Goethe y Eckermann PDF

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ARET

Vol. VII, N 2, 1995

revista de filosofa

pp. 265-280

Goethe recogido por Eckermann


(Lecciones universales de grandes alemanes)*
Leopoldo Chiappo
Universidad Peruana Cayetano Heredia

Dentro de la perspectiva de lo que el


autor denomina lecciones universales,
los grandes pensamientos que de las
conversaciones con Goethe pudo recoger Eckermann constituyen enseanzas sobre lo que puede llamarse sabiduradela vida, y tambin orientaciones
para el diseo de una humanidad ms
alta, espiritualmente. El artculo contiene, adems, informacin sobre quin
era Eckermann y una serie de lecciones
goethianas que van desde una profunda
intuicin metafsica hasta asuntos
prcticos y concretos.

Within the pcrspective of what the


author ca lis "Universal lessons", thc
great thoughts of what Eckermann
recalls from the conversations with
Goethe become teachings on what we
could calllife wisdom. and al so advise
for the design of a spiritually highcr
mankind. The paper contains. as well,
information on Eckermann and a series of Goethian lessons that range
from a deep metaphysical intuition to
more practica! and concrete affairs.

Leopoldo Chiappo

Denomino leccin universal a aquella reflexin y enseanza que


de alguna manera significa una elevacin del nivel de conciencia espiritual y de ennoblecimiento de la experiencia psquica, una intensificacin del conocimiento reflexivo de las condiciones de la existencia
humana autntica y de la forma de crecimiento y sublimacin de la
vida y de la historia del hombre en cuanto tal. Ms que de conducta
y de cuestiones morales lo que interesa es el afinamiento, la riqueza,
la intensidad y la direccin de la conciencia humana en relacin a los
valores transvitales.
Se trata de lecciones de significado y trascendencia universal en
tanto tratan del hombre en su nivel de humanidad misma, independientemente de las caractersticas concretas y di versas de los hombres segn
sus condiciones nacionales, tnicas, ideolgicas o clasistas. Las denominamos lecciones en cuanto son pensamientos, experiencias, actitudes,
intenciones y estilos de ser hombre, que por su nobleza y elevacin
axiolgica constituyen incitaciones para una vida superior y ms humana.
Y consideramos como grandes alemanes a aquellos que habiendo
nacido en Alemania o pensado y escrito su obra en alemn, insertos
en la tradicin histrica alemana, constituyen el tesoro de los creadores en la teologa, en la filosofa, en la literatura y en el arte. En
el caso de la ciencia se toma en cuenta el impacto del trabajo cientfico
en la concepcin del mundo, del hombre y de la vida o en cuanto abre
problemas de fundamentacin filosfica. Lo que interesa es destacar
en ellos lo que hay de sabidura de vida, lo que tienen de caractersticamente humano en el ms alto nivel de posibilidad de realizacin del hombre mismo. En suma, se trata de penetrar en las lecciones
de vida de los grandes pensadores alemanes, lecciones de alta vida para
toda la humanidad.
Y esta serie que empieza con Goethe circunscribe a aquellas, a
mi juicio, elevadas lecciones que pudo percibir y consignar a su modo
Eckermann, recogidas en su libro de conversaciones con Goethe. Tenemos

Dedico este trabajo a Juan Bautista Ferro, maestro sanmarquino, amigo fuerte, filsofo

y hombre recio, de amplsima mentalidad y versado universalmente a la manera gocthiana,


con respeto y admiracin.

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Goethe recogido por Eckermann

que ser muy conscientes en nuestra mente del hecho de que Goethe,
como sus similares magnnimos, era una fuente brotante de pensamientos
trascendentes, los que segn el testimonio de Eckermann, no slo transcurran constantemente de manera silenciosa, sino que eran verbalizados, siempre con mucho entusiasmo y voluntad comunicativa, pero
que no podan ser todos cabalmente registrados. Es entonces que uno
piensa que muchas riquezas fluyen tes de esta, en verdad riqusima, fuente
brotante que era Goethe cayeron en la nada o tuvieron la fortuna de
ser recogidos, de manera cabal o fragmentaria y luego registrados por
un gran testigo atesorador de riquezas espirituales, Eckermann. Y es
por eso que llamo a esta exposicin Goethe recogido por Eckermann.
Y de esto se trata, precisamente: un hombre genial en el espritu y
en la palabra es, por eso mismo, un emisor de riquezas, y si no hay
interlocutor vlido, o si esas riquezas no son registradas en la obra
misma o en testimonios escritos, se pierden porque caen en la nada
o en el olvido, que es lo mismo, porque nada ni nadie las ha recogido.
Pienso en Eckermann como recogedor, humilde, fiel y muy inteligente
y receptivo, un recolector excelente de las riquezas espirituales goethianas
de valor trascendente y universal. En cambio su ayudante, el buen
Stadelmann, con el cual Goethe, tan inalterable y sereno, a veces se
impacientaba o, por decir, el gran duque y la gran duquesa de Weimar,
seguramente no nos habran dado sino pequeas monedas corrientes
extradas apenas de ese gran tesoro de monedas de oro que era el espritu
y la mente de Goethe.
Desde mi perspectiva enfatizar y estudiar aquellas sustanciales
riquezas que se refieran a los altos niveles psico-espirituales de la experiencia humana como una propuesta de autntica humanizacin del hombre, vale decir, aquello que significa para la crianza anmica del hombre superior.

Quin es Eckermann
Evidentemente, debemos explicar primero quin es Eckermann,
sobre todo enfocndolo como lo que creo debe llamarse el milagro
humano y cultural Eckermann. Es extraordinariamente interesante describir, aunque sea en resumen esencial, la trayectoria biogrfica de
Eckermann que va desde su nacimiento hasta su encuentro con Goethe
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Leopoldo Chiappo

y de esa profunda y larga amistad, de lo cual da testimonio amoroso


y serio su libro. En este libro de conversaciones con Goethe, Eckermann
registra casi da por da, ao tras ao, a lo largo de nueve aos, hasta
la muerte de Goethe, tanto la primera impresin viva de su encuentro
con el maestro, los aspectos casi fotogrficos de su manera de conducirse, semblante y expresiones, como las ideas espontneamente generadas o con ocasin de preguntas y averiguaciones del propio Eckermann o de algn visitante en la larga estancia en la corte de Weimar
y en la intimidad de su gabinete de trabajo, o en las horas de las comidas,
o paseos en carruaje o a pie, en bellas excursiones por la campia de
los alrededores o ms all.
El libro se denomina Eckermanns Gesprache mit Goethe, in den
letzten Jahren seines Lebens, y lo he estudiado en una autorizada edicin de la Editorial lnsel. Hay una traduccin castellana por J. Prez
Bances editada en: Madrid, Coleccin Universal, 1920, con algunos
lamentables errores de imprenta en los nombres propios citados y cuya
traduccin aceptable requiere afinamientos que hacen indispensable tener
ante los ojos el texto alemn.
El mismo Johann Peter Eckermann nos dice en la Einleitung,
-destinada a dar noticia de su persona y de su ascendencia y del origen
de su amistad con Goethe- que naci a principios del ao 1790. Es
decir, veinte aos despus de Beethoven, cincuentin aos ms tarde
que Goethe, quien naci en 1749. Su lugar natal fue una pequea aldea,
Winsen, situada entre Hamburgo y Luneburgo. Su procedencia era
profundamente rural y muy pobre. Vio la luz ciertamente en una cabaa
(und zwar in einer Hiitte, die man wohl ein Hauschen nennen kann),
que tal es el nombre que debe darse a la casita compuesta de una sola
habitacin, donde se haca el fuego, y en cuya puerta de entrada haba
una escalera de mano por la cual se suba al granero. Se trata de un
hombre de extraccin muy pobre, de condicin humildsima, pastor de
ovejas, aldeano circunscrito en un limitado mundo rural, un campesino
inicialmente iletrado hasta los catorce aos, que llega a ser confidente,
testigo e interlocutor inteligente, sensible y leal de uno de los hombres
ms sabios, universales y profundos de la historia del animal humano
y la gloria ms alta y luminosa de Alemania, equiparable a Dante en
Italia y a Shakespeare en Inglaterra.
Cmo pudo darse este milagro? El encuentro con Goethe fue
en Weimar, residencia permanente de Goethe, el martes 23 de junio
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Goethe recogido por Eckermann

de 1823. Eckermann tena treintaitrs aos cumplidos y unos cinco meses y Goethe setentitrs aos, con nueve meses y veinticinco das. En
sntesis se trata del encuentro de un joven maduro y de un anciano,
en el caso de Goethe, luminosa y festivamente otoal. No puedo contar
el detalle de esta increble historia de pasar de pastor de ovejas a
interlocutor selecto y ordenador crtico de la obra de Goethe, por encargo
del propio maestro. La relacin fue, se podra decir, de ocho aos, nueve
meses y doce das, casi nueve aos (desde el JO de junio de 1823,
fecha del encuentro, y el 22 de marzo de 1832, fecha de la muerte
de Goethe). En la Introduccin del mismo Eckermann puede encontrarse
la peripecia completa. Slo quiero mencionar dos momentos culminantes: el primero a los 14 aos el adolescente Johann Peter se fija en
una caja de tabaco que el padre, como vendedor ambulante en la aldea
rural, ha trado de la gran ciudad, Hamburgo. Mientras el padre cuenta
a la familia las vicisitudes de su viaje de pequeo comerciante ambulatorio Johann Peter est cautivado por la imagen de un caballo puesto
como etiqueta de la caja y lo dibuja con tal perfeccin que, habindolo
notado el padre, as se descubre su talento. Esto llega a odos del prroco,
del alcalde y de los notables de la aldea y entonces comienza su educacin
letrada y surge la idea de enviarlo a Hamburgo a que estudie pintura
con maestros de arte y se forme como pintor. Pero lo disuadieron diciendo que el oficio de pintor no slo era muy sucio sino muy peligroso,
porque haban odo que en Hamburgo los edificios eran hasta de siete
pisos y cayendo poda uno romperse el brazo o una pierna, lo que le
hizo a Johann Peter perder "el deseo de serlo" -dice-, y agrega:
"rechac de mi nimo la oferta del buen alcalde" de la aldea. Tal el
nivel de ilustracin que rodeaba la infancia y la adolescencia de Eckermann, quien tampoco discerna mucho la diferencia entre un pintor de
brocha gorda y un artista, segn propia confesin.
Pero este incidente del caballo fue la primera piedra de la edificacin de su destino, pues de all se le alfabetiz y se le apoy para
que estudiara en la universidad derecho y luego literatura. El segundo
gran momento fue cuando, aos despus, enva su trabajo "Contribuciones al estudio de la poesa" a Goethe y decide ir a visitarlo. Goethe
lo recibe y rpidamente lo "diagnostica" espiritualmente y decide retenerlo consigo para que revise y le organice sus manuscritos. La impresin que, por su lado, Johann Peter tuvo de Goethe fue tremendamente
rica y significativa. El mismo lo dice: "Tena una figura soberbia!
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Leopoldo Chiappo

La impresin fue sorprendente". En alemn escribe: "eine erhabene


Gestalt" (lo cual implica sublime, imponente, grandiosa, elevada figura,
estructura, porte superior) y tambin "Der Eindruck war berraschend"
(una impresin tan rpida como sobrecogedora, por lo inesperada, ms
de lo que uno poda suponer). Hace recordar la impresin y la exclamacin
de Napolen cuando vio aparecer a Goethe en la corte: "Voila un
homme!" Indudablemente el guila imperial, el ave de rapia, el amo
de Europa, qued impresionado por la presencia ejemplarmente humana
de Goethe. Napolen debi haber sentido un escalofro. Es el ave de
presa, el vido dominador del mundo, ante la presencia noble y amorosa
del hombre que tiene el seoro inteligente que da, no la posesin
ambiciosa del poder poltico, siempre transitoria y violenta, sino la amplia comprensin del mundo, la mente contemplativa, universal. Son
dos variedades contrapuestas de la naturaleza humana, aquella de la
dominacin y la administracin poltica de la gente; y la otra, la de
la libertad y de la contemplacin superior. Es el sabio, Goethe, hombre
de paz y armona; y el poltico, Napolen, el guerrero. Y son dos formas
de aprehender el mundo: la una poltica, militar, cruenta, vale decir,
dominadora y posesiva; la otra, la de la sabidura que toma posesin
intelectual del mundo para liberar su belleza y su significado, la posesin
desapegada, la posesin sublime de la visin artstica, cientfica, un
acercamiento reverencial al mundo, sin profanacin, sin sangre. Napolen domina el mundo y aplasta a los hombres, Goethe ilumina el
mundo y libera a los hombres.
Y contina Eckermann: "Pero haca desaparecer inmediatamente
todo embarazo por la afectuosidad de sus palabras" ("durch die freundlichsten Worte"). Y este es el hombre del cual la fuente de sabidura
manaba, Johann Wolfgang Goethe; y este es el hombre que recoga
y trataba de que no se perdiera nada de tan rico manantial de pensamientos sublimes y de valor universal, Johann Peter Eckermann.

Lecciones goethianas:
El misterio del origen de la existencia
Asombra que un hombre tan abierto, racional y elocuente, un
hombre tan luminoso, tan dado a la luz como Goethe, un verdadero
artista de la palabra que es iluminacin de la experiencia, tuviese una
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~~~~~~~_Goethe recogido por Eckcrmann

sensibilidad tan fina para lo enigmtico, lo irracional, lo ntimo y cerrado,


lo oscuro e inefable, como la concepcin de lo que llama "Las madres",
que aparece en el Fausto y que es admirablemente recogida por Eckermann as: "Goethe exclama Die Miitter! Die Mtter! -es klingt so
wunderlich! ("las madres, las madres, suena tan extrao, raro, misterioso, wunderlich!"). Y observando que en la antigedad griega, segn ha ledo en Plutarco, se consideraban a las Mttern como divinidades (Gottheiten) le encarga a Eckermann estudie el asunto y vea
qu saca de eso. Me parece que sta es una leccin goethiana profunda
y que las palabras de Goethe, dichas con una inefable expresin y
entonacin, indujeron a Eckermann a penetrar en la profundidad de
tan misterioso pasaje y concepcin enigmtica, pero fundamental, del
Fausto. Se trata de los principios generadores de la existencia: "Perseverando as en eterna penumbra y soledad (in ewiger Ddmmerung
und Einsamkeit) las madres ~dice Eckermann interpretando las palabras y la inefable expresin de Goethe~ son seres creadores, sori
el principio creador y elevador (das schaffende und erhaltende Prinzip)
del que sale cuanto en la superficie de la tierra tiene figura y vida"
(vom dem alles ausgeht, was auf der Oberfldche der Erde Gestalt und
Leben hat) (1 O enero 1830). En esa misma reunin Goethe, luego de
la comida, haba ledo de manera impresionante la escena en la que
Fausto va a ver a las madres. Es la profundidad misteriosa del enigma
del origen subyacente y eterno de las cosas, la extraa emergencia al
ser de los existentes. Yo propondra resumir as: las madres son las
que llevan dentro de s el embrin del universo y de la permanente
renovacin de las formas que en el universo aparecen. Esta concepcin
de las Mttern indica el signo de la sabidura de un hombre y en especial de Goethe: la sensibilidad para el enigma en relacin con el origen.
Se trata de una leccin u ni versal de suprema sabidura. Es una leccin sobrecogedora, fundamental. Es preciso entender no slo las palabras sino el tono de voz misterioso y nico con que Goethe las pronunci y que con fineza recogi Eckerman y nosotros recibimos.

Realismo: la condicin humana


Frente a esta leccin magistral de nivel metafsico podemos observar
el contraste con otra que se relaciona con los hombres, con el tiempo
y con la historia, con el porvenir, que de algn modo es nuestra actualidad.
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Leopoldo Chiappo

De este modo se puede vislumbrar el amplio abanico mental de Goethe,


desde el misterio metafsico del origen, topando con los lmites de lo
que Honorio Delgado llamaba lo arcano, hasta el hic et nunc de la
condicin humana. Goethe expresa esta preocupacin: "Lo que en los
prximos aos haya de suceder, no puede predecirse; pero me temo
que no alcanzaremos muy pronto el sosiego (wir kommen nicht zu Ruhe)".
El mundo no puede conseguirlo ("Es ist der Welt nicht gegeben", "no
le es dado al mundo"; Goethe es lcido respecto de los lmites del
mundo, entendido como el mundo humano y sus bajos intereses, lo
que puede llamarse la mundanidad); los grandes no lograrn impedir
que haya abusos de poder y la masa no se conformar de su insuficiente
condicin en espera de mejoras lentas. Si pudiese hacerse perfecta, plena,
a la humanidad, tambin se podra llegar a una organizacin perfecta,
pero como no lo es, las cosas seguirn inestables y mientras una parte
de la humanidad sufra y la otra viva muy bien en el bienestar, el egosmo
y la envidia, como demonios estarn siempre moviendo el juego, y
la lucha de los partidos no acabarn nunca. Esto se lo dijo Goethe
a Eckermann el mircoles 25 de febrero de 1824, hace ms de ciento
setenta aos y resulta proftica si vemos lo actual.

Mefistfeles y la inflacin econmica


Otra enseanza goethiana de actualidad es el origen mefistoflico
del lanzamiento multiplicador del dinero mediante el papel moneda,
los daos consiguientes y su aplicacin a la realidad, como lo hace
notar Eckermann en la entrada del domingo 28 de diciembre de 1829.
Y no se diga la lcida denuncia de lo "pblico", como la instalacin
de las exigencias de la colectividad invasora de la espontnea intimidad de la vida interior. Exclama Goethe: "Djeme usted en paz con
el pblico (das Publikum, van dem ich nichts horen mag). No quiero saber nada de l. Lo principal es que la obra est escrita, que el
mundo se comporte con ella tan bien como pueda y que le aproveche
tanto como sea capaz" (domingo, 20 de diciembre de 1829). Goethe
aqu da la leccin magistral sobre la necesidad de mantener la independencia interior, desdeando la presin de lo pblico y con ello lograr contrarrestar la deletrea influencia, evidente en su tiempo y creciente en el nuestro, de la masificacin de opiniones, de la trivializacin
o postergacin de lo serio, trtese del eros o de la creacin espiritual,
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Goethe recogido por Eckermann

del achatamiento de la espontaneidad de la vida interior por una servidumbre a los imperativos de los gustos colectivos, conformados en parte,
y en parte transmitidos por la hipertrofia de los medios de comunicacin y el gigantismo brutal de la vas imaginales de impacto sobre las
masas.

Concepcill dinmica y estructural


Pero no slo la actualidad, litigiosa condicin humana, papel moneda mefistoflico o masificacin de lo pblico. Hay una leccin profundamente importante y actual respecto a las caractersticas fundamentales de la aproximacin del hombre a la realidad y de enorme
importancia para la ciencia: dinamismo, estructura, forma acuada que
se desarrolla, fluencia, funcionalidad frente a la aproximacin esttica,
sustancialista. elemental, atomizante. Nos ha dado as, me parece, los
instrumentos conceptuales con los que hoy se enfrenta a la realidad
en las diferentes ciencias y que parecen ser vlidos permanentemente.
Si hoy se habla de "matemtica de fractales" (Mandelbrot), manera de
matematizar las irregularidades de lo real inadecuadas al regularismo
artificial de la matemtica tradicional, si hoy se habla de un "caos
ordenado", nada contradice la visin armnica y armonizante con la
que Goethe nos ha enseado a experimentar la vida. Hay en esa afabilidad
serena y sonriente de la actitud de Goethe la leccin fina para ver y
comprender las complejidades contradictorias, la necedad y el absurdo
de los hombres, el egosmo y la envidia demonacas que originan sus
desgracias y sus mezquinas limitaciones. En todo caso la visin estructuralista, dinmica y evolutiva es la gran leccin que ha dejado Goethe
para la ciencia.

Leccin de psicologa educativa para padres y maestros


En la psicologa educativa de Goethe se encuentra una sentencia
fundamental: "Si tratas a los hombres como son, los haces peores de
lo que son; si los tratas como debieran ser, los conducirs a donde
deben ser llevados". Esto tiene una aplicacin fundamental no slo en
la psicologa cotidiana de las relaciones humanas, sea en el hogar, en
los centros de trabajo o en la vida social, sino tambin en la educacin
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Leopoldo Chiappo

de Jos nios y de la juventud en las instituciones educativas. Generalmente el hombre suele responder a las situaciones creadas por el comportamiento ajeno de manera primaria, espontnea, adaptndose pasivamente, o sea actuando bajo prejuicios, ojeriza o cualquier ptica subjetivista de origen pasional o instintivo. Si se trata de la violencia, por
ejemplo, de la agresin, la actitud que se toma lleva a ms violencia
y a ms agresin. Es que tratamos a Jos hombres agresivos como son.
Goethe nos ensea a pensar positiva y constructivamente de manera
que veamos en la persona agresiva, ms sus frustraciones y amarguras
y su necesidad de estima y de aliento obligndonos as a tratar a Jos
hombres bajo la luz de lo que pueden o podran llegar a ser. Esta mxima es fundamental para una educacin y una psicagoga orientada
por los valores del espritu y no supeditada a la pasin, a la codicia
o a la voluntad de poder. La mxima goethiana se dirige a desarrollar
en el hombre una estimativa ampliada y animada por la espiritualidad
que ennoblece al hombre y que por eso trasciende una mentalidad constreida por los apremios de la vitalidad, es decir, la seguridad, el placer
y el dominio.

Leccin psico-somtica

Hay en Goethe una evidente elevacin de la estimativa de los


valores y del estilo de vida erguido hacia lo superior y espiritual. Una
receta sencilla de superacin anmica respecto a la gravedad material
del cuerpo y a lo que puede la fuerza espiritual para proteger y conservar las funciones somticas, adelantndose a lo que ahora se llama
"medicina psicosomtica". Se encuentra en estas palabras: "Es increble
-dijo Goethe- Jo mucho que el espritu puede hacer para la conservacin y sustento del cuerpo ( wieviel der Geist zur Erhaltung des
Korpers vermag). Yo sufro a menudo dolores de vientre; pero mi energa
espiritual de voluntad (der geistige Wille) y las fuerzas de las partes
superiores de mi cuerpo me sostienen (die Krafte des oberen Teiles
halten mich in Gange)" -es decir, me ponen en camino, me hacen
andar, no las piernas sino el espritu, las partes superiores del cuerpo.
la mente, la cabeza, dirase. Y concluye: "El espritu no debe ceder
al cuerpo! (Der Geist mu{3 nur dem Korper nicht nachgeben!)".

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Goethe recogido por Eckermann

Maravillosa leccin de acuciosidad


Leccin importante es la acuciosidad y entrega total que pone
Goethe en todo lo que hace, incluyendo las cosas ms nimias. Eckermann lo observa en la forma con que acomete, por ejemplo, la redaccin
de sus cartas. Comenta: " ... en cada lnea se revela la superioridad de
su naturaleza y lo acabado de su saber". Y en estas cartas tambin
observa Eckermann la inmensa variedad y universalidad de los intereses
de Goethe al tener la tarea de seleccionar cules cartas y qu partes
deben ser eliminadas o mantenerse para la publicacin. Y se encuentra
con que casi nada puede suprimir pues en cada carta siempre hay muchas
cosas trascendentes y que pueden ser interesantes para "el gramtico,
el bigrafo, el filsofo, el tico, el naturalista, el artista, el poeta, el
acadmico, el actor y as indefinidamente ... " Creo que todos los intereses
superiores y objetivos, trascendentes estn en la omni-abarcante mentalidad de Goethe. Esta es una suerte de leccin para nuestro tiempo
de especialistas tubulares, expertos en un fragmento reducido de la
realidad y carentes de un amplio marco de referencia, verdaderos brbaros
tecnificados, constreidos por la utilidad y la ganancia de un mundo
que, tentadoramente, gratifica con dinero y bienes, excluyendo ese noble
sentido de curiosidad y asombro, esa alta veneracin y sentido del enigma
frente a la maravilla de la naturaleza y que encarna Goethe y que
respetuosa y lcidamente ha recogido Eckermann. Es esta leccin un
arte de vivir en el que el tiempo es revelacin y no solamente dinero,
la medida del profesional de nuestro tiempo.

Clasicismo y romanticismo
Goethe, segn el testimonio de Eckermann, confiesa que en sus
conversaciones con Schiller, surgi la diferencia entre "Kiassizismus
und Romantizismus", estilos de literatura y arte en los cuales destaca
el predominio de la objetividad o de la subjetividad, respectivamente.
Con esto vemos la leccin universal que ello representa como aporte
de categoras bsicas para abordar la creacin artstica y literaria. "Los
conceptos de poesa clsica y romntica (Der Begriff van klassicher
und romantischer Poesie) -prosigui Goethc- que ahora corren por
el mundo entero y que originan tanta discusin y tanta discordia, provienen originariamente de m y de Schiller" (en este orden lo dijo).
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Leccin sobre la inutilidad de los consejos


Precisa recoger un buen consejo de Goethe sobre el aconsejar a
los otros. Nos dice: "[Como] El aconsejar a otros es cosa muy delicada
cuando se ha visto cmo en el mundo fracasan las cosas ms razonables
y llegan a menudo a feliz trmino las ms absurdas, se renuncia a dar
consejos a nadie". Y concluye: "En cuanto a m, si alguien me pide
consejo, le digo que estoy dispuesto a drselo; pero nicamente con
la condicin de que me prometa no seguirlo." Esto no slo es recomendable para psiquiatras, psicoanalistas y psiclogos, sino tambin
para las comisiones consultivas tcnicas a las que contratan gobiernos
y organismos internacionales y cuyo dictamen. vendido a altos precios
y sueldos, no sirve para nada, sea porque no se adaptan a la realidad,
sea porque al gobierno interesado no le conviene o sea porque por proverbial negligencia se archiva en el ms triste y polvoriento olvido.

Periodismo, seleccin y vulgaridad


Goethe se alarma acerca del auge que en su tiempo ha logrado
"la facilidad de extender por todas partes el error gracias a la imprenta".
Es pues de plena actualidad la advertencia goethiana sobre los peligros de la difusin masiva de ideas deletreas. Se consuela Goethe
diciendo: "Lo nico que me consuela es que a quien posea un verdadero
talento (disposicin o inclinacin para lo grande) no puede extravirsele
o pervertrsele." Sin embargo, hay que pensar que las mayoras y el
trmino medio de hombres recibe la venenosa influencia y con ello
crean el clima mental, axiolgico y cultural de bajo nivel en el cual
desgraciadamente tienen que vivir los que tienen disposicin para lo
grande, intoxicados y desadaptados a una realidad infame. Y esto por
culpa de los medios de comunicacin masiva cuyo peligro vislumbr
Goethe ya con la imprenta. Y esto es verdad precisamente por lo que
el mismo Goethe afirma: "No basta tener talento para enriquecerse de
informacin, hay que vivir en un ambiente elevado ... ". Y afirma fuertemente: "Todo lo que es grande e inteligente reside en la minora. No
es posible que la razn llegue a ser popular. Pueden serlo las pasiones
y los sentimientos; pero la razn siempre estar en poder de algunos
hombres distinguidos" ( 12 de febrero de 1829). En Goethe hay un fino
sentido de lo selecto. Su entusiasmo, por ejemplo, cuando recibe la
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Goethe recogido por Eckermann

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visita de Alexander von Humboldt y que Eckermann registra en su entrada del lunes 11 de diciembre de 1826: "Qu hombre! -exclama
Goethe-. A pesar de que le conozco hace mucho tiempo me asombra
cada da de nuevo. Puede decirse que no hay quien le iguale en conocimientos y en saber vivido" (obsrvese la importancia de tener no slo
"conocimientos" -Kenntnisse- sino tambin "saber vivido" -lebendiges
Wissen-, la grandeza de poseer ambas cosas, ciencia y sabidura, gran
leccin goethiana sobre lo que es excelencia humana). La expresin
de Eckermann es textual: "Man kann sagen, er hat an Kenntnissen und
lebendigem Wissen nicht seinesgleichen." Ms todava, Goethe considera
en Humboldt una caracterstica esencial de la inteligencia como apertura de la mente en tanto que abarcar y considerar una multiplicidad
de direcciones, vale decir, lo multifactico, no slo por los intereses
intelectuales variados sino por la capacidad de considerar los diversos
lados de una cuestin o de una realidad. La palabra de Goethe que
recoge Eckermann es muy expresiva: "cine Vielseitigkeit". Y entusiasmado Goethe de ser receptor de enseanzas exclama: "Cualquier punto
que se toque, l est en todo en casa y nos cubre con tesoros espirituales
(Wohin man riihrt, er ist berall zu Hause und berschiittet uns mit
geistigen Schiitzen). El es como una fuente de muchos caos". No es
extrao que despus de su conversacin con Alexander von Humboldt,
esa maana Goethe se encontrara alegre y con una disposicin de nimo
muy estimulada, emocionado. Eckermann afirma: "Ich fand Goethe in
einer sehr heiter aufgeregten Stimmung". Y la explicacin la da el mismo
Goethe: "Alexander von Humboldt ist diesen Morgen einige Stunden
bei mir gewesen". Es la experiencia muy aleccionadora de lo estimulante
y al mismo tiempo fuente de alegra y serenidad gloriosa del espritu
al trato con mentes superiores que uno se hace capaz de admirar y
celebrar. Una leccin magistral de las relaciones humanas selectas.
Adems, se trata de un retrato de Humboldt, pero tambin es un autorretrato
del propio Goethe, y en general, es el retrato modelo del hombre cabal,
superior, el que nos propone. Y esto en vistas a la correspondencia
de hombres que experimentan la vida en funcin de valores superiores.

Leccin sobre nobleza y amargura


Y el secreto en esta grandeza humana es vivir con soltura, con
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Leopoldo Chiappo

ausencia de obstculos y constricciones subjetivas y pretensiones egocntricas, con libertad de ser s mismo y con flexibilidad e inspiracin
de desarrollo, en suma, nobleza de ser. En suma, se trata de lograr
la "forma acuada que viviente se desarrolla". Es lo que Goethe expres
en Urworte-Orphisch de manera maravillosa para, me parece, referirse
a un noble y alto proyecto y realizacin de vida. Dice as: " ... So musst
du sein, 1 dir kannst du nicht entfliehen, 1 so sagten schon Sibyllen,
so Propheten; 1 und keine Zeit und keine Macht zerstckelt 1 gepragte
Form, die lebend sicht entwickelt". Traduccin: " ... As pues debes t
ser [es preciso que t seas] 1 de ti [mismo] no puedes t escapar, 1
ya lo dijeron las sibilas, los profetas; 1 y ningn tiempo ni ningn poder
destrozan 1 la acuada Forma, la que viviente [viviendo] se desarrolla".
La nobleza de una vida elevada consiste en desarrollar viviendo la
viviente acuada forma intrnseca del propio ser, y que es tu santa
obligacin, ya designada por altas potencias, y que ningn tiempo adverso ni ningn poder, por grande y sobrepujador que sea, destrozan,
pueden hacer aicos. La vida innoble o simplemente corriente y ordinaria
no tienen el tesoro de una forma acuada de ser, son vidas amorfas,
informes, y su tiempo y los poderes extrnsecos hacen de esa vida sin
sentido ni rumbo, sin forma acuada, sin telas, una sinuosa trayectoria,
trajinada ora por aqu ora por all, sin un elevado valor por el cual
existir. Es una vida esclava del azar y de los factores externos. El tiempo
ordinario no vale nada, por eso se desperdicia. Se llena la conciencia
con contenidos neutros que sirven para matar el tiempo. Una vida noble
llena de plenitud y significado el tiempo vivido. Una vida noble se
construye libremente, desde el fondo de uno mismo, como crece el
rbol. Desde su propia fuerza usa los recursos del medio para su propio
crecimiento, floracin y fructificacin. Incluso los rayos de sol, divinos,
son aprovechados para llenarse de dulzura (glucosa) y dar en cambio
respiracin a los dems, al mundo (oxgeno).
El hombre "noble es libre, precisamente por respetar (verehren,
"respetar, venerar, adorar") algo que nos es superior. Pues al respetarlo
nos elevamos hasta l, y nuestro acatamiento demuestra que llevamos
en nosotros lo elevado y que somos por tanto dignos de ello". Esto
nos permite comprender la enorme capacidad de admiracin de Goethe,
su felicidad cuando, como hemos visto, reciba a Alexander von Humboldt
y personas similares. Es todo lo contrario de lo que llamo "iconoclastas",
seres amargados incapaces de reconocer lo grande y superior y siempre
278

Goethe recogido por Eckermann

prestos a denigrar y encontrar defectos hasta en lo perfecto. Esto est


precisamente registrado por Eckermann: "Hay gentes -dijo Goethe[ ... ] que no saben lo que quieren y estn posedas por la mana de
protestar contra todo lo grande (al/es Grosse zu frondieren). Esto no
es oposicin, es pura Fronda [movimiento violento del populacho contra
el cardenal Mazarino]. Necesitan algo grande que poder odiar (Sie miissen
etwas Grosses haben, das sie hassen konnen)". Esplndida captacin
goethiana del resentimiento, suerte de estado mental colectivo de odio
a toda grandeza, de rebajamiento de todo lo noble y bello, y que envenena y corroe el alma de las gentes y juventudes de nuestra poca,
nihilista e iconoclasta. Y esto se ve incluso en las doctrinas filosficas
y cientficas cuya tendencia es la nivelacin del hombre por lo bajo,
tanto en el terreno de la antropologa fundamental como en la prdica social. Hay odio y calumnia de todo lo superior y espiritual. La
gente se pone feliz cuando encuentra una explicacin minimizante,
gratificndose as en su envidia y resentimiento. Qu leccin por el
contrario nos da el gran Goethe. Es la diferencia entre la forma de
vida y lo deforme.

La muerte y la supervivencia: actividad


Hay, por ltimo, un punto crucial en la vida humana, es la actitud
final y radical del hombre frente a la muerte y a la eternidad. Goethe
ensea lo siguiente: "El hombre debe creer en la inmortalidad, tiene
derecho a ello, es conforme a su naturaleza y puede hacerlo confiado en enseanzas religiosas. Pero el filsofo que para demostrar la
inmortalidad de nuestra alma tiene que acudir a una leyenda, no da
muestras de gran fortaleza mental. La conviccin de nuestra persistencia deriva para m del concepto de actividad (entspringt mir aus
dem Begriff der Tiitigkeit); pues si yo sigo obrando incesantemente hasta
el final de mi vida, la naturaleza est obligada a suministrarme otra
clase de existencia cuando mi espritu no pueda ya soportar la actual"
(4 de febrero de 1829, Goethe tiene 79 aos y seis meses cumplidos
y est en la plenitud de su salud mental y fsica ). Estas palabras pertenecen al mismo hombre que cambi las palabras evanglicas en estas:
"En el principio fue la accin". A lo cual podra agregarse: "Y en el
fin y ms all del fin, tambin la accin". Goethe es el precursor y
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Leopoldo Chiappo

configurador del activismo dinmico que predomina en nuestro tiempo,


universalmente. Pero eso s, con grandeza creadora amplia y amorosa,
y no con el inmediatismo prctico y utilitario, que es la deformacin
de la leccin goethiana, deformacin que es lo frecuente en la actualidad.
La palabra es tambin accin, noble.

El encanto de tratar con la grandeza humana


Es interesante el entusiasmo y la intimidad con que Eckermann
inicia las entradas diarias de sus encuentros con Goethe. Es un ambiente
de amor, de amistad, de cario, de confianza y sinceridad, y de verdadera
euforia y encantamiento. Y as encontramos entradas como sta: "Bei
Goethe zu Tisch in den heitersten Gesprachen ... " Y diversas variantes
que expresan el ambiente cordial y feliz, estimulante, maravillosamente
admirable. "Con Goethe a la mesa en las ms alegres conversaciones ... "
Independientemente de los contenidos de lo que se hablaba, siempre,
como estamos viendo, trascendentes y de valor humano y universal,
la forma misma de la relacin entre esos dos hombres maravillosos,
el anciano Goethe y el joven Eckermann, es una leccin universal de
elevacin y grandeza del nivel posible de encuentro humano, lejos de
la trivialidad, de la desconfianza o de la hostilidad odiosa, tan frecuentes en la realidad cotidiana y poltica. Qu hermoso sera en nuestro
tiempo de violencia y de utilitarismo pragmtico, en nuestro tiempo
de incremento de los medios de comunicacin pblica y de decaimiento
de las formas de comunicacin humana, en nuestro tiempo de vulgaridad y de masificacin sin espritu, en nuestro tiempo de rebeldas
y vociferaciones, de cinismo y de falta de respeto a la tica superior,
en nuestro tiempo de instrumentalizacin del hombre por el hombre,
sin amor, de despersonalizacin, qu hermoso sera, en esta srdida
actualidad, aprender la leccin universal de esta relacin humana entre
Goethe y Eckermann, dos grandes alemanes.

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