Smith, Terry Qué Es El Arte Contemporáneo Introducción
Smith, Terry Qué Es El Arte Contemporáneo Introducción
Smith, Terry Qué Es El Arte Contemporáneo Introducción
Introduccin
Ninguna idea acerca del arte contemporneo ha logrado imponer-
se tanto como aquella segn la cual se puede -se debe, incluso- carecer de cual-
quier idea al respecto. Abundan las afirmaciones de este tipo: "Cmo abar-
camos hoy el mundo del arte en su totalidad? Aun establecer los trminos de
referencia resulta imposible en nuestros das" (Foster, cit. en Whiteley y Muir,
2005: 18) .
1
Durante ms de dos dcadas, el intento de articular cualquier clase
de generalizacin acerca del arte contemporneo viene resultando elusivo: en
primer lugar, por temor a la recada en el esencialismo (temor seguido del
ligero alivio de haberse quitado de encima las teoras exclusivistas, los histo-
ricismos impuestos y los grandes relatos) y, luego, en los ltimos aos, por el
mero regocijo en los placeres aparentemente simples que ofrecera un campo
abierto. En trminos ms prosaicos, la respuesta parece obvia hasta la banali-
dad. Miremos a nuestro alrededor: el arte contemporneo conforma la mayor
parte -por qu no la totalidad?- del arte que se produce en el presente. No
debe estar sujeto a ningn tipo de generalizacin y desborda la historia del
arte: es mera y totalmente contemporneo.,bra m.b..in .eTPI.?.'!rgo, esta postura
no equivale ms que a una mezcla pluralista que busca cubrir con una mscara
insulsa e idiota la ms irreductible verdad sobre el arte de nuestra poca. En
las postrimeras de la modernidad, el arte tiene en verdad una nica altern-a-
tiva: ser contemporneo. Pero "ser contemporneo" en esta poca significa
1 Este comentario surgi durante una entrevista sobre el libro de referencia
que Foster escribi junto a Rosalind Krauss, Yve-Aiain Bois y Benjamn H.
D. Buchloh, Arte desde 1900. Modernidad antmoderndad, posmodernidad
(2006). Aqu, Foster habla como historiador, contrastando estudios recientes
y relativamente exitosos sobre "el internacionalismo del modernismo" con los
desafos que plantea intentar lo mismo en el mbito del arte contemporneo.
Su carrera como crtico se ha destacado por su buena disposicin para
escribir ensayos que intentan establecer las corrientes fundamentales del arte
contemporneo a medida que han ido desarrollndose. Vanse, por ejemplo,
Foster (1996: 171-204, 2004a: 3-22).
16 Qu es el arte contemporneo?
mucho ms que un ciego abrazo del presente. Por supuesto, todo arte recin
fol]ado ;s arte de su y pero hor el arte se tal
vez como nunca antes, en el marco de una sensacin ampliamente compartida
de difusin y la contingencia son'lo nico que existe, y quizs
que haya de aqu a la La contemporaneidad --iue en estos d;-se
deja ver mltiple en carcter pero singular en sus demandas- exige respuestas
que difieren de manera significativa de aquellas que inspiraron los muchos y
variados modernismos de los siglos XIX y XX. Este libro procura describir esas
respuestas y mostrar que constituyen nuevas respuestas al interrogante "Qu
es el arte contemporneo?"
Estas problemticas derivan, en parte, de la nocin dominante segn la cual
los grandes y productivos relatos que ofreca la modernidad, entre ellos el
arteeoino es}ejO, ;;-cio disenso autcrlzad,-ya son hlstoria. Las objeciones
planteadas por la posmodemidad terminaron a la manera de
una profeda autocumplida. Los universalismos ms recientes, como la globa-
lizacin o los fundamentalismos religiosos, claramente estn quedando cortos
o, por el contrario, estn extralirttndose, de manera desastrosa. Una conse-
cuencia inmediata de ello es que el arte contemporneo se ha vuelto -en sus
formas y contenidos, en sus sentidos y usos- meticulosamente cuestionador
,por naturaleza y extremadamente vasto en sus modos de indagar, as como
tambin en el alcance de sus bsquedas. Al' mismo tiempo, ante la ausencia
de garantas histricas y en las penumbras de una competencia letal por el
control del mundo, el arte, al igual que cualquier otra actividad humana, no
puede ofrecer ms que respuestas provisorias. Ensayos provocativos, gestos du-
bitativos, objetos equvocos, proyecciones tentativas, proposiciones inseguras
o previsiones esperanzadas: estas son las formas ms comunes de arte en la
actualidad. Lo que diferencia a estas inquietudes de las con-
tempornes del arte previo es que cada obra las aborda -a veces, de manera
explcita, pero por lo general, de manera implcita- no slo para s y para sus
contemporneos sino .tambin, y de manera definitiva, como una inquisicic?n
sobre la ontologa del presente, una que se pregunta: qu significa existir en
las condiciones de la
Los trminos empleados demandan cierta explicacin. Por ms familiares o
incluso antiguos que resulten, en los ltimos tiempos todos adquirieron con-
notaciones adicionales y, en algunos casos, nuevos significadoiiuchas de las
relaciones que pueden establecerse entre ellos difieren bastante ahora de
las que los ligaron durante los ltimos doscientos aos. Sostendr que tales
cambios conforman !::_n_a situacin que ha llegado a a s misma
como lo contemporneo, no slo de una manera novedosa, sino tambin pre-
'dninante. La forma este cambio ha permeado la prctica del arte, y
viceversa, es el tema de este libro.
Introduccin 17
Los argumentos que aqu se ofrecen han ido elaborndose en encuentros
directos con el arte contemporneo: en conversaciones con artistas que esta-
ban planeando nuevos proyectos; frente a obras de arte recin terminadas,
contempladas en estudios y en sus primeras presentaciones pblicas; en el
transcurso de la planificacin de nuevos museos o durante visitas a exhibi-
ciones en museos ya consolidados; en rondas por las galeras de distintas ciu-
dades, participaciones en bienales alrededor del mundo, viendo colecciones
privadas y asistiendo a remates y ferias de artes; en talleres, foros pblicos,
mesas redondas y clases; e incluso a travs de interne t. Espero poder transmitir
lo que percib en relacin con este arte tal como lo viv, evocar los sitios y es-
pacios en los que se ve, el aura de su arribo, las calidades de su emergencia, su
tensin presente. A fin de cuentas, esta es la primera y ms inmediata forma en
que el arte es, fue y en algn sentido contina siendo -mientras escribo esto,
mientras se lee- contemporneo.
He tenido la suerte de experimentar el arte contemporneo tal como se
present por primera vez ante su pblico en diversas partes del mundo, en casi
todos los continentes, y de hacerlo, sobre todo en los ltimos aos, a un ritmo
constante. Esto me revel una segunda calidad fundamental de lo contem-
porneo: su contemporaneidad, su llegada al ser al mismo tiempo que otros
seres, incluso otro arte. La pregunta por las semejanzas y diferencias entre el
s mismo y lo otro, entre una cosa y la otra, surge aqu de inmediato. Tales
preguntas dan forma de manera minuciosa a la incesante negociacin que se
establece entre contemporneos, ya sean personas, animales o cosas. Losar-
tistas contemporneos lo saben; de hecho, es posible que esta conciencia est
mas desarrollada en ellos de lo que nunca estuvo.
En 1997, a los 32 aos, Damien Hirst, lder indiscutido de los ~ v e n e s artis-
tas britnicos" (tambin conocidos por la sigla yBas, de "young British artists"),
public una elaborada autobiografa intitulada 1 Want to Spend the Rest of My
Life Everywhere, with Everyone, One to One, Always, Forever, Now [Quiero pasar el
resto de mi vida en todas partes, con todos, frente a frente, siempre, eternamente, ahora] .
2
,
Hbil promotor de s mismo, en el estilo que hiciera clebre Andy Warhol,
Hirst elige un ttulo que reconoce la profunda superficialidad que sustenta el
culto de la celebridad al mismo tiempo que lo abraza sin reservas. Al dirigirse
2 El ttulo est tomado de una obra de Hirst de 1991 que -con su despliegue
de lminas de vidrio sostenidas por bastidores y una pelota de ping-pong
suspendida en el aire sobre una llave de gas- parodiaba tanto a la escultura
minimalista como a la serie de 1985 Equi/ibrium Tanks [Tanques de equilibrio],
de su predecesor Jeff Koon, en la que pelotas de bsquetbol se presentaban
suspendidos en agua destilada dentro de cajas de plexigls.
18 Qu es el arte contemporneo?
de manera directa al lector potencial, consigue expresar lo que quizs todo
libro querra. Es esto, tambin, lo que tal vez quiera toda obra de arte? (vase
Mitchell, 2008: 23-40). Probablemente no, pero su sabia ingenuidad, su espe-
ranza salvaje en el cinismo, da cuenta en buena medida de la fuerza que, se-
gn creen ellos, dirige la vida y el arte de los artistas de la generacin de Hirst.
Tomado en su valor nominal, es un llamamiento a desplazarse del aislamiento
extremo a la proximidad total, de la alienacin individual a la unin absoluta,
de la singularidad a la universalidad, y a hacerlo de manera instantnea, cons-
tante y eterna. A ser, en una palabra, contemporneo de s mismo, de otros, de
todo lo que hay en el mundo y de todo el tiempo. Desearlo, aun sabiendo que
es imposible, y que cada da lo es ms! Cun genial es esto?
Pero es posible advertir otro sentido de contemporaneidad en funciona-
miento aqu, uno ms potente. Todos llegamos a mundos que ya han sido for-
mados por otros que son, a su vez, contemporneos entre s, involucrados en
etapas distintas de negociacin, y que continuamente se esfuerzan por captar
los acuerdos vigentes entre los no contemporneos anteriores y, de aqu en
ms, posteriores a ellos. La historia nace de esta disyuntiva. Tambin el arte.
El propio planeta se encuentra en un estado avanzado de despliegue, al igual
que las criaturas que lo habitan respecto de su evolucin: todos estos procesos
avanzan, a su paso, inexorablemente; no obstante, de repente parecen hacer-
lo, debido a nuestra impaciencia, de manera precipitada. Los seres
siempre necesitaron producir relatos de cotemporaneidad. En la actualidad,
lo hacemos con tal grado de apremio que, al parecer, no podemos detenernos
a pensar si tiene o no precedentes. La coexistencia de distintas temporalida-
des, de diferentes de ser en relacin con el tiempo, experimentada en
el marco de una sensacin creciente de que muchas clases de tiempo estn lle-
"gando a su fin, constituye otro sentido ms profundo de contemporaneidad,
el tercero hasta ahora: ser con el tiempo, ser contemporneo.
-Antes que cualquier las obras de arte son testimonio de cada una
de estas contemporaneidades: el mero hecho de llegar a ser en y por s mis-
mas, su existencia en un mundo repleto de otros y su persistencia en distin-
tos mundos determinados por la repeticin y la diferencia. Respecto del arte,
estas son verdades evidentes. Y constituyen tambin, intentar demostrar, la
fuente y estructura de la valoracin cuando de arte se trata. La atribucin de
valor, como cualquier otra cosa, obedece a modos muy especficos en la situa-
cin contempornea (vase Smith, 2008a: 23-40).
Este libro tomo a estos tres fundamentales
dermino "contempor;W.eo": lo inmediato, lo y lo cotempo-
ral. Volveremos sobre ellos (y sobre un cuarto, la relacin entre lo moderno y
lo contemporneo) a menudo. En s mismos, estos sentidos no son aledaos ni
secciones claramente diferenciadas de una misma sustancia. Recogen distintos
Introduccin 19
tipos de particularidades y generalidades (y, al hacerlo, ponen en evidencia
relaciones voltiles entre estas grampas filosficas), as como tambin articula-
ciones complejas entre la experiencia personal y la representacin del mundo.
En los captulos siguientes, intentar demostrar hasta qu punto cada uno de
ellos constituye el ncleo de las que considerar las principales tendencias
del arte contemporneo mundial. las analizar, adems, en el marco del mo-
vimiento general del arte contemporneo en la historia del mundo tal como
se desarroll a partir de los aos cincuenta, en su propio proceso de volverse
con temporneo.
En el captulo final, presentar algunas de las principales consecuencias
que se desprenden de mi argumento para la prctica de la crtica y la historia
del arte que indagan el arte contemporneo. All, analizar los abordajes que
muchos de mis colegas proponen para estas cuestiones y reformular mi argu-
mento como una nueva propuesta para la escritura de la historia del arte con-
temporneo. De momento, sin embargo, la prioridad es introducir al lector
en los ensayos sobre museos, exhibiciones, artistas e intervenciones lo antes
posible. Por eso, me limitar a sumar slo una parte ms a esta introduccin,
en la que expondr mi argumento sobre el arte contemporneo en las condi-
ciones de la contemporaneidad de la forma ms sumaria posible.
Permtaseme comenzar desde el interior del concepto de lo contempor-
neo a partir de una distincin capital. Hay un mundo de diferencia (as como
tambin una implicacin siempre necesaria) entre el uso ordinario de la pa-
labra "contemporneo" 4:on sus connotaciones de estar en onda, seguir la
corriente, su reconocimiento automtico de cualquier cosa que est ocurrien-
do, actualizada, simultnea o contempornea- y la profundidad de significado
contenida en el concepto: :_on tempus comenz a utilizarse, y contina en uso,
debido a su capacidad de hacer referencia a una multiplicidad de relaciones entre
el ser y el tiempo. El concepto se origina precisamente a partir de la
y, desde entonces, ha servido al pensamiento humano sobre tal multiplicidad.
Tambin se origin y persiste en contraste con otros trminos, con frecuencia
ms poderosos -:en particular, durante los ltimos siglos, aquellos asociados al
concepto de lo moderno-, que intentaron dar cuenta de fenmenos simila-
res, a menudo superpuestos, con mayor precisin y adaptndose a los valores
dominantes. Es innegable que, durante buena parte del siglo XX, lo contem-
porneo fue el gran segundn de lo moderno. Esto comenz a cambiar en
:Fn las artes visuales, la gran novedad, hoy tan cegadoramente l
es el cambio de un arte moderno a otro contemporneo, que comienza
a gestarse en los aos cincuenta, emerge en los aos sesenta, es combatido .
durante los setenta, pero se vuelve inequvoco desde los ochenta.
Mi elaboracin de estas hiptesis acerca del arte en las condiciones d-e
la contemporaneidad parte de las cuestiones planteadas por la contempo-
20 Qu es el arte contemporneo?
raneidad misma. Cul es la actual representacin del mundo? De qu
manera cambia en la medida en que la Europa de posguerra, la apertura
de frica y Asia tras la descolonizacin y la era de la revolucin contra las
dictaduras en Sudamrica parecen dar lugar a nuevas etapas? A medida que
el orden mundial asentado en la divisin entre un primer, segundo, tercer
y cuarto mundo se viene abajo, qu nuevas estructuras de poder emergen?
La evidente incapacidad de los distintos gobiernos para abandonar los fa-
llidos modelos modernos y superar las frenticas reacciones que suscitan
indican que el nuevo desorden es mucho ms sutil de lo que soara la
tesis sobre un "choque de civilizaciones" y otros tipos de teora simplista
que todava subyacen a la representacin del mundo sostenida por los l-
deres de varias de las naciones ms poderosas, que, a su vez, en un dilogo
mortal, inspira todo tipo de fundamentalismos (vanse Huntington, 1996
y Friedman, 2005).
Hay alguna otra forma ms matizada y precisa de describir estas condicio-
nes cambiantes, as como los tipos de arte que se producen
_. lo que intentar responder en las pginas siguientes. Para comenzar,
ofrezco dos puntos de vista, expresados lo ms esquemticamente posible.
La con:temporaneidad es el atributo ms evidente de la actual representacin
del mundo, y como tal abarca sus cualidades ms distintivas, desde las inte-
racciones entre los seres humanos y la geosfera hasta la interioridad del
ser individual, pasando por la multiplicidad de culturas y el paisaje ideo-
lgico de las polticas mundiales. Esta -nueva representacin ya no puede
describirse de manera adecuada con trminos tales como "modernidad" y
"posmodemidad", no slo porque est determinada por fricciones entre an-
tinomias tan intensas que resisten cualquier generalizacin universal, sino
porque resiste incluso cualquier generalizacin acerca de dicha resistencia.
Al mismo tiempo, embargo, est lejos de ser informe. Dentro de la con-
temporaneidad, a mi juicio, se enfrentan al menos tres conjuntos de fuerzas,
de manera incesante.
El primero es la propia globalizacin y sobre todo su sed de hegemona
frente a una diferenciacin.cultural creciente (la multiplicidad originada por
la descolonizacin), sed de -control del tiempo frente a la proliferacin de
temporalidades asincrnicas y de continuar con la explotacin de los recursos
naturales y (no sabemos an hasta qu punto) virtuales contra la creciente
evidencia de la incapacidad de di<;l10s recursos para sustentar una explotacin
semejante. En segundo lugar, la desigualdad entre personas, clases e indivi-
duos resulta tan extrema que tanto los deseos de dominacin que
abrigan los estados, las ideologas y las religiones, como los persistentes sueos
de liberacin que an inspiran a los individuos y a los pueblos. Por ltimo,
nos encontramos burdamente inmersos en un infopaisaje ..:..0, mejor dicho, un
Introduccin 21
espectculo, una de imgenes o un de
capaz de permitir la comunicacin instantnea y minuciosamente mediada de
cualquier informacin o imagen en cualquier lugar del mundo. Este se ve, al
mismo tiempo, fisurado por la incmoda coexistencia de comunidades alta-
mente especializadas de conocimiento cerrado con sujetos abiertos y voltiles
y proliferantes fundamentalismos populares.
Todos estos procesos conocen largas prehistorias dentro de la modernidad.
Su configuracin contempornea fue esbozada en los aos cincuenta (en
particular, en el arte que supo. priorizar distintos tipos de inmediatez), hizo
empcin durante los sesenta, resulta evidente para la mayora desde 1989 y se
volvi inequvoca para todos en 2001. Tales procesos dan forma a las condicio-
nes en que experimentamos la contemporaneidad, al mismo tiempo, como la
actualidad de nuestro ser individual en el mundo, como una transformacin
histrica y como un concepto todava oscuro en lo que respecta a sus lmites,
frgil sus fundamentos, pero llamado a cargar por s solo con todo el peso
de un presente al que por mucho tiempo (y sin previo aviso) supo dar nombre.
4
Como he sealado, lejos de ser singu-
lar y simple -un sustituto neutro de lo "moderno"- significa modos
deL tie:;upg_,_por separado y a 1a -;ez; conotros y sin ellos.
desde ya, siempre estuvieron all. La diferencia reside en que, en
das, las multiplicidades de formas de ser contemporneo predomi-
nan sobre los distintos poderes generativos y destructivos design<1,dos por o_t:ros
trminos similares (por. eJemplo, lo moderno y sus deriva9os). Superada la era\
de los grandes relatos, tal vez no hay; otra De hecho, quin sabe?, tal \
vez el despus sea eterno.
_!!oy el arte est determinado de una forma_ ms projunda por su situacin dentro de
f!! contemporaneidad. Sin lugar a dudas, los logros y los defectos del arte moder-
nista, colonial y autctono todava plantean desafos ineludibles a la prctica
actual, pero ninguno de ellos, por su cuenta o todos juntos, logra ofrecer un
marco capaz de abarcar en su totalidad los problemas de la prctica o la in-
terpretacin. La contemporaneidad se manifiesta no slo en la inaudita pro-
liferacin de arte, o en sus variaciones aparentemente infinitas, sino ante todo
en la emergencia y la confrontacin de modos muy distintos de hacer arte y de
emplearlo para comunicarse con los dems. Dentro del vasto e ininterrumpido
3 Esta sucesin de trminos evoca anlisis realizados anteriormente en
Apardurai (1996), Debord (1997), Terry Smith (2006b, Introduccin) y Ranciere
(2004).
4 Para un tratamiento ms amplio de estas cuestiones desde distintos puntos
de vista, vase Smith y otros (2008).
1
22 Qu es el arte contemporneo?
flujo del arte contemporneo, creo posible discernir tres corrientes funda-
mentales: cada una es impulsada por una
clive a determinados contenidos especficos, afecta a un rango particular de
modos expresivos y prefiere un determinado sistema a la hora de diseminar
su
' La primer: de estas corrientes pone de manifiesto la gozosa aceptacin,
poi parte de ciertos artistas, de las recompensas y los inconvenientes que
traen aparejados la economa neoliberal, el capital globalizado y las polticas
neoconservadoras. Esto es evidente en las repeticiones de las
tcticas de choque de las vanguardias impulsadas sobre todo por Damien Hirst
y los dems yBas, pero tambin por Julian Schnabel,JeffKoons y muchos otros
en Estados Unidos, corrio Takashi Murakami y sus seguidores en Japn, por
,_ejemplo. En honor a la exhibicin de 1997 en que esta tendencia, en su forma
britnica, aflor con previsible consternacin por parte de los conservadores
pero tambin con aceptacin masiva, podramos llamarla :'retrosensaciona!is-
- mo". Desde los aos ochenta, esta propuesta floreci oponindose, pero cada
vez menos obstaculizante, con otra tendencia anterior: los constantes esfuer-
zos de las instituciones de arte Il_loderno (ahora a menudo etiquetado "Arte
Contemporneo") por dominar los impactos de la contemporaneidad sobre
el arte, revivir iniciativas anteriores, ligar el nuevo arte a los viejos impulsos
e imperativos modernistas y renovarlos. Serra, Jeff Wall y Gerhar.<f.
Richter sgp._poderosos ejemplos de esta tendencia, que podramos llamai.''!e-J
...... -- -,.
_f!!odernismo". Juntas, ambas propuestas constituyen la esttica de la globali-
-a -la qiie sirven por medio tanto de una incesante remodernizacin
como de una espordica contemporaneizacin del arte. Ambas corrientes se
encuentran en la obra de algunos artistas, como Matthew Barney, generan-
do un tsunami de arte. Si es preciso dar un nombre a este punto clmine, su
personificacin de aquello que Guy Debord teoriz b<9o la denominacin de
"la sociedad del espectculo" podra guiamos a conceptos tales como "arte es-
pectculo" o "espectacularismo". Una fusin similar se da en la obra de algunos
arquitectos, por ejemplo en los edificios culturales de Frank Gehry, Santiago
Calatrava y Daniel Libeskind. "Arquitectura espectculo" es una expresin de
usa'jUendido a la hora de caracterizar sus obras.
La segunda es bastante distinta en sus orgenes, naturaleza y resul-
tados. En ella, no encontraremos movimientos artsticos sino, antes bien, algo
similar a un cambio cultural mundial; de
Tras la
descolonizacin de aquellas zonas que constituan el segundo, tercer y cuarto
mundo, y a partir del impacto que esto tuvo en lo que era el primer mundo,
surgi una pltora de arte determinado por valores locales, nacionales, anti-
coloniales, independientes y antiglobalizacin (los de diversidad, identidad y
crtica). Circula internacionalmente gracias a las actividades de los viajeros,
Introduccin 23
los expatriados y la creacin de nuevos mercados. Predomina en las biena-
les. En esta corriente, los valores locales e internacionalistas se encuentran
en dilogo constante; el debate a veces puede volverse productivo o parali-
zante, pero siempre resulta inevitable. Estamos comenzando a advertir que
en los aos cercanos a 1989 se prodto un desplazamiento de arte moderno
a contemporneo en todos los medios culturales del mundo, en cada uno
segn distintos caminos. Recin ahora comienza a resultar claro lo sucedido,
incluso para quienes tuvieron participacin directa en los acontecimientos.
Tambin podemos advertir que, aun cuando ocurrieran en zonas de conflicto,
estos acontecimientos inspiraron una crtica del capitalismo y la glo balizacin
espectacular tambin por parte de muchos artistas que trabajaban dentro de
las economas desarrolladas. Estos artistas desarrollaron prcticas -a menudo
signadas por la investigacin a lo largo del tiempo, el compromiso pblico
general y extensas presentaciones didcticas- que siguen de manera crtica
y muestran con gran impacto los movimientos globales del nuevo desorden
mundial entre las economas avanzadas y aquellas que estn conectadas a ellas
de mltiples formas. Desde perspectivas similares, otros artistas se vieron ins-
pirados a fundar su prctica en la exploracin de relaciones sustentables con
ambientes especficos, tanto sociales como naturales, dentro ~ l marco de va-
lores ecolgicos. Por su parte, otros trabajan con los medios de comunicacin
electrnica, evaluando sus estructuras conceptuales, sociales y materiales: en
el contexto de las luchas por un acceso libre, restringido o comercial a estos
medios y su colonizacin masiva por parte de la industria del entretenimien-
to, las respuestas de los artistas incluyen desde el net.art hasta ambientes in-
mersivos y la explQracin de las posibilidades de interaccin con avatar-viusers
(usuarios de informacin visual).
La ltima de estas corrientes es de distinta naturaleza que las anteriores,
como resultado, en gran medida, del cambio generacional que tuvo lugar du-
rante el desarrollo de las otras dos. Se trata de la muy reciente, mundial y
cotidiana produccin de arte que -rechazando la provocacin gratuita y las
grandes afirmaciQnes simblicas en fuvor de propuestas especficas, modestas
y a pequea escala-vuelve a mezclar elementos de las primeras dos corrientes,
pero prestando una atencin cada vez menor a sus debilitadas estructuras de
poder y sus estilos de lucha, y una mayor consideracin a las potencialidades
interactivas de los distintos medios materiales, las redes de comunicacin vir-
tual y los modos abiertos de conectividad tangible. Estos artistas buscan apre-
hender lo inmediato, captar la naturaleza cambiante del tiempo, el lugar, los
medios y el humor de hoy. Se encargan de hacer visible nuestra sensacin de
que estos constituyentes fundamentales y familiares del ser se vuelven ms ex-
traos cada da. Plantean preguntas sobre la naturaleza de la temporalidad en
esta poca, las posibilidades de la composicin de lugar frente a la dislocacin,
24 Qu es el arte contemporneo?
qu significa estar inmersos en la interactividad mediada y los tensos intercam-
bios que se producen entre afecto y efecto. Dentro de las transformaciones
mundiales y las fricciones cotidianas, buscan fuentes sustentables de supervi-
vencia, cooperacin y crecimiento.
Este panorama de las principales corrientes del arte contemporneo co-
menz a resultarme patente, en trminos generales, durante el ao 2000,
mientras viajaba por Australia, Gran Bretaa, Europa y Estados Unidos.
5
Desde entonces, no obstante, los detalles y las estructuras profundas de cada
caso fueron emergiendo poco a poco, en fragmentos y remiendos, a modo
de rompecabezas capaces de capturar mi atencin o paradojas disfrazadas de
certezas, mientras visitaba museos y galeras, asista a bienales y congresos en
distintas ciudades y me mova incesantemente entre las instituciones y las prc-
ticas menos formales de exhibicin y diseminacin de arte, as como tambin
entre quienes, de manera formal e informal, lo interpretaban. Los captulos
siguientes buscan dar cuenta, en la medida de lo posible, de estas experiencias
tal como ocurrieron, mostrar al lector de qu manera l<LS instituciones, los
artistas y los crticos responden a la recesin de lo moderno y al auge de lo
contemporneo en el arte. Por tanto, mencionar reiteradas visitas a museos
clave y describir sus intentos -por lo general, a regaadientes; a veces, premo-
nitorios-o- por enfrentar el cambio en el momento en que estaba ocurriendo.
Har lo mismo con los marcos conceptuales fundamentales para la interpre-
tacin, que tambin se afanan por enfrentar las condiciones emergentes y el
arte que se produce en ellas. Este libro invita al lector a unirse a un viaje por el
mundo, que investiga el modo en que se estn abordando estas cuestiones, ya
sea en prestigiosos espacios de exhibicin (como el Museo de Arte Moderno
de Nueva York), en escenarios mucho menos conocidos (como la Bienal de La
Habana) e incluso en debates a veces esotricos, a veces pblicos, entre artis-
tas, crticos e historiadores, en los que se constituyen las estructuras discursivas
vitales del arte contemporneo.
Los captulos estn organizados de manera tal que permita dar cuenta de la
emergencia de estas corrientes tanto en las instituciones de arte como en su prc-
tica. "Museos: moderno/ contemporneo" explora el triunfo de la exhibicin so-
bre la coleccin en los museos contemporneos, dado que esta es la principal
estrategia adoptada por dichas instituciones al verse obligadas a convertirse en
5 En 2001, cuando por primera vez plante la pregunta de este modo (vase
el prefacio), me sent alentado por la osada heurstica exhibida, de modo
tan caracterstico, por George Steiner, en su leccin inaugural "What is
Comparative Literature?" en la Universidad de Oxford el11 de octubre de
1994 (Steiner, 1995). Sobre mis primeras formulaciones, vase Smith (2001 a).
Introduccin 25
sitios de inters dentro de la industria cultural globalizada. Sobre todo, tienen
su inters puesto en la primera corriente de arte contemporneo descripta.
Establecidos durante la modernidad, a menudo en contraste con los museos
de investigacin histrica del arte del pasadp, sus compromisos con el arte
moderno -que va volvindose, por su parte, rpidamente histrico- los obli-
gan a revisar continuamente sus relatos sobre la coleccin y a realizar todos
los esfuerzos posibles para convertirse en centros obligados para un arte que
no necesariamente tiene premisas modernistas. Reseo varios museos famosos
que enfrentan el desafio de este doble acto: el MoMA (Museo de Arte Moderno
de Nueva York), Dia:Beacon, la Saatchi Gallery y la Tate Modern. "Espectcu-
los: arquitectura/ escultura" ofrece detenidos anlisis de dos obras de arte: el
Museo Guggenheim de Bilbao, donde puede apreciarse el concepto de la cons-
truccin como escultura de Frank Gehry, y el ciclo Cremaster (1994-2002), de
Matthew Barney, en particular tal como fue exhibido en el Museo Guggen-
heim de Nueva York en 2003. "Mercados: global/local" estudia los mercados
existentes para dos tipos de arte contemporneo completamente distintos en
sus orgenes pero supeditados a su contemporaneidad: el mercado del arte
contemporneo de la primera corriente (remodernista, retrosensacionalista)
y el del arte contemporneo producido por los aborgenes australianos, una
tendencia emergente en el marco del giro poscolonial.
En "Contracorrientes: sur/norte" el punto de inters se desplaza claramen-
te hacia la transformacin iconogeogrfica precipitada por la descolonizacin
y el poscolonialismo, analizada tal como se manifestara en muestras clave tales
como Documenta 11, realizada en Kassel en 2002, y la Bienal de La Habana de
2003. "Contemporaneidad: tiempos/lugares" rastrea los tpicos y problemas
tpicos de la tercera corriente, en particular el modo en que los artistas tratan
las cuestiones del tiempo, el lugar y la accin tica en el mundo contempor-
neo. El captulo final, "Qu es el arte contemporneo?", sostiene que la pro-
puesta planteada a lo largo de este libro puede servir como un marco viable
para la escritura de las mltiples historias del arte contemporneo.