LAS RAMAS DEL SAUCE - Presentación
LAS RAMAS DEL SAUCE - Presentación
LAS RAMAS DEL SAUCE - Presentación
Griselda Tarrag
Rosario, 2011
ndice
PRESENTACIN DE LA COLECCIN ................................................... Agradecimientos............................................................................................. SIGLAS Y ABREVIATURAS MS UTILIZADAS ................................... INTRODUCCIN ......................................................................................... CAPTULO I Argentina e Italia antes del Estado-nacin...................................................... CAPTULO II Marinos genoveses en el Plata. In tempo di guerra, pi bugie che terra ........ CAPTULO III No hay mal que dure cien aos. Santa Fe y el Litoral de los Ros entre 1810 y 1840 ............................................................................................. CAPTULO IV Genoveses en la Pampa Gringa, 1840-1860 ................................................... PALABRAS FINALES .................................................................................. ANEXO I Censo de italianos de Rosario - 1855 .............................................................. ANEXO II Registro de embarcaciones y pasajeros desde el puerto de Gnova con destino Buenos Aires y Montevideo, 1823 -1842 ......................................
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Griselda Tarrag
vimiento de derechos humanos en Santa Fe durante el ltimo cuarto del siglo XX y su base es, como en el caso del libro de Larker, una Tesis con la cual Luciano Alonso obtuvo tambin el grado de Magster en Historia Social por la Facultad de Humanidades y Ciencias de la Universidad Nacional del Litoral. Uno de los rasgos fuertes de la convocatoria Espacio Santafesino 2010 es la voluntad de difundir estos trabajos de la manera ms gil y profusa posible. Los libros circularn materializados en papeles y tintas pero, por aquel motivo, tambin lo harn en soportes dciles al intercambio electrnico. Es muy posible entonces que estos libros de historia impulsados por los mismos promotores de la convocatoria lleguen hasta lectores que de otro modo no los hojeran en una librera. Para ellos, para quienes que por primera vez abren las pginas de un libro producido por historiadores de Universidad, tambin llamados historiadores acadmicos, unas palabras: a pesar de su aspecto (hemos decidido no quitar las notas a pie, imprescindibles para quienes quieren saber dnde se apoya un autor cuando realiza una afirmacin o refiere un debate) estos libros son como todos los libros. Estn disponibles para entrar y salir, para leerlos de un tirn o a saltos, para encontrarse o desencontrarse, para curiosear, para aprender, para disentir, para alegrarse, para enojarse y hasta para dejarlos por all. Sus autores han expuesto las historias que cuentan con claridad: por lo tanto, el lector no especializado puede leerlas de un tirn sin detenerse en las noticias que, al pie de la pgina y en una tipografa ms pequea, constituyen pistas que un investigador deja para que otros, si quieren, puedan confirmar informacin o seguir un rastro. Las ltimas lneas de esta presentacin estn destinadas a satisfacer una curiosidad legtima: por qu el nombre de la coleccin? El ttulo deba reunir varios atributos. En la bsqueda, lo urgente fue encontrar imgenes y sonidos familiares. La mencin de Las ramas del sauce concita, para m, la evocacin de un rbol visto desde siempre, ramas que se mecen con el viento, imgenes de infancia que resisten bien el paso del tiempo; tambin un sonido literario, la trampa de la poesa de Juanele, palabras de un litoral de varios ros, de ros a dos orillas, de una regin gualamba. Sauces de letras que Saer prologaba en Juanele y retrataba en sus propios libros, entre la ciudad y las islas, como nadie. Pero haba ms. La eleccin termin de confirmarse gracias a los atributos del propio sauce, cuyos caminos mucho tienen que ver con los ros y con nuestra propia manera de comprender la historia. La presencia de este rbol extraordinario en el litoral paranaense es fuerte. A orillas del Paran y de los ros que le alcanzan sus aguas, muchas variedades de sauce parecen haber encontrado un sitio preferente para aferrarse y, a veces, tenemos la paradjica impresin de que una barranca del Carcara, por ejemplo, no se desmorona solamente porque un sauce la sujeta con sus races: una extraa fuerza parece emerger del rbol, mediador entre el agua, el aire, la tierra
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y el cielo. Tan obstinada, tan pertinente es su integracin con nuestros ros y sus orillas que, desprevenidos, podramos pensar que es tpico de la zona. Pero a poco de indagar, es maravilloso, descubrimos que su resuelta identificacin con estos paisajes desafa con firmeza estos supuestos: el sauce es una de las plantas ms extendidas en todo el planeta y ha adquirido formas muy diversas. Bajo esta designacin conviven ms de trescientas especies, y todas se han adaptado bien a los sitios donde gobierna la humedad; el sauce es un migrante, pero tambin es un gnero, una de las formas que adquiere la vida vegetal sobre la tierra; es el resultado de muchas migraciones; de dnde proviene?, nadie lo sabe a ciencia cierta, quizs solo de andar de ro en ro. El mismo nombre abriga especies de aspectos dismiles; ha transitado todas las literaturas. Lo han cantado en espaol pero tambin en alemn, en japons o en mandarn, entre otros idiomas. Casi todos los sauces tienen propiedades medicinales y, la madera de todas sus variedades ha sido utilizada para la construccin y para la guerra, para la combustin y para la pesca. Por todo esto, el sauce y sus ramas de donde surge su proyeccin pero tambin sus retoos, dctiles para reproducir la especie constituyen una metfora preciosa sobre un modo de imaginar la historia de cualquier territorio y de su gente; resume todo lo que hay de universal en un paisaje que, a nuestros ojos, es tpico, particular; sugiere que la fuerza de lo local no debe buscarse en lo nico, sino en la variedad y en lo sorprendente de las combinaciones, en los traslados, en las transferencias, en la belleza que resulta de provisorias formaciones de constelaciones de elementos que han atravesado tiempos y espacios. Ojal estos libros que publicamos gracias al apoyo de Espacio Santafesino sean solo los cuatro primeros de una serie que, imaginamos, continuar. En el nombre, como se advierte, est contenido el deseo y la posibilidad de que as sea. Daro G. Barriera, Rosario, agosto de 2011