Universidad Central de Ecuador
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Evaluación Continua
Durante muchos años la evaluación educativa presentaba un objetivo único que era la
clasificación (calificación), esto nos obliga, hoy, a delimitar cuatro problemas:
Establecer la importancia de los conceptos de sistematización y continuidad de la
evaluación, debido a que es imprescindible conocer y hacer conocer los niveles
alcanzados durante el proceso, como forma de retroalimentación y optimización del
programa y la tarea docente. Esta adecuación de la enseñanza al ritmo de aprendizaje de
los alumnos recibe el nombre de evaluación continua.
Reconocer la dificultad para el establecimiento de unos sistemas de medidas, que sirve
de referencia para permitirnos emitir un juicio de valor o una calificación. Para lo cual
nos podemos manejar con una comparación en relación a una norma (tabla, escala, etc.)
o la evaluación en relación a un criterio fijado de antemano, luego de un preciso
establecimiento de él o los objetivos, estableciendo el grado de actuación o desarrollo
alcanzado por el alumno.
Observar el ámbito de aplicación de la evaluación, en relación a si está realizada por
personas implicadas directamente en el proceso educativo (Evaluación interna) o es
realizada con intervención personal o institucional externa (Evaluación externa).
Establecer el grado de responsabilidad y participación que se le otorga al alumno en el
proceso de la evaluación, entre la heteroevaluación y la autoevaluación.
La gran mayoría de los autores (R. Tyler, B. Bloom, G. De Landsheere, B. Maccario)
agrupan los diferentes objetivos y funciones de la evaluación que ya enumeramos en tres
grandes categorías:
La Evaluación Sumativa, es aquella que tiene la estructura de un balance, realizada después
de un período de aprendizaje en la finalización de un programa o curso. Sus objetivos son
calificar en función de un rendimiento, otorgar una certificación, determinar e informar sobre el
nivel alcanzado a todos los niveles (alumnos, padres, institución, docentes, etc.).
La Evaluación Formativa, es aquella que se realiza al finalizar cada tarea de aprendizaje y
tiene por objetivo informar de los logros obtenidos, y eventualmente, advertir donde y en qué
nivel existen dificultades de aprendizaje, permitiendo la búsqueda de nuevas estrategias
educativas más exitosas. Aporta una retroalimentación permanente al desarrollo del programa
educativo.
La Evaluación Predictiva o Inicial (Diagnóstica), se realiza para predecir un rendimiento o
para determinar el nivel de aptitud previo al proceso educativo. Busca determinar cuáles son las
características del alumno previo al desarrollo del programa, con el objetivo de ubicarlo en su
nivel, clasificarlo y adecuar individualmente el nivel de partida del proceso educativo.
La Evaluación Continua
Este concepto surge de la consideración de la educación como un proceso de
perfeccionamiento y optimización, donde luego de una situación inicial, se pretende el
establecimiento de cambios permanentes y eficaces en la conducta de los educandos.
Estos cambios aparecen como fines del proceso, pero para el acceso a los mismos, se
establecen etapas y objetivos, cuyos logros condicionan el logro final. El conocimiento de los
objetivos parciales nos permite conocer los logros de las unidades didácticas y establecer
correcciones o ajustes en cada una de las etapas del proceso.
Así, debe considerarse a la evaluación como "un proceso continuo, que todo lo penetra y que
responde a la necesidad de formular juicios sobre y a cada nivel del proceso educativo (curriculum)."
(B. Maccario)
· Controlar el cumplimento de las normas, o sea hacer un balance de los objetivos terminales.
· Elaborar subgrupos.
· Seleccionar.
· Predecir un resultado.
· Conocer el rendimiento del o los alumnos. Esta parece ser la finalidad tradicional de la evaluación,
calificar y establecer si el nivel alcanzado permite acceder al siguiente nivel.
· Valorar la eficacia del sistema de enseñanza. La evaluación permite al docente establecer si los
objetivos han sido adecuados, si los métodos son los más convenientes y si las condiciones han sido las
adecuadas. Recordemos que las deficiencias no son siempre del alumno; que también pueden ser
consecuencia de la situación educativa.
· Pronosticar las posibilidades del alumno y orientar. Orientación del alumno hacia la práctica de
alguna o algunas actividades educativo-deportivas, tomando como referencia datos objetivos,
conociendo rendimientos, capacidades, intereses, dificultades y la incidencia de factores personales,
familiares y ambientales.
· Motivar e incentivar al alumno. Para el alumno saber de sus logros, conocer sus fallas y sus éxitos
constituye un importante estímulo, mostrando al decente atento a sus resultados. El planteo de objetivos
realizables y su verificación representa una importante retroalimentación del proceso educativo.
· Agrupar o clasificar. La formación de grupos homogéneos, es uno de los objetivos que el docente
se plantea para el logro de una tarea que respete el principio de individualización. Los criterios de
agrupación son flexibles ya que la homogeneidad constante no existe. Por lo cual la reagrupación es un
proceso constante. La evaluación nos aporta los datos sobre los cuales se han de basar las agrupaciones
y la organización de los grupos.
· Calificar. Dar a todos los niveles información objetiva sobre el proceso de formación (alumno,
padres, etc.)