La Mujer Sensual
La Mujer Sensual
La Mujer Sensual
LA MUJER SENSUAL
LA MIRADA SENSUAL
La mirada es, por excelencia, el canal por donde corre todo lo de sensual que hay en una
mujer. Los ojos expresan un sin fin de estados de ánimos, sentimientos, sugerencias,
propuestas silenciosas, etc. Una mirada intermitente, acompañada de los recursos de las
cejas y de los párpados es capaz de derretir a una docena de hombres en un minuto. La
forma correcta de aplicar una mirada sensual depende de cada mujer y de cada ocasión;
pero lo que si podemos decirles es que nunca la mirada debe ser sostenida e implacable,
pues parte de ser mujer significa envolverse en el misterio, ni tampoco debe ser escueta
y miedosa como si nos avergonzáramos de posar la mirada en un hombre. Ni lo uno ni
lo otro, si todo lo que hay entre medio de estos dos extremos, eso es lo que debemos
utilizar. Sin olvidar, por supuesto, los párpados, las cejas y los infinitos matices que se
les pueden arrancar.
SENSUALIDAD EN EL CUERPO
El cuerpo, y más precisamente los movimientos que podemos generar con él, son otro
gran transmisor de energía sensual. La figura, las curvas, ya sabemos de antemano que
enloquecen a los hombres. ¿Pero qué tal si a esa figura le imponemos movimientos
sensuales, no atrevidos, ni sexys, sino sensuales, sutiles? ¿Saben que pasaría? Sería
imposible para el hombre sacar la mirada. Para poner en práctica este recurso debemos
estar conscientes de cuál es el fuerte de nuestro cuerpo y explotarlo. Por ejemplo si
nuestro fuerte es el pecho, debemos ponernos algo escotado y luego en la fiesta o
reunión dejarnos mirar casi imperceptiblemente.
No hay que sentirse intimidados por las mirada ajena, echaría todo por la borda si cada
vez que ojos se posan en nuestro escote nosotras nos tapamos. Ser una mujer sensual
significa ser sutil, decir sin decir, mover el cuerpo para colocarlo en una posición
estratégica pero sin parecer una descarada.
La forma de hablar nos define en gran medida, tanto así como lo que decimos. Qué pasa
si a nuestra charla le sumamos alguna incidencia, algún detalle picante, y es más, en ese
detalle dejamos escapar a través de nuestra garganta toda la sensualidad de que somos
capaces. Los matices de las voz y la infinidad de temas sensuales que podemos abordar
en una conversación hacen que la conversación sea una gran fuente de sensualidad y
atracción.
SENSUALIDAD EN MARCHA
Teniendo en cuenta todo lo que dijimos anteriormente, la verdadera mujer sensual aflora
cuando todo se pone en marcha al mismo tiempo. La mirada, el cuerpo, la voz, lo
movimientos cada cosa entrelazada con otra y todas formando una orquesta que llega a
cada lugar de la habitación en donde estamos. Así debe trabajar ese motor sensual.
Combinación tras combinación y dejándonos fluir. De esa manera podremos lograr
cualquier cosa que nos propongamos.
Cuando nos casamos esperamos que las cosas nunca cambien, pero la mayoría cree que
ya que están casados pues no hay manera de que se acabe todo o de que el amor o el
deseo no muera, pero que equivocados estamos, solo podemos hacer que las cosas sigan
igual si hacemos de cada día una experiencia nueva, claro no es que nos vamos a pasar
la vida haciendo cosas nuevas, pero el hombre quiere ¨Una compañera que sepa hacerle
sentir su singularidad esto vale para él más que nada en el mundo.
Aun si se tienen feas rodillas, pecho plano, pies grandes, celulitis o poca cintura, puede
aprender a hacer que él se sienta querido, deseado y admirado, y conseguir así
maravillosos beneficios, tales como la enriquecedora experiencia de una sexualidad
realmente gozosa y satisfactoria
Las mujeres sensuales abundan en detalles, pero no son 100% perfectas, la naturalidad
las hace más apetecibles. Una mujer sensual tiene una actitud definida y los pies bien
puesto sobre la tierra, está más que claro que los hombres quieren poseer mujeres
perfectas, pero estos se inclinan más por aquellas que los hacen sentirse que la
perfección esta en ellos.
Los hombres atesoran una mujer sensual pero le temen. Esa aptitud depende del grado
de inseguridad que manejan ellos, frente a una mujer con una personalidad imponente,
segura de sí misma, libre, sin tabúes, capaz de resolver cualquier situación y
autosuficiente. “El hombre latino se siente intimidado, le parece que esta mujer no lo
necesita para nada. La desea pero es incapaz de conservarla porque involuntariamente
pisotea el estereotipo de la mujer sumisa, que de manera ilusoria lo hace sentirse
importante. Sin embargo, la verdadera mujer sensual lo hace sentir único sin
menospreciarse a sí misma”.
1) Inseguridad. Una mujer insegura trasmite necesidad de atención todo el tiempo y por
naturaleza los hombres atesoran la libertad.
2) Violación a la privacidad. La mujer que todo lo revisa y todo lo quiere saber.
3) Las constantes quejas. Hacerse la víctima frente a un hombre es un error enorme,
ellos no soportan la mujer quejumbrosa y peleona.
4) Las mojigatas. Las mujeres que adoptan la pose virginal, se empeñan en tapar su
desnudez a toda costa y de todo se asombran.
5) Las poses. Sea de modelo, de víctima, de madre, de intelectual o de cualquier otra
cosa que no sea natural para su pareja.
Según un estudio realizado con más de 900 hombres demostró que ellos la prefieren
trabajadora, aventurera, económicamente independiente, comunicativa, considerada,
sexualmente liberada y segura de sí misma. Un 51% declara que su mujer ideal es
innovadora y le gusta experimentar y un 39% la define como segura de sí misma y que
sabe lo que quiere en la intimidad.
La sensualidad, lejos de ser un instinto, es algo que se aprende , la mayoría de las veces,
por imitación. Pero, para poder ser sensual necesitas estar en armonía con tu interior,
tener confianza en ti misma y sentirte bien con tu forma de ser.
La sensualidad es una postura ante la vida es una forma de relacionarnos con los demás
en todos los aspectos, no necesariamente buscando un encuentro sexual. Lo interesante
es que cualquier persona puede ser sensual si se lo propone, lo único que necesita es
tener su autoestima alta y saber expresarse a través de los sentidos de manera asertiva.
Con estas dos herramientas provocarás reacciones en las personas que te rodean. Y los
beneficios de ser notada son muchos: desde el gusto que puedan sentir las personas
cuando están a tu lado, hasta la satisfacción de sentirte deseada por el simple hecho de
saber cómo mirar o tocar a tu pareja.
Despertando el deseo
Una persona sensual es aquella que provoca atracción o reacción en los sentidos de otra.
Pero, para cautivar a tu pareja no sólo es necesario que sepas utilizar tus sentidos,
también debes tener en cuenta otros aspectos de tu persona que conforman el concepto
de sensualidad: tú forma de ser, de vestirte, hablar y moverte.
1. Tu forma de ser denota quién eres realmente y de dónde provienes. Es importante que
aprendas a conocerte y logres confianza en ti misma para llegar a ser una persona
sensual.
3. Aquello de que "por la boca muere el pez" suele ser bastante cierto. A través de tus
palabras y tono de voz indicas datos adicionales que pueden ir desde tu estado de ánimo
hasta tu nivel cultural. Recuerda que ser educada, culta y sofisticada son atributos de
una persona sensual. Otra cosa que debes tener en cuenta es la modulación y dicción:
por lo general, las personas que hablan muy duro o rápido suelen provocar tensión en
quienes las rodean.
4. Saberse mover es todo un arte. Si tus gestos son bruscos y secos, seguramente
inspirarás más apatía y torpeza que amor. No olvides que tu imagen exterior es lo
primero que la gente ve y que no importa cuán interesante sea tu manera de ser, lo que
digas o tu forma de vestir: si no combinas este conjunto de cosas con los gestos
adecuados, nunca despertarás la curiosidad en los demás.
1. Olfato: el olor natural de una persona puede desencadenar un vivo deseo en su pareja
y además define la esencia de cada persona, pero es importante tener en cuenta que los
olores fuertes no producen una respuesta positiva en la mayoría de las personas.
2. Oído: hay muchos sonidos que tienen un carácter extremadamente erótico: los
gemidos, jadeos e incluso el sonido que produce un beso puede ser suficiente para
excitar a tu pareja.