Pedid A Jehová Lluvia Tardía
Pedid A Jehová Lluvia Tardía
Pedid A Jehová Lluvia Tardía
Introducción:
Los desafíos del tiempo final son impresionantes.
¿Cómo haremos para terminar la predicación de la verdad al mundo entero con
poder, viendo el estado actual de la iglesia que dice sostener la verdad?
¿Cómo haremos para perfeccionar nuestro carácter y prepararnos para la ley
dominical, soportar la peor persecución de toda la historia, recibir el sello de Dios, estar
entre los 144.000 sellados, poder pasar el tiempo de angustia después del fin del tiempo
de gracia, vivir sin intercesor ante Dios, y estar de pie en la segunda venida de Cristo?
¿Qué ha prometido hacer el Señor para suplir todas las necesidades de la Iglesia
en el tiempo del fin?
Hay una sola respuesta, un solo poder, una sola solución: LA LLUVIA TARDÍA
DEL ESPÍRITU SANTO.
Imagen perfecta de
Dios en sus hijos
Ley dominical
Caída en el
pecado Pentecostés Comienzo del 2° Venida
sellamiento final de Cristo.
“El mensaje no será llevado adelante tanto con argumentos como por medio de la
convicción profunda inspirada por el Espíritu de Dios. Los argumentos ya fueron
presentados. Sembrada está la semilla, y brotará y dará frutos. Las publicaciones
distribuídas por los misioneros han ejercido su influencia; sin embargo, muchos cuyo
espíritu fue impresionado han sido impedidos de entender la verdad por completo o de
obedecerla. Pero entonces los rayos de luz penetrarán por todas partes, la verdad
aparecerá en toda su claridad, y los sinceros hijos de Dios romperán las ligaduras que los
tenían sujetos. Los lazos de familia y las relaciones de la iglesia serán impotentes para
detenerlos. La verdad les será más preciosa que cualquier otra cosa. A pesar de los
poderes coligados contra la verdad, un sinnúmero de personas se alistará en las filas del
Señor. (“La gran Controversia”), p. 670.
aquellos que están viviendo a la altura de la luz que tienen recibirán mayor luz. A menos
que estemos avanzando diariamente en la ejemplificación de las virtudes cristianas
activas, no reconoceremos las manifestaciones del Espíritu Santo en la lluvia tardía.
Podrá estar derramándose en los corazones en torno de nosotros, pero no la
discerniremos ni la recibiremos. (Testimonios para los ministros, p 515, 516)
c) Pero la prueba final será muy exigente, tanto que necesitaremos un poder
mayor que el de la lluvia temprana:
“En ningún punto de nuestra experiencia podemos dejar de contar con la ayuda de
aquello que nos hace idóneos para hacer el primer comienzo. Las bendiciones recibidas
bajo la lluvia temprana nos son necesarias hasta el fin. Sin embargo éstas solas no
serán suficientes. Mientras albergamos las bendiciones de la lluvia temprana, no
debemos, por otra parte, perder de vista el hecho de que sin la lluvia tardía, para llenar la
espiga y madurar el grano, la cosecha no estaría lista para la siega, y el trabajo del
sembrador habría sido en vano. La gracia divina se necesita al comienzo, se necesita
gracia divina a cada paso de avance, y sólo la gracia divina puede completar la obra. No
habrá ocasión de descansar en una actitud descuidada. Nunca debemos olvidar las
amonestaciones de Cristo: "Velad en oración", "Velad . . . orando en todo tiempo". Una
conexión con el agente divino es esencial para nuestro progreso en todo momento.
Podemos haber tenido una medida del Espíritu de Dios, pero por la oración y la fe
continuamente hemos de tratar de conseguir más del Espíritu. No debemos nunca
cesar en nuestros esfuerzos. Si no progresamos, si no nos colocamos en la actitud de
recibir tanto la lluvia temprana como la tardía, perderemos nuestras almas, y la
responsabilidad descansará a nuestra propia puerta. (Testimonios para los ministros, p.
516, 517).