Monografia de Causas de Delitos Sexuales
Monografia de Causas de Delitos Sexuales
Monografia de Causas de Delitos Sexuales
EXPOSITOR:
TEMA:
“CARACTERISTICAS PSICOSOCIALES
DE LOS VIOLADORES DE MENORES”
C A P I T U L O I
FORMULACION DE LA HIPOTESIS
VARIABLE INDEPENDIENTE
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Vx1 Causas Sociales (Socio - Económicas)
Vx2 Causas Psicológicas.
VARIABLE DEPENDIENTE
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4.- Frustración.
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C A P I T U L O II
ANTECEDENTE NACIONAL
1.1- COLONIA
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La supuesta superioridad moral y cultural afirmada a priori por los
conquistadores, no correspondía a la realidad. Si bien, aun como los
mismos conquistadores, los nativos practicaban comportamientos sexuales
que desde la perspectiva occidental de los españoles debían ser
considerados como pecados capitales, o delitos, también es cierto que
reconocían y aplicaban principios sociales y morales que en muchos casos
coincidía con los de los conquistadores, el adulterio y el estupro figuraban
como comportamientos prohibidos graves. Una diferencia era en las
relaciones de hombre y mujer, es que entre los nativos se practicaba el
apoderamiento de las mujeres, que constituía un elemento de esencial
prestigio social, y de poder del hombre. El intercambio de mujeres, según
los historiadores, estaba regulado por un código de control sexual
preciso. La noción de honor sexual no existía en los cánones de
comportamiento de la sociedad indígena. El honor carecía de valor,
prefirieron vivir en amancebamiento que casarse, cuando contraían
matrimonio lo hacían para, mediante la aplicación privilegiada tanto de
las normas españolas como de las costumbres indígenas, adquirir
derechos posesorios sobre tierras y personas.
Por disposición de la Corona, se aplicó a los pueblos conquistados el
derecho de castilla, conforme a la Ley del Toro. Asimismo, estableció que
se respetase las normas consuetudinarias indígenas “en cuanto no chocaran
con los principios capitales de la civilización a difundir o interés básico
de la monarquía a consolidar”. Con relación a las Leyes de Indias,
dictadas en diferentes épocas, las leyes de Castilla cumplían la función de
normas supletorias para completar sus vacíos y aclarar su sentido.
El sistema colonial estratificado, dominado por una concepción religiosa
y moral que discrimina a la mujer, condicionando por los intereses
económicos determinantes para avanzar en la escala social, dio lugar a
una doble moral que tuvo uno de sus elementos esenciales el llamado
código de honor. Además de los casos directamente relacionados con las
conductas sociales prohibidas, esta situación se manifestó igualmente a
través de mecanismos como la segregación física (encierro en conventos),
el sistema de la dote, y el concepto de la honra
1.2 INDEPENDENCIA
No se dan cambios sustantivos en materia legislativa, tampoco de reglas
sociales, o costumbres. Para nuestro historiador Jorge Basadre, el hecho
que el primer Código Penal republicano, se dicte en 1863, fue debido a
la que tanto en el virreinato y la república, hallábanse ligados por una
comunidad de idioma, de religión, de instituciones y de espíritu.
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El primer atisbó de cambio normativo republicano, se dio con el proyecto
del código penal de Lorenzo Vidaurre en el año 1859, bajo el titulo de
“Violencia hechas a las mujeres”, prevé diversas disposiciones en las que
describe ciertos delitos sexuales, donde claramente se puede apreciar una
protección de parte del legislador por la virginidad (Ley 1), dando penas mas
severas a personas que violentaban sexualmente a mujeres vírgenes atenuando
el castigo si esta fuera viuda, soltera pero no vírgenes; además establecía
sanciones para la violación de mujer esclava, en donde existía una ficción
jurídica es decir se presumía siempre que no había mediado voluntad de parte
de la mujer esclava, pero la sanción no era destinada a proteger derechos de la
mujer esclava, sino evitar que exista mezcla entre razas, protegía la pureza de
la raza española.
Las penas entonces eran mayormente pecuniarias, como por ejemplo darle una
parte del haber que uno percibía, pero cabe señalar que cualquier pena era
anulada en caso de que el agresor sexual se casara con la victima.
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otros medios”. En el segundo párrafo, se regula como violación dos casos
que se distinguen tanto por la condición personal de la victima como por
la manera de proceder del agente. Se trata de la violación de “una virgen
impúber, aunque sea con su consentimiento”, y de una mujer casada
haciéndose creer que es su marido”. La victima sólo puede ser “una
virgen mayor de doce años y menor de veintiuno”, como se aprecia la
virginidad es mencionada como muestra de honestidad y castidad de la
mujer. Es importante mencionar lo referente al ejercicio de la acción penal;
se dispone en el articulo 278º : “No se e procederá a formar causa por los
delitos a que se refiere este titulo, sino por acusación o instancia de la
interesada, o de la persona bajo cuyo poder se hubiere hallado cuando se
cometió el delito, debiendo el consejo de familia nombrar a la agraviada, en
caso necesario, el correspondiente defensor”, está disposición es
completada cuando se indica: “Si el delito se cometiere contra una
impúber que no tenga padres ni guardador, puede acusar cualquiera del
pueblo, y procederse de oficio”.
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1.6.- EL CÓDIGO PENAL DE 1991
A diferencia del Código de 1924, ubica los delitos de violación de la
libertad sexual en delitos contra la libertad. De está forma, el bien jurídico
protegido no son las buenas costumbres, o el honor sexual sino la libertad
sexual. El jurista Juan Bustos Ramírez, afirma que como en general sucede
con la libertad, no sólo se protege la capacidad de actuación, sino también
la seguridad de la libertad, es decir, los presupuestos objetivos de ella, lo
que en doctrina moderna se denomina intangibilidad o indemnidad sexual.
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donde tener acceso carnal o, si lo desea, prescindir de ello, por lo que nadie
puede obligar a una persona a tener contra su voluntad relaciones sexuales".
2.3.-TIPIFICACION OBJETIVA
2.3.1.- LA ACCION TIPICA: El comportamiento típico del delito de
violación consiste en realizar el acceso carnal con otra persona por medio de
la fuerza, o la intimidación o de ambos factores; dicho acceso puede ser por
vía vaginal, anal o bucal. También se configura el delito si el agente realizar
un acto análogo introduciendo objetos o partes del cuerpo por la vagina o el
ano de la víctima. Por tanto supone que no hay consentimiento del sujeto
pasivo. Se podría decir que es novísimo ya que anteriormente el código
preveía la violencia o amenaza para tener acceso carnal con una persona por la
vía natural es decir, la vía vaginal , dejando los demás casos (vía anal. Bucal ,
haciendo uso de objetos o partes del cuerpo) a actos contra el pudor.
Par que se configure este delito no necesariamente requiere de la penetración
del miembro viril del hombre, sino que puede darse la penetración por algún
objeto o parte de cuerpo, esto se dio a raíz del caso muy sonado en nuestro
país en donde un Doctor Cirujano Plástico acometió sexualmente a su
victima, una vedette famosa, pero con una prótesis de miembro viril, este caso
motivó a legislador para implementar la figura antes descrita.
¿Qué se entiende por objetos y partes del cuerpo?
Se entiende por objetos, a todos aquellos elementos materiales inanimados
(botellas, palos, bastones, fierros, tubérculos, etc. Son los elementos
materiales que el sujeto activo identifica o considera sustitutivo del órgano
genital masculino, para satisfacer sus deseos sexuales.
Se entiende por partes del cuerpo, a todas aquellas partes del cuerpo humano
que fácilmente pueden ser utilizados por el agente como elemento sustitutivo
del miembro viril para acceder a la victima: los dedos, la mano completa, la
lengua.
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La violencia debe ser directa o inmediata en el sentido de proximidad entre
ésta y la realización del acto sexual. La violencia debe dirigirse directamente
sobre la persona de la víctima a modo de fuerza física que obligue a practicar
las relaciones sexuales. Es decir, tiene que existir resistencia consciente de la
víctima y su vencimiento por el autor.
La grave amenaza, (vis compulsiva), consiste en la conminación de palabra o
de obra de causar un daño ilícito, inminente, posible y verosímil a la víctima
y que le infunde temor y miedo. La amenaza no requiere ser absoluta ni
irresistible, es suficiente que sea idónea y doblegue la voluntad de la víctima.
Debe tratarse de una coacción externa y sumamente grave. Se requiere que la
amenaza sea inminente, veraz y desprovista de indicios de broma o burla.
Las principales características de la grave amenaza son las siguientes: 1)
Determinada. Porque debe ser específica y tratarse de una amenaza bien
definida; 2) Considerable. El daño amenazado tendrá que ser mayor que el ato
sexual u otro análogo de tal suerte que se recoge el mal menor; 3) Seria. No
debe causar burla, sino todo lo contrario, miedo terror o pánico; 4) Posible.
Que sea realizable en el tiempo y espacio por lo que no cabe los daños
quiméricos; 5) Inminente. De realización inmediata.
Así mismo puede ser directa o indirecta; la primera cuando es dirigida a
lamisca víctima y la segunda si se utiliza a terceras personas íntimamente
ligadas a la víctima.
b. La practica de un acto sexual u otro análogo, se refiere a la penetración por
conducto vaginal, anal o bucal, asimismo la introducción de objetos o de
instrumentos en la vagina o ano de la mujer. Sobre el acto sexual o coito oral,
dice Bramont Arias-Torres, resulta problemático, ya que el primero supone
daño físico, manifestado en el coito vaginal, produciéndose lesiones y la
desfloración en menores de dad, circunstancia que no se da en el coito oral
(fellatio in ore) Villa Stein, señala que el coito bucal equipara el acceso carnal
a la penetración bucal o anal. Flavio García del Río, considera como violación
sexual solamente la penetración vía vaginal o vía anal, en tanto el coito bucal,
es una forma de masturbación, no constituye violencia carnal, sino un acto
libidinoso.8 Sin embargo; existen en la doctrina penal posiciones encontradas
al respecto, habiendo optado nuestro legislador por adherirse a la posición de
que el coito por conducto bucal constituye delito de violación de la Libertad
Sexual.
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Derecho Penal, en lo referido a tipicidad objetiva, la cual se ubica en la pagina
Nº 235. en lo descrito por Bramont Arias se entiende que es posible concebir
una violación de una mujer hacia un hombre, no importa la condición del
sujeto activo ya que este puede dedicarse incluso a la prostitución, si hay
violencia y amenaza, siempre habrá violación.
2.5.- CONSUMACIÓN.
El delito queda consumado con la penetración total o parcial del pene, objetos
o partes del cuerpo en la vagina, en el ano o en la boca de la víctima. No
importa la eyaculación, la rotura del himen, lesiones o embarazo. En el caso
de la violación de una mujer sobre un hombre, si bien ésta no puede penetrar,
puede obligar a que le penetren (compenetración) o utilizar objetos o partes de
su cuerpo (dedos, mano) penetrándolos por el año del varón, previo empleo
de violencia o grave amenaza.
2.6.- TENTATIVA.
La tentativa se configurará antes de realizarse la penetración total o parcial, es
decir, que el sujeto activo se predisponga a tener acceso carnal por cualquiera
de las vías o modalidades descritas en el art. 170° del Código Penal. Ejemplo:
encerrando violentamente a una mujer en una habitación, tirándola al suelo
para desnudarla con el propósito de realizar el acto sexual. O en el sentido,
con la finalidad de introducirle objetos o partes del cuerpo.
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amenazar a la víctima para conseguir el fin propuesto, entendido como
exclusivamente practicar el acto sexual o acceso carnal.
Así mismo la circunstancia agravante que establece la norma ya no exige
como en la redacción inicial del Código Penal de 1991, que las circunstancias
a "mano armada" y por dos o más sujetos sean concurrentes, bastará que se
configure una de ellas, en razón que la descripción actual ha incorporado la
disyunción "o" (a mano armada "o" por dos o más sujetos).
De la lectura se desprende la siguiente conclusión: que la violación se puede
efectuar en banda o en concierto como circunstancia agravante. Recordemos
los conceptos de banda y concierto.
Banda.- Es la asociación permanente conformada por tres o más sujetos para
cometer diversos delitos y en la cual presenta una característica fundamental
que es jerarquizada (es decir existe el reparto de roles y funciones y hay un
"jefe").
Concierto.- Es el acuerdo circunstancial entre dos o más sujetos para cometer
determinado delito.
Ejemplos:
a) a mano armada: si un sujeto premunido de un arma de fuego, ingresa a la
habitación del hotel donde se hospeda una señorita y bajo amenaza de muerte
le tapa la boca y la obliga a mantener relaciones sexuales, se configura el
delito de violación de la libertad sexual a mano armada.
b) Por dos o más sujetos: Si en un establecimiento penal, por la noche, tres
internos irrumpen en el dormitorio (celda), de otro, dos lo sujetan y uno de
ellos, le práctica el acto sexual contra natura, se configurara el delito de
violación de la libertad sexual con la agravante en mención. Aquí debemos
precisar: no es necesario que el partícipe haya ejecutado materialmente la
acción violatoria, es suficiente que integre el grupo que procuraba la
satisfacción sexual ilícita aunque sólo fuera un componente circunstancial del
mismo.
2.- Si para la ejecución del delito se haya prevalido de cualquier posición o
cargo que le dé particular autoridad sobre la victima, o de una relación de
parentesco por ser ascendiente, cónyuge, conviviente de éste, descendiente o
hermano, por naturaleza o adopción o afines de la víctima, de una relación
proveniente de un contrato de locación de servicios, de una relación laboral o
si la víctima le presta servicios como trabajadora del hogar.
En el presente inciso para el caso de cualquier "posición o cargo", importa una
relación de subordinación y dependencia entre el agresor y la víctima que
puede ser de tipo laboral, gerente-secretaria) funcional (director del colegio-
auxiliar) o mando (Capitán- sub oficial). Dejando constancia que el acceso
carnal necesariamente tiene que ser mediante violencia o grave amenaza.
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En lo referente a la relación de parentesco, esta claramente entendible, aquí
reviste particular importancia el tema de la violación a la libertad sexual del
cónyuge o conviviente que lo abordaremos en otro capítulo, por la
complejidad del tema; nuestra legislación admite dicha figura delictiva que
compartimos, resultando analizar con objetividad su configuración en cada
caso concreto.
Para el caso de una relación proveniente de una relación laboral o si la víctima
le presta servicios como trabajadora del hogar, pensamos que bien dichos
presupuestos se podrían subsumir en la descripción "posición o cargo", sin
embargo; el legislador al parecer a considerado válida la precisión efectuada.
Discrepamos por haber considerado a la relación producto de una locación de
servicios junto a una relación laboral, pues sólo en esta última se puede
verificar la subordinación o "particular autoridad", mientras que en la locación
de servicios la subordinación, por definición, es inexistente, pues tiene como
característica la autonomía de la prestación de servicios y en ese contexto no
puede presentarse una "particular autoridad" del locador frente al locatario,
conforme a las Código Civil que rige estos contratos.
3.- Si fuera cometido por personal perteneciente a las Fuerzas Armadas,
Policía Nacional del Perú, Serenazgo, Policía Municipal, o vigilancia privada,
en ejercicio de su función pública.
Si entendemos que los miembros de las Fuerzas Armadas y la Policía
Nacional, Serenazgo y Policía Municipal con alguna distinción respecto a
funciones, tienen como obligación ineludible brindar seguridad a las
personas, por lógica consecuencia la conducta desplegada por éstos en la
comisión del delito es altamente reprochable, justificándose la circunstancia
agravante incorporada por el legislador.
4.- Si el autor tuviere conocimiento de ser portador de una enfermedad de
transmisión sexual grave.
Se presenta una doble dañosidad como consecuencia de la conducta ilícita
desplegada por el agresor (sujeto activo); en tanto no sólo comete el acto
sexual violento, sino que además tiene pleno conocimiento de que dicho acto
trasmitirá a la víctima la enfermedad sexual que padece (ETS).
5. Si el autor es docente o auxiliar de educación del centro educativo donde
estudia la víctima .
Así como la casuística y los datos estadísticos reportan que la mayor
incidencia de delitos de violación a la libertad sexual se producen en el
entorno familiar, también lo es, que en los últimos años dichos actos ilícitos se
han acentuado en los centros educativos. Habría que analizar si la amenaza de
desaprobar el curso que hace el docente contra el alumno (en su gran mayoría
de sexo femenino) conminándola a tener relaciones sexuales contra su
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voluntad sea de tal magnitud para que se equipare a la grave amenaza como
elemento constitutivo del tipo.
A manera de conclusión inicial podemos indicar que la descripción típica del
tipo base (Art. 170° del CP), requiere como sujeto pasivo del delito a una
persona hombre o mujer mayor de 18 años, presentando problemas de técnica
legislativa, las figuras agravadas; en tanto podría entenderse que es posible se
cometa el delito con violencia o grave amenaza contra menor de edad, esto por
la incorporación del Inc. 5 "Si el autor es docente o auxiliar de educación del
centro educativo donde estudia la víctima". Salvo que centro educativo para el
caso concreto este referido a aquellos que superior "Institutos o Universidades
Publicas o Privadas". Decimos esto porque el inciso 3 del artículo 173° que
contiene el tipo penal de "violación sexual de menor de dad" prescribe con
precisión: "si la víctima tiene entre catorce años de edad y menos de
dieciocho, la pena será no menor de veinticinco ni mayor de treinta años.
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LA CRIMINALISTICA EN EL DELITO DE VIOLACIÓN SEXUAL.-
esta ciencia nos ayuda a demostrar la existencia de violencia en el acto sexual,
debiendo realizar el diagnostico utilizando tres tres elementos:
Examen de la víctima.
Examen del acusado.
Condiciones del hecho.
1.3.1.- El Himen:
Es una membrana fibro-elástica que cierra parcialmente la entrada de la
vagina.
La copula puede producir la ruptura del himen y el parto origina múltiples
desgarros formándose las llamadas carunculas mirtiformes.
Tipos de Himen:
Himen no desflorado:
A-Por la forma de su orificio:
a) Con un solo orificio:
1. Anular o circular
2. Labiado o bilabiado
3. Semilunar o falciforme
4. Franjeado
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5. Otras formas
a) Con dos o más orificios:
1. Tabicado, septado o biperforado
2. Con doble membrana (dos orificios por membrana)
3. Cribiforme
a) Sin orificio o imperforado
B. Por su elasticidad:
a) Dilatable o complaciente
b) Dilatado
C. Según el tamaño de la abertura del orificio himeneal:
a) Orificio pequeño: hasta 1 cm de diámetro.
b) Orificio mediano: mayor de 1 cm a 1,5 cm de diámetro.
c) Orificio grande: mayor de 1,5 cm de diámetro.
Himen desflorado
a con defloración reciente
b con defloración antigua
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C A P I T U L O III
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inclemencias del clima, a las fieras para las cuales él era presa y por último
contra otros hombres primitivos. Eran tiempos en que los mecanismos de
supervivencia trabajaban al máximo pues no sólo peligraba la existencia del
individuo, sino la de todo el grupo, incluso, la continuidad de la especie
misma. Para situaciones como esta la naturaleza ha previsto un serie de
mecanismos que buscan garantizar la supervivencia, estos principios se
aplican a todos los seres vivos y vienen funcionando desde los inicios de la
vida hasta hoy en día. Una parte de dichos mecanismos están vinculados a la
sexualidad y prevé el incremento de la fecundidad e inicio temprano de la vida
sexual de las hembras de una especie o grupo amenazado con la extinción; al
escasear los alimentos y llegar con ello a cierto grado de desnutrición, así
como al disminuir la población y ponerse en peligro la continuidad del grupo
o especie.
Entonces tenemos que el hombre primitivo llevaba una vida gobernada por las
necesidades viscerales más elementales, las mismas que por su naturaleza le
resultaban impostergables. Estos mecanismos, por el valor que tenían para
garantizar la continuidad de la vida quedaron como mandato genético o
instintivo, transmitiéndose de generación en generación, durante cientos de
miles de años.
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En los tiempos de la horda humana la vida transcurría azarosa y llena de
peligros, no existía la familia y casi todos los machos se apareaban con casi
todas las hembras indistintamente, pues ellas pertenecían a la horda y no
existían los límites que hoy da el parentesco ya que no había forma de
determinar la paternidad de la descendencia y el establecer ese tipo de relación
no tenía ningún sentido en aquel entonces, por lo que era común que los
machos más fuertes tomaran a todas las hembras aptas y disponibles para la
vida sexual, que pudieran encontrar atractivas, sin importar en lo más mínimo
si existía algún lazo de consanguinidad; siendo aplastada violentamente
cualquier oposición o resistencia. Este comportamiento se mantuvo en la
especie humana durante siglos, hasta que con el paso del tiempo y la
evolución, la manada humana acumuló experiencia, la misma que al ser
asimilada se hizo conocimiento, el mismo que fue transmitido a las nuevas
generaciones; así desarrolló una cultura, alcanzó cierto grado de conciencia
convirtiéndose la horda en una tribu dando origen a lo que hoy llamamos ser
humano.
Con el paso del tiempo se formó un linaje, que dio origen a una casta de
machos dominantes que ostentaba el poder y control de la tribu, que descubrió
la necesidad de tener la certeza sobre la paternidad de su descendencia para
garantizar la correcta sucesión del poder del jefe saliente al nuevo jefe, pues la
certeza de este vínculo constituía en ese entonces la única posibilidad para
dejar el poder y seguir viviendo. Aparecieron así las primeras restricciones en
el comportamiento sexual así como en el uso de la violencia y del asesinato
como el principal medio de acceder al poder, estableciéndose las relaciones
exclusivas y cerradas para un grupo unido por lazos de consanguinidad, es
decir: la familia. Siguiendo un desarrollo simultáneo y paralelo aparece la
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neotenia como estilo de vida en la cual el periodo de protección y ternura
propios para con la infancia se extienden durante una larga etapa de la vida de
los individuos, abarcando incluso la etapa reproductiva, aprendiendo así el
homínido en trance de humanizarse a vivir su sexualidad no como una
situación de violencia y sometimiento sino como una experiencia de
comunicación, amor y ternura.
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no favorecían la generación de nuevos guerreros y que de prosperar podrían
amenazar el futuro de la tribu. Estos preceptos arcaicos extraídos directamente
de la búsqueda de la supervivencia sirvieron de base a las Leyes Mosaicas, las
que a su vez servirían de base a las leyes o moral judeocristiana.
Hasta este punto ya han transcurrido algunos cientos de miles de años durante
los cuales, quienes eventualmente devinieron en seres humanos, habían
ejercido la violencia como medio para imponerse al medio, a las fieras y a
otros de su especie; se habían apareado indistintamente guiados por la
búsqueda del placer y de la supervivencia quedando estos tipos de conducta
como atávicas, predispuestas genéticamente e instintivas. Tal como ocurre hoy
con otras especies próximas a la especie humana en la naturaleza.
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sentirse dueño del mundo y pretendió controlar los procesos naturales,
olvidando en su soberbia que no se pueden cancelar pulsiones y atavismos
formados durante cientos de miles de años, por la simple publicación de un
decreto ley, el acuerdo tomado en un concilio o por el dictado de la moral
vigente.
Una de estas falsas creencias es que los niños no tienen una vida sexual
propia, pues al hablar de comportamiento sexual o sensaciones sexuales
infantiles lo hacemos desde nuestra perspectiva de adultos inmersos dentro de
un conjunto de experiencias y creencias propias de los adultos; cosa que no
ocurre en los niños. Hoy en día está largamente comprobado que los niños al
investigar y descubrir su propio cuerpo encuentran todo tipo de sensaciones,
dentro de ellas, las de placer que naturalmente proporciona la investigación y
manipulación de los órganos sexuales. Así mismo se ha encontrado que la
mayoría de niños en algún momento se siente atraído por alguien de su
entorno, siendo el origen de esta atracción de naturaleza sexual; igualmente se
ha hallado que un gran porcentaje de niños al interactuar con otros niños, en
algún momento tienen juegos sexuales, los que en la mayoría de los casos
quedan sólo en eso, en juegos; aunque de acuerdo al entender del adulto y de
acuerdo a sus normas puedan parecer impropios. Entonces tenemos que existe
una vida sexual infantil que forma parte del natural descubrimiento del mundo
y del desarrollo de la personalidad de todo individuo. Al margen de lo que se
pueda creer o aceptar en cada época, educación o cultura.
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Otro mito o falsa creencia es acerca de la edad de inicio de la vida sexual
como la entendemos los adultos, es decir, una relación sexual completa con la
búsqueda del placer como objetivo. Las normas sociales que algunos hemos
heredado y la recomendación de la Organización Mundial de la Salud (OMS)
nos hablan de una relación monógama, estable y madura, como la del
matrimonio entre jóvenes adultos; sin embargo al investigar lo que ocurre en
la realidad encontramos que el promedio de inicio de la actividad sexual en el
Perú para la costa es alrededor de los dieciséis años, catorce o quince para la
región andina y de once a trece para la región amazónica; promedios de
edades de inicio que tiende a seguir bajando. Al comparar estos índices con
otras realidades del mundo encontramos que no existen diferencias
significativas para regiones equivalentes, encontrando en algunos casos que
las edades de inicio son más tempranas aun. Cabe señalar que la iniciación
sexual en la mayoría de los casos ocurre con otro joven algunos años mayor y
en muchos casos es con un adulto, sin que por ello signifique una experiencia
traumática; incluso, en algunos lugares es socialmente aceptado.
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más específicamente en la relación de pareja y conocido como violencia
sexual, y en otros ámbitos por un desconocido como la mayoría de los casos
denunciados a la justicia, como es el caso de los violadores que atacan en
lugares públicos y que tanto atemorizan a la sociedad femenina. El presente
trabajo mostrará las variedades de agresores, teorías explicativas de la
agresión sexual y para concluir se dará a conocer el tratamiento psicológico
de los agresores sexuales utilizados en algunos países.
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3.3.- VARIEDADES DE AGRESORES
Hay dos motivaciones básicas para cometer el delito de violación, y estas son el
sexo y el poder, y son muchos más los autores que se decantan por la sensación
de poder sobre la víctima como la meta prioritaria que se pretende con la
violación. Beneyto (2000) ha resumido muy bien algunos casos de violadores
que reflejan el ansia de dominar y diversos trabajos efectuados con
delincuentes sexuales, estudios de campo realizados en España.
Además del deseo sexual y del poder, otras motivaciones, pueden jugar un
papel también. Las tipologías más conocidas de violadores reconocen la
pluralidad de motivos y desarrollan diversos tipos de agresores de acuerdo con
las metas que persiguen con su agresión. Una de las más conocidas es la de
Nicholas Groth (1979), quien dividió a los violadores en función de la
motivación básica que exhibían en la agresión.
3.3.1.- Violación colérica: ocurre cuando la sexualidad constituye un medio
para expresar y descargar sentimientos almacenados de cólera y rabia. El
violador emplea más violencia de la necesaria para obligar a la víctima a ceder,
debido a que la idea central de esta violación es dañar a la mujer tanto como
sea posible. El aspecto sexual de la agresión es una consecuencia sobrevenida
cuando se desarrolla el ataque. Suele ocurrir que el agresor haya decidido
cometer el delito de modo súbito e improvisado, justo después de haber vivido
una situación que le ha frustrado o enojado de sobremanera. Dado que la
víctima resulta gravemente golpeada, Groth opina que las mujeres que sufren
este tipo de violaciones se recuperan mejor que otras, al recibir las simpatías y
el apoyo de sus familiares y conocidos.
3.3.2.- Violación de poder: describe al agresor que quiere poseer sexualmente
a la mujer, no quiere dañarla. Su meta es tener sexo, así que la violencia es del
todo instrumental, esto es, la imprescindible para convencer a la mujer de que
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colabore. El quiere el control, experimentar estar al mando y tener a su merced
a la víctima. Pero no quiere la gratificación sexual, ya que normalmente,
demostrar que es lo suficientemente hombre para sí mismo, es un modo de
alejar inseguridades personales. Las víctimas en este tipo de agresiones pueden
sufrir más incomprensión, e incluso tener un sentimiento de culpa por el hecho
de que, quizás ella pudo hacer algo más.
3.3.3.- Violación sádica. Incorpora tanto la sexualidad como la agresión. El
agresor de esta categoría elige a sus victimas por que las encuentra semejantes
a algo que el odia, que quiere destruir, normalmente siguiendo un ritual, donde
pueda atarla, torturarla, y obligarla a que haga determinadas cosas. La
experiencia de violar la excita enormemente, obtiene placer del hecho de
degradar y abusar de la mujer. Para ella es la agresión mas difícil de superar.
Groth 1979 halló que este último grupo era el menos frecuente, entorno al 5 %
de los hombres que el trató. Los violadores coléricos comprendían el 55% y los
de poder el restante 40%.
Violador en serie: Estas tipologías, sin embargo, no nos van a llevar muy
lejos cuando estamos interesados en estudiar al violador en serie o sistemático.
De entre ellos, algunos incrementan su empleo de la fuerza, mientras que otros
no lo hacen. Janet Warren y su equipo (1998) investigaron a los violadores
seriales, y concluyeron que los que tienden a emplear una violencia cada vez
mayor atacan a mujeres más mayores de lo que es usual, se recrean más tiempo
en la agresión y suelen ser más especializados en su delincuencia, ciñéndose
casi en exclusiva a los delitos sexuales.
Algunos violadores en serie cometen agresiones relámpago, en las que atacan a
sus víctimas de modo súbito, mientras que otros las engañan ofreciéndose para
llevarlas o con otros ardides. En este punto es valioso mencionar los
interesantes trabajos del grupo de David Canter, de la Universidad de
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Liverpool, quienes mediante el empleo de técnicas estadísticas buscan elaborar
tipos de violadores de acuerdo a sus perfiles en la preparación, asalto y
posterior huida del escenario del crimen. Se trata de un esfuerzo muy relevante
para la policía, ya que si los diversos tipos de agresores derivados a través de
los análisis muestran que son construcciones validas en cuanto que reflejan a
agresores reales que se ajustan a esas pautas de conducta, entonces cuando
haya datos que reflejen una serie de violaciones, podrá determinarse algunas de
las características del tipo de sujeto que se busca.
Salfati y Canter 1999 analizaron 48 variables correspondientes a 82 casos de
homicidio, con el propósito de reflejar las acciones realizadas por los
delincuentes sobre sus victimas, las huellas conductuales dejadas en la escena
del crimen, así como aquellas variables reveladoras de las características del
delincuente y de la victima. A continuación precedieron a excluir aquellas
variables que o bien se presentaban de modo muy frecuente (en mas del 90%
de los casos) o bien de modo muy escaso (en menos del 10% de los casos), ya
que en ambas circunstancias eran inútiles para ayudar a clasificar a los
diferentes agresores, las primeras por ser demasiado comunes y aparecer en la
mayoría de los delitos, las segundas por ser muy raras y por ello no ser apenas
útiles en la inmensa mayoría de los hechos delictivos. Con las variables
restantes se precede asociarlas estadísticamente, aquellas que tiendan a ir
unidas servirán para describir a un tipo determinado de agresor.
Violaciones cometidas por conocidos: Las violaciones cometidas por
conocidos se agrupan en varias categorías, las que mas nos interesan ahora son
las que se llevan a cabo durante una cita en el periodo de salir con alguien y las
que se producen dentro del matrimonio. Se estima que aproximadamente un
50% de las violaciones incluye a conocidos. Las violaciones en las que agresor
y victimas no se conocían previamente suelen incluir acciones mas violentas,
28
tales como dañar a la victima físicamente, proferir amenazas de muerte y otros
actos de mayor rudeza, también es más habitual que estos agresores lleven un
arma. Hay que decir que estas violaciones están sobre representadas en las
estadísticas oficiales, por que las victimas que resultan con lesiones más graves
(además de la agresión sexual), informan con mayor frecuencia de estos delitos
a la policía. Las agresiones durante las relaciones amorosas son todavía un
terreno abonado de violaciones que no se renuncian. La razón es que puede ser
más difícil explicar para una joven que con la persona que ha salido varias
veces la violento. En Estados Unidos se estima que el 15 al 20 % de las
estudiantes universitarias han sufrido una violación o un intento de violación.
También se cree que solo se denuncia una violación de cada 10 que ocurren en
el transcurso de las violaciones de cortejo. Las violaciones dentro del
matrimonio son consideradas como parte del ciclo de la violencia doméstica.
Su inclusión en los códigos penales de muchos países algo relativamente
moderno. Esta tardanza en castigar este delito ha sido el producto de la
pervivencia hasta hace muy poco de viejas tradiciones e ideologías ancladas en
la creencia de la superioridad del hombre con respecto a la mujer y como una
derivación de esta creencia general, en la noción del debito conyugal de la
mujer con respecto al hombre, pero no en un sentido reciproco.
29
pudo ser un medio adecuado de expandir el material genético, aumentando la
probabilidad de que nacieran más hijos con el código genético del violador.
Este principio sigue vigente en la actualidad. Los violadores, por otra parte
suelen carecer de los éxitos sociales y las habilidades que les podrían asegurar
el sexo con las mujeres y como consecuencia, la transmisión de sus genes.
Debido a que las mujeres buscan pareja que aseguren el mantenimiento de su
prole, tenderán a rechazar a los pocos calificados para cuidar a sus hijos.
De este modo, la violación se vincula tanto con la sexualidad como con la
violencia porque, de acuerdo con el teórico Ellis, 1991, la agresión sexual
implica el impulso para poseer y controlar a aquellas personas que despiertan
su apetito.
3.4.2.- Socialización masculina en contraste con la perspectiva anterior, ciertos
investigadores opinan que la causa de la violación radica en la socialización
que sufren los varones. En el libro de Diana Rusell, la política de la violación,
se explica que desde niños, los varones aprenden a ser duros y dominantes, al
tiempo que creen que las mujeres quieren ser dominadas. La autora habla de la
mística de la virilidad, la creencia que tienen los hombres que el sexo ha de
separarse de la sensibilidad y los afectos. La violación se convierte en un modo
por el que los hombres aumentan su auto imagen y su identidad masculina, así
como un instrumento eficaz para que la mujer se mantenga en su sitio. Una
derivación de esta teoría es que los sujetos que mantengan una actitud más
machista y hayan crecido en un ambiente donde se ridiculizara la sensibilidad
y el respeto a las mujeres, tendrán más probabilidad de convertirse en
agresores. A esto se suma muchas veces la impulsividad y el abuso del alcohol,
así como una autoimagen muy vigilante frente a posibles burlas, desafíos a los
que están dispuestos a responder con la violencia. Estos sujetos hipermasculinos
verían a las mujeres como objetos legítimos de violencia.
30
3.4.3.- Patología psicológica hay muchos estudios psicológicos que señalan
que los violadores presentan personalidades anormales, incluyendo tendencias
psicopáticas, distorsiones cognitivas y actitudes sádicas.
3.4.4.- Teoría del aprendizaje social muchos agresores adultos aprenden el
uso de la violencia en su adolescencia, incluyendo aquí las experiencias de ser
abusados en la infancia y de sufrir otros tipos de malos tratos.
Teorías explicativas de la agresión sexual de niños y jóvenes
Aquellos que empezaron de jóvenes y continuaron en la vida adulta, son los
más persistentes. Actualmente se estima que entre el 40% y 60% de los
agresores adultos, especialmente los que abusan de niños, empezaron con
conductas de abuso antes de llegar a la mayoría de edad. Sin embargo, dado
que en la gran mayoría de los casos los jóvenes agraden a chicos más
pequeños, estas teorías son más relevantes para explicar el inicio del deseo
sexual orientado hacia los niños.
- Las explicaciones basadas en la perspectiva del desarrollo infantil: Esta
perspectiva razona que los niños maduran físicamente en una secuencia
uniforme, en la que se implican en ciertas conductas sexuales normales para una
determinada edad. La teoría estudia aspectos como valores, normas y patrones
de relación en la familia, así como las ideas derivadas de los medios de
comunicación que puedan influir sobre las actitudes y conductas sexuales (y de
abuso) de los niños. Todo ello se analiza para comprobar en qué medida se
relaciona con desviaciones de lo que la sociedad considera las relaciones
normales entre niños y adultos, entre los niños e incluso dentro de la mente de
un niño (interacción simbólica). Uno de los autores más representativos de este
modelo es Fredrich (1990) señala que la edad en la que se produce el trauma es
de gran relevancia para entender sus repercusiones. Ser víctima de un abuso
sexual es un hecho que produce una perturbación del desarrollo psicosexual,
31
cognitivo y social del niño, a través del daño hecho a la relación de apego con
los padres y la inhibición de las interacciones con los compañeros de edad. En
la reacción al trauma influyen tanto variables del niño (sus estrategias de
afrontamiento, derivadas de su desarrollo cognitivo) como de la familia, en
especial la seguridad que los padres han proporcionado al niño.
- El modelo integrado de MacFarlane y Cunningham: El autor integra
cuatro teorías relacionadas para diseñar programas que ayuden a niños
agresores: el trastorno de estrés postraumático, el modelo del ciclo del abuso
sexual, el modelo de la adicción y el modelo de Finkelhor de las cuatro
precondiciones.
- Perspectiva integrada del modelo de prevención de la recaída: Esta
perspectiva es una intervención global para chicos y adolescentes, en concreto,
una modificación de la prevención de la recaída, el modelo desarrollado por
Pithres para tratar a los delincuentes sexuales adultos. Este modelo incorpora
factores cognitivos, afectivos y comportamentales y destaca la importancia del
autocontrol para prevenir los nuevos delitos. Comparte una perspectiva similar
a la mencionada anteriormente dentro del ciclo del abuso sexual, primero
aparecen los sentimientos negativos, luego las fantasías y las distorsiones
negativas y finalmente el acto sexual agresivo. Es un modelo integrador, en la
medida en que se centra en el niño y en el sistema familiar. (Garrido, 2003)
32
una acción sexual determinada: el acto de forzar (penetrar) a alguien que se
opone a ello. Uno puede violar a una prostituta como resultado de una noche de
alcohol y rabia, en soledad o bajo el amparo de una cuadrilla; se puede
perpetrar ese hecho como consecuencia añadida de realizar otro delito, un robo
por ejemplo, cuando el ladrón cae en la cuenta que esa oportunidad no se
repetirá fácilmente. Hay otras posibilidades: el novio que no está dispuesto a
aceptar la negativa de su pareja y, encolerizado, le explica que “no puede
dejarlo así”, o el dueño de la empresa que “convence” a la limpiadora sin
papeles de que le conviene mostrarse amable con él. Con ser todas estas
conductas intolerables, quizás cuando pensamos en el violador tenemos en la
cabeza a alguien que se dedica por sistema a hacerlo, alguien que agredirá si no
se le detiene. Inmediatamente nos vienen a la cabeza casos como el violador de
Málaga, que en el periodo comprendido entre 1997 y 2000 fue responsable de
más de 20 violaciones: primero sus víctimas eran amas de casa y luego pasaron
a ser jóvenes estudiantes extranjeras de español. O el llamado “violador del
Ensanche” de Barcelona, que en poco más de un año cometió 32 agresiones
sexuales. Y, por supuesto, el violador de Pirámides, en Madrid, que ostenta
quizás el récord en esta lista desesperante, con más de 40 violaciones, y que
entre sollozos explicaba al tribunal que no “podía remediarlo...”. Ahora bien,
todavía no hemos tocado fondo: tenemos más miedo a un tipo de violador en
particular: el violador homicida, el que no solamente busca la vejación sexual,
sino que se expresa todo su potencial destructivo mediante la muerte de la
mujer que le ha sido entregada por sus faltas o por la fatalidad. Esto último nos
pone los pelos de punta, y no es para menos: cuando un violador se dispone a
matar a su víctima hay muchas probabilidades de que se trata de un psicópata
sexual. ¿Quién es este sujeto? En primer lugar, es un psicópata: el ser humano
más peligroso que existe, el más preparado para explotar, humillar y tratar a los
33
demás como cosas, como medios para sus fines. Este título lo tiene bien
merecido, porque ya sea entre en las calles de una infancia marginal, o entre los
salones y parqués de las finanzas y los partidos políticos (ya que son muchos
los psicópatas que no provienen del mundo del crimen, pero que azotan a sus
coetáneos como políticos, profesionales y empresarios sin moral alguna), se
trata de alguien que: a) carece de las emociones sociales básicas de todo ser
humano, como el amor, la empatía o la amistad; b) no tiene conciencia o
capacidad de remordimientos y culpa; c) es un gran simulador, tiene una
notable capacidad para embaucar y manipular mediante tretas y mentiras. Lo
que le hace peligroso, muy peligroso, es que dado que no tiene conciencia ni
capacidad para establecer vínculos significativos con la gente, y de que ésta
son “cosas” que puede emplear para lograr sus fines, no tiene mayor reparo en
emplear cualquier tipo de extorsión y violencia para lograr aquello que más le
motiva: el dominio de su ambiente, sentir el control de todo lo que le rodea, lo
que en palabras de un criminalista se describe como el “deleite del desprecio”:
es la sensación subjetiva de plenitud y poder porque soy capaz de utilizarte, de
sojuzgarte, de hacerme poderoso mediante mis actos de control y violencia. El
psicópata sexual es el agresor que más probabilidades tiene de convertirse en un
agresor en serie o sistemático, y de asesinar a sus víctimas. Ramón Arce, el
criminal español que espera ser juzgado por asaltar sexualmente y matar a una
adolescente inglesa, a la que accedió entrando subrepticiamente en su
dormitorio de noche, con otras violaciones en su haber, es un buen ejemplo.
Rodríguez Vega, asesinado en la cárcel cuando le quedaba poco tiempo de
condena por haber abusado y matado a 16 ancianas en Santander, supone otro
caso de búsqueda de la “plenitud” interior mediante la administración del
asesinato. Sus recuerdos y fetiches del crimen con los que decoraba su
habitación le servían para recordar esos instantes. Joaquín Ferrándiz, que
34
aterrorizó Castellón a mediados de los años noventa matando a cinco mujeres,
escenificaba su poder mediante el empleo de la ropa interior de sus víctimas
para amordarzarlas, junto con otros elementos de la escena del crimen que
dejaban claramente su firma. Todos estos casos tenían en común el aprendizaje
del psicópata en el tobogán de su crueldad narcisista: empezaron con una
violación sin homicidio, pero pronto vieron que necesitaban más, y que ese
plus sólo podrían lograrlo convirtiéndose ellos mismos en ejecutores de una
justicia personal administrada a una víctima que, sea por la fatalidad, sea por su
propia estupidez –al situarse en una posición de gran vulnerabilidad- “merecía”
ese final. Hay veces que el psicópata no avisa. Es imposible prever que va a
atacar de un modo tan incomprensible. El llamado “violador del parking”, en
Barcelona, es un caso reciente. Este sujeto –todavía sin juzgar- parece que iba
anidando fantasías homicidas con mujeres para escapar de esa vida gris que
deja a los psicópatas con la necesidad de provocar algo que satisfaga su deseo
de dominio y de plenitud de poder; de este modo, asaltó y mató a dos mujeres
en el mismo lugar, a la segunda con mucha mayor violencia que a la primera,
en un arranque de furia que denotaba que ya había elegido arriesgarse para
revelar su auténtica personalidad. Nadie podía haber predicho esto, porque la
justicia no tenía cuentas pendientes con él. Sin embargo, en otros casos se
puede y se debe prever si el psicópata sexual está en condiciones de regresar a
la sociedad. El supuesto autor de la muerte de las dos policías nacionales de
Hospital, Pedro Jiménez, evidenció su psicopatía del modo más brutal posible,
escenificando lo que llamo en mis libros la “tríada psicopática”, que incluye la
agresión sexual, las torturas o vejaciones y el asesinato. ¿Se podía prever que
este sujeto iba a matar aprovechando un permiso? Jiménez había dado muestras
irresolutas de peligrosidad: había agredido en un permiso anterior, por el que
cumplía nueva condena, y ya ingresó en la cárcel de joven por una primera
35
violación. La respuesta es que eso estaba dentro de lo posible. Sin embargo, en
este caso concreto la prisión se negó a darle la libertad condicional, y ese
permiso se le concedió para que obtuviera un empleo, porque iba a salir en
completa y definitiva libertad sólo unos meses más tarde. Además, nos consta
que se retiró de un programa con delincuentes sexuales que la prisión que le
albergaba realiza con notable éxito desde hace casi una década, lo que afianzó
entre los profesionales la idea de que era alguien peligroso.
Más allá de este caso particular, lo que es realmente urgente es que las cárceles
dispongan de instrumentos de evaluación del riesgo que ayuden a que no
obtengan beneficios penitenciarios los psicópatas sexuales, salvo en
condiciones de estricto control. Los programas de tratamiento no parecen ser
efectivos con estos sujetos. ¿Debemos de renunciar a toda esperanza de
reinserción y agotar la condena impuesta sin otras consideraciones? Algunos
psicópatas sexuales no reinciden, en particular si al salir tienen más de 50 años.
Creo que, en condiciones de una supervisión estrecha y controlada, algunos de
ellos podrían tener, al final de sus condenas, permisos cortos con los que poder
preparar su reingreso en la sociedad. Porque aquí el lector ha de ser pragmático:
en España no hay nada parecido a la condena a perpetuidad. Es muy extraño
que alguien esté en la cárcel más de 20 años seguidos. El hecho de poder quitar
capacidad letal a un sujeto, poco antes de su liberación, es un objetivo que no
debe ser subestimado. Lo urgente es contar con buenos instrumentos de
predicción del riesgo (algo que las administraciones penitencias no han
primado), y un equipo de trabajadores penitenciarios en la comunidad para
supervisar, ayudar y controlar (lo que en España nunca ha existido) a sujetos
que merecen esa vigilancia. Pero es obvio que el psicópata sexual ha de estar
mucho tiempo en la cárcel, y su buen comportamiento mientras está allí no
debería engañarnos. Hemos de filtrar con sumo cuidado a los que vamos a dar
36
una mínima oportunidad, al final de su condena. Este es el desafío que nos
arroja esta terrible condición humana.(Garrido Genovés .www. vicentegarrido.
net) .
37
frecuencia hombre y mujer) que entrenan a los agresores sexuales en
habilidades sociales específicas con un doble propósito: 1) que aprendan a
inhibir las conductas delictivas, y 2) que aprendan las habilidades de
comunicación necesarias para establecer relaciones sexuales adultas y
consentidas. - .En general, el tratamiento suele tener un carácter voluntario,
aunque en la mayoría de los casos la participación del sujeto en un tratamiento
suele ser 10 recompensada con beneficios penales y penitenciarios, tales como
la concesión de permisos de salida al exterior, un mejor régimen de vida en
prisión, o la concesión de la libertad bajo palabra.
3.6.1.1. Psicoterapia
La psicoterapia más clásica, generalmente de orientación psicoanalítica,
interpreta la desviación sexual como un síntoma de otras problemáticas
subyacentes y de las cuales el individuo no tiene plena conciencia. Como
resultado de ello, el propósito de la psicoterapia es facilitar que el sujeto se
haga consciente de estas patologías y, de ese modo, sea más fácil que pueda
controlar su comportamiento inaceptable. Existe escasísima evidencia empírica
sobre la capacidad que la psicoterapia puede tener de manera aislada para
38
controlar el comportamiento sexual desviado (Berlin, 2000). Algo más
prometedor puede resultar este enfoque terapéutico cuando se aplica en
formato de grupo, ya que entonces el grupo puede ayudar al sujeto a confrontar
y replantear sus creencias erróneas sobre sus delitos y su estilo de vida.
39
excitación y orgasmo, mediante la masturbación, utilizando fantasías no
desviadas) y saciación masturbatoria (a partir de la intensiva imaginación de
fantasías desviadas y práctica de la masturbación durante el periodo refractario,
de 30-60 minutos, que sigue al orgasmo, lo que hace que las fantasías y el
proceso masturbatorio asociado a ellas resulten fatigantes y sexualmente
improductivos), desensibilización sistemática por aproximaciones sucesivas
(para reducir la ansiedad social del sujeto y facilitar, de este modo, sus
contactos sexuales normalizados; o bien con la finalidad de, apareando en la
imaginación estímulos sexuales desviados con relajación, reducir el poder
excitatorio de tales estímulos), y sensibilización encubierta (en que se asocian,
en la imaginación, los pensamientos y fantasías desviados con consecuencias
que al sujeto le resultan muy desagradables).
3..6.1.3. Cirugía
El impulso sexual de los varones guarda una estrecha relación con las
secreciones de testosterona. Es evidente que el impulso sexual de los varones
no es “per se” el causante de que algunos de ellos utilicen para satisfacerlo la
agresión o el abuso sexual. La inmensa mayoría de los varones, sexualmente
motivados, emprenden comportamientos sexuales aceptables para satisfacer su
impulso sexual. Por tanto, la explicación de la violación y el abuso es otra que
el mero deseo sexual. Con todo, cuando un varón es violador o agresor sexual
de menores una alternativa para controlar su conducta puede consistir en reducir
directamente su impulso sexual, disminuyendo para ello sus secreciones de
testosterona. Ello puede hacerse o bien a través de la administración de cierta
medicación, con un efecto temporal, o mediante la extirpación de los testículos,
o castración, con un efecto definitivo e irreversible. En la actualidad el uso de
la cirugía con la finalidad de reducir el impulso sexual, incluso en el caso de
40
delincuentes sexuales convictos y reincidentes, no está jurídicamente permitido
en la mayoría de los países europeos. Sin embargo, durante las pasadas
décadas, en algunos países europeos y también en Norteamérica se utilizó este
método con cientos de delincuentes. Los estudios de seguimiento de muchos de
estos casos evidenciaron tasas de reincidencia muy bajas, de entre 1,3% y 7,3%
(Freund, 1980, referenciado por Berlin, 2000). Sin embargo, la castración
presenta graves efectos secundarios, tales como disminución generalizada del
impulso y la actividad sexual (más
allá de los propios delitos sexuales), cambios metabólicos, pérdidas proteicas,
alteraciones glandulares, cambios en la distribución corporal de las grasas,
descalcificación ósea, múltiples dolencias difusas y disminución de la pilosidad
corporal (Stone et al., 2000). Ello puede implicar una transformación de la
personalidad y del comportamiento de los delincuentes que trasciende con
creces las finalidades del tratamiento de cualquier conducta delictiva y choca
frontalmente con pautas éticas y, en el caso del sistema jurídico español,
también jurídicas. En sociedades civilizadas y democráticas del siglo XXI ni la
amputación de las manos a los ladrones puede ser la solución de los robos ni
tampoco la castración puede serlo de las agresiones sexuales. Frente a ello, en
ámbitos como el que nos ocupa se requiere para encarar satisfactoriamente los
problemas mucha más imaginación y prudencia.
41
algunos países europeos) y el acetato de medroxiprogesterona – Progevera—
(MPA) (sobre todo en Norteamérica). Aunque estas sustancias presentan
algunas contraindicaciones, tales como aumento de peso e hipertensión, su
administración a pedófilos ha logrado tasas de reincidencia inferiores al 10%.
Recientemente se ha desarrollado y comenzado a utilizar un antiandrógeno más
potente y de efecto prolongado, el agonista análogo de la hormona liberadora
de gonadotropina (GnRH), que se inyecta una vez cada 1-3 meses, elimina
completamente –aunque de modo reversible- la secreción de testosterona y,
además, presenta mínimos efectos secundarios. Rösler y Witzhum (2000)
consideran que esta medicación resulta efectiva para controlar específicas
parafilias (logrando reducir tanto las fantasías sexuales desviadas como el nivel
de impulso y las propias conductas) y constituye, por ello, una terapéutica
prometedora para el futuro tratamiento de los delincuentes sexuales. Con
frecuencia estas sustancias no se administran de manera aislada, como único
sistema de tratamiento, sino que suelen constituir un complemento de otros
tratamientos de cambio del comportamiento sexual. Pueden ayudar a los
pacientes a mejorar temporalmente su capacidad de control de la conducta de
agresión o abuso.
42
a intentar normalizar las preferencias sexuales de los sujetos. Estos primeros
acercamientos partían de la idea de que la motivación sexual era el origen
básico de estos delitos, y que las preferencias sexuales del delincuente se
circunscribían exclusivamente a aquellos actos desviados que llevaba a cabo de
manera persistente. Marshall (1971) cuestionó este planteamiento simplista y
sugirió que si deseamos que los delincuentes sexuales cambien de
comportamiento, y orienten sus preferencias hacia interacciones sexuales con
adultos que consienten en la relación, lo mejor que podemos hacer es
entrenarles en aquellas habilidades que son necesarias para que puedan lograr
tal objetivo. En consecuencia, Marshall sugirió que el tratamiento debía incluir
la enseñanza a los sujetos de habilidades sociales y de interacción. Desde
finales de los setenta, los programas de tratamiento para delincuentes sexuales
se han ido ampliando para incluir no sólo cambios en sus preferencias sexuales
y la mejora de sus habilidades interpersonales, sino también la erradicación de
sus "distorsiones cognitivas". Estas distorsiones hacen referencia a las
tendencias de los sujetos a malinterpretar las señales sociales (p.ej., un
individuo que abusa de menores puede percibir a los niños como si en realidad
estuvieran interesados en el contacto sexual), a negar que causen daño a las
víctimas, a minimizar la importancia de su agresión o de la gravedad y
frecuencia del delito, a atribuir la responsabilidad a otras personas o a factores
que se hallan fuera de su propio control, y a aceptar, en definitiva, un patrón de
actitudes y creencias favorecedoras del delito (p. ej., todas las mujeres
realmente desean ser violadas, o es adecuado ser agresivo). En consecuencia,
los programas conductuales acabaron incorporando amplios contenidos
cognitivos. A principios de los ochenta estos programas "cognitivo-
conductuales", comenzaron a asimilar conceptos de prevención de recaída que
habían sido introducidos en el campo de las adicciones por Alan Marlatt y sus
43
colaboradores (Marlatt y Gordon, 1985). En el transcurso de los últimos quince
años tales programas se han continuado ampliando hasta incorporar en sus
pretensiones la mejora de la autoestima, el incremento de las habilidades para
entablar relaciones de intimidad, la mejora de la empatía de los sujetos, y la
enseñanza de mejores habilidades de afrontamiento de las situaciones
problemáticas. A continuación se describe el formato estándar aplicado por
Marshall y su equipo, fundamento originario de la mayoría de los programas
aplicados en el mundo (véase también Marshall y Fernandez, 1997; Marshall,
2001; Echeburúa y Guerricaechevarría, 2000). Los programas cognitivo-
conductuales típicamente funcionan en un formato de grupo. Uno o dos
terapeutas trabajan con un grupo de 8-10 sujetos. Se evalúa a los delincuentes
para delimitar sus necesidades de tratamiento y su riesgo de reincidencia
futura, y, como consecuencia de ello, son incluidos en uno de tres posibles
programas: necesidades y riesgo altos; necesidades y riesgo moderados, y
necesidades y riesgo bajos. Los sujetos con necesidades y riesgo elevados
reciben un tratamiento más amplio e intenso que los restantes grupos
(Marshall, Eccles y Barbaree, 1993). Ello permite optimizar los recursos
disponibles, en función de las necesidades de cada sujeto, con el objetivo de
aumentar la seguridad pública. Los terapeutas intentan crear un estilo de trabajo
que haga compatible el rechazo de las distorsiones de los delincuentes con
ofrecerles, paralelamente, el apoyo que necesitan (Marshall, 1996). Existe
evidencia científica (Beech y Fordham, 1997) de que este tipo de acercamiento
es el más efectivo para el tratamiento de los delincuentes sexuales. Se insta a los
sujetos a participar en las sesiones de tratamiento no sólo cuando cada uno de
ellos es protagonista de la intervención sino también cuando lo son los demás
miembros del grupo.
44
3.6.1.5.1. Programa estándar
Incluye las siguientes técnicas específicas:
3.6..1.5.1.1. Autoestima
Para comenzar, se intenta crear un clima que apoye y motive a los sujetos para
creer que tienen la capacidad de cambiar. Además, se pretende que los
delincuentes sexuales mejoren su nivel educativo y sus habilidades laborales, la
amplitud de sus actividades sociales, y su propia apariencia externa. También se
les anima a detectar sus características personales positivas (p. ej., es un buen
trabajador, un amigo leal, es generoso) que deben escribir en una cartulina para
poder repasarlas con frecuencia durante el día. Hemos comprobado (Marshall,
Champagne, Sturgeon y Bryce, 1997) que estos procedimientos mejoran la
autoestima, lo que a su vez aumenta las posibilidades de cambio en los restantes
componentes del programa.
3.6.1.5.1.2. Distorsiones cognitivas
Aquí existen dos etapas sucesivas. En la primera, cada sujeto describe el delito
desde su propia perspectiva y se cuestionan los detalles que va dando en esta
descripción. Para ello se cuenta con la información sobre el delito procedente
del testimonio de la víctima y de los informes policiales, lo que permite una
confrontación con la versión aportada por sujeto. En una segunda etapa, se
cuestionan las actitudes y creencias favorables al delito que van emergiendo en
distintos momentos del proceso del tratamiento. Existe alguna evidencia
científica, aunque todavía limitada, sobre le efectividad que tiene este modo de
operar para la erradicación de las distorsiones cognitivas (Marshall, 1994).
3.6.1.5.1.3. Empatía
Se conoce que los delincuentes sexuales no carecen de empatía hacia otras
personas en términos generales, sino que más bien carecen de ella por lo que
45
concierne a sus propias víctimas; Fernandez, Marshall, Lightbody y O'Sullivan,
1999). Ello parece deberse a su incapacidad para reconocer el daño que han
causado, por lo que el primer objetivo en este punto del programa es
sensibilizarlos sobre el dolor que experimentan las víctimas. Para ello el grupo
elabora una lista de posibles consecuencias de la agresión sexual y
posteriormente se pide a cada sujeto que considere tales consecuencias en su
propia víctima. Entonces, cada participante en el programa debe escribir una
carta, que hipotéticamente le dirige su víctima, y, después, una respuesta suya a
la anterior. En la primera (la que supuestamente le envía la víctima) el sujeto
debe manifestar el odio y la rabia que probablemente la víctima siente hacia él,
los sentimientos que se le han generado de desconfianza hacia los hombres y
de inseguridad, su sentimiento de culpabilidad, y otros problemas emocionales
o de comportamiento que una víctima podría manifestar. En la carta de
respuesta, el delincuente debe reconocer su responsabilidad por el delito,
aceptar la legitimidad de los sentimientos de la víctima, y comentarle que está
realizando esfuerzos para disminuir el riesgo de volver a delinquir. Se ha
comprobado (Marshall, O'Sullivan y Fernandez, 1996) que este procedimiento
realmente mejora la empatía con la víctima.
46
experiencia pasada. Se espera que cada sujeto hable de sus relaciones
personales pasadas con el objetivo de ayudarle a identificar estrategias de
relación inapropiadas y estilos de apego afectivo pobres y superficiales, y a
partir de ello estructurar caminos más efectivos para sus relaciones personales.
47
Se pide a cada delincuente sexual participante en el programa que identifique la
secuencia de elementos sucesivos que le llevan a la comisión del delito (es
decir, la concatenación de eslabones de la cadena delictiva), los factores
fundamentales que le ponen en situación de riesgo, y, también, las estrategias
más adecuadas para evitar los riesgos futuros. El interés de ello reside en lograr
que el sujeto adquiera conciencia de la aparición de los primeros eslabones de
su cadena delictiva, con la finalidad de que pueda interrumpir la ascensión en
la cadena en estos primeros peldaños, en los que resulta más fácil detenerse.
También se pretenderlo que comprenda qué factores le sitúan en riesgo como,
por ejemplo, el tener acceso a potenciales víctimas, o sentirse deprimido,
aislado, o furioso, o hallarse estresado, tener problemas en sus relaciones o,
simplemente, utilizar estrategias inefectivas para afrontar sus problemas. Como
resultado de la identificación de estos factores de riesgo y de la cadena de
conducta delictiva, el sujeto debe elaborar un conjunto de estrategias para
enfrentarse a las situaciones de riesgo imprevistas y para reducir las
oportunidades de que éstas aparezcan. (Redondo, 2002)
48
C A P I T U L O IV
EXP. Nº 1120 - 07
2009: Sexta Sala Penal de Lima: Escobar Antezano. Eyzaguirre Garate, y
Quintana - Gurt Chamorro.
49
ESTUDIOS: Secundaria.
PERICIA PSICOLOGICA: No practicada.
PERICIA PSIQUIATRICA: No practicada.
EXP. Nº 606 - 08
2009: Cuarta Sala Penal de Lima: Flores Vega, Sanchez Gonzales, Leon
Sagastegui.
HECHOS: Agosto 2006. Menor agraviada dio a luz el día 08 Junio 2007.
Del Hospital, el medico llamo a la Fiscal de Familia. Se trata de un
caso, en que la agraviada fue enamorada del procesado.
50
CASO 3: FICHA PSICO SOCIAL.
EXP. Nº 771 - 08
2009: Quinta Sala Penal de Lima: VIDAL MORALES, IZAGA
PELLEGRIN, ALVAREZ OLAZABAL.
EXP. 849 – 08
Cuarta Sala Penal de Lima
Flores Vega, Sanchez Gonzales, y Leon Sagastegui.
51
HECHOS: Padre de la agraviada Aurelio Luis Neira Castillo, denuncia
desaparición de hija: Karolyn Arasseli Neyra Manrique, el 11/MAY/2007,
ante la PNP - DIRINCRI.
52
TRABAJA:
ESTUDIOS: Secundaria.-
SUELDO: S/D
PERICIA PSICOLOGICA: No practicada.
PERICIA PSIQUIATRICA: No practicada.
Exp. 1174 – 08
Sexta Sala Penal de Lima
Escobar Antezano, Eyzaguirre Garate, Quintana - Gurt Chamorro.
HECHOS:
Instituto Nacional Materno Perinatal. Se atiende parto de Sara Clara
Urbano Abelino
53
AGRAVIADA : Sara Clara Urbano Abelino 17 AÑOS (AL 2007) 11-
AGO-1990. Cajamarca.
DOMICILIA:
3º DE SECUNDARIA. TRABAJA VENDIENDO DESAYUNO EN EL
MERCADO SAN JUAN GRANDE. GANA S/ 80.00 SEMANALES.
EXP. Nº 430 – 09
Primera Sala Penal de Lima
Altabás Kajatt, Polack Baluarte, Carbonel Vilchez.
HECHOS:
Denuncia primero a la PNP (Personas Desaparecidas) por desaparición, la
prima de la agraviada Valeriana Escobar Romero (27): 18 Mayo de 2007.
Menor de 14 años (06 Mayo de 1993), ocurrida el 13 de Mayo del 2007,
Paula Aucaille Gutierrez, en circunstancia que salió de trabajo ubicado en
el Jr. Castro Virreina Nº 1137, Breña, co dirección al Colegio sito en Av.
Rep. De Portugal Nº 525, Breña. El 14 de Junio del 2007, se hace
presente a la PNP Valeriana, conduciendo a su menor prima, se toma su
dicho, y se dispone examen medico legista, en presencia de Fiscal de Familia
d e la 10, Patricia Calle. NIEGA violacion, la agraviada, acepta haber
mantenido relaciones sexuales, con los dos, que han sido sus enamorados. 2
ocasiones con Elias, que mantuvo relaciones desde dic. 2006, hasta 2007, y
una ocasión con Zosimo.
54
PROCESADOS: ELIAS HUILLCA HUAMAN, y ZOSIMO LUIS
LAZARO AGUERO
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PSICOLOGICA FORENSE (Paginas 32/35) (LUIS VASQUEZ
GALVEZ, y LUZ MERY ESTRADA MARTINEZ).
Datos de Relevancia: Psicosexualmente inmadura, otorgando mayor
importancia a la figura masculina, sin embargo se identifica con su rol de
género.
HECHOS:
Denuncia tío de agraviada: máximo Fausto Ríos Ysasi, es hija de su
hermana Rosa Adela Rios Ysasi, quien radica en Coracora – Ayacucho. El
martes 26 de Junio del 2007 tuvo encerrona contra voluntad de agraviada
Nieves Jovana Coronado Rios (17 años) , cuando salia de colegio la
intercepto con amenaza de cuchillo la llevo a Hostal en la Victoria, y luego a
su domicilio en Jr. Huanta Nº 395 (Luego se traslado).
56
1.- PERSONALIDAD DE RASGOS INMADUROS.
2.- INTELIGENCIA NORMAL.
3.- NO PSICOPATOLOGIAS DE PSICOSIS.
PERFIL SEXUAL.
CAPACIDAD ERECTIL CONSERVADA.
NIEGA DISFUNCIONES.
NIEGA VARIANTES. PREFERENCIA HETEROSEXUAL.
Exp. Nº 141 - 08
2009: Cuarta Sala Penal de Lima: Flores Vega, Sanchez Gonzales, Leon
Sagastegui (18/05/09).
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Causa seguida contra JOHN ANDERSON DONAYRE CANCHAYA, como
presunto autor del delito Contra la Libertad Sexual – Violación Sexual de
Menor de Edad, en agravio de la menor identificado con clave 111.
HECHOS:
14 ABRIL 2006. PRACTICA ACTO EN UNA CASA EN
CONSTRUCCIÓN DE CALLE LOS CHANCAS EN LA URB. LOS
CERES. ... MENOR TENIA 14 AÑOS.
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PSICOLOGICA: NO PRACTICADO
EXP. Nº 389 – 02
PROCESADOS:
Hildauro SALAZAR RAMIREZ (padre de agraviada).
Carlos Alberto DELGADO REYNA (hermano de agraviada, papa de hijo
de agraviada, a los 15 años)
DNI Nº.
Hildauro SALAZAR RAMIREZ Nº 08947367 (09/07/1940).
Carlos Alberto DELGADO REYNA Nº 408525178 (20/04/1980)
FECHA DE NACIMIENTO:
DOMICILIA URB. EL RETABLO AV. El retablo 951. Comas
TRABAJA: NSP.
ESTUDIOS: Segundo de secundaria.
PERICIA PSICOLOGICA: No practicada.
PERICIA PSIQUIATRICA: No practicada.
59
MADRE DE LA AGRAVIADA: MARIA JESUS REYNA ANGELES :
(45-2002) AMA DE CASA. DNI 09281005.
ESTUDIOS: QUINTO DE PRIMARIA.
Certificado Medico Legal Nº 027380-V que obra en autos a fojas 13, del
Medico Legista Manuel Ignacio Enriquez Caceres (CMP 27225), y Medico
Legista Victor Guzman Negron (CMP 20022),
60
CONCLUSIONES: No se puede concluir por no haberse realizado el
examen directo debido al post opertatorio reciente
ANAMNESIS:
Paciente traída por su madre quien refiere que al llegar a su domicilio,
hace 3 horas y media, observa que la niña presenta sangrado vaginal. La
paciente se encontraba al cuidado de una vecina.
PACIENTE PALIDA
EXAMEN GINECOLOGICO: Se observa sangrado y restos de coágulo
en región vaginal con un desgarro en radio 6, no se puede determinar
magnitud de la lesión, se difiere evaluación para examen bajo anestesia.
INFORME OPERATORIO
Desgarro profundo de pared posterior de vagina con compromiso de plano
muscular, incluyendo introito y región perineal, laceración superficial en ano,
la mayor de un centímetro en radio 6.
Sangrado activo abundante se transfunde 110 cc de paquete globular.
DIAGNOSTICO:
Desgarro vaginal + laceración anal.
Anemia aguda
TRATAMIENTO:
Amikacina + Clindamicina Endovenoso
Amoxicilina + Ac. Clavulánico Vía Oral.
Hidratación Endovenosa
Antibiótico tópico en región vaginal
EVOLUCION:
Paciente evoluciona favorablemente, estando de alta del servicio de cirugía
y pediatría desde hace 04 días.
Ministerio de Salud
Hospital de Emergencia Pediátricas
Dr. Luis G. Ortega Sotelo.
C.M. 21400
61
Jefe del Dpto de Cirugia y Traumatología.
62
Testimonial de Dr. Miguel Angel Villena Nakamura
Hospital de Emergencia Pediátricas
Al cuarto día de los hechos estaba de guardia. Vi evolución. Es difícil
determinar causas de lesión al 5º día de operada.
Acta de Fiscal de Familia, a las 02:35 del día 01 de Junio del 2005.
Dra. Olga Antonia Espinoza Saavedra. Mi vecina carmen cuidaba de mi
hija, yo me iba a trabajar de 10.00 a.m a 10.30 p.m. Y mi cuñado de 10
años me aviso en el trabajo, me dijo que el bebe estaba sangrando. Y estaba
sangreando espere a mis suegros para comprar pañal, por el sangrado, para
cambiar de pañal.
63
en el recojo de información encontramos ciertos rasgos de las
características psico sociales de los violadores sexuales de menores de
edad, comunes a las presentadas en otros estudios relativos al tema. Son
características que han sido obtenidas en base a estudios de campo
realizados en Argentina, y que los presentan Virginia Berlingerblau:
“Abuso sexual infantil”, p. 195 y sgtes. en “Violencia familiar y abuso sexual”
Lamberti – Sánchez – Viar (compiladores), Ed. Universidad, Buenos Aires,
2003; y por Jorge L. Villada: “Delitos contra la integridad sexual” citando
a Garrido Genovez y Beneito Arrojo de la Universidad de Valencia, p. 29 y
sgtes., Ed. Abeledo Perrot, Buenos Aires, 2000. Queremos permitirnos
presentar, en las líneas siguientes esta especie de etiología psico social
sobre las circunstancias de porqué y cómo abundan estas cuestiones que se
han convertido en uno de los flagelos de esta compleja sociedad postmoderna.
Creemos de suma importancia realizar está vista panorama respecto a esta
problemática (No hemos encontrados un estudio pormenorizado a nivel
del Perú, lo que sigue es en base a estudios de la Argentina):
64
pública los casos de sectores carenciados donde hay promiscuidad, por
investigaciones periodísticas que se realizan; en tanto que en los sectores de
media y alta clase social la situación muchas veces se encubre con mayor
énfasis, justamente dadas las connotaciones de aquélla naturaleza.
65
De ello deriva inevitablemente el sentimiento de poder y control del abusador
sobre la víctima.
66
a) Existe un alto índice de delincuentes reincidentes en delitos sexuales, los
cuales en muchos casos se cometen en cárceles de régimen abierto, o durante
permisos de salida.
b) Estos sujetos sienten atracción hacia ese tipo de conductas por el placer que
deriva de ellas. Este tipo de placer está más presente de lo que se piensa, aún
en personas que no delinquen, aunque sea en forma de “fantasías sexuales”;
pero la gran mayoría de la gente puede distinguir el límite entre la idea y el
acto; puede controlar sus más reprochables o bajos instintos o deseos.
f) Actúan de ese modo porque les gusta, les hace sentir bien.
67
k) Muchos se engañan a sí mismos y a los demás no considerándose
delincuentes sexuales y puede que los demás tampoco los reconozcan como
tales. Aparentemente se ven bastante normales y son incapaces de hablar
abierta y honestamente de sí; no tanto porque dolosamente encubran sus
acciones, sino porque están auto convencidos de otra cosa.
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C A P I T U L O V
CONCLUSION
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mujeres, tendrán más probabilidad de convertirse en agresores y de esta forma
cumplir con un esquema cognitivo conocido.
Son muchos los casos en que se da este tipo de violencia y no son denunciados
porque se da en el marco de una relación o de un vínculo establecido. Al
referirse a este tipo de delincuencia, se crean muchas interrogantes, además de
crear un tipo de paranoia en el lugar cuando se habla de violadores en serie,
principalmente relacionado con la patología de la psicopatía. Como quedó
planteado en el transcurso del trabajo, las violaciones parecieran mayormente
en un sentido de dañar o violentar más que de acceso carnal.
La principal conclusión es que, en su mayoría, los agresores pertenecen a
grupos sociales con carencias en el ámbito familiar: no han tenido unos padres
que les hayan apoyado, valorado o dado afecto; y éstos tampoco controlaban
sus vidas, por lo que faltaban a la escuela, tenían amigos conflictivos. Además,
en sus relaciones familiares han podido observar violencia, falta de respeto,
humillaciones y vejaciones -especialmente a la madre-, arbitrariedades y sobre
todo ausencias. Es habitual la carencia de una figura paterna y, cuando existe,
es un modelo negativo para el hijo.
Cuando empiezan a crecer, estos chicos cambian el papel de víctimas y se
convierten en agresores. Así, su frustración la expulsan por medio de la
violencia en el colegio o en el barrio, y se convierte en su única manera de
autoafirmarse. Si lo que han aprendido de sus relaciones familiares es que la
mujer tiene el papel más débil, la agreden y llegan a la violación. Confunden la
sexualidad con la violencia sexual y con la situación de dominación. Es
probable que los agresores sexuales no se consideren violentos. Como cuando
se produce la agresión no hay un contrario, sino que es un forcejeo para someter
a la víctima, no consideran que eso sea violencia. Entre otras cosas porque lo
han visto en su familia y les parece normal. Es un repertorio conductual
70
adquirido a través del modelaje. Al hablar de seres humanos sabemos que la
diversidad es amplia y no tan sólo basta con apuntar a teorías sobre el
comportamiento del agresor también considero fundamental tomar en
consideración cual fue el escenario delictivo y cuales son las características de
la víctima, principalmente cuando estamos frente a un violador en serie. En
muchos casos estos agresores sexuales también pasan a ser homicidas.
La violencia es considerada como una de las pandemias que afecta al mundo
entero, el fácil acceso a material pornográfico, el consumo de alcohol y drogas;
son factores desencadenantes en el aumento de delitos sexuales. La invasión
publicitaria con un trasfondo de contenido sexual en los niños genera un
despertar a edades más precoces que incitan a relacionarse y conocer al sexo
desde una óptica distorsionada. No cabe duda de que algunos usos que se
pueden hacer de la sexualidad no son en modo alguno aceptables. Cualquier
relación sexual desequilibrada, en la cual una de las dos partes no han dado
voluntariamente su consentimiento, o no pueden darlo, nunca puede serlo. El
abuso sexual a menores es un acto de violencia en contra del niño o niña, aún
cuando las opiniones difieran hasta que punto los actos sexuales, que van desde
caricias, besos, palpaciones o el coito consumado, constituyen actos de
violencia. No se puede aceptar que la especial vulnerabilidad de algunas
mujeres permita que muchos hombres se auto impongan unos derechos que no
les corresponden, y violen o maltraten física o psicológicamente a estas
mujeres.
Como en todo tema tabú, se han creado numerosos estereotipos muy difundidos
en nuestra sociedad, que contribuyen a ocultar el problema. Los medios de
comunicación, la opinión pública, la educación, determinan y conservan estos
prejuicios. Pero no es solo con respecto a las posibles víctimas de estos
deleznables hechos entorno a los cuales se están confabulando una serie de
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mitos y falsas realidades; también los agresores emprenden un duro proceso de
estigmatización en el momento en que son detenidos como presuntos autores
del hecho. La percepción social del delito, en cuanto a las causas de
delincuencia, el perfil del agresor y la percepción de las penas legales, ha
contribuido a la constitución de unos estereotipos de los agresores sexuales que
justifican las posturas retribucionistas (visión de la pena como castigo) como
única alternativa social a estos delitos. En muchos casos se da que durante el
juicio oral el victimario expresa su arrepentimiento y pide ser ayudado.
No debemos caer en el reduccionismo de considerar a los delincuentes sexuales
como caso perdido, imposibles de ser tratados. Aunque el riesgo que implica el
tratamiento de los agresores sexuales, por el impacto social de sus crímenes sea
alto, no debemos olvidar que deben gozar de los mismos derechos y medidas de
reinserción que el resto de población reclusa. Debemos dirigir nuestros
esfuerzos a la investigación de nuevas formas de intervención que posibiliten la
rehabilitación del agresor y garanticen la no reincidencia de los mismos. Es
necesario invertir una mayor cantidad de recursos para el tratamiento de este
tipo de delincuentes, como preparar a profesionales y capacitarlos en esta área,
crear unidades penitenciarias encargadas del tratamiento específico de
delincuentes sexuales, esto permitiría la concentración de esfuerzos en esta
tipología, estas unidades podrían llevar a cabo evaluación, tratamiento y
seguimiento, con mejoras en la disminución del acto delictivo. Crear equipos
especializados en el tratamiento y desarrollo de programas especializados fuera
de las prisiones como trabajos en beneficio de la comunidad. Esta creación de
equipos especializados podría ser un aporte importante para trabajar con este
tipo de delincuentes que atemorizan a la sociedad femenina, y a los menores.
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BIBLIOGRAFIA
Herrera, Marta "La ansiedad infantil y sus interferencias en el rendimiento escolar. URP. 1980.
Hite, Shere "El informe Hite sobre sexualidad masculina" España. Plaza y James. 1967.
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Ochoa, Elena "200 preguntas sobre sexo". Ediciones temas de Hoy. España. 1991.
Schofield, Michel "El comportamiento sexual de los adultos" Edit. Fontanella 1977.
Vargas Rojas. Fidel. Manual de Derecho Penal.– Tomo 1 – Edición 3era Lima – Perú.
Villada, Jorge L. “Delitos contra la integridad sexual” citando a Garrido Genovez y Beneito
Arrojo de la Universidad de Valencia, p. 29 y sgtes., Ed. Abeledo Perrot, Buenos Aires, 2000
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