENTOS TCNICOS Y FINANCIEROS
DE INTERVENCIN DE LAS ADMINISTRACIONES PBLICAS
Los instrumentos de carcter tcnico y financieros, son aquellos que pueden tener a su alcance las admi-
nistraciones pblicas para financiar sus propias actuaciones y las ayudas destinadas a otras administraciones
de rango menor, as como a particulares, para financiar actuaciones de intervencin en el Patrimonio
Arquitectnico. Los ms generalizados son los siguientes:
A. Subvenciones a fondo perdido. Cantidad que la administracin transfiere a un promotor que se acoge
a algn programa de intervencin en el Patrimonio Arquitectnico. Suelen ser proporcionales al presupuesto de
la inversin y abonadas una vez realizadas, certificadas y comprobadas las obras y el cumplimiento de las condi-
ciones acordadas por la administracin. Este trmite de concesin y libramiento de la subvencin no est exento
de dificultades administrativas y de control del gasto, por lo que el pago definitivo suele demorarse, y el
promotor debe recurrir a una financiacin puente o utilizar sus propios recursos econmicos hasta que reciba
la subvencin.
B. Prstamos subvencionados. Cantidad que aporta la administracin para reducir la carga financiera de
los crditos solicitados por particulares para acometer una inversin empresarial que afecte al Patrimonio Arqui-
tectnico. La Junta de Andaluca y otras administraciones mantienen, con las asociaciones empresariales y enti-
dades financieras, convenios en este sentido, asignando recursos financieros a determinadas polticas de desa-
rrollo econmico e inversiones. Al mismo tiempo, dispone del Instituto de Fomento de Andaluca (IFA), como
instrumento especializado en la ayuda a la empresa y al desarrollo econmico. Ayuntamientos y Diputaciones
han creado, en los ltimos aos, una red de asesoramiento y asistencia tcnica prxima al promotor, para cana-
lizar iniciativas de desarrollo e inversin en el patrimonio.
C. Aval en garanta de crdito. En ocasiones, un promotor, para intervenir sobre el Patrimonio Arquitec-
tnico, no puede, a juicio de la entidad financiera, prestar garantas suficientes para obtener un crdito de la
misma para la intervencin. En este caso, y con apoyo de la administracin, existen sociedades cooperativas de
patrimonio arquitectnico
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riesgo y de capitalriesgo que estudian el proyecto de inversin y, si lo consideran viable, prestan las garantas
exigidas por la entidad financiera.
D. Tratamiento fiscal selectivo y bonificado. Las distintas administraciones pblicas, en el mbito de su
potestad recaudatoria, bonifican la carga fiscal para incentivar determinadas inversiones destinadas a la reha-
bilitacin del Patrimonio Arquitectnico. Esta posibilidad comprende desde la reduccin municipal de las tasas
por licencias de obra, ocupacin o apertura, as como las del Impuesto de Actividad Econmica, de Bienes
Inmuebles, etc., siendo la ms significativa respecto al patrimonio la reduccin en el Impuesto General sobre la
Renta y el Patrimonio de las actuaciones de rehabilitacin y conservacin de inmuebles catalogados.
E. Asistencia tcnica y asesoramiento. En el mbito territorial de Ayuntamientos, Mancomunidades y Dipu-
taciones Provinciales, o Delegaciones Provinciales de Consejeras, se establecen equipos de asistencia tcnica
para la elaboracin de proyectos tcnicos de rehabilitacin arquitectnica de iniciativas particulares. Tambin,
se establece la asistencia tcnica para la ejecucin de los mismos y para el desarrollo de polticas especficas rela-
cionadas con el Patrimonio Arquitectnico. Es el caso de la rehabilitacin de viviendas en el medio rural y
pequeos municipios, planes URBAN en grandes ciudades, etc.
F. Creacin de empresas mixtas, con participacin pblica y privada. Estas empresas asumen el desarrollo
y la gestin de polticas de inversin en el Patrimonio Arquitectnico, con mayor agilidad y eficacia que si fuera
exclusivamente la administracin la que actuase.
4. INTERVENCIN DE LOS AGENTES PRIVADOS
EN EL PATRIMONIO ARQUITECTNICO PBLICO
Los agentes privados, como ya se ha dicho, pueden ser personas fsicas o jurdicas, empresas, asocia-
ciones profesionales, culturales, deportivas, religiosas, entidades financieras, patronatos, fundaciones, etc.,
todos ellos con capacidad legal para intervenir en ciertas formas y maneras en el Patrimonio Arquitectnico.
Los agentes privados deben ser los grandes actuantes, por su nmero y diversidad, en el Patrimonio
Arquitectnico. Deben ser dirigidos e incentivados por las administraciones pblicas para incidir con su
accin en el desarrollo rural. La colaboracin entre agentes pblicos y privados es muy fructfera en la actua-
lidad en ambientes culturales.
A. INTERVENCIN MEDIANTE ACUERDO ENTRE LA ADMINISTRACIN Y EL AGENTE PRIVADO
Aunque no es un procedimiento muy utilizado, la administracin puede llegar a pactar mediante
acuerdo, con un agente privado que este intervenga en el Patrimonio Arquitectnico pblico, con todos los
condicionantes que establece la legislacin urbanstica y de proteccin.
Este agente privado costea las obras de rehabilitacin del inmueble y, a cambio, la administracin le hace
una concesin para un uso determinado del inmueble rehabilitado durante un periodo de tiempo limitado.
Con este procedimiento, la administracin que carece de fondos para rehabilitar algn elemento de su
Patrimonio Arquitectnico puede asegurar el mantenimiento y la puesta en uso del inmueble, garantizando su
conservacin y rehabilitacin, sin coste para ella.
Estas opciones van orientadas principalmente a entidades privadas que mantienen o fomentan activi-
dades de inters comn, como son los casos de fundaciones, patronatos, asociaciones de inters pblico o sin
nimo de lucro, organizaciones no gubernamentales, ateneos, obra cultural y social de cajas de ahorro, etc.
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patrimonio arquitectnico
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Las Corporaciones Locales que puedan llegar a utilizar este procedimiento deben controlar los siguientes
aspectos:
La intervencin arquitectnica en el inmueble debe ser respetuosa con el mismo, controlando la
administracin todo el proceso de intervencin.
El uso a implantar debe ser especfico y concreto, con clusulas de reversin por incumplimiento de
los usos previstos.
El mantenimiento y conservacin posterior debe establecerse con detalle y es conveniente garan-
tizar, mediante aval o depsito en metlico, el correcto uso del inmueble cedido.
El tiempo de concesin debe ser limitado.
La actuacin debe revestir caractersticas de ejemplaridad que sirvan de referencia a otras actua-
ciones pblicas o privadas, y que promocionen el inters por la conservacin y reutilizacin del patri-
monio.
La intervencin arquitectnica propiamente dicha se realizara con el proceso descrito en el apartado
siguiente.
B. EL PATRONAZGO Y EL MECENAZGO
Una modalidad que se est desarrollando ampliamente en la actualidad y que se vislumbra como la
columna vertebral de las futuras intervenciones en el Patrimonio Cultural, tanto en edificaciones pblicas como
privadas, es esta frmula de colaboracin e intervencin entre agentes pblicos y privados con fondos prove-
nientes de fundaciones, patronatos, organizaciones sin animo de lucro, organizaciones no gubernamentales,
obras culturales de las entidades financieras, universidades, mecenas privados, obras culturales de empresas e
industrias u otras organizaciones anlogas.
Estas entidades tienen normalmente estatutos de definicin de actuaciones y asignacin de fondos
anuales para ser dedicados a acciones de carcter cultural que se insertan en las polticas de rehabilitacin del
Patrimonio Arquitectnico.
5. INTERVENCIN DE LOS AGENTES PRIVADOS
EN EL PATRIMONIO ARQUITECTNICO PRIVADO
Los agentes privados estn obligados a actuar en el Patrimonio Arquitectnico de su propiedad. Tienen
el deber de conservar y mantener sus edificaciones en condiciones de seguridad, salubridad y ornato pblico,
y debern destinarlos a los usos que en cada caso establezca el planeamiento urbanstico.
Las actuaciones de los agentes privados, incentivados por todas las ayudas pblicas que ofrecen las dife-
rentes administraciones (europea, nacional, autonmica y local), deben ser uno de los factores ms importantes
que active el desarrollo local. Con ello queremos decir que, si bien es la administracin la primera que debe
mover ficha en el complejo proceso de activar el desarrollo local, este slo ser sostenible y duradero si se
implican en la accin los Grupos de Desarrollo Local y promotores privados, continuando ellos la labor comen-
zada por las administraciones.
Ante un edificio en malas condiciones, su propietario debe actuar mediante una intervencin arquitect-
nica, para lo cual necesita obtener una Licencia de Obras. Debe actuar de la siguiente manera:
a. Definir claramente las actuaciones a realizar sobre un inmueble, objetivos, nivel de intervencin, fina-
lidad del proyecto arquitectnico, as como el presupuesto previsto total a invertir en la obra.
Los propietarios de las edificaciones pueden contar, en algn caso, con ayudas especficas para la reha-
bilitacin, dependiendo de la naturaleza del inmueble, su situacin, el posible nivel de proteccin u otros.
b. Debe informarse previamente en la oficina urbanstica municipal de los siguientes aspectos, referidos
al edificio que quiere rehabilitar:
Tipo de suelo sobre el que se asienta el inmueble.
Normativa urbanstica de aplicacin.
Nivel de proteccin existente sobre el inmueble.
Usos permisibles por la normativa urbanstica en el inmueble.
c. Encargar a un tcnico competente el proyecto arquitectnico, que se desarrollar en varias fases: Estu-
dios Previos, Proyecto Bsico, Proyecto de Ejecucin, y Proyecto de Seguridad.
d. Con el Proyecto de Ejecucin realizado, se solicita la Licencia de Obra en el Ayuntamiento donde se
ubique el inmueble.
e. Segn la naturaleza de la rehabilitacin, el tipo de suelo donde se sita el inmueble, el nivel de
proteccin del mismo, etc., la solicitud de licencia puede ser informada por diversas administraciones y orga-
nismos:
Si el inmueble est en Suelo Urbano: el Ayuntamiento.
Si el inmueble est en Suelo Urbanizable: legalmente no se puede actuar en este tipo de suelo
hasta que no se hayan realizado los planes de desarrollo que establezcan las Normas municipales, y
con ello el solar sea ya Suelo Urbano.
Si el inmueble se encuentra en Suelo no Urbanizable: requiere informes previos de la Consejera
de Medio Ambiente, con referencia al uso a implantar. Esta Consejera puede requerir la aportacin
de un Estudio de Impacto Ambiental, Informe o Calificacin Ambiental.
Si el inmueble est catalogado BIC: Consejera de Cultura.
Inmuebles situados en Conjuntos Histricos sin Plan Especial de Proteccin aprobado: en este
caso, y hasta que est redactado el Plan Especial, debe informar la Consejera de Cultura.
f. Podrn requerirse informes, segn algunas situaciones especficas, en relacin con la naturaleza del
inmueble o su situacin. Determinados organismos pblicos tienen competencias exclusivas en algunos mbitos
territoriales que, aunque no afectan al planteamiento metodolgico y de intervencin expuesto hasta ahora, s
representan un control y unas exigencias suplementarias a las ya comentadas con carcter general.
Estos mbitos territoriales singulares seran los siguientes:
Dominio Pblico Hidrulico.
Zona de Proteccin, afeccin y servidumbre de Costas.
reas declaradas como Parques Nacionales, Parques o Parajes Naturales y Reservas.
reas de Afeccin de la Ley de Ordenacin del Transporte Terrestre (LOTT) que afectan a ambas
mrgenes de carreteras y lneas frreas.
Zonas declaradas de inters estratgico para la Defensa.
El Ayuntamiento no otorgar la Licencia de Obras hasta que los informes sectoriales no sean positivos. La
Licencia de Obras puede ser concedida incluyendo condiciones respecto al proyecto presentado.
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patrimonio arquitectnico
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4.4. CONSIDERACIONES FINALES SOBRE LAS
INTERVENCIONES EN EL PATRIMONIO ARQUITECTNICO
Tras la exposicin que se ha hecho sobre las posibles pautas para la realizacin de las intervenciones en
el mbito de Patrimonio Arquitectnico, segn las opciones que se han analizado, se pueden destacar de todas
ellas tres tipos, atendiendo a la caracterstica de ser una la ms usual, y otras dos, las que tienen ms peso socio-
cultural y son ms ejemplares:
1. Las actuaciones, posiblemente ms generalizadas en nmero, seran las intervenciones de los ciuda-
danos como propietarios de sus viviendas tradicionales, con el fin de reparar las lgicas patologas que el
paso del tiempo origina en los edificios, as como su adaptacin a las nuevas demandas que se requieren
de los mismos. El reconducir el grueso de estas intervenciones dentro de las normas y de ciertos
parmetros estticosambientales, incentivadas por las administraciones, parece lo mas adecuado y
positivo para la conservacin de este patrimonio.
Estas intervenciones tienen el apoyo econmico de la administracin autonmica, a travs del
mencionado III Plan Andaluz de Vivienda, en sus varias vertientes.
2. El otro polo de actuaciones en el Patrimonio Arquitectnico sern las realizadas por las diferentes admi-
nistraciones en el campo de la investigacin, informacin, sensibilizacin y valorizacin del mismo,
dirigidas a la opinin pblica tanto urbana como rural, para adoptar medidas protectoras de este patri-
monio.
3. La intervencin conjunta de las administraciones pblicas y los propietarios sobre el rico patrimonio de
las edificaciones relacionadas con las actividades agropecuaria, como las haciendas, cortijos, lagares, y
otros, es una cuestin prioritaria, dado el estado de precariedad de las mismas, y el acelerado proceso
de ruina que se est operando en los mismos.
patrimonio arquitectnico
96
BIBLIOGRAFA
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Arquitectura y Vivienda. 1991.
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Andaluca. Arquitectura y Urbanismo. 1986.
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CONSEJERA DE OBRAS PBLICAS Y TRANSPORTES. Direccin General de Arquitectura y Vivienda. Cortijos, Haciendas
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TORRES BALBS, L. La vivienda popular en Espaa en Folklore y Costumbres de Espaa. Alberto Martn. Barcelona.
1934.
intervencin integral en el patrimonio
NDICE
1. Algunas experiencias de intervencin integral sobre el patrimonio 5
1.1. Mrtola. Alentejo.Portugal 6
1.2. Allariz. Orense. Galcia 15
1.3. La Serrana de Ronda. Mlaga. Andaluca 26
1.4. La Comarca de los Vlez. Almera. Andaluca 34
2. Propuesta para la planificacin y gestin de proyectos culturales 40
2.1. Planificacin de proyectos culturales 40
2.2. Modelos de gestin de proyectos culturales 44
2.3. Financiacin de proyectos patrimoniales 46
Bibliografa complementaria 51
5
1. ALGUNAS EXPERIENcIAS DE INTERVENCIN
INTEGRAL SOBRE EL PATRIMONIO
Como colofn a esta GUA se han recogido una serie de ejemplos de actuaciones integrales sobre el
patrimonio, unos de base municipal y otros de mbito comarcal, con el objetivo de mostrar unos itinerarios
comunes que sirvan de referencia. Somos conscientes que cualquier agente con responsabilidades en el terri-
torio, sea pblico o privado, se encuentra con unos determinados usos y costumbres en torno a un paisaje, ms
o menos intervenido por el hombre, y debe tener herramientas que le permitan abordar de forma conjunta la
puesta en valor del patrimonio con que cuenta.
Con esta seleccin de proyectos de desarrollo nos interesa resaltar tanto los logros obtenidos en la dina-
mizacin econmica de esos espacios rurales abocados al estancamiento y la regresin poblacional, como la
eficacia de unas metodologas de intervencin que han integrado los diversos aspectos del patrimonio cultural
y han conseguido articular eficientemente las iniciativas de las instituciones pblicas con la participacin de la
sociedad civil.
Dentro de la variedad de proyectos de desarrollo rural en Andaluca, que cumpliran estas exigencias de
integralidad y participacin social, nos hemos visto forzados, por razones de economa de espacio, a selec-
cionar, sin menoscabo de otros que ya se han utilizado como ejemplos en esta GUA, los casos de la Serrana
de Ronda y de la Comarca de Los Vlez.
A estos dos ejemplos andaluces se aade la presentacin y valoracin de las experiencias de desarrollo,
en este caso bsicamente municipal, de Allariz (Orense) y de Mrtola (Bajo Alentejo, Portugal).
En todos los casos, la informacin se ha recabado mediante revisin documental y su contraste a travs
de visitas y entrevistas tanto a los agentes de desarrollo y a las autoridades locales, como a sectores de la pobla-
cin. A partir de ello, se ha realizado una evaluacin de las experiencias, intentando extraer aquellas cuestiones
que pudieran, salvadas las distancias, extrapolarse a los proyectos de desarrollo rural en Andaluca.
6
1.1. MRTOLA
Bajo alentejo. PORTUGal
1. JUSTIFICACIN DE LA ELECCIN
El proyecto de desarrollo local de Mrtola contiene suficientes elementos positivos acumulados en sus ms
de veinte aos de existencia para merecer su seleccin como uno de los casos ejemplares a incluir en esta GUA.
Sin embargo, la causa determinante de su eleccin, como ms adelante detallaremos, es el hecho de que el
patrimonio, especialmente el histrico/arqueolgico, constituye el motor impulsor y el eje vertebrador de todo
el proceso de dinamizacin econmica, social y cultural del concejo de Mrtola.
La articulacin entre investigacin cientfica (excavaciones arqueolgicas y estudios histricos) y desarrollo
local basado en el conocimiento y difusin del patrimonio cultural constituye una de las peculiaridades del caso
de Mrtola. Sobre esta base se genera un turismo cultural creciente que ha incentivado la diversificacin econ-
mica del municipio, hasta entonces con una orientacin econmica agropecuaria de baja rentabilidad y escasa
generacin de empleo.
El marco asociativo que se consolida a partir de la actividad investigadora constituir, junto a los orga-
nismos pblicos locales, la trama institucional sobre la cual se apoyar el proceso de desarrollo local. La cola-
boracin entre el ayuntamiento (Cmara Municipal) y las asociaciones civiles (Asociacin para la Defensa del
Patrimonio de Mrtola y Campo Arqueolgico de Mrtola) se produce en un marco de amplia autonoma de
estas ltimas.
La difusin, no slo nacional, de las publicaciones resultantes de los proyectos de investigacin cientfica
y la campaa continuada de informacin institucional, han hecho de Mrtola un referente habitual en los
mbitos acadmicos y tursticos.
La posibilidad de que, sin olvidar las peculiaridades del caso, pueda extraerse de la experiencia de Mrtola
algunas conclusiones aprovechables para el desarrollo del medio rural andaluz motiv la decisin de recabar
sobre el terreno una informacin ms detallada y llevar a cabo una evaluacin del proyecto de desarrollo de
esta localidad.
2. LOCALIZACIN GEOGRFICA, DEMOGRAFA Y ECONOMA
El municipio de Mrtola se localiza en la regin portuguesa del
Alentejo Bajo, dentro del distrito de Beja. Tiene una superficie total de
1.279 Km
2
, siendo el quinto en extensin del pas. Limita al este con la
provincia andaluza de Huelva y al sur con la regin del Algarve. Su
trmino municipal est atravesado de norte a sur por el ro Guadiana.
La villa de Mrtola se encuentra en la confluencia de los ros Guadiana
y Oeiras, haciendo de ella, sobre todo en el pasado, el puerto fluvial ms
alejado del mar y el centro comercial ms importante del Alentejo.
Su gran extensin municipal encierra una enorme diversidad de
paisajes, desde las planicies cerealistas y ondulaciones adehesadas de
uso ganadero y forestal, a las reas de sierra de orografa accidentada,
pasando por las riberas escarpadas de sus ros.
Su clima es mediterrneo de interior, con grandes oscilaciones trmicas y reducida pluviometra anual
(500 mm), aunque con una distribucin muy desigual que produce peridicamente grandes inundaciones. La
ltima de ellas fue la del verano de 1997.
La poblacin actual del municipio es de algo ms de 11.000 habitantes, distribuidos entre la cabecera
municipal (1.600 vecinos) y ms de cien ncleos de poblacin dispersa con tamaos que oscilan entre los 800
habitantes y los tres o cuatro vecinos de multitud de aldeas. Esta poblacin est ms o menos estabilizada en
las dos ltimas dcadas, aunque en los aos sesenta se produjo un fuerte descenso poblacional debido a la
emigracin y al cierre de las minas de pirita de Santo Domingos, situadas en esta localidad. En esos aos la
poblacin total del municipio superaba los 26.000 habitantes.
La economa de la poblacin del municipio se ha basado histricamente en las explotaciones agrcolas
extensivas, la ganadera ovina y porcina, la silvicultura y la pesca fluvial. La tierra cultivable y las explotaciones
ganaderas se reparten mayoritariamente en grandes propiedades privadas, que fueron restituidas a sus anti-
guos dueos, tras la ola de ocupaciones de tierras por parte de las cooperativas surgidas de la revolucin demo-
crtica de 1974. La Cmara Municipal de Mrtola no es titular de ninguna superficie rstica. Esta estructura de
la propiedad de la tierra y la baja rentabilidad de las explotaciones generan un alto ndice de desempleo que
se pretende paliar con el proyecto de desarrollo local iniciado en 1978.
3. BREVE RESEA HISTRICA
Mrtola era en la antigedad un importante centro comercial, debido a su ya mencionada condicin de
puerto fluvial sobre el ro Guadiana. Era el lugar de salida de los diferentes productos que se producan en el
Bajo Alentejo (cereales, minerales, etc.), que iban destinados a diversos lugares del mundo mediterrneo
antiguo.
intervencin integral en el patrimonio
7
Archivo fotogrfico D
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Panormica general de Mrtola
A este aspecto se una su posicin geogrfica privilegiada, y su ubicacin en una elevacin rocosa en la
confluencia de los ros Oeiras y Guadiana, de alto valor estratgico, que condicion la historia de la poblacin.
Aqu se entrecruzaban la red de calzadas terrestres con la red fluvial formada por los ros.
Como consecuencia de la alta actividad comercial, circulaban personas y productos procedentes de
diversas partes del mundo. Muchas de estas personas se asentaron y enraizaron en la localidad, formndose y
desarrollndose una poblacin rica en su diversidad cultural.
Fue una poblacin prerromana con estatuto propio, posteriormente municipio romano y ciudad notable
del reino musulmn de Al-Andalus. En el siglo XIII fue conquistada por los caballeros cristianos, bajo la advoca-
cin de Santiago. As fue la primera sede de los caballeros de la Orden de Santiago. Mrtola lleg a tener un
protagonismo que apenas se puede adivinar en la pequea poblacin, de algo ms de 1000 habitantes, que
ahora es en la actualidad.
La delimitacin de la frontera con el reino de Castilla, que se estableci en el siglo XIII tuvo como conse-
cuencia su aislamiento del resto del reino de Al-Andalus, al cual haba pertenecido desde que fuese conquistada
por los musulmanes.
Posteriormente, durante varios siglos, se produjo un paulatino despoblamiento como consecuencia de la
paralizacin comercial, ruralizndose su poblacin y el entorno. Este abandono permiti de forma indirecta la
conservacin de algunas edificaciones y el conjunto de su casco histrico (de trazado medieval, de alto valor
histrico y ambiental) y algunas ruinas de carcter monumental, en muy buen estado.
Hubo un resurgir econmico en el siglo XIX motivado por la apertura de las minas de pirita en el ncleo
de Santo Domingos, situado en el municipio de Mrtola.
Este pasado puede leerse en la poblacin, tanto en el aglomerado urbano cercado por ms de un kil-
metro de murallas de alto valor defensivo, como en algunos edificios de gran inters arquitectnico.
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Archivo fotogrfico D
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Panormica de la Villa Vela Mrtola
intervencin integral en el patrimonio
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Los monumentos ms significativos con que cuenta la poblacin son la Torre del Ro, de poca romana y
de carcter defensivo del puerto, la Mezquita construida en el periodo islmico en el siglo XII, y el Castillo cons-
truido en el siglo XIII, sobre antiguas edificaciones, sede de los caballeros de la Orden de Santiago. Posterior-
mente en el castillo se construye la actual Torre del Homenaje.
4. ORIGEN DE LAS INICIATIVAS
Las iniciativas de actuacin en Mrtola surgen tras los cambios polticos que se produjeron en el pas en
1974, tras la revolucin democrtica del 25 de abril. Estos cambios condujeron a una descentralizacin adminis-
trativa, con el reforzamiento del poder municipal. Las reas rurales del interior del pas empezaron a evaluar los
recursos y las posibilidades que tenan de desarrollo endgeno. En Mrtola se produjo la llegada al poder muni-
cipal, en estas fechas, de la candidatura comunista, que se ha mantenido en el gobierno hasta nuestros das.
El proceso del desarrollo se activ como consecuencia del encuentro de dos personas claves en el ao
1978 en la universidad de Lisboa: el primer alcalde democrtico de Mrtola, Serrao Martins (ya desaparecido)
como alumno, y el profesor Historiador del Arte, Claudio Torres. Cuando Claudio conoce la ciudad, se volcar
personal y profesionalmente en su desarrollo y defensa, abandonando incluso su condicin de profesor en
Lisboa.
Surgen as dos asociaciones de gran actividad en el campo de la investigacin arqueolgica: en 1980 se
funda la Asociacin para la Defensa del Patrimonio de Mrtola (A.D.P.M.), de la que se desgaja posteriormente
Archivo fotogrfico D
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Torre del reloj. Mrtola
10
una seccin y se constituye el Campo Arqueolgico de Mrtola (C.A.M.). Estas entidades se conforman como
asociaciones sin nimo de lucro. Unidas a la Cmara Municipal formarn el tro de entidades sobre las que se
apoya el desarrollo del municipio de Mrtola. Su estrecha colaboracin, iniciada a finales de los aos setenta,
cumple veinte aos de acuerdo, obteniendo mltiples resultados, no sin dificultades.
5. EVOLUCIN DEL PROYECTO DE DESARROLLO EN MRTOLA
Uno de los aspectos ms destacables del proceso de Mrtola, junto a su continuidad en el tiempo, est
en el hecho de haber sido capaz de integrar a la poblacin y a las instituciones en un proyecto que nace por
iniciativa de un grupo de investigadores interesados en la arqueologa y en la historia y no tanto, al menos en
el origen, en el desarrollo local. La clave de esta conjuncin entre arquelogos y poblacin es que el proyecto
de Mrtola, diseado por Claudio Torres, no responde al modelo tradicional de intervencin arqueolgica
basado en campaas temporales realizadas en circuitos acadmicos cerrados, sino en un trabajo arqueolgico
continuo, con largas estancias de los investigadores y una ligazn permanente con las instituciones locales y
con la poblacin en su conjunto.
Como afirma Rui Mateus en su artculo Mrtola, reflexioes sobre um projecto de desenvolvimento local,
estas actividades arqueolgicas, que a menudo se perciben por la poblacin como un capricho de ciertos espe-
cialistas y se aceptan con reservas, poco a poco demuestran su valor para las localidades que disponen de vesti-
gios patrimoniales en el campo arqueolgico. El particular desarrollo musestico de Mrtola (museos temticos
sobre cada sitio arqueolgico) combinado con el incremento del turismo cultural en la zona representan, hasta
el momento, los dos pilares sobre los que se mantiene el desarrollo local.
Durante la primera etapa del proyecto (1978-1986) las excavaciones de Mrtola, se convierten en el lugar
de encuentro entre estudiantes de arqueologa llegados de Lisboa y algunos jvenes de la localidad con inquie-
tudes culturales. De esta relacin, al principio slo estival y ms tarde continua cuando algunos arquelogos se
instalan en Mrtola, nace el embrin de lo que ser la Asociacin de Defensa del Patrimonio de Mrtola (ADPM),
de la que surge en 1988 el Campo Arqueolgico de Mrtola (CAM).
Ambas asociaciones se configuran como entidades sin fines lucrativos y mantienen su actividad en base
a proyectos que presentan a los diferentes organismos pblicos. Sus equipos slo tienen garantizada su conti-
nuidad durante el periodo de ejecucin del proyecto al que estn asignados. Durante los diez primeros aos
de funcionamiento el nico apoyo institucional fue el de la Cmara Municipal de Mrtola que aport los locales
para las oficinas y, sobre todo, personal funcionario destacado en las asociaciones y materiales para las exca-
vaciones. La financiacin de los ncleos musesticos represent un gran esfuerzo financiero para la municipa-
lidad. Sobre todo, si se tiene en cuenta que su presupuesto est destinado en su mayor parte a cubrir los gastos
de personal, al mantenimiento de 40 centros escolares repartidos por el extenso territorio municipal y al trans-
porte de los alumnos de la poblacin diseminada.
La articulacin de estas tres entidades (Cmara Municipal, Campo Arqueolgico y Asociacin de Defensa
del Patrimonio) sobre la base de compartir los objetivos estratgicos del proyecto, pero con un alto nivel de
autonoma de cada una de ellas, es la razn de la continuidad del proyecto y de los logros alcanzados. La
permanencia del mismo grupo poltico en el gobierno municipal durante estos veinte aos y el acuerdo bsico
de la oposicin en los objetivos del proyecto, aunque discrepando en la forma, ha sido tambin un factor impor-
tante de continuidad.
En 1986 y 1987 se producen dos hechos que van a lanzar definitivamente el proyecto. Por un lado, la
integracin de Portugal en la Unin Europea posibilitar el acceso a los Fondos Estructurales incrementndose
intervencin integral en el patrimonio
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las inversiones en investigacin e instalaciones musesticas. Por otro lado, la celebracin del IV Congreso Inter-
nacional de Arqueologa Medieval del Mediterrneo Occidental, con sedes en Lisboa, Silves y Mrtola, ser la
ocasin de dar a conocer internacionalmente el patrimonio cultural de esta villa del Bajo Alentejo.
A partir de 1988, las dos asociaciones, siempre con el apoyo de la municipalidad, toman orientaciones
distintas. El CAM, que mantiene una actividad permanente con un equipo estable, concentra sus esfuerzos en
la investigacin arqueolgica e histrica y en la difusin de sus resultados hasta conseguir el Premio Nacional
de Proteccin del Patrimonio por su propuesta de Mrtola-Villa Museo. Un aspecto interesante de esta propuesta
es que el programa de ncleos musesticos in situ est complementado con un plan de rehabilitacin de
viviendas y de ordenacin de los espacios del casco urbano, hasta entonces identificado, de forma un tanto
despectiva, como vila velha (ciudad vieja), de tal forma que, como dice Claudio Torres, ms que una villa-
museo, el museo es la propia ciudad.
En definitiva, el proyecto Mrtola Vila-Museu acab por beneficiar al Patrimonio Arquitectnico, hoy
protegido por el Plan Especial de Proteccin de 1991. Primero, por la rehabilitacin de algunos edificios de
importancia simblica para implantar los museos, como es el caso de la sede de la Cmara Municipal recons-
truida sobre una antigua casa romana que hoy acoge el Museo Romano de Mrtola. Segundo, por la significa-
tiva atraccin de visitantes que hace pensar al vecino de Mrtola en la valorizacin de su propio espacio urbano
y le lleva a cambiar su tendencia a abandonar la parte vieja, para permanecer o incluso regresar a ella.
Por su parte, la ADPM se va a dedicar a la valorizacin de los recursos del Patrimonio Natural y a los estu-
dios etnolgicos, dentro de un concepto extenso e integrado de patrimonio, que implica un abordaje multi-
disciplinar de la realidad local desde la Arqueologa, la Ecologa, la Etnologa, la Historia Local, la Historia del
Arte y hasta la Arqueologa Industrial. En esa lnea, tras ms de diez aos de trabajos preparatorios, se consi-
gui en 1996 la declaracin del Parque Natural del Valle del Guadiana que constituye hoy, junto a la arqueo-
loga, el elemento fundamental de la estrategia de desarrollo local en Mrtola.
Con el tiempo, esta segunda asociacin ir extendiendo su actividad a otros mbitos del patrimonio y de
la dinamizacin econmica, de tal forma que se ha constituido en una verdadera Agencia Local de Desarrollo,
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Exposicin en el Museo Textil. Mrtola
directamente conectada con el rea Socio-Cultural de la municipalidad, aunque mantenga, por razones senti-
mentales, su denominacin original. La APDM asesora los nuevos proyectos de pequeas y medianas empresas
y capacita a sus promotores en temas de gestin financiera, comercial, etc. Uno de esos proyectos fue la crea-
cin del Club Nutico de Mrtola para aprovechar las posibilidades deportivas del ro Guadiana.
Uno de los logros ms importantes del proyecto de Mrtola es, en opinin de Rui Mateus, la interaccin
educativa con la comunidad local. Desde el inicio, los trabajos arqueolgicos implicaron la participacin de
jvenes mertolenses, alguno de los cuales llegaron a culminar sus estudios universitarios en Lisboa, constitu-
yendo hoy parte del cuerpo tcnico del CAM, de la APDM y de la Cmara Municipal. Asimismo, desde el prin-
cipio los hallazgos arqueolgicos se difundieron entre la poblacin dndole la oportunidad de confrontar estos
resultados cientficos con su incidencia en el desarrollo local. La formacin de nuevos artesanos en especiali-
dades muy conectadas con el proyecto, como las tcnicas de construccin tradicional, los telares y la forja, son
consecuencia de la importancia cultural dada al patrimonio etnolgico.
La formacin profesional, que experimenta un claro incremento con la llegada del Fondo Social Europeo,
tambin est muy intencionalmente vinculada a las actividades del proyecto: conservacin del Patrimonio,
gestin y administracin de Instituciones, autoempleo en empresas de hostelera y alojamientos tursticos, arte-
sanas, etc. La continuidad de esta formacin profesional se consigue en 1992 con la instalacin en Mrtola de
una delegacin local de la Escuela Profesional Bento de Jess Caraa. Este centro educativo, que forma parte
de una red de escuelas del mismo nombre vinculadas a la Central Sindical CGTP, ofrece una formacin profe-
sional con reconocimiento oficial en titulaciones como Museografa Arqueolgica, Turismo Ambiental, Gestin
y Animacin del Patrimonio y recibe alumnos tanto de Mrtola como del resto de la regin. Buena parte de su
docencia est asumida por los tcnicos del CAM y de la APDM y la mayor parte de las prcticas de los alumnos
se realizan en los proyectos de estas dos asociaciones.
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Ermita de San Sebastin, reconstruida por los alumnos de
la Escuela Profesional Bento de Jess Caraa
intervencin integral en el patrimonio
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En la etapa final, el apoyo del Fondo Nacional de Turismo, organismo dependiente del Ministerio de
Comercio y Turismo que en el bienio 1997-98 invirti en el proyecto cultural la cantidad de 250 millones de
escudos, permitir la consolidacin de ese antiguo proyecto de convertir a Mrtola en una villa poblada de
ncleos museolgicos dedicados a sus principales periodos histricos que, junto a sus recursos etnolgicos y
naturales, ofrezcan al desarrollo local un escenario alternativo al modelo agrcola tradicional.
6. SITUACIN ACTUAL Y PERSPECTIVAS DE FUTURO
Con ese tipo de oferta musestica, arquitectnica, etnolgica y natural, construida durante ms de veinte
aos de esfuerzo continuado de las instituciones y de la poblacin civil a travs de sus asociaciones, el turismo
cultural, cuya materia prima es el patrimonio, constituye el soporte estructural del proyecto de Mrtola.
El turismo se convierte as en una verdadera empresa cultural con claros resultados para la vida econ-
mica local. Algunos indicadores nos permiten visualizar la evolucin positiva del proyecto en cuanto a su inci-
dencia en la dinamizacin econmica del municipio. En 1978 slo exista en Mrtola un local que pudiera ser
considerado como restaurante y ningn alojamiento. En la actualidad funcionan 19 restaurantes y cuatro
hoteles con un nivel razonable de negocios y que en los periodos de mayor afluencia turstica no son capaces
de absorber la demanda. En 1995 se contabilizaron por la Oficina de Turismo un total de 14.408 visitantes moti-
vados por el proyecto cultural y cerca de 5.000 visitas de escolares, todo ello en una poblacin que tena en esa
poca apenas 1.100 habitantes. Cerca del 70% de esos visitantes son portugueses, lo que demuestra el alto nivel
de conocimiento del proyecto de Mrtola en el pas. La difusin de las investigaciones y las mltiples referencias
en los medios de comunicacin explica ese reconocimiento masivo de los valores patrimoniales de Mrtola.
Pero, el turismo cultural, como cualquier otra modalidad turstica, tiene un valor ambivalente e inestable.
Depende de la orientacin de los flujos y de los posibles cambios en la demanda. Su sostenibilidad exige una
gestin integral y equilibrada del territorio y de sus recursos. La masificacin puede generar impactos negativos
en la conservacin de los valores patrimoniales ms sensibles y producir una prdida de la identidad local.
Alcanzar el equilibrio entre los flujos de consumidores culturales, la conservacin de los recursos patrimoniales
y un nivel razonable de bienestar econmico de la poblacin es el desafo actual del proyecto de Mrtola.
La sostenibilidad del proyecto parece suficientemente cimentada en la calidad patrimonial de Mrtola y
en la experiencia acumulada por tantos aos de intervencin continuada dentro de una misma lnea estrat-
gica. Adems, el acento puesto en la naturaleza endgena del proyecto, con un especial nfasis en la articula-
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Placa de cermica. Museo Textil. Mrtola
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cin de las instancias locales entre s y con el conjunto de la poblacin, constituyen tambin factores de rela-
tiva garanta de continuidad. La utilizacin del patrimonio como recurso pedaggico, adems de reforzar la
valoracin social de los recursos patrimoniales y de la identidad local, contribuye a la renovacin permanente
de los cuadros tcnicos del proyecto y a la mayor difusin del mismo. Finalmente, la complementariedad de la
oferta patrimonial compuesta de recursos monumentales, musesticos, paisajsticos, ambientales, gastronmicos
y artesanales y su conexin con las lneas maestras de la poltica europea respecto al desarrollo del medio rural,
son tambin una cierta garanta de sostenibilidad.
Sin embargo, la excesiva concentracin de los recursos culturales y de sus impactos econmicos positivos
en la cabecera municipal hace necesaria una estrategia de especial atencin a los ncleos de la poblacin dise-
minada y la reorientacin de sus tradicionales bases productivas agropecuarias. Una de las preocupaciones de
la oposicin poltica local sobre el futuro de Mrtola es la excesiva importancia dada al turismo sobre el resto de
las actividades econmicas bsicas (agricultura, ganadera, caza y explotacin forestal). Las actividades del
Parque Natural del Valle del Guadiana parecen estar encaminadas hacia la promocin de la produccin agro-
pecuaria integrada y ecolgica, con intervencin directa de los ayuntamientos de Mrtola y Serpa, las asocia-
ciones de productores, la cooperativa de agricultores, etc., pero se enfrentan a una estructura latifundista de la
propiedad y a una fuerte tradicin de dependencia de la poblacin jornalera respecto al patrn, lo que dificulta
el surgimiento de iniciativas empresariales.
7. CONCLUSIONES
Cada proyecto de desarrollo local es nico e irrepetible pues difcilmente se darn las mismas circunstan-
cias socio-econmicas y el mismo contexto poltico en otros lugares. Sin embargo, dejando de lado las peculia-
ridades del proceso seguido en Mrtola, s es posible extraer algunas conclusiones respecto a la metodologa
seguida y a la definicin de la lnea estratgica aplicada que pudieran ser extrapolables a algunos municipios
andaluces con un importante patrimonio histrico-artstico y arqueolgico, aun no suficientemente valorado.
En primer lugar, merece ser destacado el hecho de la implicacin constante de las instituciones polticas
locales y su articulacin con las asociaciones de carcter cultural. El modelo de Mrtola nos muestra que la
proteccin y la valoracin del patrimonio cultural no pueden ser responsabilidad exclusiva de la administracin,
aunque tambin es evidente que sin su intervencin decidida y sostenida no sera posible llevar a cabo un plan
de desarrollo de esas caractersticas. Tambin nos ensea, que a pesar de la precariedad de recursos con los
que cuentan las administraciones locales y los dficits de equipamientos del medio rural, es rentable apostar por
las inversiones en revalorizacin del patrimonio, aprovechando la doble coyuntura favorable del incremento de
la demanda de consumos culturales por esta nueva modalidad de turismo cultural y por la conexin de esas
iniciativas con la poltica europea respecto al desarrollo del medio rural.
Otra de las experiencias positivas que se pueden extraer del caso de Mrtola es su apuesta decidida por
la educacin y la formacin de los agentes locales en materias de gestin patrimonial que, a menudo, quedan
en manos de unos cuantos expertos forneos debilitndose as el carcter endgeno del proyecto y poniendo
en riesgo su continuidad. La investigacin cientfica sobre el patrimonio no debe limitarse a la obtencin de
resultados destinados exclusivamente a la comunidad acadmica.
Asimismo, debemos sacar la conclusin de que el hecho de que uno de los recursos patrimoniales tenga
un papel central en el proceso (como es el caso de la arqueologa y la musestica en Mrtola) no por ello debe
renunciarse a un tratamiento integral del patrimonio que incluya su vertiente natural y etnolgica.
Finalmente, la sostenibilidad de un proyecto de desarrollo rural basado en el turismo cultural est en rela-
cin directa con la implicacin de la poblacin. Para ello, es necesario un esfuerzo de informacin constante de
los objetivos y de los resultados y un marco de participacin efectiva, a travs de las asociaciones o mediante
consultas peridicas, en las decisiones estratgicas.
intervencin integral en el patrimonio
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1.2. ALLARIZ.
ORENSE. GALiCIA
1. JUSTIFICACIN DE LA ELECCIN
El Proyecto Allariz es uno de los ejemplos ms significativos existente en el mbito estatal sobre inter-
vencin integral en el patrimonio cultural y su aprovechamiento como recurso para el desarrollo local. La inclu-
sin de dicho proyecto en esta Gua se justifica por la magnitud de las acciones acometidas, su profundidad en
el tiempo y su sostenibilidad.
Despus de diez aos de actuacin municipal se ha conseguido mejorar con creces la calidad del entorno
fsico, adoptando una poltica urbanstica y territorial que ha tenido como eje fundamental la recuperacin de
su patrimonio arquitectnico, agrario y forestal, y quedando stos amparados por una amplia normativa
que se recoge en las Normas Subsidiarias, el Plan Especial del Conjunto Histrico de Allariz, el Plan de Gestin
de los recursos patrimoniales del ro Arnoia y el nuevo Plan de Ordenacin de los Recursos Naturales, en fase
de elaboracin. Esto sin obviar que uno de los logros ms importantes conseguidos por el actual grupo muni-
cipal ha sido la sensibilizacin de la poblacin y su integracin en el proyecto como clave para garantizar la
proteccin de su extenso patrimonio.
Dentro de esa lnea estratgica, un factor transversal a todo el proceso ha sido la dinamizacin de la
poblacin local mediante la creacin de las asambleas vecinales (regidas por un Reglamento de Participacin
Ciudadana), cuya entidad fsica viene a corresponderse con las tradicionales parroquias, y que han constituido,
a lo largo de estos aos, el mecanismo fundamental de articulacin y difusin en el Concello. En la misma
lnea se encuentra la rehabilitacin de las antiguas Escuelas Unitarias, que en la actualidad sirven como lugar
de reunin.
Algunas de las caractersticas de este proyecto, como la rehabilitacin del patrimonio histrico y etnol-
gico con fines tursticos, van a ser compartidas, en parte, con otros proyectos desarrollados en otras comuni-
dades autnomas. Pero dos de las cuestiones que determinaron su eleccin fueron la repercusin que han
tenido dichas acciones en la mejora de la calidad de vida de los habitantes y, sobre todo, su relevancia dentro
del contexto socioeconmico y cultural gallego.
No obstante, siendo importantes los logros conseguidos, lo ms destacado quizs sea la viabilidad de las
estrategias adoptadas que, si bien no son extrapolables a otros lugares con modelos econmicos y culturales
distintos, s suponen un buen punto de referencia al haber tenido stas una plasmacin clara en el conjunto de
iniciativas econmicas y culturales del Concello, para lo cual se ha creado un importante marco asociativo en el
que colaboran la poblacin y los tcnicos del Ayuntamiento. Entre las asociaciones ms importantes se encuen-
tran la Asociacin de Productores, la Asociacin de Comerciantes, el Patronato de Medio Ambiente, Patronato del
Parque Etnogrfico del Ro Arnoia, y las asociaciones culturales RUDRA, Vicente Riscos y Xoan Garcs.
Entre los logros ms importantes cabe destacar la proteccin y promocin de los valores ms significativos
de su tradicin cultural; la mejora de su paisaje rural, tanto arquitectnico como agrcola y forestal; la implica-
cin de la poblacin en el proceso mediante la articulacin de los ncleos rurales dispersos;y la diversificacin
econmica a raz de la puesta en valor de su patrimonio. Unas acciones que han posibilitado que el proyecto
de Allariz sea reconocido a nivel europeo, en foros de desarrollo rural en la prensa estatal, el que haya obte-
nido el Premio Europeo de Urbanismo en 1994, o que haya sido escenario de actividades culturales de gran
repercusin, como la creacin del Ecoespacio de O Rexo por el artista vasco Agustn Ibarrola, que guarda simi-
litudes con el Bosque Animado de Oma (Vizcaya).
2. LOCALIZACIN GEOGRFICA, DEMOGRAFA Y ECONOMA
El Concello de Allariz se ubica en la mitad occidental de las
tierras de Ourense, en la Comunidad Autnoma Gallega. Desde el
punto de vista geomorfolgico, su territorio est delimitado por
dos elementos clave: los sistemas montaosos que protegen las
tierras del Concello (Cabeza de Meda, San Mamede, etc.) y el ro
Arnoia que lo estructura con sus tres brazos (Maceda, Tioira y
Arnoia), funcionando no slo como elemento vertebrador del
territorio, sino tambin como factor clave en la economa y en
la cultura alaricanas.
El Concello posee una extensin de 85 Km
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y su estructura poblacional es de tipo disperso, con 5.400
habitantes que se encuentran distribuidos entre los diversos ncleos de poblamiento (2.300 en la villa principal
y el resto repartidos entre las 92 aldeas, con una poblacin que oscila entre los 4 y los 115 habitantes). Estos
ncleos estn organizados en torno a la parroquia, que en la actualidad sigue funcionando como el principal
sistema de articulacin social del medio rural gallego. De las 16 iglesias que se encuentran repartidas por todo
el territorio municipal, 14 son de carcter rural.
Su economa ha estado ligada histricamente a los sectores primario y secundario, siendo cultivable el
50% del terreno del Concello. La estructura de la propiedad ha sido tradicionalmente de carcter minifundista,
con una preeminencia de la pequea explotacin familiar sobre la que se asentaba el sector agroganadero,
orientado fundamentalmente al autoconsumo. Sin embargo, Allariz contaba hasta mediados de siglo con un
tejido industrial tradicional activo y consolidado, que giraba en torno a los numerosos molinos de harina,
la industria del lino y las ms de veinte fbricas de cuero que funcionaban con la energa hidrulica que propor-
cionaba el ro Arnoia. Ello determin la centralidad econmica de la vida en la comarca, que, junto a su pasado
histrico, fueron factores que posibilitaron el que se constituyera como ncleo estratgico en la propia estruc-
tura de la red de comunicaciones, siendo lugar de paso obligado en las rutas tradicionales de acceso a Galicia.
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Panormica de la poblacin. Allariz
La evolucin demogrfica de Allariz ha venido condicionada por una serie de transformaciones de
orden poltico y social que han operado a nivel autonmico y estatal y cuyo anlisis hay que situar despus
de comienzos de siglo, cuando los efectos de la mecanizacin son ms perceptibles, y como consecuencia de
ella se van a cerrar paulatinamente las industrias de curtidura. Se produce pues la disolucin del tradicional
modelo productivo agrario e industrial, lo cual provoca la emigracin masiva de la poblacin que, durante
el periodo comprendido entre 1960 y 1981, se desplaza masivamente hacia la capital de la provincia, el Pas
Vasco y Europa, fundamentalmente. Ello va a significar la decadencia de la poblacin, que a principios de siglo
sobrepasaba los 10.000 habitantes y a finales de los aos 80 lleg a situarse por debajo de los 5.000.
En la actualidad, la economa de Allariz se caracteriza por el predominio de un sector primario escasa-
mente modernizado, que absorbe un 35,5% de la poblacin activa y tiene una repercusin muy baja en el nivel
de rentas locales. El sector secundario ocupa un 32% de la poblacin activa y, dentro de l, destaca el subsector
de la construccin con un 16%. El sector terciario, con un 30%, se encuentra en su mayor parte localizado en
la capital del concello y est fundamentalmente compuesto por empresas de tipo familiar.
3. BREVE RESEA HISTRICA
Allariz es una poblacin con gran relevancia histrica y cultural dentro de la Comunidad Autnoma
Gallega. Toma el nombre de su fundador, el rey suevo Alarico, que estableci su corte sobre un antiguo campa-
mento galaico-romano que exista en el lugar. Su capital, Santiago de Allariz, tuvo gran importancia como villa
durante los siglos centrales y tardos de la Edad Media por su vinculacin a la monarqua hispnica desde
los tiempos del rey Alfonso VII, del cual obtuvo su carta foral. La expresin material de este dominio haba de
estar en un monte fortificado donde se asent el castillo de Allariz y su muralla (siglos XI-XIII), rodeado por el ro
Arnoia que le serva de foso y por un castro donde concluan los caminos procedentes de otros castros inme-
diatos.
Se puede decir que tanto la existencia de la propia villa, su ubicacin y configuracin fsica, como la iden-
tidad cultural de sus gentes, son hechos que estn ntimamente relacionados con la existencia del ro Arnoia.
ste se ha convertido en un elemento ms de la cultura local, no slo por ser referente geogrfico sino tambin
como elemento clave en la economa, por lo que actualmente se constituye como uno de los referentes iden-
titarios ms relevantes para la poblacin alaricana.
Su situacin estratgica como territorio obligado de paso; su cercana a la capital, Orense, de la cual dista
20 Km; su antiguo auge industrial, basado fundamentalmente en las curtiduras de pieles y su protagonismo en
la historia de Galicia, fueron factores que influyeron directamente en el importante desarrollo de la vida cultural
de antao, constituyndose la villa como cuna de numerosos personajes relacionados con el mundo de la
poltica y de las artes. Todo ello contribuy tambin al desarrollo del actual casco histrico y de su importante
patrimonio arquitectnico.
Su trama urbana se extiende sobre un parcelario que mantiene parte de su traza medieval y donde se
mezclan un espacio monumental compuesto por varios edificios religiosos de inters artstico singular, con un
casero en el que se combinan las edificaciones renacentistas, barrocas y modernas. Entre los primeros cabe
destacar la Iglesia de Santiago, patrn de la villa; el Convento de Santa Clara, que fue fundado por Da.
Violante, esposa del rey Alfonso X el Sabio; y las iglesias de San Esteban, San Pedro, San Benito y Vilanova.
Adems, existe un nmero importante de casas nobles, as como un extenso patrimonio arquitectnico, ms
modesto, que esconde entre sus muros la memoria de una importante colonia juda asentada en el lugar.
intervencin integral en el patrimonio
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4. ORIGEN DE LAS INICIATIVAS
Las primeras iniciativas arrancan de la situacin insostenible y del descontento generalizado a que lleg
la poblacin, como consecuencia de la decadencia econmica y deterioro medioambiental que vena sufriendo
el concello desde haca dcadas. El detonante sera la alta contaminacin del ro Arnoia, en el cual apareci un
nmero elevado de peces muertos en el verano de 1989, provocando la movilizacin de la poblacin y origi-
nndose a partir de aqu un conflicto social que culminara con un cambio de rumbo en la vida poltica de
Allariz. Como consecuencia de las movilizaciones, el gobierno municipal dimiti en bloque y, tras las elecciones
municipales, comenzara una nueva etapa gobernada por el Bloque Nacionalista Gallego que se prolongar
hasta la actualidad.
La nueva poltica municipal parti de una diagnosis previa e integral del territorio y el establecimiento
de un programa de desenvolvimiento, segn la expresin utilizada localmente, que girar en torno a dos ejes
fundamentales: el ro y la historia de la villa. Por un lado, haca ya bastante tiempo que la ciudad viva de
espaldas al ro y pareca negarse de esta manera la importante vinculacin de ste con la cultura de la pobla-
cin. De otra parte, el casco antiguo de la villa estaba declarado Conjunto Histrico desde el ao 1971, hecho
que siempre haba tenido para la poblacin una lectura negativa de lacra o rmora para su desarrollo y que
impeda las intervenciones de los usuarios. Adems, la emigracin hacia la capital, que por su proximidad a
Allariz actuaba como fuerza centrpeta, y la escasez de actuaciones de restauracin contribuyeron a que el casco
histrico se encontrase en estado de abandono y ruina a comienzos de los aos ochenta.
Todos estos factores que, hasta entonces, representaban ms una limitacin que un potencial, seran utili-
zados por el nuevo equipo de gobierno como puntos de partida y elementos catalizadores del desarrollo local.
A partir de aqu se dise un plan estratgico que se ira ejecutando en la medida en que las posibilidades lo
permitiesen. Por ello, en la sinergia que se produjo mediante la combinacin de los recursos humanos, econ-
micos y patrimoniales, se fueron priorizando estrategias y desencadenando actuaciones que respondieron a un
modelo de gestin, que ellos mismos han denominado de ingeniera financiera, basado en la rentabiliza-
cin de los escasos recursos econmicos disponibles y en la participacin de amplios sectores de la poblacin,
tanto del mbito cultural como de los diferentes sectores econmicos. Por ello, la clave del Proyecto Allariz reside
en que, a pesar de no enmarcarse dentro de ningn programa de desarrollo estatal o comunitario, aprovechan
al mximo las subvenciones de la Diputacin, Xunta de Galicia, Gobierno Central y Unin Europea, mbitos
institucionales con los cuales establecen una relacin directa para la obtencin de recursos financieros.
5. EVOLUCIN DEL PROYECTO DE DESARROLLO DE ALLARIZ
En la actualidad Allariz es considerada como una ciudad/museo, ya que la primera impresin del visitante
cuando recorre las calles e instalaciones de la villa es la de estar realizando un circuito de la memoria. Pero el
proyecto de Allariz tiene un significado an mayor. Como el investigador gallego Xos Carlos Sierra afirma lo
que nos encontramos en Allariz es mucho ms importante, porque nos demuestra una vez ms la funcin que
el patrimonio cultural puede desempear para aumentar la calidad de vida social de las comunidades que
apuestan inteligentemente por el porvenir de la tradicin reinsertando el pasado en la experiencia presente.
El factor clave de la sostenibilidad del proyecto ha sido el importante papel que ha tenido el Concello en
la gestin de la vida cultural y econmica local, actuando de activador de los recursos y de las fuerzas internas
que eran potencialmente dinmicas. El objetivo principal tena una triple dimensin: la patrimonializacin
cultural, el ordenamiento territorial y el desarrollo de sus comunidades. Todo ello a travs de proyectos cuyo
modelo de gestin se basa fundamentalmente en una continua renovacin y revisin, y para cuya ejecucin se
han creado asociaciones, patronatos, o empresas pblicas y mixtas que van a impregnar todas las facetas de la
poltica municipal y de la economa del Concello.
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El plan de intervencin desarrollado para lograr la activacin de los recursos patrimoniales del concello
se centra en la villa, pero se va a articular a su vez con otro tipo de intervenciones en materia de medio
ambiente. En cuanto a los aspectos territoriales, el equipo de gobierno municipal acometi desde el principio
la redaccin de las Normas Subsidiarias Municipales (nunca haba tenido el Concello un plan urbanstico
aprobado), con el criterio claro de disear y realizar los objetivos establecidos en la fase previa del proyecto inte-
gral de ciudad que se plante para Allariz.
La decisin de acometer este documento desde el principio es una de las claves del xito del proyecto, al
haber podido abordar todo el territorio de forma integral. La redaccin de las Normas Subsidiarias y su apro-
bacin en 1993 se haran en un tiempo breve y con gran nivel de participacin ciudadana, al ser atendidas
todas las dudas y alegaciones que la poblacin present. Una accin que constituy la base del consenso para
futuras actuaciones en materia patrimonial.
El planteamiento base de este documento fue que los elementos con que contaba Allariz para su desa-
rrollo eran bsicamente dos: la naturaleza y su historia. El ro Arnoia y su entorno representaban al primero,
y el Conjunto Histrico de la villa el segundo. De esta manera la intervencin en el espacio territorial urbano
sera disociada en dos programas complementarios: PEDRA (Parque Etnogrfico del Ro Arnoia) y PECHA (Plan
Especial del Conjunto Histrico de Allariz).
En una primera etapa se plantearon la urgencia de mejorar las condiciones medioambientales del
concello dirigindose las actuaciones en varios frentes: la recogida de basuras, que hasta el momento se reali-
zaba con medios muy precarios; depurar las aguas residuales de la villa; evitar los vertidos incontrolados en los
mrgenes urbanos y restaurar las riberas del ro Arnoia, su flora y su fauna.
Las actuaciones en este campo se llevaron a cabo con la colaboracin de las asociaciones ecologistas,
abordndose al mismo tiempo otro tipo de problemticas que ponan en peligro el paisaje agrario y forestal,
como era el elevado nmero de incendios que se venan registrando por el abandono de los campos de cultivo
y el descuido de los montes. La abundante vegetacin que se genera como consecuencia del alto grado de
intervencin integral en el patrimonio
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Mrgenes del ro Arnoia
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humedad que caracteriza el clima gallego, junto a la prctica, bastante extendida entre los agricultores, de
quemar los rastrojos, ponan en peligro cada verano la integridad del paisaje rural. Prueba de ello es que en el
ao 1989 llegaron a arder 3.000 Ha del Concello.
Para evitar esto y al mismo tiempo recuperar los antiguos caminos de comunicacin entre las aldeas
y la villa que se encontraban abandonados, se crearan dos empresas cuyas actuaciones sern complementa-
rias. Una fue MEDIALSA, la nica empresa 100% municipal, que contrata trabajadores y crea cuadrillas perma-
nentes para rozar los montes y evitar los incendios forestales. Ante el enorme volumen de vegetacin que
exista, se plante su aprovechamiento como fuente de energa. Para ello se crea ALLARLUZ, empresa pblica
con participacin municipal, que gestiona una central de cogeneracin (2.350 kw/h) cuya produccin es
vendida a la compaa elctrica de la zona (Fenosa) a los precios establecidos por el Ministerio de Industria.
Tambin en relacin con el medio ambiente se van a abordar otras actuaciones, como la construccin de
una depuradora de aguas residuales para la villa de Allariz y fosas spticas para las aldeas, con lo cual, las
aguas del ro Arnoia se encuentran actualmente depuradas en un alto porcentaje; la recogida selectiva de
basuras mediante la introduccin, en 1990, de contenedores diferenciados para la materia orgnica, plstico,
papel y vidrio; la creacin de la escuela de formacin medioambiental denominada RUDRA; y la recuperacin
de caminos para la organizacin de rutas de senderismo, como las del Canelar, A Padela, de los Molinos, Sta.
Maria y otras.
El ro Arnoia y el PEDRA
Una de las actuaciones ms paradigmticas del proyecto de Allariz es el Parque Etnogrfico del Ro
Arnoia, compuesto por un nmero considerable de instalaciones de carcter musestico, todas ellas ubicadas
en antiguos molinos de agua y curtiduras que han sido rehabilitados y recuperados para ese fin. En los
proyectos musesticos colaboraron antroplogos como Xos Carlos Sierra (Director del Museo de Ribadabia) y la
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Panormica de molino restaurante. Allariz
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Universidad, con la cual establecieron programas de colaboracin para que los alumnos hiciesen prcticas en
verano mediante cursos cuyas temticas giraban en torno a la museologa.
En este marco se van a conjugar la difusin del patrimonio etnolgico y la muestra de actividades tradi-
cionales en vivo (molienda, hilatura del lino, el proceso del curtido, la historia del juguete). Esto se complementa
con otras ofertas de tipo turstico relacionadas con la hostelera y la restauracin, tambin ubicadas en varios
molinos de agua (igualmente rehabilitados para ello). A todo esto se ha unido el tratamiento de los mrgenes
del ro para crear espacios libres y zonas verdes destinadas a actividades de recreo.
El Ayuntamiento compr estos molinos en lote y fueron restaurados por la propia Escuela Taller. A partir
del proyecto de rehabilitacin se crea un circuito de visitas a lo largo del ro que estar formado por diversos
museos temticos y una red de servicios tursticos de restaurantes y alojamientos. El Ayuntamiento actuara de
motor en la gestin de las instalaciones creando un Patronato (P.E.D.R.A.) y una empresa turstica con partici-
pacin pblica y privada (REATUR).
La gestin de los museos se realiza mediante el Patronato, coordinado por un tcnico que se encarga de
cubrir los objetivos de investigacin, museizacin y revitalizacin del conjunto con la puesta en marcha del
denominado Centro de Documentacin de Vilanova, ubicado en otro de los molinos. Entre las instalaciones
de la red de museos se encuentran el Muio do Burato o museo de la molienda; O Fiadeiro o Museo del
Lino; A Fbrica o museo del cuero; y el Museo do Xoguete (juguete), ubicado en el Centro Cvico.
Por otra parte, la empresa REATUR S.A. coordina y gestiona las diversas ofertas del sector turstico entre
las que se encuentra una red de casas rurales, la escuela hpica, el camping municipal y la residencia universi-
taria. El hotel Torre Lombarda y los diversos molinos-restaurantes son concedidos a particulares durante un
periodo de tiempo a cambio de un alquiler. Este modelo de gestin facilita el que la empresa turstica se auto-
financie y al mismo tiempo pueda invertir en el mantenimiento de las instalaciones musesticas.
Archivo fotogrfico D
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a
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Sistema de cubierta. Allariz
Denominacin
Ttulo que recoja lo ms clara y sintticamente posible la idea central del proyecto.
Objeto
Definir de manera concisa de qu trata el proyecto en lneas generales. Es decir, cul es la sustancia de
nuestro proyecto; para ello se describirn someramente los contenidos generales del proyecto y si es una insti-
tucin se enuncia su misin.
intervencin integral en el patrimonio
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Justificacin
Antecedentes y orgenes del proyecto; por qu nos planteamos ese proyecto; en qu nos basamos para
proponerlo; quin nos los encarga; de qu fundamento conceptual deriva; en qu aspectos especficos insiste;
qu originalidad, grado de innovacin o carcter experimental aporta; .
Objetivos
Se detallarn los aspectos ms importantes que se pretenden alcanzar, es decir para qu proponemos el
proyecto, qu pretendemos conseguir. Los objetivos debern ser lo ms concreto y cuantificable posible para
poder ser posteriormente asumidos y evaluados.
Destinatarios
Un proyecto cultural debe estructurarse a partir de a quin va destinado. El estudio de la demanda de
nuestro proyecto puede determinar ms claramente los objetivos. El pblico en general no existe, existen
distintos pblicos. Hay que identificar grupos homogneos o segmentos sobre los que posicionarnos y cono-
cerlos a fondo para adaptar las propuestas a sus necesidades, inquietudes, etc. Con respecto a los usuarios
reales o potenciales de nuestros proyectos o servicios habra que contestar a las siguientes preguntas bsicas en
un anlisis de demanda o mercado:
quines son, cuntos son, de dnde proceden, ;
cmo podemos contactar con ellos y qu mtodo de promocin debemos usar;
qu mensaje puede ser transmitido a cada segmento;
qu servicios demandan los distintos grupos.
Actuaciones
Se trata de concretar con ms detalle los contenidos y caractersticas especficas de las acciones a desa-
rrollar y sus tareas asociadas, es decir cmo vamos a hacer realidad los objetivos propuestos en el proyecto.
Tomemos como ejemplo de actuacin, dentro de un proyecto de ruta o itinerario interpretativo, su sealizacin:
denominacin: sealizacin de la ruta interpretativa
objeto: sealizar una ruta
descripcin: diseo y montaje de paneles interpretativos y de sealizacin direccional
objetivos: explicar a los usuarios de forma amena y comprensiva lo que visitan y que no se pierdan
lugar: a lo largo de todo el itinerario
responsable: rea de cultura del ayuntamiento
calendario: marzo-octubre
recursos humanos: profesionales de la interpretacin del patrimonio
medidas necesarias: contratar una empresa de diseo y montaje de exposiciones
presupuesto: 7 millones
indicadores de evaluacin: nmero de paneles colocados, efectividad de los mismos, durabilidad,
Otras actuaciones a programar puede ser el servicio de guas o intrpretes, los folletos, el punto de aten-
cin al visitante, etc.
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Aunque la metodologa de planificacin de los proyectos culturales de gestin debe ser comn a todos
ellos, dependiendo del tipo de proyecto que propongamos (un centro de visitantes, un itinerario interpretativo,
un concurso gastronmico, etc), las actuaciones necesarias sern distintas, as como imprescindible la partici-
pacin de los profesionales adecuados (muselogos, intrpretes del patrimonio, gestores culturales, antrop-
logos, arquitectos, etctera). Dependiendo de su complejidad, un proyecto cultural puede ser considerado
como un trabajo de equipo en el que participan distintos profesionales.
2.2. MODELOS DE GESTIN
DE PROYECTOS CULTURALES
1
En Andaluca nos encontramos en un contexto caracterizado por una gran riqueza patrimonial que
contrasta con la infrautilizacin de sus potencialidades culturales, econmicas y sociales, una fuerte depen-
dencia de los presupuestos pblicos y un peso especfico muy limitado del sector privado. Por tanto uno de los
retos futuros consiste en desarrollar nuevas y diversas formas de administracin y gestin que se adapten mejor
a lo que la sociedad, especialmente la urbana, demanda actualmente del patrimonio, mediante:
Gestin descentralizada (organismos autnomos, sociedades pblicas)
Gestin delegada: subvencin, convenio, contrato de explotacin, prestacin de servicios
Gestin compartida: consorcios,
La administracin debe favorecer sin reticencias iniciativas empresariales y el desarrollo de estructuras
productivas en todos los campos, incluido el de la cultura. La existencia de un sector privado, empresarial o
asociativo, independiente, eficaz y competente es un indicador de salud cultural de un territorio. En este
contexto, la administracin pblica deja de ser autosuficiente y pasa a ser un agente social ms, aunque desde
una posicin destacada, y la consecucin de los intereses colectivos dejan de ser tarea exclusiva de los poderes
pblicos.
AGENTES QUE PUEDEN INTERVENIR EN UN PROYECTO
Es necesario identificar y conocer los diversos agentes que pueden influir o participar en nuestro proyecto,
conocer sus funciones y el papel que representan:
administraciones pblicas (organismos internacionales, estado, gobiernos autonmicos, diputaciones,
municipios);
entidades sin fines lucrativos (asociaciones y fundaciones);
empresas de productos y servicios (grandes y pequeas empresas locales);
empresas de gestin de proyectos y servicios culturales.
Cada agente representa intereses distintos aunque complementarios y puede desempear dentro de un
mismo proyecto funciones diversas:
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El presente apartado est redactado a partir de la documentacin elaborada por David Rosell i Cerezuela para el curso de formacin deno-
minado: Diseo y evaluacin de proyectos culturales, organizado por el Instituto Andaluz del Patrimonio Histrico en colaboracin con la
asociacin espaola de gestores culturales, celebrado en Sevilla, del 22 al 26 de noviembre de 1999.
intervencin integral en el patrimonio
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La administracin pblica tiene que garantizar la prestacin pblica de los servicios y debe intervenir en
los sectores econmicamente menos atractivos para el inters privado, as como en territorios y pblicos
desatendidos; debe fomentar la iniciativa de otros agentes y desarrollar funciones de coordinacin e infor-
macin.
Las asociaciones representan la participacin voluntaria de los ciudadanos en la vida social; son enti-
dades con sistemas de actuacin ms libres y desinteresados y pueden aportar tiempo y conocimientos
altamente especializados.
Las empresas de productos y servicios culturales intervienen en territorios y pblicos dinmicos (renta-
bles), aportan especializacin de conocimientos y aseguran la profesionalizacin de los trabajos.
Las empresas de gestin de proyectos y servicios culturales facilitan y agilizan la gestin, garantizan la
especializacin de los conocimientos, aportan una dedicacin temporal al proyecto, facilitan su racionali-
zacin econmica y aseguran la calidad de los resultados.
A este esquema bsico habra que aadir los nuevos agentes que surgen en el marco del desarrollo rural,
estructurados jurdicamente bien como organismos sin nimo de lucro, o bien como sociedades mercantiles,
donde se agrupan entes pblicos, sindicatos, empresas y asociaciones culturales, con una proyeccin supra-
municipal o comarcal.
LA DELEGACIN DE PROYECTOS Y SERVICIOS CULTURALES
Los proyectos culturales, sobre todo en el mbito rural, son promovidos fundamentalmente por la admi-
nistracin pblica (consejeras, diputaciones o ayuntamientos) y su gestin es desempeada directamente por
el personal de plantilla, o bien en el marco de una financiacin extrapresupuestaria va programas de financia-
cin europea: Escuelas Taller, Iniciativa Comunitaria Leader, FEDER-10, etc.
La gestin delegada de servicios es la frmula por la cual la administracin pblica no gestiona con sus
propios medios los proyectos culturales de los que es titular sino que delega o encarga su gestin a entidades
y empresas capacitadas y especializadas.
Este tipo de gestin promueve la participacin del tejido asociativo y profesional en la gestin de los
proyectos y servicios pblicos, como pueden ser todos aquellos relacionados con la puesta en valor del patri-
monio. Ello significa enriquecer con nuevas ideas los proyectos al contar con diversos profesionales. La gestin
delegada a su vez fomenta el empleo y la creacin de empresas y puede servir para optimizar la gestin dentro
de la misma administracin, permitiendo dirigir los proyectos ms cmodamente y la posible diversificacin de
su financiacin.
Por su parte la administracin ha de saber ejercer el difcil equilibrio entre garantizar la autonoma de
gestin de la empresa y controlar el desarrollo de la gestin delegada.
La administracin pblica puede delegar un proyecto o un servicio (mediante adjudicacin directa, concu-
rrencia de ofertas, concurso pblico) a una entidad sin nimo de lucro (asociacin o fundacin) o a una empresa
mediante los siguientes modelos:
La subvencin
Es la contribucin econmica al funcionamiento de una asociacin o a una actividad concreta. No se
interviene en la eleccin de la actividad ni en su control.
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El convenio
Acuerdo de financiacin parcial de alguna actividad concreta. La actividad es pactada en la forma pero
no en el contenido. Hay control del resultado de la actividad.
El contrato de explotacin
Cesin de un proyecto (o espacio) con financiacin parcial pactada. El explotador del servicio decide la
forma y el contenido de la actividad. Hay control del impacto de la actividad.