La Filosofía Presocrática
La Filosofía Presocrática
La Filosofía Presocrática
LAVARREDA
LA
FILOSOFÍA
PRESOCRÁTICA
5
6 LA FILOSOFÍA PRESOCRÁTICA
OBRA:
LA FILOSOFÍA PRESOCRÁTICA.
AUTOR:
CARLOS A LAVARREDA.
EDITOR:
ÓSCAR DE LEÓN CASTILLO.
PRIMERA EDICIÓN:
2004.
CORRECCIÓN DE PRUEBAS:
EL AUTOR Y EL EDITOR.
DIAGRAMACIÓN:
BLANCA SUCELY LÓPEZ CORADO.
CARÁTULA:
MUESTRA UNA DE LAS MÁS INTERESANTES Y
EXQUISITAS PRUEBAS DEL TEOREMA DE PITÁGORAS.
GENERALMENTE, SE HA ATRIBUIDO A UN HUMILDE
MATEMÁTICO HINDÚ. SU PRUEBA CONSISTE DE UNA
FIGURA TALLADA EN PIEDRA ACOMPAÑADA CON UNA
SOLA PALABRA: ¡CONTEMPLA!
ÍNDICE GENERAL
CAPÍTULO PÁGINA
INTRODUCCIÓN ............................................................ 9
I DEL MITO AL LOGOS ................................................... 15
LOS MILESIOS
II TALES DE MILETO ....................................................... 37
III ANAXIMANDRO ............................................................. 45
IV ANAXÍMENES ................................................................. 55
LOS PITAGÓRICOS
V PITÁGORAS .................................................................... 65
VI PITAGORISMO ............................................................... 85
LOS ELEÁTICOS Y HERÁCLITO
VII HERÁCLITO .................................................................... 97
VIII JENÓFANES ..................................................................... 115
IX PARMÉNIDES ................................................................. 127
X ZENÓN .............................................................................. 147
XI MELISO ............................................................................ 165
LOS PLURALISTAS
XII EMPÉDOCLES ................................................................ 173
XIII ANAXÁGORAS ............................................................... 195
XIV LEUCIPO .......................................................................... 211
XV DEMÓCRITO ................................................................... 223
XVI EL SOFISMA .................................................................... 239
XVII LOS SOFISTAS ................................................................ 249
XVIII OTROS SOFISTAS .......................................................... 267
CONCLUSIÓN ................................................................. 279
BIBLIOGRAFÍA .............................................................. 285
8 LA FILOSOFÍA PRESOCRÁTICA
INTRODUCCIÓN 9
INTRODUCCIÓN
I
DEL MITO AL LOGOS
LA TEOGONÍA DE HESÍODO
nos se unió entonces a Rea y tuvo con ella cinco hijos: Hestia,
Démeter, Hera, Hades y Poseidón, la siguiente generación de dioses.
Hesíodo relata (verso 459 y siguientes) cómo Cronos, para no ser
derrotado y desposeído por ninguno de sus hijos, se los devoraba
a medida que iban naciendo.
. . . y los iba devorando el gran Cronos, a fin de que ningún otro . . .
de los ilustres Uránidas
ostentara entre los inmortales la regia dignidad.
Y es que se había enterado, por boca de Tierra y
del Cielo estrellado,
que su destino era verse sometido por un hijo suyo.
Pero las precauciones tomadas por Cronos fueron inútiles
porque Rea le engañó. Así, tras parir a Zeus, Rea lo escondió en
una gruta y, en vez de entregar a Cronos el bebé, le entregó una
roca envuelta en pañales que éste devoró sin darse cuenta del
engaño. Cuando Zeus creció obligó a Cronos a vomitar a sus
hermanos que estaban en el vientre de su padre. Zeus rescató de
esa manera a sus hermanos que en agradecimiento le ofrecieron el
trueno y el rayo, símbolos de poder. Pero el conflicto no había
terminado, porque Cronos arrojó contra Zeus a los Titanes. Se inició
una larga guerra entre estas dos generaciones de dioses hasta que
finalmente los dioses encabezados por Zeus lanzaron a los Titanes
al Tártaro. La victoria de Zeus y los dioses olímpicos sobre los
Titanes, que representaban la fuerza bruta y la violencia, es el triunfo
del espíritu y de la justicia y marca el inicio de un nuevo orden en
el Universo. Hesíodo narra cómo todos los dioses en consenso
insistieron en que Zeus fuera rey y soberano (versos 883 al 885):
E instaron entonces, por supuesto, a que
fuera rey y soberano
por discretos consejos de Tierra –al
Olímpico Zeus longitonante,
entre los inmortales. Y él distribuyó bien las dignidades. 885
Pero Zeus tuvo que afrontar una batalla más para conservar
este nuevo orden: el enfrentamiento con Tifón, el hijo de Gea y
Tártaro.
26 LA FILOSOFÍA PRESOCRÁTICA
Este dios primigenio fue el creador del resto de los dioses y del
mundo. Cronos tuvo un hijo, Zeus, quien derrotó a su padre emborra-
chándole con hidromel. Después, Zeus devoró a Phanes y a toda la
creación, tras lo cual creó un nuevo mundo, que fue más ordenado.
Luego nos relata el nacimiento de Dionisos. Zeus cedió el poder a
Dionisos, cuando éste aún era un niño, pero fue muerto por los
Titanes. Sin embargo, su corazón todavía palpitante, fue recogido
por Atenea y ofrecido a Semele para que lo comiera. Así es como
Semele quedó embarazada de Dionisos pero ésta murió quemada
por su condición de mortal al unirse a Zeus. Zeus pudo recuperar al
feto, que después nació de su muslo (ya antes Atenea había nacido
de la cabeza de Zeus). Dionisos fue entregado a una divinidad del
campo para que lo protegiese. Finalmente, los Titanes fueron
destruidos por Zeus con su rayo y de sus pedazos aparecieron los
primeros seres humanos.
En las obras de Aristófanes y Eurípides existen restos de una
antigua Teogonía en la que aparece un huevo, quizás la más antigua.
Las Aves, de Aristófanes (450-385 a. C.), es una fuente indirecta
para conocer estas Teogonías. El autor habla de la aparición de un
huevo cósmico y de la posterior formación de Eros dentro del mismo
(Aves, 694-696). También existe escasa información de Eurípides
(480-406) en su obra Hipsípila. Infortunadamente el fragmento se
encuentra en un estado de preservación lamentable, por lo cual
solamente se pueden leer palabras sin conexión:
. . . Éter el Primogénito
quiso Eros, cuando Noche (?) . . .
crió entonces . . .
ORFEO Y ORFISMO
música lograba que las fieras lo siguiesen, que los árboles, e incluso
las rocas, se inclinasen y moviesen a su paso y que las gentes se
calmasen al oírlo. Precisamente por eso su participación, junto con
los otros héroes de gran fama, en el viaje de los Argonautas, tenía
el objeto de utilizar los poderes de su capacidad musical para marcar
la cadencia de los remeros y apaciguar las tempestades marinas
con sus cantos (Eurípides, Hipsípila fr. I, 3, 8-14). Tan grande era
la fuerza de su música que cuando la nave Argos pasó delante de
las sirenas que intentaban seducir a los marineros de la nave, Orfeo
utilizó un recurso diferente al de Ulises, cantando aún mejor que
ellas consiguió que los marineros se estuvieran en sus bancos.
Orfeo estaba profundamente enamorado de su mujer, Eurídice.
Sin embargo el destino deparó que Aristeo persiguiera a Eurídice
para violarla. Cuando ella huía una serpiente venenosa la mordió
y Eurídice murió. Orfeo quedó desconsolado y, lleno de tristeza,
dejó de cantar sumiendo a la naturaleza que le rodeaba en una pro-
funda melancolía. Por fin, recordando con pena la ausencia de su
mujer, decidió ir a la puerta de Hades donde consiguió, con su
música, que hasta la más inflexible de las diosas, la diosa del Hades
(Hécate o Perséfone) se compadeciera de él hasta permitir hacer lo
que estaba prohibido a todos los demás mortales: descender al Hades
para rescatar a su mujer. Únicamente se le impuso una estricta
condición, que cuando la encontrase y retornase con ella al mundo
terrenal, Eurídice debía seguirle y Orfeo, bajo ninguna circunstancia,
podría volverse hacia atrás para comprobar si ella le seguía. Si él
no cumplía con esta orden, la perdería definitivamente. Orfeo aceptó
el desafío y caminando por el Hades consiguió paralizar con sus
cantos toda la vida y movimiento del antro infernal (la rueda de
Ixión y la piedra de Sísifo dejaron de rodar y las Dainades
abandonaron su trabajo de llenar de agua las jarras agujereadas),
hasta que por fin encontró a Eurídice. Ella, así como había sido
ordenado, siguió sumisamente sus pasos a lo largo del camino de
retorno hacia la luz del sol. No obstante, cuando ya estaba pasando
el umbral de la salida del Hades, Orfeo no pudo contener su humana
curiosidad y se volteó hacia atrás para ver si ella le seguía, aunque
DEL MITO AL LOGOS 33
II
TALES DE MILETO
III
ANAXIMANDRO
1. La ley de Contradicción dice que todas las proposiciones analíticas son verdaderas y la
ley de Suficiente Razón que todas las proposiciones verdaderas son analíticas.
52 LA FILOSOFÍA PRESOCRÁTICA
IV
ANAXÍMENES
V
PITÁGORAS
que Dionisos no llega a ser el dios del vino sino hasta que Homero
le atribuye este carácter.
El hombre que alcanzara ese estado de superación sobre las
necesidades corporales, por medio de un control de los apetitos
sensuales, lograría un estado del alma más elevado y vendría a ser
un sabio (sophoi), y a la vez, un perfecto ciudadano. Allí fue donde
apareció, quizás por primera vez, la palabra filosofía. Con la ayuda
de la filosofía, el uso de la razón, la música, las prácticas religiosas
y el cultivo de la fraternidad universal, los pitagóricos aspiraban a
la purificación espiritual. Y como la creencia metafísica fundamen-
tal era la realidad y el poder de los números, el camino hacia la
purificación del alma vendría a estar unificado. La fe en la música
era debida, en parte, al descubrimiento de las proporciones aritmé-
ticas exhibidas en la armonía musical. El alma debía, entonces, ser
entrenada, educada, ordenada, en una armonía total, por medio del
control de los deseos; así, el alma podría encontrar sus propios
límites, un balance, y podía encajar dentro del esquema universal
de las cosas, y el universo podría exhibir la belleza y armonía que
resultan de la esencia de los números. Las tumbas de los órficos
tenían inscripciones con instrucciones para que el alma de la per-
sona muerta pudiera encontrar su camino por el otro mundo. Los
órficos fueron ascéticos, y el vino, para ellos, solamente era un
símbolo, como en el sacramento cristiano. De manera que los
elementos místicos del orfismo fueron introducidos en la filosofía
griega por Pitágoras y Platón reformó al orfismo como Orfeo había
reformado la religión de Dionisos.
De Pitágoras, los elementos órficos pasaron a la filosofía de
Empédocles y de Platón, y de éste a las filosofías que tuvieran
conceptos religiosos. Finalmente, debe mencionarse que el
feminismo de Platón era un elemento órfico. Para el órfico, la vida
en este mundo era dolor y miseria; según ellos, estamos condenados
a girar en ciclos de nacimiento y muerte sin final. Sólo la purificación
y una vida ascética nos podría salvar y unirnos a Dios.
Los pitagóricos creían que el mundo conocido podía ser
explicado a partir de la matemáticas y que todas las cosas podían
ser reducidas a relaciones numéricas. Según Aristóteles (Metafísica,
PITÁGORAS 73
XIV, 3, 1090a, 20), los pitagóricos creían que todas las cosas eran
números, en el sentido de que los principios de los números eran
los principios de todas las cosas. Pitágoras mantenía que sólo había
un número: el matemático; que todas las cosas perceptibles son
números; y que éstos existen, en poder, existencia y lógica, antes
que los objetos físicos. Afirmaban que la causa y sustancia de todas
las cosas eran los números, no solamente las cosas físicas sino las
abstractas, como la justicia y otras virtudes, como el alma y la razón.
Aparentemente, esa creencia en el poder creativo de los números
resultó de descubrir las relaciones numéricas de la armonía musi-
cal. Las cuerdas vibrantes poseen tonos armoniosos cuando la
relación de sus longitudes son números enteros. Si los números
pueden ordenar los sonidos para lograr la armonía, entonces es
posible que los números puedan también ordenar lo ilimitado para
establecer un universo armonioso; y así, creían que los números
ordenaban las cosas dentro del universo.
Como los pitagóricos no tenían una forma de notación numé-
rica, utilizaban, como manera de exposición numérica, un sistema
semejante al del dominó o dados. Espeusipo nos dice que para
Pitágoras el 1 era el punto, la línea era el 2 , el triángulo el 3 y la
pirámide el 4. El número 10 era representado por puntos o alfas
dispuestos en forma de un triángulo equilátero: el Tetractis de la
Década o el tetraktis. Éste era un triángulo con 4 puntos como
base, seguido por una línea de 3, luego de 2 y 1, con total de 10.
(Burnet, 48, p. 102).
○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○
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○
FIGURA 1 FIGURA 2
1. Pierre de Fermat supuso que la ecuación de Pitágoras no era posible para números mayores:
porque n mayor que 2 en an + bn = cn es imposible. No es posible para n = 3 (no hay
números enteros para los cuales: a3 + b3 = c3 ). Según Fermat, tampoco para ningún
exponente mayor: n = 4, ó n = 5, y así sucesivamente. Fermat escribió: He descubierto
una prueba en verdad importante de este teorema, para lo cual el margen es muy pequeño
para contenerla. Por trescientos años, matemáticos como Gauss, Galois, Kummer, Euler,
no lograron hallar la prueba del teorema. Pero en 1994, A. Wiles y R. Taylor, de Cam-
bridge, Inglaterra, lograron probar el último teorema de Fermat.
PITÁGORAS 77
son racionales. Pero si los lados del triángulo son iguales entre sí,
por ejemplo, a = 1, b = 1. Entonces, c2 = 12 + 12 , ó 1 + 1 = 2; así que
“c”, ¿es igual a qué? En ambos casos “c” es una longitud definida,
pero en el primer caso los tres lados son conmensurables, en el
sentido que la unidad - 1 - mide exactamente a los tres como igual
a 5, 4 y 3. Pero en el segundo caso, la hipotenusa es inconmensurable
con sus lados porque no existe medida que pudiera medir los lados
con exactitud, y por eso “c” es un número irracional. Si tomamos a
“c” = 2 y declaramos que es un número definido, su lado es un
decimal infinito, 1.4142 . . . y aunque lo extendamos lo que
quisiéramos, nunca alcanzaremos una cantidad que, multiplicada
por sí misma, nos dé el número 2. Los números irracionales fueron
descubiertos alrededor del año 450 a. C. Cuenta la leyenda que al
principio intentaron mantener oculta la verdad tan amarga, incluso
que su descubridor, Hipaso de Metaponto, fue arrojado al mar du-
rante un viaje.
Hi
po
ten
Cateto us a
a c
90° 90°
Cateto b
2. Entre una de las biografías doxográficas más importantes, está el libro I de las
Refutaciones de las Herejías, de Hipólito. Trabajo cuya mayor parte parece ser derivada
de Teofrasto; y las partes que se refieren a Tales, Pitágoras, Heráclito y Empédocles,
tienen fuentes de categoría inferior (Burnet, 13, p. 36). La Vida de Pitágoras, de Porfirio,
filósofo de Alejandría, discípulo de Plotino, es la que mejor se conserva de su Historia
de la Filosofía (Burnet, Cita No. 1, p. 87).
PITÁGORAS 79
VI
PITAGORISMO
Alcmeón de Crotona
El único pensador itálico entre Pitágoras y Parménides cuyas
opiniones tenemos testimonios suficientes para justificar su estudio
es Alcmeón de Crotona, el cual tendría su mayor actividad intelectual
a comienzos del siglo V a. C. Sabemos que era un dualista y que
tuvo contacto con Pitágoras. Jámblico pone a Alcmeón entre los
contemporáneos de Pitágoras, joven discípulo suyo, cuando él era
88 LA FILOSOFÍA PRESOCRÁTICA
Filolao de Crotona
Filolao nació hacia mediados del siglo V a. C.; fue uno de los
pocos que escaparon del desastre que le aconteció a la escuela. Su
nombre aparece siempre unido al de Eurites. Ambos son posteriores
a Empédocles y Anaxágoras y si se estudian antes es porque parecen
representar a los pitagóricos en su enfrentamiento con los eleáticos.
Según Platón, Filolao enseñó en Tebas, con Lisis, donde ejerció
como médico y fue muy activo; sus discípulos, Simmias y Cebes,
estuvieron presentes durante la muerte de Sócrates como se relata
en el Fedón. Filolao se trasladó más tarde a Tarento, como escritor;
según algunos atribuía las enfermedades a cambios en el equilibrio
PITAGORISMO 89
VII
HERÁCLITO
1. Filósofo y poeta, nacido en la isla de Cos, Grecia. Platón asistió a sus comedias en Sicilia.
Epicarmo se refirió a la eternidad de Dios, diciendo que, éste no podía haber procedido de
la nada y de que no podría comenzar a ser si no había ya sido en algún momento. También
decía que: Todo gira en un círculo perenne de cambios, nada se mantiene en su propio ser.
HERÁCLITO 99
ilustradas cuando dice: Para el Dios todas las cosas son bellas y
justas, mientras los hombres han supuesto que unas son injustas y
otras justas; Dios es el día y la noche, el verano y el invierno, la
guerra y la paz, la sociedad y el hombre (Frags. 36 y 43, Burnet,
65, p. 136); que todo es Uno y se deriva del Uno (Frag. 59, Ibid, p.
137); que el hombre es y no es (Frag. 81, Ibid, p. 139). En resumen,
que todo pasa a ser algo en un estado y formas diferentes y siempre
cambiando.
La física, con esta metafísica de la teoría termodinámica del
fuego, vino a hacer de Heráclito un reformador de la filosofía jónica.
Aparentemente utilizó las ideas de Hesíodo, Pitágoras, Jenófanes
y Hecateo, en su propia Teoría del Fuego y la razón universal.
Para Heráclito todo es fuego, el fuego es el origen de todo, es el
arjé. El fuego es la aletheia, lo no oculto. Heráclito no se refiere al
fuego como lo que ilumina sino que habla del fuego mismo como
lucha, constante surgir (siempre viviente), como arrancar al
ocultamiento (encenderse y extinguirse) y en cuanto constante
oposición al ocultamiento, el fuego es finito, es encenderse y
apagarse según medida. Así indica que el mundo es un fuego
perdurable; algunas de sus partes están siempre extintas y
constituyen las otras dos masas importantes del mundo: el mar y la
tierra. En su transformación, la sustancia primaria pasaba por tres
estados fundamentales: del fuego al agua; del agua a la tierra; y de
la tierra al fuego (Frag. 25, Burnet, 65, p. 135). El proceso del
fuego al agua es de ascenso y el de la tierra al fuego de descenso;
las mismas fuerzas, pero en direcciones contrarias. Todas las cosas
están cambiando constantemente, aunque aparentemente sean
permanentes, mientras que reciban una nueva cantidad de sustancia
equivalente a la que pierdan para así poder mantener un balance
material. Según Diógenes Laercio, al condensarse el fuego se hace
húmedo, y reuniéndose (haciéndose compacto), deviene el agua, y
fijándose el agua se vuelve tierra; y éste es el camino abajo. De
nuevo la tierra se hace fluida y de ella se produce el agua, y de
ésta lo demás, refiriéndolo casi todo a la evaporación a partir del
mar; y éste es el camino arriba. Tienen lugar evaporaciones a partir
de la tierra y a partir del mar, las unas brillantes y puras, las otras
106 LA FILOSOFÍA PRESOCRÁTICA
Merecerían los efesios ser ahorcados todos los que ya no son niños
y abandonar en la ciudad a los que aún son niños, porque
desterraron a Hermodoro, el varón más útil entre ellos, diciendo:
que ninguno de nosotros sea el único útil, si no, que lo sea en otro
lado junto a otros (Frag. 114, Ibid). También afirmó que mucha
erudición no enseña comprensión; si no, se la habría enseñado a
Hesíodo y a Pitágoras, y a su turno, tanto a Jenófanes como a
Hecateo (Frag. 16, Ibid, p. 134). Russell dice que la única excepción
a su crítica de la humanidad fue Bías de Priena, cuya valía era
mayor que la de los demás y había dicho: La mayoría de los hombres
son malos (Diógenes Laercio, I, 88). La crítica de la humanidad le
hizo creer que solamente por la fuerza se podría hacer actuar bien
al hombre, diciendo: Cada bestia es conducida al pasto a latigazos
y los burros prefieren el pajón al oro (Frag. 51, Ibid, p. 137;
Aristóteles, Ética a Nicómaco, X, 5, 1176a, 5-10). La idea de que
la fuerza podía mejorar al hombre fue también sugerida en la
República de Platón (I, 338-339).
Parece ser que Heráclito es el primer filósofo de la religión
pues es el primero que intenta analizar el fenómeno religioso
racionalmente. Los hombres, eludiendo la responsabilidad y
temiendo la libertad, se consuelan en lo más fácil, que es la
formalidad, el aspecto de la forma del rito. Por ello critica todos
los aspectos rituales de la religión de aquel entonces, sobre todo
los ritos de Dionisos. La religión trata de elucidar el conflicto entre
dos preocupaciones: la vida y la muerte. Por tanto, rechaza los
ritos, las purificaciones, el culto a estatuas y templos y los ritos
funerarios. Según él las prácticas de la religión convencional son
necias e ilógicas, aunque a veces señalan la verdad. Dice que los
misterios no serían tan despreciables si se celebraran correctamente,
si no hicieran la procesión a Dionisos y cantaran el himno a las
partes impúdicas y no procedieran del modo más irreverente, pero
son lo mismo Hades y Dionisos, por ello enloquecen y celebran
bacanales. Las fiestas Leneas en honor a la vida (Dionisos) y a la
muerte (Hades), la identificación de estos dos opuestos impediría,
según Heráclito, que el culto sea vergonzoso del todo. Es curiosa
también la identificación que él parece hacer entre su estilo oscuro
110 LA FILOSOFÍA PRESOCRÁTICA
VIII
JENÓFANES
1. Filósofo epicúreo (140-100 a. C.). Diógenes Laercio le cita en su libro X y dice que
Apolodoro fue autor de más de cien obras, de las cuales ninguna ha sobrevivido.
116 LA FILOSOFÍA PRESOCRÁTICA
3. Arquíloco de Paros, poeta lírico griego del s. VII a. C., considerado como el fundador
de la poesía yámbica, famoso por su lengua viperina, su naturalidad y realismo. Los
antiguos colocaban su genio poético segundo al de Homero.
118 LA FILOSOFÍA PRESOCRÁTICA
IX
PARMÉNIDES
3. La cuestión es si todo lo que existe es finito y esférico. ¿Qué existe más allá?, era algo
que Parménides no deseaba enfrentar, pero fue presentada por Meliso. Si nos hacemos
la pregunta, debemos responder que no hay nada, porque lo que existe está contenido
dentro de sí mismo y porque la nada no existe ni puede ser imaginada. Pero en realidad,
el todo de Parménides es un espacio curvo y finito (Einstein) que domina nuestro
pensamiento ordinario (Euclides). Citado por Guthrie (II, p. 46). Investigaciones recientes
apoyan la idea de un universo plano (euclidiano), que significa que la masa total y la
densidad de la energía del universo es igual a la llamada densidad crítica. Un universo
perfectamente plano mantendrá la densidad crítica y seguirá expandiéndose para siempre
porque no existirá la materia necesaria para hacer que se colapse.
144 LA FILOSOFÍA PRESOCRÁTICA
X
ZENÓN
1. Estrabón, geógrafo y escritor griego, nacido en Amasia en el año 60 a. C. y muerto entre los
años 20 o 25 d. C. Emprendiendo largos viajes, visitó Grecia, Italia y Egipto. En cuanto a
Africa y la Europa Occidental, no las conoció mas que por los relatos de los historiadores y
geógrafos. Su obra maestra –y la única que nos ha llegado– es su célebre Geografía.
ZENÓN 149
2. Filósofo griego nacido en Rodas. Sobresalió por el año 300 a. C. Fue discípulo de
Aristóteles y rival de Teofrasto, el sucesor del estagirita en la dirección del Liceo. Sus
obras probablemente fueron comentarios de la enseñanza oral de Aristóteles y una historia
de las ciencias (que se perdió en el incendio de la biblioteca de Alejandría en el año 47
a. C. durante la guerra contra Julio César). A Eudemo le debemos el conocimiento de las
matemáticas antes del siglo III a. C., así como la publicación de las obras de Aristóteles.
ZENÓN 151
XI
MELISO
qué se puede decir de ella como real?, se cree que sea auténtico
(Burnet, 165, p. 321). Meliso proclama la afirmación capital de la
escuela eleática, pero la naturaleza de este ser único es algo confusa
en Meliso. A pesar de ser un seguidor de Parménides, Meliso se
aparta de él en un punto esencial. Mientras que el Uno de Parménides
era finito y esférico, Meliso afirma, sin dejar lugar a ninguna duda,
que su Uno, para irritación de Aristóteles que lo califica de grosero
y rústico, era infinito en extensión y tiempo. Se sirve de la indivisibi-
lidad del ser para negar la existencia de la materia; afirma que los
sentidos no proporcionan ningún conocimiento fijo, sólido y
duradero y que la verdad reside exlusivamente en el conocimiento
racional. Es posible que haya iniciado su trabajo afirmando como
Parménides que la nada no es:
Lo que ha sido siempre, será siempre. Porque si vino a ser,
necesita haber sido nada antes de venir a ser algo. Ahora, si
fuera nada, de ninguna manera puede surgir algo de la nada.
(Fragmento 1, Burnet, 165, pp. 321-322 )
La naturaleza del ser, tanto para Meliso como para Parménides,
es eterna, lo cual Meliso expresó a su propia manera. Él decía: Que
como todo lo que es, tiene un principio y un fin, entonces, lo que-
no-es, no tiene principio ni fin. Aristóteles lo critica duramente por
esta simple conversión de una proposición universal afirmativa,
como una conversión falsa. Puede ser que Aristóteles estuviera en
lo correcto al creer, como parece haberlo hecho, que Meliso deducía
que lo que es debía ser infinito en espacio, porque no tenía un
principio ni un fin temporal (Aristóteles, Física, I, 3, 186a, 5-15).
Puesto que no nació, es ahora, fue siempre y siempre será,
y no tiene ni principio ni fin, sino que es infinito. Pues, si
hubiera nacido, tendría principio (ya que habría
empezado a nacer alguna vez) y fin (pues habría dejado
de nacer alguna vez); pero, ya que ni comenzó ni acabó,
fue siempre y siempre será y no tiene principio ni fin. Pues
es imposible que exista para siempre lo que no existe todo
en su totalidad. Sino que, como existe siempre, de la misma
manera es necesario que sea infinito en magnitud.
(Fragmento 2, Burnet, 165, p. 322)
MELISO 167
XII
EMPÉDOCLES
el aire; Jenófanes por la tierra y Tales por el agua. Parece ser que,
si bien la insistencia de Empédocles en los cuatro elementos es
indudable, la referencia mitológica que encontramos en el primer
texto es discutible. Salvo el caso de Nestis, por su condición de
diosa de las aguas y por el párrafo poético que lo acompaña, los
otros no representarían a las raíces. Hay discusión sobre Zeus, ya
que Empédocles representa al fuego, otras veces, por Hefaistos, el
herrero.
Esas raíces, como el ser de Parménides, no tenían origen sino
eran imperecederas. Las cosas perecederas son combinaciones
temporales de esas raíces. La traducción latina del pensamiento de
Empédocles, que se halla en De Rerum Natura (I, 150 ), de Lucre-
cio, en el famoso dictum de Epicuro, dice: Ex nihilo, in nihilum nil
possere verti –de la nada nada puede nacer–.
Te diré otra cosa más: no hay nacimiento para ninguna
de las cosas mortales; y no hay muerte funesta; hay
solamente mezcla y separación de los componentes del
conjunto. Ésos no son más que nombres que los hombres
dan a esos hechos.
(Fragmento 8, Burnet, 105, pp. 205-206)
XIII
ANAXÁGORAS
1. La divisibilidad de la materia.
2. El principio de la homeomeridad, que dice, el oro consiste de oro y
nada más que oro.
3. El principio de la mezcla universal, según el cual, el oro contiene
partes de las otras cosas.
4. Y el principio de predominancia: el oro es oro, en virtud de que el
oro contiene, predominantemente, oro.
ANAXÁGORAS 199
4. Schopenhauer dice, en sus ensayos, que el cuerpo es una prisión y la vida una condición
de sufrimiento y purificación, de la que esperamos salvarnos con la muerte y el cesar del
alma-errante. Agrega que esa opinión era compartida por los egipcios, los pitagóricos,
Empédocles, los hindúes y los budistas, y que sin la metempsicosis pasaron al cristianismo
(Schopenhauer, Filosofía, p. 134).
ANAXÁGORAS 209
XIV
LEUCIPO
1. Diógenes de Apolonia, filósofo griego del siglo V a. C. Como Anaxágoras, fue acusado
de impiedad y fue una persona importante en la era de Pericles. Aristófanes, en Las Nubes
(227), alude a él cuando Sócrates se cernía en una canasta en la altura para mezclar la
sutileza de mi espíritu con el aire puro para investigar materias celestiales que no podría
resolver desde abajo en la tierra. Teofrasto nos dice: Y Diógenes de Apolonia, también,
quien fue casi el último en dedicarse a esos estudios, escribió su trabajo en una forma
ecléctica, de acuerdo en algunos puntos con Anaxágoras y en otros con Leucipo. Él también
dice que la sustancia primaria del universo es el aire, infinito y eterno (de Anaxímenes),
del cual por condensación, rarefacción, y cambio en estado, forma todo lo que existe.
(Burnet, 186, p. 352). Esta afirmación es cierta, pero incompleta, ya que existen ideas
que tomó de Heráclito.
212 LA FILOSOFÍA PRESOCRÁTICA
2. En 1924, Edwin Hubble demostró que nuestra galaxia no es la única en el universo sino
que no es más que una entre cientos de miles de millones. En 1929, Hubble realizó una
sorprendente observación: de que dondequiera que uno observara a las galaxias, ellas se
alejaban rápidamente de nosotros. Eso significaba que el universo se está expandiendo
y que hace veinte billones de años, Todo estaba unido en una masa pequeñísima de
densidad infinita. Ésta se separó en una tremenda explosión conocida como el Big Bang.
LEUCIPO 217
XV
DEMÓCRITO
1. Secta del brahmanismo que se consideraba guardiana de la ley primitiva. Celebraba sus
misterios en cuevas y los candidatos eran iniciados bajo la guía espiritual de un brahmán.
Luego, eran sometidos a ceremonias de prueba con ayunos, oraciones y ablaciones. Se
les sometía a penalidades corporales, sentándoles en hogueras, mantenidos bajo un sol
abrasador o un frío congelante. Una vez el candidato había sido purificado y regenerado,
se le confiaba el nombre sagrado del principio solar, OM o AUM, creador, preservador y
destructor, personificados en Brahma, Visnu y Siva, respectivamente. Se alimentaban de
hierbas, se mantenían desnudos, creían en un solo Dios y en la inmortalidad y
transmigración de las almas. Los miembros de la secta ya viejos, se suicidaban lanzándose
en una pira funeraria. Se propagaron por África y Etiopía, donde vivían como anacoretas.
224 LA FILOSOFÍA PRESOCRÁTICA
1. Trasilo nació en Rodas. Siguió al emperador Tiberio a Roma y murió allí en el año 36 d.
C., según se dice, por orden del emperador. Entre los autores antiguos que citan a Trasilo
están Tácito, Suetonio, Plinio el Viejo y Dion Casio. Porfirio lo consideraba un platónico-
pitagórico.
226 LA FILOSOFÍA PRESOCRÁTICA
cada uno capta de manera peculiar las cualidades de las cosas que
nos trasmiten los átomos. El pensamiento surge por una concen-
tración de átomos anímicos en alguna parte del cuerpo, dotados
del movimiento espontáneo. El alma es también un conjunto de
átomos cuyas fuerzas mueven al cuerpo. El pensamiento, la con-
ciencia y la sensación son el resultado de la combinación de los
átomos que constituyen la sustancia del alma y son también la razón
suficiente y el origen de las variaciones, de manera que los diferentes
fenómenos psíquicos están en relación con esas combinaciones
atómicas.
Aristóteles afirma que Demócrito identificaba al entendimiento
con los sentidos. El conocimiento se verifica por medio de imágenes
sutiles que pasan de los objetos a nuestros sentidos y de éstos al
alma, determinando en los primeros las sensaciones o percepción
sensible de los cuerpos, y en la segunda lo que llamamos conoci-
miento intelectual. Apenas sabemos cosa alguna acerca de la esencia
real de las cosas pues por medio del entendimiento sabemos
únicamente la existencia de los átomos y del vacío.
Las percepciones de los sentidos son meras modificaciones o
afecciones subjetivas y nada nos enseñan acerca de la realidad
objetiva de las propiedades que atribuimos a los cuerpos. El calor,
el frío, lo amargo, lo dulce, etcétera, no son más que el nombre que
damos a las modificaciones de nuestros sentidos (Locke, Descartes,
Kant), pero no son cualidades reales de los cuerpos. Percibir o cono-
cer las cosas en sí, conocer la realidad objetiva, pertenece exclusiva-
mente a la razón, única capaz de percibir y demostrar la esencia y
la existencia de los átomos, del movimiento y del vacío.
Así como el pensamiento es superior a la percepción de los
sentidos, así el conocimiento razonable de lo bueno es superior a
los impulsos de los sentidos, y la paz y tranquilidad del alma o
espíritu es superior al placer y al dolor. Como resultado lógico de
este concepto Demócrito llegó sin problema al principio
232 LA FILOSOFÍA PRESOCRÁTICA
1. Eudemonismo es una palabra con la que se denomina todo sistema ético que propone
como objetivo y estímulo de las acciones morales la felicidad y bienestar del individuo
que las ejecuta. Esas ideas incluyen varios matices morales desde el utilitarismo y el
epicureísmo (hedonismo) hasta la moral del cristianismo. Kant calificó de egoísta toda
actividad humana que, bajo cubierta de acciones morales, incluía la ventaja y felicidad
del individuo. Como es bien sabido Kant aprobaba la acción moral tan sólo por la moral;
y decía que, en cuanto no se tiene a la moral por el objeto exclusivo de la acción
humana, la acción no es moralmente buena y viene a ser inmoral.
DEMÓCRITO 233
2. Isaac Newton determinó los principios básicos de la luz y los colores, creando el cálculo
integral y diferencial. Formuló la Ley de Gravitación Universal: Los cuerpos se atraen
entre sí con una fuerza directamente proporcional a sus masas y proporcionalmente
inversa a la distancia. Usando esta teoría y con sus Leyes de Movimiento dedujo las
órbitas de los planetas. Sus descubrimientos aparecieron en su Philosophiae Naturalis
Principia Mathematica, uno de los grandes libros de la humanidad.
3. Albert Einstein publicó su Teoría Especial de la Relatividad en 1905. En ella mantuvo
que el movimiento, el tiempo y la distancia no son absolutos sino relativos a referencias
en movimiento. En 1916 publicó su Teoría General de la Relatividad, incorporando
aceleración y gravitación en sus conceptos, explicando el universo en términos de un
espacio-tiempo curvo. Sin embargo, investigaciones recientes apoyan la idea de que
el universo es plano, es decir, euclidiano.
DEMÓCRITO 237
XVI
EL SOFISMA
XVII
LOS SOFISTAS
PROTÁGORAS
El más inteligente y original de los sofistas fue Protágoras. No
se sabe con certeza ni su fecha de nacimiento ni el nombre de su
padre ni su lugar de nacimiento. Probablemente nació en 480 a. C.,
en Abdera, Tracia, aunque Eupolis dice que fue de Teos y que
mientras cumplía una sentencia de destierro en Sicilia por impiedad
(probablemente ateísmo), naufragó y murió en 510 a. C. Se dice que
encontrándose en casa de Eurípides, de Megaclés o en el Liceo,
hizo leer a su discípulo Arcágora una obra suya en la que se hacían
apreciaciones contrarias a las creencias religiosas populares por lo
cual fue acusado de impío. Por 450 a. C. se estableció en Atenas,
LOS SOFISTAS 251
donde adquirió una gran fama; tuvo amistad con Calias, Eurípides,
Pericles y se dedicó a la enseñanza basada en el arte del discurso
persuasivo. Fue el primero que tomó el nombre de sofista y que
cobró por sus lecciones; según testimonio de los antiguos, exigía
cien minas por la enseñanza; otros afirman que dejaba a sus alumnos
el derecho de fijar el precio. Pericles le encomendó la elaboración
de un código penal para los ciudadanos griegos de la colonia de
Turium, fundada en 444 a. C. Además de Protágoras, contribuyeron
a la fundación de Turium, Herodoto e Hipodamo, el arquitecto de
Mileto. Al principio de la guerra del Peloponeso, Protágoras, que
vivía en Atenas, sobrevivió a los estragos de la peste bubónica y
fue testigo, con profunda admiración, de la conducta de Pericles al
confrontar la muerte de sus dos hijos durante la epidemia.
La doctrina filosófica de Protágoras es el relativismo. Diógenes
Laercio indica que escribió doce obras, aunque es seguro que escribió
Sobre la Verdad, llamada también Discursos Demoledores, que
comienza con su famosa declaración del hombre como medida;
Antilogías o Argumentos Contrarios y Sobre los Dioses. Sin em-
bargo, la dificultad en conocer su filosofía descansa en que las
fuentes de conocimiento sobre Protágoras provienen de sus mayores
adversarios, Platón y Aristóteles. Su filosofía es un subjetivismo
sensualista que se traduce en un escepticismo. En sus Argumentos
Demoledores comienza con la frase monumental: La medida de
todas las cosas es el hombre. (Panton krimaton metron antropos).
De tal modo que: Quales res singulae mihi apparent tales sunt
mihi sunt; quales tibi, et tales tubi; nam et tu homo es et ego sum.
dad las creyera útiles. Nómos significa ley moral y política, ya sea
en forma de usos y costumbres recibidas de la tradición, como las
leyes formales y normas obligatorias que codifican la vida en
comunidad y que son respaldadas por la autoridad del Estado. Con
el término physis los griegos denominaban a la naturaleza como
principio que no depende de los aconteceres humanos. La naturaleza
se rige por leyes universales y permanentes. En el siglo V los términos
nómos y physis, lo artificial y lo natural, eran cosiderados opuestos
y mutuamente excluyentes. Las leyes de los hombres son producto
de un pacto, de un consenso humano y no fruto de un principio di-
vino. Las leyes no son principios innatos sino adquiridos con
esfuerzo. Los nómoi nos permiten vivir en comunidad y diferen-
ciarnos de las bestias que viven en un continuo estado de conflicto y
agresión. En este sentido la concepción del nómoi como opuesto a
la naturaleza implica la aceptación de la idea de progreso de la
humanidad que, con su inteligencia, se ha levantado a sí misma con
su propio esfuerzo. Pero aunque las leyes sean convencionales y por
lo tanto modificables, Protágoras defiende que hay qué mantener
las leyes que ya se poseen si éstas parecen buenas a la mayoría. La
vida en la comunidad es necesaria para la supervivencia de la especie
humana y, sin leyes, nos veríamos obligados a vivir en un estado de
la naturaleza. De manera que para Protágoras, el hombre es un ser
político, pero las constituciones, códigos y leyes de los diferentes
pueblos, los sistemas éticos, los idiomas y las religiones no son más
que costumbres y convencionalismos sociales. Protágoras intentó
demostrar que las formas tradicionales de cultura y religión son
únicamente verdades relativas de los pueblos aceptadas por tiempos
y lugares determinados, pero que pueden ser modificadas o rechaza-
das por generaciones más jóvenes o por revoluciones de tipo religioso
o político (Platón, Leyes, X, 889; Eurípides, Hecuba, 798; Plutarco,
Pericles).
Sobre los dioses Protágoras dice que no se puede saber si existen
o no, ni tampoco cuál será su forma porque hay muchos
impedimentos para saberlo con seguridad, que son, entre otros, lo
oscuro del asunto y lo breve de la vida humana. Se dice por lo
tanto que Protágoras es agnóstico.
254 LA FILOSOFÍA PRESOCRÁTICA
GORGIAS
Gorgias vivió en el tiempo de Esquilo, Píndaro y durante la
madurez de Platón, quien le dedicó el más significativo de sus
256 LA FILOSOFÍA PRESOCRÁTICA
PRÓDICO
Pródico nació en la ciudad jónica de Yulis, en Ceos (Cicladas),
en el mar Egeo, aproximadamente en el 460 (o 470) a. C. Era más
joven que Protágoras y pocos años mayor que Sócrates, muriendo
después de éste. Aristófanes, en Las Nubes, le llama meteoro-sofista,
es decir, experto en astronomía, y en Las Aves, cuenta que Pródico
fue autor de una cosmogonía. Fue un sofista educador en el arte de
triunfar en la política y un maestro del lenguaje. Platón lo describe
como un hombre muy pesimista (Platón, Carmides, 163); también
como un inválido y en el diálogo seudoplatónico Axioco (366) dice
que Pródico era muy pesimista acerca de las diferentes edades en
la vida del hombre, en las profesiones del mismo y la vida en gen-
eral. Los habitantes de Ceos eran famosos por ser pesimistas y el
de Pródico parece reflejar su propia ínfima condición física. Es
posible, según Zeller, que la teodicea de Eurípides en Las
Suplicantes, haya sido dirigida contra él.
Pródico escribió el celebre ápologo moral Heracles en la
Encrucijada (Heracles ad bivium) donde Heracles es solicitado a
la vez por la virtud y el placer y describe alegóricamente las luchas
que tienen que sostener los hombres durante la vida para asegurar
el triunfo de la razón sobre las pasiones (Jenofonte, Memorables,
II, 1), es decir, uno virtuoso y otro hedonista o placentero. Platón
se refiere al mismo punto (Banquete, 177). La narrativa dice que a
Heracles se le acercan dos mujeres, la virtud y el vicio. La primera
ofrece una vida austera, esforzada y sencilla. La segunda una agra-
262 LA FILOSOFÍA PRESOCRÁTICA
ANTIFÓN
Retórico griego, hijo del orador Sofilo, nació hacia el 480 a.
C., en Ramno (Ática) y murió por el año 411 a. C. Fue el más
antiguo de los diez oradores áticos y siguió la escuela de Gorgias.
Fue uno de los jefes más distinguidos del partido oligárquico; mandó
las huestes atenienses en diferentes ocasiones durante las guerras
del Peloponeso y equipó a su costa sesenta trirremes, y habiendo
contribuido particularmente a la institución del Consejo de los
Cuatrocientos y a la iniciación de las negociaciones de paz con
Esparta al ser destruida la oligarquía fue acusado de alta traición y
264 LA FILOSOFÍA PRESOCRÁTICA
que anunciaba que podía curar con la palabra a todos los afligidos,
de la misma manera que se hace hoy en las clínicas psiquiátricas.
Según este sofista las raíces de todas las enfermedades físicas se
encuentran en la mente, llegando a ser, a veces, evasiones de la
vida activa. Todo ello se halla en relación con la afirmación de la
necesidad del autocontrol y la moderación en la vida.
Respecto al problema de la relación entre nómos y physis, propio
de la sofística, Antifón fue un defensor de la physis frente al nómos.
La ley es un acuerdo antinatural, artificial, que es respetado única-
mente cuando tenemos miedo a las consecuencias de su violación.
Atribuye al Estado un tipo de contrato social y ve en la moral y la
usanza un vínculo con la naturaleza. Las leyes no se fundan en la
naturaleza, son convenciones sujetas a cambio continuo. Hay cosas
buenas por naturaleza y cosas buenas por nómos. Los hombres
debemos seguir los preceptos de la naturaleza antes que los de las
leyes.
La naturaleza nos empuja a evitar el dolor y a buscar el placer.
Cuando la búsqueda de placer choca contra las leyes, sólo se segui-
ran éstas si el no hacerlo nos acarrearía un dolor mayor, como
castigo.
Afirmó que todos los hombres son iguales y denunciaba la
distinción entre los nobles y comunes, griegos y bárbaros, en sí
mismo un barbarismo. Describía la vida como sin nada especial,
nada grande, nada noble, pero algo insignificante, débil, breve y
llena de penas. Por eso es importante vivir la vida bien; hay quienes
no viven la vida presente pero con diligencia se preparan como si
fueran a vivir otra vida; mientras tanto su tiempo agotado desapa-
rece. Uno no puede, si uno comete un error en esta vida, regresar y
cambiarla como si fuera un movimiento en un juego de damas. Por
eso la educación es tan importante, como un árbol floreciendo a
través en una vida, que no puede ser destruido por la adversidad.
Como modelos de su teoría de derechos humanos naturales declaró
que la educación era la principal actividad del hombre y la anarquía
la peor. En alguna de sus obras se creó un nuevo género literario:
los escritos de consolación. El decía que podía librar de las penas
266 LA FILOSOFÍA PRESOCRÁTICA
XVIII
OTROS SOFISTAS
CRITIAS
TRASÍMACO
Trasímaco nació en Calcedonia de Bitinia (colonia de Megara),
en el Bósforo, aproximadamente en el año 450 a. C. Conocido en
Atenas en 427 y después en Larisa, habló en defensa de su ciudad
contra los esfuerzos de anexión del rey macedónico Arquelao. Era
un excelente retórico y orador, interesado fundamentalmente en la
enseñanza de la ética y la política. Trasímaco se distinguió en sus
discursos por despertar los sentimientos de lástima en la audiencia.
Esos métodos fueron denunciados por Sócrates en su juicio y por
Platón (Fedro, 271-272), diciendo, el poder del calcedonio, que
era experto en una oratoria que lamentaba la vejez y la pobreza.
Platón (Leyes, XII, 949) se pronuncia en contra de esas súplicas
afeminadas. Trasímaco también incitaba con sus discursos a la
cólera y a las emociones en general. Trasímaco defiende las ventajas
de la injusticia en asuntos políticos y económicos. Sostiene que la
270 LA FILOSOFÍA PRESOCRÁTICA
HIPIAS
Hipias perteneciente a la primera generación de sofistas,
contemporáneo de Protágoras y Sócrates, nació en Élide. Recorrió
OTROS SOFISTAS 271
CONCLUSIÓN
BIBLIOGRAFÍA
ÍNDICE ALFABÉTICO