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LENIN: TESIS ACERCA DE LA ASAMBLEA CONSTITUYENTE (Publicado en Pravda el 13 de diciembre de 1917)

1. Era completamente justo que la socialdemocracia revolucionaria incluyera en su programa la reivindicacin de la convocatoria de la Asamblea Constituyente, porque en una repblica burguesa la Asamblea Constituyente es la forma superior de democracia y porque al instituir el parlamento la repblica imperialista, con Kerenski a la cabeza, preparaba una falsificacin de las elecciones y numerosas infracciones de la democracia. 2. La socialdemocracia revolucionaria, que reclamaba la convocatoria de la Asamblea Constituyente, desde los primeros das de la Revolucin de 1917 subray ms de una vez que la Repblica de los Soviets es una forma de democracia superior a la repblica burguesa ordinaria, con su Asamblea Constituyente. 3. Para la transicin del rgimen burgus al socialista, para la dictadura del proletariado, la Repblica de los Soviets de Diputados Obreros, Soldados y Campesinos no es slo una forma de tipo ms elevado de instituciones democrticas (comparndola con la repblica burguesa ordinaria, coronada por una Asamblea Constituyente), sino la nica forma capaz de asegurar el trnsito menos doloroso al socialismo. 4. En nuestra revolucin la Asamblea Constituyente se rene con arreglo a listas presentadas a mediados de octubre de 1917, en condiciones que imposibilitan que las elecciones a esa Asamblea Constituyente sean una expresin exacta de la voluntad del pueblo en general y de las masas trabajadoras en particular. 5. En primer trmino, la representacin proporcional no expresa fielmente la voluntad del pueblo sino cuando las listas presentadas por los partidos responden a la divisin real del pueblo en grupos polticos que sean realmente los mismos que los que se reflejan en las listas. Y es sabido que en nuestro pas, el partido que entre mayo y octubre tena ms adeptos en el pueblo y sobre todo entre los campesinos, el partido socialista-revolucionario, que present listas nicas a la Asamblea Constituyente a mediados de octubre de 1917, se ha escindido despus de las elecciones a la Asamblea Constituyente y antes de que sta se hubiese reunido. Por eso, incluso desde el punto de vista formal, la composicin de los elegidos a la Asamblea Constituyente no responde ni puede responder a la voluntad de la masa de los electores. 6. En segundo trmino, otra circunstancia, an ms importante, no formal ni jurdica, sino socio-econmica, una circunstancia que constituye el origen de clase de la diferencia entre la voluntad del pueblo y sobre todo de las clases trabajadoras, por una parte, y la composicin de la Asamblea Constituyente, por otra, es que las elecciones a la Asamblea Constituyente se han celebrado cuando la enorme mayora del pueblo no poda conocer todava toda la extensin y alcance de la Revolucin de Octubre, de la revolucin sovitica, proletario-campesina, comenzada el 25 de octubre de 1917, es decir, despus de haber sido presentadas las listas de los candidatos para la Asamblea Constituyente. 7. La Revolucin de Octubre, que ha conquistado el Poder para los Soviets, arrancando el dominio poltico a la burguesa y entregndoselo al proletariado y a los campesinos pobres, atraviesa ante nuestra vista por sucesivas etapas de desarrollo. 8. La revolucin comenz por la victoria del 24-25 de octubre en la capital, cuando el II Congreso de los Soviets de Diputados Obreros y Soldados de toda Rusia, vanguardia de los proletarios y de la parte polticamente ms activa de los campesinos, dio la mayora al Partido Bolchevique y lo elev al Poder. 9. Luego, durante los meses de noviembre y diciembre, se apodera la revolucin de toda la masa del ejrcito y de los campesinos, lo que se traduce ante todo en la destitucin y renovacin de los viejos organismos directivos (Comits de ejrcito, Comits campesinos provinciales, Comit Ejecutivo Central del Soviet de Diputados Campesinos de toda Rusia, etc.), que constituan la expresin de una etapa oportunista ya superada de la revolucin, de su

etapa burguesa y no proletaria, y que por esta razn deban desaparecer inevitablemente bajo el empuje de las masas populares ms profundas y ms amplias. 10. Este poderoso movimiento de las masas explotadas para renovar los organismos dirigentes de sus organizaciones, no ha terminado an hoy, a mediados de diciembre de 1917, y una de sus etapas es el Congreso de los ferroviarios, actualmente reunido. 11. La agrupacin de las fuerzas de clase que se hallan en lucha en Rusia es, pues, en noviembre y en diciembre de 1917, de hecho, radicalmente diferente de la que pudo hallar su expresin en las listas de candidatos presentadas por los partidos para las elecciones de la Asamblea Constituyente a mediados de octubre de 1917. 12. Los recientes acontecimientos en Ucrania (en parte tambin en Finlandia y en Bielorrusia, as como en el Cucaso) indican asimismo que se est operando una nueva agrupacin de las fuerzas de clase en el curso de la lucha entre el nacionalismo burgus de la Rada ucraniana, de la Dieta finlandesa, etc., por un lado, y el Poder de los Soviets, la revolucin proletariocampesina de cada una de esas repblicas nacionales, por otro. 13. Por ltimo, la guerra civil, comenzada con la sublevacin contrarrevolucionaria de los demcratas constitucionalistas y Kaledin1 contra las autoridades soviticas, contra el Gobierno Obrero y Campesino, ha agudizado definitivamente la lucha de clases y eliminado toda posibilidad de resolver por un camino democrtico formal los problemas ms candentes que la historia plantea a los pueblos de Rusia y, en primer lugar, a su clase obrera y sus campesinos. 14. nicamente la victoria total de los obreros y campesinos sobre la insurreccin de los burgueses y los terratenientes (que ha hallado su expresin en el movimiento de los demcratas constitucionalistas y Kaledin), slo una implacable represin militar de esa sublevacin de esclavistas puede salvaguardar realmente la revolucin proletario-campesina. La marcha de los acontecimientos y el desarrollo de la lucha de clases en la revolucin han hecho que la consigna de "Todo el Poder a la Asamblea Constituyente", que no tiene en cuenta las conquistas de la revolucin obrera y campesina, que no tiene en cuenta el Poder sovitico, que no tiene en cuenta las decisiones tomadas por el II Congreso de los Soviets de Diputados Obreros y Soldados de toda Rusia, por el II Congreso de los Diputados Campesinos de toda Rusia, etc., se haya convertido de hecho en la consigna de los demcratas constitucionalistas, de los kaledinistas y de sus cmplices. El pueblo entero comienza a comprender que esa consigna significa en realidad la lucha por la supresin del Poder sovitico y que la Asamblea Constituyente se vera condenada sin remisin a la muerte poltica si se divorciase del Poder sovitico. 15. El problema de la paz es uno de los ms candentes de la vida del pueblo. No se ha emprendido en Rusia una lucha verdaderamente revolucionaria por la paz hasta despus del triunfo de la revolucin del 25 de octubre, y este triunfo ha tenido como primeros frutos la publicacin de los tratados secretos, la conclusin del armisticio y el comienzo de negociaciones pblicas con objeto de conseguir una paz general, sin anexiones ni contribuciones de guerra. Slo ahora las grandes masas populares obtienen de hecho, franca y completamente, la posibilidad de ver una poltica de lucha revolucionaria por la paz y de estudiar sus resultados. Durante las elecciones de la Asamblea Constituyente, las masas populares no podan verlo as. Es evidente, pues, que tambin en este aspecto es inevitable la incompatibilidad entre la composicin de los elegidos a la Asamblea Constituyente y la verdadera voluntad del pueblo en el problema de la terminacin de la guerra.

Kaledin: general del antiguo ejrcito imperial ruso. Uno de los dirigentes del Ejrcito Blanco contra los bolcheviques

16. El conjunto de circunstancias que acabamos de examinar hace que la Asamblea Constituyente, reunida con arreglo a las listas de los partidos existentes antes de la revolucin proletario-campesina, bajo el dominio de la burguesa, choque inevitablemente con la voluntad y los intereses de las clases trabajadoras y explotadas que han iniciado el 25 de octubre la revolucin socialista contra la burguesa. Es natural que los intereses de esta revolucin prevalezcan sobre los derechos formales de la Asamblea Constituyente, incluso si estos ltimos no hubiesen sido quebrantados por la circunstancia de que la ley relativa a la Asamblea Constituyente no reconoce el derecho del pueblo a elegir de nuevo y en cualquier momento a sus diputados. () 18. La nica posibilidad de resolver sin dolor la crisis producida como resultado de la divergencia existente entre las elecciones a la Asamblea Constituyente y la voluntad del pueblo, as como los intereses de las clases trabajadoras y explotadas, consiste en ejercer de la manera ms amplia y rpida posible el derecho del pueblo a proceder a nuevas elecciones de miembros de la Asamblea Constituyente, consiste en que la propia Asamblea Constituyente se adhiera a la ley del Comit Ejecutivo Central relativa a esas nuevas elecciones, reconozca sin reservas el Poder de los Soviets, la revolucin sovitica y su poltica en el problema de la paz, de la tierra y del control obrero, y se coloque resueltamente al lado de los adversarios de la contrarrevolucin de los demcratas constitucionalistas y Kaledin. 19. Si no se dan estas condiciones, la crisis planteada en relacin con la Asamblea Constituyente no podr resolverse ms que por va revolucionaria, con las medidas revolucionarias ms enrgicas, rpidas, firmes y resueltas del Poder sovitico contra la contrarrevolucin de los demcratas constitucionalistas y Kaledin, cualesquiera que sean las consignas y las instituciones (incluso la calidad de miembro de la Asamblea Constituyente) en que se ampare esa contrarrevolucin. Intentar atar, de cualquier manera que sea, las manos del Poder sovitico en esta lucha, sera hacerse cmplice de la contrarrevolucin.

CON MOTIVO DEL CUARTO ANIVERSARIO DE LA REVOLUCIN DE OCTUBRE


Se avecina el cuarto aniversario del 25 de octubre (7 de noviembre). Cuanto ms tiempo nos separa de esta gran jornada, tanto ms claro aparece el significado de la revolucin proletaria en Rusia y tanto ms hondo reflexionamos sobre la experiencia prctica, en conjunto, de nuestro trabajo. Este significado y esta experiencia podran exponerse brevementeen forma, claro es, muy distante de ser completa y exactacomo sigue. La tarea directa e inmediata de la revolucin en Rusia era democrtica burguesa: acabar con los restos de todo lo medieval, barrerlos hasta el fin, limpiar a Rusia de esa barbarie, de esa vergenza, de ese inmenso freno para toda la cultura y todo el progreso en nuestro pas. Y nos enorgullecemos con razn de haber llevado a cabo esa limpieza con mucha ms energa, rapidez, audacia, xito, amplitud y profundidad, desde el punto de vista de la influencia sobre las masas del pueblo, sobre el grueso de la nacin, que la Gran Revolucin Francesa hace ms de ciento veinticinco aos. Tanto los anarquistas como los demcratas pequeoburgueses (es decir, los mencheviques y los eseristas como representantes rusos de ese tipo social internacional) han dicho y dicen una increble cantidad de cosas confusas sobre la relacin existente entre la revolucin democrtica burguesa y la revolucin socialista (es decir, proletaria). Los cuatro aos ltimos han confirmado plenamente que comprendemos con acierto el marxismo en este punto, que tenemos en cuenta con tino la experiencia de las revoluciones anteriores. Hemos llevado como nadie la revolucin democrtica burguesa a su trmino. Seguimos adelante, hacia la revolucin socialista, con plena conciencia, con firmeza y sin cejar, sabiendo que no est separada de la

revolucin democrtica burguesa por ninguna muralla china, sabiendo que slo la lucha decidir en qu grado conseguiremos (a fin de cuentas) avan/ar, qu parte de nuestra tarea de inabarcable magnitud cumpliremos, 659 qu parle de nuestras victorias consolidaremos. Vivir para ver. Mas ya se va viendo que hemos dado pasos gigantescosgigantescos para un pas arruinado, atormentado y atrasadoen la transformacin socialista de la sociedad. Mas acabemos de explicar el contenido democrtico burgus de nuestra revolucin. Los marxistas deben comprender lo que significa. Para que quede claro aduciremos varios ejemplos elocuentes. El contenido democrtico burgus de la revolucin quiere decir depurar de todo lo medieval, de los elementos de servidumbre, de feudalismo, las relaciones sociales (el orden de cosas, las instituciones) de un pas. Cules eran las principales manifestaciones, supervivencias y vestigios del rgimen de la servidumbre en Rusia en 1917? La monarqua, la divisin en estamentos, las formas de propiedad y usufructo de la tierra, la situacin de la mujer, la religin, la opresin de las naciones. Tomemos cualquiera de estos "establos de Augas"que, dicho sea de paso, todos los Estados avanzados han dejado en gran parte sin limpiar del todo al realizar sus revoluciones democrticas burguesas hace ciento veinticinco, doscientos cincuenta y ms aos (en 1649 en Inglaterra), tomemos cualquiera de estos establos de Augas y veremos que los hemos limpiado por completo. En las escasas diez semanas transcurridas desde el 25 de octubre (7 de noviembre) de 1917 hasta la disolucin de la Constituyente (5 de enero de 1918), hicimos en este terreno mil veces ms que los demcratas burgueses y liberales (democonstitucionalistas) y los demcratas pequeoburgueses (mencheviques y eseristas) en los ocho meses que estuvieron en el poder. Estos cobardes, charlatanes, fatuos Narcisos y Hamlets de sainete blandan una espada de cartn y ni siquiera destruyeron la monarqua! Nosotros hemos echado fuera como nadie y como nunca toda la basura monrquica. No hemos dejado piedra sobre piedra ni ladrillo sobre ladrillo en el edificio secular de la divisin estamental (los pases ms adelantados, como Inglaterra, Francia y Alemania, no se han desembarazado todava de los vestigios de esa divisin!). Hemos arrancado definitivamente las races ms hondas de los estamentos, a saber: los restos del feudalismo y de la servidumbre en la propiedad de la tierra. "Puede discutirse" (en el extranjero hay bastantes literatos, democonstitucionalistas, mencheviques y eseristas para dedicarse a esas discusiones) lo que resultar "al fin y al cabo" de las transformaciones agrarias de la Revolucin de Octubre. No somos partidarios de perder ahora el tiempo en esas discusiones, porque las dirimimos todas, y cuantas de ellas se derivan, luchando. Pero lo que no se puede poner en entredicho es que los demcratas pequeoburgueses estuvieron ocho meses "entendindose" con los terratenientes los cuales guardaban las tradiciones de la servidumbre, mientras que nosotros, en unas cuantas semanas, hemos barrido por completo de la faz de la tierra rusa a esos terratenientes y todas sus tradiciones. Tomemos la religin, o la falta de derechos de la mujer, o la opresin y la desigualdad de derechos de las naciones no rusas. Todos sos son problemas de la revolucin democrtica burguesa. Los entes vulgares de la democracia pequeoburguesa se pasaron ocho meses hablando de ello; ninguno de los pases ms avanzados del mundo ha resuelto hasta el fin estos problemas en sentido democrtico burgus. En nuestro pas, la legislacin de la Revolucin de Octubre los ha resuelto hasta el fin. Hemos luchado y luchamos de verdad contra la religin. Hemos dado a todas las naciones no rusas sus propias repblicas o regiones autnomas. En Rusia no existe nada tan vil, infame y canallesco corno la falta de derechos o la desigualdad jurdica de la mujer, supervivencia indignante de la servidumbre y de la Edad Media, que la burguesa egosta y la pequea burguesa obtusa y asustada retocan en todos los pases del globo, sin excepcin alguna. Todo eso es el contenido de la revolucin democrtica burguesa. Hace ciento cincuenta y doscientos cincuenta aos, los dirigentes ms avanzados de esta revolucin (de estas revoluciones, si hablamos de cada variedad nacional de un solo tipo comn) prometieron a los pueblos liberar a la humanidad de los privilegios medievales, de la desigualdad de la mujer, de las ventajas concedidas por el Estado a una u otra religin (o a la "idea de religin, a la

religiosidad en general), de la desigualdad de las naciones. Lo prometieron y no lo cumplieron. Y no podan cumplirlo, porque lo impeda el respeto ... a la "sacrosanta propiedad privada. En nuestra revolucin proletaria no ha habido este maldito respeto a esa, tres veces maldita, Edad Media y a esa "sacrosanta propiedad privada". Mas, a fin de consolidar para los pueblos de Rusia las conquistas de la revolucin democrtica burguesa, nosotros debamos ir ms lejos y as lo hicimos. Resolvimos los problemas de la revolucin democrtica burguesa sobre la marcha, de paso, como "producto accesorio" de nuestra labor principal y verdadera, de nuestra labor revolucionaria proletaria, socialista. Hemos dicho siempre que las reformas son un producto accesorio de la lucha revolucionaria de las clases. Las transformaciones democrticas burguesas lo hemos dicho y lo hemos demostrado con hechos son un producto accesorio de la revolucin proletaria, es decir, socialista. Digamos de paso que todos los () "hroes" del marxismo () no han sabido comprender esta correlacin entre la revolucin democrtica burguesa y la revolucin proletaria socialista. La primera se transforma en la segunda. La segunda resuelve de paso los problemas de la primera. La segunda consolida la obra de la primera. La lucha, y solamente la lucha, determina hasta qu punto la segunda logra rebasar a la primera. El rgimen sovitico es precisamente una de las confirmaciones o manifestaciones evidentes de esta transformacin de una revolucin en otra. El rgimen sovitico es el mximo de democracia para los obreros y los campesinos y, a la vez, significa la ruptura con la democracia burguesa y el surgimiento de un nuevo tipo de democracia, de alcance histrico universal: la democracia proletaria o dictadura del proletariado. No importa que los perros y los cerdos de la moribunda burguesa y la democracia pequeoburguesa que la sigue nos cubran de improperios, maldiciones y burlas a montones por los desaciertos y los errores que hemos cometido al construir nuestro rgimen sovitico. No olvidamos un momento que, en efecto, hemos tenido y tenemos an muchos desaciertos y errores. Y cmo no bamos a tenerlos en una obra tan nueva, nueva en toda la historia mundial, como es la de crear un tipo de rgimen estatal sin precedente! Lucharemos sin cesar para corregir nuestros desaciertos y nuestros errores, para mejorar la forma en que aplicamos los principios soviticos, que dista an mucho, muchsimo, de ser perfecta. Pero podemos estar y estamos orgullosos de que nos haya cado en suerte la felicidad de iniciar la construccin del Estado sovitico, de iniciar as una nueva poca de la historia universal, la poca de la dominacin de una clase nueva, oprimida en todos los pases capitalistas, de la clase que avanza por doquier hacia una vida nueva, hacia la victoria sobre la burguesa, hacia la dictadura del proletariado, hacia la liberacin de la humanidad del yugo del capital y de las guerras imperialistas. La cuestin de las guerras imperialistas, de la poltica internacional del capital financiero, poltica que domina hoy en todo el mundo y que engendra inevitablemente nuevas guerras imperialistas, que acenta ineludiblemente y de modo inaudito la opresin nacional, el pillaje, la expoliacin, el estrangulamiento de pequeas naciones, dbiles y atrasadas, por un puado de potencias avanzadas, es una cuestin que se ha convertido desde 1914 en piedra angular de la poltica de todos los pases. Es una cuestin de vida o muerte para decenas de millones de seres. Se trata de saber si en la prxima guerra imperialista, que la burguesa est preparando a nuestra vista, que va surgiendo del capitalismo ante nosotros, morirn veinte millones de seres humanos (en lugar de los diez millones que perecieron en la guerra de 19141918 y en las "pequeas" guerras, an no terminadas, que vinieron a completarla); se trata de saber si en esa futura guerra inevitable (caso de que subsista el capitalismo) quedarn mutilados 60 millones (en lugar de los 30 millones de mutilados de 19141918). Nuestra Revolucin de Octubre ha iniciado tambin en este punto una nueva poca en la historia universal. Los lacayos de la burguesa y su coro de eseristas y mencheviques, toda la democracia pequeoburguesa del mundo entero, que se dice socialista, se burlaban de la consigna de "transformacin de la guerra imperialista en guerra civil. Pero esta consigna ha resultado ser la nica verdad: desagradable, brutal, desnuda e implacable, desde luego, mas verdad entre el sinfn de los ms sutiles engaos patrioteros y pacifistas. Estos engaos se vienen abajo. Se ha puesto al desnudo el fondo de la paz de Brest. Cada nuevo da muestra con mayor claridad y de modo ms despiadado la significacin y las consecuencias de una paz todava peor que la de Brest: la de Versalles. Y ante los millones y millones de seres que piensan en las causas de

la guerra de ayer y de la que se avecina para maana se alza con mayor claridad y precisin, de manera ms ineludible cada vez, la terrible verdad de que es imposible salir de la guerra imperialista, del mundo y de la paz imperialistas que la engendran inevitablemente, de que es imposible salir de ese infierno de otra manera que no sea la lucha bolchevique, la revolucin bolchevique. () Esta primera victoria no es an la victoria definitiva, y nuestra Revolucin de Octubre la ha conseguido con dolores y dificultades sin precedentes, con inauditos sufrimientos, con una serie de graves desaciertos y errores nuestros. Hubiera sido demasiado desear que un pueblo atrasado triunfase sin desaciertos y sin errores sobre las guerras imperialistas de los pases ms poderosos y avanzados del globo! No tememos reconocer nuestros errores y los examinaremos serenamente para aprender a corregirlos. Pero los hechos son elocuentes: por primera vez en siglos y milenios, la promesa de responder a la guerra entre esclavistas con la revolucin de- los esclavos contra todo gnero de esclavistas .se ha cumplido hasta el fin... y se cumple contra viento y marea. Nosotros hemos empezado la obra. Poco importa saber cundo, en qu plazo y en qu nacin culminarn los proletarios esta obra. Lo esencial es que se ha roto el hielo, que se ha abierto el camino, que se ha indicado la direccin. ()

14 de octubre de 1921.

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