Bolívar, Zamora y Robinson

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EL ESTADO SOCIAL DE DERECHO Y DE JUSTICIA Y LA EXTINCIÓN

DEL LATIFUNDIO. PENSAMIENTO DE BOLÍVAR, ZAMORA Y


ROBINSON
INTRODUCCIÓN

El Estado social es un sistema que se propone fortalecer servicios y garantizar


derechos considerados esenciales para mantener el nivel de vida necesario para
participar como miembro pleno en la sociedad. Asistencia sanitaria, Salud,
Educación Pública, Trabajo y vivienda dignas, Indemnización de desocupación,
subsidio familiar, Acceso practico y real a los recursos culturales: (bibliotecas,
museos, tiempo libre), Asistencia del inválido y del anciano, Defensa del ambiente
natural. Garantiza los denominados derechos sociales mediante su
reconocimiento en la legislación de la República Bolivariana de Venezuela.

Provee la integración de las clases sociales menos favorecidas, evitando la


exclusión y la marginación, de compensación de las desigualdades, de
redistribución de la renta a través de los impuestos y el gasto público. Utiliza
instrumentos como los sistemas de educación y sanidad (en mayor o menor grado
públicos o controlados por el estado, obligatorios o universales y gratuitos o
subvencionados), financiados con cotizaciones sociales. Se tiende a la
intervención en el mercado y la planificación de la economía, todo ello en contra
de los principios del liberalismo clásico.

La adjudicación de tierras: es una forma de adquirir la posesión agraria legítima a


través de las dotaciones y las regularizaciones de tenencia ambas previstas en la
Ley de Tierras y Desarrollo Agrario. La ocupación: son formas de tenencia de la
Tierra precaria, en la que no media relación alguna entre el tenedor y el
propietario. La aparcería, medianería y otros contratos agrarios son formas de
tenencia precaria de la tierra.

En otro sentido, encontramos de suma importancia el derecho a la tierra como


fundamento a tener acceso a la tierra, el cual está ligado de manera directa con la
adjudicación y el alcance de la propiedad. Desde la perspectiva de los derechos
humanos, la relación entre el derecho a la tierra y el derecho a la propiedad se ve
redimensionada, pués la satisfacción de otros derechos humanos como los
derechos a la alimentación, de un ambiente sano y de calidad, a la vivienda y al
trabajo, remiten de manera directa al acceso a la tierra y al uso que de ésta se
realize. El beneficiario del ordenamiento jurídico Agrario Venezolano es el hombre
que trabaja la tierra.
EL ESTADO SOCIAL DE DERECHO Y DE JUSTICIA

Siendo las garantías consagradas en nuestra Constitución y proyectadas de


manera general en nuestro preámbulo.

Preámbulo

El pueblo de Venezuela, en ejercicio de sus poderes creadores e invocando la


protección de Dios, el ejemplo histórico de nuestro Libertador Simón Bolívar y el
heroísmo y sacrificio de nuestros antepasados aborígenes y de los precursores y
forjadores de una patria libre y soberana; con el fin supremo de refundar la
República para establecer una sociedad democrática, participativa y protagónica,
multiétnica y pluricultural en un Estado de justicia, federal y descentralizado, que
consolide los valores de la libertad, la independencia, la paz, la solidaridad, el bien
común, la integridad territorial, la convivencia y el imperio de la ley para esta y las
futuras generaciones; asegure el derecho a la vida, al trabajo, a la cultura, a la
educación, a la justicia social y a la igualdad sin discriminación ni subordinación
alguna; promueva la cooperación pacífica entre las naciones e impulse y consolide
la integración latinoamericana de acuerdo con el principio de no intervención y
autodeterminación de los pueblos, la garantía universal e indivisible de los
derechos humanos, la democratización de la sociedad internacional, el desarme
nuclear, el equilibrio ecológico y los bienes jurídicos ambientales como patrimonio
común e irrenunciable de la humanidad; en ejercicio de su poder originario
representado por la Asamblea Nacional Constituyente mediante el voto libre y en
referendo democrático, decreta la siguiente:

LA EXTINCIÓN DEL LATIFUNDIO.

Artículo 307. El régimen latifundista es contrario al interés social. La ley dispondrá


lo conducente en materia tributaria para gravar las tierras ociosas y establecerá
las medidas necesarias para su transformación en unidades económicas
productivas, rescatando igualmente las tierras de vocación agrícola. Los
campesinos o campesinas y demás productores agropecuarios y productoras
agropecuarias tienen derecho a la propiedad de la tierra, en los casos y formas
especificados en la ley respectiva. El Estado protegerá y promoverá las formas
asociativas y particulares de propiedad para garantizar la producción agrícola. El
Estado velará por la ordenación sustentable de las tierras de vocación agrícola
para asegurar su potencial agroalimentario.

Excepcionalmente se crearán contribuciones parafiscales con el fin de facilitar


fondos para financiamiento, investigación, asistencia técnica, transferencia
tecnológica y otras actividades que promuevan la productividad y la competitividad
del sector agrícola. La ley regulará lo conducente a esta materia.
Uno de los objetivos de la Constitución es eliminar el latifundio, esto es toda
aquellas tenencias de tierras ociosas o incultas, en extensiones mayores al
promedio de ocupación de la región en las cual se encuentre ubicadas en el marco
de un régimen contrario a la solidaridad social, la Ley de Tierras y Desarrollo
Agrario.

La constitución se propone revertir esta situación con la implantación del


desarrollo rural integral y con el grávame impuesto a las tierras ociosas
contemplado en la norma objeto de estos comentarios, que establece que la Ley
dispondrá lo conducente en materia tributaria para gravar la tierras ociosas y
establecerán las medidas necesarias para su transformación en unidades
económicas productivas, rescatando igualmente las tierras de vocación agrícolas.

A tales efectos se garantiza al sector campesino su incorporación al proceso


productivo a través del establecimiento de condiciones adecuadas para la
producción.

PENSAMIENTO DE BOLÍVAR.

Los programas educativos de escuelas liceos y universidades para las cátedras


de historia, que incluyen el estudio de la vida y actividades de el Libertador,
requieren además de las biografías del héroe y de libros, en donde se examinen
sus actividades en diversos campos de publicaciones como ésta.
Estos son breves pensamientos de nuestro Libertador Simón Bolívar, tomados de
cartas, discursos y de sus documentos más significativos; no están referenciados,
ni tienen un orden específico en el tema ni en el tiempo; están agrupados más o
menos alfabéticamente,  y representan su apreciación sobre infinidad de tópicos y
permitirán al lector comprender el ideario del hombre y del estadista que hubo en
él..

La interpretación de muchos de ellos hay que hacerla dentro del contexto de lo


que quiso decir Bolívar en una situación específica, y no lo que parece decir la
frase por sí misma; error en el que caemos comúnmente al analizarlos como una
frase aislada, interpretándolas dentro del contexto de nuestra cotidianidad y no
dentro del tiempo en el cual fue pronunciada.

No obstante a ello, esperemos que los bolivarianos de corazón saquemos de


estos pensamientos alguna enseñanza para que quien dijo lo que a continuación
sigue, realmente, "no arara en el mar"...

 A fines de 1805 jura libertar a su patria en el monte sacro, exclamando:


“juro por Dios; juro por mis padres y juro por mi honor que no descansare
mientras viva hasta que haya libertada toda mi patria.
 La corrupción de los pueblos nace en la indulgencia de los tribunales y de la
impunidad de los delitos. Mirad, que sin fuerza no hay virtud; y sin virtud
perecerá la república.
 Sobre mi corazón no manda nadie más que mi conciencia.

 Compadezcámonos mutuamente del pueblo que obedece y del hombre que


manda solo.
 el que manda debe oír aunque sean las más duras verdades y, después de
oídas, debe aprovecharse de ellas para corregir los males que produzcan
los errores.
 Un hombre sin estudios es un hombre incompleto.
 Un pueblo ignorante es un instrumento ciego de su propia destrucción.
 Cuando el pueblo, por medio de la instrucción, sepa lo que son sus deberes
y derechos habremos consolidado la República.
 Si la naturaleza se opone, lucharemos contra la naturaleza y aremos que
nos obedezca.
 Yo no he sido, ni soy, ni seré, ni quiero ser administrador público.
 Las madres de Esparta no preguntaban por la vida de sus hijos, sino por la
victoria de su patria.
 Los tres mayores majaderos del mundo fuimos JESUCRISTO,
DONQUIJOTE Y YO....
 ¿Cuán dichosos fuéramos si nuestra sabiduría se dejara conducir por la
fortaleza?
 COLOMBIANOS mis últimos votos son por la felicidad de la patria si mi
muerte contribuye para que seseen los partidos y se consolide la unión, yo
bajare tranquilo al sepulcro.

PENSAMIENTO DE ZAMORA

PRIMERA ETAPA DE SU VIDA


Ezequiel Zamora nace en la población de Cúa, estado Miranda, el 1 de febrero de
1817. En ese momento, Venezuela estaba pasando por una, muy difícil situación
de miseria, y de crisis social y económica, a causa de la guerra de independencia.
Sus padres fueron Alejandro Zamora y Paula Correa, oriunda de la Villa de Cura, y
sus abuelos eran de la región de los llanos, de Calabozo.
Perteneciente al estrato de los “blancos de orilla”, eran una familia tradicional de la
época, que no despreciaban a nadie por su raza, religión ni condición económica,
y vivían en condiciones decentes, con pocos bienes pero si con lo necesarios,
eran pequeños propietarios agropecuarios pero formaban parte de las élites
oprimidas de la Venezuela colonial.
COYUNTURA DE LA ÉPOCA
En los años posteriores a las guerras de independencia, la oligarquía estuvo dominando
totalmente al país. Todas las ventajas eran para los caudillos militares que se asociaron a la
oligarquía y los terratenientes. Sin embargo, la situación era un poco complicada entre las
clases y las diferencias políticas, ya que, la independencia dejó algunas desigualdades
sociales, crisis a nivel económico, diferentes formas de pensar, y una gran prepotencia por
parte de los poderosos.
Era una época que reflejaba la lucha del pueblo por una sociedad igualitaria y democrática,
para lograr que se les respetara su trabajo, sus conucos y a sus familiares. Existían
atropellos por parte de los poderosos hacia el campesinado, una explotación incesante hacia
los mismos, y el afianzamiento de la esclavitud.
La economía se basaba en el trabajo de la siembra de cacao y en el ganado, que realizaban
los esclavos y peones de las haciendas ganaderas, vilmente maltratados por los dueños de
éstas.
Al final de la guerra de independencia, la situación era muy difícil, ya no era la lucha por la
libertad, no era solo el librarse del yugo español y ser dueños de su propia tierra… Ahora
en ese momento, después de que se logró la libertad, gracias a los patriotas y a Simón
Bolívar; que se logró la independencia del pueblo venezolano del reino español; y de
formar una República, pese al fracaso de la Gran Colombia; se había logrado el sueño de
libertad; pero durante la época que sucedió la muerte de Bolívar, y de la que estamos
describiendo ahora, ya la unión entre el pueblo se había desvanecido, ahora solo existía el
interés particular o más bien de los particulares de tener el dominio del país y de su gente.
El país se había comenzado a dividir entre dos bandos totalmente opuestos en su filosofía
política y forma de pensamiento, unos a favor del poder, de la ganancias, de los lujos, del
interés propio, y de manejar al país a su antojos, ese grupo político era el conservador, el
que imponía la esclavitud, la pena de muerte y la represión, y que dominaba en aquél
entonces, el gobierno a través de José Antonio Páez. El otro bando era un grupo político sin
mucha fuerza porque legalmente no estaba formado, era simplemente el grupo político de la
oposición con pensamientos liberales, quienes a diferencia del esclavitud y pena de
muerte, de la reforma agraria, de la igualdad de los derechos para todos, de la
revolución e igualdad de condiciones para todos. Siempre hubo pequeñas
manifestaciones hacia el gobierno conservador por parte del campesinado y
esclavos, lo cual nunca les hicieron caso, y los reprimían, los maltrataban y los
amenazaban incluso, con la pena de muerte. Fue una época en que se dejó de
luchar ya por la libertad y en ser un país independiente, de dejar de ser una
colonia, ya no era una lucha entre la colonia y el reino, era una lucha entre el
mismo pueblo, una lucha de poder y de igualdades, una lucha por el manejo del
país con egoísmo o sin ello.
El siglo 19 para Venezuela fue un siglo de guerras, revoluciones y alzamientos
militares. También fue un tiempo de atraso social y económico para la sociedad
venezolana.
El hambre, la miseria y las enfermedades endémicas reinaban por todo el territorio
nacional, bajo la mirada permisiva de políticos y gobernantes corruptos. La
independencia no trajo consigo progreso económico ni social. La población
diezmada, por tantos años de lucha y desamparo, no logró conseguir su
estabilidad como país. Por eso, a mitad del siglo 19 se inició la Guerra Federal, en
un intento por remediar la situación.
ZAMORA Y SU PARTICIPACIÓN EN LA INSURRECCIÓN CAMPESINA DE 1846-
1847
En cuanto a la insurrección campesina en el año 1846, Zamora ya era y se afianza
como un héroe popular, el héroe de las masas campesinas, una figura muy
destacada en la lucha anti-esclavista, anti-feudal y democrática. Para el pueblo,
Zamora no era un simple guerrillero, sino un luchador revolucionario a favor del
pueblo.
La Guerra Federal fue impulsada por EZEQUIEL ZAMORA, hijo de un patriota de
la Independencia y uno de los líderes del Partido Liberal. Zamora, frente al
gobierno centralista de la época, propuso el FEDERALISMO (hoy en día
descentralización) como la solución a los males que azotaban el país.
En una de sus proclamas al inicio de la guerra en 1859 manifestó sus ideas con
estas palabras:

"La federación encierra en el seno de su poder


el remedio de todos los males de la patria.
No, no es que los remedia; es que los hará imposibles".

"La conciencia de nuestros derechos y nuestro valor


harán simultáneo, decisivo y omnipotente el movimiento
de los pueblos de Venezuela por la última y
más gloriosa de sus conquistas: el sistema federal".

PENSAMIENTO DE ROBINSON

Breve Historia: son tan limitados nuestros conocimientos acerca de Simón


Rodríguez, que cuando escuchamos hablar de él lo primero que decimos “fue el
maestro del libertador”, porque es lo único que conocemos de la vida de este gran
hombre. Quizás nos imaginamos que toda su vida estuvo dedicada a la
enseñanza de Bolívar o que pasó su vida enseñando como un simple maestro.
Pero no fue así. Rodríguez pasó su vida enseñando luchando por cambiar el
sistema educativo de Venezuela y América, que estaba aún bajo los vicios y
mentalidad colonial, aunque ya vivíamos en una América libre. Aunque no pudo
cambiar las cosas, sus ideas y pensamientos son de nuestro tiempo porque fue
pronunciada con una carga de porvenir que solo podía nacer de un profundo
conocimiento de las necesidades de su tiempo. Ahora cuando la educación se
debate en una profunda crisis, debemos volver los ojos a Rodríguez y retomar su
pensamiento y aplicar los cambios necesarios.

Simón Rodríguez nació en Caracas el 28 de octubre de 1769. Pedagogo,


pensador filosófico, escritor de densas obras de contenido histórico y sociológico,
y conocedor a fondo de la sociedad hispanoamericana. Fue maestro y mentor del
Libertador Simón Bolívar.

Hijo expósito de doña Rosalía Rodríguez, la humillación por ser niño expósito tuvo
que soportarla integra de niño, de adolescente y de joven. Muy tierno recibió la
protección y cuidados del sacerdote Rodríguez, hermano de su madre Rosalía.
Instruido inicialmente en una escuela de la ciudad, obtuvo del Municipio de
Caracas el título de Maestro de Primaria, a los veinte años. Casi enseguida
impartió clases al niño Simón Bolívar, enseñándole los principios de las lenguas
española y latina, aritmética e historia. Llegó a tener bajo su pupilaje a un grupo de
niños que, para finales del año 1793, ascendía a 114.

En junio del 1793 se casa con María de los Santos Ronco.

En 1794, presenta al Ayuntamiento sus Reflexiones sobre los defectos que vician
la escuela de primeras letras de Caracas y el medio de lograr su reforma por un
nuevo establecimiento. Se trata de un planteamiento crítico de la enseñanza
colonial. En 1795, cuando el niño Bolívar se fuga de la casa de su tutor, es
enviado a vivir en la casa de su maestro Simón Rodríguez, bajo la tutoría de éste.
En 1797, a raíz de ser abortada la tentativa revolucionaria de Gual, España y
Picornell, el maestro toma la determinación de salir al extranjero. Llega a Kingston
(Jamaica), donde residirá algún tiempo y cambiará su nombre por el de “Samuel
Robinson”. Luego viaja a los Estados Unidos, vive en Baltimore como cajista de
imprenta, hasta finales de 1800, y en abril de 1801 se traslada a Francia.
Desembarca en Bayona y pasa a París, donde se residencia. Traduce al español
la novela Átala, de Chateaubriand. Son los años del ascenso vertiginoso de la
estrella de Napoleón Bonaparte. Coincidencialmente, Bolívar, ya viudo, llega a
París en 1804. Maestro y alumno se reúnen a poco en Viena y van a madurar
entre los dos una sólida y bella amistad. Rodríguez participa de manera decisiva
en el nuevo rumbo de Bolívar: el compromiso para siempre con el destino de su
patria.

Simón Rodríguez el Sócrates de Caracas con sus ideales y propuestas sobre


sistemas de gobierno, política y educación nos enseña el valor de interesarnos por
nuestro pueblo y sobre todo en la educación que es campo que nos compete.
Como educadores cada día se pretende alcanzar la excelencia, aprender de los
errores y reformar lo establecido en las leyes.
Simón Rodríguez intentaba en esa época colonial mejorar la estructura política,
que el hombre se incorporara a la sociedad logrando ser competente, educado
con valores bien fundados para impulsar al cambio de un país y convertirlo en una
República libre e independiente, una educación popular libre de prejuicios y
centrada en nuestras propias necesidades, sin copiar los sistemas de gobierno del
Norte o Europa, solo buscando nuestro bienestar e intereses ya que nuestra
cultura y costumbre son distintas a otros países.

Simón Rodríguez en su comentario sobre “Estado Actual de la Escuela y Nuevo


Establecimiento de Ella”, escrito en 1791, presenta detalles acerca de la
organización de una Escuela de Primeras Letras para la ciudad de Caracas. Hay
algunas ideas en esa propuesta que considero interesantes, una está relacionada
con el tamaño de la escuela y su distribución en la ciudad. El propone que se
creen cuatro escuelas, una en cada feligresía, atendida cada una por un maestro y
tres pasantes, su idea de dividir una Escuela en cuatro escuelas pequeñas (de
una sola aula), distribuidas en diferentes partes de la ciudad es apoyada
parcialmente por investigaciones recientes acerca de las ventajas de las escuelas
pequeñas.

Otra idea revolucionaria tiene que ver con la organización de la labor docente, los
cuatro maestros y los doce auxiliares se reunirían el último día de todos los meses
en la escuela principal bajo la coordinación del Director. En esa reunión mensual
se discutirían asuntos relacionados con el funcionamiento de las escuelas y se
acordarían los planes de acción para el mes siguiente. Se llevaría un libro de actas
de estas reuniones, el cual se titularía “La Nueva Construcción, Régimen y Método
de las Escuelas”.

Rodríguez por ser un excelente maestro conocía a fondo como dirigir


correctamente una escuela y nadie mejor que él podía presentar un discurso sobre
la educación, era de esperar que su propuesta recibiera todo el apoyo de sus
colegas.

Tenemos mucho que aprender de Simón Rodríguez para el diseño de políticas y


prácticas revolucionarias en educación. Para lograr este aprendizaje se requiere
de una lectura radical de sus escritos, es por eso que debemos ahondar en las
ideas y pensamientos de nuestro maestro Simón Rodríguez, el ejemplo a seguir
de todo Unerserrista.

Seremos sus discípulos si seguimos de continuo sus pasos y apoyamos sus


propuesta para crear una educación optima y fuerte con buenos cimientos, cuando
buscamos ser un país desarrollado e independiente, donde la tecnología, la
ciencia, y todo lo moderno nos impulsan a conseguir un futuro mejor y más solido
para nuestras futuras generaciones.
En la historia de la filosofía política venezolana existe un modelo teórico
primigenio, al cual vamos a llamar en adelante Robinsoniano, por haber emergido
de la mente y de la praxis de aquel compatriota que cambió su nombre original de
Simón Rodríguez por el de Samuel Robinson.

El modelo Robinsoniano fue construido en un poco más de medio siglo, desde la


época de las mocedades de Robinson, maestro de los niños caraqueños, cuando
escribe en 1794 sus reflexiones sobre los defectos que vician la escuela de
primeras letras de Caracas y los medios para lograr su transformación en “un
nuevo establecimiento”, hasta su propia ancianidad, cuando en 1851 publica sus
“Consejos de Amigo, dados al colegio de Lacatunga”

El modelo se fundamenta en un sistema de ideas que puede ser perfectamente


enmarcado dentro de una profunda disyuntiva existencial, en la cual se deslinda
claramente una dicotomía en movimiento arrollador: o inventamos o erramos.

Como todo sistema ideológico, el modelo está integrado por un conjunto de


elementos conceptuales fuertemente interconectados entre sí, los cuales
constituyen la estructura sistémica Robinsoniana.

El estudio del modelo desde su génesis hasta su desarrollo, demuestra que tal
estructura permanece inalterable y obedece a la misma disyuntiva de inventar
nuevas instituciones para las nacientes repúblicas latinoamericanas, o de errar el
camino, cayendo en el simplismo de copiar modelos de otros tiempos, otras
actitudes y otros hombres. Es decir, si no inventamos, caemos fatalmente en el
error.

En “Sociedades Americanas” (1842); Simón Rodríguez se encarga de delinear la


disyuntiva:

“¿Dónde iremos a buscar modelos? La América Española es original. Originales


han de ser sus instituciones y su gobierno. Y originales los medios de fundar unos
y otro. O inventamos o erramos”. Simón Rodríguez

Pensamientos.

1. Enseñen y tendrán quien sepa, eduquen y tendrán quien haga.


2. Al que no sabe, cualquiera lo engaña. Al que no tiene, cualquiera lo compra".
3. "Entre los que vemos con desdén, hay muchísimos que serían mejores que
nosotros, si hubieran tenido escuela".
4. "Todos los militares de talento envainan la espada para abrir los libros, desde
el momento en que el enemigo les abandona el campo".
5. "Sin educación popular no habrá verdadera sociedad".
6. "El hombre no es ignorante porque es pobre, sino lo contrario".
7. "Nadie hace bien lo que no sabe; por consiguiente nunca se hará República
con gente ignorante, sea cual fuere el plan que se adopte".
8. "Instruir no es educar; ni la instrucción puede ser un equivalente de la
educación, aunque instruyendo se eduque".
9. "No hay interés donde no se entrevé el fin de la acción. Lo que no se hace
sentir no se entiende, y lo que no se entiende no interesa. Llamar, captar y
fijar la atención, son las tres partes del arte de enseñar. Y no todos los
maestros sobresalen en las tres".
10. "El título de maestro no debe darse sino al que sabe enseñar, esto es al que
enseña a aprender; no al que manda a aprender, ni al que aconseja que se
aprenda. El maestro que sabe dar las primeras instrucciones, sigue
enseñando virtualmente todo lo que se aprende después, porque enseñó a
aprender".
CONCLUSION.

Gracias a la ilustración y visión de unos de los grandes maestros del Libertador


Simón Bolívar ( Simón Rodríguez) se logró consolidar uno de sus grandes anhelo
como educador, que fue las ideas de libertad, justicia, igualdad y la grandeza de
una República nueva, Refundada la República; Las ideas de Don Simón
Rodríguez en Venezuela tienen en cuenta los planteamientos de la educación
popular y la escuela social, como también los pensamientos de libertad e igualdad
que se registran en el preámbulo de la Constitución Nacional.

El problema humano del campo sigue en buena parte en pie. Los hábitos de
cultivo primitivo no ayudan a resolver el problema y la modernización, tampoco en
el sentido de que deja sobrante a muchas manos de obras. El art. 307 prevé la
creación de impuestos que grave las tierras ociosas y la ayuda al campesino para
que sea individualmente o por medio de cooperativa, se asiente en la tierra. El
numeral 14 de art 156 prevé la creación de impuestos territoriales y sobre la
levantas de inmuebles a favor de los municipios.

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