La nocin de imaginacin

Mara Lapoujade*

[15] Imaginacin es un concepto de uso frecuente. Frecuente a nivel cotidiano, cientfico, artstico, filosfico. Con indeterminable trayectoria histrica, e inabarcable diversidad sociocultural. Es un trmino de indefinida y polivalente significacin. En su uso cotidiano se emplea como sinnimo de creatividad o creativo: X tiene mucha imaginacin; tambin para aludir a lo irreal o ilusorio, soado o utpico: Eso es imaginario. No obstante ser cotidianas, no tcnicas, estas acepciones aparecen en contextos filosficos sistemticos, conviviendo con significados rigurosos, sin una distincin clara. En sentido amplio, la imaginacin es la capacidad de crear imgenes. Esta primera aproximacin definitoria no puede perderse de vista, en cuanto seala precisamente su actividad primordial: creacin de imgenes. Nuestro propsito es detenernos a examinar cuidadosamente la naturaleza de esta actividad, como investigacin previa a la que se ocupa de los productos de la iamginacin. En consecuencia aunque nuestro propsito no es psicologista- la presente investigacin presupone tomar como punto de partida una determinada concepcin del psiquismo humano, contexto en que acta la imaginacin. Parto de la premisa de que la vida psquica es una totalidad estructural (Gestalt), dinmica, fluyente, sin cortes (James-Bergson), con carcter intencional [16] (Husserl), cuyos procesos estructurales constituyentes son interdependientes e interactuantes. Todo tiene un sentido en el psiquismo, en su trama no ocurren hechos casuales, azarosos, sin ssentido (Freud). Su motivacin no es necesaria ni exclusivamente consciente, sino ms bien procede fundamentalmente de lo inconsciente, que hunde sus races en la naturaleza profunda del institnto (Nietzsche, Freud, Marcuse, Lacan). Finalmente la historicidad le es inherente. Es una funcin en cuanto humana- insertada en la historia, si bien no sujeta a la misma. Desglosemos los aspectos fundamentales de la proposicin. El psiquismo es una totalidad. Esta asercin lleva el propsito implcito de rechazar la tesis del atomismo o asociacionismo consistente en afirmar la vida psquica como resultado obtenido de la composicin de partes supuestamente simples, las que, por agregacin logran conformar el psiquismo. Es preciso invertir el movimiento y partir de la totalidad. El psiquismo es totalidad, trama intrincada, compleja, que opera como tal. Solamente en una segunda instancia, analtica, es posible proceder a separar los procesos que lo integran. Procesos que no constituyen partes ni son simples. Nada simple se encuentra en el psiquismo. 1 El psiquismo es estructural. Al respecto me remito a las propuestas de la Psicologa de la Gestalt (Wertheimer, Khler, Koffka, divulgada por Guillaume, expuesta por Heidbreder, etctera)2. No se trata de un todo entendido como sumatoria de partes. El psiquismo es un dinamismo complejo de miembros ordenados, organizados, jerarquizados, donde cada uno desempea una funcin, funcin determinada por la estructura misma. Pero [17] es una estructura extremadamente compleja, integrada por otras estructuras, las distintas funciones operantes. Adems, es una estructura eminentemente procesal. Nada quieto, esttico puede descubrirse en la psiquis. De ah la necesidad de erradicar trminos como facultad, que implica la posesin de una capacidad determinada, acabada, dada, esttica, que en un momento x puede echarse a andar.3 El psiquismo se muestra como permanente movilidad, dinamismo total, continuo fluir, como ya conquistaron definitivamente para la filosofa James con su descripcin de la corriente de la conciencia, y Bergson con su concepcin del fluir continuo: la duracin. Los procesos psquicos son polifacticos, entendiendo por tal el hecho de que un mismo proceso puede asumir diversas configuraciones y aparecer ya sea predominantemente como concepto o como imagen o como recuerdo En su trabajo Existe la conciencia?, James, plantea una tesis interesante en cuanto sostiene que en la experiencia psquica global y nica, un proceso psquico que en determinado contexto figura como pensamiento o como concepto, en otro contexto aparece como recuerdo o imagen.

En trminos de la Gestalt diremos que ora es figura, ora es fondo. Aunque tambin admite otra interpretacin: la admisin de un perspectivismo ante los procesos psquicos, es decir, que un mismo proceso puede ser enfocado desde diversos ngulos, lo que da como resultado su diversidad. Ms concretamente, un hecho psquico puede ser estudiado en tanto imagen, concepto, recuerdo, emocin, etctera. Por qu admite tantos enfoques, perspectivas, que lo alteran? Precismente porque es una realidad total, compleja, polifactica. [18] As como ya Galileo admite el papel decisivo del observador en los fenmenos fsicos y astronmicos, es preciso reconocer tambin que el observador del psiquismo (y quizs en mayor medida cuando se trata de la autoconciencia) participa en la determinacin del papel que desempea el objeto en cada caso. Las distintas funciones psquicas operan conjuntamente en los distintos actos. Todas estn presentes en el percepto, o en el recuerdo, o en la imagen, o en el sentimiento, o en la actividad conceptual, judicativa o discursiva. Sin embargo no se trata de la oscuridad en que todos los gatos son pardos, y si bien se manifiesta el predominio de una funciones sobre otras en diversas circunstancias, cada una conserva la especificidad de su actividad. En distintos momentos una funcin psquica es la dominante quedando las dems subordinadas a ella, pero no abolidas ni inactivas o inoperantes. As ya el acto de percibir concentra todo el psiquismo, en cuanto implica adems, recordar, imaginar, pensar, sentir, querer, desear, temer, actividades que arrastran en su peculiaridad la totalidad psquica: presente y pasada, consciente, o inconsciente, pero tambin posible. Por otra parte apuntamos que el psiquismo es intencional. Husserl profundiz en el concepto del carcter direccional de la conciencia (intencionalidad), cuya frmula encierra el conocido enunciado husserliano: toda conciencia es conciencia de algo4. Si el psiquismo es dinamismo, fluir, por ende la direccionalidad le es inherente. El psiquismo bajo cualquiera de sus formas implica siempre tendencia hacia algo. Algo que no es necesariamente un objeto externo, determinante de un movimiento centrfugo, sino que puede ser el propio yo o sus procesos, [19] provocando as un movimiento centrpeto que caracteriza la conciencia re-flexiva, en rigor la autorreflexin. A partir de los aportes de Freud el reconocimiento sistemtico de lo inconsciente ms all de las anticipaciones como las percepciones inconscientes de Leibniz- resulta imperativo. 5 Ms an, Freud puso de manifiesto la importancia capital de los procesos patolgicos (las neurosis son decisivas al respecto) para la comprensin de los procesos normales. Freud prcticamente invirti el enfoque de la psicologa tradicional en este punto, en cuanto considera que el modelo para comprender los as llamados- procesos normales son los procesos patolgicos. De acuerdo con esta postura bsica resulta excluida la discusin acerca de si la imaginacin se ubica entra las facultades intelectuales o si es independiente de ellas. Es sta una discusin ociosa por varias razones. Primero, porque ya no puede hablarse de facultades como entes estticos a poner en marcha. Segundo, porque resulta inadmisible plantear una divisin del psiquismo en facultades agrupadas en mbitos: facultades intelectuales, afectivas y volitivas. Tercero, porque la imaginacin puede operar de maneras muy diversas, volcada hacia actividades fundamentalemente intelectuales, cuando participa en procesos de invencin por ejemplo, o provocada por pulsiones reprimidas las imgenes onricas es un caso- o teidas por vivencias pasadas como en el caso de las imgenes mnmicas que aparecen en los recuerdos, etctera. [20] El Vocabulaire de la psychologie (Vocabulario de psicologa) de Piron, en su apartado sobre imaginacin, establece que sus procesos pueden consistir en la evocacin de imgenes o bien en la construccin de imgenes. Esto nos remite a la distincin entre imaginacin reproductora y creadora.6 Esta distincin ya clsica entre imaginacin reproductora y creadora es operativa desde el punto de vista del anlisis conceptual y de su exposicin; pero en tanto descripcin de los procesos imaginativos carece de consistencia en cuanto presenta la imaginacin dicotomizada. Ello a su vez

induce a pensar si no en dos imaginaciones- por lo menos en dos tipos o formas de imaginar, siendo que la complejidad inherente a las actividades imaginativas no es reductible a una dualidad. Por otra parte resulta imposible trazar divisorias entre los procesos psquicos. En funcin de qu criterio, con qu medida determinar cul es la imaginacin reproductora, cules son sus alcances, cules sus lmites y dnde empieza la imaginacin creadora. [21] La as llamada imaginacin creadora, no recoge perceptos, recuerdos, conceptos, pulsiones, palabras? Esto es, no acta a la vez reproductivamente? Adems, puede pensarse en una imaginacin reproductora como un mero registro fiel del objeto? Toda captacin de un objeto implica la perspectiva desde la cual se aprehende. Por todo ello, y de acuerdo con nuestra tesis sobre el psiquismo, concluimos que es preciso abandonar la distincin entre imaginacin reproductora y creadora en cuanto artificial e inconsistente. La imaginacin es un conjunto de actividades mltiples, es una estructura procesual compleja, integrada al dinamismo psquico que se presenta como un fluir total, indivisible, continuo, nico. En la presente investigacin partiremos de la siguiente nocin de imaginacin: la imaginacin es una funcin psquica compleja, dinmica, estructural; cuyo trabajo consistente en producir en sentido amplio- imgenes, puede realizarse provocado por motivaciones de diverso orden: perceptual, mnmico, racional, instintivo, pulsional, afectivo, etc.; consciente o inconsciente; subjetivo u objetivo (entendido aqu como motivaciones de orden externo al sujeto, sean naturales o sociales). La actividad imaginaria puede ser voluntaria o involuntaria, casual o metdica, normal o patolgica, individual o social. La historicidad le es inherente, en cuanto es una estructura procesal perteneciente a un individuo. La imaginacin puede operar volcada hacia o subordinada a procesos eminentemente creativos, pulsionales, intelectuales, etc.; o en ocasiones es ella la dominante y, por ende, gua los otros procesos psquicos que en estos momentos se convierten en sus subalternos. La imaginacin acta en diversos niveles y contextos. En la vida de vigilia participa en perceptos, recuerdos, conceptos, lenguaje, en el ensueo, en el sueo, en la creacin artstica o en la invencin cientfica; en las creencias colectivas (mitos), en los proyectos utpicos. En rigor, no queda rincn de la actividad humana que no est penetrado por procesos imaginantes.

* 1

Lapoujade, M. (1988) Introduccin. La nocin de imaginacin, en Filosofa de la imaginacin, Siglo XXI, Mxico. W. James, Compendio de psicologa, cap. XI, pp. 185-186. 2 P. Guillaume, Manual de psicologa, ca. VI. E. Heidbreder, Psicologas del siglo veinte. 3 En el captulo sobre la concepcin kantiana de la imaginacin, planteamos una crtica a Kant, de acuerdo con esta premisa, captulo 3. 4 E. Husserl, cf., Mditation cartsiennes, Mditation II, 14. 5 En este punto tenemos una discrepancia radical con el planteamiento de Sartre sobre la imaginacin, en cuanto en sus obras dedicadas al tema rechaza lo inconsciente. Sartre parte de la premisa de que imaginar es tener conciencia de la imagen, con lo cual margina el aporte de la imaginacin inconsciente, o en rigor, del trabajo consciente de la imaginacin. 6 San Agustn, en Las confesiones, vincula muy estrechamente imaginacin y memoria. Kant establece explcitamente en su Antropologa la distincin entre imaginacin creadora y reproductora. Posteriormente, Bergson en el captulo II de Materia y memoria insiste en su concepcin de la imaginacin como memoria imaginativa, acentuando as el nexo entre imaginacin y memoria. Pero adems agrega Bergson, la imaginacin participa en el proceso perceptivo tornando familiar, recognoscible, el percepto. As la tarea de la imaginacin reproductiva es la de enriquecer con imgenes el proceso perceptivo y la evocacin del recuerdo. Si bien Bergson profundiz en el examen de la imaginacin, en su concepcin aparece aun como subalterna a la percepcin y a la memoria, careciendo de vuelo relativamente autnomo. Por esta razn considero pertinente la crtica que en Las estructuras antropolgicas de lo imaginario Durand dirige a Bergson en cuanto ste no liber completamente la imagen del papel subalterno que la obligaba a ocupar la psicologa clsica (op.cit., Introduccin, p.18).