Economia Consulta
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Manual
Gins de Rus Mendoza, Ofelia Betancor Cruz y Javier Campos Mndez estn vinculados al Departamento de Anlisis Econmico Aplicado de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria (Espaa). Este trabajo fue financiado con apoyo del Fondo General de Cooperacin de Espaa (FGCE; operacin ATN/FG-9422-RS, proyecto RS-T1207), coordinado por Juan Benavides (Especialista Senior de Infraestructura del Departamento de Desarrollo Sostenible) y liderado por el Catedrtico Gins de Rus Mendoza. Este documento se publica con el nico objetivo de contribuir al diseo y evaluacin de proyectos de transporte en Amrica Latina y el Caribe. As pues, no refleja la postura oficial del Banco Interamericano de Desarrollo. Publicacin del Banco Interamericano de Desarrollo, noviembre de 2006 Gerente a.i., Departamento de Desarrollo Sostenible: Antonio Vives Jefe, Divisin de Infraestructura y Mercados Financieros: Pietro Masci Esta publicacin se puede obtener en: Publicaciones de Infraestructura y Mercados Financieros Divisin de Infraestructura y Mercados Financieros Banco Interamericano de Desarrollo 1300 New York Avenue, N.W. Washington, D.C. 20577 Mail Stop W-0508 Correo electrnico: sds/[email protected] Fax: 202-623-2157 Sitio web: http://www.iadb.org/sds/ifm Catalogacin proporcionada por la Biblioteca Felipe Herrera del Banco Interamericano de Desarrollo Rus, Gins de. Manual de evaluacin econmica de proyectos de transporte / Gins de Rus Mendoza, Ofelia Betancor Cruz, Javier Campos Mndez. p.cm Includes bibliographical references. 1. TransportationEconomic aspectsEvaluationHandbooks, manuals, etc. 2. Economic development projectsEvaluationHandbooks, manuals, etc. I. Betancor, Ofelia. II. Campos-Mndez, Javier. III. Inter-American Development Bank. Sustainable Development Dept. HE151 R87 2006 388 R87-----dc22
Prlogo
El sector de transporte tendr una importancia creciente en la regin ante la necesidad de integrar fsicamente los mercados internos de los pases y facilitar el comercio exterior. El BID espera consolidar su trayectoria de apoyo al sector de vialidad, que incluye, entre otras intervenciones, los programas de caminos rurales y los programas de mantenimiento y rehabilitacin de autopistas y redes secundarias; as como tambin espera extender y profundizar su contribucin en la prestacin de servicios logsticos y transporte multimodal para promover la competitividad de centros urbanos y espacios subnacionales y facilitar el acceso de transporte a la mayora. Los mayores impactos del Banco en el sector de transporte se han logrado cuando las operaciones y los esfuerzos de capacitacin de los equipos tcnicos gubernamentales han ido de la mano. Con esto en mente, se ha preparado este Manual que dota tanto al BID como a los gobiernos de sus pases prestatarios de una herramienta de evaluacin gil de proyectos de transporte, consistente con los avances en la economa aplicada, las lecciones aprendidas internacionalmente y la necesidad de elegir los mejores proyectos presentados a su consideracin. El Manual es autocontenido, est orientado a las aplicaciones en todos los modos de transporte y utiliza profusamente ayudas pedaggicas (diagramas, cuadros de resumen, ejemplos de aplicacin y estudios de caso detallados). Adems, aconseja aproximaciones plausibles cuando la informacin sobre el proyecto analizado es escasa o de baja calidad. No es fcil lograr un resultado de las caractersticas enunciadas. El BID ha tenido la suerte de contar con el concurso de un grupo internacionalmente reconocido de investigadores del Departamento de Anlisis Econmico Aplicado de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria, que conjuga tanto rigor como experiencias en el terreno, en muchos pases y en todos los modos de transporte. Agradecemos al Fondo de General de Cooperacin de Espaa (FGCE) el apoyo financiero para desarrollar este til producto que esperamos difundir ampliamente en Amrica Latina y el Caribe. Antonio Vives Gerente, a.i. Departamento de Desarrollo Sostenible
iii
Agradecimientos
Agradecemos los comentarios de los participantes en el seminario sobre evaluacin econmica de proyectos de transporte celebrado en el Banco Interamericano de Desarrollo el 12 de septiembre de 2006. En el trabajo de campo de los tres casos que se incluyen en el captulo quinto hemos contado con el apoyo y colaboracin inestimables de Esteban Diez-Roux, Nstor Roa y Alejandro Taddia. Agradecemos especialmente a Juan Benavides su asesoramiento y orientacin durante los trabajos previos y en la redaccin de la versin final del Manual. Gins de Rus Mendoza Ofelia Betancor Cruz Javier Campos Mndez Octubre de 2006 Universidad de Las Palmas de Gran Canaria
Tabla de contenidos
PRLOGO . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . III AGRADECIMIENTOS . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . V
CAPTULO 2. METODOLOGA . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 1 9
2.1. EL MODELO BSICO . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .21 2.1.1. EL MODELO DE EVALUACIN . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .21 2.1.2. EL VALOR ACTUAL NETO DE UN PROYECTO . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .23 2.1.3. LA RELACIN ENTRE EL VAN SOCIAL Y EL VAN FINANCIERO . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .27 2.1.4. EL FLUJO DE BENEFICIOS Y COSTES EN EL VAN. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .28 2.2. MEDICIN DE BENEFICIOS Y COSTES . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .29 2.2.1. BENEFICIOS Y COSTES DE UN PROYECTO DE TRANSPORTE . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .30 2.2.2. FUNDAMENTOS DE LA MEDICIN DE BENEFICIOS SOCIALES EN EL TRANSPORTE . . .30 2.2.4. ASPECTOS DINMICOS: DEMANDA Y COSTES CON Y SIN PROYECTO . . . . . . . . . . . . . .40 2.3. INCERTIDUMBRE Y CRITERIOS DE DECISIN. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .44 2.3.1. LA INCERTIDUMBRE EN LOS PROYECTOS DE TRANSPORTE . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .44 2.3.2. MODELIzACIN DE LA INCERTIDUMBRE. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .46 2.3.3. CRITERIOS DE DECISIN BAJO INCERTIDUMBRE . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .49 2.3.4. LA DECISIN DE RETRASAR UN PROYECTO . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .53 2.4. COMPLETANDO EL MODELO BSICO . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .57 2.4.1. LIMITACIONES DEL MODELO BSICO . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .57 2.4.2. PRECIOS-SOMBRA . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .57 2.4.3. TASA SOCIAL DE DESCUENTO . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .61 2.4.4. MEDICIN MONETARIA DEL COSTE DE LOS ACCIDENTES Y DE LOS IMPACTOS MEDIOAMBIENTALES . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .63 2.4.5. DEBEN INCLUIRSE LOS EFECTOS INDIRECTOS DEL PROYECTO? . . . . . . . . . . . . . . . . . .67 2.4.6. INCENTIVOS Y CONTRATOS . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .68 2.4.7. BENEFICIOS Y BENEFICIARIOS: EFICIENCIA Y EqUIDAD . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .72
vii
3.3. MTODOS ALTERNATIVOS . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .92 3.3.1. CLCULO DEL VAN SOCIAL MEDIANTE CAMBIOS EN LA DISPOSICIN A PAGAR Y EN LOS RECURSOS UTILIzADOS . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .92 3.3.2. CALCULO DEL VAN FINANCIERO USANDO MAGNITUDES MONETARIAS . . . . . . . . . . . .96
viii
ndice de figuras
FIGURA 2.1. ESTRUCTURA TEMPORAL DE UN PROYECTO: BENEFICIOS Y COSTES . . . . . . . . . .24 FIGURA 2.2. RELACIN ExISTENTE ENTRE EL VAN SOCIAL Y EL VAN FINANCIERO . . . . . . . . .25 FIGURA 2.3. BENEFICIOS SOCIALES DE UN PROYECTO DE TRANSPORTE (I) . . . . . . . . . . . . . . . .32 FIGURA 2.4. BENEFICIOS SOCIALES DE UN PROYECTO DE TRANSPORTE (II) . . . . . . . . . . . . . . . .33 FIGURA 2.5. BENEFICIOS SOCIALES CUANDO ExISTE UN IMPUESTO UNITARIO . . . . . . . . . . . . .34 FIGURA 2.6. BENEFICIOS SOCIALES CUANDO ExISTE UNA ExTERNALIDAD NEGATIVA . . . . . .35 FIGURA 2.7. MEDICIN DE BENEFICIOS SOCIALES: EL CASO GENERAL . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .37 FIGURA 2.8. BENEFICIOS SOCIALES: EqUIVALENCIA DE LAS DOS APROxIMACIONES . . . . . . . .38 FIGURA 2.9. BENEFICIOS INICIALES DEL PROYECTO (AO T ) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .41 FIGURA 2.10. BENEFICIOS DEL PROYECTO Y CAMBIOS EN LA DEMANDA (AO T +1 ) . . . . . . .42 FIGURA 2.11. BENEFICIOS DEL PROYECTO Y CAMBIOS EN LOS COSTES (AO T ) . . . . . . . . . . .43 FIGURA 2.12. BENEFICIOS DEL PROYECTO Y CAMBIOS EN LOS COSTES (AO T +1) . . . . . . . . .43 FIGURA 2.13. FUENTES DE INCERTIDUMBRE EN EL CLCULO DEL VAN . . . . . . . . . . . . . . . . . . .45 FIGURA 2.14. DISTRIBUCIONES DE PROBABILIDAD MS HABITUALES . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .47 FIGURA 2.15. RECHAzAR SIEMPRE UN PROYECTO (CASO 1) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .50 FIGURA 2.16. ACEPTAR (CONDICIONALMENTE) UN PROYECTO (CASO 2) . . . . . . . . . . . . . . . . . .50 FIGURA 2.17. ACEPTAR, RECHAzAR O REVISAR UN PROYECTO (CASO 3) . . . . . . . . . . . . . . . . . .51 FIGURA 2.18. UN PROYECTO ES SIEMPRE PREFERIBLE A OTRO (CASO 4) . . . . . . . . . . . . . . . . . . .52 FIGURA 2.19. LA DECISIN DEPENDE DEL RESULTADO FINANCIERO (CASO 5). . . . . . . . . . . . . .52 FIGURA 2.20. LA DECISIN DEPENDE DEL RIESGO (CASO 6) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .53 FIGURA 2.21. EJEMPLO: UN PROYECTO DE INFRAESTRUCTURA PORTUARIA . . . . . . . . . . . . . . .55 FIGURA 2.22. DOS CASOS POSIBLES: BENEFICIOS ALTOS O BAJOS . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .55 FIGURA 3.1. SITUACIN ACTUAL Y PROYECTO PROPUESTO . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .77 FIGURA 3.2. EVOLUCIN DEL TRFICO ESPERADO CON PROYECTO . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .83 FIGURA 3.3. DISTRIBUCIN DE PROBABILIDAD DEL VAN SOCIAL . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .85 FIGURA 3.4. DISTRIBUCIN DE PROBABILIDAD DEL VAN FINANCIERO . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .89 FIGURA 3.5. MEDICIN DE LOS BENEFICIOS SOCIALES POR DOS APROxIMACIONES . . . . . . . .93 FIGURA 5.1. DISTRIBUCIN DE PROBABILIDAD DE LOS COSTES DE CONSTRUCCIN . . . . . . .135 FIGURA 5.2. TASAS ALEATORIAS DE CRECIMIENTO DE LA DEMANDA . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .136 FIGURA 5.3. DISTRIBUCIONES DE PROBABILIDAD DEL VAN SOCIAL . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .142 FIGURA 5.4. NIVELES DE ACCIDENTALIDAD EN LA CARRETERA FLORIANPOLIS-OSRIO .149 FIGURA 5.5. DISTRIBUCIN DEL TRFICO POR TIPO DE VEHCULO Y SEGMENTO . . . . . . . . .150 FIGURA 5.6. DISTRIBUCIONES DE PROBABILIDAD UTILIzADAS (MODELO 2) . . . . . . . . . . . . . . .152 FIGURA 5.7. COMPARACIN DE PREDICCIONES DE DEMANDA. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .153 FIGURA 5.8. DISTRIBUCIONES DE PROBABILIDAD EN EL CLCULO DEL VALOR DEL TIEMPO . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .155 Manual de evaluacin econmica de proyectos de transporte ix
FIGURA 5.9. DISTRIBUCIONES DE PROBABILIDAD DEL VAN SOCIAL . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .157 FIGURA 5.10. ESTRUCTURA DEL SISTEMA BRT DE MANAGUA . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .161 FIGURA 5.11. PROYECCIN DE LA DEMANDA CON Y SIN PROYECTO . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .165 FIGURA 5.12. TASAS DE CRECIMIENTO DE LA DEMANDA . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .165 FIGURA 5.13. DISTRIBUCIONES DE PROBABILIDAD DEL VAN SOCIAL Y DEL VAN FINANCIERO: BRT-MANAGUA . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .170
ndice de cuadros
CUADRO 1.1. PRINCIPIOS ECONMICOS EN LA EVALUACIN DE PROYECTOS . . . . . . . . . . . . . .3 CUADRO 2.1. CRITERIOS DE DECISIN EN AUSENCIA DE INCERTIDUMBRE . . . . . . . . . . . . . . . .26 CUADRO 2.2. PRINCIPALES BENEFICIOS Y COSTES EN PROYECTOS DE TRANSPORTE . . . . . . . .30 CUADRO 2.3. CRITERIOS DE DECISIN BAJO INCERTIDUMBRE . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .49 CUADRO 3.1. VALORES NUMRICOS PROPUESTOS PARA EL PROYECTO . . . . . . . . . . . . . . . . . . .83 CUADRO 3.2. COMPONENTES DE LOS BENEFICIOS SOCIALES MEDIANTE LA APROxIMACIN DEL CAMBIO EN LOS ExCEDENTES . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .86 CUADRO 3.3. VAN SOCIAL Y FINANCIERO DEL PROYECTO . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .88 CUADRO 3.4. VALORES CRTICOS EN EL CLCULO DEL VAN FINANCIERO . . . . . . . . . . . . . . . . .90 CUADRO 3.5. EFECTOS DE LAS VARIABLES ALEATORIAS SOBRE EL VAN ESPERADO . . . . . . . . .90 CUADRO 3.6. COMPONENTES DE LOS BENEFICIOS SOCIALES MEDIANTE LA APROxIMACIN DEL CAMBIO EN LA DISPOSICIN A PAGAR Y LOS RECURSOS. . . . . . . . . . .94 CUADRO 3.7. CLCULO DEL VAN FINANCIERO ESPERADO (EN TRMINOS NOMINALES) . . . .96 CUADRO 4.1. ESTIMACIONES DE LA ELASTICIDAD-PRECIO POR MODO DE TRANSPORTE . .105 CUADRO 4.2. ESTIMACIONES DE LA ELASTICIDAD-PRECIO POR MOTIVO DE VIAJE . . . . . . . .106 CUADRO 4.3. ELASTICIDADES CRUzADAS ENTRE MODOS DE TRANSPORTE . . . . . . . . . . . . . .107 CUADRO 4.4. ELASTICIDADES-TIEMPO SEGN MEDIO Y MOTIVO DE VIAJE . . . . . . . . . . . . . . .108 CUADRO 4.5. CLASIFICACIN DE TIEMPOS DE VIAJE: TRANSPORTE DE PASAJEROS . . . . . . . .112 CUADRO 4.6. ESTIMACIONES DEL VALOR DEL TIEMPO EN AMRICA LATINA . . . . . . . . . . . . .113 CUADRO 4.7. VALOR DEL TIEMPO COMO PORCENTAJE DEL SALARIO MEDIO (CHILE) . . . . .113 CUADRO 4.8. VALOR DEL TIEMPO EN EL TRANSPORTE DE PASAJEROS (EUROPA) . . . . . . . . . .114 CUADRO 4.9. VALOR DEL TIEMPO EN EL TRANSPORTE DE MERCANCAS (EUROPA) . . . . . . .115 CUADRO 4.10. VALOR DEL TIEMPO EN EE.UU. (COMO PORCENTAJE DEL SALARIO) . . . . . . . .115 CUADRO 4.11. DISTINTOS COMPONENTES DEL COSTE DE LOS ACCIDENTES. . . . . . . . . . . . . .116 CUADRO 4.12. VALORES DE UNA VIDA ESTADSTICA (VOSL) EN EUROPA . . . . . . . . . . . . . . . . .117 CUADRO 4.13. VOSL MEDIO POR PASES CON DATOS DISPONIBLES . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .118 CUADRO 4.14. VOSL: ESTIMACIONES PARA AMRICA LATINA. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .118 CUADRO 4.15. COSTES MEDIOAMBIENTALES EN TRANSPORTE Y SUS IMPACTOS . . . . . . . . . .119 CUADRO 4.16. COSTES MEDIOAMBIENTALES DEL TRANSPORTE: ALEMANIA Y SUIzA (1998) 121 CUADRO 4.17. COSTE DE LAS EMISIONES DEL TRANSPORTE POR CARRETERA . . . . . . . . . . . .122 CUADRO 4.18. VARIABLES USADAS EN LA DEFINICIN DE ECUACIONES VELOCIDAD-FLUJO . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .126 CUADRO 4.19. ECUACIONES VELOCIDAD-FLUJO EN EL REINO UNIDO . . . . . . . . . . . . . . . . . . .127 CUADRO 4.20. NIVELES DE SERVICIO EN LAS CARRETERAS DEL REINO UNIDO. . . . . . . . . . . .127 CUADRO 4.21. NIVELES DE SERVICIO EN TERMINALES AEROPORTUARIAS . . . . . . . . . . . . . . .129
xi
CUADRO 5.1. NIVELES DE TRFICO REALES EN LA RUTA (1999) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .134 CUADRO 5.2. ALTERNATIVAS DE INTERVENCIN Y COSTES DE CONSTRUCCIN ESTIMADOS . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .134 CUADRO 5.3. ESTIMACIN DE LOS COSTES DE MANTENIMIENTO DE LA CARRETERA . . . . .137 CUADRO 5.4 TIEMPOS DE VIAJE ESPERADOS POR TRAMO Y PARA CADA ALTERNATIVA (HORAS). . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .138 CUADRO 5.5. VALORES INICIALES DEL TIEMPO DE VIAJE (POR HORA) . . . . . . . . . . . . . . . . . . .139 CUADRO 5.6. BENEFICIOS SOCIALES ESPERADOS DEL PROYECTO: RESUMEN (VALORES DESCONTADOS EN DLARES DE 2008) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .140 CUADRO 5.7. BENEFICIOS Y COSTES SOCIALES DESAGREGADOS (EN VALOR ESPERADO) . . .141 CUADRO 5.8. RESUMEN POR AOS DE LOS BENEFICIOS Y COSTES ESPERADOS DEL PROYECTO (ALTERNATIVA 1) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .143 CUADRO 5.9. RESUMEN POR AOS DE LOS BENEFICIOS Y COSTES ESPERADOS DEL PROYECTO (ALTERNATIVA 2) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .144 CUADRO 5.10. RESUMEN POR AOS DE LOS BENEFICIOS Y COSTES ESPERADOS DEL PROYECTO (ALTERNATIVA 3) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .145 CUADRO 5.11. CARACTERSTICAS DE LA CARRETERA FLORIANPOLIS-OSRIO . . . . . . . . . .146 CUADRO 5.12. COSTES DE CONSTRUCCIN DESAGREGADOS . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .148 CUADRO 5.13. BENEFICIOS SOCIALES ESPERADOS DEL PROYECTO . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .156 CUADRO 5.14. RESUMEN POR AOS DE LOS BENEFICIOS Y COSTES ESPERADOS DEL PROYECTO (MODELO 1) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .158 CUADRO 5.15. RESUMEN POR AOS DE LOS BENEFICIOS Y COSTES ESPERADOS DEL PROYECTO (MODELO 2) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .159 CUADRO 5.16. DISTRIBUCIN TEMPORAL DE LOS COSTES DE INVERSIN . . . . . . . . . . . . . . .162 CUADRO 5.17. FLOTA DE AUTOBUSES REqUERIDA PARA OPERAR EL SISTEMA BRT . . . . . . . .163 CUADRO 5.18. COSTE MEDIO ANUAL DE OPERACIN Y MANTENIMIENTO . . . . . . . . . . . . . .163 CUADRO 5.19. TIEMPOS DE VIAJE CON Y SIN PROYECTO PARA UN VIAJERO MEDIO . . . . . . .166 CUADRO 5.20. BENEFICIOS SOCIALES ESPERADOS DEL PROYECTO (VALORES DESCONTADOS EN DLARES DE 2008) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .169 CUADRO 5.21. RESUMEN POR AOS DE LOS BENEFICIOS Y COSTES ESPERADOS DEL PROYECTO . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .172
xii
xiii
Captulo 1.
Lecciones aprendidas
1.
Los proyectos deben ser evaluados, a pesar de las dificultades Un proyecto de inversin estndar en infraestructuras de transporte rene varias caractersticas: alto coste de la inversin inicial, indivisibilidades, irreversibilidad de la inversin, riesgo de demanda; y por tanto, incertidumbre asociada al resultado esperado del proyecto; y finalmente, posibilidad de posponer la inversin. La decisin de invertir no es generalmente del tipo ahora o nunca.
Las caractersticas mencionadas resaltan la importancia de la evaluacin econmica ex ante de los proyectos de inversin. Si la inversin es irrecuperable una vez concluida la construccin de la infraestructura, y si existe incertidumbre sobre los beneficios de dicha inversin durante la vida econmica del proyecto, la identificacin y cuantificacin de los flujos de beneficios y costes del proyecto puede aportar informacin muy til a la agencia pblica responsable sobre la conveniencia de realizar la inversin. 2. El objetivo de la evaluacin es distinguir los buenos de los malos proyectos A pesar del desarrollo notable de la teora y tcnicas de evaluacin, en la prctica es frecuente que las agencias pblicas responsables de acometer o financiar proyectos de inversin en infraestructuras, estn constreidas por dos tipos de limitaciones: escasez de informacin relevante sobre los efectos de los proyectos, y recursos tcnicos limitados para realizar una evaluacin en profundidad.
Bajo estas circunstancias siempre es til la realizacin de una primera evaluacin econmica que, aceptando la existencia de estas limitaciones, permita arrojar algo de luz sobre los efectos ms relevantes de los proyectos y su magnitud, con el fin de filtrar los que, con muy baja probabilidad, suponen una contribucin positiva al bienestar social, de los que son probablemente buenos proyectos y que mereceran un anlisis ms detallado si esto fuese factible. Este Manual no persigue conocer con exactitud cul es la rentabilidad econmica de los proyectos evaluados. Su aspiracin es ayudar a la seleccin de los buenos proyectos. El objetivo de este Manual es esencialmente distinguir si un proyecto es bueno o malo desde una perspectiva socio-econmica, sin pretender exactitud en la determinacin de su tasa interna de rendimiento. Ni la incertidumbre asociada al proceso de evaluacin (datos incompletos o de dudosa calidad, o dificultades para determinar a priori los efectos del proyecto), ni la asociada al proyecto evaluado (variaciones en la demanda y costes) permiten aspirar a la determinacin exacta del valor actual neto (VAN) ex ante del proyecto. . La evaluacin resulta ms til cuando se cumplen algunas condiciones previas La metodologa del anlisis coste-beneficio convencional es til cuando se cumplen varias condiciones que hacen permisible la utilizacin del equilibrio parcial y la esttica comparativa: 1. En primer lugar, el proyecto debe ser pequeo,1 en el sentido de que sus efectos ms significativos puedan circunscribirse al mercado primario y a unos pocos mercados relacionados con impactos fcilmente identificables y significativos. 2. En segundo lugar, que existan mercados para los outputs del proyecto, o no existiendo mercados se disponga de tcnicas para valorarlos con ciertas garantas. 3. En tercer lugar, que las incertidumbres cientficas sean tolerables y los periodos de tiempo en los que hay que evaluar no sean exageradamente prolongados. Cuando no se cumplen estas condiciones la metodologa se torna ms especulativa, la incertidumbre hace que los resultados probables entren en un rango excesivamente amplio y pierdan valor prctico2
1 2
Johansson, P-O (1993): Cost-Benefit Analysis of Environmental Change. Cambridge University Press. Comentarios de E.M. Gramlich en el Werner Sichel Economics-Seminar Series (Western Michigan University, octubre 2002).
.
Los resultados econmicos y financieros del proyecto no pueden independizarse El anlisis coste-beneficio no debe limitarse a la cuantificacin de los beneficios y costes sociales, con independencia de sus resultados financieros. Un proyecto puede producir el mayor beneficio social neto cuando el precio es cero, y sin embargo ser financieramente inviable cuando la situacin presupuestara aconseja que el usuario pague. Las implicaciones financieras de las distintas alternativas de precios que un proyecto admite es un output de la evaluacin que debe acompaar al VAN social del proyecto. Evaluar distintas alternativas tarifarias y comparar su impacto sobre el VAN social y financiero arroja informacin muy til sobre el trade-off entre rentabilidad econmica y viabilidad financiera, que raramente el agente decisor puede ignorar.
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El riesgo debe incorporarse estructuralmente al anlisis desde el comienzo El optimismo en la prediccin de la demanda y la subestimacin de los costes son dos caractersticas que se repiten con demasiada frecuencia en los proyectos de transporte. Si la incertidumbre asociada a la demanda de transporte y a los costes de construccin y operacin desaconseja trabajar con variables deterministas, parece conveniente estructurar la evaluacin utilizando rangos de posible variacin aleatoria de estas variables en lugar de valores fijos que pueden dar la falsa sensacin de certeza en los resultados finales. Dado su carcter general y persistente en los proyectos de transporte, parece aconsejable incorporar la incertidumbre y el anlisis de riesgo en el modelo bsico desde el principio de la evaluacin, y no limitarlo a un ltimo captulo o apndice del Manual.
6.
El ACB debe usarse como herramienta para el diseo y dimensionamiento del proyecto La metodologa de anlisis contenida en este Manual est concebida para ayudar a la toma de decisiones. Es un instrumento de anlisis, no un requisito administrativo que hay que superar para que el BID apruebe un proyecto. Si este Manual se convierte en un requisito burocrtico habra perdido todo su potencial como herramienta de anlisis econmico. Por ello, el reto consiste en que el sistema de incentivos asociado al proceso de evaluacin de inversiones favorezca la utilizacin del Manual en su concepcin original, es decir, como ayuda a la toma de decisiones en beneficio del inters general de la sociedad.
7.
Los costes y beneficios reales dependen de la estructura de contratos e incentivos y no del ACB La evaluacin econmica tiene como finalidad estimar el beneficio neto esperado de los proyectos de inversin, pero el que se materialice o no dicho beneficio ex ante a lo largo de la vida del proyecto depender en gran medida de los contratos y del sistema de incentivos que se utilice para la fase de construccin y, posteriormente, para la explotacin de la infraestructura correspondiente. Un sistema de incentivos inadecuado puede elevar los costes de mantenimiento, o que la empresa encargada de la explotacin de la infraestructura no la conserve en las condiciones pactadas, elevando, por ejemplo, los costes operativos de los vehculos y el nmero de accidentes, de manera que el VAN calculado en la evaluacin se reduzca o incluso se haga negativo. La evaluacin econmica es ms til y menos especulativa si incorpora la discusin sobre los contratos que van a utilizarse durante la vida del proyecto.
8.
Hay que identificar los perdedores y su poder para vetar o distorsionar el proyecto Hay proyectos cuyos costes y beneficios suelen repartirse entre la poblacin sin originar problemas de equidad significativos. Otros proyectos perjudican o benefician de manera asimtrica segn el nivel de renta o la zona geogrfica.
Este Manual no aborda de manera explcita la ponderacin de los beneficios segn el grupo afectado, considerando que es preferible identificar, cuando sea pertinente, los grupos relevantes afectados y desagregar beneficios y costes por grupos y zonas geogrficas, de manera que los responsables de tomar la decisin sobre la aprobacin o rechazo del proyecto, tengan junto con el efecto sobre la eficiencia, las repercusiones distributivas que suponen su ejecucin. Adems de incrementar la informacin para la toma de decisiones, esto puede permitir identificar quines deben ser compensados y quines pueden contribuir en su caso a la financiacin del proyecto. 9. Deben fijarse metas realistas en la medicin de los impactos medioambientales Finalmente, este Manual aspira a cuantificar los efectos relevantes de los proyectos para llegar a un rango de valores actuales netos y sus probabilidades de ocurrencia. Con este fin se miden cambios en los tiempos de viaje, accidentes o ruido. Sin embargo, este Manual no contempla el escenario en el que absolutamente todo es cuantificable, y aunque anima a incluir los estudios de valoracin medioambiental disponibles que tengan un mnimo de fiabilidad, considera preferible incluir una descripcin cualitativa solvente de un impacto sobre el paisaje o la fauna, asociado a la posible construccin de una infraestructura, que incluir el coste monetario de dicho impacto obtenido en un ejercicio de valoracin medioambiental que no ofrezca garantas.3
Aunque creo en que es factible la utilizacin de la valoracin contingente para medir el valor que las personas conceden al medio ambiente, no defiendo un estrecho anlisis coste-beneficio para todas las decisiones pblicas que afectan al medio ambiente, ni sugiero que todo puede o debera cuantificarse. Habr casos en los que la informacin es inadecuada, exista demasiada incertidumbre, o las consecuencias demasiado profundas o complejas para reducirlas a un nmero. Hanemann, W.M. (1994): Valuing the Environment through Contingent Valuation, Journal of Economic Perspectives 8 (4): 19-43.
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Antes de aplicar las tcnicas y mtodos de evaluacin econmica conviene analizar las distintas alternativas disponibles para alcanzar el mismo objetivo. Los errores ms notorios en la evaluacin de proyectos no surgen de la aplicacin de tcnicas estadsticas inadecuadas sino de un anlisis inadecuado de las alternativas disponibles. La definicin del proyecto y sus lmites debe realizarse tratando de evitar dos errores: Primero, delimitar bien el proyecto que se somete a evaluacin. A veces un proyecto est integrado por dos o ms proyectos, unos rentables y otros no, proyectos perfectamente separables, y que al ir unidos su rentabilidad social media positiva, oculta proyectos que no deben realizarse. Segundo, cuando se presenta un proyecto incompleto, separado de otras actuaciones que se requieren para que el proyecto sea operativo (un puerto sin su carretera de acceso), debe tenerse en cuenta esta carencia, ya que su rentabilidad puede parecer mayor de lo que en realidad es.
El caso base es lo que ocurrira si el proyecto no se realizase: a veces la referencia relevante es no hacer nada; en otros casos, hacer algo. Por ejemplo, si el proyecto consiste en mantener una carretera, no hacer nada puede ser el caso base, mientras que si lo que se evala es la construccin de una nueva carretera que sustituya a la antigua, el caso base es hacer algo, ese algo es el mantenimiento que se seguira haciendo si no se construyera la nueva para evitar un deterioro mayor. En estas circunstancias, utilizar como caso base no hacer nada elevara artificialmente los beneficios del proyecto. Asimismo, si la demanda estuviese creciendo a un ritmo determinado como consecuencia de los incrementos de poblacin y renta, en la evaluacin del nuevo proyecto de inversin en nueva infraestructura que afecta a la existente, habra que partir de la demanda prevista sin el proyecto y, sobre dicha demanda, calcular los cambios producidos por la situacin con el proyecto. Slo el incremento de trfico sobre el proyectado podra tratarse como demanda generada. LECCIN 2 En la evaluacin debe compararse la situacin con proyecto con la situacin sin proyecto: para evaluar los cambios que supone su ejecucin hay que predecir qu hubiese ocurrido si el proyecto no se hubiese realizado Cuando un proyecto de transporte reduce el precio generalizado y aumenta la cantidad demandada durante la vida til del mismo, hay que pensar que se ha producido un cambio de equilibrio que puede modificar sensiblemente las reducciones de coste inicialmente estimadas. La reduccin inicialmente prevista del tiempo en la utilizacin de la infraestructura como consecuencia de un proyecto, puede ser muy diferente de la que finalmente se produzca dependiendo de cmo reaccione la demanda, y los costes, una vez que se cambia el equilibrio inicial. La mayora de los proyectos de transporte implican la reduccin del coste de desplazar personas y bienes. El coste del transporte se reduce con inversiones en capacidad o nuevos trazados o instalaciones que permiten aumentar la productividad. En la cuantificacin de los ahorros esperados no basta comparar los costes de las dos tecnologas o de los dos niveles de capacidad, hay que predecir cul ser el comportamiento de la demanda y cmo el nuevo equilibrio determina los costes unitarios relevantes para la comparacin. El tiempo que un usuario invierte en utilizar el servicio o la instalacin de que se trate, por ejemplo una carretera, viene determinado tanto por la oferta como por la demanda. Para una capacidad determinada, el coste medio puede ser constante o creciente cuando aumenta el nmero de usuarios. En el equilibrio todos los usuarios invierten el mismo tiempo. Un proyecto que reduce el coste de transporte beneficia a los usuarios Manual de evaluacin econmica de proyectos de transporte 7
existentes en la reduccin de dicho coste si la cantidad demandada no aumenta como consecuencia del ahorro de tiempo. El beneficio final del proyecto depende de cmo la demanda generada al interactuar con la oferta afecta al coste medio de desplazamiento. A menos que la demanda sea fija, los ahorros de costes para los usuarios existentes no dependen slo de la inversin (nueva tecnologa, ampliacin de capacidad, etc.), sino que el comportamiento de la demanda tambin es fundamental para determinar finalmente el beneficio social del proyecto. Con una demanda perfectamente elstica el beneficio de la ampliacin de capacidad es nulo (suponiendo un ajuste automtico al equilibrio inicial). Podra pensarse que invertir en capacidad en estas circunstancias es siempre una mala poltica, sin embargo si se cobrase el coste marginal a los usuarios de la carretera se podran materializar los beneficios sociales de proyectos de inversin cuando la demanda latente es suficiente para saturar la capacidad al coste inicial. LECCIN La rentabilidad social y la financiera estn estrechamente ligadas con la poltica de precios que se utilice durante la vida del proyecto La decisin de inversin y la poltica de precios que se va a aplicar durante la vida del proyecto no pueden separarse. El VAN social y el financiero dependen de la poltica de precios que se utilice. Tres aspectos a tener en cuenta relacionados con la tarificacin por el uso de las infraestructuras de transporte son los siguientes: 1. Para un nivel dado de renta, poblacin y preferencias, el precio determina la cantidad demandada y esto afecta a los costes y beneficios. Decidir el tamao de la infraestructura y posteriormente plantearse si se cobra o no por su uso es invertir el proceso lgico. En primer lugar hay que saber si se va a cobrar o no, y con qu estructura de precios, lo que afectar a la prediccin de la demanda por el uso de la infraestructura y consecuentemente al tamao ptimo de la misma y a los beneficios y costes esperados. 2. La participacin privada en la construccin y explotacin de los proyectos de infraestructuras depende del VAN financiero. Los resultados financieros del proyecto dependen de los precios de acceso y utilizacin a la infraestructura, pero tambin el VAN social depende de dichos precios. Cuando las indivisibilidades son altas y la inversin irreversible, los costes marginales de utilizacin de la capacidad son bajos con lo que es muy probable que haya que enfrentarse a la disyuntiva entre rentabilidad financiera y social al fijar los precios de utilizacin. 3. Incluso cuando existen fondos pblicos disponibles para financiar el dficit de los proyectos socialmente rentables pero comercialmente deficitarios, existe un lmite a la cantidad de dinero pblico que debe destinarse a los mismos. Dicho lmite viene impuesto por el precio-sombra de los fondos pblicos. Cuando el proyecto slo tiene un nico resultado eficiente posible, el criterio de aceptacin se reduce a comprobar si la rentabilidad social por unidad monetaria invertida es superior al precio-sombra de los fondos pblicos. Incluso cuando un proyecto presenta un VAN social mayor que cero, habra que contemplar, como si fuesen otros proyectos, distintas polticas de precios. En presencia de restricciones presupuestarias, se trata de seleccionar los proyectos que generen un VAN social mayor, siempre que el volumen de inversin que implican sea compatible con los fondos pblicos disponibles. A veces se evala como si los proyectos tuviesen un nico VAN; sin embargo, en muchos proyectos pueden obtenerse varios resultados en funcin del nivel de servicio ofrecido o del precio cobrado. LECCIN Si la incertidumbre de costes y demanda caracteriza a los proyectos de inversin en transportes, el mtodo de evaluacin debe incorporarla Un proyecto tpico de inversin en infraestructuras de transporte conlleva obras que duran varios aos y una vida de la infraestructura que supera fcilmente los cincuenta aos. Predecir con mnimo error los costes de
construccin y mantenimiento de la infraestructura y, sobre todo, predecir con exactitud la demanda y los beneficios esperados durante la vida del proyecto es simplemente imposible. Si la realidad no nos ofrece valores deterministas es preferible evaluar incorporando la incertidumbre desde el comienzo. En lugar de utilizar variables deterministas, en este Manual se opta por la utilizacin de distribuciones de probabilidad para las variables determinantes de la rentabilidad del proyecto. No conocemos la demanda del proyecto, pero podemos, basndonos en la mejor informacin disponible, conjeturar dentro de qu rango y con qu probabilidad se comportar la cantidad demandada. De esta manera, si bien no obtendremos un valor nico para la rentabilidad esperada del proyecto, podremos tener una distribucin de probabilidad de los valores actuales netos esperados, dados los valores plausibles de las variables claves del proyecto. Las reglas de decisin apenas varan y el decisor obtiene una informacin muy valiosa, a bajo coste, sobre el riesgo del proyecto y no slo sobre su rentabilidad media. La obtencin de un nico VAN puede dar una sensacin de certidumbre errnea sobre la rentabilidad del proyecto. Un valor positivo para el VAN social esperado puede ser compatible con un conjunto de valores actuales netos negativos. Conocer que estos existen y la probabilidad asociada a su ocurrencia es una informacin til para la toma de decisiones. LECCIN Utilizar el coste de oportunidad de los recursos no debe ocultar las condiciones de mercado en las que se desenvolver el proyecto Si bien buscamos el coste de oportunidad del recurso y no su valor histrico o una anotacin puramente contable, hay que tener en cuenta el contexto y las restricciones que afectan al proyecto. La finalidad de utilizar precios-sombra es la de reflejar el verdadero coste de utilizar los recursos empleados en el proyecto. Sin embargo, los ajustes para convertir precios de mercado de los inputs en precios-sombra no deberan ignorar el contexto en el que el proyecto surge y se aplica, y las restricciones del mundo real en las que el proyecto se materializa. Al calcular la distribucin de probabilidad del VAN social empleando precios-sombra, debe tenerse en cuenta previamente cules sern las implicaciones financieras de dichos resultados y cules sern las restricciones en dicho mbito durante la vida del proyecto. La utilizacin de precios-sombra exige tener en cuenta qu ocurrir posteriormente durante la vida del proyecto. El uso de precios-sombra puede convertir en econmicamente viables proyectos que seran rechazados utilizando precios de mercado. Un ejemplo que ilustra este problema es el siguiente: se est considerando la construccin de un puerto en una zona de desempleo estructural. Ante dos alternativas de inversin posibles, una intensiva en capital y otra ms intensiva en trabajo, el uso de precios-sombra para el factor trabajo podra convertir en socialmente ms rentable la construccin del puerto menos capital-intensivo y ms demandante de mano de obra en su explotacin. Una vez construido el puerto, se entrega a la autoridad portuaria correspondiente con el objetivo comercial de cubrir costes de acuerdo con los precios de mercado. La paradoja surge al situar al puerto en una posicin de desventaja con respecto a los puertos competitivos de orientacin capital-intensiva. Si la autoridad portuaria no recibe una subvencin equivalente, que abarate el uso de factor trabajo (tal como se hizo en la evaluacin ex ante), perder trafico en beneficio de otros puertos ms eficientes. En la evaluacin de este proyecto pueden ser utilizados precios-sombra, incluso en el caso de que no existan subvenciones destinadas a la reduccin de los salarios de mercado. Ahora bien, si el puerto va a ser explotado posteriormente con criterios de mercado, la demanda debera estimarse con los precios que corresponden a los costes obtenidos con los inputs valorados a precios de mercado.
De igual manera, habra que considerar el efecto de la opcin tecnolgica inducida por los precios-sombra sobre competitividad del puerto. El hecho de tener que competir en el mercado internacional con instalaciones capital intensivas sera una restriccin esencial a considerar durante la evaluacin del proyecto con preciossombra, especialmente al predecir la demanda. LECCIN 6 No todo impuesto es una transferencia, ni toda transferencia debe ignorarse Una regla que se repite con frecuencia en la prctica del ACB es que los impuestos y subvenciones son transferencias de renta y que, por tanto, no cuentan en la evaluacin econmica de proyectos. Esta regla, aunque generalmente cierta, puede conducir a error. Las transferencias generalmente se compensan en el ACB y por tanto no afectan al VAN, sin embargo no siempre lo que aparece como impuesto o subvencin es una transferencia, y a veces las transferencias tambin han de contabilizarse. La confusin en torno al tratamiento de los impuestos y subvenciones en el ACB procede de las dos maneras en que pueden expresarse las corrientes monetarias de factores utilizados y productos (a coste de los factores y a precios de mercado) y las dos aproximaciones metodolgicas para calcular el VAN del proyecto (mediante suma de excedentes4 y mediante cambios en la utilizacin de recursos y en la disposicin a pagar). El expresar todos los inputs y outputs del proyecto a precios de mercado o a coste de factores (restando impuestos y sumando subvenciones) no afecta al resultado porque se trata de una simple eleccin del numerario en el que se expresan las unidades fsicas de factores utilizados y productos o servicios obtenidos. En este Manual preferimos expresar los costes y beneficios a precios de mercado5 y, posteriormente, realizar las correcciones oportunas si estos precios no reflejan el coste de oportunidad. Es decir, la cuestin fundamental no es el numerario en el que expresamos las corrientes reales de recursos empleados y de productos obtenidos, sino reflejar lo ms exactamente posible el coste de oportunidad de los recursos empleados (o liberados) por el proyecto y el valor social de los bienes obtenidos (o perdidos) con el proyecto. Partiendo de todos los inputs y outputs expresados a precio de mercado sin inflacin, veamos algunos casos en los que los impuestos (o subvenciones) no se descuentan: 1. Cuando el impuesto es un instrumento para internalizar una externalidad. El impuesto en este caso refleja un coste social, que aparece reflejado en el precio de mercado, y no es una transferencia de renta. Al incluirlo, hay que evitar la doble contabilizacin que significara cuantificar separadamente el impacto negativo de la externalidad. 2. Cuando el bien o servicio es de nueva creacin, la recaudacin impositiva es un cambio en la disposicin a pagar, al igual que los ingresos o el excedente del consumidor. Descontarlo slo estara justificado en el caso de prdida equivalente de impuestos en otra actividad nacional, lo que no tiene por qu ocurrir por ejemplo, cuando existen diferencias en los tipos impositivos afectados, cuando la actividad desviada era produccin extranjera o cuando la actividad primaria es generada pura.6
Cuando se suman excedentes hay riesgo de doble contabilizacin, especialmente cuando el cambio de utilidad se mide mediante la variacin compensatoria en preferencias declaradas y las preguntas no son suficientemente claras con respecto a qu se incluye en la disposicin a pagar. Si en las preguntas no se ha pedido al individuo que excluya los cambios en renta e impuestos en la suma de todas las variaciones compensatorias estar incluido el cambio en el excedente de los productores (vase Johansson, P-O (1993): Cost-Benefit Analysis of Environmental Change. Cambridge University Press). 5 que a su vez pueden expresarse en unidades monetarias constantes (en trminos reales) o en unidades monetarias corrientes (en trminos monetarios incluyendo la inflacin). 6 Vase Abelson, P. y Hensher, P. (2001): Induced Travel and User Benefits: Clarifying Definitions and Measurement for Urban Road Infrastructure, en Hensher D. y K. Button (eds.): Handbook of Transport Systems and Traffic Control, Handbooks in Transport, 3, Elsevier / Pergamon.
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3. Cuando el precio del factor (impuesto incluido) refleja su coste de oportunidad. ste es el caso de los inputs escasos que el proyecto desva de otras actividades productivas y para los que el precio de mercado refleja el valor de la produccin perdida en el mejor uso alternativo. El descontar el impuesto del precio del input que el proyecto utiliza desvindolo de otra actividad productiva ignorara que el coste de oportunidad de dicho input es la disposicin a pagar de la empresa reflejada en el precio de mercado, impuesto incluido. Este caso muestra que si bien el impuesto sobre la renta de las personas fsicas es una transferencia, debe incluirse en el coste de oportunidad de utilizar el factor en el proyecto, ya que siendo una transferencia, representa al mismo tiempo parte del valor de la produccin perdida en la actividad econmica de la que desviamos dicho factor. 4. Cuando, como consecuencia del proyecto, se expande o contrae la produccin en mercados secundarios competitivos en los que existen impuestos y subvenciones que no reflejan externalidades. Si como consecuencia del proyecto, existen mercados relacionados con el mercado primario en los que se desplaza su demanda debido a relaciones de complementariedad o sustituibilidad, se producir un cambio en la recaudacin impositiva. El cambio neto de recaudacin refleja un cambio en la utilizacin de recursos o un aumento en la disposicin a pagar, y si su magnitud se estima significativa y la informacin disponible lo permite habra que incluirlos en el proyecto. LECCIN 7 El empleo es un coste, no un beneficio Si por razones de desempleo el coste es inferior al precio del mercado, el beneficio social de emplear a desempleados quedar reflejado en la evaluacin mediante la utilizacin del precio-sombra. La creacin de empleo significa que se utilizan recursos en el proyecto, lo que no es un beneficio sino un coste. Es cierto que un proyecto de inversin en una zona con paro involuntario tiene la virtud de emplear a parados con coste de oportunidad muy alejado del salario de mercado; sin embargo, en los costes del proyecto se habr computado el empleo del trabajador no a su valor de mercado, sino a un precio-sombra inferior al salario. La idea general que puede ayudar a evitar confusiones y doble contabilizacin es distinguir entre outputs, los productos o servicios que se obtienen gracias al proyecto, e inputs, que son los factores que la sociedad emplea para obtener los outputs, y que por tanto no pueden ser utilizados en satisfacer otras necesidades. Considerar la utilizacin de factor trabajo como un beneficio en lugar de un coste es confundir productos con factores. Si como consecuencia del bajo coste de oportunidad del factor trabajo corregimos el salario a la baja, el beneficio aparecer en el VAN del proyecto. Todo lo dems es doble contabilizacin. LECCIN 8 Los proyectos justificados por los efectos indirectos que producen tienden a ser malos proyectos ex post La regla ms habitual con respecto a los efectos indirectos es ignorarlos, ya que la medicin de los beneficios en el mercado primario afectado por el proyecto es suficiente para capturar los cambios de bienestar producidos. Esta regla general se basa en un supuesto fuerte: el resto de la economa opera en mercados competitivos en cuyo equilibrio la disposicin a pagar marginal es igual al coste de oportunidad del bien. Cuando existen distorsiones (externalidades, impuestos o poder de mercado, por ejemplo) esta igualdad no se cumple y los efectos indirectos s deberan contabilizarse. La no contabilizacin de los efectos indirectos no tiene necesariamente por qu perjudicar al proyecto. El resultado neto depende de los mercados secundarios afectados por su relacin con el proyecto, de la magnitud del efecto, del signo del impacto (complementariedad o sustituibilidad) y del signo de la distorsin. En mercados competitivos, sin cambio de precios, los efectos indirectos no deben incluirse ya que, generalmente, el efecto de un aumento o disminucin de la demanda en los mismos, por la complementariedad o sustituibilidad del bien o servicio analizado en el mercado primario, supone un ajuste marginal en dichos mercados, que absorber el aumento de demanda con un aumento de recursos igual al aumento de ingresos, sin que se produzca cambio alguno en el excedente social.
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Uno de los resultados ms conocidos, en la evaluacin de proyectos de inversin en infraestructuras de transporte es que, si los efectos derivados de la mejora de los servicios de transporte, repercuten en mercados competitivos que utilizan dichos servicios como un input, podemos concentrar el esfuerzo de evaluacin en el mercado primario de transporte afectado por el cambio, ignorando lo que ocurre en los mercados que utilizan dichos servicios. Lo anterior no quiere decir que las empresas que en otros mercados utilizan los servicios de transporte no se beneficien del proyecto que reduce el coste de transporte, ni tampoco que los consumidores no se beneficien de precios ms bajos; se trata simplemente de evitar contabilizar dos veces el mismo efecto, ya que los beneficios de la reduccin de dicho coste fueron evaluados en el mercado primario de transporte. Suponiendo que disponemos de informacin en ambos mercados, podemos medir el efecto en el mercado primario, o alternativamente en el secundario, pero no sumar ambos (error por doble contabilizacin). En la prctica, es ms sencillo medir el efecto en el mercado primario, ya que son varios los mercados secundarios que utilizan el transporte. Mercados para los que, generalmente, es mas complicado y costoso obtener la informacin necesaria. Un resultado muy interesante y til en la evaluacin de proyectos de inversin que reducen el coste de transporte consiste en que podemos concentrar nuestra atencin en el mercado en el que se produce dicha reduccin del coste de transporte y medir en este mercado el beneficio del proyecto, sin tener que preocuparnos de los cambios que se producen en los otros mercados (siempre que stos sean competitivos), que utilizan el servicio de transporte y en los que cambiar la cantidad de equilibrio como consecuencia del proyecto de inversin causante de la reduccin del coste. LECCIN 9 El efecto multiplicador puede ignorarse y los efectos locales de las infraestructuras son difciles de predecir a priori El efecto multiplicador del proyecto sobre la economa puede ignorarse. En realidad los fondos pblicos invertidos en cualquier otro proyecto produciran el efecto macroeconmico de generacin de actividad econmica superior a la cuanta inicial de la inversin. Si con la evaluacin econmica se trata de identificar y cuantificar los efectos incrementales del proyecto con respecto al caso base, podemos suponer que el caso base ya tiene el mismo efecto multiplicador porque el importe de la inversin se habra destinado a otro proyecto en cualquier caso. Podra discutirse que el efecto multiplicador no tiene por qu ser idntico en todas las actuaciones del gobierno, pero con las restricciones de datos y recursos para realizar la evaluacin parece razonable ignorar este efecto y concentrarse en los elementos determinantes de la rentabilidad social de los proyectos. En cuanto a los efectos territoriales, la evidencia no es concluyente para defender los proyectos de infraestructuras de transporte en general como elementos de desarrollo regional, al menos aisladamente y sin especificar qu tipo de infraestructura, especialmente en lo que se refiere a su capacidad de articular el territorio de la regin objetivo. La localizacin de empresas y el aumento de la actividad econmica es uno de los argumentos ms utilizados en la defensa de proyectos de inversin en grandes infraestructuras que reducen los costes de transporte. Se supone que la construccin de autopistas o lneas ferroviarias que reduzcan los costes de transporte desde una regin pobre a otra regin ms desarrollada permitir un mayor crecimiento econmico gracias a la facilidad de exportar y al mayor atractivo de la regin pobre para que se instalen nuevas empresas. Este argumento no est respaldado por la evidencia emprica. La mejora en las carreteras, lneas frreas, puertos o aeropuertos benefician a los dos sentidos en que puede realizarse el desplazamiento, no estando claro si la reduccin de costes de transporte puede tener el efecto deseado en la regin pobre. Los modelos que tratan de explicar la localizacin espacial de la actividad econmica incluyen industrias con rendimientos crecientes, competencia imperfecta y la existencia de costes de transporte. A las ventajas comparativas hay que aadir diferencias en las dotaciones iniciales, y las caractersticas del mercado de trabajo para explicar por qu difieren las regiones centrales y las perifricas. 1 2 Manual de evaluacin econmica de proyectos de transporte
Cuando los costes de transaccin y los de transporte son muy altos, es rentable para las empresas instalar sus centros de produccin en varias regiones. El trade-off se produce entre las prdidas de economas de escala y de aglomeracin y las ganancias derivadas de evitar los altos costes de transporte. El grado de flexibilidad de los salarios y la movilidad de los trabajadores son dos variables esenciales para explicar si cabe esperar mayor concentracin o mayor dispersin de la actividad econmica, en los procesos de integracin econmica.7 La sobreestimacin de los beneficios esperados de la inversin en grandes infraestructuras puede tener inters para los poderes locales o los grupos de presin que desean que el proyecto se apruebe en su regin; sin embargo, desde una perspectiva de conjunto, no parece razonable introducir como beneficios unos efectos de localizacin de empresas ms que dudosos y que podran incluso ocurrir en la direccin contraria de lo inicialmente previsto. La denominada nueva geografa econmica ha puesto de manifiesto que el efecto de la reduccin de los costes de transporte en las regiones menos desarrolladas, no slo depende de las caractersticas del proyecto, sino tambin del entorno econmico. LECCIN 10 Los proyectos ms grandes y los de ltima tecnologa no son necesariamente los mejores La inversin en infraestructuras y, mejor an, en grandes infraestructuras, suele encontrar un amplio respaldo social. La actitud poltica favorable a las grandes obras de ingeniera civil y cierta mitificacin de la tecnologa, han alimentado la creencia consistente en que cualquier inversin en infraestructuras es deseable, especialmente si incorpora la ltima tecnologa disponible. Parece como si los beneficios que se derivan para la economa fuesen independientes de los problemas concretos que resuelve dicha inversin. Grandes proyectos de inversin en infraestructuras estn asociados en la mente de la mayora a la creacin de riqueza y a la recuperacin de las regiones ms pobres. Aunque as ocurra en muchos casos, los economistas tienen hoy una visin ms equilibrada del papel que desempean las infraestructuras en el funcionamiento del aparato productivo. Ms equilibrada, porque el grueso de la primera oleada de trabajos que investigaban sobre la relacin entre crecimiento econmico e infraestructuras sobrestim la magnitud de la contribucin del capital pblico al crecimiento. Ms recientemente, las nuevas aportaciones han permitido matizar la entusiasta visin inicial, recordando que una cosa es el rendimiento medio y otra el marginal, que las direcciones de causalidad son discutibles, y que el efecto depende del tipo de actuacin concreta que se realice, lo que exige una aproximacin menos agregada y ms microeconmica. Existe evidencia de que la inversin pblica en infraestructuras contribuye al crecimiento. El resultado ms general, aunque no el nico, es que existe una correlacin positiva entre la dotacin de capital pblico y el crecimiento, siendo la magnitud del impacto sensible a la dotacin inicial. En general, puede afirmarse que los pases ms desarrollados y equipados de capital pblico muestran efectos positivos mayores en la fase de capitalizacin ms intensa que tiene lugar antes de los aos setenta. Las dos razones que explican este hecho son: En primer lugar, la mayor homogeneizacin de la provisin de capital pblico a partir de dicha fecha, y En segundo lugar, la naturaleza de red de la mayora de las infraestructuras pblicas, lo que implica un mayor efecto en la fase inicial de instalacin que en fases posteriores de ampliacin.
Los resultados obtenidos presentan una gran variabilidad: el rango de las elasticidades obtenidas es tan amplio que abarca desde efectos positivos no crebles, dadas las tasas internas de rendimiento del capital que implican, hasta efectos negativos. Los resultados no son independientes del stock de capital existente. Las
Vanse Ottaviano, G.I. y Puga, D. (1998): Agglomeration in the Global Economy: a Survey of the New Economic Geography, World Economy, 21, 707-731; Puga, D. (2002): European Regional Policies in Light of Recent Location Theories, Journal of Economic Geography 2: 373-406; Vickerman, R. Spiekermann, K. y Wegener, M. (1999): Accessibility and Economic Development in Europe. Regional Studies 33 (1): 1-15.
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variables utilizadas para medir el output que proporcionan las infraestructuras son muy imperfectas. Las especificaciones de las funciones que se utilizan con generalidad suponen implcitamente que una unidad monetaria invertida en una infraestructura de transporte tendr el mismo efecto en cualquier espacio con independencia de sus caractersticas geogrficas, grado de congestin y dotacin de infraestructuras existente en los distintos espacios. Entre los mltiples problemas economtricos que se detectan en esta literatura, existe uno derivado de la dificultad de identificar las dos razones por las que se invierte en infraestructuras. Las dos buscan un mayor crecimiento de la produccin, pero su signo en los coeficientes estimados de una funcin de produccin como las que se utilizan habitualmente es distinto. Si una mayor dotacin se traduce en mayor crecimiento, el signo esperado de la elasticidad es positivo; sin embargo, si se invierte en infraestructuras por motivos de equidad territorial, el signo esperado sera negativo: a menor renta mayor inversin. La interpretacin de un nico coeficiente carecera de sentido econmico. Ms an, si muchas infraestructuras se construyen como consecuencia de los requerimientos de la mayor actividad econmica, la direccin de causalidad se invierte y un nico coeficiente estara recogiendo efectos diversos y de signo contrario. Existen otros problemas que se derivan de una reflexin microeconmica de este tipo de estudios agregados en los que en los inputs sumamos carreteras con aeropuertos, presas y red de alta tensin, y en el output slo tenemos lo que se registra en la contabilidad nacional como produccin, excluyendo por tanto la variacin en el nmero de accidentes, parte de los cambios en la calidad, ahorros de tiempo y algunas externalidades, muy importantes en los proyectos de transporte. Adems de los efectos ms llamativos a corto plazo, la inversin en infraestructuras resuelve problemas de crecimiento a largo plazo al elevar la productividad del capital privado y al constituirse en un factor de produccin ms, por el que en algunos casos no se paga segn se usa sino a travs del sistema impositivo. No es infrecuente que se acometan proyectos cuya rentabilidad social ex ante es negativa. En este caso, las infraestructuras reducen el nivel de bienestar social, al constituirse en una carga, en sus gastos de construccin, explotacin y mantenimiento para el conjunto de la sociedad, que no recibe a cambio beneficios que compensen la renuncia a consumo presente o a otros proyectos de inversin pblica o privada que necesariamente han dejado de acometerse. LECCIN 1 1 Hay un sesgo histrico y sistemtico a la subestimacin de costes y la sobrestimacin de demanda en transporte Disponemos de evidencia que respalda la argumentacin anterior: se realizan proyectos que no deberan haberse realizado. Existe un sesgo sistemtico en la prediccin de la demanda y en el presupuesto de los costes que van en la direccin anteriormente mencionada. En el estudio realizado por Flyvbjerg, Skamris y Buhl,8 consistente en comparar los costes presupuestados y los reales en 258 grandes proyectos de infraestructura (ferrocarril, puentes, tneles y carreteras) en veinte pases diferentes durante setenta aos, concluyeron que 9 de cada 10 proyectos presentaban costes mayores que los presupuestados (desviacin media: +28%). En el caso de los ferrocarriles (desviacin media: +45%); en tneles y puentes (desviacin media: +34%); y para las carreteras (desviacin media: +20%). Estas desviaciones se mantienen los ltimos setenta aos, lo que quiere decir que no se aprende con el paso del tiempo.
Flyvbjerg, B. Skamris, M.K. y Buhl, S.L. (2003): What Causes Cost Overrun in Transport Infrastructure Projects?, Transport Reviews 24 (1): 3-18.
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Igual ocurre con la demanda. Skamris y Flyvbjerg9 analizan 41 proyectos para detectar las desviaciones en los costes y la demanda. Su estudio incluye grandes proyectos de infraestructura y datos propios para Dinamarca. Los resultados muestran un sesgo no aleatorio en favor de los proyectos al producirse una desviacin entre prediccin y realidad que tiende sistemticamente a predecir niveles de demanda muy superiores a los que despus se materializan y a estimar costes muy inferiores a los que se incurre con posterioridad. Las desviaciones sistemticas elevan la rentabilidad ex ante de los proyectos, lo que lgicamente favorece la construccin de obras que no son socialmente rentables. La infraestructura innecesaria o inadecuada suele ser desproporcionada con relacin a la necesidad que pretende resolver, es muy costosa y generalmente irreversible. Evitar este tipo de obra no es demasiado sencillo a menos que se modifiquen los incentivos actuales. Mientras decisin y financiacin estn separadas y no exista responsabilidad real sobre la mala asignacin de los fondos pblicos, es difcil evitar que se acometan proyectos que benefician a sus promotores a un coste excesivo para el conjunto de la economa. Reforzar el papel de la evaluacin por agencias independientes y reclamar responsabilidad financiera a la institucin que toma la decisin de inversin podra ayudar a evitar los errores ms obvios y costosos. En general, para que la poltica de infraestructuras beneficie a la mayora de los ciudadanos, se requieren tres condiciones: 1. que los proyectos de inversin se sujeten a criterios estrictos de evaluacin econmica; 2. que se disee un mecanismo institucional que impida la disociacin actual entre decisin de inversin y financiacin; 3. que para su construccin, operacin y mantenimiento, participe el capital privado, mediante contratos que repartan el riesgo de una manera eficiente, y que permitan los precios mas bajos posibles para su utilizacin o la menor carga a los contribuyentes. Para obtener el mximo beneficio social de la inversin en infraestructuras no basta con acometer proyectos que sean tcnicamente atractivos y viables, ni siquiera es suficiente que su rentabilidad social sea positiva. Una inversin en infraestructuras con fondos pblicos limitados exige elegir los mejores proyectos entre los buenos, y una vez aprobados, que su construccin, mantenimiento y operacin se realicen en el marco de contratos diseados para asegurar que los usuarios y contribuyentes no paguen ms de lo estrictamente necesario, sin que se comprometa la participacin privada en el largo plazo. A veces ocurre que con la informacin disponible y con las tcnicas de prediccin y evaluacin a nuestro alcance la rentabilidad esperada (ex ante) no se corresponde con la rentabilidad alcanzada (ex post). En proyectos de inversin en grandes infraestructuras, cuya vida alcanza los treinta o cuarenta aos, es posible que algunos proyectos no sean socialmente rentables ex post. Cuando la rentabilidad social es negativa, conocida ex ante, y a pesar de ello se acomete la ejecucin, hay que indagar sobre las causas que provocan que en el sector pblico se tomen deliberadamente decisiones que reducen el bienestar social. Por qu se realizan proyectos con rentabilidad social negativa? Bajo el supuesto de que el gobierno persigue el inters general, existen en general tres explicaciones posibles de por qu se llevan a cabo obras faranicas o elefantes blancos:10
9
Skamris, M.K. y Flyvbjerg, B. (1997): Inaccuracy in Traffic Forecasts and Cost Estimates on Large Transport Projects Transport Policy 4 (3): 141-146. 10 Utilizamos aqu el concepto de obra faranica o el de elefante blanco para referirnos a los proyectos excesivos, muy costosos en su construccin y posterior explotacin y poco justificados desde el inters general.
1
1. La primera se produce por el conflicto de intereses entre el mbito local y el global. Una autoridad pblica local, guiada por el inters de la comunidad a la que representa, tendra incentivos para acometer proyectos que no son socialmente deseables desde una visin global de la regin o nacin, siempre que sobre dicha comunidad local beneficiaria del proyecto no recayese la carga financiera del mismo y no sufriese los efectos negativos asociados a su puesta en marcha. 2. La segunda explicacin se fundamenta en que algunos proyectos producen beneficios a grupos privados que no han de hacer frente a los costes de ejecucin y explotacin del proyecto. El hecho de que el sector privado se beneficie de la ejecucin del proyecto es lo normal y deseable en la mayora de los grandes proyectos de inversin en infraestructura, al constituirse en un factor de produccin ms por el que generalmente no se paga o, al elevar la productividad de los factores de produccin privados. El problema surge cuando estos beneficios estn lejos de justificar el coste de la inversin que supone el proyecto y, sin embargo, ste se lleva adelante por la presin de dichos grupos privados. 3. La tercera posible explicacin est ligada a la existencia de proyectos transfronterizos cuyos beneficios netos son positivos en el mbito supranacional (Amrica Latina) pero cuya distribucin por pases es desigual e impide que lo que globalmente es bueno para el conjunto tambin lo sea en el mbito nacional (o al menos as se perciba). Estos proyectos son especialmente interesantes desde la perspectiva de la integracin econmica regional y su evaluacin ha de realizarse con atencin a la distribucin de los beneficios y cuidando que la contribucin financiera nacional y multilateral responda al reparto territorial de las ganancias. 4. Finalmente, una explicacin econmico-poltica de porqu se construyen proyectos con rentabilidad social negativa reside en la dificultad de realizar promesas crebles al electorado a cambio de votos, y como en estas circunstancias construir un elefante blanco es una forma de asegurarse los votos del grupo favorecido por el proyecto ineficiente, ya que es poco probable que el poltico que representa a otro grupo mantenga dicho proyecto ineficiente en funcionamiento. Una forma despilfarradora de redistribucin de renta basada en que la naturaleza altamente ineficiente de dichos proyectos es lo que los convierte en polticamente atractivos.11 LECCIN 1 2 Debe asegurarse lo mejor de la participacin privada evitando sus problemas La minimizacin de costes y la orientacin hacia los intereses de los usuarios en la explotacin de las infraestructuras exige utilizar la competencia ex ante. El diseo de un contrato adecuado que recoja con claridad las condiciones de explotacin, precios, duracin y la eventualidad de una renegociacin o rescate es fundamental, si se desea evitar tanto la conducta oportunista de la empresa como la del regulador pblico. Ambas disfunciones acabaran elevando inevitablemente los precios de los servicios suministrados, directamente o indirectamente al elevar el coste del capital, y en el peor de los casos imposibilitando la participacin privada al crear un entorno demasiado arriesgado para los inversores. En la medida en que hay que conseguir participacin privada para la construccin y explotacin de las infraestructuras y al mismo tiempo que dicha participacin no suponga ineficiencias asociadas al ejercicio del poder de mercado, se requiere el establecimiento de reglas de juego claras y firmes con el fin de eliminar incertidumbre y reducir el coste del capital. Uno de los retos principales de la regulacin de las infraestructuras privatizadas es el modelo de contrato que se utiliza. Las caractersticas econmicas de las infraestructuras y la incertidumbre de demanda actan a travs de los incentivos definidos por los contratos y el contexto local, definiendo los problemas que han experimentado los sistemas concesionales de plazo fijo en el mundo.12
Robinson, J. A. y R. Torvik (2005): White Elephants, Journal of Public Economics, 89, 197-210. Vase Guasch, J.L. (2005): Granting and Renegotiating Infrastructure Concessions: Doing it Right. WBI Development Studies, Washington DC. Para una discusin sobre la necesidad de adaptar los contratos al contexto local, ver Benavides, J. y A. Vives. (2005): Public-Private Partnerships: from Plain Vanilla to Local Flavours, Infrastructure and Financial Markets Review 11 (2): 1-5.
11 12
16
Con respecto a los incentivos, se trata de disear un sistema tal que se elijan los mejores entre los rentables y asegurarse de descartar los proyectos que no son socialmente rentables, y en segundo lugar, de conseguir que se minimicen los costes de construccin y los de mantenimiento y explotacin, para un nivel de calidad determinado, lo que permite el establecimiento de tarifas o peajes ms bajos para los usuarios y menores cargas a los contribuyentes. Ambos objetivos son retos difciles de conseguir ya que requieren de independencia de los grupos privados y voluntad poltica. Por ello, finalmente, hay dos vas de actuacin pblica que pueden ayudar a que aumente la rentabilidad social de la inversin en infraestructuras: La primera consiste en evaluar ex ante los proyectos para seleccionar los mejores, y evaluar ex post los ejecutados, cuando la demanda se ha consolidado, se conocen los costes y es posible calcular la rentabilidad social con datos reales. La segunda consiste en disear contratos basados en incentivos para la participacin privada y en introducir la nueva regulacin econmica, de manera que la actuacin del gobierno no se limite a hacer atractiva la entrada del capital privado en estos negocios de largo plazo con riesgo de demanda, sino que tambin ayude a replicar el entorno competitivo, para que a las empresas les convenga ser eficientes y de ello se beneficien los consumidores y contribuyentes.
1 7
dicho captulo se presentan algunos valores concretos del tiempo, accidentes o medioambientales que se han obtenido en los estudios ms recientes, con el fin de utilizarlos como referencia, con las debidas cautelas y los ajustes pertinentes, cuando se carezca de valores propios para el proyecto concreto estudiado en cada caso. El Manual concluye en el Captulo 5 con la discusin de tres casos reales de proyectos de transporte evaluados de acuerdo con la metodologa descrita en el Captulo 2. El primero es un proyecto de expansin de una carretera rural entre Lethem y Linden, en Guyana. El segundo consiste en la rehabilitacin y mejora de la carretera entre Florianpolis y Osrio, en Brasil, caracterizada por problemas de congestin y alta siniestralidad, mientras que en el tercero se evala la introduccin de un nuevo sistema de transporte urbano en Managua (Nicaragua) mediante carriles y plataformas exclusivas para autobuses de alta ocupacin.
18
Captulo 2.
Metodologa
21
La presencia de asimetras de informacin y de conflictos de intereses, as como la limitacin de recursos en todo proceso de evaluacin de proyectos, no aconsejan plantear en este Manual un modelo de anlisis costebeneficio de carcter determinista, en el que se suponga que quien toma la decisin de invertir dispone de toda la informacin necesaria para seleccionar los mejores proyectos, ya que ni siquiera tendremos certeza de que estos estn en la cartera de proyectos sometidos a evaluacin. Por el contrario, este Manual persigue desarrollar un modelo de anlisis coste-beneficio para la evaluacin de proyectos de transporte donde se considere explcitamente la presencia de incertidumbre como un elemento consustancial al proceso de seleccin y en el cual los incentivos de los agentes implicados tambin se tengan en cuenta. Para ello ser necesario resolver dos cuestiones previas que sirven de fundamento a nuestro modelo.
22
quienes han de decidir si la realizacin de una determinada obra es viable o no con la tecnologa disponible, evaluar la mejor manera de salvar los obstculos naturales o determinar las diferentes posibilidades constructivas que puedan existir combinando distintos tipos de materiales y procedimientos. Desde la perspectiva presupuestaria y financiera, la decisin de construir una infraestructura est muy influenciada por la disponibilidad de fondos para su construccin, mantenimiento y operacin y por los acuerdos territoriales de reparto del presupuesto, adems de otras restricciones polticas e institucionales. La evaluacin de proyectos desde una perspectiva econmica tiene un planteamiento ms amplio que la visin puramente financiera. La evaluacin econmica responde a la pregunta de qu gana la sociedad en trminos netos cuando se lleva a cabo un proyecto de inversin determinado. Pero no basta con que la infraestructura incorpore la ltima tecnologa o sea til para cumplir una finalidad determinada; no es suficiente con que los usuarios la valoren positivamente; ni siquiera que cubra sus costes con ingresos de explotacin. Se requiere un criterio de eleccin ms exigente y que consiste en que, cuando se trata de aceptar o rechazar un proyecto, los beneficios sociales que genere deben superar a los costes sociales. Podra pensarse que el clculo del beneficio social es independiente del anlisis financiero, ya que una cosa es lo que la sociedad esta dispuesta a pagar por la infraestructura y otra lo que paga. Sin embargo, para unos valores dados de poblacin y renta, el precio que se fije por el uso de la instalacin determina la cantidad demandada y por tanto los beneficios y costes sociales. Es decir, la decisin de invertir o no, y los precios que van a cobrarse por el uso de la infraestructura van ntimamente ligados, de manera que, dependiendo de las polticas de precios, existirn distintas combinaciones de rentabilidad social y financiera.
En la literatura hispanoamericana se utiliza a menudo el trmino equivalente valor presente neto (VPN). Las inversiones realizadas durante el resto de perodos, incluyendo las de mantenimiento y reposicin, se incluyen en los flujos de costes de los aos correspondientes.
13 14
2
...
14
15
16 ...
de igual forma, los costes sociales se calculan aadiendo a los costes privados todos los efectos externos (por ejemplo, la contaminacin atmosfrica o el ruido) que normalmente no son considerados por las empresas que elaboran el producto o prestan el servicio. En ocasiones, el coste de oportunidad de los recursos utilizados difiere del precio de mercado (por ejemplo, cuando existe desempleo), lo que disminuye los costes sociales. La combinacin de ambas razones hace que los costes privados puedan ser mayores o menores que los costes sociales.
VAN s = I 0 +
(2.1)
VAN f = I 0 +
donde: VANs: VANf: I0: T: i:
(2.2)
Valor actual neto social Valor actual neto financiero Costes de inversin en el ao base Duracin del proyecto Tasa de descuento
Beneficios sociales anuales. Costes sociales anuales Ingresos anuales Costes privados anuales
2
Relacin entre el VAN social y el financiero Las expresiones (2.1) y (2.2) muestran que el VAN social y el VAN financiero estn estrechamente relacionados: el primero engloba al segundo, pero ste matiza la interpretacin del primero. Como puede observarse en la parte inferior de la Figura 2.2, tanto el VAN social como el VAN financiero del proyecto anterior crecen a lo largo del tiempo, reflejando el hecho de que los beneficios (sin actualizar) suelen ser mayores a medida que el proyecto comienza a producir resultados, mientras que el mayor desembolso de costes suele realizarse al comienzo, en el momento de la inversin. Sin embargo, la diferente composicin de los mismos hace que el VAN social y el VAN financiero no generen el mismo resultado, ni cuantitativamente ni cualitativamente.
...
14
15
16 ...
... 14
15
16 ... T
2
Positivo
Realizar el proyecto
VAN financiero
Rechazar el proyecto 1. Sin restricciones presupuestarias: Realizar el proyecto 2. Con restricciones recalcular presupuestarias: Cambiar precios y/o capacidad, y Recalcualr el VAN
Criterios de decisin sin incertidumbre Teniendo en cuenta la relacin existente entre ambos, y en condiciones de ausencia de incertidumbre, al evaluar un proyecto de inversin utilizando el VAN social y el VAN financiero, los resultados de ambas expresiones son relevantes, como se resume en el Cuadro 2.1. As, cuando el VAN social es negativo el proyecto no debe llevarse a cabo, ya que la suma actualizada de sus beneficios sociales (los cuales incluyen los beneficios privados) no resulta suficiente para compensar la suma descontada de sus costes sociales (los cuales incluyen los costes privados). Cuando el VAN social es positivo, el proyecto debe realizarse slo si el VAN financiero es positivo o si, siendo ste negativo, no existen restricciones presupuestarias. En caso de que existieran tales restricciones, sera recomendable estudiar las posibilidades de modificar los ingresos y costes privados mediante diferentes polticas de precios y nivel de servicio, por ejemplo, con el fin de obtener un nuevo VAN financiero, esta vez positivo.
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Negativo
El modelo de evaluacin econmica que presenta este Manual no pretende recoger todos los elementos que determinan la decisin final, pero s intenta capturar aquellos elementos que resultan relevantes desde una perspectiva econmica, dejando a un lado algunos elementos institucionales o polticos de difcil modelizacin. Por todo ello se busca la mxima simplificacin posible sin llegar a perder el rigor necesario para alcanzar conclusiones tiles. El anlisis coste-beneficio es economa aplicada, con cimientos tericos slidos, pero respondiendo a problemas prcticos con datos no siempre completos ni perfectos y con recursos limitados para realizar el trabajo. Su finalidad, adems, es aportar informacin econmica sobre proyectos de inversin que no esperarn por un ajuste ms exacto a la teora o por que se recopilen los datos que idealmente el analista deseara.
27
3. Tambin hay que aadir las externalidades que se produzcan como consecuencia de la ejecucin del proyecto. Cuando los efectos del proyecto desbordan los lmites del mercado primario analizado y afectan significativamente a los costes o a la demanda de otros mercados secundarios, el anlisis financiero simplemente los ignora si no repercuten en las cuentas del propio proyecto. En el anlisis coste-beneficio algunos de estos efectos cuentan, y si se ignoran es porque, o bien ya han sido contabilizados en el mercado primario, o no suponen cambios netos de bienestar. 4. Finalmente, en la actualizacin de los flujos de beneficios y costes tambin pueden existir diferencias. En el financiero se actualizan los flujos de ingresos netos con el coste del capital, que puede ser el tipo inters de mercado y una prima de riesgo. La presencia de impuestos sobre el ahorro y el rendimiento del capital provocan que la tasa social de descuento no coincida con la tasa de descuento privada.
28
BS t CS t T ( BS t CS t )(1 + m) t (1 + i)t = (1 + in ) t t =0 t =0
T
(2.3)
donde: BSt: CSt: m: i: in: Beneficios sociales en trminos reales. Costes sociales en trminos reales. Tasa de inflacin anual. Tasa de descuento (real). Tasa de descuento (nominal).
1 1+ m = 1 + i 1 + in
(2.4)
que permite despejar la tasa de descuento real o nominal segn convenga. Por ejemplo, si la tasa de descuento real es de 0,10 y la inflacin es de un 0,04, y los flujos de beneficios y costes estn expresados en trminos nominales, la tasa de descuento nominal ser:
in = i + m + (im)
(2.5)
La expresin (2.5) muestra que sumar simplemente la inflacin a la tasa de descuento real para obtener la nominal no es un procedimiento exacto. Con los valores anteriores (2.5) la tasa de descuento nominal es del 0,14 si sumamos la inflacin a la real, mientras que si aplicamos (2.5) la tasa de descuento nominal es del 0,144; casi medio punto porcentual superior. Finalmente, y de acuerdo con lo anterior, para calcular la tasa de descuento real conociendo la nominal y la inflacin, puede utilizarse la siguiente expresin:15
i=
in m 1+ m
(2.6)
La mejor recomendacin en este terreno es ser consistente y asegurarse que los flujos de beneficios y costes estn expresados en los mismos trminos que la tasa de descuento.
29
que pierde cada agente con la ejecucin del proyecto, es decir, al pasar de la situacin 0 a la situacin 1. Esta diferencia es una manera de estimar lo que estaran dispuestos a pagar por dicho proyecto. Despus se suman todos los excedentes, de manera que el saldo positivo o negativo habr eliminado las transferencias de renta de unos grupos a otros. Mtodo 2: calcular los cambios en la disposicin a pagar y en la utilizacin de recursos por parte de los implicados en el proyecto Este mtodo consiste en calcular los cambios en la disposicin a pagar y en la utilizacin de recursos por parte de los usuarios y otros agentes econmicos implicados en el proyecto (empresas privadas, gobierno, etc.), ignorando las transferencias entre ellos. Con este mtodo hay que olvidarse de la identificacin de los cambios en los excedentes de los grupos afectados y concentrarse en si el proyecto ha cambiado la disposicin a pagar de los usuarios y en si el coste de los recursos empleados ha cambiado al pasar de la situacin 0 a la situacin 1. Cul de los dos mtodos es mejor? No existe una respuesta nica a esta cuestin. El uso incorrecto de cualquiera de ellos conduce con facilidad a doble contabilizacin. En todo caso, debe subrayarse que, una vez que se opta por uno de los mtodos, hay que ajustarse al enfoque elegido: o se utiliza la va de calcular los cambios en los excedentes de los agentes sociales o, ignorando las transferencias de renta, el clculo se dirige a los cambios en la disposicin a pagar y en la utilizacin de recursos. El mejor procedimiento depende del problema a resolver en cada caso y de la informacin disponible. En muchas ocasiones la eleccin depende de la desagregacin de la informacin disponible. Con buena informacin, la suma de excedentes permite identificar a ganadores y perdedores, as como las cuantas de sus prdidas y ganancias, lo que suele ser de gran utilidad para tomar una decisin que no se limite al objetivo de eficiencia. Puesto que los dos mtodos de clculo son equivalentes, puede ser recomendable, cuando sea posible, utilizar ambos en la evaluacin, con el fin de detectar posibles errores. En general, un criterio de actuacin aconsejable en todos los casos consiste en preguntarse siempre qu obtiene la sociedad con el proyecto y qu le cuesta obtenerlo. Al ser probable incurrir en doble contabilizacin es recomendable separar los beneficios brutos del proyecto de los costes en los que se incurre para llevarlo a cabo, entendiendo por beneficio bruto todos los cambios (positivos y negativos) producidos en el bienestar de los grupos sociales afectados. Esta medicin del bienestar se realiza partiendo del concepto de precio generalizado.
g = p + z + v
(2.7)
donde p es el importe (tasa, peaje, tarifa o billete) pagado por el usuario por cada viaje, z es el coste variable medio de utilizar el equipo mvil por parte del usuario,17 es el tiempo total invertido en el viaje y v representa el valor unitario del tiempo de viaje, en trminos monetarios. La demanda de transporte est relacionada de manera inversa con el precio generalizado: cuanto menor (mayor) sea el precio generalizado un mayor (menor) nmero de usuarios desearn utilizar esta infraestructura.
Habitualmente el precio generalizado incluye adems otros factores relacionados con la valoracin econmica de la calidad del servicio (comodidad, puntualidad, etc.). Para simplificar consideraremos que estos factores no cambian sustancialmente con o sin el proyecto. 17 En el transporte pblico, z=0. En el transporte privado por carretera, z refleja el coste medio (por viaje) del mantenimiento y operacin del vehculo (repuestos, combustible, etc.). Dependiendo del horizonte temporal, este coste incluir o no los costes fijos (impuestos y licencias).
16
1
Cuando vemos a g como la distancia de la curva de demanda al eje horizontal, tenemos la representacin de la valoracin mxima que cada usuario concreto atribuye a la realizacin de su viaje, es decir, su disponibilidad a pagar por el mismo. Por tanto, la funcin de demanda de viajes representa, de izquierda a derecha, una ordenacin decreciente de valoraciones individuales, siendo g lo mximo que pagara el usuario con mayor disponibilidad a pagar por el uso de esta infraestructura o de este servicio de transporte. Beneficio social de una nueva infraestructura o servicio La Figura 2.3 permite cuantificar los beneficios sociales ex ante de un proyecto de construccin de una nueva infraestructura de transporte o de introduccin de un nuevo servicio. En ella se representa la situacin 1, en la que ya se ha llevado a cabo el proyecto, con un coste inicial igual a C, y el precio generalizado asociado al mismo es igual a g1, con una demanda de viajes igual a q1. Obsrvese que, en ausencia de impuestos y subvenciones que distorsionen las tarifas (y suponiendo para simplificar que z=0), el importe monetario neto que el usuario paga por cada viaje es igual a p1, siendo la distancia vertical entre g1 y p1, es decir, g1 p1 = v1, el valor monetario del tiempo total de viaje, de acuerdo con (2.7). Usando la aproximacin de las disposiciones a pagar, el beneficio social asociado a esta nueva infraestructura o servicio sera igual a la disposicin total a pagar por la misma por parte de todos sus usuarios (rea A+B+D) menos el valor total del tiempo de viaje invertido por estos (rea B), es decir, el rea A+D. Alternativamente, como suma de excedentes, el beneficio social vendra dado por el excedente de los usuarios (rea A) ms el de los productores, que a su vez es igual a los ingresos (rea D). En ambos casos habra que restar los costes de construccin C, no representados en la figura anterior, para simplificar. Formalmente, el beneficio neto es igual al rea A+D, menos los costes de construccin C, dando lugar a la siguiente expresin de los beneficios sociales (netos) del proyecto, cuyo clculo requiere conocer el precio mximo de reserva (g):18
BS 1 CS 1=
1 ( g g1 ) q1 + p1q1 C1 2
(2.8)
g A
g1
B p1 D 0
18
Demanda de viajes
q1
Nmero de viajes
Obsrvese que la expresin (2.8) no tiene subndices. Ello indica que no se refiere a un momento particular del tiempo, sino a los beneficios y costes sociales de cualquier perodo.
2
El beneficio social neto de un proyecto es igual a la suma de los excedentes de los usuarios y de los productores; o lo que es lo mismo, a la disposicin total a pagar de la sociedad por el nuevo proyecto menos los recursos necesarios para su realizacin. Beneficio social cuando vara el precio generalizado En la Figura 2.4 se representa el caso en el que el proyecto analizado conlleva una modificacin del precio generalizado ya existente (por ejemplo, la mejora de una infraestructura o la introduccin de servicios cuando ya existen otras alternativas). En particular, consideraremos que el proyecto reduce el precio generalizado de g0 a g1 en relacin a la situacin sin proyecto (situacin 0) debido a una disminucin del tiempo de viaje de 0 a 1, sin que exista ningn cambio en los componentes monetarios del precio (p z). Esta reduccin hace que la demanda de viajes aumente de q0 a q1. En estas circunstancias, los clculos son ms sencillos porque no necesitamos calcular excedentes totales sino los cambios en los excedentes de los consumidores y las empresas. As, descartando las transferencias, el cmputo de los beneficios sociales en este caso requerira nicamente sumar las reas G, E y F, y restar la variacin en los costes (de nuevo, no representados), obtenindose:
BS 1 CS 1=
o bien, usando (2.7),
1 0 ( g g1 )( q0 + q1 ) + p0 ( q1 q0 ) (C 1 C 0 ) 2
(2.9)
BS 1 CS 1=
1 v ( 0 1 )( q0 + q1 ) + p 0 ( q1 q0 ) ( C 1 C 0 ) 2
(2.10)
go G
g
1
E
Demanda de viajes
po F 0 qo q1
Nmero de viajes
El primero de los sumandos de las dos expresiones anteriores corresponde a la variacin del excedente de los consumidores (EC),19 mientras que el segundo refleja la variacin en el excedente de los productores (EP), por lo que ambas expresiones podran resumirse en:
BS 1 CS 1 = EC + EP
(2.11)
Cuando hay cambios en el precio generalizado, los clculos que hay que realizar son ms sencillos, ya que no se necesita conocer el valor total de los excedentes de consumidores y productores, sino los cambios en dichos excedentes como consecuencia de la ejecucin del proyecto.
g A B p+ p1 0 D q1
Nmero de viajes
1
go g1
Demanda de viajes
E
Demanda de viajes
p+ p0 0 qo
H F q1
Nmero de viajes
Obsrvese que en el panel izquierdo de la figura, al medir la disposicin total a pagar por el nuevo proyecto, aparece un rea nueva (q1) a contabilizar en (2.8), que corresponde a la recaudacin fiscal de los impuestos pagados por los usuarios por el uso de la nueva infraestructura o servicio de transporte. En el panel derecho, cuando el proyecto genera un cambio en los precios generalizados de g0 a g1, para calcular los beneficios sociales cuando existen impuestos en el mercado analizado, hay que aadir a la expresin (2.11) el trmino correspondiente al rea H, que refleja la variacin de la recaudacin fiscal antes y despus del proyecto:
( q1 q 0 )
(2.12)
19
Esto ltimo puede extenderse a los casos en los que el precio pagado por los usuarios incluya tambin subvenciones. Por ejemplo, si se trata de una subvencin unitaria, tendramos P = p + s y deberamos aadir a la expresin (2.11) el trmino:
(2.13) ` La implicacin ms importante de la inclusin de las expresiones (2.12) y (2.13) en la forma descrita es que supone ignorar los impuestos y las subvenciones en el trfico existente y desviado y contabilizarlos en el generado. Esto es correcto siempre que el pago de los viajes generados proceda de otra actividad sin impuestos o que, simplemente, sea actividad nueva.
s ( q1 q0 )
g g g
1
A go B
Demanda de viajes
g1 po
E
Demanda de viajes
D
Ef. externo
F K
o
q1
Nmero de viajes
q1
Nmero de viajes
De manera similar a lo que ocurra en el caso de los impuestos, en el panel izquierdo medimos la disposicin total a pagar por el nuevo proyecto. El coste total de la externalidad viene definido por la nueva rea q1, que habra de restarse de la expresin (2.8) para computar los beneficios sociales de la nueva infraestructura o servicio de transporte. En el panel derecho de la figura anterior consideramos el caso en el que el proyecto genera una reduccin del precio generalizado. En este caso, la contabilizacin de la externalidad en los beneficios sociales teniendo en cuenta el cambio en los precios generalizados requiere simplemente aadir a la expresin (2.11) el rea K, definida por:
( q1 q0 )
y correspondiente al coste de externalidad soportado por el trfico generado.20
(2.14)
Resumen: una primera medicin de los beneficios sociales Teniendo en cuenta todo lo anterior, cuando existen impuestos, subvenciones y externalidades, el cmputo de los beneficios y costes sociales medido a travs de las variaciones de los excedentes de los consumidores y productores quedara como sigue:
BS 1 CS 1 = EC + EP + ( q1 q 0 ) s ( q1 q 0 ) ( q1 q 0 )
O bien:
(2.15)
1 BS 1 CS 1= ( g 0 g 1 )( q 0 + q1 ) + ( p 0 + s )( q1 q 0 ) (C 1 C 0 ) 2
O bien, usando (2.7):
(2.16)
1 BS 1 CS 1= v( 0 1 )( q0 + q1 ) + ( p 0 + s )( q1 q0 ) (C 1 C 0 ) 2
(2.17)
6
go g1 p1
p
o
E
Demanda de viajes
J qo
F q1
Nmero de viajes
(2.18) esto es, a pesar de que ahora tiene que pagar un peaje ms elevado, el ahorro de tiempo y de coste operativo, le compensa el aumento del peaje. Como ilustra la Figura 2.7, el precio generalizado de viajar sin el proyecto, es decir, utilizando la carretera ya existente, es g0 y el nmero de viajes realizados es q0. Con la construccin del puente el precio generalizado se reduce hasta g1 y la variacin experimentada en el excedente de los usuarios existentes y los generados gracias al puente puede expresarse como la suma de las reas G y E:
v ( 0 1 ) + ( z 0 z1 ) > p1 p 0
1 EC = ( g 0 g 1 )(q 0 + q1 ) 2
(2.19)
Al excedente de los usuarios hay que aadir ahora el de los productores, que incluyen tanto a la empresa explotadora de la infraestructura como a todos los usuarios que conducen sus propios vehculos o los de las empresas para las que trabajan. Teniendo en cuenta que los costes no se han representado grficamente, la variacin del excedente de los productores sera la suma de las reas J y F. Restando la variacin de los costes a dichas reas, tenemos:
EP = p1q1 p 0 q 0 + C 0 C 1
(2.20)
Este es el excedente resultante de la diferencia de ingresos con y sin el proyecto, ms los costes evitables tras desviacin de trfico desde la carretera antigua hacia el puente, menos el coste anual de operar los vehculos y la infraestructura.21 Del beneficio social al VAN social El beneficio social neto anual del proyecto de construccin del puente (sin restar an los costes de inversin) es igual a la suma de (2.19) y (2.20):
El coste de operar los vehculos no aparece en la expresin (2.20) ya que al tratarse de usuarios que producen sus propios servicios, zq es al mismo tiempo ingreso y coste, siendo el excedente del productor resultante igual a cero. El cambio en los costes operativos de los vehculos aparecer contabilizado en el excedente del consumidor.
21
7
(2.21)
Obsrvese que en la prctica esta expresin habr que recalcularla cada ao durante la vida del proyecto, ya que el equilibrio entre demanda y oferta, que determina los diferentes valores de las variables utilizadas en (2.21) puede cambiar con el paso del tiempo.22 Adems, una vez que se descuenten y sumen los beneficios anuales netos durante la vida del puente, habr que restar los costes iniciales de inversin para obtener el valor actual neto del proyecto. As, sustituyendo (2.21) en (2.1) y aadiendo el subndice t para reflejar el valor que (2.21) toma cada ao, la expresin del VAN social vendra dada por:
VAN s = I 0 +
t =1
ECt + EPt (1 + i )t
(2.22)
donde:
Las dos aproximaciones son equivalentes Es importante resaltar que la expresin (2.21), y por tanto tambin la (2.22), se obtienen de igual forma usando cualquiera de las dos aproximaciones metodolgicas propuestas en la subseccin anterior: tanto el mtodo de la variacin de excedentes como el de clculo de las disposiciones a pagar y variacin de recursos conducen al mismo resultado, como muestra grficamente la Figura 2.8. Figura 2.8. Beneficios sociales: equivalencia de las dos aproximaciones
Variacin en el excedente de los consumidores (1/2)(g0 - g 1) ( q0 + q1 ) Variacin en el excedente de los productores (p 1q1 - p0q0) + (C 0 - C 1)
[No representado en el grfico]
go
g
1
p1 po 0 qo q1
Demanda de viajes Nmero de viajes
Por ejemplo, debido al crecimiento de la demanda a lo largo del tiempo, a modificaciones en los costes como consecuencia de cambios tecnolgicos, a la aparicin de congestin a medida que aumenta el trfico, etc. Todo esto modifica la magnitud de los beneficios sociales, como se discute ms adelante, en la Subseccin 2.2.4.
22
8
Valor monetario de los ahorros de tiempo (v 0 - v 1)q 0 Aumento de la disposicin a pagar, neta de la utilizacin de recursos (1/2)(g0+g1)(q 1-q0) - v 1(q 1-q0) + (C 0 - C 1)
go
g
1
p1 po 0 qo q1
Demanda de viajes Nmero de viajes
En el panel superior de la Figura 2.8 se representan los beneficios sociales del proyecto calculados mediante suma de excedentes (a los que habra que aadir C0 y restar C1, costes sin y con el proyecto no representados en el grfico). Alternativamente, el panel inferior representa los ahorros de recursos (ahorros de tiempo) y el cambio en la disposicin a pagar por la generacin de trfico, descontando el valor total del tiempo empleado en los desplazamientos. De nuevo no hay que olvidar que en el cambio en los recursos hay que sumar como beneficios el ahorro de costes (C0) y restar los nuevos costes (C1). Como puede comprobarse comparando las reas resaltadas de ambos grficos los beneficios sociales obtenidos utilizando ambos procedimientos son idnticos. El modelo final de evaluacin Finalmente, si incorporamos a la expresin general (2.22) la posible existencia de impuestos y externalidades, la expresin final del VAN social a considerar en la evaluacin de proyectos de transporte debera ser la siguiente:
VAN s = I 0 +
t =1
(2.23)
Este modelo de evaluacin permite reflejar los efectos de la inversin en proyectos de transporte sobre la asignacin de recursos cuando se dan los supuestos siguientes: 1. Los nicos beneficios son los derivados de ahorros de tiempo por trasvase de trfico desde la carretera convencional al puente, ms el valor del nuevo trfico generado y los cambios en costes variables de vehculos e infraestructura. 2. Existen fondos pblicos disponibles y por tanto no hay que corregir la inversin inicial con el preciosombra de los fondos pblicos que se destinan a la construccin del puente. En el caso de que una unidad monetaria destinada a esta infraestructura tuviese un coste adicional para la economa (por la distorsin causada) superior a una unidad monetaria (factor de conversin), habra que multiplicar la inversin por dicho precio-sombra. 3. Se trata de aceptar o rechazar el proyecto, siendo por tanto el VANs>0 condicin suficiente para invertir en el proyecto, lo que no ocurrira si hubiese varios proyectos compitiendo por fondos pblicos escasos, en cuyo caso un VAN social positivo sera condicin necesaria pero no suficiente.
9
4. Los resultados que se derivan de aplicar (2.23) tienen la eficiencia como el nico criterio relevante. Los objetivos de equidad o de aceptabilidad poltica, que pueda tener el gobierno, no estn recogidos en esta formulacin.
Dependiendo del tipo de proyecto, otros beneficios se sumarn a los anteriores, como son las mejoras en la fiabilidad y seguridad, etc. En la argumentacin utilizada en esta subseccin nos ceimos a los beneficios de ahorros de tiempo y aumentos en la disposicin a pagar de los viajes generados, aunque el razonamiento es aplicable a los dems beneficios mencionados. 24 Para simplificar el anlisis formal, supondremos que no hay precio monetario, ni costes operativos del equipo mvil, ni impuestos, ni externalidades, ni efectos indirectos, por lo que el precio generalizado incluye nicamente el valor del tiempo de viaje (g = v). Otra simplificacin adicional consiste en asumir que el trfico es homogneo. Si existieran distintos tipos de trfico (vehculos ligeros y pesados, viajes por motivo de trabajo y ocio, buques de distinto tonelaje y especializacin, aeronaves de distinto tamao, etc.) podramos denotarlos por qi, donde el subndice hara referencia a cada posible tipo de trfico.
23
0
g g
c A B c
Dt
qt
qt
De acuerdo con las expresiones desarrolladas en las secciones anteriores, los beneficios sociales del proyecto asociados al trfico ya existente seran los correspondientes al rea A:
v( 0 1 )qt0
(2.24)
los cuales son tambin los beneficios del trfico desviado, si se considera la reduccin del precio generalizado como la media de todos los viajes desviados. En el caso del trfico generado, q = q1 q0, los beneficios sociales vendran dados por el rea B:
1 2
v( 0 1 )( qt1 qt0 )
(2.25)
Por tanto, los beneficios iniciales del proyecto asociados al trfico existente, desviado y generado (reas A + B) dan lugar a la ya conocida regla de la mitad:
1 2
v( 0 1 )( qt0 + qt1 )
(2.26)
donde el trfico generado puede estimarse a partir de la elasticidad de la demanda con respecto al precio generalizado, = (q/g)(g/q), en el punto de equilibrio inicial:25
g qt1 = qt0 1 + g
Una vez obtenidos los beneficios iniciales del proyecto el siguiente paso es calcular los beneficios para los restantes aos de vida til del mismo. Para ello hay que comparar los equilibrios con y sin proyecto en cada ao. En la Figura 2.10 se representa el mismo corredor un ao ms tarde, donde Dt+1 es la nueva funcin de demanda, la cual ha aumentado como consecuencia del crecimiento de la poblacin y/o de la actividad econmica. Como
25
Reemplazando (2.27) en (2.26), la regla de la mitad podra expresarse tambin como: (1/2)v(0 1) q0t (2 + (g/g))
(2.27)
1
puede observarse, la nueva funcin de demanda afecta tanto al trfico con proyecto como al que habra habido en el corredor si el proyecto no se hubiese realizado. Estos dos valores, q0 y q1 , son los relevantes (y no el q0) a t+1 t+1 t efectos del cmputo de la regla de la mitad correspondiente al ao t+1 (de igual manera para aos sucesivos), ya que debemos comparar lo que suceder si el proyecto se realiza con lo que sucedera si ste no se llevase a cabo. Figura 2.10. Beneficios del proyecto y cambios en la demanda (ao t +1 )
g g
c c
Dt
Dt+1
1
q t q t+1
q t+1
Los beneficios del proyecto en cada ao deben siempre calcularse con los precios generalizados que corresponderan a dicho ao en las situaciones con y sin proyecto. Cambios en la demanda y en los costes de los viajeros En la Figura 2.11 se representa ahora el caso ms general en el que el coste medio de los viajeros aumenta a medida que lo hace la demanda debido, por ejemplo, a la aparicin de congestin en el corredor analizado. En este caso, los beneficios sociales del proyecto tambin se ven afectados por los cambios en los costes de los usuarios. Aunque el proyecto genera inicialmente una mayor reduccin en el precio generalizado de los viajes (la distancia vertical entre c0 y c1), el consiguiente aumento de la demanda (de q0 a q1) produce (ms) congestin, t t haciendo que el precio final (g1) sea superior al que cabra esperar inicialmente.26 t Para calcular los beneficios en aos sucesivos sera necesario determinar los equilibrios con y sin el proyecto en los perodos siguientes. La Figura 2.12 refleja el crecimiento de la demanda en t+1, mostrando de nuevo que la variacin en los costes afecta de manera determinante al cmputo de los beneficios sociales. Como puede observarse, los valores a comparar son ahora g0 y g1 , y lo mismo sucedera en cada uno de los perodos t+1 t+1 siguientes.
Slo si la demanda fuese perfectamente inelstica la reduccin de costes sera igual a la mxima posible. De hecho, puede observarse que la reduccin efectiva en el precio generalizado es menor cuanto ms elstica es la demanda con respecto al precio y ms sensibles son los costes con respecto al aumento que se produce en la demanda.
26
2
g gt gt
0
c0
Dt
qt
qt
Figura 2.1 Beneficios del proyecto y cambios en los costes (ao t +1) 2.
g g t+1 g1 t+1
0
c0
Dt
Dt+1
1
q t+1
q t+1
Aunque las dificultades de clculo de los diferentes equilibrios a lo largo del tiempo son obvias, ignorarlas puede producir sesgos muy importantes en la estimacin de los beneficios sociales. Finalmente, cuando el precio generalizado incluye un precio monetario (peaje, tarifa portuaria, etc.) los equilibrios cambian, pero no la forma de calcularlo: seguiremos aplicando la regla de la mitad para estimar el cambio en el excedente de los usuarios y sumaremos a este beneficio el cambio en el excedente de los productores. Tanto si el precio monetario est calculado con el fin de igualar el precio generalizado al coste marginal como si se trata de una tasa por utilizacin de la infraestructura con la finalidad de recuperar los costes fijos, el procedimiento de estimacin de los beneficios no cambia.
Por ejemplo, construir la Sydney Opera House cost 105 millones de dlares, frente a un presupuesto inicial de 7 millones. Una parte de esta desviacin fue debida a que en el diseo original no se incluy la instalacin de aire acondicionado. Cuando se descubri el descuido era tarde para una instalacin convencional por su interferencia con la acstica del auditorio. Como solucin hubo que instalar un suelo para hockey sobre hielo (citado por P. McAfee en www.introecon.com). 28 Vanse las referencias de Flyvbjerg et al. (2003) y Skamris y Flyvbjerg (1997) citadas en el Captulo 1.
27
VA Ns = I0 + t =1
BS t CS t
(1+i )
t
Incertidumbre sobre la demanda: elasticidad precio (tr fico generado), elasticidad renta, crecimiento de la renta.
Cada una de estas fuentes de incertidumbre tiene un impacto diferente sobre los posibles valores finales del VAN de un proyecto. Por ello, y ante la imposibilidad de conocer con certeza todas y cada una de las variables aleatorias implicadas en un proyecto, resulta necesario seguir un proceso riguroso de modelizacin de la incertidumbre y anlisis del riesgo que permita centrar los esfuerzos de anlisis en aquellos elementos cuyo efecto relativo es mayor.
Savvides, S. (1994): Risk Analysis in Investment Appraisal, Project Appraisal 9(1), 3-18.
6
La rentabilidad social de un proyecto estndar est determinada por: la variabilidad asociada a los costes de inversin, dada su magnitud y su materializacin en los primeros aos de vida del proyecto; por el rango en el que se sita el valor del tiempo, y por el valor inicial de la demanda y la tasa esperada de crecimiento durante la vida del proyecto. La razn para preocuparse de reducir tanto como se pueda el nmero de variables que se incluirn en el anlisis de riesgo estriba en que, cuantas ms variables se incluyan, es ms difcil que se puedan establecer las correlaciones existentes entre las distintas variables y por tanto, es ms probable que se generen resultados inconsistentes una vez que se hagan las simulaciones aleatorias. Adems, reducir el nmero de variables permite concentrar el esfuerzo de la evaluacin en los supuestos que se van a emplear y en la modelizacin que se realice sobre el comportamiento de las variables elegidas.
Distribucin uniforme
Probabilidad Probabilidad
Distribucin triangular
Probabilidad
Valor Valor ms mnimo probable Valor mximo
Valor mnimo
Valor mximo
Valores histricos
Cuando la informacin disponible se limita los valores mnimos y mximos de la variable en cuestin, la distribucin elegida puede ser una uniforme, que asigna igual probabilidad de ocurrencia a los valores comprendidos entre dichos extremos. Si adems se dispone de informacin sobre el valor ms probable de la variable, puede utilizarse una distribucin triangular (aunque no necesariamente simtrica, pues el valor ms probable puede estar ms cerca de uno de los dos extremos).
7
Finalmente, si contamos con informacin histrica sobre los valores que ha tomado una determinada variable en el pasado puede construirse un histograma de frecuencias y deducir a partir de stas las probabilidades correspondientes.
Otra cuestin es si el sector pblico, igual que los inversores privados, debera trabajar con valores esperados o reducir dichos valores (elevando la tasa de descuento) para introducir el coste del riesgo.
30
8
La consistencia de las simulaciones Es importante sealar que en la modelizacin deben tenerse en cuenta las relaciones econmicas y tcnicas existentes entre las variables utilizadas. Si el programa elige un valor para cada variable de riesgo independientemente del valor que haya elegido para las otras, esto puede conducir a resultados inconsistentes ya que, cuando algunas variables varan de manera conjunta, dicha relacin debe incluirse en el programa para evitar escenarios poco probables. Por ejemplo, si el tiempo de espera del avin en cabecera de pista para el despegue depende del nmero de vuelos por hora, no tiene sentido que el programa pueda elegir un valor de tiempo de espera alto y simultneamente un nmero de vuelos por hora bajo. Cuando hay varias variables que dependen de la renta y no se introduce la correlacin existente entre elaas, puede subestimarse el riesgo del proyecto de manera que el decisor no aprecie en su justa medida las consecuencias de una reduccin de la tasa de crecimiento de la renta. Un procedimiento para evitar que el programa genere resultados inconsistentes, consiste en crear una matriz de correlaciones en la que, con valores entre [1, 1], se le indica al programa la relacin que existe entre una variable y las dems. En el caso de una variable precio y otra de demanda, si se conoce el valor de la elasticidad que relaciona la variacin de ambas dentro de un intervalo conocido, podremos forzar al programa a que elija pares de valores compatibles de precio y cantidad.
Realizar un proyecto
31
En la Subseccin 2.3.5 consideramos como proyecto alternativo, el retrasar el proyecto objeto de evaluacin.
9
Probabilidad acumulada
0 0 social
Probabilidad
0
VAN
VAN
social
Caso 2: aceptacin condicionada. Una segunda posibilidad (Caso 2) se presenta cuando la distribucin de probabilidad del VAN social est situada totalmente a la derecha del punto donde el VANs=0, por lo que el valor ms bajo posible que podra alcanzar el VAN social del proyecto es siempre positivo. Figura 2.16. Aceptar (condicionalmente) un proyecto (Caso 2)
1 1
Probabilidad acumulada
0 0 social
Probabilidad
0
VAN
VAN
social
0
Sin embargo, esto no significa necesariamente que el proyecto deba realizarse: slo si el VAN financiero es igual o mayor que cero,32 el proyecto debe ser aceptado. Si el VAN financiero fuera menor que cero y existieran restricciones presupuestarias deberan examinarse otras polticas de precios o de nivel de servicio, tal como se indicaba en el Cuadro 2.1. Caso : aceptar, rechazar o revisar Cuando la distribucin de probabilidad del VAN social sita su valor ms bajo posible por debajo de cero y el valor ms alto posible es positivo, la decisin se basa en el valor esperado del VAN social que puede ser positivo o negativo, y en la probabilidad de que dicho VAN pueda tomar valores negativos. Si el valor esperado del VAN social es positivo y el VAN financiero es igual o mayor que cero, debe aceptarse el proyecto si se considera que la probabilidad acumulada de los valores negativos (sombreada en la Figura 2.17) es razonablemente baja. De nuevo, si el VAN financiero es negativo y existen restricciones presupuestarias deberan examinarse otras polticas de precios. Figura 2.1 Aceptar, rechazar o revisar un proyecto (Caso ) 7.
1 1
Probabilidad acumulada
0,5 0,2 0 0
Valor esperado VAN
Probabilidad
20% 0 social 0
Valor esperado VAN
VAN
VAN
social
Podra afirmarse que con un valor esperado del VAN social positivo el proyecto debera realizarse, sin embargo, si la probabilidad de ocurrencia de valores negativos del VAN alcanza un valor alto, de acuerdo con el criterio de la agencia pblica responsable, puede ser razonable replantarse el proyecto. Supongamos, por ejemplo, que tal como refleja la Figura 2.17 los valores negativos del VAN pueden ocurrir con una probabilidad del 20%. Aunque, tal y como muestra dicha representacin grfica, el VAN esperado es positivo, la agencia responsable puede considerar razonable no ignorar la informacin complementaria que la funcin de probabilidad ofrece sobre el riesgo del proyecto, y estudiar la manera de reducirlo mediante ms informacin, la modificacin de la poltica de precios y nivel de servicio, la utilizacin de contratos adecuados, etc. con el fin de reducir la probabilidad de los valores negativos del VAN.
En la prctica, el VAN financiero es tambin una variable aleatoria con su correspondiente distribucin de probabilidad. Para simplificar el anlisis el VAN financiero se trata en esta seccin como una variable determinista. No obstante, en casos ms complejos, y probablemente menos frecuentes, habra que considerar de manera explicita la distribucin de probabilidad del VAN financiero. 33 Tambin podra tratarse del mismo proyecto, pero con distintas polticas de precios o niveles de inversin.
32
1
Eso ocurre por ejemplo en el Caso 4, cuando las correspondientes distribuciones de probabilidad no se cruzan en ningn punto y una de ellas es claramente preferible a la otra. En la Figura 2.18, por ejemplo, se observa que la distribucin del VAN social del proyecto B toma siempre valores ms altos que la del proyecto A. Sin embargo, ello no significa automticamente que el proyecto deba realizarse (se requiere adems un VAN financiero positivo). En el caso en que el proyecto B tuviese un VAN financiero negativo, es aplicable lo expuesto en el Caso 2, relativo a la reconsideracin de polticas de precios y nivel de servicio que mejoran el VAN financiero reduciendo el VAN social, cuando la restriccin presupuestaria no permite la aprobacin del proyecto basada en el VAN social exclusivamente. Caso . La seleccin depende del resultado financiero...y del riesgo En otras ocasiones, aunque las distribuciones de probabilidad acumulada de ambos proyectos no se crucen, s lo hacen las funciones de densidad. Ahora (Caso 5) la eleccin depender del VAN financiero de ambos proyectos. Si el VAN financiero es positivo en ambos, debe elegirse el proyecto que tenga un VAN social esperado mayor (el B en la Figura 2.19). Figura 2.18. Un proyecto es siempre preferible a otro (Caso )
1 1
Proyecto A Proyecto B
Probabilidad acumulada
Probabilidad
Proyecto A
Proyecto B
0,5
0
Valor esperado VAN A
0 0
Valor esperado VAN B
social
VAN
VAN
social
Si el VAN financiero es negativo en ambos proyectos y existen restricciones presupuestarias deben examinarse otras polticas de precios. Si el VAN financiero del proyecto A es mayor que cero y el de B es menor que cero, debe elegirse el A si la disponibilidad de fondos no permite elegir el de mayor VAN social esperado, y el riesgo asociado al proyecto A no se considera un problema (en el caso representado en la Figura 2.19 la probabilidad de valores negativos del VAN social es muy baja).
Probabilidad acumulada
Probabilidad
0,5
Proyecto B
Proyecto A
Proyecto B
0 0
Valor esperado VAN A Valor esperado VAN B
0 social
VAN
VAN
social
2
Caso 6: La seleccin depende del riesgoy del resultado financiero Finalmente, cuando se tiene que decidir entre los proyectos A y B, y sus distribuciones de probabilidad acumulada de ambos se cortan, la eleccin tambin depender del VAN financiero de ambos proyectos y del riesgo asociado a los mismos: Si el VAN financiero es positivo en ambos casos, debe elegirse el que tenga un VAN social esperado mayor (el B en la Figura 2.20) a menos que la mayor variabilidad del proyecto B aconseje decantarse por un proyecto de menor VAN pero menos arriesgado. Si el VAN financiero es negativo en A y B y existen restricciones presupuestarias deben examinarse otras polticas de precios y nivel de servicio. Si el VAN financiero del proyecto A es mayor que cero y el de B es menor que cero, debe elegirse el A si la disponibilidad de fondos no permite elegir el de mayor VAN social esperado. Este criterio se ve reforzado si el riesgo asociado al proyecto A es menor, como ocurre en el caso representado grficamente. Figura 2.20. La decisin depende del riesgo (Caso 6)
1 1
Proyecto A
Probabilidad acumulada
0,5
Probabilidad
Proyecto B
Proyecto A
Proyecto B
0 0
Valor Valor esperado esperado VAN A VAN B
0 social
VAN
VAN
social
En el caso representado en la Figura 2.20, la eleccin del proyecto de mayor VAN social esperado (B) tiene asociado un mayor riesgo que el proyecto de menor VAN social esperado (A). Si el decisor es neutral al riesgo, la eleccin del proyecto B (mayor valor esperado pero mayor variabilidad) es el criterio de decisin, pero si la agencia no desea asumir la mayor probabilidad de obtener un VAN social negativo en B habra que examinar con ms detenimiento la naturaleza del riesgo de estos proyectos.
Si se retrasa el proyecto se pierde el beneficio del primer ao y se gana el correspondiente a la prolongacin del proyecto en un ao (BT+1). A cambio se gana el tipo de inters sobre el valor de la inversin. Por tanto, conviene esperar si:
iI BT +1 B + > 1 T +1 1 + i (1 + i ) 1+ i
(2.28)
La desigualdad estricta anterior recoge, en el primer miembro, el valor presente del beneficio de posponer el proyecto un ao, y que consiste en el pago de intereses sobre la cuanta de la inversin multiplicado por el factor de descuento, y los beneficios actualizados que se ganan en el periodo T+1 como consecuencia de empezar el proyecto un ao ms tarde. En el segundo miembro, aparece el beneficio perdido en el ao 1, por retrasar el proyecto. Suponiendo que el beneficio en el ao T+1, una vez descontado, no es significativo, la expresin (2.28) se reducira a:
B1 <i I
(2.29)
donde, B1/ I es la tasa de rentabilidad de la inversin en el primer ao. Si dicha tasa es menor que la tasa social de descuento es preferible retrasar en un ao la aprobacin del proyecto.
Vase Pindyck, R.S. (1991): Irreversibility, Uncertainty, and Investment Journal of Economic Literature 29 (3), 1110-1148, y Dixit, A.K. y R.S. Pindyck (1994): Investment under Uncertainty. Princeton University Press.
34
... 0 1 2 3 4 5 6
2200 Costes
El proyecto requiere una inversin inicial de 2200 en el ao base. Los beneficios sociales en el ao 1 ascienden a 150. En el segundo ao, dependiendo de la decisin de una naviera de firmar un contrato de largo plazo con dicho puerto o con otro rival, los beneficios suben a 200 o bajan a 100 con la misma probabilidad y a perpetuidad. La decisin de la naviera se conoce en el ao 2. La tasa social de descuento es del 5%. Estamos ante una inversin irreversible, hay incertidumbre de demanda y la decisin puede posponerse y esperar a conocer la decisin de la naviera. No hay ninguna accin estratgica que pueda afectar a la decisin de la naviera, ni otros beneficios o costes sociales que los mencionados. El VAN esperado de esta inversin en la infraestructura portuaria es el siguiente:
E (VAN ) = 2200 +
(2.30)
Como se ha indicado, una vez realizada la inversin y trascurrido el primer ao (con beneficios seguros de 150), los beneficios el resto de los aos pueden aumentar hasta 200 o descender hasta 100 con igual probabilidad, dependiendo de la decisin de la naviera. Por tanto el VAN real del proyecto si no hay contrato ser: Figura 2.22. Dos casos posibles: beneficios altos o bajos
Beneficios 200 150 200 200 200 200 150 100 100 100 100 100 Beneficios
... 0 1 2 3 4 5 6
t 0
... 0 1 2 3 4 5 6
2200 Costes
2200 Costes
(2.31)
(2.32)
Estos resultados muestran que la inversin producir prdidas de 153 con una probabilidad de 0,5 y beneficios de 1752 con probabilidad de 0,5. Por tanto, el VAN esperado es igual a -153(0,5)+1752(0,5)=800, resultado que ya habamos obtenido en (2.30). Si el agente que toma la decisin es neutral al riesgo, el proyecto es aceptado. Discusin Es interesante observar que este proyecto supera el test de retrasar un ao, si lo aplicamos sin considerar la informacin que se revela en el ao dos. La cantidad monetaria que resulta de aplicar el tipo de inters a la inversin es inferior al beneficio del primer ao, por lo que aparentemente no ganamos retrasando. Sin embargo, en realidad retrasar no slo supone perder el beneficio del primer ao y ahorrar el coste de oportunidad de la inversin recogido en la tasa de descuento. Existe un beneficio adicional que consiste en obtener informacin valiosa por el hecho de esperar. Cuando se retrasa el proyecto un ao, se pierden los beneficios del primer ao, pero ahora sabemos si la naviera firma o no el contrato y por tanto sabemos si los beneficios sern de 100 o 200 desde el ao dos en adelante. Consideremos la alternativa de no invertir en el presente, esperando un ao. Una vez calculado el VAN esperado, se compara con el VAN esperado de invertir en el presente y elegimos la alternativa de mayor VAN esperado. Si esperando se revela que la empresa no firma el contrato y los beneficios son igual a 100, la solucin es no invertir para no incurrir en prdidas, con lo que el VAN es, en este caso, igual a cero. Como esto puede ocurrir con igual probabilidad que si se firma el contrato y los beneficios son igual a 200, el VAN esperado de retrasar es igual a:
E (VAN )( retrasar ) =
Comparando el VAN esperado de invertir en el presente (800) con el VAN de posponer la inversin un ao, la decisin es retrasar el proyecto y construir slo si la naviera decide operar en el puerto. Es interesante subrayar que el VAN esperado de invertir en el presente es positivo y que por tanto el proyecto sera aprobado si la inversin fuese del tipo ahora o nunca. Incluso esperar un ao no sera rentable si no se revela informacin adicional. Sin embargo, si la opcin de esperar es factible, es como si otro proyecto consistente en esperar se enfrentase al de invertir en el presente. La decisin con el ejemplo anterior es esperar. La regla convencional de VAN sigue siendo vlida si se afronta la evaluacin como la eleccin entre dos proyectos mutuamente excluyentes uno invertir en el presente; otro, esperar un ao ya que de otro modo, la aplicacin mecnica de la regla del VAN conducira a error.
6
(2.33)
En realidad, si se tiene en cuenta las limitaciones de informacin a las que se enfrenta el evaluador de proyectos, no ser fcil ir ms all que considerar una o dos alternativas en las que el retraso del proyecto genera informacin adicional que se pierde al ejecutar la inversin en el presente. Mantenemos por tanto la regla bsica del VAN en este Manual siempre que en contextos similares a los descritos en este ejemplo, se incluya en los costes de invertir en el presente, el coste de oportunidad de no esperar, o bien se defina la opcin de esperar como un proyecto alternativo al de invertir en el presente y se compare el VAN de ambos proyectos.
2..2. Precios-sombra
Los proyectos de inversin en infraestructuras y servicios de transporte acarrean la utilizacin de inputs, como son los vehculos o los hombres que los manejan, para la obtencin de outputs como son la posibilidad de transportar mercancas entre dos puntos anteriormente no comunicados, o el de ahorrar tiempo en una ruta anteriormente existente. El trabajo o la energa utilizados, o el tiempo ahorrado o las muertes evitadas en la carretera deben multiplicarse por un precio con el fin de convertirlos en unidades monetarias que permitan la homogeneizacin necesaria para calcular la rentabilidad social del proyecto. El precio que hay que utilizar es el que refleja el coste de oportunidad de utilizar los inputs o en el caso de los outputs, lo que los individuos estn dispuestos a pagar por los mismos.
7
En ausencia de distorsiones significativas el precio de mercado es una buena aproximacin al coste de oportunidad o a la valoracin marginal del bien. Es importante subrayar que la unidad de medida en que estn expresados los beneficios y costes es indiferente. Pueden estar expresados a precios de factores o a precios de mercado, en unidades monetarias corrientes o constantes (en trminos reales, sin inflacin) en moneda nacional o en divisa extranjera. La eleccin de una unidad de medida u otra afecta a los valores absolutos pero no al resultado de la evaluacin. La decisin de aceptar o rechazar no cambia por la eleccin de las unidades en que se expresen las magnitudes de las variables del proyecto. Lo realmente importante es que, con independencia de la unidad de cuenta elegida, los precios que se utilicen reflejen el coste de oportunidad de los inputs y el valor del output para la sociedad. Un ejemplo Cuando el precio de mercado no refleja dicho coste de oportunidad o no hay un mercado en el que el bien se intercambia, hay que utilizar un precio-sombra. Veamos un ejemplo con el precio de la energa. Supongamos que en un proyecto se emplean 50 unidades de energa cuyo precio de mercado unitario es de 100. Toda la energa es importada y su coste es de 90, cifra a la que hay que aadir un impuesto recaudatorio de 10. Si bien el precio de mercado es de 100, el coste de oportunidad de utilizar una unidad de energa es de 90, ya que las otras 10 unidades monetarias que forman parte del precio de mercado son una mera transferencia entre consumidores y contribuyentes. El precio-sombra de la energa en este proyecto sera, por tanto, de 90.
Dejamos para el Captulo 4, al discutir los aspectos especficos relativos a la valoracin de los bienes para los que no hay mercado, la asignacin de valor monetario a una vida estadstica y al tiempo de viaje.
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recaudatorios es una buena aproximacin al coste social de su utilizacin; sin embargo, cuando el proyecto implica una modificacin del precio de mercado del factor, el clculo del coste de oportunidad de la cantidad de factor que absorbe el proyecto, requiere distinguir entre la cantidad de factor desviado de otros usos como consecuencia de la elevacin del precio y la cantidad de factor de nueva oferta. Suponiendo que podemos estimar el cambio en el precio del factor y la reduccin en la cantidad demandada como consecuencia del aumento de la demanda de dicho factor causada por el proyecto que estamos evaluando, habra que utilizar como precio-sombra una media de los precios (brutos) del factor, con y sin el proyecto, para la cantidad de factor desviada de otras actividades econmicas, y la media de los precios (netos de impuestos) para la cantidad de factor anteriormente desempleado. Si hubiese subsidio de desempleo tambin habra que descontarlo. El caso particular del suelo como factor productivo En el caso de la utilizacin de suelo, la determinacin del precio-sombra es en principio similar a cualquier otro factor productivo, aunque debe subrayarse que el valor histrico de los terrenos, o el contable que figure en la agencia pblica donde dicho terreno est registrado, no tienen por qu reflejar el coste de oportunidad de dichos terrenos. La utilizacin de suelo en el proyecto supone un coste de oportunidad que es igual al beneficio perdido en el mejor uso posible de dicho suelo. Por ejemplo, si el mejor empleo est en la agricultura, el valor de mercado de la produccin agrcola durante el tiempo de utilizacin del suelo para el proyecto (a perpetuidad en muchos casos), debidamente descontado, sera una buena aproximacin del coste de oportunidad. Si el mercado del suelo es competitivo, el precio del terreno ser un fiel reflejo del coste de oportunidad, aunque la determinacin del coste de oportunidad del suelo presenta dificultades adicionales, ligadas a los movimientos especulativos a los que est sujeto el mercado inmobiliario y a las externalidades derivadas de su uso sobre reas colindantes: 1. Respecto al primer problema, es importante sealar que la construccin de nuevas infraestructuras revalorizan los terrenos colindantes a los que beneficia por dar mayor accesibilidad. La dificultad es que dicha revalorizacin no representa el coste de oportunidad del suelo utilizado en la construccin de la infraestructura sino la capitalizacin de los beneficios del proyecto. Podra pensarse que esto no es problema porque dicha revalorizacin se produce una vez que el proyecto esta en marcha. Sin embargo, en muchas ocasiones esto no es as, y la revalorizacin de los terrenos se produce antes, una vez que los agentes econmicos anticipan lo que va a ocurrir en dichos terrenos. Tener esto en cuenta es importante porque lgicamente no queremos incluir en el coste del proyecto parte de sus propios beneficios. 2. El segundo problema con el precio-sombra del suelo se refiere a los efectos sobre terrenos colindantes que no estn sujetos a transacciones de mercado. Cuando la infraestructura proyectada requiere la utilizacin de suelo no sujeto al mercado libre como, por ejemplo, el caso de una autopista que atraviesa un paraje natural, la valoracin econmica de este suelo requiere calcular el coste de oportunidad del recurso, ms all de las eventuales expropiaciones que se tengan que producir, estimando a qu est renunciando la sociedad por el hecho de perder la utilizacin original del suelo. Esto significa que no basta con calcular el coste de la superficie utilizada, ya que los alrededores posiblemente sufrirn el efecto barrera propio de este tipo de proyectos, reduciendo el valor inicial del paraje afectado y elevando por tanto el coste del suelo.
Precio-sombra e impuestos
Recordemos que el objetivo ltimo de utilizar precios-sombra en lugar de precios de mercado es el de recoger el coste de oportunidad de los recursos utilizados en el proyecto, cuando el precio de mercado no es un buen indicador de dicho coste de oportunidad. Esto es lo que ocurre en el caso de los fondos pblicos procedentes de impuestos y destinados a la construccin y explotacin del proyecto.
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El problema de la financiacin del proyecto con recaudacin impositiva radica en que la obtencin de dichos fondos supone un coste a la economa que hace que una unidad monetaria invertida tenga un coste superior a la unidad. Si se invierte una unidad monetaria obtenida mediante impuestos, el coste de oportunidad de dicha unidad ha de incluir el coste de la distorsin originado por el impuesto. La introduccin de impuestos indirectos sobre el consumo reduce la cantidad de equilibrio originando una prdida de eficiencia que ha de incluirse en el coste del proyecto. Un impuesto sobre el trabajo cambia la eleccin de los individuos entre horas de trabajo y de ocio. En cualquier caso, el coste de la distorsin forma parte del coste en el que incurre la sociedad cuando realiza proyectos pblicos financiados con impuestos. La evidencia internacional presenta un rango muy amplio de valores, que con frecuencia superan el 20-30% de lo recaudado, lo que se traducira en un precio sombra de los fondos pblicos de 1,2 o 1,3. Este preciosombra ha de utilizarse para los costes y tambin para los ingresos que procedan del pago directo de los usuarios. No debe utilizarse para modificar las corrientes de beneficios o costes que no se traducen en ingresos (excedente del consumidor o externalidades).
En contra de un multiplicador sombra de los fondos pblicos superior a la unidad se ha argumentado que los impuestos, aunque sean recaudatorios corrigen a veces externalidades, y tambin que la evidencia emprica muestra un amplio rango que incluye valores negativos. Partiendo de estos hechos, puede ser razonable, a falta de valores propios, multiplicar los fondos pblicos, procedentes de impuestos o los ingresos del proyecto que reducen la necesidad de impuestos, por una distribucin de probabilidad uniforme de valor mnimo 1 y mximo 1,25.
Cuestiones prcticas
Existen dos cuestiones prcticas importantes en la utilizacin de precios-sombra: 1. La primera ya ha sido comentada anteriormente, y advierte de la necesidad de tener en cuenta las consecuencias financieras y sobre la eleccin de tecnologas alternativas cuando se utilicen precios-sombra en proyectos cuyo output est situado en mercados competitivos, como es el caso de un puerto o aeropuerto internacional. En estas circunstancias, hay que tener presente que los precios sombra de los inputs no sern los que realmente se paguen y por tanto, a menos que el precio del factor reciba subvencin, habr que utilizar los precios de mercado de los inputs para el clculo del precio del output final y la prediccin de la demanda, 2. Las dificultades prcticas para el clculo de los precios-sombra y la utilizacin en este Manual de un modelo con variables aleatorias en lugar de determinista, aconseja seguir la recomendacin de Johansson (1993) cuando no tengamos certeza de cul es el origen de los factores que el proyecto emplear. Se trata de fijar un lmite superior y un lmite inferior como precio-sombra: La utilizacin de un lmite superior de los costes del proyecto supone el pleno empleo de los recursos en la economa. En este caso, el coste de oportunidad de utilizar los factores es el ms alto posible ya que su empleo en nuestro proyecto desplaza su uso de otras actividades econmicas donde se pierde el valor de lo que deja de producirse. El precio-sombra de los factores productivos es por tanto su precio de mercado incluyendo los impuestos indirectos y cualquier otro impuesto especfico. La utilizacin del lmite inferior supone que los factores productivos que se emplean en el proyecto estn desempleados y por tanto ni los trabajadores ni otros inputs se desvan de otras actividades productivas. Cuando estamos en este caso, el coste de oportunidad de utilizar el factor trabajo excluye los impuestos y el subsidio de desempleo con el fin de estimar el valor del ocio o de cualquier otra actividad que estuviese realizando el trabajador. En el caso de otros inputs se descuentan los impuestos para calcular el coste marginal de producir dichos inputs.
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Qu tasa debemos utilizar? En el descuento de los flujos de beneficios y costes puede utilizarse la tasa que refleja las preferencias entre consumo presente y futuro o la que refleja el coste de oportunidad del capital en los proyectos de inversin del sector privado? Hay dos alternativas para la eleccin: La primera consiste en utilizar ambas, hallando una media ponderada segn el origen de los fondos que se utilizan en el proyecto pblico. En este caso, la informacin que se requiere est relacionada con la procedencia de los fondos. Si se utilizan fondos que hubiesen sido destinados a proyectos de inversin privada, habr que utilizar la tasa marginal de productividad del capital para dichos fondos y si el origen de los fondos es el ahorro privado, la tasa marginal de preferencia temporal. La segunda, utilizando la tasa marginal de preferencia temporal actualizar los flujos de beneficios y costes, previamente convertidos en unidades de consumo. Ahora la informacin que se requiere es an mayor, ya que se necesita conocer el destino de los beneficios de cada ao (si van a ser invertidos o consumidos) para convertir la proporcin que va a ser destinada a inversin en unidades de consumo mediante un precio-sombra del capital invertido.
Ante las dificultades de informacin, la prctica de la evaluacin de proyectos se caracteriza por la utilizacin de tasas de descuento que no se sabe muy bien si responden a las aproximaciones descritas o a criterios pragmticos no explicitados. La variabilidad es alta y simultneamente, en pases de caractersticas similares han coexistido tasas que van desde el 5% al 8% sin que podamos encontrar las razones econmicas que justifican dicha diferencia. Una alternativa es utilizar el tipo de inters a largo plazo de los bonos del tesoro, en la creencia de que en el sector privado no se acometern inversiones con una rentabilidad marginal inferior a aqulla. Sin embargo, no debe olvidarse que cuando existen impuestos sobre el beneficio, las tasas de rendimiento marginal de la inversin han de ser mayores que el tipo de inters; y en el caso de impuestos sobre fondos ofrecidos por los ahorradores que no desplazan proyectos privados, pueden encontrarse tasas sociales marginales de preferencia temporal muy bajas. Otras formas de descuento Otra cuestin prctica en el descuento concierne a como tratar los beneficios y costes que afectan a generaciones venideras. El descuento exponencial aplicado a largos periodos de tiempo empequeece los beneficios y costes que afectan a individuos an no nacidos. La pregunta es si debe utilizarse la misma tasa para todos los aos. Parece haber cierto acuerdo en que para los efectos de muy largo plazo y para impactos sobre el riesgo de muerte y el medioambiente, la tasa de descuento no debera ser la misma que para los efectos en el corto plazo. La irrelevancia de los beneficios y costes al aplicar el descuento exponencial no se corresponde con las preferencias de los individuos cuando a estos se les ha preguntado sobre su trade-off entre salvar vidas en el presente y en el futuro, o simplemente cuando se hace la media de los factores de descuento entre distintos individuos en lugar de la media de sus tasas de descuento. Veamos ambos argumentos: 1. El primer argumento a favor de utilizar tasas de descuento decrecientes se basa en que las preferencias de los individuos pueden ser incompatibles con la aplicacin del descuento exponencial cuando se trata de vidas humanas. Supongamos que la tasa social de descuento es del 6% y que adems los individuos son indiferentes entre que se salve una vida annima en el presente o tres dentro de treinta aos. Parece evidente que ste es el trade-off que debe utilizarse para valorar el proyecto, sin embargo si aplicamos el descuento exponencial estaramos implcitamente diciendo que el trade-off es de una vida por 5,74 dentro de 30 aos. Si aceptamos las preferencias de los individuos en este ejemplo la tasa de descuento que habra que utilizar es del 3,73% y no la del 6%.36
Vase Cropper, M.L., Aydede, S.K. y Portney, P.R. (1992): Rate of Time Preference for Saving Lives, American Economic Review (Papers and Proceedings) 82(2): 469-472.
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2. El segundo argumento es ms tcnico y puede resumirse en que si la sociedad est compuesta por individuos que tienen diferentes tasas de descuento, y se quiere utilizar una tasa de descuento medio, es incorrecto hallar la media a partir de la distribucin de las tasas individuales para obtener la tasa social de descuento. La media hay que obtenerla con los factores de descuento, y no con las tasas de descuento.37 Un ejemplo Supongamos que una economa est compuesta por dos individuos cuyas tasas de descuento son del 1% y 10% respectivamente. Si se utiliza la media de dichas tasas (5,5%) para actualizar beneficios de, por ejemplo, 100 millones de dlares en 300 aos, obtendremos 10,6 dlares en el presente, lo que no se corresponde con la media de las valoraciones individuales. El valor actual de los 100 millones en 300 aos es prcticamente nulo para el individuo cuya tasa de descuento es del 10%, y de 5 millones para el individuo con tasa de descuento del 1%. La media de estas dos valoraciones es de 2,5 millones de dlares en el presente y no de 10,6 dlares que resultan de aplicar la media de las dos tasas de descuento. Calculando la tasa de descuento que convierte 100 millones en 300 aos en 2,5 millones en el presente, se obtiene una tasa de descuento del 1,2%, muy cercana al valor mnimo de la distribucin de las tasas de descuento. El resultado es general y muestra que en los primeros aos, el promediar tasas o factores de descuento no supone una gran diferencia; sin embargo, cuando los beneficios se alejan en el tiempo, al promediar con factores de descuento (que es el procedimiento correcto) las tasas de descuento ms altas en la distribucin pierden peso en la ponderacin cuanto ms alejado es el ao en el que se produce el descuento. El resultado es que cuando la sociedad est formada por individuos cuyas preferencias estn asociadas a tasas de descuento diferentes, el descontar con tasas de descuento decrecientes es consistente con dichas preferencias individuales.
2... Medicin monetaria del coste de los accidentes y de los impactos medioambientales
Tanto los accidentes como la contaminacin atmosfrica, el ruido o la destruccin del paisaje son costes de los proyectos de transporte; o beneficios, si disminuyen como consecuencia de la ejecucin del proyecto. Aunque no figuren en la contabilidad de los operadores, son costes para la sociedad de la misma manera que los son la utilizacin de materiales y repuestos, energa o fuerza de trabajo. Cuando se evala la construccin de una nueva infraestructura hay que incluir entre sus costes el efecto barrera sobre el territorio, la destruccin de espacio natural y el ruido que produce a los habitantes de las reas afectadas. Estos costes deben figurar junto a los del operador. De igual manera, los accidentes de trfico evitados por la construccin de un tnel que elimina un tramo con alto riesgo de accidente, son beneficios a sumar a los ahorros de tiempo y costes operativos de los vehculos. El coste de los accidentes de trfico (igual podra decirse de los accidentes laborales) est compuesto por la prdida de la vida de los que mueren, la prdida de calidad de vida de los heridos, y la pena y el sufrimiento de los familiares y amigos. A esto, hay que aadir, otros costes de naturaleza econmica, como la prdida de produccin de las vctimas, los daos materiales y los gastos sanitarios. Dado que en el Captulo 4 se trata de manera especfica la valoracin monetaria de los accidentes, nos limitaremos aqu a argumentar sobre los mtodos utilizados para la valoracin monetaria de los costes asociados a los accidentes e impactos medioambientales.
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Vase Weitzman, M.L. (2001):Gamma Discounting, American Economic Review 91(1): 260-271.
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Es oportuno subrayar que lo que los economistas denominan como el valor de la vida, es en realidad la disposicin a pagar por reducir el riesgo de accidente. Los individuos no estn dispuestos a pagar cualquier cantidad por reducir el riesgo de tener un accidente. En la medida en que la sociedad acepta riesgos que podran reducirse renunciando a otros bienes pblicos y privados, es interesante saber en qu proporcin estn dispuestos los individuos a realizar esta transaccin implcita. El trmino valor de la vida adquiere as una dimensin menos dramtica y ms prctica, porque en realidad no es el valor de la vida en sentido estricto lo que se busca, sino cunto estn dispuestos a pagar los individuos por aumentar el nivel de seguridad. Lo que se valora en el anlisis coste-beneficio es el aumento o la reduccin de la probabilidad de accidente que puede traducirse en lesiones o incluso en la muerte de la vctima. Nos estamos refiriendo al incremento en el riesgo fsico por el hecho de emprender una actividad, como construir un edificio o conducir un vehculo. El papel que juega la economa en este contexto, aparentemente alejado del terreno habitual de los economistas, estriba en que los recursos son escasos y la necesidad de elegir entre usos alternativos tambin cuenta en decisiones que incluyen el bien seguridad. Para ejemplificar la utilidad de cuantificar en trminos monetarios el nmero de muertes, supongamos que el valor estadstico de una vida annima se ha calculado en 2 millones de dlares y que se est procediendo a la eleccin de varios proyectos dentro de un presupuesto limitado. Los beneficios de los proyectos son mayoritariamente ahorros de tiempo y de costes operativos, ms un proyecto cuyo beneficio nico consiste en eliminar un punto negro donde mueren una media de diez personas anualmente. La simple inclusin de 20 millones de dlares anuales adicionales podra situar este proyecto por encima del resto. En este Manual se pretende que la prdida de vidas y lesiones que se derivan (o que se evitan) como consecuencia de la ejecucin de un proyecto, reciban un tratamiento adecuado en los clculos de rentabilidad social. Mantener una posicin radical contra dicha valoracin, puede simplemente suponer que las vidas perdidas, o las muertes evitadas, reciban un valor cero. No se trata de calcular el valor de la vida en un sentido literal, sino de aproximarse a la valoracin implcita de la sociedad acerca de cunto est dispuesta a sacrificar de los recursos disponibles por reducir el riesgo fsico y por tanto para reducir el nmero de muertes annimas.
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1. El primer mtodo consiste en utilizar el gasto realizado por los afectados para protegerse contra el impacto; por ejemplo, el coste de insonorizacin de la vivienda en el que incurren los que viven cerca de un aeropuerto. Se trata de una aproximacin muy imperfecta porque no tiene en cuenta que el ruido no se evita cuando se est en el exterior de la vivienda o si las ventanas se mantienen abiertas. 2. El segundo mtodo es el de los precios hednicos, y la construccin de un aeropuerto puede tambin servir para ver en qu consiste. El ruido que se deriva del funcionamiento de un aeropuerto sobre las viviendas afectadas reduce su precio. El mtodo de los precios hednicos consiste en ver cmo afecta el ruido al precio de la vivienda, comparando los precios de las viviendas cercanas al aeropuerto con otras de similares caractersticas, pero con diferentes niveles de exposicin al ruido. La hiptesis de partida es que si por viviendas similares los individuos pagan ms por las que estn sujetas a una menor exposicin al ruido, podemos obtener una medicin monetaria de la disposicin a pagar por evitarlo, y por tanto valorar el ruido en trminos monetarios. 3. El tercero, dentro de las preferencias reveladas, es el denominado mtodo del coste del viaje. Este mtodo se basa tambin en la utilizacin de mercados aliados (bienes relacionados con el bien que queremos evaluar) y para los que s existe mercado. Se trata de estimar una funcin de demanda que recoja lo que los visitantes que acuden, por ejemplo a un parque natural, estn dispuestos a pagar por su uso. Disposicin a pagar entendida como precio global o generalizado, en el que se incluye la entrada para entrar en el parque, coste del viaje (gasolina, por ejemplo), gasto en equipo (equipo de pesca, material para escalada, etc.), gastos en el lugar de recreo, y el tiempo invertido en el desplazamiento desde su lugar de residencia. La poblacin la constituyen los individuos que visitan el lugar de recreo. Suele emplearse para medir los beneficios que los individuos obtienen del disfrute de actividades de recreo o deportivas al aire libre como la pesca, remo, o simplemente visitas a los parques naturales. Cuanto ms lejos vive el visitante ms cara es la visita. Habr una distancia para la que el precio generalizado es tan alto que la demanda es cero. Los individuos realizan un nmero diferente de visitas de acuerdo con la distancia, la cercana de sustitutivos, renta, etc. La tarea del analista consiste en obtener una funcin de demanda para individuos similares en la que se recoja el nmero de visitas ante los diferentes precios generalizados que pagan al tener que desplazarse desde distancias cada vez mayores. Una vez estimada la ecuacin que relaciona el nmero de visitas con las variables explicativas, y como el nmero de visitas baja cuando el precio generalizado aumenta, el paso siguiente es suponer que elevando el precio de la entrada bajar el nmero de visitas de acuerdo con los coeficientes estimados a partir de la muestra que integra el conjunto de zonas que genera viajes al parque. De esta manera, se construye una funcin de demanda convencional con el nmero de visitas en el eje horizontal y el precio de la entrada en el vertical, cuyos puntos se van obteniendo elevando el precio y viendo cmo afecta el aumento del coste al nmero de visitas. El precio mximo de reserva es el que hara que no se realizaran visitas al parque. Los tres procedimientos de valoracin descritos han sido utilizados con frecuencia en la valoracin de los bienes ambientales y aunque no estn exentos de dificultades ligadas a problemas de datos y de especificacin de los modelos a estimar, lo cierto es que los economistas se sienten cmodos con estas aproximaciones porque se basan en preferencias reveladas: precios de las viviendas que reflejan el valor actual de los activos durables afectados por la presencia del ruido, o costes monetarios y en tiempo en los que incurren los individuos cuando visitan un parque natural. Mtodos basados en preferencias declaradas Una limitacin de estos mtodos es que slo miden el valor de uso, dejando fuera el valor de uso pasivo que ya ha sido reconocido como relevante a la hora de valorar el impacto medioambiental.38 Para dar un valor monetario al uso pasivo, la alternativa es la creacin de un mercado hipottico, encuestando a los individuos, y preguntando directamente cunto estn dispuestos a pagar por preservar una especie o por evitar un dao ambiental como el vertido de petrleo al mar.
Vase National Oceanic and Atmospheric Administration (1993): Report of the NOAA Panel on Contingent Valuation. Federal Register 58 10: 4602-4614.
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La necesidad de valorar el medioambiente, y de no limitar la valoracin al valor de uso del mismo, parece evidente cuando se trata de valorar daos en parajes naturales o a la fauna. No parece razonable limitar el valor de dichos daos a las indemnizaciones que las compaas de seguros tienen que pagar a los directamente afectados. El bien medioambiental tiene naturaleza de bien pblico, ni es excluible ni rival, y los precios de mercado no reflejan su valor, dada la gran importancia de las externalidades. Muchos individuos estaran dispuestos a pagar por la conservacin de los ocanos, limpios de contaminacin, aunque no disfruten de su uso directo. El mtodo de la valoracin contingente trata de capturar el valor de no uso o valor pasivo, que tienen los bienes ambientales. La crtica ms seria al mtodo de la valoracin contingente se basa en que los individuos no tienen preferencias formadas sobre los bienes medioambientales y que lo que se obtiene en las encuestas son respuestas hipotticas a preguntas hipotticas, en un contexto en el que el encuestado suele desconocer aspectos relevantes del bien valorado o manifestar respuestas estratgicas.39 Una consideracin final sobre la valoracin de los bienes para los que no hay mercado concierne a su transferibilidad. En la prctica, y ante la imposibilidad de realizar estudios especficos en la evaluacin de un proyecto, se recurre con mucha frecuencia a la utilizacin de valores obtenidos en otros estudios (y otros contextos). No se trata de desaconsejar esta prctica, ya que es la nica alternativa viable en muchos casos, pero si de extremar las cautelas cuando transfiramos valores monetarios de otros estudios. La dificultad principal con respecto a la transferencia de valores de impactos medioambientales de estudios ya realizados consiste en que dichos valores han sido obtenidos en contextos especficos. Es muy importante saber qu se pregunt exactamente al entrevistado cuando se obtuvo su valoracin monetaria de un impacto determinado. Algunos ejemplos Un claro ejemplo del riesgo de transferir valores sin considerar previamente como fueron obtenidos es el siguiente (Johansson, 1993): Supongamos que a un individuo se le pregunta en un estudio sobre su disposicin a pagar por un coche de la marca Jaguar; en un segundo estudio, se le pregunta cuanto est dispuesto a pagar por un Mercedes, y en el tercer estudio por un Volvo. No parece razonable, sumar las tres disposiciones a pagar para obtener la disposicin a pagar total de este individuo por los coches. Hay dos formas correctas y alternativas de proceder. La primera, es preguntar de manera secuencial por la disposicin a pagar por un coche condicional a que ya se ha gastado en los otros dos coches. La segunda, preguntar directamente por la disposicin a pagar total por coches. Tal como advierte Johansson, la transferencia de valores de otros estudios existentes a nuestro proyecto es a menudo equivalente a las preguntas iniciales sobre la disposicin a pagar por cada coche, en el sentido de que en realidad estamos agregando disposiciones a pagar que no han sido condicionadas convenientemente. La intuicin del ejemplo anterior es que si sumamos disposiciones a pagar no condicionadas procedentes de diferentes estudios puede que estemos sobrevalorando el valor de un bien medioambiental; sin embargo, puede ocurrir lo contrario, que infravaloremos un impacto medioambiental negativo al agregar las valoraciones procedentes de estudios con un contexto diferente, en el que los individuos que respondieron no estaban en una posicin condicionada por un hecho determinado relevante en nuestro proyecto. Otro ejemplo que ilustra la infravaloracin mencionada es la estimacin de la disposicin a pagar por un sistema de proteccin que evita el vertido de petrleo sobre un litoral que tiene varias playas. Si sumamos la disposicin a pagar para proteger cada una de las playas por separado, estaremos infravalorando el valor que los usuarios conceden a la eliminacin del riesgo de contaminacin.
Para un debate entre los defensores y detractores del mtodo de la valoracin contingente, vase el nmero monogrfico de 1994 del Journal of Economic Perspectives 8(4).
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La razn de la infravaloracin es que al sumar las disposiciones a pagar para mantener limpia cada playa, el individuo sabe que tiene alguna de las otras como sustitutivos y por tanto su valoracin monetaria de la playa que visita ser menor que si se le pregunta cunto est dispuesto a pagar por preservar el estado actual de la playa condicionado a que las otras tambin estn contaminadas. Para calcular la disposicin a pagar total habra que proceder como en el ejemplo de los coches, cuyo resultado en este caso sera una mayor disposicin a pagar por preservarlas al condicionar la pregunta a que las dems ya han sido contaminadas.
la mitad. La razn de este beneficio adicional estriba en que el monopolista produce cantidades inferiores a las socialmente ptimas y un proyecto de transporte que reduce sus costes incentivando el aumento de produccin del monopolista reduce la ineficiencia derivada de la baja produccin del monopolista. 3. Cuando en los mercados secundarios se producen bienes y servicios que son complementarios o sustitutivos de los bienes y servicios del mercado primario, y la economa es competitiva y sin distorsiones, podemos ignorar los efectos indirectos, ya que las variaciones de la produccin, al contrario del caso del monopolista anteriormente descrito no producen variaciones en el bienestar social al venderse cada unidad a su coste marginal social. 4. Cuando existe distorsiones en los mercados secundarios los efectos indirectos no son necesariamente doble contabilizacin. Distorsiones como la existencia de poder de mercado, externalidades, impuestos y subvenciones o desempleo, implican una diferencia entre el precio de venta y el coste marginal social en los mercados secundarios afectados por el proyecto que producen efectos adicionales a los del mercado primario que deben tenerse en cuenta. Por ejemplo, si aumenta la demanda de productos agrcolas subvencionados en los restaurantes beneficiados por el aumento de visitas al parque cuyo coste de acceso en tiempo se ha reducido, la expansin de la produccin en el mercado agrcola supondr un coste a contabilizar igual al aumento de la subvencin (suponemos que no internaliza externalidad alguna) Si por el contrario, en el mercado agrcola hay un impuesto, el aumento de recaudacin ser un beneficio. 5. El efecto neto en los mercados secundarios es por tanto la suma de efectos de distinta naturaleza y signo. Los promotores de proyectos de transporte tienden a argumentar los efectos positivos sobre el conjunto de la economa de dichos proyectos, creacin de empleo incluido; sin embargo, los efectos indirectos pueden ser positivos (aumento de recaudacin fiscal) o negativos (aumento de la contaminacin), adems, la produccin no siempre aumenta en los mercados secundarios. Un aeropuerto nuevo que aumenta la actividad industrial y comercial en la zona puede tambin reducirla en otro aeropuerto del pas que pierde atractivo tras el proyecto del nuevo aeropuerto. 6. Una recomendacin general es la de ignorar en principio los efectos indirectos y concentrarse en los directos, a menos que la singularidad del proyecto aconseje lo contrario. Muchos de los efectos indirectos son comunes a otros proyectos, que se realizaran si el proyecto evaluado no se llevase a cabo y por tanto su efecto es irrelevante en la comparacin de proyectos (por ejemplo, el efecto multiplicador macroeconmico). Otros efectos ms difciles de evaluar pero importantes en algunos casos, como cambios en la logstica de la distribucin comercial, etc., podran describirse en una exposicin cualitativa junto a los efectos directos. Finalmente, y con relacin a los efectos territoriales, los de desarrollo regional y los cambios en la localizacin de las empresas, es recomendable aadir una descripcin cualitativa en su caso, ya que la evidencia disponible no permite ser demasiado optimistas sobre los efectos positivos de desarrollo local de un proyecto de transporte que reduce el coste de desplazar bienes y personas entre una zona rica y otra pobre. La carretera o la lnea ferroviaria, permiten viajes en ambos sentidos y aunque el efecto global sobre la economa del pas sea positivo, el local es discutible y depende de un conjunto de factores cuyo efecto final es a priori muy difcil de predecir.
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El diseo de un contrato de concesin puede influir decisivamente en que el VAN social ex ante y el ex post no difieran ms all de lo explicado por causas de fuerza mayor o de cambios en el marco regulador frente a las que los operadores poco pueden hacer. Nos interesan especialmente las desviaciones de lo proyectado que se producen por la utilizacin de contratos cuyos incentivos no favorecen la consecucin del mximo VAN posible, y para ello analizamos el caso de la concesin convencional de plazo fijo tan utilizada en los proyectos de transporte en todo el mundo. Una concesin para construir y operar una infraestructura es un contrato de largo plazo entre un gobierno y una empresa o consorcio de empresas privadas, a travs del cual ambas partes asumen una serie de compromisos y obligaciones para llegar a alcanzar unos determinados objetivos. Entre estos objetivos cabe destacar los siguientes: 1. Construccin de la infraestructura, con la calidad previamente establecida, al mnimo coste posible. 2. Mantenimiento adecuado de la infraestructura y otros elementos incluidos en la concesin durante el periodo concesional. 3. Provisin de servicios satisfactorios a los usuarios, incluida la seguridad. 4. Promover el uso eficiente a corto plazo de la infraestructura, mediante precios adecuados. 5. Ampliacin de la infraestructura a largo plazo de acuerdo con las necesidades de trfico. 6. Equilibrio financiero para el concesionario. Desde un punto de vista econmico, un contrato de concesin es un mecanismo que facilita la colaboracin entre el sector privado y el sector pblico. A travs de los contratos de concesin, los gobiernos pueden obtener financiacin privada para la realizacin de grandes proyectos de infraestructura y, simultneamente, se ofrecen a los inversores privados los incentivos econmicos para que sea atractivo llevar a cabo estos proyectos. La experiencia internacional muestra numerosos ejemplos de problemas financieros para los concesionarios y de necesidad de intervencin de los gobiernos para evitar quiebras. Al estudiar estos casos, es frecuente encontrarse con un diseo incorrecto del modelo econmico desde el inicio de la concesin que suele estar en la raz de las dificultades para concesionarios y gobiernos. Por ello, es fundamental la realizacin de un anlisis previo de las caractersticas de un proyecto de construccin de infraestructuras, as como un diseo correcto del modelo econmico. Para tratar de alcanzar los seis objetivos sealados anteriormente para una concesin (construccin al mnimo coste, mantenimiento adecuado, calidad y seguridad, uso eficiente de la infraestructura, ampliaciones adecuadas en el largo plazo, y equilibrio financiero para los concesionarios), tanto el gobierno que desea llevar a cabo un proyecto de infraestructura como la empresa que acomete el proyecto se enfrentan a varias dificultades. El mayor problema a la hora de disear una concesin de un proyecto de transporte consistente en la construccin de nueva infraestructura es la incertidumbre sobre el volumen de demanda futura. Pese a que existen tcnicas para realizar estudios de prediccin de demanda, dada la naturaleza de largo plazo de estos proyectos, es muy difcil realizar buenas predicciones. Existen muchas circunstancias que pueden verse alteradas durante los ms de 30 aos que suele durar una concesin de infraestructura de transportes, que pueden alterar de forma significativa el volumen de demanda y que conducen a la renegociacin del contrato.40 La incertidumbre tambin alcanza a los costes. Algunos costes son difciles de predecir, especialmente en las fases de construccin del proyecto ya que los verdaderos costes asociados a la construccin de una determi-
Vase Guasch, J.L. (2004): Granting and Renegotiating Infrastructure Concessions: Doing it Right. WBI Development Studies, Washington.
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nada infraestructura no se conocern hasta que sta se lleve a cabo y aparezcan, por ejemplo, dificultades no previstas en el terreno que prolonguen la duracin de las obras. Esto hace que las ofertas que presenta una empresa a un concurso incorporen un cierto elemento de aleatoriedad. Los costes de construccin, mantenimiento y operacin de una infraestructura tambin pueden variar dependiendo del esfuerzo realizado por el concesionario. La cercana de dichos costes a su mnimo posible depender de los incentivos que el contrato incorpore para que al concesionario le compense el esfuerzo de acercarse a dicho mnimo. Si el contrato concesional contempla un beneficio constante y un precio por utilizacin de la infraestructura igual al coste medio de produccin, es probable que el operador no se esfuerce en la misma medida en que lo hara si el precio es fijado independientemente del coste y el beneficio no est limitado. Partiendo del hecho de que el gobierno quiere que la construccin de una infraestructura de calidad prefijada se realice al mnimo coste posible, aceptando que las empresas que llevan a cabo los proyectos son las que conocen sus costes, la mejor forma de llevar a cabo la seleccin del concesionario es a travs de mecanismos de licitacin.41 Los mecanismos ms habituales en la prctica son subastas en los que los concursantes (generalmente consorcios formados por varias empresas) son pre-seleccionados a partir de criterios de honorabilidad, experiencia en el sector y capacidad financiera. Los candidatos deben presentar sobres cerrados con una oferta econmica que se basa habitualmente en alguna de estas variables alternativas: el peaje que van a cobrar a los usuarios, o un pago a realizar al gobierno en concepto de canon. En algunas ocasiones, tambin es posible la utilizacin de sistemas en los que las empresas realizan ofertas sobre diversas variables, emplendose en la licitacin una frmula polinmica en la que cada variable se pondera con un nmero de puntos anunciados previamente. Las variantes de los sistemas mencionados comparten una caracterstica comn y es la idea de plazo fijo para la duracin de la concesin. Es decir, a pesar de que la oferta de las empresas se realice en variables diferentes en cada tipo de concurso, en todos ellos los concesionarios saben de antemano cunto va a durar el periodo durante el cual van a poder explotar la concesin y obtener ingresos por cobrar a los usuarios por el uso de la infraestructura. La duracin de la concesin ser anunciada por el gobierno antes de que se lleve a cabo la subasta, con el objeto de que las empresas puedan realizar sus clculos y hacer as las mejores ofertas posibles, ajustadas a la condicin de equilibrio financiero de cada empresa. Todos los sistemas concesionales basados en el plazo fijo para la duracin del contrato de concesin tienen un problema comn y ste es el impacto que tienen las estimaciones sobre la demanda futura, tanto para la seleccin del concesionario como para su estabilidad financiera durante la vida del contrato. Este es un problema bien conocido en el anlisis terico de los resultados de los concursos o subastas, y que es denominado la maldicin del ganador. En un concurso realizado a partir de cualquiera de las variables citadas anteriormente existe, por el propio funcionamiento del sistema, una tendencia hacia la seleccin de concesionarios que son excesivamente optimistas en cuanto a sus expectativas de demanda. Esto puede crear un serio problema para la empresa ganadora en el futuro y es el siguiente: en caso de que el nmero efectivo de usuarios sea bajo, es probable que los clculos realizados por la empresa ganadora resulten incorrectos, y le lleven a una situacin financiera complicada. Este problema no se deriva de que las empresas acten de forma inadecuada a la hora de preparar sus ofertas, y los clculos no se realicen con la mxima precisin posible. Son los propios mecanismos de seleccin los que inducen estos resultados, y los causantes ltimos de muchas de las dificultades de las concesiones en el mundo, especialmente el de las renegociaciones que aunque resuelven el problema de la interrupcin de la actividad en caso de problemas graves, desnaturalizan en muchas ocasiones la esencia del concurso pblico.
Existe una amplia literatura econmica sobre subastas y su aplicacin en muy diversos contextos. Dos buenas referencias introductorias son Klemperer, P. (1999): Auction Theory: A Guide to the Literature. Journal of Economic Surveys 13: 227-286; y Milgrom, P.R. (1989): Auctions and Bidding: A Primer. Journal of Economic Perspectives 3: 3-22.
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Las renegociaciones producen efectos no deseados sobre el contrato de concesin (tensiones entre gobierno y concesionario, costes asociados a la negociacin, protestas de los usuarios, etc.). Adems, suelen introducir ajustes en los precios que pagan los usuarios cuando se producen desviaciones significativas de trfico con respecto a las previsiones, incentivando un uso ineficiente de la infraestructura. As, en situaciones de trfico bajo, los operadores presionaran para que se aumente el precio, modificacin contraria a lo que sera deseable desde un punto de vista econmico para un uso eficiente de la infraestructura. Ante situaciones de demanda dbil, si la respuesta del gobierno es autorizar una subida de precios, la demanda descender ms an, cuando lo deseable sera en esas situaciones bajar los precios para que la demanda fuese mayor. Si por el contrario la demanda es alta y se producen problemas de congestin, lo que debera hacerse es subir los precios, para de ese modo desanimar el uso de la infraestructura por aquellos usuarios que obtienen un menor beneficio o bienestar de su utilizacin. Sin embargo, demanda alta suele estar asociada a beneficios extraordinarios para el concesionario y a mayor presin del pblico para que bajen los precios. Concluyendo, son las propias caractersticas de los mecanismos de concesin de plazo fijo las que pueden inducir a la aparicin de problemas para gobiernos y concesionarios durante la vida de los contratos de concesin. La razn fundamental es la necesidad, bajo estos sistemas concesionales, de apoyarse en las expectativas de los niveles de demanda futura a la hora de realizar los clculos de las empresas para presentar sus ofertas a los concursos para conseguir los contratos. Los sistemas concesionales de plazo fijo tienden a seleccionar a empresas optimistas en cuanto a sus predicciones de demanda, y a generar con ello problemas de renegociacin en el futuro. La solucin al problema de la incertidumbre sobre el trfico requiere un cambio en el planteamiento del sistema de concesin, que permita reducir dicha incertidumbre. Una alternativa para conseguirlo consiste en ir abandonando la idea de que el periodo de vigencia del contrato de concesin tenga que ser fijo y determinado a priori, antes de conocerse con exactitud cul es el nivel de trfico que la infraestructura va efectivamente a recibir. Un mecanismo prctico consiste en disear una concesin de plazo variable, cuya duracin se vincule con el nivel de demanda, y que permita ajustes automticos del periodo concesional sin necesidad de entrar en procesos de renegociacin que, como se ha sealado, tienen consecuencias negativas para gobiernos y concesionarios. Los problemas de la participacin de empresas privadas en la construccin de carreteras mediante el sistema de concesin de plazo fijo se deben fundamentalmente a la naturaleza de la infraestructura (altos costes, vida prolongada y especificidad de los activos), a la incertidumbre de demanda y a las asimetras de informacin sobre los costes. La participacin privada es deseable si su entrada en la construccin y operacin facilita el construir a costes ms bajos que sostengan precios ms bajos a los usuarios, adems de contribuir a que no se construyan obras faranicas. La experiencia internacional no es del todo positiva y la impopularidad de la participacin privada ha crecido en la ltima dcada.42 Si el periodo de concesin fuese variable en lugar de fijo, sera posible acomodar situaciones de demanda alta o baja sin necesidad de renegociar el contrato, ni tener que realizar ajustes no deseados en los precios. As, por ejemplo, ante una situacin de demanda baja, simplemente la duracin de la concesin se extendera automticamente permitiendo de ese modo la recuperacin de los costes totales. Por el contrario, ante un caso de demanda alta, la recuperacin de costes tendra lugar antes, y la concesin podra terminar para no proporcionar beneficios extraordinarios a la empresa.
El 56% de los encuestados en Amrica Latina opinaban que las privatizaciones haban sido positivas para su pas, cuando se les pregunt en 1998. Este porcentaje se reduca al 25% cuando se les volvi a preguntar en 2004 (Latinobarmetro surveys) citado en Fay, M. y M. Morrison (2005): Infrastructure in Latin America and the Caribbean: Recent Developments and Key Challenges. Report No. 32640-LCR. The World Bank. Entre las sugerencias de los autores para reforzar la inversin privada en la regin se incluye la mejora de la regulacin y la adjudicacin de contratos.
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Esto puede conseguirse realizando una subasta en la que las empresas licitan el mnimo valor de ingresos netos que desean recuperar. En este tipo de concurso, las empresas no tienen necesidad de determinar el precio que desean cobrar, puesto que dicho precio sera fijado por el gobierno, ni van a requerir hacer predicciones de demanda para calcular los ingresos esperados por la concesin.43
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un proceso de expropiacin forzosa, se indemniza a los que han de ceder suelo, aunque la compensacin se realiza de acuerdo con mdulos preestablecidos que no tienen por qu ser idnticos a la renta que permitira situar a los sujetos afectados en sus niveles de utilidad sin el proyecto. En este Manual se recomienda que, siempre que sea posible y til, se desagreguen los beneficios netos por grupos y reas geogrficas relevantes, con el fin de aadir informacin sobre los beneficiarios y perjudicados del proyecto, dimensin que en algunos casos puede ser decisiva en la decisin final.
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Captulo .
Aplicando el modelo bsico
Corredor Este-Oeste
Ruta actual
Ciudad Oeste
Tnel
Carretera convencional Peaje: No Titularidad: pblica Explotacin: pblica Distancia: 120kms Velocidad media: 60 kms/h Tiempo medio: 2 horas
Ruta alternativa
Autopista (70 kms) + Tnel (5 kms) Peaje : 2 dlares Titularidad: concesin Explotacin: privada (40 aos) Distancia: 75 kms Velocidad media: 75 kms/h Tiempo medio: 1 hora
Ciudad Este
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del proyecto, por valor de 35 millones de dlares, por lo que el importe total de la inversin presupuestada asciende a 225 millones de dlares. Los trabajos de construccin se llevaran a cabo a lo largo de dos aos, invirtindose un 50% del coste en el momento inicial del proyecto (t=0), un 25% al final del primer ao o momento uno (t=1) y un 25% a final del segundo ao o momento dos (t=2). Tras la finalizacin de las obras, la autopista y el tnel se abriran al trfico al comienzo del tercer ao, contabilizndose los beneficios a final de dicho ao (t=3).45 Aunque la antigua carretera seguira abierta, su utilizacin sera muy marginal, ya que se ha estimado que casi todos los usuarios actuales se desviaran hacia la nueva ruta. Ante las dificultades financieras para acometer este proyecto, se est considerando la posibilidad de que la construccin y explotacin de la nueva ruta se realice en rgimen de concesin, por un perodo igual a la vida del proyecto. La empresa privada concesionaria se financiara a travs del cobro de un peaje a cada vehculo por trayecto.46 Simplificaciones adicionales Finalmente, haremos dos simplificaciones adicionales que son importantes en relacin con este ejemplo: 1. En primer lugar, supondremos que la nueva ruta planeada no se enfrenta en ningn momento a restricciones de capacidad, al menos durante los aos que dura la concesin. Tanto la autopista como el tnel podrn absorber, con un nivel de congestin mnimo, el volumen de trfico diario que circular por el corredor. Esto evita la necesidad de considerar polticas de precios ms complejas, como las tasas por congestin, u otros mecanismos de racionamiento de la capacidad que afectaran al tiempo medio de viaje. 2. En segundo lugar, consideraremos que los precios y costes de los factores empleados en el proyecto reflejan de manera adecuada su coste de oportunidad. Esto es extensible a los fondos pblicos destinados a la inversin, a los que consideraremos que no hay que aplicar ningn factor de correccin para reflejar su coste de oportunidad. Con los datos anteriores procederemos a continuacin a aplicar el modelo bsico descrito en el captulo anterior, particularmente la aproximacin basada en el cambio de los excedentes de los usuarios y productores. Posteriormente, tras discutir los resultados y analizar detalladamente el papel de la incertidumbre y los incentivos, reharemos los clculos usando la aproximacin de las disposiciones a pagar y discutiendo las posibles diferencias asociadas a utilizar valores reales frente a monetarios.
Para simplificar, supondremos que, excepto en el caso del 50% del coste de la inversin que se produce en el momento cero, todos los dems costes y beneficios se computan como si se produjesen a final de cada ao. La nueva ruta se abre al trfico al final del ao 2 (comienzo del tercer ao del proyecto) y los beneficios de dicho ao, que se han ido produciendo desde el uno de enero hasta el 31 de diciembre, se contabilizan en el momento t=3 (como si todos ocurrieran a 31 de diciembre). 46 En este ejemplo no distinguiremos distintos tipos de vehculos (motocicletas, turismos, camiones ligeros, camiones pesados, autobuses, etc.), ni distintos tipos de viajeros (viajeros por motivo de trabajo, por motivos de ocio, etc.). Por ello supondremos que tanto el valor del peaje como del resto de variables relevantes (tiempos y costes de viaje) es en realidad un valor promedio para todos ellos.
45
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El VAN como repuesta La respuesta a estas cuestiones requiere calcular el VAN social y el VAN financiero de este proyecto. Para ello comenzaremos utilizando la aproximacin metodolgica basada en la suma de los cambios de los excedentes de los diferentes agentes sociales afectados por este proyecto, por lo que la expresin a evaluar, de acuerdo con el captulo anterior, viene dada por:
VAN s =
t =0
(3.1)
donde el primer sumando (con signo negativo) representa el valor actualizado de los costes de construccin (It) durante los tres primeros aos, a los cuales se aade el coste del impacto medioambiental (Et). Adems tambin consideramos, para simplificar, que tanto los tipos impositivos () como el coste externo unitario () no varan a lo largo del tiempo, por lo que suprimimos en ellos el subndice t. Manteniendo la notacin del captulo anterior, el superndice 0 se refiere al escenario sin proyecto y el superndice 1 indica el escenario con proyecto. Para computar el VAN financiero, nicamente tendremos en cuenta los ingresos netos y costes de la infraestructura, no contabilizando ni la variacin en el excedente de los usuarios, ni de los contribuyentes, ni las externalidades, por lo que la expresin a evaluar ser:
VAN f =
(3.2)
donde C0 y C1 denotan los costes de mantenimiento y operacin de la infraestructura sin y con el proyecto respectivamente.
g 0 = z 0 + v0 g 1 = z1 + ( p1 + ) + v1
(3.3)
Como puede observarse, estamos ignorando los efectos indirectos del proyecto (revalorizacin del suelo, generacin de empleo, atraccin de nuevas empresas, movimientos poblacionales, etc.). Muchos de estos efectos ya son contabilizados en los beneficios por ahorro de tiempo, ahorro en los costes operativos, y en la disposicin a pagar por los viajes de nueva generacin. Otros efectos, como la recaudacin impositiva o las externalidades, en mercados secundarios, se aaden a los beneficios y costes sociales del proyecto. Su efecto conjunto podra ser negativo o positivo. Supondremos que su saldo neto en este ejemplo es igual a cero.
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donde z representa el coste medio (por viaje) de utilizacin del vehculo, es el tiempo total de viaje, v es la valoracin monetaria de dicho tiempo por parte de los usuarios y donde P = p1 + es el peaje pagado por los usuarios (incluyendo impuestos) en la nueva ruta. Habitualmente, el coste operativo vara con el tipo de vehculo y la intensidad de uso, lo cual dificulta obtener un valor representativo. Por ello, en este ejemplo suponiendo un coste medio de mantenimiento de 0,005 dlares por kilmetro, multiplicado por la distancia a recorrer en la ruta antigua y la ruta nueva y aadiendo 6 y 4 dlares de combustible respectivamente, se obtienen unos valores respectivos iguales a z0 = 6,6 y z1 = 4,375 dlares por vehculo y trayecto. Para que los usuarios de la ruta actual encuentren atractivo dejar de viajar por ella y utilizar la ruta alternativa debe cumplirse que g1 < g0. Cuando esto ocurre, el cambio en el excedente de los consumidores vendr dado por la regla de la mitad:
1 EC = ( g 0 g 1 )( q 0 + q1 ) 2
donde q1 y q0 representan los correspondientes niveles de trfico con y sin proyecto.
(3.4)
Los productores El excedente de los productores incluye los ingresos y costes de operacin y mantenimiento de la infraestructura y los ingresos y costes de operacin y mantenimiento de los automviles que circulan por ella, ya que el concepto productor (en sentido amplio) engloba toda la actividad productiva para proveer el servicio que el proyecto ofrece. Aunque pueda parecer extrao asociar los conceptos de ingresos y costes a un automvil, esto se debe a que en el transporte privado los vehculos prestan sus servicios de transporte a sus propietarios directamente, los cuales son tambin los usuarios de la infraestructura. En el transporte pblico los vehculos pertenecen a una empresa que presta los servicios de transporte sobre una infraestructura, asociando a dichos servicios ingresos y costes de una manera ms natural. En nuestro ejemplo, la forma ms general de definir el excedente del productor consiste en considerar ficticiamente ambos tipos de productores como integrados en una sola empresa, la cual explota dos actividades: vehculos (como una empresa de alquiler de automviles) e infraestructura. De esta manera, en la situacin sin proyecto, dicho excedente vendra dado por:
EP 0 = p 0 q 0 C 0 z 0 q 0
donde p0 representa el precio unitario que la empresa cobra por sus actividades, C0 son los costes de operacin y mantenimiento de la infraestructura actual y z0 es el coste de operacin y mantenimiento de cada vehculo. Puesto que la ruta actual es de utilizacin gratuita, tenemos que p0= z0, es decir, que los nicos ingresos de esta empresa procederan de los servicios de transporte proporcionados por los vehculos. Por el contrario, una vez construida y puesta en explotacin la nueva infraestructura, el excedente del productor vendra dado por:
en donde puede observarse que los ingresos y costes de la explotacin y mantenimiento de los vehculos se cancelan mutuamente. Con respecto a los ingresos asociados a la explotacin de la nueva va, estos vienen dados por p1q1, donde consideraremos que p1 se fija inicialmente en la cantidad de 3,75 dlares por trayecto (aunque se actualizar cada ao en funcin de la tasa de inflacin prevista). Sobre esta cuanta se aplicar un recargo fiscal de =0,15 dlares, que la empresa recauda y transfiere al gobierno. Finalmente, los costes de explotacin y mantenimiento de la infraestructura los dividiremos en dos partidas principales: 1. Costes fijos (F), que incluye todos los costes anuales asociados a la gestin y explotacin de la infraestructura que no dependan directamente del volumen de trfico (mantenimiento y reparaciones peridicas, personal de vigilancia, vehculos de apoyo, etc.,...). En este ejemplo consideraremos que el coste fijo por kilmetro es de 10.000 dlares en el caso de la ruta actual, y de 25.000 dlares en la nueva ruta. Adicionalmente, supondremos que algunas labores de mantenimiento se realizan con una periodicidad plurianual (por ejemplo, una repavimentacin parcial cada cinco aos) con un coste de 20.000 y 50.000 dlares por kilmetro en la antigua carretera y en la nueva va, respectivamente. Adicionalmente, al permanecer abierta la carretera antigua ser necesario seguir mantenindola durante la vida del proyecto, aunque su escaso uso permite considerar que se produce un ahorro en sus costes de mantenimiento (equivalente, por ejemplo, a un 75% del importe original). 2. Costes variables, asociados directamente al volumen de trfico, como por ejemplo el mantenimiento que dependa del deterioro producido por los vehculos sobre la va, o los costes asociados a las casetas de cobro de peaje, cuando el nmero de estas vare en funcin de la intensidad de trfico. En el caso de la ruta actual el importe de estos costes variables podemos considerarlo igual a cero, mientras que para la nueva va supondremos a un importe unitario igual a k1=0,05 dlares por vehculo. Teniendo en cuenta lo anterior, los costes de operacin y mantenimiento de la infraestructura para los escenarios sin y con proyecto pueden expresarse como:
C0 = F 0 C 1 = F 1 + 0, 25F 0 + k 1q1
donde F incluye los costes fijos anuales y plurianuales. Finalmente, a partir de (3.5), el cambio en el excedente de los productores viene dado por la diferencia: (3.6)
(3.7)
Contribuyentes y efectos externos En el cmputo del VAN social debe aadirse, junto a la variacin de excedentes de consumidores y productores, el cambio que se produce en la recaudacin fiscal en el impuesto sobre el peaje como consecuencia de la realizacin de la nueva autopista y el tnel. Como en la situacin sin proyecto la carretera es de libre acceso, el excedente de los contribuyentes con proyecto es igual a q1. Finalmente, para computar los costes sociales debemos aadir tambin el valor monetario de las externalidades asociadas al proyecto. Las externalidades negativas deben aadirse a los costes, mientras que las externalidades positivas se sustraen de estos. En particular consideraremos que existen dos tipos de externalidades negativas: 1. el impacto medioambiental durante toda la vida del proyecto (E), para cuyo cmputo aadiremos un 30% adicional a los costes de construccin presupuestados cada ao, y
81
2. los costes externos asociados a la congestin y los accidentes, que expresaremos en trminos de dlares por vehculo como 0 = 0,05 y 1= 0,025 para las situaciones con y sin proyecto, respectivamente, reflejando as una reduccin del 50% en los mismos.48 Magnitudes reales o monetarias? Las expresiones (3.1) y (3.2) reflejan flujos de beneficios y costes expresados en trminos reales, con lo que la tasa social de descuento (i= 5%) tambin se expresa en trminos reales. Indistintamente, los beneficios y costes anuales pueden expresarse en unidades monetarias corrientes, en trminos nominales, incrementando los valores iniciales de acuerdo con la inflacin (cuya tasa media anual se supone del 4%); en este caso, el clculo del VAN ha de hacerse utilizando el tipo de inters nominal (in). Como veremos ms adelante, el resultado final no cambia.
Al igual que el resto de valores numricos propuestos en este captulo, se trata de aproximaciones muy simplificadas a la realidad, aunque compatible con la mayora de los valores numricos reales que se discutirn con mayor detalle en el captulo siguiente.
48
82
8 7 6 5 4 3 2 1 0
Aos
12
16
20
24
28
32 Trfico total
36
40
Trfico desviado
Trfico generado
viaje (v). Conocer el valor exacto de esta variable resulta complejo debido a la enorme variabilidad de las preferencias y caractersticas de los viajeros. Por ello, hemos optado por considerarla como una variable aleatoria que sigue una distribucin de probabilidad uniforme entre 3 y 5 dlares por hora y vehculo.49 Sin embargo, a diferencia de las otras dos variables aleatorias del modelo, para las cuales realizaremos sucesivas extracciones cada ao de acuerdo con sus respectivas distribuciones de probabilidad, en el caso de v nicamente realizaremos una nica extraccin para todos los aos de duracin del proyecto, manteniendo el valor obtenido constante dentro de cada simulacin.
construccin Variable aleatoria con % sobre la inversin distr. triangular entre 0-30 (con valor ms probable: 0) aos
Aunque la evidencia disponible sobre cmo cambia el valor del tiempo con el paso del tiempo sugiere que ste crece a medida que lo hace la renta per cpita (manteniendo con sta una elasticidad unitaria), hemos considerado para simplificar que v (en trminos reales) se mantiene constante durante la vida del proyecto.
49
8
Variable VR i m L
0
Definicin Valor residual de la infraestructura Tasa de descuento real Tasa de inflacin anual (promedio) Longitud total de la ruta actual Longitud total de la ruta alternativa Tiempo de viaje en la ruta actual Tiempo de viaje en la ruta alternativa Valor del tiempo (por vehculo)
L1 0
1
Variable aleatoria con $ / hora distr. uniforme entre 3 y5 3,75 $ $ /trayecto $ /trayecto $ vehculos
p1 z0 z1 IMD
Coste operativo medio de un vehculo en la ruta 6,6 actual Coste operativo medio de un vehculo en la ruta 4,375 alternativa Impuesto sobre el peaje 0,15 Intensidad media diaria en la ruta actual (en 6.000 t=0)
Tasa de crecimiento anual del trfico en el Variable aleatoria con % corredor distribucin uniforme entre 2-4 Trfico desviado hacia la ruta alternativa (a 100 partir de t=3) Trfico generado por la ruta alternativa (a partir 30 de t=3) Coste fijo anual (ruta actual) Coste fijo anual (ruta alternativa) Coste fijo peridico (ruta actual) (cada 5 aos) 10.000 25.000 20.000 % respecto a IMD % respecto a IMD $/km $/km $/km $/km $/vehculo $/vehculo % sobre la inversin $/vehculo $/vehculo
0 FA
F F F
1 A 0 P 1 P
Coste fijo peridico (ruta alternativa) (cada 5 50.000 aos) Coste variable de explotacin (ruta actual) Coste variable de explotacin (ruta alternativa) 0 0,05
k0 k1 E 0
1
Coste del impacto medioambiental durante todo 30 el proyecto Coste de externalidades negativas (ruta actual) Coste de externalidades alternativa) negativas 0,05 (ruta 0,025
8
0,5
Probabilidad
0 -50
50
100
150
200
250
300
50
100
150
200
250
300
millones de dlares
millones de dlares
ltima fila, en t=40, corresponde a la rentabilidad social y financiera obtenida en las condiciones descritas. Discusin Como puede observarse en la ltima fila del cuadro anterior, los valores obtenidos en t=40 para el VAN social y el VAN financiero a partir de los valores esperados de las variables aleatorias son positivos, indicando en principio que el proyecto debe ser llevado a cabo y que la participacin privada de agentes neutrales al riesgo estara asegurada. Sin embargo, utilizando las distribuciones de probabilidad de la rentabilidad social y de la financiera podemos mejorar nuestro nivel de informacin para la toma de decisiones. En el caso del VAN social, sus funciones de probabilidad representadas en la Figura 3.3 muestran que el proyecto no slo tiene rentabilidad social esperada positiva sino que su riesgo es prcticamente nulo, ya que la probabilidad de obtener resultados negativos es aproximadamente del 1,25%. Con un VAN social de 115 millones de dlares este proyecto debera realizarse en principio si la decisin es la de aceptar-rechazar frente al caso base consistente en mantener la antigua carretera.
Los resultados presentados corresponden a los valores esperados de las variables aleatorias del modelo, ya que en realidad se han calculado 10.000 VAN diferentes. 51 Por ahora se ha optado por utilizar valores monetarios constantes, ignorando la inflacin y usando como tasa de descuento el tipo de inters real. Posteriormente, y a modo de comprobacin de resultados, se cambia este supuesto.
50
8
86 Impacto ambiental 33.750.000 16.875.000 16.875.000 6.398.477 6.590.431 6.788.144 6.991.788 7.201.542 7.417.588 7.640.116 7.869.319 8.105.399 8.348.561 8.599.018 8.856.988 9.122.698 9.396.379 9.678.270 9.968.618 10.267.677 10.575.707 10.892.978 11.219.767 11.556.360 14.485.932 16.958.260 17.496.257 18.050.395 18.621.157 17.259.042 19.814.563 15.928.817 15.436.473 14.958.469 14.494.387 627.137 645.951 665.330 685.290 705.849 727.024 748.835 771.300 794.439 818.272 842.820 12.093.823 608.871 13.606.381 591.137 13.181.681 573.919 12.769.350 557.203 50.005 51.506 53.051 54.642 56.282 57.970 59.709 61.500 63.345 65.246 67.203 69.219 71.296 73.435 75.638 12.369.029 540.974 48.549 10.030.368 525.218 47.135 11.603.027 509.920 45.762 11.236.677 495.068 44.429 10.880.997 480.649 43.135 10.535.677 466.649 41.879 78.750.000 17.442.681 17.995.212 18.564.318 19.150.498 17.804.263 20.376.141 21.016.675 21.676.425 22.355.968 21.105.897 23.776.824 24.519.378 25.284.210 26.071.986 24.933.396 27.719.147 28.579.972 29.466.621 30.379.870 29.370.516 32.289.381 78.750.000 157.500.000 Variacin excedente consumidor Variacin excedente productor Variacin excedente contribuyentes Variacin costes externos Beneficios sociales Beneficio comercial (*) 123.750.000 61.875.000 61.875.000 10.535.677 10.880.997 11.236.677 11.603.027 10.030.368 12.369.029 12.769.350 13.181.681 13.606.381 12.093.823 14.494.387 14.958.469 15.436.473 15.928.817 14.485.932 16.958.260 17.496.257 18.050.395 18.621.157 17.259.042 19.814.563
Cuadro .2. Componentes de los beneficios sociales mediante la aproximacin del cambio en los excedentes
123.750.000
61.875.000
61.875.000
10
11
12
13
14
15
16
17
18
19
20
21
22
23
t Impacto ambiental 11.903.051 12.260.143 12.627.947 13.006.786 13.396.989 13.798.899 14.212.866 14.639.252 15.078.429 15.530.782 15.996.706 16.476.607 16.970.905 17.480.032 18.004.433 18.544.566 19.100.903 33.386.980 32.386.146 31.414.462 28.521.079 1.274.841 1.313.086 1.352.479 1.393.053 29.555.174 1.237.710 28.665.946 1.201.660 27.802.617 1.166.660 26.964.434 1.132.680 101.651 104.700 107.841 111.077 114.409 117.841 121.376 125.018 24.200.664 1.099.689 98.690 25.360.596 1.067.659 95.816 24.593.540 1.036.562 93.025 23.848.825 1.006.371 90.315 23.125.801 977.060 87.685 20.473.836 948.601 85.131 34.514.354 37.587.535 38.744.411 39.935.993 41.163.323 40.477.473 43.729.547 45.070.683 46.452.054 47.874.865 47.390.361 50.849.822 52.404.567 99.005.954 21.742.317 920.972 82.651 35.373.888 21.080.647 894.148 80.244 34.315.182 20.438.250 868.105 77.907 33.287.313 20.438.250 21.080.647 21.742.317 20.473.836 23.125.801 23.848.825 24.593.540 25.360.596 24.200.664 26.964.434 27.802.617 28.665.946 29.555.174 28.521.079 31.414.462 32.386.146 33.386.980 Variacin excedente consumidor Variacin excedente productor Variacin excedente contribuyentes Variacin costes externos Beneficios sociales Beneficio comercial (*)
24
25
26
27
28
29
30
31
32
33
34
35
36
37
38
39
40
45.000.000
El cuadro presenta los valores correspondientes a cada ao (sin actualizar) en trminos reales.
(*) La columna Inversin prevista incorpora la desviacin esperada en los costes de construccin (+10%). Los beneficios sociales son la suma de las seis columnas anteriores, mientras que el beneficio comercial slo incluye la inversin prevista y el excedente de los productores.
87
88
t 37 38 39 40
Nota: estos datos corresponden a los VAN calculados con los valores esperados de las variables aleatorias.
0,5 0,375
Probabilidad
37,5% 0 -80
62,5%
0 -80
-40
40
80
120
-40
40
80
120
millones de dlares
millones de dlares
El VAN financiero esperado de este proyecto es tambin positivo. Con los valores esperados de las variables aleatorias este proyecto permite la participacin privada, ya que los inversores recuperaran la inversin inicial, la remuneracin del capital al tipo de inters de mercado y adems unos beneficios de 12 millones de dlares, sin embargo, la Figura 3.4 muestra que ste es un proyecto arriesgado.
89
Inversin total (sin actualizar) Tasa de descuento real (%) Intensidad media diaria (vehculos) Coste fijo anual (ruta alternativa) ($) Coste fijo peridico (ruta alternativa) ($) Coste variable de explotacin ($)
Como puede observarse, la rentabilidad financiera es muy sensible al coste de la inversin, al tipo de inters y al nivel de demanda inicial. Estos resultados interpretados conjuntamente con los del Cuadro 3.5 permiten obtener algunas conclusiones prcticas con respecto al reparto del riesgo en este proyecto. El impacto de la incertidumbre El Cuadro 3.5 muestra la sensibilidad del VAN social y financiero ante cambios en las tres variables aleatorias. Los valores (absolutos y relativos) del VAN se obtienen para el valor medio, mnimo y mximo de dichas variables. Puede apreciarse como el valor esperado del VAN social sigue siendo positivo cuando cada variable aleatoria por separado se fija en su nivel mnimo: sin embargo conviene resaltar como la evolucin prevista de la demanda y el valor del tiempo afectan a la rentabilidad social. Con respecto al VAN financiero, se observa que
90
la evolucin de la demanda tiene un fuerte impacto sobre la rentabilidad y tambin la desviacin de los costes de inversin con respecto a la cantidad inicialmente presupuestada. A continuacin se discuten brevemente las implicaciones prcticas de estos resultados en trminos del contenido del contrato de concesin.
Finalmente, y con respecto al riesgo de demanda, conviene recordar que el problema surge del carcter fijo del plazo concesional. Examinar alternativas de plazo variable en las que las empresas se esfuerzan en reducir costes para ganar el concurso y posteriormente para obtener beneficios, y no se perjudican por las fluctuaciones de la demanda puede ser una buena manera de asegurarse la participacin privada minimizando muchos de los elementos negativos que surgen cuando los concursos pblicos de adjudicacin y posterior control no funcionan adecuadamente.
..1. Clculo del VAN social mediante cambios en la disposicin a pagar y en los recursos utilizados
Hasta ahora hemos medido los beneficios y costes sociales del proyecto a partir de los cambios producidos en los excedentes de los agentes econmicos afectados por el mismo. Sin embargo, tal como se vio en el captulo anterior esta medicin puede realizarse de manera alternativa, ignorando las transferencias de renta y calculando los cambios en la utilizacin de recursos y en la disposicin a pagar, con independencia de quin se apropia dicho valor. En el caso particular del ejemplo que estamos evaluando, los beneficios y costes sociales mediante esta aproximacin, estaran recogidos en la siguiente expresin:
VAN s =
t =0 40
(3.8)
Formalmente resulta inmediato comprobar la equivalencia entre las expresiones (3.8) y la (3.1). Desarrollando ambas se observa que conducen al mismo resultado. Esto mismo puede observarse en la Figura 3.5, donde la equivalencia entre la aproximacin basada en los cambios en los excedentes y la basada en las disposiciones a pagar resulta an ms evidente. Comparando ambas aproximaciones Teniendo en cuenta que los costes de la infraestructura (efectos externos incluidos) y las externalidades durante la vida del proyecto no se han representado para simplificar la figura, el beneficio social utilizando el mtodo de los cambios en los excedentes estara integrado por: Componente Cambio en el excedente de todos los viajeros Cambio en el excedente del productor Cambio en el excedente de los contribuyentes Cambio en los costes sociales (externalidades) 92 Expresin (g0 g1)(q1 + q0) p1q1 + C0 C1 (no representado) q
1
1q1 + 0q0
g go g
1 1 1
g0=z 0+v A C E G I K qo B D F H J L q1
g1=z 1+p1+ +v
Demanda de viajes por carretera
p +z + p 1+z1 z0 z1
Nmero de vehculos
Desde otra perspectiva, el beneficio social calculado utilizando el mtodo del cambio en los recursos utilizados y las disposiciones a pagar vendra dado por la suma neta de las mismas reas, aunque agregadas en orden diferente: Componente Valor del tiempo ahorrado Valor de los costes operativos ahorrados Disposicin a pagar (nuevos viajeros) Valor del tiempo invertido (nuevos viajeros) Cambio en los costes operativos (nuevos viajeros) Cambio en los costes privados Cambio en los costes sociales (externalidades) Expresin v( )q
0 1 0
(z z )q
0 1
C C
0 1 1
q + q
0 0
Esta segunda aproximacin permite una desagregacin diferente de los beneficios sociales, aunque los valores obtenidos en la ltima columna del cuadro siguiente muestra que es equivalente a la aproximacin realizada en la primera columna del Cuadro 3.3, ya presentado en la seccin anterior.
9
9 Ahorro de costes operativos Disposicin a pagar nuevos viajeros Valor tiempo nuevos viajeros Costes operativos nuevos viajeros Cambio costes infraestructura Cambio costes externos Beneficios sociales (*) 123.750.000 61.875.000 61.875.000 9.572.289 9.859.457 5.648.853 5.818.318 5.992.868 6.172.654 6.357.834 6.548.569 6.745.026 6.947.376 7.155.798 7.370.472 7.591.586 7.819.333 8.053.913 8.295.531 8.544.397 8.800.729 9.064.750 14.592.062 15.029.824 15.480.719 15.945.140 16.423.494 14.167.051 13.754.418 13.353.804 12.964.858 -3.859.307 -3.975.086 -4.094.338 -4.217.169 -4.343.684 -4.473.994 -4.608.214 -4.746.460 -4.888.854 12.587.241 -3.746.900 12.220.622 -3.637.767 11.864.682 -3.531.812 11.519.109 -3.428.944 -3.750.407 -3.862.920 -3.978.807 -4.098.171 -4.221.117 -4.347.750 -4.478.183 -4.612.528 -4.750.904 -4.893.431 -5.040.234 -5.191.441 -5.347.184 11.183.600 -3.329.072 -3.641.172 10.857.865 -3.232.109 -3.535.119 10.541.616 -3.137.969 -3.432.154 10.234.579 -3.046.572 -3.332.188 5.484.323 9.936.484 -2.957.837 -3.235.134 -1.135.216 -1.140.023 -1.144.973 -3.100.073 -1.155.325 -1.160.734 -1.166.306 -1.172.046 -3.127.957 -1.184.046 -1.190.317 -1.196.777 -1.203.430 -3.160.283 -1.217.341 -1.224.612 -1.232.100 -1.239.813 5.324.585 9.647.072 -2.871.687 -3.140.907 -1.130.550 41.879 43.135 44.429 45.762 47.135 48.549 50.005 51.506 53.051 54.642 56.282 57.970 59.709 61.500 63.345 65.246 67.203 69.219 71.296 17.442.681 17.995.212 18.564.318 19.150.498 17.804.263 20.376.141 21.016.675 21.676.425 22.355.968 21.105.897 23.776.824 24.519.378 25.284.210 26.071.986 24.933.396 27.719.147 28.579.972 29.466.621 30.379.870
Cuadro .6. Componentes de los beneficios sociales mediante la aproximacin del cambio en la disposicin a pagar y los recursos
123.750.000
61.875.000
61.875.000
10.155.241
10.459.898
10.773.695
11.096.906
11.429.813
10
11.772.707
11
12.125.889
12
12.489.665
13
12.864.355
14
13.250.286
15
13.647.795
16
14.057.228
17
14.478.945
18
14.913.314
19
15.360.713
20
15.821.534
21
16.296.180
Valor del tiempo ahorrado 9.336.693 9.616.794 9.905.297 10.202.456 10.508.530 10.823.786 11.148.500 11.482.955 11.827.443 12.182.267 12.547.734 12.924.167 13.311.892 13.711.248 14.122.586 14.546.263 14.982.651 15.432.131 15.895.095 27.959.900 28.798.697 27.145.534 26.354.887 25.587.269 24.842.009 -7.394.831 -7.616.675 -7.845.176 -8.080.531 -8.322.947 -8.572.635 24.118.455 -7.179.447 23.415.976 -6.970.337 22.733.957 -6.767.317 22.071.803 -6.570.211 -7.186.168 -7.401.753 -7.623.806 -7.852.520 -8.088.096 -8.330.739 -8.580.661 -8.838.081 -9.103.223 -9.376.320 21.428.935 -6.378.846 -6.976.863 20.804.791 -6.193.054 -6.773.653 20.198.826 -6.012.674 -6.576.362 19.610.511 -5.837.548 -6.384.818 19.039.331 -5.667.522 -6.198.852 -1.281.991 -3.241.200 -1.300.687 -1.310.457 -1.320.521 -1.330.886 -3.291.563 -1.352.560 -1.363.887 -1.375.553 -1.387.570 -3.349.947 -1.412.695 -1.425.826 -1.439.351 18.484.788 -5.502.448 -6.018.303 -1.273.049 17.946.396 -5.342.183 -5.843.013 -1.264.368 17.423.685 -5.186.585 -5.672.828 -1.255.940 75.638 77.907 80.244 82.651 85.131 87.685 90.315 93.025 95.816 98.690 101.651 104.700 107.841 111.077 114.409 117.841 121.376 125.018 16.916.199 -5.035.520 -5.507.600 -3.197.757 73.435
22
16.785.066
29.370.516 32.289.381 33.287.313 34.315.182 35.373.888 34.514.354 37.587.535 38.744.411 39.935.993 41.163.323 40.477.473 43.729.547 45.070.683 46.452.054 47.874.865 47.390.361 50.849.822 52.404.567 99.005.954
23
17.288.618
24
17.807.276
25
18.341.495
26
18.891.740
27
19.458.492
28
20.042.246
29
20.643.514
30
21.262.819
31
21.900.704
32
22.557.725
33
23.234.457
34
23.931.490
35
24.649.435
36
25.388.918
37
26.150.586
38
26.935.103
39
27.743.156
40
45.000.000
28.575.451
El cuadro presenta los valores correspondientes a cada ao (sin descontar) en trminos reales.
(*) La columna Inversin prevista incorpora la desviacin esperada en los costes de construccin (+10%). Los beneficios sociales son la suma de las columnas anteriores y coinciden con los clculos realizados en el Cuadro 3.2 usando el mtodo de la variacin de excedentes.
9
] [
(3.9)
y tambin habra que actualizar la inversin inicial con la inflacin. Esto hace que el cmputo del VAN financiero en trminos nominales venga dado por:
VAN f =
t =0
(3.10)
donde in representa el tipo de inters nominal. Para unos valores del tipo de inters real y de la inflacin anual de i=0,05 y m=0,04 en este ejemplo del corredor Este-Oeste, el tipo de inters nominal a aplicar sera in = i + m + (im) = 0,092. La ltima columna del Cuadro 3.7 confirma que el clculo del VAN financiero esperado utilizando la expresin anterior y el tipo de de inters nominal coincide con el obtenido en el Cuadro 3.3, por lo que ambas aproximaciones metodolgicas son equivalentes.
Cuadro .7. Clculo del VAN financiero esperado (en trminos nominales)
t 0 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 Inversin -123.750.000 -64.350.000 -66.924.000 13.122.918 14.057.270 15.058.148 16.130.288 17.278.764 18.509.012 19.826.854 21.238.526 22.750.709 -1.271.715 -1.328.042 -1.387.012 -1.448.757 -4.079.484 -1.581.142 -1.652.087 -1.726.419 -1.804.310 Variacin de ingresos Variacin de costes VAN esperado -123.750.000 -182.678.571 -238.801.020 -229.699.907 -220.748.083 -211.943.853 -203.285.495 -196.157.099 -187.785.253 -179.554.016 -171.461.608 -163.506.239 financiero
96
t 12 13 14 15 16 17 18 19 20 21 22 23 24 25 26 27 28 29 30 31 32 33 34 35 36 37 38 39 40
Inversin
Variacin de ingresos 24.370.560 26.105.744 27.964.472 29.955.543 32.088.378 34.373.070 36.820.433 39.442.047 42.250.321 45.258.544 48.480.952 51.932.796 55.630.411 59.591.297 63.834.197 68.379.192 73.247.790 78.463.033 84.049.601 90.033.932 96.444.348 103.311.186 110.666.942 118.546.429 126.986.934 136.028.404 145.713.627 156.088.437 167.201.933
Variacin de costes -5.007.960 -1.971.523 -2.061.244 -2.155.327 -2.254.002 -6.155.917 -2.466.110 -2.580.072 -2.699.683 -2.825.246 -7.578.425 -3.095.535 -3.240.960 -3.393.741 -3.554.281 -9.345.576 -3.900.373 -4.086.859 -4.282.974 -4.489.258 -11.546.996 -4.934.654 -5.175.018 -5.428.056 -5.694.493 -14.297.875 -6.270.691 -6.582.136 -6.910.354
VAN esperado -156.771.946 -149.085.263 -141.530.219 -134.105.012 -126.807.837 -120.487.673 -113.441.166 -106.517.303 -99.714.299 -93.030.377 -87.130.375 -80.679.322 -74.342.077 -68.116.903 -62.002.078 -56.518.196 -50.618.951 -44.824.966 -39.134.576 -33.546.128 -28.467.228 -23.077.778 -17.785.416 -12.588.558 -7.485.639 -2.795.757 2.123.916 6.954.244 11.696.721
financiero
97
Captulo .
Aspectos especficos
101
1. En el caso de que la demanda sea alta (significativamente por encima de las previsiones para las que se dise la capacidad) sta ser insuficiente, generndose un problema de exceso de demanda que se manifiesta en forma de escasez o de congestin. El concepto de escasez en infraestructuras est ligado a la insuficiencia de capacidad dado el precio en vigor. Puede haber escasez sin congestin. La escasez se produce en infraestructuras, por ejemplo aeropuertos, donde la entrada es autorizada previamente, al contrario de una carretera donde los usuarios no han de comunicar previamente su intencin de utilizarla. Un aeropuerto en el que se asignan un nmero de slots correspondientes a la capacidad mxima y que es capaz de dar servicio a todos los aviones sin retrasos, puede tener una demanda de utilizacin superior a los slots disponibles: a esta situacin nos referimos con el trmino escasez. El concepto de congestin es bien conocido y se produce cuando la interaccin de unos agentes con otros en el uso comn de la infraestructura eleva el precio generalizado de utilizarla. Este fenmeno es caracterstico de las carreteras, donde la entrada no est sujeta a autorizacin previa, pero tambin de los aeropuertos, donde pueden producirse congestin por desajustes de la llegada real de los aviones con respecto a la programada, mal tiempo, etc., con consecuencias conocidas como los retrasos y las cancelaciones de vuelos. 2. Si, por el contrario, la demanda real est por debajo de las previsiones el sistema estar infrautilizado, apareciendo exceso de capacidad. Esto suele conllevar problemas financieros, particularmente en el caso de financiacin privada, ya que los ingresos generados no permitirn cubrir los costes. Estos dos tipos de problemas suelen aparecer con relativa frecuencia en la construccin y explotacin de carreteras, puertos y aeropuertos. En algunos casos, bien por crecimiento excesivo de la demanda, o por una planificacin incorrecta de la capacidad (o por ambas) el nivel de trfico (particularmente en los perodos punta) genera graves problemas de congestin y retrasos. En algunos pases se han construido mediante contratos de concesin algunas infraestructuras de transporte, como las carreteras de peaje, para las que no ha habido demanda suficiente, ya sea porque los peajes eran excesivos o porque rutas paralelas proporcionaban una alternativa con menor precio generalizado. En estos casos, la amortizacin de la inversin y los costes de mantenimiento han supuesto una carga difcil de sobrellevar y en algunas ocasiones ha sido necesario renegociar el contrato de concesin. Existen soluciones a cada uno de estos problemas pero, al contrario de lo que suceda con los servicios de transporte, suelen ser costosas y difciles de aplicar. Para reducir la escasez o la congestin a corto plazo las opciones son racionar el uso de la infraestructura (limitando por ejemplo la cantidad o tipo de equipo mvil admitido) o utilizar los precios (mediante tasas por congestin, por ejemplo). A largo plazo, las actuaciones pueden consistir en aumentos de capacidad (haciendo previamente una nueva prediccin de demanda, para evitar incurrir en los mismos errores). En el caso del exceso de capacidad, una reduccin de precios puede ser tambin una solucin viable a corto plazo, ya que incrementa el nivel de ocupacin (aumentando o no los ingresos dependiendo de la elasticidad de la demanda). Una alternativa de largo plazo consiste en fomentar el crecimiento de la demanda mediante otros mecanismos e incentivos (publicidad, descuentos impositivos, encarecimiento de medios de transporte alternativos, etc.), pero esto no siempre resulta posible o deseable. En cualquier caso, la utilidad de una buena prediccin de la demanda es clara, y ello requiere disponer de un conocimiento adecuado de las principales tcnicas y modelos de prediccin de demanda.
progresivamente, aumentando el nmero de aplicaciones, y mejorando su calidad a medida que lo hacan los mtodos estadsticos, la disponibilidad de datos y las posibilidades del clculo informtico. Durante este perodo se han producido dos cambios importantes: 1. En primer lugar, se ha realizado un enorme esfuerzo para proporcionar un fundamento terico slido a las tcnicas de prediccin de demanda. Frente al enfoque eminentemente prctico y aplicado de los primeros estudios, se ha intentado justificar los modelos de prediccin de demanda a travs de la teora del comportamiento del consumidor, incluyendo en ella como elemento fundamental el valor del tiempo de los usuarios del transporte. 2. En segundo lugar, se ha producido un cambio de enfoque en el objetivo de los estudios. Los trabajos pioneros se centraban principalmente en problemas de provisin de capacidad viaria, reflejando el espectacular crecimiento experimentado por el transporte privado. Aunque esta preocupacin se mantiene en los estudios actuales, la prediccin de la demanda con el fin de analizar los efectos externos del transporte va ganando mayor importancia Enfoques agregados vs. desagregados Segn la distinta naturaleza que puede presentar la informacin empleada en la prediccin de demanda es posible distinguir dos enfoques diferentes para el anlisis y prediccin de la demanda de transporte: el enfoque agregado y el enfoque desagregado. Aunque la mayora de los estudios se pueden abordar desde ambas perspectivas, el nivel de agregacin est condicionado por las caractersticas de la informacin disponible de partida y condiciona el alcance de la prediccin: con datos agregados no pueden hacerse predicciones sobre el comportamiento de los individuos. Por el contrario, en ocasiones resulta posible extrapolar resultados desagregados al conjunto de la poblacin, si previamente se ha utilizado una muestra representativa. Habitualmente, son las condiciones concretas del mercado, el alcance del estudio y los recursos disponibles los factores que determinan en ltima instancia el enfoque (agregado o desagregado) elegido finalmente. En cualquiera de los casos, la metodologa tradicional para la estimacin de la demanda define la demanda de transporte como un proceso complejo que se subdivide en decisiones o etapas ms simples: se desea viajar? A dnde se desea ir? Cmo (en qu medio) se desea viajar? Cundo y por qu ruta se desea ir?, etc. Cada una de estas preguntas se puede plantear formalmente a travs de una relacin funcional del tipo:
Y = f ( X viaje , X viajeros ) +
(4.1)
donde Y es la variable dependiente que representa la respuesta a la pregunta en cuestin y donde (Xviaje, Xviajeros) son los conjuntos de caractersticas del viaje y de los viajeros que actan como variables explicativas, incluyendo, adems de la tarifa, elementos relacionados con el nivel de servicio y las caractersticas del medio de transporte. Especificacin y discusin de modelos En los modelos agregados Y suele ser una variable continua (por ejemplo, el total de aviones que aterrizan anualmente en los aeropuertos de un pas) y est explicada, a travs de la funcin f(), por un conjunto de variables explicativas de tipo agregado o macroeconmico (PNB, tipos de cambio, nmero de establecimientos tursticos, etc.) Generalmente, esta relacin no es exacta por lo que resulta necesario incluir un trmino de error aleatorio () cuya minimizacin suele ser uno de los objetivos del proceso de estimacin. A partir de los supuestos realiza-
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dos sobre la distribucin de probabilidad de este trmino de error, y una vez especificada la forma funcional f(), para la estimacin de la expresin (4.1) se requiere nicamente disponer de una base de datos adecuada para proceder a la estimacin.52 Las principales limitaciones de este enfoque agregado para la prediccin de la demanda radican en su escasa flexibilidad, su limitada precisin y su elevado coste con relacin a la utilidad prctica de sus resultados, cuyo carcter agregado limitaba precisamente su utilizacin con fines de poltica econmica. Estas crticas han favorecido el desarrollo creciente de los modelos desagregados de prediccin de demanda, donde el anlisis se centra en empresas, zonas geogrficas o corredores de trfico concretos.
ii =
dqi pi dpi qi
(4.2)
donde qi representa cualquier medida de output, como los viajes realizados, el nmero de pasajeros o el volumen de carga transportado. En ambos casos resulta habitual estimar esta expresin distinguiendo entre modos de transporte, tal como muestra el Cuadro 4.1.
As, cuando la relacin entre las variables es de tipo lineal, la tcnica ms utilizada en el enfoque agregado es la de mnimos cuadrados ordinarios. Este procedimiento tambin es vlido cuando las variables presentan ciertas relaciones no lineales, de tipo logartmico o exponencial. En otros modelos, donde la funcin f () refleja relaciones ms complejas, se aplican otros procedimientos basados en el mtodo de mxima verosimilitud. Una discusin avanzada de las principales cuestiones economtricas relativas a los modelos de demanda puede encontrarse, por ejemplo, en McFadden, D. (1981): Econometric Models of Probabilistic Choice, en Manski, C. y D. McFadden (eds), Structural Analysis of Discrete Choice Data. MIT Press, Cambridge, Mass.
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Pas
Datos y mtodo
EE.UU. Australia Reino Unido Hong Kong Mltiples ciudades Mltiples ciudades Mltiples ciudades Varios pases Europa Varios pases EE.UU. Reino Unido EE.UU. EE.UU. EE.UU. EE.UU.
Estimaciones de corto y largo plazo. Estimaciones de corto y largo plazo. Diversos mtodos Estimaciones con datos de corte transversal Datos de series temporales Datos de corte transversal Datos de panel Datos de series temporales Datos de series temporales Datos de corte transversal Datos desagregados Datos desagregados Carga agregada Productos alimenticios Carga agregada Productos alimenticios
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En el transporte pblico urbano de viajeros, las estimaciones obtenidas para la elasticidad-precio suelen encontrarse tambin por debajo de la unidad, aunque pueden aparecer cifras mayores dependiendo de la ciudad y del modo dominante en ella. El transporte areo y ferroviario interurbano presenta valores mayores, aunque tambin con una mayor dispersin. Con respecto a la elasticidad de la demanda de transporte de mercancas, sta depende mucho del tipo de carga, obtenindose en algunos casos valores claramente mayores a uno. La elasticidad de la demanda con respecto al precio tambin puede tomar valores muy diferentes dependiendo de cul sea el motivo del viaje. Esto est relacionado con la obligatoriedad o no de realizar dicho viaje y con la posibilidad de aplazarlo o realizarlo en otro momento. En general, como muestra el Cuadro 4.2, los viajes al trabajo o por motivos de negocio suelen presentar elasticidades inferiores a aquellos que se realizan por motivos de carcter personal (ocio, compras, etc.) Tambin existen diferencias en la elasticidad de la demanda de transporte pblico respecto a su precio dependiendo de si el billete se compra directamente o se paga a travs de cualquier tipo de abono. En este ltimo caso, algunos estudios han demostrado que la demanda es menos elstica, debido a que esta forma de pago es empleada mayoritariamente por usuarios que utilizan mucho el transporte pblico y para los cuales hay pocas alternativas de viaje disponibles.
Elasticidad cruzada La demanda de una actividad de transporte tambin se ve afectada por el precio y el nivel de servicio de las alternativas sustitutivas y complementarias que existan en el mismo mercado. La elasticidad cruzada mide cmo cambia la cantidad de viajeros o mercancas transportadas por un transportista (una compaa area por ejemplo) o en un modo de transporte (todo el transporte areo) cuando se modifican los precios cobrados por otro transportista o en otro modo de transporte alternativo. El procedimiento para estimar empricamente las elasticidades cruzadas no difiere excesivamente del utilizado con las elasticidades-precio, por lo que numerosos trabajos en la literatura han abordado este problema para la demanda de transporte de pasajeros.
Las estimaciones de este cuadro proceden de las referencias mencionadas en las notas anteriores y de otras posteriores, como Sonesson, T. (2001): Inter-Urban Travel Demand Elasticities with Emphasis on Trip Generation and Destination Substitution, Journal of Transport Economics and Policy 35(2): 301-326.
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Como regla general, la mayora de los valores empricos obtenidos para las elasticidades cruzadas son muy pequeos, especialmente entre el uso del vehculo privado y el precio de otros modos de transporte. Estos valores suelen ser tan pequeos que incluso un transporte pblico gratuito no producira cambios espectaculares en el nmero de viajes realizados en transporte privado. As por ejemplo, Lago et al. (1992) obtienen estimaciones de la elasticidad cruzada del uso del vehculo privado con respecto al precio del billete de autobs en el rango de 0,02 a 0,16, mientras que los valores que obtienen con respecto al tren interurbano oscilan entre 0,05 y 0,011.56 Hensher (1997) estim un modelo de elasticidades cruzadas entre varios modos de transporte y la utilizacin del automvil privado en Australia. Sus resultados, resumidos en el cuadro siguiente, confirman que la interrelacin entre modos de transporte suele ser pequea, aunque en ocasiones tal relacin depende del tipo de billete adquirido.57
Elasticidad renta En el transporte de viajeros, la elasticidad-renta de la demanda se define como el cambio porcentual en el nmero de viajeros transportados cuando cambia un 1% la renta de estos, manteniendo constante el resto de factores. En general, esta elasticidad suele ser positiva. Tanto en el transporte privado por carretera como en el transporte areo, los kilmetros recorridos o el nmero de viajes realizados anualmente suelen ser mayores cuanto mayor es la renta de un pas, y frecuentemente presentan elasticidades con valores muy superiores a la unidad (por ejemplo, entre 1,77 y 4,38 para el corredor Europa-EE.UU).58 Por el contrario, el autobs y, particularmente en algunos pases, el ferrocarril convencional, suele ver reducida su demanda cuando la renta aumenta, por lo que el valor de su elasticidad-renta sera negativo. Sin embargo, algunos estudios han ofrecido resultados diferentes. Esto se debe a que a medida que los usuarios disponen de mayor riqueza abandonan estos medios de transporte por otros ms cmodos o flexibles.
Lago, A., P. Mayworm, y J. McEnroe (1992): Transit Rider-ship Responsiveness to Fare Changes, Traffic Quarterly 35 (1): 12-34. 57 Hensher, D. (1997): Establishing a Fare Elasticity Regime for Urban Passenger Transport: non-Concession Commuters, Working Paper ITS-WP-97-6, University of Sydney. 58 Mutti, J. y Y. Murai (1977): Airline travel on the North Atlantic, Journal of Transport Economics and Policy 11(1): 45-54.
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Pero simultneamente, entre los usuarios de ms bajos ingresos, tambin puede ocurrir que un pequeo aumento en la renta les permita viajar ms en transporte pblico (en lugar de utilizar la bicicleta o caminar), por lo que la elasticidad-renta podra ser finalmente positiva. Otros trabajos han estimado cmo cambia la adquisicin de automviles privados cuando se modifica su coste de operacin (combustible y mantenimiento) y la renta del propietario. La primera de esas elasticidades ofrece valores negativos entre 0,4 y 1,0 a corto plazo, pero puede llegar a duplicarse a largo plazo. As, Glaister y Graham (2002)59 estiman que la elasticidad a largo plazo del consumo de combustible por parte de un automovilista privado con respecto a su renta est comprendida entre 1,1 y 1,3, mientras que la relacin entre el nmero de kilmetros recorridos en automvil y la renta se sita entre 1,1 y 1,8. Elasticidad con respecto al tiempo Finalmente, un ltimo concepto de elasticidad relevante es el que mide el cambio en la demanda de transporte cuando lo hace el tiempo (total o parcial) de viaje. Esta elasticidad-tiempo depende fundamentalmente de las razones por las cuales se viaja. quienes se desplazan por motivos de negocio o trabajo suelen presentar una alta sensibilidad ante pequeos cambios en el tiempo del viaje, mientras que los viajeros por motivos de ocio asignan un menor valor a su tiempo. En TRACE (1999)60 se confirman estas ideas como muestra el Cuadro 4.4. En l se comparan distintas elasticidades-tiempo en un rea urbana dependiendo del tipo de transporte utilizado y del motivo del viaje, confirmndose las observaciones anteriores. Asimismo se obtiene que los usuarios del automvil privado (tanto conductores como pasajeros) presentan usualmente elasticidades negativas con respecto al tiempo de viaje (es decir, lo utilizaran menos si dicho tiempo aumentase, por ejemplo, debido a la congestin), mientras que los usuarios de transporte pblico y quienes caminan habitualmente, tienen elasticidades-tiempo positivas. Esto ltimo revela que el aumento del tiempo de viaje podra afectar positivamente a la demanda de estos modos.61 Por otro lado, la elasticidad de la demanda al tiempo de viaje tambin est relacionada con el tiempo que se va a permanecer en el destino (lo que a su vez puede estar vinculado al motivo del viaje). Normalmente esta relacin es inversa; as, si un viajero va a realizar un viaje de ida y vuelta en el mismo da o va a permanecer muy poco tiempo en un destino (esperando, por ejemplo, un vuelo de conexin) su elasticidad con respecto al tiempo ser alta, mientras que en los viajes de vacaciones tardar un poco ms o un poco menos no altera significativamente la decisin de viajar.
Glaister, S. y D. Graham (2002): The Demand for Automobile Fuel: a Survey of Elasticities, Journal of Transport Economics and Policy 36(1): 1-25. 60 TRACE (1999): Elasticity Handbook: Elasticities for Prototypical Contexts. Prepared for the European Commission, Directorate-General for Transport, Contract No: RO-97-SC.2035 (www.hcg.nl/projects/trace/trace1.htm). 61 Estos resultados han sido confirmados por estudios posteriores, como el realizado por de Jong, G. y H. Gunn (2001): Recent Evidence on Car Cost and Time Elasticities of Travel Demand in Europe, Journal of Transport Economics and Policy 35(2): 137-60.
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De manera consistente con la metodologa desarrollada en los otros captulos de este Manual, para la prediccin de la demanda en proyectos de transporte (incluso aunque se disponga de datos fiables), conviene utilizar rangos de valores y distribuciones de probabilidad que, para las cifras de demanda esperadas o para las elasticidades, permitan evaluar el proyecto con variables aleatorias en lugar de deterministas. Al fin y al cabo, la incertidumbre de demanda es inevitable y de lo que se trata es de aprovechar la informacin disponible.
Nuestra definicin del trfico inducido engloba al desviado y al generado. Aunque caben otras definiciones, lo importante a efectos de la evaluacin econmica es que se computen los ahorros de manera correcta. El origen del trfico desviado puede ser de otra ruta, de otra hora o modo de transporte, aunque para la evaluacin la cuestin primordial es precisar cules son los ahorros que se producen.63 Los ahorros de tiempo se multiplican directamente por el nmero de usuarios en el trfico existente, mientras que en el desviado y en el generado hay que aplicar la regla de la mitad. En la evaluacin de una lnea ferroviaria que va a electrificarse y en la que la velocidad de circulacin aumentar, podemos considerar el trfico existente en dicha lnea como la base y considerar trfico desviado el que
Esto es lo que en la evaluacin de carreteras se denomina el supuesto de la matriz de viajes fija. Para las definiciones de trfico inducido y la evidencia disponible sobre la magnitud del mismo ante mejoras en la red, vanse Mackie, P. (1996): Induced Traffic and Economic Appraisal Transportation, 23: 103-119; Abelson P.W. y D.A. Hensher (2001): Induced Travel and User Benefits: Clarifying Definitions and Measurement for Urban Road Infrastructure, en Button, K.J. y D.A. Hensher (2001): Handbook of Transport Systems and Traffic Control, Elsevier.
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se atraiga desde la carretera, y generado el de nueva creacin, aunque alternativamente podra considerarse como trfico existente el del corredor, carretera incluida. La cuestin esencial es conseguir unas estimaciones razonables de los ahorros de tiempo y costes, y del nmero de usuarios beneficiados. En la evaluacin de proyectos de inversin en aeropuertos, tanto en nueva capacidad de pistas de aterrizaje como de edificios terminales, se ha utilizado a veces el concepto de trfico disuadido (deterred) y generado. En el caso del trfico generado no hay diferencia alguna con el que hemos utilizado anteriormente, y en el trfico disuadido es en realidad lo que aqu hemos denominado desviado. El trfico disuadido es el que no utilizara el aeropuerto sin el proyecto, utilizando otro aeropuerto menos conveniente u otro modo de transporte. La situacin con proyecto evita que se produzca esa prdida de trfico en la instalacin evaluada, en beneficio del mejor sustitutivo, y por tanto es equivalente a considerar que desviamos trfico del sustitutivo. Evidencia emprica La evidencia emprica para transferir valores a otros proyectos nuevos no es concluyente y la generacin de trfico depende del modo de transporte, de las condiciones especficas del corredor y de la magnitud de las mejoras introducidas por el proyecto. A veces superar determinado umbral puede desencadenar cambios imprevisibles si atendemos al valor de las elasticidades obtenidas en situaciones en las que las mejoras fueron menos importantes. En una revisin clsica sobre las estimaciones de trfico inducido realizadas en el Reino Unido tanto para proyectos viarios urbanos como interurbanos, Goodwin (1996)64 concluye que una mejora media en carreteras que reduzca el tiempo de viaje en un 20% produce un aumento del 10% del trfico existente en el corto plazo y del 20% en el largo plazo. En los trabajos ms recientes con datos de Estados Unidos estas cifras han sido matizadas. Por ejemplo, Hansen y Huang (1997) obtuvieron una elasticidad del trfico con respecto a la disponibilidad de nuevos carriles de entre 0,3 (corto plazo) y 0,9 (largo plazo) para las reas metropolitanas de California. Esto implica que entre un 60-90% de la nueva capacidad viaria es ocupada por trfico nuevo en menos de cinco aos. Las estimaciones de Fulton et al. (2000), con datos desagregados de la costa Este produjeron valores similares para dichas elasticidades: entre 0,1 a 0,4 y entre 0,5 y 0,8 para el corto y largo plazo, respectivamente.65 Ms recientemente, y utilizando tcnicas similares, Cervero y Hansen (2002) concluyen que cada 10% de incremento en la capacidad de las carreteras de la costa Oeste produca al menos un aumento del 6% en el trfico total, debido sobre todo a la creacin de nuevas reas residenciales en los extrarradios urbanos, lo que les lleva a sugerir que tanto la creacin de nuevas infraestructuras produce aumento de trfico como a la inversa. En una revisin reciente, Noland y Lewison (2002)66 analizaron los efectos de la construccin de diversas autopistas en Estados Unidos y Reino Unido durante veinte aos y obtienen elasticidades del trfico con respecto a la infraestructura de entre 0,5 (corto plazo) y 0,8 (largo plazo). Las zonas urbanas, debido a su mayor grado de congestin, suelen presentar valores medios muy superiores a los de las zonas rurales, reflejando as la existencia de una demanda latente mayor. Sin embargo, los problemas de trfico inducido en Estados Unidos y Europa difieren sustancialmente de las condiciones que se presentan en Amrica Latina, ya que las condiciones econmicas, el poder adquisitivo, la estructura urbana, la infraestructura vial y los aspectos culturales son sustancialmente diferentes.67
Goodwin, P.B. (1996): Empirical Evidence on Induced Traffic: a Review and Synthesis, Transportation 23 (1): 35-54. Algunos de sus resultados procedan de otro estudio clsico en el Reino Unido: SACTRA (1994), Trunk Roads and the Generation of Traffic, Standing Advisory Committee on Trunk Road Assessment. UKDoT, HMSO. 65 Hansen, M. y Y. Huang (1997): Road Supply and Traffic in California Urban Areas Transportation Research A 31, 205-218. Fulton, L., D. Meszler, R. Noland, y J. Thomas, J. (2000): A Statistical Analysis of Induced Travel Effects in the US mid-Atlantic Region. Journal of Transportation and Statistics 3: 1-14. Cervero, R. y M. Hansen (2002):Induced Travel Demand and Induced Road Investment, Journal of Transport Economics and Policy 36(3): 469-90. 66 Noland, R. y L. Lewison (2002): A Review of the Evidence for Induced Travel and Changes in Transportation and Environmental Policy in the US and the UK, Transportation Research D 7(1): 1-26. 67 Vase por ejemplo, Bento, A., Cropper, M.L., A.M. Mobarak, y K. Vinha (2003), The Impact of Urban Spatial Structure on Travel Demand in the United States, World Bank Group Working Paper 2007, World Bank.
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Algunos estudios muestran, por ejemplo, que si bien es cierto que a nivel mundial la propiedad de un automvil (y consecuentemente el nmero de viajes realizados en transporte privado) guarda una estrecha relacin con el nivel de renta, esto no siempre sucede. En Mxico D.F. se ha constatado que slo el desarrollo de infraestructura vial que va acompaada de crecimiento de asentamientos humanos o nuevas zonas de industria, comercio o servicios genera mayor nmero de kilmetros recorridos o mayor nmero de viajes. Sin embargo, en el caso de la duplicacin de autopistas urbanas (los llamados segundos niveles) se comprob que la inversin realizada no gener un trfico inducido apreciable.68 En el caso de Sao Paulo, el nmero de viajes motorizados por persona/da disminuy al pasar de 1,53 en 1977 a 1,32 en 1987 y a 1,23 en 1997, sin embargo, la distancia recorrida por viaje se increment, pasando de 7,78 kilmetros por viaje en 1977 a 8,18 en 1987 y a 9,43 en 1997. Esto fue debido a que el nmero de viajes presenta una tendencia a la reduccin al optimizar los tiempos de trabajo, con los cuales se cancelan algunos trayectos como los viajes a casa para almorzar, mientras que el aumento en el nmero de kilmetros recorridos se debe principalmente a la expansin o crecimiento de la mancha urbana. En resumen, en los pases en desarrollo, la variabilidad de las cifras de trfico inducido es mucho mayor debido a las circunstancias especficas de cada proyecto, oscilando entre valores muy bajos (en zonas rurales y cuando la infraestructura no crea nuevos orgenes y/o destinos) y muy altos (incluso superiores al 50% en reas urbanas de rpida expansin de Mxico y Brasil en las que la congestin reaparece en menos de cinco aos).
Galindo, L.M., D. Heres y L. Snchez (2006): Trfico Inducido en Mxico: Contribuciones al Debate e Implicaciones de Poltica Pblica, Estudios Demogrficos y Urbanos, 21(1): 123-157. 69 Hensher, D.A. (1989). Behavioural and Resource Values of Travel Time Savings: a Bicentennial Update. Australian Road Research 19: 223-229. 70 Mackie, P.J., S. Jara-Daz y A.S. Fowkes (2001). The Value of Travel Time Savings in Evaluation, Transportation Research E, 37: 91-106. El lector interesado en este problema metodolgico tambin puede consultar, entre otras, las siguientes fuentes: [1] Bickel, P., A. Burguess, A. Hunt, J. Laird, C. Lieb, G. Lindberg y T. Odgaard (2005): HEATCO Deliverable 2 (http://heatco.ier. uni-stuttgart.de/); [2] Mackie, P.J., M. Wardman, A.S. Fowkes, G. Whelan, J. Nellthorp J y I. Bates (2003): Values of Travel Time Savings in the UK. Report to the Department of Transport. Reino Unido.
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1. Realizar un estudio especfico para los usuarios del caso particular evaluado, basado en una metodologa tericamente slida y contrastada empricamente a nivel internacional.71 sta es la mejor opcin siempre que se disponga de recursos financieros y tiempo suficiente. 2. Cuando lo anterior no es posible, se pueden aplicar los valores recomendados a nivel nacional o internacional para la evaluacin social de proyectos de transporte, atendiendo en lo posible a sus caractersticas particulares.72 3. Finalmente, si no existen tales recomendaciones, se puede intentar transferir datos de otros estudios o de pases similares, realizando los ajustes que se consideren pertinentes. El problema de la transferencia de valores entre pases puede suavizarse de varias maneras, aunque una de las opciones ms utilizadas consiste en ajustar de acuerdo con los niveles de renta per cpita reales expresados en paridad de poder adquisitivo (PPA). En cualquiera de las situaciones anteriores y como primer paso conviene clasificar los distintos tipos de tiempo relevantes. Para el caso de pasajeros y si los datos disponibles lo permiten conviene tener presente la clasificacin presentada en el Cuadro 4.5. En cuanto a la carga debe procederse de un modo similar, distinguiendo idealmente por modo, tipo de mercanca y tamao de los vehculos.73 Tras esta clasificacin, y a modo de ilustracin, presentamos algunos valores obtenidos en diversos estudios para Amrica Latina, Europa y Estados Unidos. La evidencia disponible para Amrica Latina se presenta en el Cuadro 4.6. Se trata de valores recogidos de diversos estudios, en ningn caso de valores recomendados a nivel nacional. Lo primero que se observa es la escasez de datos. No existen valores disponibles para todos los pases y el nivel de desagregacin es mnimo. Adems las aproximaciones son distintas, en ocasiones se hace referencia al salario medio y en otras a valores concretos en trminos de dlares por hora.
Tiempo de viaje por motivo de trabajo Tiempo de viaje commuting Tiempo de viaje de ocio Tiempo en trayectos urbanos o locales Tiempo en trayectos interurbanos o internacionales Tiempo de viaje esperado Retrasos Tiempo en el vehculo Tiempo caminando Tiempo en espera
En el proyecto HEATCO se recomienda la utilizacin de diferentes metodologas, haciendo una recomendacin mnima y otra ms compleja segn el tipo de viaje. As por ejemplo, para los pasajeros que viajan por motivos de trabajo se recomienda como aproximacin mnima la de ahorro de costes, mientras que para los viajes de ocio y commuting se considera mejor opcin la de disposiciones a pagar; finalmente para la carga la opcin mnima es la de ahorro de costes y la de mayor sofisticacin la de disposiciones a pagar. (Para ms detalles, vase Bickel et al. (2006). HEATCO Deliverable 5, http://heatco.ier.uni-stuttgart.de/) 72 Entre otros pases, se pueden consultar los valores correspondientes al Reino Unido, los Estados Unidos, Holanda y los pases escandinavos, que ya disponen de este tipo de estudios nacionales. (Wardman, M. y W.G. Waters II (2001): Advances in the Valuation of Travel Time Savings. Transportation Research E 37: 85-90). 73 Nellthorp, J., T. Sansom, P. Bickel, C. Doll y G. Lindberg (2001): Valuation Conventions UNITE. ITS, University of Leeds.
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Fuente: Ortzar (1999).74 Finalmente, el Cuadro 4.7 muestra los resultados que se obtuvieron en uno de los pocos estudios realizados sobre el valor del tiempo en Chile basado en la metodologa de preferencias declaradas y reveladas, y que establece distintos valores de tiempo como porcentajes del salario medio.
Cuadro .7. Valor del tiempo como porcentaje del salario medio (Chile)
Tipo de tiempo Tiempo en el vehculo Tiempo caminando Tiempo en espera Fuente: Ortzar (1994).75 Como ya fue indicado, para suplir la falta de referencias nacionales resulta posible recurrir a la transferencia de valores internacionales. Tomando como fuente el caso de Europa, los resultados ms completos y recientes se encuentran en los ya mencionados proyectos HEATCO y UNITE, donde se calcula el valor de los ahorros de tiempo a partir de diversos estudios disponibles dentro de la Unin Europea. A modo de ilustracin, tanto en el Cuadro 4.8 como en el Cuadro 4.9 se presentan los valores medios para Holanda, Suecia y el Reino Unido, desglosndose por modo y motivo de viaje para el transporte de pasajeros, mientras que para transporte de carga se desglosa por modo y tipo de vehculo o carga. Transporte Urbano 50% 120% 270% Transporte Interurbano 90% Transporte Areo 180%
Ortzar, J. de D (1999). South America Value of Time Research, en Gunn, H. (ed.). The Value of Time. PTRC Education and Research Services Ltd. Londres. 75 Ortzar, J. de D. (1994): Valor del Tiempo para Evaluacin de Proyectos. Informe ejecutivo a FONDECYT, Departamento de Ingeniera del Transporte. Pontificia Universidad Catlica de Chile. Santiago.
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Finalmente, el Cuadro 4.10 muestra las recomendaciones del Departamento de Transportes de los Estados Unidos sobre este tema. Los valores se presentan como porcentaje del salario medio, y se aplican a los tiempos en el interior del vehculo. Los tiempos de acceso y espera se recomienda que sean valorados de acuerdo con el 100% del salario. Discusin Con relacin a las estimaciones anteriores, las siguientes consideraciones adicionales son tiles en la prctica de la evaluacin: 1. Crecimiento de los valores a lo largo del tiempo. Lo ms frecuente es asumir que crecen al mismo ritmo que la renta real per cpita, es decir, se supone una elasticidad-renta unitaria. sta es, por ejemplo, la sugerencia del proyecto UNITE. Otros estudios consideran sin embargo que la aplicacin de una elasticidad del 0,8 para los valores de tiempo de los viajes que no se realizan por motivo de trabajo es ms recomendable (Mackie et al., 2003, op. cit.). La recomendacin del proyecto HEATCO es la de utilizar una elasticidad de 0,7 para todo tipo de viajes y realizar un anlisis de sensibilidad mediante la aplicacin de una elasticidad unitaria.
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Cuadro .10. Valor del tiempo en EE.UU. (como porcentaje del salario)
Modos de transporte terrestre Viajes locales Personal Negocios Viajes interurbanos Personal Negocios 70% (60-90%) 100% (80-120%) 70% (60-90%) 100% (80-120) 100% 50% (35-60%) 100% (80-120%) 100% Transporte areo Conductores de camiones
Nota: Los valores entre parntesis indican rangos plausibles para anlisis de sensibilidad. Fuente: USDOT (1997). 76
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USDOT (1997): Departmental Guidance on the Evaluation of Travel Time in Economic Analysis. (http://www.dot.gov/)
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2. Distintos tiempos de viaje atendiendo a las condiciones del mismo. Tanto HEATCO como Mackie et al. (2003) recomiendan la utilizacin de valores de tiempo de espera y caminando superiores al valor del tiempo en el interior del vehculo incrementados en un factor de entre 2,5 y 2 respectivamente, mientras que el Departamento de Transporte de EE.UU. recomienda valorar dichos tiempos de acuerdo con los niveles de salario. Para los retrasos (congestin) la recomendacin de UNITE es multiplicar el tiempo de viaje en el vehculo por un factor de 1,5. Para los tiempos de trasbordo la recomendacin de HEATCO es multiplicar asimismo tiempos de viaje en un factor de 2,5. 3. Pequeos ahorros de tiempo. Finalmente, la prctica ms extendida en cuanto a la valoracin de pequeos ahorros de tiempo consiste en suponer que el valor del tiempo crece de manera lineal con el tamao de los ahorros, por lo que suelen aplicarse los mismos valores utilizados para valorar ahorros de mayor magnitud.
Primeros auxilios y traslados, gastos hospitalarios, rehabilitacin. Gastos de reposicin y sustitucion, prdida de produccin actual y futura. Riesgo propio, dolor y sufrimiento de amigos y familiares.
En ningn caso se trata de valorar la vida humana. Aunque los economistas se refieran al valor de la vida, se trata simplemente de la disposicin a pagar por reducir el riesgo de muerte.
77
1 16
Fuente: UNITE. Datos originales en millones euros de 1998. (*Tipos de cambio a 24/11/2000).
A modo de ilustracin, como muestra el Cuadro 4.12, en el proyecto UNITE se recomienda como valor medio de una vida estadstica Europa 1,5 millones de euros por persona. Para los heridos graves y leves se recomienda aplicar un 13% y un 1% del valor recomendado para una vida estadstica. Otra referencia til es el trabajo de Miller (2000).78 En su estudio se revisa en profundidad la literatura internacional disponible sobre los valores estadsticos de la vida. No obstante, y teniendo en cuenta que los valores recogidos por este autor fueron estimados en distintos sectores de la economa y distintas condiciones de riesgo, el problema es dilucidar hasta qu punto estos valores pueden transferirse al sector transportes, ya que cada da existe ms evidencia de que estos valores son especficos para cada contexto e incluso modo de transporte. Sin embargo el trabajo de Miller es una de las pocas referencias existentes en la literatura que presenta estimaciones del VOSL para pases de Amrica Latina, realizadas a partir de transferencias de los valores del resto de pases.79 El Cuadro 4.13 presenta los resultados de Miller (2000) para pases donde ya existen valores disponibles, mientras que el Cuadro 4.14 muestra las estimaciones que realiza este autor despus de transferir valores basndose en la aplicacin de una funcin de transferencia. Ntese que en el Cuadro 4.14, el lmite inferior de los valores obtenidos equivale aproximadamente a multiplicar por 120 la renta per capita, y que este resultado se cumple sistemticamente para todos los pases incluidos.80 Tanto los valores medios como los valores para cada pas pueden transferirse si se estima necesario. De nuevo la mejor opcin ser aplicar en la evaluacin los valores nacionales si se encuentran disponibles y si para su obtencin se hubiese utilizado la aproximacin de disposiciones a pagar en estudios bien diseados. En cuanto a la variacin de valores a lo largo del tiempo, el proyecto HEATCO recomienda que los valores cambien con la renta per cpita utilizando una elasticidad unitaria, aunque se recomienda comprobar la sensibilidad de los resultados con una elasticidad de 0,7.
Miller, T.R. (2000): Variations between Countries in Values of Statistical Life. Journal of Transport Economics and Policy 34(2): 169-188. 79 La funcin de transferencia usada por Miller (2000) es del tipo: ln(VOSL) = a + b ln (Y) + cZ, en donde Y representa una medida de la renta y Z es un vector de variables explicativas. Con los estudios disponibles se estiman los parmetros a, b, c. Finalmente con diversos modelos de regresin alternativos se estima un rango de valores para una vida estadstica en aquellos pases en los que esta cifra no est disponible. 80 Ntese asimismo que el estudio de Miller usa una muestra de pases con niveles de renta per cpita elevados, por lo que el propio autor advierte que tratar de transferir dichos valores a pases con niveles de renta inferiores podra no ser adecuado.
78
17 1
Fuente: Miller (2000). Los valores estn expresados en miles de dlares de 1995.
En torno al 90% del total de las emisiones de plomo, el 50% de las de xidos de nitrgeno (NOx) y el 30% de los compuestos orgnicos voltiles (VOC) pueden atribuirse a este sector.
81
1 18
Al mismo tiempo, la demanda de movilidad contina creciendo a tasas similares o mayores que el PIB. En particular en algunos modos como el transporte areo la demanda crece mucho ms rpidamente, duplicando o triplicando las tasas de crecimiento de la produccin agregada. Algo similar sucede tambin con el transporte de mercancas.82 El dilema que se plantea es tratar de conciliar las necesidades de la demanda con el respeto del medioambiente y su conservacin para el futuro. Se trata de asegurase de que las generaciones futuras tengan al menos las mismas oportunidades econmicas potenciales de alcanzar un mayor bienestar que las generaciones actuales.83 En la evaluacin econmica de proyectos el mtodo ms habitual para el tratamiento de las externalidades negativas es el de aadirlas a los costes del proyecto slo si es posible y razonable cuantificarlas. Cuando esto no es factible, debe adjuntarse en el informe de evaluacin una descripcin cualitativa de los impactos no cuantificados. Clasificacin y valoracin El Cuadro 4.15 muestra una posible clasificacin de costes medioambientales (UNITE) y presenta los principales impactos. Conviene destacar que las emisiones de las actividades de transporte no slo ocurren como resultado directo de la provisin de servicios, tambin surgen en los procesos de produccin de vehculos, combustible e infraestructuras.84 En esta ocasin se trata de bienes (males, en este caso) que no se intercambian en mercados y que por tanto carecen de precios explcitos, por lo que resulta necesario primero, su cuantificacin, y segundo, su valoracin. La cuantificacin de estos costes es relativamente sencilla cuando se compara con el problema de valoracin. La medicin de emisiones contaminantes y su transposicin para el total de la actividad es fundamentalmente un problema tcnico.
Calentamiento global
Salud humana Molestias Prdidas de hbitat Deterioro de la biodiversidad Cambio del paisaje Deterioro de la tierra y el agua
Riesgo nuclear asociado a la produccin de Salud humana energia Dao mediambiental sobre grandes reas Visibilidad, vibracin y otros efectos Salud humana Dao medioambiental Dao en estructura edificaciones
Rothengatter, W. (2003): Environmental Concepts: Physical and Economic, en Hensher D. y K. Button (eds.): Handbook of Transport and the Environment, Handbooks in Transport, 4. Elsevier. Amsterdam. 83 Pearce, D. and Barbier E. (2000). Blueprint for a Sustainable Economy. Earthscan. London. 84 Vase Fiedrich, R. and Bickel, P. (2001): Environmental External Costs of Transport. Springer.
82
1 19
La valoracin monetaria de emisiones, al igual que suceda con los valores de tiempo o el valor de una vida estadstica, puede obtenerse aplicando distintas opciones metodolgicas que tampoco estn exentas de controversia. Adems la metodologa disponible no se encuentra igual de avanzada para cada tipo de costes. Por ejemplo, el impacto que un determinado proyecto pueda tener sobre el paisaje o sobre el grado de contaminacin de las aguas subterrneas depender de las caractersticas concretas del proyecto. Es cierto que es posible entrevistar a los afectados y estudiar su disposicin a pagar para evitar el dao o a ser compensados para aceptar el mismo, pero adems de las dificultades de obtener valores fiables, los que se obtengan sern especficos del caso. Actualmente se conocen mejor los impactos y los valores monetarios asociados a la contaminacin del aire, el calentamiento global y el ruido. Por el contrario el nmero de estudios que analizan el resto de costes medioambientales es bastante menor y casi siempre especficos para proyectos particulares. La investigacin referida a la cuantificacin y valoracin monetaria del impacto de la contaminacin del aire, el calentamiento global y el ruido recibe continuamente nuevas aportaciones. Uno de los mtodos ms utilizados (vase Fiedrich y Bickel, 2001, op. cit.) es el conocido como Impact Pathway Approach, que permite identificar tanto el aspecto fsico referido a la relacin entre las actividades de transporte y su impacto sobre el medio ambiente, como el aspecto econmico que vincula dichos impactos con sus valores monetarios. Este mtodo permite identificar valores generales y por tanto ms fcilmente transferibles. Como ejemplo, el Cuadro 4.16 muestra los valores obtenidos para Alemania y Suiza de acuerdo con el proyecto UNITE. Se trata de valores en trminos medios (por vehculo-km) para los distintos modos de transporte que se obtuvieron en ambos pases. Pueden ser una referencia til, ya que se trata de los pocos estudios disponibles que sistematizan valores de costes medioambientales en trminos medios para todos los modos de transporte. Finalmente, el Cuadro 4.17 reporta algunos valores de referencia extrados del proyecto HEATCO con el fin de ilustrar el impacto por tonelada de contaminante emitida en el caso del transporte por carretera.85
Para la discusin de algunos casos concretos vase Ortzar, J.D. y L.I. Rizzi (2003): Valuation Case Studies, en Hensher D. y K. Button (eds.): Handbook of Transport and the Environment, Handbooks in Transport ,4. Elsevier.
85
1 20
ALEMANIA
Motos
0,0348
COSTES MEDIOAMBIENTALES Contaminacin del aire Calentamiento global Ruido Carreteras (/vehculo-km) Automviles 0,017 0,006 0,005 0,006 0,121 0,025 0,055 0,012 0,007 0,006 0,074 0,018 0,055 0,02 0,00 0,37 0,201 0,025 0,148 0,39 0,43 0,06 0,00 0,37 Autobuses Ligeros Pesados Pasajeros Carga Ferrocarril (/tren-km) Transporte pblico (/vehculo-km) Regional Urbano
SUIZA
Motos
Total no sobre rales 0,19 0,14 0,03 0,14 0,14 0,03 0,07 0,17 0,14 0,03 0,04
Aviacin (/movimiento)
0,062
Fuente: UNITE.
1 21
Fuente: HEATCO. Datos en euros (2002) por tonelada de contaminante (a coste de factores) Categoras de coste incluidas: salud humana, prdida de cultivos y daos materiales. (*) Los valores son aplicables a todas las emisiones a nivel de tierra. (**) Valores estimados fuera del dominio de modelizacin. Nota: NOx: xidos de Nitrgeno. NMVOC: Compuestos orgnicos voltiles no metnicos. SO2: Dixido de azufre. PM2.5: Material particualdo fino.
1 22
The World Bank (2004): A Project for an Integrated Mass Transit System in Bogot. Report No. 28926-CO. Washington DC. Este es el modo de transporte dominante, ya que tres de cada cuatro personas son usuarios del transporte pblico. Se trata de personas de estratos de renta bajos, para los que la opcin de transporte privado o en taxi no es asequible.
86 87
1 2
2. Taxis. En cuanto al transporte en taxi podra ocurrir algo similar a lo que ocurre con el vehculo privado. Si el transporte en autobs resulta ms atractivo, parte de los usuarios de este servicio podran optar ahora por el autobs, siempre y cuando no se produzca una mejora sustancial en el resto de la va que evite o atene dicho desvo. 3. Bicicletas. El sistema de Transmilenio ha sido complementado con la construccin de una extensa red de ciclovas (300 kilmetros de carriles exclusivos para bicicletas) con niveles de uso en torno a los 300.000 ciclistas diarios. Anteriormente los desplazamientos en este medio eran de menor importancia. Este desarrollo puede dar lugar a: (i) viajes de nueva generacin que ahora se realizan en bicicleta;88 (ii) viajes de acceso o salida del sistema Transmilenio, y (iii) viajes desviados desde el sistema anterior de autobuses. 4. Transporte a pie. El sistema Transmilenio tambin impuls el desarrollo de espacios urbanos y la recuperacin de los mismos, as como el desplazamiento a pi en determinadas reas. Sucede en este caso algo similar a la opcin de bicicletas. Puede haber viajes de nueva generacin, viajes que complementan el sistema o tambin trficos desviados. La realizacin de encuestas debera facilitar la identificacin y estimacin de los distintos flujos de trfico en cada caso.
La bicicleta se utiliza principalmente en trayectos cortos, y sobre todo cuando se dan las condiciones de seguridad de trfico y ciudadana apropiadas.
88
1 2
Finalmente, igual que ocurre con otros proyectos de transporte, la intermodalidad requiere de contratos y de incentivos para asegurar que la participacin privada se traduzca en un mayor realismo en el diseo de proyectos y que los beneficios ex ante se materialicen, evitndose la construccin de elefantes blancos.
89
1 2
As por ejemplo, para carreteras y autopistas, se parte de las variables que se detallan en el cuadro siguiente.
q qB
0 1080
2300 1200
VB QC
80 1040
105 2250
1 26
VH = KH -0,1BEND 0,25HILL (slo tramos de dos sentidos) -0,5HR (slo tramos de un sentido) Vehculos pesados Todo tipo de flujos Donde KL es: 86 para carreteras 93 para autopistas Si VH > VL entonces VH se fija igual a VL Fuente: COBA Manual (2002). Asimismo los niveles de servicio en carreteras suelen clasificarse por categoras que van desde la A a la F segn empeoren las condiciones de la va. Las caractersticas de los mismos se muestran en el Cuadro 4.20.90
90
1 27
Conviene recordar aqu la distincin entre los conceptos de congestin y de escasez. Este ltimo hace referencia a la imposibilidad de aceptar todas las peticiones de franjas horarias (slots) que realizan las compaas areas cada temporada. 92 Vase Ashford, N., H.P.M. Stanton, y C.A. Moore (1997): Airport Operations, Mc Graw-Hill, para una descripcin detallada de mtodos de medicin de uso de la capacidad en aeropuertos. 93 Jorge, J.D. y De Rus G. (2004): Cost-Benefit Analysis of Investment in Airports Infrastructure: a Practical Approach, Journal of Air Transport Management 10: 311-326.
91
1 28
N y S, y los beneficios disfrutados por otros pases de la Regin que no han construido tramo alguno, pueden hacer que el beneficio social total supere los costes sociales de construir la infraestructura y sin embargo que sta no se construya a menos que una agencia multilateral haga posible que lo que es bueno para la Regin sea atractivo para los distintos pases que han de construirla sobre su territorio. En estas circunstancias, la evaluacin econmica del proyecto de inversin debe incluir una imputacin de los costes y beneficios de la infraestructura por pases afectados dentro de la Regin y una evaluacin de los mecanismos de financiacin alternativos que permitan maximizar el beneficio esperado de la inversin, cumpliendo al mismo tiempo las restricciones presupuestarias correspondientes. Es ms difcil garantizar una participacin en la financiacin del proyecto de todos los pases afectados si se parte de una concepcin igualitaria de reparto de costes con independencia de la previsible localizacin de los beneficios. La financiacin de proyectos transfronterizos por el BID, podra evitar los errores que se han detectado en otros procesos de integracin supranacional, donde algunos de los pases que se incorporan tienen importantes carencias de infraestructuras. El reto es combinar el apoyo con financiacin supranacional a proyectos de inters regional evitando la aparicin de incentivos perversos que potencien la presentacin de proyectos que son poco interesantes cuando se abandona la perspectiva estrictamente local. Es posible que un proyecto de inversin que produce beneficios sociales netos positivos para la Regin no incremente el bienestar de un territorio especfico sobre el que se construye parte de la infraestructura. El argumento fundamental para no admitir esta razn como suficiente para detener la ejecucin de una obra pblica es que rara vez un proyecto supondr una mejora repartida por igual en todo el territorio, y que adems la ley de los grandes nmeros nos dice que dado que se ejecutan muchos proyectos similares en la regin, en media y a largo plazo todos acabarn beneficindose. Sin embargo, estos argumentos no resuelven el problema a corto plazo de financiar una obra pblica costosa que requiere participacin de varios pases en su financiacin, cuya percepcin difiere con respecto al beneficio esperado a cambio de su contribucin. La llamada al beneficio global que se generar, no es suficiente porque no slo importan las ganancias de la integracin sino su reparto (esta es la base de los fondos de cohesin y los estructurales de la Unin Europea). En Europa se ha apostado por las llamadas redes transeuropeas con financiacin de un fondo (el presupuesto comunitario) obtenido con contribuciones de los pases miembros en proporcin a su nivel de desarrollo. En Europa esto ha tenido efectos positivos pero tambin ha propiciado que muchas regiones presenten grandes proyectos que se argumentan como estratgicos para la comunidad local, y en cuya presentacin y defensa se suele recordar al pblico local que los fondos externos los perdemos si no se realiza la obra, o que otra comunidad rival se beneficiara si no lo hacemos nosotros. La necesidad de introducir un pensamiento algo ms complejo es hoy una necesidad urgente. Debemos reflexionar sobre qu infraestructuras necesita Latinoamrica ms all de los puros intereses locales, distinguiendo con claridad las que benefician al conjunto de la regin de aquellas otras guiadas por intereses locales estrechos o por intereses de grupos privados en conflicto con la rentabilidad social. Tambin es necesario un cambio en los esquemas de regulacin existentes con el fin de eliminar los incentivos que hoy predominan en las decisiones de inversin pblica y que pueden retrasar la construccin de infraestructuras necesarias.
1 0
Captulo .
Casos de estudio
A su vez, la regin de Roraima en Brasil, con 350.000 habitantes, es una zona de rpido crecimiento. Entre las actividades econmicas del rea destacan la extraccin de minerales e hidrocarburos, as como las actividades pesqueras y agrcolas, entre las cuales destaca el cultivo de soja, en expansin. En la actualidad esta produccin sale de la zona principalmente a travs del ro Amazonas por el interior de Brasil, o por carretera hacia Venezuela. El objetivo de esta seccin es evaluar este proyecto desde un punto de vista econmico aplicando la metodologa propuesta en este Manual. Para ello utilizaremos la informacin suministrada por el propio gobierno guyans,95 los estudios previos de viabilidad,96 y la informacin recopilada directamente del BID y en una breve visita de campo al pas en abril de 2006.97
Segn esta iniciativa la funcin de esta carretera es apoyar el desarrollo sostenible y la integracin entre los estados brasileos de Amazonas y Roraima, con Guyana, mediante la consolidacin de la infraestructura que une a los dos pases. 95 La referencia ms actual hasta finales de 2005 la constituye el documento denominado Guyana Transport Sector Study. Se trata de un estudio financiado por la Unin Europea y comisionado por el Ministerio de Obras Pblicas y Comunicaciones de Guyana. Contiene una descripcin detallada de la situacin del sector transporte en el pas hasta finales de 2005. 96 A pesar de tratarse de una referencia ms antigua (mayo 2000), el documento titulado Study for the Upgrading and Completion of the Guyana-Brazil Road, elaborado por las consultoras AAK y GIBB con financiacin de la Unin Europea, constituye una valiosa aportacin, pues proporciona datos desagregados sobre la prediccin de demanda que han sido utilizados como punto de partida de nuestro anlisis. 97 En la elaboracin de este caso hemos contado con la ayuda inestimable de Alejandro Taddia.
94
1
Linden-Mabura Hill 123 Linden Junction-Rockstone 21,4 Junction 101,6 Rockstone Junction- Mabura Hill Mabura Hill-Kurupukari6 Kurupukari-Annai Annai-Lethem Fuente: AAK y GIBB (2000). 101 99 125
2.100 69 10 10 8
Como muestra el Cuadro 5.1, la va se divide en cuatro tramos diferenciados (Linden-Mabura Hill, 123 kms.; Mabura Hill-Kurupukari, 101 kms.; Kurupukari-Annai, 99 kms. y Annai-Lethem, 125 kms.), en cada uno de los cuales la velocidad media no supera en la actualidad los 40-50 kms/h., por lo que el tiempo medio de recorrido (sin incluir los perodos de espera para cruzar los ros) se sita actualmente en 10 horas, aproximadamente. Los niveles de trfico, de acuerdo con las estimaciones disponibles, son muy bajos en todos los tramos, con la excepcin de la zona ms cercana a la costa.98
Alternativas de intervencin
Frente a la situacin sin proyecto, que denominaremos genricamente Alternativa 0, se plantean tres posibles opciones de intervencin alternativas, cuyas caractersticas y costes de construccin estimados son las siguientes:
81.996.139
182.901.331
1
Costes de construccin Debe sealarse que los costes de construccin que figuran en el cuadro anterior tienen un carcter aproximado, dado que el proyecto an se encuentra en fase de estudio y elaboracin. Esto hace que las cifras finales del mismo puedan superar ampliamente a las anteriores, situndose algunas estimaciones recientes para el caso de la Alternativa 3, por ejemplo, en torno a los 200 millones de dlares. Asimismo, todos los costes de estudio y pre-diseo del proyecto (estudios de viabilidad, estudio de impacto ambiental actualmente en ejecucin, diseo tcnico, etc.) forman parte de los costes totales; sin embargo, por su carcter de costes hundidos, hemos preferido excluirlos del anlisis. Con objeto de incorporar la incertidumbre asociada a la variabilidad de los costes de construccin, hemos supuesto que estos pueden verse afectados por un factor de desviacin aleatorio, cuya distribucin de probabilidad es triangular entre 0% (valor ms probable) y 20% (valor mximo posible). De esta manera, los costes de construccin considerados se ajustan, para cada una de las tres alternativas planteadas, a las distribuciones de probabilidad de la Figura 5.1. Calendario de ejecucin Con respecto al calendario de ejecucin del proyecto y su vida til, no resulta fcil proponer fechas concretas, pues todava se encuentran en proceso de realizacin algunos estudios previos, tal como se ha mencionado. Por esta razn, y de acuerdo con la informacin proporcionada por las fuentes consultadas, a efectos de nuestro anlisis hemos considerado que la ejecucin del proyecto comienza en el ao 2008 con independencia de la alternativa elegida, estando completamente operativo en 2010. A partir de esta fecha suponemos una vida til de 20 aos,99 por lo que el anlisis econmico realizado abarca el horizonte temporal 2008-2030.
La prediccin de la demanda
Uno de los elementos determinantes en el resultado de la evaluacin econmica del proyecto durante este perodo temporal es la disponibilidad de datos suficientemente precisos sobre la demanda de viajes realizados por la carretera Linden-Lethem, tanto en el caso de que el proyecto no se lleve a cabo (Alternativa 0) como para cualquiera de las tres posibilidades de inversin alternativas. A falta de otras fuentes de informacin, nuestro punto de partida ha sido la prediccin de la demanda realizada en el estudio AAK-GIBB, (2000), ya citado. Este trabajo, utilizando un modelo gravitacional de proyeccin de trfico a partir de magnitudes demogrficas y macroeconmicas, proporciona para el perodo 2005-2025 Figura .1. Distribucin de probabilidad de los costes de construccin
Alternativa 1
Alternativa 2
Alternativa 3
Valor ms probabl e
Valor ms probabl e
Valor ms probable
40.016.336
48.019.603
81.996.139
98.395.366
182.901.331
219.481.597
1
predicciones desagregadas del volumen anual de trfico para cada uno de los cuatro tramos considerados y cada alternativa, distinguiendo entre tres tipos de vehculos principales: vehculos de pasajeros (incluyendo automviles, vehculos todoterreno y mini-buses), camiones ligeros y camiones pesados. A partir de la proyeccin de trfico agregada mencionada se han realizado los siguientes pasos para la prediccin de la demanda en esta evaluacin: 1. Primero, hemos calculado las tasas de crecimiento anual del trfico implcitas para el perodo 2005-2025 segn el estudio AAK-GIBB (2000), y extrapolado la tasa media de dicho periodo desde el ao 2025 al 2030. 2. En segundo lugar, hemos introducido en estas tasas un componente aleatorio. Suponemos que la tasa de crecimiento anual del trfico sigue una distribucin triangular donde el valor ms probable es la tasa media obtenida de la prediccin realizada en AAK-GIBB (2000), a la que aadimos, como valores mnimos y mximos el valor central 1 punto porcentual (Figura 5.2) 3. Finalmente, con las tasas aleatorias as obtenidas resumidas en la figura siguiente obtenemos el trfico para el periodo 2010-2030, desagregando por tramos de carretera y tipos de vehculo de acuerdo con la distribucin de AKK-GIB.100 Figura .2. Tasas aleatorias de crecimiento de la demanda
Alternativa 1
Alternativa 2
Alternativa 3
Valo r ms probabl e
Valor ms probabl e
Valor ms probable
4,43 %
5,43 %
6,43 %
8,27 %
9,27 %
10,27%
9,03 %
10,03%
11,03 %
Si bien es razonable y esperable que distintos niveles de intervencin generen tasas de crecimiento diferentes, es evidente que valores superiores al 5% anual acumuladas durante 20 aos parecieran ser poco crebles tanto para la economa de Guyana como de acuerdo a comparaciones internacionales. No obstante, hemos optado por mantenerlas porque proceden de la nica fuente disponible en la que se realiza una prediccin de la demanda separada por tramos (el estudio AAK-GIBB) y porque su uso favorece al proyecto al sobreestimar los futuros niveles de trfico.
100
Para el caso de la Alternativa 0, la tasa media es de 2,62%, calculada de acuerdo con el mismo procedimiento.
1 6
En ambos casos hemos utilizado la informacin disponible procedente tanto del AAK-GIBB (2000) como del Guyana Transport Sector Study (2005). Con respecto a la infraestructura, suponemos que el coste anual y peridico de mantenimiento depende de cada alternativa, siendo los que se recogen en el Cuadro 5.3, expresados en dlares de 2008. Aunque la informacin sobre el mantenimiento de las carreteras en Guyana no resulta en general demasiado precisa,101 estos datos deben interpretarse como el volumen medio de inversin necesaria para mantener en buen estado la va, teniendo en cuenta que el material utilizado (asfalto) hace que la Alternativa 3 resulte ms costosa de mantener (ya que el mantenimiento peridico es ms elevado). A estos valores debe aadirse un coste anual institucional de 378.995 dlares, que es el presupuesto estimado de una futura Road Authority, cuya creacin se propone en AAK-GIBB (2000).
Costes de operacin de los vehculos. En relacin a los costes de operacin de los vehculos hemos optado por aplicar directamente los valores originales de AAK-GIBB (2000), transformndolos de euros por kilmetro a dlares por kilmetro, netos de impuestos, y para cada uno de los tres tipos de vehculos considerados (vehculos de pasajeros, camiones ligeros y camiones pesados). Al disponer de informacin sobre precios sombra para Guyana (procedente del estudio realizado en 2004 para la carretera entre New Amsterdam y Moleson Creek)102 hemos utilizado un factor de conversin de 0,85 para todos los costes de construccin, operacin y mantenimiento de la va, ya que el rango en el estudio mencionado se situaba entre el 82% y el 87%. En el caso de los costes operativos de los vehculos slo se han deducido los impuestos indirectos.
1 7
Asimismo, el incremento de trfico tambin implicar un mayor nmero de accidentes, aunque no disponemos de datos precisos para valorarlos. Por todo esto, hemos optado por excluir de nuestra evaluacin tanto los beneficios mencionados en cuanto a un posible desarrollo econmico de la zona (sujetos a un elevado grado de incertidumbre) como las externalidades. Esto no quiere decir que dichos beneficios potenciales no existan, sino que no disponemos de evidencia cuantitativa o cualitativa que permita pasar de la especulacin y el deseo justificado de que el pas prospere a una cuantificacin razonable de los mismos.
Clculo de los ahorros de tiempo Para calcular los ahorros de tiempo, partiendo de la informacin del Cuadro 5.1 hemos considerado que las velocidades medias de circulacin en cada tramo son variables aleatorias (con distribucin uniforme) que oscilan entre 50-65 km/h (Alternativa 1), 65-80 km/h (Alternativa 2) y 80-100 km/h (Alternativa 3). Teniendo en cuenta la longitud de cada tramo, resulta posible obtener los tiempos esperados de viaje para cada tramo y cada alternativa de inversin.
Cuadro . Tiempos de viaje esperados por tramo y para cada alternativa (horas)
Alternativa 0 Tramo I: Linden-Mabura Hill Tramo II: Mabura HillKurupukari Tramo III: Kurupukari-Annai Tramo IV: Annai-Lethem TOTAL (horas) 2,73 2,24 2,20 2,78 9,96 Alternativa 1 2,14 1,76 1,72 2,17 7,79 Alternativa 2 1,70 1,39 1,37 1,72 6,18 Alternativa3 1,37 1,12 1,10 1,39 4,98
1 8
Ntese que estamos asumiendo dos simplificaciones importantes: 1. En primer lugar, y dado que carecemos de informacin ms detallada, los tiempos de viaje anteriores son iguales para todos los vehculos que circulan por cada tramo (camiones y vehculos de pasajeros). 2. En segundo lugar, los tiempos anteriores se refieren al tiempo de viaje en circulacin. No incluyen, por tanto, los tiempos de espera al cruzar ros ni las detenciones obligatorias (por mal tiempo, por ejemplo). En el caso de que se incluyeran, los ahorros de tiempo asociados a cada una de las inversiones seran mayores. El valor del tiempo: discusin Con relacin al valor del tiempo, hemos utilizado una doble aproximacin. Los tiempos de viaje para los pasajeros y los conductores de los camiones de carga proceden de nuevo de los datos del estudio sobre la carretera entre New Amsterdam y Moleson Creek. Se trata de la mejor informacin disponible con datos de Guyana, aunque debido a la variabilidad existente entre distintos tipos de vehculos, hemos optado por aproximarlos a travs de una distribucin uniforme de probabilidad definida entre los valores mnimos y mximos proporcionados por dicho estudio. Para el caso del valor del tiempo de la carga transportada no disponemos de datos equivalentes, por lo que hemos optado por transferir a Guyana los valores del estudio UNITE (2001), referidos a 1998.103 Con el fin de tener en cuenta la incertidumbre asociada a posibles errores de medicin en estos valores, los hemos modelizado con una distribucin de probabilidad triangular con un margen de variacin de 30% alrededor del valor estimado. Finalmente, en todos los casos hemos considerado que el valor del tiempo de viaje no se mantiene constante a lo largo del tiempo, sino que crece a una tasa anual acumulativa del 2% a partir de 2010.104 El Cuadro 5.5 resume los valores iniciales del tiempo de viaje (en dlares de 2008).
Distribucin de probabilidad U [1,70 - 2,30] U [2,20 - 3,50] Triangular [5,73 30%] Triangular [6,16 30%]
Unidad de medida dlares por pasajero dlares por conductor dlares por camin dlares por camin
(*) Los valores de referencia para pasajeros y conductores proceden del estudio sobre la carretera entre New Amsterdam y Moleson Creek, mientras que los de carga se han transferido de UNITE (2001).
Vase el Captulo 4 de este Manual. Los valores de UNITE se han ajustado al PIB per cpita relativo de Guyana y se han proyectado a dlares de 2008. 104 Consideramos implcitamente que la elasticidad de esta variable con respecto a la renta es aproximadamente unitaria. Ntese que sera necesario aplicar la misma tasa de crecimiento anual a otras magnitudes que afecten a la renta de los individuos, como por ejemplo, los salarios. No obstante, para simplificar, podemos considerar que los futuros crecimientos de productividad compensan exactamente el incremento de los costes salariales, por lo que no resulta necesario realizar ajustes adicionales.
103
1 9
Cuadro .6. Beneficios sociales esperados del proyecto: resumen (valores descontados en dlares de 2008)
Alternativa 1 Costes de construccin Variacin costes mantenimiento de infraestructura Ahorros de tiempo Viajeros Carga y conductores Ahorro de costes operativos (vehculos) Valor (neto) del trfico generado VAN social esperado -36.281.478 -6.970.917 +258.308 +474.863 +206.797 +782.952 -41.529.475 Alternativa 2 -74.343.166 -6.970.917 +450.702 +789.071 +1.681.044 +8.071.618 -70.321.649 Alternativa 3 -165.830.540 -14.818.152 +594.108 +1.040.138 +1.721.898 +14.021.712 -163.270.837
Resultados de la evaluacin
Teniendo en cuenta todo lo anterior, el Cuadro 5.6 resume finalmente los principales beneficios y costes de cada posible intervencin, constatndose como principal resultado que en todas las alternativas consideradas el VAN social esperado es siempre negativo, tal como confirma la Figura 5.3. El anlisis se ha realizado para el horizonte temporal 2008-2030 y todos los valores monetarios estn actualizados a dlares de 2008.105
.1.. Discusin
Los resultados obtenidos muestran que el proyecto no es rentable desde una perspectiva econmica. Ni siquiera la intervencin ms conservadora arroja resultados positivos. El valor actual neto esperado del proyecto es negativo y la distribucin de probabilidad de los valores actuales netos esperados no tiene valores positivos en su rango. En el caso de la alternativa 1 el VAN negativo es mayor en valor absoluto que la inversin inicial y adems una tasa de descuento elevada cmo es el 12 por ciento beneficia al proyecto al reducir el peso de los saldos negativos anuales. En las alternativas 2 y 3 se observa que el valor actual neto del proyecto es prcticamente igual al valor de la inversin lo que subraya la nula capacidad del proyecto de generar valor aadido. quiere esto decir que este proyecto no debera realizarse? Si los datos son correctos y los supuestos realizados plausibles, este proyecto no es interesante en trminos econmicos en el contexto de una evaluacin convencional; sin embargo, las conclusiones obtenidas estn condicionadas por las alternativas previamente seleccionadas, surgiendo la duda de si en dichas alternativas se incluyen todas las relevantes. Razones de accesibilidad y comunicacin bsica de los ncleos de poblacin y de actividad econmica podran justificar una intervencin an mas conservadora que podra slo incluir el arreglo de la ruta en los sectores ms crticos y la reparacin de algunos (o todos) los puentes. Esta redefinicin de la intervencin mnima no hipoteca futuras actuaciones de mayor calado, teniendo la virtud de permitir obtener ms informacin sobre los posibles beneficios derivados de la nueva actividad econmica generada gracias al proyecto, hoy todava sujetos a un alto grado de incertidumbre sobre su eventual materializacin.
105
1 0
(*) Valores en dlares de 2008. Los costes de construccin y de explotacin y mantenimiento de la carretera incluyen los precios sombra. Los costes de construccin incluyen la desviacin esperada en costes.
1 1
1/10.000.000
6 5
1/10.000.000
1/100.000.000
1 2
Cuadro .8. Resumen por aos de los beneficios y costes esperados del proyecto (Alternativa 1)
(Valores reales en dlares de 2008) (+) TOTAL AHORROS DE TIEMPO (+) TOTAL (+) TOTAL AHORROS CAMBIO DAP DE COSTES NUEVOS OPERATIVOS USARIOS (-) TOTAL VALOR TIEMPO NUEVOS USARIOS (-) TOTAL COSTES OPERATIVOS NUEVOS USARIOS (-) TOTAL CAMBIO COSTES INFRAESTRUCTURA BENEFICIOS SOCIALES NETOS
2008 70.836 74.145 77.608 81.233 85.027 88.999 93.156 97.507 102.061 106.828 111.818 117.041 122.507 128.230 134.219 140.488 147.050 153.918 161.108 168.633 176.509 34.896 35.809 36.747 37.709 38.697 34.005 33.138 32.292 31.468 30.665 11.068.269 11.837.842 12.655.052 13.522.745 14.443.937 15.421.823 16.459.789 17.561.422 18.730.522 19.971.117 29.883 10.343.648 29.120 9.661.440 28.377 9.019.254 27.653 8.414.829 -683.051 -744.263 -810.544 -882.296 -959.955 -1.043.988 -1.134.900 -1.233.235 -1.339.581 -1.454.567 -1.578.875 -1.713.238 -1.858.445 -2.015.349 26.948 7.846.032 -626.532 26.260 7.310.849 -574.361 25.590 6.807.380 -526.215 24.937 6.333.830 -481.796 -5.770.774 -6.194.713 -6.644.564 -7.121.811 -7.628.018 -8.164.837 -8.734.012 -9.337.385 -9.976.897 -10.654.599 -11.372.656 -12.133.352 -12.939.097 -13.792.435 -14.696.051 -15.652.778 -16.665.604 -17.737.686 24.301 5.888.505 -440.826 -5.371.343 23.681 5.469.805 -403.049 -4.995.090 23.076 5.076.220 -368.227 -4.640.754
-36.281.478 -573.714 -573.714 -573.714 -573.714 -2.812.676 -573.714 -573.714 -573.714 -573.714 -2.812.676 -573.714 -573.714 -573.714 -573.714 -2.812.676 -573.714 -573.714 -573.714 -573.714 -2.812.676 -573.714
-36.281.478 -412.563 -404.223 -395.469 -386.283 -2.615.607 -366.532 -355.922 -344.794 -333.122 -2.559.844 -308.047 -294.590 -280.483 -265.697 -2.489.163 -233.961 -216.947 -199.123 -180.453 -2.399.863 -140.427
2009
2010
2011
2012
2013
2014
2015
2016
2017
2018
2019
2020
2021
2022
2023
2024
2025
2026
2027
2028
2029
2030
1
1 (Valores reales en dlares de 2008) BENEFICIOS SOCIALES NETOS (+) TOTAL AHORROS DE TIEMPO (+) TOTAL AHORROS DE COSTES OPERATIVOS (+) TOTAL CAMBIO DAP NUEVOS USARIOS (-) TOTAL VALOR TIEMPO NUEVOS USARIOS (-) TOTAL COSTES OPERATIVOS NUEVOS USARIOS (-) TOTAL CAMBIO COSTES INFRAESTRUCTURA -74.343.166 119.782 125.377 131.233 137.363 143.779 150.494 157.524 164.881 172.582 180.643 189.081 197.913 207.157 216.833 226.960 237.561 248.657 260.272 272.428 285.153 298.472 298.716 306.538 314.564 291.094 283.666 276.428 269.375 262.501 45.855.009 50.555.017 55.711.347 61.367.825 67.572.492 74.378.013 81.842.117 90.028.097 255.803 41.571.339 249.276 37.667.526 242.916 34.110.288 236.717 30.869.257 230.677 27.916.724 -1.745.886 -1.965.007 -2.210.123 -2.484.254 -2.790.768 -3.133.419 -3.516.395 -3.944.367 -4.422.540 -4.956.722 -5.553.385 -6.219.749 -6.963.859 224.791 25.227.406 -1.550.052 219.055 22.778.231 -1.375.079 213.466 20.548.146 -1.218.788 208.019 18.517.939 -1.079.228 202.711 16.670.079 -954.651 -15.086.035 -16.734.658 -18.542.665 -20.525.002 -22.698.007 -25.079.537 -27.689.108 -30.548.051 -33.679.678 -37.109.470 -40.865.273 -44.977.520 -49.479.473 -54.407.482 -59.801.270 -65.704.254 -72.163.876 -79.231.987 197.539 14.988.565 -843.488 -13.583.121 192.498 13.458.796 -744.332 -12.213.405 187.587 12.067.446 -655.924 -10.965.440 -573.714 -573.714 -573.714 -573.714 -2.812.676 -573.714 -573.714 -573.714 -573.714 -2.812.676 -573.714 -573.714 -573.714 -573.714 -2.812.676 -573.714 -573.714 -573.714 -573.714 -2.812.676 -573.714 179.737 245.221 317.014 395.752 -1.756.826 576.940 681.015 795.304 920.847 -1.180.174 1.210.397 1.377.068 1.560.348 1.761.938 -255.239 2.227.783 2.496.412 2.792.152 3.117.804 1.237.507 3.871.573
Cuadro .9. Resumen por aos de los beneficios y costes esperados del proyecto (Alternativa 2)
2008
-74.343.166
2009
2010
2011
2012
2013
2014
2015
2016
2017
2018
2019
2020
2021
2022
2023
2024
2025
2026
2027
2028
2029
2030
Cuadro .10. Resumen por aos de los beneficios y costes esperados del proyecto (Alternativa )
(Valores reales en dlares de 2008) (+) TOTAL AHORROS DE TIEMPO (+) TOTAL AHORROS DE COSTES OPERATIVOS (+) TOTAL CAMBIO DAP NUEVOS USARIOS (-) TOTAL VALOR TIEMPO NUEVOS USARIOS (-) TOTAL COSTES OPERATIVOS NUEVOS USARIOS (-) TOTAL CAMBIOS COSTES INFRAESTRUCTURA BENEFICIOS SOCIALES NETOS
2008 157.895 165.270 172.989 181.069 189.526 198.379 207.645 217.343 227.495 238.121 249.243 260.885 273.070 285.825 299.175 313.149 327.776 343.085 359.110 375.884 290.560 298.169 305.976 313.988 283.146 275.922 268.881 262.020 255.334 52.052.112 57.743.870 64.028.743 70.967.983 78.629.175 87.086.892 96.423.424 106.729.579 118.105.572 248.819 46.897.956 242.470 42.231.086 236.283 38.005.894 230.254 34.181.042 -1.678.699 -1.900.374 -2.149.923 -2.430.790 -2.746.843 -3.102.424 -3.502.408 -3.952.267 -4.458.146 -5.026.943 -5.666.401 -6.385.213 -7.193.136 224.379 30.719.058 -1.481.831 218.654 27.585.974 -1.307.037 213.075 24.750.999 -1.151.883 207.638 22.186.218 -1.014.205 202.340 19.866.327 -892.071 -18.045.976 -20.126.809 -22.423.415 -24.957.619 -27.753.441 -30.837.310 -34.238.316 -37.988.468 -42.122.992 -46.680.650 -51.704.100 -57.240.283 -63.340.850 -70.062.644 -77.468.208 -85.626.370 -94.612.862 -104.511.021 197.177 17.768.384 -783.764 -16.161.087 192.145 15.871.590 -687.754 -14.454.120
-165.830.540 -878.719 -878.719 -878.719 -2.670.719 -878.719 -878.719 -8.046.719 -2.670.719 -878.719 -878.719 -878.719 -2.670.719 -878.719 -8.046.719 -878.719 -2.670.719 -878.719 -878.719 -878.719 -2.670.719
-165.830.540 201.036 307.260 424.889 -1.236.808 699.582 859.631 -6.130.909 -558.089 1.452.263 1.694.567 1.963.518 470.119 2.593.717 -4.205.961 3.371.244 2.033.961 4.331.357 4.893.187 5.517.871 4.420.566
2009
2010
2011
2012
2013
2014
2015
2016
2017
2018
2019
2020
2021
2022
2023
2024
2025
2026
2027
2028
2029
1
1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14 15 16 17 18 TOTAL
Entr. BR-282 (Palhoa) Entr.SC-433 (p/ Pinheira) Entr. SC-437 (p/ Imbituba) Entr. SC-436 (p/ Laguna) Entr. BR-475 (Tubaro) Entr. SC-440 (p/ Guarda) Entr. SC-499 (p/ M. da Fumaa) Entr. SC-444 (Ac. N. Criciuma) Entr. SC-446 (Ac. S. Criciuma) Entr. SC-449 (Ararangu) Entr. BR-285 (p/ Ermo) Entr. SC-485 (p/ Sombrio) Frontera SC/ RS Entr. BR-453 (p/ Torres) Entr. RS-486 (Terra de Areia) Inicio de Variante do Morro Alto Final de Variante do Morro Alto Inicio de Pista Dupla Florianpolis
Entr. SC-433 (p/ Pinheira) Entr. SC-437 (p/ Imbituba) Entr. SC-486 (p/ Laguna) Entr. BR-475 (Tubaro) Entr. SC-440 (p/ Guarda) Entr. SC-499 (p/ M. da Fumaa) Entr. SC-444 (Ac. N. Criciuma) Entr. SC-446 (Ac. S. Criciuma) Entr. SC-449 (Ararangu) Entr. BR-285 (p/ Ermo) Entr. SC-485 (p/ Sombrio) Frontera SC / RS Entr. BR-453 (p/ Torres) Entr. RS-486 (Terra de Areia) Inicio de Variante do Morro Alto Final da Variante do Morro Alto Inicio de Pista Dupla Entr: BR-290 (Osrio) Osorio
27,9 39,7 28,7 22,8 3,0 32 10,7 14,9 16,1 14,1 10,3 29,2 2,5 42,7 17,8 9,1 11,7 4,8 338
1 6
Aunque su origen es ms antiguo, la carretera entre Florianpolis y Osrio fue pavimentada originalmente durante el perodo 1968-71 y se caracteriza, en trminos generales, por disponer de calzadas simples con anchos de 7 metros y arcenes de 2,5 metros. Sin embargo, algunos segmentos carecen an de pavimentacin o disponen de menor anchura, generando un notable grado de congestin y deterioro de los vehculos. Por ello se espera que la rehabilitacin y duplicacin de la va contribuya a aliviar el problema de falta de capacidad, a reducir los costes de mantenimiento de los vehculos y a reducir sustancialmente las elevadas tasas de accidentalidad actuales. Para esto el proyecto incluye especficamente actuaciones concretas destinadas a eliminar puntos crticos, as como la instalacin de dispositivos de seguridad vial, incluyendo sealizacin horizontal y vertical, defensas laterales y separadores rgidos centrales y laterales. Aplicando la metodologa propuesta en este Manual, en esta seccin realizaremos una evaluacin econmica de este proyecto partiendo de la informacin proporcionada por las autoridades brasileas, los estudios previos de viabilidad,106 y la informacin recopilada directamente del BID y en una breve visita de campo al pas en mayo de 2006.107
Costes de construccin
La informacin relativa a los costes de construccin (rehabilitacin y duplicacin) del proyecto se ha ido actualizando a lo largo de los ltimos aos en funcin de la informacin disponible en cada momento. En julio de 2001, la inversin prevista se situaba alrededor de 2.053 millones de reales (832 millones de dlares), con un calendario de ejecucin que estimaba la conclusin de las obras en 2006 y la vida til del proyecto en 20 aos (ENECON, 2002). Sin embargo, de acuerdo con la informacin recopilada en mayo de 2006, las obras aunque ya iniciadas en 2005 haban sufrido un ligero retraso, estando prevista su conclusin en diciembre de 2008. De igual manera los costes de construccin se haban incrementado, situndose la inversin alrededor de 2.426 millones de reales (1.103 millones de dlares) valorados en diciembre de 2005. Al tratarse de la informacin ms actual disponible, stas son las cifras que hemos utilizado finalmente, para cuya conversin en costes econmicos hemos utilizado un factor de 0,80 que coincide con el precio-sombra empleado en ENECON (2002). El Cuadro 5.12 presenta de manera desagregada las diferentes partidas que componen los costes de construccin de este proyecto.108
La principal fuente de datos para el anlisis realizado en esta seccin es el Estudo de Viabilidade Tcnico-Econmica elaborado por la empresa consultora ENECON S/A, (en adelante, ENECON, 2002). En este estudio se realiza una actualizacin de los estudios de viabilidad anteriores, estimndose los principales costes y beneficios del proyecto valorados en dlares de 2001. Sin embargo, en mayo de 2006, tanto los costes de inversin como el calendario de ejecucin de las obras haban sufrido diferentes modificaciones que hemos incorporado a nuestro anlisis. Por esta razn, nuestros resultados no son directamente comparables con los de ENECON (2002). 107 Agradecemos particularmente la colaboracin de Esteban Diez-Roux (BID) y del personal tanto del Departamento Nacional de Infraestructura de Transportes (DNIT) como de otros departamentos ministeriales brasileos, por su colaboracin en la recopilacin de informacin. 108 Los costes de construccin se imputan al ao base (2005), en lugar de redistribuirlos en varios aos. Esto perjudica la rentabilidad del proyecto al aumentar el valor presente de los costes de inversin. Decidimos esta opcin para evitar el reparto arbitrario de los costes en varios aos y tambin como una manera de anticiparnos a posibles desviaciones al alza de los costes de construccin. De igual manera y debido a que introducimos un factor aleatorio de desviacin de costes, hemos exluido del poyecto aquellas partidas destinadas a cubrir contigencias imprevistas en el transcurso de las obras.
106
1 7
Fuente: BID e informacin recopilada en trabajo de campo (2006). Tipo de cambio: 1US$ = 2,2 R$
De esta manera, nuestro anlisis evala el proyecto de rehabilitacin-duplicacin de la carretera Florianpolis-Osrio en diciembre de 2005, considerando que ste se encuentra operativo entre los aos 2009-2029.
Para proyectar valores monetarios en reales del ao 2001 hasta el ao 2005 hemos utilizado las tasas de inflacin publicadas por el Banco Central de Brasil (http://www.bcb.gov.br/). Para proyecciones de 2005 en adelante se han utilizado las estimaciones del FMI para Brasil en el perodo 2005-2010.
109
1 8
Accidentes
Heridos
Muertos
En ENECON (2002) se realiza una detallada estimacin, por cada segmento y ao, de la reduccin de costes de los accidentes de trfico asociados a la ejecucin del proyecto, teniendo en cuenta tanto el tipo de vehculo implicado como la gravedad del accidente. Sin embargo conviene sealar que dicho estudio se subestiman el coste total de los accidentes al no incluirse de manera explcita la disposicin a pagar por la reduccin del riesgo (VOSL), incluyndose en su lugar las indemnizaciones por seguros.110 No se ha realizado un esfuerzo adicional para calcular con mayor exactitud la cuanta de dichos costes tanto por su efecto nulo sobre la conveniencia de aceptar el proyecto debido a la alta rentabilidad social del mismo (suponemos que la decisin es de aceptar-rechazar y no la de comparar con otros proyectos) como por la falta de datos en cuanto a la composicin del coste a nivel de los distintos tramos considerados. Con respecto al resto de costes externos y efectos indirectos hemos considerado que, a pesar de su potencial relevancia (particularmente en lo referente a los efectos de desarrollo regional asociados a la nueva va en el contexto de MERCOSUR y a los impactos medioambientales), las estimaciones numricas realizadas en ENECON (2002) y otros estudios no permiten incluir una cifra suficientemente objetiva en la evaluacin por lo que asumiremos de manera cualitativa que, en el peor de los casos estos efectos se cancelan mutuamente y, en el mejor, suponen un beneficio social adicional para un proyecto cuyos resultados ya son, por s solos, suficientemente positivos.111
Prediccin de la demanda
Finalmente, ENECON (2002) toma como datos de partida para la prediccin de demanda los datos de trfico de un muestreo realizado en noviembre de 1997 mediante la instalacin de 14 puestos de control en diversos puntos de la carretera entre Florianpolis y Osrio. A partir de estas estimaciones se realiz un anlisis completo de los orgenes-destinos de los distintos tipos de vehculos considerados (automviles, autobuses, camiones de dos ejes, camiones de tres ejes y camiones articulados) y su distancia media recorrida, lo cual permiti obtener una distribucin completa del trfico inicial (sin
1 0
proyecto) en 1997 en cada uno de los segmentos estudiados.112 As, la Figura 5.5 muestra que en los segmentos 1 a 12 (situados en Santa Catarina) el trfico principal es el de automviles y autobuses, mientras que en el resto de segmentos (en Rio Grande do Sul), el transporte de carga en camiones constituye el trfico principal. Con estos datos iniciales, y con el fin de ilustrar nuevamente la metodologa de evaluacin propuesta en este Manual, hemos optado por realizar dos tipos de anlisis de este proyecto: 1. El primero de ellos (denominado Modelo 1) utiliza directamente las predicciones de trfico realizadas en ENECON (2002), basadas en tasas de crecimiento geomtrico que conllevan implcitamente la hiptesis de matriz fija de trfico. 2. En el segundo caso (Modelo 2), hemos realizado nuestra propia estimacin de demanda, consistente en una proyeccin lineal del trfico inicial (1997) con y sin proyecto, en la que introducimos componentes aleatorios tanto para la tasa anual de crecimiento de la demanda como para el trfico generado. El objetivo de esta segunda prediccin es la de ilustrar la metodologa propuesta en el Manual, concebida para unas condiciones muy limitadas de informacin y recursos disponibles para la evaluacin. Modelo 1: El mtodo de ENECON (2002) El modelo de proyeccin de trfico futuro que se utiliza en el estudio ENECON (2002) determina directamente el trfico previsto en el ao i a partir de un ao base (1997) y de unas tasas de crecimiento () obtenidas a partir de informacin histrica (aos i=1,,n), de manera que se cumpla la relacin:
IMD1997
n i =1
(1 + )i = i =1 IMDi
n
donde IMD es la intensidad media diaria (agregada para todos los vehculos). La principal dificultad de este mtodo de proyeccin de la demanda es que para los valores futuros no se conoce IMDi, lo cual obliga a utilizar procedimientos de regresin para obtener tasas de crecimiento probabilsticas con diferentes niveles de confianza en funcin de otras variables. En particular, en ENECON (2002) se utiliz un modelo de proyeccin gravitacional basado en la evolucin prevista de los precios de la gasolina, del salario mnimo y del PIB per cpita, generando un conjunto de estimaciones de tasas de crecimiento con sus correspondientes niveles de confianza, de las que presenta, a modo de ejemplo, las siguientes: Nivel de confianza Tasa de crecimiento 90% 0,95 80% 1,80 70% 2,62 60% 3,45
Finalmente, tras comparar las diferentes predicciones de demanda resultantes de estas tasas con algunos datos de trfico reales obtenidos en aos posteriores en algunos de los puestos de muestreo de ENECON (2002) se concluy que las predicciones correspondientes al nivel de confianza del 70% eran las ms realistas, por lo que se opt por trabajar con una tasa de crecimiento del 2,62%, obtenindose as el volumen de trfico con proyecto (q1) para cada uno de los segmentos y tipos de vehculos considerados. Este mismo supuesto es el que se utiliza en nuestro anlisis para estimar la demanda correspondiente al Modelo 1. Modelo 2: Prediccin alternativa de la demanda La prediccin de demanda realizada en ENECON (2002) est utilizando implcitamente la denominada hiptesis de matriz fija, ya que no proporciona la informacin de cunto sera el volumen de trfico en la carretera si el proyecto no fuese realizado, sino nicamente con proyecto. Este procedimiento de prediccin no permite desagregar algunos de los beneficios y costes sociales del proyecto. Por ello, y con el fin de ilustrarlos explcitamente, realizaremos una prediccin alternativa no necesariamente
El muestreo tambin sirvi para obtener informacin relevante sobre la renta media de los pasajeros de los automviles y autobuses, sobre el tipo de cargas transportadas y su valor promedio, as como las velocidades de los vehculos. Algunos de estos datos se utilizarn ms adelante.
112
1 1
coincidente con la anterior a partir de la cual podemos obtener el trfico con y sin proyecto y donde podamos introducir algunos elementos aleatorios para tener en cuenta la incertidumbre asociada a este mtodo de prediccin. En particular, nuestra prediccin alternativa se basa en tres supuestos: 1. Tomamos como valores iniciales los mismos datos de 1997, desagregados por tipo de vehculo y segmento de la carretera, ya que se trata del nico muestreo disponible que abarca la totalidad del tramo analizado. 2. Para proyectar el trfico de los aos siguientes aplicamos a los datos de trfico inicial una tasa lineal de crecimiento anual acumulativo de carcter aleatorio. En particular consideramos que esta tasa sigue una distribucin uniforme que toma valores entre 2% y 2,5% (ver Figura 5.6). Estos valores, aunque inferiores a la tasa de crecimiento prevista del PIB, conducen a predicciones compatibles con las resultantes del Modelo 1 en el ao 2030, como muestra la Figura 5.7. 3. Para estimar el trfico generado por el proyecto consideraremos que ste aparece a partir del ao 2009 (fecha de finalizacin de las obras) de acuerdo con un porcentaje aleatorio (distribuido uniformemente entre el 10% y el 20%) que multiplica al trfico del ao anterior. Estos porcentajes son similares a los presentados en el Captulo 4 de este Manual en relacin a la evidencia emprica disponible a nivel internacional. En la Figura 5.7 se comparan las predicciones de demanda resultantes en el Modelo 1 y el Modelo 2 en el perodo 1997-2030 en trminos de millones de vehculos anuales. Como puede observarse las predicciones de trfico final (q1) con el Modelo 1 decrecen paulatinamente en el tiempo debido a que se considera que el crecimiento es geomtrico, lo cual refleja implcitamente la aparicin de congestin. En el caso del Modelo 2, se observa que se trata de una proyeccin lineal del trfico que salta en el ao 2009 debido a la aparicin del trfico generado. Dado que este sistema de prediccin no incluye explcitamente la posible aparicin de congestin, ser necesario tenerlo en cuenta en el cmputo de los tiempos de viaje. Clculo de los tiempos de viaje El tiempo de viaje en la carretera es el cociente entre la distancia a recorrer y la velocidad media de circulacin, la cual se ve condicionada por el estado de la va y el nivel de congestin. Cuando utilizamos la prediccin de demanda discutida en el Modelo 1, la informacin disponible en ENECON (2002) permite calcular fcilmente los tiempos de viaje con y sin proyecto para todos los segmentos analizados y todos los aos considerados, aunque con las siguientes restricciones: 1. La velocidad media est asociada al tipo de va (calzada sencilla o doble), pero no se encuentra desagregada por tipo de vehculo, por lo que tanto automviles, como autobuses y camiones tardan el mismo tiempo en recorrer cada segmento.
2,00 %
2,50 %
10,00%
20,00%
Modelo 1 (q1)
Modelo 2 (q1)
Modelo 2 (q0)
2. Los niveles de congestin de la va se proporcionan de manera cualitativa, indicndose cul es el nivel de servicio (desde nivel A hasta nivel F) de cada segmento en cada ao con y sin proyecto. El nivel A corresponde a un estado de la va sin congestin, mientras que el nivel F supone un incremento de hasta un 50% del tiempo de viaje con respecto al nivel A. En el caso del Modelo 2, y de acuerdo con la Figura 5.6, debe observarse que la prediccin de demanda realizada mediante la proyeccin lineal subestima la demanda correspondiente al estudio ENECON (2002), particularmente entre los aos 2009 y 2020, por lo que durante estos aos el tiempo de viaje con proyecto debera ser menor que en el caso del Modelo 1, debido a que considera que hay menos vehculos circulando. Esta diferencia se ha tenido en cuenta y se han ajustado a la baja los valores correspondientes al tiempo de viaje con proyecto (haciendo que el ahorro de tiempo 0 1 sea mayor), especialmente en los tramos ms largos.
En el caso del Modelo 2, basado en nuestra prediccin lineal de demanda y donde se distingue explcitamente entre el trfico con y sin proyecto, hemos optado por emplear directamente la aproximacin basada en el cambio en las disposiciones a pagar y en los recursos utilizados por el proyecto (vase Captulo 2 del Manual). De acuerdo con ella, incluimos en el clculo del VAN los siguientes beneficios (+) y costes ():
1
Costes de construccin () Cambio en los costes de la infraestructura (operacin y mantenimiento) (+) Ahorros de tiempo de los viajeros y mercancas iniciales (+) Ahorros de costes de operacin de los vehculos iniciales (+) Disposicin a pagar neta de los nuevos viajes y mercancas transportadas (+) Ahorros de costes de los accidentes (+)
Metodolgicamente, ambos modelos son similares, pero no proporcionan necesariamente el mismo resultado ya que se basan en predicciones de demanda diferentes, por lo que en el caso del Modelo 2 ha sido necesario incrementar el ahorro de tiempo de viaje, tal como se ha indicado anteriormente. Adems, el clculo de los costes de operacin de los vehculos nuevos no ha sido posible debido a que esta informacin se presenta de forma agregada en ENECON (2002).113 El valor del tiempo: discusin Para el clculo del valor del tiempo de viaje la aproximacin utilizada aplicando la metodologa propuesta en este Manual difiere del mtodo empleado en ENECON (2002). En particular, nuestro anlisis distingue tres tipos de valores del tiempo diferentes (viajeros, conductores y entrega de la carga) y dentro del primero distingue entre quienes viajan por motivos de trabajo y quienes lo hacen por motivos de ocio. Los clculos se han realizado de la manera siguiente: 1. Valor del tiempo de los viajeros. Para los viajeros en automvil este valor ha sido calculado a partir del salario medio por hora (proporcionada por ENECON, 2002, con referencia a julio de 2001) de los viajeros en automvil, teniendo en cuenta que el factor de ocupacin es de 1,88 viajeros por vehculo. A quienes se desplazan por motivo de trabajo (53% del total) se les imputa el 100% del salario, mientras que a quienes lo hacen por otros motivos (47%) se les hace corresponder un factor de ajuste aleatorio distribuido uniformemente entre el 25% y el 40% que multiplica al salario.114 El resultado de este promedio es de 5,48 dlares de 2001 (13,52 reales) por automvil, casi el doble del valor utilizado en ENECON (2002), debido a que este estudio no incluye a los viajeros por motivos de ocio. El valor del tiempo de los viajeros en autobs se ha calculado de manera similar, a partir de un salario medio por hora de 1,45 dlares y un factor de ocupacin de 24,6 viajeros por vehculo. A quienes viajan en autobs por motivos de trabajo (23,5% del total) se les imputa de nuevo el 100% del salario, mientras que a quienes lo hacen por otros motivos (76,5%) se les aplica de nuevo un factor de ajuste aleatorio distribuido uniformemente entre el 25% y el 40%. El valor del tiempo resultante es de 17,25 dlares de 2001 por autobs (42,56 reales). Este valor es cuatro veces superior al utilizado en ENECON (2002), debido de nuevo a la omisin en este estudio de los viajeros por motivos de ocio. 2. Valor del tiempo de los conductores. A diferencia de ENECON (2002), en nuestro anlisis el valor del tiempo (salario) de los conductores de autobuses y camiones no forma parte del coste de operacin de los vehculos. Lo que hacemos es considerar que los valores de salario proporcionados por dicho estudio (denotados por w) se distribuyen de manera triangular en el intervalo w 15%, lo cual genera valores medios de 3,63; 1,85; 2,72 y 2,72 dlares respectivamente para los conductores de autobuses, camiones de 2 ejes, camiones de 3 ejes y camiones articulados. 3. Valor del tiempo de entrega de la carga. Finalmente, los valores del tiempo de entrega de la carga por hora y vehculo fueron 0,03; 0,11 y 0,23 dlares de 2001 para cada uno de los tres tipos de camiones considerados (2 ejes, 3 ejes y articulados). Debido a su menor repercusin en el VAN se opt por mantener el valor proporcionado por ENECON (2002).
Al calcular la disposicin total a pagar de los nuevos viajeros y mercancas hemos omitido los costes de operacin unitarios de los vehculos (z). El sesgo que se deriva de esta simplificacin no afecta a las conclusiones obtenidas. 114 Estos porcentajes son compatibles con la informacin proporcionada en el Captulo 4 de este Manual. Vase Figura 5.8
113
1
25 % Factor de ajuste para el valor del tiempo de ocio (viajeros en automvi l y autobs)
40 %
w - 15%
Valor mnimo posible
w
Valo r ms probable
w + 15%
Valor mximo posible
Finalmente, debe observarse que los valores del tiempo anteriores corresponden a las estimaciones para julio de 2001. Considerando una elasticidad unitaria con respecto al crecimiento de la renta del pas, todos estos valores fueron proyectados en los aos sucesivos a las mismas tasas de crecimiento del PIB per cpita.
Resultados de la evaluacin
Teniendo en cuenta todo lo anterior, el Cuadro 5.13 resume finalmente los principales beneficios y costes del proyecto calculados por cada uno de los dos mtodos alternativos analizados, comparndose adems con el resultado original obtenido por ENECON (2002). El anlisis se ha realizado para el horizonte temporal 2005-2030 y todos los valores monetarios, expresados en trminos reales, estn actualizados a millones de dlares de 2005. El cuadro anterior muestra que en los dos modelos alternativos analizados el VAN social esperado es positivo, siendo nula la probabilidad de obtener un VAN <0, tal como confirman las distribuciones representadas en la Figura 5.9. Las diferencias entre ambos modelos radican en tres elementos: 1. Los ahorros de tiempo, que son menores en el Modelo 2 debido a que ste subestima la demanda en los aos centrales del proyecto en relacin al Modelo 1. Aunque la velocidad de circulacin aumenta al disminuir la demanda, los ahorros de tiempo no compensan el menor nmero de vehculos afectados. 2. El cambio en la disposicin a pagar y el valor del tiempo de los nuevos viajeros y mercancas, ya que en el Modelo 1 se utiliza la hiptesis de matriz fija y, por tanto, no hay trfico generado por el proyecto. 3. Los ahorros de costes operativos, que en el caso del Modelo 2 estn ligeramente sobreestimados debido a que, por falta de informacin sobre costes unitarios, no hemos descontado los costes operativos del trfico generado (vase nota 19) sino slo el valor del tiempo. Para evitar la doble contabilizacin en ambos casos se ha deducido de las cifras de coste operativo proporcionadas por ENECON (2002) los ahorros de tiempo de viaje de los conductores. Por esta razn, la suma de costes operativos y dichos ahorros proporciona el mismo valor en ambos modelos.
1
Cuadro .1 Beneficios sociales esperados del proyecto . (valores descontados en dlares de 200)
Modelo 1 (-) Costes de construccin (+) Cambios en los costes de la infraestructura En costes de mantenimiento anuales En costes de mantenimiento peridicos (+) Ahorros de tiempo Viajeros (automviles y autobuses) Conductores (autobuses y camiones) Entrega de carga (camiones) (+) Ahorros de costes operativos (+) Cambio en disposicin a pagar (nuevos viajeros y mercancas) Viajeros (automviles y autobuses) Conductores (autobuses y camiones) Entrega de carga (camiones) (-) Valor del tiempo (nuevos viajeros y mercancas) Viajeros (automviles y autobuses) Conductores (autobuses y camiones) Entrega de carga (camiones) (+) Ahorros en los costes de accidentes VAN social esperado (*) (*) (*) 213.218.648 1.442.522.741 (*) (*) (*) -739.264.800 1.837.878 -3.551.787 5.389.665 1.046.913.647 779.295.002 254.676.739 12.941.906 919.817.368 Modelo 2 -739.264.800 1.837.878 -3.551.787 5.389.665 820.757.202 617.178.145 201.499.918 2.079.138 972.994.189 311.058.463 233.661.297 73.656.409 3.740.757 -250.257.396 -188.391.507 -58.876.464 -2.989.425 213.218.648 1.330.344.185
Notas: El Modelo 1 replica con algunas variaciones la metodologa utilizada en ENECON (2002), mientras que el Modelo 2 utiliza una prediccin lineal de la demanda. Los valores sealados con (*) son iguales a cero, debido a que el Modelo 1 utiliza la hiptesis de matriz fija.
.2.. Discusin
El proyecto evaluado supone una inversin cercana a los 1.100 millones de dlares (2005) para la rehabilitacin y duplicacin de 338 kilmetros de la carretera BR-101 entre Florianpolis y Osrio. Con un coste aproximado de 3 millones de dlares por kilmetro de carretera se consiguen ahorros en los costes de mantenimiento de la infraestructura, en los costes operativos de los vehculos, en tiempo y en accidentes en cuantas que permiten alcanzar un valor actual neto del proyecto positivo de un importe superior a la inversin realizada, y esto se alcanza descontando los flujos de beneficios netos a una tasa del 12%. Con la introduccin de variables aleatorias para el valor del tiempo, tasas de crecimiento de la demanda y del trfico generado se obtiene un resultado robusto en el que la probabilidad de obtener valores negativos para la rentabilidad social del proyecto es nula. Se trata de un proyecto cuya alta rentabilidad social se basa en una demanda elevada con crecimiento sostenido y ahorros excepcionales en los costes operativos y en los accidentes. Aunque no se ha podido realizar una evaluacin financiera bajo el supuesto de la introduccin de una concesin con cobro de peaje, sera interesante examinar esta opcin en la evaluacin, y no slo como una manera
1 6
de aumentar la eficiencia productiva y obtener financiacin del proyecto, sino tambin con el fin de evaluar los efectos sobre el trfico y el VAN social de introducir tasas de congestin en los tramos y horas con mayor presin sobre la capacidad disponible. En esta evaluacin no se incluyen ni los costes medioambientales ni los beneficios indirectos del proyecto. Sobre los segundos, cabe recordar aqu que, en general, una buena parte de los efectos denominados indirectos son doble contabilizacin y que tambin existen efectos indirectos negativos. Si suponemos razonablemente que el saldo es positivo en el caso de esta carretera, estaramos subestimando la rentabilidad del proyecto. En el caso de los costes medioambientales, esta primera evaluacin no los contempla. En cualquier caso, disponemos un margen de 1.200 millones de dlares para actuaciones que mitiguen posibles daos reversibles o como compensacin real o hipottica de otros impactos negativos irreversibles cuya valoracin monetaria resultara factible. Figura .9. Distribuciones de probabilidad del VAN social
8 7
1/1.000.000.000
Modelo 1
6 5
1/1.000.000.000
Cuadro .1 Resumen por aos de los beneficios y costes esperados del proyecto (Modelo 1) .
(+) TOTAL AHORROS DE COSTES OPERATIVOS -739.264.800 0 0 0 -659.879 -659.879 -659.879 -659.879 -659.879 -659.879 -659.879 12.249.012 -659.879 -659.879 -659.879 -659.879 -659.879 -659.879 12.249.012 -659.879 -659.879 -659.879 -659.879 -659.879 -659.879 253.720.388 264.394.528 274.944.160 286.251.960 297.891.855 246.857.961 245.509.249 235.160.400 231.344.166 228.434.420 226.438.584 95.867.733 104.696.395 114.325.647 124.699.471 134.417.488 146.506.600 155.285.416 155.729.010 153.129.502 150.331.992 147.452.323 222.480.610 85.459.028 212.531.350 34.718.469 202.255.246 44.519.077 193.330.373 90.335.228 183.379.009 122.485.670 177.961.747 172.101.100 38.660.518 39.355.807 40.105.941 40.677.044 41.215.068 41.760.786 42.210.886 42.588.461 42.942.992 43.312.861 43.581.421 43.854.636 44.138.270 44.377.960 49.167.357 49.263.023 49.335.523 168.107.362 183.331.708 37.835.109 163.227.789 273.633.001 36.941.855 159.269.068 297.582.280 35.966.309 155.747.393 269.579.593 35.081.750 459.748.858 492.157.779 473.142.767 388.614.300 388.063.486 344.560.607 323.111.663 299.700.380 287.805.008 349.040.545 363.857.323 375.059.397 387.952.926 402.512.853 435.757.170 436.559.317 452.484.196 463.841.619 476.581.140 485.187.096 494.019.822 (+) TOTAL AHORROS DE COSTES ACCIDENTES BENEFICIOS SOCIALES NETOS
1 8
(-) COSTES DE (+) TOTAL (+) TOTAL CONSTRUCCIN CAMBIOS COSTES AHORROS DE INFRAESTRUCTURA TIEMPO
2005
-739.264.800
2006
2007
2008
2009
2010
2011
2012
2013
2014
2015
2016
2017
2018
2019
2020
2021
2022
2023
2024
2025
2026
2027
2028
2029
Cuadro .1 Resumen por aos de los beneficios y costes esperados del proyecto (Modelo 2) .
(+) TOTAL (+) TOTAL CAMBIOS COS- AHORROS TES INFRAESDE TIEMPO TRUCTURA (+) TOTAL AHORROS DE COSTES OPERATIVOS (+) TOTAL CAMBIO DAP NUEVOS (-) TOTAL VA- (+) TOTAL LOR TIEMPO AHORROS NUEVOS DE COSTES ACCIDENTES BENEFICIOS SOCIALES NETOS -739.264.800
2005
-739.264.800
2006
2007 -659.879 -659.879 -659.879 -659.879 -659.879 -659.879 -659.879 12.249.012 -659.879 -659.879 -659.879 -659.879 -659.879 -659.879 12.249.012 -659.879 -659.879 -659.879 -659.879 -659.879 -659.879 197.276.472 206.313.718 218.866.619 231.907.339 246.017.451 260.986.075 192.999.839 181.930.505 176.311.958 180.816.515 115.854.278 127.364.091 137.345.944 146.859.291 158.263.325 166.498.759 166.446.037 163.195.978 159.669.855 155.929.189 176.577.632 107.538.787 171.165.462 97.450.665 161.767.460 46.596.866 160.274.755 54.343.162 56.860.912 60.932.127 64.672.363 68.977.397 73.655.680 79.285.257 84.487.115 89.627.628 95.633.463 101.671.579 107.857.659 114.440.600 121.403.595 128.790.245 151.909.495 100.062.789 53.538.297 143.196.861 131.930.641 50.467.656 138.088.246 181.553.416 47.302.938 130.168.317 192.327.762 44.589.920 126.042.373 282.414.225 41.785.377 -32.448.517 -34.947.135 -37.073.449 -39.860.298 -42.285.548 -44.988.648 -48.949.093 -51.993.133 -55.896.840 -60.260.693 -66.223.357 -71.008.326 -75.328.739 -81.017.131 -86.385.351 -91.641.360 -97.258.117 -103.175.665 -109.453.260 122.961.539 306.094.203 39.081.980 -29.973.794 120.402.550 277.824.384 36.507.963 -27.589.664 35.081.750 35.966.309 36.941.855 37.835.109 38.660.518 39.355.807 40.105.941 40.677.044 41.215.068 41.760.786 42.210.886 42.588.461 42.942.992 43.312.861 43.581.421 43.854.636 44.138.270 44.377.960 49.167.357 49.263.023 49.335.523 441.567.105 473.470.359 454.075.434 369.314.095 367.871.789 324.430.787 302.671.095 279.416.238 260.902.549 322.396.264 338.747.983 351.994.364 359.021.062 375.408.220 409.988.453 413.350.887 431.577.096 445.247.035 460.793.278 472.518.380 484.927.894
2008
2009
2010
2011
2012
2013
2014
2015
2016
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Un resultado interesante surge de la comparacin de los resultados en el modelo 1 (una pequea variacin del trabajo de ENECON) y el Modelo 2 (una aplicacin de la metodologa propuesta en el Manual). Los resultados son similares, y aunque si bien es cierto que parte de la informacin se toma del estudio de ENECON para el Modelo 2, puede afirmarse que con informacin bsica facilitada por ingenieros de obras pblicas sobre los costes operativos, velocidades de circulacin en los tramos y conteos de trfico es posible obtener resultados preliminares razonables en las condiciones de recursos tcnicos y humanos limitados que asume este Manual.
Estos datos proceden de Ardila-Gmez, A. (2006). Resumen tcnico del sector de transporte urbano en Centroamrica y Panam. Banco Interamericano de Desarrollo. Washington, DC. 116 Promotion of Environmentally Sustainable Transport in Metropolitan Managua. GEF Project ID 2801. http://www.gefonline. org 117 Desde 1998 existe numerosa informacin relacionada con el proyecto. Agradecemos particularmente la colaboracin de Nstor Roa (BID) y del personal de Metrova en el acceso a todos estos datos.
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Costes de inversin
Aunque el proyecto BRT de Managua se ha planteado en tres fases, el anlisis realizado en esta seccin se centra nicamente en la primera, la ms desarrollada a nivel tcnico. La Fase I se refiere al denominado Corredor Norte, que se extiende desde el este (zona Franca) a oeste de la ciudad (Municipio de Ciudad Sandino) a lo largo de 22 kilmetros. Tal como muestra la Figura 5.10, sobre esta ruta troncal se estableceran 25 paradas sencillas, dos terminales para el trasbordo entre servicios interurbanos y urbanos en los extremos del corredor, as como tres terminales intermedias (Linda Vista, Dancing y Portezuelo) para la incorporacin de viajeros desde y hacia las tres rutas alimentadoras que confluyen sobre la troncal. El resto de rutas del transporte urbano, situadas en otras zonas de la ciudad, no se veran afectadas inicialmente. Inversin y calendario de ejecucin Desde el punto de vista del anlisis realizado en esta seccin se ha considerado conveniente distinguir entre inversiones en infraestructura (viarias y administrativas) realizadas por el sector pblico, que incluiran tanto las obras civiles118 como el equipamiento institucional de los nuevos entes reguladores y gestores del sistema, Figura .10. Estructura del sistema BRT de Managua
Fuente: METROVA
Al contrario que en otras ciudades y debido a las consecuencias del terremoto de 1972 que asol el centro de la ciudad, no sera necesario acometer grandes modificaciones urbansticas para realizar estas obras, siendo actualmente la mayora de las calles de ancho suficiente para incorporar el carril exclusivo y las paradas.
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e inversiones en autobuses realizadas por los nuevos operadores privados, debido a que la flota actual sera reemplazada por vehculos con caractersticas tcnicas ms adecuadas al busway, con el fin de obtener el mximo provecho de ste. Las inversiones en infraestructura se realizaran en 2008, fecha que se ha utilizado como referencia para la evaluacin econmica del proyecto, y ste estara operativo desde 2009 hasta 2030. Adems de la inversin inicial en autobuses (realizada en 2009), seran necesarias inversiones en vehculos cada seis aos (2015, 2021 y 2027), tanto para renovar la flota como para acomodar el incremento de la demanda. En trminos monetarios, y segn el presupuesto establecido en los informes GEF/UNDP, en junio de 2006 el importe total del proyecto se estimaba en 64.465.000 dlares, incluyendo todas las aportaciones pblicas y privadas a desembolsar al comienzo del mismo. Esta cantidad inclua la implementacin de la Fase I del BRT, la construccin de ciclovas y diversos objetivos institucionales secundarios, como la promocin del transporte pblico y la mejora de los sistemas de gestin de trfico, la monitorizacin de resultados, etc. De acuerdo con la informacin complementaria proporcionada por METROVA, del importe anterior la inversin total en infraestructura ascendera nicamente a 41.210.000 dlares, mientras que la cantidad correspondiente a la adquisicin inicial de nuevos vehculos sera de 19.700.000 dlares.119 Adems, las inversiones diferidas en renovacin de la flota (no incluidas en GEF/UNDP), ascenderan adicionalmente a 30.600.000 dlares.120 Todas estas cantidades han sido actualizadas a dlares de 2008 (estimando una tasa de inflacin del 10% para 2006 y 2007) y multiplicadas por un factor de precio-sombra de 0,8 para incorporar el coste de oportunidad de los recursos. Finalmente, y debido a la incertidumbre asociada al proyecto, se ha considerado una posible desviacin al alza de los costes presupuestados, representada por una variable aleatoria distribuida uniformemente entre 0% y 20%. El cuadro siguiente resume los valores finalmente utilizados.121
Fuente: Elaboracin a partir de GEF/UNDP y METROVA. Los datos incluyen la desviacin esperada en costes y el factor de ajuste de los precios-sombra.
162
den fundamentalmente de la composicin y las caractersticas de la flota a partir de 2009. El Cuadro 5.17 resume las estimaciones realizadas por METROVA teniendo en cuenta las diferentes necesidades de las rutas troncales y alimentadoras. Las cifras propuestas contemplan una adquisicin inicial de 157 vehculos (que reemplazaran a los 310 autobuses que actualmente prestan servicio en las rutas afectadas por el BRT) y, a partir de ah, un aumento progresivo de la flota disponible para cubrir la demanda futura y hacer frente a las renovaciones. Para cada uno de los tres tipos de autobuses reflejados en el cuadro anterior disponemos de estimaciones desagregadas del coste de operacin anual unitario, incluyendo como partidas principales tanto los gastos en combustibles y repuestos como los salarios de los conductores y los gastos generales. Debido a que existen revisiones tcnicas y reparaciones de carcter anual y plurianual, el importe de este coste vara a lo largo de la vida til del vehculo (estimada en 12 aos) por lo que en el Cuadro 5.18 se ha optado por presentar nicamente el importe medio anual. Los costes totales de operacin de los autobuses se obtienen multiplicando los datos anuales en los que se basa el Cuadro 5.18 por la composicin de la flota descrita en el Cuadro 5.17.
Otros costes
Costes de mantenimiento de la infraestructura y de administracin Junto con los costes de los vehculos que operarn el nuevo sistema de transporte, existen costes asociados al mantenimiento de las infraestructuras y al propio funcionamiento del sistema regulatorio y de operacin. La introduccin del BRT se considera como una oportunidad para cambiar el actual marco de relaciones entre un conjunto de operadores (privados) y varias entidades pblicas que supervisan y subvencionan al sector. De hecho, el proyecto contempla la creacin de un organismo centralizado de regulacin, probablemente a partir del actual Instituto para la Regulacin del Transporte en el Municipio de Managua (IRTRAMMA),
Fuente: Elaboracin a partir de los datos proporcionados por METROVA. Los datos ya incluyen el ajuste econmico para reflejar el precio-sombra de los factores de produccin.
16
que unifique las competencias administrativas en lo relativo al acceso de los nuevos operadores al servicio (licencias) y las condiciones tcnicas y econmicas del mismo. Est prevista adems la introduccin de un ente recaudador independiente que recaude directamente los ingresos del sistema y los reparta entre las distintas operadoras privadas. Estos organismos, concebidos sin nimo de lucro, as como el mantenimiento de la infraestructura, se financiarn a travs de dos cnones incorporados a las tarifas (denominados cuota de infraestructura y cuota de administracin y regulacin) que, en ltima instancia, pagan los usuarios del transporte. Por ello resulta razonable asumir que dichos costes se compensen con los ingresos procedentes de estos cnones. Costes medioambientales y otros costes Tal como se ha indicado, una de las razones que justifica el apoyo externo del GEF/UNDP al proyecto BRT es que ste se incluye dentro de un programa ms amplio denominado Promotion of Environmentally Sustainable Transport in Metropolitan Managua, cuyo objetivo es lograr una reduccin directa de emisiones de CO2 equivalente a 892.000 toneladas a lo largo de 20 aos (cifra que podra incrementarse en 1.713.000 toneladas adicionales si la experiencia tiene xito y se extiende a otros corredores de la ciudad y a otras ciudades). El valor econmico de esta reduccin de costes medioambientales se estim en 4.228.080 dlares en 2008 (GEF/UNDP). Por ltimo, y dadas las dificultades de predecir el equilibrio final de transporte pblico y privado, no se incorporan en la evaluacin los posibles efectos del proyecto BRT sobre la congestin y los accidentes. Las experiencias anteriores de otras ciudades sugieren que los resultados de los sistemas de transporte rpido sobre estas variables pueden tener diversos signos y magnitudes, pero en general no constituyen el principal beneficio ni coste social del proyecto (vase Ardila, 2006, op. cit. en nota 21).122
Prediccin de demanda
La presentacin de las caractersticas del proyecto se completa finalmente con una breve descripcin de los supuestos utilizados en nuestro anlisis para predecir la demanda esperada de viajeros del sistema BRT en el perodo 2009-2030 o, alternativamente, cul sera dicha demanda de transporte urbano si el proyecto no fuese llevado a cabo. Al igual que en los estudios de viabilidad anteriores,123 esta prediccin se basa en la proyeccin lineal de los datos iniciales del nmero de viajeros transportados anualmente en el corredor afectado por el proyecto. Partiendo de la situacin sin proyecto, hemos identificado las rutas actuales que seran reemplazadas por las nuevas rutas, troncales y alimentadoras, y obtenido su volumen de demanda en 2001 (ltimo dato desagregado disponible). A partir de aqu, y siguiendo las indicaciones proporcionadas por METROVA, estos valores se han proyectado hasta 2030 considerando una tasa de crecimiento anual del 2%, como muestra la Figura 5.11. La figura anterior tambin muestra la evolucin de la demanda total esperada con proyecto. En este caso, hemos partido de los estudios anteriores, donde se presenta de manera desagregada y proyectada entre los aos 2003 y 2025, la demanda diaria estimada para cada una de las rutas troncales y alimentadoras, as como los principales parmetros de operacin de cada una de estas rutas. Ante la incertidumbre asociada a cualquier prediccin de demanda, se ha optado por utilizar como dato de partida el nmero de viajeros estimado para el ao 2003 y proyectarlo con distintas tasas en tres tramos temporales diferentes: entre 1998 y 2009 se ha usado una tasa no aleatoria del 2,5% (la misma empleada en los estudios anteriores); entre 2009 y 2015 se ha optado por una tasa aleatoria distribuida triangularmente entre 2,1% y 3,1%, mientras que entre 2015 y 2030 la tasa de crecimiento sigue una distribucin triangular entre 1,8% y 3,0%. Estas tasas, resumidas en la Figura 5.12, son compatibles en trminos esperados con las tasas (no aleatorias) usadas en los otros estudios.
Tampoco se incorpora en el anlisis de otros efectos indirectos, tales como el posible efecto de la reorganizacin regulatoria del sector sobre su actual nivel de conflictividad social, caracterizado por frecuentes huelgas e interrupciones de servicio que disminuyen globalmente su fiabilidad. 123 En particular, el Estudio de Factibilidad del Sistema del Tranva Municipal o Busway de Managua, realizado por EPYPSACORASCO en 2001 y la Consultora para la Actualizacin de los Estudios y Diseos del Busway, realizado por AKIRIS DE COLOMBIA, S.A. en 2004.
122
16
2001
2003
2005
2007
2009
2011
2013
2015
2017
2019
2021
2023
2025
2027
Sin proyecto
Con proyecto
Fuente: Elaboracin a partir de los datos proporcionados por METROVA y otros estudios Figura .1 Tasas de crecimiento de la demanda 2.
Crecimiento en 2009-2015
Crecimiento en 2016-2030
Valo r ms probabl e
Valo r ms probable
2,1 %
2,6 %
3,1 %
1,8 %
2,4 %
Clculo de los ahorros de tiempo El proyecto analizado en esta seccin compara dos situaciones no totalmente homogneas entre s: la implementacin de un nuevo sistema de transporte con nuevas rutas (troncales y alimentadoras) y un nuevo sistema de gestin, frente a la existencia del sistema actual, cuyas rutas no tienen la misma definicin ni caractersticas operacionales de las rutas del BRT. Esto hace que resulte extremadamente difcil, con la informacin disponible, realizar un estudio de ahorros de tiempo a nivel desagregado por ruta, comparando cuanto se tardara en cada trayecto concreto con y sin proyecto, adems de conocer cuntos viajeros realizan concretamente cada trayecto.124
Este tipo de anlisis debera realizarse con ayuda de las propias empresas de transporte, recorriendo las nuevas rutas con los autobuses antiguos y viceversa. Adems, sera necesario disponer de una estimacin detallada de cuntos viajeros suben y bajan en cada una de las paradas, tanto en la actualidad como con el nuevo sistema.
124
2029
3,0 %
16
Cuadro .19. Tiempos de viaje con y sin proyecto para un viajero medio
Trayecto completo (horas) Porcentaje de viajeros que hacen trayecto completo () 63,33% 63.33% Mitad del trayecto (horas) Porcentaje de viajeros que hacen mitad del trayecto (1) 36,67% 36,67% Tiempo medio de viaje (horas) 0,80 0,47 0,33
0,98 0,58
0,49 0,29
Por esta razn hemos optado por realizar el clculo de los tiempos totales de viaje tomando como referencia un viajero medio de una ruta de autobs que realiza un recorrido completo en un solo sentido (slo ida o slo vuelta). Para la situacin sin proyecto hemos realizado este clculo para cada una de las rutas actuales afectadas por el proyecto BRT, agregando posteriormente los tiempos medios en funcin de la longitud relativa de cada ruta. De la misma forma, para la situacin con proyecto, hemos realizado el mismo clculo para todas las rutas troncales y todas las alimentadoras, agregndolas igualmente. Finalmente, y dado que no tenemos informacin completa sobre los trayectos medios de los viajeros, se ha considerado que un porcentaje aleatorio de estos (donde sigue una distribucin triangular entre 50- 70%) realiza la totalidad del trayecto, mientras que el resto, (1 ), slo hace el 50% del recorrido.125 Los tiempos medios calculados de acuerdo con este procedimiento se resumen en el cuadro siguiente. En trminos agregados, puede concluirse que el proyecto supone un ahorro de tiempo equivalente a 0,33 horas (20 minutos) para un usuario medio de las rutas de autobs del Corredor Norte (y alimentadoras) afectadas por el BRT.
Esta distribucin concuerda con la informacin disponible para las rutas de mayor longitud, en las que la mayora de los viajeros realizan trayectos medios relativamente largos.
125
166
4. Usuarios de otros modos de transporte 5. Contribuyentes Excedente de los operadores Tanto en la situacin con proyecto como sin l, el excedente de los operadores viene determinado por la diferencia entre sus ingresos (incluyendo en su caso las subvenciones) y sus costes. Con respecto a los ingresos, en la actualidad, la tarifa media por viaje est establecida en 2,5 crdobas, que equivalen a 0,175 dlares valorados en 2008. Existe cierta incertidumbre con respecto a la tarifa futura, aunque se ha determinado que sta debe ser suficiente para cubrir los costes de los operadores ms los cnones y cuotas correspondientes. A partir de la informacin disponible, y teniendo en cuenta la dificultad que conllevara un incremento excesivo de tarifas, hemos considerado razonable representar la tarifa media futura por una variable aleatoria distribuida triangularmente entre 3 y 3,5 crdobas (donde 3 es el valor ms probable), lo cual equivale en trminos esperados a 0,210 dlares de 2008 (es decir, un incremento del 20%). A los ingresos resultantes de multiplicar estas tarifas por la demanda estimada (vase Figura 5.11) deben deducirse los costes de operacin ya discutidos en apartados anteriores. Adems de estos ingresos comerciales los operadores actuales de las rutas afectadas por el proyecto estn recibiendo una subvencin cuyo importe anual hemos estimado, en promedio, en 1.250.000 dlares,126 calculado a partir del importe global recibido por el sistema, el cual ha sido distribuido proporcionalmente en funcin del nmero de viajeros afectados por el BRT. Tras la ejecucin del proyecto esta subvencin desaparece. Finalmente, los costes de operacin estimados para los futuros operadores del sistema, una vez realizado el proyecto, ya han sido descritos con anterioridad. Con relacin a los operadores actuales, no disponemos de suficiente informacin sobre los costes de operacin. Por esta razn hemos optado por considerar que estos son iguales a los ingresos, haciendo que cubran costes y que su nico excedente sea la subvencin que perciben actualmente. Excedente de los usuarios del sistema El excedente de los usuarios del transporte pblico de Managua en las rutas afectadas por el proyecto BRT se calcula a partir de la regla de la mitad:
EC = 0,5 ( g 0 g 1 ) ( q 0 + q1 )
donde los superndices 0 y 1 representan las situaciones sin y con proyecto, q es la demanda y g el precio generalizado, definido por como g = p + v. En este caso, es el tiempo de viaje y p es la tarifa final pagada por los viajeros; tarifa que incluye, en el caso con proyecto, tanto la cuota de infraestructura como la cuota de administracin y regulacin, valoradas respectivamente a 0,032 y 0,041 dlares de 2008, pero que no forman parte del ingreso del operador. Con respecto al valor del tiempo (v), al no existir estimaciones propias para el pas, aunque s informaciones sobre salarios, ste ha sido calculado de la siguiente manera: 1. Hemos partido del salario mnimo oficial vigente en 2006 (en dlares por hora) en distintos sectores de actividad (agricultura, industria, comercio, construccin y otros servicios) y hemos calculado un promedio en funcin de la distribucin porcentual del empleo entre estos sectores en la ciudad de Managua; el resultado ha sido de 0,331 dlares valorados en 2008. A continuacin, hemos recurrido a la informacin proporcionada por la Organizacin Internacional del Trabajo (www.ilo.org) para obtener una aproximacin al salario medio por hora en Nicaragua, obteniendo una cifra de 0,774 dlares de 2008. 2. A partir de de estos datos, hemos considerado que el valor del tiempo de viaje para quienes lo hacen por motivos de trabajo es una variable aleatoria distribuida triangularmente entre 0,331 y 0,774 dlares por hora (donde 0,331 es el valor ms probable), mientras que el valor del tiempo de viaje para quienes lo
126
El GEF/UNDP estima una subvencin anual para todo el transporte pblico en Managua de 5 millones de dlares.
167
hacen por otros motivos es el 50% de las cifras anteriores.127 Estos valores del tiempo de viaje han sido actualizado cada ao en funcin de la tasa estimada de crecimiento del PIB real per cpita entre 2009 y 2030. Excedente de usuarios de otros modos Posiblemente uno de los supuestos simplificadores ms importantes incluidos en nuestro anlisis es que la repercusin del proyecto BRT sobre el reparto modal existente no va a ser excesiva, al menos, de manera inmediata. Existen varios argumentos que permiten apoyar este supuesto. 1. En primer lugar, consideramos que los usuarios de otras rutas no afectadas directamente por el BRT no van a obtener beneficios ni soportar costes adicionales como consecuencia del proyecto. Aunque podra argumentarse que la mejora del Corredor Norte repercute positivamente en el resto de la red a travs de los trasbordos, la mayora de estos ya han sido considerados a travs de las rutas alimentadoras. Por otra parte, los costes operativos de los autobuses del resto de las lneas no tienen por qu verse afectados por los cambios introducidos por el BRT. 2. Con relacin a los usuarios del transporte privado, la experiencia de otras ciudades sugiere que el impacto modal (trasvase de usuarios del transporte privado al pblico) es siempre muy moderado, especialmente cuando la reduccin de tiempos va acompaada de un incremento de tarifas. Aunque el compartir las calles con el busway puede incrementarse la congestin en las vas ms estrechas, ste no parece ser un problema suficientemente relevante en Managua en la actualidad. 3. Finalmente, resulta ms difcil cuantificar el impacto del BRT (y especialmente de las ciclovas) sobre los viajeros que en la actualidad caminan o usan la bicicleta. La falta de informacin nos obliga a no incluirlos en el clculo de excedentes. Excedente de los contribuyentes Como se ha indicado, el proyecto BRT supondr una reorganizacin completa en la administracin y gestin de una parte importante del actual sistema de transporte pblico por autobs en la ciudad de Managua. Los nuevos entes pblicos de gestin de la infraestructura y administracin del sistema percibirn ingresos procedentes de sendas cuotas de infraestructura (0,027 US$/pasajero) y de administracin y regulacin (0,034 US$/pasajero). Sin embargo, consideraremos que estos importes se han calculado de manera que cubran todos los costes asociados al funcionamiento de estos organismos. Con respecto a las ganancias de tipo fiscal asociadas al proyecto, stas vienen dadas, por un lado, por el incremento de la recaudacin de impuestos que comenzarn a pagar los operadores y, por otro lado, por la eliminacin de subvenciones que actualmente se conceden a los mismos. Resulta difcil realizar una valoracin detallada de estos importes y debe tenerse en cuenta especialmente que los impuestos repercutidos sobre los usuarios son una mera transferencia renta. Por ello, en este apartado hemos optado por incluir nicamente en el ahorro anual una estimacin conservadora , basada en el ahorro cada ao de 1.250.000 dlares en subvenciones a los operadores, calculado anteriormente.
Resultados de la evaluacin
Teniendo en cuenta todo lo anterior, el Cuadro 5.20 resume finalmente los principales beneficios y costes del proyecto valorados en dlares de 2008. En la primera columna de resultados se presenta la evaluacin econmica del proyecto, cuyo VAN social esperado se calcula usando la aproximacin basada en la variacin de excedentes de todos los agentes econmicos afectados por el mismo. La siguiente columna se refiere nicamente al clculo del VAN financiero incorporando los costes de infraestructura necesarios para poner el proyecto en
De acuerdo con la Encuesta Domiciliar de 1998 un 38% del total de los viajes diarios era por motivos de trabajo, mientras que el resto se deba a estudios y otras razones.
127
168
43.800.408 26.971.971
+9.555.807 0 +9.555.807
11.961.085
-31.919.323
(*) En el clculo del cambio en el excedente de los nuevos operadores privados no se incluyen los costes de adquisicin de los autobuses, los cuales se presentan de manera separada en el primer epgrafe. (**) El coste de las agencias de administracin y regulacin (50 millones de dlares en valor actual 2008) no aparece en el excedente de los contribuyentes, ya que los usuarios han pagado en su tarifa dicho coste, siendo el excedente de los contribuyentes cero. El coste de regulacin est contabilizado en el precio generalizado con proyecto.
169
Figura .1 Distribuciones de probabilidad del VAN social y del VAN financiero: BRT-Managua .
1,8 1,5
1/100.000.000
VAN social
3,5 2,9
1/100.000.000
2,4 1,7 1,1 0,5 0 -80 -60 -40 -20 0 20 millones de dlares
1/100.000.000
17,7%
operacin. Finalmente, la ltima columna presenta el VAN financiero (privado) calculado desde el punto de vista de los nuevos operadores privados de autobuses, es decir, excluyendo los costes de inversin en infraestructura. En la Figura 5.13 se resumen finalmente las distribuciones de probabilidad de estos valores.
... Discusin
Este proyecto se compone de una inversin en infraestructura y en material mvil (autobuses) con el fin de realizar un plan de modernizacin y potenciacin del transporte pblico en Managua. El VAN esperado del proyecto supera los 50 millones de dlares con probabilidad cero de que el proyecto no sea socialmente deseable, dados los valores de las variables y la demanda esperada. Teniendo en cuenta que los valores que se han tomado para el tiempo y las tarifas son conservadores puede concluirse que este proyecto es socialmente deseable, especialmente si se tiene en cuenta que las alternativas de tipo ferroviario como tranva y metros ligeros son mucho ms costosas e irreversibles que el tipo de inversin que nos ocupa. Con respecto al VAN financiero el resultado es bien distinto si se incluye o no la infraestructura fija. En el primer caso, estaramos razonando desde la perspectiva pblica, y como muestra la Figura 5.13 la probabilidad de que los ingresos comerciales cubran todos los costes, incluida la infraestructura, es prcticamente nula. Excluyendo la infraestructura, lo que supone situarse en la perspectiva de los operadores privados que exploten el sistema y tambin exige suponer que el sector pblico financia la infraestructura fija, el VAN esperado es positivo (12 millones de dlares) y la probabilidad de entrar en prdidas es del 18 por ciento. Este proyecto se presta a ser imaginativo en el diseo de los contratos para la participacin privada. Dependiendo de la restriccin presupuestaria del gobierno, y de la capacidad del sistema de atraer a operadores privados para participar en un futuro concurso pblico, podra ser interesante disear contratos que incentivaran el comportamiento eficiente de las empresas, que redujeran el riesgo que estas no pueden controlar mediante indexacin (parcial) de costes incontrolables por las empresas, y que recogieran algn tipo de contribucin a la infraestructura fija en el caso en que se generasen excedentes que as lo permitiesen (reparto de las ganancias entre contribuyentes y empresas y usuarios). Los aspectos redistributivos de este proyecto son importantes porque no todos se benefician del cambio, y la identificacin de los ganadores y perdedores puede ayudar a la poltica econmica del proyecto. Muchos usuarios se beneficiarn del sistema por los ahorros de tiempo y otros porque realizarn nuevos viajes. Algunos puede que no, especialmente aquellos de trayectos cortos y muy bajo valor del tiempo, ya que lo que se ahorran en tiempo estar ms que contrarrestado por la subida de tarifas. Los contribuyentes empeoran porque aunque se ahorran 9,5 millones de dlares (en valor actual de 2008) en subvenciones, han de pagar 44 millones para invertir en infraestructura, a menos que la buena marcha del proyecto y el contrato firmado permita cierta recuperacin de la inversin). Los operadores de autobuses existentes empeoran siempre que sus costes evitables sean inferiores a los ingresos brutos (incluidas subvenciones) que reciban. Este es el supuesto que hemos hecho a la luz de la informacin disponible sobre la reaccin de estos empresarios privados a la implantacin del nuevo sistema. Idealmente, y seleccionando de acuerdo con su capacitacin tcnica, honorabilidad y solvencia financiera, empresas integradas por los operadores antiguos podran participar en el concurso para operar en el nuevo sistema de acuerdo con las condiciones establecidas en los nuevos pliegos de concesin.
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1 72 VARIACIN EXCEDENTE OPERADORES NUEVOS 5.115.977 -1.250.000 -1.250.000 -1.250.000 -1.250.000 -1.250.000 -1.250.000 -1.250.000 -1.250.000 -1.250.000 -1.250.000 -1.250.000 -1.250.000 -1.250.000 -1.250.000 -1.250.000 -1.250.000 -1.250.000 -1.250.000 -1.250.000 -1.250.000 -1.250.000 -1.250.000 6.717.489 7.981.526 7.261.214 2.316.705 6.315.080 7.254.748 20.126.230 21.567.856 23.104.449 24.742.106 26.487.314 28.346.973 6.522.817 18.773.837 6.898.463 17.505.289 4.638.223 16.315.519 6.834.336 15.199.764 6.388.752 14.153.547 1.250.000 1.250.000 1.250.000 1.250.000 1.250.000 1.250.000 1.250.000 1.250.000 1.250.000 1.250.000 1.250.000 6.466.229 13.172.658 1.250.000 5.073.027 12.253.141 1.250.000 6.020.891 11.391.276 1.250.000 5.479.406 10.583.567 1.250.000 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 1.765.588 9.826.726 1.250.000 0 4.803.759 9.107.655 1.250.000 0 5.476.276 8.434.968 1.250.000 0 4.902.550 7.805.784 1.250.000 0 5.153.786 7.217.400 1.250.000 0 3.443.756 6.667.280 1.250.000 0 10.111.036 12.371.186 12.708.334 13.911.244 13.911.415 1.854.902 16.062.972 17.412.167 17.326.168 19.638.888 20.542.299 11.547.656 20.953.742 24.403.752 25.296.654 27.380.977 27.882.936 13.062.130 32.003.320 34.468.841 35.064.462 5.056.176 6.153.041 1.250.000 0 -9.767.342 -38.764.431 0 -15.920.384 3.443.756 5.153.786 4.902.550 5.476.276 4.803.759 -7.971.824 5.479.406 6.020.891 5.073.027 6.466.229 6.388.752 -3.652.108 4.638.223 6.898.463 6.522.817 7.254.748 6.315.080 -10.042.319 7.261.214 7.981.526 6.717.489 VARIACIN EXCEDENTE USUARIOS VARIACIN EXCEDENTE CONTRIBUYENTES AHORRO COSTES EXTERNOS BENEFICIOS SOCIALES NETOS BENEFICIOS PRIVADOS NETOS (*)
Cuadro .21. Resumen por aos de los beneficios y costes esperados del proyecto
Ao
INVERSIN
2008
-43.880.408
2009
-20.976.560
2010
2011
2012
2013
2014
2015
-9.737.412
2016
2017
2018
2019
2020
2021
-10.486.444
2022
2023
2024
2025
2026
2027
-12.359.023
2028
2029
2030
Nota: Valores monetarios en dlares de 2008. (*) Los beneficios privados netos se refieren al operador privado y y no incluyen la inversin en infraestructura.
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