LOS QUE GANARON de Maristella Svampa
LOS QUE GANARON de Maristella Svampa
LOS QUE GANARON de Maristella Svampa
En este libro se analizan los aspectos fundamentales de la vida de los countries a travs del
estudio de sus consecuencias mayores. Se tuvo en cuenta el anlisis de las consecuencias de
las formas de sociabilidad resultantes y de los modelos de socializacin en curso. Se encara
el estudio de los efectos multiplicadores de la homogeneidad social, en tanto punto de
partida del nuevo estilo de vida., as como se advierten algunas de las consecuencias de
este modelo de socializacin protegida.
Analizando la situacin de la ciudad de Crdoba, compara la realidad de tres familias que
viven de tres maneras diferentes, una en un countrie, otra en un barrio. barrio y
compartiendo la vida con sus vecinos y otra en la ciudad pero totalmente encerrados en sus
casas sin compartir una relacin con los integrantes del barrio.
La presentacin de estas situaciones ilustra, tres posiciones diferentes que atraviesan a las
fragmentadas y heterogneas clases medias argentinas. Crtica, secesin y naturalizacin
respecto de los nuevos estilos de vida y los modelos de socializacin que surgen frente a la
degradacin del tejido social, el aumento de la delincuncia y el retiro del Estado de sus
obligaciones fundamentales. Pero, adems, el relato de estas situaciones, nos hace pensar en
la pregunta acerca de qu posicin debemos tomar entonces frente a la segregacin
espacial.
En sntesis, nuestra posicin inicial desestimo los fciles reduccionismo de uno y otro lado.
Se propuso analizar y evaluar las consecuencias del modelo nuevo. Para ello se ingreso en
estos laboratorios sociales, se realizaron primero un minucioso trabajo de campo que
llevo a luego entrever las nuevas relaciones que se entablan entre estas microsociedades y
el resto de la sociedad.
Los resultados obtenidos son ms que elocuentes. Desde el punto de vista sociolgico, y
por debajo de la creciente homogeneidad social que atraviesa la vida en los countries y los
barrios privados, advertimos una serie de riesgos inherentes al modelo de socializacin de
nios y adolescentes. Por otro lado, la contracara de este modelo, puertas afuera, pone de
manifiesto la falta de autonoma y la ausencia de destrezas para resolver situaciones que
plantea el mundo exterior.
Cuando se encaro este proyecto, se esperaba encontrar una gestin reflexiva de los
riesgos, una suerte de planificacin estratgica de la vida social y familiar. Y sin
embargo no fue tal el caso. La incertidumbre est integrada en las prcticas del capitalismo
contemporneo y la inestabilidad emerge como algo normal. En suma, esto nos hace
pensar, que no es slo el ethos de los perdedores sino tambin el de los mismos
ganadores el que se ve afectado por la lgica de un modelo neoliberal que se inserta en
la incertidumbre y la inestabilidad en la cotidianeidad.
Caractersticas de la socializacin en los countries:
Transgresin constante de los miembros a las propias reglas del countrie ya que se
halla la idea de mercantilizacin de las relaciones sociales, lo cual socava toda
posibilidad de construir un orden basado en la reciprocidad y la solidaridad.
La presencia de lo pblico en estos espacios es prcticamente nula. El Estado
provincial y el nacional aparecen como actores muy lejanos. Con el municipal
tienen un poco mas de relacin.
Gran parte de los residentes mostraban imposibilidad por planificar a largo plazo y
tendan a desarrollar una actitud muy pragmtica: mientras que los beneficios eran
siempre evaluados por sus efectos inmediatos-esto es, en el corto plazo (la libertad,
el contacto con el verde, la seguridad)-, los riesgos emergentes (accidentes dentro de
los predios, problemas de conducta de los nios y adolescentes, ataques de pnico,
temor exacerbado a la ciudad) aparecan diluidos en una suerte de atemporalidad
diluida.
Percepcin del afuera y del otro como amenaza constante, hasta el punto de
generar movimientos filantrpicos de asistencia social con el fin (velado) de
mantener tranquilos a los potenciales actores de revueltas y saqueos. Se refiere a la
gente de los barrios linderos.
Cdigos de silencio corruptos con la polica y la justicia. (Caso Belzunce y
Dalmaso).
Evasin o intento de evasin de las responsabilidades tributarias (pago de impuestos
municipales, empleados en negro, etc.)
La autonoma, cada vez ms precoz de los nios favorece el debilitamiento del
control familiar, lo cual potencia ciertos riesgos, como accidentes dentro del predio,
trastornos en la conducta, agresiones, y, en el lmite, actos vandlicos.
Existe un Estado minimalista, que ha reunido a su rol de integrador y a toda proyeccin
futura. En otros trminos, no es solo la crisis y el desprestigio de la clase poltica
argentina sino el desguace y el vaciamiento del Estado los hechos que tambin
potencian estas nuevas polticas de consecuencias imprevisibles, que expresan una clara
afinidad con el avance privatizador de la sociedad argentina.
En cuanto a la transformacin de la matriz social, se intenta dejar en claro que la
existencia de fronteras fsicas y rgidas entre, por un lado, zonas altamente reguladas (el
espacio cerrado), y, por otro, zonas desreguladas (el espacio abierto), trae aparejada la
interiorizacin de un cdigo binario que reorganiza la vida cotidiana y la relacin con
los otros. Retomando a Elas, se analiza la manera como esta dinmica va configurando
una determinada estructura emotiva que conlleva el borra miento de los matices, lo cual
explica algunos pasajes abruptos que van de la confianza absoluta a la experiencia del
miedo incontrolable y la acentuacin de los riesgos.
La sociedad contempornea se compone cada vez mas de fragmentos, de islas, de
universos autorreferenciales, que tienden a contener su propia lgica de accin y
representacin, sus universos simblico-culturales, sus especficos espacios de
sociabilidad; algo que, vito desde los que ganaron, refleja miedos cada vez mas
desmesurados y obsesivos mecanismos de autorregulacin.
En este sentido, los countries se han erigido en una de las metforas ms emblemticas
y potentes del modelo neoliberal, cuya etapa de implementacin aparece asociada con
el gobierno menemista: reflejo del estallido de una sociedad, confirmacin brutal de la
distancia de las elites, opcin por la segregacin y estrategia de distincin de parte de
las franjas ganadoras de las clases medias, tendencias a formas de sociabilidad mas
homogneas, modelos de socializacin inquietantes, as como renovadas formas de
vinculo y control en relacin con los sectores populares, en fin, consolidacin de una
ciudadana patrimonialista como clave de acceso a los bienes bsicos.
JUDITH BUTLER- MARCOS DE GUERRA
Vida precaria, vida digna de duelo
Este libro, que consta de cinco ensayos escritos como reaccin a las guerras
contemporneas, se centra en los modos culturales de regular disposiciones afectivas y
ticas a travs de un encuadre de la violencia selectivo y diferencial.
Es importante destacar el problema epistemolgico que plantea el verbo enmarcar, a
saber, que los marcos mediante los cuales aprehendemos, o no conseguimos
aprehender, las vidas de los dems como perdidas o daadas (susceptibles de perderse o
de daarse) estn polticamente saturados. Son ambas, de por s, operaciones del poder.
No deciden unilateralmente las condiciones de aparicin, pero su propsito es,
claramente, delimitar la esfera de la aparicin como tal.
APREHENDER UNA VIDA
La precaridad (no es lo mismo que precariedad, esta tiene un sentido de precariedad
desde lo poltico as ms o menos lo explica la autora) de la vida nos impone una
obligacin, la de preguntarnos en qu condiciones resulta posible aprehender una vida,
o un conjunto de vidas, como precarias, y en que otras resulta menos posible.
Puede ser que la aprehensin de la precaridad conduzca a una potenciacin de la
violencia, a una percepcin de la vulnerabilidad fsica de cierto conjunto de personas
que provoque deseos de destruirlas. Sin embargo, mi propsito es afirmar que, si
queremos ampliar las reivindicaciones sociales y polticas respecto a los derechos a la
proteccin, la persistencia y la prosperidad, antes tenemos que apoyarnos en una nueva
ontologa corporal que implique repensar la precariedad, la vulnerabilidad, la
daabilidad, la interdependencia, la exposicin, la persistencia corporal, el deseo, el
trabajo y las reivindicaciones respecto al lenguaje y a la pertenencia social.
Los marcos que operan ara diferenciar las vidas que podemos aprehender de las no
podemos no solo organizan una experiencia visual, sino que tambin, generan
ontologas especificas del sujeto. Los sujetos se constituyen mediante normas que, en su
reiteracin, producen y cambian los trminos mediante los cuales se reconocen. Estas
condiciones normativas para la produccin del sujeto generan una ontologa
histricamente contingente, tal que nuestra misma capacidad de discernir y de nombrar
el ser del sujeto depende de unas normas que facilitan dicho reconocimiento. Los
planes normativos se ven interrumpidos recprocamente los unos por los otros, se hacen
y deshacen segn operaciones ms amplias de poder, y muy a menudo se enfrentan a
versiones espectrales de lo que pretenden conocer: as, hay sujetos que no son
completamente reconocibles como sujetos, y hay vidas que no lo son del todo o nunca
lo son- reconocidas como vida.
Lo que podemos aprehender viene, sin duda, facilitado por las normas del
reconocimiento, pero sera un error afirmar que estamos completamente limitados por
las normas de reconocimiento en curso cuando aprehendemos una vida. Podemos
aprehender, por ejemplo, que algo es reconocido por el reconocimiento. De hecho, esa
aprehensin puede convertirse en la base de una crtica de las normas de
reconocimiento.
MARCOS DE RECONOCIMIENTO
Una figura viva, fuera del marco de las normas de la vida no solo se convierte en el
problema que ha de gestionar la normatividad, sino que parece ser eso mismo lo que la
normatividad est obligada a reproducir: est viva, pero no es una vida. Cae fuera del
marco suministrado por las normas, pero slo como un doble implacable, cuya
ontologa no puede ser asegurada pero cuyo status de ser vivo est abierto a la
aprehensin.
El marco que pretende contener, vehicular y determinar lo que se ve (y a veces, durante
un buen periodo lo logra) depende las condiciones de reproductibilidad en cuanto a su
xito. Sin embargo, esta misma reproductibilidad entraa una constante ruptura con el
contexto, lo que significa que el marco no contiene del todo lo que transmite sino que se
rompe cada vez que intenta dar una organizacin definitiva a su contenido.
PRECARIEDAD Y SER O NO DIGNOS DE DUELO
Hablando de manera llana, podramos decir que nosotros tenemos tales obligaciones
con los otros y que sabemos presuntamente quines somos nosotros n tal caso. Pero
la implicacin social de este planteamiento es, precisamente, que el nosotros no se
reconoce ni puede reconocerse, que esta escindido desde el principio, interrumpido por
la alteridad y que las obligaciones que nosotros tenemos son, precisamente, las que
desbaratan cualquier nocin establecida del nosotros.
CONCLUSIONES:
Mi contribucin personal no tiene como objetivo la genealoga de los conceptos de la
vida y la muerte, sino pensar la precariedad como algo a la vez presupuesto y
gestionado por dicho discurso, si bien tales cuestiones nunca son resueltas plenamente
por ningn discurso.
La distribucin diferencial del derecho a duelo entre las distintas poblaciones tiene
importantes implicaciones a la hora de saber por qu y cundo sentimos disposiciones
afectivas de especial importancia poltica, como, horror, culpa, sadismo justificado o
indiferencia
Este trabajo intenta reorientar la poltica de la izquierda hacia una consideracin de la
precariedad como sitio real y prometedor para el intercambio coalicional. Para que las
poblaciones se vuelvan susceptibles de ser lloradas no es necesario conocer la
singularidad de cada persona que est en peligro o que, seguramente, ya l ha estado. La
poltica necesita comprender la precariedad como la condicin compartida y la
precaridad como la condicin polticamente inducida que negara una igual exposicin
mediante una distribucin radicalmente desigual de la riqueza y unas maneras
diferenciales de exponer a ciertas poblaciones , conceptualizadas desde el punto vista
racial y nacional, a una mayor violencia.