El Telégrafo Mexicano. 31-5-1813
El Telégrafo Mexicano. 31-5-1813
El Telégrafo Mexicano. 31-5-1813
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EL TELGRAFO
^ MEXICANO.
C D I Z : 31 D E MAYO D E i s t a .
Correspondencia reservada sobre la.t negociaciones entre el Gabinete im/les y nuestras provincias desidentes,
A li^unas voces sueltas que han Heneado mis odos subre lo fjue expuse eu mi nin. 3 cou respecto al armisticio hecho por la corte del Brasil con la junta revolucionaria de Bueuos-ayves, me obllg-au justificarme. Se ha dicho que poco cuesta cilar documenlos reservados , aumpie no ea:istan f ba.ro la salvaguardia de que no podran saiir alpblico Soy demasiado celoso de mi opinin , y la Siibria anteponer i la vida antes que pa-sar por un embustero. Los documentos que cit en mi nota, pg-. IOS, y que debian tener presentes nuestros secretarios para resolver a((uella cuestin , existen en mi poder desde la" poca que entraron eu manos de uu rebelde , y son los mismos" que voy insertar literalmente para satisfaccin del publico. Deber advertir antes, que tuve tambin una razn ex-!Cta de IUN instrucciones que llevaron i .Londres J9. Simo?i de Bolvar , i/ Don Luis Lpez Mndez , comisionados por los rebuldes de Venezuela. Io*nainiente la tuve de his coutcsluciones que hubo entre estos y al^-unos y-cfis ino|oses de Curazao y otras islas antes de partir de
198 Carrtcis para Lnlres. (1). E n qnelln corte tuvieron, estos muchas coaferoncis particulares , ya con cvioilos que rc>-i(li;in all , y ya con comerciantes ingleses ; y se Incioron ditercntcs borradores (le la nota que so le'iia presentiu" al ministro bi'itinioo , de que tnml>en tuve apuntes (2). Igualmente los tuve del plan ([uo se adapt all para formar la opinin de las g-randes ventajas que resuUaiian al comercio ino^lcs si el gobierno proteg-ia las miras de los robeldi'^. D e todo procur instruir quien podia atajar los males que ahora liramos ; y despus de haber perdido el tiempo y dinero que nte COJI 1'. adquisicin de tan interesantes noticias, tuve qu'J Jibndonar mi celo , desaliogndonu con lo que publiqu en 3o de octubre de 1811 (^) ? hoy nos bailamos en el mismo estado que entonces , y aun peor, porque la Inglaterra con motivo de nuestra unin y alianza , ha conseguido observar de cerca nuestra ignorancia en las relaciones comerciales con respecto la Amrica. ^: Que secretarios tenemos capaces de enmendar el mal originado (i) Conservo la contestacin de Liverpool ai brigadier general liayard sobre este negocio , (ue da baslattie idea de lo ocurrido en aquella fecha en Caracas f cuyo documento ser el primero qrie insertar en este. () Tengo una. copia de esta nota , qvc seguir continxutcion del documento (ue ofrezco en la an^ terior. (i) Nada importa, (ffi diceron) que Lpez, Mndez y Bolvar hayan llegailo Londres!.... y no teniemlo otro des<uite mi sentimiento , Iral ele bobalicones los espaoles en aqu<^l''^''"^'' <^kora imi las resultas de iw hacer caso de mis aviesos, .7/ de no tener secretarios instruidos en los negocios de Amrica , i/ en las relaciones mercantiles.
199 por los anteriores? Su honradez y su talento cultivado en los coleg-ios , ji que ]incilon producir en materias de pura prctica mercaulil? Une viajvGs han hecho ii la Amrica con este objeto? ^Sabr al^oei ^'obernador de ultramar 'ne viene tomar nopnion desde Mxico , quando en toda su vida na practicado otra cosa que la de Traslado.., Aiifos citadas las partes... con cUacion y en estado... y otras rutinas forenses? ^rQue queris que haga la especuladora Gi'an Bretan 'i la vista de esto?.... Aprovecharse de sus conocimientos adquiridos por principios , que iio tienen los espaoics, y dexarnos entreg^ads colet/ialcs distin;5^udos por su carrera literaria en nuestras uuivorsidades , para que sepan vestir un armonioso discurso , mientras eliai vistea nuestros habitantes de Amrica. No lo conseguira si hubiese en el ministerio quien le supiese hablar en su lens^ua , y quiz cousca^uiria mas sin perjudicarnos, porque se trataran his ma-; terias de comercio de un modo ventajoso ambas potencias, que este es siempre el resultado de saber lo que se trae entre manos,... Pero yo me canso en valde, vamos los documentos que ofrezco.
Carta del conde de Liverpool, ministro de la Guerra , al brigadier jeneral Lnjjard, ' -
Downing-Street 19 de Junio de I810. = Mr. He recibido y presentado S. M. vuestros despachos con todo lo que venia incluso. S. M. aprueba la determinacin que tomasteis de enviar vuestro ayudante de campo el capitn Kellcycon la noticia del acontecimiento ocurrido ltimamente en la provincia de Venezuela. Juzgo de ia mayor importancia que el capitn Ke)ley vuelva cuanto nles le sea posible Curazao;
210 y que estis enterado de la conducta que por disposicin y en nombre de S. M. deberis obsc.rv;ir en virtud de las circunstancias cxprc^adas en vuestra carta. El grande objeto que S. M. se propuso desde ei irimer niomento que Uei^ este pais la noticia de a gloriusu resistencia de la nacin espauola contra la tirana y usurpacin de la Francia , fu auxiliar por todos los medios posibles este grande esfuerzo de \\n pueblo valiente , leal y de nobles sentimientos, y de concurrir en quanto pudiese la independencia do la moiitrqua espanolu. en todas las partes del mundo. Alientras que ia uncin espaola persevere en su resistencia contra susinvasores, y mientras que puedan tenerse fundadas esperanzas de resultados favorables la causa de Espia , cree S. M. que es un deber suyo , en honor de la justicia y de la buena fe, oponerse todo gnero de procedimientos que pue(Uin producir la menor separacin de las jiroviiicias espaolas de Amrica, de su metrpoli (e Europa; pues la integridad de la monarqua espaola, fundada en principios de justicia y verdadera polUica, es el blanco que aspira S. M. no menos que todos los fieles patriotas espaoles. Pero si contra los mas vivos deseos de S. M. llegase el caso de teaiej" con fundamento que los dominios espaoles de Kuropa sufriesen la dura suerte de ser subyugados por e! enemigo comn , en virt u d , de fuerzas irresistibles de e s t e , de algn comprometimiento que solo dexase Fspaiia una sombra de independencia , (aconteciniicmo que de niniuua manera considera S. M. como probable en atencin 6. la constante energa y patriotismo del pueblo espaol ) S. M. se vera entonces obligado por los mismos principios que han diriirjdo s\i eonthicta en defensa de la causa de la naciot espaola durante estos dos iUimos aos, prestar auxilios b'.s provincias americanas que pensasen hacerse in<lependtentcs de la Kspafia francesa ; proteger todos aquellos Espaoles . que rehusantlo someterse sus agresores, mirsisen la Amrica como su asho j ^ , tural; conservar los restos de '^^ Momirqua para u desgraciado Soberano, s' f^ que por una conibibsLcioa de circunstancias consigue algn da recupe-
201 rar su libertad. S. M. en esta declaTacion expresa le los motivos y principios de su conducta, renuncia toda mira do ;ijiv)derars>. de territorio alguno , y toda adquisicin para ,s mismo. S. ^I. observa con satisfuceion por los papeles que han llegado sus manos c|ue el proceder de Car.icas parece haberse originado i'uiicauente de la creencia de pie la causa espaola estaba ya perdida, y desesperada consecuencia de los progresos de los exrcitos franceses en el medio dia de Espana , y de la disolucin de la suprema junta. Por tanto confia en que !uej;'j\ que se llegue saber en aquellos paiscs el verdadero estatlo de las cosjis, el reconocimiento general de la Regencia por toda la EspaHa, y los continuos esfuerzos que baxo su autoridad hacen los espaoles en defensa de la patria, los hnl>itantes de Caracus se resolvern inmediatamente restaijlecer sus vnculos con Kspaa, como parte integrante uc la monarqua espaola. S. M. tiene tanto mas uioiivo de formar estas esperanzas, quanto la Hegencia establecida en Cdiz parece haber adoptado , respecto de los dominios de Amrica, los mismos principios generosos y sabios que los adoptados anteriormente por la junta suprem a , de esuibiecer las relaciones enirc todas las parles de la moiuuqua espaola sobre el pie ma> lib e r a l , mirando las provincias de Amrica como partes integrantes del imperio , y admitiendo sus naturidcs t e n e r p a r t e en las C o r t e s tlel r e i n o .
E.spera 8. M. que la misma generosa ilustrada poltica que ha dictailo estas disposiiiones, mover el gobierno de Espaa reglar la comunicacin de las provincias americanas con otras partes del mundo sobre bases que puedan contribuir al aumento de la prosperidad , y al mismo tiempo acrecentar toias las veniajas que del estado presente puede justamente esperarse. S. M. cree que esta exposicin d e s s sentimientos os pondr en estado de arreglar sin dificultad ninguna vuestra conducta en cuaUjuiera clase de comunicacin que os hallareis precisado tener con las provincias contiguas de la parte meridional de Amrica : y habieudo determinado S. M. comunicar al gobierno de F.-paa una copia de esta carta, j a Bias se podr oponer ni objetar nada en orden al
202 uso que hicieseis de estos sentimientos, que las circunstancias os parecern haber exigido. Tengo el liuor &c. = Firmado. = Liverpool. liefiexionp.s. Ustii eontestac'on del Ministro britrinico a! general B r i g a d i e r Lcnjord no puede estar mas con^ forme con los principios de justicia y buena fe con respecto nuestra alianza. Si nuestros secretorios hidiese p r o c u r a d o penetrar las ntonciones dfe los rebeldes de C a r a c a s , y fjxar la atencin del gobierno iiio^les, de que eran torcidas, habran cortado toda comtncacioii desde aquella fecha con los desidentes de la A m r i c a del sur. No conviene la espaua qae la fufflnterra se mezcle directa ni in^ directamente en los diaturvios dess Amricas, ni haffotra rosa que a de ayudarle consctjuir el j*econocimiento dcl)<lo si gobierno. Este era el lenguafjeque deba usar nuestro ministerio, pidiendo;il mismo tiempo el arresto de las personas comi-i sionadas por el gobierno rebelde de Venezuela; sobre cuyo punto se debian repetir sin intermisin los reclamos de E s p a a , en trminos precisos y perentorios, hasta obtener una contestacin categrica. S e h i / o esto:* T o d o lo c o n t r a r i s e advertiri en estos documentos , que prueban nuest r a ignorancia y debilidad.
203 V. K. se sirva ser el intrprete de su profundo respeto i la benvola acni/itlii que S. M. B. se Ua tlignatto dar ios voios del pueblo y guliierno de Vcneziiehi. Impuesto S. E. dt- los principios qne ha tenido la transt'oiinaciun poltica de aquellas provincias , y (U'l espritu qvu; iuina su jimia suprema , no p u e de menos de ver t u ellos el nicjor garante de la sincera dispo'iicion de los pueblos de Venezuela conservar sus vt'lr.riones de amistad , comercio , y buena correspondencia con los subditos de S. M. B. (4) Las solemnes declaracionrs de aquel gobierno incluyen ademas la seguridad de que bien jos de aspirar Venezuela romper los vnculos que la lian entrecbado cou la metrpoli , solo ba queriifo ponerse en la actitud necesaria para precaver los peligros que 1?. a!r,'?naza!ian, Ir.dependiciie, como lo est, del consc)0 de Ilej:enca, no se. considera menos fiel su monarca, n menos interesada en el xito feliz de Ja santa iuclia de Espafia. Desenvuelta as la proposicin de V e n e z u e l a , r e h a llan descubierto sus intereses y los objetos de esta misin. 1." Venezuela como parte integrante del imperio espaol se lialla amenazada por la Francia , y desea apoyar su seguridail en la proteccin martima de la Inglaterra. El gobierno de Venezuela deseara tambin que jjor el tle S. M. B. se !e facilitasen del modo conveniente los medios que puedan serle necesarios para defender los derecbos de su legtimo soberano, y para con;pUtar sos medidas de seguridad contra el enemijo comn. (5) '2 La resolucin de Venezuela puede ser un i') yima del iiegocio. Para llamar la aiencion del purblo ingls 71 j'avor de los rebeldes, se dici csC^ pin\ifo por un individuo de agiwl comercio , que puede dar cartilla todos mustros secretarios. (5) Amenazada Venezuela de ser invadida por la Francia!... ^; por d'ytuk'. como leniendo 2.000 leguas de mar que la separaba il^l t'-^prcito francs^ y sus esquadras bloqueadas en sus mismas puertos por la vtarinu inglesa ? ^; pndria creer su gabinete, ni ninguno , y^ estos comisionados hablaban de buena Je y
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motivo d e disensiones d e s a g r a b l e s con l a s p r o v i n c i a s q u iayan r e c o n o c i d o la R e g e n c i a , y este g o b i e r no ft!ntr;il t r a t a r acaso d e hostil i/.^rlos d i r e c t a i n o i u c , (le turbiir su p a z i n t e r i o r fomL-ntando facciones p e l i g r o s a s . [>()s haiiitantcs d e V e n e z u e l a s c l i citan la alta m e d i a c i n d e S. M. B . p a r a conservarse en p a z y amistad con sus h e r m a n o s d e ambos eniisfjrios.(o) 3.'^ R e q u i r i e n d o la c o n t i n u a c i n d e las r e l a c i o n e s d e amistad , compv;:io y c o r r e s p o n d e n c i a d e auxilios e n t r e las provincias d'^ V e n e z u e l a y la m a d r e p a t r i a , alf^unas e s t i p u l a c i o n e s e n t r e los respectivos g o b i e r n o s , el d e V e n e z u e l a se prestara con toda c o n a n z a ellas b a x o la cjaranta d e S. M. B . Seria taubien tan i m p o r t a n t e c o m o c o n f o r m e los deseoii d e la junta d e V e n e z u e l a , q u e el g o b i e r n o d e S. M. B . e sirviese e x p e d i r i n s t r u c c i o n e s los gefes d e e s c u a d r a s y colonias AntiUas p a r a q u e fav o r e c i e s e n del m o d o posible los obietos i n s i n u a d o s , y m u y e s p e c i a l m e n t e las rclticittncs comercia/rs e n t r e a q u e l l o s uabitantes y los si'ibditos d e S. M. B . q u e goznrtiji de nuestro Cimevcio como u n a d e las n a c i o n e s mas favorecidas. (7) (G) Para cun.<ervav:ie en p a z con sus bermauos.... un tiempo mismo (le hacerlos gemir en obseuros calabozos , sufriendo maches hasta el iiltimo suplicio! T/ sin embargo alrevtrse usar de este, lenguage con tina nacin que nada de esto ignoraba!!! (7) Piden la proeeeon de la Inglaterra parafaxocer los objetos insinuados ; esto es , li/>rar l'^eticzut'la di' osJi\nieeses , y conservarJii en paz con sus /icr.na~ 910.?... ^ ; ' no eran estas desearada'i mentiras sufieientes .niotivMS para que nuestros secretarios sofocasen esta negociacin en su or'ig^fu ? ^;'<uenacin permite una provincia suya atraerse s la co7isideracion partieuitir de una potencia que tema pactado la conservacin integi-idad del todo dla monarqua? 1' quien no Jixa 1,1 attncion en la oferta de los de Fenezuela? <\^^c g;oz a r i a n los i n g l e s e s d e su c o m e r c i o , c o m o u n a d e Ins .;iacioues nias'favorecidas.... I'^se fue el principal i, .vil del pueblo ingles para inclinar su gobierno en favor de los rebeldes. Y quien en este caso no toma en la-mano la acta de comercio l'ritdnico, y fas introducciones su^i/as en nuestras, jwscsioics ,y hace vcr io'
205 Los. comisionados no deben terminar esta exposicin sin asegurar V. E. e! marques de Weltesley, que su deferencia corresponder en todos casos al nido franco y m'stoso con que S. E. les ha hecho el lioDor de truUrlos. Londres 21 de julio de 1810,
206 chos de su legtimo Soberano , y le asegurar su suert e conVrii el cnenit^o comn. 2 Se reconiientli eficiznienle U provincia de Vene2iK'la que procure inmediatamente una cordial reconciliacin con el gobierno Central , actualmente reconocido en E s p a a , debindose establecer desde l u e g o u n ajuste amistoso de todas las desavenencias con aquella autoridad. Se ofrecen curdialmentc los buenos oficios de la Inglaterra para este saludable fin. Entre tanto se emplearn todos ios esfuerzos de una iediacion amistosa , con la mira de impedir las calamitlades de la guerra entre aquella provincia y la metrppU,, y de coiisen'ar ia paz y amistad entre Venezuela y sus hermanos de ambos emisferios. 3.* Con e! mismo amistoso obielo se recomienda eficazmente la Provincia de Venezuela que mantenga las relaciones de comercio , amistad y comunicacin de auxilios con la madre patria. Se emplea^rn los buenos oficios de la Inglaterra para el logro de un convenio tal que asegure la metrpoli el socorro y ayuda de ]a provincia , durante la continuacin de la lucha con Francia, baxo las condiciones que parezcan ser equitativas y ventajosas la causa comn. 4. Las instrucciones requeridas en este artculo ya han sido enviadas ios oficiales de S. M . , en la plena con fian :a dv que Venezuela continuar en cuaidar fidelidad Fernando vil , y cooperar con Espaa y con S. M. contra el enemigo comn.
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Los actos pijMieos de U prornca, de que se lian entregado coi)ias Lord Wellesley, y la represemacion de las autoridades provisunales, constituidas en Caracas S. M., conlenian sin embargo una decUritc'on de principios y miras, que pareca hacer la amistosa coumnicacion , no solo compatilile con las relaciones que exRten entre S- M. y la Regencia de Espaa, sino muy de desear para el objeto de conservar los derechos del monarca legtimo de EspHa, y combinar las diferentes partea del imperio espaol en un sistema unifurme de r e sistencia la usurpacin de la Francia. Por todos estos documentos aparece que Venezuela ha dccUratio unilurmemenite una estrecha adhesin mantenerse fiel Fernando vil. Ha constituido las autoridr.des provinciales de su gobierno en nombre y favor de aquel prncipe, y ha limitado la existencia de aquellas autoridades para el tiempo de su restitucin al trono de Kspana. De los mismos papeles resulta que aquella provincia ha declarado su determinacin de contribuir por todos los medios posibles al socorro de la metrpoli , durante su lucha ron Francia. Posteriormente ha manifesiado en los trminos mas fuertes su firme resolucin de oponerse al progreso del jotler francs, y de cooperar cordialmente con el gobierno Britnico, como aliado de Fernando vil, para los objetos comunes de la alianza. Sin embargo de la declaracin de estos jjrinripios, y de la aprobacin que tienen derecho de obtener de parte del gobierno de S. M., la separacin formal de la prvincia de la autoridad Central r e conocida en Kspana , indicaba la necesidad de conducir la comunicacin entre este pais y Venezuela de la manera que fuese lo minos propia posible, para favorecer el espritu de divisin entre las provincias espaolas de la Amrica meridional y la madre patria, para exponernos la casualidad de una interrupcin de hi confianza que actualmente subsiste entre el gobierno de S. M. y la llegencia de Espaa. Esta precaucin se debe considerar igualmente ventajosa pur ambas partes unidas en la causa comn , pues es evidente que el modo de proceder fitas conveniente los intereses de Espuua y los de
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Jos aliat^o:, es aqiiVl q( ccm^ini" a mayoT porcin de esfuerzos tle le;; (tL-reiitC ramr;.; ^^] ;.n_ perio espaol, para los ubjetos geiier:ilcs de !a conservacin do la monarjua, y de rcsisiir la Francia. Estas consideraciones justificaban claaiistoso recibimiento de los comisionados diputados de Venez u e l a , mas los mismos intereses de Venezuela parecan consultarse mejor por medio de la comunicacin no oficial que ba sido adoptsula, que por otro modo de proceder mas formal, el qual podra ser mas ofensivo la Regencia de Espaua. Ai h a c e r a los diputados de Venezuela la acogida que tenian derecho , el Lord Wcllosley consideT sin embargo ser su primer deber rcpre.'-entarles sin reserva el peligro que se cxponian los intereses generales de la monarqua espaola y de los . aliados por la separacin de Venezuela de la autoridad Central reconocida en E s p a a ; y por lo tanto procur desde luego inculcarles la urgente necesidad de adoptar las medidas conciliatorias qne pudiesen conducir reunir la provincia a la autoridad . que cobierna actualmente la metrpoli en nombre oe su comn soljerano. El Lord Wellesley asegur que esta unin es su. mmente importante para todos los objetos que ha declarado la provincia ;; para la inmediata conservacin de los c'.c-rechos de Fernando vii y de la monarqua en su coHiplcia integridad, armona y ' o r den i la rigorosa prosecucin de la guerra contra Francia p o r u a efectiva y sistemtica combinacin de todo el poder y recursos del iiuperio , y espe;ciainiente al fin principal profesado por la provincia de Venezuela, de ayudar del modo mas eficaz la metrpoli en la crisis de su suerte. Para el logro de este fin no podian discurrirse niedios mas tiles que la fuerza tpi? mdquiriria el gobierno Central con la administracin ile los recursos gencra"3es de la monarqua, continuando la conexin, y no interrumpido auxilio de cada provincia y colonia. Por lo que hace los agravios locales y temporales de que se quejaba la proYncia baxo el gofcierno provisional establecido en Espaa, d Lord Wellesley aseguraba que estiis considcnu_iones cnm mas bien asunto de urgentes representaciones aquel .. "gobierno, de n arreglo 'amisloso, de inlerpo-
OS sicion (le los buenos oficios de los aliados, que no una justificacin del intento de separarse positiva y abieiianiL'iite del gobierno general del imperio. El principio de estas rcpiosentaciones fu admitUlo por los coniisionados; pero se pusicron la Cnclusion prctica de ellos; c insistieron en que la provincia tle Venezuela hasu la forma que habia tomado reciontenienic, contribuira con nas esfuerzo sostener la causa de su legtimo soberano y de la metrpoli, que si se uniese con la autorithid ue actualmente existe en Espaa; y aadieron que sesperaban totalmente de obtener la reparacin de agravios necesaria para ponerse en estado de cooperar contra el enemigo comua por otro medio que el de la forma de g(berno local que babiau constituido ya, como el nico rgano, por el qual podan esperar conservar los derechos de Fernando Vil en la pruvincia de Venezuela contra la usurpacin de la Francia. Aseguraron particularmente que los gobernadores y agentes recientemente empleados i)r el gobierno Central de Espaa en la provincia de Venezuela, han sido convencidos de desafecto Fernando v i l , y de adhesin los intereses de la Francia, y que su expulsin lia sido ocasionada principalmente por la notoriedad de sn traicin la causa es])afiola. (8) Declararon ademas que lio estaban autorizados para negociar la reunin de la provincia la autoridad Central : que eran meramente agentes del gobierno formado ya en Caracas, y solo estaban autorizados para manifestar ' S. M. los sentimientos y miras de aquel gobierno, y reeibir la respuesta de S. M. En tales circunstancias solo quedaba la alternativa, de dexar la provincia de Venezuela'.pro- seguir su carrerra sin ninguna interposicin amis* tosa de parte del i^obierno de S, M., interponiendo los buenos oficios de S. M . , no solo salvar la provineia del peligro inmediato, sino de sacar de aquella parte de los procedimientos de la provincia que pareciese coincidir en los intereses generales de la Espaa , y de la alianza, unos ventajosos resultados que puedan proporcionar medios de
(H) ;l's/e impostara! Kilos euin los tntiilon'Sy como se hitjuslijicdo di'spU'S.
210 aplicar una porcin de los recursos de VeneEuel para ayuda de la Espaa en la presente crisis, y que puedan abrir ltimamente el ciunino Q conservar Venezuela |)ara su legtimo soberano. (9) El haber omitido este grado de interposicin amis-; tosa, seria haber dexado la provincia expuesta todos los pelifrros que podran temerse de las maquinaciones del enemigo comn , de las intrigas y 'acciunes internas, de los designios de otras potencias. En tal situacin era de temer que Venezuela pudiese tomar un partido que la separase inniediatainente de los aliados, y hi enagcnase pava siempre de su lefitimo soberano, y de la corona y monarqua de Espaa. Por lo tanto pareca que la medida mas prudente era interponer los buenos oficios de la Inglaterra con el objeto de evitar el peligro cumun ia Esp a a , la Amrica meridional, y la alianza. En consecuencia se requiri los comisionados de V e nezuela para que expresasen en una forma no of* c i a l , las miras y objeto de esta provincia en la misin de que 3C hallaban encargados. En la misma forma no oficial, y con el propio objeto de mantener en la presente crisis el mayor grado practicable de armona entre Venezuela y la metrpoli, han sido recibidas las proposiciones de los comisionados con senLimienls de amistad y cortesa, esperando que sirvan de base de un sistema canciliatorio entre la metrpoli y la provincia, 3'- promueva en ltimo resultado los grandes intereses de la alianza (10). (9) Los recursos que dieron a Ui Espaa^ fueron haberle gastada cerca de guaira millones de duios de la hacienda pblica. (Vae el nm. 3. pg. 17B.) (.10) ksa nota y las dems que van inseras se entregaron nuestro enviado extraordinario en Ln~ dres, las que remiti Espaa con el oficio. Fasc el nmero i.'^ de este J^eriodco ^ jigina 43- !
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Nota pasada / Excmo, Sr. Mar-ites de VVclleslcy por nuestro Eri'' : viado sobre estas contestaciones.
El infrascripto enviado extrnordinario y ministro plenipotanciario de S. M. C . D o n Fernando v i i , y en su real noinbve el Consejo de Hogencia de Ks-* paa Indias, cerca de S. M. B . , tiene el honor de coiniinicur al Sr. marqnes de VVellesley, principal secretario de Kstado de S. M. para los negocios extrangeros, que en respuesta la remisin del memorndum que sobre las siicitudes de los diputados de Caracas, se sirvi S. E. darle para poner en su conocimiento y en la consideracin de S. M. y su jrobierno, lo penoso que le lia sido ver e! giro cpic han tomado estos :isnnios dcsi;ucs de las primeras manifestaciones, que con los papeles q u e S. E. tuvo bien entregarle, })as y dio cuent a su gobierno, y por las cuales lia tenido el infrascrito la satisfaccin de dar gracias al Sr. marques de VVcliesIey en virtud de orden de aquel. Conformndose aquellas en un todo con las declaraciones generosas de S. M. B. sobre la integridad independencia de la monarijua espaola, y siendo tan arregladas al tratado de paz y alianza que felizmente subsiste entre los dos soberanos y naciones , no podian ninos de producir en el nimo del gobierno espaol todo el aprecio que eran acrehedores, y nuinifcstarlo por medio de las expresadas gracias del modo mas lisonjero. Esto mismo lia dado mayor realce al sentimiento que le lian causado las explicaciones ltimas del Sr. marques de W e l l e s l e y , pues el gobierno espaol croy ) l"*-"."t^ndiiias aquellas circunstancias y prinicriis manifestaciones, hubiera sido la determinacin no liabcr admitido proposicin alguna de los diputados de Caracas, pues se negaban reconocer el gobierno legtimo de la Regencia. Esto lo funda S. M. en los tratados existentes cun la Gran Bretaa , y ademns tiene motivos para creer que los Caraqueos no tardarn en apercibirse de su error, r e unindose la madre patria, y reconociendo al Cun-
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sejo de Regencia : por lo que pesar de su desvar o , no dcxar S. M. de ccmsidorarlos como espaoles. En prticbu do lo qiial, eiilre los diputados que se lian de nombrar, para suplir interinauenie los que no han podido concurrir por falla de tiempo las Cortes, los habr tambin de Caracas, y sern re|)utados como todos los dems que se mautieneii fieles al {rob.ierno legtimo. Por lo tanto. S. M. est dispuesto admitir con gusto los buenos oficios de la Gran Bretaa en favor de ios caraqueos para su reunin con la metrpoli : pues concicnd ts un extravo de la razan de algunos, movidos por las prfidas intrigas del usurpador, se complace en demostrar S. M. B. como aquellos, que sns deseos son manifestar el gr;i[uie aprecio que hace de su generoso aliado, como del restablecimiento del orden en aquella provjicia. Y as e s , que siempre que reconociendo su error los de Caracas, quieran volver entrar en el seno de su madre patria, dundo el primer paso de ponerse baxo el gobierno de la Regencia , que obra en nombre de S. M. Fernando v i l ; este mismo les concede nna amnista y olvido de todo lo pasa.do : circunstancia sin la qual tiene orden de S. M. el infrascripto de manifestar que no escuchar proipsicion alguna de la ciudad de Caracas, ni de quaesqniera otra sublevada de la provincia de Venezuda. La sabidura del gobierno britnico conocer que entrar en contestaciones sin esta previa disposicin , seria destruir por s mismo el consejo de Regencia todos los principios, del poder soberano ' los de la unin en \ina sola autoridad de todas as partes de la monarqua espaola, que tanto se dese desde el principio de esta guerra, as por la nacin espaola, como por el gobierno britni;, 0 0 , y que felizuieuLe se ha logrado; y dar uu mal exemplo los subditos de sus amigos y aliados, faltar su decoro y al cumplimiento de las oblijacienes en que se halla constituido , y promove-r c-jn 5U consentimiento la .dctruccion de aquella saludable y justa unidad de mando qup con tanto anhelo desea aniquilar Bonaparte en ambos mundos, rompiendo ios lazos que unon los pueblos con sus legtin\os gobiernos, baKO pretextos especioso^ - y de quaesquiera modo que sea.
313 Entre o t r a s , e s pruclia bien clara la proclama de 22 de marzo de este ao, cuya feclia denota que casi al mismo tiempo tjue ocuviiecon las novedades de Caracas, hizo circular el intruso re Jos en las Amriciis espii'''^^, y de (|ue el infrascripto incluye uu exenii>Iar. Este solo papel muestra adonde llega la perfidia dt;I usurpador y sus secuaces , y hasta qu punto ios de Caracas, que quisieron levantar el estandarte de la rebelin general, se identifican con aquel detestable sistema, el qual al mismo tiempo que in-^ fluyen para que los oigan sus conciudadanos, procuran ocultarlo la Inglaterra, ntima aliada de su metrpoli. Asimismo manlicsta la polLca del intrato r e i , pues que viendo perdidas sus esperanzas para dominar los pueblos fieles de la Amrica epaola , !\tcnta sublevarlos contra su madre patria, y establecer en ellos la destruccin. En vista de t o d o , se lisonjea el conseio de R e gencia que S. M. B. escuchar sus justas reclamaciones , y q u e , lejos de establecer relaciones con los revoltosos de Caracas, coadyuvar con el gobierno espaol que se restablezca en aquellas provincias el antiguo urden de cosas en que se halla interesada igualmente la Inglaterra , si desea, como es natural, l a pacfica conservacin de sus colonias y establecimientos, y los de S. M. su fiel aliado. El infrascripto espera de los buenos deseos del Sr. marques de VVellesey que al presentar ante S. M, B. el contenido de esta nota, adquirir con sti influxo los grados de perfeccin de que es susceptible, y hallain en el real nimo los particulares importantes , de que se hace mrito, lodo el aprecio de que su geuerososo corazn y magnnima conducta han mostrado en esta lucha en favor de la Espaa, integridad de sus posesiones. El infrascripto tiene el honor de renovar con este motivo al Sr. marques de Welejiley sn alta consideracin y respeto.=Lndres 6 de nctubre de 1810. = Firmado. *= .lun lluiz de Apudaea. = Al Excmo. Sr. marques de W e l l e s l e y . .. ^ - ...
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Proclama dd Re/ intruso Jos i ha Americanos Espaoles, nainralcs de las Indias occidenkdes.
Mis mu amados sibtltos. = Vos , pueblo fjncrlilo , quien respecto de las oirciinbliuiciiis tristes que los enemigos (le vucstni prosperidad , de vuestra ((nietud y sc<riird:id luui producido , os hallis metidos en nn pilago de dificultiides, turbaciones y peligros , i vos es , acia (inicn mi voz paternal se dirig^e : vosotros , queridos sibditos , los que evidentemente sois eng-afiados y burlados en fuerza de las falsas noticias, y de los notables embustes que los desesperailos rel)eldes de estos mis reynos de Espaa , y los crueles perturbadores del linaje humano , los ingleses, os despachnn y transmiten ; con particular cuidado y circunspeccin reparad en lo que estis por hacer ; atended la voz dla virtud , de la verdad y del honor; sabed (pie la rebelde y perversa Junta solo busca engaaros , y quitaros qnanto caudal y hacienda podis poseer, para haceros mas sumisas y rendidos i sus sangrientos mandatos. Enleraos de que los ingleses por su parte procurarn despojaros de vuestro oro y de vuestra Icliciilad, para con ello sostener ima guerra ((ue provocaron , y cuya tendencia y <in est por aniquilaros ; mirad , refjexionat, ponderad en todo aquello , y si vuestro imparcial dictnu-n no es de someteros mi paternal y justo gobierno , luego aconsejaos de reuniros todos como buenos y con* cordes hernianos , y declaraos libres 6 independientes de todas las naciones de la tierra- Abolid del todo el inicno , brbaro , faiuNtif-o ;vobicino, baxo el <jual habis gemido y padecido lauto tiempo; dad en tierra con la inhum-.ma 6 infcrJial 7iquisicion ; oaDifefatatl scnak,3 acendradas de
215 honor , tle valor y tolerancia; haced j u s t a s , sabias nteo-ras leyes ; abrid los ojos sobre vuestros propios intereses ; desechad con perseverancia \i\ aliiinza funesta de los iiii^lcscs , cuyo cotistauc intento es de apoderarse de vuestras inmensas minas , que las eiilraas de vuestra viquisima tierra estn encerrando ; e e l l o , aos ha , ha ixado sus miras ; oponeos pues con m a n a {\ que no lop-ren tan vil 6 injusto deseo ; con otro tanto cuid a d o y vigilancia substraeos de pretendidos tratados de cltniercio y amistad que. os ofrecieren otros pueblos ; sed firmes , constantes y resueltos en m a n t e n e r el sabio y feliz gobierno que hayis eleii-ido ; rcnnios todos baxo la misma bandera; vivTd quietos y dichosos ; dad exemplo ii otras naciones de sabidm'ia , de v a l o r , de integridad y de felicidad , y mi solicitud y paternal afecto p a r a con vosotros habrn sido consen-uidos y satisfechos. = D a d o en nuestro R e a l Palacio. M a dritl el da 22 de M a r z o de 1810. = F i r m a d o . = Y o el R e y . = J o s . = Hat/ una rbrica.
21G octubre de 1810. = E x c m o . Sr. B. L. M. de V. E. 8u mns atento servidor. = Juan Ruiz de A[)odaca.= Excuio. Sr. 1>. Ensebio Bardaxi y Aiira.
Contestacin de S, A, el Pncioe Real al Marques de VfU'l/eslet/ sobre estas ner/ociaciones. ( Habla este.)
S. A. R. el prncipe Regente (en nombre y de parte de t. M. el Rei) ha exUninado los varios despachos de V, E. que contienen sus observaciones sobre el disgusto que causa al gobierno espaul la conducta del gobierno de S. M. con respecto las_pu.sefliones esuiiFilas de las Americas. El almirante Apodaca. me ha pasado varias notas aobre el mismo asunto , las cuales han ^ido p r e entadas S. A. R., quien tambin ha examinado ios despachos que me han sido dirigidos por el Lord Strangford, como igualmente l"s oficios rcribidos por el conde de Liverpool y los Lores comisionado del almirantazgo, acerca dt la conducta del te-
217 nient gobernador deCurjizao, y a l a de los oficiules de la marina britnica en Caracas y en Buenos-Aires. Habiendo S. A- U. determinado que las varias cuestiones que lian rcsuliado de estos documentos, se trasladen :'^ ^ - ^- pi^ra que la mayor brevedad se arregle el asunto con el gobierno espaol, me manda encargar V . S. proceda una amplia discusin de todo este negocio con el consejo de Regencia. Al entrar en esta explicacin, ser preciso que V. S. tenga presente los principios generales ya comunicados V. S. y manifestados al gobierno espa o l , quando se le participaron las rdenes , que el conde de Liverpool por orden expresa de 8. M. pas al teniente gobernador de Curazao , y los documentos y conferencias que en el ltimo verano tuvieron conmigo los diputados de Vunezueh , tandjien por orden de S, M. Kstos principios se t'undan t n las reglas establecidas de la justicia y buena le., en los sentimientos de la mas verdadera y curdial iini;tad con la EspaHa, y en un deseo sincero de conservar la integridad, la unin y la independencia de su legtima monarqua en todas las partes del mundo contra la usurpacin de la Francia. Se esperaba de que las exposiciones que V. S. tenia ya bechas al consejo de Regencia sobre estos puntos tan interesantes , bubieran sido enteramente satisfechas j porque despus de la mas madura reflexin sobre esta materia, est este gobierno convencido lie que la conducta observada por la Gran Bretaa con las posesiones espaolas en Amrica, como tambin la que se recomend al gobierno espaol , serian los medios mas prudentes , bouiosos y prontos de libertar de la Francia los preciosos intereses de la corona de Espaa en las Amricas, y de sacar de una parte tan poblada y rica del imperio espaol, mientras dura la hicba con la Francia, las niayoros ventajas contra el enemigo, y el mayor servicio a ia causa comn. Quando sucedieron las lastimosas discordias entre las colonias es])aolas de Amrica y el gobierno provisional establecido en E s p a a , el primer objeto en que S. M. fix su atencin , fu en impedir que la Francia se aproveebasc de semejantes disens i o n e s , para estorbar los recurtos del imperio eg_
218 jjaol mientras durara la guerra, para efectuar una separacin duradera d l a s colonias'con la madre patrii. I*or estas consideraciones S. M. no crey incompatible con las relaciones que existan entre su gobierno y el gobierno Central de Espaa, el entablar con las provincias que no haban reconocido aquella autoridad , una correspondencia amistosa que bastase inipeilir el que recurriesen en derechura al enemigo : que asimismo fuese capaz de convencerhis que mirasen el gol)iuriio britnico cmo un medio seguro y honrado de reconciliacin con el gobierno establecido y recouucido en Espaa. No se neg por S. M, una correspondencia de esta naturaleza con las provincias espaolas, que no dexarou de reconocer su legtimo soberano Fernando vji; que manifestaron una disposicin de cooperar con la Espaa y S, M. resistir al usurpador de la Francia. Pero se guard muy bien y se abstuvo con todo cuidado de reconocer directa ni formalmente los gobiernos y autoridades establecidas en la Amrica espaola, y nunca autoriz ninguna comunicacin de oficio con ellas que pudiera ser interpretada como un reconocimiento de su legitimidad. Si ha habido algn cuso en que la conducta de algn gefc auloridad britnica en ia Amrica espafioia pueda considerarse como una exce)Con esta regla , ha sido ya desaprobada por el gobierno, y lo ser igualmente en adelante. Comunicando baxo estas restricciones con las jiroTincias de Venezuela, ofreci S. 3\I. desde el principio su niediacion amistosa , con el fin de que aquella provincia se allanase una reconciliacin verdadera con el gobierno establecido enlnccs en Espaa , y ajutatie amistosamente todas sus diferencias <:on dicha autoridad. Ademas S. M. e x h o r t , inst aquella provincia para que mantuviese sus relaciones de comercio, y de amistad y reciprocidad de socorros con la niadre patria. Coj el mismo deseo de conciliar los nimos, se declar que no se dexaria de hacer ningn esfueszo para entablar una mediacin amistosa, con el fin de que no llegase por desgracia el caso de un rompimiento entre la provincia y la madre p a t r i a ,
219 fjualquicra de las posesiones espaolas CTI Amiica, La proteccin martima de la Gran Bretaa contra la Francia fn^ concedida V e n e z u e l a , con intento de piuT icjneila provincia en disposicin de sostener los dcrothos de Fernando v i l , y asegurarse contra el ciitmigo comn. Los principios establecidos acerca de Venezuela, segun expresamente se declar V. R. y las autoridades britnicas en la Amrica meridioia! , fueron |):ira acrvii' de regla general la conducta riue la Gran Bretaa se propuiO observar con ve^pucto todas las demns provincias de la Amrica eslao!a. Algunas comunicaciones verbales tuvieron ugar aqu con una persona comisionada por las iinevas autoridades de Buenos-jii)-esy pero al mismo efecto y baxo las mismas referidas restricciones, no hubo entre este gobierno y el de Buenos-Aires ningn documento escrito, y nicamente nos referiremos ios papeles ya entregados los diputados de Vene^uela, y de que se enviaron copias V. S., al S I . Stuart, y al Lord Strangford. Mientras V. S. exlmine esta exposicin, observar que el ofrecimiento de la mediacin de S. IVL fu dirigido en primer lugar al objeto de reconciliar las posesiones espaolas de Amrica con qualquier gobierno, constituido en nombre y de parle de Fernando vii , que lograse ser reconocido en Esaa , pues el acontecimiento de una guerra entre a madre patria y qual'pitera de sus provincias , fu siempre considerada jior S. M. como una desgracia del mayor peligro para la causa comn. Siempre se declar que el bjeto de toda la solicitud de 8. M. era evitar un mal tan terrible, y que este fin no dexaria de interponer con el mayor
zL-lo sa m e d i a c i n .
Se esperaba e resultado de la comunicacin que hizo V. S. para que se admitiese la mediacin , y se crea que quando el gobierno se hallase enteramente constituido en Cdiz , se tomaran medidas efectivas para dicba conciliacin y satisfaccin de las Amvjcas espaolas. S. A. R. el prncipe Regente, en el nombre y de parte de S. M. me manda declarar, que es su intencin inalterable el no apartarse en ningn modo del sistema basta aqu seguido baxo el g o bierno de i. M. con respeto la Amrica espaola.
220 Estoy particvilarmente encarj^ado de insistir sobre lo prudente que sera el observar una poltica conciliatoria con la Aiucrica cspafiula, segim los principios ya inculcados por S. M. al gobierno de Kspa. Ks evidente que: 1J continuacin de la guerra entre la Kspaa y Us posesiones espaolas de Amr i c a , sea qua! fuese el resultado, delie ocasionar la falta inmediata de aquellos recursos que tanto se necesitan para caml)atr unida y esforzadamente contra el cncjiniEio coinnn. Mientras pennanezuin las cosas en un estado tan calamitoso se dobe temer cada nioniento que la Francia lialle alguna oportunidad de establecer y cultivar relacioiic;s con la Amrica espaola , que na solamente perjudicaria los aliados, sino que contribuiran tambin fomentar las causas de una entera irre[)arable separacin tle gobierno , de intereses, y aun de afecto la Kspaa. El fundamento que tengan estos recelos io manifiesta el gasto hecho con el bloqueo de Caiacas y Buenos-Aires, y los auxilios que las provincias espaolas ])idievon, y aun por desgracia obtuvieron, de los oficiales franceses para resistir las hostilidades del gobierno espaol. La continuacin de tales hostilidades entre !a madre patria y sus colonias debe todava contribuir mas perjudicar los recursos de ambos en una crisis que pide su mutua amistad y unin. El perjuicio que hace al comercio de la Amrica espaola una guerra de esta naturaleza , que el gobierno de Espaa tiene que continuar contra estas provincia*, contribuir muy particularmente disminuir los recursos especiales que necesita la Gran Bretaa para poder continuar su asisteiicia la Espaa. Ya V. S. lia .sido encargado por S. M de manifestar al gobiei-uo espaol, que la admisin de la Gran Bretaa una porcin de esle comercio con la Amrica espaola, se crea precisa para que este pas continuasi con sus esfuerzos en favor de la Espana, y particularmente para que pueda de un modo directo socorrer con dinero al gobierno espaol. Kin embargo, en lugar de a t e n d e r esta tan justa y amigable representacin, 1 Espuija se ha empeado en una guerra coiura sus colonias, que se iace principalmente sguic"^** el sistema de un blo-
221.
queo por mar. No ignora V. S. que los navios espaoles que deben emplearse en estos bloqueos, han sido reparados , ainiado y abastecidos er, los puertos, y cKpensas de la Gran Bretaa. El primer efecto de este armamento es el impedir el comercie britnico con ia Amrica espaola, aunque la propiedad de este mismo comerri sea inispfnable nuestros medios para que unamos nuestros csH'.erzos los de Espaa en Europa. Sin enibarp;o de todo e;to , es tal la necesi Ind de dinero, que la lc^cncia de Espaa no ha podido transportar de Cd7, al condado de Niebla el cuerpo del general Bkik. sin los socorros pecuniarios que par ello apront el ministro britnico. .Seria difcil hallar un caso semejante este en que los zelos y preocupaciones hayan de tal modo confundido todas las mximas de la prudencia y buena poltica , y puesto en tanto peligro los mutuos y conocidos intereses de dos grandes imperios empeados en una alianza defensiva contra los ataques de un- enemigo extrangero. Ni se puede suponer que despus de una completa exposicin , el gobierno espaol espere la concurrencia de la Gran Bretaa en su sistema que tanto perpidica su comercio, que es la parie mas esencial.... \six. que pueda auxiliar la Espaa con nuevos esfuerzos , mientras que la Espaa misma dirige contra el manantial de sus fuerzas en las Anircas una gran porcin de los esfuerzos absolutamente necesarios para su defensa en laEuropa. S. A. R. el principe Regente estando profundamente penetrado de estas consideraciones , en el nombre y de parte de S. M. encarga V. S. de hacer quauto utes al gobierno espaol una exposicin de los principios que van mencionados en este despacho , y con los documentos los cuales se refiere ; instando vivamente sobre la mala poltica de perseverar en el proyecto de llevar adelante sus hostilidades contra la America espaola en el estado actual de Uis cosas. Me manda asimismo encargue V. S. del modo mas CKiiresivo, que renueve con instancia el ofrecimieniij de la mediacin de este pais, fin de impedir el curso de esta desgra^'iada guerra civil , y <le procurar Q iniios por un tiempo algu coaB
522 vtnio , qne pitecia mientrcs dure a lucha con la Francia, suspendev el giisio tan ruinoso de la fuer211 del imperio espaol. Durante esta negociacin V. S. insistir sobre lo conveniente que seria el suspeiuler toda hostilidad de parte de la madre patria, hasta que se supa el resultado de loa medios de conciliaciun por la mediacin de la gran Bretaa, - Esta proposicin incluiria necesariamente la suspensin de cualesquiera discusin acerca del bloqueo de Caracas y Buenos-Aires, en (juanto toca la conducta de las autoridades y de ios oficales de ]a gran Bretaa con respecto estoi bloqueos un annieiit de mucha mayor urgenc:i para llamar a atencin de los aliados, cuyos esfuer^-us ruijidos deben inmediatamente ouiplccrse en alejar los pej^ros que ahora estn amenazando los inters mas esenciales de la alianza , por razn de la guerra civil 2uc existe en la Amrica espaola. Seria pues muy e desear que V. S. hiciese ludo lo po>ib!e para poner baxo la inmediata consideracin de las Curtes un nef2,oco de tanta gravedad. Las posesiones espaolas de Amrica lian sido ya declaradas parte integrante del imperio espaol, y lian sido admitidas al derecho de una representacin en las Ci'rtes, igual la de los naturales de la madre patria. Pero parece con todo que no se han hecho progresos en ningn plan para disminuir el rigor de las leyes de las colonias espaolas , para establecer un sistema mas propio de las circunstancias, capaz de conciliar el comercio, el gobierno interno de la Anjrica espaola, y de hallar el medio de mantener y estrechar la conexin y relaciones futuras entre tan vastas y opulentas provincias, y la autoridad reconocida en Kspaa en el nombre de Fernando v u . Es claro que no se puede tener la menor esperan;ia de reconciliar estas nconstiouencias destructivas, ni de formar ningn plan racional de umon , armona y buen orden en la monarqua espaola, mientras duren los horrores de u"'^ g"^rra civil entre -tantas de sus preciosas provincias. El primer objeto p u e s , debe ser el de obtener la Bacion de hostilidades ; y poi' Ja iiiediacion ams-
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tosR, q u e lia contribuido tanto U salvacin de U madre patria, libertar sus posesiones ultramarinas de la usurpacin del enemigo. S. A. il. el prncipe Regente espera que la Espaa no dexar de reconocer en el plan que observa , el mismo sincero deseo de mantener la prosperidad y la fuerza ntegra de la monarqua espa^ nula, que siempre ba dirigido los consejos de S. M. B. mientras ha continuado la lucha de la Espafia con. la Francia. En las representaciones que se mandan hacer V. S-, la Espaua no podr ver eu ellas nin^una miru d una miserable poltica , ni otra tendencia que no sea digna del verdadero y generoso objeto de la alianza. Esta se funda sobre la base slida de uu inters recproco, de una seguridad corann. Se c o n firma por el sentimiento magnnimo d la independencia, que forma el carcter distintivo de ambas naciones , y adquiere mas vigor y actividad por sus muchos deseos de gloria t y por su conanza en la justicia y honor de la gran causa en que se hallan unidas. En una accin de esta naturaleza no deben conocerse re/.elos, ni ocultarlos puede servir de disculpa cualesquiera de las dos; antes bien debe cada una exponer libremente su opinin , y aun comunicar cuantos roncjos amistosos juzgare p r e cisos para el bien de la otra. El plan adoptado por el gobierno espaol, pesar de enagenar las fuerzas intrnsecas de sus colonias del servicio y utilidad de la madre patria en una circunstancia tan critica , disminuye tambin la fuerza interna y la activa energa de la misma Espaa , : inqjide en t o dos sentidos los medios de socorros por parte de la gran Bretaa. Este mismo plan tan n,al concebido conduce al dcsmembranento de la monarqua espaola, obligando las colonias recurrir comunicarse directamente con el enemigo , impidiendo la correspondencia amistosa con los aliados, y substituyendo el estado destructivo de una guerra las relaciones de su afecto y socorros recprocos entre los pueblos de Amrica y los de la antigua Espaa. En medio de una nerspectiva como esta, el primer deber de una alianza sincera , seria el interponerse por medio de la mas activa y amistosa me*
tliicion. l*er"o la'primera concesin que *se iros pi*' de en este sistcm;. , es el saci"ificio ue los intere^ie le la gran Bretuiiu y de lus recursos de KU coturno, que nuestia iniina fidelidad en la alianza nos obliga entretener , no solamente por nosotros mism o s , sino por el bien indispensable inmcuiatas necesidades de la Espaa. Ahora no podemos dexar de reclamar, sin ser en algn senlidu partidarios de un -proyecto, que despus dt; haber nipezado cou la iiuiUi aplicacin de nuestros propios medios para nuestro prupio da o , anitna/a en su progreso de iuutilizar nuestros' esfuerzos, los de la misma Kspafiu , destruyendo de tal manera los recursos comunes de nuestros esfuerzos , qut! amenaza la intetridad y unin del imperio espaol , que debemos conservar ntegro por nuestro propio inttres. Los documentos que acompaan este despaclio bastaran para maui'oslar los principios generales, por los cuales obraron lus autoridades y oficiales de la gran Bretaa en la Amrica meridional, en quanto toca los puntos que por ahora se recomiendan la atencin de V. S. , mas adelante le enviar los que parezcan mas necesarios acerca de la detencin de la goleta Raniona por el gobernador de Curazao, y dems que tiene relacin con el bloqueo de Caracas y de Fueuo>-aires, Mientras tjinto ha de entender V. S. que aunque evitaremos con el mayor cuidado toda comunicacin con las autoridades espaolas establecidas en la Amrica espaola , que pueda considerarse como un r e conocimiento de su legitimidad: sin embargo no consentir este gobierno que se interruuipa el comercio aniistciso entre los rasiiUos de S. M. y los habitantes de aquellas posesiones. Ningn comercio ha sido permiiido , ni lo ser tampoco sancionado de gt'nieros que sean contrabando de guerra. Pero mientru> dure a. pendiente discusin con la Espaa , el eonercio de los vasallos de S. M. de gneros conocidos y no ofensivos, continuar sin interrupcin hasta que se sepa el resultado c dicha mediacin. - Esta conducta es absolutamente precisa para mantener el grado de una cmuni^-'^^ion amistosa.con la'Amrica espaoia, que se necesita para que nes-
tr-nedacion entf-e la lradi patrra y sus poseso-j IIes tenga un tcliz resultado y aun sea practicable. L pueblos de la Anu'rica espaola podran acaso mirar al gobienu) britnc como parle declarada en la guerra que se hace ahora contra ellos, si' dclibradiimente saiicionanios , eons^intienk) as e' adelante un bloqueo por miir, que se forma por una m a r i n a , que por la mayor parte ha sido equipada, . nuestras expensas , y que obra principalmcnie contra nuestro misino conh'rcio. La naturaleza pisen de la mediacin en f^ue queremos entriir, exige precisamente que no aparentemos tomar una p;trte <lecidida en los procedimientos de un:i clase tan orensiva. El efecto de un sistema contraro seria quitarnos todos los medios de la neuociaeion que deseamos entablar, y el obligar los habitantes de la Amrica espaola unirse con el enemigo con otras potencias que no convenga la alianza. = Firmado. = Wellesley.
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22 G 6 colonia donde resida el propietario..,, ha hecho caima comn con la Espaa europea contra la potencia francesa. Ks decir, ([ue un solo desidente,' aunque no pudiese trastornar una provincia, perda su buque y cargamento por solo su opinin; y aun quando fuese conforme, perda su buque si la provincia que piTtenecia era desidente:yo lo menos asi lo comprehendo. Lisonjeada la Espaa con estos principios tan. escrupulosos de su cortejo , no se nrecabi de las dems licencias que fu tomando hasta conse^uir lo que apeteca , que era extender su comercio por todas nuestras Amvicas. Para hacerlo sin cliocar abiertamente con aquellos principios, fu6 necesario tomar ol Iengua-e que habis visto en esas notas ; <l,euue Caracas y BucnoS'Ay' res reconocian Fentaido'V^Tl.... que la T</Iaet'ra, seria la mediadora para (pie se sajelasen al gohicr-*no que mandaba en AK nombre , ?/ que para coi' scqutrlo era muy necesaria la concurrencia del comercio britinico en aquellas provincias. Vericse as , casi sin oposicin , y conseguido esto ( que era lo que pretendan los negociantes ingleses) se trat de persuadir que para verificar la total pacificacin , concediese la Espaa al libre comercio con tod;\s sus Amricas. De aqu' pas proponer mediadores entre los rebeldes y la Espaa (incluo el feroz Morolos del reyno de Mxico); y por Uimo nos habla en el tono queacabaisdever en ese manifiesto , cuyas copias circularon por todas las provincias desidentes hasta el alto Per. (Vanse los papeles pdblicos de los rebeldes, entre ellos la gaceta de Caracas 24 de enero de 1312 , que habla de esta mediacin.) DeJO manifestadas las resultas de la doncella incauta , que no supo desde el principio defender su honor con el cddiyo de Indias en una mano, y en la otra la acta del comercio inqks ; armas, qne manejadas con iuteligoncia, sofocaran en su
227 origen las intenciones de su p r t l e n d i e n t e licencioso (e\ couifiTo ing-les), y paso lo ocurrido en CVtUz con nuestro gubicvno en consecnoncia de lodo lo expuesto , que corrobora quanto d i g o n estas reflexiones, dirigidas , n o c e n s u r a r l a c o n d u e l a tiel gabinete de la G r a n B r e t a a , sino l a p o c a instruccin de nuestros secretarios en n e gociaciones diplonu'ilico-iTctn/Yes , y el c a r c t e r embrolln de los rebeldes ; que uno y otro son el motivo porque aparecen casi de m a l a fe las solicitudes de u n a a l i a d a , que en substancia p r e t e n d a ;i un tiempo mismo d a r ventajas su c o m e r c i o , y conservar l a integridad de nuestra m o narqua.
Nota pasada por el Emhaxador ingles residente en Cdiz , nuestro secre^ tarto de estado Sardaxi.
Cdiz 27 de Mayo de 1811. En una de mis ltimas conferencias con V. E. le inforni de que Imbia rrcibitlo instrucciones del gobierno ele S. A. R. el prncipe RcRCtue pani. ^eu trar en una com\inicacion franca con V. E. hobie el dest:ontento expresado por el gobierno de Espuua con motivo de !a supuesta conducta de la Gvan Bretaa con respecto aquellas colonias que se han n e gatio reconocer la autoridad de la llcgencia y de las Cortes. Despiit's de haber considerado atentamente las instrucciones <pie se me han comunicado , he creido que ,jio podra cumplir bis rdenes de S. A. 11. el prncipe licente de u n n i o d o mas propio para convencer al Conseio de Uegencia al sincero y ansioso deseo que tiene S. A H. detiue esta imprtame cuestin sea conducida un trmino satisfuctoiio parji mhos gobiernos, que pasando V. E. una copia y traduccin del despacho que hc recibido del secretario de Estado de negocios extrangeros. Me persuado que no habr olvidado V., E. q u e en
228 las muclias conversaciones que hemos tenido sobre este asunto , lie nianifestatli) invariablemente estar convencido de qiiu los procedimientos de que se qvieja el Gobierno esijauoi se han orijrinado dla indiscrecin de los individuos , y no de una mudanzii en el sistema expuesto en la carta del Lord Liverpool de 2 de Junio de 1810. La adjunta copia de una carta del-conde de Liverpool al Marques de VVcllesIey , escrita :i consecuencia de las impresiones poco lavorables que produxo en Espaa la conducta del gobernador Je Curazao, y en la qual se especifican las miras de la Gran Bretaa con respecto los ltimos sucesos de Venezuela , acrodiiar que no me he equivocado en este p u n t o : y V. E. ver en ella la desaprobacin dt los procedimientos del gobernador de S. M. en Curazao , tan fuertemente marcada con la remocin de dicho oficial, que se verific luego que con el restablecimiento do una Regencia , se obviaron hasta tal punto las circunstancias diticilcs en que se vio el gabinete britnico por la desgraciada indisposicin de S. M., que se pudo proceder al nombramiento de en nuevo gobernador en aquella isla. Los dems procedimientos que forman el principal fundamento de queja contra la griin Bretaa, V. E. los hallar explicados refutados satisfactoriamente en el despacho del Lord VVellesley, juntamente con los documentos que le aconipanun. V. E. observar que tengo orden de proponer esta cuestin ante las Cortes; y ruego por lo tanto que
esta cuestin, se convencern vista de los documentos que se les presentan , de que el nico obj e t o de' H. A. 11. el prncipe Regente ha sido y es todava el mantener con las colonias aquel grado de amistosa correspondencia que le ponga en estado de mediar ron fruto entre las colonias espaolas y la metrpoli, para el laudable y desinteresado Wn de conservar sin diminucin la integridad e independencia de la monarqua espafiola. Conforme estas intenciones, suplico que la Regencia y las Cortes presten su atencin particular fa ofe;i:ta que la Gran Bretaa hace de su mediacin
enti'e Espufia y sU'; colonias , asi como las nei(la> ciiciliatorias que tan fuertemente se recomiendiin como absolatamente necesarias durante las negociaciones po.va- una reconciUaciii, Los motivos que hiy para suspender las hostilidades , y adoptar medidas conciliatorias con la mira, de poner fin las diferencias ex?stentes entre las colonia-'* y la metrpoli, estn expuestos con tanta claridad y eicacia, que no me aventuro hacer mas que apuntarlos la consideracin de V. E. El otro punto , sobre el cual suplico respetuosamente se Hume la atencin de la Regencia y de las C o r t e s , es la poltica de admitir a l a Gran Bretaa la parlieipaciu del comnxio con las colonias eipaola^. V. E. y yo hemos discutido ya repetidas veces las ventajas que resultaran todas las partes interesadas de la adopcin de esta medida. Tengo entendido que este asunto ocupa en el dia la atencin de las Cortes: las miras ilustradas que han dictado algunos de los decretos del Congreso, j u s tifican la segura esperanza de que acreditar el mismo espritu liberal , concurriendo una medida, la cual no solo dar un poderoso manantial de rentas la Espaa, sino que conducir esencialmente p a ra reconciliar las diferencias que por desgracia subsisten entre la madre patria y las colonias , y afianzar en lo sucesivo la buena inteligencia sobre fundamentos slidos y permanentes. Ruego V. S. acepte las seguridades de mi mas alta consideracin. = Firmado. = V Vellesley.
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Recuerdo oportttno, ,
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D e b o hacer mis lectores un recuerdo oportuno importante , no p o r la p a r t e qne en l rae l o c a , sino por lo que interesa toda la n a cin. S u p o n g o que tendrn muy presente I J que corri en los meses de abril y mayo de 1811 , sob r e que se iba i'i declunu* el comercio libre con nuestras Amricas. D x o s e entonces que estaba, discutido (en sesione.s reservadas) , y que el Coiu greso iba li votar como lo pedan los seores diputados americanos. E r a la opinin casi g e n e r a l D
230 dentro y fuera de las Cortes, de que no podia neg-rseles una solicitud en todo conomie con el principio declarado de parte integrante..., Se opinaba tambin que supuesto de que aseguraban los americanos que con esta providencia se pacificaban como con la mano las Amricas, seria demasiada torpeza ilol gobierno negarse i lan interesante resobcion para ambas spalas. Por estos errados principios caminaban escritores pAblicos , personas condecoradas , parlicnlares , gobierno y quantos piensan (que hay muchos) de que todos los caminos van A Roma.... solo Ciinceloda se atrevi a impugnar estas generalizadas opiniones.... pero (que saque de expresarme con vehemmcia contra semejante desatino? Que se me graduase (aun por algunos del Congreso) de mi loco... en mi cara misma se me tral como tal , dorindome la pildora cou el nombre de patriota exlfado.... este fu el fruto que saqu de mis agitados pasos para contener un mal graduado solo por los hombres de inteligencia ; de los que por nuestra desgracia carece la Espaa en este ramo. Visto que nada avanzaba con la expresin, apele la libertad de imprenta ; y quaiido el seor Valiente, que presidia en el Congreso, tenia ya casi concluido este negocio fsufi cien te mente discutido) para votarse, aparece en las esquinas, fixado el papel, cuyo contenido debo tambin recordar. Decia as. ,f 3. 1. La Nueva Espaa tiene seis millones de habitantes : los cinco y medio no quieren el comercio libre. 2. Quatro millones consumen efectos de las fbricas de su pais, y hacen circular 28.70'0.000, duros, nico dinero que conservan por medio de sus manufacturas. 3." El cojuercio libre les quita esta circulacin, y atrasa la agricultura..
231 n 4.* Las distancias donde se cosechan el algodon y la lana impiden hacer extracciones. 5," El crecido nmero de arriera queda sin medios de suhsistir por el comercio libre. Qo Todas las extracciones no alcanzan cubrir las internaciones; por consecuencia tienen que pagarlas en plata , y no alcanza la que se acua anualmente. 7. E l comercio hbre imposibilita los progresos que se desean para poblar la provincia de T e xas , y las dems internas por medio de las manufacturas nacionales. 8. Espone perder este hermoso territorio con sus puertos de San Bartolom, y Orcoquizac al seno Mexicano. 9. Expone perder las. provincias de Californias por el mav del S u r ; y por consiguiente las Filipinas, til no se mantiene el comercio de sa Nao Acapulco. ''-*-'^ 10. E l contrabando no perjudica mas que en nn 10 por 100 anual k la renta pblica , respecto de lo que producen los derechos impuestos ii las nianufacturas mexicanas , y se puede extinguir con facilidad. Siu el examen de todos estos puntos es imposible que se resuelva un negocio de tanta graved-ad, si no se quiere miiuifeslar clarauoute el deseo de perder la Nueva Espaa., y de introducir alU el .descontento general etc. La lectura de estas diez tesis fixadas (que llamaron algunos americanos Pasqun spAicioso) y la oferta que hacia al pie , de probarlas eu un quaderno que estaba imprimiendo , sovprehendi , no solo los autores de la peticin , sino los adictos ella. Se reuni el Congreso ; y eu lugar ,de votarse la cuestin (bstanlemente dUciUiUifecian algunos) ocup parte de la sesin reservada el papel fixado , mi persona , y quanto pedia contribuir x recomendarla para que fuese des-
232 causal" un castillo. N o falt sin e m b a r g o quien defendiese detiro del Congreso , rjiiando no us conocimientos en la niateriii , k lo niiios mi buen celo ; y por iltimo tuvieron que sujetarse algunos americanos las leyes de la libertad de imirenta, si querian acusarme. Paralizada por entonces la votacin , ocurrieron los apasionados (i otras medidas. Estaban, pendientes en la Reg^encia las contestaciones que van insertas , y en los pocos dias (jue mediaron desde 28 de M a y o (que se fixaron las tenis) hasta 1. de junio, consig-terou que la Rcj^Tiicia reuniese todos estos d o c u m e n t o s , y se diese cuenta al Congreso con la exposicin siguiente.
Representacin entregada al Conp-eso Nacional de las lispahas por el Sr* Ministro interino de Estado,
/ SEOR. De orden del consujo de Regencia he \enido manifestar las Cortes cuiiles son los sentimientos del prncipe de Gales, regente del reino unido de la Gnnn Bietaa < Irlanda, sobre los desgraciados acontecimientos que de un ano Cbta parte han ocurrido en varias provincias ultramarinas , principalmente en Caracas y Buenos-Aires. Los despachos del marques d VVcUesley, ministro principal de Estado y de Negocios extrangeros, que acaba de recibir este enviado de S. M. Britnica, con orden expresa de pasarlos al consejo de Regencia , y de llamar la atencin de las Cortes sobre su contenido, darn V. IM. una idea muy exacta de la conducta que hasta el da ha observado el gabinete ingles con aquellas juntas; y de estos mismos despachos inferir igualinente V. M. cual podr ser su conducta en lo sucesivo, si no se adoptan las medidas que pro)one. Estas se redu* cen dos : primera, ofrecer su mediacin para r e conciliar las provincias de Amrica que se b;m separado de la metrpoli; y segunda, continuar el
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comercio que ellos han permitido exorcer los subditos lie la Gran Bretaa, lo menos por el tiempo que dure la negociacin , en el caso tic st-r ailjiiititia la propuesta que hace. El consejo de l l c g e n cia ha meditado con madure/, sobre una y otra proposicin , y en su consecuencia, me ha mandado manil'estar las Cortes, que por su p a r t e , lejos de hallar el menor inconveniente en admitir la mediacin propuesta, opina S. A. que es el medio mas e x p e dito, y quii'. el nico para curar de raz los males incalculables que resultan las Amricas y la Espaa, del lastimoso estado que se ven reducidas algunas de aquellas provincias, y d l a forzosa necesidad en que se llalla la Regencia de tomar un partido. Tengo orden expresa de manifestar V. M. que jamas ha propendido la RcgLMica hacer la guerra las provincias ultramarinas que se han substrado de la autoridad legtima, que por autorizacin de las Cortes generales y extraordinarias gobierna la monarepita nombre del rei B . Fernando vii. La necesidad sola es la que ha obligado tomar algunas niedidas rigorosas en el reino de NuevaEspaa, y aun esto se ha hecho por aquel virei, sin haber recibido rdenes de la Regencia, port^ue los acontecimientos ocurridos en aquel v r e i n a t o , n i dieron lugar que las esperase , ni fueron de naturaleza que admitiesen contemporizar con los pocos cabezillas amotinados, gente desacreditada all misroo, y en oposicin la generalidad de aquellos fieles y hoiiradisinioi habitantes. Por lo (pie respecta las provincias de Caracas y 5ienos Aires, las nicas medidas tomadas hasta ahora, se han reducido mas bien contener e\ progreso del mal , que oponerles una fuerza armada capaiK de destruirle, pues todo se ha reducido establecer un bloqueo por mar que impidiera la salida y entrada de bucpies en sus puertos , y aun esto ha sido siempre aconipanado de protestas y de manifestacin de deseos de reconciliarse , particularmente con Caracas , cuya junta se han hecho proposiciones muv nioderacUis por conducto del ministro plenipotenciario de Espaa en los Estados Unidos de Amrica, cuyo resultado no hay tiempo todava para que pueda saherse. >
354 Sentados estos principios , las Cortea no podrn menos de notar en la lectura qne har de los despachos del uiurques de Wellesley , que no hay toda aquella exactitud que seria de desear en varias de las proposiciones que sienti como absolutas , acerca del sistema que lia observado la Regencia con aquellas provincias. Tampoco la hay en haber rehusado la Regencia hi mediacin que supone haber propuesto varias veces para la reconciliacin con la madre patria, pues constan por los papeles que acompaan esta exposicin , que desde la primera vez que dicho marques manifest en Londres los diputados de Caracas que se baria mediador para la reconciUacion , fu ailiuitida por el conseo de Regencia, sin que en todo este espacio de tiempo que Ixa corrido desde agosto del ano pasado, se haya vuelto agitar semejante cuestin. Prescindiendo , en fin , de la arbitrariedad con que se sientan algunas proposiciones en los despachos que leer continuacin , ei consejo de Regencia ha celebrado sobre manera que el gabinete ingles, en fuerza de las varias reclamaciones que se le han hecho por mi parte contra la conducta parcial quo ha observado en favor de las juntas de Caracas y Buenos-Aires, manifieste una vez clara y distintainente cual haya sido su objeto, y ha venido declarar que se har mediador baxo las condiciones que propone. La primera : esto es, la mediacin , opina el consejo de Regencia que deberla admitirse estipulando por bases: el reconocimiento de las Cortes generales y extraordinarias y del .Consejo de Uegencia, autorizado interinamente por las mismas para gobernar la monarqua en nombre del rei Fernando vil. Segunda : que procedan inmediatamente la eleccin de diputados para las mismas Cortes , conforme al reglamento prescrito por la Central, y q"e se obliguen reconocer todo lo que las Cortes decreten , en unin con los diputados de toda his provincias europeas y ultramarinas que componen e.sta vasta monarqua. Por lo que respecta al comercio directo de la inglatera, el consejo de Regencia quando propuso las Cortes por mi conducto qual era su opinin acerca de este delicado importantsimo p u m o , tuvo
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muy a l a vista que ademas de no ser Justo privar los americanos espioles de todas las vcntajis que huyan de disfrutar los espa&oles europeos , seria muy oportuno conceder los ingleses ct comercio directo con algunos puertos de Amrica, baxo las restricciones t^ue se exprsarin, las que V. M. tuviese por conveniente laloptar. Ha..llegado el caso de tomar un partido prudent e entre los dos extremos, de yitgar absolutamente el comercio los extrangeros, concederlo h^ym las reglas que se juzguen mas adecuadas las circunstancias en que ntjs halliinios. Como en el da puedo decirse que no hay otra potencia comorciuuc que la Inglaterra, por tuaiuo la^ dems se hallan casi inipoaibitudas de hacer la navegacin , merced al inlluxo pestilencia! que eu ellas cxerce Buonaportc , seria pnnto minos que ilusoria qualquiera concesin que se hiciera los buques extrangcros en general, pues aunque los Es-^ tads Unidos de Amrica pudieran disfrutar de este beneficio, la conducta que ha ob>ervado su gobierDO no es acrehcdora de modo alguno que se le conceda por ahora. Hay que considerar ademas de esto , que la Inglaterra est haciendo ser\icis muy sealados la Espaa de tres auos esta p a r t e , y derramando la sangre de sus subditos en defensa de nuestra causa al paso que las dems potencias han adoptado el sistema destructor de Napolen , y muchas de ellas le subministran hombres y dinero para que nos des^ iruya. Llegar, puede ser, el caso de que varen de sistema, y una vez resueltas reconciliarse coi> nosotros, tendremos alguna venlaja mercantil que ofrecerles, al paso (pie los americanos espaoles conseguirn el beneficio de la concurrencia de sus mercados. El consejo de Regencia, Seor, no puede menos de insistir en exponer la consideracin de V. M. que una vez reconocido el principio inconcuso de que las Amricas son parte intgrame de la monarqua, seria una contiadiccion manifiesta jirivar sus habitantes del goce de todos los derechos que hayamos de disfrutar los espaoles europeos , sean de la naturaleza que fuerei.. De otro modo opina S. A. que uo se debe contar con una sincera adhesin de
23G aquellos habitantes la Espaa europea; y por consiguiente ser intil cuanto se trabaje para verificar la reconciliacin que t.uit apeteoemo,: ul contrario , se debe suponer que cada dia se enagenaiu mas y nas los nimos de aquellos habitantes ; y cuando se quiera proceder baxo los principios de ngo^ rosa justicia, ya no llegar tiempo la enmienda. El consejo de Regencia no se limita al comercio de los extrangeros : cree de su deber manifestar' V. M. lo que juzga preciso para, establecer una unin indisoluble entre U Espaa euiopea y la Espana americana, unin que no est sujeta a l a fuerz a ; qne se conserve por el mutuo inters ; que sea independiente de las vissitiides de los gabinetes, y que eii todo acontecimiento pueda aquella parte principal de la monarqua defenderse ella nisma de todo ataque exlraugoro, lo mismo que esta de Europa se defiende ella misma de la agresin de los franceses. El consejo de Regencia protesta las Cortes, que ninguna mira particular le mueve manifestar con franqueza su opinin sobre una materia qiic j u z g a ser de la mayor importancia para el dia, y para los siglos venideros ; y S. A. me ha mandatlo expresamente manifestar alas Crtc, que es muy tlificil calcular lo que puede sobrevenir en las posesiones ultramarinas , si desde luego no se adoptan los medios que dexo expuestos como tnicos para restablecer el orden en aquellas vastas regiones, y asegurar su ntima unin con la Espaa europea : esto debe aatUrse que mientras el gabinete britnino no pueda comljinar el nteres mercantil de la nacin inglesa con la reunin de todas las partes que constituyen la vasta monarqua espaola, no debemos prometernos que influya en la reconciliacin ; antes bien es de presumir que continu obrando como hasta a q u , es decir, en un sentido opuesto nuestros iiiLerese-s, sin que el consejo de Regencia tenta medios para hacer que desista de su sistema- Por el contrario, luego que la Gran Bretaa sea admitida participar legalmente de las ventajas que le ofrece el couierci con nuestras posesiones ultramarin a s , cesa el motivo que ha tenido para mantener una correspondencia poco delicada con las juntas que so han substrado J* J autorid-ad iegLiuia, au-
237 nienlar sus rccui'sos; principiar obrar en nuestro sentiilo, y es niuy posible que nos proporcione meis pecuniarios para culirir una pivte de los gastos de la guerra, en que tan justamente noi haW llauuis ei-npcriados. Cidiz l.^ de (unio de 181 .=Kii\ ieh'io Brda^-i,y -izara. {II) ^ ' - " ' a d a se resolvi por entonces en el C o n g r e so , sin e m b a r g o de los esfuerzos qnc p a r a ello hicieron algunos americanos. P u d e mientras agit a r la impresin tle n qaitlevn, y consegm (no sin sacriJifAns pcvmiiafias) (V) *^\ne saliese (x luz con el ttulo ele; Ruina de la Nueva Espaa si se declara el comercio Ubre con los extrnngeros. En l presenl6 la estadstica de la N u e v a E s p a a , \ puse en un punto de vista quienes eran los consumidores de efectos e x t r a n g e r o s : quienes se m a n lenian all de las fbricas nacionales : q u circulacin conservan por sus relaciones internas: qual era el motivo de su decadencia y aument o , y el dao de l a introduccin e x t r a n g e r a . Manifest la situacin de cada una de sus p r o vincias ; las distancias de los puertos de m a r q u e . imposibilitaban las e x t r a c c i o n e s : el mal inevitable de aquel r e i n o ; y por consecuencia el descontent general de sus habitantes si se accedia en el Cnngi-eso la solicitud de los diputados americanos. M e remit documentos y estados que hahia yo publicado en M x i c o ; y conclu cou (11) La lectura de esta represenfacin hasta para-
conocer lo empeTuida que se hallaba (a ncgnciacinn del c o m e r c i o libre ; y prueba uc s no tenemos ai el seno del C o n g r e s o personas sabias V dtrididns sacrificarse por el bien de las i^spaas, la proposicin de (os Srcs.' Americanos huhera aidn (a ruina di I imperio espaol. 1 mvil de este fatal rcsul/adn era, liahlcmnsfrancaviene' i /?'""'''' americanos la malicia; en nuestros secretarios la ignorancia ; y en el gobierno ingles la codicia,
238 que semejante solicitud era solo d e los qne no tienen que periler, y en n a d a conforme con las intenciones de la palle sana que habita la A m r i c a . C o m o nailie pedia replicar mis a r g u m e n t o s , se llam la atencin del Congreso por algunos a m e ricanos sobre n lenjiiase desaliado en la introlnccion {\ la o b r a , cuyo contenido van i ver los lectores para que deduzcan si poda sor otro en aquellas a p u r a d a s circunstancias, de hallarme solo en mi opinin contra la de muchos del C o n g r e s o , "Regencia, ministro de E s t a d o , ingleses, y multitud de p a r t i c u l a r e s , es a l a letra. Entre ios piinlu.s de mayor importancia que se han tocado en el Congreso , ninguno presenta mayores males que la solicitud del comtrcio libre de los extranjeros con la nueva Espaa. Los que lo han solicitado, y los que estn dispuestos concederlo cauiinarn acaso de buena fe, sin conocer quiz que caminan . la total ruina de aquel pais. Qual es el bien que se concede la nueva Es-, paa?... Hai por ventura los conociniientos debidos de las partes esenriales que pueden constituir ese bien? i Se ba entrado en los pormenores que demanda una resolucin de tanta consecuencia? Se han cotejado las ventajas <]ue pueden sacar los exr trangeros con las que puedan resultar la nueva ICspaia? Se sabe el nmero de habitantes que pide ese comercio? Se han nvestigatlo las producciones de aquel pais qne puetlan facilitar un cambio Tcntaioso con las de Europa ? Se ba tenido presente la conservacin de las islas Filipinas por medio de su nao de comercio al jnu'ito de Acapulco ? Prescindamos de la valiente y fiel Caialtihn ; sus diputados en el Congreso toca liacer his observaciones correspondientes si fuesen comerciantes, y si no lo son , chese la culpa s misma la provincia en no haberlos nombrado; mi objeto es solo defender la nueva KspaHa de un mal qut; la va reducir i la mayor miseria : la conservacin de las islas Filipinas , y manifestar los exirangeros que si ellos consiguiesen extraer basta el tiuuro de circulacin interior que sostiene la vida de las familias de nueva Espaa, no lia sido por falta de quien
239 conociese el plciio mercantil ; no por la teora, sino por l\ prctica de mas de 30 anos en Europa y Amrica ' tl"^ ella me seala hasta el grado que pueden llegar las empresas, al abrigo del com e r c i o , para destruir de raz cuantas manufacturas tienen os n e x i c a n o s ; que por ltimo, la nacin espaola va reducirse esclava para siempre cu los dos einisferios. La balanza del comercio exige grandes conoc- '' mientos prcticos : es materia mui rida para los que no la iian estudiado. Desde la venta con vara de medir detras de un mostrador , ba^ta las mayores empresas de cargamentos y almacenes , llevan consigo muchas observaciones. La opinin general denuestros magistrados y rentistas es qne toda la ciencia del comerciante se reduce , comprar barato y vender caro. Mientras estos mandones han caminado sobre uua ideas tan faltas de observacin, las potencias que han procurado su prosperidad , nunca se han aventurado resolver sin un escrpulo- ' so examen de todas las menudencias, porque ellas dan el resultado en grande. La gran Bretaa, esa potencia la mas sabia del mundo en mi concepto, en ningunos tratados pone mas cuidado que en los que tocan al comercio, por mejor decir , todos tienen por ol/jeto su prosperidad. Ninguna nacin mas liberal en sus ideas, y ninguna que las tenga maq arregladas en materias de comercio. Nosotros, que por imitacin nos hemos querido entregar en el da esas ideas , tratamos de romper el dique grande estanque <le agua detenida ,^in conocer que su torrente se lUivar de encuentro casas , mieses y cuanto halle por delante: que seria mejor irlo desangrando poco poco para observar sus beneficios y sus daos. Entiendo que de este modo de pensar habr muchos en el Congreso; pero los dipii/ados suplanten de Amcru'u han pedido el comercio libre con los extranjeros: dicen que con' esta concesin se contentan aquellos habitantes^-, arguyen con que por el decreto de parle n'igmnfe no puede negrseles lo que est concedido Espaa: amagan con el resultado de la indcpendecia si no se les conc'ede; y el Congreso , deseoso de asegurar la tranquilidad de
240 a q u e l l o s dominios , se ve e s t r e c h a d o s u c u m b i r , p o r lo e x p o n e r s e ( su p a r e c e r | q u e se verifiquen eos ama L: os. T r i s t e situacin q u e liemos l l e g a d o ! ! ! La l l o raran nuestros ibueios con l g r i m a s d e un j u s t o s e n tiniiei:t : cotejo v e r g o n z o s o con los q u e d i t t a r o n las sabias leyes d e Indias sobre el c o m e r c i o con los e x t r a n g e r o s , y cunvcnciniieiitos sin disculpa d e q u e el C o n g r e s o tlebi a d m i t i r a u n e u r o p e o en calidad d e Cipositor ( c o m o se le p i d i desile el p r i u c i p o ) q u e .tuviese c o n o c i m i e n t o d e a q u e l l o s paiscs , p a r a i l u s t r a r las m a t e r i a s . D e la p r e s e n t e ni u n o s ni otros t i e n e n a p e n a s n o c i o n e s ; q u e desgracia!... P e r o ya q u e nada se remedia con e x c l a m a c i o n e s , a t e n d a n i o s solo ios deseos del a c i e r t o d e este r e s jctable c u e r p o nacional : hagmosle p a t e n t e s t o d a s as r t f l e x o n e s hechas al jirincpio , con datos c o n v i n c e n t e s , y esperemos el resultado. P a s e m o s p u e s los p o r m e n o r e s . (Me reinfoalcuiultriio cujjos exemplares se tnhrgaron ios seores ipiiiadus.J
al
Las Cortes generales y extraordinarias, habiendo examinado con la debida detencin y madurez la exposicin que V. E . ley en sesin secreta del dia primero del corriente, sobre la mediacin ofrecida por el gobierno ingles para la reconciliacin con la metrpoli de las provincias de Amrica desidentes , con todos los documentos relativos ella , qne V. E- <^ntreg en aquel acto y los que remiti posteriormente con su oficio de 8 del que rige; atendiendo la alta potencia que se ofrecen edianera, y con la que tienen lamayor consideracin como nuestra ntima alia-
2-41 .da> no menos que la disposici^n ele S. M. tiar lus Uinus iirue\>as de su bciiionitlvul V amor patenval Ucia dichas provincias, que nunca Ua podido dcxar de mirar como partes intet>rautes de la monartiua espaola, V deseando que esta negociacin se execute de manera (pie no oinda al decoro nacional , y surta el etct'.to que se desea; han resuelto: 1. que se admita la mediucion que ofrece la gran Bretaa para reconciliar las provincias disidentes de Amrica: 2. Las vses princiiVals deben ser el allanamiento de estas reconocer y j u r a r la obediencia las Cortes y al G o b i e r n o , y nombrar sus diputados que las representen en las Cortes mismas , y vengan incorporarse con los dems de la n a c i n : 3." Se suspendern las hostilidades reciprocament e , y en su coiLsecuencia las jmitas de dichas provincias pondrn en libertad, y restituirn sus propiedades y posesiones los que se hallen presos, 6 detenidos por adictos lu causa de la metrpoli; entendindose lo mismo respecto de las personas que por haber adherido dichas juntas , estuviesen presas, detenidas por tas autoridades sujetas al gobierno de Espaa , todo consecuencia de lo prevenido en el decreto de 15 de octubre anterior: 4. Se las oirn las reclamaciones que hagan , y se olreccr atenderlas en cuanto permita la justicia : v*)." E n el trmino de ocho meses contados desde el cUa en qne entable la negociacin con las respectiv:is provincias , antes si se pudiese, se dar cuenta al gobicr-
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no espaol del estado en que se halle: 6. Para -que pueda llevarla al cabo la gran Bret a a , se le permitir durante ella comer- " ciar con las mismas provi(;ias, quedando al cargo de las Cortes tratar sobre la participacin del comercio con todas las de Amrica-: 7.* L- negociacin deber quedar con- * . cluida dentro de quince meses contados desde el d i i i e n qu se entable : 8." No r e r ficndose la reconciliacin en el trmino de los quince meses, suspender la gran B r e t a a toda comunicacin con las provincias disidentes, y auxiliar la metrpoli para reducirlas su deber: 9.'^ Al contextar el gobierno la nota del miriistro ingls, le expondr como prembulo las causas que le mueven aceptar la mediacin , y poner salvo su decoro. = L comunicamos V. E . de orden de las Cortes para que tenindolo entendido el consejo de Regencia , dis])onga su ])untual cumplimiento. Dios etc. = Cdiz 19 de junio de 1 8 1 1 . = Sr. primer secretario de Estado y del Despacho miiversaU . .j. btcesos posteriores.
Esta contestacin del Congreso fu remitida al gabinete ingls , y poco tiempo se soli la voz tle que la mediacin y comercio de la Inglaterra , n solo se debia extender la Amrica dql sur , sino al reino de Mxico. E n consecuencia ^nnierou Cdiz varios comisionados ingleses p\ra de aqu partir las Amricas. Se suscitaron con este motivo grandes y acaloradas disputas en sesiones reservadas del Congreso. Los Sres. diputados americanos, se dixo, hicierou los
243 m a y o r e s esfuerzos p a r a que se votase segim p e dia la g r a n Brelafin ; p e r o alvunos de los europeos , mas inslruUlos y a de la m a l a fe de los rebeldes, lo resistieron con inteligencia y resolucin. Y o acndi i la libertad de i m p r e n t a , insertando en el Redactor 1 4 d e julio d e 1812 lo siguiente: Sobre los comisionados ingleses qtie ofrecen pacifcir \ nuestras JmCricas. ' \ "Nada pueden hacer ya en la del Sur, respecto de que los rebeldes han corrido de una vez el velo, : ^ cnmo aviunri: en mi peridico Telgrafo Americano^ \ {^^ (^.^ (vase el nmero 14- y pginas 0 y C3 &c.) , mucho ' minos pueden conseguir en la Nueva Kspaha, pues ^ no hay con quien tratiir, menos de f\iie se quiera c^ dar carcter gcfes de asesinos y ladrones, como lo han Rdo desde el cura Hidalgo liasta Morelos , sin , que ninguno liaya formado ni aun simulacro de go- bierno. Como esio es tan pihlico , excuso hacer mas : reflexiones sobre ello; la nica que resta se reduce ' manifestar q u e , si pesar de todo esto visemos que van los tales comisionados (particularmente la Nueva Espaa), nos debemos prevenir para ver las / mas desastrosas resultas en ambas potencias aliadas, conducidas al precipicio por miras purticulares que ' manifestar (si tal sucediese) con la verdad y resolu- j cJon (jue iicosiumbra J, L. Cancelada.'''' .,--^' M u c h o incomod este avtculo algunos ame* r i c a n o s , en particular ul S r . j4^cocer, q u e h a b i a \ consentido (segtm se e x p r e s ) llevar consigo l a ' N u e v a E s p a a el comisionado i n g l e s , desde luego p a r a q u e tuviese el honor de ser presentado al b r b a r o Mtelos , y u n o de sus generales ( u a arriero que no sabe leer ni escribir ), tal d e b e m o s suponfr era su intento, segn lo que corri <iue habia manitestado i uno de los R e g e n t e s , q u e *^ra el nico wedi*) de pacificar la Nueva Espaa, ^ e esta y otras falsedades se han valido los q u e tenan inters en alucinar l a E s p a a , y \ su aliada k l u i r l a t e r r a , sobre los sucesos de A m r i c a .
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F i n a l m e n t e , 61 se fu6 con el sentimiento (e halier visto tlesbavatiula esta nc^-ocacion; la del conieiTio l i b r e ; la de impedir que pasa-sen tropas de Kspana la A m r i c a ; y las d e m s que se leen en los diarios de C o r t e s , y se le oyeron en las sesionas reservadas : (rracin* ^ los diputados qne hablaron con enei-u-a, entro ellos u n o , cuyo discurso apreciara insertar cuntinnacion, tanto por las g r a n d e s ideas y reflexiones polticas que encierra , como porqne supiese la nacin quanto d e be i su incansable zolo y patriotismo. Quiz po. d r vencer su d e l i c a d e z a , y lo copiar en otro nmero.
jr; ' * -* aidad de aten'det mis soKciludeS se d e c i d i 6 t o mar de su mano la empresa, de acuerdo conjilgu-: nos diputadoi de C o r l e s ; y la Gran Bretiia, si reexoua, se habr cotivencido de que esta es la ver^ dadera mediacioa para con unos embusteros , y el medio de que ia madre patria sea socorrida. Si no fuesen 6. la Nueva Espaa tropas, no vendran los caudales que han, couucido el Asia y Algeciras , y los 4 millones que conduce el San Pedro.
24< ni como pueda convenir Ta bvtati 'de imprenta en Tin pueblo dividido en bandos, y en que el un partido ha declarado al otvu de mil maneras el odio implacable que le tiene. A dos mil leguas de distancia es imposible acertaren t o d o , porque no puede preverse el estado en que estarn las cosas quando se reciban las providencias que se dan , mayormente en un tiempo en que de un da otro muda todo de aspecto. Si no vienen tropas de Espaa , muchas y pronto, se lo lleva esto el diabloj y si la junta prcpnratoria sigue por el 6rilen que va, apoyando sus acucri^os en los presupuestos que le presenta uno de sus focales, se lleva eso tambin con el enxambre de diputados que vaya de a c , y q u e , elej^idos como es preciso que lo sean conforme al espritu pt'iblio, tendrn en sus manos la suerte de las Espaas. P. D. Por la lista de electores ver Vd. la flor y la nata del espritu pblico, y deber sacar de aqu que lu mismo debe suceder, no solo con el nombramiento de diputados de provincias y de Catates, sino con la eleccin de cinpcradoi\ s se pone en sus manos. Castillejos y Lazarin han tenida votos para electores. (14) (14) Castillejos (abogado) cselauior delpaptlinccndiario ijnc. circul por las provincias para prepararlas la rbt'lioit. CWria con el soi'irescri/o de Justo Patricio Prayron fu cogido de orden del vire i por el administrador general de correos Jvn Andrs Mendavil al tiempo de sacar lu carta , y entregado \a justicia. Convencido de su infidencia , se mand Es~ j:aa. AUI logr ser comprehendidOjcomo oroscriolfoSy en el indulto de las Corles de 15 de octubre de 1810. .Castillejos seguir sus mximas segn lo que anuncia esta caria. Un compaero suyo, que tambin regres con l (ptrdonado) se ha pasado Rayn,j? es el secretario de la junta. Vino de su orden conferenciar con Morelos, y se jact de haber engaado con mucha facilidad a los gachupines, aadiendo gue eran los mayores bestias del mundo. Lazariu es un minist} o comisionado para hacer pri'sionesy ntimo de un tal Hiesgo, oficial de secretara. Ambos estuvieron presos por infidentes; uno y piro (y otro de n-cretnraj son.pasaros de cuenta; pei'o
2'U
Linfa.'de los seores-que el 20 4rl pisada noviembre. eligi el pueblo puyo. qvr. nombren el ayuntainienlu de esta lY. C. . . Parrosjuiu del Sagrario. Di-, y Mtro. D. Jos Mara Alcal, eclesistico. ****. D. Jacob Villa Urrutia, letrado. **'** Dr. y Muo. . Jo3t Julio Garca Torres , eclesistico. D. Antonio Lpez Matoso , letrado. ** .--''. Han Miguel. ". Br, D. Manviel Sartorio , eclesistico. :* D. Carlos Murta Bustamante, letrado. **** . t.Hanla Catalina Mrtir. . , D . J u a n de Dios M a r t i n e s , particular, .: ' , . -i D . Francisco Arroyave , dem. Santa Veracruz. -D. Pedro Crdenas , letrado. ^''* D- Luciano Castorea, eclesistico. ' . . . San Jos. *. vD. Juan de Dios Alanis, eclesistico y letrado, ' \-\ D. Jos Antonio Mendoza, id era. * Santa Ana, Dr. D, Ignacio Snchez Hidalgo , eclesistico.** Santa Cruz. D . Jos Mara Villalobos , idem. * - \ D. Blas de las Fuentes, particular. -r San Sebastian. _ -> D-Manuel VictorioTexo , letrado. * . * " ' " ^'.. D. Jos T e r r a d a s , particular. Santa Mara. . .. -D. J o s N o r z a g a r a y , eclesistico. . " '/. ,. : San Pablo. '.'. - ^ -t D..Mariano Leca , idem. . . . J . f: Dr. D- MrcosCrdenas, idem. ir Acatlan. ; .D. Francisco Galicia , ex-gobernador de indios. Salto del yglia. . .. ..' Dr. D. Jos Mara Torres Toriia , eclesistico. ** D. Mariano Orellana, particutar. -va7uos d la lista gus dice la carta: contiene los etgidos para nombrar ayuntamiento. Conozco los mas de ellos. Las ** sern por ahora la seal de lo que dir ,cn (Uros. 7imerof sobre todos y cada uno Kc. :
Palma.
'D. Dionisio Car. y Moiezuma, ex-gobrnatlof tl^ ':. indios. . . . San Antcmio de las JTuertas. Conde de Xala , eclesistico. (Todos son criollos,) (Suplemento al diario de Mxico del mi^icuies 2'de diciembre de 1812.) ^ -r ' Otra caria de la misma ftcha.
Publicada en esta \z. Constitucin el 3o de setlemtrejV unos das dcsjjues la libertad le iiiiprfnta, parece que se liabia soltado en Mxico una regin de demonios. Fn lugar de discursos p:.trt!cos tk; unin y frett'rnidad para que se acabiise la rebelin , abriendo los ojos los incautos, se procur inspirar rencor y odio iin[ilacable contra todo gachupn y contra la madre patria. El peridico JuguetUlo, el Censor de Aniequvra , el Pensador (en particular el nmero 7.), SM\ una prueba de esta verdad. En pocos ilia.s consiguieron alarmar basta el mas infeliz , repartindoles gratis estos papeles, impidiendo que leyesen los que salian en defensa de la justa causa. Los clrigos , frailes, criollos, notados hasta ahora de infidentes, eran los lectores por los barrios, tabernas, y por todas partes. Un plan concertado de esta naturaleza no podia menos de producir la fermentacin nas temible que se ha visto desde que levant fidtflgn e! estandarte de la rebelin. Por momentos esperbamos (juc las calles de esta ciudad se inundasen en sangre. Jazgue Vd. qual seria nuestro desconsuelo al ver qua la COIVJCC .mejor del mundo se iba convertir en Mxico en el exterminio de los hijos de Espaa que la haba producido. Mi hermano dir l o q u e pas ei 30 de noviembre; pues yo nada quise ver ni saber, por no aumentar las sentimientos que nie afligen, y que dari^n conmigo en el sepulcro. Copia de otra 8 de diciembre. -' \]
- El 29 de noviembre se hicieron las elecciones para el ayuntamiento constitucional, y en su votacin se ^;hzo yisinle el estado en que se hallaban los nimos del pueblo, preparados de airtcniano contra-cl
29 Ittifen: orden, y contra todo' nro/wo: qn TivalulatW tai\ (Ucla liiliis por p a n e de ios cvtullos ! t i u c tvapisondas oii U votacin para que no saliese ninguno tlt; lus t'iirop o s ! Pero i se conU'ntaron con liaItt r conset^uid" ^'^^<J ' Aspiraban exttrminarlos de una vez. I'ara ello tuniultuaion la pU be ; y Mxico 036 en aquella nctcho lo trueno haViia odo e n t r e s tibios. Mueran los gaclmpines y y viva el pudre Morc/t ' . . . . As andaban por las callea y plazas p r o vocando lodo emopeo ; y no coH'i^uiendo sn i n tento por este medio, se abalanzaron a uno de sns eslalilecnnintos piadosos: al eoiegio nombrado de las nzc-i}/!ius i y en 61 cometieron toda ciase de desrdenes, que la honestidad se resiente en publicar. Otra dd 10 del mismo wes.
Parece que la Espaa no quiere entender que sirs providencias nos e5[)onen perder la vid.a, y perder esta Amrica para siempre. {Es posible que l Constitucin mas liberal de cuantas han dictado los hombres, se pueda estableeer entre unos hombres entregados hace tres aos la mas criminal revolucin ? F.n que gobierno se lia visto que trocen los ladrones, asesinos , revoltosos , &c. du las leyes-dic-tadas para los honrados y pacficos ciudadanos , queBO aspiran :i otra cosa que la conservacin de la -monarqua ? No hay ya sufrimieiiio que alcance... que ella se establezca en provincias jue se han -mantenido sose<2;adas , por exemplo, las intimas , concedo ; i |lero en hi'i que se hallan en revolucin!... jen las que desean su prctica para aseguvar su i n .dependencia !... El primer paso qne dio este p u e -blo, movido por instigadores, fu excluir de las ieleccioni's los europeos; y para qne ? para que stos no les puedan deshacer sus complots : jy que TesuUados espera la K>paa de estos jjrVtneros pasos? perder la Amrica, y expimer tudo euriqieo, j bnen criollo perecer manos de la mas inuditu ferocidad; y es este el camino de hacer feliz la monarqua? Otra del 16. 1-Ofi nimos de la cjente hnmiUle aun siguen inquietos de la toruitUta pasada j prueba de que aun
250 no est bien ipagudo. el'fitego su^terrane&.mie lo calent el 29 y 'SO de novi embre. Al Sr. Villa U r , i-iitia***** parece que se le lia. mandado salir de Arden del virey para Espafirt servir sn plaza de oidor en Scvila. Kste se d i c e , que era el autor del peridico Pensador mexicano... La tarde del 30 iva ei\ l>nizos de la pleve en triunfo por las calles ; era u de los electores muiiicipaies en consorcio de su siempre amigo el licenciado Bnstamante **^* Has* ta cuando ha de llegar la poca, de la impunidad y del descaro!!! Otra de la misma, fecha. La intriga hecha por algunos malvados, que conociendo la rudeza de este pueblo, compraron los votos del modo mas escandaloso , es causa de <jue el 'Virey se haya visto obligado suspender el artcuJo relativo de la Constitm-on , de cuya absoluta, TG-^ ibrma pende la tranquilidad y permanencia de es.te vasto continente. Por los colegios , universida^.des , barrios y curatos se buscaron y pagaron los vo-* tos, para el oidor Villa Urrutia**** cannigo Alcail, *** licenciado Bustamante, ***" y otros individuoK 4espreciables los ojos de todo buen ciudadano. La 'ingratitud de muchos hijos de este reino ha dess.preciado los beneficios que la. madre patria le presentaba en nuestra sabia Constitucin.'En los pa^ eos dias que han mediado desde su publicacin , se -han valido de su liberalidad para aumentar los sa.tlites de la independencia : se han quitado la mscara.... La parte mas sana del reino .trata de refi^.^iai;se .'k-. otros paises en que no .peligren sus vidas. -E.sto se pierde irremediablemeute : falta la fuerza ute fixe la opinin extraviada ; falta energa y actibidad bastante, y faltan rigorosos castigos que contengan -el cQniulo de iniquidades, que ni eii sueos cabran ,)eQ la imaginacin.
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Mxico.
Capitanes araduados de tenientes coroneles , el Baciiller Barrera, cU-i-ig de M-xico. - D . Mariauo Valdevicso , cura del obispado de YalladoUd de Mechov\can. -. ' . -. '*.
352 D . Josi! l^naclo VaWevieso , cura del mismo Qbispatlo , movw como ^le O aos , vizc.p,, muy borracho, y iloslionestu en extremo. D. Narciso Aparicio , clri^o dol o))ispailo 4e Puebla : al;unos de estos exerceii (\ un tiempo la g-nerra y el servicio de capellanes de divisiotiesj Capilanes , u Gero azafranado (que siempre anda disfrazado ) , y fu encargado de un curato del arzobispado de Mxico. Otro clrif/o , alto , delgado , que vino de IzucaR con TMatamoros. Otro cl6ri(jn, que vino con queja Morelos, porque la junta americaua se babia negado sus pre-, teusones. . Otro cinago de Quecbula, Itcl(/iosos franciscanos con distintos grados , y comisionen. :
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F r . Mariaiw Ibarg-uen, Fr. N. (xtttierrez.t Un Apstata anticuo del convento de Valladolid. Fr. Manuel Saman , corista. Sotomoyor^ (navdian de Gna(|uichula : c^tc fue con comisin Mcdellitiy Cosamuluapan. -^ Fr. Juan Davila. . .. ' . De otras religiones. K .. '
Un leg-o Dioynino , que vino de Izucar con Ma? tamoros. Uu Bclcmifa, IC^O tambin , que liace de capelln sin saber latin , y de oficial siu saber dar viitlta ii la derecha. Un lego de Sun Juan de Dios , Mexicano , idto , mal hecho, aiimlatado, y muy borracho. Otro Lego de San Juan de Dios , hijo de Cdiz, qne al salir de Puebla cou el convoy , fue coi^ido y conducido i\ Morelos, y para librar la vida (como o-achupin) aparent ser su voluntad andar con los reijeldes. Mand Morelos destinarlo i la ciruga , pero teniiudolo siempre i bi vista. ,,
25S Pr de cada uno de los oficiales. Los marisonles de campo 5 duros tliarios, los brii^iidiei-es 4 , los coroneles 3 , los capitanes 2, los capellanes I , la tropa se mantiene del saqueo particular (15). Total del exrcito. I A S lisias que se pasan diarias contienen el nfiuiero de l.OOU lionibres , la tercera pavte armados de fusiles, y los dems con machete,laoza, y los indios , honda. La mayor parte es de caballera; pero sin instruccin en las lormacioues. Maestranza. Consta de 172 operarios, 32 hornillos, 14 16 fraguas , una fundicin de caones y halas , 2 mquinas para amolar espadas y machetes con 4 indios en cada rueda , aserradores, carpinteros para hacer cureas y caxas de fusil; la fbrica de plvora es lo mas notable, pues se hace caminando el exrcito , sin mas auxilio que el de los metales (10), y cada iudia entrega diariamcote de 30 35 libras. Los operarios para esta y otras obras son conducidos palos, amarrados. Disposiciones econmicas, ""' Toda la plata del rei que se coge, es sepultada; la que corre es la americana que abunda de cobre : hay para fabricarla cuo , troxeles, etc. todo porttil. Con el exrcito hay esta fecha 161 barras de plata (sus marcas son diferentes), y 29 caxones de pesos mexicanos: ignoro si hay alcrun oro. (15) No se habla en estos apuntes de la dems oficialidad sin corona (16) Metate es una piedra como la de moler chocolate sirve /flm6eH ] hacer torilUis de 7naiz, y son nnos hornos porttiles, ...v..;.,;t :,i
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254 S e ha acordido, aunque no resuelto (de miedo), h a c e r una correra sobre todiis las colcctoras de diezmos; pues dicen CKIOS sacerdotes que pertenecen al exrcito (pie defiende su independencia. E s t e pensamiento es del caballero secretario de S. M . la jnnfa, del que hablar m a s adelante. sancionadas por Morelos que rigen en su cxrciio. \.^ Q u e no debe exslir en A m r i c a nin^run ff(n/nipin, sea espaol, fr.uices, ingles de cualquiera nacin de E u r o p a . 2/ Que toda propiedad de estos pertenece los americanos. 3.'^ Que cuanto se exeoute p a r a lograr uno y otro es conforme con lo revelado por nuestra Sra. de G u a d a l u p e . 4.^ Que sobre todos los seres de la tierra es el sacerdote el )riutero y el escogido por D i o s p a r a gobernar espiritual y temporalmente , en cuyas manos ha depositado iodns las riquezas t e m porales y ciernas, j)ara que las distribuya i su v o l u n t a d ; y cnanto sirva al recreo y comodidad del sacerdote queda bendito del cielo , como objeto cscog-ido por Dios p a r a la conservacin de su lugar-teniente en la tierra. D e aipii lia resultado no escandalizarse el ex6rcito de ver la turb a de inugeres que rtdeau los sacerdotes. B a x u de eslos |irincpios hay p e n a de la vida al que m a t e un s a c e r d o t e , aunque no sea de su parlido opinin (este fu el motivo de no perecer (\ sus m a n o s el que escribe estos apuntes): todos los sermones y plticas la tropa se reducen cousoli<ai* estos principios. Ocurrencias, U n tal Ticier, teniente del fixo de A V a c r n z , jie pas al e j r c i t o de M o r e l o s , con su asistente nombrado Carrasco,.^ T r a x o noticias mu hw-.
1- .
Opiniones
255 portantes, y Morelos lo distingui con el empleo de comisario de f^uerrv. Tumbion se |)as T). Antoilo Sesma, criollo de Piultln, (lo las principales taniilia.s: Iraxo bastante dinero robado on Oizaba; y Morelos lo I17.0 al ^olpo intendente de cxrcito, y su hijo D . Hunon Sesma coronel. Al salir IMorelos para Oaxaoa lloo-6 el secre^ tario de S. M. la junta l(njn))fi con plieG:os interesantes , y k cumplimentarlo por su eleccin de vocal. Ilnbo una larga conlerencia: el secretario ha estado en Cdiz : hahla de la lles^enciai de Cortos, y de consejos en Espaa con el mayor desprecio; concluyendo que todo gachupiu es un botarate: pie su cansa formada en Mxico en tiempo del Sr. Garibay,por la que lo mandaron preso i Kspaa, fue vista y sentenciada como (\. l le pareci, pues en hablando un americano se quedan con la boca abierta; y que e muy fcil enoaar, etc. La principal comisin que traa este charlatn, era la de observar las fuerzas de Morelos para xdteriores combinaciones de la junta , con los dems cuerpos esparcidos por las provincias, para ver si se podra entrar en Puebla (cuyo obispo deba perecer con todo europeo), (\ lo menos . hacer un saqueo. Para ello pensal)a la junta aproximarse, Hxando su residencia en un pueblo de la sierra, no lejos de l*uebla, que ya estaba demarcado, cuyo plan vi, con escala, vientos, etc. Nada se resolvi hasta no tomar Oaxac a , respecto de que varios criollos de esta ciudad apuraban , que no se perdiese la ocasin de robar k los gachupines, pues ya algunos se ibail ausentar. , Correspondencia activa que recibe Morelos.
25G presos Morelos de M x i c o , Puebla, y otras ciiulades. A la sazn la mas activa es lu de Mxico , avisando de quanto pasa, V se dispune con respecto la salida de caudales para Ksp a a : el lU de noviembre recibi varias cartas de que no tenia duda iba salir la conducta, que se dispusiese interceptara , pne^s se le daria noticia exacta de la fuerza que la cnslodiasoj quienes enu los comandantes de ella; los parag-ea donde debia hacer noche , y cuanto pudiese coutnliuir para asejrurar el golpe. Esta noticia lleg l^ mal tiempo, [)orque \ a estaban avisados lus rebeldes oaxiupienos del dia que habia de entrar Morelos para que tuviesen tolo prevenido, efecto de t^ue no escapasen lus gachupines. Ksto es lo esencial que ha ocurrido antes de partir para Oaxaca: otras menudencias nmy curiosas que constaban en el libro de acuerdos, se han perdido con motivo de la sorpresa en la derrota que sufrieron en Ojo de Agua y Cumbres, de donde echaron correr general , mariscales, brigadieres, etc. etc. tan cubiertos de terror pnico, que si las tropas del rei abandonan ia entrada de Orizaba , y siguen al seor capitun fjeneral del Sur f y vocal de la soberana junta nacional americana^ me lo pescan , pues lleg Chapulco las 8 de la noche mas muerto que vivo, preguntando por Galeana, comandante de su guardia de mulatos (un arriero ordeador de bacas, que no conoce la O ni por lo redondo), y ni estas ni la tropa que estuvo en la accin parecian, sino pelotones, corriendo desaforadamente ahi vienen los gaehupincSj sin que nadie se entendiese; pues las mugeres chillaban, los hombres gritaban , los indios lloraban; con lo que me dieron una noche tormentosa, aunque en lo interior me complacia. AI dia siguiente se hall al arriero metido en el tueco de im tronco, cuyos refofios, dice , que le
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libraron <le ser visto He los gachnpinos , que al pasiir por alli en columna , meneaban con las hayonelas las r a m a s , y lo liacian wenr ile m i e do d e ser pasntlo por ellas. Asi lo coni'es i n aniitTO , lcspnes de la reprehensin (pie sufri de Moielos por su abandono : siendo asi que el g e neral bsbia d a d o el e x e m p l o . NOTA. Han tenido parte en estas noticias los apuntes circunstanciados de un prroco europeo , que por servir la buena causa , fui piisionero de Morelos muchos dias. En otro niniero Imlilarcmos de sus recomendables servicios , citndole por su nombre por lo que pueda inipoitar.
A
Carta quarta al Excmo. St\ D, Flix Mana Calleja del Rct/, Virey de Nueva
Espaa.
..kxcmo. Sr. = Muy Sr. mi : Kl contenido de este ntffiero instruir V. E. del pan que haban forniatlo los rebeldes de Amrica para conseguir la exterminacin de todo Kuropco residente en ella , y consolidar su salvo la. independencia. V. E. advertir el empeo (jue tenia la Gran llretana de impedir la remisin de tropas pura auxiliar los fieles que se oponan la separacin de la nuuire patria : cornprehender al mismo tiempo qual seria (ui atliccion al ver que ni aqnel gr'bineie, ni el nuestro tonia)an en consideracin lus mUlartsi' v'iclimtis sacrificadas la ferocidad de esos caribes. En vano hacia relaciones de los luurdiosos ilcTellos de los europeos en Gniinaxnato, Guadalaxara y dems puelilos. Kn vano preBentiiha la triste suerte que sul'rian tn los calaho/.os y lus h'ivedas de Caracas europeos y americanos por Kolo sil filelidad y adhesin \A Espaa. Hice p r e sente la mala fe "de los caberas de facciosos con el mismo discnrso de un criollo <:\i\e anduvo las rdenes de Iliditlgo. Repet nna y mil veces de palabra y por tscnto que se defacu^ausc U Gr.ui rtiaa,
25S con ios sucesos misinos , de la necesidad de mandar tropas para contener l:i rebelin , compuesta, de hombres perdidos y fanticos. Kxpuse el carcter de la multitud (|ue rodeaba estos : extend una nota LusIructiva y capaz de convencer la Gran Brcia del enado camino que IK valia en sus clculos mercantilea ; haciiiflole ver que daran fin en el momento de finalizar el ultimo europeo on amrica... Quera por i'iitinio qne se eprejjuntise este gabinete : si le ei"an iiins apreciables las vidas de los rebeldes , que ia de os fulas . la buena cailsa , supuesto de que iuqjeiiia la conservacin de estos, para que obrasen aquellos su salvo en las ostilidades? Nada consegu , Excnio. Sr. : n'adie queria oirme: ]a prueba es esa representacin del seor Bardaxi, pg. a32 leida en el congreso, y las dems notas pasadas por nupsiro enviado, sin instruccin ninguna de los esenciales motivos que podan convencer nuestra aliaila. Hubo riinconario pblico en Cdiz que me respondi quv </uero}iios /s /ropas para v.vcrcer mas nucslro salvo el despotismo en i-sa {oiiinion formada de ante mano por los criollos en esta). En una palabra , las medidas estaban tomadas de tal modo sobre la suerte de Anirica , que pareca inspobiblo evitar su separacin. Salimos de este apuro , y entramos en otro con la. Cans fue ion , cnyo plan hecho (sobre ella) por lo malos , es mas vasto y mas temible ; V. E. lo conoce niejor que yo , porcjuc tiene la vista los primeros pasos que han dado para ai.egurarlo. Excluidos los eu.7 i'opeos d las j u n t a s , ayuntamientos y dcnias corpovaciones , todo se les viene lu mano sin oposicin^ y la EspaTia no tiene otro lugar en la Amrica que el que le d la tuerza armada, j'udicra adaptarse este principio , { que es el mismo que rige en la Indio inflesa). Gobirnense en hora buena los auiericanos por f. , que nosotros lo haremos como mejor nos aco.node para asegurar nuestro comercio en esa , y la .Espaa sacar dobles ventajas. Yo sov el primero que subscribo este jjlan , por quitar de una vez rivalidades: nuestros hijos y nuestros intereses vendrn , Europa , viviendo en esa como pasageros ios gachupines, as como los criollos cu Espaa, entregados ivnus y otros su negocio particular, . -S no se adapta esta medida , y se quiere que viva-
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mos como hermanos , es preciso que en toJas las corporaciiios liiiya de unos y otro por mitad ; es preciso \\\c V. K. siipliv con sus conociniientos esa iV.ia. esencial de niiesiru Constitucin con respecto la Aiiu-rica. Ks Ubre el piu-blo pura elegir tantos de unos como de otros ; poru no puede ser libre para excluirlos tan visiblemente como se lia heclio en esa capital, con el nimo sin iluda de dar cxeiuplo todo el reyno , y consefruir mas breve el plan de inclepen;iencia. {Es posible que entre mas de 8.000 europeos (pie habitan en MC'.nco no hubiese uno din;no de entrar al goce de la Constitucin.... 1 Abra los ojos de una vez la Kspauu... bralos V. K., pues es el responsable ella de la conservacin de ese vreinato, Kl Congreso est para oir y conservar la iniefrritlad de la monarqtia, removiendo todos los obstculos que se oponjfin ello. No se malogren los esfuerzos (e los buenos americanos,y los sacrilicios de eslo i">mercio, que ha hecho y ost haciendo por la conservacin de esa parte del imperio espaol.
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Noticias de
Europa,
Bonaparte se halla ya la frente de su exrcito. F,l treinta de abril tenia su cuartel general en Nuumhurg , el virei de Ualia en "Meresfeld , apoyando su iz<piierda en el Saale , Calve y BcrnburgOj en donde se hallaba el duque de Vellune. Laur'istoncon el quinto cuerpo ocupaba Aslcwcn. El prncipe Mo-skwa en VVoymar. El ducpic de Ragusa en Gotha. Ki cuarto cuerpo las rdenes de Rcrtrand en Saalfeld. Kl r.uerpu duodcimo las de Regio en Cobourg y Evfurt. Pos'icionrs del exrcto HJUIO }f Prusiano, Y jrcnfral Darchiy Si)hre el Vstula en observacio-a de Duntzik, doiiilo ya no tiene que comer la guarnicin mus que caballos. El general Sachen observa el cuerpo austraco cerca de Cracovia. El emperador Alexaiidio y Kutusow en el Oder. Dornemberg en llambur""0 . Klva y Weser. Los prenerales prusianos Locof y Bluchi'r en el Saale. Los generales rusos VVin'iirerode y VVitlgesteiii en Leipsiek. Kl 2 de m a y o , segiin canas de Parts d^d U hubo una gran batalla.' Los rusos y prusianos acometieron
2G0 al c e n t r o del c x r c i t o f r a n c s , d o n d e s e h a l l a b a B o ^ a p a r t e , q u i e n cost m u c h o t r a h a i o s o s t e n e r en o r d e n sus b a t u l l u u e s p a r a q u e se in;uitu\ icsen firmes eii li a c c i n . P u d o frustrar ios i n t e n t o s d e los aliados m e r c e d d e 80 p i e z a s d e a r t i l l e r a . Confiesa iiabc-r p e r d i d o 10.000 h o m b r e s en este p r i m e r e n s a y o d e su n u e v o e x r c i t o ; p e r o q u e los Ilusos p e r d i e r o n mas d e '25.000. s i e n d o asi q u e se r e t i r a r o n estos sus p o s l c i o n o s , sl s e r p e r s e g u i d o s . La batalla se dio en u n a l i n e a d e dos lei^uas en las l l a n u r a s d e Lufzcn , s o b r e la que. n o s faltan los p a r t e s rusos p a r a saber la v e r d a d . H a m u e r to B e s i e r e s un u n a a c c i n ; t a m b i n se a s e g u r a q u e K u t u s o W ; n o nos d i c e n d e qui'-. Parece que en Vra^a SL-r la reuniun de los jirlucipes y en viados |i ira iiua paz ^cneriil. Aun no sahuMiiOj Inicia ju parte se arrini 1 el Einperadnr d e Austria. T a m p o c o tenemos u n a n o ticia fixa tle la rcsoUiciou de D i n a m a r c a ; pero u n a y otra potencia , y el mismo Onso , conocen q u e la pri'sentc contienda, scstenida p o r la Rusia en las mrgenes del Riba , con im n u m e roio exrcito para batirse , y otro rcta^uiirdia de 100.000 p a ra cubrir las baxai , no se termina tau fcil comola de G e n a y Austerliz. I,a Priisia, e n el dia . q u a u d o n o sea otra litpau e u su valor y rirsolucion de hacer frente sola al T i r a n o , lo es en el encono , y celos de su antigua gloria , y todos sus habitiuxtci c o r r e n las a r m a s . La Espaa , scj^uu lo q u e obs.^rvamos , qnedarA libre d e n t r o de poco. E n el momento de tomar la oensiva los cxrcito^ aliados , comenzaron su retirada los franceses. Somos dueos de M a d r i d , .S;ii;inianca , y se dice q u e en breve estar el d u q u e de Ciudad l'odri^o en Valladolid. U n a carta de n oficial de a r liiU'ra, e s p a o l , dice : /.s- medidas estn tomadas parajlanqncaipof iodasparlen los/raiuxucs;peio csla cumpaTu ser de zapatos. Las Ciirtc'fi h a n mandado preparar saln en Madrid para trasladarse a l l lis de V . E . su atento servidor Q . S. M B . lixtrno. Scior.
E n la nota 12 , p^. 337 , donde dice : anteponiendo el interc propio al de la Nacin , la-^e lo c o n t r a r i o , pile-; prescind d e mis intereses , p o r atender los de la monarqua , como lo san n varios c a Cudiz
S U P L E M E N T O
AL TELGRAFO
NUMETIO
MEXICANO,
4.0 ]
"Por fin : ^:halji-i llegado el tiempo to lii cxlincion de uii sistemii de rentiis el mdis odioso y nocivo qiie lian inventado los hombres':*.... El estanco del Tabaeoy que liuitus lo-riniafi ha hecho y hace derramar, ^: ser extinguido por las presentes C6rles?... No odadenios; una Comisin est nombrada instancias de uno de sus Diputados ( 1), y esta planta, que ha sido causa de tantos coniscos , robos, muertes, nionoH>lios y descontento g'eueral en Amrica, ser ahora el manantial de nuestra mayor riquo/a, y una de las principales providencias que contribuirm muy eficazmente la pacificacin de aquellos habitantes. No necesito entrar en prnebiis que justifiquea esta verdatl. Se lia escrito por otras puiuas mas sabias que la mia quanto poda apetecer el Soberano Congreso para instruirse loiulo del mal que ha hecho la nacin un sistema tan brbaro; por consecuencia el tjien est demostrado por s mismo en toda la extensin de la palabra , y de la cuestin que jineda suscitarse s en ella se tienen presentes los puntos siguientes. Monopolios que se baervan en esta renta, , 1. 1 labrador no puede vender este fruto 0 ) ' '*?' -^' '^^'^^ Mara Cutalrava*, diputado por Extremadura , hizo ht proposicin de que fuese extensivo h Antcricd elsistcnti dr n'idas, propuesto por la Comisin para la ipuha. Vase la sesin de Cortes del 7 del piesenle mes.
262 de su coseclia si no un precio fixo, y un solo iiulivitliio. Est puesta la tasa al de primera, segunda y tercera calidad del tal>aco que eutreja, y es el caticador de estas cualidades el mismo comprador sin apelacin. 2. 3Ionopl{o que luica los visitadores. Estos son por lo rcg-ular los calificadores de las cualidades referidas. El cosechero para salir bien de ellas procura sobornarlos, y suele tambin conscjuir por este medio que pase el de sepnndn por primera , como al contrario, sino lia sobornado la mayor parte del importe que aventaja con la calificacin. Estos cohechos suelen ser partibles con el director, y con otros. S Monopolio en contra del cosechero y f^onsionidor. E s nuiy comn decomisar tercios de tabaco (de 7 aiTobas} y mas si pertenecen cosechero que no tiene padrinos en la renta. Estos decomisos y qne alf^unas veces son tuda la cosecha de uu infeliz, se hacen al entregar el tabaco en la direccin ; para el cowichero son def-;tinados al fneg-o por de mala calidad: para el director y alteres es ganancia uteg-ra, porque lo mestn-^ ran eon el bueno, y se vende los fumadores ni mismo precio que el de primera calidad, aun quando no pueda fumarse ^ como ha sucedida muy repetidas veces. 4.'' Monopolio con los empleados de la misma renta^ E n uingun ramo de hacienda se han visto mas repelidas injusticias. No se ha atendido ul mrito, escala , ni i otra circnnslancia quela del quemas da al director para que proponga, y al virei para que confirme. De aqui han provenido cahnnnias para despojar (\ niuchos: robos para desquitar lo que ha costado la pla7.a, y atrasos en las familias (2). (2) Vase el expediente contra el honrado Don
.263 S.** Monopolio con el Erario ptlhUco. IJIS crecidas pnrtidas le jtapcl, que suelen ser e 3 0 / 4 0 , y JO.OOO resmas p a m oaxillas de cigarros y puros, y repetirse dos y tres veces al ao, son las pocas de la cosecha en nrande del virei y director. Ved acpit lo que pasaul hacer estas compras. Entro el dirt'ctor y ol virei acuerdan el ndmero de resmas que se han de comprar. Llaman al comerciante 6 comerciantes ( por segunda mano ) <[iie tienen el papel, y se lo contratan (\ proporcin que estos se atreven i prostituir su firma, esto es, no se paran director y virei e llagrselo un iO *30 por UK> mas caro (jue t corriente, con tal de (ue si es la venta hecha 12 duros, pongan la cuenla 14 IG. Esta cuenta pasa al expediente de la junta de H a 'cienda para que la pague la tesorera, y vecogido el total, se reparten los 200 6 400.000 duros del fraude entre virei y director. Suele participar el -fiscal de Hacienda para que haga la vista gorda. Parece que el actual >. Ambrosio Siujarxuritta no ha querido entrar en estos trotes, segn noticias circunstanciadas que he tenido de Mxico , sbrela contrata que hubo antes de Salir de aquel gobierno l Sr. Venegas: su secretario de cartas, Prez, podr dar razn mas por menor deestesuceso...,(3) Miquel Valero, hecho por Branciforfe de ^aierdo von el director Vega^i/ otros muchos ele.: este mismoValero^ que estuvo muchos aos en la renta ^ wianifiat en el referido expediente una midtitud de victiopolios privados del director, y el dao que recibid el Ksrulo con semejante sistema, (iS) Sube millones de pesos robados ti la Hacienda pblica este escandaloso monopolio. Vanse los expedientes de Itiirrir/arai/^ (que fu voraz en <sta clase de robos) el del tiempo del reyente ('atani, que tambin quiso pellizcar, y se desaprob en la corte: el que acabo de laccr mencin del tiempo del Sr. Venegas , qiie ignoro (pen es el vulpable.
264 l^erjuivios que causa esfa renta en /o moral j/ po^f ico. r . Man de O.OOO iiidividnos ocupados en olla, hacen falta p a r a la aoricullura y las arles. E s l e alriiso, niiidu i los sut'ldus (ue liozan cslas manos mue'i'tas, cansan un dao anual de m a s de iwt milln de peaos. P o r reg-la ])rof;resiva ((pie debe iSieuipre tener la vista el minisLerio de H a c i e n d a ) son de p r d i d a los cinco aos siete m i l l o n e s , los diez doce j u d i o n e s , etc. L a reunin de mas de HOOO hombres fabricando los puros y - c i g a r r o s , es siempre temible en quaUjuiera poblacin. L a s .mu^eres que concurren tambin (i otro .*lepartamento, se ha descubierto (ue se corronip e n eii sus cosUmibres; me/.eladas iudislinUuuente prostituas con doncellas, son aili ajustadas p a r a los solicitadores de su v i r g i n i d a d : en l a m i s m a casa se advierte, (ju la mejor reconiendciun 'que puede llevar su solicitud p a r a el t|ue hace all de director y c o m p a e r o s , es ser doncella. S u p o n g a m o s que sea eonttnido el administrador, siempre es una provocacin la hixuri; el p r e sentarle k su disposicin. un serrallo escoger eulre mas do seiscientas j v e n e s , (ne pueden ser llamadas una por una con qualquier pretexto las piezas del administrador y oieialts, ser solicitadas al lienq)o de e n t r e g a r c a d a una su tarea de cigarros. . (Cuanto mejor estaran hombres y m u g e r e s e l a -vorundo el tabaco en su. casa como U) h a d a n antes de estancarse;' Y qnantas seoras pobres, y hurfanas iWsvalidas so mantendrian en la virtud y rerotimiento si pudiesen hallar por este trabajo (propio d e su SC)- el medio de m a n t e nerse? , > V,..\iyti.f, ,'. \:\ /.V i\i3 a>^V'"'\ ' ' : ' v Se m e d i r que en la direccoT se vende t a h a c o en ranii p a r a la que quiere tr:ibajarlo eu su casa. Y que tabaco es este? el- qne (jiere el director: -muclias veces es aquel decomisado p o r intil, q u e uo lo p u e d e n vender las iuelice.'i, y suelen eos-
265 tarle estas compras lu prilida de sus alhajas, y liasla do su ropa. 2.'^ Perjuicio que ha cansado una nueva fbrica de cigarros. Se ha puesto eu la villa de Guadalupe (una -ietua de ^xicu) otra ijiica, i hi que van las jveaes todos los tljis trahajar. Pocas habr\ de buen parecer que hayan dexado de sev asaltadas solicitadas ou el tviinsito de ida y vuelta, que la haceu por lo rc^ulav entre las dos luces del amanecer y ol)scur'Ccr. El que haya sido juez en Mxico de los harrios de Santa Catalina y -Tlatelolco, podri\ dar i-azon de los coiilinnos robos (voluntarios) de muchachas que resulUxu de este viaoe diario; y luego aparecen con el fruto de su condescendencia , abandonadas de los que se han cansado de di.stVutarlas. 3. Perjuicio loa procreaos de la ag.ricuUu.ra ^ y la misma renta, ^ Habiendo en muchas provincias, tierras T i proposito para la sicmlvra del tabaco , ningn labrador puede liacerla en no siendo 'al rededor de las villas de Crdova y Orr/.aha, en donde Ut -Direceion tiene sealiido. D e atm proviene qne en las provincias internas valen mas los fletes ( deOilO y 800 tornas) que el producto que saca la renta del tabu'o elaborado en Mxico, siendo asi que la miiy<tr parte de las provincias puetlo surlirse por si misma del que necesita para su .C-onsiuno (1). ^4^" Perjuicio al buen nombre del gefe que qobicnm.. Todas estas malas resultas qne acarrea el estanco del tabaco, se convierten en 6dio del principal gC'fe i^ie mnndtt en ainellos paises. Las in^ justicias , lus coutscns,. y la miseria de las tamisas, se atiibuyc en lo general las trabas , cojie(1> El Sr. Cruz ha mandado se siembre en la de Guadu/axura, y ha tenido parte esta dttermi^ nacin enla tran(juilidad de aiimllaprovincia, ;_
26G xiones, ele. que ha puesto csa renta, inventadas y miincntadas seonu la codicia de sus maiiipnnites. Cada virei, cuda g'ei'u qne va de Espaa lo suponen antorv.ado mas y mas para sostener los abiisos de este hrbaro estuliiccimientoCJ, nslraida la corte de esto en tiempo del Seor Gai-doqui, fu orden para qne se pensase en buscar arbiirios de enbiir el )Moducto por medio de Otro sistema. Varios individuos de la provincia de Caracas consultaron quaiilo poda apetecerse, no solo para cubrir, sino para aumentar un tercio mas su lquido. El director y dems enqdeados en esta renta pndieron paralizar tan benfica in'tencioii. Embrollaron de tal manera al ministro, qne lieif persuadirse liabia consultado al rei un desatino. ANtucias de los rentistas, y parte de su |ilan de sostenerse unos otros, como aun pretenden hacerlo en el dia^ '^ '
267 3'os poco 7nas h motos. Para sacar este liquu do no necesita mas que imponer cada mil inatas 3 \ duros (porque este nmero de ellas est regulado para una arroba), y ent-iices que^ da cubierto el cosechero de las contingencias que suele tener hasta verlo curado. El que se establezca pagar por matas , quita tos fraudes de los cosecheros, y evita ctnpicados , reduciendo una sola operacin exc* ta y sencilla el cobro. (R. n 2 7 7 J Sobre la operacin de contar las malas, y ceV" iificar sit paqo. Ijas siembras del liibaco no pueden ocultarse. L a operacin de contar las matas es tan sencilla que en contando 3 surcos, est sacada la cuenta de 300.000. Los alcaldes jueces de los pueblos puetlcn ser los encomendados del recuento y recaudacin de su producto, cuyo recibo puede servir de Guia para que el cosecbero venda iltremente el tabaco por todo el reyno. Estos recibos impresos, con los blancos donde se pondrA la cantidad que pague el coseebi-ro, serln firmados pov los intendentes de las provincias : al reuiilirlos i. los jueces territoriales se dar cuenta de su nmero ;i la tesorera geueiral de JMxico para el correspondiente cargo del numero de recibos ote. - l i e x a r de entrar en el mecanismo de esta cuente y razn, porque siendo el cobro tan sencillo como apunto , no es necesario complicarlo en los trminos que se halla la Aduana de Cdiz, que es vergenza subsistan aun rutinas tan perjudiciales. : ^ . i, ._. ; . Arbitrio, para quitar arhitrios, A los qne preteiuleu asustarnos con que el erario no percibir por este ni otro nuevo sistema el producto que hoy da la renta, le voy quitar
2GB coii un arhirio todos los arhUrinse (\ue se valen para impedir tan justa providencia. Los cosecheros ele tai)aco de la Nneva-Espafia, aburridos de tantas y tan continuas vexanioites, ofrecieron cubrir anticipadamente el total lijnido de !a renta, con tal (juo se exting'uiesc el estiinco. Nunca fu admitida esta oferta, porque, ya se v e , dal)a pur el pie todos los monopolios que van referidos. Lleg ahora el tiempo de adn\ilirsc ; y cubierta la renta , cesa en el mismo momento e\ estaiico- A imitacin de la Nueva-Espaa seijfuirn las dems provincias ; y si no tuviese efecto esto, vamos por otro camino. Mantngase la direncion hasta el primer cobro del nuevo sistema. Si cubre, fuera tlii-eccicm; si no cubre , sig-a mientras se acuerda otro arr bitrio; y tenemos desviados aun los recelos con qne nos qniereu alucinar los interesados en sostener ese monsiruo , que produciendo en Nueva-Espaila 7 miUones , (87.()00 duros, apenas quedan lquidos favor d<d erario 3 * millones, qnando por este nrievo sistema resultan aun desde los primeros ensayos mas de H itllnnes, lquidos, y s o corridos con dos tercios mas de salario esos opa* rarios , si elaboran sn salvo y para si el tabaco en sus casas. ConcUiiremos con que la renta del tabaco se '^csstcnvf e\h\ por s misma, sin causar menoscabo al^^uno al erario; y qne por fin , repito, debemos persuadirnos liaber llea:ado el suspira-, do tiempo de exlinivuir un sistema de rentas el mas brbaro y nocivo (|ne han inventado los hombres. C d i z / j u l i o 12 de 1813. . : .:u. ' ..... rr-- ;i> Jiam LJJJCZ Cancelada,
PATRITICA:
1813.