Norma Sismo Resistente NSR-98
Norma Sismo Resistente NSR-98
Norma Sismo Resistente NSR-98
Normas Colombianas
de Diseño y Construcción
Sismo Resistente
BAJA
VALLEDUPAR
SINCELEJO
MONTERIA
CUCUTA
ARAUCA
INTERMEDIA BUCARAMANGA
ALTA MEDELLIN
ALTA PUERTO CARREÑO
QUIBDO TUNJA
YOPAL
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PEREIRA BOGOTA
ARMENIA IBAGUE BAJA
VILLAVICENCIO
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Tomo 1
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POPAYAN
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FLORENCIA
MOCOA MITU
PASTO
BAJA
Zonas de
Amenaza Sísmica
LETICIA
Tomo 1
Contenido
• Prefacio
• Ley 400 de 1997
• Título A – Requisitos generales de diseño y
construcción sismo resistente
• Título B - Cargas
• Título C – Concreto Estructural
• Título D – Mampostería Estructural
• Título E – Casas de Uno y Dos Pisos
Prefacio
INTRODUCCION
Recientemente el país se ha visto sometido a una serie de movimientos sísmicos que además de
producir, lamentablemente, víctimas humanas y daños en edificaciones, revivió la necesidad de
revisar toda la problemática de la construcción sismo resistente y de las obligaciones y
responsabilidades que al respecto tienen el Estado, los profesionales de la ingeniería, la arquitectura
y la construcción; sin dejar de lado a las instituciones financieras y a las compañías de seguros.
Las normas sismo resistentes presentan requisitos mínimos que, en alguna medida, garantizan
que se cumpla el fin primordial de salvaguardar las vidas humanas ante la ocurrencia de un
sismo fuerte. No obstante, la defensa de la propiedad es un resultado indirecto de la aplicación
de los normas, pues al defender las vidas humanas, se obtiene una protección de la propiedad,
como un subproducto de la defensa de la vida. Ninguna norma explícitamente exige la
verificación de la protección de la propiedad, aunque recientemente hay tendencias en esa
dirección en algunos países [Ref. 23 y 30].
No sobra recordar que tan solo con dos excepciones, las víctimas humanas que se presentan
durante los sismos, en su gran mayoría están asociadas con problemas en las construcciones.
Las excepciones corresponden a víctimas producidas ya sea por avalanchas disparadas por el
evento sísmico, o bien por la ola marina producida por un sismo que ocurre costa afuera, lo
que se denomina Tsunami. El hecho de que las construcciones producen las víctimas debe
tenerse en mente con el fin de justificar la imperiosa necesidad de disponer de normas de
diseño sismo resistente.
Teniendo en cuenta que el 86% por ciento de la población colombiana se encuentra en zonas de
amenaza sísmica alta e intermedia, con el auspicio del Fondo Nacional de Calamidades, la
Asociación Colombiana de Ingeniería Sísmica, desde comienzos de la década de 1990, y con la
participación de un muy amplio número de asociaciones gremiales, profesionales de la construcción
y funcionarios de las entidades del Estado relacionadas con el tema; logró concluir las labores de
actualización de la reglamentación de diseño y construcción sismo resistente con la expedición por
parte del Congreso de la República de la Ley 400 del 19 de agosto de 1997 y por parte del Gobierno
Nacional del Decreto 33 del 9 de Enero de 1998, las cuales en conjunto corresponden a las nuevas
normas colombianas de diseño y construcción sismo resistente, NSR-98. Estas normas actualizan y
reemplazan la primera normativa sismo resistente del país, la cual había sido aprobada por medio
del Decreto 1400 del 7 de Junio de 1984 - Código Colombiano de Construcciones Sismo
Resistentes [Ref. 57].
La Ley 400 de 1997 permitirá, en el futuro, expedir actualizaciones de las normas sismo
resistentes colombianas por medio de Decretos Reglamentarios. Gracias al apoyo de la
Dirección Nacional para la Prevención y Atención de desastres, a través del Fondo Nacional de
Calamidades y la activa participación de la Asociación Colombiana de Ingeniería Sísmica, se
redactó lo que conforman los aspectos técnicos de la normativa sismo resistente que actualiza
el Decreto 1400/84. La nueva versión de las Normas Sismo Resistentes Colombianas se
denomina NSR-98 y fue expedida por medio del Decreto 33 del 9 de Enero de 1998.
Dado que la normativa sismo resistente corresponde a un documento tecnológico, ésta debe
actualizarse con alguna periodicidad; para plasmar los avances en las técnicas de diseño y las
experiencias que se haya tenido con sismos recientes. Para dar una idea al respecto, el Uniform
Building Code [Ref. 47], el cual rige en el oeste de los Estados Unidos, incluyendo el Estado de
California, es actualizado cada tres años.
i
Prefacio
Hay fuerzas bajo la corteza terrestre que hacen que estas placas tectónicas se muevan a
velocidades pequeñas del orden de centímetros por año. La causa de estas fuerzas no está muy
entendida, pero la explicación prevaleciente en la actualidad es que son causadas por flujos
lentos de lava derretida. Estos flujos son producidos por convección térmica y por los efectos
dinámicos de la rotación de la tierra. En algunas regiones las placas se están separando en la
medida que sale a la superficie nuevo material de corteza desde el interior de la tierra, estos
lugares en general están localizados en el fondo de los océanos y tienen el nombre de crestas
marinas. Un sitio donde ocurre esto está localizado en el centro del Océano Atlántico. En otros
lugares las placas se deslizan una al lado de la otra, como ocurre en la Falla de San Andrés en
California. En otros sitios, llamados zonas de subducción, las placas se empujan una contra otra
haciendo que una de las dos se introduzca por debajo. Esto último ocurre a todo lo largo de la
costa sobre el Océano Pacífico de Centro y Sur América.
Colombia está localizada dentro de una de las zonas sísmicamente más activas de la tierra, la
cual se denomina Anillo Circumpacífico y corresponde a los bordes del Océano Pacífico. El
emplazamiento tectónico de Colombia es complejo pues en su territorio convergen la placa de
Nazca, la placa Suramericana y la placa Caribe. El límite entre las placas Suramericana y Caribe
está aún indefinido. La geología estructural del país ha sido estudiada con diferentes grados de
detalle. En general los sistemas principales de fallamiento han sido identificados gracias a
estudios mineros y de exploración petrolera. Además se han realizado exploraciones geológicas
detalladas para los grandes proyectos hidroeléctricos y existen numerosos trabajos sobre
tectónica colombiana realizados por el INGEOMINAS y otras instituciones.
ii
Prefacio
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ECUADOR
-2
dirección del
buzamiento
PERU
LETICIA
-4
El fallamiento predominante en el país tiene dirección norte sur [Ref. 63], coincidiendo con la
dirección de las tres cordilleras. El principal accidente sismotectónico es la zona de subducción
en el Océano Pacífico. Es causada por el doblamiento de la placa de Nazca cuando subduce bajo
la placa Suramericana. Además de la zona de subducción existen en el territorio nacional un
gran número de fallas geológicas sísmicamente activas. En la Figura 1 se muestran los
principales macro sistemas de fallamiento en el país. Esta figura fue tomada del Estudio de
Amenaza Sísmica de Colombia [Ref. 18] por medio del cual se produjeron los mapas de
amenaza sísmica para la actualización de las Normas Sismo Resistentes Colombianas, NSR-98.
iii
Prefacio
20 PEREIRA BOGOTA
OCEANO
17 ARMENIA IBAGUE
PACIFICO VILLAVICENCIO
18 4
PUERTO INIRIDA
CALI
POPAYAN NEIVA
19 0
ECUADOR 9
16 BRASIL
-2
PERU
-4
LETICIA
El primer evento sísmico en el país, del cual se tiene registro escrito [Ref. 62], ocurrió en 1566
causando daños graves en las recientemente fundadas ciudades de Popayán y Cali. Existen
registros de numerosos sismos históricos desde la colonia y hasta 1922, en que se instaló el
primer sismógrafo en el país, traído por la Compañía de Jesús. Dentro de los sismos históricos,
pero registrados por instrumentos en el exterior es importante destacar el terremoto del 31 de
enero de 1906 al frente de Tumaco, cuya magnitud se estima de 8.9 en la escala de Richter y
iv
Prefacio
que es considerado uno de los sismos más fuertes de la humanidad en tiempos modernos. A
partir de 1922 se dispuso de información instrumental, sobre lo que se denominan sismos
instrumentales. Desde 1957 hasta 1992 estuvieron en funcionamiento siete estaciones
sismológicas permanentes en el país, las cuales fueron operadas por el Instituto Geofísico de la
Universidad Javeriana de Santa Fe de Bogotá.
A partir de 1993 se puso en marcha, adicionalmente, la Red Sismológica Nacional, operada por
la Subdirección de Geofísica del INGEOMINAS, existiendo además el Observatorio Sismológico
del Sur Occidente - OSSO, operado por la Universidad del Valle en Cali. La Red Sismológica
Nacional en su fase inicial consta de 20 estaciones sismológicas remotas y se espera llegar a 30
estaciones en un futuro cercano, con lo cual se cubrirá gran parte del territorio nacional; su
procesamiento es en tiempo real y se realiza en Santa Fe de Bogotá. Actualmente se tienen
instalados aproximadamente 150 acelerógrafos autónomos digitales de movimiento fuerte, los
cuales se incrementarán para cubrir la mayoría del territorio nacional. En la realización del
estudio de amenaza sísmica [Ref. 18] que produjo los mapas de amenaza sísmica del NSR-98
se dispuso de un catálogo de 11088 eventos sísmicos, tanto históricos como instrumentales. En
la Figura 2 se muestra la distribución en el territorio nacional de los eventos contenidos en este
catálogo.
De acuerdo con los estudios realizados para la determinación del grado de amenaza sísmica de
las diferentes regiones del país se encontró que alrededor de 12 millones de colombianos de
475 municipios se encuentran en zonas de amenaza sísmica alta, es decir el 35% de la
población; aproximadamente 17 millones de habitantes de 435 municipios localizados en
zonas de amenaza sísmica intermedia, equivalentes al 51% de la población del país; y
aproximadamente 5 millones de habitantes en 151 municipios localizados en zonas de
amenaza sísmica baja, es decir el 14% del total de la población según la última información
suministrada por el DANE. En otras palabras, el 86% de los colombianos se encuentran bajo un
nivel de riesgo sísmico apreciable, que no solamente depende del grado de amenaza sísmica
sino también del grado de vulnerabilidad que en general tienen las edificaciones en cada sitio.
Algo imposible de predecir en 1984, cuando se expidió la primera normativa sismo resistente a
nivel nacional, fue la baja actividad sísmica que tuvo el país durante los primeros años de este
período, por lo menos en lo que respecta a sismos que produjeran daños en centros urbanos.
Hasta el 17 y 18 de Octubre de 1992, con la ocurrencia de los sismos del Atrato Medio
(Murindó), se reinició la actividad sísmica del país. Estos eventos con magnitudes Richter de 6.4
y 7.2 afectaron la zona limítrofe entre Chocó y Antióquia, se sintieron en todo el centro del país
y produjeron daños, principalmente a elementos no estructurales en la ciudad de Medellín. En
la Figura 5 [Ref. 55] se presenta el mapa de isosistas de este último evento, el cual indica los
valores de la intensidad de Mercalli asignada a diferentes lugares dentro del territorio nacional.
Debe recordarse que la Intensidad de Mercalli se asigna subjetivamente de acuerdo con los
efectos del sismo en cada lugar en particular, mientras que la Magnitud de Richter corresponde
v
Prefacio
al valor de una medida instrumental, única para el sismo. El 6 de Junio de 1994 ocurrió el
sismo de Páez, afectando principalmente a los departamentos de Cauca y Huila. En este evento
además de las víctimas causadas por la avalancha que se generó en las vertientes del río Páez,
se presentaron daños en la ciudad de Cali; allí nuevamente los daños se concentraron en
elementos no estructurales.
-80 -79 -78 -77 -76 -75 -74 -73 -72 -71 -70 -69 -68 -67 -66
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12 PROVIDENCIA
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Prefacio
-80 -79 -78 -77 -76 -75 -74 -73 -72 -71 -70 -69 -68 -67 -66
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12 SAN ANDRES Y Región Aa 12
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9 7 0.30 9
MONTERIA
8 0.35
8 CUCUTA
9 0.40 8
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7 4 BUCARAMANGA 7
9 6 7 6 4
MEDELLIN
6 5 PUERTO CARREÑO 6
QUIBDO
6 5
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YOPAL
7 MANIZALES
5 5
ARMENIA
PEREIRA
BOGOTA
2 1
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VILLAVICENCIO
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5 PUERTO INIRIDA
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POPAYAN SAN JOSE DEL GUAVIARE
2 2
9 8 FLORENCIA
MITU
7 PASTO
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-4 LETICIA -4
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-80 -79 -78 -77 -76 -75 -74 -73 -72 -71 -70 -69 -68 -67 -66
vii
Prefacio
RIOHACHA
STA. MARTA
BARRANQUILLA
CARTAGENA VALLEDUPAR
SINCELEJO
VIII MONTERIA
CUCUTA
BUCARAMANGA
IX VII VI
V
X MEDELLIN IV
III
QUIBDO
TUNJA
YOPAL
MANIZALES
PEREIRA BOGOTA
ARMENIA
IBAGUE
VILLAVICENCIO
CALI
NEIVA
SAN JOSE DEL GUAVIARE
POPAYAN
Figura 5 - Mapa de isosistas del sismo del 18 de Octubre de 1992 [Ref. 55]
El año 1995 se inició con gran actividad sísmica, el 19 de Enero ocurrió un sismo en
Tauramena, Casanare, el cual se sintió en todo el centro del país, produciendo víctimas y daños
en Boyacá, Casanare e inclusive en la ciudad de Santa Fe de Bogotá. El 8 de Febrero se presentó
otro sismo en los límites de los departamentos de Valle del Cauca y Chocó. Este sismo produjo
víctimas y daños graves especialmente en la ciudad de Pereira. Hubo colapso de edificios y gran
cantidad de daños, estructurales y no estructurales. Posteriormente se presentaron sismos en
San Andrés Isla y en Pasto; causando daños, en algunos casos víctimas y preocupación en la
población.
Por su parte el Artículo 26° de la Constitución Nacional indica que si bien toda persona es libre de
escoger profesión u oficio, la ley podrá exigir títulos de idoneidad y las autoridades competentes
inspeccionarán y vigilarán el ejercicio de las profesiones.
viii
Prefacio
Siendo evidente que la protección de la vida, honra y bienes de los ciudadanos corresponde a la
razón de ser de las autoridades, a nadie escapa la importancia que representa para los propósitos
antes mencionados la seguridad y prevención de hechos con el alcance de desastres que puedan
vulnerar aquellos bienes jurídicamente tutelados.
Así como el Estado realiza ingentes esfuerzos en la prevención de la delincuencia en todas sus
formas, porque constituye el cumplimiento de uno de sus deberes principales, en la actualidad no
puede, sin dejar de lado sus deberes, permitir que los desastres originados por causa naturales o
tecnológicas puedan pasar desprevenidamente por las manos estatales y ampararse al argumento
estéril del "hecho de la naturaleza", el "acto de Dios", o en términos legales, la fuerza mayor o el caso
fortuito. En suma, si el Estado adelanta su gestión a través del concurso de las autoridades quienes
la desarrollan en los términos, condiciones y para los fines que la Constitución Nacional ha
señalado, no cabe la menor duda que su actividad en este tipo de circunstancias no puede limitarse
a ser simplemente el ente reparador de tragedias y calamidades y servir de coordinador en la
atención de emergencias.
Por otra parte, las nuevas experiencias señalan que el campo de acción del Estado no puede
simplificarse en ser el simple observador y escudarse en la defensa estéril de alegar que se trataba
de hechos de fuerza mayor. Esta definición, que no ha sufrido variación desde la Ley 95 de 1890, si
ha tenido modificaciones y precisiones originadas en el desarrollo de nuevas tecnologías y avances
en las técnicas de construcción.
Dice el Artículo 1° de la Ley 95 de 1890 que se entiende por fuerza mayor o caso fortuito "el
imprevisto que no es posible resistir, como un naufragio, un terremoto, el apresamiento de
enemigos, los autos de autoridad ejercidos por un funcionario público, etc." Naturalmente dicho
eximente de responsabilidad resulta aplicable, tanto a la inejecución de obligaciones contractuales
cualquiera que sea su naturaleza como a la exoneración de responsabilidad en virtud de hechos
generadores de daños conocida como responsabilidad civil extracontractual o aquiliana. Una y otra
modalidad, a su turno, resultan relevantes para el caso en comentario, pues o bien la
responsabilidad de un constructor se genera en razón de un contrato o ya en virtud de la
responsabilidad que puedan originarse frente a terceros con quienes no existe vínculo contractual.
Sin embargo, la sola frase enunciativa que desde el siglo pasado trae la ley no es un principio
absoluto. En efecto ha dicho con la propiedad atribuible a la Corte Suprema de Justicia de los años
treinta que "ningún acontecimiento en sí mismo constituye fuerza mayor o caso fortuito con
respecto a una determinada obligación contractual. La cuestión de la fuerza mayor no es una
cuestión de clasificación mecánica de los acontecimientos. Cuando tal fenómeno jurídico se trata, no
sólo hay que examinar la naturaleza misma del hecho, sino indagar si también este reúne, con
respecto a la obligación inejecutada los siguientes caracteres:
ix
Prefacio
habido con respecto al acontecimiento de que se trate, como lo hay con respecto a toda
clase de acontecimientos, una posibilidad vaga de realización" (Corte Suprema de
Justicia Sala de Casación Civil - Sentencia de julio 5, 1935).
Este desarrollo conceptual de la fuerza mayor y del caso fortuito constituye un campo abonado para
el desarrollo de tal eximente de responsabilidad. Lo que antiguamente constituía un postulado
absoluto de eximente de culpabilidad, hoy ya no lo es. El momento exacto de ocurrencia de un
terremoto como elemento catastrófico no es susceptible de predecirse con exactitud. Pero en la
actualidad existen mecanismos de prevención de las consecuencias de tales hechos que un siglo
atrás resultaban inimaginables. No acudir a ellos, ya sea profesionalmente, por parte de los
constructores al mando de personas idóneas, que deben estar obligados a dar cumplimiento a sus
obligaciones contractuales con la diligencia y cuidado que los hombres emplean ordinariamente en
sus negocios propios (artículo 63 del Código Civil) y no con el ánimo de exiguas ganancias, genera
un acontecimiento evidente y claro de culpabilidad. Tampoco puede generarse un eximente de
culpabilidad si el Estado no adopta a través de la ley, los decretos y otras disposiciones las medidas
necesarias para evitar tan nefastos efectos. En otras palabras, no acudir a las mínimas precauciones
que permite la tecnología constituye un evento claro de imprevisión de lo previsible, pues lo
evidente es que en la actualidad, con el avance tecnológico, la estadística y las formas de predecir las
consecuencias de hechos de la naturaleza, el concepto de fuerza mayor deja de ser un principio
absoluto para convertirse en un elemento simplemente relativo que se encuentra en función del
desarrollo de la ciencia. En nuestro caso, el riesgo sísmico, es decir las potenciales consecuencias
económicas y sociales que pueden causar los terremotos, depende no sólo de los indicios de que se
presenten sismos intensos en un sitio, es decir de la probabilidad de ocurrencia obtenida del estudio
del mecanismo generador y de los eventos del pasado, lo que es calculable, sino también de la
vulnerabilidad o condiciones de resistencia, fragilidad de las construcciones expuestas al fenómeno,
lo que también es posible de estimar o definir con el estado actual del conocimiento.
En conclusión, si existe el deber constitucional del estado de proteger la vida, honra y bienes de
todas las personas y en desarrollo de este deber y a su facultad de vigilar el ejercicio idóneo de las
profesiones, normatiza y reglamenta las condiciones en que deben adelantarse proyectos de
construcción, teniendo en cuenta los criterios técnicos obtenidos por los adelantos de la ciencia y la
tecnología; dada la participación activa del estado frente a las relaciones entre éste y sus
conciudadanos, y las de éstos entre si; surge la obligatoriedad de los particulares y delos entes
públicos de respetar y cumplir con el ordenamiento legal establecido, que impone la observancia de
una serie de lineamientos y parámetros técnicos que aseguren, dentro de márgenes de riesgo
aceptable, que el desarrollo de la actividad constructora protegerá en esa medida las condiciones
normales de vida de terceros.
En ese orden de ideas, en una sociedad como la nuestra, en la que el desarrollo técnico-científico por
un lado, y los avances en materia de postulación jurídica de las autoridades respecto a los factores
generadores de responsabilidad, por el otro, han venido modificando las condiciones en que debe
actuar el estado y la manera como se deben desenvolver sus miembros al pretender ejercer
actividades como la construcción; la responsabilidad que pueda deducirse en razón a situaciones de
desastre por la ocurrencia de eventos sísmicos, se ha visto circunscrita a factores que deben ser
analizados específicamente para lindar los eventos en que pueda producirse condena o absolución.
Finalmente con el objetivo de presentar un criterio que brinde luces en esta materia, se puede
plantear que entre otras razones de importancia por la que hoy se cuenta con la norma legal que
reglamenta las construcciones sismo resistentes en el país, acorde con los avances técnicos y
científicos en el tema a nivel mundial, radica en que ella brinda la posibilidad al estado y a los
particulares de precaver hacia un futuro los niveles de responsabilidad en que se pueda incurrir de
presentarse un terremoto. En el caso en que sus características y consecuencias estén dentro de los
márgenes previstos por la norma y para el cual el cumplimiento de la misma garantice que se cubre
razonablemente la posible magnitud de sus efectos y no haya sido atendida por los profesionales de
la construcción involucrados, generándose con su actuar omisivo graves perjuicios para el
x
Prefacio
De acuerdo con lo anterior, cabe preguntarse cuántas personas no habrían sobrevivido y cuantas
pérdidas socioeconómicas no se habrían evitado o reducido de haberse adoptado las condiciones
mínimas de seguridad sísmica en las construcciones levantadas en ciudades afectadas por
terremotos en el pasado? Por lo mismo, cuántas personas hoy conviven con la alta amenaza sísmica
de muchas regiones del mundo sin estar expuestas injustificadamente a un riesgo mayor del que en
forma "razonable" se logra, ante este tipo de acontecimientos, con las normas de seguridad sísmica
vigentes.
A finales del año 1978 llegó al país un ejemplar del documento ATC-3 [Ref. 21]. Este
documento reunía en su momento el estado del arte en el área de diseño sismo resistente. Fue
desarrollado por la misma SEAOC, a través de su filial el Applied Technology Council (ATC),
bajo auspicios de la National Science Foundation y el National Bureau of Standards. El estudio
del documento hizo evidente que era posible lograr una adaptación al país pues la formulación
del riesgo sísmico era transportable a otros lugares diferentes a California, lo que no ocurre con
el SEAOC, y ya en este momento existía un grupo de personas trabajando en esta área a nivel
nacional.
No obstante la posibilidad de adaptación del documento al país, se consideró que era más
prudente difundirlo y estudiarlo ampliamente dentro del medio tecnológico nacional antes de
proceder a realizar un intento de redacción de norma con base en él. Por esta razón se
emprendió, por parte de AIS, la difícil labor de traducir el documento ATC-3 y su Comentario,
traducción [Ref. 22] que se presentó al medio nacional a mediados de 1979, coincidiendo con la
ocurrencia de los sismos del 23 de Noviembre de 1979 en la zona del antiguo departamento de
Caldas y de Diciembre 12 del mismo año en Tumaco [Ref. 41]. Su difusión en el medio nacional
fue muy amplia, dado el interés en el tema que trajo la ocurrencia de los dos sismos
mencionados, e igualmente fue el estudio del documento que realizaron los ingenieros
colombianos.
xi
Prefacio
Por la misma época se adelantaron una serie de contactos con algunos de los investigadores
que habían desarrollado el ATC-3, contactos que se concretaron en una ayuda directa de estos
ingenieros en la adaptación del ATC-3 al medio nacional. Debe destacarse aquí la enorme
colaboración que brindaron la Universidad de Illinois (Champaign-Urbana) y la Universidad de
los Andes (Bogotá) para que se pudieran llevar a cabo las reuniones necesarias para desarrollar
los estudios de la adaptación, la cual se concretó en una propuesta de norma de diseño sismo
resistente para el medio colombiano. Esta propuesta, después de ser estudiada, debatida y
discutida por parte de los miembros de la Asociación Colombiana de Ingeniería Sísmica (AIS) se
convirtió en la Norma AIS 100-81, "Requisitos Sísmicos para Edificios" [Ref. 9]. Esta Norma fue
utilizada de una manera voluntaria por una gran cantidad de ingenieros a nivel nacional.
La Asociación creó una Unidad de Estudio para llevar a cabo la labor de empalme de las
normas mencionadas y la definición y redacción de otros temas necesarios para que el
documento fuera lo más completo posible. Posteriormente la AIS en conjunto con la Sociedad
Colombiana de Ingenieros y otras instituciones como la Asociación de Ingenieros Estructurales
de Antioquia, realizó una revisión exhaustiva del documento, el cual se llevó a discusión
pública, discusión en la cual participaron numerosos ingenieros, la Cámara Colombiana de la
Construcción, CAMACOL, y otras Instituciones y Universidades.
Dentro de las labores que llevó a cabo esta Unidad de Estudio está la actualización de la Norma
ICONTEC 2000 al Código ACI 318-83, pues se había utilizado originalmente la versión de 1977
del Código ACI 318-77 [Ref. 1], la redacción de un Título dedicado a cargas (Título B),
diferentes de las solicitaciones sísmica, para lo cual se utilizó como base el documento ANSI
A.58 [Ref. 19], y la redacción de unos requisitos simplificados para la construcción de
edificaciones de uno y dos pisos (Título E). La definición de las sanciones (Título G) la realizó el
Ministerio de Obras Públicas y Transporte.
xii
Prefacio
"...... las tecnologías desarrolladas para ser utilizadas en un país, con frecuencia se
emplean en otro país sin una adaptación. El Applied Technology Council (ATC) desarrolló
un conjunto de recomendaciones para la construcción de edificaciones sismo resistentes en
los Estados Unidos. Entre quienes las utilizaron primero, aun antes que los Estados Unidos,
se encuentra Colombia. Las prácticas de construcción y los materiales colombianos son
diferentes, y la naturaleza tectónica de los sismos colombianos se diferencia de la de
California, para donde habían sido desarrolladas las recomendaciones del ATC.
Afortunadamente, los contactos entre ingenieros colombianos y los ingenieros estadinenses
que desarrollaron el ATC son fuertes. Debido a esto los ingenieros colombianos pudieron
llevar a cabo una adaptación de las recomendaciones, con asesoría de los autores
norteamericanos, a sus propias necesidades. No todos aquellos que han utilizado estas
recomendaciones han tenido la misma ventaja."
El Decreto 1400 de 1984 trató de subsanar aquellos aspectos que los sismos [Ref. 41] del 23 de
Noviembre de 1979 en el antiguo Caldas, del 12 de Diciembre de 1979 en Tumaco y del 31 de
Marzo de 1983 en Popayán [Ref. 42 y 50], habían demostrado que eran deficientes dentro de la
práctica de construcción nacional. Las deficiencias más notables [Ref. 43] se pueden resumir en:
xiii
Prefacio
∆5
f5
h5
f4 ∆4
h4 ∆3
f3
h3 ∆2
f2
h2 ∆1
f1
h1
En la redacción de la norma sismo resistente de 1984 [Ref. 43] se tuvo especial cuidado de
incorporar y resaltar los requisitos tendientes a subsanar las deficiencias anotadas. Pero
además se tuvo en cuenta el hecho de que era irreal e imposible pretender solucionar todos los
aspectos concernientes con la construcción sismo resistente en el país con tan solo un
documento, más aún dentro de un país que se había distinguido por carecer de norma sismo
resistentes, cuando sus vecinos las tenían desde muchos años antes.
La Unidad de Estudio que tuvo a su cargo la redacción del Decreto 1400 de 1984 dentro de la
Asociación Colombiana de Ingeniería Sísmica por encargo del Ministerio de Obras Públicas y
Transporte, asignó una jerarquía a los problemas identificados por medio de los sismos
ocurridos en el territorio nacional con anterioridad a 1984. La clasificación se realizó con base
en que fueran aspectos prioritarios que afectaran vidas humanas. Al mismo tiempo se ponderó
la efectividad de los requisitos estudiados y su impacto económico en el costo final de las
edificaciones [Ref. 45]. Lo anterior condujo a una asignación de prioridades que permitió
redactar un documento realista, que no generó rechazo; dejándose para futuras actualizaciones
algunos aspectos cuya peligrosidad se consideró menor, o cuya efectividad se estimó que era
dudosa, o para los cuales la relación beneficio costo los permitía catalogar como aspectos
marginales, en comparación con la realidad del momento. Mirado en retrospectiva, al cabo de
más de trece años, puede decirse que las decisiones tomadas en ese entonces fueron acertadas.
Dentro de los aspectos que se discutieron, pero fueron postergados para ediciones posteriores
se destacan:
xiv
Prefacio
• Cambio en los sistemas estructurales - Es indudable que Colombia es uno de los países
donde se utiliza de una manera más intensa el sistema estructural de pórtico de concreto
reforzado. El pórtico tiene una serie de ventajas desde el punto de vista arquitectónico y de
facilidad constructiva. Por el otro lado, el pórtico tiene inconvenientes importantes debido
a su excesiva flexibilidad ante solicitaciones horizontales [Ref. 45, 46 y 67], lo cual
conduce a una desprotección de los acabados muy frágiles que se utilizan a nivel nacional,
como ha sido probado una y otra vez con los sismos ocurridos en el país [Ref. 41, 42 y 50].
Este aspecto ha sido resuelto a nivel mundial con el uso de muros estructurales, con el fin
de limitar la flexibilidad de la estructura. El uso del Norma como un vehículo para
propugnar un cambio en los sistemas estructurales prevalecientes fue uno de los aspectos
que se postergaron para futuras ediciones de la normativa sísmica.
Aplicación de la normativa
xv
Prefacio
El grupo de los ingenieros que trabajan en zonas de amenaza sísmica intermedia realiza
una parte importante de los diseños estructurales del país, dado que Bogotá y Medellín
están localizados en zonas de amenaza sísmica intermedia. En general se adaptaron a los
requisitos del Decreto 1400/84 sin que sintieran que se presentaba un cambio radical con
respecto a las prácticas anteriores. La necesidad de dar una rigidez adecuada ante fuerzas
horizontales a la estructura es un punto en el cual el Decreto 1400/84 produjo un cambio
en la forma de ejecutar los diseños. La aparición de muros estructurales en edificios que
anteriormente no los tenían, usualmente a través de convertir el núcleo de ascensores en un
muro estructural, es reflejo de la preocupación al respecto y una respuesta a la importancia
que le asignan al Norma.
Los ingenieros que trabajan en zonas de amenaza sísmica alta, probablemente fueron los
más afectados por la aparición del Decreto 1400/84. No solo tuvieron que adaptarse a
requisitos que en alguna medida demandaban un mayor costo de las estructuras, en
comparación a lo que era costumbre antes del Decreto 1400/84, sino que tuvieron que
afrontar problemas casi insolubles al tratar de cumplir los requisitos de deriva con
soluciones estructurales que conscientemente sabían no eran las más acertadas para el
efecto, pero que sus clientes no estaban dispuestos a variar. La aparición de muros
estructurales ha sido más marcada que en el resto del país, pero aún manifiestan dificultad
al tratar de cumplir con lo que el Decreto 1400/84 exige.
xvi
Prefacio
El uso del seguro como un elemento coercitivo para impedir el uso de prácticas
constructivas que no son buenas, es un recurso utilizado ampliamente a nivel mundial, que
aún no ha sido empleado, en todo su potencial, a nivel nacional. La reciente liberación de
las restricciones tarifarias de las pólizas de seguros conducirá probablemente a cambios en
el sector, de los cuales seguramente el más importante es la realización de investigaciones
sobre la realidad nacional al respecto, los cuales muy seguramente se pagarán con creces en
el momento de negociar las primas de reaseguro.
La actitud de este grupo respecto a una variación en los requisitos de deriva de la norma es
muy positiva, pues obviamente reduce el riesgo. Pero el aspecto más importante al respecto,
es que se produzcan estudios que permitan evaluar el valor de las primas que se pagan en
el país de una manera racional, y que si el país se embarca en un cambio de los sistemas
estructurales actuales con el fin de reducir la flexibilidad de las estructuras, haya una
reducción correspondiente en el valor de las primas que refleje el eventual sobrecosto en
que se incurre en la construcción.
• Investigadores - Vienen dando voces de alerta sobre el problema. Ha habido gran número
de seminarios, foros y eventos donde se manifestó la necesidad de reevaluar los requisitos
de la Norma de 1984 respecto a las derivas límites. Tal vez ha faltado una mayor difusión
de estos aspectos y la realización de más investigaciones que soporten los criterios que
han expresado.
• Usuarios - Aunque es probablemente el grupo que tiene menor conocimiento sobre el tema,
no quiere ésto decir que no tenga muy claros cuales deben ser los resultados. Hay gran
falta de información acerca de que implica el diseño sismo resistente y es evidente que
desconocen que el objetivo del Decreto 1400 de 1984 era la defensa de la vida y que la
defensa de la propiedad es totalmente secundaria. En este aspecto entra en juego, de una
xvii
Prefacio
manera importante, que el diseño es “sismo resistente”, pero las expectativas de los
usuarios son “anti-sísmicas”. El usuario no espera ningún tipo de daño a su propiedad a
raíz de la ocurrencia de un sismo y existe gran dificultad que acepte que éste ocurra, más
aún cuando se le ha insistido que el diseño es “anti-sísmico”. La desprotección de los
acabados es un punto neurálgico que debe tomarse muy en cuenta en los cambios en las
prácticas constructivas que se adopten en el futuro, y estos cambios deben gravitar
alrededor de las expectativas de comportamiento de los usuarios.
Es evidente que existe una diversidad de factores y criterios respecto a las razones, objetivos,
procedimientos y consecuencias de la utilización del Norma. No obstante, la experiencia que se
ha tenido con los sismos ocurridos en el territorio nacional con posterioridad a la expedición
del Decreto 1400 de 1984, sumado al hecho de que las normas internacionales sobre las cuales
se sustentó su redacción han tenido variación en los trece años que lleva, reforzó la necesidad
de actualizarlo.
Dentro del comportamiento de las edificaciones construidas en las zonas que se vieron
afectadas por los sismos ocurridos recientemente en territorio nacional se destacan los
siguientes aspectos:
• La gran mayoría de los daños reportados corresponden a daños en las fachadas y los muros
interiores de las edificaciones, o sea en elementos no estructurales. Estos daños se
presentaron tanto en edificaciones construidas antes como después de la vigencia del
Norma. Así mismo la gran mayoría de las víctimas fueron causadas por la caída de
elementos no estructurales principalmente de las fachadas de las edificaciones.
• En las edificaciones de las instalaciones de Cusiana, localizada a 12.5 km del epicentro del
sismo de Tauramena del 19 de Enero de 1995, cuyos elementos no estructurales se
construyeron tomando las precauciones que exige el Uniform Building Code de California
[Ref. 47], no se presentó ningún daño, ni estructural ni en acabados.
En general podría afirmarse que el Norma cumplió su cometido principal de evitar colapso y
daño estructural grave de las edificaciones. No obstante, fue notoria la desprotección de los
elementos no estructurales, tal como se han construido tradicionalmente en el país, y su
potencial peligrosidad para la vida humana.
Por otro lado esta es, tal vez, la primera vez que se obtiene una cantidad apreciable de registros
acelerográficos de los movimientos sísmicos, gracias a la instrumentación de la Red Nacional
de Acelerógrafos, que opera el Ingeominas. Los valores de aceleración horizontal registrados
fueron en general bajos, en comparación con los valores requeridos por la Norma. Por ejemplo
el valor máximo de aceleración horizontal registrado en Villavicencio (120 km del epicentro)
para el sismo de Tauramena del 19 de Enero de 1995, fue 0.027g (2.7% de la aceleración de la
gravedad), mientras que el Norma exige 0.30g (Véase la Figura 4), o sea diez veces más. Lo
mismo ocurre para la ciudad de Bogotá (140 km del epicentro) con el mismo sismo, el registro
en roca fue de 0.017g (1.7% de la aceleración de la gravedad), mientras que el NSR-98 exige
utilizar 0.20g en los diseños, del orden de diez veces más. Con el sismo de Calima-Darién del 8
de Febrero de 1995 se presenta una situación similar: el registro máximo se obtuvo en Trujillo,
Valle, (40 km del epicentro) y fue de 0.048g (4.8% de la aceleración de la gravedad), y el NSR-98
exige allí 0.25g, cinco veces más. La ciudad de Pereira está localizada aproximadamente a 120
xviii
Prefacio
km del epicentro, por lo tanto las aceleraciones debieron ser menores que el valor registrado en
Trujillo.
Lo anterior simplemente indica que los sismos que se presentaron a comienzos de 1995
corresponden a eventos que distan bastante del sismo de diseño que prevee la Norma, al
menos para los lugares donde se obtuvieron los registros. La atenuación de la energía de las
ondas sísmicas hace que ésta se reduzca apreciablemente en la medida que la distancia que
tengan que viajar las ondas sea mayor. No obstante se presentaron daños importantes incluso
en edificaciones nuevas, particularmente en elementos no estructurales con sismos cuyas
aceleraciones en varios casos pueden ser del orden de diez o más veces menos que las
determinadas por el Norma para el diseño.
Conveniencia de la norma
De todas las formas de acuerdo social, la ley constituye el mecanismo más equilibrado para
regular las relaciones de los asociados. A través de ella el Estado debe procurar evitar las
nefastas consecuencias de tragedias y desastres de la magnitud de las recientemente
observadas o las inolvidables escenas del pasado, en materia de pérdidas humanas. Ello debe
constituir un propósito nacional, gremial y estatal tendiente a proteger a todas las personas
residentes en Colombia.
El establecimiento legislativo de las condiciones de seguridad permite por una parte determinar
las mínimas reglas a las cuales deben someterse las personas encargadas de llevar a cabo la
construcción de inmuebles y por otra permite al Estado ejercer la función señalada en el
Artículo 2 de la Constitución Nacional por medio del cual se impone a las autoridades de la
República propender por la protección de todas las personas residentes en Colombia en su
vida, honra y bienes.
Por lo anteriormente dicho, resulta evidente que la doble función y la cooperación sector
privado-Estado en la lucha contra las consecuencias lamentables de los desastres naturales se
hace imperiosa y de allí la importancia de la presente actualización de la Norma.
A través de la Ley 400 se acoge de manera definitiva y con carácter permanente el alcance de la
legislación relativa la normativa sismo resistente, facultando al Gobierno para que a través del
xix
Prefacio
La naturaleza eminentemente técnica del tema objeto de normalización, hace que el desarrollo
de las ciencias específicamente en las áreas de sistemas de información, comunicaciones, los
diseños y la construcción, así como las características, idiosincrasia, posibilidades y recursos
del grupo humano para quien se legisla, influyan de manera determinante en la obsolescencia o
permanencia de lo allí reglamentado, haciendo que dichas normas puedan tomarse en manera
alguna como verdades absolutas e inmutables.
Esto implica que una Norma Sismo Resistente debe ser un organismo vivo que se desarrolle y
se nutra del avance de la tecnología y de las demás acciones propias de una comunidad y de un
gobierno, razón de más, que justifica la existencia de un grupo interdisciplinario conformado
por especialistas que constituyan la Comisión Asesora Permanente.
Una comisión similar funcionó a partir de 1984, cuando fue creada mediante Decreto 2170,
adscrita al Ministerio de Obras Públicas y Transporte, conformada por este Ministro o su
delegado, un representante de la Sociedad Colombiana de Ingenieros y un representante de la
Asociación Colombiana de Ingeniería Sísmica, cumpliendo funciones de atención de consultas
tanto oficiales como particulares, dirección y supervigilancia de las investigaciones
relacionadas con el Norma, envío de comisiones de estudio a las zonas donde han ocurrido
temblores en el territorio nacional y publicación de sus informes, organización y realización de
seminarios y cursos de actualización y definición del Norma, dirección de investigaciones sobre
las causas de fallas estructurales y definición sobre si se aplicó o no el Norma, dirección y
asesoría en la elaboración de estudios de microzonificación sísmica de ciudades dentro del
país, entre otras.
Sobre estas labores existen informes y resultados concretos de los que se desprenden
claramente la importancia de su existencia, la efectividad de su funcionamiento, en
contraposición a la escasa carga económica y administrativa que ello implicó al ente del cual
dependía.
La Ley 400 de 1997 crea una Comisión Asesora Permanente para el Régimen de Construcciones
Sismo Resistentes. La Ley establece su composición de la siguiente manera: un representante de la
Presidencia de la República, un representante del Ministerio de Desarrollo Económico, un
representante del Ministerio de Transporte, el Representante Legal del Instituto de Investigaciones
en Geociencia, Minería y Química INGEOMINAS -, o su delegado, el Presidente de la Asociación
Colombiana de Ingeniería Sísmica - AIS - o su delegado, quien actuará como Secretario de la
Comisión, el Presidente de la Sociedad Colombiana de Ingenieros - SCI -, o su delegado, el Presidente
de la Sociedad Colombiana de Arquitectos - SCA -, o su delegado, el Presidente de la Asociación
Colombiana de Ingeniería Estructural - ACIES -, o su delegado, un representante de las
Organizaciones Gremiales relacionadas con la industria de la construcción, el Presidente de la
Cámara Colombiana de la Construcción - CAMACOL -, o su delegado, y un delegado del Comité
Consultivo Nacional, según la Ley 361 de 1997.
xx
Prefacio
los diferentes temas cubiertos por la norma. El documento que recientemente discutió y aprobó
el Comité AIS 100 se denomina Norma AIS 100-97 [Ref. 13] y es análogo a la Norma AIS 100-83
[Ref. 10], que sirvió de base al Decreto 1400/84. La norma AIS 100-97 corresponde al
contenido técnico del Reglamento NSR-98. La parte procedimental, de sanciones y jurídica, en
general, está contenida en la Ley 400 aprobada por el Congreso de la República el 19 de Agosto
de 1997.
(a) Dentro de cada uno de los subcomités se produjo un documento preliminar del nuevo
documento por parte de dos o tres miembros del subcomité. Este documento se envió a
votación dentro del subcomité, con la obligación de que toda observación que se recibió de
los miembros debió ser atendida. Con base en las observaciones recibidas se produjo un
nuevo documento, que se llevó a votación nuevamente. Este proceso se repitió, cuantas
veces fue necesario, hasta que hubo unanimidad dentro del subcomité respecto a que el
documento propuesto era adecuado.
(b) Una vez se obtuvo unanimidad dentro del subcomité, el documento se envió a votación
dentro de todos los miembros del Comité AIS 100. Una vez se recibieron las observaciones
pertinentes, éstas se discutieron dentro del subcomité que produjo el documento, tratando
de conciliar las divergencias de criterio con quienes realizaron las observaciones. Este
proceso se repitió cuantas veces fue necesario hasta el punto en que no hubo divergencias
de criterio respecto a los requisitos contenidos dentro del documento o hubo aprobación
por mayoría manifestada por medio de una votación afirmativa de más de las dos terceras
partes del Comité en pleno.
(c) Una vez el documento fue aprobado por el Comité AIS 100, se llevó a discusión pública,
enviándolo a un amplio grupo de profesionales, instituciones y universidades. Las
observaciones recibidas se atendieron y discutieron directamente con las personas que las
enviaron.
El documento AIS 100-97 corresponde a la séptima versión que se sometió al proceso descrito
en los pasos (a) y (b), y atiende las observaciones que se recibieron de la votación realizada en
Octubre de 1997, tal como la describe el paso (c). Más adelante se presenta un listado de las
instituciones, entidades y profesionales con las cuales se discutió el documento.
1. Ley 400 de 1997 - El marco jurídico de la normativa sismo resistente gravita alrededor de
la Ley 400 de 1997, por medio de la cual se adoptaron normas sobre construcción sismo
resistente. La ley contiene:
• El objeto y alcance de la normativa.
• Define las responsabilidades de los diseñadores y constructores.
• Obliga a la revisión de los diseños que se presentan para obtener las licencias de
construcción.
• Define cuando debe llevarse a cabo una supervisión técnica de la construcción.
• Define las calidades y requisitos de experiencia que deben cumplir los
diseñadores, los revisores de los diseños, los supervisores técnicos y los directores
de construcción.
• Crea la Comisión Asesora Permanente para el Régimen de Construcciones Sismo
Resistentes, y le fija sus funciones.
xxi
Prefacio
2. El Decreto 33 de 1998 – Reglamento NSR-98 – Por medio del Decreto 33 del 9 de Enero
de 1998, el Gobierno Nacional expidió el Reglamento NSR-98, cuyo contenido se describe
más adelante. Este Decreto se expidió con base en la Potestad Reglamentaria que da la Ley
400 de 1997. El contenido del Reglamento se ajusta a lo establecido en la Ley 400 de 1997.
Este Reglamento podrá ser actualizado y modificado en el futuro, cuando se estime
conveniente, por medio de la expedición de nuevos Decretos Reglamentarios por parte del
Gobierno Nacional y previo visto bueno de la Comisión Asesora Permanente para el
Régimen de Construcciones Sismo Resistentes.
xxii
Prefacio
Generales
Hay algunos cambios que afectan todo el reglamento en conjunto, los cuales son una variación
con respecto al Decreto 1400/84. Los más importantes son los siguientes:
xxiii
Prefacio
El sistema métrico tradicional conocido como sistema mks ha sido abandonado prácticamente
todo todos los países del mundo que lo empleaban. El sistema métrico SI o Sistema
Internacional de Medidas, fue establecido en la 11a Conferencia Mundial de Pesos y Medidas, en
1960, se convirtió de uso obligatorio en el país por medio del Decreto 1731 de 1967, y es el
sistema de unidades empleado hoy en día a nivel mundial. Aunque el sistema SI está basado en
el sistema métrico original, la mayor diferencia radica en que el kg (kilogramo) es una unidad
de masa en el sistema SI, mientras que era una unidad de fuerza en el sistema mks, donde se le
debe denominar kgf (kilogramo fuerza). La totalidad del Reglamento NSR-98 se presenta en el
sistema SI, con la excepción de los capítulos F.4, F.5, F.6 y F.7 de estructuras metálicas. A
aquellas ecuaciones que producen resultados inconsistentes entre los dos sistemas de unidades
se marcan con un asterisco en su número, i.e. (C.10-20*). Además se han colocado explicaciones
en ciertas secciones para facilitar la transición al sistema SI de los ingenieros colombianos.
Otra modificación de importancia con respecto al Decreto 1400/84 radica en que se ha definido
el comportamiento sísmico de los sistemas y elementos estructurales de acuerdo con su
capacidad de disipación de energía en el rango inelástico; aspecto fundamental en la obtención
de una respuesta apropiada de la estructura al verse sometida a los efectos de un sismo. El
Reglamento NSR-98 contempla tres niveles de capacidad de disipación de energía en el rango
inelástico: especial (DES), moderada (DMO) y mínima (DMI). Para cada uno de los materiales
estructurales se prescriben los requisitos de detallado del elemento en función de estas tres
capacidades. El empleo de elementos y sistemas estructurales en las diferentes zonas de
amenaza sísmica se restringe de acuerdo con esta capacidad de disipación de energía en el
rango inelástico, así:
En algunos casos en los cuales es imposible realizar una distinción que permita dar requisitos
diferenciales al material, el Reglamento permite variaciones con respecto a lo indicado en la
tabla anterior. Este es el caso de la mampostería de muros confinados.
El ATC-3 [Ref. 21 y 22] sobre el cual se basó la normativa sismo resistente colombiana, no fue
adoptado como norma en los Estados Unidos inmediatamente. No obstante, fue actualizado a
través del programa National Earthquake Hazard Reduction Program, NEHRP, en varias
ocasiones, la última de las cuales ocurrió en 1994 [Ref. 39]. Tan solo la versión de 1997 del
Uniform Building Code, UBC-97 [Ref. 47], se acoge a este tipo de reglamentación, diez y nueve
años más tarde. Es indudable que los numerosos sismos catastróficos que han ocurrido a nivel
xxiv
Prefacio
mundial desde que apareció el ATC-3 en 1978, han influido en los cambios que se le han
introducido, y en la normativa sísmica de diversos países.
Los sismos anteriores tuvieron gran influencia en la normalización sísmica mundial, así:
México ha adoptado recientemente un nuevo código [Ref. 34] que tiende a corregir una gran
parte de los problemas detectados en el sismo de Septiembre de 1985. Este nuevo código
corrige la muy mala experiencia que se tuvo con el sistema estructural donde las vigas del
pórtico son reemplazadas por nervaduras en dos direcciones [Ref. 56], lo que se conoce en
Colombia como reticular celulado, sistema que se utilizó mucho en Colombia hace algunos
años y que ha cobrado, desafortunadamente, vigencia nuevamente. Otro aspecto en el cual la
experiencia mexicana es importante hace referencia a la irregularidad de las estructuras y su
eventual mal comportamiento. El nuevo Código Mexicano prohibe la construcción de edificios
cuya excentricidad entre centro de masa y centro de rigidez sea mayor del 20% de la dimensión
en planta del edificio.
Pero tal vez la mayor experiencia derivada del sismo de México de 1985 radica en los niveles de
amplificación de las ondas sísmicas causados por los estratos de suelo blando subyacentes.
Este punto ha obligado a revisiones importantes en la gran mayoría de las normas sísmicas
actuales [Ref. 23, 25, 34, 39, 47, y 70]. Este aspecto nuevamente fue resaltado por el temblor de
Loma Prieta, California, de 1989 [Ref. 25, 39, y 70]. Por otro lado, los temblores de Northridge,
California, y Kobe Japón, especialmente el primero, resaltaron la enorme vulnerabilidad sísmica
de las estructuras de acero con uniones soldadas.
Para efectos de la actualización de los requisitos de sismo resistencia del Reglamento NSR-98,
se consultaron las normativas de diversos países, dentro de las que se cuentan:
• Estados Unidos – el ANSI/ASCE 7-95 [Ref. 20], el NEHRP-94 [Ref. 39], el UBC-97 [Ref. 47],
y el SEAOC-96 [Ref. 66]
• Eurocódigos - el Eurocode 8 [Ref. 29]
• Francia – el AFPS-90 [Ref. 7].
• Japón – AIJ-90 [Ref. 8]
• México – el Reglamento del Distrito Federal de 1993 [Ref. 34]
• Nueva Zelandia – El NZS-4203 [Ref. 58]
• Otros – En la [Ref. 61]
xxv
Prefacio
mundial tendieron hacia el mismo tipo de formulación, con algunas excepciones como es
natural.
Con base en todo lo anterior se definieron, por parte del Comité AIS 100, una serie de
prioridades que guiarían el proceso de actualización del documento para producir la versión
AIS 100-97, la cual corresponde al NSR-98. Se actualizaron y aclararon muchos de los
requisitos contenidos en el Decreto 1400/84, dentro de los cuales se destacan:
Se incluyeron unos nuevos mapas de amenaza sísmica [Ref. 18], los cuales se presentaron en la
Figuras 3 y 4. (Capítulo A.2)
Se incluyó un nuevo Grupo de Uso IV, el cual cubre edificaciones indispensables, cuya
operación no puede ser traslada rápidamente a un lugar alterno (Capítulos A.2 y A.12).
S a = 2.5 A a I
Sa
(g) Nota:
Este espectro está definido para
un coeficiente de amortiguamiento
igual al 5 por ciento del crítico
1.2 A a S I
Sa =
T
Aa I
Para análisis dinámico, solo
Sa =
2
modos diferentes al fundamental
en cada dirección principal en planta
Sa = A a I
T0 = 0.3 s TC TL T (s)
TC = 0.48 S TL = 2.4 S
xxvi
Prefacio
3.0
2.5
S = 1.0
I = 1.0
2.0
Sa /Aa 1.5
Decreto 1400/84
1.0
0.5
NSR-98
0.0
0.0 0.5 1.0 1.5 2.0 2.5 3.0 3.5 4.0
Período, T (s)
Las fuerzas sísmicas Fs se definen empleando el espectro directamente (Capítulo A.3). Con ellas
se calculan las derivas (Capítulo A.6), y solo en el momento de diseñar los elementos de la
estructura, se emplean unas fuerzas sísmicas reducidas de diseño, E (E=Fs/R), las cuales se
combinan con las otras solicitaciones empleando las ecuaciones de combinación de cargas del
Título B. Véase el Apéndice I de este Prefacio.
El método de la fuerza horizontal equivalente (Capítulo A.4) no sufre mayor modificación, pero
se actualizan las ecuaciones para calcular el período aproximado de la estructura Ta.
El Capítulo A.5 se denomina en el NSR-98 "Método del análisis dinámico", debido a que se
permiten otros tipos de análisis dinámico diferentes al análisis modal que prescribía el Decreto
xxvii
Prefacio
1400/84. El Capítulo está más a tono con los programas de computador que se emplean en la
actualidad, e inclusive permite análisis dinámico inelástico.
Se incluyó un Capítulo A.8 sobre elementos estructurales que no hacen parte del sistema de
resistencia sísmica, tales como escaleras, rampas, cerchas, correas, viguetas y otros.
Así mismo, se incluyó un Capítulo A.9 nuevo sobre elementos no estructurales tales como
fachadas, muros divisorios, acabados, instalaciones interiores, etc. Más adelante se discuten los
criterios contenidos dentro de este Capítulo. El objetivo primordial es la defensa de la vida y el
funcionamiento de las edificaciones indispensables posteriormente a la ocurrencia de un sismo.
En el Capítulo A.10 se fijan procedimientos para la aplicación del nuevo Reglamento NSR-98 a
edificaciones construidas antes de su vigencia y para el análisis de vulnerabilidad sísmica de
estructura existentes. Este Capítulo está basado en el documento "Adición, Modificación y
Remodelación del Sistema Estructural de Edificaciones Existentes Antes de la Vigencia del
Decreto 1400/84", [Ref. 11 y 44] el cual se denominó Norma AIS 150-86. Allí se definieron los
parámetro bajo los cuales se deben tratar las adiciones, modificaciones y remodelaciones de
edificaciones existentes antes de la vigencia del Decreto 1400/84, con el fin de que la
edificación resultante tenga resistencia comparable a la de una edificación construida de
acuerdo con los requisitos del Decreto 1400/84. Los requisitos de la Norma AIS 150-86 se han
adaptado a los nuevos requisitos del Reglamento NSR-98.
En el Capítulo A.12 se exige para las edificaciones indispensables, una verificación para unos
movimientos sísmicos que describen el umbral de daño de la edificación.
xxviii
Prefacio
Titulo B - Cargas
El documento ANSI A.58 [Ref. 19], el cual sirvió como base para la redacción del Título B del
Decreto 1400/84, propugnaba la utilización del método de resistencia en el diseño de todos los
materiales estructurales. No obstante, el método de esfuerzos de trabajo se utiliza todavía en el
diseño de algunos de ellos. Este documento ha evolucionado dentro del medio norteamericano
al documento ANSI/ASCE 7-95 [Ref. 20] el cual contiene un tratamiento unificado de los
métodos de diseño y de las cargas a emplearse, lo cual es muy útil cuando se usan elementos
de diferente material estructural dentro de la misma estructura. Los requisitos del Capítulo B.2
se han adaptado a esta tendencia. En general con la excepción de la madera, en el NSR-98 todos
los materiales se diseñan por el método del estado límite de resistencia. En los otros materiales
diferentes a la madera se presentan como alternativa la posibilidad de realizar el diseño por el
método de esfuerzos de trabajo, de tal manera que el diseñador pueda seleccionar la
metodología más conveniente.
En el caso de las cargas muertas mínimas (Capítulo B.3) se han colocado valores para los tipos
de fachadas, muros divisorios y particiones empleados tradicionalmente en el país. Se han
contemplado valores mínimos para divisiones construidas con paneles de yeso (dry wall), cuyo
uso se ha popularizado recientemente.
Se aclaró el uso de cargas vivas en cubiertas, aspecto que era confuso en el Decreto 1400/84,
pues no se indicaba que los valores dados eran para cubiertas livianas. Ahora estos valores
relativamente bajos, de 0.35 kN/m2 (35 kgf/m2) son exclusivamente para cubiertas inclinadas
sobre estructuras metálicas o de madera, con pendientes mayores del 20% y de 0.50 kN/m2 (50
kgf/m2) para pendientes menores del 20%.
Utilizando estos resultados del estudio mencionado y con base en una traducción de la Norma
inglesa de determinación de cargas de viento que se había elaborado dentro del trabajo de
preparación del borrador del Decreto 1400/84, Fedestructuras, con colaboración de un grupo
de instituciones e ingenieros desarrolló un documento para la determinación de cargas de
viento en el territorio nacional. Este documento [Ref. 36] constituye la base de los requisitos del
Capítulo B.6 del Reglamento NSR-98.
xxix
Prefacio
redacción de la norma ICONTEC 2000 [Ref. 48]. En el Decreto 1400/84 el Título C se basó en la
norma ICONTEC 2000, actualizada a la versión de 1983 del Código ACI 318.
Los requisitos que trae el NSR-98 corresponden de una manera general al documento que
publicó el ACI a finales del año 1995 [Ref. 4] y algunos apartes a la nueva norma europea [Ref.
28]. En muchos de los requisitos se desvía de lo que exigen estos documentos, pues la práctica
nacional así lo requiere.
Los lugares donde el Título C sufrió modificaciones con respecto al Título C del Decreto
1400/84, se presentan con una raya al lado derecho, igual a la que tiene el presente parágrafo.
La desviación más importante consiste en que los requisitos del Reglamento NSR-98 se dividen
de acuerdo con la capacidad de disipación de energía en el rango inelástico de los elementos
construidos con concreto estructural y no de acuerdo con la zona de amenaza sísmica como
ocurría en el Decreto 1400/84, lo cual generaba confusión.
Los requisitos de durabilidad del Capítulo C.4 se actualizaron en su totalidad, así como los de
calidad del concreto del Capítulo C.5.
En el Capítulo C.7 se ajustaron los recubrimientos mínimos a lo que ha traído el Código ACI
318 desde hace varias ediciones, y que es diferente a lo que contenía la norma ICONTEC 2000.
Así mismo se incluyen requisitos nuevos de integridad estructural.
El Capítulo C.8 difiere ampliamente del correspondiente en ACI 318-95. Los requisitos de
análisis estructural se fijan de una manera más acorde con la práctica moderna al respecto. Se
incluyen recomendaciones acerca de las inercias efectivas cuando se desea emplear secciones
fisuradas en el análisis. Los valores de los módulos de elasticidad corresponden a valores
medidos experimentalmente en diferentes ciudades del país, de acuerdo con una serie de
investigaciones realizadas en la Universidad Javeriana de Santa Fe de Bogotá. Se permiten
diferentes tipos de análisis estructural, inclusive procedimientos que emplean modelos de
celosía.
En el Capítulo C.9 se presentan valores de los espesores mínimos de elementos cuando no hay
necesidad de calcular las deflexiones, para dos casos diferentes. Uno de ellos corresponde al
uso de particiones livianas, que conduce a los mismos valores que exige el ACI 318, y el otro
caso corresponde a los muros divisorios tradicionales en el país, construidos con bloque de
arcilla de perforación horizontal, los cuales son más pesados y susceptibles a las deflexiones y
que han venido presentado problemas por esta razón.
xxx
Prefacio
En el Capítulo C.10 se variaron las ecuaciones de cuantía mínima y se aclararon los requisitos
de esbeltez (efectos P-Delta). Los requisitos para transmisión de cargas de columna a través de
los sistemas de entrepiso se adaptaron a recientes investigaciones.
Los requisitos de diseño a torsión del Capítulo C.11 son totalmente nuevos. Están basados en
modelos de celosía y son aplicables ahora también a vigas huecas o vigas cajón. Este capítulo se
ha conservado en esfuerzos y no fuerzas, como estaba en el Decreto 1400/84. Se incluyó una
sección para verificaciones de cortante en los apoyos de vigas que son sostenidas por otras
vigas.
El Capítulo C.12 de desarrollo y empalmes del refuerzo está de acuerdo con los requisitos
nuevos del ACI 318-95.
El Capítulo C.13, al igual que el Decreto 1400/84 cubre losas en una y en dos direcciones, a
diferencia del ACI 318 que solo cubre allí losas en dos direcciones. Este Capítulo difiere
ampliamente de los contenido en ACI 318 y se ajusta de una mejor manera a la práctica
nacional. Se permite el diseño de losas por el método de las líneas de fluencia. Se incluyeron los
procedimientos de análisis del Método 3 del ACI 318-63 para losas soportadas por vigas rígidas
o muros.
El Capítulo C.15 de fundaciones contiene ahora requisitos para pilotes y caissons, y vigas de
amarre de fundaciones, además de los tradicionales para zapatas.
El Capítulo C.16 de concreto prefabricado es totalmente nuevo y sigue los requisitos del Código
ACI 318-95.
En concreto preesforzado aparece un límite nuevo para los esfuerzos admisible en cargas de
servicio. Los valores recomendados para los coeficientes de fricción en ductos de postensado se
ajustaron a valores medidos en el medio nacional.
El Capítulo C.19 de pruebas de carga es totalmente nuevo. Se insiste en la solución analítica del
problema y se deja la prueba de carga como un recurso final.
El Capítulo C.21 comprende los requisitos para las diferentes grados de capacidad de
disipación de energía en el rango inelástico, con aplicación en el diseño sismo resistente. Estos
requisitos se derivan históricamente en el ACI 318 de lo presentado en la [Ref. 24]. En la NSR-
98 los requisitos se presentan en paralelo para los tres grados de disipación prescritos por el
Reglamento. Todos los requisitos se aclararon y modernizaron. Los requisitos para el grado
moderado de disipación de energía, difieren de los contenidos en ACI 318, tal como ocurría en
el Decreto 1400/84.
Se incluyen dos Capítulos totalmente nuevos, el C.22 de concreto simple y el C.23 de anclaje al
concreto. Además aparecen cuatro Apéndices nuevos: el C-A para el diseño a flexión por el
método de esfuerzos admisibles, el C-B con un procedimiento alterno de diseño a flexión y
flexo-compresión donde el control no se lleva por consideraciones de cuantías balanceadas,
sino por medio de la deformación unitaria en el acero de refuerzo, el C-C con los valores de los
coeficientes de reducción de resistencia φ, para ser empleados en estructuras mixtas, y por
último el C-D con las conversión de ecuaciones no homogéneas entre el sistema de unidades SI
y el métrico tradicional mks.
xxxi
Prefacio
Este título se remozó en su totalidad con base en la experiencia que se ha tenido a nivel
nacional con un sistema estructural que era relativamente novedoso en 1984. Se incorporaron
los resultados de amplias investigaciones experimentales nacionales en mampostería
confinada. Se incluyó un sistema de mampostería de cavidad reforzada (Capítulo D.6), utilizado
con muy buena experiencia en otras regiones sísmicas del mundo. Los requisitos de
procedimientos constructivos y de control de calidad se ampliaron y actualizaron.
Los requisitos de diseño se plantean por el método del estado límite de resistencia [Ref. 33 y
47], aunque se permite el diseño por el método de los esfuerzos admisibles, que se incluye en
el Apéndice D-1.
La parte de materiales para mampostería se homologó con las nuevas normas NTC para
unidades de mampostería expedidas por el ICONTEC. Los procedimientos de definición de la
resistencia de la mampostería durante la etapa de diseño se aclararon, al igual que su
verificación posterior en obra (Capítulo D.3). Además se empleó toda la información
experimental nacional sobre resistencias de muretes, provenientes de los resultados de la
supervisión técnica de estructuras de mampostería, que se ha efectuado desde 1984.
Los requisitos de análisis y diseño, siguen apropiadamente los del Código UBC-97 [Ref. 47] y de
la norma ACI 530 [Ref. 54], en lo que respecta a mampostería construida con unidades de
perforación vertical. Los procedimientos de diseño se dividen en efectos en la dirección
perpendicular al plano del muro, y en efectos en la dirección paralela al plano del muro.
Se mantienen las mismas limitaciones que contenía el Decreto 1400/84 para la mampostería no
reforzada, restringiéndola a los lugares dentro de las zonas de amenaza sísmica baja donde Aa
es menor o igual a 0.05.
Los procedimientos de diseño para mampostería confinada (Capítulo D.10) son totalmente
nuevos y se basan en la investigación realizada en la Universidad de los Andes, auspiciada por
varias instituciones, dentro de las cuales se cuentan la OEA, Colciencias, el antiguo Ministerio
de Obras Públicas, y la Dirección Nacional para la Prevención y Atención de Desastres, a través
del Fondo Nacional de Calamidades. [Ref. 5 y 69].
Se incluye un Apéndice D-A con las conversión de ecuaciones no homogéneas entre el sistema
de unidades SI y el métrico tradicional mks.
Este es un Título único a nivel mundial [Ref. 5], pues corresponde a unos requisitos empíricos
que permiten construir casas de uno y hasta dos pisos, sin la necesidad del concurso de un
ingeniero estructural. Los requisitos se aclararon y se incorporó la experiencia que se ha tenido
en su aplicación en los trece años de vigencia del Decreto 1400/84. Los requisitos se hicieron
totalmente compatibles con los del Capítulo D.10 de mampostería confinada.
xxxii
Prefacio
El nuevo Capítulo F.6 cubre los requisitos para el diseño y construcción de estructuras
conformadas por elementos de acero formados en frío, lo que se conoce también como lámina
delgada de acero. Este sistema estructural se utiliza en todo el país y no estaba cubierto por el
Decreto 1400/84. Los requisitos están basados en las [Ref. 16 y 17] del Instituto Americano del
Hierro y el Acero – AISI.
El Capítulo F.7 y sus Apéndices cubre el diseño de estructuras de aluminio. Los requisitos allí
presentados están basado en la norma inglesa BS 8118 [Ref. 26]. Este tema es totalmente nuevo
en el Reglamento.
Desafortunadamente solo fue posible presentar los requisitos de los Capítulos F.1 a F.3 en el
sistema de unidades SI. Los Capítulos F.4 a F.7 permanecen en el sistema de unidades mks.
Este aspecto será subsanado en una próxima actualización del Reglamento.
Este Título, totalmente nuevo, fue redactado por un Subcomité que estuvo dirigido por la
Sociedad Colombiana de Arquitectos. En el se dan los requisitos para el diseño y la
construcción de estructuras de madera.
La Junta del Acuerdo de Cartagena del Pacto Andino, trabajó en el desarrollo de una base
tecnológica adecuada que permita la explotación y utilización de los productos de los bosques
tropicales andinos. Como resultado de este esfuerzo se publicó el "Manual de Diseño para
Maderas del Grupo Andino" [Ref. 60]. Los requisitos que se presentan en el Título G están
basados en este documento.
xxxiii
Prefacio
Este Título también es totalmente nuevo. Allí se dan los lineamientos a seguir en la exploración
del subsuelo y en la elaboración de las recomendaciones de diseño de las fundaciones y obras
de contención. Los requisitos dados allí corresponden al primer intento de dar una normativa al
respecto en el medio nacional, exceptuando algunos tímidos intentos realizados por la
Sociedad Colombiana de Ingenieros, hace ya algún tiempo.
Este nuevo Título generó una amplia discusión a nivel nacional durante las votaciones, la cual
enriqueció el documento. El Título I contiene requisitos para determinar el alcance mínimo de
la supervisión técnica y la idoneidad requerida de los profesionales que la lleven a cabo. El
documento definitivo contiene un Apéndice, no obligatorio, donde se dan recomendaciones
para desempeñar la supervisión. No sobra advertir que la obligatoriedad de la supervisión
técnica existió por trece años en el Decreto 1400/84 y que simplemente se ha trasladado el
requisito al NSR-98. Se aclaró su alcance y se definieron de una mejor manera las funciones del
supervisor. El área mínima de las edificaciones en las cuales obligatoriamente debe llevarse a
cabo una supervisión técnica, fue variado de los 2000 m2 exigidos por el Decreto 1400/84 a
3000 m2 de área construida por la Ley 400 de 1997.
Contiene otros requisitos, de carácter técnico, adicionales a los contenidos en los Títulos A a J,
necesarios para cumplir el propósito de protección a la vida en edificaciones cubiertas por el
alcance de las Normas Sismo Resistentes. Contiene, entre otros, una clasificación de las
edificaciones en función del tipo de ocupación, requisitos especiales para escaleras y medios de
evacuación localizados en zonas comunes de la edificación, requisitos especiales para teatros,
auditorios y estadios, requisitos para vidrios, entre otros. Los requisitos dados en este Título se
derivan parcialmente del estudio de la [Ref. 68].
La realidad de la situación
Con base en lo expuesto anteriormente es posible hacer una semblanza acerca de la situación
actual de seguridad sísmica en las edificaciones colombianas y con base en ella proponer una
estrategia que permita mejorar aquellos aspectos que lo requieran. La situación actual la
podemos resumir de la siguiente manera:
xxxiv
Prefacio
sismo. Los siguientes sismos colombianos recientes han afectado principalmente los
elementos no estructurales y acabados dentro de las edificaciones de las ciudades donde se
sintieron con alguna intensidad.
Año Mes Día Localización Magnitud Prof. (km) Muertos
1992 Oct 18 Murindó, o del Atrato medio Ms = 7.2 15 30
1994 Jun 6 Páez, límite Cauca Huila Ms = 6.4 < 20 500-1000
1995 Ene 19 Tauramena, Casanare mb = 6.5 15 10
1995 Feb 8 Calima, Valle mb = 6.4 90 5
4. Existe un peligro grave para la vida humana a raíz del desprendimiento de elementos de
fachada, los cuales al caer pueden afectar a los transeúntes. Este punto fue resaltado por
los últimos sismos que han afectado el territorio nacional.
5. Los sistemas estructurales puntuales aporticados han sido substituidos, a nivel mundial,
por sistemas más rígidos lateralmente, construidos con base en muros estructurales. En el
país no hay consciencia acerca de la excesiva flexibilidad de los sistemas actualmente
utilizados. Hay necesidad de estudiar nuevas alternativas estructurales en el país, que
tiendan a resolver el problema .
Lo anterior indica que la estrategia a seguir en la reducción del daño a los elementos no
estructurales consiste en atacar dos frentes simultáneamente: un cambio en la práctica de
construcción de elementos tales como muros divisorios y fachadas, y una reducción en la
flexibilidad de las estructuras ante efectos horizontales, dándole mayor rigidez a la estructura.
A continuación se indica en que consisten estos cambios de filosofía constructiva
xxxv
Prefacio
estructura. Hay numerosos casos en los cuales la respuesta de los elementos no estructurales
conducen a situaciones de peligro para las vidas humanas, sin que estén directamente
relacionados con su influencia en la estructura. Un caso particularmente peligroso es el
desprendimiento de elementos de fachada durante un sismo, lo cual pone en grave peligro a los
transeúntes al nivel de la calzada.
El enfoque mundial con respecto a este tipo de problema [Ref. 38] está fundamentado en dos
aspectos que deben tomarse en cuenta en el diseño de la edificación, y en este caso la palabra
diseño hace referencia al diseño global y no solamente al diseño estructural:
(a) Separarlos de la estructura - En este tipo de diseño los elementos no estructurales se aíslan
lateralmente de la estructura dejando una separación suficiente para que la estructura al
deformarse como consecuencia del sismo no los toque. Los elementos no estructurales se
apoyan en su parte inferior sobre la estructura, por lo tanto deben ser capaces de resistir
por si mismos las fuerzas inerciales que les impone el sismo y sus anclajes a la estructura
deben ser capaces de resistir y transferir a la estructura estas fuerzas inducidas por el
sismo.
(b) Disponer elementos que admitan las deformaciones de la estructura - En este tipo de diseño
se disponen elementos no estructurales que tocan la estructura y que por lo tanto deben
ser lo suficientemente flexibles para poder resistir las deformaciones que la estructura les
impone sin sufrir daño mayor que el que admite el grado de desempeño prefijado para los
elementos no estructurales de la edificación. En este tipo de diseño debe haber una
coordinación con el ingeniero estructural, con el fin de que éste tome en cuenta el potencial
efecto nocivo sobre la estructura que pueda tener la interacción entre elementos
estructurales y no estructurales.
La bondad de estas prácticas se hace cada día más evidente y es notorio que, en aquellos
lugares donde no se toman en cuenta estas precauciones, se presentan más víctimas y mayor
número de daños comparativamente con los lugares donde se toman las precauciones
mencionadas.
En el caso colombiano el Decreto 1400/84 hacía referencia de una manera muy tangencial al
problema y no contenía ningún tipo de requisitos, fuera de un simple llamado de atención
sobre el tema. La razón de esto estriba en la manera como se manejan las decisiones respecto a
los elementos no estructurales dentro de la industria nacional de la construcción. En general el
ingeniero estructural solo indica en sus planos aquellos elementos que cumplen funciones
estructurales. Los planos arquitectónicos indican los elementos no estructurales, pero nunca
presentan la disposición, tamaño y características de los amarres o anclajes necesarios. Lo
mismo es cierto respecto a los diseños de las instalaciones interiores.
Por otro lado hay una gran anarquía entre lo que se indica en los planos arquitectónicos y lo
que efectivamente queda en la construcción. En muchos casos los planos son un simple reflejo
de los que se ha pensado realizar, pero el constructor tiene una amplia capacidad de variar los
diseños sin que se consulte al ingeniero estructural sobre las implicaciones que esto puede
traer. La única voz de alerta es dada por el constructor al calculista, cuando a juicio del
primero se aumentan en alguna medida las cargas verticales de la edificación.
En general los calculistas no incluyen, en sus planos, detalles acerca de los elementos no
estructurales y solo lo hacen cuando el cliente así lo solicita, pues no están interesados en
asumir una responsabilidad sobre algo que no está dentro del alcance usual de sus diseños. Lo
grave de esta situación es que dentro del Decreto 1400/84 no existían disposiciones que
indicaran la forma como deben calcularse las solicitaciones que se esperan sobre estos
elementos debidas a los movimientos sísmicos.
xxxvi
Prefacio
• Dejar claramente indicado (Sección A.9.3) que el responsable de los diseños es quien los
incluye los elementos no estructurales en sus planos. Esto implica que los elementos
arquitectónicos son responsabilidad del arquitecto, a menos que otro profesional los
incluya en los suyos, y el arquitecto deje de hacerlo.
Es indudable que un cambio en las prácticas constructivas de acabados debe llevarse a cabo de
una manera coordinada entre diseñadores, constructores y la industria de materiales.
La rigidez de una estructura ante efectos horizontales, como los que produce un sismo
primordialmente, se controla por medio del estudio de la deriva (véase la Figura 5), la cual mide
que tan flexible es la edificación. Es indudable que uno de los aspectos que más trató de
subsanar el Decreto 1400/84 fue la excesiva flexibilidad ante fuerzas horizontales de las
estructuras colombianas. La evidencia de los daños producidos por los sismos ocurridos a
finales de 1979 y el sismo de Popayán de 1983, indicaban que uno de los aspectos más
apremiantes dentro de lo que debía regular y subsanar el Decreto 1400/84, era precisamente
esto. Indudablemente el Decreto 1400/84 produjo un cambio radical en la mentalidad de los
ingenieros estructurales colombianos acerca de la importancia de producir estructuras rígidas
que limitaran sus deformaciones horizontales al verse sometidas a los efectos de un sismo, y
podría afirmarse que la conciencia acerca del problema de la deriva está en la mente de todos
los ingenieros estructurales nacionales. Con la excepción de las zonas de amenaza sísmica baja
del Decreto 1400/84, puede decirse que en la gran mayoría de los diseños estructurales de
edificios que se están llevando a cabo en la actualidad en el país, el parámetro que regula el
dimensionamiento de los elementos del sistema de resistencia sísmica de la edificación es el
control de la deriva.
La experiencia de los sismos ocurridos con posterioridad a la adopción del Decreto 1400/84
demostró que los límites de deriva que contenía el Decreto 1400/84 debían hacerse más
estrictos, por esta razón en el NSR-98, el límite de la deriva que puede tener la estructura, en
cualquier piso, al ser analizada por el diseñador ante las fuerzas sísmicas de diseño, no puede
exceder el 1% de la altura del entrepiso. Esto quiere decir que en un edificio normal con alturas
de entrepiso de 3 metros de fino a fino, la deriva máxima aceptable es de 3 centímetros. Para
edificios de mampostería estructural el límite en el NSR-98 es de 0.5% de la altura. Por lo tanto
en este caso la deriva máxima aceptable para entrepisos de 3 metros de altura sería de 1.5
centímetros.
Aunque este cambio no impide de una manera total que se presente daño a los elementos no
estructurales, por lo menos va a reducir enormemente los daños que se presentan en estos
elementos, especialmente ante sismos frecuentes de intensidad menor que el de diseño.
xxxvii
Prefacio
Una de las maneras mas eficientes de lograr un control de deriva adecuado es el uso de muros
estructurales [Ref. 45, 46 y 67]. Al respecto la práctica mundial de diseño de edificios en zonas
sísmicamente activas ha gravitado hacia esta solución. Puede decirse que con contadas
excepciones los edificios de concreto reforzado que se diseñan hoy en día en las zonas más
sísmicas del mundo tienen muros estructurales como parte de su sistema de resistencia
sísmica.
Esta alternativa se ha empleado en Colombia, aunque no de una manera intensiva. Solo a raíz
de la introducción de la mampostería estructural durante la década de 1970 se empezaron a
considerar los muros estructurales como una solución viable. Uno de los aspectos que más ha
limitado su implantación ha sido la existencia de parqueaderos en los pisos inferiores y otros
aspectos de índole arquitectónica. La solución a estos problemas radica en una mayor
interacción entre el equipo conformado por el arquitecto y el ingeniero estructural. Este mismo
tipo de problemas ocurrió con la aparición de la mampostería estructural a mediados de la
década de 1970. En ese entonces se tardó algún tiempo en desarrollar soluciones
arquitectónicas viables, pero se logró llegar ellas, con soluciones que atendían los aspectos
funcionales, estéticos y económicos.
El día 8 de Enero de 1999 se expidió por parte del Gobierno Nacional el Decreto 34 de 1999,
por medio del cual se realizan algunos ajustes al Reglamento NSR-98. Fuera de corregir errores
menores de mecanografía en el texto y en algunas ecuaciones. Además, se introdujeron
modificaciones en algunos requisitos, las cuales fueron sugeridas por usuarios del Reglamento
y aprobadas por la Comisión Asesora Permanente del Régimen de Construcciones Sismo
Resistentes; la cual, a su vez, solicitó al Presidente de la República la expedición del Decreto 34
de 1999, dentro de las facultades que al respecto le otorga la Ley 400 de 1997.
Al final de la presente edición del Reglamento NSR-98, se presenta el texto completo del
Decreto 34 de 1999.
• Aclaración sobre el uso del sistema de unidades SI en los capítulos del Título F que no se
expidieron en ese sistema de unidades en el Decreto 33 de 1998.
• Explicación sobre el empleo del coeficiente de disipación de energía R en el caso de
espectros que disminuyan su valor en la zona de períodos cortos.
• Modificación del valor de R en muros de concreto estructural con capacidad de disipación
de energía moderada (DMO), dentro del sistema estructural de muros de carga.
• Aclaración en la descripción de las irregularidades tipo 4A y 4P.
• Se indica que en las edificaciones pertenecientes a los grupos de uso II, III y IV, no hay
necesidad de incluir el coeficiente de importancia en el cálculo de los desplazamientos que
se emplean para determinar las derivas.
• Se permiten derivas mayores en los sistemas de mampostería estructural cuando el modo
prevaleciente de falla de los muros ante solicitaciones sísmicas sea de flexión. Se realizaron
ajustes equivalente en las derivas correspondientes al umbral de daño.
xxxviii
Prefacio
• Se aclararon las tablas que definen los coeficientes de disipación de energía Rp, de
elementos no estructurales.
• Se realizaron ajustes en la formulación del espectro del umbral de daño.
• Se aclaró que no hay necesidad de verificar los esfuerzos, por el método de los esfuerzos
admisibles, en los elementos estructurales y no estructurales, para las solicitaciones
correspondientes al umbral de daño.
• Se modificó el recubrimiento mínimo para los estribos de elementos de concreto estructural
vaciados en sitio, haciéndolos más compatibles con los prescritos en el Decreto 1400/84.
• Se ajustaron los valores del módulo de elasticidad en la mampostería, de acuerdo con
investigaciones que no alcanzaron a ser empleadas en la redacción del Decreto 33 de 1998.
• En el Título E se aclaró la longitud mínima de muros confinadas para casas de uno y dos
pisos con cubiertas livianas.
• Se introdujeron modificaciones en el número mínimo de sondeos y su profundidad en los
estudios geotécnicos.
• Algunas modificaciones menores en los requisitos contra el fuego.
Cuando aparezca una doble raya sin texto, indica que se suprimió texto en ese lugar, así:
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xli
Prefacio
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xlii
Prefacio
xliii
Prefacio – Apéndice I
PREFACIO
APENDICE I
NSR-98
PROCEDIMIENTO DE DISEÑO
(Sección A.1.3)
xliii
Prefacio – Apéndice I
INTERMEDIA
4
BAJA 3
8
5
ALTA 4
9 6 7 6 4
INTERMEDIA 5
ALTA 6 5
7
A 2 1
I
D
E 5
M 7
R 6 3 3
E
T
N
ALTA I
BAJA 9 8
7
2
xliv
Prefacio – Apéndice I
SUPERFICIE
PERFIL COEFICIENTE
DE SUELO DE SITIO S
Período de vibración en segundos T
ROCA
(b) una familia de acelerogramas
At
xlv
Prefacio – Apéndice I
MUROS DE
CARGA
COMBINADO
PORTICO
DUAL
xlvi
Prefacio – Apéndice I
CONCRETO ESTRUCTURAL
MAMPOSTERIA ESTRUCTURAL
ESTRUCTURAS METALICAS
MADERA
xlvii
Prefacio – Apéndice I
Fuerza
Deflexión
Fuerza
Deflexión
xlviii
Prefacio – Apéndice I
IRREGULARIDAD EN PLANTA
GRADO DE
IRREGULARIDAD
EN PLANTA
φp
Torsional Salientes Diafragma Desplazamiento Ejes no
excesivos discontinuo plano del pórtico paralelos
IRREGULARIDAD EN ALZADO
φa
GRADO DE
IRREGULARIDAD
EN ALZADO
PROCEDIMIENTO DE ANALISIS
SUPERFICIE
METODO DE LA FUERZA HORIZONTAL EQUIVALENTE
PERFIL
TIPO DE
PERFIL
S METODO DEL ANALISIS DINAMICO ELASTICO
DE SUELO
DE SUELO
GRUPOS DE USO
I II III IV GRUPO
DE USO I
De acuerdo con la importancia para la
recuperación con posterioridad al sismo
ALTA
NIVEL DE AMENAZA SISMICA INTERMEDIA
BAJA
(del Paso 1)
Figura 9 - Procedimiento para definir el grado de irregularidad de la estructura y el método de análisis sísmico
l
Prefacio – Apéndice I
MASA EDIFICACION
MASA
DISTRIBUCION DE LAS FUERZAS
PERIODO DE
VIBRACION T SISMICAS EN LA ALTURA
RIGIDEZ
Sa
ACELERACION
ESPECTRAL Sa
Vs
T
Figura 10 - Procedimiento para obtener las fuerzas sísmicas de diseño
DESPLAZAMIENTOS DE LA ESTRUCTURA
torsión accidental
fuerzas axiales
F ix momentos flectores
torsión
δ5 ∆5
F5 Definición de la deriva
h p5
F4 ∆4 ∆ i = δ i − δ i-1
h p4 ∆3
F3
La deriva debe incluir
h p3 ∆2
F2 los efectos torsionales
de toda la estructura
h p2 ∆1
F1 y el efecto P-Delta
h p1
liii
Prefacio – Apéndice I
MUROS DE CARGA
COMBINADO
PORTICO
DUAL
R0
GRADO DE CAPACIDAD DE DISIPACION
DE ENERGIA DEL MATERIAL ESTRUCTURAL
÷R × (Coeficiente
de carga )
= fuerzas mayoradas
debidas al sismo
COMBINADAS
SEGUN EL
FUERZAS INTERNAS
DEBIDAS A CARGAS
+ TITULO B
DEL
fuerzas mayoradas
× (Coeficientes
debidas a:
de carga )
= carga muerta
carga viva
otras solicitaciones
=
fuerzas mayoradas
de diseño
DISEÑO DE LOS ELEMENTOS ESTRUCTURALES
UTILIZANDO LOS REQUISITOS DEL MATERIAL
ESTRUCTURAL PARA EL GRADO DE CAPACIDAD
DE DISIPACION DE ENERGIA EN EL RANGO
INELASTICO APROPIADO: DES, DMO, o DMI
lv
Prefacio – Apéndice I
Paso 10 - Cimentación
F5
F4
F5
F3
F4 estructura
F2
F3
F1
F2
F1
cimentación
suelo
Figura 15 - Procedimiento de obtención de las fuerzas en la cimentación y los esfuerzos sobre el suelo
lvi
Prefacio – Apéndice I
Fp
DEFINICION DEL GRADO DE DESEMPEÑO MINIMO FUERZAS SISMICAS DE DISEÑO PARA:
ACABADOS Y ELEMENTOS
GRUPO DE USO GRADO DE DESEMPEÑO MINIMO
ARQUITECTONICOS
IV SUPERIOR
III BUENO
lvii
Prefacio – Apéndice I
lviii
PARTICIPANTES
Los aspectos técnicos y científicos del Reglamento NSR-98 fueron dirigidos por la Asociación
Colombiana de Ingeniería Sísmica.
Expresidentes de la Asociación:
lix
Prefacio
Concejo Directivo
Roberto Caicedo D.
Carlos Eduardo Bernal L.
Luis Enrique García R. (Coordinador General)
Francisco Javier Pérez
Armando Ramírez V.
Daniel Rojas M. (Secretario del Comité)
Alberto Sarria M.
lx
Prefacio
lxi
Prefacio
Edición y Diagramación:
Leticia Reyes G.
Claudia Reyes G.
Proyectos y Diseños Ltda.
lxii
Prefacio
lxiii
Prefacio
Congreso de la República
Fabio Giraldo
Juan Carlos Posada
Patricia Torres
Karin I. Kuhfeldt S.
Adolfo Alarcón
Omar D. Cardona
Gregorio Marulanda
Anuar Yaver
Diego Zubieta
Consuelo Barrera
Pedro Pablo Herrera
Enrique Plata
Nicolás Yepes
lxiv
Prefacio
A la Comisión Asesora Permanente del Régimen de Construcciones Sismo Resistentes, creada por
medio de la Ley 400 de 1997 y adscrita al Ministerio de Desarrollo Económico, asisten los siguientes
delegados y representantes:
Preside:
Dra. Martha Abondano Capella
Viceministra de Desarrollo Urbano
Enero de 1999
lxv
Prefacio
lxvi