Ley Fundamental 1825

Descargar como docx, pdf o txt
Descargar como docx, pdf o txt
Está en la página 1de 3

Ley Fundamental de 1825

Artículo 1.- El título de esta asociación será: «Provincias Unidas del Río de la Plata en
Sud América».

Artículo 2.- Todas las provincias se regirán por sus actuales instituciones hasta la
promulgación de la Constitución que forme el Congreso nacional.

Artículo 3.- Cada una de las provincias Unidas se reserva el derecho de aceptar o
repudiar dicha Constitución, en la forma que ellas acuerden.

Artículo 4.- Si la constitución fuese aceptada por las dos terceras partes de los
habitantes de las provincias, según sus censos, la otra tercera parte quedará obligada a lo
mismo.

Artículo 5.- Las dichas provincias por la presente entran en una firme liga para su
defensa común, la seguridad de su libertad, independencia jurada, y para su mutua y
general felicidad, obligándose a asistir a cada una de las otras contra toda violencia o
ataques hechos sobre ellas, por motivo de religión, soberanía, tráfico o algún otro
pretexto, cualquiera que sea.

Artículo 6.- Para mejor asegurar y perpetuar esta liga entre los pueblos de las
provincias que forman la Unión, los habitantes libres de cada una de ellas, excepto los
que huyan de la justicia, serán acreedores a todos los privilegios e inmunidades de
ciudadanos libres en las varias provincias; y la gente de cada provincia tendrá entrada
libre de una en otra provincia, y gozará en ella todos los privilegios del tráfico y
comercio, sujetándose a los mismos deberes, imposiciones y restricciones que sus
habitantes, respectivamente; con tal que estas restricciones no se extiendan hasta
impedir la remoción de la propiedad, donde al propietario más le acomode, y también,
con tal que ninguna imposición, derecho o restricción se establezca de un modo
permanente, que pueda embarazar el cumplimiento de la Constitución que el Congreso
nacional forme, y aceptada se promulgue; quedando, por lo tanto, todo, sujeto a la
variación que a juicio del cuerpo legislativo nacional más convenga al mejor régimen y
felicidad de las Provincias Unidas.

Artículo 7.- Si alguna persona culpable o acusada de traición, felonía o mala conducta
en alguna provincia huyese de la justicia y se hallare en cualquiera de las Provincias
Unidas, se entregará inmediatamente que sea requerida por la autoridad competente de
la provincia de donde ha huido, y será conducida a la provincia de donde tiene
jurisdicción sobre su ofensa.

Artículo 8.- Se dará entera fe y crédito en cada una de estas provincias a los registros,
actos y procedimientos judiciales de los tribunales y magistrados de todas las otras.

Artículo 9.- Los miembros del Congreso nacional serán eximidos de arrestos y
prisiones, desde que salen para asistir al Congreso, hasta que vuelvan a sus casas,
excepto por traición, felonía o violación de la paz.
Artículo 10.- Ninguna provincia, sin el consentimiento de las Provincias unidas juntas
en Congreso, mandará o recibirá embajadores, ni entrará en conferencia, acuerdo,
alianza, o tratado con algún rey, príncipe o Estado; ni persona alguna que tenga algún
empleo de interés o confianza en las Provincias Unidas, aceptará algún presente,
emolumento, empleo o título de cualquier género que sea de algún rey, príncipe o
Estado extranjero; ni las Provincias Unidas juntas en Congreso, o alguna de ellas,
concederán título alguno de nobleza. Ni dos o más provincias entrarán en algún tratado,
confederación o alianza entre sí, cualquiera que sea, sin el consentimiento de las
Provincias juntas, unidas en Congreso.

Artículo 11.- Ninguna provincia se empeñará en guerra alguna sin el consentimiento de


las Provincias Unidas juntas en Congreso, a menos que la tal provincia sea casualmente
invadida por el enemigo o por alguna nación de indios; que el peligro sea tan inminente
que no admita dilación, hasta ser consultada las Provincias Unidas juntas en Congreso.

Artículo 12.- Entre tanto que el Congreso nacional forme la Constitución bajo las
formas que más convengan, se constituirá un gobierno supremo o poder ejecutivo
general, que administre todo lo relativo a relaciones exteriores o interiores generales, los
de la guerra, para la defensa común: en fin, todos los intereses de la nación en general,
bajo el reglamento que el presente Congreso al constituirlo sancione, designando sus
facultades y atribuciones sin perjuicio de lo que queda establecido en el Artículo 2.

Artículo 13.- Cuando por disposición del supremo poder ejecutivo general, de acuerdo
con el congreso nacional, se levanten fuerzas de tierra por alguna provincia para la
defensa común, todos los oficiales de ella de coronel abajo serán nombrados
respectivamente por los gobiernos de cada provincia, por quienes hayan sido o sean
levantadas semejantes fuerzas, y todas las vacantes serán provistas por el gobierno que
hizo primero el nombramiento.

Artículo 14.- Todos los gastos de guerra y demás expensas que ocurriesen para la
defensa común o prosperidad general, y permitidos por las Provincias Unidas juntas en
Congreso, serán costeados por una tesorería común, que será suplida por las diversas
provincias. En proporción a su población y recursos.

Artículo 15.- El supremo poder ejecutivo general, por lo respectivo a sus atribuciones, y
las provincias Unidas juntas en congreso en la misma conformidad, tendrán el solo y
exclusivo derecho y poder de declarar la paz y la guerra, salvo los casos mencionados
en el Artículo 11: de mandar y recibir embajadores, entrar en tratados y alianzas, de
conceder patentes de corsos, y represalias en tiempos de paz, de crear tribunales de
presas, de piraterías y felonías cometidas en alta mar.

Artículo 16.- Las Provincias Unidas juntas en congreso serán también la única
autoridad que conozca y decida las disputas y diferencias que susciten ahora o que
puedan suscitarse en adelante entre dos o más provincias, concernientes a límites,
jurisdicción o alguna otra cosa, cualquiera que sea.

Artículo 17.- Las Provincias Unidas juntas en congreso, tendrán el solo y exclusivo
derecho y poder de reglar la liga, y valor de la moneda acuñada por su misma autoridad
o por las respectivas provincias; fijar la rata de pesos y medidas entre las Provincias
Unidas; regular el tráfico y manejar todos los negocios con los indios que no sean
miembros de algunas de las provincias.

Artículo 18.- Todas las provincias estarán a las determinaciones de las Provincias
Unidas juntas en congreso, en todas las cuestiones que por el presente pacto están
sometidas a ellas. Y los Artículos de esta asociación serán inviolablemente observados
por todas las provincias hasta la promulgación de la constitución permanente, y aun en
el inesperado y fatal caso que el presente congreso se disuelva sin haber llenado aquel
objeto, de modo que la unión será perpetua. En testimonio de lo cual firmamos éste en
Congreso fecho en Buenos Aires.

También podría gustarte