Big Bang
Big Bang
Big Bang
y, a su vez, uno de los principales defensores de la teoría del estado estacionario, quien
dijo para mofarse que el modelo descrito era sólo un big bang (gran explosión) durante
una discusión de la BBC en 1949. No obstante, hay que tener en cuenta que en el inicio
del Universo ni hubo explosión ni fue grande, pues en rigor surgió de una
«singularidad» infinitamente pequeña, seguida de la expansión del propio espacio.[1]
La idea central del Big Bang es que la teoría de la relatividad general puede combinarse
con las observaciones de isotropía y homogeneidad a gran escala de la distribución de
galaxias y los cambios de posición entre ellas, permitiendo extrapolar las condiciones
del Universo antes o después en el tiempo.
Una consecuencia de todos los modelos de Big Bang es que, en el pasado, el Universo
tenía una temperatura más alta y mayor densidad y, por tanto, las condiciones del
Universo actual son muy diferentes de las condiciones del Universo pasado. A partir de
este modelo, George Gamow en 1948 pudo predecir que debería de haber evidencias de
un fenómeno que más tarde sería bautizado como radiación de fondo de microondas.
La teoría del Big Bang se desarrolló a partir de observaciones y avances teóricos. Por
medio de observaciones, en la década de 1910, el astrónomo estadounidense Vesto
Slipher y, después de él, Carl Wilhelm Wirtz, de Estrasburgo, determinaron que la
mayor parte de las nebulosas espirales se alejan de la Tierra; pero no llegaron a darse
cuenta de las implicaciones cosmológicas de esta observación, ni tampoco del hecho de
que las supuestas nebulosas eran en realidad galaxias exteriores a nuestra Vía Láctea.
Además, la teoría de Albert Einstein sobre la relatividad general (segunda década del
siglo XX) no admite soluciones estáticas (es decir, el Universo debe estar en expansión
o en contracción), resultado que él mismo consideró equivocado, y trató de corregirlo
agregando la constante cosmológica. El primero en aplicar formalmente la relatividad a
la cosmología, sin considerar la constante cosmológica, fue Alexander Friedman, cuyas
ecuaciones describen el Universo Friedman-Lemaître-Robertson-Walker, que puede
expandirse o contraerse.
Entre 1927 y 1930, el padre jesuita belga Georges Lemaître obtuvo independientemente
las ecuaciones Friedman-Lemaître-Robertson-Walker y propuso, sobre la base de la
recesión de las nebulosas espirales, que el Universo se inició con la explosión de un
átomo primigenio, lo que más tarde se denominó "Big Bang".
Con el pasar de los años, las evidencias observacionales apoyaron la idea de que el
Universo evolucionó a partir de un estado denso y caliente. Desde el descubrimiento de
la radiación de fondo de microondas, en 1965, ésta ha sido considerada la mejor teoría
para explicar el origen y evolución del cosmos. Antes de finales de los años sesenta,
muchos cosmólogos pensaban que la singularidad infinitamente densa del tiempo inicial
en el modelo cosmológico de Friedman era una sobreidealización, y que el Universo se
contraería antes de empezar a expandirse nuevamente. Ésta es la teoría de Richard
Tolman de un Universo oscilante. En los años 1960, Stephen Hawking y otros
demostraron que esta idea no era factible, y que la singularidad es un componente
esencial de la gravedad de Einstein. Esto llevó a la mayoría de los cosmólogos a aceptar
la teoría del Big Bang, según la cual el Universo que observamos se inició hace un
tiempo finito.
A finales de los años 1990 y principios del siglo XXI, se lograron grandes avances
en la cosmología del Big Bang como resultado de importantes adelantos en
telescopía, en combinación con grandes cantidades de datos satelitales de COBE, el
telescopio espacial Hubble y WMAP. Estos datos han permitido a los cosmólogos
calcular muchos de los parámetros del Big Bang hasta un nuevo nivel de precisión,
y han conducido al descubrimiento inesperado de que el Universo está en
aceleración.
El Universo actual parece estar dominado por una forma misteriosa de energía conocida
como energía oscura. Aproximadamente el 70 por ciento de la densidad de energía del
universo actual está en esa forma. Una de las propiedades características de este
componente del universo es el hecho de que provoca que la expansión del universo
varíe de una relación lineal entre velocidad y distancia, haciendo que el espacio-tiempo
se expanda más rápidamente que lo esperado a grandes distancias. La energía oscura
toma la forma de una constante cosmológica en las ecuaciones de campo de Einstein de
la relatividad general, pero los detalles de esta ecuación de estado y su relación con el
modelo estándar de la física de partículas continúan siendo investigados tanto en el
ámbito de la física teórica como por medio de observaciones.
Más misterios aparecen cuando se investiga más cerca del principio, cuando las energías
de las partículas eran más altas de lo que ahora se puede estudiar mediante
experimentos. No hay ningún modelo físico convincente para el primer 10-33 segundo
del universo, antes del cambio de fase que forma parte de la teoría de unificación
grande. En el "primer instante", la teoría gravitacional de Einstein predice una
singularidad gravitacional en donde las densidades son infinitas. Para resolver esta
paradoja física, hace falta una teoría de la gravedad cuántica. La comprensión de este
período de la historia del universo figura entre los mayores problemas no resueltos de la
física.