Tipos de Argumentos Juridicos
Tipos de Argumentos Juridicos
Tipos de Argumentos Juridicos
1. INTRODUCCIN.
Una buena parte de la actividad de los juristas consiste en argumentar, es decir
en aportar razones que justifiquen las decisiones o posturas jurdicas adoptadas. En
nuestra tradicin jurdica hay una serie de esquemas argumentativos que son
considerados habitualmente buenas razones para justificar los significados atribuidos
a los enunciados normativos objeto de interpretacin. Es preciso tener presente, no
obstante, que la decisin interpretativa no es la nica que debe ser justificada por medio
de argumentos. En la necesaria motivacin de la decisin judicial deben justificarse
igualmente las resoluciones relativas a la seleccin y validez de las normas aplicadas,
las referentes a la prueba de los hechos o las que tienen que ver con la clasificacin o
subsuncin de esos hechos en el supuesto de hecho normativo.
Centrndonos en los argumentos justificativos de las decisiones interpretativas, y
sin pretender ser exhaustivos, los hay de diferentes tipos en funcin del problema
interpretativo de que se trate. Simplificando una cuestin bastante compleja, en el
momento de atribuir un significado a un enunciado normativo para su aplicacin a un
caso concreto, son fundamentalmente tres los problemas con los que puede tener que
enfrentarse el juez (Atienza, 1994, pp. 62 y 63):
a) Que, en su significado prima facie obtenido de la simple lectura del texto,
ninguno de los enunciados normativos del sistema jurdico contemple los hechos del
caso a resolver. Se tratara de la aparicin de lo que se conoce como una laguna
jurdica que, a pesar de todo, debe ser resuelta. El modo de solucionarla (y encontrar,
por tanto, una norma jurdica que contemple los hechos del caso) es ampliar el campo
de aplicacin de algn enunciado hasta incluir en su supuesto de hecho el caso a
resolver. Para justificar ese paso suelen utilizarse argumentos como el analgico, a
fortiori, a contrario o a partir de los principios.
b) Que el enunciado objeto de interpretacin sea susceptible de ser entendido
con diferentes significados incompatibles. En esa circunstancia el juez deber optar por
uno de ellos, pero deber, igualmente, justificar por qu razones no es empleado el
enunciado normativo con cualquiera de los otros significados posibles. Para justificar el
lagunas del ordenamiento y cumplir as el deber para los jueces de resolver en todo
caso los asuntos de los que conozcan, atenindose al sistema de fuentes establecidos
(segn seala el art. 1.7 del Cdigo Civil). Partiendo de esta concepcin, la analoga
parece que tiene que intervenir cuando se detecta una laguna en el ordenamiento y slo
en esos casos. Para esta nocin tradicional de laguna, sus notas ms relevantes seran
(Lenoble y Ost, 1980, pp. 137 y 177-178):
a) slo es posible comprender la nocin de laguna partiendo de la idea de un
ordenamiento completo;
b) en un sistema tendencialmente completo, con vocacin de regular todos los
casos posibles, la aparicin de una laguna es considerada un fallo, una deficiencia del
sistema en la medida en que su plenitud no ha sido perfectamente explicitada;
c) las lagunas que se detecten en el ordenamiento sern siempre lagunas aparentes
o provisionales que el juez puede (y debe) solucionar por medio de los instrumentos que
se ponen a su alcance (entre ellos, la analoga).
Pues bien, esta concepcin que he denominado tradicional de la analoga, ligada
necesariamente a la solucin de las carencias del ordenamiento, creo que no da cuenta
de otros usos de la misma.
En primer lugar, quien determina la existencia de la laguna -requisito previo para
que entre en juego la analoga- es el juez, sin que el Derecho le proporcione ningn tipo
de regla para apreciarlo, remitindole a la simple observacin. Ello ocasiona que, en
determinadas circunstancias, la laguna es creada por el propio juez, hablndose entonces
de lagunas axiolgicas. Estas seran las derivadas de la confrontacin del sistema real
con un sistema ideal, de tal modo que no se trata de que el juez carezca de solucin para
el caso, sino que se carece de una solucin satisfactoria para el operador judicial
(Bobbio, 1960, pp. 157 y ss.): entonces el juez proclama la laguna y la soluciona,
saltando as por encima de la previsin legal.
En segundo lugar, adems de este carcter integrador del ordenamiento, la
analoga puede ser un procedimiento interpretativo, que consistira en que el juez
explica una disposicin de significado incierto, pero presente en el ordenamiento, a la
una presuncin: respetar la voluntad del legislador, voluntad que en ningn caso ha sido
expresada ya que el texto a interpretar guarda silencio acerca de la hiptesis que plantea
la duda interpretativa.
En segundo lugar, los principios son tambin utilizados con una finalidad
interpretativa: ante la pluralidad de significados de un enunciado, se optar por aqul
que mejor se adecue a lo establecido por el principio. La razn es que el sistema jurdico
elaborado por el legislador racional es coherente, no slo en cuanto que sus preceptos
son consistentes, sino, en un sentido ms fuerte, en cuanto que sus normas responden a
criterios (o principios) inspiradores comunes.
La principal dificultad que presenta la utilizacin de cualquiera de estos principios
como un criterio de solucin de lagunas es su identificacin ya que, en cuanto a su
funcionamiento, una vez determinado el contenido de un princ ipio o aceptada su
existencia, se desarrollar del mismo modo que cuando se soluciona una laguna por medio
de la analoga, es decir como si se aplicaran normas positivas. Las dificultades para esa
identificacin varan en funcin del tipo de principio de que se trate. As, el problema que
presentan los principios positivos de derecho es determinar qu normas del sistema son
merecedoras de ser etiquetadas de "principios"; el de los principios implcitos es la
operacin inductiva para obtenerlos y la eleccin de las normas explcitas que se van a
tomar como referencia; y, por ltimo, la utilizacin de los principios extrasistmicos pasa,
en primer lugar, por la propia aceptacin de su existencia y, en segundo lugar, caso de
admitirse, por el difcil problema de su determinacin.
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ya establecida por otro enunciado distinto, aunque indirectamente sirve para justificar la
atribucin de un significado, puesto que al rechazar una interpretacin se est
motivando aceptar otra.
El origen del argumento se encuentra en la idea de un legislador no redundante que
al elaborar el Derecho tiene en cuenta todo el ordenamiento jurdico en vigor (Pattaro,
1978, p. 215) y sigue criterios de economa y no repeticin (Tarello, 1989, p. 371). Esta
imagen de un legislador econmico, hace que se considere que el intrprete no debe
poner de manifiesto la redundancia del legislador al atribuir significado a los enunciados
normativos, puesto que hacerlo supondra ir en contra de la voluntad del legislador
racional, que es siempre que cada disposicin tenga su significado especfico.
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tratadas, se presume asimismo que traduce correctamente sus intenciones en los ttulos
de las leyes y de las divisiones que realiza en su actividad legislativa.
D) El argumento sistemtico en sentido estricto:
Es aqul que para la atribucin de significado a una disposici n tiene en cuenta el
contenido de otras normas, su contexto. El fundamento de esta apelacin y lo que
justifica su empleo es, al igual que en el resto de los argumentos sistemticos, la idea de
que las normas forman un sistema que obtiene su coherencia del diseo racional
realizado por el legislador y de los principios que, como consecuencia de ser un
producto racional, lo gobiernan.
4.2. El argumento psicolgico:
Sera aqul por el que se atribuye a un enunciado el significado que se corresponda
con la voluntad del emisor o autor del mismo, es decir, del concreto legislador que
histricamente la redact.
A pesar de que esa voluntad puede estar exteriorizada en varias fuentes, como las
exposiciones de motivos y prembulos de las leyes, no cabe duda que los documentos
que por excelencia se consideran expresin de la voluntad del legislador son los trabajos
preparatorios. Quienes defienden la utilizacin interpretativa de los debates
parlamentarios y de los trabajos preparatorios en general lo hacen porque presumen que
traducen la voluntad del legislador, que en el curso de la discusin de la ley ha podido
expresarse de una forma ms libre y amplia que en el texto aprobado.
4.3. El argumento histrico.
Sirve para justificar atribuir a un enunciado un significado que sea acorde con la
forma en que los distintos legisladores a lo largo de la historia han regulado la
institucin jurdica que el enunciado actual regula.
Del argumento pueden realizarse dos usos, que llamo esttico y dinmico. El uso
esttico es la forma tradicional de entender su funcionamiento: se presume que el
legislador es conservador y aunque elabore normas nuevas, su intencin es no apartarse
del espritu que tradicionalmente ha informado la naturaleza de la institucin
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jurdica que actualmente ha regulado; por ello, ante una duda acerca del significado de
un enunciado, el juez justifica su solucin alegando que sta es la forma en que
tradicionalmente se ha entendido la regulacin sobre esa materia. El uso dinmico
consiste en tomar la historia de las instituciones jurdicas como una tendencia hacia el
futuro (Alonso Garca, 1984, p. 157), como un proceso de cambio continuo, o como un
proceso irregular, con rupturas y cambios en las circunstancias que impiden entender las
reglas actuales con los criterios proporcionados por regulaciones ya derogadas.
Para poder entender la capacidad justificativa del argumento histrico, en sus dos
vertientes, es imprescindible referirse al legislador racional. Es decir, no a una asamblea
colectiva e histricamente mutable, sino a una persona que se mantiene a lo largo del
tiempo, que es la imagen que resume a todos los que han participado en el proceso de
elaboracin de todas las reglas que en algn perodo histrico han estado en vigor en un
ordenamiento jurdico. La ficcin de la existencia de un legislador personificado,
permanente y con una voluntad nica, que hace abstraccin del hecho de que toda ley es
fruto del compromiso entre varias voluntades o de la pugna entre fuerzas sociales
opuestas, justifica, tanto que las legislaciones derogadas puedan ser alegadas como
medio de interpretacin de reglas actuales, como que se cambie la interpretacin en
relacin a regulaciones anteriores, ya que al utilizar el argumento histrico en este caso
no se tiene en cuenta el hecho de que el legislador ha cambiado sino, en todo caso, que
han variado sus criterios.
4.4. El argumento teleolgico.
Consiste en justificar la atribucin de un significado apelando a la finalidad del
precepto, por entender que la norma es un medio para un fin. El fundamento del
argumento es, por tanto, la idea de que el legislador est provisto de unos fines de los
que la norma es un medio, por lo que sta deber ser interpretada teniendo en cuenta
esos fines.
El problema del argumento es, por supuesto, determinar cules son esos fines, ya
que parece que este modo de razonar se mueve en un crculo vicioso en la medida en
que el fin sera, en todo caso, el resultado y no el presupuesto de la interpretacin.
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BIBLIOGRAFA
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TEXTOS COMPLEMENTARIOS
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PERELMAN, Ch., La lgica jurdica y la nueva retrica, trad. esp., ed. Civitas,
Madrid, 1979, pp. 73-91.
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