Cuento S Ilustrado S

R E C O P I L A C I N D E C U E N T O S I L U S T R A D O S
R E A L I Z A D O S E N L O S C U R S O S
E S C R I T U R A C R E A T I V A
I L U S T R A C I N D E A L B U M E S I N F A N T I L E S
P R O G R A M A A L I C A N T E C U L T U R A
E d i c i n 2 0 1 0 - 2 0 1 1
1 P a t r o n a t o M u n i c i p a l d e C u l t u r a . r g a n o d e A n i m a c i n S o c i o c u l t u r a l . P r o g r a m a A l i c a n t e C u l t u r a .

RECOPILACIN DE CUENTOS ILUSTRADOS
REALIZADOS EN LOS CURSOS
ESCRITURA CREATIVA
ILUSTRACIN DE ALBUMES INFANTILES
PROGRAMA ALICANTE CULTURA
Edicin 2010 - 2011
1 Patronato Municipal de Cultura. rgano de Animacin Sociocultural. Programa Alicante Cultura.

PRESENTACIN INSTITUCIONAL
El lbum Infantil Ilustrado es un gnero literario que se caracteriza por la combinacin de
un contenido textual y un contenido ilustrado o imagen. Este tipo de obras tienen una especial
relevancia actualmente gracias a que lo expresado por el autor en el texto se complementa con
la aportacin de la imagen. Debido a ello, cobra un atractivo especial para el pblico juvenil e
infantil, ya que la presencia de imgenes permite al pequeo lector interpretar el texto ms all
de las palabras.
Durante la programacin del curso 2010 2011 y en el marco de la celebracin del III
Saln del lbum infantil Ilustrado Ciudad de Alicante, el Programa Alicante Cultura ofreci dos
cursos a la ciudadana alicantina, Escritura creativa: Menudas Historias!. Escribir para nios y
nias e Ilustracin de Albumes Infantiles. El primero con el objetivo de aportar las nociones
narrativas esenciales para introducir a los participantes en el mundo de la escritura creativa y el
segundo con el objetivo de ensear de manera terica y prctica las bases tcnicas y estticas
de la ilustracin infantil como medio para poder expresar las ideas y emociones.
Como resultado de la realizacin de estos cursos, los textos realizados por los
participantes del curso de Escritura Creativa se han enriquecido con ilustraciones elaboradas por
las personas que han participado en el curso de Ilustracin de Albumes Infantiles, logrando una
exquisita recopilacin de cuentos ilustrados, fruto del trabajo, la creatividad e imaginacin de sus
autores/as.
Desde el Patronato Municipal de Cultura nos complace presentar y darle difusin a esta
iniciativa, surgida del trabajo personal y grupal de los participantes de ambas actividades que se
realizaron en el Aula Municipal de Cultura Chalet Ingeniero de Tranvas.
Miguel Valor Peidro
Teniente Alcalde de Cultura



RELACIN DE AUTORES/AS E ILUSTRADORES/AS
Curso: Escritura Creativa: Menudas Historias! Escribir para nios y nias
Realizado en el Aula Municipal de Cultura Chalet Ingeniero de Tranvas
Del 18 de Octubre de 2010 al 21de Febrero de 2011.
Profesor: Juan Carlos Pereletegui Jornet.
Autores/as:
Roco de Frutos Herranz
Cristina Granja Corts
Mari Carmen Llavador Martnez
Magdalena Amann Gonzalez de Ubieta
Rommy Proao Vargas
Mara Jos Arguello Martnez
Francisco Lillo Martnez
Andrea Aracil Climent
Daniel Segovia Lalinde
Curso: Ilustracin de Albumes Infantiles
Realizado en el Aula Municipal de Cultura Chalet Ingeniero de Tranvas dese el
Del 18 de Octubre de 2010 al 21de Febrero de 2011.
Profesor: Marc Llorens Serrano.
Ilustradores/as:
Barbara Granja Corts
Laura Quirante Arenas
Mercedes Lagua Nuez
Pedro Robles Ramos
Silvia Garca del Pino
Lola Fernandez Lentisco


INDICE
Clara y el Ratoncito Prez..............................................................................8
Un disfraz de lobo feroz.................................................................................12
El ratn Timoteo.............................................................................................16
Navidades con Maggie...................................................................................22
Pau, la cama y las araas..............................................................................27
Dorado espejismo..........................................................................................32
El pjaro que no quera volar.........................................................................40
El viejo y la montaa......................................................................................45
Un mundo mgico..........................................................................................49
Las 7 mariposas mgicas..............................................................................53
.

CLARA Y EL RATONCITO PREZ
Roco de Frutos Herranz
Ilustraciones: Barbara Granja Corts
A Clara se le mova un diente. Al principio muy poco, casi no lo notaba. Despus empez a
moverse ms y ms. A veces, lo empujaba con la lengua y pareca que el diente fuera a salir
despedido de la boca, pero luego volva a su sitio. Clara se mir en el espejo de su habitacin y
trat de imaginarse sin diente. Pens que iba a estar horrible. A algunos nios de su clase ya se
les haba cado algn diente y a Clara no le gustaba la cara que se les quedaba, sobre todo
cuando se rean. Le daba un poco de miedo ver esos agujeros negros en sus bocas.
Yo estar igual, pens la nia inquieta. Y otra cosa que le preocupaba era cunto
tiempo tardara en salir el nuevo diente. Y si no sala?
Clara, eso es una tontera le dijo su madre. Tus dientes son de leche y tienen que
caerse para que salgan otros ms fuertes. Siempre es as, es lo natural. No tienes que
preocuparte. Adems, no te hace ilusin que venga el Ratoncito Prez?
S, eso si respondi Clara aunque no muy convencida.
A Clara le haban explicado que cuando se le cayese el diente lo deba colocar esa misma
noche bajo la almohada. Entonces mientras ella dorma llegara el Ratoncito Prez para llevarse
su diente y a cambio le dejara un pequeo regalito. Clara no imaginaba cmo un simple
ratoncito poda recoger todos lo dientes que se les caan a los nios y dejarles su regalo en una
sola noche. Los ratoncitos no eran muy grandes.
Una tarde, el diente de Clara se cay por fin. Fue mientras merendaba. Not algo duro en
la boca y un poco nerviosa lo sac con los dedos. Lo mir atentamente. Era muy pequeo. Corri
a enserselo a su madre.
Mami, mami, mira.
Qu bien Clara! Esta noche vendr el Ratoncito Prez.
Clara se miraba en el espejo. Pens que si no abra mucho la boca no se le vera aquel
hueco negro tan feo que haba dejado el diente que se haba cado.
Aquella noche cuando se fue a la cama no tena ni pizca de sueo. Haba colocado su
diente bajo la almohada y cada poco tiempo lo tocaba para comprobar que segua all. No poda
dormir. De pronto oy un pequeo ruido. Asom un poco la cabeza entre las sabanas y entonces
vio algo moverse muy rpidamente por el suelo y casi sin darse cuenta apareci en su almohada
un ratoncito que casi le rozaba la nariz con su largusimo rabo.

Llevaba una gorra sobre la cabeza y una pequea mochila a la espalda. Su hocico se mova
sin parar y unos ojos grises la miraban muy serios.
Deberas estar dormida le dijo con voz chillona.
No poda dormir susurr Clara. No te estorbar. Puedo ayudarte si quieres.
No, no quiero respondi el ratoncito que pareca muy enfadado. Deberas estar
dormida repiti
Pero estoy despierta. Y me alegro de conocerte, aunque parece que tienes mal genio
respondi la nia sentndose en la cama.
El Ratoncito Prez no saba qu hacer. Aquella nia era un poco impertinente. Estuvo a
punto de darse media vuelta y marcharse. Pero l siempre haba cumplido con su deber. Tena
que pensar una solucin.
Lo primero es recoger tu diente y guardarlo dijo el Ratoncito.

Clara busc bajo la almohada, encontr el diente y se lo dio al Ratoncito. ste lo envolvi
en un pauelo y lo meti en la mochila.
Por qu lo guardas? Para qu sirven los dientes que se caen? pregunt Clara.
Te lo contar, pero primero vuelve a acostarte respondi el Ratoncito ms amable.
Clara obedeci y el Ratoncito Prez se sent sobre su almohada y comenz a hablarle con
voz suave.
Yo vengo de muy lejos
Ms lejos que el mar? pregunt Clara
Oh s, mucho ms. Es el lugar donde la lnea del horizonte desaparece. Donde todo es
posible: es el Pas de los Sueos. Pero para que siga existiendo necesita los pequeos dientes
que a los nios se les caen porque estos dientes conservan la ilusin y la inocencia de los nios.
Cuando reunimos un buen montn de dientes, los trituramos en un molino hasta convertirlos en
un polvillo blanquecino. Luego se lanza al aire por una gran chimenea y es transportado por el
viento a todos los lugares del Mundo. La potente luz del sol lo hace invisible, las nubes ligero, las
gotas de lluvia lo refrescan. Los pjaros le regalan sus trinos alegres y las mariposas realizan
delicados vuelos de colores. Las flores se levantan cuando les roza, despidiendo mil perfumes y
los rboles sacuden sus ramas en suave murmullo. Y de este modo, todos los que son capaces
de sentirlo, estn preparados para soar
El Ratoncito Prez no termin la frase, Clara se haba quedado dormida mientras le
escuchaba. Muy despacio, se coloc la mochila sobre los hombros, se ajust la gorra, salt al
suelo y desapareci.
Por la maana al despertarse, Clara pens en su encuentro con el Ratoncito Prez. No
estaba segura de si haba ocurrido de verdad o si lo haba soado. Entonces mir bajo la
almohada y vio una cajita de marfil que contena un bonito colgante. Sonro feliz y se lo puso. Se
mir en el espejo y se vio guapa. Ya no le importaba que le faltara un diente.



UN DISFRAZ DE LOBO FEROZ
Cristina Granja Corts
Ilustraciones: Barbara Granja Corts
Wolfi no era un lobo como los que salen en los cuentos. De hecho no se pareca nada a un lobo
de verdad. Esto era as porque siendo tan solo un cachorrito, un Rey lo encontr mientras
cazaba por el bosque.
Este Rey tena tres hijas trillizas que no paraban de hacer trastadas. Al ver al pequeo lobito, el
Rey tuvo una idea: Mis hijas estarn ms entretenidas si cuidan una mascota pens y
dejarn de darme la lata.
As fue como sucedi. Wolfi fue criado en el castillo por las tres princesitas. Cada da, las nias
jugaban sin parar con Wolfi, se montaban a caballito sobre su lomo, lo llenaban de lacitos y le
gastaban un montn de bromas que Wolfi soportaba sin un solo gruido. Despus, por la tarde,
salan a pasear por el bosque hasta que se haca de noche. Entonces volvan al castillo y
baaban a Wolfi en la baera real, y para ello gastaban un bote de champ, uno de suavizante,
un peine, siete toallas y tres secadores, uno por cada princesa, hasta que Wolfi quedaba suave
y bien peinadito. Por ltimo, las trillizas iban a su cuarto y all lean con Wolfi un montn de
cuentos de princesas antes de irse a dormir ( es que a estas princesas slo les gustan los
cuentos de princesas).
Pero un da sucedi algo inesperado. Entre los cuentos apareci uno que nunca antes haban
ledo. Este cuento trataba de una niita vestida de rojo a la que persegua un lobo muy feroz y
malo.
Vaya rollo de cuento! deca una nia. No sale ninguna princesa!
Ni hadas madrinas! deca la otra.
Ni zapatitos de cristal! deca la tercera.
As que, aburridas, tiraron el cuento a la papelera.
Pero s hubo alguien a quien le gust el cuento.
Wolfi nunca haba escuchado una historia en la que saliera un lobo, as que cogi el cuento
entre los dientes y se lo llev a su rincn de dormir. All lo ley una y otra vez, y cuanto ms lo
lea, ms le gustaba. En el cuento, haba tambin un dibujo en el que el lobo feroz apareca
aterrador, todo dientes y garras, y el pelo de punta.
Wolfi se preguntaba si los lobos de los cuentos tenan ese aspecto, y decidi investigar.
As que fue a la biblioteca de palacio, y all encontr otros cuentos en los que aparecan lobos
feroces. Algunos perseguan cerditos, otros cabritillas, y todos eran terribles y asustaban
muchsimo.
Wolfi nunca haba asustado a nadie, ni siquiera un susto pequeito, y pens que era
porque no tena aspecto de lobo feroz. Entonces tuvo una idea:
Me disfrazar pens entusiasmado, as parecer un lobo como los que salen en los
cuentosy se puso manos a la obra.
Primero fue a la pocilga real, donde viven los cerditos del Rey, y sin pensrselo dos
veces, se revolc en un gran charco de lodo, hasta que qued todo embadurnado y apestoso.
Despus, en el bao de palacio, gast tres botes de laca, dos de gomina, uno de fijador y un
secador de las princesas, hasta que todo su pelo qued de punta.

Por ltimo, con la lima del herrero real, se afil los dientes y las uas.
Por fin, Wolfi se mir en un espejo.
Ya no se pareca nada al manso lobito que siempre era, en cambio, era idntico al malvado lobo
feroz del cuento.
Satisfecho con su disfraz, decidi gastarles una broma a las tres princesitas.
Con lo que les gustan las bromas! se dijo. Se van a rer muchsimo!
Y fue a esperar a las princesas al camino del bosque.
Las trillizas se preguntaban dnde se haba metido Wolfi.
Qu raro!, siempre viene a pasear con nosotras. dijo una princesa.
Seguro que se quiere librar del bao! dijo la otra.
Ya veris cuando aparezca! dijo la tercera.
An estaban diciendo esto mismo, cuando de detrs de un rbol apareci Wolfi, que enseando
las garras y abriendo la boca todo lo que pudo, solt el rugido ms grande que haba dado en
toda su vida:
RRROOOOOOAAAAAARRR!!!!
Del susto que se llevaron, a las princesas se les borraron las pecas de la nariz, y las
coronas salieron volando cuando se les pusieron los pelos de punta.
Wolfi se cruz de brazos sonriendo y esperando a que las princesas dijeran algo as como:
Joln Wolfi, qu susto!, esta broma s que ha sido buena
Pero las princesas no decan nada y miraban a Wolfi con los ojos como platos.
Entonces primero empez una, despus la otra y por ltimo la tercera. Las tres princesas
se pusieron a llorar y a gritar a la vez.

Suceda que cuando las tres princesas lloraban y gritaban a la vez, ms le vala a uno
taparse las orejas, cosa que Wolfi saba muy bien, as que corri a consolarlas antes de que le
dejaran sordo.
Lo que las princesas vieron fue a un lobo feo que corra hacia ellas para comrselas, as que
an lloraron ms fuerte. Menos mal que al acercarse, las princesas reconocieron enseguida a
Wolfi, y dejaron de gritar.
Pero Wolfi!, vaya pinta tienes! dijo una princesa an entre sollozos.
Y menudo tufo echas! dijo la otra princesa sorbiendo los mocos.
A la baera! dijo la tercera.
Las princesas metieron a Wolfi en la baera real, y para baarlo utilizaron tres botes de champ,
cuatro de suavizante, seis peines, catorce toallas y tres secadores, uno por cada princesa, hasta
que Wolfi qued de nuevo suave y bien peinadito.
Luego leyeron un montn de cuentos (de princesas) antes de irse a dormir, no sin antes hacer
prometer a Wolfi que nunca ms intentara asustarlas ni se disfrazara de lobo feroz.
Y todo volvi a ser como siempre
Bueno, no exactamente como siempre
Aquella misma noche, Wolfi so que cocinaba en una gran olla ricos guisos hechos con
cerditos, abuelitas y niitas vestidas de rojo.
Despus de todoUn lobo es un lobo No os parece?
AUUUUUUUUUUUUUUUUU..!
FIN


EL RATN TIMOTEO
Ilustraciones: Laura Quirante Arenas
Timoteo es un ratn
que vive en un cajn
en un cajn muy bonito,
con ventana y colchoncito.

Se despereza temprano,
Bosteza como un humano.
Si pereza se levanta
De un golpe la manta aparta.
Cuando se quita el pijama
Lo pliega sobre la cama.
Se lava y peina deprisa
Y se pone su camisa
Luego viene el desayuno
Y come como ninguno
Unas ricas tostadas
Y sabrosas mermeladas.
Entonces se lava los dientes
Para que estn relucientes.
Luego canta mirando al sol
Do, re, mi, fa, sol,
Sol, fa, mi, re, do.
Timoteo es muy goloso
Mucho ms que algn oso.
Detrs va de un buen pastel
Que el otro da hizo Isabel.


Con huevos y con harina
Con yogur y golosina
lo tiene bien guardado
bajo un enorme candado
mas la puerta est entreabierta
Timoteo piensa en la fiesta
que se ha de regalar
con suculento manjar
y no le importa a Timoteo
sabiendo que eso est feo.
Lo primero que l ha hecho
ha sido mirar al techo
all hay una ventana abierta
que hace las veces de puerta
y ve al vecinito de enfrente
que sabe que es muy valiente
y no le asustan los ratones
que se ven por los rincones.
Pau, corre, ven a ayudarme
que necesito calmarme.
Corriendo, veloz, Pau acude.
A dos, escalones sube.
y juntos ambos se van
subiendo hacia el desvn.
Pero encuentran a Pimienta
que es la rata ms sangrienta.
Que persigue a Timoteo
porque dice que es muy feo.
Ms Timoteo la huele
Pimienta le repele.
Tampoco a Pau le gusta
tambin la rata le asusta.
Timoteo no piensa en vano
pintarle a Pimienta un grano
que a la rata le d picores
y unos grandes retemblores
que suban por sus narices
como si fuesen lombrices.
Y ataquen como piratas
las lombrices a la rata.

All dejan a Pimienta
rascndose por su cuenta.
Ya llega el vencedor!
gritan a su alrededor
muchos golosos ratones
que salen por los rincones.
Ms Pimienta no se cansa
urdiendo est la venganza
de tener entre sus dientes
a Timoteo el valiente
con sus dientes afilados
morderle piensa en algn lado.
Al guapo de Timoteo
quiere dejarle muy feo
ms Timoteo es tan guapo!
que lo quiere hasta el gato
El gato de la encina
que se manch de harina
de aquel rico pastel
que hizo nia Isabel
con cremas multicolores
y que adorn con bellas flores,
todas eran perfumadas
y cultivadas por las hadas
cerca del cajoncito
donde vive el ratoncito
ese guapo Timoteo
al que Pimienta quiere dejar feo.


NAVIDADES CON MAGGIE
Magdalena Amann Gonzalez de Ubieta
Maggie estaba contenta pero nerviosa, pues se acercaban las vacaciones de Navidad.
Necesitaba sacar buenas notas y as recibir los regalos que haba pedido en su carta a los Reyes
Magos das antes. A ella no le gustaba ir al colegio, pero haba mejorado mucho en su
comportamiento y esperaba conseguirlo.
Esa maana, al mirar por la ventana, vio el jardn cubierto de blanco por la nevada que
caa, y pens:
-Seguro que hoy no hay clase y podr jugar con mis amigas en la nieve y record todos
los planes que tenan para esos das.
Tan pensativa estaba que no oy a su madre que le llamaba para desayunar. Baj corriendo
las escaleras diciendo:
-Ya voy, mami! No te oa!... Podrn venir Pili y Mili a casa?
- S, le dijo su madre, pero antes tendrs que arreglar tu habitacin, que est hecha un lo.
Cuando llegaron sus amigas decidieron hacer un mueco de nieve.
Estuvieron de acuerdo en que los ojos fueran dos trozos de carbn. Luego Pili quiso que la
nariz fuera una zanahoria, pero Mili dijo:
-No! Pregntale a Maggie y vers como dice que es mejor con un pimiento colorado.
-Por qu?
-Pues porque cuando hace mucho fro, la nariz se pone como un pimiento. Lo sabe todo el
mundo.
-Bueno, pues la boca dijo Maggie que sea un tomate.
Adems le pusieron un sombrero viejo, una bufanda con rayas de colores y un bastn.
-Bien! Viva! gritaron de alegra al verlo terminado.
Le llamaron Don Pim Pon, y fue su mascota.

Luego siguieron tirndose bolas y deslizndose con el trineo sin parar una y otra vez.
-Ahora me toca a m deca Mili ya he estado mucho tiempo empujando.
-de eso nada! - Dijo Maggie para eso es mo!
Y as, subiendo y bajando, entre enfados y bromas pasaron la maana, y terminaron
agotadas esa tarde.
El ltimo da volvi al colegio a recoger las notas, que afortunadamente eran buenas esta
vez.
Esa tarde, junto a sus hermanos, la dedicaron a montar el beln, al que no le faltaba de
nada.
Las figuras eran de cermica y las haba hecho todas su padre. Cada ao celebraban en
casa un concurso de disfraces y el ganador elega una nueva figura para aadir al beln, y que el
padre de Maggie haca con mucha ilusin.

Ocupaba un gran espacio en el saln, y el l haba un ngel, los pastorcillos junto a la
hoguera, el ro con las lavanderas y un grueso puente de piedra y madera por el que pasaran
muy pronto Melchor, Gaspar y Baltasar, llevando consigo las cartas.
Los nios de la casa se levantaban cada maana para ver si los Reyes Magos haban
avanzado hacia su destino, y misteriosamente comprobaban que se acercaban ms cuando el da
anterior se haban portado bien.
Tambin adornaron un rbol a la entrada de su casa, al que pusieron bolas de colores,
espumilln y una gran estrella luminosa en su copa.
El da de Santo Toms su padre les despert temprano para ir al mercado que ponan los
aldeanos en la plaza del pueblo con sus mejores productos.
-Vamos chicos! Arriba!, que llegamos tarde - les deca.
A Maggie no le importaba madrugar ese da en el que iban a elegir el pavo para la
Nochebuena. Se diverta mucho viendo todo aquello lleno de animales, entre la muchedumbre, y
el gritero que organizaban vendedores y clientes en la puja por encontrar la mejor mercanca a
buen precio.
Y lleg el mgico da 22, el de la lotera, en el que los nios de San Ildefonso cantaran con
sus angelicales voces el nmero del gordo de Navidad.
Estaban todos impacientes junto a la radio escuchando el sorteo. Sera en esta ocasin su
dcimo el agraciado?
-Oh, no! - Tampoco esta vez la fortuna les quiso favorecer.
-Bueno - se dijeron tal vez el ao que viene.
La nochebuena se presentaba fra, y haba que calentar bien la casa encendiendo la
chimenea y las estufas. El comedor estaba adornado con bonitas guirnaldas colocadas de lado a
lado, que hacan resplandecer ms an las lmparas de cristales.
La mesa estaba vestida con todo lujo de detalles. Esa noche se pona el mejor mantel
bordado a mano por su madre, que era de colores muy vivos formando dibujos de Pap Noel,
campanillas y estrellas. A Maggie le dejaban ayudar formando las figuritas de mazapn que a
todos les encantaban.
Esa noche se cenaba pronto, sobre las nueve, pues a las doce en punto, iba toda la familia
a la tradicional misa de gallo. Luego se juntaban con los amigos y vecinos y regresaban a casa a
comer el turrn y a jugar hasta la madrugada. Era una gran noche.
Estaban a punto de sentarse a cenar cuando son el timbre de la puerta. Al abrir vieron a
un joven andrajoso pidindoles comida o limosna. Los padres, emocionados, pensaron en su hijo
Carlos, que estaba estudiando en el extranjero, pues aparentaba su misma edad y le
preguntaron enseguida:
-Qu haces con este fro por la calle, t solo, pidiendo?Acaso no tienes familia?

l les cont que se llamaba Jos y que se haba escapado de casa porque no se llevaba
bien con su padrastro.
-No puedes estar solo esta noche. Te quedars con nosotros y ocupars el lugar de nuestro
hijo Carlos le dijeron.
Despus de asearle y ponerle ropa limpia, le sentaron con todos a la mesa. Pasaron una
inolvidable velada, cantando y riendo en paz y armona.
A la maana siguiente, Jos haba desaparecido, pero encontraron una nota que deca:
Estoy muy agradecido por todo lo que habis hecho por mi en Nochebuena. Ahora me
arrepiento de haber discutido con mi familia. Volver a casa para abrazar a mi madre que seguro
que me espera con los brazos abiertos. Adis.
Nunca ms volvieron a saber de l, pero ellos quedaron contentos de haber hecho algo
bueno de haber pasado una Feliz Navidad.


PAU, LA CAMA Y LAS ARAAS
Haba una vez un nio que se llamaba Pau. Cuando le daban vacaciones sola ir a casa de
su abuelita, que viva en un pueblo.
Mi cama es muy rara. Verdad abuelita?
No cario, t cama no es rara, lo que ocurre es que es distinta de las de la ciudad.
Mi cama puede volar?
No, Pau, tu cama no tiene alas. Tu cama tiene patas.
Entonces, si tiene patas podr andar.
Tiene patas s, pero no puede andar porque no es un animal.
Bueno, pero si quiero es mgica Verdad?
Tu cama va a ser lo que t desees. Quieres que sea mgica, pues lo ser.
Y Pau se qued conforme.
Cario, quieres que te cuente un cuento, s o no?
T crees que si estiro mucho la pierna llegar a tocar el techo con el pie? pregunt
sin contestar a su abuelita.
No lo creo. Vers Pau, para tocar el techo con el pie tendras que tener unas piernas
largusimas pero entonces seras un nio patilargo.
Yo no quiero ser un nio patilargo. A qu si estiro mucho mi pierna puedo tocar el
techo?
Pues entonces seras una araa patas largas.
Pues nooo...! Tampoco quiero ser una araa patas largas, no me hace falta ser araa
para tocar el techo porque mi cama es mgica. Claro que t no puedes ver cmo lo hago.
Recuerdo una vez que toqu el techo con mis manos porque mi pap, cuando yo era
pequea, me tena en brazos. Haba una araa tejiendo su telaraa en un rincn. No veas el
susto que me llev.
Abuelita, las araas no hacen nada
Qu no hacen nada? T por si las moscas no las toques. Como no las dejes tranquilas
te pueden morder. No, si malas no son porque atrapan a los insectos que se comen tus cuentos.
Hay una araa que se llama Loxosceles Laeta que le gusta vivir detrs de los cuadros y los
muebles y ataca con un veneno muy fuerte.
Mama ma, pues yo no voy a tocar ninguna araa!

H a y o t r a a r a a l a l y c o s i d a e q u e e s m u y b u e n a m a m ? C u a n d o l a s a r a i t a s s a l e n d e l a
o o t e c a , s e l l a m a a s e l s a q u i t o d e s e d a d o n d e n a c e n , l a m a m l a s i g u e c u i d a n d o y l a s t r a n s p o r t a
s o b r e s u c u e r p o h a s t a q u e s e h a c e n m a y o r e s .
P u e s y o n o s o y u n a a r a a , p a r a q u e t e e n t e r e s . S o y u n n i o .
P u e s c l a r o q u e e r e s u n n i o y m u y g u a p o y m u y l i s t o p e r o m i r a q u e d e c i r m e q u e t
c a m a v u e l a ?
C l a r o q u e v u e l a , p e r o t n o l a v e s p o r q u e c u a n d o v u e l a e s t s d o r m i d a .
V u e l a d e n o c h e ?
S , c u a n d o d u e r m o .
2 8 P a t r o n a t o M u n i c i p a l d e C u l t u r a . r g a n o d e A n i m a c i n S o c i o c u l t u r a l . P r o g r a m a A l i c a n t e C u l t u r a .

Hay otra araa la lycosidae que es muy buena mam? Cuando las araitas salen de la
ooteca, se llama as el saquito de seda donde nacen, la mam la sigue cuidando y las transporta
sobre su cuerpo hasta que se hacen mayores.
Pues yo no soy una araa, para que te enteres. Soy un nio.
Pues claro que eres un nio y muy guapo y muy listo pero mira que decirme que t
cama vuela?
Claro que vuela, pero t no la ves porque cuando vuela ests dormida.
Vuela de noche?
S, cuando duermo.

Y Pau se qued dormido y so que volaba al pas de las araas gigantes y su cama era
atrapada por la telaraa y sala la araa con sus mandbulas dispuesta a comrselo pero l, que
era muy valiente, sacaba una espada y luchaba contra la araa, la mataba y sala triunfante
rescatando a su cama y volva a volar atravesando montes y valles.


DORADO ESPEJISMO
Rommy Proao Vargas
Ilustraciones: Mercedes Lagua Nez
Buenas noches seoras y seores! Hoy tenemos en nuestro programa a un prolfico
escritor ganador de varios premios, es el escritor del momento, nos ha llevado con sus
fantsticas historias alrededor del mundo para hacernos disfrutar de aventuras insospechadas.
Recibamos con un fuerte aplauso a Enrique Alarcn Ballesteros!
Adelante por favor, es un honor tenerle como invitado.
Buenas noches, gracias a ustedes por invitarme.
Estamos aqu para hablar de su ltima novela Dorado Espejismo en la que cuenta una
historia basada en una experiencia propia, cuando usted tena 16 aos, cmo empez esta
aventura tan personal?
Todo empez hace unos cuantos aos efectivamente, ahora tengo 44 y permteme que te
tutee, me resulta ms familiar y cercano, al fin y al cabo os voy a hablar de m.
Como ya sabis mi abuelo y mi padre fueron arquelogos, bueno mi padre los es porque
an vive, los dos se entregaron en cuerpo y alma a su trabajo porque era su pasin, la mayor
parte del tiempo lo dedicaban a la investigacin pero como buenos arquelogos que eran al
trabajo de campo tambin, se enfundaban el traje de explorador e iban all donde haba algo que
desenterrar, descubrir, estudiar o simplemente mirar y admirar. Mi abuelo muri con 62 aos en
el accidente de avioneta que precisamente le llevaba de la ciudad de Lima en el Per a la ciudad
de Cuzco para iniciar la expedicin con la que haba soado toda su vida, encontrar El Dorado, la
ciudad de oro del Imperio Inca el ms grande y antiguo en Sudamrica antes de la llegada de los
espaoles, su podero y riqueza eran enormes, veneraban al sol, a sus emperadores los llamaban
Los Hijos del Sol por su linaje. Mi padre no pudo acompaarlo en esta ocasin porque mi
hermana estaba a punto de nacer y mi abuelo no poda retrasar la expedicin, lamentablemente
se fue para siempre, pero su espritu investigador y aventurero ha permanecido siempre, prueba
de ello es este libro, fue muy duro para nosotros asumir su prdida.
Fue cuando tu padre estuvo a punto de abandonar su pasin por la arqueologa?
S estuvo a punto pero fue ese espritu el que le empuj a continuar con las
investigaciones sobre El Dorado hasta el extremo de querer realizar l la expedicin.
Y tu madre qu deca a todo esto?
Mi madre siempre que pudo acompa a mi padre a donde l fuera, con mi hermana
pequea no poda y no quera que se fuese solo, mi padre tuvo que desistir de la idea pero por
poco tiempo, en un par de aos la expedicin estaba lista para partir, quera adems que yo
fuera con l, yo haba seguido todos sus pasos y estaba enterado de la expedicin, El Dorado, los
Incas casi tanto como l y mi madre no pudo oponerse.
As es como llegas al da 18 de marzo de 1982 con tu mochila al hombre dispuesto a
vivir la aventura de tu vida!
Cuando sub al avin con destino Lima tena la sensacin de que nada volvera a ser igual
a partir de ah y pens que todo se deba simplemente a la ilusin de un chaval por vivir una
aventura a lo Indiana Jones para luego tener algo que contar a los amigos.

Desde este momento la entrevista continu por otro camino, pareca que Enrique se haba
trasladado en el tiempo a ese momento de su vida, su cara reflejaba tranquilidad y sus labios
esbozaban una leve sonrisa.
De Lima al Cuzco y desde all con la expedicin al completo fuimos en avioneta a una
pequea poblacin en la frontera con Ecuador, all nos recogeran unas furgonetas para
adentrarnos en la selva amaznica hasta donde el estrecho e intrincado camino de tierra y barro
nos permitiera, las ruedas patinaban en el barro como si estuviramos en una pista de hielo, no
terminamos fuera del camino gracias a la pericia de los conductores acostumbrados a transitar
por ellos.
Desde que salimos de Cuzco haban pasado dos das, ahora nos quedaba el ltimo trayecto
en barca, el ms largo y duro de todos, y haba que aprovechar las luz del da porque nos
esperaban ocho horas de travesa por las oscuras aguas del caudaloso ro Amazonas atravesando
la imponente selva tropical, sentamos cmo nos acechaban los animales, era estremecedor estar
en medio de esa exuberante vegetacin, el ambiente era denso, hmedo, caluroso, bamos
empapados de sudor, los sonidos de la selva me producan una mezcla de temor y curiosidad y
se me pona la piel de gallina, en cambio en el rostro de mi padre se vea fascinacin por todo
aquello.

La expedicin haba comenzado y estaba yendo segn lo previsto y sin mayores
contratiempos, sabamos que la meteorologa era impredecible en esa parte de la tierra, aparte
de fiarnos de los nativos del lugar y de las predicciones del tiempo que nos aseguraban que
marzo no era poca de fuertes lluvias, debamos ir pendientes del movimiento de las nubes en el
cielo, como la naturaleza es caprichosa y ms si se sabe poderosa, que de hecho lo es, sin
darnos tiempo a reaccionar literalmente el cielo se nos vino encima, de repente nos vimos
envueltos por un manto de niebla espeso y gris que no nos permita vernos entre nosotros, ni
ver lo que tenamos alrededor y en un abrir y cerrar de ojos nos estaba cayendo un teln
aplastante de agua, pareca que el cielo se hubiera abierto dejando caer el agua de un mar sin
control, lo ltimo que recuerdo es que milagrosamente pude abrazarme a mi padre que me deca
que me quera y que le perdonara por haberme llevado hasta all, habamos perdido por
completo el control de la barca y nos dimos un fuerte golpe contra algo, yo solo procur no
soltar a mi padre y todo oscureci.
Me despert deslumbrado por la brillante luz del sol que me daba en toda la cara, me
costaba abrir los ojos, estaba aturdido y en mi cabeza se agolpaban recuerdos e imgenes
desordenadas, de pronto me vi abrazado a mi padre mientras la barca volcaba y nos hundamos
hacia la profundidad del ro. Me restregu fuertemente los ojos para conseguir ver dnde me
encontraba al tiempo que me preguntaba si estbamos vivos, si habamos vuelto a casa, dnde
estaba mi padre, estas preguntas perdieron su importancia cuando por fin pude ver lo que me
rodeaba, lo que vea era tan alucinante que me qued paralizado, boquiabierto y con los ojos
como platos; estaba en una habitacin no muy grande, el techo alto, toda dorada! de oro!
paredes y techo de oro! en medio un camastro rstico donde yo me encontraba cubierto con
una especie de mantas muy coloridas con figuras geomtricas, se parecan a una que mi abuelo
se trajo de uno de sus viajes a Sudamrica, la luz del sol entraba por una ventana que al
reflejarse en las doradas paredes deslumbraba hasta dejarte ciego.
Cuando an no consegua salir de mi asombro entr una mujer en la habitacin, ms bien
mayor, baja de estatura con el pelo muy negro, era una indgena estaba claro, e iba vestida
como en los dibujos de los libros de mi padre y mi abuelo, como se vestan los Incas hace ms
de 500 aos. Nada ms verme sali corriendo y volvi con un hombre tambin indgena que
hablaba espaol y con una sonrisa me dijo:
Te has despertado? Eso es bueno, Ests bien?
Con mi cara petrificada le respond que s pero que necesitaba saber dnde estaba mi
padre y si estaba bien.
El frunci el ceo diciendo:
T aqu ests solo, ponte esa ropa, -la que llevaba la mujer- eres nuestro invitado de
honor en la Fiesta del sol que celebramos hoy.
Dnde estoy? Le pregunt.
Es que an no lo sabes? dijo- Mira por la ventana.
Incrdulo mir y confirm mi sospecha, era el Machu Picchu donde se encuentra el Templo
del sol de los Incas y pens que eso no poda estar pasando que era ciencia ficcin.
Todo lo que ves es real, sabes todo sobre nosotros solo te faltaba conocernos, por eso
ests aqu. Vstete y esprame.

Apenas se fue mir otra vez por la ventana, todo era de verdad y la gente no pareca que
fueran actores, nervioso como estaba me apresur a vestirme con aquella ropa, una tnica
blanca hasta la rodilla con el sol bordado alrededor del cuello con hilo de oro, una faja con
figuras de animales de colores para la cintura y alpargatas para los pies.
Calcuchimac era el nombre de aquel indgena y fue mi anfitrin mientras estuve con ellos,
pude ver y admirar todo lo que en los libros haba ledo, era el ao 1510 principios del siglo XVI,
Huayna Capac era su emperador y sera el ltimo, el resto de la historia ya la conocis.
Desde el sitio ms privilegiado con la nobleza Inca, cerca del emperador pude participar
de la Fiesta del sol, el Inti Raymi, ver las ofrendas de alimentos, los sacrificios de animales, los
bailes, la msica y a las Vrgenes del sol, jvenes de especial belleza, de estirpe noble elegidas y
educadas desde pequeas para convertirse en las futuras esposas de los nobles, estn al servicio
del dios sol y forman parte de la corte del emperador durante ese tiempo.
A pesar de saber que estas jvenes no pueden tener contacto con ningn hombre, no
pude evitar mirar a la ms hermosa joven que jams haba visto, una larga melena negra era el
marco de una profunda mirada que hechizaba a quien la viera, mientras estos pensamientos
rondaban mi mente, ella diriga sus pasos hacia m acompaada de una mujer, y con el permiso
de Calcuchimac me habl en su lengua, el quechua. Yo estaba paralizado una vez ms, y mi
corazn lata a mil por hora, para m se trataba de una diosa Inca y la tena frente a m, se quit
el prendedor de su mantilla y me lo dio cerrando mi mano con el prendedor dentro, me sonri y
se march, el prendedor era el smbolo de su Imperio, el sol dorado. Calcuchimac me tradujo lo
que ella me haba dicho: Me llamo Anahuarque, s de dnde vienes y es un honor tenerte entre
nosotros, guarda para siempre esta ofrenda de mi pueblo, todo lo que has visto es real, no es un
espejismo.

Aquella noche fue imposible que durmiera estaba demasiado exaltado y preocupado por mi
padre, nadie lo haba mencionado, habra muerto?
A la maana siguiente me despert Calcuchimac, en algn momento deb haberme
quedado dormido del cansancio, el sol entraba por la ventana deslumbrndome otra vez.
Levntate y vstete que hoy vamos a hacer un largo viaje, dijo Calcuchimac saliendo de la
habitacin.
Dejamos Machu Picchu para adentrarnos en la montaa.
Dnde vamos Calcuchimac?
De regreso a tu casa.
Con mi padre?
S, con tu padre, ha pasado mucho tiempo y est sufriendo por tu ausencia.
Est vivo! Cuando le cuente lo que me ha pasado

Calcuchimac me interrumpi.
T le contars todo lo que has visto y tambin le pedirs que te lleve a casa con tu
familia y me tienes que prometer a m y a mi pueblo que te acogi como a uno ms que no
volvern a venir ni ustedes ni otros a buscar nuestros tesoros, t los has visto son reales y solo
pertenecen a esta tierra y a este pueblo, es lo nico que queda de lo que fue este imperio.
Por qu me dices todo esto? Yo solo tengo 16 aos Qu voy a hacer para impedir que
vengan a buscaros?
Lo sabrs, escucha siempre a tu corazn mi pequeo amigo.
Algo extrao me ocurri, como si me desmayara y empec a escuchar la voz de mi padre
Est abriendo los ojos? Est abrindolos! Enrique hijo has vuelto! Has vuelto! Deca y
lloraba mientras me abrazaba.
Pap! No te imaginas de dnde he vuelto!
Al ir a abrazarlo me di cuenta que tena en la mano el prendedor que me haba dado
aquella diosa Inca.
Pap fue real! Estuve all, mira! Le dije ensendole el prendedor.
De dnde has sacado esto? me pregunt sorprendido- Si has estado inmvil en coma
desde hace un mes.
No fue un sueo pap, yo estuve all!
All? Dnde? De qu me hablas?
Del Imperio Inca, del Machu Picchu, sus templos, me vest con sus ropas, una Virgen del
sol me dio este prendedor y vi al emperador Huayna Capac, su enorme riqueza que es solo suya
y nadie lo encontrar jams.
Hijo mo has estado a punto de morir, estaras delirando, no lo s.
No me crees.
Ciertamente no hijo, pero lo que importa es que ests bien para volver a casa con tu
madre que est angustiada por no poder estar aqu contigo.
Dnde estamos pap?
Seguimos en la selva amaznica, despus del accidente en la barca te quedaste
inconsciente, estabas tan malherido que no podamos llevarte a ninguna parte.
Qu nos pas?

La corriente del ro nos arrastr hasta la orilla y de all nos rescataron los nicos indgenas
que viven en esta parte de la selva y a ti te ha curado y te ha cuidado el chamn de la tribu, est
ah fuera esperando para verte, habla nuestro idioma, entra Calcuchimac.
No puede ser verdad, -me dije- sin poder evitar la sorpresa dije en alto,
Calcuchimac?
Y Calcuchimac entr en la estancia.
Gracias Calcuchimac le dijo mi padre estrechndole la mano- has cumplido tu promesa y
yo cumplir la ma.
Te promet que volveras con tu hijo sano y salvo, ahora los dos estn listos para
emprender el viaje de vuelta y tienen el porvenir en sus manos.
El que deca estas palabras era el mismo hombre que me haba acompaado en mi viaje a
ese Dorado Espejismo.
Fue real o solo una delirante ensoacin? Pregunt la entrevistadora.
Fue totalmente real y si fue un sueo, ha sido el ms real que jams he tenido en toda
mi vida.
Y cmo es ese porvenir una vez en tu casa?
De vuelta en Espaa ni mi padre ni yo volvimos a hablar de lo ocurrido, el continu con
su trabajo de arquelogo y yo en contra de lo que se esperaba estudi periodismo, fui dndome
cuenta que lo mo era relatar historias y tena muchas desde luego, poco a poco me fui
convirtiendo en escritor hasta que me encontr con Dorado Espejismo, mi historia, la de los
indgenas de Sudamrica y la vuestra por supuesto, con ella he querido que os acercarais y os
interesarais por esa cultura tan diferente a la nuestra, pero tan humana como nosotros y que
dejara de resultaros ajena y distante. Y finalmente ha servido tambin para que mi padre y yo
nos reencontrramos en el punto donde lo dejamos.
Gracias Enrique por compartir con nosotros tan maravillosa historia y hasta siempre.
De nada, ha sido un verdadero placer.


EL PJARO QUE NO QUERIA VOLAR
Mara Jos Argello Martinez
Ilustraciones: Mercedes Lagua Nez
En un pueblo, muy, muy lejano exista una fuente de piedra de agua cristalina. En la fuente
de piedra, se coronaba con un pjaro, tambin de piedra en posicin de echar a volar. El pjaro
de piedra era feliz viendo como todos los habitantes del pueblo se acercaban a sus chorros de
aguas cristalinas y frescas a beber, pero lo que ms le gustaba era que todas las aves y animales
del lugar tambin haban elegido su fuente Ese pueblo estaba rodeado de frondosos bosques por
donde vivan ciervos, jabales, lobos, zorros, bhos, etc.; la nica tristeza del pjaro de piedra
era, que no poda moverse y deca: me gustara volar y ver el mundo.
Un da de verano not que algo en el pueblo pasaba, la gente corra y hablaban muy fuerte,
algo estaba ocurriendo...
Oh, que pena!, dijo el pjaro. Lo que ocurra es que se estaban quemando todos los
bosques que bordeaban al pueblo Qu desgracia, qu horror! deca la gente llorando.
El pjaro de piedra se puso muy, muy triste y tan triste se puso que tambin empez a
llorar, y llor tanto y tanto, que empez a derretirse,... se estaba convirtiendo en agua!!... Llora
que te llora y cuando ms lloraba ms pronto se deshaca, todo l se iba cayendo a su fuente,...
Ya no era piedra,... era agua!!
Que iba a ocurrir? pens el pjaro. Como era verano y el sol calienta mucho en esta
estacin, el agua de la fuente empez a evaporarse, se convirti en vapor y como l estaba all
tambin se hizo vapor,... el pjaro de piedra era vapor!!!
Y qu le pasara?
Lo que paso fue que subi y subi hacia el cielo y se hizo una pequea nube. Oh estoy
volando, dijo el pjaro, voy a ver mundo. El pjaro, ahora nube, se puso mas contento que un
nio con un baln.
Pero lo que vio, le dio mucha pena, todo estaba quemado, no haba ni pjaros ni animalitos
del bosque, la vida no exista. Cmo se podra volver a tener esos maravillosos bosques?
El pjaro nube se mova por el cielo viendo todo el desastre a sus pies, el viento lo iba
moviendo y a los lejos todava no se vea nada bonito.

Apareci una nube y se acerc al pjaro nube, le salud y le pregunt si poda juntarse con
l y hacer una nube mas grande, el pjaro nube le contest que s.. No solo esa nube se uni
sino que muchas mas tambin lo hicieron, el pjaro nube era feliz,... estaba volando
Las nubes le contaron que el viento las desplazaba de un lugar a otro y vean bonitos y
maravillosos paisajes, y que cuando eran muchas y estaban repletas de agua regaban la tierra.
La gente de la tierra lo llaman lluvia, y gracias a la lluvia nosotras pintamos bonitos paisajes y
cuando hacemos salir el sol, l nos regala un Arco Iris.
Vino una enorme nube, llena de miles de nubes que se haban juntado, se acerc a la
nube del pjaro y ellas tambin se juntaron, iban a regar la tierra. El pjaro nube haba visto
llover muchas veces y le encantaba, pero ahora el iba a ser protagonista.

La gran nube grito:
Ya!!... sonaba como un trueno y todas las nubes se soltaron a la vez dejando caer sus
gotas de agua. El pjaro nube volva a ser pjaro agua, cayo a la tierra, esta, estaba seca y
quemada, el pjaro agua entr dentro de ella y moj un pin que se haba salvado de
quemarse y lo alimento con su cuerpo de agua.

El pin se movi y le sali una pequea raz, luego un pequeo brote, Oh, el pjaro
piedra agua se haba convertido en planta!!
El pjaro planta sali de la tierra y vio de nuevo el sol, el sol lo calent y le volvi hacer
vapor. El pjaro piedra volva a volar, y era mucho, mucho ms feliz. Haba alimentado a una
semilla y sta haba crecido, pronto habr mas rboles y estos traern a ms nubes y la tierra
nos llamar para que volvamos a regarla y se pondr preciosa. El pjaro de piedra ya saba qu
hacer para poder tener esos bosques maravillosos. Regar la tierra, la madre, que nos alimenta y
nos da salud para que los tesoros que guarda con mucho amor, que son las semillas, puedan
salir de ella y as el sol las alimente y todos podamos disfrutar de esos dones.
Pero l haba conseguido su deseo: volar, ver mundo, hacer amistad y sobre todo ayudar a
la tierra.
Amiguito hay que cuidar la naturaleza, sin naturaleza, no habr vida, ni bellos cuentos que
podamos contar.Colorn colorado este cuento ya se ha contado.


EL VIEJO Y LA MONTAA
Francisco Lillo Martnez
Ilustraciones: Pedro Robles Ramos
Un da al amanecer, un anciano llamado Andrs, vio una montaa altsima que haba
surgido de la nada. Le extra muchsimo, pues l paseaba por aquel lugar todos los das y
nunca la haba visto. Era blanquecina, como surgida de un mar de agua jabonosa que se
elevaba como pompas de espuma gigantes sobre un cielo limpio y claro.
Se sinti tan intrigado por este fenmeno que decidi emprender el camino hacia el lugar
con su nieto, un nio de siete aos.
Al principio le agrado la idea que con tanta determinacin se haba propuesto, pero pasado
un trecho del camino el asma que padeca se hizo notar en toda su crudeza. Senta un profundo
ahogamiento como si le faltara el aire. La frente y las sienes le chorreaban de sudor y los
cristales de las gafas se le empaaban.
Una vez repuestas las fuerzas, emprendieron la marcha ascendente hacia la sierra que tan
bien conocan, pero el camino era tortuoso y agotador para el viejo, y ello le haca detenerse
mientras Juanito, as se llamaba el nieto, encontraba muy divertida la nueva ocurrencia del
abuelo.

Cuando hubieron atravesado la distancia que los separaba de la colina, que era
considerable, lo que para el nio era un juego, para l era un suplicio. A su avanzada edad y
achacoso cuerpo, se poda considerar una proeza el camino recorrido. Cualquier persona
hubiese desistido de seguir adelante, pero l no era de los que se daban por vencido. Arriba le
esperaba el ansiado tesoro de la eterna juventud, el sueo dorado que buscan todos los
mayores. El de saberse todava con vitalidad para alcanzar cualquier meta. Animaba al chico, y
se animaba as mismo:
Ya estamos, Juanito que nos queda poco!
Cuando apenas haban alcanzado un tercio de la ascensin Andrs tuvo que sentarse,
jadeante, para recuperar el aliento, mientras el chiquillo disfrutaba de lo lindo con esta aventura.
Un dolor atroz consuma las pocas fuerzas que le quedaban y le obligaba a descansar en medio
de los peascos que le servan de asiento. En su delirio vea las aves volar, ligeras, y pensaba
que si fuera una de ellas, emprendera el vuelo para ir a donde quisiera sin que se lo impidiera
su pobre cuerpo deforme, que actuaba como un contrapeso que le obligaba a postrarse sobre la
tierra.
Continuaron ascendiendo por el camino. Caminaban en silencio. El sendero se haca ms
inclinado a medida que avanzaban. Volvindose, Andrs mir hacia abajo: el pueblo se
empequeeca como si fuera de juguete. La travesa haba sido penosa, pero se senta
recompensado por las vistas tan esplndidas que se le ofrecan.
Qu paisaje tan formidable, verdad? Ves ese edificio blanco, junto al pueblo, Juanito?
S respondi el nio. Es mi colegio. Qu pequeo se ve desde aqu.
S, todo parece muy chico corrobor el anciano.
Como un poseso emprendi de nuevo junto a su nieto la subida, que al igual que un
perrillo correteaba a un lado y a otro, observando todo con su curiosidad infantil. El sendero era
angosto y, a ello, se una la dificultad de ser un camino sembrado de maleza punzante, que
araaba la piel y las vestiduras. Con una tenacidad enfermiza se enfrent a los elementos,
desafiando a las corrientes de aire, que cuando ms alto, ms fuertes; al fro que se haca ms
intenso cada vez; y lo peor, a la gravedad que ejerca su masa corporal, pugnando por
arrastrarle pendiente abajo. Despus de desfallecer varias veces se recost en el suelo, ante el
asombro del chiquillo que vea a su abuelo con inquietud.
Te pasa algo, abuelo?
Espera, hijo que descanse un poquito susurr el viejo agotadsimo.
Poco despus se pusieron de nuevo en marcha. Con la fuerza de una voluntad de hierro,
que no del cuerpo, pues estaba extenuado, y un esfuerzo sobrehumano, consigui al fin, ms
muerto que vivo, su objetivo. Haba vencido a las debilidades terrenales gracias a su
perseverancia.

Qu viejo ms tenaz! Su osada haba dado resultado. Por fin llegaron a la cima, Andrs,
agotado y exhausto; Juanito, sonriente como unas pascuas, vio que era plano donde poda
corretear a sus anchas. Ya en la cumbre se dispuso a saborear las mieles del triunfo, cuyo
premio era contemplar la tan majestuosa montaa que le haba llevado hasta aquel lugar, pero el
monte fantasma haba desaparecido. Igual que vino se fue. A lo lejos el cmulo de nubes de
aspecto jabonoso que antes haba formado una gran mole se haba deshecho al capricho de las
corrientes de aire, y ahora estaban dispersas y estrelladas por un cielo radiante y luminoso, pero
pese a ello, despus de haber perseguido una utopa, el anciano no se contrari, al revs haba
colmado sus expectativas al vencer a las dificultades.
All, estaba el hombre y el nio, en aquel solitario pramo que se ofreca como la conquista
de un nuevo territorio, y bajo el techo de la bveda celeste tenan el mundo a sus pies.


UN MUNDO MGICO
Andrea Aracil Climent
Ilustraciones: Silvia Garca del Pino
Aparecieron de repente en un mundo mgico! Qu extrao era todo y que formas ms
raras tenan todas las cosas Y de repente, de la nada, apareci una persona increblemente alta
y con una larga tnica azul muy brillante.
-Hola amigos mos-dijo-. Os doy la bienvenida a mi mundo mgico. Mi nombre es Estrellus
y os guiare en el viaje hasta la Dorada.
Los nios, muy sorprendidos se miraron unos a otros para intentar as lograr alguna
explicacin. Cris era una nia de 8 aos bastante alta para su edad y pelo rubio muy liso y
largusimo, Sam con 10 aos de edad castaa y bajita pero la ms fuerte de toda su clase y por
ltimo Max, 12 aos, moreno, ojos azules y con mucho sentido del humor aunque el ms mayor
de todos ellos.
Estrellus les gui por un tnel con reflejos similares al de un arcoris hasta ver una luz
blanca a lo lejos, una vez all les dio a cada uno un caballo con alas para surcar los cielos rosados
y hacindolos dirigirse hacia la fabulosa Dorada que sera un misterio hasta que la vieran con
sus propios ojos
Los tres amigos se montaron en los caballos y salieron volando hacia lo misterioso.

Aterrizaron en un valle, con pequeas montaas de color azul y malva pero todo estaba entre
sombras sin un rayo de luz, lo cual era una pena. E hicieron una larga caminata hasta un enorme
palacio situado a lo lejos. Golpearon el portn muy fuerte y les abri una seora muy hermosa
con un vestido hasta los pies y muy pomposo.
-Os estaba esperando, seguidme, os mostrare el gran secreto- dijo ella.
Caminaban detrs de ella con paso ligero pero no podan impedir en echarle un vistazo a
las cosas de su alrededor de vez en cuando. Todo estaba hecho de un material trasparente y
frgil como no exista nada mas, pero entonces la vista de nuestros amigos se topo con una gran
puerta dorada y al abrirse sola se quedaron boquiabiertos.
-Tomar, estas son las tres baritas con toda la magia de nuestro mundo en estas tendris,
ligereza, agilidad y valenta esas principalmente pero al igual de muchas ms. Una vez que
entris sabris inmediatamente lo que tendris que hace. Suerte y que la magia os gue.

Los nios con las baritas en mano y aun ms asombrados cruzaron la lnea que divida el
interior del palacio con lo que se esconda detrs de la puerta y a continuacin se
quedaron mirando a todos los seres que revoloteaban encima de sus cabezas felizmente. Hadas,
eso es lo que eran, hadas, de infinitos colores, en ocasiones indescriptibles y ah la vieron, la
nica, la ms brillante, la Dorada.
-Estis aqu para traer de nuevo los rayos de luz a nuestro mundo, para inundar otra vez de
belleza todos las zonas de este, estis aqu para volver a revivir la magia que nos rodea a todos.
dijo la voz de Estrellus-. Para eso, tendris que utilizar vuestras varitas y colocar las hadas de
tal forma que la ltima sea la Dorada y as atraer la luz del sol, a continuacin verais su efecto.
Animo chicos, lo haris bien,y su voz dejo de orse.
-Muy bien!-dijo Max-. Haremos un grupo con todas las hadas, pero Qu forma haremos
para que el rayo de sol las detecte?
-Y si hacemos algo relacionado con la Navidad, ya que falta poco para que llegue-dijo
Cris.
-S! Podramos hacer la forma de un rbol de Navidad y en vez de poner una estrella en la
copa podramos poner el hada Dorada!-dijo Sam.
-Siiiiii! gritaron todos de la emocin.
-Bien, pues agitemos los tres las baritas y sealando las hadas las colocaremos de en una
en una haciendo la forma del rbol.-dijo Max.
De las baritas sali una lluvia de purpurina haciendo un camino y encaminando a las hadas
y colocndolas a cada una en su sitio. Sam por ltimo puso la Dorada y de repente un foco de
luz brillante, viva, con total esplendor ilumino todo el rbol de Navidad haciendo relucir todas las
hadas y de repente el foco de luz se expandi por todos los sitios, llenndolos de luz, color y
viveza. Los animales del mgico mundo asomaron sus cabecitas hacia su nuevo hogar soleado y
rebosando de magia de nuevo. Los nios salieron corriendo hacia el valle y felices se pusieron a
jugar con los animalitos. Estrellus, la hermosa mujer, y muchas ms personas aparecieron donde
estaban ellos y todos agradecidos por lo que acababan de hacer y por el don que ellos tenan,
celebraron una gran fiesta y les prepararon para el viaje de retorno a sus casas con un medalln
cada uno por si queran visitarles y llenarse de magia cuando les apeteciese.


LAS 7 MARIPOSAS MAGICAS
Daniel Segovia
Ilustracin: Lola Fernndez Lentisco
En un lugar donde reinaba la magia hace mucho tiempo, exista un misterioso bosque
encantado que por el da luca colores vivos y llamativos, pero por la noche, se converta en un
lugar triste y apenado de colores grises. El bosque permaneca bajo el hechizo de luna
lanzado por la malvada bruja, al saber que haban nacido siete mariposas mgicas. Un
encantamiento que haca que los colores se borrasen cada vez que sala la luna.
Las siete mariposas vivan en el rbol ms alto. Eran grandes y hermosas, con unas alas
de terciopelo pintadas con purpurinas y colores llamativos y con adornos bordados en oro y
plata. Todas tenan una sonrisa dulce y transparente como las aguas cristalinas. Pero cada una
de las siete mariposas era de un color diferente.

Por la maana el mismsimo sol gris, iluminaba un bosque triste y ceniciento.
Entonces las siete mariposas empezaban a despertarse, moviendo sus alitas poco a
poco. Tenan que repintar todo el misterioso bosque, pero con rapidez y cautela, para que no s
enterara la malvada bruja.
La mariposa verde era la mayor, por eso era tambin, la ms responsable y ordenada.
Ella le daba color a la copa de los arboles, a las hojas y al csped. Segn iba acabando de
pintarlos los animalillos del bosque sonrean de felicidad, al ver que las cosas volvan a
recuperar su color durante unas horas.
La mariposa naranja tena unos mofletes muy redondos, se dedicaba a pintar muchas de
las frutas y las verduras: las zanahorias, las calabazas, las naranja, le gustaba tanto pintar,
que incluso haba das que pintaba el atardecer.
La mariposa amarilla era la ms perezosa, le encantaba dormir, y siempre protestaba
cuando se tena que levantar tan pronto, porque ella, era la que tena que pintar el sol antes de
que empezara a calentar demasiado y derritiera sus alas.
La mariposa violeta era muy glotona, a todas horas estaba comiendo, por eso empezaba
siempre la ltima. Se dedicaba a pintar todos los animales del bosque, le daba igual, animal que
vea, animal que pintaba: las ardillas, los ratones, los lobos, los ciervos Todos eran de color
violeta.
A la mariposa azul le gustaba vestirse como las princesas, era presumida y coqueta, y se
dedicaba a darle color al cielo, a las nubes esponjosas como los algodones de azcar y a las
aguas de los mares.
La mariposa roja estaba enamorada de la vida y le gustaba mucho la Navidad, le gustaba
tanto, que lo nico que haca era colorear las rosas, las amapolas y la flor de pascua.
La mariposa de color ail era la ms rara, ella repasaba todo lo que las dems pintaban,
dndole luces y reflejos y era tambin la que se encargaba de vigilar por si se acercaba la bruja
malvada.
Las siete mariposas trabajaban duramente todo el da para que todo estuviera reluciente
y lleno de vida, pero cuando el sol se iba a dormir y la luna asomaba la nariz, las mariposas
caan rendidas de cansancio. Entonces el bosque encantado, poco a poco, iba perdiendo los
colores, volviendo a su tono triste y ceniciento.
As estuvieron mucho tiempo, hasta que un da la bruja decidi darse un paseo con su
escoba mgica, a ver como marchaban las cosas en su bosque encantado. Cuando sus
pequeos y feos ojos divisaron el bosque, no dio crdito a lo que estaba viendo, incluso se frot
los ojos, por si contemplaba un espejismo. El bosque encantado estaba lleno de luz y colores
vivos. La bruja se enfad tanto que se fue a su guarida para hacer un hechizo contra las
mariposas.

A la maana siguiente, cuando las 7 mariposas de colores, se preparaban para pintar el
bosque, la bruja malvada de la verruga en la nariz, haba preparado una terrible trampa. Sin que
se dieran cuenta, les ech unos polvos mgicos para que no pudieran volar y as las pudo
capturar una a una, encerrndolas en una jaula de hierro viejo.
Al da siguiente, cuando los animalillos y las plantas; el cielo y las nubes; los mares y el
sol se dieron cuenta de que su mundo segua gris, se pusieron muy tristes. Los das pasaban
con la misma pena y el mismo color gris. Las plantas no tenan ganas de florecer, los animalillos
apenas coman, los nios de la aldea ya no jugaban a la pelota y el sol no calentaba.
Tan tristes se pusieron, que las nubes lloraban de pena y las 7 mariposas, al notar que se
mojaban, sacudieron las alas, lanzando al viento miles y miles de gotas de agua, impregnadas
con sus colores. Todos los habitantes del misterioso bosque miraron el espectculo, incluso el
sol se hizo un hueco entre las nubes, y entonces ocurri algo mgico: sus rayos tocaron las
gotas de agua y desde un horizonte a otro, cmo un espectro de luz, surgi el arco iris,
cubriendo todo el bosque encantado. Magia! Magia! gritaban todos, locos de alegra, Por
fin vuelven los colores! Desde entonces, cada vez que llueve y sale el sol, las 7 mariposas
mgicas aletean con alegra, indiferentes a su triste destino, lanzando al viento los colores que el
arco iris dibuja en el cielo, mientras la bruja malvada de la verruga en la nariz se muere de rabia
al verlo.

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