Las Visiones de Sadhu Sundar Singh de India
Las Visiones de Sadhu Sundar Singh de India
Las Visiones de Sadhu Sundar Singh de India
Naci en medio de las profundidades de la cultura y la religin de la India, en una familia sij. Durante la primera parte de su vida, la madre de Sundar lo llevara semana a semana a sentarse a los pies de un sadhu, un hombre santo asceta que viva a cierta distancia en la selva tropical. Con la muerte de su amada madre cuando slo tena catorce aos de edad, el joven Sundar creci cada vez ms desesperado y agresivo. Su odio hacia los misioneros y los cristianos locales culmin con la quema pblica de una Biblia, que l destroz pgina por pgina y lanz las llamas. Poco tiempo despus, Sundar tuvo la intencin de quitarse la vida. Habiendo llegado a un punto de desesperacin, decidi lanzarse bajo el expreso Ludhiana si Dios no le revelaba el verdadero camino a la paz. A las tres de la maana se levant de su cama y fue al patio iluminado por la luna para el bao ceremonial observado por los devotos hindes y sijs antes de la adoracin. Luego, regres a su habitacin y se arrodill. Inclin la cabeza hacia el suelo y pidi a Dios que se le revelara. Sin embargo, no pas nada. No saba qu esperar: una voz, una visin y un trance?. Nada haba pasado y se acercaba rpidamente el momento en el que el expreso Lothian pasara. l levant la cabeza, abri los ojos y se sorprendi al ver una tenue nube de luz en la habitacin. Era demasiado pronto para el amanecer. Abri la puerta y se asom al patio. Oscuridad. Volviendo a la sala, vio que la luz de la habitacin era cada vez ms brillante. Para su gran sorpresa, l no vio el rostro de alguno de sus dioses tradicionales, sino el de Jess el Cristo. Jesucristo estaba all en la sala, brillando, irradiando paz, amor y una alegra indescriptible, mirndolo con compasin y preguntndole: Por qu me persigues?, Yo mor por ti ... A partir de este momento la vida de Sundar Singh se volvi ms cristiana. No estando dispuesto a denunciar a su Maestro, no pas mucho tiempo antes de que su familia lo rechazara. Sundar tom las tnicas de color azafrn del sadhu y comenz una vida difundiendo el mensaje simple del amor y de la paz y el renacimiento a travs de Jess. No llevaba dinero u otros bienes, slo un Nuevo Testamento. Viaj por la India y el Tbet , as como por el resto del mundo, haciendo ver que la interpretacin moderna del mensaje de Jess era muy superficial. Visit el Oeste en dos ocasiones, viajo a Gran Bretaa, Estados Unidos y Australia en 1920, y a Europa de nuevo en 1922. Con el gran nmero de caminos espirituales y tcnicas, con las que el mundo se enfrenta hoy en da, es de especial valor tener en cuenta la vida y las ideas de alguien que verdaderamente abraz la simplicidad, el amor y la libertad que se ofrecen a travs de la devocin a Cristo.
Yo no soy digno de seguir los pasos de mi Seor dijo, pero al igual que l, no quiero casa, ni posesiones. Como l, yo pertenezco al camino, compartiendo el sufrimiento de mi pueblo, comiendo con los que me darn cobijo y contndole a toda la gente del amor de Dios. PRLOGO por SUNDAR SINGH Lo que sigue es el prefacio de la publicacin original de 1926 : En este libro he intentado escribir sobre algunas de las visiones que Dios me ha dado. De haber considerado mis propias inclinaciones no habra publicado el relato de estas visiones durante mi tiempo de vida, pero los amigos cuyos juicios yo valoro, han insistido en que, como una ayuda espiritual a los dems, la publicacin de la enseanza de estas visiones no debe retrasarse. En deferencia a los deseos de esos amigos este libro se presenta ahora al pblico. En Kotgarh, hace catorce aos, mientras estaba orando, mis ojos se abrieron a una visin celestial. Tan claramente vi todo, que pens que haba muerto y que mi alma haba pasado a la gloria de los cielos, pero a lo largo de los aos estas visiones han continuado enriqueciendo mi vida. No puedo acceder a ellas a voluntad, pero por lo general, cuando estoy rezando o meditando, a veces tan a menudo como ocho o diez veces en un mes, mis ojos espirituales se abren para ver dentro de los cielos y durante una hora o dos camino en la gloria de la esfera celestial con Cristo Jess y mantengo conversaciones con los ngeles y los espritus. Sus respuestas a mis preguntas han proporcionado gran parte del material que ya ha sido publicado en mis libros y el xtasis de esa comunin espiritual que me hace estar expectante del momento en el que voy a entrar en forma permanente a la felicidad y comunin de los redimidos. Algunos pueden considerar que estas visiones no son ms que una forma de espiritismo, pero me gustara destacar que hay una diferencia muy esencial. El espiritismo presume de comunicar mensajes y seales de los espritus fuera de la oscuridad, pero por lo general son fragmentados, ininteligibles o realmente engaosos, y conducen a sus seguidores fuera de, en lugar de a la verdad. En estas visiones, por otro lado, veo claramente todos los detalles de la gloria del mundo espiritual y tengo la experiencia estimulante de la comunin real con los santos, en medio del mundo inconcebiblemente brillante y hermoso que se hace visible. Es a partir de estos ngeles y santos que he recibido los mensajes no vagos, rotos o elusivos de lo invisible, sino aclaraciones racionales y prstinas de muchos de los problemas que me han preocupado. Hago mencin repetida de los espritus, santos y ngeles en este libro. La distincin que hara entre ellos es que los espritus son buenos o malos, que despus de la muerte existe un estado intermedio entre el cielo y el infierno. Los santos son aquellos que han pasado a travs de esta etapa a la esfera ms alta del mundo espiritual y que han tenido un servicio especial asignado. Los ngeles son los seres gloriosos a los que todo tipo de servicio superior ha sido asignado y entre ellos se incluyen muchos santos de otros mundos, as como de este mundo nuestro, que viven juntos como una familia. Ellos sirven a otros en amor y en el
resplandor de la gloria de Dios son eternamente felices. El Mundo de los Espritus significa ese estado intermedio al que los espritus entran despus de abandonar el cuerpo. Por el Mundo Espiritual se entiende a todos los seres espirituales que progresan a travs de las etapas entre la oscuridad del abismo y el trono del Seor en la luz. Deseo expresar mi sincero agradecimiento al Rev. T. E. Riddle de la Misin Presbiteriana de Nueva Zelanda, Kharar , Punjab , que ha viajado hasta Subathu para traducir el libro original del Urdu al Ingls. Mi agradecimiento una vez ms a la seorita E. Sanders, de Coventry, por haber corregido las pruebas . SUNDAR SINGH Subathu , julio de 1926. VIDA Slo hay una fuente de vida - una Infinita y Omnipotente Vida, cuyo poder creativo dio vida a todos los seres vivos. Todas las criaturas que viven en ella, permanecern en ella para siempre. Una vez ms, esta Vida cre innumerables vidas diferentes en especie y en las etapas de su progreso. El hombre es una de ellas, creado bajo la propia imagen de Dios para que pueda permanecer feliz en Su santa presencia. MUERTE Esta vida puede cambiar, pero nunca puede ser destruida y aunque el cambio de una forma de existencia a otra se llama muerte, esto no significa que la muerte termina la vida, o incluso que se suma a la vida, o que se distancia de ella. Simplemente transfiere la vida de una forma de existencia a otra. Una cosa que desaparece de nuestra vista no ha dejado por ello de existir. Reaparece, pero en otra forma y estado. EL HOMBRE NUNCA PUEDE SER DESTRUIDO Nada en este universo ha sido jams destruido, ni nunca podr serlo, porque el Creador no ha creado nada para su destruccin. Si l hubiese querido destruirla, l nunca la habra creado. Y si no hay nada en la Creacin que pueda ser destruido, entonces cmo puede el hombre ser destruido, que es la corona de la creacin y la imagen de su Creador? Puede Dios mismo destruir su imagen, alguna otra criatura puede hacerlo? Nunca! Si un hombre no se destruye con la muerte, de inmediato surge la pregunta, dnde va a existir el hombre despus de la muerte y en qu estado ? Voy a tratar de dar una breve explicacin de mis propias experiencias y visiones, a pesar de que no es posible para m describir todas las cosas que he visto en las visiones del mundo espiritual, porque el lenguaje y las imgenes de este mundo no son suficientes para expresar el aspecto de esas realidades espirituales y el
intento de reducir al lenguaje ordinario la gloria de las cosas que se ven, es probable que resulte en un malentendido. He tenido, por tanto, que eliminar la cuenta de todas esas ocurrencias espirituales sutiles, para las cuales slo un lenguaje espiritual es adecuado y as seleccionar slo unos pocos incidentes simples e instructivos, que resultarn comprensibles para todos. Dado que tarde o temprano cada uno de nosotros tendr que entrar en este mundo espiritual invisible, no est dems que nosotros, en cierta medida, nos familiaricemos con el .
QU PASA DESPUS DE LA MUERTE ? Un da, cuando estaba orando a solas, de repente me vi rodeado por un gran nmero de seres espirituales, o podra decir que tan pronto se abrieron mis ojos espirituales me encontr inclinado y en presencia de un considerable grupo de santos y ngeles. Al principio yo estaba un poco avergonzado cuando vi su estado brillante y glorioso, comparndolo con mi propia e inferior calidad. Pero estaba a la vez muy calmo por la verdadera simpata y amabilidad que irradiaban. Yo ya haba tenido la experiencia de la paz de la presencia de Dios en mi vida, pero la comunin de estos santos aadi una nueva y maravillosa alegra en m. Como les coment, he recibido de ellos respuestas que me han dejado perplejo, respecto a mis preguntas relativas a mis dificultades sobre muchos problemas. Mi primera pregunta fue sobre lo que ocurre en el momento de la muerte y sobre el estado del alma despus de la muerte. Les dije: Sabemos lo que nos pasa entre la infancia y la vejez, pero no sabemos nada de lo que sucede en el momento de la muerte o ms all de las puertas de la muerte. La informacin correcta al respecto slo puede ser conocida por los del otro lado de la muerte, despus de que han entrado en el mundo espiritual. Pueden ustedes, les pregunt, darnos alguna informacin sobre esto? Uno de los santos contest a esta pregunta: La muerte es como dormir. No hay dolor en el cruce, excepto en el caso de unas pocas enfermedades fsicas y condiciones mentales. As como un hombre agotado entra en un sueo profundo, as viene el sueo de la muerte para el hombre. La muerte llega en forma tan repentina para tantos, que slo con gran dificultad se darn cuenta que han dejado el mundo material y entrado en el mundo de los espritus. Desconcertados por las gran cantidad de cosas nuevas que ven a su alrededor, se imaginan que estn visitando un pas o ciudad del mundo fsico que no han visto antes. Slo cuando han recibido mayor instruccin se dan cuenta que su cuerpo espiritual es diferente de su anterior cuerpo material, lo que les permite entender que, de hecho, han pasado desde el mundo material al reino de los espritus . Otro de los santos que estaban presentes aadi: Por lo general, dijo, en el momento de la muerte el cuerpo pierde su capacidad de sentir. No tiene dolor y es simplemente superado por una sensacin de somnolencia. A veces, en casos de gran debilidad o despus de un accidente, el espritu se separa mientras que
el cuerpo est todava inconsciente. Entonces los espritus de los que han vivido sin pensar en, ni preparndose para entrar en el mundo espiritual, son transferidos repentinamente al mundo de los espritus, lo que los desconcierta y les provoca un estado de gran angustia respecto de su destino, por lo que, por un perodo considerable tienen que permanecer en los planos inferiores y ms oscuros del estado intermedio. Los espritus de estas esferas inferiores a menudo acosan mucho a la gente en el mundo. Pero a los nicos que pueden daar es a quienes son como ellos, que de motu propio abren sus corazones para entretenerlos. Estos espritus malignos, alindose con otros espritus malignos, haran un dao inmenso en el mundo si no fuera porque Dios ha enviado innumerables ngeles por todas partes para la proteccin de su pueblo y de su creacin, por lo que su pueblo est siempre seguro bajo su custodia. Los espritus malignos pueden daar slo a aquellos en el mundo que son similares a ellos y slo en un grado limitado. Ellos pueden molestar a personas justas, pero slo con el permiso de Dios. A veces Dios autoriza a Satans para tentar a los ngeles y perseguir a su pueblo, de manera que puedan salir fortalecidos y mejorados con la prueba, como cuando l permiti que Satans persiguiese a su siervo Job. A partir de un evento de este tipo hay una ganancia en vez de un prdida para el creyente . Otro de los santos de pie aadi: muchos cuyas vidas no se han rendido a Dios, cuando estn a punto de morir parecen perder el conocimiento, pero lo que realmente sucede es que cuando ven las caras horribles y diablicas de los malos espritus que han llegado cerca de ellos, se quedan mudos y paralizados por el miedo. Contrariamente, la muerte de un creyente es con frecuencia todo lo contrario. l est muy feliz porque ve ngeles y espritus santos que vienen a darle la bienvenida. Luego, tambin, ve a sus seres queridos que han muerto antes, se les permite asistir a su lecho de muerte para acompaar su alma al mundo espiritual. Al entrar en el mundo de los espritus se siente como en casa, no slo estn sus amigos sobre l, sino que adems llega al lugar para el que l siempre haba estado preparndose por su confianza en Dios y en comunin con l. Un cuarto santo dijo: Conducir las almas de los hombres desde el mundo es obra de los ngeles. Por lo general, Cristo se revela a s mismo en el mundo espiritual para cada uno de ellos en grados de gloria que difieren en intensidad segn el estado de desarrollo espiritual de cada alma. Pero en algunos casos, l mismo llega al lecho de muerte para darle la bienvenida a Su siervo y en el amor seca sus lgrimas y lo lleva al Paraso. As como un nio recin nacido en el mundo encuentra todas sus necesidades cubiertas, as ocurre con el alma, que al entrar al mundo espiritual no sufre de necesidades. EL MUNDO DE LOS ESPRITUS Una vez en el curso de la conversacin, los santos me dieron esta informacin. Despus de la muerte, el alma de todo ser humano entrar en el mundo de los espritus y cada uno, de acuerdo a la etapa de su crecimiento espiritual, morar
con espritus similares en mente y en naturaleza a l mismo, ya sea en la oscuridad o en la luz de la gloria. Se nos asegura que nadie ha entrado fsicamente en el mundo espiritual, excepto Cristo y algunos santos, cuyos cuerpos fueron transformados en cuerpos gloriosos, pero a algunos les ha sido concedido que, aunque todava viven en el mundo, puedan ver el mundo de los espritus y el cielo mismo, como en Cor. 12:02, aunque ellos mismos no pueden decir si entran al Paraso en cuerpo o en espritu. " Despus de esta conversacin, estos santos me llevaron y me mostraron muchas cosas y lugares maravillosos. Vi que desde todos los lados miles y miles de almas fueron constantemente llegando al mundo de los espritus y que todos fueron atendidos por los ngeles. Las almas de los buenos tenan con ellos slo a ngeles y a espritus buenos, que les haban conducido desde su lecho de muerte. A los espritus malignos no se les permita acercarse a ellos, pero estaban viendo todo esto desde lejos. Vi tambin que no haba espritus buenos con las almas de los realmente malos, sino malos espritus que los haban acompaado desde sus lechos de muerte, aunque que los ngeles se ubicaban alrededor impidiendo a los malos espritus dar rienda suelta a su naturaleza cruel y hostigar a estos espritus. Los espritus malignos casi inmediatamente llevaron a estas almas hacia la oscuridad, porque cuando estaban encarnados, haban permitido consistentemente a los malos espritus influir en ellos para mal y de buena gana aceptaron ser atrados a todo tipo de maldad. Los ngeles, de ninguna manera pueden interferir con el libre albedro de un alma. Vi all tambin a muchas almas que venan al mundo de los espritus y fueron atendidas por espritus buenos y malos, as como por los ngeles. Pero al poco tiempo, la diferencia radical de sus vidas comenz a mostrarse y ellos mismos se fueron separando, el de buen carcter hacia el bien y el de mal carcter hacia el mal. HIJOS DE LA LUZ Cuando las almas de los hombres llegan al mundo de los espritus, los buenos son separados de los malos. En el mundo todos estn mezclados entre s, pero no es as en el mundo espiritual. He visto muchas veces que cuando los espritus de los buenos - los Hijos de la Luz - entran en el mundo de los espritus, lo primero que hacen es baarse en las aguas impalpables como aire, de un ocano cristalino. En ellas encuentran un intenso y estimulante refresco. Dentro de estas aguas milagrosas se mueven como al aire libre, no pueden ahogarse ni las aguas les mojan. Maravillosamente limpios, renovados y totalmente purificados, entran en el mundo de la gloria y de la luz, en el que estn siempre en la presencia de su amado Seor y en comunin con innumerables santos y ngeles. HIJOS DE LAS TINIEBLAS Qu diferente es lo que experimentan las almas de aquellos cuyas vidas han sido malas. Incmodos en compaa de los hijos de la luz y atormentados por la luz de
todos los reveladores de la Gloria, luchan y se esconden en lugares donde no se ver su impureza y su naturaleza manchada de pecado. Desde la parte ms baja y oscura del mundo de los espritus, surge un humo negro y maloliente y en su esfuerzo por ocultarse de la luz, estos Hijos de la Oscuridad empujan y se van de cabeza hacia el y desde su amargura surgen lamentos de remordimiento y angustia que se escuchan constantemente. Pero el cielo est dispuesto de manera que el humo no se ve, ni los espritus del cielo escuchan los lamentos de angustia, a menos que alguno de ellos por alguna razn especial desee ver la difcil situacin en la que se encuentran las almas en la oscuridad. LA MUERTE DE UN NIO Un nio muri de neumona y un grupo de ngeles vino a llevar su alma al mundo de los espritus. Ojal que su madre pudiera haber visto esa maravillosa visin. Entonces, en lugar de llorar, ella habra cantado con alegra, porque los ngeles se ocupan de los ms pequeos con un cuidado y un amor que no tiene parangn. O a uno de los ngeles decirle a otro: Mira cmo la madre de este nio llora por esta corta y temporal separacin!. En muy pocos aos ella estar feliz de nuevo con su hijo. Entonces los ngeles tomaron el alma del nio a esa parte bella y llena de luz del cielo que est apartada para los nios, donde se ocupan de ellos y les ensean con toda la sabidura celestial hasta que poco a poco los ms pequeos comienzan a ser como los ngeles. Despus de un tiempo la madre de este nio tambin muri y su hijo, que ahora se haba convertido como en un ngel, vino con otros ngeles para dar la bienvenida al alma de su madre. Cuando l le dijo: "Madre, no me conoces? Yo soy su hijo Teodoro, El corazn de la madre se llen de alegra y cuando se abrazaron el uno al otro, sus lgrimas de alegra cayeron como flores. Era un espectculo conmovedor!. Entonces mientras caminaban juntos, sigui sealando y explicndole a ella las cosas a su alrededor. Durante el tiempo sealado para su estancia en el estado intermedio, se qued con ella y cuando el perodo de tiempo necesario para la instruccin en ese mundo se complet la llev con l a la esfera ms alta donde l viva. All, todo alrededor era maravilloso y alegre y las almas de innumerables hombres, que en el mundo haban soportado todo tipo de sufrimientos por causa de Cristo, estaban all y haban sido honradas siendo llevadas a este glorioso lugar. A su alrededor estaban incomparables y sumamente hermosas montaas, manantiales y paisajes. En los jardines haba abundancia de todo tipo de frutas dulces y hermosas flores. Todo lo que el corazn pudiera desear estaba all. Entonces le dijo a su madre: En el Mundo, que es el tenue reflejo de este mundo real, nuestros seres queridos estn sufriendo por nosotros, pero dime, es esto la muerte, o es la vida real que cada corazn anhela? La madre le dijo: Hijo, esta es la verdadera vida. Si hubiera sabido en el mundo toda la verdad acerca del cielo, nunca me hubiese entristecido por tu muerte. Qu lstima es que en el mundo sean tan ciegos!. A pesar del hecho de que Cristo ha explicado muy claramente este estado de gloria y que los evangelios hablan de este reino eterno del Padre, no slo la gente ignorante, sino muchos creyentes iluminados todava
estn por completo inconscientes de su gloria. Quiera Dios que todos puedan entrar en el gozo eterno de este lugar. MUERTE DE UN FILSOFO El alma de un filsofo alemn entr en el mundo de los espritus y vio de lejos la gloria incomparable del mundo espiritual y la alegra desbordante de su gente. l estaba encantado con lo que vio, pero su intelectualismo obstinado le impidi ver el camino de entrada y disfrutar de su felicidad. En lugar de admitir que era real, l discuti consigo mismo : "No hay ninguna duda de que yo veo todo esto, pero Qu prueba hay de que tiene existencia objetiva y no es una ilusin conjurada por mi mente?. Aplicar todas las pruebas de lgica, la filosofa y la ciencia y slo as voy a estar convencido de que tiene una realidad propia y no es una ilusin. Entonces los ngeles le respondieron: Es evidente por tu discurso que tu intelectualismo ha deformado toda tu naturaleza. No puedes usar los ojos fsicos para ver el mundo espiritual, por lo que la comprensin espiritual es necesaria para comprender su realidad y no los ejercicios mentales fundamentados en la lgica y la filosofa. Vuestra ciencia que se ocupa de los hechos materiales se ha quedado atrs en el mundo, junto con el crneo y el cerebro fsicos. Aqu, slo la sabidura espiritual es til y surge del temor y el amor de Dios. Entonces dijo uno de los ngeles al otro : Qu lstima que la gente olvide la palabra preciosa de nuestro Seor, Excepto que os convirtis y os hagis como los nios, vosotros no tendris la sabidura para entrar en el Reino de los Cielos " (Mt. 18:03 ). Le pregunt a uno de los ngeles cul sera el final de este hombre y l respondi: Si la vida de este hombre hubiese sido del todo mala, entonces l a su vez se habra unido a los espritus de la oscuridad, pero no deja de tener un sentido moral, por lo que por largo tiempo vagar ciegamente en la tenue luz de las partes inferiores del estado intermedio y seguir golpeando su cabeza filosfica hasta que, cansado de su necedad, l se arrepienta. Entonces estar listo para recibir la instruccin necesaria de los ngeles designados para tal fin y, cuando se le indique, va a estar en forma para entrar en la luz ms plena de Dios en la esfera ms alta. " En cierto sentido, todo el espacio infinito, lleno como est de la presencia de Dios, que es Espritu, es un mundo espiritual. En otro sentido, el mundo tambin es un mundo espiritual, porque sus habitantes son espritus vestidos con cuerpos humanos. Pero hay todava otro mundo de los espritus despus de abandonar el cuerpo en la muerte. Este es un estado intermedio - un estado entre la gloria y la luz de los cielos de los cielos y la penumbra y la oscuridad de los infiernos ms bajos. En ella hay innumerables planos de la existencia y el alma es conducida al plano donde mejor calza de acuerdo con su progreso en el mundo. All, los ngeles especialmente designados para este trabajo le instruyen por un tiempo, que puede ser largo o corto, antes de que vaya a incorporarse a la sociedad de esos espritus - espritus buenos en la luz mayor, o espritus malignos en la mayor oscuridad - que son los de su misma naturaleza y mentalidad. AYUDA NO VISTA
Nuestros familiares y seres queridos y en ocasiones los santos a menudo vienen del mundo invisible para ayudarnos y protegernos, pero los ngeles siempre lo hacen. Sin embargo, nunca se les ha permitido hacerse visibles a nosotros, excepto en unos pocos momentos de necesidad muy especial. Por formas no reconocibles por nosotros, nos influyen hacia pensamientos santos y nos inclinan hacia Dios, hacia la buena conducta y el Espritu de Dios que habita en nuestros corazones, completando este trabajo para el perfeccionamiento de la vida espiritual, que no han sido capaces de lograr. La grandeza de cualquiera no depende de sus conocimientos y su posicin, nadie puede ser grande slo por esto. Un hombre es tan grande como til puede ser a los dems y la utilidad de su vida para los dems depende de su servicio a los mismos. Por lo tanto, la medida en la que un hombre puede servir a otros en amor, es la medida de su propia grandeza. Como dijo el Seor : "Pero el que quiera hacerse grande entre vosotros ser vuestro siervo " (Mateo 20:26 ). La alegra de todos los que moran en el cielo se encuentra en la de servir a otros en amor y por lo tanto, en el cumplimiento del objeto de sus vidas permanecen para siempre en la presencia de Dios. LA CORRECCIN DEL ERROR Cuando la gente sinceramente desea vivir vidas agradables a Dios, el reajuste de sus puntos de vista y la renovacin de sus vidas comienza en este mundo. No slo nos ensea el Espritu de Dios directamente, sino que en la cmara secreta de nuestro corazn nos ayuda por la comunin con los santos, quienes sin ser vistos por nosotros son siempre la mano que nos impulsa hacia el bien . Pero, como muchos creyentes cristianos, as como no cristianos buscadores de la verdad mueren manteniendo puntos de vista falsos y parciales de la verdad, sus opiniones son corregidas en el mundo de los espritus, siempre y cuando no se aferren obstinadamente a estas y estn dispuestos a aprender, porque ni en este mundo ni en el siguiente Dios o sus siervos forzarn a un hombre a creer nada en contra de su voluntad. LA MANIFESTACIN DE CRISTO Vi en una visin al espritu de un idlatra llegar al mundo de los espritus y comenzar de inmediato a buscar a su dios. Entonces los santos le dijeron: No hay ms dios aqu salvo el nico y verdadero Dios y Cristo, que es Su manifestacin. Al or esto, el hombre se sorprendi en gran forma, pero siendo un sincero buscador de la verdad, admiti francamente que haba estado en un error. l busc ansiosamente conocer la visin correcta de la verdad y pregunt si poda ver al Cristo. Poco despus de esto, Cristo se manifest en una luz tenue para l y para otros que haban recin llegado al mundo de los espritus, porque en esta etapa no podran haber soportado una exposicin llena de su gloria, porque Su gloria es tan incomparable que incluso los ngeles le ven con
dificultad y se cubren la cara con sus alas (Isaas 06:09). Cuando El se revela a cualquiera, toma en cuenta la fase concreta del progreso que esa alma ha alcanzado, por lo que l aparece tenuemente, o en el nivel de Luz Gloriosa que pueda soportar quien le mira. As que cuando estos espritus vieron a Cristo en esta tenue pero atractiva luz, se llenaron de una alegra y de una paz que est ms all de nuestro poder de descripcin. Baados por los rayos de su luz vivificante y con las olas de amor que constantemente fluan fuera de l, que flua sobre ellos, todos su errores fueron limpiados. Luego, con todo su corazn, ellos lo reconocieron como la Verdad y encontraron la curacin y haciendo una reverencia en adoracin humilde ante l, dieron las gracias y lo elogiaron. Y los santos que haban sido designados para su instruccin tambin se regocijaron por ellos. UN TRABAJADOR QUE DUDA Una vez vi en una visin a un trabajador llegar al mundo de los espritus. Estaba muy angustiado porque en toda su vida slo haba dado importancia a ganar el pan de cada da. Haba estado demasiado ocupado para pensar en Dios, o en las cosas espirituales. Al mismo tiempo que haba muerto, otro tambin haba muerto, que era un escptico y obstinado en sus opiniones. Ambos recibieron la orden de permanecer por un largo periodo lejos en el mundo de los espritus en un lugar de oscuridad. Angustiados empezaron a gritar pidiendo ayuda. Los santos y los ngeles con amor y simpata fueron a darles instrucciones para que comprendiesen cmo llegar a ser miembros del Reino de la Gloria y la Luz. Pero a pesar de su angustia, al igual que muchos otros espritus, prefirieron permanecer en su oscura morada, por que el pecado haba deformado todo su carcter y naturaleza y dudaban de todo. Incluso miraban con recelo a los ngeles que haban venido a ayudarles. Observando todo esto me preguntaba cul sera su fin, pero cuando pregunt, la nica respuesta que obtuve fue de uno de los santos, que dijo: Dios tenga misericordia de ellos. Podemos formarnos una opinin sobre la depravacin de la naturaleza perversa del hombre a partir de esto, si un mal informe acerca de otro da vueltas, incluso si es falso, un hombre cuya perspectiva est distorsionada por el pecado lo aceptar como verdadero. Si por el contrario, se recibe un reporte bueno y perfectamente cierto, por ejemplo, que tal hombre es un hombre devoto, que ha hecho tal o cual trabajo para la gloria de Dios y para el bien de sus semejantes, a continuacin, sin dudarlo, un tipo as dir: Todo es falso. En el fondo debe tener algn motivo egosta para todo esto. Si le pedimos a este hombre que nos pruebe cmo l sabe que el primer caso es verdadero y el segundo falso, no tendr ni la ms mnima prueba que mostrar. Todo lo que podemos aprender de la actitud de la mente es tal que, como su mente est contaminada con el mal l cree en los malos informes ya que encajan con su mal carcter y l piensa que buenos informes son mentiras porque no encajan con la maldad de su corazn. Por naturaleza, la actitud de un buen hombre contraria a esto. l est naturalmente inclinado a dudar de un mal informe y para creer que se trata de un buen nombre, porque esta actitud es la
que mejor encaja con la bondad de su naturaleza. Los que en este mundo pasan su vida en oposicin a la voluntad de Dios no tendrn descanso del corazn ni en este mundo ni en el mundo venidero y, al entrar en el mundo de los espritus se sentirn desconcertados y angustiados. Pero los que en este mundo se conforman con la voluntad o la voluntad del Seor estarn en paz al llegar al siguiente y se llenarn de un gozo indescriptible, porque aqu es su hogar eterno y el reino de su Padre. EL JUICIO DE LOS PECADORES Muchos tienen la idea de que si ellos pecan en secreto entonces nadie lo sabr, pero es del todo imposible que cualquier pecado pueda permanecer oculto para siempre. En algn momento u otro, sin duda se dar a conocer y el pecador tambin recibir el castigo que se merece. Adems, el bien y la verdad nunca se pueden ocultar. Al final deben triunfar, aunque por un tiempo no puedan ser reconocidos. Los siguientes incidentes arrojarn luz sobre el estado del pecador. UN BUEN HOMBRE Y UN LADRN Una vez en una visin, uno de los santos me cont esta historia, Una noche un hombre de Dios tena que ir lejos para hacer un trabajo necesario. A su paso, se encontr con un ladrn que entr en una tienda. l le dijo: usted no tiene ningn derecho a tomar la propiedad de otras personas ni a causarles prdidas. Es un gran pecado hacerlo. El ladrn respondi: Si quiere salir de esta, mantenga silencio. Si no habr problemas para usted. El buen hombre persisti en sus esfuerzos y, cuando el ladrn no escuchaba, comenz a gritar y levant a los vecinos. Ellos se apresuraron a atrapar al ladrn, pero tan pronto como el buen hombre comenz a acusarle, el ladrn tom represalias y acus al buen hombre. Oh, s, dijo, ustedes piensan que este tipo es muy religioso, pero lo acaban de pillar robando. Como no hubo testigos, ambos fueron arrestados y encerrados juntos en una habitacin, mientras que un polica y algunos de sus hombres se escondieron para escuchar su conversacin. Entonces el ladrn empez a rerse de su compaero de prisin . -Mira- dijo, -No lo he hecho bien? Te lo dije al principio, o te callabas o sera peor para ti. Ahora vamos a ver cmo tu religin va a salvarte. Tan pronto como el oficial oy esto, abri la puerta y solt al buen hombre con honor y una recompensa, mientras que al ladrn le dio una severa paliza y lo encerr en una celda de la prisin. As que, incluso en este mundo, hay un grado de juicio entre los hombres buenos y malos, pero el castigo y la recompensa completa se dar slo en el mundo por venir . PECADOS SECRETOS Lo siguiente tambin me lleg en una visin. Un hombre en el secreto de su propia habitacin estaba cometiendo un acto pecaminoso y pens que su pecado estaba escondido. Uno de los santos dijo: Cmo me gustara que los ojos
espirituales de este hombre hubiesen sido abiertos, entonces l nunca se hubiese atrevido a cometer este pecado. Porque en esa habitacin haba un nmero de ngeles y santos, as como algunos espritus de sus seres queridos que haban venido a ayudarle. Todos ellos se entristecieron al ver sus conductas vergonzosas y uno de ellos dijo: "Hemos venido a ayudarlo, pero ahora vamos a tener que ser testigos de cargo en el momento de su juicio. l no puede ver, pero todos podemos verlo caer en este pecado. Ojal que este hombre llegue a arrepentirse y sea salvo de la pena que viene.
OPORTUNIDADES PERDIDAS Una vez vi en el mundo de los espritus a un espritu que, con gritos de remordimiento, corra alrededor como un loco. Un ngel dijo: En el mundo, este hombre tena muchas posibilidades de arrepentirse y volverse hacia Dios, pero cada vez que su conciencia empez a preocuparle us la bebida para ahogar sus remordimientos. Perdi todos sus bienes, arruin a su familia y al final se suicid y ahora en el mundo de los espritus se lanza frenticamente como un perro rabioso y se retuerce del remordimiento al pensar en sus oportunidades perdidas. Todos estamos dispuestos a ayudarle, pero su propia naturaleza pervertida le impide arrepentirse, porque el pecado ha endurecido su corazn, aunque el recuerdo de su pecado est siempre fresco para l. En el mundo, bebi para apagar la voz de su conciencia, pero aqu no hay ninguna posibilidad de ocultar nada. Ahora su alma est tan desnuda que l mismo y todos los habitantes del mundo espiritual pueden ver su vida de pecado. Para l, en su estado endurecido por el pecado, no hay otro camino posible sino el de esconderse en la oscuridad con otros espritus malignos y as, en cierta medida escapar de la tortura de la luz . EL IMPO A QUIEN SE PERMITE INGRESAR EL CIELO Una vez en mi presencia un hombre de mala vida entr desde la muerte al mundo de los espritus. Cuando el ngel y los santos deseaban ayudarlo l de inmediato comenz a maldecirlos e injuriarlos diciendo: Dios es totalmente injusto. l ha preparado el cielo para estos esclavos halagadores y echa el resto de la humanidad al infierno. Sin embargo, ustedes lo llaman Amor! " Los ngeles dijeron: Ciertamente Dios es amor. l cre a los hombres para que puedan vivir para siempre en feliz comunin con l, pero los hombres, por su propia obstinacin y por abuso de su libre albedro han vuelto la cara lejos de l y han creado un infierno para ellos mismos. Dios no ha arrojado a nadie en el infierno, ni nunca lo har, sino que es el hombre mismo, por estar enredado en el pecado, quien crea un infierno para l. Dios nunca cre ningn infierno. Justo en ese momento, la dulce voz de uno de los altos ngeles se escuch desde arriba diciendo: Dios da permiso para que este hombre pueda ser llevado al
cielo. Con impaciencia el hombre dio un paso adelante acompaado por dos ngeles, pero cuando llegaron a la puerta de los cielos y vio el lugar santo y la luz envolvente y los habitantes gloriosos y benditos que habitan all, empez a sentirse incmodo. Los ngeles le dijeron: Mira qu hermoso mundo es ste! Ve un poco ms lejos y mira al querido Seor sentado en su trono. Desde la puerta mir y luego, a medida que la luz del Sol de Justicia le revel la impureza de su vida de pecado, comenz de nuevo su agona de odio a s mismo y huy, con tal precipitacin, que ni siquiera se detuvo en el estado intermedio del mundo de los espritus, pues como una piedra pas a travs de l y se arroj de cabeza en el pozo sin fondo. Entonces la voz dulce y encantadora del Seor se escuch: Miren, mis queridos hijos, a ninguno le est prohibido venir aqu y nadie se lo prohibi a este hombre, ni nadie le pidi que se fuera. Era su propia vida impura la que le oblig a huir de este lugar santo, porque Excepto que un hombre nazca de nuevo, no podr ver el reino de Dios (Juan 3:3). EL ESPRITU DE UN ASESINO Un hombre, que algunos aos antes haba matado a un predicador cristiano, fue mordido por una serpiente en la selva y muri. Cuando entr en el mundo de los espritus, vio espritus buenos y malos a su alrededor y dado el aspecto de su alma que lo mostraba como un hijo de la oscuridad, los espritus malignos pronto tomaron posesin de l y lo empujaron hacia la oscuridad. Uno de los santos coment: l mat a un hombre de Dios por el veneno de su ira y ahora l es asesinado por el veneno de una serpiente. La antigua serpiente, el diablo, por medio de este hombre, mat a un hombre inocente. Ahora, por medio de otra serpiente, que es como l, l ha matado a este hombre, porque l era un asesino desde el principio (Juan 8:44). Y EL ESPRITU DEL HOMBRE ASESINADO Mientras era llevado, uno de entre los buenos espritus, que haban venido a ayudarlo, le dijo: Yo te he perdonado con todo mi corazn. Ahora puedo hacer algo para ayudarte?. El asesino de inmediato lo reconoci como el mismo hombre que haba matado unos aos antes. Avergonzado y herido por el miedo, se postr ante l y al mismo tiempo comenz a clamar a los malos espritus en voz alta, pero los ngeles que estaban de pie a una distancia lo reprendieron e hicieron callar. Entonces, el asesino le dijo al hombre que haba matado, Cmo me gustara que, en el mundo, pudiera haber visto tu vida abnegada y amorosa como la veo ahora!, Lamento que a travs de mi ceguera y porque tu cuerpo proyect su vida espiritual real, no pude entonces ver la belleza interior de tu vida!. Tambin, al matarte, priv a muchos de la bendicin y el beneficio que t les hubiera dado. Ahora soy siempre un pecador a los ojos de Dios y merezco completamente mi castigo. No s lo que puedo hacer, salvo esconderme en alguna cueva oscura, porque no puedo soportar esta luz. En ella, no slo mi propio corazn se siente miserable, adems todos pueden ver cada detalle de mi vida pecaminosa. A lo que el hombre que haba sido asesinado contest, Usted
debe realmente arrepentirse y volverse a Dios, porque si lo hace existe la esperanza de que el Cordero de Dios lo lave con su sangre y le de nueva vida para que viva con nosotros en el cielo y se salve del ceo fruncido y del tormento del Infierno " . El asesino le respondi: "No hay necesidad de que yo confiese mis pecados porque ellos estn abiertos a todos. En el mundo poda ocultarlos, pero no aqu. Quiero vivir con los santos como t en el cielo, pero si no puedo soportar la penumbra de la luz en el mundo de los espritus, entonces, Cul ser mi estado en la bsqueda del brillo y la gloria de aquel lugar lleno de luz? Mi mayor obstculo es que, a travs de mis pecados, mi conciencia est tan aburrida y endurecida que mi naturaleza no se inclinar hacia Dios y el arrepentimiento. Me parece que no queda poder de arrepentimiento en m. Ahora no hay nada para mi, voy a ser expulsado de aqu para siempre. Ay de mi estado infeliz! . Al decir esto, vctima del pnico y del miedo cay y los espritus malignos que lo acompaaban lo arrastraron hacia la oscuridad. Entonces, uno de los ngeles dijo: Mira! No hay necesidad de que nadie pronuncie una sentencia de condena. De por s, la vida de cualquier pecador demuestra su culpabilidad. No hay necesidad de decirle, ni de presentar testigos en su contra. En cierta medida, el castigo comienza en el corazn de cada pecador mientras est en el mundo, pero aqu se siente el efecto completo del mismo. Y el acuerdo de Dios aqu es que las cabras y las ovejas, es decir, los pecadores y los justos, se aparte por su propia voluntad. Dios cre al hombre para vivir en la luz, en la que su salud espiritual y la alegra se hacen permanentes siempre. Por lo tanto, ningn hombre puede ser feliz en la oscuridad del infierno, ni a causa de su vida pervertida por el pecado puede ser feliz en la luz. De esta manera, dondequiera que vaya un pecador, siempre en el infierno. Qu opuesto es el estado de los justos, que libres del pecado, estn en el cielo en cualquier lugar! . EL ESPRITU DE UN MENTIROSO En el mundo, haba un hombre tan adicto a la mentira que se haba convertido en una segunda naturaleza para l. Cuando muri y entr en el mundo de los espritus, trat de mentir como siempre, pero estaba muy avergonzado porque incluso antes de que pudiera hablar, sus pensamientos eran conocidos por todos. Nadie puede ser un hipcrita aqu, porque la ningn corazn puede permanecer oculto. El alma cuando abandona el cuerpo lleva en ella la huella de todo su pecado y sus propios miembros se convierten en testigos en su contra. Nada puede borrar esa mancha de pecado sino la sangre de Cristo. Cuando este hombre estaba en el mundo trat con regularidad de distorsionar lo bueno en mal y el mal en bien, pero despus de su muerte corporal se enter de que no hay, ni puede haber, una posibilidad de torcer la verdad en mentira. El que miente no hiere y engaa a nadie sino a s mismo, por lo que este hombre mintiendo haba matado su percepcin interior de la verdad que una vez haba posedo. Lo observ mientras, inextricablemente enredado en su propio engao, volvi la cara lejos de la luz y se alej muy abajo en la oscuridad, donde nadie
poda ver a su amor a la mentira, excepto aquellos espritus que eran similares a l. Porque la verdad es siempre la verdad y slo eso dio a este hombre la sentencia de su falsedad y lo conden como a un mentiroso. EL ESPRITU DE ADLTERO Vi a un adltero, que haba llegado poco antes al mundo de los espritus. Su lengua colgaba como un hombre consumido por la sed, su nariz estaba dilatada y mova sus brazos alrededor como si una especie de fuego ardera en su interior. Su aspecto era tan malvado y repugnante que evit mirarlo. Todos los acompaamientos de lujo y sensualidad se haban quedado atrs en el mundo y ahora, como un perro rabioso, l corra frenticamente alrededor y grit, Qu maldicin es esta vida! No hay muerte para poner fin a todo este dolor. Y aqu el espritu no puede morir, de lo contrario, debera suicidarme nuevamente, como lo hice con una pistola en el mundo con el fin de escapar de mis problemas all. Pero este dolor es mucho mayor que el dolor del mundo. Qu voy a hacer? Diciendo esto, corri hacia la oscuridad, donde haba muchos otros espritus afines y desapareci. Uno de los santos dijo No slo un acto malo es pecado, un mal pensamiento y una mala mirada tambin es pecado. Este pecado no se limita slo a la trata de mujeres desconocidas, los excesos y la animalidad en la relacin con la esposa de uno tambin es pecado. Un hombre y su esposa estn verdaderamente unidos no por la sensualidad, pero en busca de ayuda y apoyo mutuos, para que con sus hijos pueden pasar sus vidas al servicio de la humanidad y para la gloria de Dios. Pero quien se aleja de este objetivo en la vida es culpable del pecado de la adltera. EL ALMA DE UN LADRN Un ladrn muri y entr en el mundo de los espritus. Al principio no se interes por su estado, o en los espritus acerca de l, pero, como era su costumbre, de inmediato se dispuso a buscar los objetos de valor del lugar. Pero se sorprendi de que en el mundo de los espritus las mismas cosas parecan estar hablando y acusndolo de su accin indigna. Su naturaleza era tan pervertida que ni saba el verdadero uso de estas cosas ni se le ocurra cmo usarlas correctamente. En el mundo, sus pasiones haban sido tan desenfrenadas, que por la causa ms insignificante, l, en su ira, haba matado o herido a cualquiera que lo haba ofendido. Ahora bien, en el mundo de los espritus, comenz a actuar de la misma forma. Se volvi a los espritus, que vinieron a darle instrucciones, como si quisiera hacerlos pedazos, como un perro salvaje har incluso en presencia de su amo. En esto uno de los ngeles dijo: Si los espritus de este tipo no se mantuvieran en la oscuridad o el abismo, entonces causaran un dao inmenso donde quiera que fuesen. La conciencia de este hombre est tan muerta, que
incluso despus de que ha llegado al mundo de los espritus no reconoce que, asesinando y robando en el mundo, ha perdido su discernimiento espiritual y la vida. l mat y destruy a otros, pero en realidad, se ha destruido a s mismo. Slo Dios sabe si este hombre y los que son como l, permanecern en el tormento por un tiempo o para siempre. Despus de esto, los ngeles encargados del deber se lo llevaron y se le cerr la puerta en la oscuridad de la que no se le permite salir. El estado de los malhechores en ese lugar es tan terrible y tan indeciblemente feroz es este tormento, que aquellos que los ven tiemblan al mirarlos. Debido a las limitaciones de nuestro lenguaje mundano, slo podemos decir esto, que donde quiera que el alma de un pecador est, siempre y en todos los sentidos, no hay nada ms que un dolor que no cesa por un instante. Una especie de fuego sin luz arde por siempre y atormenta a estas almas, pero tampoco son del todo consumidas, ni el fuego se extingue. Un espritu que estaba viendo lo que haba sucedido, dijo, Quin sabe si al final esto no puede ser una llama de limpieza? En la parte oscura del mundo de los espritus, que se llama infierno, hay muchos grados y planos y el particular en el que cualquier espritu vive el sufrimiento depende de la cantidad y el carcter de sus pecados. De hecho Dios nos hizo a su imagen y semejanza (Gnesis 1:26, 27 ; Col. 1:15 ), sin embargo, por su conexin con el pecado han desfigurado esta imagen y la han hecho horrible y maligna. Tienen, en efecto, una especie de cuerpo espiritual, pero es extremadamente repugnante y terrible y si no se restauran por el verdadero arrepentimiento y la gracia de Dios, (en la tierra), entonces debern permanecer en su forma temerosa en tormento eterno. EL ESTADO DE LOS JUSTOS Y SU FIN GLORIOSO El Cielo, o el Reino de Dios, comienza en la vida de todos los verdaderos creyentes en este mundo. Sus corazones estn siempre llenos de paz y alegra, no importan las persecuciones y las dificultades que puedan tener que soportar, porque Dios, quien es la fuente de toda paz y la vida, habita en ellos. La muerte no es la muerte para ellos, sino una puerta por la que entrar para siempre en su hogar eterno. O podemos decir que a pesar de que ya han nacido de nuevo en su reino eterno, cuando salen de su cuerpo no es para ellos el da de su muerte, sino su da de nacimiento en el mundo espiritual y es para ellos un momento de alegra superlativa como los siguientes ejemplos aclararn. LA MUERTE DE UN HOMBRE JUSTO Un ngel me relat cmo un verdadero cristiano, que haba servido de todo corazn a su Maestro por treinta aos, se estaba muriendo. Unos minutos antes de morir, Dios le abri los ojos espirituales para que, incluso antes de salir del cuerpo, pudiera ver el mundo espiritual y le pudiera decir lo que vio a los que le rodeaban. l vio que el cielo se haba abierto para l y un grupo de ngeles y santos fue saliendo a su encuentro, mientras en la puerta, el Salvador con su mano extendida lo esperaba para recibirlo. Mientras todo esto apareci ante l,
dio un grito como de alegra que sobresalto a los que estaban a su lado. Qu alegra es para m, exclam: Durante mucho tiempo he estado esperando poder ver a mi Seor e ir a l. Oh amigos! Mirar su cara toda iluminada por el amor y ver la compaa de los ngeles, que han venido a por m. Qu glorioso lugar que es!. Amigos, lo tomo como mi verdadero hogar, no lloren mi partida, sino que algrense!. Uno de los presentes junto a su cama, dijo en voz baja: Su mente est divagando. El justo oy la voz baja y dijo: No, no es as. Estoy completamente consciente. Me gustara que pudieras ver esta maravillosa vista. Siento que est oculto a tus ojos. Adis, nos volveremos a encontrar en el otro mundo. Luego cerr los ojos y dijo: Seor, encomiendo mi alma en tus manos y as se qued dormido. CONFORTA A SUS SERES QUERIDOS Tan pronto como su alma haba abandonado su cuerpo los ngeles lo llevaron en sus brazos y estaban a punto de irse al cielo, pero l les pidi que se retrasaran unos minutos. Mir su cuerpo sin vida y a sus amigos y dijo a los ngeles: Yo no saba que el espritu despus de dejar el cuerpo poda ver su propio cuerpo y a sus amigos. Deseara que mis amigos pudieran verme, as como yo puedo verlos, entonces ellos nunca me tomaran como a un muerto, ni lloraran por m como lo hacen. Luego examin su cuerpo espiritual y lo encontr muy ligero y delicado y totalmente diferente de su cuerpo material bruto. Por eso, l empez a confortar a su esposa e hijos que lloraban y besaban su cuerpo fro. Estir sus delicadas manos espirituales y comenz a explicarles a y con gran amor los separ lejos de su cuerpo, pero no podan ni verlo ni or su voz y mientras trataba de quitar a sus hijos de encima de su cuerpo, pareca como si sus manos pasaran a travs de sus cuerpos, como si fueran de aire, porque no senta nada en absoluto. Entonces, uno de los ngeles le dijo: Ven, vamos a llevarte a tu morada eterna. No tengas pena por ellos. El Seor mismo y tambin nosotros, los consolaremos. Esta separacin no es ms que por unos pocos das. Luego, en compaa de los ngeles parti rumbo al cielo. Haban avanzado slo un poco cuando otra banda de ngeles se les uni con gritos de Bienvenido. Muchos amigos y seres queridos, que haban muerto antes que l, tambin se encontraron con l y al verlos, su alegra se increment an ms. Al llegar a la puerta del cielo, los ngeles y los santos permanecieron en silencio a ambos lados. Entr y en la puerta se encontr con Cristo. A la vez, se postr a sus pies para adorarlo, pero el Seor lo levant, lo abraz y le dijo: Bien hecho, siervo bueno y fiel, entra en el gozo de tu Seor. El gozo del hombre era indescriptible. De sus ojos comenzaron a fluir lgrimas de alegra, el Seor con gran amor los sec y los ngeles le dijeron: Llvalo a la mansin ms gloriosa que, desde el principio, se ha preparado para l. Ahora el espritu de este hombre de Dios an tena la idea terrenal de que volver la espalda al Seor e irse con los ngeles sera una deshonra. Dud en hacer esto pero, cuando por fin volvi la cara hacia la mansin, se sorprendi al ver que donde quiera que vea, poda ver al Seor. En efecto, Cristo est presente en todo lugar y era visto en todas partes por los santos y los ngeles.
Adems de el Seor, estaba encantado de ver que por todas partes haba un entorno que lo llenaba de alegra y que los que tenan ms bajo rango se reunan sin envidia con los ms altos y que aquellos cuya posicin era ms elevada daban gracias por la suerte que tenan de servir a sus hermanos en posiciones ms bajas, porque este era el reino de Dios y del amor. En cada parte del cielo, hay magnficos jardines que todo el tiempo producen cada variedad de fruta dulce y deliciosa y todo tipo de flores aromticas que nunca se descoloran. En ellos, criaturas de todo tipo alaban a Dios sin cesar. Los pjaros, hermosos en el tono, levantan sus dulces cantos de alabanza y tal es el dulce canto de los ngeles y de los santos que al escuchar sus canciones se experimenta una maravillosa sensacin de xtasis . Dondequiera que uno puede mirar, all no hay ms que escenas de alegra sin lmites. Esto, en verdad, es el paraso que Dios ha preparado para los que le aman, donde no hay sombra de la muerte, ni el error, ni el pecado, ni el sufrimiento, slo respetuosa paz y alegra. LAS MANSIONES DEL CIELO Entonces desde una gran distancia vi a un hombre de Dios examinando la mansin designada para l. Cuando este hombre, en compaa de los ngeles, lleg a la puerta de su mansin designada, vio escrito en brillantes letras la palabra Bienvenido y desde las letras poda escuchar Bienvenido, bienvenido. Cuando l entr en su casa, para su sorpresa encontr que el Seor estaba all antes que l. As, su alegra fue mayor a lo que podemos describir y exclam: Me fui de la presencia del Seor y he venido aqu por orden suya, pero me parece que el Seor mismo est aqu para morar conmigo. En la mansin era todo lo que su imaginacin poda haber concebido y todo el mundo estaba listo para servirle. En las casas vecinas, santos de ideas afines a l vivan en feliz comunin. Porque esta casa celestial es el reino que ha sido preparado para los santos desde la fundacin del mundo (Mateo 25:34 ) y este es el glorioso futuro que le espera a cada verdadero seguidor de Cristo. UN MINISTRO ORGULLOSO Y UN TRABAJADOR HUMILDE Un ministro que se vea a s mismo como un hombre sumamente erudito y religioso muri a una edad avanzada. Y sin duda, l era un buen hombre. Cuando los ngeles llegaron para llevarlo al lugar sealado para l por el Seor en el mundo de los espritus, lo pusieron en el estado intermedio y lo dejaron all junto a muchos otros espritus buenos que haban llegado ltimamente. Todos estaban a cargo de los ngeles que son nombrados para instruir a las almas buenas. En ese cielo intermedio hay grados sobre grados hasta los cielos ms altos. El grado en el que un alma es admitida para la instruccin se determina por la bondad real de su vida en la tierra.
Cuando los ngeles que haban puesto al ministro en su grado correspondiente regresaron en busca de otra alma, la hicieron subir ms all del grado en el que el ministro estaba en su camino a un plano superior. Al ver esto, el ministro en una voz fanfarrona grit: Qu derecho tienes t para dejarme a mitad de camino del glorioso pas, mientras a este otro hombre lo dejas tan cerca?. Ni en santidad, ni en cosa alguna soy inferior a este hombre o a ustedes mismos. Los ngeles respondieron: No se trata aqu de grande o pequeo o de ms o menos un hombre es puesto en el nivel que se ha ganado por su vida y la fe. Usted an no est del todo listo para los grados superiores, por lo que tendr que permanecer aqu por un tiempo y aprender algunas de las cosas que nuestros compaeros de trabajo designados te han de ensear. Entonces, cuando el Seor nos mande, nosotros con mucho gusto te llevaremos a la ms alta esfera. l dijo: He estado toda la vida ensendole a la gente la forma de alcanzar el cielo. Qu ms tengo que aprender?, Yo lo s todo. " Entonces los ngeles instructores dijeron: Amigo mo, no te ofendas si hablamos claramente, porque es para tu bien. T piensas que ests slo aqu, pero el Seor esta tambin aqu, aunque no lo puedas ver. El orgullo que haz mostrado cuando haz dicho : "Yo lo s todo te impide Verlo e ir ms arriba. La humildad es la cura para este orgullo. Si la practicas, tu deseo ser concedido. Despus de esto, uno de los ngeles le dijo: El hombre que acaba de ser ascendido por encima tuyo, no era un ser docto o famoso. T no lo miraste con mucha atencin. l era un miembro de tu propia congregacin. La gente casi no lo conoca en absoluto, porque l era un hombre de trabajo y este le deja poco tiempo libre. Pero en su taller muchos lo conocan como un trabajador laborioso y honesto. Todos los que entraron en contacto con l reconocieron su carcter cristiano. En la guerra, fue llamado al servicio en Francia. All, un da cuando estaba ayudando a un compaero herido, fue alcanzado por una bala y muri. Aunque su muerte fue repentina, estaba preparado para ello, por lo que no tendr que permanecer en el estado intermedio, lo que usted s tendr que hacer. Su promocin depende no en el favoritismo sino en su valor espiritual. Su vida de oracin y humildad, mientras que l estaba en el mundo, lo prepar en gran medida para el mundo espiritual. Ahora l se alegra de haber llegado a su lugar designado y est agradeciendo y alabando al Seor que, en su misericordia, lo ha salvado y le ha dado la vida eterna " . VIDA CELESTIAL En el cielo, nadie puede ser un hipcrita, porque todos pueden ver la vida de los dems como es. La luz reveladora que fluye hacia fuera del Cristo en la Gloria, hace que los impos traten de esconderse en su remordimiento, pero llena a los justos con toda la alegra de estar en el reino de la Luz del Padre. All su bondad, evidente para todos, aumenta ms y ms, porque nada puede entorpecer su crecimiento y todo lo que pueda sostenerlos est ah para ayudarlos. La medida de bondad con la que lleg el alma del justo es conocida por el brillo que irradia toda su apariencia. Por su carcter y naturaleza, se presentaran en forma de
varios colores brillantes tipo arco iris de gran gloria. En el cielo no hay celos. Todos estn contentos de ver la elevacin espiritual y la gloria de los dems y tratan en todo momento de servir a los dems. Todos los innumerables dones y bendiciones del cielo son para el uso comn de todos. Nadie por egosmo nunca piensa en mantener nada para s mismo y hay suficiente de todo para todos. Dios, que es Amor, es visto en la persona de Jess sentado en el trono en el cielo ms alto. De l, que es el Sol de Justicia y la Luz del Mundo, la curacin y los rayos vivificantes y las ondas de la luz y el amor se ven fluir a travs de todos los santos y ngeles y dan a todo lo que tocan un poder vitalizante y vivificante. No hay en el cielo ni este ni oeste, ni norte ni sur, pero para cada alma o ngel el trono de Cristo aparece como el centro de todas las cosas. Tambin se encuentran muchos tipos de alimento espiritual. Mientras que al comerlo se experimenta un exquisito sabor y placer, luego que son asimilados un aroma delicado que perfuma el aire alrededor, emana de los poros del cuerpo. En pocas palabras, la voluntad y los deseos de todos los habitantes del cielo se cumplen en Dios, porque en la vida de cada uno la voluntad de Dios se perfecciona, as, bajo cualquier condicin y en cada etapa de los cielos hay para cada ser una experiencia maravillosa de alegra y bienaventuranza . EL OBJETIVO Y EL PROPSITO DE LA CREACIN Hace unos meses yo estaba acostado solo en mi cuarto sufriendo una lcera aguda en el ojo. El dolor era tan grande que no poda trabajar, as que pas el tiempo en oracin e intercesin. Un da haba estado empeado en ello por slo unos minutos cuando el mundo espiritual se abri a m y me encontr rodeado por numerosos ngeles. Inmediatamente olvid todo mi dolor, porque toda mi atencin se concentr en ellos. Menciono a continuacin algunos otros temas sobre los que conversamos juntos. NOMBRES EN EL CIELO Yo les pregunt: Pueden decirme por qu nombres se les conoce?. Uno de los ngeles respondi: A cada uno de nosotros se le ha dado un nombre nuevo, el cual nadie conoce sino el Seor y quien lo ha recibido (Rev. 2:17). Todos los aqu presentes han servido al Seor en diferentes tierras y en diferentes edades y no hay necesidad de que alguno sepa lo que nuestros nombres son. Tampoco hay ninguna necesidad de que debemos usar nuestros antiguos nombres terrenales. Podra ser interesante conocerlos, pero para qu? Adems no queremos que la gente los conozca para que no pueda imaginarnos y evite honrarnos a nosotros, en vez de al Seor, que tanto nos ha amado que nos ha levantado y trado a nuestro hogar eterno, donde vamos a cantar alabanzas por siempre en Su comunin amorosa - y este es el objeto para el cual l nos ha creado " . VIENDO A DIOS
Les pregunt de nuevo, Los ngeles y los santos que viven en las ms altas esferas del cielo, siempre ven el rostro de Dios? Y, si lo ven, en qu forma y estado aparece l?. Uno de los santos dijo: As como el mar est lleno de agua, as est todo el universo lleno de Dios y todos los habitantes de los cielos sienten su presencia que los rodea. Cuando uno se sumerge bajo el agua, por encima y por debajo y por los alrededores no hay nada ms que agua, as es la presencia de Dios en el cielo. Y as como en el agua del mar hay incontables seres vivientes, as existen sus criaturas en el Ser Infinito de Dios. Porque l es Infinito, Sus hijos, que son finitos, pueden verlo slo en la forma de Cristo. As como el Seor mismo ha dicho: El que me ha visto a m, ha visto al Padre (Juan 14:9). En este mundo de los espritus, el progreso espiritual personal gobierna el grado en el que es capaz de conocer y sentir a Dios y el Cristo tambin revela Su forma gloriosa a cada uno segn su iluminacin y capacidad espiritual. Si Cristo apareciera en la misma gloriosa luz a los habitantes de las esferas inferiores oscuras del mundo espiritual, como l se aparece a aquellos en los planos superiores, entonces no seran capaces de soportarlo. As es como se templa la gloria de Su manifestacin en el estado y capacidad de avance de cada alma individual. Entonces otro de los santos agreg, la presencia de Dios en verdad se puede sentir y disfrutar, pero no se puede expresar con palabras. La medida de la dulzura del dulce es disfrutada por el sentido del gusto y no por la descripcin grfica de esta, por lo que cada uno en el cielo experimenta el gozo de la presencia de Dios y cada uno en el mundo espiritual sabe que su experiencia de Dios es real sin necesidad de que nadie deba intentar ayudarlo con una descripcin verbal de la misma . DISTANCIAS EN EL CIELO Le pregunt: Qu tan lejos estn las diversas esferas celestiales de la existencia la una de la otra?. Si uno no puede ir a alojarse en otras esferas le es permitido visitarlas?. Entonces uno de los santos dijo: El lugar de residencia es designado para cada alma en ese plano al que su desarrollo espiritual le ha llevado, pero por perodos cortos l puede ir a visitar otras esferas. Cuando los de las esferas superiores descienden a una ms baja, una especie de cobertura espiritual les es dada, para que la gloria de su aparicin no desconcierte a los habitantes de las esferas ms bajas y oscuras. Cuando uno de una esfera inferior va a una superior, tambin recibe un tipo de cobertura espiritual que puede ser capaz de soportar la luz y la gloria de ese lugar . La distancia del cielo nunca es sentida por nadie, pues tan pronto como uno formula su deseo de ir a un determinado lugar, en el mismo instante se encuentra all. Las distancias se sienten slo en el mundo material. Si se quiere ver a un santo en otra esfera, o uno mismo es transportado hacia all en un momento de pensamiento, o de lo contrario el santo lejano llega a su presencia.
LA HIGUERA MARCHITA Pregunt a ellos, Todo ha sido creado con un propsito, pero a veces parece que ese propsito no se cumple. Por ejemplo, el propsito de la higuera era producir fruto, pero cuando el Seor la encontr sin fruto, l la sec. Me puede aclarar si su objetivo se cumpli o no?. Un santo respondi: Sin lugar a dudas su propsito se ha cumplido y se cumpli plenamente. El Seor de la Vida le da vida a toda creacin para un cierto propsito especfico, pero si ese objetivo no se ha cumplido, l tiene poder tomar esa vida con el fin de cumplir con un propsito ms elevado. Muchos miles de siervos de Dios han sacrificado sus vidas con el fin de ensear y elevar a los dems. Perdiendo sus vidas han ayudado a los dems y al mismo tiempo han cumplido el ms alto propsito de Dios. Y si es legal y un servicio ms noble para el hombre, que es ms alto que las higueras y que todas las otras cosas creadas, el dar la vida por los otros hombres, entonces cmo puede ser injusto si un simple rbol da su vida por la enseanza y la advertencia de una nacin errante?. As que a travs de esta higuera Cristo ense esta gran leccin a los Judos y a todo el mundo, que las personas cuyas vidas son intiles y que fracasan en el propsito para el cual Dios las cre, se marchitan por completo y son destruidas. Y los hechos de la historia dejan muy claro para nosotros que la vida intolerante y estrecha de la nacin juda en esos das, debido a su esterilidad, marchit como la higuera. Y de la misma manera las vidas intiles de los dems, aunque exteriormente parezcan fructferas, son una causa de decepcin para los dems y por lo tanto son malditas y destruidas. Si alguien objetase que cuando el Seor maldijo la higuera no era la temporada de la fruta y no debera haberle pedido higos, entonces debera comprender que para hacer el bien no hay una estacin fija ya que todas las estaciones y los horarios son igualmente apropiados para las buenas obras y que l mismo debiese hacer de su vida algo fructfero y as cumplir con el propsito para el que fue creado . ES EL HOMBRE UN AGENTE LIBRE? Una vez ms me pregunt: No hubiese sido mucho mejor si Dios hubiera creado al hombre y a toda la creacin perfectos, porque entonces el hombre no hubiese podido cometer pecado, ni a causa del pecado haber trado tanto dolor y sufrimiento al mundo?. Pero ahora, en una creacin sujeta a la vanidad, tenemos que someternos a todo tipo de sufrimiento. Un ngel que haba venido de los ms altos grados de los cielos y que ocupa un alto cargo all, respondi: Dios no ha creado al hombre como una mquina, que funciona de forma automtica, ni ha fijado su destino como en el caso de las estrellas y planetas, que no se pueden mover fuera de su curso sealado. l ha hecho al hombre a su imagen y semejanza, un agente libre, poseedor de conocimiento, determinacin y capacidad de actuar de forma independiente, por lo tanto, l es superior a todas las otras cosas creadas. Si el hombre no hubiese sido creado como un agente libre, no habra sido capaz de disfrutar de la
presencia de Dios, ni de la alegra de los cielos, porque l habra sido una mera mquina que se mueve sin saber o sentir, o como las estrellas que se mueven sin saberlo, a travs del espacio infinito. Pero el hombre, siendo un agente libre, es por la constitucin de su naturaleza, opuesto a este tipo de perfeccin sin alma y una perfeccin de este tipo en realidad habra sido imperfeccin - porque un hombre as habra sido un mero esclavo cuya perfeccin le hubiese obligado a ciertos actos, en cuya realizacin el no hubiese disfrutado, porque no tendra otra opcin. Para l, no habra diferencia entre un Dios y una piedra. El hombre, y con l toda la creacin, han sido sometidos a la vanidad, pero no para siempre. Por su desobediencia, el hombre ha trado a s mismo y todas las dems criaturas, todos los males y sufrimientos de este estado de la vanidad. En este estado de la lucha espiritual por s solos pueden ser totalmente desarrollados sus poderes espirituales y slo en esta lucha puede aprender las lecciones necesarias para su perfeccin. Por lo tanto, cuando el hombre por fin llega al estado de perfeccin de los cielos, l da gracias a Dios por el sufrimiento y la lucha del mundo actual, porque entonces l ha entendido plenamente que todas las cosas ayudan para bien a los que aman a Dios ( Rom. 8 : 28) . LA MANIFESTACIN DEL AMOR DE DIOS Luego, otro de los santos dijo: Todos los habitantes del cielo saben que Dios es Amor, pero por toda la eternidad se ha ocultado que su amor es tan maravilloso que l se hizo hombre para salvar a los pecadores y que para su limpieza deba morir en la. Sufri tanto para que pudiera salvar a los hombres y a toda la creacin, que est sujeta a la vanidad. As Dios, al hacerse hombre ha mostrado su corazn a sus hijos, pero si hubiese utilizado cualquier otro medio, su amor infinito habra permanecido para siempre oculto. Ahora toda la creacin, con un ardiente anhelo, espera la manifestacin de los hijos de Dios, cuando ellos sean nuevamente restaurados y glorificados. Pero en la actualidad, ellos y toda la creacin, permanecern gimiendo y con dolores de parto hasta que esta nueva creacin se cumpla. Y tambin los que han nacido de nuevo gemirn esperando la redencin del cuerpo. Se acerca el tiempo en que toda la creacin, siendo obediente a Dios en todas las cosas, ser liberada de la corrupcin y de esta vanidad para siempre. Entonces van a ser eternamente felices en Dios y cumplirn en ellos mismos la finalidad para la que fueron creados. Entonces Dios ser todo en todos.( Rom. 8:18-23 ). Los ngeles tambin conversaron conmigo sobre muchas otras cosas, pero es imposible registrarlas ya que, no slo no hay en el mundo un lenguaje apropiado ni smil por el cual yo pudiese expresar el significado de esas verdades espirituales tan profundas, sino que tampoco queran que yo lo intentara, porque sin la experiencia espiritual necesaria, nadie podra entenderlas y seran la causa de malentendidos y errores. He escrito slo unos pocos de los ms simples asuntos comentados con ellos, con la esperanza de que a partir de estos, muchos puedan obtener gua y advertencia, enseanza y confort. Adems, el tiempo en que mis lectores puedan convertirse al mundo espiritual y ver estas cosas con sus propios ojos no est lejos. Pero antes de dejar este mundo para siempre, para
ir a nuestro hogar eterno, debemos, con el apoyo de la gracia de Dios y en el Espritu de la oracin, llevar a cabo con fidelidad nuestra obra sealada. Por lo tanto, vamos a cumplir con el propsito de nuestras vidas y as entrar sin ninguna sombra de arrepentimiento, en el gozo eterno del Reino de nuestro Padre Celestial. FIN