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ESTRATEGIAS ANTI-DEPREDACIN PARA FINCAS GANADERAS EN LATINOAMRICA: UNA GUA

ESTRATEGIAS ANTI-DEPREDACIN PARA FINCAS GANADERAS EN LATINOAMRICA: UNA GUA

RAFAEL HOOGESTEIJN
Panthera

ALMIRA HOOGESTEIJN
Cinvestav, Mxico

REFERENCIA
Hoogesteijn, R. y A. Hoogesteijn. 2011. Estrategias anti-depredacin para fincas ganaderas en Latinoamrica: Una gua. PANTHERA. Grfica y Editora Microart Ltda., Campo Grande, MS, Brasil. 56 pp. (Edicin en Espaol). ISBN: 978-85-912016-0-0 Copyright 2011, by Panthera. Texto Rafael Hoogesteijn

Ninguna parte de esta Gua puede ser reproducida, impresa, transmitida ni utilizada de ninguna forma, electrnica, mecnica u otra no conocida o inventada, incluyendo fotocopiado, microfilmacin y grabacin, sin autorizacin por escrito de los autores. Coordinacin de Produccin: Rafael Hoogesteijn Proyecto Grfico y Diagramacin: Luciano Porto Revisin del Texto: Rafael Hoogesteijn y Almira Hoogesteijn Fotos: Todas las fotos fueron tomadas por Rafael Hoogesteijn, excepto las que se indican tomadas por: Roberto Coelho, Henrique V. B. Concone, Marcela Lemos Monteiro, Catia Zela de S, Roberto Salom-Prez y Steve Winter. Foto de la Portada: Jaguar (macho), el ms impresionante animal de la fauna Latinoamericana y especie clave para el mantenimiento de nuestros Bosques Hmedos Tropicales, fotografiado em su medio ambiente natural. Rafael Hoogesteijn. Faz. So Bento, Pantanal Norte, Brasil. Foto de la Contraportada: El famoso Oreia; este Jaguar que como caso curioso se mantena en compaa de otro macho adulto en la Fazenda San Francisco, fue durante dos aos (2003 y 2004), el Jaguar probablemente ms observado, fotografiado y filmado en la historia del Turismo Brasileo, hasta que lo mat un ganadero vecino. Foto: Catia Zela de S, Fazenda San Francisco, Mato Grosso do Sul, Brasil.
Todas las fotos de Felinos publicadas en esta Gua fueron tomadas en condiciones silvestres

Rafael Hoogesteijn, Panthera - E-mail: [email protected] Almira Hoogesteijn, Cinvestav, Mxico - E-mail: [email protected]

PRLOGO
Desde temprana edad siendo an un nio citadino y fascinado por el mundo animal, en nuestras excursiones y viajes por Venezuela, empec a escuchar las historias, cuentos y fbulas sobre EL TIGRE. En Venezuela cuando se habla del jaguar no se habla de Un Tigre, no Seor, hablamos de EL TIGRE y es que el jaguar como mximo exponente de la Fauna Venezolana y Latinoamericana es un ser mitolgico, fabuloso, presente en la cultura popular y en la de los diferentes grupos tnicos de todos los tiempos y territorios. Posteriormente durante mis viajes al Llano Venezolano y mi formacin como veterinario en sistemas de produccin extensiva de ganado de carne, El Tigre segua envuelto en un aura de misterio, originando al mismo tiempo pasiones diametralmente opuestas: fascinacin y dedicacin de bilogos y conservacionistas, odio y persecucin por parte de algunos ganaderos y miedo e ignorancia por parte de la mayora de los habitantes del campo y del pblico en general. Y es que El Tigre, sigue despertando emociones an hoy en da, que van desde la fascinacin y la admiracin total; hasta la rabia y el terror ms irracional. Es indudable que una gran parte de esa recarga emocional es impelida por los problemas de depredacin (reales y atribuidos) en la ganadera y causados por el jaguar y su pariente cercano el puma. Hasta hace poco tiempo, apenas a inicios de la dcada del Setenta, slo existan narraciones y ancdotas que fomentaban el aura de misterio que rodeaba a nuestro formidable felino, encarnacin viva de la naturaleza opresiva y misteriosa de nuestras selvas tropicales americanas. Pero fue slo a principios de la dcada de los Ochenta cuando comenzaron a publicarse estudios con rigurosidad cientfica, por pioneros como George Schaller, Peter G. Crawshaw y Howard Quigley en Brasil y Alan Rabinowitz en Belice, quienes fueron desvelando lentamente los secretos de la biologa de nuestro fabuloso protagonista. A partir de la dcada de los aos Noventa y afortunadamente hasta hoy en da, los estudios de jaguar estn en pleno apogeo, muchos investigadores jvenes estn desarrollando diversos proyectos de investigacin a lo largo de su distribucin en Amrica Latina, ampliando enormemente nuestros conocimientos en pocos aos. An tenemos lagunas en cuanto al conocimiento de la biologa y ecologa del jaguar, pero no queda la menor duda de su importancia cultural y ecolgica y la influencia sobre las especies que estructuran los Bosques Hmedos. Sabemos que para preservar la integridad de estos
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Bosques (quienes a su vez generan o influyen en los patrones de precipitacin de los cuales dependen las cosechas de commodities agrcolas en toda Latinoamrica), necesitamos conservar a los grandes carnvoros (entre ellos al jaguar y al puma) y tambin a los pequeos; y para ello tenemos que trabajar con los ganaderos y los propietarios de terrenos privados, ya que gran parte del rea de distribucin del jaguar est ubicada en sus propiedades. El debate se ha racionalizado y tornado menos visceral, algunos ganaderos aceptan al jaguar y la depredacin (hasta cierto grado), hasta el punto que hay haciendas ganaderas con una agenda conservacionista, algunas con operaciones tursticas en ellas, que han contribuido a una mejor comprensin y tolerancia hacia nuestro protagonista. No debemos olvidar que gran parte del rea de distribucin del jaguar est ubicada en propiedades privadas destinadas a la cra de ganado. Son los ganaderos los que conviven con el jaguar y en cierta forma decidirn su destino. Aunque el panorama es menos oscuro que en la dcada del Setenta donde an reinaba el comercio peletero, la cacera era indiscriminada y la destruccin de hbitat constitua la insignia del progreso, este imponente felino est desapareciendo a todo lo largo de su extensa rea de distribucin. Las principales causas de dicha desaparicin siguen siendo las mismas: la prdida y fragmentacin del hbitat y la cacera furtiva a veces generada por el conflicto con la ganadera y las consecuentes represalias de los ganaderos a los hechos de depredacin verdaderos y atribuidos. El problema de la conservacin del jaguar en tierras ganaderas tiene tres facetas fundamentales: el jaguar est amparado por la ley, su cacera est totalmente prohibida en todos los pases de su distribucin, pero las leyes no se cumplen; y no existen mecanismos legales ni judiciales disuasivos, que impidan la cacera ilegal de jaguares y pumas y de sus presas naturales, todos ellos sometidos a una fuerte presin de cacera furtiva. Finalmente, cuando un ganadero tiene un problema de depredacin, y no quiera matar al felino, aunque haga las denuncias a los organismos competentes tratando de buscar apoyo, por lo general no obtiene respuestas, ni ayuda, y sus iniciativas quedan sin efecto. Este vaco hace que la persona afectada resuelva el problema por s mismo, con el consecuente desenlace fatal para los felinos del rea. En este sentido, organizaciones no gubernamentales (ONG), entre ellas la Sociedad para la Conservacin de la Fauna Silvestre (Wildlife
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Conservation Society, WCS por sus siglas en ingls) y actualmente PANTHERA, han llenado ese vaco. Esta ltima organizacin a travs de su programa Iniciativa del Corredor del Jaguar a nivel Latinoamericano, est desarrollando un trabajo colaborativo con ganaderos, granjeros finqueros, poblaciones locales, entes gubernamentales y otras organizaciones, colaborando a la resolucin de este conflicto. La publicacin y diseminacin de las informaciones contenidas en este trabajo constituye parte de este esfuerzo. Es una quimera pensar que el problema se pueda controlar en su totalidad y que vamos a eliminar la depredacin y con ella todas las posibilidades de conflicto. Pero es innegable que poseemos una amplia batera de estrategias disponibles y prcticas hasta ahora poco utilizadas, que nos permitirn disminuir el conflicto en gran medida. Podemos disminuir los problemas de depredacin y aumentar la productividad ganadera mediante mejores prcticas de manejo y adicionalmente en algunos casos, utilizar el turismo y los bfalos de agua como complemento a la productividad tradicional. Esta publicacin se apoya en el Manual sobre Problemas de Depredacin (Hoogesteijn y Hoogesteijn, 2005), sin embargo, presentamos mas informacin basada en subsiguientes experiencias, nuevos mtodos comprobados por bilogos y ganaderos con los que hemos tenido el privilegio de colaborar y una revisin de literatura, en la cual se incluye toda la nueva informacin generada por investigadores a lo largo de toda el rea de distribucin geogrfica del jaguar. Es mucho lo que se ha avanzado en los ltimos 10 aos. Es nuestro sincero deseo que esta publicacin dote a ganaderos y propietarios de tierras privadas, bilogos y agentes gubernamentales con ms herramientas de aplicacin prctica que ayuden a resolver el nudo gordiano de la conservacin del jaguar y de nuestros bosques, y as salvaguardar la herencia ecolgica, cultural y esttica que en ellos se mantiene.

Rafael Hoogesteijn
Asesor Especial en Problemas de Conflicto Jaguares / Ganadera

PANTHERA www.panthera.org

DEDICATORIA
Dedicamos esta publicacin in memoriam a Edgardo Mondolfi y a John Eisenberg, padres de la Mastozoologa y maestros formadores de juventudes en sus respectivos pases.

AGRADECIMIENTOS
Agradecemos a las siguientes personas e instituciones por su apoyo, ayuda, informaciones cedidas, comentarios y/o fotos (por orden alfabtico de sus apellidos): Edsel de Moraes Amorim jr., Ernesto Boede, Diego Carbonell, Mirtha Carpio, Franklin Castaeda, Sandra Cavalcanti, Roberto F. Coelho, Beth P . de Coelho, Henrique Villas Boas Concone, Carol P . Coelho de Concone, Peter G. Crawshaw, Ivens Domingos, Jos Luis Febles, Antonio Gonzlez Fernndez, Peter Jackson, Juan Lavieri h., Jos (Zeito), Marcela y Lucas Lemos Monteiro, Silvio Marchini, Hctor Monzn, Ronaldo Morato, Antonio Padrn, Rogerio de Paula, Esteban Payn, John Polisar, Howard Quigley, Catia Zela de S, Roberto SalomPrez, Melvin Sunquist, Fernando Tortato y Steve Winter, al personal y directiva de la Agropecuaria San Francisco (Hato Piero) y al Grupo de Especialistas en Felinos de la IUCN. Un agradecimiento especial a Alan Rabinowitz y a Tomas Kaplan quienes con su mstica y dedicacin a la conservacin de felinos, hicieron posible esta publicacin.

1 - CONSIDERACIONES INICIALES
La eliminacin de jaguares (Panthera onca) (Fig. 1) y pumas (Puma concolor) (Fig. 2), en represalia a las depredaciones en vacunos, constituye junto con la prdida de hbitat y la cacera oportunista, la mayor causa de la reduccin de las poblaciones de jaguares, en toda Latinoamrica. Adems es la causa final del proceso de desaparicin de estas especies fuera de las reas protegidas (Nowell y Jackson, 1996). Este problema se suscita en toda el rea de distribucin del jaguar desde el norte de Mxico hasta el Norte de Argentina, incluyendo Parques Nacionales y reas supuestamente protegidas, las cuales son utilizadas generalmente de forma ilegal para mantener ganado. De estas dos especies el jaguar tiene un futuro ms comprometido ya que su distribucin es ms restringida, tanto del punto de vista geogrfico, como de la diversidad de hbitats utilizados (Fig. 3 y 4), con ciertas excepciones (Foster et al., 2010). En los ltimos aos hemos observado una intensificacin en los problemas de depredacin por felinos en Latinoamrica por varios factores: A) La expansin agrcola-ganadera y la reduccin del hbitat continan; e. g. Llanos de Venezuela y Colombia, El Pantanal de Brasil (Harris et al., 2005). B) Incremento de la cacera furtiva de presas naturales de los felinos y de los felinos mismos, por la mayor presin de las poblaciones humanas debida al aumento demogrfico. La situacin econmica global que produce inflacin y el empobrecimiento (en algunos pases), aunado al irrespeto a la propiedad privada, incrementan la presin de cacera. Estos factores aumentan el nmero de jaguares heridos en encuentros con humanos que se traducen en felinos disminuidos en su capacidad fsica, lo cual los hace proclives a la depredacin de animales domsticos (Fig. 5 y 6). C) Un aumento de la poblacin de jaguares en ciertas reas del Neotrpico debido al cese del comercio peletero internacional y la cacera deportiva organizada. Indiscutiblemente hay ms evidencias de la actividad de jaguares actualmente por ejemplo en varias reas de Los Llanos, que hace 20 o 30 aos atrs. Anteriormente, casi todos los empleados de las fincas ganaderas se dedicaban a cazar de noche con faros o linternas jaguares y ocelotes (Leopardus pardalis). Las pieles eran vendidas a traficantes colombianos, quienes las exportaban de contrabando en el mercado internacional. La cantidad de pieles comerciadas se increment, al punto de que su tamao se redujo progresivamente (Hoogesteijn y Mondolfi, 1992). Las poblaciones de felinos de piel manchada disminuyeron alarmantemente. El cese de este comercio internacional y de la cacera
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deportiva legal u organizada, aument la abundancia relativa de ciertas especies de felinos, lo cual indudablemente hace que aumente el conflicto con los humanos en estas zonas. Indudablemente que la ganadera constituye un factor de prdida de hbitat, y de problemas para la conservacin de felinos en Latinoamrica. Sin embargo en las reas de ganadera extensiva en sabanas inundables, la produccin ganadera se ha demostrado como una forma de utilizacin rentable y ecolgicamente menos destructiva, con la utilizacin de los pastizales naturales estacionalmente inundables, en comparacin a los macro-esquemas de produccin agrcola intensiva, con cultivos como soya, arroz, algodn, maz y caa de azcar y utilizacin en gran escala de deforestacin, nivelacin de suelos, control de las inundaciones, uso de agroqumicos (Hoogesteijn y Chapman, 1997). Estas sabanas estn distribuidas a lo largo de los Llanos de Venezuela y Colombia, el Beni de Bolivia, el Pantanal en los estados de Mato Grosso y Mato Grosso do Sul en Brasil y parte de Bolivia y Paraguay y las sabanas boscosas de Guyana. En los Llanos de Venezuela, las explotaciones ganaderas extensivas mejor manejadas, tambin son las que mantienen (o mantenan) poblaciones ms abundantes de fauna (Hoogesteijn et al., 2005). Varias fincas ganaderas diversificaron sus fuentes de ingreso a travs del turismo, actualmente en expansin en El Pantanal (Hoogesteijn y Hoogesteijn, 2010), actividad en la cual el jaguar juega un papel estelar. Dentro del paradigma de la resolucin de conflictos, bilogos y conservacionistas tienen que entender que los ganaderos no son sus enemigos. Muchos de ellos se han tomado la responsabilidad durante varias generaciones de mantener la fauna en sus propiedades a pesar de las prdidas causadas por la misma. La mayor amenaza est constituida por los grandes urbanizadores y los mega-proyectos agrcolas, que se traducen en cambios ecolgicos irreversibles (White, 2008). Actualmente en varias zonas del Pantanal, el jaguar se ha convertido en una gran atraccin turstica, generando interesantes ingresos tanto a ganaderos como a los habitantes de estas reas, que compensan con creces las prdidas ocasionadas por la depredacin (Hoogesteijn y Hoogesteijn, 2010) (Fig. 7 y 8). Sin embargo, las prcticas inadecuadas de turismo, tambin pueden aumentar el riesgo de ataques por jaguares. Marchini y Luciano (2009), afirman: el uso de carnadas o cebos para atraer jaguares a los barrancos de los ros y otros lugares abiertos donde puedan ser ms fcilmente observados por los turistas,
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puede ocasionar una habituacin de los jaguares a la presencia humana, o sea que le pierden el miedo al humano. Esa prctica tambin puede ocasionar que el jaguar asocie la presencia de humanos con comida. Esa combinacin de prdida de miedo y asociacin de humanos con comida puede llevar al jaguar a un ataque a los espectadores. La utilizacin de cebos para atraer jaguares puede producir consecuencias desastrosas para ambas partes, y debe ser rechazada y prohibida. En combinacin con el turismo tambin es posible la organizacin de esquemas de produccin de Carne Orgnica (Domingos, 2005). En la era de los antibiticos, las hormonas y las enfermedades zoonticas (como por ejemplo la encefalopata espongiforme mejor conocida como Enfermedad de las Vacas Locas), una produccin de carne magra, sin residuos qumicos y libre de enfermedades zoonticas, tiene una mejor aceptacin, logrando precios ms altos, siempre y cuando se utilicen las estrategias de mercadeo adecuadas. La venta bajo estas condiciones proporciona un ingreso mayor para los ganaderos que participen en estos programas, o inclusive ingresos en monedas extranjeras slidas, compensando las prdidas por depredacin. En varios talleres relacionados con el tema efectuados con ganaderos, Organizaciones Gubernamentales (OG) y ONG, como Panthera y la Sociedad para la Conservacin de la Fauna Silvestre (WCS Wildlife Conservation Society), con la participacin de los autores, ha quedado en claro que muchos de los ganaderos asistentes, aprecian tener jaguares en sus propiedades, como una herencia natural y cultural de la que se sienten orgullosos, pero se ven compelidos a eliminarlos en casos de depredacin continua. En Latinoamrica este problema tiene tres facetas: A) La cacera de jaguares es ilegal y est totalmente prohibida por casi todos los gobiernos. B) No existen los mecanismos legales ni judiciales disuasivos, que impidan la cacera ilegal de jaguares, pumas y sus presas naturales, sometidas a una fuerte presin de cacera furtiva, y las denuncias realizadas en ese sentido quedan prcticamente sin efecto. C) Cuando un ganadero tiene un problema de depredacin, aunque haga las denuncias a los entes oficiales, no obtiene respuestas ni ayudas y se ve obligado a resolver el problema por s mismo, tratando de matar a todos los felinos en el rea. La poltica aplicada por muchos ganaderos hoy en da se puede resumir en las tres S en ingls: Shoot, Shovel and Shut Up, lo que quiere decir: Mtalo, Entirralo y Cllate la Boca (agravado por el uso fcil e indiscriminado de txicos agroqumicos). Esta prctica constituye el tratamiento de los sntomas, pero no resuelve las causas del problema.
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Las tasas de depredacin de animales domsticos varan de acuerdo a las condiciones ecolgicas locales, las poblaciones de jaguar consideradas y la edad individual del depredador. La depredacin de animales domsticos generalmente est asociada a animales viejos y/o heridos, hembras con cras o animales jvenes en busca de nuevos territorios (Leite et al., 2002). Con este conocimiento los esfuerzos de manejo deben dirigirse hacia los animales problema y no hacia todos los carnvoros en el rea (Silveira et al., 2008). Tambin varan en relacin a las condiciones ecolgicas locales, tales como la distancia a las zonas boscosas de vegetacin riberea, la proporcin de reas boscosas cercanas a los potreros de pastoreo y a las instalaciones de las fincas, y a interacciones entre estos factores (Azevedo & Murray, 2007, Michalski et al., 2006). En Pantanal las investigaciones de Cavalcanti (2008), demostraron que todos los jaguares del rea de estudio consuman ganado vacuno en mayor o menor proporcin, a lo largo del ao (aunque algunos individuos en una proporcin mayor a los dems). En esas circunstancias especficas no se puede hablar de jaguares problema, ya que para la poblacin de esa zona de estudio, los vacunos constituyeron parte de la dieta. Este patrn de depredacin fue un fenmeno temporal, ya que disminuy al ao siguiente, cuando las inundaciones fueron menores. Durante ese perodo la depredacin se centr principalmente sobre los pecares de labio blanco (bquiros caretos o queixadas; Tayassu peccari, ver Lista de Nombres Cientficos y Comunes utilizados por el Jaguar como Presas Naturales, ms adelante). Crawshaw y Quigley (2002), reportan que particularmente en el Pantanal, los jaguares sanos atacan al ganado como si fueran presas silvestres, ya que el ganado se mueve libremente en el mosaico de pastizales abiertos, montes y bosques (Fig. 3 y 9). Estas situaciones varan dependiendo de la zona de estudio, por ejemplo Rosas-Rosas y Valdez (2010), en el noroeste de Mxico, en una situacin ecolgica y ganadera muy diferente a la del estudio de Cavalcanti, demostr claramente la existencia de jaguares problema, cuya remocin en opinin de los autores, favorecera la conservacin de esta poblacin local de jaguares. Una estrategia de conservacin del jaguar efectiva a ser implementada en cualquier pas Latinoamericano debe contemplar los siguientes criterios (Rabinowitz, 1995; Quigley y Crawshaw, 1992; y Hoogesteijn y Hoogesteijn, 2005): 1) La creacin y ampliacin de reas protegidas de extensin
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adecuada para el manejo de la especie en sus reas de distribucin. Las que existen actualmente son insuficientes para garantizar la supervivencia de carnvoros que necesitan grandes territorios, inclusive en pases como Brasil, con la excepcin de la Amazonia (Sollman, et al., 2008). Si consideramos que el 96% de la distribucin del jaguar en las reas de sabanas inundables de Amrica tropical est en condicin de propiedad privada, las presiones conflictivas del uso de la tierra, hacen difcil la creacin de reas de administracin especial lo suficientemente grandes para la conservacin de la especie. Por ello es imprescindible la organizacin de reas privadas de usos mltiples, que contengan abundantes recursos de bosques y fuentes de agua, donde quede explcitamente prohibida la cacera de jaguares y de sus presas. El Programa de la Iniciativa del Corredor del Jaguar, organizado por la Fundacin Panthera para varios pases Centroamericanos, incluye reas ganaderas. Este programa se expande a pases de Suramrica y llena el vaco de las reas naturales protegidas. Estas reas de uso mltiple le permiten al jaguar y a las otras especies de fauna la sobrevivencia y por ende el intercambio de material gentico a lo largo de su distribucin continental, lo cual garantiza el mantenimiento del jaguar y de las otras especies que conviven con l, para las futuras generaciones (Rabinowitz y Zeller, 2010). 2) Deben instituirse mecanismos de disuasin que impidan la matanza ilegal de jaguares, pumas y sus presas silvestres. Se debe fortalecer la vigilancia y el cumplimiento de las leyes de proteccin a la fauna. Actualmente cazadores furtivos e ilegales actan impunemente. 3) Una propuesta vlida para la conservacin de felinos en hatos ganaderos privados en Latinoamrica que se podra desarrollar en conjunto con organizaciones conservacionistas podra incluir el fomento del turismo y la produccin de carne orgnica (Domingos, 2005). Otro factor a considerar sera la premiacin a ganaderos que mantengan poblaciones de fauna en sus establecimientos, que no permitan la caza indiscriminada de felinos y adopten las medidas de manejo ganadero tendientes a minimizar los problemas de prdidas por depredacin. Por ejemplo una reduccin en pagos de impuesto, o bonos de proteccin de biodiversidad. Los autores estn conscientes que estos programas no tendrn efecto si no se acompaan de mecanismos legales que impidan la cacera oportunista de felinos. Para ello deberan de existir mecanismos que impongan fuertes penas a los infractores. Adicionalmente es imperativo controlar la cacera furtiva y el comercio ilegal de fauna. Existen otros programas innovadores como el desarrollado por Rosas-Rosas y
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Valdez (2010), quienes organizaron exitosamente un programa de cacera deportiva de venados (Odocoileus virginianus). Los ingresos pagados a los propietarios fueron suficientes para compensar con creces las prdidas ganaderas ocasionadas por felinos. Este programa convenci a ganaderos de suspender los esfuerzos de control de jaguares y pumas, logrando su conservacin ms efectiva en el Noroeste de Mxico. 4) No se pueden aplicar acciones punitivas si no se realizan actividades de extensin y educacin. Es indispensable la asistencia gubernamental (y tambin de las organizaciones no gubernamentales de conservacin) a los ganaderos que tengan problemas de depredacin. A pesar de todas las precauciones y cambios en las prcticas de manejo, siempre habr casos de depredacin. Muchos ganaderos (y sus empleados) ignoran como mejorar el manejo de su ganado para aumentar sus ingresos econmicos, y siguen creyendo que los felinos tienen poco o ningn valor econmico, que solo les producen prdidas y que constituyen una amenaza a su forma de vida. Hay muy poca conciencia de la importancia ecolgica de los depredadores en el mantenimiento de las comunidades de sus presas y la integridad de los ecosistemas naturales (Fig. 4). Las comunidades rurales tradicionalmente, sienten terror en su relacin con un gran nmero de animales silvestres y especficamente con el jaguar y el puma, aunque su peligrosidad real ha sido exagerada (Hoogesteijn y Mondolfi, 1992; Marchini y Luciano, 2009; Shaw et al., 2007). Estas actitudes deben cambiar. Esta asistencia debera contemplar: programas de educacin y manejo para ganaderos locales, educacin relacionada con la conservacin del jaguar y sus presas, implementacin de estrategias para disminuir los episodios de depredacin, especialmente en aquellas explotaciones en donde se haga el esfuerzo de controlar las prdidas de todo tipo, y aumento de la productividad ganadera.

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2 - ESTRATEGIAS PARA DISMINUIR LA DEPREDACIN


Existen una serie de estrategias anti-depredatorias disponibles (unas ya probadas y otras en prueba), que o no se estn utilizando, o se utilizan en mnimo grado por desconocimiento, por rechazo a la implementacin de tcnicas diferentes de manejo de ganado, o porque implican un gasto y un trabajo adicional por encima de los que ya tradicionalmente conlleva la operacin ganadera. La facilidad de implementacin de estas medidas es directamente proporcional al grado de intensificacin del manejo ganadero e inversamente proporcional a la extensin de la finca ganadera. Dependiendo del grado en que la explotacin ganadera intensifique el manejo, ms se facilita la implementacin de estas estrategias. En cambio, mientras ms extensivo sea el manejo y mayor la superficie de la explotacin pecuaria, ms difcil se hace la implementacin de las estrategias. No existe una receta que se pueda aplicar a todas las fincas ganaderas por igual, sin embargo el elemento comn para tener xito es lograr la disposicin de los propietarios a controlar el problema. La implementacin de estrategias trae consigo una mayor exigencia a las personas que trabajan directamente con el ganado. La motivacin a realizar ese esfuerzo adicional puede lograrse a travs de un reconocimiento monetario, por ejemplo ofreciendo pequeos bonos a los empleados involucrados si la productividad aumenta. En fincas muy pequeas y familiares se pueden otorgar incentivos como materiales para la construccin de encierros nocturnos y exmenes sanitarios de los animales (R. Salom-Prez, com. pers.). En este sentido, existe una gran oportunidad para las ONG, OG, y asociaciones de ganaderos que quieran participar. A continuacin se resumen las medidas para disminuir los problemas de depredacin con informaciones tomadas de Hoogesteijn et al. (1993), Rabinowitz (1995), Nowell & Jackson (1996), Polisar (2000), Crawshaw & Quigley (2002), Hoogesteijn et al. (2002), Shiaffino et al. (2002), Polisar et al. (2003), Hoogesteijn & Hoogesteijn (2005), Michalski et al. (2006), Azevedo & Murray (2007), Palmeira et al. (2008), RosasRosas et al. (2008), Hoogesteijn & Hoogesteijn (2009), y Cavalcanti et al. (en prensa). 2A) MEDIDAS GENERALES DE MANEJO GANADERO: 1) Detener la cacera de los jaguares y de sus presas: La cacera indiscriminada y oportunista de jaguares y pumas, la cual
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puede originar felinos baldados o intiles con limitacin de su capacidad para la cacera de sus presas naturales debe ser impedida (Fig. 5 y 6). Adicionalmente es imprescindible proteger a las poblaciones de fauna de la cacera furtiva. Esto puede realizarse mediante vigilancia (pblica o privada). En algunos pases es necesario organizar servicios de vigilancia para reducir las prdidas por robo de ganado (abigeato) y cacera furtiva, en cada propiedad en forma individual (Hoogesteijn y Arenas, 2008), o como un esfuerzo cooperativo entre varios pequeos y/o medianos criadores, si es posible con la ayuda y el refuerzo gubernamental. Asimismo se hace necesario reducir o prohibir totalmente la cacera comercial de babas o caimn de anteojos (Caiman spp.) y chigires o capibaras (Hydrochoerus hydrochaeris) en Suramrica sobre todo en aquellos casos donde dicha explotacin agudize los problemas de depredacin de felinos sobre animales domsticos, ya que este aumento de depredacin es una seal clara que se est sobre-explotando la biomasa natural de presas. Igualmente en Mesoamrica la cacera indiscriminada de lapas o tepezcuintles (Cuniculus paca), venado cola blanca (Odocoileus virginianus) y pecares (Tayassu tajacu y T. pecari) entre otros (ver Lista de Nombres Cientficos y Comunes utilizados por el Jaguar como Presas Naturales ms adelante). Este punto puede incluir la reintroduccin de especies que los felinos puedan utilizar como presas naturales. Los programas de reintroduccin deben garantizar la proteccin de cacera furtiva. Los chigires o capibaras y los caimanes son de reintroduccin relativamente sencilla. 2) Uso de corrales nocturnos: En reas con alta incidencia de depredacin una medida muy efectiva es encerrar de noche a los animales en corrales o potreros pequeos adecuados, cerca de habitaciones humanas. Es de fcil aplicacin en fincas de pequeo a mediano tamao y en cualquier ubicacin ecolgica. Si los corrales de encierro estn provistos de luces o estn ubicados cerca de casas de habitacin donde hay perros, es an ms efectiva. Los corrales o potreros de encierro (Fig. 10, 11, 12 y 13), se pueden combinar con cercas elctricas (Fig. 28). A pesar de un pequeo aumento en el trabajo de la finca y en los costos de operacin, esta sencilla medida es muy eficiente para reducir los impactos negativos de la depredacin y los animales se habitan fcilmente a ella. Ciertas prcticas habitan a los animales domsticos a entrar voluntariamente a los corrales, por ejemplo el humo que se produce en el proceso de quemar
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estircol de vaca durante la noche, espanta las plagas de insectos, los animales domsticos aprecian ambientes con menos plagas hematfagas; la colocacin de un suplemento mineral o de un concentrado fabricado con sub-productos agroindustriales, atrae a los animales a los corrales y sirve como suplemento alimenticio que mejora la productividad. En zonas del Llano Venezolano (Hoogesteijn y Arenas, 2008) y partes de Centroamrica (e. g. Honduras, R. Hoogesteijn, com. pers.), donde el abigeato obliga al encierro y vigilancia nocturna de los rebaos hemos observado que el robo y la depredacin se minimizan, an en rebaos muy grandes de hasta mil animales (Fig. 10 y 11). Se han implementado encierros nocturnos en la Reserva Indgena Nairi Awari en la Cordillera de Talamanca en Costa Rica, donde el jaguar y el puma se comen a los cerdos domsticos que forrrajean libremente en los bosques durante el da, con una consecuente disminucin en los ataques. Junto a los corrales se han construido biodigestores que producen biogs a partir de las heces de estos animales encerrados por las noches (Fig. 13). El biogs elimina la necesidad de recoger lea, compensando as el esfuerzo de recoger los animales por la noche. Adicionalmente esta prctica tiene el efecto secundario positivo de una menor exposicin al humo nocivo de las cocinas de lea (R. Salom-Prez, Panthera Costa Rica, datos no publicados). 3) Distribucin de fuentes de agua: Puede ser muy conveniente construir o excavar reservorios de agua (lagunas) adicionales para la fauna y para el ganado, distribuidas estratgicamente y con conocimiento hidrolgico de la explotacin ganadera. Para el ganado en los potreros o reas de pastoreo fuera del bosque; y para la fauna dentro de las zonas boscosas (sin acceso para el ganado preferiblemente). Estas fuentes de agua, ayudan a la redistribucin espacial de las presas, evitando la concentracin de ganado, fauna y felinos en los pocos abrevaderos que persisten durante la estacin seca (Polisar et al., 2003). 4) Cercado de reas boscosas: En lo posible, es conveniente cercar las zonas boscosas para impedir el acceso de los bovinos al pastoreo y a los abrevaderos en ellas. Se recomienda la construccin de fuentes de agua directamente en los potreros de pastoreo del ganado. Este factor cobra especial importancia durante la estacin seca en reas de vegetacin riberea, donde las
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presas y los depredadores se encuentran durante la estacin seca, aumentando la vulnerabilidad del ganado a la depredacin (Rosas-Rosas et al., 2008). Asimismo se debe mantener los rebaos de ganado alejados de las reas boscosas conocidas y utilizadas por jaguares y pumas, esto reduce las posibilidades de conflicto (Azevedo & Murray, 2007, Michalski et al., 2006). Esta recomendacin se puede implementar en fincas de pequeo y mediano tamao, colindantes con reas boscosas y en hatos ganaderos ubicados en sabanas con reas estrechas de bosque de galera a lo largo de ros y corrientes de agua estacionales. Sin embargo, no es fcil de implementar en hatos extensivos con grandes reas boscosas ya que requiere de una gran inversin en cercas, el costo de construccin puede llegar a ser de US$ 1 000/km y el mantenimiento anual puede alcanzar hasta un tercio de esa cantidad. El mantener los rebaos de vacunos alejados de las reas boscosas es aplicable en fincas con cargas bajas de ganado. Sin embargo en fincas que estn al tope de su capacidad de carga, esta medida es ms difcil de aplicar, por lo que se recomienda utilizar otro tipo de estrategias que permitan el uso de esas reas. 5) Uso de la Temporada de monta o de servicios: Establecer temporadas de monta cortas de 3-4 meses de duracin, en vez de tener a los toros junto con las vacas todo el ao. Adems de mejorar la organizacin eficiente de la operacin ganadera, permite una intensiva supervisin de los becerros recin nacidos. Los nacimientos se pueden concentrar en reas con muy poca o sin incidencia de depredacin debido al lapso corto de pariciones (Hoogesteijn y Hoogesteijn, 2005). La concentracin de los nacimientos, permite una supervisin efectiva en potreros limpios lejos de reas boscosas (Palmeira et al., 2008). Durante los perodos en los que se concentran los nacimientos es conveniente la contratacin de personal obrero adicional para trabajar en la supervisin de los partos y de los becerros recin nacidos. Es importante mantener los becerros en potreros acondicionados y alejados de reas boscosas hasta una edad mnima de 3 meses (Michalski, et al., 2006), para disminuir significativamente la incidencia de la depredacin (Fig. 14 y 15). Aparte de todos los beneficios anteriormente nombrados, Hoogesteijn y Hoogesteijn (2009), demostraron el efecto que puede tener la introduccin de la Temporada de Servicios sobre la reduccin de la depredacin. En un hato ubicado en sabana inundable del Estado Cojedes (Venezuela) se implementaron medidas de manejo en el 2005,
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con la introduccin de una mayor cantidad de bfalos e implementando una temporada de servicio limitada a 3 meses de duracin en el rebao vacuno. Los nacimientos se limitaron a los meses de Febrero a Abril para el 2006. La concentracin de la temporada de nacimientos solo en esos meses, permiti un mejor control de los potreros de maternidad o paritorios, disminuyendo las prdidas por depredacin en general en 1.2 %, lo que para ese rebao equivali a una ganancia de 82 becerros que no fueron depredados por los felinos (en relacin a aos anteriores). La implementacin de la Temporada de Servicios se describe en detalle en otras publicaciones (Stwe et al., 2.001; Stwe y Hoogesteijn, 2006), que pueden ser suministradas por los autores. 6) Diseo y localizacin de potreros de paritorio: No mantener rebaos de vacas preadas a trmino o pariendo en potreros cercanos a reas boscosas. Estas vacas deben ser ubicadas en reas abiertas sin bosques cercanos y preferentemente cerca de viviendas humanas. Esta medida se aplica fcilmente a fincas de pequeo y mediano tamao, sobre todo aquellas ms organizadas y que trabajan bajo el esquema de una temporada de servicios de 3 meses, con partos limitados a 4 meses al ao. Es muy importante mantener el pasto y la vegetacin a un nivel bajo en los paritorios, para evitar posibles emboscadas de los felinos hacia el ganado (Cavalcanti et al., en prensa). Existe la alternativa de proveer a los paritorios con cercas elctricas de repulsin de felinos. 7) Utilizacin de Animales con experiencia: Mantener en vez de vender, a algunos animales viejos con experiencia ante los depredadores dentro de la manada (toros, bueyes madrineros o vacas viejas con cuernos). Estos animales ensean a los animales jvenes un comportamiento de agrupacin defensivo que disminuye la depredacin. Estos animales pueden proveerse de campanas o cencerros, ya que el sonido espanta a los depredadores y mejora los resultados de proteccin. 8) Cambio del tipo de operacin ganadera: Cambiar operaciones de cra por operaciones de levante (crecimiento) en reas con alta incidencia de depredacin. Los becerros no deberan nacer o ser colocados en reas con alta incidencia de depredacin. Estas reas deben ser utilizadas para bovinos de ms de 1-2
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aos de edad. 9) Movimiento de rebaos: Movilizar los rebaos que pastorean las zonas bajas inundables hacia reas ms altas para que no queden aislados y debilitados por las inundaciones y sean ms propensos a ser depredados. Este punto se aplica especialmente a las sabanas muy inundables de El Pantanal, los Llanos, El Beni; y tambin en ciertas reas de La Moskitia Hondurea (F. Castaeda, com. pers.). 10) Disposicin de cadveres: Disponer convenientemente de los cadveres de animales domsticos muertos por otras causas (mordidas de serpiente, vacas muertas por problemas de parto, etc.), para impedir que sean devorados por felinos y stos adquieran inclinacin por su consumo. 11) Reconocimiento de la especie depredadora: Conocer la apariencia y los signos de las presas domsticas depredadas por felinos y saber diferenciarlas de aquellas causadas por coyotes, manadas de perros salvajes o asilvestrados y por abigeos (Figuras 15 a 23). Informacin ms detallada para consulta disponible en el Manual sobre Problemas de Depredacin de Hoogesteijn y Hoogesteijn, 2005; (informacin disponible).

La fila superior muestra las huellas de las patas anteriores, la fila inferior muestra las huellas de las patas posteriores de Jaguar, Puma y Perro de izquierda a derecha respectivamente. Los dibujos no estn a escala. Modificado de Aranda (1994) y Shaw (1993). 20

Contina en la Pgina 37

LISTA DE NOMBRES CIENTIFICOS Y COMUNES, DE ALGUNOS ANIMALES UTILIZADOS POR EL JAGUAR COMO PRESAS NATURALES
Nombre cientfico
Agouti paca Bradypus sp. Caiman sp. 1

Sinnimos

Paca, gibnut, guagua, lapa, guanta, tepezcuintle, haleb, majaz, picuru, conejo pintada, acutip Perezoso de tres dedos, preguia, bicho preguia Caimn, yacare, aligator, cocodrilo, lagarto, babo Perezoso de dos dedos, preguia real, perico ligero, cucala, pelejo Cutia, guatn, agut, pincur, conejo negro, eque, guatusa, auje, picure, acure Armadillo, dilly, tat, cachicamo, mulita, cusuco, pitero, tochi, carachupa, tatuet Comadreja, chucha, comedreja, mucura, zorro, muca, raposa, yalu, zorra, zorro peln, tazuazin Capibara, carpincho, capivara, capihuara, chigire, ponche, lancho, ronsoco
Venado colorado, corzuela roja, antelope, veado pardo veado mateiro, cabro de monte, tilopo, antilope, corzo, temazate, locho, guaz-pit, matacn

Choloepus sp. Dasyprocta sp. Dasypus sp.2 Didelphis sp. Hydrochoerus hydrochaeris Mazama americana Myrmecophaga tridactyla Sus scrofa Tamandua tetradactyla Tapirus sp. Tayassu pecari 3 Tayassu tajacu 4

Oso hormiguero, tamandua de bandera, tamandu bandeira, tamandu-a, oso caballo, yurumi, oso palmero

Cochino alzado, porco monteiro Oso meleiro, oso colmelero, tamandu-mirim, tamandu-colete, mambira, kaguar Tapir, anta, danta, gran bestia, sacha vaca, huagra, tapi, macho de monte
Queixada, huangana, pingo, pecari labiado, puerco de monte, chancho de monte, jagilla, bquiro careto

Sajino, sano, chancho de monte, peccari, caitit, cateto, jabal, bquiro de collar, chcharo

1 - Presa natural mas consumida en el Pantanal, Brasil 2 - Presa natural mas consumida en Cockscomb Basin, Belize 3 - Presa natural mas consumida en el Pantanal, Brasil, y en el Parque Nacional Corcovado, Costa Rica 4 - Presa natural mas consumida en Hato Piero, Venezuela

(Fuente: Marchini, Luciano & Hoogesteijn, 2009)

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Figura 1 - El Jaguar tambin llamado el El Tigre en muchos pases Latinoamericanos y Ona pintada en Brasil, es uno de los animales ms espectaculares e injustamente temidos del Trpico Americano. Junto con el Puma, es perseguido por los ganaderos en represalia a episodios de depredacin sobre animales domsticos (reales o no). Debido a su tamao, fortaleza fsica y hbitos nocturnos se le asocia con las fuerzas misteriosas de la naturaleza de las selvas del nuevo continente. Sin embargo en contraste con otros grandes felinos (Len Africano, Tigre Asitico y Leopardo) su peligrosidad para los humanos es mnima a menos que sea provocado.

Figura 2 - Muchos estudios han demostrado que el Puma (tambin llamado Len en varios pases Latinoamericanos) es responsable de muchos episodios de depredacin que se le atribuyen al Jaguar. Los Pumas causan depredacin ms frecuentemente sobre animales recin nacidos y pequeos. Foto: Henrique Villas Bas Concone, Camera Trap, Proyecto Gadona, Fazenda San Francisco, Mato Grosso do Sul, Brasil. 22

Figura 3 - Mosaico de hbitat que incluye sabanas inundables, bosques de galeras, pantanos, lagos, colinas rocosas y cuevas utilizados por Jaguares (Hato El Socorro, Estado Cojedes, Venezuela).

Figura 4 - El Jaguar y el Puma constituyen depredadores tope de la cadena trfica e influencian la ecologa de los bosques neotropicales a travs del control que ejercen sobre poblaciones de herbvoros (presas), que a su vez influencian la vegetacin y por lo tanto pueden influir hasta en los patrones de precipitacin atmosfrica. 23

Figura 5 - Un alto porcentaje de los Jaguares que depredan ganado sufren heridas de bala. Las mutilaciones disminuyen su capacidad fsica y les impide cazar presas naturales. La figura presenta una hembra que perdi parte de la dentadura por disparo de escopeta. Este animal depredaba ganado (Hato La Candelaria, Barinas, Venezuela).

Figura 6 - Esta figura presenta el crneo limpio de la cabeza en la figura 5. Es posible observar los perdigones de plomo incrustados en el crneo y la prdida de la dentadura. 24

Figura 7 - El uso del Jaguar como especie Bandera para el turismo, est generando importantes fuentes de ingreso para las poblaciones locales que conviven con la especie (Pantanal Norte, Brasil). Foto: Steve Winter, Panthera.

Figura 8 - El Jaguar adems de constituir una herencia cultural en nuestra Amrica, constituye un valioso recurso ecolgico, no bien estudiado, ni utilizado desde el punto de vista turstico. Se hace necesario el trabajo con los ganaderos para reducir los problemas de depredacin y con las autoridades para disminuir la caza ilegal y lograr su conservacin efectiva (Fazenda So Bento, Mato Grosso do Sul, Brasil). 25

Figura 9 - Mientras menor es la poblacin de presas silvestres, mayor se hace el problema de depredacin sobre animales domsticos. Un ganado que pasta libremente se comporta como un animal silvestre, y es considerado como presa por un felino. Algunos felinos deben ser controlados por las prdidas continuas que causan; sin embargo, varios estudios demuestran prdidas mayores debido a la ausencia de programas sanitarios y reproductivos y por robo de ganado en algunos pases.

Figura 10 - El encierro nocturno constituye una excelente estrategia para controlar tanto el robo de ganado, como la depredacin. Es relativamente fcil de aplicar en rebaos de tamao variado (Hato Merecure, Apure, Venezuela). 26

Figura 11 - Grupo de vacas con becerros llevados al encierro nocturno en un corral cerca de una casa de fundacin habitada (Fazenda San Francisco, Mato Grosso do Sul, Brasil).

Figura 12 - En esta finca familiar Colombiana (La Esperanza, Magdalena Medio), evitaron las prdidas por depredacin por Pumas sobre los ovejos, construyendo el corral de encierro nocturno al lado de la casa de habitacin. 27

Figura 13 - Corral de encierro nocturno en la Reserva Indgena Nairi Awari en el Caribe de Costa Rica, con un biodigestor, que produce biogs a partir de las heces de los cerdos encerrados durante las noches. Los ataques de felinos se han disminuido, el biogs elimina la necesidad de recoger lea, compensando as el esfuerzo de recoger los animales por la noche y los indgenas sufren una menor exposicin al humo nocivo de las cocinas de lea (Foto: R. Salom-Prez, Programa Panthera Costa Rica).

Figura 14 - Se puede reducir la depredacin cercando reas boscosas, manteniendo baja la vegetacin de potreros paritorios, ubicndolos cerca de asentamientos humanos. El uso de cercas elctricas (ver Figura 10) ha probado ser efectivo. El cuidado del recin nacido resuelve gran parte del problema. 28

Figura 15 - Este becerro muri por un ataque de Jaguar; la mordida de la nuca le fractur la base del crneo y las primeras vrtebras (Hato El Socorro, Cojedes, Venezuela).

Figura 16 - Este torete raza ceb de dos aos de edad fue matado y parcialmente consumido por un Jaguar. Los Jaguares frecuentemente primero devoran la carne del pecho, las costillas, paleta y cuello. La presa se encuentra colocada en esta posicin caracterstica (Hato La Vergarea, Bolvar, Venezuela). 29

Figura 17 - Huella de un Jaguar macho adulto (mas ancha que larga) al lado de la pata de un perro para comparar. Observe la redondez de los dedos y la forma de la almohadilla plantar (Hato San Ignacio, Cojedes, Venezuela).

Figura 18 - Huella de una hembra de Jaguar adulta. La huella es ms pequea y los dedos son un poco ms alargados (Hato Samancito, Cojedes, Venezuela).

Figura 19 - Huella de un Puma adulto. Observe los tres lbulos posteriores caractersticos de la almohadilla plantar; la huella es ms larga que ancha, con los dedos alargados y ms pequea que la del Jaguar (Haro El Socorro, Cojedes, Venezuela). 30

Figura 20 - Cacera (presa) de un Puma. Observe la forma caracterstica de cubrir la presa con materia vegetal. Este comportamiento no lo desarrolla el Jaguar (Hato Paraima, Cojedes, Venezuela).

Figura 21 - Los Pumas generalmente consumen en primer lugar las costillas, sus msculos y las vsceras que estn detrs de ellas. El estmago y los intestinos son extrados limpiamente, sin derramar el contenido. Los Pumas tambin pueden consumir algunas vsceras, como el corazn, el hgado y los pulmones. 31

Figura 22 - Este potro muestra la garganta mordida por un Puma, que le produjo la muerte por asfixia. La asfixia es la forma ms comn que el Puma utiliza para matar a sus presas.

Figura 23 - La prdida de un vacuno por depredacin a veces no constituye tan solo el valor del animal en relacin a su precio a matadero. En este caso se perdi tambin el becerro que esta vaca tena en su vientre. Se puede perder el valor gentico de un semental o un vientre de alta seleccin. En ganaderas en las que se eliminan vacas que no destetan un becerro, se podra castigar errneamente a una vaca que si tena una cra al pie pero que la perdi en un evento de depredacin (Fazenda So Bento, Mato Grosso do Sul, Brasil). 32

Figura 24 - La utilizacin de razas criollas (en la foto un ejemplar de Pantaneiro del Brasil) adaptadas a las condiciones de sabanas inundables, constituye una novedosa posibilidad para defender los rebaos de vacunos en condiciones extensivas. Esta posibilidad an no ha sido puesta a prueba.

Figura 25 - La identificacin individual y toma de datos de mortalidad cuantificados por ao y motivo en los inventarios regulares, permite identificar las causas ms comunes de mortalidad y las zonas ms afectadas. Esta actividad permite planificar y organizar el trabajo para disminuir dicha mortalidad. 33

Figura 26 - Mediante el sistema del Arado Ecolgico con una mnima labranza, se logra una introduccin de pastos (U. humidicola) en asociacin con pastos nativos y respetando las reas boscosas, logrndose ndices productivos satisfactorios, con menores niveles de erosin, compactacin y de prdida de biodiversidad (y menores problemas de depredacin por felinos), en estas sabanas de inundacin media; que con el sistema de introduccin de pasturas tradicional (Foto: Marcela Lemos Monteiro).

Figura 27 - A la izquierda se observa la asociacin de pasturas introducidas y naturales, a la derecha la monocultura de pastos con el sistema tradicional, mas costoso de implementar, con mayores impactos ambientales y no necesariamente mas productivo (Foto: Marcela Lemos Monteiro). 34

Panel Solar

TIERRA POSITIVO POSITIVO POSITIVO

85 cm 60 cm 40 cm 20 cm

Regulador

Bateria

Energizador

3 alambres positivos 1 alambre negativo

Voltaje mnimo = 4500 - 5000 Voltios

Figura 28 - Esquema simplificado de una cerca elctrica para repeler ataques de felinos depredadores, colocada por el lado externo de los potreros o corrales (Diagrama: Luciano Porto, modificado de Scognamillo et al., 2002).

Figura 29 - Rebaos de bfalos de carne, manejados en condiciones extensivas en conjunto con rebaos de Ceb Brahman comercial, con excelentes resultados de productividad (Hato Los Viejitos, Apure, Venezuela). 35

Figura 30 - En reas de los Llanos Venezolanos se manejan rebaos de vacunos y de bfalos en produccin de leche (y queso) en sabanas inundables con mnimos problemas de depredacin y excelente productividad e ingreso econmico (Hato Merecure, Apure, Venezuela).

Figura 31 - Bfalas lecheras mestizas de raza Murrah, manejadas en grupos pequeos bien controlados y en conjunto con rebaos de vacunos, ayudan a controlar los problemas de depredacin. Foto: Roberto F. Coelho, Fazenda San Francisco, Mato Grosso do Sul, Brasil. 36

Diferenciar las muertes especficamente por depredacin, de aquellas en que los animales ya muertos por otras causas fueron consumidos por felinos carroeros (caso que tambin sucede, revisar Hoogesteijn y Hoogesteijn, 2005). En varios pases de Latino-Amrica, las prdidas por abigeato (robo de vacunos), son enormes y mucho mayores que por depredacin (Hoogesteijn y Arenas, 2008). Ha sido nuestra experiencia, que jauras de perros domsticos (Canis familiaris) pueden atacar especies de grande y pequeo porte de animales domsticos de cualquier edad. Estos grupos de perros no necesariamente tienen que estar asilvestrados. Asimismo las acciones depredatorias de los buitres (zamuros zopilotes, Coragyps atratus) pueden ocasionar prdidas significativas de becerros recin nacidos, al picotearles el ombligo o los ojos, si las madres no los defienden continuamente. 12) Uso de razas de vacunos criollos con disposicin de defensa: Hoy en da, la gran mayora de los vacunos en las reas de Amrica Tropical son de descendencia Ceb (Bos indicus) pura o cruzada en diversos grados con razas europeas (Bos taurus). Algunas vacas defienden a sus becerros recin nacidos de ataques de depredadores (e.g. Nelore), pero la mayora huye en presencia del depredador, corriendo en estampida en varias direcciones, quedando los becerros pequeos desorientados, perdidos y propensos al ataque. El vacuno criollo (Bos taurus) introducido en Amrica por los Espaoles y Portugueses proveniente principalmente de la regin de la Andaluca medieval, se desarroll con la fauna local de Los Llanos desde hace unos 300-400 aos (Gmez Perna, 2010). La introduccin en el Pantanal de Brasil fue un poco ms reciente (Mazza et al., 1994); independientemente de la antigedad de la introduccin resultaron varias razas rsticas y adaptadas al entorno neotropical. Entre estas estn el Criollo Llanero y el Pantaneiro Tucura (Fig. 24), Colombia tiene otras razas criollas interesantes y disponibles como el San Martinero. Estas razas demuestran adems de su gran adaptacin, la capacidad de defenderse de los depredadores (Calzadilla Valds, 2007; J. Proena, Faz. So Bento, com. pers.) y demuestran un comportamiento gregario de defensa similar al exhibido por los bfalos de agua (ver ms adelante). Aunque tienen una alta fertilidad, durante el proceso de adaptacin al medio rstico, perdieron las caractersticas de buena conformacin de carne (seleccionadas hoy en da), y casi desaparecieron al ser absorbidas en su casi totalidad por las razas cebunas. Una medida experimental que an no ha sido probada, sera el rescate, recuperacin y utilizacin de
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estas razas, en reas con alta incidencia de depredacin. El rstico Pantaneiro adems de su comportamiento defensivo, desarroll la capacidad de consumir forraje por debajo del agua (sumergiendo su cabeza durante el pastoreo). Existen varios ncleos de Pantaneiro en expansin en el Pantanal bajo la tutela de la Agencia Nacional de Investigaciones Agropecuarias de Brasil (Embrapa por sus siglas en Portugus, Mazza et al., 1994); se podra mejorar sus caractersticas de conformacin crnica mediante la seleccin a largo plazo, en cruzamiento con otras razas autctonas mejoradas como por ejemplo el Carac Brasileo y el Romo Sinuano Colombiano y seleccionar por hbitos defensivos. Esta estrategia adems del encierro nocturno y de la introduccin racional de bfalos de agua (ambas a veces no aplicables), puede constituir la nica alternativa viable en ganaderas muy extensivas en sabanas inundables. 13) Programa sanitario eficiente: Las prdidas producidas por depredacin por felinos son mucho menores que aquellas causadas por varias enfermedades, principalmente las abortivas. Determinando las causas de mortalidad en tres hatos ganaderos del Llano Venezolano (Hoogesteijn et al., 1993), encontraron que en uno de ellos (bien manejado desde el punto de vista ganadero y con abundantes poblaciones de fauna) las muertes por felinos promediaron unos 40 becerros al ao (equivalente al 6% de todas las muertes ocurridas en el ao). Pero tambin se determin una prdida preez/parto del 13%, causada mayoritariamente por enfermedades abortivas, como Leptospirosis, y Brucellosis y posiblemente IBR (Rinotraquetis Viral Bovina) y BVD (Diarrea Viral Bovina). Disminuyendo esta prdida del 13% a un 6%, lo cual es perfectamente factible aplicando los programas sanitarios disponibles (Hoogesteijn y Mazzei, 2003); se hubieran logrado unos 220 becerros adicionales al ao, unas cinco veces ms que la cantidad de becerros depredados por jaguares y pumas. Adicionalmente, se evita el nacimiento de becerros dbiles y propensos a ser depredados con mayor facilidad. Por lo tanto el establecimiento de un programa sanitario eficiente, constituye un gran aliado, que ayuda a contrarrestar las prdidas por depredacin y mejorar la productividad de la explotacin ganadera. 14) El sistema de Rueda de Carreta o Pizza: Un sistema intensivo de pastoreo, lo constituye el sistema de Rueda de Carreta o Pizza, en el cual se organizan un grupo de
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potreros, con la misma disposicin de los radios de la rueda de una carreta con un eje central. Con divisiones hechas con cercas elctricas (ms frecuente), o convencionales; todos los potreros convergen hacia una plaza o rea central, provista de bebederos y comederos con sales minerales. Los animales entran en un sistema de pastoreo intensivo en el cual permanecen en el potrero durante el da solamente y por un corto nmero de das (por ejemplo un sistema de 16 potreros tendr dos das de pastoreo y por lo menos 30 das de descanso), dependiendo del nmero y tamao de potreros disponibles. Durante el da los animales pastorean un forraje de alta calidad (despuntando el forraje) y tienen acceso al agua y minerales de la plaza central, en la cual duermen durante la noche encerrados. Este es un sistema intensivo ms tecnificado, donde en una rotacin intensiva con pastos cultivados, y utilizando un rea menor en rgimen de produccin pecuaria, queda un rea mayor utilizable como rea de reserva natural. Se necesita una alta inversin inicial en la fundacin de los potreros, la construccin de cercas elctricas, el desarrollo de aguadas y disposicin de corredores y un manejo proactivo (puede combinarse la cerca tradicional con el diseo de cercas elctricas para repeler ataques de felinos en la plaza, o con un pequeo rebao de bfalos). A largo plazo arroja un gran ahorro en maquinaria y mantenimiento de potreros, logrndose una maximizacin de la produccin y una alta efectividad en el control de la depredacin siempre y cuando se respete la capacidad de carga de los potreros y no se produzca un sobre-pastoreo de los potreros que incidira negativamente en la productividad del rebao y la manutencin del sistema.
Casas
Rotaciones en pasto cultivado de 2 dias de ocupacin y 30 de descanso
Saleros Abrevadero

reas boscosas

Posible combinacin con cerca elctrica y pequeo rebao de bfalos

Corral de trabajo

Sistema de "Rueda de Carreta" o "Pizza", intensivo y productivo con proteccin de areas boscosas recuperables 39

15) Identificacin del ganado y datos de mortalidad y prdidas: Las buenas prcticas de manejo ganadero, incluyen la identificacin individual de cada animal del rebao, y una recoleccin de datos pormenorizados de mortalidad y sus causas en los registros ganaderos de la explotacin (Fig. 25). Es necesario llevar inventarios ganaderos actualizados (como mnimo un conteo mensual). Esta informacin debe ser resumida para cada ao en trminos de porcentajes de mortalidad por cada causa. Estos datos le permiten al ganadero conocer las causas reales de las prdidas, el impacto real del problema de la depredacin en relacin a las otras causas de mortalidad y las reas con mayores ocurrencias de depredacin dentro de la explotacin; actuando como una gua que nos oriente sobre las posibles medidas que se pueden tomar para mejorar el manejo y por ende la disminucin de la depredacin. Propietarios y gerentes generalmente resultan sorprendidos, cuando despus de uno o dos aos de informacin recolectada correctamente, descubren que la depredacin es una causa de muerte mucho menor que otras no cuantificadas (como por ejemplo las mordidas de serpientes ponzoosas, las prdidas por buitres o zamuros, la toxicidad vegetal o ciertas enfermedades y accidentes de trabajo) (Hoogesteijn et al., 1993). 16) Utilizacin de Burros y Perros pastores: En algunos pases, se han utilizado Burros (Equus asinus) que pastorean junto con los rebaos de ganado y alejan a los jaguares con sus rebuznos, dando buenos resultados en disminuir la depredacin en opinin de algunos ganaderos (S. Juan, Kerbo Farms, Belice, com. pers.). Esto probablemente est influenciado por el hecho de la reducida talla y peso de los jaguares centroamericanos, ya que en otras reas, jaguares de mayor tamao incluyen a estos quidos entre sus presas domsticas. Contra los ataques de otras especies de felinos (e.g. Cheetah o Guepardo, Acynonix jubatus), se han utilizado perros pastores (de suficiente tamao y en nmero adecuado), los cuales son muy efectivos para evitar los problemas de depredacin, especialmente en ovinos y caprinos. Este sistema se podra aplicar en casos de depredacin por pumas. Para jaguares su aplicacin es dudosa, aunque no se han realizado pruebas experimentales. Shaw et al. (2007), concluyen que aunque el uso de perros pastores redujo la depredacin por pumas sobre ovejas, no fue efectiva en la reduccin de prdidas en rebaos de vacunos mantenidos en condiciones libres.
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17) Repelentes fsicos: La utilizacin de explosivos de propano y material pirotcnico tambin se ha empleado con xito para espantar a los felinos y reducir las depredaciones (con el inconveniente que el problema se muda al rancho vecino). Estos caones explosivos pueden obligar a los depredadores a mudar sus reas de ocupacin o sus vas de aproximacin al rebao. Otras tcnicas utilizadas en otros pases incluyen el uso de estmulos visuales y acsticos (mtodos no letales), como pastores electrnicos, detectores de movimiento, disparos no letales y collares snicos. Entre estos, el Guardia Radio Activado (RAG Radio Activated Guard) fue utilizado con xito para repeler el ataque de los lobos al ganado (Breck et al., 2002), pero el animal ofensor debe estar provisto de un radio-collar o tag electrnico para activar el sensor del RAG. 18) Repelentes qumicos: Existe la posibilidad de probar otros mtodos innovadores para repeler tan solo a los felinos depredadores. Uno de ellos es el collar txico, el cual se coloca alrededor del cuello de animales domsticos en zonas con problemas de depredacin. El collar tiene una cpsula que puede contener sustancias de sabor irritante, terrible y disuasivo (e.g. capsicum, cloruro de litio). Las capsulas se revientan en el momento que el felino muerde a su presa en el cuello, derramando su contenido en su boca. Este mtodo ha sido ya utilizado en coyotes y lobos (Nowell y Jackson, 1996), pero con un txico potente, condenando selectivamente al canino ofensor a una muerte dolorosa. Es importante mencionar que los felinos depredadores poseen una gran capacidad de adaptacin a nuevas situaciones y se pueden habituar a varias de las estrategias mencionadas anteriormente. No existe una tcnica que sea totalmente efectiva, la mejor opcin siempre ser utilizar una combinacin de mtodos de manera aditiva o substitutiva, que vara de acuerdo a las condiciones individuales de cada finca. 2B) LA INTRODUCCIN DE PASTOS MEDIANTE EL ARADO ECOLGICO: La mayora de los pastos naturales tiene un bajo valor nutricional. Esto define una baja capacidad de carga, por lo cual muchos ganaderos optan por la introduccin de pastos cultivados o exticos, aqu llamados introducidos. No discutiremos la conveniencia o no de esta introduccin
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(para mayor informacin sobre el tema ver Hoogesteijn et al., 2010), pero la dinmica tradicional de introduccin de pastos se traduce generalmente en la deforestacin total del rea a sembrar con tractores de oruga, y la consiguiente quema de los restos de la deforestacin. El rea en cuestin queda transformada en un monocultivo de la especie de pasto introducido. Al igual que cualquier actividad agrcola en suelos neotropicales esto produce el empobrecimiento de los mismos, con su ulterior efecto sobre la integridad ecolgica y la fauna. Proponemos un sistema alternativo que denominamos Arado Ecolgico (AE), desarrollado por un ganadero Brasileo en su explotacin ganadera ubicada en sabanas medianamente inundables en el estado de Mato Grosso do Sul (Brasil). Este sistema permite mediante una mnima labranza, la introduccin de pastos respetando las reas boscosas. Entre estas matas o islas de vegetacin boscosa, se establece una asociacin de pastos cultivados y nativos. Este sistema es de fcil aplicacin en reas medianamente inundables y es ms econmico, que la fundacin tradicional de pasturas usada tradicionalmente. Las prcticas del AE garantizan un sistema agroforestal altamente diverso, en el que el suelo, las plantas y los animales domsticos, as como la fauna silvestre, pueden coexistir armoniosamente. Los beneficios que este sistema suple al ganadero y al ecosistema pueden resumirse de la siguiente forma: A) Mayor economa y facilidad en la implantacin de pastos cultivados, con un costo total de implantacin de la pastura en de 157 $/ha, en contraste con el sistema tradicional con un gasto promedio de 471 $/ha. El AE cuesta 314 $ menos por hectrea en la implantacin de pastos. Se ahorra en los costos de deforestacin, y ulterior dispersin del material amontonado, evitndose la quema del mismo. Adicionalmente en los sistemas tradicionales se pierde una mayor cantidad de nutrientes del suelo debido a la erosin, la compactacin y una menor captacin de carbono. Este sistema no necesita el uso de agroqumicos como cal o fertilizantes, ni durante la fundacin ni en su conservacin a travs del tiempo. Con una vigilancia constante para evitar el sobrepastoreo, el sistema es sustentable, en algunos potreros no se ha necesitado control de malezas por ms de 15 aos. Las principales y vlidas razones por las cuales la introduccin de pastos cultivados es tan criticada por los ecologistas, queda minimizada usando AE. B) Incremento en la productividad de los rebaos mantenidos en pasturas en las que Urochloa humidicola (anteriormente Brachiaria humidicola) asociada a pastos nativos. Haciendo un estudio comparativo en la misma explotacin antes y despus de la introduccin del AE, se
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demostr que se increment la capacidad de carga de 0.58 a 0.75 cabezas/ha, aumentando as el nmero de cabezas al doble; la fertilidad del rebao se ha incrementado de 50% de pariciones a un 75%. La produccin de novillos se triplic y se introdujo una raza compuesta (Brangus) que es ms precoz, algo que antes de AE no era posible debido a las exigencias nutricionales de esta raza. Los novillos producidos son engordados y llevados a matadero a una edad promedio de 30 meses con pesos promedio de 470 kg. El ciclo de cra y levante se hace en una sola explotacin, sin necesidad de vender el ganado o moverlo a reas mejores para el terminado. C) Presencia de sombra para el ganado: Con el AE se obtiene entre 20 y 30 % ms de sombra en los potreros. Cuando se realiza una deforestacin total, se pierde la sombra, los animales no estn en una temperatura confortable, y sufren una consecuente prdida de apetito, energa y prdida de peso, inclusive en las razas adaptadas a los trpicos. D) Diversidad de fuentes alimenticias: La diversidad de hierbas, leguminosas, matorrales y arbustos que crecen en la proximidad de los rboles, le ofrecen a los vacunos la posibilidad de ramonear y de complementar su dieta exclusiva de pastos, con leguminosas, brotes, hojas y semillas de otras plantas; especialmente en las condiciones climticas extremas de reas inundables como El Pantanal y Los Llanos, durante los picos de las estaciones seca y lluviosa. El mantenimiento de las leguminosas tiene efectos positivos directos en la alimentacin de los vacunos e indirectos en la nitrificacin del suelo. E) Mantenimiento de las especies y poblaciones locales de fauna silvestre: Al conservar la flora original, el AE permite que la fauna autctona tenga los recursos necesarios de albergue y alimentacin, sin necesidad de limitar o eliminar la produccin ganadera. El respeto hacia las reas boscosas locales, aunado a la prohibicin de cacera, ha incrementado las poblaciones locales de fauna silvestre en esta explotacin, en comparacin a los hatos ganaderos vecinos que emplean el mtodo tradicional de introduccin de pastos. La abundante presencia de fauna ha permitido el desarrollo de una exitosa empresa de ecoturismo. F) Reduccin de los problemas de depredacin por felinos: La alta densidad de fauna silvestre, explicada en el punto anterior, ha reducido los problemas de mortalidad ganadera causada por depredacin por felinos. Este establecimiento prcticamente no sufre problemas de
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depredacin por jaguar, e infrecuentemente por puma, un problema comn en los hatos ganaderos vecinos. La abundancia de presas naturales, especialmente grandes poblaciones de cochinos alzados minimizan la depredacin de felinos sobre el ganado. Clarificamos que los becerros recin nacidos durante la temporada de paricin son protegidos con prcticas descritas en puntos anteriores en este texto. G) Otras ventajas: El AE conserva la cobertura boscosa, manteniendo la biodiversidad vegetal. La conservacin de las leguminosas naturales muy afectadas en la deforestacin y por el uso de herbicidas, aumenta las oportunidades de ramoneo para los bovinos y la fauna. La nitrificacin del suelo, necesaria para las otras especies vegetales, sobre todo gramneas, es un beneficio adicional. La cobertura vegetal evita la erosin y aumenta la captacin de dixido de carbono, contribuyendo con la reduccin de gases invernadero que producen cambio climtico. La incorporacin y establecimiento de pastos introducidas, tradicionalmente se ha clasificado como una causa predisponente de la prdida de biodiversidad en los ecosistemas de sabanas, necesitamos descartar las actitudes polarizadas, aceptar a los ganaderos como aliados en la lucha por la conservacin y entender que niveles de produccin ganadera rentables en nuestros suelos de baja fertilidad, no son posibles por el momento utilizando solamente pastos nativos. Necesitamos enfrentar los retos de la conservacin y produccin de alimentos en conjunto con los propietarios de tierras y alcanzar beneficios para ambas partes, considerando los esquemas de tenencia de tierra actuales en Latinoamrica. El AE simplifica y disminuye los costos operacionales; al mismo tiempo garantiza un sistema agroforestal altamente diversificado, en el que el suelo, las plantas, los animales domsticos y la fauna silvestre pueden coexistir armoniosamente (Fig. 26 y 27). 2C) UTILIZACIN DE LAS CERCAS ELCTRICAS: Una medida importante y altamente efectiva para evitar las depredaciones por felinos en vacunos, ovinos, caprinos y gallinceas, y cuyo uso no se ha popularizado, es el uso de cercas elctricas especficamente diseadas para repeler ataques de felinos. Es muy importante destacar que las cercas elctricas de uso normal en ganadera (de uno o dos pelos de alambre electrificado), evitan el movimiento de animales de un potrero o de una zona a otra, pero no tienen ninguna utilidad en prevenir el ataque de un depredador. Las cercas deben de
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estar especialmente diseadas para prevenir o repeler la entrada de los felinos dentro del local donde estn los vacunos o especies menores. Por lo tanto se utilizan mayormente en reas pequeas como corrales de encierro nocturno o potreros pequeos de uso diurno o de encierro nocturno y tambin en potreros utilizados como paritorios. Existen las alternativas de construirlas alrededor de todos los potreros de la finca (en establecimientos relativamente pequeos), o slo alrededor de ciertas zonas crticas. En Venezuela (Llanos), Scognamillo et al. (2002), probaron inicialmente en el Hato Piero, un diseo con 3 pelos de alambre elctrico a 30, 60 y 90 cm de altura (por fuera del alambrado), y con un voltaje de 2 500 - 3 000 Voltios, que encerraba un paritorio de 18 hectreas, con un permetro de 1697 m. An con esta cerca hubo ocho ataques por dos jaguares y un puma. Posteriormente se coloc un pelo negativo adicional a 85 cm del suelo y el voltaje se increment a 4 500 a 5 000 voltios, y con estas modificaciones cesaron los ataques, demostrndose este diseo como efectivo (Fig. 28). Schiaffino et al. (2002), probaron una cerca elctrica para prevenir la depredacin de jaguares sobre cerdos en el Noreste de Argentina, con un solo pelo de alambre y un voltaje mximo de 4 000 V, en el corral electrificado. El diseo result insuficiente en prevenir la depredacin, pero demostr la reaccin de huda del jaguar al tocar el pelo electrificado; y sugirieron cambios en el diseo del mismo (ms pelos de alambre a diferentes alturas) y aumento en el voltaje (tal como en el diseo anterior) para hacerlo efectivo. Todos los ataques se sucedieron durante la noche, lo cual demuestra la importancia del encierro nocturno. En Brasil (Pantanal), Cavalcanti et al. (en prensa), colocaron dos alambres electrificados a 25 y 50 cm de altura (voltaje de 5 000 - 7 000 Voltios), por fuera del permetro de una cerca convencional de casi 14 km de largo, chequeada regularmente para evitar fugas de energa o fallas en el alambrado. Adicionalmente el permetro y los dormitorios de los rebaos, fueron vigilados de noche por un tractorista provisto de un faro potente y de fuegos artificiales explosivos, que se utilizaban bajo la sospecha, la presencia real de un felino cercano, por determinacin visual o por comportamiento inquieto del rebao vacuno. Este sistema se demostr como relativamente efectivo y disminuy las prdidas por depredacin de un ao a otro. Sin embargo, hubiera sido ms efectivo, si el rea electrificada y a vigilar tuviera un menor tamao y si hubiera habido mayor consistencia en la actividad de patrullaje. El diseo original fue el
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de electrificar algunos potreros de menor tamao a ser utilizados como dormitorios o reas de encierro nocturno. Sin embargo esta recomendacin original sugerida por los investigadores, no fue seguida por los propietarios quienes electrificaron prcticamente toda el rea de pastoreo. El estudio concluy en que debido a fallas y problemas de funcionamiento, el potencial de sufrir prdidas por depredacin se incrementa con el aumento del tamao del rea a ser electrificada. La combinacin de cercas elctricas y encierro nocturno en reas con alta incidencia de depredacin, requiere de un cierto nivel de inversin y conocimiento tcnico (entrenamiento en su montaje, cuido y manutencin). Es una opcin que est al alcance de ganaderos que estn dispuestos a realizarla. Los gastos de inversin podran amortizarse con un posible apoyo gubernamental o de las ONG activas en la conservacin de grandes felinos. 2D) UTILIZACIN DEL BFALO DE AGUA (resumido de Hoogesteijn y Hoogesteijn, 2008, 2009): La utilizacin del Bfalo de Agua (Bubalus bubalis) en reas de sabanas inundables boscosas, con fuertes problemas de depredacin constituye junto con el turismo una excelente alternativa para reducir los problemas de depredacin sin la necesidad de mecanismos de control de los felinos involucrados. En el caso del turismo, el cual no es el tema de esta publicacin, aseguramos que la organizacin de empresas tursticas ganaderas, puede constituirse en una actividad ms rentable que la ganadera, y la utilizacin del jaguar como especie bandera, en las mismas, compensa con creces las prdidas por depredacin, tal como ha sido demostrado en varias fincas ganaderas de Brasil y Venezuela (Hoogesteijn et al., 2005; y Hoogesteijn y Hoogesteijn, 2010; informacin disponible). Las hembras de bfalo demuestran un comportamiento de defensa del rebao, formando un crculo alrededor de sus becerros, con los toros caminando alrededor de este crculo, bramando y buscando al depredador activa y agresivamente, a diferencia de los vacunos (ver arriba). Gracias a este comportamiento gregario de defensa, en un anlisis estadstico de mortalidad por depredacin efectuado en cuatro hatos ganaderos evaluados en Venezuela, la probabilidad de que el ganado vacuno fuera depredado por jaguares o pumas fue 25 veces mayor, que para los bfalos (Fig. 29 y 30).
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Tanto las razas de ganado Bos taurus como las Bos indicus, fueron criadas por el hombre por lo menos en los ltimos 7 000 aos (Bradley, 2003), siendo domesticados en ausencia casi total de depredadores. En contraste, existe una larga interrelacin evolutiva entre el bfalo de agua silvestre y el tigre asitico (Panthera tigris), en la cual el bfalo desarroll este comportamiento gregario y defensivo. El bfalo tiene una historia de domesticacin ms reciente que la del vacuno, hace unos 4 000 a 4 500 aos en presencia de este formidable depredador. Los bfalos tienen la misma reaccin frente a los depredadores, independientemente de las circunstancias o del sistema de manejo en que se desenvuelven los rebaos. El uso del bfalo se est expandiendo en los Llanos de Venezuela y Colombia, ya que es una especie de comportamiento productivo mucho ms eficiente y rentable que el bovino en condiciones de sabanas inundables. Son altamente apreciados por su mansedumbre cuando son manejados adecuadamente, productividad, resistencia a enfermedades, longevidad y comportamiento defensivo. Las diferencias en productividad entre vacunos y bfalos se atribuyen a la capacidad de digerir y transformar forrajes de baja calidad (no necesita calidad de forraje, sino cantidad), a su mayor resistencia a enfermedades infecciosas, endo- y ectoparsitos y, a que su curva de crecimiento, su fertilidad y su longevidad son mayores que las del vacuno en condiciones similares. Sin embargo, el bfalo es una especie que puede ejercer un mayor impacto ambiental que el bovino por sobre-pastoreo y pisoteo cuando es manejado inadecuadamente con niveles excesivos de carga. Los bfalos pueden ser mezclados con los vacunos, en reas menos inundables, con mayor predisposicin a la depredacin crnica o introduciendo rebaos de bfalos solamente, en las reas ms inundables, donde la supervivencia y produccin del vacuno estn comprometidas por las fuertes condiciones ambientales (Fig. 29 y 30). Se requieren estudios posteriores, para definir cuntos bfalos por hectrea, o cul es la proporcin adecuada en la cantidad bfalos / vacunos necesaria para prevenir la depredacin por pumas o jaguares. Varios investigadores (Harris et al., 2005; Tiepolo y Tomas, 2006) han expresado su preocupacin sobre la introduccin del bfalo en reas de sabanas inundables (e.g. Pantanal), calificndola como controversial, y tienen razn, ya que a pesar de sus potenciales ventajas, existen pre-requisitos y limitaciones para el uso de los bfalos
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por razones econmicas, agropecuarias y/o conservacionistas. Los bfalos en comparacin a los vacunos requieren manejo y supervisin intensivos. Bajo un rgimen tradicional de manejo extensivo, el bfalo puede revertir a su condicin silvestre y se vuelve alzado, salvaje asilvestrado (feral en ingls, bagual en Portugus), transformndose en una pesadilla desde el punto de vista ecolgico y de manejo. Sin embargo ya existen varias introducciones exitosas de Bfalos en los Llanos y el Pantanal (Fig. 31). Un caso que ejemplifica lo que puede ser una introduccin de bfalos exitosa y bien llevada, lo constituye la Fazenda San Francisco, ubicada en la zona de El Pantanal de Miranda, Mato Grosso do Sul, Brasil. Esta explotacin produce arroz, vacunos de carne y maneja una empresa de turismo. En el ao 2003 por sugerencia del primer autor, se introdujo un pequeo rebao de bfalas mansas, mestizas de la raza Murrah, compradas en un establecimiento lechero. Fueron colocadas en una zona de potreros donde los vacunos sufran problemas de depredacin (Azevedo & Murray, 2007), aunque en menor escala que otros establecimientos ganaderos por su abundancia en fauna silvestre. Parte del rebao se sigui ordeando para la produccin de queso utilizado para los empleados y para los turistas que visitan la operacin de turismo que opera en este predio. Los bfalos machos con 1 a 1.5 aos de edad son vendidos como reproductores a otros criadores, beneficiados y tambin utilizados en la operacin turstica, el sobrante de machos se vende para matadero y el sobrante de hembras jvenes para otros criadores interesados. La introduccin ha sido todo un xito, los bfalos siguen mansos, ya que se trabajan y revisan peridicamente (por lo menos 2 a 3 veces por semana), la produccin de carne y queso complementa los ingresos del hato y es apreciada por turistas y empleados, no han ocurrido muertes por depredacin en los bfalos y los problemas de ataques de felinos a los vacunos se han reducido casi totalmente en los rebaos de vacunos contiguos (Fig. 31). El personal se ha entrenado en el manejo diferenciado de esta especie, el rebao sigue aumentando de tamao con excelentes resultados de productividad y el propietario est muy satisfecho con esta experiencia. Esta estrategia llevada a cabo en la Fazenda San Francisco, muestra el camino a seguir para contrarrestar la resistencia que demuestran muchos ganaderos y tcnicos al uso del bfalo de agua. San Francisco combina varias estrategias anti-depredacin tales como el uso de la estacin de servicio, el control de becerros recin nacidos y la utilizacin bien gerenciada de los bfalos de agua; con el resultado de
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cero mortalidad por depredacin en bfalos y reducida en potreros de ganado contiguos. Para el futuro prev la posible combinacin con las siguientes estrategias adicionales: El encierro nocturno, mayor uso de cercas elctricas repelentes en los corrales o potreros de encierro y el mayor uso de pequeos rebaos de bfalos en conjunto con los rebaos en paricin. Los datos de mortalidad de ganado, llevados minuciosamente por el Departamento Ganadero de este hato (R.F. Coelho, com. pers.); demuestran en 14 aos de registros, una poblacin total de 68 000 reses / aos, de ellas 751 murieron o fueron perdidas (1.1%), y los felinos fueron responsables por el deceso de 84 animales, lo que equivale al 11.2% de mortalidad total y al 0.12% de mortalidad sobre el total de la poblacin ganadera. Los datos de investigacin de los aos 2003 y 2004, analizados y reportados por Azevedo & Murray (2007), demuestran que la depredacin fue responsable del 19% de las prdidas totales (menor que otras causas como serpientes y enfermedades). Los jaguares y los pumas fueron responsables por slo el 0.2 y 0.3% de todas las muertes de ganado en esos dos aos, en relacin al total de la poblacin ganadera del hato. Esto indica que en esta explotacin, la combinacin de las estrategias utilizadas y ya mencionadas ha resultado efectiva. Otra limitante lo constituye el hecho que algunos mercados locales no consumen carne de bfalo, aunque en machos jvenes de la misma edad y condiciones de manejo, el rendimiento en canal y las caractersticas de la carne de bfalo son similares o superiores a las del vacuno, la carne del bfalo es ms magra, con menor contenido de grasa y colesterol y mayor contenido de protena. De todos modos, dada la precocidad, alta produccin de carne, fertilidad y longevidad del bfalo, inclusive precios ms bajos pueden ser aceptados, mientras exista un mercado para la carne. Tambin la leche, otro subproducto utilizable del bfalo, es ms concentrada que la del vacuno y muy apropiada para la manufactura de varios tipos de quesos de excelente calidad y precio (e.g. mozarella). La cra y engorde de rebaos de bfalos para proteger a los rebaos de vacunos, constituye una estrategia conveniente, siempre que los ganaderos estn dispuestos a manejarlos de acuerdo a las exigencias de la especie. Se recomienda la introduccin de grupos pequeos (mnimo de 10 a 20 vacas con uno a dos toros) de razas lecheras (como Murrah, Nili Rahvi o Mediterrneo), bien manejados y controlados, mantenidos en los
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potreros donde ocurre la mayor incidencia de depredacin, solos mezclados con los rebaos de vacunos, con la totalidad o parte del rebao mantenido en rgimen de produccin de leche cualquiera sea el uso posterior de la misma. Despus de que tanto el ganadero como el personal a cargo de estos rebaos estn habituados al manejo de los mismos, se puede incrementar el tamao de los rebaos bufalinos. Existen ganaderas en los Llanos de Venezuela, con las que hemos trabajado, que manejan grandes rebaos de bfalos (hasta 400 o 500 vientres) de cra en condiciones extensivas (con 1/3 del rebao en ordeo), en grandes potreros con cercas convencionales (Atencio et al., 2008). Estos rebaos se manejan con una temporada de servicio de 4 meses de duracin, los animales de mal temperamento o que no respetan y rompen las cercas son eliminados del rebao. Con este sistema de manejo y revisin rutinaria se evita el problema de los bfalos alzados o asilvestrados y se pueden aprovechar grandes extensiones de sabana inundable para la produccin de protena, sin los problemas de depredacin. Ms detalles sobre este tema, disponibles en Hoogesteijn y Hoogesteijn (2009). Consideramos que el uso de los bfalos como complemento a los rebaos de vacunos puede promover la tolerancia de los ganaderos hacia los grandes felinos, debido a que el bfalo ofrece una forma efectiva y econmicamente productiva de controlar el problema de la depredacin. Esta tolerancia puede constituirse en una estrategia vlida y adecuada para la produccin animal y la conservacin de los felinos, en reas donde la implementacin de otros mtodos de control es imprctica o inefectiva.

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3 - COMENTARIO FINAL
La necesidad de incluir a los propietarios privados en los programas de conservacin de grandes felinos en las Amricas, constituye una realidad ineludible. Por esta razn, conservacionistas y bilogos deben trabajar en colaboracin con ganaderos y propietarios de tierras. Afortunadamente, tenemos una amplia batera de estrategias disponibles para reducir los problemas de depredacin, que si se implementan correctamente pueden tener el efecto de que los ganaderos toleren a estas especies. Un aspecto positivo dentro de este escenario, es la importancia que tiene el jaguar en la cultura Centro- y Suramericana, y por lo tanto, la iniciativa de varios ganaderos de cooperar en este esfuerzo. No podemos dejar de enfatizar la importancia de apreciar las condiciones particulares de cada ganadero, de su rebao, del manejo que se le da al mismo y de las caractersticas ecolgicas de su finca ganadera, as como el entorno poltico y legal, y las entidades gubernamentales relacionadas al manejo de la fauna y a la industria de la carne en cada pas. Todos estos factores deben ser tomados en cuenta en la agenda de la implementacin de la reduccin de la depredacin para poder alcanzar su objetivo. Sin embargo en nuestra experiencia, el ingrediente ms importante para el xito, lo constituye una aproximacin sin crticas y la colaboracin con un sector de la sociedad que trabaja para, y vive primariamente de, la produccin de carne; y no tiene ninguna otra obligacin (fuera de la que tiene cada ser humano hacia los otros habitantes del planeta) de asumir una responsabilidad que debera ser asumida por toda la sociedad en conjunto.

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4 - BIBLIOGRAFA
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RAFAEL HOOGESTEIJN
Rafael Hoogesteijn se gradu de Mdico Veterinario en la Facultad de Ciencias Veterinarias de la Universidad Central de Venezuela, Venezuela en 1978 y posteriormente obtuvo una Maestra en Manejo y Conservacin de Fauna Silvestre, en la Universidad de Florida en Gainesville (USA). Durante ms de 30 aos de vida profesional se ha dedicado al ejercicio privado y a trabajos de investigacin en ganado vacuno de carne y bfalos de doble propsito, al manejo de hatos ganaderos y a los problemas de depredacin por felinos en la ganadera, principalmente en condiciones de sabanas inundables de Los Llanos. Es miembro del Grupo de Especialistas de Felinos de la IUCN desde 1986, fue asesor de la Wildlife Conservation Society y actualmente trabaja con la Fundacin Panthera, organizacin que trabaja a nivel mundial en la conservacin de felinos, como Asesor Especial en Problemas de Conflicto Jaguares / Ganadera. Sus experiencias y extenso nmero de publicaciones, han demostrado que la produccin de ganado de carne y bfalos en conjunto con la conservacin de la fauna en general y del jaguar en particular, es posible y rentable en este medio. Para mayor informacin, revise www.panthera.org

ALMIRA HOOGESTEIJN
Se gradu de Mdico Veterinario en la Facultad de Ciencias Veterinarias de la Universidad Central de Venezuela, Venezuela; obtuvo una especializacin en la Universidad Friedrich Alexander, Nuremberg Alemania; un grado de maestra de la Universidad de Londres, Reino Unido y un doctorado en la Universidad de Cornell, Estados Unidos de Norteamrica. Ha trabajado en proyectos de conservacin de fauna silvestre por ms de 20 aos con diferentes especies, en Sud-Amrica, Europa y Norte-Amrica. Actualmente es profesora titular del Centro de Investigacin y de Estudios Avanzados del Instituto Politcnico Nacional, donde estudia el impacto de la contaminacin sobre la salud animal y humana y sigue trabajando en proyectos de conservacin de fauna. Vive en la pennsula de Yucatn, Mxico. Si desea ms informacin puede revisar la siguiente pgina web: www.mda.cinvestav.mx Panthera fue fundada en 2006 con la nica misin de conservar las 37 especies de felinos del mundo, desde el diminuto Gato de Patas Negras del Sur de frica hasta el inmenso Tigre de Asia. Panthera regularmente enfoca sus amplios esfuerzos y estrategias de conservacin sobre los felinos ms grandes y amenazados: Tigres, Leones, Leopardos de las Nieves y Jaguares y est planificando estrategias globales de conservacin similares para Cheetahs, Leopardos y Pumas. En menor escala, Panthera tambin fomenta y da apoyo a los ms destacados esfuerzos de conservacin de las especies menores de felinos. Para mayor informacin, ingrese a www.panthera.org.
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