Hitler Bogota
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Las historias de fugas a inhspitos parajes en increbles submarinos o aparatos blicos forman parte de las leyendas que continuamente reescriben el misterioso destino de Adolf Hitler y desdibujan los lmites entre ficcin y realidad. A propsito del inters y la curiosidad que despert The History Channel con la transmisin del especial El escape de Hitler el lunes pasado, El Espectador desentierra de sus archivos una reveladora historia sobre los supuestos das del dictador en Colombia.
En los archivos del primer trimestre de 1953, el artculo Hay documentos de que Hitler huy a Colombia da cuenta de las sensacionales revelaciones de una revista estadounidense. The National Police Gazette, fundada en 1845 por los periodistas Enoch E. Camp y George Wilkes, public dos artculos escritos por el periodista George McGarth el primero de ellos en 1953 y el segundo en 1968 donde se afirmaba que el Fhrer y su comitiva estuvieron en territorio colombiano antes de seguir su viaje al continente antrtico. Cada detalle del escape haba sido planeado con cautela. El reporte de McGarth asevera que tanto Hitler como sus colaboradores ms cercanos anticiparon la cada del Tercer Reich. A la medianoche del 29 de abril de 1945, mientras la capital alemana era atacada e invadida por las fuerzas soviticas, Hitler empez una carrera contra el tiempo para embarcar junto a su esposa Eva Braun y otros acompaantes en el submarino que lo aguardaba en una base oculta en los fiordos noruegos. Finalmente, el 2 de mayo zarp en una flotilla de submarinos dotados de combustible y vveres, dejando atrs sangre y ruina. De las rutas que tomaron para llegar a Colombia slo hay conjeturas. Sin embargo, lo sensacional del relato de McGarth es que afirma haber visto unas copias fotostticas de las declaraciones rendidas oficialmente por testigos de la supuesta llegada y permanencia de Hitler en nuestro pas. Segn el autor, un vulgar sobre de color carmelita sobre el cual se halla escrito: Despacho No. 418. Inclusos nmeros 1, 2 y 3. Fecha, julio 2, 1948, contena las versiones de tres individuos, cmplices del criminal fugitivo y quienes lo ayudaron a esconder. Uno de los implicados, el seor X, como nombr el reportero al fantico nazi que nunca revel su nombre, declar que Hitler arrib en el submarino 1048 a Baha Honda, sobre la costa colombiana de la Guajira, en las primeras horas de la maana del 10 de julio de 1945. Vino acompaado por seis hombres: dos tcnicos en radio e instrumentos de precisin, dos tenientes coroneles, el uno de infantera y el otro de artillera, un mayor de Luftwaffe y un experto en submarinos. Segn el testimonio del seor X, Hitler y su comitiva iban vestidos de civiles, disfrazados como colombianos locales, y una de las valijas que llevaban consigo contena la suma de tres millones de dlares. Despus de desembarcar en la amplia y bella baha, fueron recibidos por dos agentes
coordinadores y cuatro indios fuertes, estos ltimos, encargados de llevar su equipaje. Otro de los informantes, colombiano y amigo personal del dictador, a quien McGarth se refiere como E.I.S., declar que recibi la visita de un agente alemn, quien le pidi buscar el lugar ms seguro en Suramrica para dar refugio temporal a Hitler y a un grupo de cientficos y funcionarios alemanes en caso de que tuvieran que desaparecer de la escena mundial. El colombiano, acomodado y con estudios en Europa, conoci a Hitler en las Olimpadas de 1936 en Berln. Gracias al contacto de un viejo alumno con el ministro de Guerra alemn, E.I.S. logr tener una entrevista con el dictador. Maravillado por su personalidad, el ferviente seguidor no dud ni un segundo en sugerir a Colombia como el lugar ms seguro. Yo entonces recom end a Colombia, mi patria, como el lugar ms adecuado. Sus inmensos territorios casi deshabitados constituan un refugio seguro. Despus de relatar los detalles del arribo de Hitler a Baha Honda y de cmo se enter de la muerte de Eva Braun a bordo del submarino, E.I.S. narr que el dictador vivi de incgnito en tres fincas de la sabana de Bogot. Durante su paso por la capital reciba todos los peridicos, y el New York Times le era traducido diariamente. Tena tres emisoras clandestinas en camionetas y permaneca en comunicacin constante con sus agentes, dijo. Pero as como terminan muchas de las historias del hitlerismo esotrico, Adolf Hitler desapareci misteriosamente de la sabana de Bogot. Con una retirada perfecta, el 18 de abril E.I.S encontr desierta la finca donde se ocultaba el fugitivo. El laboratorio, todos los equipos y objetos personales haban desaparecido.
Por: Paula Santana