La Historiografía Griega
La Historiografía Griega
La Historiografía Griega
Ante las leyendas y los mitos heredados de sus antepasados, los griegos
adoptaron durante la poca arcaica dos actitudes:
1.- la interpretacin alegrica, que intenta descubrir el simbolismo del mito;
2.- la interpretacin racionalista, que busca despojar a la leyenda de todos los
elementos fabulosos hasta llegar a un ncleo verdadero. Esta ltima investigacin
constituye, en cierta medida, el COMIENZO DE LA HISTORIOGRAFA.
Las primeras manifestaciones literarias aparecen en verso. No slo los poetas
sino tambin algunas de los primeros filsofos exponan su pensamiento en forma
potica. Entre los s. VII y VI nacen las primeras formas literarias en prosa y de ella se
sirvieron los pioneros de la historiografa. Los precursores de esta ciencia redactaban
cuentos populares, en los que alternaban elementos histricos y fabulosos, y crnicas,
que recogan los acontecimientos ms notables de un periodo.
Hacia el s. VI surgen en Jonia los primeros historiadores, a los que se
denominaba LOGGRAFOS. La temtica de sus obras era variada:
a) la descripcin de la fundacin de ciudades;
b) el relato de historias locales;
c) el estudio de la genealoga de las principales familias de una urbe, para
satisfacer la vanidad de muchos nobles que pretendan remontar su linaje a
un hroe antiguo o a una divinidad;
d) la narracin de los viajes realizados por el autor a travs de territorios
desconocidos, acompaada de abundantes descripciones geogrficas y
etnogrficas.
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HERDOTO DE HALICARNASO (485-428?) representa al mismo tiempo la
culminacin de la logografa y el comienzo de la historiografa como ciencia.
Herdoto abandon muy joven su patria para viajar por Asia Menor, Egipto,
sur de Italia, aunque siempre estuvo vinculado a Atenas, su patria espiritual, donde
conoci a los intelectuales ms relevantes de su poca (Pericles, Sfocles, Protgoras).
La obra de Herdoto, conocida con el nombre de Historias, fue dividida
posteriormente en nueve libros en honor de las nueve musas, que sirven de ttulo a
cada una de ellos. El tema central de la obra lo constituye el enfrentamiento de los
griegos y los persas, pero para una mejor comprensin de los hechos hace una larga
introduccin de la historia del pueblo persa desde sus orgenes hasta las Guerras
Mdicas.
En la obra de Herdoto se da cabida a un material muy heterogneo:
a.- Coincide con la pica en la intencin de su obra: salvar del olvido las hazaas de
los hombres. Al igual que Homero, parte de una narracin desorganizada, con varios
centros de atraccin, salpicada de detalles complementarios, que a medida que avanza
el relato se centra en el foco principal: el choque entre griegos y brbaros.
b.- De la tragedia ha tomado una buena dosis de dramatismo que hace que el lector
siga vidamente el relato esperando la llegada del momento decisivo. Como su amigo
Sfocles, recurre con frecuencia a los orculos y practica una cierta resignacin ante lo
que mandan los dioses. Su apego a las creencias ancestrales no le impide criticar
algunos aspectos del mito y censurar determinados rasgos de la religin tradicional.
c.- Del pensamiento racionalista que irrumpe en Atenas en el s. V, toma Herdoto su
anlisis crtico de los testimonios y documentos para lograr la mayor objetividad,
aunque est muy lejos del racionalismo y el rigor intelectual de los sofistas. Su aficin a
los detalles curiosos y hallazgos notables (quin invent el alfabeto?, dnde se
introdujo por primera vez la moneda?...) que interesaban a los sofistas, pueden
justificarse por su propia curiosidad de historiador. En definitiva, Herdoto est lejos
del pensamiento sofstico del cual tomara, a lo sumo, algn rasgo disperso.
d.- De la tradicin oral Herdoto incorpora a su obra relatos y cuentos populares en
las numerosas digresiones o desviaciones del tema central que hace a lo largo de toda
la narracin. No olvidemos que este tipo de escritos etaba destinado a la lectura
pblica, por lo que el autor intenta conjugar lo verdico con lo ameno. As logra con
creces su propsito de instruir deleitando.
Herdoto utiliza el dialecto jnico y si estilo es sencillo, fluido y exento de
artificios; se sirve de los discursos para resaltar las formas del comportamiento
humano en general.
No se le puede negar a Herdoto el ttulo de padre de la historia que le
otorg Cicern, pero slo como iniciador de esta disciplina y no como un historiador a
la moderna. Como todos los pioneros, incurre en insuficiencias, tanto en el contenido
(insatisfactoria crtica de fuentes, explicaciones ingenuas), como en la forma
(arcasmos). Esto hace de l, pese a sus mritos, un escritor de menor talla que los
otros clsicos contemporneos, como Sfocles.
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TUCDIDES (455-400)
La historiografa llega a su culminacin con este aristcrata ateniense,
admirador de Pericles, que particip personalmente en la Guerra del Peloponeso y fue
desterrado por no llevar a tiempo ayuda a Anfpolis. El alejamiento del campo de
batalla le proporcion tiempo y sosiego para reunir el material de su historia, que
debi ser redactada en su mayor parte en Atenas (404), a su regreso del exilio.
Su obra Historia de la Guerra del Peloponeso, dividida en ocho libros, se
interrumpe bruscamente en el ao 411, mucho antes de que finalizara la contienda,
probablemente por la muerte del autor. El xito de la obra fue inmediato y surgieron al
poco numerosos continuadores.
Su mtodo de trabajo y su propsito le alejan de Herdoto:
a.- Convencido de que el destino de los hombres se repite, porque la naturaleza
humana no cambia, da a la historia un valor paradigmtico: el pasado explica el
presente y ayuda a entender el futuro. Busca que su investigacin sea til para las
generaciones futuras.
b.- No pretende agradar y deleitar, como su antecesor, sino investigar la verdad:
establece una cronologa exacta de los hechos histricos y renuncia a los mitos, adornos
y digresiones. Para lograr la mxima objetividad contacta con los testigos directos de
los hechos que relata, contrapone las distintas versiones y elige la ms verosmil. De los
sofistas ha aprendido que la razn es el nico instrumento vlido para descubrir la
verdad: los acontecimientos histricos se explican por la concatenacin de causas y
efectos, que obedecen a razones y motivos humanos. No cabe, por tanto, la
intervencin divina.
Tucdides arrastra en su lengua abundantes arcasmos, debido a que sus veinte
aos de exilio le haban alejado de las innovaciones que la prosa tica haba
experimentado a finales del s. V por influjo sofstico. Su estilo es oscuro, su prosa lenta
y densa. En su obra son muy frecuentes los discursos, los cuales no reproducen las
palabras textuales sino que reflejan la personalidad de los oradores, imprimiendo una
buena dosis de dramatismo al relato.
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JENOFONTE (430-354), aristcrata ateniense, discpulo de Scrates, admirador de
Esparta, particip en el ejrcito de mercenarios griegos (401) que ayud a Ciro el Joven
en su intento de arrebatar el trono persa a su hermano Artajerjes. Su colaboracin con
los espartanos en contra de su patria (394) le acarre la condena al destierro. Los
lacedemonios le compensaron regalndole una villa en Escilunte (Olimpia), donde
redact la mayor parte de sus obras. Al final de su vida los atenienses levantaron el
destierro.
La abundante y variada obra de Jenofonte, difcil de ordenar cronolgicamente,
se suele clasificar en funcin de su temtica:
a.- Obras filosficas: La Apologa de Scrates y el Banquete son mucho menos profundas
que las homnimas de Platn. Las Memorables renen diversos recuerdos y
conversaciones de Jenofonte con su maestro Scrates.
b.- Obras didcticas: Jenofonte recoge en estos escritos sus experiencias en la caza,
Cinegtico, en la cra de caballos y en su utilizacin en el combate, Hiprquico y Sobre la
equitacin.
c.- Obras histricas: la Anbasis es una especie de diario militar que nos relata la
fracasada expedicin de ayuda al aspirante al trono persa. Destaca este relato por sus
descripciones geogrficas y etnogrficas. La Ciropedia es una historia novelada que
refiere la vida de Ciro el Viejo, creador del imperio persa. Trata los hechos histricos
con una gran libertad y aflora su intencin moralizante: intenta demostrar a sus
conciudadanos que la nobleza en el pensar y en el obrar pueden darse tambin entre
los brbaros. Fruto de su admiracin por Esparta es la Constitucin de los Lacedemonios,
en la que se describen las reformas del mtico legislador Licurgo.
Si como filsofo es Jenofonte un pensador superficial, que no resiste la mnima
comparacin con Platn, como historiador est tambin muy lejos de Tucdides. En
efecto, Jenofonte es un historiador parcial que no oculta sus simpatas por Esparta;
adems carece del rigor de Tucdides. Con todo, no se le puede negar un buen
conocimiento de las cuestiones militares, una gran sensibilidad para la descripcin de
las escenas aisladas, notable habilidad para los retratos de personajes destacados, una
sencillez de lenguaje y claridad de ideas que cautivan al lector. Es, en definitiva, un
escritor polifactico y ameno, pero poco profundo.