El Centurión
El Centurión
El Centurión
Yo soy Silvio, centurin, es decir, jefe de una centuria romana, un grupo de hombres encargados de custodiar a nuestras autoridades y mantener el orden en el pueblo de Israel, bajo nuestro dominio.
Voy a contar la historia de un hombre justo, que muri a causa del temor y la envidia de los sumos sacerdotes quienes estuvieron de acuerdo en eliminarlo.
Yo soy el centurin que estuvo a cargo del grupo de soldados que se encargaron de la ejecucin de este hombre.
Jess el Nazareno: crucificado. Causa de la condena: rebelda, quiso hacerse rey. Firm la sentencia: Poncio Pilato.
Tomado de los archivos del Sanedrn: Jess al que llaman Cristo condenado por blasfemia confes ser Hijo de Dios. Firma. El presidente del consejo: Caifs.
Aun recuerdo claramente aquel da en el que Pilato queriendo satisfacer al pueblo, dej libre a barrabas y a este hombre lo mando a azotar, recib la orden de azotarle e inmediatamente mande que se aplicara el castigo , uno d mis hombres tomo un ltigo y teniendo listo al hombre para azotarle, comenz.
Y sigui hundiendo su ltigo hasta que se cans, pero de aquel hombre, no se escuch queja alguna, ni grito de dolor, ni reproche. Despus de esto, Pilato lo entrego para que fuera crucificado. Los soldados lo llevaron al patio interior llamado pretorio y llamaron a todos sus compaeros, lo vistieron con una capa roja y... ...uno de ellos le hizo un peculiar regalo. -ahora recuerdo, tu dices ser el rey de los judos, y que le falla a un rey sino su corona! Y tomando unas ramas con espinas trenzo una corona la cual poso sobre su cabeza, inmediatamente la sangre corri por su rostro. Despus se pusieron a saludarle burlndose de l y dicindole. -viva el rey de los judos y le golpeaban la cabeza con una caa, lo escupan y luego arrodillndose le hacan reverencias. Despus de burlarse de l y ponerle sus ropas, los soldados lo sacaron fuera para crucificarlo.
Llevamos a este hombre a un lugar llamado el calvario, le hicimos que cargara con la cruz grande y pesada en la que habra de morir. cuando llegamos preparamos todo para la ejecucin, yo mismo me encargue personalmente de clavarle en la cruz, tom un martillo y un clavo grande, y burlndome con saa lo prepare en su mano y lo hund con todas mis fuerzas. -que sientes rey de los judos! - acaso no sientes dolor - toma y sufre, ja,ja,ja,ja Lo mismo hice con la otra mano y sus pies, inmediatamente di la orden de levantar la cruz que en la que se encontraba EL REY DE LOS JUDIOS! | Y as permaneci junto con otros dos ladrones que haban sido crucificados junto con el. Me quede junto ala cruz vigilando y no se porque pero algo me hizo sentirme intranquilo, perturbado, como si este hombre no fuera igual a otros.
En mi interior yo senta cosas extraas, me daba lastima ver como sufra este hombre, pues yo vi mucha gente sanada por el, mucha gente le segua porque era considerado como un profeta, pero de todas estas cosas, nos prohiban hablar a nosotros los soldado romanos. En mi interior yo deca -vamos, si eres el hijo de Dios, por que no bajas de esa cruz !por que si eres justo, mueres por los pecadores! Mire su rostro, que me miraba, pero sin odio, era una mirada distinta a las dems, hasta que comprend que me deca con su mirada. ! Si no bajo de esta cruz ES POR AMOR A TI! Comprenda esto cuando de pronto este hombre grit. Padre en tus manos encomiendo mi espritu! Un inmenso escalofro recorri todo mi cuerpo. Y muy tarde comprend que este hombre Verdaderamente era el hijo de Dios! Sent que mi mundo se acababa y una inmensa desesperacin se apodero de mi. No poda creerlo, esto no poda haber sido real. Yo haba matado al hijo de Dios! A Jess de Nazaret! -Noooo... grite desesperado. PERDONAME JESS PERDONAME, PORQUE DEJASTE QUE TE CRUCIFICARA, perdn Jess perdn. Corr como un loco sin saber a donde ir, corr hasta caer desfallecido por el cansancio, ca de rodillas y no supe mas de mi, hasta que este hombre ya haba sido sepultado. Junto con su pueblo, todos rechazamos a este hombre porque su bondad, su verdad y su libertad fastidiaban demasiado. Hoy reconozco mi culpa por haber contribuido a esta muerte. El resucito segn cuentan sus discpulos, dicen que lo han visto. Hoy se que el me perdon, porque no haba querido reconocerle, y tambin se que har lo mismo contigo si le reconoces COMO EL HIJO DE DIOS CMO TU SALVADOR! EL SALVADOR DEL MUNDO!