El lobo vivía en el bosque y cuidaba de mantenerlo limpio. Un día, vio a una niña cortando flores sin permiso y matando insectos. El lobo decidió darle una lección a la niña yendo a la casa de su abuelita. Cuando la niña llegó, el lobo se había disfrazado de la abuelita y asustó a la niña gruñéndole. La niña gritó y un leñador apareció, por lo que el lobo huyó. Desde entonces, la gente del bosque lo evitaba por considerar
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El lobo vivía en el bosque y cuidaba de mantenerlo limpio. Un día, vio a una niña cortando flores sin permiso y matando insectos. El lobo decidió darle una lección a la niña yendo a la casa de su abuelita. Cuando la niña llegó, el lobo se había disfrazado de la abuelita y asustó a la niña gruñéndole. La niña gritó y un leñador apareció, por lo que el lobo huyó. Desde entonces, la gente del bosque lo evitaba por considerar
El lobo vivía en el bosque y cuidaba de mantenerlo limpio. Un día, vio a una niña cortando flores sin permiso y matando insectos. El lobo decidió darle una lección a la niña yendo a la casa de su abuelita. Cuando la niña llegó, el lobo se había disfrazado de la abuelita y asustó a la niña gruñéndole. La niña gritó y un leñador apareció, por lo que el lobo huyó. Desde entonces, la gente del bosque lo evitaba por considerar
El lobo vivía en el bosque y cuidaba de mantenerlo limpio. Un día, vio a una niña cortando flores sin permiso y matando insectos. El lobo decidió darle una lección a la niña yendo a la casa de su abuelita. Cuando la niña llegó, el lobo se había disfrazado de la abuelita y asustó a la niña gruñéndole. La niña gritó y un leñador apareció, por lo que el lobo huyó. Desde entonces, la gente del bosque lo evitaba por considerar
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EL CUENTO DEL LOBO1
El bosque era mi hogar. Yo viva all y me gustaba mucho. Siempre trataba de
mantenerlo ordenado y limpio. Un da soleado, mientras estaba recogiendo las basuras dejadas por unos excursionistas, sent pasos. Me escond detrs de un rbol y vi venir una nia vestida en forma muy divertida, toda de rojo y su cabeza cubierta como si no quisiera que la vieran. Andaba feliz y comenz a cortar las flores de nuestro bosque, sin pedir permiso a nadie, quizs ni se le ocurri que estas flores no le pertenecan. Naturalmente, me puse a investigar. Le pregunt quin era, de dnde vena, a dnde iba, a lo que ella me contest, cantando y bailando, que iba a casa de su abuelita con una canasta para el almuerzo. Me pareci una persona honesta, pero estaba en mi bosque, cortando flores. De repente, sin ningn remordimiento, mat a un zancudo que volaba libremente, pues tambin el bosque era para l. As que decid darle una leccin y ensearle lo serio que es meterse en el bosque sin anunciarse antes y comenzar a maltratar a sus habitantes. La dej seguir su camino y corr a la casa de la abuelita. Cuando llegu me abri la puerta una simptica viejecita, le expliqu la situacin y ella estuvo de acuerdo con que su nieta mereca una leccin. La abuelita acept permanecer fuera de la vista hasta que yo la llamara y se escondi debajo de la cama. Cuando lleg la nia la invit a entrar al dormitorio donde estaba yo acostado, vestido con la ropa de la abuelita. La nia lleg sonrojada, y me dijo algo desagradable acerca de mis grandes orejas. He sido maltratado antes, as que trat de ser amable y le dije que mis grandes orejas eran para orla mejor. Ahora bien, me agradaba la nia y trat de prestarle atencin, pero ella hizo otra observacin insultante acerca de mis ojos saltones. Ustedes comprendern que empec a sentirme enojado. La nia tena bonita apariencia pero empezaba a serme antiptica. Sin embargo, pens que deba poner la otra mejilla y le dije que mis ojos me ayudaban a verla mejor. Pero su siguiente insulto si me encoleriz. Siempre he tenido problemas con mis grandes y feos dientes y esa nia hizo que un comentario realmente grosero. S que deb haberme controlado, pero salt de la cama y le gru, ensendole toda mi dentadura y dicindole que eran as de grandes para comerla mejor. Ahora, piensen ustedes, ningn lobo puede comerse a una nia, todo el mundo lo sabe. Pero esa nia empez a correr por toda la habitacin gritando y yo corra detrs de ella tratando de calmarla. Como tena puesta la ropa de la abuelita y me molestaba para correr, me la quit, pero fue mucho peor. La nia grit an ms. De repente, la puerta se abri y apareci un leador con un hacha enorme y afilada. Yo lo mir y comprend que corra peligro, as que salt por la ventana y escap. Me gustara decirles que ste es el final de la historia, pero desgraciadamente no es as. La abuelita jams cont mi parte de la historia y no pas mucho tiempo sin que se corriera la voz, que yo era un lobo malo y peligroso, todo el mundo comenz a evitarme. No s que le pasara a esa nia antiptica y vestida en forma tan rara, pero si les puedo decir que yo nunca pude contar mi historia. Ahora ustedes ya la saben.
Es importante conocer la naturaleza subjetiva de las percepciones y
cmo ellas nos condicionan en la comprensin del conflicto.
Tomado de materiales educativos del Instituto Interamericano de Derechos Humanos.