Cap 1 MicrobiologÍa de La Carne
Cap 1 MicrobiologÍa de La Carne
Cap 1 MicrobiologÍa de La Carne
MICROBIOLOGÍA DE LA CARNE
La carne fresca por su contenido nutricional y su alto valor de actividad de agua (Aw)
está considerada dentro del grupo de los alimentos altamente perecederos, al igual que
la mayoría de. los productos elaborados con ella; sin embargo, de acuerdo a sus
características particulares, el tipo de microorganismos presentes puede variar.
A pesar de que el músculo como tal, es prácticamente estéril, los alimentos preparados
con base en carne son muy susceptibles a la contaminación y ofrecen las condiciones
necesarias para el crecimiento de microorganismos involucrados en daños y
enfermedades de origen alimentario. En este tipo de productos, sobre todo frescos o
con procesos defectuosos, los microorganismos se multiplican rápidamente,
especialmente a temperaturas por encima de la de refrigeración, resultando en pérdidas
de calidad y/o problemas de salud pública.
CONTAMINACIÓN DE LA CARNE
Los microorganismos que alteran la carne, llegan a ella por infección del animal vivo
-contaminación endógena- o por invasión posmortem -contaminación exógena-.
Aunque ambas son de gran importancia, la alteración de la carne a consecuencia de la
contaminación exógena es la más frecuente, así, el hombre puede sufrir graves
infecciones o intoxicaciones por el consumo de carne procedente de animales sanos.
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2 Profesor Asociado. Universidad Nacional de Colombia, Sede Medellín. Facultad de Ciencias
Agropecuarias. A.A. 568, Medellín.
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microorganismos en hígado, riñones, nódulos linfáticos y bazo, los cuales pueden
llegar al músculo esquelético vía sistema circulatorio, generalmente se encuentran en el
músculo en muy bajas cantidades. La contaminación también puede ocurrir en el
proceso de insensibilización (previo al degüello), cuando éste se realiza por el medio
del puntillazo, los microorganismos son distribuidos vía sistema circulatorio a los
músculos. En la medida que la canal sufre los diferentes cortes que son requeridos
para la comercialización de las carnes, la superficie de contacto con el ambiente es
mayor y las posibilidades de contaminación también lo son. Las condiciones
medioambientales y de manejo (equipos, utensilios, operarios, entre muchos otros), y
las características de la carne determinan finalmente la cantidad y calidad de
microorganismos presentes.
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1994; Jay, 1994). A menudo se encuentran levaduras, especialmente no esporuladas.
A pesar de que es posible encontrarlos en la carne fresca, principalmente en canales
sometidas a largos períodos de almacenamiento y maduración (“añejamiento”), lo cual
reduce el crecimiento de bacterias debido al desecamiento superficial, los hongos y las
levaduras se encuentran con mayor frecuencia en productos cárnicos salados y
deshidratados.
Entre las muchas bacterias que pueden encontrarse como contaminantes de la carne,
las más importantes son las de los géneros Pseudomonas, Achromobacter,
Micrococcus, Streptococcus, Sarcina, Leuconostoc, Lactobacillus, Proteus,
Flavobacterium, Microbacterium, Bacillus, Clostridium, Escherichia, Salmonella y
Streptomyces (Pascual, 1992).
La carne cruda se halla sujeta a las alteraciones producidas por sus propias enzimas y
las ocasionadas por la actividad microbiana; la grasa puede además oxidarse
químicamente. Para hacer más tierna la carne de vacuno mayor, es conveniente cierto
grado de autólisis, lo que se consigue en el proceso de maduración o “añejamiento”.
Los cambios producidos por la autólisis incluyen cierto grado de acción proteolítica
sobre los músculos y tejido conjuntivo y una ligera hidrólisis de las grasas. La
autólisis excesiva determina el “agriado”, término que se aplica a numerosas
alteraciones sufridas por los alimentos y a casi todas en las que se presenta olor ácido;
es difícil distinguir entre el “agriado” por autólisis y los defectos causados por acción
bacteriana, en especial cuando se trata de proteólisis. La hidrólisis preliminar de las
proteínas por las enzimas de la carne estimula el comienzo del desarrollo de los
microorganismos, suministrándoles compuestos nitrogenados más sencillos que son
necesarios para el desarrollo de ciertos microorganismos que son incapaces de atacar
las proteínas originales (Bourgeois, 1994)
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CONDICIONES PARA LA PROLIFERACION MICROBIANA
Entre las condiciones que favorecen la proliferación microbiana en la carne y los
productos cárnicos están incluidos los factores de crecimiento o condiciones favorables
para que los microorganismos presentes en ellos, aumenten su número y por
consiguiente se incremente la población microbiana. Cuando se presenta alguno de los
factores de riesgo y los productos se contaminan, comienzan a jugar un papel
importantísimo las condiciones y características de la carne y se estimula el
crecimiento y multiplicación de los microorganismos infectantes (Sofos, 1994).
Los factores que influyen en el crecimiento de los microorganismos en las carnes son
la actividad de agua (Aw), el potencial de óxido-reducción (Eh), el pH, las necesidades
nutritivas y la temperatura y en productos cárnicos, también los aditivos utilizados.
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para desarrollarse); los principales microorganismos de este tipo que contaminan la
carne son los pertenecientes a los géneros Pseudomonas y Micrococcus. Luego las
reservas de O2 se agotan por falta de renovación por la sangre, el Eh profundo
disminuye rápidamente y se hace negativo. Las condiciones reductoras que se crean,
son propicias para el desarrollo de gérmenes anaerobios de la putrefacción, los más
representativos de este tipo son los del genero Clostridium. Existen otros
microorganismos denominados anaerobios facultativos que pueden desarrollarse en
presencia o ausencia de oxígeno y los más representativos en la carne y los productos
cárnicos son los pertenecientes a los géneros Estreptococcus, Lactobacillus,
Estafilococcus y Coliformes. Los géneros Estreptococcus y Pediococcus son
microaerobios y también es posible encontrarlos como contaminantes de la carne
(Sofos, 1994).
pH :
El pH del músculo en vivo está cerca de la neutralidad. Después de la muerte
desciende más o menos rápidamente, para alcanzar después de la rigidez cadavérica
valores entre 5.4 y 5.8 (en condiciones normales y dependiendo de la especie) (Price et
al, 1976). Los microorganismos son extremadamente sensibles a las variaciones del
pH y generalmente cuando este es bajo, suele producirse un descenso en la velocidad
del crecimiento microbiano. Las más afectadas son las bacterias, luego las levaduras
y los más resistentes a pH bajos son los mohos. Teniendo en cuenta lo anterior,
significa que las carnes con valores de pH elevados están más expuestas a las acciones
microbianas, sobre todo a la putrefacción. La mayoría de las bacterias crecen a
valores de pH entre 5 y 8.
Necesidades nutritivas:
Después de haber transcurrido en el músculo los procesos bioquímicos posteriores a su
obtención, este aporta los nutrientes necesarios para el crecimiento y desarrollo de la
mayoría de los microorganismos. Satisface desde las necesidades tan simples de la
Escherichia coli, hasta los complejos requerimientos nutricionales del Streptococcus
faecium (Price et al, 1976).
Temperatura:
La temperatura del músculo inmediatamente después del sacrificio es relativamente
alta (aproximadamente 37°C), temperatura ideal para el desarrollo de las bacterias
mesófilas (entre 25 y 40°C, sin embargo es posible encontrarlas hasta 10°C).
Generalmente, una vez obtenidas las canales estas son refrigeradas y en los procesos
posteriores de corte, almacenamiento y comercialización se continua con la cadena de
frío, es común encontrar microorganismos contaminantes sicrófilos (requieren
temperaturas entre 10 y 30°C como temperatura óptima, pero pueden crecer más
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lentamente hasta los 0°C), los microorganismos pertenecientes a los géneros
Pseudomonas, Achromobacter y Flavobacterium son los que frecuentemente se
encuentran en carnes frescas sometidas a temperaturas de refrigeración (Sofos, 1994).
Modificaciones sufridas por las grasas. En las carnes expuestas al aire tiene lugar la
oxidación de las grasas no saturadas, catalizada por el cobre y la luz. La hidrólisis
proporciona el aroma de los ácidos grasos liberados; el enrranciamiento de las grasas
puede ser producido por especies lipolíticas como Pseudomonas y Bacillus o por
mohos y levaduras.
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que penetren a bastante profundidad. Las bacterias facultativas se desarrollan y
difunden lentamente hacia adentro.
Agriado. En este estado, la carne presenta olor y algunas veces sabor agrio. Puede
deberse a varios factores, como: las propias enzimas de la carne, la producción
anaerobia de ácidos grasos o lácticos por acción bacteriana, la proteólisis (sin
putrefacción) producida por bacterias facultativas o anaerobias, a la que se le
denomina “fermentación agria hedionda”.
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ALTERACIONES DE LOS PRODUCTOS CARNICOS
Los tipos de microorganismos y la cantidad de ellos, presentes en los productos
elaborados con base en carne, dependen de las condiciones sanitarias del medio
ambiente del cual provenga el alimento, de las propiedades y calidad microbiológica de
algunos ingredientes adicionados, del cuidado de quien procesa y maneja el producto y
de las condiciones posteriores de almacenamiento, manejo y distribución del mismo.
Las salchichas frescas sufren un daño similar al que sufre la carne fresca, a pesar de
que la sal y las especias puedan inhibir ciertos microorganismos, debido a que poseen
una población microbiana relativamente grande (procedente en gran parte de los
recortes de carne de cerdo utilizados en su preparación). En otro orden extremo, latas
de carne o productos elaborados sometidos al tratamiento de esterilización comercial,
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pueden deteriorarse debido a procesamiento insuficiente o a fallas en la integridad de
la lata e ingreso de microorganismos dentro de la ella (Sofos, 1994; Price et al, 1976).
La flora final, sin embargo, depende de factores tales como composición e ingredientes
no cárnicos, temperatura de procesamiento, ahumado, tajado, empaque y, por último,
condiciones de almacenamiento.
Staphylococcus aureus
Agente causal de intoxicación alimentaria.
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las carnes preparadas de cerdo, pollo, pavo y res y los productos cárnicos curados
semisecos.
Clostridium perfringens
Agente causal de toxicoinfección, ya que produce la toxina cuando ha invadido el
intestino de su huésped (Murano, 1997).
Entre los factores implicados en esta enfermedad están las malas prácticas de higiene
durante la manipulación, la refrigeración insuficiente o tardía, el almacenamiento
inadecuado de alimentos preparados y las posibilidades de contaminación cruzada que
se den en planta.
Los principales factores implicados en esta intoxicación tienen que ver con
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tratamientos térmicos deficientes a alimentos enlatados o empacados al vacío y con
valores de pH por encima de 4.5, manipulación inadecuada de alimentos elaborados en
casa y cuyos tratamientos térmicos no son suficientes para la destrucción de las
esporas.
Entre los principales alimentos de origen cárnico que pueden contaminarse y transmitir
la intoxicación se encuentran los productos cárnicos ahumados y/o curados que se
consumen sin ser sometidos a tratamiento térmico, los productos enlatados, incluidos
los de origen marino, y productos cárnicos empacados al vacío (Sofos, 1994).
Salmonella
Agente causal de infección alimentaria.
Los alimentos de origen cárnico a través de los cuales se puede trasmitir esta infección
son principalmente los que contengan carne de pollo, también carnes frescas de cerdo,
bovino, pescado y demás alimentos marinos, y los productos cárnicos como
empanadas de carne, picadillos, carnes curadas y sanduches (Sofos, 1994).
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Escherichia coli
Agente causal de enfermedad alimentaria, que puede ser solo infección, pero también,
el microorganismo puede producir una toxina una vez ha invadido el intestino del
huésped. El tipo de E. coli presente en productos cárnicos ha sido designada como
0157:H7 (Sofos, 1994).
Shigella spp
Agentes causales de toxicoinfección. Shigella sonnei, S. flexneri, S. dysenteriae y S.
boydii. (Sofos, 1994).
Los principales factores implicados en esta infección tienen que ver con la presencia de
aguas contaminadas y de moscas, además, con tratamientos térmicos deficientes, la
falta de normas de higiene y la demora en la refrigeración de los alimentos una vez
elaborados.
Los alimentos de origen cárnico implicados son el atún, los camarones y la carne de
pavo principalmente.
Yersinia enterolítica
Agente causal de infección alimentaria. Produce una enterotoxina termoestable que
resiste temperaturas de 100°C, pero su virulencia radica en la alta capacidad para
invadir tejidos.
Los principales factores implicados en esta infección son los tratamientos térmicos
deficientes, las contaminaciones cruzadas y la presencia de roedores.
Los alimentos cárnicos susceptibles de ser contaminados son los pasteles, las carnes
envasadas al vacío, los alimentos marinos, las carnes de res, cordero y cerdo y
cualquier alimento crudo o sobrante contaminado (Sofos, 1994).
Campylobacter jejuni
Agente causal de infección alimentaria.
Listeria monocytogenes
Agente causal de infección alimentaria.
Los principales factores implicados en la transmisión de esta infección son las malas
prácticas de higiene, tanto de los manipuladores como de los equipos y utensilios y la
planta procesadora en general, el consumo de productos de origen animal crudos y los
tratamientos térmicos deficientes.
En general, los músculos de todos los animales pueden ser portadores de este
microorganismo, pero es de mayor incidencia en carnes de pollo y pavo, también en
carnes de res, oveja y especies de origen marino, en salchichas y productos cárnicos
cocidos y en productos secos y semisecos (Sofos, 1994).
Existen principalmente dos tipos de cultivos, los protectores y los iniciadores. Los
cultivos protectores son microorganismos cuya principal función es la supresión de
cultivos indeseables y que, modifican escasamente las propiedades sensoriales del
producto (Schillinger, 1991). El empleo de cultivos protectores es recomendado
también en embutidos secos madurados con hongos, que por lo general son
acidificados levemente y no son sometidos a ahumado, o de serlo, es de una forma muy
suave, por lo que presentan un elevado pH en la superficie debido a la degradación del
ácido y a la proteólisis por los hongos, condición que favorece el desarrollo de
microorganismos patógenos como el Estaphilococcus aureus (Schillinger, 1991).
Los cultivos iniciadores son empleados con el fin de conseguir en el producto cárnico
propiedades físico-químicas y sensoriales determinadas, entre las que se cuentan, el
desarrollo y la estabilidad del color típico, un descenso rápido del pH por la
producción de ácido láctico, una adecuada cohesividad de las pastas para obtener un
grado de consistencia más firme, un grado de terneza adjudicado a la autólisis de las
proteínas cárnicas y un aroma característico debido principalmente a la lipólisis.
Los cultivos iniciadores para productos cárnicos pueden ser bacterias, hongos o
levaduras. De acuerdo con las necesidades y características del producto final
deseado, se encuentran cultivos con diferentes funciones (Tabla 1) (Pérez, 1997).
Tipo de Función
microorganismo
NORTJE, G. L., et al. A quantitative survey of a meat production chain to determine the
microbial profile of the final product. En: Journal Food Proteins. No. 53 (1990); p.411.
SOFOS, J. N. Microbial growth and its control in meat, poultry and fish. “Quality
Attributes and their Measurement in Meat, Poultry and Fish Products”. Chap. 14. Great
Britain : Blackie Academic & Professional, 1994.