Primeras Paginas Don Vida
Primeras Paginas Don Vida
Primeras Paginas Don Vida
Una novela que condensa la esencia de toda la obra de Fernando Vallejo, su testamento
El autor
ernando Vallejo (Medelln, 1942) es escritor, bilogo, cineasta y defensor de los animales. Nacido en Colombia y nacionalizado mexicano en 2007, en 1971, se traslad a Ciudad de Mxico, donde produjo la totalidad de su obra. Desde entonces no ha vuelto a vivir en su pas natal. Es un personaje controvertido por sus agudas crticas, especialmente hacia la Iglesia Catlica, la falsa moral y los formalismos. Es autor de las novelas La Virgen de los sicarios, sobre la violencia del narcotrfico en Medelln (llevada al cine por Barbet Schroeder), El desbarrancadero, La Rambla paralela y un ciclo autobiogrfico de cinco obras agrupadas bajo el ttulo de El ro del tiempo. Es autor, adems, de dos biografas de poetas colombianos, El mensajero, sobre Porfirio Barba Jacob, y Almas en pena, chapolas negras, sobre Jos Asuncin Silva; de un libro de biologa, La tautologa darwinista; de Logoi, una gramtica del lenguaje literario y del libro Manualito de imposturologa fsica.
Ha recibido numerosos reconocimientos por sus obras, incluido el Premio Rmulo Gallegos, en 2003, en su XIII edicin, por El desbarrancadero, novela de alusiones autobiogrficas y un lenguaje descarnado donde el autor describe la enfermedad y la muerte por sida de su hermano Daro, reflexiona sobre la enfermedad, la familia, la violencia cotidiana y la iglesia catlica situndolos como las principales lacras de la sociedad. Es la gran novela de Latinoamrica, la metfora de Colombia, el libro en el que Vallejo vaca toda su inmensa sinceridad como un fuego que purificara su patria. El autor, en coherencia con sus radicales planteamientos sobre la vida, entreg a la fundacin Mil Patitas, que alberga y protege a perros y gatos recogidos de las calles de Caracas el importe recibido por el galardn, siendo objeto, por ello, de numerosas crticas. En septiembre del 2009 fue nombrado doctor honoris causa por la Facultad de Ciencias Humanas de la Universidad Nacional de Colombia.
Fernando Vallejo no slo es un gran escritor, sino que adems se opone a la hipocresa... LAURA RESTREPO Vallejo tiene la mirada del genio. O del santo, o del energmeno. Parece un posedo por la furia y la pasin. HCTOR ABAD Un gran escritor, una personalidad radical cuyo compromiso con la escritura es un compromiso con la vida. JUAN CRUZ Fernando tiene un estilo lleno de energa y precisin, colmado tambin de meandros sabrosos. LUIS ANTONIO DE VILLENA Vallejo es el ms hiriente de la actual literatura latinoamericana. LUIS MORA Fernando Vallejo es, sin duda, uno de los ms grandes escritores vivos en lengua castellana. ANA MARA MOIX Hay pocos escritores con la aspereza, el desgarro, la sinceridad y la lucidez de Fernando Vallejo. CARLOS BOYERO Uno de los ms exitosos y polmicos escritores latinoamericanos. JUAN ANTONIO MASOLIVER RDENAS
La OBRA
La confesin in extremis de un hombre que no teme a la muerte, sino al hasto de la vida
Esta obra del colombiano Fernando Vallejo, defensor ferviente de la narrativa en primera persona, es una novela en la que el yo del protagonista se funde intencionadamente con el yo del autor, constituyndose en una visin muy personal e inclasificable de cmo ha cambiado el mundo, cmo se construy ste en la memoria y cmo, por desgracia, no podr llegar a ser.
Un tratado sobre la vejez y sobre el descanso eterno como premio para el hombre
Una novela que condensa la esencia de toda la obra de Fernando Vallejo, su testamento
Quin tiene la verga ms grande en este bar de maricas?, pregunta el protagonista, ebrio, cuando le traen a un muchacho no mayor de diecinueve aos, porque entonces me gustaban as. De este modo comienza, con un recuerdo de cuando tena poco ms de veinte aos, El don de la vida, la ltima novela de Fernando Vallejo, cuyo anciano protagonista har recuento, en primera persona, pero en dilogo con un interlocutor misterioso, de sus vivencias ms importantes, expiar sus recuerdos, nos confesar aquellas experiencias que no olvida porque le resultaron cruciales para llegar adonde se encuentra en el tiempo de la obra: al borde de una muerte que parece no alcanzarle nunca.
El maestro el protagonista y su compadre, alguien que no revela su nombre, intercambiarn impresiones sobre la vida a lo largo de todo un da, sentados en un banco de un parque de Medelln, la ciudad natal del protagonista y autor de la obra, en el que los ancianos homosexuales buscan planes con jovencitos. All el maestro le contar que est escribiendo una libreta de muertos en la que va apuntando a cada una de las personas fallecidas, amigos, enemigos y conocidos vistos al menos una vez, pero eso s, en persona (no en televisin). La libreta de muertos ser, pues, el leitmotiv de El don de la vida, y sus fallecidos las excusas para reflexionar, en dilogo con su compadre, sobre la existencia, la muerte, Dios, la Iglesia y las religiones, la familia, su pas, la poltica mundial (y especialmente la colombiana), el amor a los animales, el sexo y la reproduccin, las mujeres... En definitiva, sobre la condicin humana. Y es tambin acicate para arremeter contra el orden establecido, contra los convencionalismos y contra personajes pblicos, prestigiosos para la sociedad: Einstein, Borges, Escriv de Balaguer, Juan Pablo II, Stephen Hawking, Lorca, Uribe, Octavio Paz, Reagan, ngrid Betancourt, Garca Mrquez, Berlusconi y Ghandi, entre otros, no escapan a la dura crtica del maestro, a la afilada pluma de Vallejo. Las preguntas y respuestas del enigmtico compadre, al que el protagonista ve como un funcionario de tercera, un empleadillo de la alcalda que trabaja en una oficinilla del ltimo piso del Palacio Nacional, contribuyen, unas veces a avivar el radicalismo de las afirmaciones del protagonista y otras, cual extremauncin, a aplacarlas. Maestro, cmo era Medelln en su infancia?, le pregunta en distintas ocasiones a lo largo de la novela, permitiendo que ste despotrique de su pas sin miramientos, que no salve prcticamente nada de su tierra natal, excepto a los loros y a los parias: prostitutas, homosexuales y yonquis, bienaventurados que se revuelcan en su lodo y son felices. Otras veces el compadre aconseja calma al maestro, y le pide que no nade contra la corriente. De este modo, a lo largo de las pginas de la ltima novela de Vallejo se va construyendo su testamento, en el que no slo hace inventario de las personas que conoci en vida (l ya se considera muerto, o medio muerto), sino tambin de los barrios de Medelln que fueron destrozados por la poltica corrupta, de los ros que fueron muriendo, de sus amantes annimos... Y por todo ello, con suma irona, el protagonista, el maestro, va rezando y va enseando a rezar a su compadre, quien repite con l a lo largo del libro, como una letana: Requiescat in pace.
Esta novela cierra un ciclo dentro de la trayectoria narrativa de Fernando Vallejo, que se abre con la publicacin por Alfaguara, en 1999, de La Virgen de los sicarios. El don de la vida es la gran confesin de su autor, su despedida, como l mismo ha declarado. Y es, al mismo tiempo, un catlogo de injurias, porque la memoria casi siempre es traicionera.
PERSONAJES
PRINCIPALES
El protagonista: annimo narrador en primera persona, alter ego del autor. Su compadre se dirige a l como Maestro, es homosexual y anciano. Hace tiempo que no se siente vivo y espera la llegada de la muerte en un banco de un parque pblico. Defensor del morir, considera que ste no es un castigo sino un premio. A lo largo de la novela, recuenta muertos que apunta en una libreta y dialoga sobre la existencia con un personaje que no desvela su nombre y a quin se dirige como compadre. Todas sus opiniones sobre el mundo, sin excepcin, son radicales, se expresa siempre en un tono sumamente duro y defiende a ultranza el buen uso de la Lengua. El compadre: interlocutor del protagonista, es quien dialoga con l en el parque. Tiene una personalidad ambigua: puede ser tan soez y radical como el maestro en sus afirmaciones como piadoso en sus consuelos y ecunime en los consejos que da al maestro. Por eso a veces el protagonista lo ve como un funcionario mediocre, cuando defiende la necesidad del arrepentimiento cristiano, y otras como un filsofo, un cnico, un presocrtico, cuando se presenta como un defensor acrrimo de la muerte. Acta como la conciencia del maestro.
SECUNDARIOS
La Muerte: doa Muerte, la Parca. Personaje ubicuo en la novela a quien el protagonista espera con ansiedad, viendo cmo se ha llevado a tantos con ella pero no viene a por l. Es la bendicin de la vida, un premio. Dios: personaje presente en toda la novela. Es la nada, no sirve para nada, no explica nada, no da nada al hombre. Dios existe: es un monstruo, dice el protagonista. Satans: Nuestro Seor, el ngel Cado de quien el protagonista se siente siervo porque ense al hombre las sesenta y cuatro posiciones del Kama Sutra y a pecar por todos los agujeros. El protagonista quiere irse con l al infierno. Colombia: El protagonista la define como La Gran Puta. Una abigarrada monstruoteca, conocida en el mundo slo por sus drogas, turbio desaguadero de cloacas donde lo nico bueno son los negros y hasta el caf es aguachirle. Con todo, el protagonista brinda por Colombia, y la prefiere mil veces a Francia; le desea una muerte rpida y sin sufrimiento. La libreta de muertos: cuenta con ms de setecientos cincuenta fallecidos a los que el protagonista conoci, a los que vio con sus propios ojos. En ella estn desde Borges hasta Juan Pablo II, adems de otros amigos, enemigos y conocidos. La mxima preocupacin del protagonista es quin le apuntar a l en la libreta cuando muera, pero su compadre se ofrece a hacerlo. Los papas: en la novela son acusados de la mayora de los males del mundo (especialmente la papisa Wojtyla) por ser artfices de la superpoblacin del planeta. Los polticos colombianos: personajes omnipresentes en la novela y excelentsimos hijoeputas. La familia, los amigos y los perros.
La crtica HA DICHO...
Sobre la obra de Fernando Vallejo
La lectura de los grandes iracundos de nuestro siglo, como Cline, Thomas Bernhard, Fernando Vallejo () siempre me ha resultado ms tonificante que la de los optimistas bien equilibrados (). Como Bernhard, como Fernando Vallejo, sus diatribas contra los inconscientes que buscan prtesis de inmortalidad en instituciones y rutinas o sus elaboradas blasfemias contra el Cosmos que tiene previsto descartarnos reciben su energa convincente de la fuerza estilstica, desde luego, pero sobre todo de su escndalo ante la necesidad de la muerte. Denuncian la ms fundamental de las hipocresas humanas, que es tambin la ms imprescindible: la voluntaria ceguera que nos permite vivir como si no hubiera muerte. Fernando Savater Vallejo retrata de forma brutal la realidad ms cotidiana en El don de la vida. El Mundo Nada escapa al afn desacralizador y a la mirada crtica de Fernando Vallejo. MARA MERCEDES JARAMILLO, Gaceta de Colombia El narrador de La Virgen de los Sicarios vagabundea por un territorio incierto que afecta tanto a las formas de sociabilidad como sus marcas de identidad. CELINA MANZONI, Cuadernos Hispanoamericanos Si nos atenemos a su lenguaje, Vallejo es un autntico mago y por lo tanto magistral en un tiempo de devaluacin o de utilizacin zarrapastrosa de la lengua castellana. MIGUEL SANCHEZ-OSTIZ, ABC La moral de Fernando Vallejo parte del principio de que la vida es un desastre, que vamos de una nada a otra nada, y que debiera existir un derecho de no haber nacido. FABRIZIO MEJA MADRID, Letras Libres El fuego secreto es la ms violenta andanada que se ha escrito contra Colombia, pero es tambin un emocionado grito de independencia y rebelda. Y por qu no decirlo?, de amor tambin. NICOLS SUESCN, Diners Una especie de Cline sudamericano surge de repente y toma la palabra con una rabia que explota como un petardo en las apacibles butacas donde dormitan cmodamente las exvedettes del boom. JACQUEES FRESSARD, La quinzaine littraire
Una historia de amor sobre muertos a patadas. La crnica de una ciudad feroz. Un estudio lexical. Una rebelin literaria. Es lo menos que se puede decir. Un libro sin igual Pascale Haubruge, Le Soir Vallejo es lrico, desmedido, imprevisible, trgico e hilarante... Es literatura hermosa Christophe Mercier, Le Point
Sobre El desbarrancadero
Vallejo recrea el horror, pero, envuelto en el laberinto de la literatura, hace de ello una obra de arte, y ese carcter supuestamente destructivo resulta que crea e inventa otros mbitos, otros ngulos de visin, otras melancolas. Fernando Rodrguez Lafuente, Revista de Libros Sus improperios con el Papa, contra las mujeres hacedoras de hijos, contra las supuestas delicias familiares, estn escritas a tumba abierta, desde la sinceridad ms descorazonada. Desde el mismo centro de la gran literatura, de la literatura ms insoportable. Elena Hevia, El Peridico de Catalunya
Sobre la literatura
Mis lectores no se guan por conceptos simplistas como patria o partidos polticos. Tienen el alma ms abierta y pueden entender. La Nacin Yo no tengo nada que hacer, as que me entretengo escribiendo. De verdad! La ma es una literatura que no est pensada ni siquiera para defender las causas; como la causa ma de los animales, porque esa causa en mis libros casi no est... Yo he escrito por desocupacin y porque me di cuenta de que me da un placer muy grande molestar. Quera que mucha gente se molestara, empezando por los ms miserables. El Pas La literatura es prosa (no verso) y la prosa es sonoridad, ritmo, msica. Ninguna frase puede tener ni una slaba de menos ni una slaba de ms o se jodi, se la llev el Putas, como decimos en Antioqua. El Pas El desafo de la literatura es mentir sin que nos demos cuenta. Ciberletras Yo escribo como pienso que puedo tener un efecto ms definitivo. Como vivo en un mundo hipcrita, de lo polticamente correcto, adopto la postura de hablar siempre con las palabras ms precisas, con claridad, para evitar confusiones y para que no queden dudas sobre lo que sostengo. La Nacin El lector es cambiante, voluble, pasajero... El lector es una puta. El Pas