El Royalty Minero en Chile
El Royalty Minero en Chile
El Royalty Minero en Chile
El Royalty Minero
En Chile
Derecho Tributario
Pontificia Universidad Católica de Chile
INDICE
CONTENIDOS PAGINA
1- Resumen Ejecutivo 2
2- Introducción 3
3- Concesiones Mineras En Chile 5
4- Sistema Tributario En La Minería 8
a.-La Minería Privada 8
b.-La Minería Estatal 8
c.-Relación Entre El Concepto De Renta Y La Minería Del Cobre En Chile 9
d.-La renta en el caso de los minerales de cobre chilenos 10
5- Definición de royalty y su clasificación 14
6- Antecedentes Históricos Del Royalty 17
7- Argumentos A Favor Del Royalty 20
8- Argumentos En Contra Del Royalty 23
9- Tributación de las empresas mineras en Chile 24
a.- Fundamentos de la propiedad y dominio de los recursos minerales 28
10- El Royalty a la minería en la legislación de otros países 29
a.- Políticas de royalties e impuestos específicos a la renta de los
recursos naturales en diversos países 31
11- Comparación de tasas impositivas de distintos países de la región 35
12- Impactos de un Royalty en Chile 37
13- El Royalty en otros países de la región 39
a.- Argentina 39
b.- Bolivia 40
c.- Brasil 41
d.- Colombia 42
e.- Venezuela 43
14- Conclusiones 44
15- Bibliografía 47
16- Anexo 1 49
RESUMEN
El presente trabajo pretende ser un análisis acotado acerca de las razones y argumentos
manejados por diferentes grupos de opinión en torno a la idea de legislar en Chile acerca de un
llamado ROYALTY a la industria minera.
Se entrega de modo complementario un conjunto de posibles escenarios una vez que esta
iniciativa, de ser aprobada, comience a operar, se entregan de modo comparativo un conjunto
de antecedentes respecto a conceptos de royalty similares aplicados en otros países. Y se
concluye el trabajo con ideas de discusión reciente, conclusiones de trabajo, la bibliografía
citada y otras fuentes consultadas. En anexos 1 y 2 se entregan además los antecedentes
considerados en la promulgación de la ley de royalty y el decreto ley 600 respectivamente
INTRODUCCIÓN
En 1974 se dictó el D. L. 600, sobre Estatuto de la Inversión Extranjera, que otorgó plenas
garantías de respeto de sus derechos a los inversionistas extranjeros y consagró una política de
igualdad de trato -esto es, no habría tratamientos especiales- además de asegurarles no
discriminación frente a los inversionistas nacionales.
En el último tiempo diversos estamentos de nuestra sociedad se han preguntado si estas leyes
establecidas y literalmente dictadas hace casi 30 años atrás en un escenario político, legislativo,
comercial, productivo, exportador, tecnológico y medioambientalmente distinto al que nos toca
vivir hoy en día, son las que deben aún seguir regulando la relación entre el estado chileno y las
empresas mineras que deseen explotar recursos naturales no renovables
Otros grupos de opinión e interés han apreciado esta situación como si el sector minero se viere
amenazado de distintas formas, y esgrimen entre otros conceptos que esta iniciativa es un
"cambio en las reglas del juego", que esto es producto de una serie de mitos, referidos entre
otros, por ejemplo, a que las empresas mineras no pagan los impuestos que debieran, etc.
En esta perspectiva, este trabajo intenta establecer los elementos generales sobre los cuales se
basa esta iniciativa, sus conceptos históricos, definiciones, un pequeño análisis de lo que ocurre
en otros países, sus argumentos a favor, y los que establecen sus detractores. Finalmente se
discuten algunos argumentos esgrimidos por distintos grupos de interés, se entregan las
conclusiones generales y se cita la bibliografía consultada.
La legislación minera de nuestro país establece el dominio eminente del Estado sobre las
minas. No obstante, señala que sobre los yacimientos cuyos minerales son susceptibles de
concesión, el Estado debe otorgar dichas concesiones ya sea para explorar o explotar las
minas.
Derecho Tributario P.U.C.
Osvaldo Castillo U. Julio / Octubre de 2004
[email protected]
4/58
Trabajo dirigido: El Royalty Minero En Chile
Para ello, la legislación reconoce que la propiedad de las minas está separada de la propiedad
del terreno donde se encuentran, situación que permitiría incentivar la exploración.
Estas concesiones son otorgadas por el Poder Judicial. Adicionalmente, el marco legal
contempla un régimen de amparo consistente en el pago de una patente que asegure la
explotación de dicha mina, la que además ofrece garantías al inversionista. Si no se cumple con
este régimen de amparo, éstas salen a remate.
Por otra parte, el Estado se reserva para sí la explotación de sustancias que no son
susceptibles de concesión minera, como: hidrocarburos líquidos o gaseosos; litio y yacimientos
de cualquier especie existentes en aguas marinas sometidas a la jurisdicción nacional, excepto
las sustancias fósiles que tengan acceso por túneles desde la tierra.
La discusión acerca del royalty al cobre genera distintas sensibilidades, a favor y en contra de
este derecho, básicamente por considerarlo, algunos, como un tributo más y marcadamente
discriminatorio, según ellos, hacia el sector industrial minero. Quienes ven este derecho como
una alternativa viable en el congreso, para su legislación al interior del seno democrático del
país, lo ven como un mínimo cobro que debiera redituar al estado por el uso de la materia prima
fundamental en el proceso de obtención de cobre metálico, como es sus minerales naturales,
recursos de carácter finito y no renovable.
La legislación minera de nuestro país establece el dominio eminente del Estado sobre las
minas. No obstante, señala que sobre los yacimientos cuyos minerales son susceptibles de
concesión, el Estado debe otorgar dichas concesiones ya sea para explorar o explotar las
minas, sin que pueda impedirlo si el interesado cumple los requisitos legales del caso. En
consecuencia, sobre estas minas el Estado posee un dominio restringido, el cual no puede
calificarse de patrimonial.
Las concesiones de exploración se otorgan por un plazo de dos años, renovables por otros dos,
en tanto que las de explotación son de tiempo indefinido. Para ello, la legislación reconoce que
la propiedad de las minas está separada de la propiedad del terreno donde se encuentran,
situación que permite incentivar la exploración.
Estas concesiones son otorgadas por el Poder Judicial, no por la autoridad administrativa, lo
que disminuye el margen de discrecionalidad burocrática en su otorgamiento. Adicionalmente,
el marco legal contempla un régimen de amparo claro, consistente en el pago de una patente
que asegure la explotación de dicha mina, la que además ofrece garantías al inversionista. Si
no se cumple con este régimen de amparo, éstas salen a remate.
Por otra parte, el Estado se reserva para sí la explotación de sustancias que no son
susceptibles de concesión minera, como: hidrocarburos líquidos o gaseosos; litio y yacimientos
de cualquier especie existentes en aguas marinas sometidas a la jurisdicción nacional, excepto
las sustancias fósiles que tengan acceso por túneles desde la tierra.
De acuerdo al mismo informe el dominio del Estado sobre la riqueza minera concesible es un
dominio especial, cuya principal característica es que sólo permite al Estado establecer las
reglas jurídicas aplicables para que los particulares puedan adquirir un título que les permita
acceder al aprovechamiento de tal riqueza –la concesión minera judicial- estableciendo los
derechos y obligaciones de los concesionarios y las causales de extinción de tales concesiones,
extinción que por expreso mandato constitucional debe ser siempre declarada judicialmente.
Al contrario, según el Informe en Derecho del Abogado Alfonso Laso Barros, el Estado si es
dueño pleno de los recursos mineros concesibles y que en tal virtud puede imponer a los
concesionarios cargas o gravámenes para su explotación.
Esta opinión, compartida por otros constitucionalistas, señala que el Estado detenta el Dominio
Patrimonial sobre las minas, con todos los derechos propios del dueño, y que está facultado
para desprenderse de algunos atributos de este dominio, como el de disfrutar de sus productos,
mediante la constitución de un derecho real de concesión, que entrega a los particulares la
facultad de apropiabilidad de los minerales que extraiga en la forma y con las obligaciones que
establezca la ley.
Del mismo modo, este informe señala que, “la carta fundamental otorga dos espacios para la
aplicación de un royalty por la explotación de recursos de la minería, siendo el primero de ellos
el de establecerlo como una nueva obligación del concesionario de pagar un precio al Estado
por la adquisición de un factor productivo que es de su propiedad y, el segundo como un tributo
dentro de la soberanía tributaria del Estado.”
El abogado Laso, fundamenta esta opinión señalando que: “…es necesario analizar
detenidamente, tanto el texto como la génesis del Inciso 4º, del Nº 20 del artículo 19 de la
Constitución. Dicha norma expresa:
“Sin embargo, la ley podrá autorizar que determinados tributos puedan estar afectados a fines
propios de la defensa nacional. Asimismo podrá autorizar que los que gravan actividades o
bienes que tengan una clara identificación regional o local puedan ser aplicados, dentro de los
marcos que la misma ley señale, por las autoridades regionales o comunales para el
financiamiento de obras de desarrollo.”
El origen de esta disposición, señala el abogado Laso, se encuentra en una indicación que se
presentara, con motivo de la reforma constitucional del año 1991, que se materializó en la ley
Nº 19.097, y que en parte de su fundamentación señalaba: “esta indicación innova respecto de
Derecho Tributario P.U.C.
Osvaldo Castillo U. Julio / Octubre de 2004
[email protected]
7/58
Trabajo dirigido: El Royalty Minero En Chile
la proposición del Ejecutivo en cuanto incorpora como tributo de afectación para obras de
desarrollo regional, una parte de los que se obtengan de actividades vinculadas a la explotación
de recursos no renovables situados en la región, y tiene su fundamentación en la necesidad de
compensar el empobrecimiento que experimentan las regiones con motivo de las actividades
extractivas (minería, carbón, petróleo y otras), que las desposeen de estos recursos naturales.”
El informe referido continúa señalando que, “De esta forma, el propio constituyente autorizó y
justificó plenamente la aplicación de un tributo que gravare la explotación (“bienes”) de los
recursos naturales no renovables de la minería, con el propósito de compensar a las regiones
que son desposeídas de ellos. Constitucionalmente, el royalty, considerado como un tributo,
tiene un nítido espacio, tanto en el texto como la historia del establecimiento fidedigno de la
Constitución Política.”
“1.- El Estado de Chile ejerce el Dominio patrimonial de todas las minas situadas en el territorio
nacional, en los términos establecidos en el artículo 19, Nº 20, inciso 6º y siguientes, dichas
normas le definen como dueño absoluto, exclusivo, inalienable, e imprescriptible de ellas.
La tesis que sustenta la teoría contraria, esto es que su dominio es sólo Eminente o Alto
Dominio y que permite al descubridor de ellas a hacerse dueños de los yacimientos, fue
desechada por la Junta de Gobierno Militar al sancionar la Constitución del 80, la cual no innovó
respecto de la caracterización de la propiedad estatal de las minas. Al respecto resulta
ilustrativo ver el Requerimiento al Tribunal Constitucional que hiciera la Junta de Gobierno, en
1981 y que se encuentra contenido en Rol N° 5, de 1981 de ese tribunal, sobre alcances de la
L.O.C. sobre Concesiones Mineras.
2.- El cambio del sistema de otorgamiento de la concesión, desde una autoridad gubernamental
hacia el Poder Judicial, no alteró en absoluto el dominio patrimonial del Estado, por cuanto
sigue siendo éste quien otorga la concesión por intermedio de uno de sus poderes. Sólo se
buscó certeza jurídica y eliminar arbitrariedades en el otorgamiento.
3.- Cualquiera que sea la tesis a la cual se adscriba, el Estado puede agregar nuevas
obligaciones al concesionario minero, como la de pagar una compensación por la explotación
de los recursos, toda vez que esa posibilidad se enmarca en la soberanía legislativa. Basta con
dar cumplimiento al Nº 26 del artículo 19, en el sentido de no afectar el ejercicio de los derechos
del concesionario hasta el punto de hacerlos ineficaces.
LA MINERÍA PRIVADA
Uno de los argumentos que se dan para incorporar un impuesto a la producción o a las
utilidades es que la minería no paga impuestos, violando sistemáticamente la legislación
tributaria, trasladando sus utilidades al extranjero y declarando pérdidas en el país.
Al respecto, el sistema tributario rige para todas las actividades productivas, Incluida la minería,
sin discriminar por tipo de actividad. Al igual que cualquier actividad, la minería puede
someterse a un régimen de depreciación acelerada, que le permite depreciar su inversión en un
período de tiempo menor que el normal, lo que aumenta el monto de gastos que descuenta de
utilidades. Esto no lo hace sólo la industria minera, sino que todas las actividades industriales.
De hecho, nadie ha explicado en la discusión que se está llevando a cabo en el país, la razón
para que sólo se acuse a la minería de usar la depreciación acelerada y otros mecanismos para
la hipotética evasión de impuestos y ello no sea efectivo en otras áreas de la economía.
LA MINERÍA ESTATAL
Es así como, además de los impuestos de primera categoría a que están sujetas todas las
actividades productivas, estatales o privadas, CODELCO está obligado a aportar lo siguiente al
Estado:
Impuesto a las utilidades de un 40%, a lo que están afectas todas las empresas públicas. Ello
en virtud de que se debe considerar la rentabilidad de la reinversión de estos recursos versus la
rentabilidad social que ellos entregarían en programas de salud, educación, vivienda y otros.
La renta es un concepto económico clave, que todas las escuelas de pensamiento económico
tratan, con un apreciable grado de coincidencia. La renta es una sobre-ganancia, derivada de
limitaciones en la disponibilidad de un factor requerido para producir un bien o servicio, por
ejemplo, la tierra agrícola, los minerales en general, la superficie urbana, el agua agrícola e
industrial, las aguas aptas para la extracción o crianza de peces, etc.. Algunos factores que en
el largo plazo pueden reproducirse y por lo tanto dejar de ser escasos, en el corto y mediano
plazo pueden actuar también como limitantes generadores de renta, la que en este caso se
denomina cuasi-renta, como por ejemplo las grandes instalaciones industriales, las carreteras,
los tendidos eléctricos, los canales y obras de riego, etc.
Al incrementarse la demanda del bien o servicio que requiere de estos factores escasos, más
allá del punto en que la restricción del factor señalado se hace relevante, el precio del bien o
servicio referido tiende a subir por encima del punto de equilibrio de competencia, generando
una sobre-ganancia que excede, por este motivo, la rentabilidad normal de otros negocios.
Cualquier empresario que se interese en entrar en este mercado, atraído por esta sobre-
ganancia, estará dispuesto a pagar por la posibilidad de acceder al factor escaso, generando
así la renta o pago asociado al mismo.
Si el rendimiento del factor escaso es variable, se generarán además diferencias entre las
rentas de los factores de mejor calidad respecto de las que pueden percibir los de calidad
media o inferior. Los minerales de mejor ley y mejor ubicación tienen más renta que los de ley
inferior, los terrenos urbanos ubicados en los centros comerciales de las ciudades más que los
de extramuros, etc. Esta es la denominada renta diferencial o renta Ricardiana, por el
economista clásico David Ricardo, quién desarrolló este estudio en el siglo XIX.
Si un factor se agota con el paso del tiempo, como los minerales, dicha perspectiva de
agotamiento genera asimismo una renta. Aunque en el corto plazo el recurso no sea escaso, en
Derecho Tributario P.U.C.
Osvaldo Castillo U. Julio / Octubre de 2004
[email protected]
10/58
Trabajo dirigido: El Royalty Minero En Chile
algún momento va a llegar a serlo. Una explotación óptima de dicho recurso por parte de su
propietario debe tender a igualar las rentas a obtener en cada uno de los años de vida útil del
recurso, descontadas cada una a su valor presente. De ello se desprende que en el presente el
uso óptimo del recurso siempre será menor al que tendría si no existiese esta restricción. Por lo
tanto, el precio del bien que lo utiliza también será superior al de competencia dada la menor
producción relativa y se generará por ello una sobre-ganancia y por lo tanto una renta del
recurso también en el corto plazo. Esta es la denominada renta inter-temporal o renta de
Hotelling, por el autor que formalizó dicho análisis en los años 1930.
La renta de los factores escasos genera un sobreprecio en forma sostenida en los mercados
sujetos a esta restricción. Y ese sobreprecio alguien tiene que pagarlo y los recursos para ello
de alguna parte tienen que salir. Sin embargo, como el dinero no crece en los árboles, ni son
tampoco muy profundos los bolsillos de los consumidores, dichos recursos sólo pueden provenir
del valor generado en la producción, un año tras otro año. Y si se supone — supuesto bastante
heroico, por cierto - que el factor trabajo está remunerado de acuerdo a su valor, entonces la
renta sólo puede provenir de una rebaja en la tasa media de ganancia. Es decir, los recursos
requeridos para pagar el sobreprecio, que va a parar en forma de renta a los bolsillos de los
propietarios del factor escaso, en definitiva provienen en su mayor parte de los bolsillos de los
capitalistas, quiénes reciben por ello menos ganancias.
La situación de los mercados con renta de alguna manera se asemeja a los mercados donde un
productor monopólico también fija cuotas de producción menores a las de competencia,
generando así una sobre-ganancia. En el caso de los monopolios, sin embargo, la limitación de
la producción es una decisión del monopolista para maximizar sus ganancias y no está
impuesta por la restricción de un factor de producción. Puede ocurrir, sin embargo, que en un
mercado que sí tenga renta asociada, por la existencia de un factor escaso, un productor tenga
además poder monopólico, En este caso, la restricción de la producción será doble, por una
parte debida al factor escaso y por otra parte debida a la decisión racional del monopolio de
restringir la producción para maximizar su ganancia.
Aplicando los conceptos anteriores al caso del cobre chileno, podemos comprobar que se trata
en primer lugar de un producto que depende de un factor escaso, como son los yacimientos de
cobre. Por ese sólo hecho, entonces, se trata de un mercado que tiene asociada una renta. Es
decir, siempre habrá una producción de cobre óptima, menor que la que existiría si no existiese
la restricción de tener que encontrar y sacar el cobre de yacimientos determinados. La menor
producción origina un precio que será, en cualquier condición de mercado, superior al precio de
competencia sin restricción de factor escaso. Este sobreprecio genera una sobre-ganancia,
para capturar la cual los productores siempre estarán dispuestos a pagar un derecho de acceso
a los minerales, es decir, una renta por ellos. Esta renta será mayor o menor, pero siempre
superior a cero.
En el caso del cobre, además, la calidad del factor escaso, es decir los yacimientos,
evidentemente no es pareja. Hay yacimientos de mejor ley que otros, que con el mismo trabajo
producen más cobre fino. Hay asimismo yacimientos de mejor calidad, por ejemplo los óxidos
de cobre pueden explotarse simplemente extrayendo, chancando y directamente obteniendo el
cobre de alta pureza mediante electrolisis de los jugos que resultan de regar pilastras de
mineral chancado con ácido sulfúrico. Es el proceso que se conoce como lixiviación. Por el
Derecho Tributario P.U.C.
Osvaldo Castillo U. Julio / Octubre de 2004
[email protected]
11/58
Trabajo dirigido: El Royalty Minero En Chile
contrario, en los minerales que contienen sulfuros de cobre además de extraer y chancar el
mineral, se requiere molerlo finamente, extraer el concentrado por flotación, fundir los
concentrados y, finalmente, refinar mediante electrólisis los ánodos fundidos, para terminar en
los mismos cátodos de alta pureza que la lixiviación produce directamente. Indudablemente los
costos de producción son muy inferiores en el primer tipo de minerales, lo que generará para
ellos una renta mucho mayor que para los segundos. Hay minerales que están más cerca de la
superficie, otros a mayor profundidad bajo la tierra, algunos están más cerca de los puertos,
otros más lejos y con peores accesos, etc. etc. En resumen, es un mercado con una muy
apreciable renta diferencial.
Por lo tanto, el cobre chileno presenta renta de dos orígenes, por una parte derivada de tratarse
de un recurso escaso y, en segundo término, por presentar los yacimientos chilenos ventajas
respecto del promedio mundial. Pero se trata además de un recurso no renovable, que presenta
por ello renta inter-temporal.
Existe, sin embargo, un problema más complicado, en el caso de que la oferta del país en
cuestión afecte el precio mundial. Es así que cada aumento de producción, en este caso, si bien
beneficia al nuevo productor puesto que sus costos siempre van a estar por debajo del
promedio mundial dada la superior calidad de los yacimientos del país, perjudica a los ya
establecidos, puesto que les hace bajar el precio a todos. En el límite, si en una situación de
este tipo, el país en cuestión no pone restricciones a la entrada de nuevos productores, estos
van a seguir entrando hasta que la renta en definitiva desaparezca, con un perjuicio muy
considerable a los productores ya establecidos en al país.
Este último problema es el que más ha afectado a la minería chilena y es el que con mayor
urgencia hace necesario revisar la permisiva política actual, que el permitir el libre acceso de
nuevos productores está disipando la renta de los minerales chilenos a un ritmo acelerado, y
donde el mayor perjudicado resulta ser, además, el mayor de los productores ya establecidos,
que es CODELCO. Un segundo actor que es afectado cada vez más por la política actual es por
cierto Escondida, el segundo productor que opera en Chile, después de CODELCO y por ello no
es extraño que tomara la iniciativa en la reciente rebaja de producción anunciada.
De lo anterior puede concluirse que, desde el punto de vista teórico, el mercado chileno del
cobre presenta todas las condiciones de un mercado con renta, es decir, presenta el problema
económico de la renta desde todos los ángulos. Adicionalmente, presenta algún grado de poder
monopólico no despreciable.
Cuando los factores que originan la renta son de propiedad de particulares, como es el caso de
las tierras urbanas, generalmente, la renta aparece como el pago que reciben los terratenientes
o propietarios de estos recursos y corresponde a una transacción entre particulares.
En el caso especial de un país como Chile, en que las decisiones de producción del país
afectan el precio mundial, las restricciones o cobros de renta cumplen el papel adicional de
Derecho Tributario P.U.C.
Osvaldo Castillo U. Julio / Octubre de 2004
[email protected]
13/58
Trabajo dirigido: El Royalty Minero En Chile
evitar la entrada indiscriminada de nuevos productores hasta que se liquida la renta de los
anteriormente existentes.
Finalmente, como en cualquier otra rama de la economía, las empresas del cobre deben pagar
el impuesto general que, como se sabe, en Chile es de 16%. a las utilidades, lo que son
pagados por la empresa, y de 35% en total, incluyendo el 16% anterior, en el caso de las
remesas de utilidades efectuadas por sus propietarios. En el caso de Chile este porcentaje sube
a 40% si la empresa es extranjera y quiere acogerse a una regla de invariabilidad de tasas.
Hasta el momento, sin embargo, como se sabe del caso Exxon, las empresas de cobre han
logrado burlar parcial o totalmente el cobro de impuestos normales a las utilidades, mediante
varios expedientes, pero principalmente sobre-endeudando las empresas mineras con filiales en
paraísos fiscales y retirando utilidades en forma de intereses, los que pagan sólo un 4% de
impuestos en lugar del 35% o 40% antes mencionado.
De los cuatro tipos de royalties mencionados, los más usados actualmente en el mundo son el
royalty sobre la venta bruta y el royalty que adopta la forma de un sobre-impuesto a las
utilidades, por encima del impuesto general que pagan todas las empresas.
Complementariamente, usualmente se licitan los derechos a explorar yacimientos, sin embargo
este procedimiento rara vez permite capturar montos significativos de renta, puesto que los
grados de incertidumbre son muy altos al momento de dicha licitación y los precios obtenidos,
por lo mismo, muy inferiores al valor presente de la renta efectiva.
Los cobros por tonelada extraída no son frecuentes hoy en día. Sin embargo esta era la regla
aplicada en el caso del salitre chileno hace un siglo, cuando se cobraba una determinada
cantidad de pesos oro por cada tonelada exportada, además en este caso, de licitarse los
yacimientos.
En muchos países, desde hace mucho tiempo, se ha optado por cobrar un royalty específico a
la actividad minera, consistente en un pago al Estado por la explotación del recurso.
Derecho Tributario P.U.C.
Osvaldo Castillo U. Julio / Octubre de 2004
[email protected]
14/58
Trabajo dirigido: El Royalty Minero En Chile
• Sobre utilidad neta (SUN): basado en las ganancias netas que son obtenidas después de
permitir un retorno competitivo sobre el activo fijo (costo de oportunidad del activo fijo); es
aplicado antes de impuesto a la renta y deducible de éste.
• Sobre renta del recurso (SRR): Existencia de renta (VAN>0). Aplicado sobre los flujos de
caja positivos (entradas menos salidas), considerando una anualización de la inversión
según su costo de oportunidad.
Cada uno de estos tipos de royalty, genera un efecto distinto en el sector minero, según el
impacto del pago de dicho derecho.
En Canadá y Estados Unidos están optando hoy por reducirlos de tal manera de incentivar la
inversión con todos los beneficios indirectos en materia económica y social que ello genera, Lo
anterior puede ser causado por la falta de atractivo económico de reservas minerales de difícil
extracción y cada vez más escaso al agotarse las reservas naturales de dicho mineral, y por las
condiciones geológicas locales en esos países, lo que es opuesto a lo que ocurre en Chile. Este
es el caso de Ontario, Canadá, donde han bajado los impuestos específicos a la actividad
minera, tipo royalty, de 20% a 10%, ha disminuido el impuesto a la renta que pagan las
empresas mineras de aproximadamente 14% a 8% y ha aumentado de 3 a 10 años el período
durante el cual una empresa nueva o una que decide expandirse no paga impuestos, es
importante destacar aquí, que estos países han reducido los valores de dichos porcentajes,
pero no los han eliminado, y dichos países siguen siendo competitivos en términos de
atracciones a las inversiones en dicho sector.
Para los Estados Unidos y Canadá, que siguen el concepto de dominio patrimonial del Estado
respecto de los recursos naturales no renovables, establecen en sus legislaciones federales
normas que consagran nítidamente tal tipo de dominio. Así la ley federal norteamericana define
al royalty como el pago en base al valor o volumen de producción que se debe pagar al Estado
o a las Naciones Indígenas por la explotación de recursos del subsuelo.
Si no se cobra el costo, se le estaría asignando al recurso un valor cero, lo cual implica aceptar
que no tiene demanda alguna, esto es, que no es un bien escaso y que está en libre
disponibilidad para todos. Si, en cambio, se captura un retorno, el dueño del recurso está
vendiendo un factor de producción que es utilizado y combinado con el trabajo, con el capital de
explotación, con la energía, con insumos varios, etc., para producir una renta.
Así, al igual que todos los factores mencionados, por los cuales se paga un costo de
adquisición, también se debe cancelar el precio del recurso minero que se ocupa y que
representa el costo de oportunidad, reflejado en la escasez del mismo, según las reglas de
mercado de los metales a nivel mundial. El precio así calculado mostrará el valor renta del
recurso.
Dicho pago del precio del recurso no tiene nada que ver con la tributación de la empresa
extractora en lo relativo a los impuestos a la renta y otros. Ellos constituyen una obligación
hacia el estado, que no tiene una contraprestación de ninguna especie y que obligan a todos los
agentes económicos, por el sólo hecho de obtener una ganancia en cualquier actividad. En el
caso de la compensación por la explotación de recursos del subsuelo, se está pagando por la
adquisición de un bien, como un cargo por insumo. El hecho que ese cargo se pague al Estado,
no altera en absoluto tal naturaleza.
Por su parte, la legislación comparada sobre royalties nos indica que, por ejemplo, en los
Estados Unidos de Norteamérica, para el caso de la producción de cobre y otros minerales no
metálicos se cobra a nivel federal una tasa de impuestos a las utilidades, progresiva, que fluctúa
entre un 15% y un 35%. A nivel federal no se cobran royalties pero sí los estados dueños de los
minerales: un royalty al valor bruto de la producción que fluctúa entre un 3% y un 10%, además
de un impuesto a la propiedad que fluctúa entre un 4% y un 7% sobre la base de un tercio del
valor total de la propiedad. En el caso de Canadá, a nivel provincial y en los Estados los
royalties toman la forma de una sobre tasa de impuesto a las utilidades de carácter no
deducible y que varían entre el 12% y el 16%; sin perjuicio que algunas de sus provincias
cobran además, royalties sobre la venta bruta que van entre el 1% y el 2%.
Derecho Tributario P.U.C.
Osvaldo Castillo U. Julio / Octubre de 2004
[email protected]
16/58
Trabajo dirigido: El Royalty Minero En Chile
Definición:
Para comenzar se hace necesario remitirnos a la definición del concepto de "regalía" ("royalty",
en inglés), que nos entregan textos referenciales de la lengua castellana y que nos remontan al
origen de este vocablo, dejando al margen aquellas acepciones que no son atinentes a la
materia de nuestro trabajo.
En primer lugar, el Diccionario de la Lengua Española (Real Academia Española), p. 1308,
indica:
"regalía. (Del lat. Regalis, regio). Preeminencia, prerrogativa o excepción particular y privativa
que en virtud de suprema potestad ejerce un soberano en su reino o Estado; p. Ej., el batir
moneda. Econ. Participación en los ingresos o cantidad fija que se paga al propietario de un
derecho a cambio del permiso para ejercerlo.
Quinto real, tributo percibido por la corona española sobre la explotación de sus dominios.
Hist. El sistema conocido luego como quinto real, apareció ya en los estados hispano cristianos
de la edad media. En principio, la propiedad y explotación de las minas se reservó a la corona,
que percibía los dos tercios de la producción. Tras el descubrimiento de América (1492), y a fin
de estimular la producción, la corona redujo sus derechos a la mitad de la producción (1500), y
pronto a un tercio. A partir de 1504, en vista de las dificultades que ofrecía la explotación,
Derecho Tributario P.U.C.
Osvaldo Castillo U. Julio / Octubre de 2004
[email protected]
18/58
Trabajo dirigido: El Royalty Minero En Chile
concedió la explotación de minas a los particulares, exigiendo tan sólo el quinto de la
producción durante un período de diez años. La participación de la corona en los beneficios se
redujo en ocasiones a un noveno, un décimo o un veinteavo de la producción, según las
condiciones locales de explotación. El quinto se mantuvo hasta el s. XVIII, y se organizó para
recaudarlo un sistema de convoyes. Su contribución se rebajó en 1723 a un décimo de la
producción, a excepción de Perú, donde se mantuvo el quinto sobre la plata hasta 1735. Se
rebajó aún más en 1777, al establecer una cédula real el 1.5 % sobre la plata y el 3% sobre el
oro".
Y siempre con relación al origen del término "quinto real", citemos el Diccionario CARROGGIO
de la Lengua Española, p. 1336:
"QUINTO, TA (l. quintus). Derecho de 20 por 100.. Cierta especie de derecho que se pagaba al
rey, de las presas, tesoros y otras cosas semejantes, que siempre era la quinta parte de lo
hallado, descubierto o aprehendido.// (…)4".
Para finalizar esta primera parte referida al concepto de regalía, señalemos que algunos
analistas indican que quien paga el royalty adquiere un derecho real. Y así, luego, se refieren al
"derecho de usufructo". Este derecho se encuentra definido en el Código Civil, en el Libro
Segundo ("De los bienes, y de su dominio, posesión, uso y goce"), Título IX:
"Art. 764. El derecho de usufructo es un derecho real que consiste en la facultad de gozar de
una cosa con cargo de conservar su forma y sustancia, y de restituirla a su dueño, si la cosa no
es fungible; o con cargo de volver igual cantidad y calidad del mismo género, o de pagar su
valor, si la cosa es fungible".
Por nuestra parte, agreguemos que los yacimientos minerales son bienes no renovables o
"fungibles".
Así, a la luz de lo hasta aquí expuesto, un royalty o regalía, eventualmente aplicado a la
producción de las empresas que hoy extraen mineral de cobre de suelo chileno, está más cerca
de ser un derecho que un tributo o una carga impositiva –si consideramos desde los orígenes
medievales de esa figura hasta la derivación vista en nuestro Código Civil (1855).
Hace unos 25 años y bajo el liderazgo de Chile y Perú, diversos países de América Latina
comenzaron a introducir reformas a las variadas regulaciones que afectaban a la minería. Se
trató de reconocer al mercado como el mejor asignador de las inversiones, de alentar un mayor
protagonismo de los particulares desincentivando a la vez la intervención empresarial del
Estado, y de introducir reglas del juego claras y estables para los inversionistas.
Todas las reformas apuntaban a introducir mayor competitividad a las minerías de la región, en
un mundo crecientemente globalizado; y lo consiguieron, porque la exploración y las inversiones
en la minería de la región experimentaron un crecimiento explosivo, el cual debería continuar,
especialmente en el Perú.
Del párrafo anterior se desprende el hecho del reconocimiento de la existencia por parte de
todos, de una sustancia valorada o "riqueza mineral ", cuyo valor, por definición de lo que es
una riqueza, es distinto de cero, respecto al cual el royalty sería un modo con el que el estado
podría corregir la situación existente hasta hoy, como es la inexistencia de un mecanismo que
valore la riqueza mineral o materia prima fundamental para producir metal de cobre.
Por otra parte, hay un argumento que establece como discriminatorio e injustificado este tributo
hacia un sector del país, ante ello, se puede establecer que es importante distinguir, más no
discriminar, el carácter del objeto de la minería, que justificaría su aplicación, como es la
explotación de recursos finitos, agotables, no renovables, y cada vez más escasos y valiosos,
como son los minerales de cobre de nuestro país. Además, el objetivo y justificación del royalty
lo acercan más a un pago por un derecho de usufructo que a un tributo.
Es extremadamente difícil defender la idea que la materia prima fundamental de la minería del
cobre le resulte gratis a las empresas mineras, y ciertamente si éste es el único atractivo como
país para promover la industria minera y la inversión extranjera, dicha industria debiera estudiar
seriamente los parámetros y resultados de las mediciones de su competitividad y productividad
pasada, presente y futura, junto con revisarse seriamente además si cabe el hecho de acudir al
ejercicio de los conceptos de soberanía y responsabilidad ejercidas por estas empresas hacia
nuestro país.
Por otro lado, desde un punto de vista económico –pero también con obvia incidencia en lo
jurídico–, es un hecho cierto que la mayoría de las sustancias minerales y las minas de que
forman parte están ocultas a los ojos del hombre y no tienen propietario real ni existencia
económica alguna, antes de que alguien las descubra y evalúe. Por esta razón, la colectividad
nada sabe ni nada puede obtener o esperar de esas minas si alguien, previamente, no las pone
de manifiesto. Eso lo hace el minero, y por su propia cuenta y riesgo. Por cierto, si la
exploración fracasa, las pérdidas las asume únicamente el minero, sin que al Estado
corresponda obligación alguna, pero no es menos cierto, que el concepto de riqueza mineral,
está asociado a una región o localidad, que los yacimientos mineros si bien se distribuyen al
azar en la naturaleza, y en ese sentido la llamada colectividad nada sabe o espera, es
innegable el hecho que por la ubicación del territorio nacional en una zona de surgencia
geológica como es la formada por las placas de Nazca y Sudamérica, es esperable el hallazgo
de variados depósitos de minerales, tanto en tamaño, como en ley de pureza. Esta situación es
reconocida por diversos expertos internacionales
Por otra parte, las exploraciones y sondeos no son al azar, son sistemáticos y obedecen a
patrones de búsqueda perfectamente conocidos, en los cuales si bien se invierte una gran
cantidad de recursos, dichos gastos son amortizados con creces con la explotación de un
yacimiento descubierto. Estas exploraciones son desarrolladas por cuenta de grandes
consorcios industriales y mineros presentes de modo multinacional en todo el mundo, con cargo
muchas veces al llamado capital de riesgo, y obedecen a un ítem de inversión y gasto
perfectamente asumido por dichas empresas, más aún, el gasto de exploración minero en Chile
es mucho menor que en otros lugares del mundo, por básicamente dos factores, el costo de la
Derecho Tributario P.U.C.
Osvaldo Castillo U. Julio / Octubre de 2004
[email protected]
21/58
Trabajo dirigido: El Royalty Minero En Chile
mano de obra y profesional involucrada directamente en estos estudios, y las características
geológicas de nuestro territorio nacional sobre el cual el estado ejerce su soberanía.
La indecisión y tiempo involucrado del debate que han establecido los grupos de opinión en
contra del royalty ha generado incertidumbre según diversos analistas financieros de Wall Street
y otros, y es el verdadero riesgo a una inversión que de todos modos se va a realizar en la
región por poseer ésta las mayores reservas mundiales de minerales de interés.
La Incapacidad de valorar la riqueza natural no renovable de nuestro país por diversos sectores
de interés podría redundar en problemas en la aplicación de contramedidas tributarias a la luz
de los tratados de libre comercio que Chile ha suscrito. Un estado que no muestra la capacidad
de valorar sus recursos o riquezas naturales, está muy cerca de no promover directamente la
explotación sustentable o limpia o ambientalmente amigable de dichos recursos, situación que
en el futuro es potencialmente un riesgo como barrera de entrada de nuestros productos a otros
mercados con estrictas regulaciones ambientales.
Para algunos personeros, Chile tiene todas las condiciones para cobrar una regalía, por las
estabilidad política y económica incluidas el bajo riesgo- que entregan una seguridad única en la
región, además de considerar que el Estado es dueño del recurso. O que Chile es una nación,
en este momento, que está madura para poder aplicar y controlar la justicia y equidad en la
cantidad que grava. En este sentido, nuestro país no debiera ser comparado con naciones que,
siendo mineras, son muy inestables y con una mayor incertidumbre en la inversión, o esas
mismas condiciones son las que permiten que pueda cobrar para que vengan a sacar sus
recursos.
Por otro lado, la comparación entre diferentes legislaciones es difícil. En efecto, para apelar al
ejemplo de otros países, es necesario realizar una comparación global entre los sistemas
tributarios completos de cada país.
Pero de todos esos elementos debiera ser importante conocer la apreciación y sensibilidad de
un estado determinado hacia sus bienes nacionales, hacia sus riquezas potenciales y actuales,
y cuales son los lineamientos generales y particulares en este ámbito conceptual.
Argentina, por ejemplo, contempla un royalty facultativo para cada provincia y con tope máximo
de 3%, pero a la vez garantiza la estabilidad del régimen tributario normal hasta por 30 años.
Por su lado, Bolivia tiene diversas regalías ad valorem, pero su monto se acredita contra el
impuesto a la renta, de modo que el minero paga únicamente la cantidad que resulte más alta.
A su vez, Perú no aplica royalties y ofrece contratos de estabilización sobre una tributación de
tasa ligeramente más alta, hasta por 15 años. En fin, Chile tampoco consulta hasta ahora
royalties y los acuerdos de estabilización son por un lapso de 10 ó 20 años, según el caso, pero
sobre una tasa de impuesto a la renta bastante más elevada (42%).
Las diversas reacciones y apoyos logrados por esta última empresa llevaron finalmente al
Gobierno a suavizar su posición inicial y todo apunta a un acuerdo con la empresa en virtud del
cual Exxon pagará al fisco un monto del orden de 40 millones de dólares. Así Exxon terminará
sus operaciones mineras en Chile vendiendo en más de 1.800 millones de dólares una
operación que supuestamente ha dejado pérdidas por más de 20 años y que por lo mismo
nunca ha pagado impuesto alguno. Hay que recordar que en dicho precio, sólo 1.300
corresponden al yacimiento mismo, mientras cerca de 600 millones corresponden a créditos de
impuestos acumulados por las maniobras elusivas de Exxon a lo largo de dos décadas.
Los fundamentos del royalty, ya expuestos, son aplicables a todos los minerales (metálicos y no
metálicos) y a todos los productores mineros, incluyendo no sólo a las grandes empresas sino
también a las pequeñas y medianas: en el lenguaje de los impulsores del royalty, todos los
mineros explotan un recurso que se asigna al Estado y corresponde a todos los ciudadanos,
que es agotable y que genera una renta económica mayor que la normal.
Se sabe que uno de los factores que todo inversionista considera a la hora de decidir el destino
de sus fondos es el régimen de tributos que cada país ofrece.
La aplicación de un royalty implicaría un cambio de las reglas del juego que rigen la minería, y
ello influiría de manera negativa en la percepción del inversionista y deterioraría el riesgo país
de Chile. La estabilidad de las normas es uno de los principales atractivos que un país puede
brindar a la inversión; y esto es especialmente importante en el caso de la inversión minera,
que por su naturaleza aleatoria afronta grandes riesgos geológicos, comerciales y políticos. Por
lo mismo, es indispensable que los riesgos institucionales se reduzcan al mínimo, y que los
mineros cuenten con un horizonte de estabilidad que sea atractivo para la inversión.
Chile goza de diversas ventajas, entre ellas una geología sumamente atractiva. Sin embargo,
esto no es suficiente, ya que otros países también la tienen y compiten con nosotros para atraer
inversiones mineras a su territorio. Para desarrollar nuevos proyectos en el mundo existe un
monto limitado de fondos de inversión, que naturalmente acudirán a los países que ofrezcan
mayores ventajas. Pero un royalty afectaría la tasa de descuento de los proyectos de Chile
respecto de los proyectos de otros países; y eso dejaría sin desarrollarse a algunos proyectos
locales y permitiría la apertura de algunas minas en otras latitudes, que hasta ahora no han
podido entrar en producción. De esta manera, muchos inversionistas dejarían de lado a nuestro
país
La directora del Programa Medio Ambiente del Instituto Libertad y Desarrollo, Ana Luisa
Covarrubias, ha analizado en profundidad el asunto, y discrepa de ese argumento al sostener
que el sistema tributario rige para todas las actividades productivas, incluida la minería, sin
discriminar por tipo de actividad.
"Al igual que cualquier actividad, la minería puede someterse a un régimen de depreciación
acelerada, que le permite depreciar su inversión en un período de tiempo menor que el normal,
lo que aumenta el monto de gastos que descuenta de utilidades. Esto no lo hace sólo la
industria minera, sino que todas las actividades industriales", explicó la experta, quien se
preguntó por qué en la discusión que se está llevando a cabo en el país, "no hay alguien que
explique la razón de que se esté acusando sólo a la minería de usar la depreciación acelerada y
otros mecanismos para la hipotética evasión de impuestos".
En este sentido, indicó que la minería, al igual que otras ramas de la economía, simplemente
está difiriendo el pago de impuestos hacia el futuro, "lo que se justifica debido a los grandes
volúmenes de inversión que requiere la puesta en marcha de una faena minera".
El Servicio de Impuestos Internos está obligado a cobrar los impuestos a que están sujetas las
personas naturales y jurídicas, además, debe fiscalizar que ello se haga de acuerdo a la ley.
"Este servicio no ha denunciado evasión de impuestos por parte del sector minero. Es más, la
minería es la única actividad económica que está sujeta a doble fiscalización, ya que Cochilco
también tiene tuición sobre este tema. Los conflictos existentes se deben a diferencias en la
interpretación de las obligaciones tributarias de la minería", corroboró la experta, agregando que
"el hecho de que la minería cumpla con la legislación tributaria vigente explica que se quiera
incorporar un nuevo impuesto, al no ser posible -con la legislación actual - cobrar más
impuestos a este sector".
Por otra parte, Ana Luisa Covarrubias dejó claro que los aportes de la minería privada y estatal
al Fisco no son comparables, por cuanto las empresas estatales están sujetas a un régimen
impositivo distinto que el sector privado. "Codelco, además de estar sujeta al pago del impuesto
de primera categoría está obligada a aportar el 40% de sus utilidades al Estado, al igual que lo
hacen todas las empresas públicas y un 10% de las ventas para financiar las Fuerzas
Armadas", explicó.
Además, señaló que al ser el Fisco el dueño de esta empresa minera, puede retirar utilidades,
en el momento que así lo considere, al igual que lo hacen los dueños de las empresas privadas.
"Es más, si comparamos los recursos entregados al Estado por la minería privada y Codelco, se
aprecia que sin considerar las leyes especiales, en los últimos dos años, los privados han
aportado al país, más recursos que la minería estatal (ver gráfico Nº 1)", afirmó. Y más aún, se
estima que la recaudación tributaria de la minería privada irá en aumento hasta estabilizarse en
montos entre 600 y 1.000 millones de dólares anuales en el año 2010, lo que permitiría casi
duplicar la recaudación tributaria de este sector
Derecho Tributario P.U.C.
Osvaldo Castillo U. Julio / Octubre de 2004
[email protected]
25/58
Trabajo dirigido: El Royalty Minero En Chile
Usos y abusos de la legislación tributaria vigente por parte de las empresas mineras
Las empresas de la gran minería privada del cobre, sostienen que ellas tributan en la misma
forma aplicable a cualquier otra industria o sector productivo en Chile. Sin embargo, ella puede
diferir y de hecho difiere debido principalmente a que su forma de organización jurídica para
efecto tributario más generalizada es la de “sociedades de personas”, situación que, unida a
los beneficios que se otorgan al inversionista y empresa receptora de la inversión derivados del
llamado “contrato de inversión extranjera”, éste las hace tributar en forma diferenciada con
significativos beneficios para ellas y pérdidas significativas de valor presente para el Estado de
Chile.
De igual manera, estas compañías señalan que, no obstante que sus costos de producción
están por debajo del precio del cobre, sus costes totales y finales son negativos por efecto de
los elevados gastos financieros que deben incurrir como consecuencia del alto endeudamiento
que han debido contraer para financiar sus proyectos.
De acuerdo a las diversas opiniones recogidas en el seno de la Comisión, ha quedado claro que
la mayoría de las empresas de la gran minería privada del cobre han utilizado diversos
procedimientos tributarios que han redundado en la disminución de sus utilidades y el no pago
de impuestos en Chile.
Es así, que en el ámbito de la minería existe una cierta práctica tendiente a subvalorar los
concentrados de cobre que se venden a empresas relacionadas. Bajo este esquema las
empresas podrían reducir sus ingresos por ventas y por ende, reducir sus utilidades tributarias.
De acuerdo a alguna estadística, ciertas empresas venden cobre a sus filiales a valores que son
en 20 a 30% inferiores a los precios de mercado.
El caso de la empresa minera Disputada de las Condes plantea legítimas dudas duda sobre
abuso de este mecanismo por otras empresas mineras.
Las empresas de la gran minería son altamente intensivas en capital y requieren ingentes
financiamientos iniciales. Esta situación hace que exista una alta relación deuda patrimonio. Un
gran endeudamiento significa importantes gastos de intereses lo que conlleva una disminución
de la base de ingresos tributables.
Para rebajar las utilidades tributables algunas empresas mineras extranjeras venden, en los
mercados de futuro del cobre, una cierta cantidad de opciones de cobre a un precio
determinado, comprando posteriormente esas mismas opciones a precios superiores.
El caso más emblemático es del la Compañía Minera Mantos Blancos que el año 1995, estando
el precio del cobre a 133 ctv/l, vende a futuro toda su producción en alrededor de 80 centavos la
libra de cobre.
4. Depreciación acelerada
La depreciación acelerada es un beneficio tributario que permite a las empresas depreciar los
activos fijos a la tercera parte de la vida útil que establece el Servicio de Impuestos Internos.
Bajo esta modalidad se incentiva la inversión de las empresas, ya que se retrasa el pago de
impuestos a la renta.
Este mecanismo, constituye uno de los principales instrumentos que se utiliza en la actividad
minera para postergar el pago de tributos. A través de su aplicación se obtiene la reducción de
la base imponible de estas empresas como consecuencia del uso intensivo de bienes de capital
para el desarrollo de actividades productivas, traduciéndose en que en los primeros años de
operación de los proyectos mineros -los que pueden llegar incluso a ocho años- se produzcan
pérdidas tributarias difiriéndose el pago de impuesto por los retiros por la falta de un fondo de
utilidades tributarias positivo que haga exigible el pago de tal tributo, como consecuencia,
precisamente, de la pérdida tributaria que se obtiene por la aplicación del mencionado
mecanismo.
La Ley 19.738, sobre normas para combatir la evasión y elusión tributaria, determinó que la
depreciación acelerada es aplicable sólo para los efectos del Impuesto de Primera categoría y
la depreciación normal para los efectos del Impuesto Global Complementario. Sin embargo, la
clara intención que fue perseguida a través de esta modificación legal, ella no se logra, ya que
gran parte de las empresas receptoras de inversión extranjera en minería, amparadas en el
Decreto Ley Nº 600 y específicamente en el artículo 11 bis y en sus “contratos de inversión
extranjeras” firmados con el Estado de Chile con antelación a tal modificación, se han sustraído
de su aplicación utilizando las facultades que les confiere ese estatuto, para así evitar que los
Derecho Tributario P.U.C.
Osvaldo Castillo U. Julio / Octubre de 2004
[email protected]
27/58
Trabajo dirigido: El Royalty Minero En Chile
cambios tributarios afecten alguno de los componentes que conforman la determinación de la
renta, entre ellos, el tratamiento de la depreciación de los activos.
En relación con este tema, es preciso traer a colación que, el 13 de enero de 2004 el Ministerio
de Hacienda, a través de una declaración pública, sostuvo que: “…hacia mediados de los 80,
bajo el pretexto de estimular la inversión extranjera, se modificó la legislación autorizando la
inadecuada práctica de extender el uso del incentivo tributario de la depreciación acelerada no
sólo a la reinversión de utilidades, sino también, en el caso de determinadas sociedades, a su
repatriación. Como se podrá advertir, cuando se permite la postergación del pago de impuestos
para abultar las utilidades remitidas al exterior, se está en la práctica concediendo un crédito sin
interés, con recursos fiscales, a los socios extranjeros que materializaron una inversión en el
país, para cualquier uso que estimen conveniente.”
Derecho fundiario
El primero, el del derecho fundiario, en cuya virtud el dueño del terreno superficial tiene y le
corresponde, por distintas razones y conceptos, el dominio de los recursos minerales donde
están ubicados y situados sea en el suelo superficie o en el subsuelo. Al propietario o dueño, se
le atribuye el dominio de aquellos, cualquiera que sea la naturaleza y características del recurso
– salvo las excepciones establecidas en la respectiva ley –, quienes pueden tener la calidad de
particulares, o ser el propio Estado, representado por determinadas autoridades, o por otros
entes y organismos legales, como Municipalidades y otras.
Es el sistema que actualmente rige y se aplica en Estados Unidos, Canadá, Australia, Reino
Unido, República de Sudáfrica (mixto), Irlanda del Norte. Asimismo, se aplica a determinadas
sustancias minerales usualmente no metálicas (denominados áridos: rocas, arena y algunas
otras de uso industrial), respecto de las cuales, en numerosas legislaciones mineras de países
de Europa, África, Asia y en casi todos los países de América Latina y el Caribe, su dominio es
atribuido también al dueño del suelo; en otros países el dueño de los terrenos tiene preferencia
para explotarlos y aprovecharlos, pero si no lo hace y otros terceros lo solicitan se les otorga
permiso y /o licencia o concesión, según el caso, para explotarlos.
Soberanía:
El segundo, es el sistema en que se le atribuye al Estado el dominio de los recursos naturales a
título inalienable e imprescriptible como atributo de la soberanía, en el marco del dominio
eminente, ubicados en sus territorios continentales o marítimos, sea que se encuentren en la
superficie o en subsuelo, considerados jurídicamente desvinculados del dominio de personas
sobre los terrenos superficiales, cualesquiera sea la calidad jurídica de ellas. Durante la Edad
Media, el derecho minero romano crea la institución jurídica de la "regalía minera", que
representa por una parte, la estratificada estructura de pueblos, reyes, príncipes, señores
feudales, representantes de la Iglesia que se atribuían la propiedad de las minas o el derecho a
participar de una regalía respecto de los productos obtenidos en la explotación de aquellas, y
por la otra, la creación del llamado dominio minero eminente cuya raíz se encuentra
básicamente en el usufructo. En la actualidad, este sistema lo suscriben prácticamente todas
las legislaciones mineras del mundo, no comprendidas en el sistema fundiario con excepción de
algunos casos.
Res Nullius:
El tercero, fundado en las teorías de los res nullius y de la ocupación, sostiene que las
sustancias minerales existentes en el suelo y en el subsuelo no pertenecen a nadie (res nullius)
Se puede apreciar que diversos países contemplan royalties para la minería. En dichos países
se considera en general un pago al estado que mantiene el dominio de los recursos naturales
no renovables, como es el cso de los minerales
El hecho de que algunos países en vías de desarrollo contemplen royalties es un ejemplo del
grado de valor que dichos países otorgan a sus recursos naturales y hablan de ellos con el
apropiado concepto de Riqueza, y aún cuando para algunos la minería no fuere una actividad
de importancia en Cuba, Ecuador o El Salvador, por citar sólo algunos, dichos países valoran
adecuadamente sus limitados recursos En cambio, sí es relevante y merece un adecuado
análisis, el hecho de que Chile, Perú y México, países con gran tradición y desarrollo minero, no
consultan este impuesto, otorgándole cero valor a sus recursos naturales no renovables
minerales.
Por otro lado, la comparación entre diferentes legislaciones es difícil. En efecto, para apelar al
ejemplo de otros países, es necesario realizar un adecuado modelamiento y una comparación
global entre los sistemas tributarios de cada país relevante a la industria minera y/o de recursos
naturales. Por lo anterior no es inmediato el desechar o aceptar el Royalty en Chile, ello pasa
por la capacidad de los chilenos de valorar adecuadamente sus recursos naturales sobre los
cuales por ley mínima de soberanía nacional, ejerce su dominio ( o debiera hacerlo )el estado
de Chile.
Argentina, por ejemplo, contempla un royalty facultativo para cada provincia y con tope máximo
de 3%, pero a la vez garantiza la estabilidad del régimen tributario normal hasta por 30 años.
Por su lado, Bolivia tiene diversas regalías ad valorem, pero su monto se acredita contra el
impuesto a la renta, de modo que la empresa minera paga únicamente la cantidad que resulte
más alta. A su vez, Perú no aplica royalties y ofrece contratos de estabilización sobre una
tributación de tasa ligeramente más alta, hasta por 15 años. En fin, Chile tampoco consulta
royalties y los acuerdos de estabilización son por un lapso de 10 ó 20 años, según el caso, pero
sobre una tasa de impuesto a la renta bastante más elevada (42%).
La tabla de la página siguiente muestra antecedentes de hace 4 años atrás acerca de los
royalties en diversos países de distintas regiones del globo. Nos entrega información acerca de
los montos generales del royalty aplicado y sobre qué concepto se aplica dicho pago de
derecho. Aparte de lo anterior, llama a engaño pues en estados unidos en cada estado, se
cobran derechos de royalty como se explica más abajo. En el caso de Sudáfrica, el valor del
royalty es según negociación entre las empresas y el estado.
En los EEUU, por ejemplo, y en el caso de la producción de cobre y otros minerales metálicos,
se cobra a nivel federal una tasa de impuestos a las utilidades, progresiva, que fluctúa entre un
15% y un 35%.
A nivel federal no se cobran royalties o sobre tasas específicas a la minería, las que sí son
cobradas por los estados que son dueños de minerales. Estos cobran generalmente un royalty
al valor bruto de la producción, el que fluctúa entre un 3% y un 10%, además de un impuesto a
la propiedad, que fluctúa entre el 4% y el 7% y se aplica sobre una base de un tercio del valor
total de la propiedad. Los propietarios privados de yacimientos, que en el caso de los EEUU son
los propietarios de los terrenos de superficies, por su parte, cobran usualmente royalties al valor
de la producción bruta, puesto que siempre es más fácil de verificar. Como se puede apreciar,
los cobros de royalties adicionales a los impuestos normales son muy apreciables en los
EE.UU..
En 1963 Noruega establece la soberanía sobre los fondos marinos, en 1965 se introduce un
royalty de 10% a las ventas brutas; partir de 1970, se empieza a licitar trozos del fondo marino,
mediante un mecanismo que los asigna a grupos de compañías. En 1971 se inicia la extracción.
En 1972 se crea una empresa estatal, Statoil, la que recibe una cuota mayoritaria de todas las
nuevas licencias otorgadas, bajo la racionalidad de que a Noruega le interesaba desarrollar una
industria extractiva. En 1972 se establece un royalty de 12.5% para el gas y una escala
progresiva para el petróleo, para todas las licencias a partir de ese momento. En 1975 se
establece una sobre tasa de impuestos a las utilidades de 25% por sobre la tasa normal de
impuestos a las utilidades que pagan todas las empresas, que en Noruega es de 50%. Se
norman los precios de transferencia. En 1979 se discrimina formalmente a las empresas
extranjeras en el otorgamiento de licencias. En 1980 se incrementa el nivel de sobre tasas a
35%.. En 1981 las licencias otorgan al estado el derecho a posponer indefinidamente la
extracción. En 1984 se reduce el poder de Statoil a favor del gobierno. En 1985 se otorgan
mayores poderes regulatorios aún al estado, incluyendo el derecho a iniciar o posponer la
extracción, determinar los métodos de extracción y transporte. En 1986, siguiendo al mercado,
se reducen las sobre tasas y mejoran las deducciones de impuestos.
En conclusión de los propios estudios acerca de esta experiencia, el sistema diseñado por el
Estado Noruego ha permitido efectivamente capturar la mayor parte de la renta generada por
sus yacimientos de petróleo, junto con desarrollar una industria extractiva competitiva a nivel
mundial, todo ello a pesar de tratarse de un estado pequeño y cuya producción es marginal
respecto del total mundial y por lo tanto efectivamente un tomador de precios.
Pues bien, la verdad es que es Chile el país que presenta actualmente la menor carga tributaria
en minería, en todo el mundo.
En la práctica, como ha demostrado el caso Exxon, la carga tributaria efectiva total en el caso
de la minería chilena se acerca en la actualidad, en el límite de elusión, a cero.
El Caso de Sudáfrica
Sudáfrica está discutiendo un proyecto de ley para establecer un royalty que considera un
porcentual que va desde un 1% para el petróleo y gas submarino de alta profundidad, a un 8%
para los productores de diamantes. Este nuevo régimen afectaría a los antiguos y futuros
inversionistas mineros en dicho país.
La justificación y características del sistema propuesto en Sudáfrica pueden resumirse del modo
siguiente :
• La nación, como dueña del recurso mineral, impone un sistema de royalties trimestral por su
extracción y transferencia.
• Sudáfrica no es el único país que aplica este sistema, la mayor parte de los países ricos en
recursos imponen este cargo. (Ejemplos lo constituyen Australia, Canadá e Indonesia).
• Las minas no marginales producen renta del recurso, que es su valor de escasez. Estas
rentas pueden ser compartidas entre el operador y el gobierno sin impactar negativamente
la viabilidad económica de los proyectos.
• Esto es consistente con la mejor práctica internacional. La experiencia indica que royalties
basados en utilidades pueden ser evadidos inflando artificialmente los costos.
• El porcentaje aplicado varía por minerales entre 1% y 8%. Para el cobre se aplica un 2%.
• Operaciones marginales pueden ser excluidas del sistema, para evitar el cierre de minerales
de baja ley. Esta exclusión es atribución del Ministerio de Finanzas.
Argumentos en contra
• La Cámara de Minas de Sudáfrica respondió a la propuesta de royalty del Gobierno en un
documento que se resume en lo siguiente:
• Uno de los principios de tributación en Sudáfrica que debiera mantenerse es que no puede
cobrarse impuestos a menos que se haya obtenido alguna ganancia.
• El impuesto no debe ser un drenaje para el capital, sino que una consecuencia de la
obtención de ganancias.
• Un royalty ad valorem elevaría la ley de corte para considerar un mineral como económico.
• La idea que un bajo nivel de tributación requiere un ajuste es incorrecta, puesto que este
declive es consecuencia de los bajos precios y no del sistema impositivo.
• Los beneficios obtenidos por el gobierno del sector minero van más allá de los ingresos por
tributación.
Dado que gran parte de las inversiones de la minería privada se realizaron durante la década de
los 90, ellas aún no amortizan su capital, por lo que no han obtenido utilidades tributarias, lo que
se explica además, por el bajo precio del cobre en este período. El precio promedio de la
década del 70 fue de 169,5 cUS$/lb, bajando el precio a 108 cUS/lb en la década de los 80 y el
promedio de los dos últimos años fue de 71 cUS$/lb, en todo caso, estos valores desde un
tiempo se han incrementado de modo sistemático, con un notorio mantenimiento de un alto
precio de la libra de cobre fino en la bolsa de Londres, en torno a los 120 cUS$/lb.
Para comparar las tasas impositivas de distintos países, es necesario hacerlo no sólo respecto
a la tasa de impuesto a la renta, sino también otros tributos a los que están afectos las
sociedades mineras y sus dueños, en la perspectiva de homologar el royalty como un impuesto,
pero recordemos que para variados expertos y analistas, el royalty está más cercano al pago de
un derecho por usufructo que a un pago con características de tributo.
Hay quienes sostienen que existirían países que desearían desincentivar el desarrollo de la
minería, pero dichos grupos de opinión no entregan detalles de dichos países ni las extrañas
razones o circunstancias por las cuales un país no desearía desarrollar un determinado sector
industrial como es el caso de la minería, muchas veces de características estratégicas en el
desarrollo económico de un país.
Algunos estudios de la Universidad de Colorado, señalan que en las últimas décadas, ha habido
una tendencia a dejar de lado los sistemas tributarios basados en royalties e implementar
sistemas que se basan en la habilidad para pagar, es decir, en las utilidades obtenidas. Algunos
países han eliminado los royalties, en tanto otros han reducido su importancia.
El Gráfico N° 1 muestra la carga tributaria por país y la tasa interna de retorno para la minería
en distintos países
Se observa que la diferencia en la tasa efectiva de impuestos entre Chile y Polonia es de medio
punto. Respecto a países de la región, como Perú y Bolivia, existe una diferencia cercana a los
6 puntos a favor de Chile, lo que permite a nuestro país mantener las ventajas competitivas.
Por otra parte, a mayor tributación, menor es la rentabilidad de la inversión. De acuerdo a los
datos del Gráfico N° 1, por cada punto adicional de impuesto, la rentabilidad disminuye en un
1.1%.
Fuente: Global Mining Taxation Comparative Study, James Otto, Colorado School of
Mines, 1997 y 2000.
Respecto de esta última alternativa, se ignora qué se entiende por “utilidades extraordinarias”.
En todo caso, cualquiera sea la alternativa elegida, ello tendrá repercusiones negativas para el
país.
Se debe tener en cuenta, además, que los costos de exploración y explotación han disminuido
en forma importante y se espera que esta tendencia continúe. Ello ha permitido operar en la
actualidad yacimientos que antes era impensable explotar, lo que ha aumentado tanto las
reservas, como la producción mundial.
Esto hace que Chile se haga menos competitivo con respecto a otros países también
productores de cobre. De hecho, en el último informe del Fraser Institute que presenta el Índice
de Atractivo Minero 2002/2003, Chile mantiene el primer lugar, aunque su puntaje es inferior al
del período anterior. Sin embargo, se observa un aumento del atractivo de países como Rusia,
Canadá, Australia, Indonesia y China.
Por último, no debemos dejar de lado el efecto de la apertura de algunos países asiáticos, en
especial China.
Considerando estos incentivos y el tamaño del territorio chino, se prevé un aumento de las
reservas de cobre en dicho país, e inversiones en minería, lo que podría significar una menor
participación de mercado de Chile en el mediano plazo.
Como consecuencia del aumento del precio del cobre de los últimos meses, se producirán este
año y el próximo mayores utilidades para las empresas mineras, lo que se verá reflejado en la
tributación. Se espera que con el precio del cobre a US$ 1/lb, los aportes tributarios de la gran
minería aumentarán, alcanzarán US$ 600 millones en 2004 y podrían llegar a superar los US$
1.000 anuales a fines de la década.
Más allá del precio del cobre, es necesario establecer el criterio de otorgar valor a nuestros
recursos naturales por parte del estado, que de modo constitucional, según algunos autores,
tiene y mantiene el dominio de aquellos..
Habría un impacto positivo a nivel regional, al facilitarse el flujo de fondos hacia iniciativas
locales que permitan un crecimiento económico sustentable y con equidad, con el aporte de los
recursos humanos y técnicos nacionales y con el aporte de inversionistas responsables y
concientes de sus derechos y obligaciones.
Derecho Tributario P.U.C.
Osvaldo Castillo U. Julio / Octubre de 2004
[email protected]
39/58
Trabajo dirigido: El Royalty Minero En Chile
A nivel local habría un a mejor sensibilidad hacia el desarrollo empresarial, y podría mejorarse
en mayor medida la apreciación de la ciudadanía respecto que la empresa privada , y en
particular la minería, y más específicamente, la gran minería del cobre y otras, en manos de
inmensos capitales y transnacionales extranjeras, tienen una absoluta insensibilidad acerca del
rol social que les es deber cumplir, lo anterior traducido en repetidas situaciones de gran
contaminación ambiental de cauces de agua y suelos, con un deterioro evidenciado a lo largo
de muchos años de explotación, de la calidad de vida de los habitantes de dichas regiones.
A nivel nacional, habrá una mayor transparencia en las relaciones entre el estado y las
empresas en términos de establecer mecanismos para evitar la evasión sistemática de
impuestos mediante argumentos de dudosa credibilidad técnica, que no hacen más que
aumentar la pobre percepción de dichas empresas según el punto anterior.
La ley de royalty propuesta en nuestro país ordenará el desarrollo de una industria que por sus
características especiales es un sector de desarrollo estratégico para Chile, y eventualmente
permitirá en el largo plazo, un mejor nivel de desarrollo.
El royalty en Argentina
El royalty en Argentina contempla un royalty facultativo para cada provincia y con tope máximo
de 3%, y a la vez garantiza la estabilidad del régimen tributario normal hasta por 30 años.
Regalías.
Según los tratadistas argentinos, en el ámbito minero, el término regalías ha sido empleado con
referencia a dos instituciones de estructura obligacional de distinto origen, una de ellas
proveniente de la decisión unilateral del Estado establecida en una ley y la otra de un contrato
en que las partes las pactan a modo de contraprestación.
Regalías mineras:
Son establecidas por una ley llamada Regalías Mineras y consisten en una contribución creada
por un Estado mediante una ley, que se impone al propietario y/o explotador de un yacimiento
minero ubicado en el territorio de ese Estado y que se implementa mediante una obligación del
propietario y/o explotar y entregar una parte de los minerales extraídos al fisco o abonarle una
Derecho Tributario P.U.C.
Osvaldo Castillo U. Julio / Octubre de 2004
[email protected]
40/58
Trabajo dirigido: El Royalty Minero En Chile
suma de dinero proporcional a la extracción realizada. Históricamente se ha caracterizado por
varios elementos: su aplicación a la actividad extractiva de minerales regulada por el Código de
Minería, su justificación como contraprestación por el agotamiento de los minerales de
propiedad del Estado, su cálculo en forma proporcional al mineral extraído, la valuación del
mineral a valor boca mina y su pago en especie. Además, los autores recuerdan aplicaciones
de este tipo a la extracción de madera de bosques naturales y a la obtención de cueros.
Consideradas como una subespecie de las anteriores, las regalías petroleras, están
establecidas en las leyes que regulan la explotación de yacimientos de hidrocarburos líquidos y
gaseosos, presentan características jurídicas particulares en su origen y se distinguen por su
alcance restringido al petróleo y al gas natural.
Ahora bien, las regalías contractuales están previstas en el artículo 337 del Código de Minería,
que prevé los llamados contratos de regalías como un negocio por el cual el propietario de una
mina cede a un tercero la explotación a cambio de una participación porcentual en su
producido. A estos contratos aplica las reglas del arrendamiento de minas reguladas a partir del
artículo 329 del mismo Código.
Por su parte, el artículo 29 del Apéndice del Código de Minería, se refiere a esta acepción de
regalías cuando establece que: "Las explotaciones existentes pagarán una contribución igual,
pero si comprobaran que abonaron una regalía anterior, el Estado fijará la proporción que
corresponda pagar al titular de la explotación y al de la regalía, dentro del porcentaje
establecido en este título", donde la palabra "contribución" apunta a las regalías petroleras
establecidas en esa legislación y el vocablo "regalía" a las regalías contractuales, entendidas
como contraprestación proporcional a la extracción de hidrocarburos que mediante un contrato
el explotador se obliga a pagar al propietario del pozo a cambio del derecho a explotar el
mismo.
En cuanto a su régimen impositivo el artículo 22 de la Ley dispone que las provincias que se
adhieran al régimen de inversiones y que perciban regalías o decidan percibir, no podrán cobrar
un porcentaje superior al tres por ciento sobre el valor "boca de mina" del mineral extraído. El
artículo 22 bis (Texto según ley 25.161): "Se considera ‘mineral boca mina’ el mineral extraído,
transportado y/o acumulado previo a cualquier proceso de transformación.
Se define el ‘valor boca mina’ de los minerales y/o metales declarados por el productor minero,
como el valor obtenido en la primera etapa de su comercialización, menos los costos directos
y/u operativos necesarios para llevar el mineral de boca mina a dicha etapa, con excepción de
los gastos y/o costos directos o indirectos inherentes al proceso de extracción.
En todos los casos, si el valor tomado como base de cálculo del valor boca mina fuese inferior
al valor de dicho producto en el mercado nacional e internacional, se aplicará este último como
base de cálculo".
El royalty en Bolivia
El royalty en Bolivia tiene diversas regalías ad valorem, su monto se acredita contra el impuesto
a la renta, de modo que el minero paga únicamente la cantidad que resulte más alta.
Normativa.
Ley Nº 1777, Código de Minería de 1997; Ley Nº 1182 de Inversiones de 1990; Ley Nº 1606,
modificatoria del Código Tributario, de 1994.
Dominio.
De acuerdo con el artículo 1 del Código de Minería, pertenecen al dominio originario del Estado
todas las sustancias minerales en estado natural, cualquiera sea su procedencia, se encuentren
en el interior o en la superficie de la tierra.
Por su parte, el artículo 4, señala que la concesión minera constituye un derecho real distinto al
de la propiedad del predio en que se encuentra. Es un bien inmueble, transferible y
transmisible. Puede constituirse sobre ella hipoteca y ser objeto de cualquier contrato que no
contraríe las disposiciones del Código de Minería.
Las actividades mineras son proyectos de interés nacional, tienen carácter de utilidad pública
cuando constituyen parte integrada del proceso de producción del concesionario u operador
minero. Las actividades mineras deberán realizarse de acuerdo con el principio de desarrollo
sostenible, en sujeción a la Ley del Medio Ambiente y el Código de Minería (artículos 24 y 84
del mismo Código).
El monto efectivamente pagado por concepto de impuestos sobre las utilidades de las
Empresas será acreditable contra el impuesto complementario en la misma gestión fiscal. En
caso de existir diferencia, si ésta es mayor se consolidará a favor del fisco. Si por el contrario, el
impuesto a las utilidades pagado es menor al impuesto complementario, el obligado pagará la
diferencia como impuesto complementario (Art. 100).
El Royalty en Brasil
Regalía o Royalty.
La Ley 7990 de 1989 establece que el aprovechamiento de los recursos minerales, por
cualquiera de los regímenes previstos en el Código de Minería, impone compensación
financiera a favor de los Estados, el Distrito Federal y Municipios. Esta compensación será de
3% sobre el valor líquido resultante de las ventas del producto mineral antes de su
transformación industrial. Este porcentaje varía según la clase de sustancias minerales, de la
siguiente manera:
• Oro extraído por empresas mineras (las actividades de minería artesanal están
dispensadas): 1%.
El royalty en Colombia
Al respecto, y con el fin de ahondar además en torno al cobro de una regalía a la minería,
recalcando su condición de derecho y no de tributo, aportando a la definición de regalía otra
acepción y detallando las implicancias que aquel cobro conlleva en las relaciones entre los
particulares con el Estado, revisaremos una sentencia de la Sala Plena de la Corte
Constitucional de Colombia (C-207/00) de 1º de marzo de 2000, la cual frente a la demanda
sobre la constitucionalidad de algunos artículos de la ley Nº 141, de 1994, que trató la materia
en lo referente a regular el derecho del Estado a percibir regalías, a establecer las reglas para
su liquidación y distribución, creó el Fondo Nacional de Regalías, la Comisión Nacional de
Regalías y dictó otras disposiciones entre las cuales puede anotarse el otorgar facultades de
Derecho Tributario P.U.C.
Osvaldo Castillo U. Julio / Octubre de 2004
[email protected]
43/58
Trabajo dirigido: El Royalty Minero En Chile
control y vigilancia a la Comisión Nacional de Regalías a fin de verificar la correcta inversión de
las regalías. Así, se extiende, en parte, este fallo colombiano:
‘ "A pesar de tener en ocasiones similitudes ya que implican pagos del particular al Estado, las
regalías y los impuestos son figuras diversas, con un fundamento constitucional y una finalidad
diferentes. Así, como bien lo señala uno de los intervinientes, la Carta acoge la concepción de la
‘regalía-precio’, pues la define como una ‘contraprestación’ que se causa por la explotación de
los recursos naturales no renovables de propiedad de la Nación (CP Art.. 360). Por ende, las
regalías están representadas por aquello que el Estado recibe por conceder un derecho a
explotar los recursos no renovables de los cuáles es titular (CP Art. 332), debido a que estos
recursos existen en cantidad limitada. En cambio, los impuestos, tal y como lo ha señalado en
varias ocasiones esta Corporación, son cargas económicas que se imponen a los particulares
con el fin de financiar los gastos generales del Estado, por lo cual estas obligaciones surgen del
poder impositivo del Estado. En ese orden de ideas, las regalías son ingresos públicos pero no
tienen naturaleza tributaria, pues no son imposiciones del Estado sino contraprestaciones que el
particular debe pagar por la obtención de un derecho, a saber, la posibilidad de explotar un
recurso natural no renovable28. En ese orden de ideas, la relación entre el Estado y el particular
es diversa, pues en un caso la persona voluntariamente decide pagar la regalía para obtener un
derecho de explotación, mientras que las personas no pueden sustraerse al pago del tributo, si
se cumple el hecho impositivo previsto por la ley. La obligación de pagar un impuesto no surge
entonces de la celebración de un contrato con el Estado, ni de la concesión de una licencia o
permiso de explotación, sino del cumplimiento del hecho previsto por la ley tributaria (…)".’
Regalías.
En conformidad con los artículos 58, 332 y 360 de la Constitución Política, toda explotación de
recursos naturales no renovables de propiedad estatal genera una regalía como
contraprestación obligatoria. Esta consiste en un porcentaje, fijo o progresivo, del producto bruto
explotado objeto del título minero y sus subproductos, calculado o medido al borde o en boca
de mina, pagadero en dinero o en especie. También causará regalía la captación de minerales
provenientes de medios o fuentes naturales que técnicamente se consideren minas. En el caso
de propietarios privados del subsuelo, estos pagarán no menos de 0,4% del valor de la
producción calculado o medido al borde o en boca de mina, pagadero en dinero o en especie.
Estos recursos se recaudarán y distribuirán de conformidad con lo dispuesto en la Ley 141 de
1994. El Gobierno reglamentará lo pertinente en la materia.
En cuanto al monto de las regalías y el sistema para liquidarlas y reajustarlas, serán los
vigentes a la época del contrato de concesión y se aplicarán durante toda su vigencia. Las
modificaciones que sobre esta materia adopte la ley, sólo se aplicarán a los contratos que se
celebren y perfeccionen con posterioridad a su promulgación (Art. 228 Código de Minas).
El royalty en Venezuela
"En los instrumentos mediante los cuales se otorgue el derecho a realizar las actividades, se
podrán establecer ventajas especiales para la República, tales como el aumento de la regalía,
de las contribuciones u otras contraprestaciones previstas en este Decreto Ley; el empleo y
cesión de nuevas y avanzadas tecnologías, así como el otorgamiento de becas, oportunidades
de entrenamiento técnico u otras actividades de desarrollo del factor humano".
"(…) Capítulo VI Del Régimen de Regalía e Impuestos.
"Sección I
"De la regalía
"Artículo 44. De los volúmenes de hidrocarburos extraídos de cualquier yacimiento, el Estado
tiene derecho a una participación de treinta por ciento (30%) como regalía.
"El Ejecutivo Nacional, en caso que se demuestre a su satisfacción que proyectos para mezclas
de bitúmenes procedentes de la Faja Petrolífera del Orinoco, no son económicamente viables
con la regalía del treinta por ciento (30%) establecida en este Decreto Ley, podrá rebajarla
hasta el límite de dieciséis dos tercios por ciento (16 2/3%), a fin de lograr la economicidad de
tales proyectos y queda igualmente facultado para restituirla, total o parcialmente, hasta
alcanzar de nuevo el treinta por ciento (30%), cuando se demuestre que la rentabilidad de los
proyectos pueda mantenerse con dicha restitución".
CONCLUSIONES
El imponer un royalty al sector minero, para quienes están en contra de esta iniciativa, va en
detrimento de la tendencia que se ha seguido hasta ahora, que según ellos, se basa en la
igualdad de condiciones en todas las actividades productivas. En segundo lugar, es que se
estarían alterando las llamadas "reglas del juego" a inversionistas que han "apostado" a
proyectos de largo plazo de maduración, imponiendo el estado chileno, algo asumido como un
costo adicional que afectaría la rentabilidad de los proyectos y un elemento que ha estado en el
corazón del éxito económico de Chile, que sería la confianza en la estabilidad de las llamadas
"reglas del juego”.
Se ha afirmado que la minería ha evadido impuestos en mayor medida que el resto de las
actividades productivas del país. Es interesante establecer que el Servicio de Impuestos
Internos, ha debido realizar esfuerzos adicionales para establecer con relativa efectividad los
impuestos pagados por diversas empresas mineras, pues en muchas de ellas se utilizan
variadas prácticas de minimización de pago de impuestos, muchas de ellas cuestionables en
diversa medida. Aún cuando la minería está sujeta a la misma legislación tributaria que el resto
de las actividades productivas.
En la década de los noventa, por diversas razones, principalmente por la apertura de los
mercados internacionales, los principales países mineros emprendieron la reforma de su
legislación minera. Los cambios significaron la entrada en vigencia de nuevos Códigos o Leyes
de Minería –según la denominación de cada país– siendo el más de reciente el de Colombia de
2001 y el más antiguo el de Argentina promulgado en el siglo XIX, con una serie de
modificaciones posteriores, las más profundas llevadas a cabo en los años 1993 y 1995. En
Bolivia, el nuevo Código de Minería es de 1997. En Brasil, el Código de Minería experimentó
modificaciones parciales desde su promulgación en 1967, especialmente con la entrada en
vigencia de una Constitución Federal en 1988, que originó los cambios de 1996.
Del estudio y análisis de las leyes de regulación minera imperantes en estos países, el dominio
del Estado sobre los recursos mineros es un principio común en la legislación minera de los
países de América Latina, además de su carácter imprescriptible e inalienable. En el caso de
Argentina, por su sistema federal, el dominio es ejercido tanto por las Provincias como por el
Estado Nacional, siendo las primeras las que otorgan las concesiones. En ese país sólo por
excepción se admite la posibilidad que el Estado realice directamente labores de explotación.
El Estado otorga derechos mineros a los particulares por vía de concesión administrativa en
casi todos los países. En el caso de Colombia, la concesión de explotación se formaliza
mediante un contrato administrativo entre el Estado y el concesionario, con un plazo de
duración. En Argentina, hay un derecho de propiedad sobre la concesión que se rige por el
derecho común pero se especifica la primacía del Código de Minería. En el caso de Bolivia y
Colombia, la minería se declara de utilidad pública.
En Argentina se otorga estabilidad tributaria y una serie de deducciones y exenciones para los
titulares de la actividad minera, contemplando una garantía de cumplimiento por el Estado, en
Derecho Tributario P.U.C.
Osvaldo Castillo U. Julio / Octubre de 2004
[email protected]
46/58
Trabajo dirigido: El Royalty Minero En Chile
dispositivos específicos que tienen relación con el régimen impositivo de la minería. Existen
además regalías impuestas por las provincias. En Colombia se definen los aspecto económicos
y tributarios bajo la denominación genérica de contraprestaciones económicas, dentro las
cuales se reconocen las regalías y los cánones superficiarios. En Bolivia hay un impuesto
minero complementario al régimen común que se aplica en porcentaje según el mineral de que
se trate y con base a la cotización oficial del mismo. En Brasil las actividades de producción,
comercio, distribución, consumo y exportación de sustancias minerales originadas en el país
están sujetas a impuesto sobre operaciones relativas a circulación de mercadería y sobre
prestaciones de servicios de transporte interestatal e intermunicipal y de comunicación. Existe el
pago de regalías que va del 3% al 0,2% sobre el valor líquido de las ventas del producto mineral
antes de su transformación industrial.
De igual modo, es factible el hecho que la luz de los tratados de libre comercio entre los
diversos países de variadas regiones del mundo, la tendencia además vaya en dirección a
uniformar la relación entre los estados que de modo definitivo, a la luz de estos antecedentes,
ejercen un dominio sobre sus recursos naturales, sean renovables o no renovables y agotables,
y las diversas empresas mineras de variados intereses, en la explotación de dichos recursos.
Uno de los factores a tener presente en la promulgación del Royalty es el atractivo para las
inversiones extranjeras. En esta perspectiva, el llamado Índice de Riesgo País es utilizado por
diversos analistas financieros del mundo para reflejar si un país, en función de un análisis
multivariado, es, y en qué grado, atractivo para las inversiones extranjeras. Cabe señalar, que el
riesgo país en Chile ha tenido una evolución creciente y sostenida, llegando a sus mejores
scores no en 1974 cuando se dictó el D.L. 600 sino que en la década de los 90s y en adelante,
cuando el país reestableció la normalidad interna, y cuando (curiosamente ) se establecieron
normas de cuidado y mitigación medioambiental, leyes cuya naturaleza para muchos eran y son
barreras al desarrollo y atracción de inversiones, leyes que en su tiempo fueron calificadas por
muchos como mera burocracia estatal que desincentivaría el desarrollo económico del país.
La evolución de los mercados internacionales de nuestro país, como son los innumerables
tratados de libre comercio suscritos por Chile, dan cuenta de lo que es importante para amplios
sectores de nuestro mundo globalizado, como el cuidado y protección de nuestros recursos
naturales, renovables o no, acordados en cada uno de los tratados suscritos por Chile, ellos
debieran considerarse en el establecimiento de políticas de desarrollo sustentable, impulsado
entre otros por Naciones Unidas. Dicho desarrollo establece una mínima valoración de los
recursos naturales de los países, y el royalty sería un modo de hacerlo, pues otorgaría a la
materia prima, a los minerales extraídos un valor distinto de cero como actualmente ocurre.
Dicho royalty está destinado a inversión en Investigación y Desarrollo (I+D) en regiones, una de
las áreas a considerar en el destino de estos fondos podría ser I+D en abatimiento y mitigación
de las empresas mineras, uno de los sectores industriales más contaminantes actualmente en
la región, y cuyos efectos dañinos al medioambiente aún afectan negativamente diversos
ecosistemas de Chile y la región.
Prácticamente en la mayoría de los textos consultados en este estudio nos aparece el concepto
de royalty, regalía o renta minera, en términos generales, como un derecho y no como un
tributo, el que si, eventualmente se aplica en Chile a la minería, debería establecerse (según la
Derecho Tributario P.U.C.
Osvaldo Castillo U. Julio / Octubre de 2004
[email protected]
47/58
Trabajo dirigido: El Royalty Minero En Chile
mayoría) en base a la producción del mineral como remuneración del derecho de extracción.
Incluso hasta nuestro Código Civil, redactado en 1855, nos acerca en ese sentido al definir el
"derecho de usufructo".
No obstante, las aseveraciones que consideran al royalty como un derecho son rebatidas por
personeros ligados al sector privado de la minería del cobre, ya que se inclinan decididamente
"por no hacer cambios en las reglas del juego, ya que esto desincentivaría la inversión, lo que
dañaría la buena imagen del manejo económico de Chile".
Sin embargo, los argumentos que denuncian la escasa tributación de las mineras privadas del
cobre y, al mismo tiempo, afirman la procedencia de la aplicación de un royalty al sector,
aparecen con mayor fundamento económico y jurídico.
BIBLIOGRAFÍA
http://www.eclac.cl/publicaciones/RecursosNaturales/9/LCL1739PE/LCL1739-P-E.pdf
http://www.natural-resources.org/minerals/CD/docs/regional/LCL1739-P-E.pdf
ISOLA, Ana Graciela; PALAVECINO, Federico M. Temas actuales de Derecho Minero. Buenos
Aires, Argentina, Universidad, 2000, 253 p. (BCN) - Sede Valparaíso - Monografía -
347.249(82) I85t 2000
IBÁÑEZ G., Ciro (Economista). El cobre y su inserción en el mundo: Cómo cobrar el sueldo de
Chile (Registro de Problemas Públicos (RPP) / Fundación Terram, Nº 14, marzo 2003) [En
línea]. Santiago, Chile, Fundación Terram, Marzo 2003.
http://www.terram.cl/Documentos%20Terram/Registro%20de%20Problemas%20Públicos/RPP1
4-%20Cobre%20y%20su%20inserción%20en%20el%20mundo.pdf
ISOLA, Ana Graciela; PALAVECINO, Federico M. Las Regalías Mineras. Regalías mineras y
contractuales, propiedad de las minas, tratamiento en el régimen de inversiones mineras,
Derecho Tributario P.U.C.
Osvaldo Castillo U. Julio / Octubre de 2004
[email protected]
49/58
Trabajo dirigido: El Royalty Minero En Chile
legislación nacional y provincial, antecedentes parlamentarios, jurisprudencia. Buenos Aires,
Argentina, Universidad de Buenos Aires - Facultad de Derecho y Ciencias Sociales, 1997, 206
p.
(BCN) - Sede Valparaíso - Monografía - 347.249(82) I85r 1997
OSSA BULNES, Juan Luis. Derecho de Minería. 3a. ed., rev. y actualizada, Santiago, Chile,
Editorial Jurídica de Chile, 1999, pp. 383-405. (BCN) - Sede Valparaíso - Monografía -
347.249(83) O84d 1999 c.1
OSSA BULNES, Juan Luis. Royalty a la Minería (Boletín Minero – Sociedad Nacional de
Minería, N° 1169, Mayo 2003) [En línea]. Santiago, Chile, SONAMI, Mayo 2003.
http://www.sonami.cl/boletin/bol1169/art12.html
OSSA BULNES, Juan Luis. Royalty a la Minería (Informe Económico / Libertad y Desarrollo,
Santiago, Chile, Nº 139, Mayo de 2003). Santiago, Chile, Instituto Libertad y Desarrollo, Mayo
de 2003 http://www.lyd.org /biblioteca/serie/ Económico / 139_ serie_informe_ economico.pdf
Eugenio Figueroa B. (ED) , "Economic Rents and Environmental Management in Mining and
Natural Resources". 1998, Universidades de Chile y Alberta, y auspiciado por CODELCO y el
Banco Central de Chile.
Eugenio Figueroa B. (ED), "Economic Rents and Environmental Management in Mining and
Natural Resources". Universidad de Chile — Universidad de Alberta, Canadá, Octubre, 1999.
Riesco, Manuel, Chile: La Necesidad Urgente de Actuar para Recuperar el Precio del Cobre y
Revisar la Política Minera, Cenda, 2001, disponible en : http: // cep.cl / Arcis / Visiones /
Visiones 0107/ Visiones0107.html
Resumen del trabajo realizado por la Comisión Especial destinada a estudiar el régimen
tributario afecto a la Gran Minería que opera en Chile, constituida por mandato unánime
de la Sala del Senado de la República de Chile.
El cobre es - y lo seguirá siendo por largo tiempo- nuestro principal producto de exportación. En
efecto, de los ingresos fiscales que Chile obtiene de sus exportaciones, el 45% provienen del la
venta del cobre al mercado internacional.
Chile exhibe unas de las más altas tasas de productividad en la extracción y procesamiento del
metal rojo y una experiencia minera de reconocida calificación internacional. Las minas en
explotación poseen leyes que las hacen altamente rentables. Así mismo, el alto nivel profesional
de nuestros ingenieros, técnicos y trabajadores permite la utilización plena de avanzadas
tecnologías asociada a los procesos productivos incluidas aquellas de origen nacional que
gozan de reconocido prestigio mundial como el llamado Convertidor El Teniente. Debe tenerse
presente al respecto que la innovación científica y tecnológica es un rasgo distintivo de la
minería por lo que el esfuerzo hecho tanto por el sector público como por el privado destinado a
elevar permanentemente la formación de nuestros profesionales y estimular la investigación,
merecen ser reconocidos. Ello ha permitido, por ejemplo, incorporar a la explotación minas de
baja ley que hasta hace poco eran económicamente inexplotables.
Todos estos factores, comúnmente poco apreciados en nuestro propio país, unidos a los fáciles
y expeditos accesos a modernos puertos de embarque de los recursos mineros extraídos así
como la estabilidad política y social que muestra Chile, aseguran que la explotación de esta
riqueza cuprífera, así como de los diversos y valiosos minerales que le acompañan, sean
incomparablemente atractivos para los inversionistas extranjeros. Chile es por tanto clave para
todas aquellas empresas dedicadas al rubro que tengan la pretensión de incidir
significativamente en el mercado mundial del cobre.
Cuando hablamos de cobre por tanto no estamos hablando de un factor productivo más.
Estamos hablando de un recurso económico fundamental para hacer de Chile un país
desarrollado a partir del año 2010, nos estamos refiriendo a una riqueza estratégica en torno a
la cual se ha construido una industria cuyas ventajas comparativas no tienen parangón en
ninguna actividad productiva que podamos exhibir.
Por experiencia histórica Chile sabe que cuando no existen políticas adecuadas que faciliten la
obtención de una renta justa y legítima para el país, no solo sufren de esas carencias las
generaciones de chilenos que fueron incapaces de implementarlas, sino que dramáticamente
todas aquellas generaciones que le sucedieron. En el pasado fue el salitre, luego el hierro y
Derecho Tributario P.U.C.
Osvaldo Castillo U. Julio / Octubre de 2004
[email protected]
51/58
Trabajo dirigido: El Royalty Minero En Chile
ahora nos enfrentamos a los desafíos del cobre. Mañana con seguridad serán otros minerales,
como el litio, el oro e innumerables productos no metálicos, que se encuentran durmiendo en
las entrañas de nuestras montañas, los que puedan sufrir de la irresponsabilidad de no haber
obtenido de esas riquezas los frutos que nos merecemos.
Sin embargo, el país debe tener conciencia que el cobre no sólo es fundamental para su
progreso y desarrollo sino que se trata, a diferencia de otros recursos naturales, de una riqueza
que no se renueva, que se volatiliza en miles de productos finales, que una vez extraída del
fondo de la mina en ella sólo queda el hoyo y el recuerdo de tanto esfuerzo desplegado para
extraerla. Es mas, aun cuando nuestras reservas son aparentemente cuantiosas, ellas algún día
se agotarán o no poseerán valor alguno.
En cualquier momento, debido al extraordinario avance de las ciencias, nuestro mineral puede
verse seriamente afectado por políticas sustitutivas implementadas por los grandes países
consumidores. Este hecho, que no aparece como un riesgo inmediato para las actuales
generaciones de chilenos, tenemos la obligación de tenerlo presente siempre. No es casual que
durante el año 2002 Alemania implementara eficientes procesos de reciclaje de cobre que
lograron cubrir, durante ese período, casi el 75% de su demanda interna. De acentuarse
medidas de esta naturaleza Chile será el principal afectado.
Otra dimensión importante relacionada con la industria del cobre es la necesidad de construir
una política de carácter estratégico para hacer de nuestra principal riqueza una verdadera
palanca de progreso. Urge establecerla, de ella carecemos como país y ha llegado la hora de
construirla. Si bien en el pasado dimos pasos importantes, en la actualidad se trata de optimizar
sus rendimientos, de combinar adecuadamente el esfuerzo público con el privado, de agregar
valor a cada libra de cobre extraída, de explotarla teniendo presente las exigencias
medioambientales, de hacer de ella una fuente que estimule la investigación científica y la
innovación tecnológica. En suma se trata de hacer de ella en las actuales condiciones en que
se desenvuelve la economía mundial, un factor determinante para nuestro futuro.
Las conclusiones, por tanto, a las que arribe esta comisión no sólo deben atender a la
necesidad de introducir cambios en el sistema tributario de la gran minería del cobre, que es su
objeto principal, sino que además proponer el establecimiento de una Comisión del mas alto
nivel que esté en condiciones de estudiar a fondo las características del mercado internacional
del cobre, las nuevas condiciones en las que éste se desenvuelve, los procesos de cambio y de
modernización industrial que se llevan a cabo en algunos países de los llamados miembros del
segundo y tercer mundo, como lo son India, China y Rusia, todos los cuales tenderán a
favorecer, según todas las predicciones, el consumo del cobre. Ello requiere del estado políticas
que apunte a perfeccionar los procesos de extracción, producción y comercialización de
nuestros recursos mineros, elevar la productividad, enfrentar los desafíos de su sustitución,
promover nuevos usos del mismo, y apoyar la investigación científico-tecnológica que la haga
posible.
El objetivo central que anima a las grandes empresas extranjeras que hoy se encuentran en
nuestro país, explotando nuestra riqueza cuprífera con ventajas comparativas altamente
beneficiosas para ellas. es aprovechar las altas rentabilidades que obtienen de su explotación
en Chile. Lo anterior debido a que casi un 100% de los recursos cupríferos que ellas extraen se
traducen en concentrados de cobre que es una pre-materia prima que es tratada en refinerías y
Derecho Tributario P.U.C.
Osvaldo Castillo U. Julio / Octubre de 2004
[email protected]
52/58
Trabajo dirigido: El Royalty Minero En Chile
fundiciones que se encuentran en países donde estos procesos se encuentre fuertemente
subsidiadas.
La experiencia vivida con esta empresa no es nueva. También ocurre en otras latitudes.
Michael Moore continua: “Otras 1.279 corporaciones con activos por valor de 250 millones de
dólares o más tampoco pagaron impuestos, aduciendo no haber tenido ingresos en 1995 (el
año más reciente para el que existen estadísticas).”
Igual que en Chile. A pesar de ser un país muchas veces menos desarrollado que la gran
potencia del norte, la mayoría de las grandes empresas mineras extranjeras que se encuentran
explotando nuestras riquezas mineras “…tampoco pagaron impuestos, aduciendo no haber
tenido ingresos…”. La diferencia esta en que no sólo no pagaron durante el año 1995, como lo
recuerda el ensayista estadounidense, sino que prácticamente durante todos estos años, desde
el momento en que éstas iniciaran sus actividades en Chile.
Lo anterior justifica plenamente las expresiones del ministro de hacienda Nicolás Eyzaguirre,
quien interpretando el sentir mayoritario de los chilenos llamó a esas empresas a hacer, en el
marco de la actual legislación, un aporte mayor al erario nacional. La lamentable respuesta del
Consejo Minero que agrupa a todas ellas ha dejado en claro, una vez más, que éstas no están
dispuestas a escuchar el llamado que les fuera formulado ni siquiera en momentos en que
observan precios tan favorables para la libra de cobre como los que hemos tenido en el último
tiempo.
Considerando:
Que el Estado de Chile, en virtud de lo dispuesto en el artículo 19 Nº 24, inciso sexto, tiene el
dominio absoluto, exclusivo, inalienable e imprescriptible de todas las minas.
Que las empresas de la gran minería privada explotan recursos pertenecientes a la nación toda.
Que la gran minería posee características que la hacen distinta a cualquier otra actividad
económica, entre las que se cuentan la fuerte inversión extranjera en el sector, el uso intensivo
de capital, la existencia del precio de transferencia y la exportación de productos que no tienen
precio de mercado, tales como el concentrado y la utilización de un recurso natural no
renovable.
Que de las opiniones consultadas en la Comisión Especial se colige que las empresas de la
gran minería privada utilizan abusivamente la legislación tributaria general y especial.
Que muchos países mineros han adoptado en sus legislaciones nacionales sistemas de cargo
por el uso y explotación de recursos naturales no renovables.
Que en la Comisión Especial se discutió latamente sobre los aspectos jurídicos e implicancias
económicas y financieras del establecimiento de un royalty en nuestra legislación nacional, y
Requerir al Ejecutivo que elabore un proyecto de ley que modifique los diversos cuerpos legales
referidos a la minería, para los efectos de mejorar la fiscalización de la actividad, impedir la
evasión y elusión de tributos en áreas no consideradas en la ley Nº 19.738 y perfeccionar
aquellas normas que son objeto de abusos legales.
Conciente que la materia siguiente no ha sido considerada con la latitud requerida, creo
necesario proponer un proyecto de acuerdo sobre ella teniendo presente que durante las
sesiones de la comisión quedó en evidencia que el país requiere con urgencia elaborar una
política de largo aliento en relación a nuestro principal recurso. Sin perjuicio de su
perfeccionamiento y modificación en el seno de esta comisión propongo el siguiente Proyecto
de Acuerdo:
Considerando:
Que Chile posee alrededor del 38 % de las reservas de cobre mundialmente conocidas
Que Chile ha logrado constituirse en uno de los países con más alta productividad en la
producción de cobre, asociado a una experiencia minera de reconocida calificación
internacional
Que los recursos mineros de nuestro subsuelo seguirán siendo por largo tiempo de una elevada
calidad en términos de sus leyes.
Que por experiencia histórica Chile sabe de la importancia de observar con atención que
cuando no existen políticas adecuadas que faciliten la obtención de una renta justa y legítima
para el país, no solo sufren de esas carencias las generaciones de chilenos que fueron
incapaces de implementarlas, sino que dramáticamente todas aquellas generaciones que le
sucedieron.
Que el país tiene conciencia que el cobre es una riqueza no renovable como también que, aun
cuando nuestras reservas aparecen inconmensurables, ellas algún día se agotarán o no
tendrán el valor relevante que hoy poseen
Que la actual institucionalidad del sector minero carece de las fortalezas necesarias para la
materialización de los objetivos estratégicos por lo que se hace urgente materializar, en el
marco de la modernización del Estado, reformas y cambios y reordenamientos en todos los
organismos que a él pertenecen.
Que en ese marco es altamente necesario la formación de un Instituto Nacional del Cobre
destinado a elaborar estudios, informes e investigaciones, con la participación del sector público
Derecho Tributario P.U.C.
Osvaldo Castillo U. Julio / Octubre de 2004
[email protected]
55/58
Trabajo dirigido: El Royalty Minero En Chile
y privado, así como de las universidades, institutos y organizaciones gremiales y académicas,
relacionadas con la minería, y
Que la ciudadanía requiere conocer con la máxima exactitud posible el destino estratégico de
nuestra principal riqueza minera: el cobre
Proponer que el ejecutivo contemple dentro de la tarea de modernización del Estado, una
nueva institucionalidad para el sector que contemple entre otras medidas la creación de un
Instituto Nacional del Cobre.
ANEXO 2
En Chile, la inversión extranjera cuenta con un estatuto especial contenido en el Decreto Ley Nº
600, del 11 de julio de 1974, refundido, coordinado y sistematizado por el DFL 523, de 1993.
Este cuerpo normativo esta orientado a los estados extranjeros, a las personas naturales y
jurídicas extranjeras y a los chilenos con residencia y domicilio en el exterior.
Al amparo de este cuerpo normativo, se celebran los contratos de inversión extranjera entre el
inversionista y el Estado de Chile, los cuales tienen el carácter de “contratos leyes” y en ellos se
contemplan aspectos relativos a la tributación.
El inversionista extranjero puede optar o no al contrato suscrito con el Estado chileno propuesto
por el DL 600. El Comité de Inversiones Extranjeras, establecido en el mismo decreto, autoriza
la inversión y su propósito, a través de la firma del contrato. A su vez, con su firma, el
inversionista opta, entre otras materias, por el régimen de invariabilidad tributaria que garantiza
una carga de impuesto efectiva del 42% durante diez años, salvo que el proyecto de inversión
supere los 50 millones de dólares, porque en este caso, el plazo se amplía a los 20 años y se lo
faculta para llevar su contabilidad en moneda extranjera. El inversionista puede renunciar por
una sola vez a la opción de invariabilidad tributaria.
El DL 600 establece, además, un plazo de 8 años para el ingreso del capital al país para las
inversiones mineras, el cual puede ser extendido hasta 12 años cuando se requieran
exploraciones previas. Las utilidades pueden ser repatriadas en todo momento, a condición que
los impuestos hayan sido pagados. El capital puede ser repatriado después de un año,
proviniendo las divisas de la venta de acciones y derechos que materializan la inversión, o de la
venta de la empresa. Asimismo, el decreto garantiza al inversionista el acceso al mercado de
cambio formal y la mejor tasa para la repatriación del capital y de sus dividendos.
Por último hay que considerar que los contratos leyes de inversión extranjera contemplan una
suerte de congelamiento de toda la normativa tributaria, esto es, invariabilidad de normas
legales y también de circulares del Servicio de Impuestos Internos, relativas a regímenes de