La Naturaleza
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Allen J. Scott y Michael Storper La naturaleza de las ciudades: el alcance y los lmites de la teora urbana pp. 5-33
Fecha de publicacin en lnea: Julio de 2013 Para ligar este artculo: http://espacialidades.cua.uam.mx
Allen J. Scott y Michale Storper (2013). Publicado en espacialidades. Todos los derechos reservados. Permisos y comentarios, por favor escribir al correo electrnico: [email protected]
Espacialidades, Revista de temas contemporneos sobre lugares, poltica y cultura. Volumen 3, No.2, julio-diciembre de 2013, es una publicacin semestral de la Universidad Autnoma Metropolitana, a travs de la Unidad Cuajimalpa, Divisin de Ciencias Sociales y Humanidades, Departamento de Ciencias Sociales. Prolongacin Canal de Miramontes 3855, Col. Ex-Hacienda San Juan de Dios, Delegacin Tlalpan, C.P. 14387, Mxico, D.F. y Baja California 200, Col. Roma Sur, Delegacin Cuauhtmoc, Mxico, D.F., C.P. 06760.Pgina electrnica de la revista: http://espacialidades.cua.uam.mx/ y direccin electrnica: [email protected]. Editora responsable: Esperanza Palma. Reserva de Derechos al Uso Exclusivo del Ttulo nmero 04-2011- 061610480800-203, ISSN: 2007-560X, ambos otorgados por el Instituto Nacional del Derecho de Autor. Responsable de la ltima actualizacin de este nmero: Gilberto Morales Arroyo, Manz. 1, Edif. 9, Depto. 502, Hogares de Atizapn, Atizapn de Zaragoza, Estado de Mxico, C.P. 52910; fecha de ltima modificacin: 30 de julio de 2013. Tamao de archivo 564 MB. Espacialidades, Revista de temas contemporneos sobre lugares, poltica y cultura tiene como propsito constituirse en un foro de discusin acadmica que aborde la compleja, contradictoria y multicausal relacin entre el espacio y la vida social. Espacialidades se inscribe en el debate acadmico internacional sobre el giro espacial en las ciencias sociales e invita al anlisis de diversas prcticas sociales y formas de organizacin y accin poltica desde una perspectiva multidisciplinaria que ponga nfasis en las diferentes escalas territoriales.Los textos publicados incorporan mtodos y problemas tratados desde la sociologa, la ciencia poltica, la economa, los estudios urbanos, la geografa, los estudios culturales, la antropologa, la literatura, el psicoanlisis y el feminismo, entre otros. La revista cuenta con una seccin de artculos novedosos e inditos de investigacin terica, emprica y aplicada y de reflexin metodolgica sobre temas tan diversos como la justicia espacial, la democracia, la representacin y la participacin, la globalizacin, el multiculturalismo y las identidades, el gnero, la construccin de formas de representacin y participacin, los conflictos socioterritoriales, la gobernanza, el medio ambiente, la movilidad poblacional, el desarrollo regional y el espacio urbano. Cuenta tambin con un apartado de reseas de libros relacionados con la dimensin espacial de los procesos sociales, polticos y econmicos. Las opiniones expresadas por los autores no necesariamente reflejan la postura del comit editorial. Queda estrictamente prohibida la reproduccin total o parcial de los contenidos e imgenes de la publicacin sin previa autorizacin de la Universidad Autnoma Metropolitana, Unidad Cuajimalpa.
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Allen J. Scott Michael Storper La naturaleza de las ciudades: el alcance y los lmites de la teora urbana 6
La naturaleza de las ciudades: el alcance y los lmites de la teora urbana* ALLEN J. SCOTT** MICHAEL STORPER***
Resumen En dcadas recientes ha habido un debate creciente sobre la amplitud y la esencia de la teora urbana. Este debate ha estado marcado por muchas afirmaciones diversas sobre la naturaleza de las ciudades, incluyendo declaraciones de que lo urbano es un concepto incoherente, que la sociedad urbana no es nada ms que la sociedad moderna como un todo o, ms recientemente, que hasta ahora la teora urbana ha estado profundamente viciada debido a su enfoque casi exclusivo en las ciudades del Norte global. Nuestro objetivo en este artculo es ofrecer algunos puntos para aclarar este debate. Argumentamos que todas las ciudades pueden entenderse en trminos de dos procesos: las dinmicas de aglomeracin/polarizacin y el desarrollo de un nexo entre lugares, usos de suelo y las interacciones humanas con que estn asociadas. Afirmamos que estos procesos constituyen la naturaleza esencial de las ciudades. A partir de esta base proponemos criterios para distinguir especfica e intrnsecamente el fenmeno urbano del resto de la realidad social. Nuestra discusin tambin pretende identificar las dimensiones comunes a todas las ciudades sin, por un lado, exagerar los alcances de la teora urbana y, por el otro, afirmar que cada ciudad en lo particular es un caso especial e irreductible. Palabras clave: urbanizacin, nexo del suelo urbano, teora urbana, historia urbana, economa urbana, aglomeracin. Abstract There has been a growing debate in recent decades about the range and substance of urban theory. This debate has been marked by many different claims about the nature of cities, including declarations that the urban is an incoherent concept, that urban society is nothing less than modern society as a whole, or more recently, that urban theory hitherto has been deeply vitiated by its almost exclusive concentration on the cities of the Global North. Our goal in this paper is to offer some points of clarification of this debate. We argue that all cities can be understood in terms of two processes, namely, the dynamics of agglomeration/polarization, and the unfolding of an associated nexus of locations, land uses and human interactions. We claim that these processes constitute the essential nature of cities. On these bases, we put forth criteria to distinguish specifically and intrinsically urban phenomenon from the rest of social reality. Our discussion also seeks to identify the common dimensions of all cities without, on the
*
El artculo fue escrito originalmente en ingls y la traduccin al espaol la realiz Guilln Torres. Profesor investigador distinguido, UCLA. Correo elctrnico: [email protected] *** Profesor de Geografa Econmica, London School of Economics; profesor de Desarrollo Regional e Internacional, UCLA, y profesor de Sociologa Econmica, Sciences Po, Pars. Correo electrnico: [email protected]
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one hand, exaggerating the scope of urban theory, or on the other hand, asserting that every individual city is an irreducible special case. KEY WORDS: urbanization, urban land nexus, urban theory, urban history, urban economy, agglomeration. Fecha de recepcin: 29/01/2013 Fecha de aceptacin: 07/06/2013
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Ne pas essayer trop vite de trouver une dfinition de la ville; cest beaucoup trop gros, on a toutes les chances de se tromper. (No seas demasiado impetuoso al tratar de definir la ciudad; es demasiado grande, y es altamente probable que te equivoques.) GEORGES PEREC (1974: 119)
torno a cmo es exactamente que las ciudades estudiarse. Durante las primeras dcadas, y hasta la mitad del siglo
XX,
han
de
conceptualizarse
una especie de
ortodoxia incmoda domin en el anlisis Un concepto disputado urbano, centrada en el trabajo de la sociologa El epgrafe de Perec rememora una visin muy difundida:la de que las ciudades son tan grandes, de tan complicadas y tan urbana de la Escuela de
Burgess y McKenzie (1925), Wirth (1938) y Zorbaugh (1929). A finales de los sesenta, sin embargo, las ideas de esta escuela de pensamiento, extensamente que haban hasta sido ese
carentes
fronteras
claramente
identificables, que cualquier intento de definir sus caractersticas esenciales est condenado al fracaso. El mismo problema obsesiona a los estudios urbanos en general, dentro de los cuales una pltora de afirmaciones sobre la naturaleza de las ciudades compiten por atencin. A pesar de esta confusin, la mayora de nosotros tiene pocas dudas en aceptar la idea de que, hoy en da, las ciudades crecen rpidamente alrededor del mundo o que la urbanizacin avanza con ms mpetu que en cualquier otra poca en la historia de la humanidad. Ciertamente, la urbanizacin es una caracterstica tan prominente de nuestro mundo, que las agendas este
aclamadas
momento, comenzaron a someterse al creciente escrutinio crtico, especialmente por Castells (1968), quien sugiri que no hay nada especialmente urbano acerca de las cuestiones estudiadas bajo la bandera de la sociologa urbana, debido a que, a fin de cuentas, son simplemente cuestiones sobre la sociedad en general.
Posteriormente, Castells (1972) desestim, tout court, el trabajo de la Escuela de Chicago, considerndola una ideologa que ofusca la naturaleza mucho ms
fundamental del capitalismo, como un marco de organizacin social. Un eco de los argumentos de Castells se halla en el trabajo posterior de Saunders (1981), quien
acadmicas
orientadas
hacia
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sugiere que la ciudad no es por s misma un objeto significativo de anlisis, sino nicamente arbitrario econmicos, principios de un de contenedor diversos y geogrfico fenmenos polticos. las A
resucitar el nfasis que la Escuela de Chicago puso en los efectos de vecindad y ecologa urbana, como la esencia de lo urbano y la base de un concepto general de la ciudad (Sampson, 2012). Dos temas han cobrado particular relevancia en los debates geogrficos acerca de las ciudades durante la ltima dcada: por un lado, existe un renovado escepticismo en torno a la idea de que la ciudad representa un fenmeno
sociales los
setenta,
trazas
principales de la Escuela de Chicago las erradicaba una poderosa corriente de enfoques marxistas y marxizantes, de los cuales Castells no fue el nico pionero, sino tambin acadmicos como Harvey (1973) y Lefebvre (1970).Estos enfoques, por su parte, marcaron el comienzo por la falta de alternativas, ms que por diseo de un conjunto de propuestas y contrapropuestas, en constante
socioespacial distintivo. Esta postura se identifica en el trabajo de Amin y Thrift, quienes sostienen que la ciudad no es un lugar de vnculos prximos significativos (2002: 27), y aseveran errneamente, como sostendremos ms adelante que no hay efectos econmicos y sociales especficos aglomeracin, (ibd.: 53). Por otro lado, tambin se ha vuelto relevante en los estudios urbanos una vertiente de crtica poscolonial, que fluyan desde la proximidad
crecimiento, sobre la naturaleza de la realidad urbana. A finales de los noventa, en muchos programas de investigacin, exista un conjunto de conceptos
densidad,
diversificados de la ciudad, representados en parte por consignas como las de ciudades posmodernas, ciudades globales, ciudades insurgentes, ciudades como
neoliberal, la ciudad fragmentada, la ciudad dual y la ciudad ordinaria, de una variedad y especificidad como las que propusieron Amin y Graham (1997). Tambin ha habido, recientemente, un reiterado intento por
mayora de la teora urbana actual, cuyas races descansan abrumadoramente en el norte global, adolece de provincialismo intelectual, y que, por lo tanto, est condenada al fracaso como descripcin de
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los procesos de urbanizacin no slo en el sur global, sino en el mundo en general. En algunos casos, estos estilos emergentes de anlisis urbano estn
As,
que
nuestras a las
contribuyen oscurecer,
idiosincrasias de las ciudades y grupos de ciudades particulares. Por esa misma razn, aseveramos que no todos los fenmenos econmicos, sociales y polticos que acontecen en las ciudades son
marcados por lo que hemos intentado etiquetar (peyorativamente) como un nuevo empiricismo urbano, el cual tiende a tratar a la ciudad como un fenmeno irreductiblemente idiosincrtico. Aqu nos referimos sobre todo a metodologas como el comparativismo, los enfoques del actorred y la teora del ensamblaje (assemblege theory), los cuales sostienen un sentido de singularidad radical de las ciudades
intrnseca o necesariamente parte del proceso de urbanizacin, estrictamente hablando (explicacin que se ver
despus). Mucha de la cacofona en la literatura de los estudios urbanos se rastrea, parcialmente, en el fracaso de los investigadores por ser claros en relacin con estos puntos.
individuales (vanse Faras y Bender, eds., 2010; McFarlane, 2010; Rankin, 2011; Robinson, 2004; Sassen, 2008). Nuestra intencin en este artculo no es evaluar detalladamente todas estas construcciones negar que conceptuales; las ciudades tampoco exhiben a
Todas
las
ciudades
son
densas
considerables
variaciones
empricas
travs del tiempo y el espacio. Ms bien nos interesa mostrar cmo se identifica la base de una idea general de lo urbano, y cmo sta profundiza en la investigacin terica de las ciudades en el futuro, al proveer una gua sobre cmo diferenciar la lgica interna de los procesos de
ambigedades respecto del lmite mnimo que debera establecerse en relacin con su tamao. Pero reconocer la densidad y la aglomeracin como caractersticas
generalizadas de las ciudades no nos lleva muy lejos para explicar el proceso de urbanizacin o resolver las controversias que ya se identificaron antes. Las ciudades tambin contienen, tpicamente, una
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enorme
diversidad
de
fenmenos
1995; Bairoch, 1988). Incluso en las ciudades ms tempranas se encontraba la aglomeracin de actividades: la
empricos. En principio, entonces, cualquier teora urbana propuesta se enfrenta al desafo complejo de de cmo tratar y un conjunto
administracin poltica, el culto religioso y ceremonial, la produccin de artesanas (por ejemplo, bienes de lujo o herramientas militares), as como el intercambio
similitudes
diferencias.
Podemos agrupar todas las ciudades como fenmenos comunes?, o debemos dividirlas en varias clases diferentes e inconmensurables y, en un caso extremo, tantas clases como ciudades particulares haya? Nuestras respuestas a estos
mercantil. Tales aglomeraciones surgieron, en parte, porque estas actividades estn organizadas en torno a divisiones del trabajo que implican transacciones
cuestionamientos se desarrollarn en las siguientes secciones de este trabajo. El paso inicial es establecer algunas
complejas y costosas, y en parte porque producen ciertas sinergias cuando quienes participan en dichas transacciones se clusterizan, es decir, se conglomeran, en el espacio geogrfico. Al mismo tiempo que el excedente agrcola aumenta, el segmento urbano de la sociedad se acrecienta y tambin se sofistica, debido a la presencia, cada vez ms elaborada, de burocracias administrativas, instituciones ceremoniales y religiosas, redes etc. de artesanos tipos y de
caractersticas de la urbanizacin a travs del tiempo y en todo el mundo, ya que parecen estar abiertas a la posibilidad de una primera ronda de generalizacin. Las ciudades emergen
histricamente slo donde se produce un excedente agrcola. Cuando las reas rurales generan un exceso de produccin, por encima de las necesidades de
comerciantes,
Varios
subsistencia de los productores, surge una cohorte de consumidores no agrcolas. En muchas circunstancias, los miembros de esta tienen cohorte, alguna quienes frecuentemente de poder
infraestructura contribuyen a consolidar el proceso resultante. En el Paleoltico (hasta casi el 10,000 a.C.), no haba un excedente sostenido de alimentos en el mundo, y los homo sapiens vivan dispersos al o da en dinmico de aglomeracin
combinacin
poltico, militar, religioso o econmico, se concentrarn en un espacio geogrfico (Childe, 1950; Pirenne, 1952; Braudel,
asentamientos
nomdicos.
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Empero, hacia el Neoltico, desde el 8,0004,000 a.C., el Cuarto Creciente se haba llenado de aldeas (de casi cinco mil residentes); y haba emergido un centro distintivamente urbano, Jeric, con una poblacin aproximada de veinticinco mil personas. Hacia el 3,500 a.C. empezaron a crecer los excedentes agrcolas y, por ende, se formaron muchas otras grandes ciudades en el rea, desde Mesopotamia hasta la costa del Mediterrneo y Egipto, as como en estas India. Childe (1950)
tempranos
inicios,
las
ciudades
han
funcionado como nodos dentro de los sistemas de comercio a larga distancia, como lo ejemplifica Roma en el tiempo de Augusto, con su poblacin de ms de un milln de personas (Ward-Perkins, 2005). Sumado a esto, desde sus inicios, las actividades de intercambio entre ciudades frecuentemente resultaron en una marcada especializacin econmica de centros
urbanos particulares (McCormick, 2001). Aunque la urbanizacin consigui impresionantes avances en varias regiones del mundo durante los cinco mil aos previos al 1,500, el crecimiento urbano estaba an sujeto a severas limitantes de manera generalizada. Incluso en las reas donde la urbanizacin era relativamente robusta, no avanz continua y linealmente, debido a que la mayora de las ciudades cayeron en una trampa maltusiana, como consecuencia de que excedentes agrcolas inciertos derivaron en niveles de poblacin voltiles. Sin embargo, durante la era de exploracin europea (en los siglos
XVII), XVI
caracteriza
ciudades
tempranas
como densos asentamientos permanentes que contenan especialistas no agrcolas, involucraban procesos de acumulacin de riqueza, exhiban edificios pblicos
monumentales y estaban marcados por relaciones de clase. Las oleadas de urbanizacin caractersticas que incluyen exhiben las estas ciudades
micnicas y minicas de la antigua Grecia, hacia el 2,000 a.C.; China a lo largo del Huang He (o Ro Amarillo), en el periodo 2,000-1,500 a.C.; la antigua Roma hacia el 700 a.C., y las ciudades de Mesoamrica hacia el 2,000 a.C. Complementando estos cambios,
algunas
de
estas
limitaciones
comenzaron a reducirse (Mann, 2011). Los costos del comercio a larga distancia comenzaron a disminuir marcadamente, lo cual permiti el surgimiento de
hubo avances en las tecnologas del transporte bienes. para movilizar personas sus y
Ciertamente,
desde
ms
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interconexiones
ms
estrechas
entre
manufactureros
de
Estados
XIX
Unidos
centros urbanos muy distantes. En consecuencia, tal y como en el proceso de globalizacin actual, las
Europa occidental. El
tambin fue un
ciudades cada vez se especializaron ms en trminos econmicos. Sin embargo, a pesar de estos avances, no fue sino hasta en algn momento de las ltimas dcadas del siglo
XVIII,
procesamiento de recursos, administrativos y de comercio en Asia, Amrica Latina y partes de frica, frecuentemente bajo el influjo de los gobiernos coloniales.
principalmente en Europa
occidental, cuando la trampa malthusiana empez a perder importancia de manera decisiva. La clave para superarla fue un crecimiento sin precedentes en los niveles de productividad econmica, detonado por la Revolucin industrial (Maddison, 2001, Bourguignon y Morrison, 2002). Esto no slo volvi posible la produccin de bienes manufacturados en cantidades y
todo
expandieron, a raz de los programas de industrializacin orientados a los mercados nacionales bajo estrategias de desarrollo impulsadas por el gobierno. Las continuaron ciudades creciendo manufactureras en los
XX,
pases pero, a
variedades hasta ese momento nunca vistas, sino que tambin permiti sortear las limitaciones y caprichos de la
partir de los setenta, muchos de stos se desindustrializaron, al tiempo que el sector manufacturero se descentraliz a un ritmo acelerado hacia regiones perifricas (como el Cinturn del Sol estadounidense) y a los pases en desarrollo. Despus de un breve periodo transicional de escaso crecimiento
agricultura a travs de la mecanizacin. La Revolucin industrial dio paso a la era moderna, durante la cual la urbanizacin comenz a extenderse. As, mientras la industrializacin
tambin
experimentaron de nuevo un acendrado resurgimiento del proceso de urbanizacin. Las ciudades se encontraron a s mismas cada vez ms en el centro de la
estimul rondas sucesivas de crecimiento econmico y urbano que culminaron en las grandes ciudades de los cinturones
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nueva economa, caracterizada por un giro decisivo, desde la manufactura, hacia varios tipos de ocupaciones y sectores de alta tecnologa, administracin, logstica, servicios, diseo y cultura. La globalizacin continua y el surgimiento de una nueva divisin internacional del trabajo, a partir de los aos ochenta, tambin promovi una ola ms intensa de urbanizacin en los pases ciudades en desarrollo, ahora donde muchas como
humanidad est ms urbanizada que nunca antes, particularmente porque se ha roto decisivamente con la trampa maltusiana, a raz del crecimiento de las capacidades productivas de la industrializacin dentro del contexto del capitalismo. El punto crtico para nuestros propsitos es, sin embargo, que a travs del curso de la historia, la urbanizacin ha sido generada por una interaccin compleja, pero persistente,
funcionan
importantes productores de exportaciones manufactureras (McKinsey Corp., 2010). En algunos casos, ciudades en los alguna vez pases del tercer mundo
especializacin y el comercio. Ms generalmente, diremos que, ciertamente, en la era moderna, la ms bsica raison dtre de las ciudades reside en su papel como centro de produccin e intercambio econmico dentro de un
(especialmente las muy grandes, como Hong Kong, Sel, Shanghai, Singapur, ciudad de Mxico y So Paulo) tambin han empezado a participar activamente en la nueva economa (Scott, 2011). En los dos ltimos siglos, por lo tanto, la poblacin y la urbanizacin mundiales han crecido continuamente, a una tasa ms alta que en ningn otro momento de la historia. la En la era ha
sistema ms amplio de comercio regional, nacional e internacional. Las ciudades son siempre mucho ms que esto, por
supuesto, porque tambin estn marcadas por caractersticas sociales, polticas y culturales adicionales, muchas de las
cuales influyen sobre la forma precisa en que se da la produccin y el intercambio. Una vez sealado esto, solamente
contempornea,
urbanizacin
alcanzado nuevos niveles de desarrollo, tanto en las partes ms econmicamente avanzadas muchas de del las mundo, menos as como en
mediante un anlisis que comience con la compleja dinmica espacial de la actividad econmica, daremos cuenta de las
desarrolladas.
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(Fujita y Thisse, 2002; Scott, 1988; Storper, 1997). El ncleo de esta investigacin gira en torno a los efectos interdependientes de los costos de transaccin y las sinergias
localizadas
las
economas
de
aglomeracin. El costo de transaccin por Los crecientes niveles de desarrollo unidad de distancia alto tiende cuando a ser los estn
particularmente encadenamientos
productivos
altamente fragmentados, son inestables o impredecibles, e involucran una intensa interaccin humana, por ejemplo, en los sistemas de produccin (como en las relaciones comprador-proveedor) y en
vnculo se manifiesta en una consistente relacin positiva entre las tasas nacionales de urbanizacin (como el porcentaje de la poblacin total considerada urbana). Sin embargo, aqu tambin se halla en
mercados laborales locales (como en los procesos de contratacin y el trabajo orientado a proyectos). Las empresas e individuos
funcionamiento una relacin inversa, es decir, el hecho de que las ciudades constituyen la base ms importante para el crecimiento sostenido (World Bank, 2009; Henderson, 2010). Por lo tanto, el
atrapados en las redes de esos eslabones tienen, por lo tanto, fuertes incentivos para gravitar en trminos locacionales unos en torno a otros. stos son precisamente los tipos de vinculaciones que proliferan en reas urbanas y que dan cuenta, en parte, del carcter denso y compacto del espacio urbano (Scott, 1988). La aglomeracin tiende a tener un carcter acumulativo, debido a las variadas ventajas de la diversidad de tamao (escala) y diversidad interna. As, al mismo tiempo que se incrementa la escala y la
desarrollo econmico y la urbanizacin deberan entenderse propiamente como dos procesos entrelazados en una relacin recursiva a travs del tiempo. Durante las ltimas tres dcadas, los gegrafos econmicos y los economistas espaciales han mejorado enormemente nuestro entendimiento de los procesos de aglomeracin que son causa (y en parte intermediarios) de esta dinmica recursiva
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diversidad de la aglomeracin, tambin se incrementan las posibilidades de que surjan interconexiones locales, permitiendo de esta manera a los productores obtener acceso a un rango ms amplio de
Adems, cabe sealar, una vez ms, que las funciones econmicas de las ciudades son conformadas por el comercio externo. Las ciudades no se desarrollan y crecen nicamente sobre la base de sus transacciones conformadas localizacin internas; por a las travs tambin decisiones del son de
proveedores especializados a un costo ms bajo y a una mayor velocidad. De la misma manera, ah donde existen grandes
espacio
conjuntos de firmas y trabajadores, la adecuacin de las habilidades de los individuos a los requerimientos laborales puede alcanzarse ms eficientemente. La aglomeracin tambin facilita el aprendizaje y la innovacin, porque los altos niveles de densidad y diversidad de funciones que estn asociados intensifican el intercambio de saberes formales e informales, adems de estimular la
geogrfico. El comercio permite a las ciudades especializarse e intercambiar su propia produccin de por otros la produccin lugares. La
especializada
viabilidad econmica de las ciudades y el crecimiento del comercio a larga distancia son fenmenos complementarios que se refuerzan mutuamente. La dinmica bsica de la polarizacin espacial del capital y el trabajo, combinada con el arreglo
emulacin creativa. Todas estas fuentes de aglomeracin que se resumen en los trminos expresados por Duranton y Puga (2004) como mecanismos para compartir, adecuar y aprender estn tpicamente complementados por diversas
especializadas pero
interconectadas,
varias escalas de resolucin, desde lo nacional hasta lo global (Henderson y Venables, 2009; Black y Henderson, 2003). Este anlisis resalta la caracterstica clave del gnesis urbano,
infraestructuras e instituciones fsicas. De esta forma, las proximidades y el conjunto de recursos comunes de la ciudad
independientemente del tiempo y del lugar: la primaca del papel productivo de la ciudad (donde la nocin de produccin refiere predominantemente a bienes
incrementan los niveles de productividad y permiten una adaptacin continua de la economa local a condiciones competitivas cambiantes.
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de este trabajo tambin se entiende que incluye funciones como la administracin poltica, defensa o actividades culturales). En primera instancia, las ciudades surgen porque son capaces de movilizar
larga distancia entre personas, bienes e informacin, y esto es an ms vigente en la actualidad. En vista de esta aclaracin, no puede haber una definicin precisa de las fronteras espaciales de las ciudades, o, para decirlo de otro modo, la ciudad representa una escala especfica de
concentradas, como ya se describi antes, y crecen (o declinan) por medio de la consolidacin estas (o desenvolvimiento) Estas de
relaciones espaciales dentro de la ms amplia economa-espacial, de igual manera que una montaa es una forma particular dentro de una formacin topogrfica ms amplia. Ni en el caso de la ciudad ni en el de la montaa se dibuja una lnea definida que les separe de su contexto ms amplio, pero en ambos casos ciertas diferencias de grado e intensidad vuelven razonable tratar cada una como entidades individualizables. En el caso de lo urbano, estos componentes especiales de grado e
relaciones.
observaciones
contradicen la aseveracin de Amin y Thrift en el sentido de que la aglomeracin, la densidad y la proximidad no son algo significativo. realidad Esas dimensiones son, de de la
urbana
hecho,
caractersticas fundamentales y definitorias de las ciudades en todas partes, incluso en un mundo donde las ciudades estn cada vez ms interconectadas. generan otra Estas pregunta
observaciones
intensidad giran en torno a la ciudad como un sistema de actividades espacialmente concentrado, estructurado en relacin con los ritmos diarios y semanales de trabajo y vida. Ms an, incluso en el caso extremo (e hipottico) en que el sistema de actividades interno de la ciudad es
geogrfico
espaciales de la ciudad? Como hemos destacado, desde tiempos antiguos, las ciudades han funcionado como sistemas abiertos de interacciones locales densas, imbricadas en complejas interacciones a
sobrepasado por sus relaciones externas, no habra razn para asumir, como la mayora de los analistas hace, que este estado de cosas seala la debacle de lo
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urbano como tal. La especificidad de lo urbano depende no tanto de la simple proporcin de transacciones internas a externas, sino de las cualidades
(2008) ha sealado que la vasta mayora del comercio en la actualidad ocurre dentro de un mbito puramente local, y otros anlisis como los de Charlot y Duranton (2006), Venables Reades (2004), (2010), y Storper que y las
contrastantes de estos dos conjuntos de transacciones y sus efectos locacionales. Como se indic antes, las transacciones intraurbanas son usualmente bastante
muestran
interacciones locales cara a cara y los viajes de negocios de larga distancia aumentan complementariamente. De
diferentes de las transacciones a larga distancia, en el sentido de que estn marcadas por altos costos por unidad de distancia, como consecuencia de su
intercambios cientficos y de conocimientos a larga distancia (Zucker y Darby, 2006; Sonn y Storper, 2008). Ms an, el surgimiento de un sistema mundial
tamao relativamente menor, su frecuencia temporal y espacial irregular, as como su denso contenido de informacin (de ah la frecuente necesidad de contacto cara a cara), y estas transacciones son uno de los pilares de la aglomeracin urbana (Storper y Venables, 2004; Scott, 2001). En cualquier caso, incluso mientras la globalizacin se intensifica, existe mucha evidencia emprica que permite sugerir que la escala urbana de la interaccin
globalizante ha sido asociado, por lo menos hasta ahora, no con la debacle de la ciudad, sino ms bien con procesos de urbanizacin cada vez ms intensos a travs de los cinco continentes.
El espacio intraurbano
permanece extremadamente vibrante, de hecho, cada vez en una mayor medida (Duranton y Storper, 2008). En su anlisis de la urbanizacin de Amrica en el siglo
XVIII,
La
discusin
anterior
identifica
la
acumulativa de aglomeracin espacial y la organizacin de la actividad humana, como las races de uno de los aspectos ms importantes del proceso de urbanizacin. Ahora construiremos sobre esta base para
tendencia de las transacciones locales a expandirse, junto con el crecimiento del comercio a larga distancia. Hummels
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definir un nuevo aspecto de lo urbano, relacionado con todo lo anterior. Las diversas actividades dentro de las ciudades se despliegan invariablemente en lo que aqu hemos denominado como el nexo del suelo urbano, es decir, un mosaico de usos de suelo y localizaciones que interactan para formar el material esencial del espacio intraurbano (Scott 1980). Es necesario aclarar dos puntos principales para
particular inelstica,
es de
preferencias respecto de la proximidad y la evasin (o, alternativamente, acceso y separacin) no pueden ser nunca
satisfechas por completo. Este tipo de comportamiento deliberado se halla en todos los niveles de ingreso y estatus social, pero la capacidad de agentes distintos para satisfacer sus necesidades y preferencias difieren en relacin con su habilidad para pagar. En segundo lugar, el nexo del suelo urbano es susceptible no slo a los conflictos locacionales endmicos antes indicados, sino tambin a otras numerosas disfuncionalidades. La lgica del mercado por s misma falla en eliminar muchas externalidades negativas, desincentiva la inversin privada en ciertos tipos de infraestructura y servicios necesarios,
consignar el surgimiento y la estructura de este nexo en las ciudades modernas. En primer lugar, las firmas buscan
localizaciones para la produccin y los hogares buscan lugares para habitar. Estos comportamientos son estructurados en
gran medida a travs de mecanismos de mercado que generan precios para la tierra, arbitran sus usos y sustentan patrones distintivos de distribucin. En particular, los dueos y usuarios de la tierra (tanto las firmas como los hogares) demandan
asimismo es congnitamente incapaz de regular activos comunes. Sin instituciones que implementen planeacin y polticas relevantes, quebrantaran estas disfuncionalidades la
formas selectivas de proximidad entre s, a la vez que evitan localizarse en lugares donde experimentaran efectos negativos indirectos y otras consecuencias
incuestionablemente
viabilidad y la eficiencia de la existencia urbana. Por lo tanto, ciertas agencias fuera del mercado (incluyendo, mas no
comportamiento
espacial
Allen J. Scott Michael Storper La naturaleza de las ciudades: el alcance y los lmites de la teora urbana 20
servicios de administracin y gua que permiten mantener el nexo del suelo urbano bajo un cierto orden trabajable y polticamente sostenible. Estas diferentes fuerzas originan tres principales tipos funcionales de tierra: 1) los espacios de produccin de la ciudad donde el trabajo y el empleo estn concentrados; 2) los espacios sociales de la ciudad cuya manifestacin ms clara son los barrios residenciales, tpicamente diferenciados
individualmente, esto no significa que el nexo del suelo urbano sea visto como una simple agregacin en de localizaciones
localizaciones individualizadas dentro del espacio intraurbano, as como vecindarios o distritos enteros provistos de servicios mediante infraestructura, cuyas
caractersticas son determinadas por la proximidad y distancia hacia otros usos de suelo son el resultado de muchas decisiones y acciones previas, tanto
por variables como el ingreso, la raza, la clase y 3) los espacios de circulacin de la ciudad, que representan la infraestructura y las conexiones arteriales que hacen posible el flujo intraurbano de bienes, personas e informacin. fenmenos Con estn toda certeza, por estos una
particulares, como comunales y polticas. La aclaracin anterior incluye (y va ms all incluso) la nocin estandarizada de que el uso de suelo privado genera externalidades o que su produccin es resultado de intervenciones pblicas frente a fallas del mercado. La naturaleza
marcados
diversidad e interpenetrabilidad emprica inexorable. Estas variaciones son el origen de los altos niveles de especificidad que caracterizan a las ciudades particulares, pero tambin pueden ser sistemticamente identificadas en trminos tericos en razn de sus orgenes en procesos de
particular y colectivo, y que su estructura y forma son expresin de las dinmicas entretejidas de la conducta individual de las empresas y los hogares, as como de la accin colectiva por parte de las
aglomeracin/polarizacin y su integracin espacial dentro del nexo del suelo urbano. En cualquier caso, a pesar de que gran parte del espacio interno de la ciudad est dividido en unidades de tierra que pueden ser detentadas e intercambiadas
instituciones de gobierno. Por ltimo, y en la misma lnea de nuestra concepcin amplia de lo urbano, resulta cabe distinguir aqu entre dos tipos
Allen J. Scott Michael Storper La naturaleza de las ciudades: el alcance y los lmites de la teora urbana 21
de accin colectiva en las reas urbanas: un tipo, como hemos evidenciado, surge directamente de las dinmicas intrnsecas al nexo del suelo urbano; otro tipo coincide con las situaciones locales en las actan que las
que es distintivo de la ciudad. Con seguridad, existe una frontera muy porosa entre lo urbano y muchos otros fenmenos sociales, polticos, econmicos y culturales. As, en este momento de la historia, los procesos de urbanizacin estn
colectividades
como
agentes en la aplicacin de polticas pblicas de alto nivel en circunscripciones urbanas concretas. En algunos casos, dichas polticas inciden directamente sobre el nexo del suelo urbano (como ocurre, por ejemplo, con los fondos federales de inversin para el transporte), y en algunos otros estn desprovistos de consecuencias urbanas inmediatas (por ejemplo, en la reglamentacin que regula el contenido de los temarios de estudio en las escuelas). Muy bien podra ser que, al menos un poco de la difundida perplejidad acerca de los propsitos y las funciones del gobierno urbano (como ha expresado, por ejemplo, Cochrane, imposibilidad crtica. 2006) de se hacer deba esta a una
fuertemente influidos por las relaciones sociales del capitalismo. De igual manera, en la actualidad las ciudades proveen al capitalismo de una base esencial para su funcionamiento, aunque esta consideracin de ninguna manera implica que las
ciudades comnmente tambin generan condiciones con impactos negativos en la viabilidad de arreglos econmicos, polticos o sociales ms amplios. En vista de estos comentarios,
reflexionemos ahora sobre el alcance y los lmites de lo urbano, as como sobre los problemas de su definicin, tal y como los estableci Castells (1968; 1972). Un punto de partida para lidiar con esta materia es insistir en la distincin entre asuntos que se
distincin
Este conjunto de relata urbano debe situarse en el contexto ms amplio de la sociedad en su totalidad, sin embargo, sin fundirlos de tal manera que se pierda lo
y cuestiones relacionadas con problemas de las ciudades, en el sentido estricto en que se formul antes, es decir, que giran en torno a procesos y fenmenos emanados
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directamente
de
la
aglomeracin-cum-
polarizacin y de las interacciones dentro del nexo del suelo urbano. Por ejemplo, usualmente existe una gran cantidad de pobres en las ciudades, pero de eso no se sigue necesariamente que todos los
es
otro ejemplo de la diferencia analtica entre problemas en las ciudades y problemas de las ciudades. El auge de las hipotecas de alto riesgo no fue causado principalmente por la urbanizacin, sino ms bien por un nmero de innovaciones en la industria financiera que se dedicaron a extender el crdito hipotecario a hogares de alto riesgo. El concomitante exceso de oferta de capital gener una burbuja de los precios de los activos del sector inmobiliario, por lo que, cuando los rendimientos de las inversiones en este sector empezaron a colapsar, el resultado fue una espiral en descenso del valor de los inmuebles y el abandono de las viviendas. Como consecuencia, una crisis que no era en principio fundamentalmente urbana, se tradujo, subsecuentemente, en trminos especficamente urbanos, como se manifest sobre todo en el deterioro de los vecindarios y el surgimiento de cadenas de externalidades negativas. Estas
aspectos de la pobreza tengan un carcter inherentemente urbano, o que la pobreza sea causada principalmente por la
urbanizacin (Slater, 2013). De hecho, la pobreza es engendrada principalmente dentro de un conjunto entre el nivel los de de procesos estn
macrosociales, involucrados
que
desarrollo
econmico, la estructura general de las oportunidades de trabajo y la disponibilidad de educacin y entrenamiento. Dicho esto, un nmero de condiciones urbanas o
incuestionablemente
agravaran
aminoraran los niveles de pobreza, por ejemplo, en los casos en que ciertos problemas barriales concentrados, como la prevalencia de una cultura de pandillas, influyen en los niveles de desempeo educativo de los nios (Sampson, 2012). Como corolario, la atencin que las polticas problemas pblicas presten a estos urbanos
aclaraciones nos ayudan a rescatar lo urbano, como dimensin de anlisis, del eclecticismo (y sus concomitantes fallas en la focalizacin de polticas) que
especficamente
producira ajustes en los niveles agregados de pobreza, mas no la eliminar de una vez por todas. El auge y la debacle del
Allen J. Scott Michael Storper La naturaleza de las ciudades: el alcance y los lmites de la teora urbana 23
preguntarnos,
entonces,
este
Las ciudades estn siempre inmersas en sistemas sociales diferentes. ms y amplios a de relaciones muy
resulta
de
circunstancias
contextuales
diferentes, garantiza una pluralidad de conceptos de lo urbano distintos entre s?, o podemos resolver el nudo gordiano y revelar un concepto coherente de la ciudad como un objeto de investigacin terica? Hasta ahora, nuestro argumento se ha inclinado fuertemente hacia una respuesta positiva a esta ltima pregunta, al insistir en que la esencia del proceso de urbanizacin reside bsicamente en el doble estatus de las ciudades como aglomeraciones de actividades productivas y vida humana, que se desenvuelven en redes densas e internamente variadas de usos de suelo, localizaciones y arreglos
polticas Estas
escalas
circunstancias
contextuales marcan a los centros urbanos particulares con diversas caractersticas distintivas, y dan origen a numerosas variaciones en su forma y funcin, a travs del tiempo y del espacio. As, algunas ciudades han entrado otras son en una fase con
posindustrial,
centros
actividades manufactureras y artesanales intensivas en el factor trabajo, pero de baja tecnologa; algunas otras estn localizadas en pases relativamente prsperos; otras en pases donde prevalece una pobreza rampante; algunas ms estn insertas en sociedades homogneas que en son relativamente de su
institucionales/polticos que interactan. A pesar de lo anterior, sera un grave error no considerar la variacin emprica que existe de una ciudad a otra,
trminos
composicin racial y tnica; otras ms en sociedades caracterizadas por una enorme diversidad en relacin con lo anterior; otras estn sujetas a marcos sociales y polticos autoritarios; hay algunas con tipos de relaciones mucho ms abiertas y
moldean el carcter especfico de la urbanizacin en tiempos y lugares distintos. Cinco variables conceptuales principales parecen ser de particular relevancia en cualquier intento de dar cuenta de la diversidad de las ciudades. Estas variables
democrticas; algunas estn en el norte global; otras, en el sur global; etc., virtualmente ad infinitum. Podemos
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se consideraran como las que dan forma a la individualidad de ciudades particulares, sin ensombrecer, sin embargo, la
Cuarto,
una
fuente
adicional
de
diferenciacin radica en lo que llamaremos, con un poco de reservas, normas culturales y tradiciones, pues stas afectan una multitud de prcticas y modos de vida que dan forma al paisaje urbano, incluyendo, una vez ms, la formacin, evolucin y persistencia de los vecindarios. Quinto, las condiciones generales de las autoridades polticas y el poder dejan profundas trazas en el desarrollo urbano de cualquier sociedad en particular. Estas condiciones definen regularmente los alcances del gobierno local y de la autoridad de planeacin urbana y, por lo tanto, influyen en el funcionamiento espacial detallado del nexo del suelo urbano, de igual modo, como casi siempre, tienen fuertes
naturaleza general de la urbanizacin como un modo de integracin e interaccin espacial. La primera de esas variables se relaciona con los niveles agregados de desarrollo econmico, que varan
enormemente a travs del tiempo y el espacio. Como consecuencia, las ciudades en contextos de desarrollo contrastantes exhiben perfiles ampliamente variables en asuntos como sus bases econmicas, su dotacin de infraestructura, sus
componentes de habitantes ricos y pobres, entre otros. En segundo lugar, las normas que regulan la asignacin de recursos tambin tienen particular relevancia. Una sociedad que asigna recursos mediante los mercados, generalmente lo har de manera distinta a otra que lo hace a travs de mecanismos fuera del mercado, o a travs de algn arreglo hbrido, como un sistema de mercado combinado con regulaciones de planeacin urbana. Tercero, tambin debemos tomar en cuenta las estructuras prevalentes incluyendo de las estratificacin variaciones social, y
frecuentemente
aparecen
monumentalidad imperial que se observa en Londres y Pars, o el gigantismo sovitico, que contina hacindose
raciales
tnicas, con una relacin particularmente poderosa en la formacin de un vecindario, as como sobe otros fenmenos urbanos.
presente en Mosc, o las reliquias feudales que abundan en las ciudades asiticas, desde Bangkok hasta Pekn.
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Dadas
las
peculiaridades
del
que, en cualquier esfuerzo cientfico, la abstraccin terica de hecho ayuda a los investigadores a revelar la diversidad y la diferencia en los datos observacionales bsicos, al mismo tiempo que es un prerrequisito esencial para la construccin de taxonomas empricas significativas. En un nivel de anlisis, por ejemplo, los suburbios mestizos y negros de Pars, difieren marcadamente de las comunidades racial y tnicamente distintivas del surcentro de Los ngeles o de los barrios de Caracas. De manera similar, los
fenmeno emprico que ocurre en las ciudades, as como la manera en que las variables contextuales antes enumeradas complejizan el sentido de diversidad, las ciudades invariablemente presentan, a
primera vista, un asombroso grado de idiosincrasia. En este sentido, resulta poco sorprendente que tantos analistas estn tentados a estudiar cada ciudad como un caso especial, y a insistir en la futilidad y los peligros de una generalizacin terica. Este tipo de anlisis urbano se complica por la arrogancia muy de moda en nuestros das proveniente de la teora del ensamblaje, la teora del actor-red y el comparativismo descriptivo, que, como ya se seal, privilegian la complejidad
vecindarios de clase alta de Londres tienen una apariencia bastante diferente de los de Tokio, que, a su vez son muy distintos a los vecindarios de Gvea o So Conrado en Ro de Janeiro. Sin embargo, una vez que observamos, bajo las obvias diferencias empricas entre estos casos, encontramos mecanismos de segregacin fciles de observar que son resultado de la operacin de los mercados de la tierra e inmobiliario dentro del espacio intraurbano. De igual manera, las respuestas polticas precisas para resolver problemas y predicamentos en cada una de estas instancias individuales seguramente
emprica sobre la generalizacin terica dentro del anlisis urbano (para un anlisis crtico, vase Wachsmuth, Madden y
Brenner, 2011). Nuestra argumentacin aqu no es que las idiosincrasias empricas son inherentemente irrelevantes o que carecen de valor (estamos muy lejos de eso). Ntese, sin embargo, que estas idiosincrasias se vuelven urbanas a travs de los espacios densos, interactivos y polarizantes que constituyen el nexo del suelo urbano. En este contexto, adems, ofrecemos el argumento (obvio y aejo) de
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suelo urbano y sus formas genricas de descomposicin y desorden colectivo, que incluyen efectos indirectos negativos,
reformulacin, sin embargo, no provendr del hecho de que estas ciudades son empricamente diferentes de las del norte global, sino de alguna revelacin hasta el momento insospechada, proveniente del estudio de la urbanizacin en el sur global, sobre la lgica y el funcionamiento interno de los procesos de aglomeracin urbana y las dinmicas asociadas del nexo del suelo urbano. En una lnea similar, la convocatoria a la formulacin de un nuevo tipo de teora urbana que sea cosmopolita (Robinson, 2006) y que enfatice la mundializacin es bastante aceptable por y en s misma, pero tiene una calidad esencialmente superficial en vista de su falta de especificidad acerca de la gnesis y mecanismos bsicos de los procesos de urbanizacin como tales. En una muy importante y reciente publicacin, Sampson (2012) tambin
desbalances entre el mercado inmobiliario y el laboral, propiedades abandonadas, congestin, contaminacin, deterioro de la infraestructura, conflictos en el acceso al espacio urbano y los bienes pblicos, vecindarios socialmente disfuncionales,
crecimiento descontrolado y dems. Recientemente, las tensiones entre lo general y lo especfico dentro de la teora urbana han alcanzado un punto crtico dentro de la floreciente literatura sobre el urbanismo poscolonial y argumentaciones asociadas en el sentido de que las ciudades del sur global contradicen buena parte de la teora urbana como ha sido formulada hasta el momento. Dicho esto, y aunque tal vez sea tiempo de, como proclama heroicamente Roy (2009), derribar las paredes de las geografas tericas, esta actividad iconoclasta no puede justificarse simplemente porque estas geografas se basan en un repertorio de ciudades limitado que excluye mucho del sur global. Estamos enteramente
necesaria. Para l, lo urbano se constituye como un sistema de interacciones locales que conforma la conducta individual y colectiva, y estas interacciones pueden, por su parte, agregarse en una visin de la ciudad como una ecologa de vecindarios. De manera similar, hemos argumentado que las interacciones intraurbanas la
abiertos a la idea de que el anlisis de las ciudades en el sur global puede estar necesitado de una reformulacin radical dentro de la teora urbana. Esta
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cara viva del nexo del territorio suelo son una dimensin universal y esencial de todas las ciudades, aunque hemos insistido en los aspectos econmicos y sociales de estos fenmenos, as como sobre una dimensin crtica aadida de lo urbano: el proceso de polarizacin y ordenamiento espacial que conlleva a la urbanizacin misma. Cualquier teora general de lo urbano debe, en nuestra visin, basarse en ambas dimensiones (interdependientes).
entiende la naturaleza compartida de estos procesos. Esta forma de proceder ayuda a evitar impulsos apresurados de tomar ciertas instancias dramticas o peculiares del desarrollo urbano (por ejemplo, la deteriorada infraestructura y la violencia de Kinshasa, o los grandes barrios bajos de Mumbai) como evidencia prima facie de que se requiere una reformulacin de la teora (Roy, 2011a; comparar con Boo, 2011). Al mismo tiempo, y sta es
ciertamente una parte importante de su Implicaciones para la investigacin poder, nuestro enfoque socava otro tipo de tentacin indeseable (mostrada
destacadamente en Dick y Rimmer, 1998) Uno de los puntos de partida bsicos de este ensayo es nuestra insistencia sobre la necesidad de distinguir entre las dinmicas de la vida social intrnsecamente urbanas y las que seran propiamente vistas como situadas fuera de la estricta esfera de lo urbano, incluso cuando se detecten como materia de ocurrencia emprica dentro de las ciudades. La tarea no es fcil, pero en la discusin previa hemos ofrecido algunas guas para enfrentarla. Nuestro enfoque enfatiza los en el sentido de que las ciudades alrededor del mundo convergen en un mismo
esquema emprico. Nada de esto, por cierto, est dirigido a justificar alguna o todas las teoras de lo urbano que han ido y venido durante el ltimo siglo y ms. Hay una gran oferta de teoras defectuosas, y en muchos casos en un ideas contexto que se
desarrollaron
urbano
particular son aplicadas inapropiadamente en otros. En este sentido, como argumenta con justicia Robinson (2006), la aplicacin de la teora de la Escuela de Chicago al estudio de la vida urbana en el Cinturn del Cobre Africano result estar severamente viciada.
procesos generativos y organizacionales comunes subyacentes en la urbanizacin, y asevera que la variacin emprica puede detectarse de mejor manera cuando se
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Estas preocupaciones se vierten directamente sobre cualquier consideracin acerca de la relacin entre la teora urbana y la intervencin a travs de las polticas. La literatura sobre la poltica urbana ya ha abierto un fructfero debate sobre esta materia al distinguir entre polticas de lugar que apuntan a ciudades particulares o partes de ciudades, y polticas para las personas que se dirigen a categoras socioeconmicas independientemente de su particulares, localizacin
desigualdad (por ejemplo, Sampson, 2012). Aqu, como en cualquier otra parte de este artculo, nuestro objetivo no es tanto identificar todos los detalles de la teora urbana como existe actualmente, sino aclarar algunas de las condiciones bsicas bajo las cuales debe proceder una
debemos acotar tambin que hay muchas aseveraciones claramente exageradas en la literatura relacionadas con el poder de las ciudades para transformar la vida social, en contraposicin que son a ms como
(Freedman, 2012; Glaeser y Gyourko, 2005; Glickman, 1981). Los analistas de la pobreza urbana, en particular, han debatido vigorosamente realizado esta distincin progresos y en han la
grandes
transformaciones apropiadamente
identificacin de potencialidades y lmites de polticas enfocadas en los lugares (como las intervenciones que buscan
pensadas
enraizadas en procesos sociales ms amplios. Por ejemplo, una buena cantidad de la literatura actual mira lo urbano como la principal fuente de tendencias y
moderar la concentracin espacial o el aislamiento de la gente pobre en ciertos vecindarios) frente a los espacios
movimientos
polticos
emancipatorios
(Harvey, 2012; Soja, 2010). Puede haber pocas dudas sobre el ciudades, precisamente papel de las debido a su
factores como la ruptura familiar o el fracaso educativo). Estos problemas estn ciertamente lejos de haber sido
tamao y densidad, como centros de debate poltico y punto de origen de la protesta popular y la movilizacin poltica, y estos asuntos han de figurar
esclarecidos en su totalidad, y el debate permanece abierto, al mismo tiempo que la investigacin contina produciendo nuevos
Allen J. Scott Michael Storper La naturaleza de las ciudades: el alcance y los lmites de la teora urbana 29
general. De la misma manera, deben hacerlo conflictos especficamente urbanos sobre asuntos como el acceso a objetos de consumo colectivo en la ciudad, o Amin, A., y N. Thrift (2002), Cities:
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caracterizar
aseveraciones
ampliamente
difundidas,
que tienden a asimilar todas las formas de accin social y poltica dentro de una totalidad urbana, como casos de un severo sobreabarcamiento conceptual
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