Crítica A La Reforma Constitucional Energética de 2013
Crítica A La Reforma Constitucional Energética de 2013
Crítica A La Reforma Constitucional Energética de 2013
ENERGTICA DE 2013
CRTICA A LA REFORMA
CONSTITUCIONAL
ENERGTICA DE 2013
CONTENIDO
Introduccin . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . xiii
Captulo primero
El contexto de la reforma
I. Introduccin . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 1
II. Los antecedentes de la privatizacin energtica
de 2013 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 4
III. Los argumentos gubernamentales y de las fuerzas
polticas del Pacto por Mxico que se ofrecieron
para justificar la reforma energtica de 2013 . . . . 10
IV. Los argumentos proempresariales . . . . . . . . . . . . 21
V. Los principales debates de 2013 en torno a la reforma energtica. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 27
Captulo segundo
La reforma constitucional
I. Introduccin . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 49
II. Los artculos 25, 27 y 28 de la Constitucin reformados . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 51
III. Los artculos transitorios de la reforma constitucional energtica . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 66
IV. Conclusiones . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 113
IX
CONTENIDO
Captulo tercero
CONSECUENCIAS jurdicas y polticas
de la reforma
I. La violacin a los principios polticos fundamentales trastoca las bases de la cohesin nacional . . 120
II. La reforma sustituye a los poderes fcticos nacionales por poderes fcticos trasnacionales . . . . . . . 123
III. Las consecuencias jurdicas del rgimen de licencias, contratos y permisos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 126
IV. Se olvida la proteccin que brinda el derecho internacional a las inversiones extranjeras . . . . . . . 130
V. Las controversias jurdicas sern decididas en el
extranjero y ser aplicado el derecho forneo . . . 134
VI. La contratacin ser realizada entre el titular del
Ejecutivo, las empresas petroleras trasnacionales
y Pemex . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 135
VII. El olvido del concepto del dominio eminente . . . 137
VIII. El olvido de los derechos fundamentales . . . . . . . 139
IX. La seguridad nacional . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 142
X. Quin decidir a futuro la plataforma de produccin y exportacin . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 143
XI. La renta petrolera y su destino . . . . . . . . . . . . . . . 145
XII. Las consecuencias fiscales de la reforma energtica 148
XIII. Las claves de la reforma energtica quedarn previstas en los ordenamientos secundarios . . . . . . . 151
XIV. Las consecuencias del rgimen corporativo empresas productivas del Estado y la no participacin de los trabajadores en el Consejo de Administracin de Pemex . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 151
XV. Se violenta el derecho de propiedad de la nacin
recogido en el primer prrafo del artculo 27 de la
Constitucin y el derecho al territorio del Estado
que deviene de los artculos 27 y 42 de la Constitucin . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 153
CONTENIDO
XI
XVI. El gobierno federal ha realizado propaganda sobre la reforma energtica, pero no ha informado
ni presentado todos los puntos de vista relevantes,
y los medios de comunicacin en Mxico estuvieron al servicio del gobierno, y sesgaron la informacin a favor del gobierno, pero no a favor de la
sociedad y de los intereses de la nacin . . . . . . . . 154
XVII. Conclusiones . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 171
Captulo cuarto
Las vas de lucha
en contra de la reforma
I. El juicio de amparo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 174
II. La denuncia por traicin a la patria . . . . . . . . . . 188
III. El ejercicio del derecho a la consulta . . . . . . . . . . 191
IV. La vas de resistencia y la desobediencia . . . . . . . 207
Conclusiones . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 219
Bibliografa . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 229
INTRODUCCIN
El libro que el lector tiene en sus manos explica la reforma constitucional que en materia energtica aprob en diciembre de 2013
el poder revisor de la Constitucin. Esa transformacin signific
formalmente modificar los artculos 25, 27 y 28 de la Constitucin y proponer veintin artculos transitorios. Sin embargo, la
reforma estructural energtica entraa la sustitucin definitiva del
modelo de desarrollo que se haba conformado en Mxico despus
de la expropiacin petrolera de 1938. Los hidrocarburos primero
y la electricidad despus, constituyeron durante dcadas no solo
las principales fuentes de ingresos fiscales para el pas, sino que
tambin fueron los sectores alrededor de los que el resto de la industria y la economa nacionales giraban, se nutran, se desarrollaban y robustecan. Tan importante era el sector energtico como
palanca de desarrollo nacional, que ese mbito qued excluido en
beneficio de Mxico del Tratado de Libre Comercio con Amrica del Norte, con la finalidad de que siguiera siendo considerado
por el orden constitucional mexicano como un rea estratgica;
es decir, un sector de exclusiva explotacin por parte del Estado,
tal como se prevea en el prrafo cuarto del anterior artculo 28
constitucional.
Los hidrocarburos y la electricidad fueron tambin el principal
instrumento que fundaba la soberana nacional. El sector energtico fue la base econmica de la soberana que Mxico proclamaba en el mbito internacional y que durante dcadas permiti a
nuestro pas mostrarse, aunque fuera en el discurso, como un pas
independiente de la rbita imperial de los Estados Unidos. Sin los
recursos energticos en manos de la nacin y explotados por el
Estado, nuestro pas no hubiera tenido la fortaleza y la seguridad
para desmarcarse, en algunas ocasiones y as fuera formalmente,
XIII
XIV
INTRODUCCIN
de la presin e influencia norteamericana. Ahora, que esos recursos pasarn, aunque sea en parte, al control y a la administracin
de manos forneas, nuestra soberana, no solo energtica, sino
poltica, ir decayendo en el concierto de las naciones, y principalmente frente a los Estados Unidos.1
En este trabajo hacemos un estudio crtico sobre la reforma
constitucional energtica de 2013, porque sostenemos que fue
diseada desde el exterior, por razones econmicas y geopolticas, que se explican en los captulos de la obra, para entregar
los recursos energticos de la nacin a intereses forneos. Con
esa reforma, la nacin pierde parte de sus riquezas naturales, y
el Estado abdica de sus antiguas competencias para explotar en
exclusiva los recursos energticos de los mexicanos, tanto de esta
generacin como de las futuras. La reforma constitucional energtica de 2013 traer las consecuencias que se exponen en este
libro y algunas otras que veremos surgir con la aprobacin de la
legislacin secundaria y la aplicacin del nuevo orden jurdico en
la materia. El resto del orden jurdico nacional tambin recibir
impactos, desde la concepcin de la Constitucin, de la democracia, de los derechos humanos y hasta en la privatizacin del
derecho pblico nacional.
La reforma constitucional energtica de 2013, que fue impuesta por el gobierno de Pea Nieto, se realiz a travs del aparato propagandstico del duopolio televisivo que acall o silenci
a las voces opositoras. El pueblo fue engaado con espejitos y
cuentas de vidrio. Se le dijo, por ejemplo, que una de las consecuencias de la reforma sera la reduccin del precio del gas, de
la electricidad, de la gasolina y del combustleo. Hasta la fecha
no hay reduccin de precios en estos insumos, y mes a mes el gobierno federal aumenta el precio de las gasolinas y del diesel. Por
otra parte, en el concierto mundial, cuando se realizan estos procesos de liberalizacin o privatizacin de los recursos naturales,
la consecuencia es el aumento de las tarifas en electricidad, en
1 Beder, Sharon, Energa y poder. La lucha por el control de la electricidad en el
mundo, Mxico, Fondo de Cultura Econmica, 2005.
INTRODUCCIN
XV
XVI
INTRODUCCIN
INTRODUCCIN
XVII
econmico, poltico y filosfico de todas estas reformas.6 El modelo neoliberal ha producido graves consecuencias econmicas,
sociales, internacionales y polticas para nuestra nacin. Econmicamente, el modelo neoliberal ha significado, con pocas excepciones, el fracaso de muchos sectores econmicos nacionales, ocasionado el desmantelamiento casi integral de la planta productiva
de Mxico y, con ello, el incremento del desempleo, el aumento
del empleo informal y la subordinacin dependiente de nuestra
economa a Amrica del Norte. En trminos reales, la economa
de nuestro pas no ha crecido en los ltimos veinte aos.
Socialmente, el modelo neoliberal ha sido incapaz de resolver
los problemas de desigualdad y de inadecuada distribucin de la
riqueza. Los ndices de pobreza aumentan, y la distancia entre
los aventajados y los desaventajados de la sociedad se potencia.
Internacionalmente, y no solo en el terreno econmico, sino
en otros mbitos, como la seguridad nacional, la poltica exterior,
la poltica de defensa, la seguridad pblica, la educacin, la poltica laboral, la poltica penal, las telecomunicaciones, la energa,
las reglas electorales, etctera, quedamos subordinados nos integramos a las indicaciones de los organismos internacionales,
como el Fondo Monetario Internacional, el Banco Mundial, la
OCDE, y a otros organismos supranacionales.
En la vida poltica, las grandes decisiones polticas las reformas estructurales se adoptan desde el exterior por presin
o por consigna. El margen de decisin nacional, de las grandes
polticas, queda sensiblemente limitado, y la poltica domstica se
encarga de las cuestiones secundarias o de aplicacin de las decisiones fundamentales provenientes del exterior.
La hegemona del modelo neoliberal en materia constitucional y jurdica ha significado, entre otras cosas, y desde nuestro
punto de vista, lo siguiente: 1) el desmantelamiento del insuficiente Estado del bienestar con el que contbamos antes del ini6 Serna
de la Garza, Jos Mara, Globalizacin y gobernanza: las transformaciones del Estado y sus implicaciones para el derecho pblico (contribucin para una interpretacin del caso de la Guardera ABC), Mxico, UNAM, 2010, pp. 11-19.
XVIII
INTRODUCCIN
cio de la implantacin del modelo; es decir, la reforma constitucional y legal que se promueve tiene por propsito reducir el nivel
de proteccin de los derechos econmicos, sociales y culturales de
los mexicanos; 2) la proteccin de la propiedad privada sobre la
social y la pblica, como ocurre con la reforma constitucional
energtica, y se contiene en el artculo octavo transitorio de ley
fundamental; 3) la existencia de una democracia electoral formal,
que no es de calidad ni sustancial, que no alienta a la democracia participativa y deliberativa, que define a los ganadores con el
poder de los medios de comunicacin y del dinero, y que impide
que las cuestiones trascendentes como las reformas constitucionales o los tratados comerciales se aprueben por los mexicanos
mediante referndum; 4) copia de modelos de justicia anglosajones, como la implementacin del sistema penal acusatorio, y con
l la incorporacin de los juicios orales en nuestro pas; 5) populismo penal, que consiste en el incremento en el nmero de
los delitos y el aumento de las penas para pretender garantizar
la seguridad que no brinda el modelo econmico, poltico y social; 6) muchas reformas a la legislacin en materia de inversin
extranjera, propiedad industrial e intelectual, para proteger a la
inversin extranjera; por ejemplo, la Ley Minera de 1992 o la reforma constitucional en materia de telecomunicaciones de 2013,
que permiten el 100% de inversin extranjera en esos sectores; 7)
centralizacin en los poderes federales, principalmente en el Ejecutivo, de muchas competencias constitucionales y legales, para
que el sector externo pueda negociar con ms facilidad con el
Estado mexicano; 8) prdida de soberana legislativa y jurisdiccional a favor del Ejecutivo y de instancias supranacionales; por
ejemplo, acuerdos internacionales que no son ratificados por el
Senado o instancias de arbitraje internacional que resuelven las
principales cuestiones econmicas del pas; 9) acuerdos internacionales que no pasan la prueba de la representacin como la
Iniciativa Mrida o el ASPAN, que vacan de contenido a los
poderes pblicos del pas (al Senado en este caso), y 10) privatizacin del derecho pblico y prdida de las visiones de Estado y
INTRODUCCIN
XIX
2012.
XX
INTRODUCCIN
INTRODUCCIN
XXI
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INTRODUCCIN
INTRODUCCIN
XXIII
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INTRODUCCIN
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XXV
Captulo primero
EL CONTEXTO DE LA REFORMA
I. Introduccin
Las reformas constitucionales de 2013, ms las de los cuatro sexenios anteriores, han ido conformando un nuevo rgimen, no solo
poltico o econmico, sino jurdico. La mayor parte de esas reformas constitucionales (en materia educativa, en telecomunicaciones, fiscales, electorales, energticas, penales, etctera) no tienen
nada que ver con los significados y alcances sociales y nacionales
de la Constitucin de 1917.
La Constitucin de Quertaro fue consecuencia de la Revolucin. Las normas previstas en su articulado, principalmente los
artculos 3o., 27 y 123, imprimieron un sentido social y nacional
al ordenamiento jurdico, pero tambin a la vida poltica, econmica y social del pas. Es verdad que esa Constitucin prohij el
hiperpresidencialismo mexicano, y con ello tambin fundament
en nuestro pas el rgimen autoritario del siglo XX.8
Los significados sociales y nacionales de la Constitucin de
1917 comenzaron a trastocarse y a menoscabarse en los aos
ochenta del siglo pasado. El neoliberalismo econmico produjo
cambios en la manera de entender el constitucionalismo mexicano. En el sexenio de Salinas de Gortari, el rgimen jurdico de la
tierra, el sentido social y nacional de la educacin, las relaciones
Iglesias-Estado, la soberana y la autodeterminacin econmica
del pas, fueron sustituidos por principios y reglas que han minado las bases del Estado-nacin y la estructura jurdica del Estado
8 Crdenas Gracia, Jaime, Transicin poltica y reforma constitucional en Mxico,
Mxico, UNAM, 1994.
EL CONTEXTO DE LA REFORMA
La elite poltica y econmica considera que las reformas estructurales nos modernizan y nos colocan en una situacin de
entendimiento con los pases del primer mundo y con los organismos financieros internacionales. Desde luego que no se trata
solo de una percepcin o de un proyecto poltico y jurdico, sino
de intereses econmicos. Con cada reforma estructural, esa elite
econmica y poltica local gana en la misma medida en que el
resto de la sociedad pierde. Los polticos del pas de los partidos
mayoritarios acceden y se mantienen en el poder porque a los
intereses de la hegemona mundial y local les conviene. Los empresarios del pas ganan aunque quedan subordinados al poder
de las grandes trasnacionales del mundo.
Se podra pensar que en el proceso constitucional que ha impuesto el neoliberalismo, al menos hemos incrementado nuestros
niveles de democracia. Esa creencia es errnea, porque en los
asuntos que importan, los ciudadanos no participan. Los ciudadanos no participan aprobando los tratados comerciales o de seguridad que nos supeditan a intereses forneos. A los ciudadanos
no se les pregunta si estn de acuerdo en la privatizacin de los
recursos naturales, porque se les veda o se les restringe el derecho
a la consulta que prev el artculo 35, fraccin VIII, de la Constitucin.
Los ciudadanos exclusivamente participan en procesos electorales para elegir representantes, donde los resultados son definidos de antemano por el poder meditico y econmico.10 La
democracia en Mxico es una mascarada que sirve para legitimar
la injusta distribucin de la riqueza y las desigualdades sociales
del pas.
Algunos sectores representados por las organizaciones no gubernamentales estiman que algunas polticas pblicas son diferentes a las del pasado, tales como la agenda de gnero o la de
los derechos de las personas con preferencias sexuales distintas.
Coincido con ellos solo en parte, dado que las agendas que pros10 Crdenas Gracia, Jaime, La crisis del sistema electoral mexicano. A propsito del
proceso electoral de 2012, Mxico, UNAM, 2014.
peran son las que no ponen en riesgo la estructura del poder econmico en Mxico y en el mundo.
En este sentido, la Constitucin renovada por las reformas
estructurales nos ha alejado del ideario original. Lo anterior no
se seala exclusivamente para saberlo, sino para plantear, ya sea
el regreso a los sentidos sociales y nacionales de 1917, o para
proponer una nueva Constitucin, que por una parte recupere
los sentidos sociales y nacionales de 1917, y que al mismo tiempo
democratice las relaciones de poder.
II. Los antecedentes de la privatizacin
energtica de 2013
Una vez consumada la expropiacin petrolera de 1938, las
compaas y los gobiernos afectados iniciaron presiones de todo
tipo en contra del gobierno mexicano. La venta del crudo mexicano al exterior sufri un boicot de la Standard Oil Company de
la Royal Dutch-Schell, lo que impidi que durante algn tiempo
el petrleo mexicano se comerciara en Europa y en otros pases.
Por ese motivo, el gobierno mexicano vendi crudo a Alemania
e Italia al inicio de la Segunda Guerra Mundial. Con el ingreso
de Mxico a la guerra volvimos a vender el petrleo a los Estados
Unidos.
El general Crdenas tuvo problemas con la aprobacin de la
reforma al artculo 27 de la Constitucin, que prohibi las concesiones en la materia, y que era consecuencia de la expropiacin.
Las razones de esos problemas tienen relacin con las presiones
de los Estados Unidos y de las compaas petroleras expropiadas.
La iniciativa de reforma al prrafo sexto del artculo 27 de la
Constitucin la envi Crdenas al Poder Legislativo el 22 de diciembre de 1938, pero no fue aprobada hasta el 17 de noviembre
de 1939 y publicada el 9 de noviembre de 1940. Como se sabe,
la Ley Reglamentaria del Artculo 27 de la Constitucin de 1940
en el Ramo del Petrleo permiti los contratos con mexicanos y
con sociedades mercantiles nacionales, pero no con extranjeros.
EL CONTEXTO DE LA REFORMA
Durante el siguiente sexenio, el de vila Camacho, las presiones forneas continuaron, y ese gobierno sucumbi a los intereses
de las grandes empresas petroleras. El gobierno de vila Camacho permiti que mediante contratos, los extranjeros participaran en la explotacin de los hidrocarburos.
La Ley Reglamentaria del Artculo 27 de la Constitucin en el
Ramo del Petrleo de 1941 fue el fundamento jurdico que habilit al siguiente gobierno el de Miguel Alemn Valds otorgar contratos-riesgo, que fueron lesivos para la Hacienda pblica
nacional, y que finalmente tuvieron que rescindirse mediante el
pago de cuantiosas indemnizaciones.
Debido al mal negocio que representaron los contratos-riesgo
para nuestro pas, el gobierno de Ruiz Cortines, en una nueva
Ley Reglamentaria del Artculo 27 Constitucional en el Ramo
del Petrleo, prohibi al final de su sexenio los contratos-riesgo.
Esta prohibicin se vera confirmada constitucionalmente con la
reforma de 1960 al artculo 27 de la carta magna, que prohibi
las concesiones y los contratos respecto a los hidrocarburos. Cabe
indicar que la reforma constitucional al prrafo sexto del artculo
27 constitucional de 1960 estuvo en vigor hasta el 20 de diciembre de 2013.
En el periodo que comprende de los aos sesenta al inicio del
neoliberalismo a mediados de los ochenta, aparecieron paulatinamente los signos de la crisis del modelo econmico de sustitucin de importaciones dominante en ese entonces, y que le
permiti crecer a nuestro pas a ms del 6% del PIB anual. Se
sobreexplot y derroch el crudo. Mxico se adhiri entusiastamente en 1974 a la Agencia Internacional de Energa, liderada por Estados Unidos. Posteriormente, durante el gobierno de
Lpez Portillo, la economa nacional se petroliz, los precios del
crudo en el mercado mundial descendieron dramticamente, y el
contratismo exacerbado que hoy se padece surgi en ese gobierno en un ambiente de corrupcin y despilfarro.
Con la crisis de la deuda de 1982, el modelo de sustitucin de
importaciones es cambiado por el modelo neoliberal, cuyo para-
EL CONTEXTO DE LA REFORMA
bilita y somete al Sindicato, ordena la detencin de Joaqun Hernndez Galicia, y emprende la reestructuracin laboral.
Con Zedillo, y a partir del Acuerdo Marco con los Estados
Unidos de 1995, se acord pagar la deuda externa con el petrleo y los hidrocarburos de Mxico. Para obtener el crdito de
50,000 millones de dlares ofrecido por el Fondo Monetario Internacional, de los que Estados Unidos aport 20,000 millones,
el gobierno de Zedillo firma ese Acuerdo, que violaba el artculo
73, fraccin VIII, de la Constitucin, adems de limitar la soberana de nuestro pas, pues, como se dijo, esa deuda se garantiz con el crudo nacional.12 Adems, Zedillo firm una carta
de intencin, en donde el gobierno mexicano se comprometi a
privatizar la industria elctrica. En ese sexenio, el transporte, el
almacenamiento, la distribucin, la venta y el comercio exterior
del gas natural dejan de ser exclusivos en su explotacin por el
Estado. Con Zedillo, la inversin pblica en Pemex se anul y fue
sustituida por Pidiregas, que es un mecanismo de financiamiento
privado que eleva el endeudamiento y el costo de capital en las
industrias pblicas, porque dichos financiamientos se entregan a
particulares para que realicen obras y servicios que debieran ser
operados directamente por las instituciones pblicas.
Vicente Fox puso en marcha los contratos de servicios mltiples en la industria energtica. Esos contratos permitieron a
empresas extranjeras explorar, extraer, procesar gas natural, elaborar gas metano y otros petroqumicos bsicos. Aunque esos
contratos eran abiertamente anticonstitucionales, el gobierno de
Fox otorg cinco de esos contratos. En 2005 se aprobaron reformas legales en materia de electricidad para permitir la cogeneracin de energa elctrica, y en 2006 se modific la Ley Minera
de 1992 para habilitar a los particulares a explotar gas natural a
partir de mantos y yacimientos de carbn.
El gobierno de Felipe Caldern, que fue el que ms ingresos
econmicos ha recibido por los excedentes petroleros, continu
12
ngeles Cornejo, Sarah, Intervencin del Estado en la industria petrolera, Mxico, UNAM-Miguel ngel Porra, 2001, pp. 89-97.
EL CONTEXTO DE LA REFORMA
contratos y permisos, las actividades sustantivas de Pemex (exploracin, extraccin, refinacin, almacenamiento, transporte,
distribucin y ventas de primera mano); 2) se acept que Pemex
siga extrayendo crudo para su exportacin a los Estados Unidos,
sin incorporarle al petrleo ningn tipo de valor agregado; 3)
se otorga el control de los yacimientos a la banca internacional,
porque la reforma da inconstitucionalmente atribuciones a Pemex para endeudarse en el extranjero y para someterse a tribunales extranjeros; 4) se beneficia a las grandes empresas de servicios extranjeras y a unas pocas nacionales que se subordinarn
a ellas; 5) se entregar parte de la renta petrolera a las empresas
extranjeras; 6) no se fortalece la industria petrolera nacional, y
Pemex pasa a ser una empresa administradora de contratos; 7)
no promueve la ciencia ni la tecnologa nacionales; 8) se impide
al pas convertirse en potencia econmica al no favorecer a la
industria nacional; 9) es una reforma que estimula la corrupcin
derivada del contratismo y la concentracin del poder en el Ejecutivo, y 10) se destina la renta petrolera al gasto corriente del
gobierno.
En su campaa presidencial, pero de manera precisa, desde
que Pea Nieto fue considerado formalmente presidente electo,
hizo una serie de declaraciones a nivel nacional e internacional,
que aclaraban su postura ante la futura privatizacin de Pemex
y de la Comisin Federal de Electricidad.15 Lo hizo tanto ante
empresarios espaoles como ante inversionistas alemanes y como
presidente de la Repblica en funciones ante los jefes de gobierno
del G8 en Inglaterra.16 Igualmente, ante diputados del PRI y del
PVEM manifest que Mxico no tena por qu seguir el sector
energtico anclado en dogmas, a un debate anacrnico y obsole15
Resndiz, Francisco, Pea: apertura, sin privatizar Pemex, El Universal,
16 de octubre de 2012.
16 Pea Nieto, Enrique, Pea Nieto pledges transformational reform of
Pemex, Financial Times, Londres, 17 de junio de 2013. Los cambios constitucionales (seran) necesarios para darle certeza a los inversionistas privados.
10
to, cuando otros pases, como Brasil, Colombia, Cuba han hecho
reformas para volverse ms productivos.17
III. Los argumentos gubernamentales y de las fuerzas
polticas del Pacto por Mxico que se ofrecieron
para justificar la reforma energtica de 2013
1. El anuncio formal de la reforma energtica
de 2013: el Pacto por Mxico
El Pacto por Mxico, del 2 de diciembre de 2012, estableci
entre sus compromisos la necesidad y urgencia de una reforma
energtica. En sus partes relativas, el Pacto por Mxico precis en
sus compromisos del 54 al 60, lo siguiente:
54) Los hidrocarburos seguirn siendo propiedad de la nacin.
Se mantendr en manos de la nacin, a travs del Estado, la propiedad y el control de los hidrocarburos y la propiedad de Pemex
como empresa pblica. En todos los casos, la nacin recibir la
totalidad de la produccin de hidrocarburos; 55) Transformar a
Pemex en una empresa pblica de carcter productivo. Se realizarn las reformas necesarias, tanto en el mbito de la regulacin de
entidades paraestatales, como en el sector energtico y fiscal para
transformar a Pemex en una empresa pblica de carcter productivo, que se conserve como propiedad del Estado pero que tenga
la capacidad de competir en la industria hasta convertirse en una
empresa de clase mundial. Para ello, ser necesario dotarla de las
reglas de gobierno corporativo y de transparencia que se exigiran
a una empresa productiva de su importancia; 56) Multiplicar la
exploracin y produccin de hidrocarburos. Se ampliar la capacidad de ejecucin de la industria de exploracin y produccin de
hidrocarburos mediante una reforma energtica para maximizar
la renta petrolera para el Estado mexicano; 57) Entorno de competencia en los procesos econmicos de refinacin, petroqumica
17
Pea Nieto, Enrique, La reforma energtica para hacer ms productivo
a Mxico, Discurso, Mxico, Presidencia de la Repblica, 30 de enero de 2013.
EL CONTEXTO DE LA REFORMA
11
y transporte de hidrocarburos. Se realizarn las reformas necesarias para crear un entorno de competencia en los procesos econmicos de refinacin, petroqumica y transporte de hidrocarburos,
sin privatizar las instalaciones de Pemex; 58) Ampliar las facultades y fortalecer a la Comisin Nacional de Hidrocarburos. Se
reformarn las leyes reglamentarias para ampliar las facultades y
fortalecer al rgano regulador, es decir, a la Comisin Nacional
de Hidrocarburos, e incluir obligaciones que permitan someter a
Pemex a las exigencias de eficiencia y transparencia que enfrentan las empresas petroleras del mundo; 59) Convertir a Pemex en
el motor de una cadena de proveedores nacionales. Se convertir
a Pemex en el motor de una cadena de proveedores nacionales y
se reforzar su papel en la produccin nacional de fertilizantes; y,
60) Haremos de Pemex uno de los ejes centrales en la lucha contra el cambio climtico, aplicando una estrategia que desarrolle
energas renovables y ahorre energa.
Ese Pacto fue el instrumento de las reformas estructurales promovidas por Pea Nieto, principalmente de la reforma constitucional energtica a los artculos 25, 27 y 28 de la Constitucin,
y por ello requiere ser evaluado integralmente. Propongo los siguientes enfoques para el anlisis del Pacto: el poltico-constitucional, el jurdico, el internacional, el econmico y el social.
Polticamente, el Pacto por Mxico integr con el gobierno
federal a las tres fuerzas polticas ms importantes del pas (PRI,
PRD, PAN), pero no comprendi al resto de los partidos (Partido
del Trabajo, Movimiento Ciudadano, Nueva Alianza). El Pacto
por Mxico no sum a las organizaciones sociales ni a las organizaciones empresariales. No existe en l representacin estatal ni
municipal. No se incluy en el Pacto a los pueblos indgenas ni
estn formalmente en l los poderes fcticos. Fue un acuerdo poltico, poco representativo, dbilmente incluyente, que no respet
los derechos de las minoras y la pluralidad existente en el pas.
Fue elaborado y diseado de espaldas a la sociedad, y en su implementacin, a travs del Consejo rector del Pacto, se repitieron
las deficiencias aqu apuntadas.
12
EL CONTEXTO DE LA REFORMA
13
y las municipales. En algunas materias, como la de medios de comunicacin o la de telecomunicaciones, no se va al fondo del problema, que es el de la concentracin monoplica en el sector, lo
que obligara a establecer porcentajes lmite a las empresas y corporaciones para acceder al espacio radioelctrico y a los servicios
de telefona menores de los que se aprobaran constitucionalmente no existe una seria voluntad antimonoplica. En los asuntos energticos se trat de abrir la industria petrolera a la inversin
privada, y eso equivale a la privatizacin del petrleo en contra de
lo que establece el prrafo sexto del artculo 27 de la Constitucin.
Internacionalmente no existi en el Pacto una definicin sobre el papel preponderante de los Estados Unidos en la poltica
econmica, comercial y de seguridad de nuestro pas. El Pacto se
desentendi del intervencionismo del FMI o del Banco Mundial
en nuestra economa. El Pacto no abord la relacin y la posicin
que Mxico debe tener respecto a la poltica de seguridad nacional de los Estados Unidos, que nos considera dentro de su rea
de influencia. Ni siquiera busc incorporar a los ciudadanos en la
aprobacin de los tratados internacionales para que esas relaciones tengan algn tipo de legitimidad democrtica.
En economa, el Pacto se inscribi en el canon neoliberal,
cuando este modelo est en crisis en el mundo entero. No existi
ni un solo rengln en el Pacto que reclame una modificacin a
este modelo para poner coto a sus consecuencias econmicas,
sociales y polticas negativas. Se trat de un Pacto neoliberal, que
representa el pensamiento nico hegemnico de carcter mundial. No se apost en l por un modelo alternativo.
Socialmente se procur atender a los derechos econmicos,
sociales y culturales de los mexicanos dentro del modelo neoliberal. A los derechos sociales se pretendi satisfacerlos mediante
programas sociales, pero no fueron tratados en el Pacto como
derechos humanos universales e indisponibles, directamente exigibles ante los tribunales. Los programas sociales, ya se sabe, son
mecanismos de clientelismo poltico y electoral que no tomaron
en serio los derechos de los seres humanos.
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prrafo sexto del artculo 27 se seal lo siguiente: 1) no se otorgarn concesiones ni contratos respecto a minerales radiactivos;
2) tratndose del petrleo y de los carburos de hidrgeno slidos,
lquidos o gaseosos, no se expedirn concesiones, y la ley reglamentaria respectiva determinar la forma en que la nacin llevar a cabo las explotaciones de esos productos, y 3) corresponde
exclusivamente a la nacin el control del sistema elctrico nacional, as como el servicio pblico de transmisin y distribucin de
energa elctrica; en dichas actividades no se otorgarn concesiones, sin perjuicio de que el Estado pueda celebrar contratos con
particulares en los trminos que establezcan las leyes, que determinarn la forma en que podrn participar en las actividades de
la industria elctrica.
La propuesta modific el texto vigente en lo siguiente: 1) adiciona la prohibicin de concesiones y contratos respecto a minerales radiactivos; 2) en materia de petrleo e hidrocarburos propuso derogar la prohibicin de los contratos, para permitirlos en
los trminos de la ley respectiva, y 3) respecto a la electricidad,
permiti que en las distintas fases de la industria los particulares
participen mediante contratos.
En cuanto al prrafo cuarto del artculo 28 de la Constitucin,
se propuso que respecto a la electricidad, petrleo, hidrocarburos
y petroqumicos, el Estado no tuviera la exclusividad en su explotacin. Es decir, que esos mbitos dejarn de ser reas estratgicas de la economa para pasar a ser reas prioritarias de ella.
La propuesta de modificacin al prrafo cuarto del artculo
28 de la Constitucin deroga el monopolio del Estado en electricidad, petrleo, hidrocarburos y petroqumica, para permitir
la participacin de los particulares en esos sectores de acuerdo
con la modificacin que se prev en el prrafo sexto del artculo
27 de la Constitucin.
Aunque el artculo 25 de la Constitucin no sufra modificaciones expresas, de manera implcita, al proponerse la reforma
del prrafo cuarto del artculo 28 de la carta magna, se diluyen
sus significados constitucionales. Pemex y la CFE dejarn de ser,
si se aprobaba la reforma del Ejecutivo en sus trminos, los or-
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Miriam, De la caverna al mercado. Una vuelta al mundo de las negociaciones petroleras, Mxico, Coordinacin Editorial y edicin Felou, 2010, pp.
232-236.
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no se ve motivo para permitir que continen formndose y vigorizndose intereses privados que es de presumirse que llegarn a ser, si no antagnicos, al menos distintos de los intereses
generales cuya tutela procurar el gobierno con todo empeo y
energa Incorporando al Texto Constitucional el principio de
la explotacin directa del petrleo que a la nacin corresponde
Respecto a la Ley Reglamentaria del Artculo 27 Constitucional de 1940, deben hacerse las siguientes e importantes matizaciones: 1) los artculos sptimo, octavo y noveno de la Ley Reglamentaria del Artculo 27 Constitucional de 1940 sealaban que
el sector privado poda llevar a cabo por cuenta del gobierno
federal los trabajos de exploracin y explotacin, ya sea mediante compensaciones en efectivo o equivalentes a un porcentaje de
los productos que se obtuvieran, sin que se adquiriera un derecho directo a la explotacin del petrleo; 2) los contratistas deban ser personas fsicas mexicanas o sociedades constituidas ntegramente por nacionales y en una forma en que fuera posible
en todo instante la comprobacin de esta circunstancia, adems
de que era preciso demostrar la capacidad tcnica y financiera
del contratista y la extensin mxima de terreno susceptible de
ser contratada a una misma persona, y 3) no podan celebrarse
los contratos con sociedades annimas que emitieran acciones al
portador. Lo anterior jurdicamente significa que los contratos estaban reservados a los mexicanos personas fsicas y a travs
de sociedades mercantiles mexicanas no muy grandes, en tanto
que se prohiba que participaran empresas con acciones al portador, y, adems, los contratistas actuaban no por cuenta propia,
sino por cuenta del gobierno federal, que era el que tena el derecho directo a la explotacin del petrleo.30 La explicacin poltica
30 El
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de la permisin de los contratos es evidente a la luz de las presiones de los Estados Unidos31 y debido a las carencias tcnicas
y econmicas de la naciente industria petrolera nacionalizada.32
Por otra parte, conviene decir que durante el gobierno de Crdenas jams se celebraron contratos con particulares nacionales
para la explotacin del petrleo.
Gobiernos posteriores al de Crdenas, como el de vila Camacho, permitieron que particulares extranjeros, mediante contratos, participaran en la explotacin de los hidrocarburos.33 La
Ley Reglamentaria del Artculo 27 Constitucional de 1941 promulgada en el gobierno de vila Camacho dio lugar a los contratos de riesgo se firmaron cinco entre 1949 y 1951, a travs de los que se pactaba una remuneracin a los contratistas,
consistente en: 1) el reembolso total de la inversin realizada por
el contratista y sin plazo de vencimiento, 2) ms el valor del 50%
de los hidrocarburos producidos por los pozos perforados, 3) ms
una compensacin entre el 15% y el 18.25% del valor de la produccin por un periodo de veinticinco aos. El objetivo era claro,
y consista en que los particulares compartieran las reservas, los
resultados de la produccin y la renta petrolera. No fue sino hasta el gobierno de Gustavo Daz Ordaz cuando se logr terminar
con las consecuencias de esos contratos.34
31
Las empresas afectadas con la nacionalizacin exigieron a la Casa Blanca
y al embajador estadounidense, Josephus Daniels, que de inmediato se llevara
a cabo una invasin armada en nuestro pas. A juicio de algunos historiadores,
tambin promovieron la rebelin del entonces gobernador de San Luis Potos,
Saturnino Cedillo. Alemn, Miguel, La verdad del petrleo en Mxico, Mxico, Gijalbo, 1977, pp. 205-291.
32 Bassols Batalla, Narciso, Las etapas de la nacionalizacin petrolera, Mxico,
Porra, 2006, pp. 81-105.
33
Los artculos 6o., fraccin III, y 10, fraccin III, de esa ley, establecieron:
La nacin llevar a cabo la explotacin del petrleo mediante contratos con
particulares o sociedades de economa mixta, en las que el gobierno federal
representar la mayora del capital social, y de las cuales podrn formar parte
socios extranjeros.
34 Antonio J. Bermdez explica e intenta justificar as los contratos de riesgo: Dichos contratos cumplieron la funcin de canalizar, sujetndose a la ley
32
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mira del gobierno norteamericano y de los organismos financieros internacionales, como el Banco Mundial, el Fondo Monetario
Internacional y el Banco Interamericano de Desarrollo. Desde
su punto de vista, el paradigma mexicano, comenz a debilitarse desde 1982, con la crisis de la deuda externa de Mxico y su
renegociacin. Los Estados Unidos, a partir de esos aos, han
ido imponiendo condiciones a la industria energtica nacional en
aras de privatizarla y para que ya no sea el motor de la industrializacin ni de la economa nacional, y, en consecuencia deje de
ser referente alternativo de desarrollo para otras naciones. Saxe
Fernndez demuestra que pases como Brasil, que han realizado
antes que Mxico y parcialmente, la privatizacin de los recursos
energticos, no han obtenido para sus sociedades grandes beneficios, y que, por el contrario, han sido expoliadas por los objetivos
extractivos de las grandes empresas petroleras mundiales. Con
fundamento en la obra de Steve Coll,41 Saxe-Fernndez describe los roles de esas empresas trasnacionales y las consecuencias
negativas que para las sociedades de distintas naciones tienen.
Considera que la reforma constitucional energtica de 2013 se
hizo a la medida de los intereses de esas empresas y del gobierno
de los Estados Unidos.
En el debate sobre la competitividad, que fue insistido principalmente por el Instituto Mexicano de Competitividad (Imco),42
se insista en la necesidad de que el sector energtico mexicano
tuviera la capacidad de atraer y retener las inversiones extranjeras para que los organismos energticos nacionales pudieran
competir y colaborar en un marco de economa de mercado con
las empresas forneas. Los argumentos a favor de la competitividad rechazan los monopolios en general, incluyendo a los monopolios de Estado y promueven la pretensin de que todos los
sectores econmicos deben formar parte del marco de la economa de mercado.
41
Coll,
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como lo hace Pemex para dilapidar el gas asociado, sino que inyecta gas natural; 3) Petrobras ha continuado explorando por su
cuenta y ha descubierto grandes reservas bajo formaciones salinas; 4) Petrobras tiene ms de veinte proyectos de explotacin
en otros pases, a diferencia de Pemex, que no tiene uno solo; 5)
Petrobras no quema gas natural a la atmsfera cuando extrae
crudo aprovecha el gas asociado; 6) Petrobras invierte solamente en proyectos rentables, mientras que Pemex invierte en
proyectos como el de Chicontepec, que solo son rentables para
los contratistas privados; 7) Petrobras solo disea y otorga contratos en donde tiene participacin exclusiva o mayoritaria; es
decir, nunca deja el terreno totalmente en manos privadas; 8)
Petrobras utiliza tcnicas de extraccin que Pemex ha desechado el bombeo electrocentrfugo; 9) en Brasil se cuenta con
rganos reguladores ms independientes y efectivos que los que
tenemos en Mxico, y 10) Petrobras emplea la inversin privada de manera subordinada y limitada, a diferencia del esquema
mexicano.48
Entre la privatizacin y la liberalizacin, que casi sin condiciones se eligi en Mxico y el estatismo que se cuestionaba, existan
otras vas y caminos que pudieron ser escogidos para que nuestro
pas no perdiera el control y la administracin de sus recursos
energticos, incluyendo mantener bajo el Estado su control y administracin. Los promotores de la reforma constitucional energtica de 2013 no midieron la naturaleza y poder de los intereses
que ingresaran a nuestro pas al aplicarse la reforma energtica.
Este tipo de reformas estructurales no son como otras modificaciones constitucionales y legales, en donde se liberaliza un sector
de la economa para generar condiciones de libre mercado, y sus
consecuencias no son negativas para el pas en trminos de prdida de soberana. La reforma constitucional energtica de 2013
que liberaliza al sector energtico es una reforma de otra magni48
Bartlett Daz, Manuel (coord.), Estrategia urgente
en defensa de la nacin. Poltica energtica para que Mxico sea potencia econmica en el siglo XXI, Mxico, Partido del
Trabajo, 2013, pp. 128 y 129.
EL CONTEXTO DE LA REFORMA
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tud, no es una reforma econmica ms, y por eso los liberalizadores o privatizadores del pas debieron pensrselo dos veces
y analizar todas las alternativas posibles, de acuerdo con la experiencia comparada. Con la reforma constitucional en materia
energtica llegarn a Mxico poderes econmicos que influirn
decisivamente en todas nuestras decisiones: econmicas, energticas, polticas, sociales, militares, etctera.
Uno de los debates ms retricos y demaggicos, impulsado
por el gobierno y los promotores de la reforma, fue el debate sobre el medio ambiente y la salud. Las nuevas explotaciones que
se proponen en el sector aguas profundas y lutitas utilizan
tcnicas susceptibles de tener grandes impactos ambientales y
en la salud, que la reforma constitucional energtica de 2013
soslaya. El modelo propuesto en la reforma constitucional est
centrado en la exploracin y explotacin de gas en yacimientos
no convencionales, lo que contradice los compromisos asumidos por Mxico en la Convencin Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climtico, y que fueron reafirmados en la
Ley General de Cambio Climtico. La reforma constitucional
energtica de 2013 puede erigirse en el detonante de riesgos
econmicos, sociales y ambientales asociados al calentamiento global, cuyas consecuencias pueden ser devastadoras para
nuestro pas y el resto del mundo. Las acciones del poder formal
en el marco de la reforma energtica de 2013 son una muestra
de la lnea neoliberal extractivista. Los logros socioambientales
construidos a lo largo del tiempo se diluyen ante el embate de la
apertura comercial y el libre mercado, que se centra en la maximizacin de la explotacin extensiva de hidrocarburos mediante la apertura a la participacin privada, sin considerar como
eje transversal del desarrollo nacional a la sustentabilidad. La
reforma constitucional energtica de 2013 es resultado de la
cooptacin de las cpulas de poder, incluso las representativas,
quienes mostraron una total desvinculacin y desinters por las
implicaciones ambientales y sociales de la misma y se alinearon a los dictados hegemnicos que ponderan sobremanera a
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caba sin modificar las decisiones polticas fundamentales previstas en la Constitucin, tomar en cuenta las siguientes consideraciones: 1) garantizar los principios que estuvieron vigentes en la
Constitucin antes de la reforma de diciembre de 2013 y mantener fuera del libre comercio internacional a los hidrocarburos
y a la electricidad; 2) defender la soberana nacional en materia
de energa y evitar los contratos de exploracin y extraccin de
crudo, y solo permitir los contratos de servicios; 3) mantener por
parte del Estado el control total de la industria de hidrocarburos y
de electricidad; 4) no permitir los contratos de utilidad ni de produccin compartida ni las licencias, porque todas esas formas de
contratacin o de autorizacin implicarn que compartamos la
renta petrolera con los intereses forneos; 5) combatir de manera
rigurosa la corrupcin en Pemex y en la CFE, tanto en el mbito
de los contratos como en el sector sindical; 6) transparentar el
funcionamiento de los consejos de administracin en Pemex y de
la CFE; 7) reducir la exportacin de crudo al extranjero y desarrollar la industria petroqumica nacional; 8) construir las refineras que requiere nuestro pas; 9) promover el desarrollo cientfico
y tecnolgico nacional en materia de energa; 10) desarrollar con
medios nacionales las energas renovables; 11) involucrar a la sociedad en la poltica energtica del pas; 12) lograr que la industria energtica sea la palanca del desarrollo nacional; 13) realizar
una reforma fiscal que grave a las grandes empresas del pas que
ahora estn protegidas por privilegios, crditos y condonaciones
fiscales; 14) reformar el artculo 28 de la Constitucin, para que
parte de las reservas del Banco de Mxico se destinen al desarrollo nacional y a la creacin de infraestructura; 15) reducir la
carga fiscal de Pemex, previa una reforma fiscal que grave a las
grandes empresas de este pas, y buscar fuentes internas y nacionales para el financiamiento de la industria energtica nacional;
16) no utilizar la renta petrolera para sufragar el gasto corriente
del gobierno sino para apuntalar el desarrollo de las infraestructuras, de las obras pblicas, de la industria nacional y del mercado interno; 17) establecer una estrategia de energa nacional que
48
sea discutida socialmente y que se oriente a garantizar la soberana energtica del pas; 18) desarrollar esa estrategia en el marco
de polticas de desarrollo sostenible; 19) realizar la explotacin de
los hidrocarburos cuidando el medio ambiente de manera integral, y 20) maximizar obligatoriamente la recuperacin de hidrocarburos, incluyendo el gas natural.50
Estas y otras medidas de carcter nacional pudieron realizarse
sin tener que entregar la riqueza energtica de nuestro pas al extranjero. El gobierno federal y el Constituyente Permanente nunca exploraron las diferentes alternativas nacionalistas, socialmente responsables y democrticas, a la alternativa constitucional
que impusieron. Las razones del proceder de la elite gobernante
son geopolticas, y obedecen a las presiones del gobierno de los
Estados Unidos, de los organismos financieros internacionales y
de las grandes empresas petroleras mundiales, las que siempre
quisieron regresar a nuestro pas despus de la expropiacin petrolera de 1938. Esas razones tambin obedecen a la debilidad de
la elite gobernante y a sus afanes entreguistas.
50 Jimnez Espri, Javier, Anlisis a la reforma energtica 2013, Mxico, Editorial Innova, 2013.
Captulo segundo
LA REFORMA CONSTITUCIONAL
I. Introduccin
El 13 de diciembre de 2013 la Cmara de Diputados aprob por
lo que a ella respecta la reforma constitucional en materia energtica a los artculos 25, 27 y 28 de la carta magna, ms 21 artculos
transitorios. En pocos das el 18 de diciembre de ese ao,
el presidente de la Comisin Permanente, pero no la Comisin
Permanente,51 emiti la declaratoria que prev el prrafo segundo
del artculo 135 de la Constitucin, y seal que se haba cumplido
el procedimiento de reforma constitucional por parte del Congreso
de la Unin y las legislaturas locales, quedando pendiente la
promulgacin de la reforma, lo que el titular del Poder Ejecutivo
Federal realiz el 20 de diciembre de ese ao, y ese mismo da por
la tarde se public en el Diario Oficial de la Federacin.
La reforma constitucional es consecuencia de las iniciativas
legislativas que formularon legisladores del Partido Accin Nacional y del titular del Poder Ejecutivo Federal. Durante los meses que comprendieron de la presentacin de las iniciativas hasta
su aprobacin, en algunos sectores de la sociedad y en instancias oficiales se debata, y tambin se discuta, aunque no con la
profusin debida en los medios de comunicacin electrnica, su
pertinencia.
51 El prrafo segundo del artculo 135 de la Constitucin seala: El Congreso de la Unin o la Comisin Permanente en su caso, harn el cmputo de
los votos de las legislaturas locales y la declaracin de haber sido aprobadas las
adiciones o reformas.
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50
Desde las izquierdas se rechaz la reforma porque se consider que implica entregar una parte fundamental de la renta petrolera de la nacin y porque no haba razones suficientes
para compartir esa riqueza de todos los mexicanos con empresas extranjeras, adems de que Pemex y la Comisin Federal de
Electricidad son de las empresas ms productivas y exitosas del
mundo, evalundolas antes de sus respectivas contribuciones al
fisco mexicano.52 En los mbitos gubernamentales se indic que
el Estado mexicano no poda por s solo extraer los hidrocarburos
del subsuelo y de los lechos marinos porque no se contaba con
los recursos econmicos y la tecnologa necesaria para ello. Igualmente, desde esa perspectiva era fundamental poner a competir
en condiciones de libre mercado a Pemex y a la Comisin Federal
de Electricidad con las empresas petroleras y elctricas trasnacionales y nacionales.53
El debate continuar durante aos, pues an est pendiente la
aprobacin de la legislacin secundaria de esa reforma, su aplicacin por parte de las autoridades, y las consecuencias que tendr
en trminos de beneficios para la economa nacional para algunos o de prdida de la soberana nacional y de la independencia para los otros. Es importante mencionar que la reforma constitucional energtica producir un cambio trascendental
en las caractersticas de nuestro Estado-nacin, y en ese sentido
no es solo una reforma energtica. Se trata de un cambio constitucional que redefine las caractersticas del Estado mexicano en
trminos de soberana e independencia frente a otros Estados,
porque las fuentes fundamentales de la energa en Mxico y, por
tanto, de la economa, no estarn totalmente controladas ni ad52 Sobre estos y otros argumentos vase Bartlett Daz, Manuel (coord.), Estrategia urgente en defensa de la nacin. Poltica energtica para que Mxico sea potencia
econmica en el siglo XXI, Mxico, Partido del Trabajo, 2013.
53 Grunstein, Miriam, De la caverna al mercado. Una vuelta al mundo de las negociaciones petroleras, Mxico, Centro de Investigacin para el Desarrollo, A. C.,
2010, p. 233. Vase tambin IMCO (Instituto Mexicano para la Competitividad, A. C.), Nos cambiaron el mapa: Mxico ante la revolucin energtica del siglo XXI,
Mxico, 2013.
LA REFORMA CONSTITUCIONAL
51
ministradas por el gobierno, sino por grandes empresas energticas trasnacionales, que con su poder econmico y poltico son
capaces de establecer y desestabilizar gobiernos en el mundo entero, como ha ocurrido recientemente en Iraq. La reforma constitucional energtica tiene tambin como consecuencia el fortalecimiento del Ejecutivo nacional y la prdida de competencias del
Poder Legislativo y Judicial del pas. Se concentran competencias
en el Ejecutivo, porque la reforma incrementa las burocracias
y los poderes de esas burocracias que forman parte de l; por
ejemplo, se fortalece a la Comisin Nacional de Hidrocarburos y
a la Comisin Reguladora de Energa, y se crea el Fondo Mexicano del Petrleo para la Estabilizacin y el Desarrollo, instituciones que adems de ser parte del Ejecutivo tendrn un rgimen
jurdico diferente en materia de remuneraciones, adquisiciones,
responsabilidades, transparencia, etctera, en donde los poderes
de control del Legislativo y del Judicial disminuirn. Adems,
las controversias jurdicas del Estado mexicano con las empresas
energticas no se decidirn por el Poder Judicial Federal, sino por
instancias arbitrales forneas, y se aplicar para resolverlas no el
derecho nacional, sino el derecho de los tratados y convenciones
de libre comercio.
Lo que a continuacin expongo es una visin crtica de la reforma constitucional energtica, porque no me encuentro entre
los que la han apoyado y defendido. Estimo, como lo comento
adelante, que esta reforma contiene problemas jurdicos, los que
tendrn consecuencias negativas para la soberana e independencia de nuestro pas, que en esta generacin y en las generaciones
siguientes habremos de percibir.
II. Los artculos 25, 27 y 28 de la Constitucin
reformados
Se modific el prrafo cuarto del artculo 25 de la Constitucin, para quedar en los siguientes trminos:
52
Se modificaron igualmente los prrafos sexto y octavo del artculo 25 de la Constitucin, para incluir el criterio de sustentabilidad en las actividades econmicas del Estado.
La modificacin al artculo 25 contiene las siguientes novedades: 1) se crean las empresas productivas del Estado para atender
a las llamadas reas estratgicas del Estado, categora hasta
ahora inexistente en el derecho positivo mexicano; 2) se diluye el
concepto de rea estratgica del Estado, ya que anteriormente en
los prrafos cuarto de los artculos 25 y 28 de la Constitucin lo
estratgico implicaba exclusividad del Estado en la planeacin,
administracin, explotacin y control de los recursos o de las actividades, y, ahora, aun en las actividades fundamentales planeacin, control, transmisin y distribucin de la energa elctrica y exploracin y extraccin de los hidrocarburos, el Estado
podr llevar a cabo dichas funciones a travs de particulares
principalmente extranjeros va distintas formas de contratos
y licencias; 3) las empresas productivas del Estado tendrn un
rgimen jurdico especial basado en la Constitucin, las leyes y
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53
Jenaro, La estrategia perversa: menos Estado, menos soberana, Proceso, 14 de diciembre de 2013. Entrevista con el doctor Diego Valds
Ros.
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oligoplicos, que no solo producen deficiencias econmicas y falta de competencia, sino que aceleran la concentracin de la
riqueza y del ingreso nacional. En Mxico, la liberalizacin o
privatizacin de un sector econmico entraa la creacin de un
puado de multimillonarios, que destruyen el escaso desarrollo
democrtico, porque a travs de sus influencias y presiones se
apoderan del Estado y de sus instituciones para favorecer a sus
intereses en perjuicio de los ciudadanos y de la soberana nacional.
El nuevo prrafo sptimo del artculo 27 constitucional no
puede entenderse sin los artculos transitorios, principalmente
con el cuarto transitorio de la reforma, que establece el sistema
de contratos y de licencias en la industria de los hidrocarburos,
as como el rgimen de contraprestaciones a favor de las empresas privadas.58 Se ha cuestionado severamente que en los
artculos transitorios se contemplen las principales regulaciones, pues los transitorios son adjetivos y estn subordinados a
los elementos sustantivos que se contienen en los artculos 25,
27 y 28 de la Constitucin. En esta reforma como en otras modificaciones constitucionales recientes, existe un uso abusivo de
58 En el derecho administrativo mexicano se define a la concesin como
el acto administrativo a travs del cual la administracin pblica, concedente, otorga a los particulares, concesionarios, el derecho para explotar un bien
propiedad del Estado o para explotar un servicio pblico. Nava Negrete, Alfonso y Quiroz Acosta, Enrique, Concesin administrativa, Enciclopedia Jurdica Mexicana, Mxico, Instituto de Investigaciones Jurdicas, UNAM-Porra y
Tribunal Superior de Justicia del Distrito Federal, tomo II, 2008, pp. 359-362.
Sobre los contratos administrativos vase Ramrez G. Juan Carlos, El contrato administrativo. Monografas jurdicas, Bogot, Temis, 1990; Ferrando, Ismael, Contratos administrativos, Buenos Aires, Lexis-Nexis-Abeledo-Perrot, 2006, y Fernndez
Ruiz, Jorge, Derecho administrativo. Contratos, Mxico, Porra, 2009. De acuerdo
con la doctrina administrativa mexicana, se dice que un permiso es un acto
administrativo por el cual se levanta o remueve un obstculo o impedimento
que la norma legal ha establecido para el ejercicio de un derecho de un particular. Hernndez Espndola, Olga, Permiso administrativo, Enciclopedia Jurdica
Mexicana, Mxico, UNAM-Porra y Tribunal Superior de Justicia del Distrito
Federal, tomo V, 2008, pp. 532-535.
60
los artculos transitorios, y, por ello, normas que deben corresponder a la parte sustantiva se sitan indebidamente en la parte
adjetiva.59 Lo anterior se realiza seguramente para establecerle
al legislador secundario los mandatos con los que debe cumplir
al aprobar la legislacin derivada de la constitucional, y tambin para garantizar a los interesados los elementos de certeza
suficientes, a fin de que no se cuestione en su momento la constitucionalidad de la legislacin secundaria. Se estima que si ya
se indica en los artculos transitorios de la reforma constitucional el rgimen de contratos, licencias y de contraprestaciones,
entonces se disminuyen los posibles motivos de impugnacin
constitucional.
En el prrafo cuarto del artculo 28 de la Constitucin ahora
se determina:
No constituirn monopolio las funciones que el Estado ejerza
de manera exclusiva en las siguientes reas estratgicas: correos,
telgrafos y radiotelegrafa; minerales radioactivos y generacin
de energa nuclear; la planeacin y el control del sistema elctrico nacional, as como el servicio pblico de transmisin y distribucin de energa elctrica, y la exploracin y extraccin del
petrleo y de los dems hidrocarburos, en los trminos de los
prrafos sexto y sptimo del artculo 27 de esta Constitucin respectivamente; as como las actividades que expresamente sealen
las leyes que expida el Congreso de la Unin. La comunicacin
va satlite y los ferrocarriles son reas prioritarias para el desarrollo nacional en los trminos del artculo 25 de esta Constitucin;
el Estado al ejercer en ellas su rectora, proteger la seguridad y
la soberana de la Nacin, y al otorgar concesiones o permisos
mantendr o establecer el dominio de las respectivas vas de comunicacin de acuerdo con las leyes de la materia.
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de un inversionista de otra parte en su territorio, ni adoptar ninguna medida equivalente a la expropiacin o nacionalizacin de
esa inversin salvo que sea por causa de utilidad pblica; sobre
bases no discriminatorias; con apego a la legalidad y mediante
indemnizacin.61
Como puede apreciarse, estas y otras regulaciones, tales como
las dificultades para revertir la reforma constitucional y el hecho
de que las controversias jurdicas sern decididas en el extranjero
a travs del arbitraje internacional y aplicando el derecho de los
tratados comerciales, colocan a nuestro pas en una situacin de
gran debilidad. Se puede sostener que el derecho econmico nacional tal como lo hemos conocido ha muerto.
El nuevo prrafo sexto del artculo 28 de la Constitucin indica:
El Estado tendr un banco central que ser autnomo en el ejercicio de sus funciones y en su administracin. Su objetivo prioritario
ser procurar la estabilidad del poder adquisitivo de la moneda
nacional, fortaleciendo con ello la rectora del desarrollo nacional
que corresponde al Estado. Ninguna autoridad podr ordenar al
banco conceder financiamiento. El Estado contar con un fideicomiso pblico denominado Fondo Mexicano del Petrleo para la
Estabilizacin y el Desarrollo, cuya Institucin Fiduciaria ser el
banco central y tendr por objeto, en los trminos que establezca
la ley, recibir, administrar y distribuir los ingresos derivados de las
61 Witker, Jorge y Hernndez, Laura, Rgimen jurdico del comercio exterior de
Mxico, Mxico, UNAM, 2008, pp. 47 y ss.; Witker, Jorge y Hernndez, Laura,
Rgimen jurdico del comercio exterior de Mxico, 3a. ed., Mxico, UNAM, 2008; Witker, Jorge (coord.), El Tratado de Libre Comercio de Amrica del Norte. Evaluacin
jurdica: diez aos despus, Mxico, UNAM, 2005; Lpez Velarde Estrada, Rogelio, Energa y petroqumica bsica, en Witker, Jorge (coord.), El Tratado de
Libre Comercio de Amrica del Norte. Anlisis, diagnstico y propuestas jurdicas, Mxico,
UNAM, 1993, tomo I, pp. 203-259, y Jimnez Vzquez, Ral, Consideraciones en torno al captulo de compras gubernamentales del TLCAN y su eventual impacto en el derecho mexicano, en Witker, Jorge (coord.), El Tratado de
Libre Comercio de Amrica del Norte. Anlisis, diagnstico y propuestas jurdicas, Mxico,
UNAM, 1993, tomo I, pp. 261-281.
64
La finalidad de la reforma es crear el Fondo Mexicano del Petrleo para la Estabilizacin y el Desarrollo, y sealar las principales caractersticas de su diseo jurdico: a) fideicomiso pblico;
b) la institucin fiduciaria ser el Banco de Mxico, y c) recibir
los ingresos que resulten de las asignaciones y contratos por la
exploracin y extraccin de los hidrocarburos, con excepcin de
los impuestos.
Esta modificacin constitucional debe entenderse tomando en
cuenta lo dispuesto en los artculos decimocuarto y decimoquinto
transitorios, que precisan las caractersticas jurdicas del Fondo,
su naturaleza jurdica, sus objetivos, as como el tipo de ingresos
que este recibir, y que no podrn ser impuestos, porque estos los
seguir administrando y ejerciendo la Secretara de Hacienda y
Crdito Pblico. Es decir, el Fondo podr recibir de Pemex como
empresa productiva del Estado y de las empresas particulares, los
derechos y otro tipo de contribuciones que no constituyan impuestos y que se deriven de las asignaciones, contratos y licencias.
La propuesta inicial de los legisladores del Partido Accin Nacional pretenda que el Fondo fuera un rgano constitucional autnomo, tal como existe en Noruega.62 Las negociaciones con el
PRI y con el Ejecutivo federal lo impidieron. La naturaleza jurdica que establece el texto constitucional no augura independencia en su organizacin ni en su funcionamiento, pues de acuerdo
con el artculo decimoquinto transitorio de la reforma, el Fondo
ser presidido por el secretario de Hacienda y Crdito Pblico, y
su naturaleza jurdica ser la de un fideicomiso pblico. En el derecho mexicano, desgraciadamente los fideicomisos pblicos no
62 Los Sovereign Wealth Fund, que se han constituido en diversos pases
del mundo siguiendo el ejemplo Noruego, son generalmente controlados por los
bancos centrales de los Estados y sirven como instrumento de transferencia de
renta intergeneracional. Salvo el caso noruego suelen ser cuestionados por su
opacidad y por los dbiles mecanismos de rendicin de cuentas que presentan.
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El artculo primero transitorio establece que el Decreto entrar en vigor al da siguiente de su publicacin en el Diario Oficial de
la Federacin; es decir, el 23 de diciembre de 2013. En este punto
es importante destacar las violaciones procedimentales del Decreto. stas las podemos agrupar en cuatro: 1) el Constituyente
permanente no era competente para aprobar esta reforma, sino
el Constituyente originario; 2) el Constituyente Permanente no
observ el artculo 18 de la Ley Federal de Presupuesto y Responsabilidad Hacendaria; 3) existieron diversas violaciones reglamentarias durante la aprobacin del Decreto por parte de las
cmaras del Congreso de la Unin y de las legislaturas locales,
y 4) al realizarse el procedimiento contemplado en el segundo
prrafo del artculo 135 de la Constitucin, la Comisin Permanente no hizo el cmputo de los votos de las legislaturas locales
ni la declaracin de haber sido aprobadas en ellas las adiciones o
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reformas constitucionales a los artculos 25, 27 y 28 de la Constitucin, sino el presidente de la Comisin Permanente.
Sobre la primera cuestin, y dada la trascendencia de la reforma, que implica la afectacin de principios polticos fundamentales, nosotros hemos insistido en que este tipo de reformas corresponden al Constituyente originario, pues se violenta el principio
establecido en la Constitucin desde 1917, que determina que la
nacin es la propietaria y le corresponde la explotacin de los hidrocarburos. Al permitirse, por ejemplo, que extranjeros reciban
como pago, en los contratos de produccin compartida, una parte de la produccin o del crudo extrado, se violenta el principio
de que los hidrocarburos son de la nacin, porque se compartirn
en propiedad con ellos; esto es, una parte de los mismos sern
de su propiedad. Igualmente, se infringe el principio de que la
nacin es la que debe explotar esos recursos, pues las empresas
trasnacionales participarn en todas las fases de la industria de
los hidrocarburos, desde la exploracin, extraccin, refinacin,
almacenamiento, transporte, distribucin, y hasta las ventas de
primera mano. Las empresas trasnacionales tendrn todo o parte
del control y administracin de estos procesos. En este sentido, es
conveniente insistir en que aunque el Constituyente de Quertaro formalmente aprob solo los dos primeros principios constitucionales en materia de petrleo,63 el tercero y el cuarto fueron
producto de tres reformas las de 1940, 1960 y 1983, las que
63 Los principios constitucionales son: 1) el que seala la propiedad originaria de la nacin sobre las tierras y aguas comprendidas dentro de los lmites
del territorio nacional, la que tiene el derecho de transmitir su dominio a los
particulares para que stos constituyan la propiedad privada; 2) el del dominio
directo, inalienable e imprescriptible de la nacin sobre todos los recursos naturales del subsuelo, incluyendo los hidrocarburos; 3) el de la explotacin directa
de los hidrocarburos por parte de la nacin; en consecuencia, la prohibicin
expresa de otorgar a particulares concesiones o contratos en la materia, segn
lo disponga la ley reglamentaria, y 4) el que expresa que los hidrocarburos y la
petroqumica bsica constituyen un rea estratgica de la economa nacional, y
que el sector pblico las tendr a su cargo de manera exclusiva (reformas a los
artculos 25 y 28 constitucionales).
68
2009.
65 Guastini, Riccardo, Peculiaridades de la interpretacin constitucional?, Estudios de teora constitucional, traduccin Miguel Carbonell, Mxico, Fontamara, 2001, p. 203.
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La norma interamericana citada constituye un lmite material para las reforma constitucionales de todas las Constituciones
de Amrica, en donde los Estados miembros hayan ratificado la
Convencin. Es decir, ninguno de los Estados que hayan ratificado ese tratado podran, a travs de reformas a la Constitucin,
alterar, menoscabar o reducir esos derechos fundamentales, pues
ni aun en estado de sitio o suspensin de garantas se pueden
afectar.
A la luz de algunas experiencias histricas, como la de la Alemania nazi, el Mxico de la poca de Victoriano Huerta, o el
Mxico de hoy, en donde se restringe, menoscaba o limita la so76 Carbonell, Miguel, Constitucin, reforma constitucional y fuentes del derecho en
Mxico, Mxico, UNAM, 1998, pp. 264-266.
74
berana energtica de Mxico, conviene preguntarse si un sistema constitucional puede destruirse desde su propia constitucionalidad y legalidad (golpe de Estado constitucional). La respuesta
emprica es que as ha sido, sobre todo si se admite que no existen
lmites materiales implcitos de carcter constitucional al poder
de revisin de la Constitucin. De esta suerte, hasta la destruccin de la totalidad de la Constitucin material existente podra
presentarse como fenmeno deducible del ejercicio ms estricto
de la constitucionalidad y la legalidad vigente.
El fraude a la Constitucin pone de manifiesto el enfrentamiento y la confrontacin, en determinadas circunstancias, como la que
hoy vive Mxico, entre la operacin de la reforma constitucional,
en cuanto actividad amparada por el sistema de constitucionalidad y legalidad, y el orden de valores y principios entre ellos
los referentes a los recursos naturales propiedad de la nacin y la
soberana energtica de Mxico en los que descansa el sistema
de legitimidad. Por eso, y para evitar un fraude constitucional, es
necesario que el poder de revisin de la Constitucin sea limitado por el sistema de valores y principios constitucionales que el
propio ordenamiento jurdico tiene la misin de proteger. No reconocer ningn tipo de fronteras a la accin de reforma constitucional equivale a consagrar y dar por bueno el fraude constitucional. Por el contrario, reconocer la existencia de lmites implcitos
materiales en la Constitucin supone impedir que la legalidad y
constitucionalidad del Estado se emplee como instrumento contra la Constitucin y contra el poder constituyente originario; es
decir, contra la soberana nacional.77
Se puede maliciosamente sostener que la falta de precisin sobre los principios implcitos en la Constitucin mexicana a lo que
conduce es a que arbitrariamente se ample o se reduzca el nmero de decisiones polticas fundamentales. A lo que debe contestarse que la ampliacin o reduccin de lmites materiales implcitos en la Constitucin depende, como ha sealado Carpizo,
77
Vega, Pedro de, La reforma constitucional y la problemtica del poder constituyente,
Madrid, Tecnos, 1988, pp. 294 y 295.
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Las normas citadas con anterioridad son obligatorias y no potestativas. La evaluacin del impacto presupuestal de una iniciativa o de un dictamen constituye un requisito de procedibilidad.
La evaluacin presupuestal del dictamen es de previo y especial
pronunciamiento. Si no se cumple con la obligacin citada, las
iniciativas y el dictamen correspondiente no pueden discutirse, y
mucho menos votarse y aprobarse. Al aprobarse los dictmenes
sin cumplir con esas obligaciones de la Ley Federal de Presupuesto y Responsabilidad Hacendaria se viol el procedimiento parlamentario y sus fundamentos contemplados en los artculos 72 y
135 de la Constitucin.
Las violaciones reglamentarias se sucedieron durante todo el
proceso de aprobacin de la reforma constitucional energtica. El
procedimiento parlamentario de reforma constitucional a los artculos 25, 27 y 28 de la Constitucin en materia energtica la
reforma ms importante a la Constitucin desde la promulgacin
de la Constitucin de 1917 estuvo plagado de innumerables
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dichos campos que incluya descripciones de los trabajos e inversiones a realizar, justificando su adecuado aprovechamiento y una
produccin eficiente y competitiva.
Para la determinacin de las caractersticas establecidas en
cada asignacin de extraccin de hidrocarburos se considerar
la coexistencia de distintos campos en un rea determinada. Con
base en lo anterior, se podr establecer la profundidad especfica
para cada asignacin, de forma que las actividades extractivas
puedan ser realizadas, por separado, en aquellos campos que se
ubiquen en una misma rea pero a diferente profundidad, con el
fin de maximizar el desarrollo de recursos prospectivos en beneficio de la Nacin. En caso de que, como resultado del proceso de
adjudicacin de asignaciones para llevar a cabo las actividades
de exploracin y extraccin del petrleo y de los hidrocarburos
slidos, lquidos o gaseosos a que hace mencin este transitorio,
se llegaran a afectar inversiones de Petrleos Mexicanos, stas
sern reconocidas en su justo valor econmico en los trminos
que para tal efecto disponga la Secretara del ramo en materia
de Energa. El Estado podr determinar una contraprestacin al
realizar una asignacin. Las asignaciones no podrn ser transferidas sin aprobacin de la Secretara del ramo en materia de
Energa. Petrleos Mexicanos podr proponer a la Secretara del
ramo en materia de Energa, para su autorizacin, la migracin
de las asignaciones que se le adjudiquen a los contratos a que se
refiere el artculo 27, prrafo sptimo, de esta Constitucin. Para
ello, la Secretara del ramo en materia de Energa contar con la
asistencia tcnica de la Comisin Nacional de Hidrocarburos. En
la migracin de las asignaciones a contratos, cuando Petrleos
Mexicanos elija contratar con particulares, a fin de determinar
al particular contratista, la Comisin Nacional de Hidrocarburos
llevar a cabo la licitacin en los trminos que disponga la ley.
La ley prever, al menos, que la Secretara del ramo en materia
de Energa establezca los lineamientos tcnicos y contractuales, y
que la Secretara del ramo en materia de Hacienda ser la encargada de establecer las condiciones fiscales. En estos casos, la administracin del contrato estar sujeta a las mismas autoridades
y mecanismos de control que aplicarn a los contratos suscritos
por el Estado.
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El artculo transitorio sexto establece la regulacin a la que deber sujetarse Pemex dentro de un sistema de asignaciones para
exploracin y extraccin de hidrocarburos la llamada ronda
cero. El sistema de asignacin propuesto es semejante al que
existe en la legislacin minera, en donde existen las concesiones.
Lo anterior prueba que el sistema de asignaciones y contratos de
la reforma equivale en los hechos a las concesiones. Las asignaciones pueden ser transferidas a particulares mediante actos de
comercio. El sistema de asignaciones es para que el Estado mexicano les ahorre a los inversionistas extranjeros las cuantiosas inversiones iniciales en exploracin y extraccin de hidrocarburos,
para que posteriormente estos, sin aportar esos recursos iniciales,
reciban los beneficios. Se trata de privatizar en beneficio de las
trasnacionales los recursos pblicos de las empresas productivas
del Estado, pues aunque aparentemente Pemex contar con un
rgimen de privilegio porque acceder a asignaciones a las que
no accedern las empresas privadas, mediante las diversas figuras de contratacin, Pemex acordar con las empresas privadas,
entregarles cualquier bloque territorial originalmente asignado
para exploracin o extraccin.
La finalidad del artculo transitorio sexto es simular que Pemex
y sus subsidiarias tendrn un papel preponderante en la explotacin de los recursos. La figura de la asignacin aparentemente
busca destacar los componentes de derecho pblico en Pemex y
en las asignaciones; sin embargo, y como lo dice el artculo transitorio sexto, las asignaciones pueden enajenarse a particulares,
de suerte que es falsa la afirmacin de que Pemex se encargar de
la explotacin de los yacimientos convencionales, y las trasnacionales, de los campos no convencionales. Como se desprende del
sexto transitorio, las trasnacionales podrn ocuparse o encargarse
de cualquier tipo de yacimiento mediante las diversas formas de
contratacin establecidas en el artculo transitorio cuarto. Todo
estar sujeto al comercio y a la competencia, y Pemex y sus subsidiarias sern jugadores como los dems.
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deres y rganos del Estado en materia de transparencia y fiscalizacin. El artculo transitorio noveno favorece la opacidad en
materia de contratos y asignaciones en la industria energtica y
promueve la no rendicin de cuentas, porque exclusivamente indica la publicidad de ciertas partes o elementos de los contratos
(contraprestaciones, contribuciones y pagos). No se establece en
la norma transitoria ningn mecanismo de auditora social que
comporte participacin social ni se alude a reforzadas obligaciones de transparencia y fiscalizacin en las empresas productivas
del Estado.
La corrupcin en Pemex y en la CFE es proverbial. Los ejemplos ms importantes de corrupcin en Mxico los encontramos,
hoy en da, en ambos organismos, segn las revisiones anuales
de la Auditora Superior de la Federacin a las cuentas pblicas. La reforma constitucional en materia energtica debi haber
comportado un diseo institucional muy amplio y profundo para
hacer frente a la corrupcin en esos dos organismos pblicos del
Estado, pues lo que se nos presenta en este artculo transitorio no
es suficiente. Es importante aclarar que esa corrupcin no tiene
necesariamente que ver con los privilegios sindicales, aunque ah
exista una de sus fuentes indudables. La principal corrupcin de
Pemex y de la CFE surge de las relaciones contractuales de los
contratos de servicios. Imaginemos la que puede existir con
otras formas de contratos y licencias en donde estarn en juego
muchos millones de dlares.
El artculo dcimo transitorio propone nuevas atribuciones a
las dependencias y entidades vinculadas con el sector energtico.
La norma seala que
Dentro del plazo previsto en el transitorio cuarto del presente Decreto, el Congreso de la Unin realizar las adecuaciones que resulten necesarias al marco jurdico a fin de establecer, entre otras,
las siguientes atribuciones de las dependencias y rganos de la
Administracin Pblica Federal:
a) A la Secretara del ramo en materia de Energa: establecer,
conducir y coordinar la poltica energtica, la adjudicacin de
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Ejecutivo, porque este tiene un peso fundamental en la designacin de los titulares aunque tambin interviene el Senado en
la designacin de los titulares de estos rganos, lo que favorecer en la eleccin de los titulares el reparto de cuotas entre los
partidos mayoritarios, principalmente entre el PRI y el PAN. Se
establecen fideicomisos con los excedentes de estos organismos.
Aunque se apela a la transparencia y a la rendicin de cuentas,
los fideicomisos pblicos se caracterizan por su opacidad y por
su no rendicin de cuentas, tal como lo ha sealado la Auditora
Superior de la Federacin.
El artculo transitorio decimotercero transitorio seala:
En el plazo de ciento veinte das naturales siguientes a la entrada
en vigor del presente Decreto, el Congreso de la Unin realizar las adecuaciones al marco jurdico, a fin de establecer que los
comisionados de la Comisin Nacional de Hidrocarburos y de
la Comisin Reguladora de Energa slo podrn ser removidos
de su encargo por las causas graves que se establezcan al efecto;
que podrn ser designados, nuevamente, por nica ocasin para
cubrir un segundo perodo, y que su renovacin se llevar a cabo
de forma escalonada, a fin de asegurar el debido ejercicio de sus
atribuciones. Los actuales comisionados concluirn los periodos
para los que fueron nombrados, sujetndose a lo dispuesto en el
prrafo anterior. Para nombrar a los comisionados de la Comisin Nacional de Hidrocarburos y de la Comisin Reguladora de
Energa, el Presidente de la Repblica someter una terna a consideracin del Senado, el cual, previa comparecencia de las personas propuestas, designar al comisionado que deber cubrir la
vacante. La designacin se har por el voto de las dos terceras
partes de los miembros del Senado presentes, dentro del improrrogable plazo de treinta das. Si el Senado no resolviere dentro
de dicho plazo, ocupar el cargo de comisionado la persona que,
dentro de dicha terna, designe el Presidente de la Repblica. En
caso de que la Cmara de Senadores rechace la totalidad de la
terna propuesta, el Presidente de la Repblica, someter una nueva, en los trminos del prrafo anterior. Si esta segunda terna
fuera rechazada, ocupar el cargo la persona que dentro de dicha
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De acuerdo con el artculo decimocuarto transitorio, El Fondo Mexicano del Petrleo para la Estabilizacin y el Desarrollo
se constituye como fideicomiso pblico, con los consiguientes dficits de transparencia y de fiscalizacin que presentan esos fideicomisos pblicos de nuestro pas. No es un fondo constituido
conforme al marco jurdico de Noruega, del que pretende ser su
smil. Es un fondo que estar controlado por la Secretara de Hacienda y Crdito Pblico, porque el secretario del ramo ser su
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pecficos. En caso de que la Cmara de Diputados no se pronuncie acerca de la recomendacin del Comit Tcnico a ms tardar
el treinta de abril del mismo ao, se considerar aprobada. Con
base en la asignacin aprobada por la Cmara de Diputados, el
Ejecutivo Federal determinar los proyectos y programas especficos a los que se asignarn los recursos en cada rubro, para
su inclusin en el Proyecto de Presupuesto de Egresos de la Federacin del ao de que se trate. En el proceso de aprobacin
de dicho Proyecto, la Cmara de Diputados podr reasignar los
recursos destinados a los proyectos especficos dentro de cada rubro, respetando la distribucin de recursos en rubros generales
que ya se hayan aprobado.
Lo anterior sin perjuicio de otros recursos que se establezcan
en el Presupuesto de Egresos de la Federacin para proyectos y
programas de inversin.
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El Decreto proveer lo conducente para que la Comisin Federal de Electricidad transfiera los recursos que el Centro Nacional de Control de Energa requiera para el cumplimiento de sus
facultades.
El Centro Nacional de Control de Energa dar a la Comisin
Federal de Electricidad el apoyo necesario, hasta por doce meses
posteriores a su creacin, para que contine operando sus redes
del servicio pblico de transmisin y distribucin en condiciones
de continuidad, eficiencia y seguridad.
El artculo decimosexto transitorio incrementa desmesuradamente y en contra de la Constitucin las competencias del Poder
Ejecutivo, al crearse mediante decreto de ese poder el Centro
Nacional de Control del Gas Natural. De acuerdo con el artculo
73, fraccin X, de la Constitucin, las competencias en materia
de electricidad y de hidrocarburos son del Congreso de la Unin
y no del Ejecutivo. El texto completo de este artculo transitorio
es inconstitucional, porque obvia las competencias del Congreso
de la Unin a favor del titular del Ejecutivo Federal. Adems, el
artculo transitorio constituye un precedente muy grave, porque
por la va de normas adjetivas de reformas constitucionales se limitan las competencias de los poderes pblicos a favor del Ejecutivo, trastocndose con ello el marco de competencias establecido
en las normas sustantivas de la Constitucin.
El artculo decimosptimo transitorio indica:
Dentro de los trescientos sesenta y cinco das naturales siguientes a la entrada en vigor del presente Decreto, el Congreso de
la Unin realizar las adecuaciones al marco jurdico, para establecer las bases en las que el Estado procurar la proteccin
y cuidado del medio ambiente, en todos los procesos relacionados con la materia del presente Decreto en los que intervengan empresas productivas del Estado, los particulares o ambos,
mediante la incorporacin de criterios y mejores prcticas en
los temas de eficiencia en el uso de energa, disminucin en la
generacin de gases y compuestos de efecto invernadero, eficiencia en el uso de recursos naturales, baja generacin de resi-
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VI. Cuenten, en trminos de lo establecido en las leyes correspondientes, con un rgimen especial en materia de adquisiciones, arrendamientos, servicios y obras pblicas, presupuestaria,
deuda pblica, responsabilidades administrativas y dems que se
requieran para la eficaz realizacin de su objeto, de forma que les
permita competir con eficacia en la industria o actividad de que
se trate.
Una vez que los organismos descentralizados denominados
Petrleos Mexicanos y sus organismos subsidiarios, y Comisin
Federal de Electricidad, se conviertan en empresas productivas
del Estado de conformidad con las leyes que se expidan para tal
efecto en trminos del transitorio tercero de este Decreto, no les
sern aplicables las disposiciones relativas a la autonoma contenidas en las fracciones anteriores, sino hasta que conforme a las
nuevas disposiciones legales se encuentren en funciones sus consejos de administracin y estn en operacin los mecanismos de
fiscalizacin, transparencia y rendicin de cuentas. Los consejeros
profesionales de Petrleos Mexicanos en funciones a la entrada
en vigor del presente Decreto permanecern en sus cargos hasta
la conclusin de los periodos por los cuales fueron nombrados,
o bien hasta que dicho organismo se convierta en empresa productiva del Estado y sea nombrado el nuevo Consejo de Administracin. Los citados consejeros podrn ser considerados para
formar parte del nuevo Consejo de Administracin de la empresa
productiva del Estado, conforme al procedimiento que establezca
la ley.
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empresariales, lo que constituye una necedad, porque los objetivos de los organismos pblicos son la salvaguarda y consecucin
del inters general y no la maximizacin del beneficio individual.
Las empresas productivas del Estado auxiliarn a las trasnacionales en su beneficio en la patrimonializacin los recursos de la
nacin. El artculo transitorio no indica cmo se designar a los
cinco consejeros independientes, y, como sealaron los medios
de comunicacin durante los das de la aprobacin de la reforma, este artculo transitorio pondr seguramente punto final a la
participacin de los representantes sindicales en los consejos de
administracin de Pemex y tal vez en la CFE.
El artculo vigsimo primero transitorio precisa que
Dentro del plazo previsto en el transitorio cuarto del presente Decreto, el Congreso de la Unin realizar las adecuaciones al marco jurdico, a fin de establecer los mecanismos legales suficientes
para prevenir, investigar, identificar y sancionar severamente a los
asignatarios, contratistas, permisionarios, servidores pblicos, as
como a toda persona fsica o moral, pblica o privada, nacional o
extranjera, que participen en el sector energtico, cuando realicen
actos u omisiones contrarios a la ley, entre otros, los que tengan
como objeto o consecuencia directa o indirecta influir en la toma
de decisin de un servidor pblico, del personal o de los consejeros de las empresas productivas del Estado para obtener un beneficio econmico personal directo o indirecto.
Se trata de una norma retrica que dice combatir la corrupcin, aunque por su carcter enunciativo es una norma sin consecuencia jurdica. Durante los gobiernos del PRI y del PAN no se
ha combatido la corrupcin en Pemex ni en la CFE; un ejemplo
de ello, entre otros, son los casos del Pemexgate y el de Oceanografa. La norma no propone nada importante mecanismos o
instituciones para enfrentar la corrupcin en esas instituciones.
Este artculo transitorio es un ejemplo de la simulacin y la hipocresa de la reforma energtica aprobada.
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Captulo tercero
CONSECUENCIAS JURDICAS Y POLTICAS
DE LA REFORMA
En este captulo hacemos la revisin de algunas de las consecuencias jurdicas y polticas de la reforma constitucional energtica
de 2013. Entre otras variables y consecuencias, sostenemos que
el cambio constitucional contradice las decisiones polticas fundamentales de nuestro ordenamiento, y, en ese sentido, las podemos
calificar de inconstitucionales; es decir, no vlidas. Indicamos que
la reforma constitucional trae aparejado el fortalecimiento de los
poderes fcticos trasnacionales, que harn ms dbiles a los poderes formales de nuestro pas. Sealamos que al liberalizarse los
sectores elctrico y de hidrocarburos, y en virtud de lo establecido
en el Tratado de Libre Comercio con Norteamrica y otros acuerdos internacionales, los hidrocarburos y la electricidad sern considerados commodities que estarn regulados por el libre mercado, y
Mxico perder la rectora econmica que ha tenido en esos mbitos. Mencionamos que los contratos que comparten la utilidad
y la produccin y las licencias, en donde el pago a la empresa petrolera se vincula a la cantidad de petrleo extrado o al xito en la
produccin, son anticonstitucionales, porque vulneran el principio
de que la propiedad de las riquezas del subsuelo es de la nacin,
y esa riqueza no puede compartirse con particulares, sobre todo
si son extranjeros. Mostramos que el derecho y los tribunales de
nuestro pas quedarn de lado al aprobarse la reforma, pues las
grandes empresas petroleras demandarn la aplicacin del derecho de los tratados por instancias arbitrales o jurisdiccionales forneas. Con la reforma constitucional energtica se infringirn los
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Como se explic en el captulo anterior, la violacin a las decisiones polticas fundamentales de carcter implcito previstas,
antes de la reforma constitucional energtica, en los artculos 25,
27 y 28 de la Constitucin, han producido el rompimiento y quiebre con la Constitucin de Quertaro de 1917. Con ello, el pacto social que cohesionaba a millones de mexicanos ha quedado
profundamente lastimado. La reforma constitucional de 2013 en
materia energtica representa el momento cspide de la imposicin del modelo neoliberal en Mxico, que se puede sintetizar
en tres divisas: reducir el gasto pblico, privatizar y liberalizar la
economa de restricciones gubernamentales y legislativas.
El Constituyente de Quertaro formalmente aprob solo los
dos primeros principios constitucionales en materia de petrleo,86
86 Los principios constitucionales son: 1) el que seala la propiedad originaria de la nacin sobre las tierras y aguas comprendidas dentro de los lmites
del territorio nacional, la que tiene el derecho de transmitir su dominio a los
particulares para que estos constituyan la propiedad privada; 2) el del dominio
directo, inalienable e imprescriptible de la nacin sobre todos los recursos natu-
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cesionar los hidrocarburos fue totalmente necesaria para contener los abusos de las compaas petroleras extranjeras que no
haban respetado en los hechos la soberana energtica del pas
ni los principios del constituyente de Quertaro. La reforma de
1960 fue necesaria, porque los intereses privados con la complicidad del sector pblico haban hecho nugatoria en los hechos la
prohibicin de las concesiones sobre los hidrocarburos a travs de
la figura de los contratos de riesgo, y la reforma de 1983 constituy el cierre o perfeccionamiento constitucional de los principios
en la materia, para tajantemente sealar que los hidrocarburos
son rea estratgica del Estado, y que solo al sector pblico le
corresponde su explotacin de manera exclusiva en las distintas
fases de la industria petrolera.
Si las reformas de 1940, 1960 y 1983 hubieran tenido por propsito debilitar los principios del Constituyente de Quertaro,
estableciendo que la nacin ya no tena el dominio directo, inalienable e imprescriptible sobre los hidrocarburos, o favoreciendo
a los particulares con la explotacin de esos recursos por encima
de los intereses de la nacin, esas modificaciones constitucionales
hubieran implicado la destruccin de la Constitucin, la alteracin de la misma, por un rgano incompetente como lo es poder
revisor de la Constitucin. En esta tesitura, Carl Schmitt deca
que los rganos de reforma constitucional no son titular o sujeto
del Poder Constituyente son un rgano constituido ni estn
comisionados para su ejercicio permanente, por lo que a travs
de los procedimientos de reforma previstos en las Constituciones
no es factible dar una nueva Constitucin ni trastocar o suprimir
una decisin poltica fundamental.88
Despus de esta reforma constitucional energtica de 2013, las
vas de lucha en contra de esta y de otras modificaciones constitucionales denominadas por los sectores neoliberales como estructurales se profundizarn. Algunos escogern las vas jurdicas
de oposicin los juicios de amparo y la apelacin al derecho a
88 Schmitt, Carl, Teora de la Constitucin, Madrid, Alianza Editorial, 1982,
pp. 119 y 120.
123
la consulta sobre este tipo de reformas, que son senderos de resultados inciertos; otros escogern vas de resistencia y de desobediencia con diversos matices, y algunos insistirn en las vas
revolucionarias. La reforma constitucional en materia energtica
del 20 de diciembre de 2013 implica un momento de no retorno
en la conciliacin entre los mexicanos.
Aunque no se deben hacer acadmicamente predicciones sobre el futuro, las alternativas parecen ser: la permanencia del modelo neoliberal con todas sus consecuencias en cuanto a nuestra
existencia como Estado soberano, o la construccin de un nuevo
tipo de Estado que sea resultado de un proceso constituyente nacionalista, social y democrtico. Tal vez la reforma constitucional en materia energtica de 2013, sin proponrselo, ha abierto
las posibilidades de una refundacin del Estado mexicano bajo
condiciones ms libertarias, igualitarias y solidarias. Esas alternativas estarn presentes en los prximos aos, y su desenlace
depende de circunstancias que no puede ni siquiera analizar un
libro como este.
II. La reforma sustituye a los poderes fcticos
nacionales por poderes fcticos trasnacionales
Hoy en da en Mxico los poderes fcticos nacionales medios de comunicacin electrnica, grandes empresarios nacionales, organismos empresariales, el crimen organizado, partidos polticos, sindicatos, Iglesias han colonizado y se han apropiado
del Estado mexicano, al grado que sus instituciones formales son
cajas de resonancia de los intereses de esos poderes reales. En ese
proceso de colonizacin de las instituciones, entidades financieras internacionales como el Banco Mundial, el Fondo Monetario
Internacional, la OCDE, tambin juegan un papel fundamental
influyendo en el diseo de las polticas pblicas nacionales y en
la conformacin de la agenda nacional. Igualmente, el gobierno
de los Estados Unidos influye y determina la poltica econmica
y de seguridad de nuestro pas.
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Las instituciones formales nacionales previstas en la Constitucin y en las leyes son un reflejo de decisiones y de intereses que
se adoptan en mbitos diferentes a los del Estado, en donde adems esos intereses y decisiones no pasan la prueba de los procedimientos democrticos de control ni los del Estado constitucional.
Los ciudadanos estn al margen de esas decisiones e influencias
y no las pueden controlar directamente y de raz. La democracia y todo el andamiaje constitucional se encuentran a enemigos
que no es fcil combatir, porque operan al margen de las instituciones, aunque las usan para su provecho.
El ingreso al negocio del petrleo, del gas y de la electricidad
de grandes empresas petroleras, como Exxon Mobile, Chevron,
la Royal Dutch Shell o, British Petroleum, implicar la incorporacin de nuevos y ms poderosos poderes fcticos que condicionarn la vida nacional y a sus instituciones formales. Por ejemplo,
en las zonas de yacimientos que controlen esas empresas no es
impensable sostener que querrn contar con una clase poltica
adicta. Influirn en la designacin de alcaldes, legisladores locales, de gobernadores, de diputados y de senadores, y hasta del
mismo presidente de la Repblica. Buscarn que sus intereses
econmicos estn debidamente protegidos frente a comunidades
indgenas, trabajadores, ciudadanos, el medio ambiente o las instituciones formales nacionales, para maximizar su riqueza.
Por otra parte, el petrleo, el gas de Mxico y la electricidad, se
utilizarn como un mecanismo para influir en la determinacin
de los precios internacionales de esos insumos. Si les conviene,
por ejemplo, que el precio del petrleo sea alto en el mercado internacional, decidirn limitar la produccin en nuestro pas para
que ste suba; si les interesa que el precio sea bajo, incrementarn
la produccin nacional. Los mexicanos perderemos totalmente
el control sobre lo que se llama la plataforma de produccin y
exportacin.
Lo que aqu se expone no es una especulacin, el modelo neoliberal y la globalizacin han logrado someter a las sociedades,
a los ordenamientos jurdicos y a los Estados a los intereses del
125
mercado y del gran capital. Mercantilizar todo, tiene como resultado la destruccin de los cimientos de nociones como inters
general o inters comn. La dictadura de los mercados, la circulacin de los capitales en provecho de los intereses del capitalismo especulativo, parecen decirnos que el mercado dicta todo,
gobierna todo, engloba todo.
Detrs de la globalizacin se afirma el poder creciente de las
empresas financieras en detrimento de los Estados, donde la articulacin entre poder financiero mundial y poder poltico nacional
es muy fuerte. La globalizacin y el neoliberalismo son ideologas
que tienen dogmas. El primero es el de la gobernanza de empresa
basada en el predominio de los beneficios nicamente para los
accionistas a costa de los trabajadores, los clientes de las empresas y el medio ambiente, con una exigencia de rentabilidad de los
fondos propios. El segundo dogma cuestiona a las conquistas sociales, porque se piensa que constituyen rigideces del mercado del
trabajo, y adems no les preocupa el estancamiento o el debilitamiento del poder adquisitivo de los trabajadores o la explotacin
de ellos. El tercer dogma impulsa la privatizacin y el desmantelamiento de las empresas y de los servicios pblicos en beneficio de
los intereses empresariales mundiales. Los instrumentos del neoliberalismo y la globalizacin son el Banco Mundial, el Fondo Monetario Internacional, la Organizacin Mundial del Comercio, la
OCDE y los gobiernos de las principales potencias, comenzando
con el de los Estados Unidos.89
Las soluciones al neoliberalismo y a la globalizacin pasan por
medidas que los gobiernos neoliberales de nuestro pas no han
querido implementar. Entre estas reformas podemos mencionar:
1) preservar al Estado-nacin y la orientacin social que lo debe
distinguir; 2) democratizar y transparentar a las instituciones internacionales, que son los instrumentos de los poderes fcticos
trasnacionales; 3) sustituir el actual sistema financiero internacional para transparentarlo, democratizarlo y obligarlo a orientarse
89 Nar, Sami, Mundializacin, inters general y civilizacin, Claves de
Razn Prctica, Madrid, nm. 124, julio-agosto de 2002, pp. 12-18.
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nal de que los hidrocarburos son propiedad de la nacin.92 Estaremos compartiendo la renta petrolera con empresas petroleras
extranjeras. Lo anterior es ms evidente, si como qued aprobado en el artculo quinto transitorio de la reforma, las empresas
extranjeras asientan en su contabilidad y como activos fijos, las
reservas petroleras de la nacin para ser garanta de los crditos
de las empresas trasnacionales ante la banca internacional y para
especular en las bolsas de valores del mundo con los recursos del
subsuelo de Mxico.
Los contratos de produccin compartida implican entregar
a las empresas extranjeras parte de la produccin. Es decir, estaremos cediendo parte de los hidrocarburos, que son de la nacin, a manos privadas extranjeras. Con ello compartimos la renta petrolera, entregamos parte del control y administracin de
los hidrocarburos a manos privadas, y perderemos la soberana
energtica la decisin sobre el uso y destino de los recursos
energticos. Adems, el rgimen de contratos de produccin
compartida promover el saqueo de los recursos de la nacin,
porque adems de compartir los beneficios asumiremos los costos
que las empresas extranjeras determinen como erogacin para
explotar los hidrocarburos.
La precisin sobre las peculiaridades de la contratacin y de
las licencias, segn el artculo cuarto transitorio de la reforma,
depender de la legislacin secundaria.93 Lo que quiere decir: 1)
que la legislacin secundaria desarrollar las caractersticas de los
contratos; 2) se dice que se har a modo anlogo a las reformas
cardenistas, pero estas no permitieron contratos con extranjeros
ni con sociedades mercantiles con acciones al portador; 3) se evade el tema de la inversin extranjera, y 4) se reconoce que el pago
92 Sobre los contratos administrativos vase Ramrez G., Juan Carlos, El
contrato administrativo. Monografas jurdicas, Bogot, Temis, 1990; Ferrando, Ismael, Contratos administrativos, Buenos Aires, Lexis-Nexis-Abeledo-Perrot, 2006,
y Fernndez Ruiz, Jorge, Derecho administrativo. Contratos, Mxico, Porra, 2009.
93 Mrquez, Daniel, Modelos histrico-jurdicos de contratacin en
Petrleos Mexicanos, en Crdenas Gracia, Jaime (coord.), Reforma energtica:
Anlisis y consecuencias, Mxico, UNAM, 2014 (indito).
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trleo y el gas,99 pero abri el esquema de compras gubernamentales en el captulo X, y dio pie con ello a la ampliacin de la
contratacin de servicios con empresas extranjeras. Es adems
importante decir que acorde a la normatividad derivada del captulo XV del Tratado, Libre Competencia, Monopolios y Empresas de Estado, si un Estado renuncia, privatiza o transfiere
a los particulares un rea econmica sujeta a su control, esta ya
no podr ser reasumida libremente, sino que tiene que abrir una
ronda de negociaciones con las contrapartes. En caso de controversias, estas seran ventiladas ante los paneles internacionales, y
no ante los tribunales del Poder Judicial de la Federacin.
La aprobacin de la reforma energtica entraa que el Estado
mexicano renuncia a la reserva que hizo para s mismo en el captulo VI Energa y petroqumica bsica del Tratado de Libre Comercio, en donde apart el petrleo, los hidrocarburos y la petroqumica bsica, en sus diferentes fases de explotacin, de la zona
de libre comercio de Norteamrica. Lo expuesto quiere decir que
la modificacin de la Constitucin equivale a una reforma subrepticia del Tratado de Libre Comercio con Amrica del Norte, y nos
coloca en los supuestos de los captulos X, XI y XV del mismo, en
donde, como ya se dijo, se estipula que si un Estado renuncia, privatiza o transfiere a particulares un rea sujeta al control estatal,
sta ya no puede ser asumida libremente por el Estado. Todo lo
anterior a pesar de lo estipulado en el GATT, en donde se reconoce que Mxico es un pas en desarrollo, lo que supone el derecho
a recibir en todo momento un trato diferenciado y favorable, tanto
en las negociaciones sobre concesiones arancelarias, en las que no
se le puede exigir reciprocidad absoluta, como respecto a las salvaguardias. En el protocolo de adhesin al GATT, Mxico excluy
99 Mxico
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Miguel, S., Tratado del dominio pblico, Buenos Aires, Tipogrfica Editora Argentina, 1960, p. 37.
106 Rouaix, Pastor, Gnesis de los artculos 27 y 123 de la Constitucin Poltica de
1917, Puebla, Gobierno del Estado de Puebla, 1946, p. 26.
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en beneficio social, el aprovechamiento de los elementos naturales susceptibles de apropiacin. Del dominio eminente se deriva,
igualmente, el dominio directo de la nacin, el que no es sujeto de apropiacin por parte de los particulares, sobre los recursos del subsuelo, entre otros, el petrleo y todos los carburos de
hidrgeno, slidos, lquidos o gaseosos, como postula el prrafo
cuarto del artculo 27 de la Constitucin. Tambin se desprenden
del dominio eminente los principios de inalienabilidad e imprescriptibilidad del dominio nacional, a los que aluda antes de la
reforma constitucional de 2013 el prrafo sexto del artculo 27
constitucional. Todos esos principios tienen por propsito salvaguardar el territorio nacional, sus riquezas naturales y del subsuelo en beneficio de la sociedad, en donde la participacin de los
particulares, de estar permitida en algunos rubros, siempre debe
ser limitada y restringida, y no puede orientarse por el lucro ni
por la economa de mercado. El petrleo y los hidrocarburos no
constituyen commodities. El petrleo y los hidrocarburos, a la luz
del anterior texto constitucional y de la historia constitucional, no
son para beneficio particular, para realizar negocios en beneficio
de unos cuantos. No entenderlo as implica negar el principio de
supremaca constitucional.
Para comprender cmo las compaas petroleras internacionales ven este punto, me permito citar a Rogelio Lpez Velarde,
quien seala:
La principal moneda de pago de las empresas petroleras es su
propio petrleo. No requieren de ms; teniendo las reservas a
la mano, y como estn ahora los precios del crudo, muchas empresas contratistas en el mundo aceptan asumir la obligacin de
llevar a cabo la inversin del proyecto y de tomar el riesgo del
proyecto. A eso se dedican de hecho. Estas empresas dueas de
la tecnologa, empero, normalmente no aceptan asumir dichas
obligaciones si no se les permite contractualmente compartir
parte del xito del proyecto. Esos son los llamados contratos riesgo
muchas empresas aceptan participar en estos proyectos en la medida en que su contraprestacin econmica sea proporcional al
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sentativas, cada vez que se prevean medidas legislativas o administrativas susceptibles de afectarles directamente (artculo 6).
b) A decidir sus propias prioridades en lo que atae al proceso
de desarrollo, en la medida en que ste afecte a sus vidas, creencias, instituciones y bienestar espiritual y a las tierras que ocupan
o utilizan de alguna manera, y de controlar, en la medida de los
posible, su propio desarrollo econmico, social y cultural. Adems, dichos pueblos debern participar en la formulacin, aplicacin y evaluacin de los planes y programas de desarrollo nacional y regional susceptibles de afectarles directamente (artculo 7).
c) A que el Estado proteja especialmente su derecho sobre los
recursos naturales existentes en sus tierras. Estos derechos comprenden el derecho de esos pueblos a participar en la utilizacin,
administracin y conservacin de dichos recursos (artculo 15).
d) A que el Estado los consulte antes de emprender o autorizar
cualquier programa de prospeccin o explotacin de los recursos
existentes en sus tierras a fin de determinar si sus intereses sern
perjudicados y en qu medida. Los pueblos interesados debern
participar siempre que sea posible en los beneficios que reporten tales actividades, y percibir una indemnizacin equitativa por
cualquier dao que puedan sufrir como resultado de esas actividades (artculo 15).
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por cada barril de petrleo y que destina al gasto pblico (de cada
cien pesos del presupuesto de la federacin cuarenta pesos tienen
origen en la renta petrolera).
La segunda definicin es de carcter fiscal, y seala que la renta
petrolera se integra con la totalidad de las contribuciones fiscales
que el Estado recauda por la explotacin de los hidrocarburos. Ya
dijimos que casi cuatro de cada diez pesos del presupuesto de la
Federacin provienen de esa renta petrolera.
El gobierno federal, el PRI y el PAN se empearon en una
reforma energtica que propuso abrir el sector energtico a la
inversin privada, principalmente a la internacional. La cuestin
pertinente consiste en preguntarse si esa apertura mantendr los
actuales niveles de renta petrolera que obtiene la nacin mexicana va la hacienda pblica. Esto es, si las empresas trasnacionales
pagarn al Estado mexicano las mismas contribuciones fiscales
que Pemex, pues Pemex es el principal contribuyente del pas
ya que aporta ms de un billn de pesos al ao al fisco.
Es obvio que si se obliga a las grandes empresas trasnacionales
a pagar al fisco mexicano lo mismo que Pemex, su margen de
ganancia sera menor al que esperan obtener, y seguramente por
ello en esas condiciones no participaran con sus inversiones para
extraer el crudo mexicano, participar en cualquiera de las fases
de la industria energtica tanto en Pemex como en CFE. Lo
expuesto entraa que para que sea atractiva la inversin extranjera o nacional en materia petrolera y elctrica, la carga impositiva
de las empresas o de servicios debe ser menor a la de Pemex y de
la CFE, para que el negocio privado se produzca.
Lo anterior significa que el Estado mexicano reducir, merced
a la reforma energtica, el ingreso fiscal derivado de la renta petrolera, misma que es constitucionalmente de la nacin, que es
de todos, de las presentes generaciones y de las futuras. Y no solo
eso, sino que la reforma va a propiciar que compartamos como
mexicanos la renta petrolera, que, insisto, es de la nacin, con las
compaas trasnacionales. Adems, como habr una reduccin
de recursos fiscales, el gobierno promover sucesivas reformas fis-
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elementos para el desarrollo a mediano y largo plazo de la Repblica. Se trata de una visin totalmente diferente a la del gobierno, pues este est ms interesado en los negocios y beneficios
de las grandes empresas trasnacionales que en el beneficio para
la nacin.
Los gobiernos mexicanos, principalmente los dos ltimos, el
de Fox y el de Caldern, pero tambin el de Pea Nieto, han empleado la renta petrolera para gastarla en sueldos, burocracia y
prestaciones a servidores pblicos, lo que se llama gasto corriente. No ha existido una visin patritica para destinar esa renta
petrolera a la inversin productiva del pas. El gobierno mexicano de Pea Nieto debiera estar pensando y proponiendo, en
lugar de privatizar la industria petrolera nacional, cmo orientar
esos recursos, cmo emplearlos en el desarrollo de una industria
nacional vigorosa en donde los promotores de la misma sean, por
un lado, el gobierno mexicano y, por otro, los empresarios de nuestro pas. La renta petrolera debiera destinarse al impulso de la infraestructura, de la ciencia y de la tecnologa nacionales.113
XII. Las consecuencias fiscales de la reforma
energtica
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Como claramente se ve, una importante finalidad de la reforma energtica es su variable fiscal para reducir la carga impositiva de Pemex y tambin de las empresas petroleras trasnacionales.
De concretarse ese objetivo, el vaco fiscal resultante se cubrir
con nuevos impuestos a los mexicanos o con el incremento del
endeudamiento externo.
Otras posibles consecuencias fiscales tienen que ver con la doble imposicin internacional. sta se define como el resultado de
la aplicacin de impuestos similares en dos o ms Estados por un
mismo contribuyente, respecto a la misma materia imponible y
por el mismo periodo de tiempo. Un medio para promover los intercambios de bienes y servicios y los movimientos de capitales se
logra mediante los convenios o tratados que eliminan o reducen
la doble imposicin. Los tratados para eliminar la doble imposicin fiscal entraan la distribucin de competencias fiscales entre
los Estados para renunciar a la posibilidad de gravar los mismos
hechos y las mismas personas en materia de establecimiento, regulacin y exigibilidad de tributos.116
Mxico forma parte de las reglas de fiscalidad internacional de
la OCDE en materia de doble imposicin tributaria, ya sea para
eliminarla o reducirla. Este organismo maneja cuatro posibilidades: 1) exencin total; 2) exencin con progresividad; 3) la imputacin total, y 4) la imputacin limitada. Veremos a cul mtodo
se adscriben las contribuciones fiscales de las grandes empresas
petroleras que inviertan en Mxico. Ellas lucharn para someterse a las reglas fiscales benignas y tratar de eludir una fiscalidad
nacional severa, con lo que su aporte al fisco puede ser menor de
lo que se piensa.
Jurdica Mexicana, Mxico, Porra-Tribunal Superior de Justicia del Distrito Federal y UNAM, t. III, 2008, pp. 602-604.
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Con la excepcin de la propuesta del PRD, que no estuvo dedicada a modificar los artculos 25, 27 y 28 constitucionales, sino
que propuso la modificacin de doce leyes secundarias y la creacin de una nueva, las reformas constitucionales de 2013 promovidas por el titular del Ejecutivo federal y por el PAN no vinieron
inmediatamente acompaadas por una propuesta de legislacin
secundaria. Eso significa que los aspectos fundamentales de la
reforma constitucional energtica de 2013 se definirn en los ordenamientos secundarios.
De esta suerte, los mexicanos nos quedamos, sin conocer, al
momento de la aprobacin de la reforma constitucional diciembre de 2013, los alcances jurdicos efectivos de la reforma
a la ley fundamental, y por tanto sus sentidos privatizadores. Javier Jimnez Espri recuerda al Conde de Romanones cuando
ste deca: Ustedes hagan la ley, que yo har el reglamento,117
para mostrar la importancia de las normas secundarias. Sin una
propuesta integral que comprenda la reforma constitucional y la
secundaria, es muy difcil comprender cabalmente la profundidad que tendr la modificacin a la carta magna.
XIV. Las consecuencias del rgimen corporativo
empresas productivas del Estado
y la no participacin de los trabajadores
en el Consejo de Administracin de Pemex
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En Mxico, desde las reformas de 2002, se ha ido paulatinamente desarrollando, aunque de manera deficiente, el derecho
de acceso a los archivos, registros y documentos pblicos. Sin
embargo, en cuanto a los derechos a recibir informacin objetiva, oportuna y completa, respecto a que los medios de comunicacin, principalmente los electrnicos, expongan todas las
posiciones relevantes de la sociedad, y a que no existan sectores
excluidos de la informacin, nuestro sistema jurdico y la prctica cotidiana deja mucho qu desear.
Como se ha establecido en el derecho comparado, el derecho
a la informacin es de doble va, no cobija nicamente a quin
informa, sino que principalmente protege a los receptores de la
informacin, los que tienen el derecho a exigir que la informacin sea objetiva, oportuna, completa y sin exclusiones a personas, sectores y grupos. Tambin el derecho comparado insiste, y
la Suprema Corte de Justicia de la Nacin de nuestro pas lo ha
reconocido, que una cosa es el derecho de acceso a la informacin y otra muy importante es el derecho a la informacin que
engloba al primero.119
La Suprema Corte de Justicia de la Nacin tesis LXXXIX/96,
Semanario Judicial de la Federacin y su Gaceta, Novena poca, tomo
III, junio 1996, pgina 513 ha extendido con timidez los alcances del derecho a la informacin y ha sealado que este derecho
est vinculado con el derecho a conocer la verdad, lo que exige
que las autoridades se abstengan de dar a conocer a la comunidad informacin manipulada, incompleta o falsa.
Aunque la Suprema Corte de Justicia de la Nacin ha ampliado las fronteras del derecho a la informacin, y lo ha entendido
como derecho individual y social, tambin ha incorporado limitantes a su ejercicio, entre ellos los que establece el artculo 6o.
de la Constitucin (derechos de tercero, provoquen algn delito
o perturben el orden pblico). Igualmente, ha asumido las limitaciones, en su vertiente de acceso a la informacin en cuanto a
119 Semanario Judicial de la Federacin y su Gaceta, tomo XI, abril de 2000, Tesis:
P. LXI/2000, pgina 71.
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En la parte conducente del informe de Frank La Rue se recomienda al Estado mexicano lo siguiente:
a) Adoptar un marco normativo que brinde certeza jurdica; promueva la desconcentracin de la radio y la televisin y contribuya a generar un espacio meditico plural y accesible a todos los
sectores de la poblacin; b) Asegurar la existencia de medios pblicos verdaderamente independientes del Gobierno, con el objetivo de fomentar la diversidad y garantizar a la sociedad, entre
120 Informe
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concentre el 50% del mercado en telecomunicaciones y radiodifusin (fraccin III del artculo octavo transitorio); 2) en telecomunicaciones y comunicacin satelital la inversin extranjera
puede ser de hasta el 100%, y en radiodifusin hasta el 49% (artculo quinto transitorio); 3) la Comisin Federal de Electricidad
ceder a Telecomunicaciones de Mxico su concesin para instalar, operar y explotar una red pblica de telecomunicaciones
para favorecer a los inversionistas privados, y 4) los rganos reguladores propuestos, el Instituto Federal de Telecomunicaciones y
la Comisin Federal de Competencia, sern entidades sujetas al
reparto de cuotas entre los tres grandes partidos y el Ejecutivo; es
decir, carecern de legitimidad democrtica de origen, y probablemente tambin de ejercicio.
La concentracin de hasta el 50% de una empresa en alguno
de los sectores no resuelve el problema de los monopolios en
Mxico. Una empresa que posea el 50% del mercado Televisa o Telmex seguir siendo preponderante y podr imponer
a la autoridad reguladora muchas decisiones en su mbito de
actuacin. Por qu no se reduce ese porcentaje de concentracin al 20% o al 30%? Mi respuesta es porque no se quiere
efectivamente combatir la concentracin empresarial. En los
Estados Unidos, paradigma del modelo capitalista, ninguna
empresa de televisin puede tener ms del 30% del mercado.
La impresin que tenemos algunos es que a Telmex o a Televisa
se les quita parte de su influencia monoplica en telecomunicaciones o en televisin para compensarlos en otra actividad. A
Telmex se le compensar en televisin, y a Televisa en telecomunicaciones.
Los porcentajes de inversin extranjera que se permitieron
de hasta el 100% en telecomunicaciones y 49% en radiodifusin
responden a la presin de las trasnacionales. El Estado mexicano legislar en beneficio de esos intereses. Los beneficios de la
reforma no solo se repartirn entre la oligarqua nacional, sino
entre la oligarqua internacional. Pea busca apoyos y respaldos
en la comunidad internacional, como lo anunci en la reforma
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otras vertientes: el pluralismo de los medios y en los medios, el acceso a las concesiones sobre el espacio radioelctrico, el derecho
a recibir informacin veraz,124 el derecho a participar en la discusin de los asuntos pblicos, el derecho a que la informacin no
constituya una forma de propaganda o publicidad, y el derecho a
que existan rganos constitucionales independientes que garanticen la eficacia de los anteriores derechos. En Mxico no contamos con pluralismo de medios y en los medios al menos no en
los medios electrnicos; no hay acceso libre y para todos los
habitantes de la Repblica a las concesiones de radio, televisin
y las telecomunicaciones; el espacio radioelctrico se encuentra
dominado por unas cuantas empresas claramente monoplicas,
porque concentran en el caso de las dos televisoras privadas ms
del 90% del espacio radioelctrico; no existen garantas para recibir informacin veraz ni para evitar que se simule informacin
cuando en realidad se brinda propaganda o publicidad; no hay
acceso universal y gratuito a la banda ancha al internet, y
desde luego, no hay rganos independientes que posibiliten el
ejercicio de un derecho a la informacin plural. Mucho menos
existe la posibilidad de que en los medios electrnicos participemos los gobernados en la discusin o en la deliberacin de los
asuntos pblicos en condiciones de pluralismo, en donde todas
las voces y puntos de vista sean expuestos y escuchados.
Los medios electrnicos en Mxico no actan ni ejercen su funcin bajo condiciones democrticas, tal como lo sealaron los relatores para la libertad de expresin de la ONU y de la OEA.125
La relacin entre los medios de comunicacin electrnica, el poder formal-institucional y los ciudadanos no constituye un vnculo
124 Rubio Llorente, Francisco, Derechos fundamentales y principios constitucionales
(doctrina jurisprudencial), Barcelona, Ariel, 1995, p. 205.
125 Informe del relator especial de la ONU sobre la promocin y proteccin del derecho a la libertad de opinin y expresin 2010, Frank La Rue (A/
HRC/17/27/Add.3, 10 de mayo de 2011), y el Informe Especial sobre la
libertad de expresin en Mxico 2010 de la Relatora Especial de la OEA, Dra.
Catalina Botero (OEA/Ser.L/V/II.Doc.5, 7 marzo 2011).
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Tambin la propaganda de las instituciones pblicas puede tener fines educativos y de orientacin social. En el primer caso,
los contenidos son de carcter pedaggico, cuidando que en esa
enseanza no se violenten los principios de imparcialidad ni los
de equidad. Esto es, sin favorecer a ninguna de las opciones ideolgicas del pas o, en su defecto, presentando todos los puntos de
vista sobre un mismo hecho, fenmeno o acontecimiento histrico, poltico o cientfico. En cuanto a la orientacin social, se trata
de recomendaciones, exhortaciones o consejos a los ciudadanos
para que adopten determinadas conductas referentes a su salud,
alimentacin, a sus hbitos de consumo o a las medidas de proteccin civil. Esto ltimo debe hacerse sin infringir los principios
de equidad y de imparcialidad.
Lo anterior implica que, constitucionalmente, la publicidad
institucional est acotada, en todo tiempo y no solo en los momentos electorales, por los dos principios multicitados: el de imparcialidad y el de equidad. No se puede, en pocas palabras, usar
la publicidad del Estado con finalidades poltico-electorales. Por
eso, la norma constitucional seala que en ningn caso la propaganda incluir nombres, imgenes, voces o smbolos que impliquen promocin personalizada de cualquier servidor pblico.
Los principios contenidos en el artculo 134 de la Constitucin
han sido una y otra vez violentados, tanto en los procesos electorales como fuera de ellos. Los gobiernos de los distintos rdenes
usan la publicidad del Estado con una clara intencionalidad poltica para exagerar logros, para promocionar opciones ideolgicas, sin exponer informacin neutral, objetiva, confiable y mensurable. Se hace un puro uso poltico de ella, y, lo que es peor, se
cometen fraudes a la Constitucin y a las disposiciones legales
electorales, y as se compran entrevistas a travs de terceros, se da
a conocer informacin por los medios de comunicacin electrnica, aparentemente con valor informativo, pero que en realidad
y Europa, Madrid, Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federacin y Centro de Estudios Polticos y Constitucionales, 2011, pp. 191 y ss.
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pas requiere de una ley reglamentaria del primer prrafo del artculo 6o. de la Constitucin que d vigencia a ese derecho, para
hacer posible y real el derecho a la informacin. Toda persona
fsica, moral o grupo social tienen derecho a dar su propia versin de los hechos cuando son aludidos negativamente por los
medios de comunicacin o agencias, pues de otra manera solo
rige y prevalece el punto de vista de los medios de comunicacin y de las agencias hegemnicas y/o dominantes. Requerimos de una opinin pblica libre y plural, que proteja los derechos de las minoras, as como los derechos a la intimidad, al
honor y a la propia imagen de las personas.
El avance en esta materia constituira un paso adelante en la
construccin de la democracia mexicana. La diversidad de puntos de vista sobre la informacin es lo que caracteriza a una sociedad libre y bien informada, en donde el derecho a saber debe ser
una realidad tangible y no una aspiracin incumplida.
En Mxico es necesario desarrollar y hacer cumplir con fundamento en el artculo 6o. de la Constitucin y 13 de la Convencin
Americana de Derechos Humanos, una doctrina sobre el derecho a la informacin. Este no consiste solo en el acceso a la informacin y en la transparencia. El derecho a la informacin tiene,
entre otras vertientes: el pluralismo de los medios y en los medios,
el acceso a las concesiones sobre el espacio radioelctrico, el derecho a recibir informacin veraz,127 el derecho a participar de
todos los sectores relevantes de la sociedad y de la vida poltica en
la discusin de los asuntos pblicos, el derecho a que la informacin no constituya una forma de propaganda o publicidad, y el
derecho a que existan rganos constitucionales independientes,
no derivados de las cuotas de partidos, que garanticen la eficacia
de los anteriores derechos.
En Mxico no contamos con pluralismo de medios y en los
medios al menos no en los medios electrnicos; no hay acceso libre y para todos los habitantes de la Repblica a las con127 Rubio Llorente, Francisco, Derechos fundamentales y principios constitucionales
(doctrina jurisprudencial), Barcelona, Ariel, 1995, p. 205.
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Captulo cuarto
LAS VAS DE LUCHA
EN CONTRA DE LA REFORMA
Existen distintas vas de oposicin a las reformas constitucionales en materia energtica a los artculos 25, 27 y 28 de la carta
magna. Los caminos son tanto jurdicos como poltico-sociales.
Entre los jurdicos que se han empleado hasta el momento y a
nivel nacional an no ante las instancias internacionales de proteccin de los derechos humanos129 podemos mencionar tres: el
juicio de amparo, la denuncia penal por traicin a la patria y
el ejercicio del derecho a la consulta contemplado en la fraccin
VIII del artculo 35 de la Constitucin, adems de la consulta a
los pueblos originarios tutelada por el Convenio 169 de la OIT, incluyendo el ejercicio del consentimiento previo, libre e informado.
Entre los senderos poltico-sociales se han pensando, pero tambin
se estn realizando, con distintas intensidades, formas de resistencia y de desobediencia.
Las vas jurdicas, polticas y sociales de oposicin a la reforma constitucional energtica de 2013 son expresin de la falta
de consensos y de la ausencia de legitimidad democrtica de la
129 Cuando llegue ese momento procesal se argumentarn distintas violaciones a los derechos humanos, entre otras, infracciones al derecho al desarrollo, a la autodeterminacin, a la consulta, al consentimiento libre, previo e
informado. Adems, se insistir en la violacin al artculo 25 de la Convencin
Americana de Derechos Humanos violacin a la proteccin judicial. Vase, por ejemplo, a este ltimo respecto, el caso Liakat Ali Alibux vs. Suriname,
sentencia del 30 de enero de 2014, de la Corte Interamericana de Derechos
Humanos, y el voto concurrente del juez Eduardo Ferrer Mac-Gregor Poisot a
esa sentencia.
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controvertida mediante el juicio de amparo, por violacin al principio de legalidad. Asimismo, estableci que la circunstancia de
que aun cuando el proceso de reforma hubiese sido elevado a la
categora de norma suprema, tal situacin no podra desconocer
la eficacia protectora del juicio de amparo como medio de control
constitucional, puesto que de ser as no habra forma de remediar
el posible incumplimiento de las formalidades consagradas en el
artculo 135 de la carta magna ni, por ende, podra restablecerse a
los agraviados en los derechos que se estiman violados, con lo que
se autorizara la transgresin a derechos fundamentales sin oportunidad defensiva. En consecuencia, si bien es cierto que el contenido dispositivo constitucional resulta inimpugnable a travs de la
demanda de garantas, siendo slo atacable el proceso de reforma
correspondiente, y el inters jurdico se identifica como la tutela
que se regula bajo determinados preceptos legales, la cual autoriza al quejoso el ejercicio de los medios para lograr su defensa, as
como la reparacin del perjuicio que le irroga su desconocimiento
o violacin, debe concluirse que el inters jurdico para promover
el juicio contra el proceso de reforma relativo debe derivar directamente de los efectos que produce la vigencia del nuevo precepto
constitucional, pues son stos los que producen un menoscabo en
la esfera jurdica del gobernado.135
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de reformas y adiciones a la constitucin federal no es susceptible de control jurisdiccional. De acuerdo con el artculo 135 de la Constitucin Poltica
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185
Alexy, Robert, Eplogo a la teora de los derechos fundamentales, Revista Espaola de Derecho Constitucional, Madrid, nm. 66, septiembre de 2002, y
Alexy, Robert, Derechos sociales y ponderacin, Madrid-Mxico, Fontamara, 2007.
186
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188
La Suprema Corte de Justicia de la Nacin pretende ser un tribunal constitucional. No lo es cuando limita sus potencialidades
de control constitucional. Nuestro sistema de control constitucional merece un tribunal constitucional y nuevos y amplios mecanismos de defensa de la Constitucin. Debe tenerse muy en claro
que la teora del control al poder no surge para defender al poder
constituyente, sino a la Constitucin principio de supremaca
constitucional, y todos los rganos del Estado se encuentran
subordinados a la carta magna (incluido el rgano reformador
de la Constitucin), y no al constituyente permanente, y, en esta
tesitura, los rganos jurisdiccionales deben ser los supremos intrpretes de la norma fundamental en una democracia. En este
sentido, el artculo 61, fraccin I, de la Ley de Amparo, es inconstitucional, porque limita las posibilidades de que una reforma a la
Constitucin sea impugnada por los gobernados mediante el juicio de amparo, y controlada en su constitucionalidad por el Poder
Judicial de la Federacin, lo que violenta, entre otros, el derecho
de acceso a la justicia y a la tutela judicial efectiva, contemplados en el artculo 17 de la Constitucin. Como ya se ha sealado
aqu, si no se permite el juicio de amparo para impugnar reformas a la Constitucin se podran realizar reformas, modificaciones o adiciones a la Constitucin que trastocaran los principios
bsicos de la misma en detrimento de los gobernados, y estos no
podran jurdicamente hacer nada a ese respecto.
II. La denuncia por traicin a la patria
El 5 de febrero de 2014, Andrs Manuel Lpez Obrador y
otros dirigentes de la organizacin poltica denominada MORENA promovieron ante la Procuradura General de la Repblica una denuncia por traicin a la patria, e imputaron a Enrique Pea Nieto conductas que probablemente actualicen ese tipo
penal. Aunque el marco jurdico nacional promueve la impunidad de los mandatarios mexicanos, asunto que debera ser parte
de una reflexin para una futura reforma constitucional, siempre
189
existen resquicios que podemos utilizar para evitarla. En el sistema constitucional mexicano, el presidente de la Repblica tiene
un rgimen de responsabilidades especfico, diferente al resto de
los servidores pblicos federales, estatales y municipales del pas,
y, desde luego, diferente al resto de los ciudadanos. Segn el segundo prrafo del artculo 108 de la Constitucin, el presidente
de la Repblica, durante el tiempo de su encargo, solo podr ser
acusado por traicin a la patria y delitos graves del orden comn.144
La Constitucin de 1857, de manera ms amplia a la actual,
consideraba en su artculo 103, como conductas que daran lugar a las responsabilidades del presidente de la repblica, la traicin a la patria, la violacin expresa de la Constitucin, el ataque a la libertad electoral y los delitos graves del orden comn.
Desgraciadamente, la Constitucin vigente reduce los supuestos
de responsabilidad del presidente a dos: la traicin a la patria y
los delitos graves del orden comn.
El Cdigo Penal Federal define a la traicin a la patria en los
siguientes trminos:
Artculo 123. Se impondr la pena de prisin de cinco a cuarenta
aos y multa hasta de cincuenta mil pesos al mexicano que cometa traicin a la patria en alguna de las formas siguientes:
I. Realice actos contra la independencia, soberana o integridad de la Nacin Mexicana con la finalidad de someterla a persona, grupo o gobierno extranjero;
XII. Trate de enajenar o gravar el territorio nacional o contribuya a su desmembracin.
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191
Oficial de la Federacin del 9 de agosto de 2012. Se establecieron tambin como derechos de participacin poltica de los ciudadanos: el derecho a la
iniciativa legislativa ciudadana y las candidaturas independientes.
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193
de la Constitucin, del 10 de junio de 2011 reforma en materia de derechos humanos existe el mandato para que todas las
autoridades respeten y garanticen los derechos fundamentales, y
el derecho a la participacin poltica mediante consultas es un derecho fundamental reconocido en el artculo 35, fraccin VIII, de
la Constitucin, y en el artculo 23 de la Convencin Americana
sobre Derechos Humanos, as como en el artculo 25 del Pacto
Internacional de Derechos Civiles y Polticos.
La segunda pregunta, sobre si puede celebrarse la consulta en
un da diferente al de la jornada electoral, estimamos que debe
ser contestada afirmativamente. La consulta, al tratarse de un
derecho fundamental, exige ser maximizada, y, tal como establece el prrafo segundo del artculo primero de la Constitucin,
las normas relativas a los derechos humanos se interpretarn de
conformidad con la Constitucin y los tratados, favoreciendo en
todo tiempo a las personas la proteccin ms amplia principio
pro homine.
La Constitucin es un ordenamiento que no puede exclusivamente interpretarse gramaticalmente, la Constitucin debe ser
interpretada de tal suerte que las normas y principios que contiene se realicen en la mayor medida posible para acortar la distancia entre la norma (el deber ser) y la realidad (el ser). La Constitucin es el marco que puede justificar la existencia del Estado
y del orden jurdico de un pas, siempre y cuando su interpretacin y aplicacin tenga como propsito posibilitar la realizacin
efectiva de los derechos fundamentales y de los principios democrticos de los ciudadanos. Una interpretacin o entendimiento
diferente deslegitima al Estado y al orden jurdico y hace a la
Constitucin un simple instrumento al servicio del poder.
El derecho a la consulta previsto en el artculo 35, fraccin
VIII, de la Constitucin, desde nuestro punto de vista, s procede
respecto a la reforma constitucional en materia energtica. Las
razones son las siguientes:
Primero. El numeral 3 de la fraccin VIII del artculo 35 de la
Constitucin precisa las materias que no pueden ser objeto de
194
195
Cuarto. Se dice que la consulta energtica violara el procedimiento de reforma constitucional previsto en el artculo 135 de
la Constitucin y que esta no puede ser vinculante para las legislaturas locales. A este respecto, decimos que los preceptos constitucionales entre s deben interpretarse como partes integrantes
de un todo, que se conoce como bloque de constitucionalidad.
En ese bloque, el artculo 135 de la Constitucin no elimina al
artculo 35 de la carta magna, ni viceversa. Ambas normas deben
interpretarse armnicamente, de suerte que se maximicen los derechos fundamentales de las personas y los principios democrticos tutelados en la Constitucin. No debe perderse de vista que el
fin de las instituciones y su nica legitimacin es la de proteger y
garantizar los derechos fundamentales. La reforma de 2012, que
estableci la consulta popular, incorpora una exigencia de cumplimiento obligatorio para todas las autoridades. El numeral 2 de
la fraccin VIII del artculo 35 de la Constitucin dice: Cuando la participacin total corresponda, al menos al cuarenta por
ciento de los ciudadanos inscritos en la lista nominal de electores, el resultado ser vinculatorio para los poderes Ejecutivo y
Legislativo federales y para las autoridades competentes. Lo anterior
entraa que todas las autoridades, de darse el supuesto de 40%
de participacin ciudadana en la consulta, estn obligadas por su
resultado, incluyendo al rgano revisor de la Constitucin, que es
un poder derivado y no primario, dado que ni es el Constituyente
originario ni en l reside plenamente la soberana popular, que le
corresponde en exclusiva al pueblo, como reza el artculo 39 de
la carta magna.
Adicionalmente, el derecho a la consulta, sobre todo cuando
es ejercido por los ciudadanos, es un derecho de carcter constitucional, que no puede ser limitado por la ley. La legislacin secundaria no podra establecer restricciones o limitaciones a este
derecho ciudadano superiores a las que contempla ya la Constitucin. Los ciudadanos, como ya lo hemos sealado en otro
momento, pueden ejercer su derecho a la consulta aunque no
exista ley secundaria, pues los derechos fundamentales contem-
196
plados en la Constitucin son directamente aplicables y obligatorios para todas las autoridades, incluyendo en ellas al rgano
revisor de la Constitucin.
La Ley Federal de Consulta Popular, publicada el 14 de marzo
de 2014 en el Diario Oficial de la Federacin, contiene limitaciones
y restricciones al derecho a la consulta ciudadana. Esta figura, al
igual que las de candidatura independiente y de iniciativa legislativa ciudadana, es consecuencia de la tmida reforma constitucional de 2012, que estableci algunas figuras de democracia
semidirecta. Las normas secundarias que se han ido aprobando
en el Congreso limitan ms que la Constitucin el acceso de los
ciudadanos a estos medios participativos.
En particular, la consulta popular se ha visto torpedeada por
la ley federal. Vemos por qu ha sido as: 1) contempla requisitos
para la consulta que la fraccin VIII del artculo 35 de la carta
magna no establece; por ejemplo, restringe a los mexicanos que
viven en el extranjero su derecho a la participacin en consultas
cada seis aos. La ley va ms all de la Constitucin; 2) la consulta ciudadana exige para poder convocarse el cumplimiento de
distintos requisitos, entre otros, presentar un aviso de intencin,
obtener firmas de ciudadanos en los formatos que indica la ley,
y otros ms, contemplados en el ordenamiento, que demuestran
que la figura jurdica de la consulta est diseada para reducir
y minimizar el peso de los ciudadanos en las decisiones que nos
importan a todos; 3) no procede el trmite de la consulta que sea
respaldada por los mismos ciudadanos cuando estos rebasen el
20% de las firmas de apoyo, en cuyo caso solo procede la primera solicitud artculo 12 de la Ley; 4) la consulta deber
presentarse por los ciudadanos a partir del primero de septiembre del segundo ao de ejercicio de cada legislatura y hasta el
quince de septiembre del ao previo al que se realice la jornada
electoral artculo 13 de la Ley, y 5) el artculo 28 de la Ley
Federal de Consulta Popular el que es abiertamente inconstitucional incluye la intervencin de la Suprema Corte de Justicia
de la Nacin casi al final del procedimiento, una vez que se han
197
198
199
mostrado que los caminos de la democracia participativa y deliberativa estn cerrados para revertir una reforma constitucional.
Nosotros hemos considerado que la Suprema Corte de Justicia de la Nacin debe garantizar una interpretacin conforme
y pro homine del derecho a la consulta ciudadana, pues a partir
de la reforma constitucional sobre derechos humanos publicada
el 10 de junio de 2011 en el Diario Oficial de la Federacin principalmente los prrafos segundo y tercero del artculo 1o. de la
carta magna y, con apoyo tambin, entre otras, de la resolucin de la Suprema Corte de Justicia de la Nacin dictada en
el expediente Varios 912/2010 (caso Rosendo Radilla Pacheco,
su engrose fue publicado en el Diario Oficial de la Federacin el 4
de octubre de 2011), que delimit el contenido del control de
constitucionalidad y de convencionalidad en nuestro pas, admiti el control difuso de constitucionalidad y de convencionalidad,
y reconoci que este deba ejercerse de oficio; que es obligatorio
y no potestativo para todas las autoridades, interpretar el ordenamiento a la luz de los principios pro homine y favor libertatis. Por
lo que sostenemos que la Suprema Corte de Justicia de la Nacin debe maximizar los derechos polticos previstos en diversas
disposiciones de la Constitucin (artculos 1o., 13, 6, 35, 39, 40
y 41, entre otros) y en los artculos 1o., 2o., 13, 23, 29 y 30 de la
Convencin Americana sobre Derechos Humanos, que es parte
de nuestro ordenamiento jurdico, segn lo dispone el artculo
133 de la carta magna.
En una interpretacin conforme, tal como lo ordena el prrafo
segundo del artculo 1o. de la Constitucin, se debe atender a lo
previsto en la Constitucin, en los tratados, en las leyes y en los
dems ordenamientos, para lograr la mayor efectividad del derecho humano o libertad de que se trate, con los mayores alcances
posibles en trminos de los principio pro homine y favor libertatis.148
148 Ferrer Mac-Gregor, Eduardo, Reflexiones sobre el control difuso de
convencionalidad a la luz del caso Cabrera Garca y Montiel Flores vs. Mxico, Boletn Mexicano de Derecho Comparado, nm. 131, Mxico, Instituto de Investigaciones Jurdicas, UNAM, mayo-agosto 2011, pp. 917-967.
200
La obligacin del control de constitucionalidad y convencionalidad no est sujeta a que las partes en un proceso o procedimiento
lo soliciten; ese control debe ejercerse por las autoridades nacionales, con independencia de que las partes lo invoquen. Es un
control no solo difuso a cargo de diversas autoridades, sino
un control de oficio, en donde la autoridad debe tener una participacin proactiva aunque no haya instancia de parte, pues en
este control prevalece el principio iura novit curia. En consecuencia, la Suprema Corte est obligada a promover y ampliar la garanta de los derechos a la participacin poltica.
El derecho fundamental a la consulta popular no debe ser instrumento de fraude constitucional. El artculo 28 de la Ley Federal de Consulta Popular contempla un procedimiento para la
celebracin de la consulta, que es contrario e inverso al texto del
artculo 35, fraccin VIII, numeral 3, de la Constitucin, y con
ello est actualizando el fraude a la Constitucin y la invalidacin del derecho humano a la consulta. La intervencin final de
la Corte en ese procedimiento es prueba de nuestro argumento.
Adems, para evitar un fraude constitucional es necesario que
el poder de revisin de la Constitucin sea limitado por el sistema de valores y principios constitucionales que el propio ordenamiento jurdico tiene la misin de proteger. No reconocer ningn
tipo de fronteras a la accin de reforma constitucional equivale a
consagrar y dar por bueno el fraude constitucional. Por el contrario, reconocer la existencia de lmites implcitos materiales en la
Constitucin supone impedir que la constitucionalidad del Estado se emplee como instrumento contra la Constitucin y contra
el poder constituyente originario; es decir, contra la soberana
nacional.149
Finalmente, debe decirse que la consulta que en materia energtica demandan distintos sectores de la izquierda de este pas
es la va democrtica que podra permitir un juego social y poltico de suma positiva, en donde todas las partes interesadas ga149 Vega, Pedro de, La reforma constitucional y la problemtica del poder constituyente,
Madrid, Tecnos, 1988, pp. 294 y 295.
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administrativas que los afecten, a fin de obtener su consentimiento libre, previo e informado (artculo 19).
Los pueblos tienen derecho a poseer, utilizar, desarrollar y controlar las tierras, territorios y recursos que poseen en razn de la
propiedad tradicional u de otra forma tradicional de ocupacin o
utilizacin, as como aquellos que hayan adquirido de otra forma
(artculo 26).
A la conservacin y proteccin del medio ambiente y de la
capacidad productiva de sus tierras o territorios y recursos. Los
Estados adoptarn medidas eficaces para garantizar que no se
almacenen ni eliminen materiales peligrosos en las tierras o territorios de los pueblos indgenas sin su consentimiento libre, previo
e informado (artculo 29).
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Los orgenes tericos del derecho a la resistencia son muy antiguos. Se encuentran en la obra de Philippe du Plessis-Mornay,
Vindiciae contra tyrannos, de 1576, y en los estudios de Francisco de
Vitoria y Francisco Surez. Jurdicamente se plasm en la Constitucin del Buen Pueblo de Virginia, y posteriormente se previ en el artculo 2 de la Declaracin de los Derechos del Hombre y del Ciudadano de 1789, que estipul: La meta de toda
asociacin poltica es la conservacin de los derechos naturales
e imprescriptibles del hombre. Estos derechos son: la libertad,
la propiedad, la seguridad y la resistencia a la opresin. En el
Prembulo de la Declaracin Universal de los Derechos Humanos de la ONU de 1948 se reconoci el derecho a la resistencia,
cuando ese documento seala que es esencial que los derechos
humanos sean protegidos por un rgimen de derecho a fin de
que el hombre no se vea compelido al uso del supremo recurso
de la rebelin contra la tirana y la opresin.155
El derecho de resistencia o a la resistencia es el derecho que
tienen los gobernados
para oponerse a las formas de opresin del poderoso, a los abusos y a las usurpaciones de los poderes ejercidos por hombres sobre hombres, y de manera ms genrica, al hecho de ir ms all,
de rebasar los lmites que generalmente regulan el deber poltico,
la relacin entre lo mandado y la obediencia debida, sin que esto
implique la bsqueda y la afirmacin de una legitimidad nueva y
diferente La resistencia, en su significado especfico, tiene como
objetivo corregir, enmendar y restablecer el orden constituido que
se ha alejado de sus principios, que ha desarrollado en su interior
patologas degenerativas156
El derecho de resistencia es una praxis constitucional y poltica que admite comportamientos que se encuentran al borde de
155 Prez,
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directa) o violar una norma justa para protestar por otra injusta
(en el caso de la desobediencia indirecta); 3) su carcter pblico y
abierto, pues quien desobedece civilmente no solo desea persuadir a los gobiernos, sino influir en la opinin pblica, pues a veces
mucha gente llega a compartir la opinin de los gobiernos mediante mentiras y evasiones que arrastran a poblaciones enteras a
su destruccin. La desobediencia civil cumple funciones pedaggicas a nivel poltica, moral y jurdica; 4) la aceptacin voluntaria
del castigo. Esta aceptacin implica una seal de respeto al orden
jurdico, ya que, segn frase de Thoreau: Bajo un gobierno que
injustamente condena a la gente a la crcel, el verdadero lugar
de un hombre justo es la crcel; 5) el carcter no violento de los
actos de desobediencia civil; 6) que la desobediencia civil se realice en un marco de respeto y fidelidad al derecho; 7) un sptimo
aspecto de la desobediencia alude a las circunstancias en las que se
realiza: A) la desobediencia civil se lleva a cabo en circunstancias
que los actores juzgan como excepcionales, al menos en virtud
de dos razones: a) imposibilidad de utilizar los medios ortodoxos de participacin poltica cuando una minora o un grupo de
intereses no tiene ninguna posibilidad de lograr sus objetivos a travs de los canales normales de participacin poltica; b) urgencia
del caso, en virtud de que la prdida de tiempo puede frustrar los
objetivos a cuya realizacin aspiran quienes desobedecen; B) otras
razones que pueden servir de marco especfico a la desobediencia
civil: a) falta de vigencia de las disposiciones constitucionales; b)
violacin de disposiciones constitucionales por parte de las autoridades; c) violacin de tratados internacionales; d) violacin de
leyes vigentes por parte de las autoridades; e) aplicacin por parte
de las autoridades de leyes que no se consideran vlidas.164
En la desobediencia revolucionaria se busca derribar el orden
legal existente y sustituirlo por otro. Se trata de una modificacin
extranormativa y aconstitucional. La revolucin pretende establecer un orden nuevo, una legitimidad nueva a diferencia del
164 Garzn Valds, Ernesto, Acerca de la desobediencia civil, Sistema, Madrid, nm. 42, mayo de 10981, pp. 83-85.
214
derecho a la resistencia y la desobediencia civil porque considera que el poder constituido contra el que se lucha es esencial
e irremediablemente injusto. La revolucin generalmente es violenta, pero puede no serlo. El signo distintivo de una revolucin
es la propuesta de una legitimidad diferente a la existente.165
La desobediencia criminal se ubica en el mbito del derecho
penal. Existen dos notas que distinguen esta forma de protesta de
la desobediencia civil. La primera es que quien viola criminalmente una ley procura el castigo. La segunda alude a que el que
comete la accin no tiene la intencin de reformar o modificar
leyes o polticas que se consideren injustas ni de someterlas a la
prueba de la justicia. En la hiptesis de los delitos polticos, es
posible sostener que el actor s persigue propsitos normativos
como resultado de su accin. Sin embargo, este caso podra entrar dentro de la categora de la desobediencia revolucionaria, en
cuanto que hay notas de violencia que en la desobediencia civil
no existen. Adicionalmente, es posible invocar otros dos argumentos: la desobediencia civil se realiza en pblico y abiertamente, nunca de manera secreta u oculta, y la ley, en la desobediencia
civil, se infringe de manera clara, manifiesta, proponiendo razones justificatorias para la violacin, y siempre en el curso de una
protesta pblica.166
En cuanto a la disidencia anarquista, el modo de disenso es
absoluto. Se niega la obediencia al orden jurdico y al Estado.
El anarquista para realizar su cometido est dispuesto a utilizar
todos los mtodos, aun los violentos, para conseguir su propsito.
Al contrario, los desobedientes civiles, como dice Malem, son
fieles aclitos del sistema democrtico de gobierno, al que ayudan
a estabilizar colaborando en la correccin de sus injusticias.167
165 Garca Cotarelo, Ramn, Resistencia y desobediencia civil, Madrid, EudenaActualidad, 1987, pp. 79 y siguientes.
166 Crdenas Gracia, Jaime, El contractualismo y su proyeccin jurdico-poltico,
Mxico, Universidad Autnoma de Quertaro, 1991, pp. 141-154.
167 Malem Sea, Jorge, Concepto y justificacin de la desobediencia civil, Barcelona,
Ariel, 1988, p. 72.
215
La mera disidencia ideolgica entraa el derecho a expresar libremente la oposicin al Estado o a las normas, de forma pacfica
y ordenada, mediante la utilizacin de los canales institucionales.
Se trata del ejercicio de los derechos constitucionales a la libre expresin, manifestacin, reunin, etctera. La desobediencia civil,
en cambio, es un recurso extremo, que expresa el disenso a travs
de la violacin a la ley en razn de la urgencia, de la publicidad de
la protesta, o en virtud de que los medios institucionales han sido
monopolizados o bloqueados para mantener situaciones de privilegio o de injusticia a favor de ciertos grupos.
En la disidencia extrema o desobediencia social encontramos
formas ms radicales de protesta. Generalmente se seala como
ejemplo la situacin de la poblacin negra en los Estados Unidos en los aos 1950-1960. Es sabido cmo esa poblacin era
discriminada racialmente, provocando en ella sentimientos de
minusvaloracin, porque se consideraba que la poblacin blanca ejerca sobre ellos un dominio imperialista. Como respuesta,
algunos lderes negros, como Stokeley Carmichel, propusieron
desobedecer la ley. Invocaron la inexistencia de un deber moral de obedecer un derecho que no les era propio y que serva
a los propsitos de quienes los opriman. Reclamaron un nuevo
contrato social, pues la Constitucin norteamericana consagraba
reglas intolerables, como las de la propiedad y otras que propiciaban la desigualdad.168 Es decir, pusieron en tela de juicio la propia
legitimidad poltica y el mando del Estado.
El boicot es la prctica aplicada a un individuo, a una empresa
o a un gobierno, que se realiza con nimo de infligir un quebranto pecuniario o moral mediante el rechazo sistemtico para mantener relaciones sociales o comerciales, o a travs del aislamiento
social de las personas o gobiernos. Esta tctica, junto con otras,
fue empleada por Gandhi en su lucha por la independencia de la
India, para que los indios no adquirieran productos textiles de
las fbricas britnicas. A mediados del siglo XX, en los estados
168 Singer,
1973.
216
del sur de los Estados Unidos, los negros solo podan sentarse en
los asientos traseros de los autobuses. Rosa Parks, costurera y activista de los derechos civiles en Montgomery, Alabama, se sent
en un asiento delantero y se neg a cederlo a un pasajero blanco,
pero fue agredida y expulsada del autobs. En los siguientes das,
el reverendo Martin Luther King inici un movimiento de boicot
a los autobuses de la ciudad, que obtuvo la adhesin total de los
negros de los estados sureos, y dur 381 das. El boicot termin
despus de que la Corte Suprema de los Estados Unidos resolvi
que las leyes segregacionistas en el transporte pblico eran antijurdicas. En materia petrolera, movimientos sociales han boicoteado a la empresa Shell, por sus perniciosas actividades medioambientales, y los ciudadanos han dejado de adquirir sus productos.
La objecin de conciencia es el rechazo al cumplimiento de
determinadas normas jurdicas, por estimarlas contrarias a las
creencias ticas o religiosas de una persona. Generalmente consiste en la negativa a realizar actos o servicios que ordenan las
normas jurdicas, invocando motivos ticos o religiosos. Puede
plantearse ante cualquier tipo de norma, desde las obligaciones
tributarias a los protocolos mdicos. La disidencia del objetor de
conciencia, a diferencia del desobediente civil, es individual y no
colectiva, aunque tiene, al igual que el desobediente, que justificar sus motivos y protestar pacficamente. En algunos sistemas
jurdicos ciertas prcticas de objecin de conciencia estn protegidas jurdicamente, y el objetor no recibe sancin alguna. Los
ejemplos ms famosos de objecin de conciencia tienen que ver
con la negativa a realizar el servicio militar por razones ticas
en algunos pases ese rechazo est tolerado jurdicamente y
con la negativa de los testigos de Jehov a aceptar determinados
protocolos mdicos relacionados con las transfusiones sanguneas, que en algunos supuestos se toleran jurdicamente.169
En el caso de la objecin fiscal, el ciudadano se niega a pagar
al Estado los impuestos destinados a sufragar una causa injusta,
169 Soriano,
217
como puede ser la guerra o la socializacin de las deudas privadas que realizan los gobiernos neoliberales mediante los rescates
bancarios Fobaproa. La objecin fiscal constituye una clsica forma de desobediencia civil, que reproduce la accin de
Thoreau.170 La objecin fiscal no se esconde, se declara abierta,
pacfica y pblicamente, y en ella se est dispuesto a sufrir las
consecuencias; por eso, debe distinguirse de la evasin y elusin
fiscal, y de cualquier otra prctica destinada a no contribuir a la
hacienda pblica por vas fraudulentas o ilcitas. Para que tenga
xito, la objecin fiscal debe ir acompaada de una fuerte campaa de accin e informacin pblica, de la movilizacin y de la
organizacin social.
El satyagraha, vocablo acuado por Gandhi, contiene significados religiosos especficos. A sus practicantes se les exige una
frrea disciplina y preparacin, con objeto de lograr el perfeccionamiento y autocontrol suficientes que les permitan transitar por
el camino de la justicia y la verdad. Se requera, segn Gandhi,
seguir cuatro votos bsicos: pobreza, castidad, verdad y resistencia.171 Aunque se trata de procesos no violentos, se distinguen de
la desobediencia civil, en que esta no es un acto religioso y espiritual, sino un acto poltico que pretende el cambio de una ley,
de una determinada poltica gubernamental o de dar a conocer
sus concepciones poltico-ideolgicas. Los partidarios del satyagraha promueven, en cambio, toda una cosmovisin del mundo
y de la vida para modificar radicalmente la realidad existente y
proponer otra consistente con los fundamentos de justicia y verdad que inspiran a sus partidarios.
Las anteriores vas de resistencia, desobediencia y protesta
pueden ser empleadas cuando los medios jurdicos se han agotado y la situacin de inconstitucionalidad e injusticia se mantiene.
De los medios expuestos, se debe preferir a los pacficos sobre los
170 Thoreau,
218
violentos, y entender que se deben ejercer de manera proporcional y gradualmente, expresando y justificando pblicamente
las razones de la protesta y oposicin. La reforma constitucional energtica de 2013 es tan grave y oprobiosa para la sociedad
mexicana, que se requiere emplear en contra de su vigencia y
aplicacin todas las vas jurdicas, sociales y polticas que estn
disponibles.
Para finalizar, no podemos dejar de mencionar que solo estamos obligados moralmente a obedecer el derecho que haya
sido producto de procedimientos democrticos, y que tienda de
manera efectiva a proteger, garantizar y salvaguardar derechos
fundamentales. El derecho que no tiene origen democrtico o
que no est previsto para hacer efectivos los derechos fundamentales no es digno moralmente de ser obedecido. La reforma
constitucional energtica de 2013, por las razones expuestas en
estas pginas, no es moralmente digna, porque no tuvo un origen democrtico, y porque no tutela los derechos fundamentales
de los mexicanos. En esa tesitura, no merece ser obedecida por
los ciudadanos del pas.
CONCLUSIONES
La reforma constitucional en materia energtica de diciembre de
2013 es consecuencia del modelo neoliberal extractivo. Un modelo de este tipo es aquel en donde una elite disea instituciones econmicas para enriquecerse y perpetuar su poder a costa de la vasta
mayora de las personas de la sociedad.172 Es un modelo que no es
inclusivo y que carece de pluralidad. En Mxico, la reforma constitucional energtica y el resto de las reformas estructurales, que
han sido impulsadas por el gobierno de Pea Nieto, tuvieron como
origen el Pacto por Mxico, un acuerdo poltico propio del modelo
neoliberal extractivo, por su falta de representatividad, pluralismo
e inclusin social, como se explica en el captulo primero.
En el libro hemos realizado una interpretacin crtica de la reforma constitucional energtica de 2013. En su primer apartado
presentamos el contexto de la reforma, comentamos los argumentos que a favor de ella se expusieron, y explicamos brevemente que los antecedentes de la privatizacin energtica se materializaron desde el momento mismo en que el presidente Lzaro
Crdenas decret la expropiacin en 1938. Adems, describimos
las iniciativas del Ejecutivo y de las fuerzas polticas, que dieron
lugar a la reforma constitucional energtica, y los argumentos
que a favor de ella proporcion el sector empresarial del pas.
Tambin desarrollamos el contenido de los principales debates
en torno a la reforma y las posibilidades de una reforma energtica alternativa, sin necesidad de un cambio constitucional.
En el captulo segundo estudiamos el contenido de la reforma
constitucional. Se realiza en l un estudio pormenorizado de las
172 Acemoglu, Daron y Robinson, James A., Por qu fracasan los pases. Los
orgenes del poder, la prosperidad y la pobreza, Barcelona, Crtica, 2012, p. 465.
219
220
CONCLUSIONES
normas sustantivas y adjetivas de la transformacin constitucional. Se exponen las razones geopolticas que reas del gobierno
norteamericano contemplaron para impulsar la reforma energtica en Mxico y a fin de garantizar la seguridad energtica de
los Estados Unidos y de Amrica del Norte. El anlisis describe
el surgimiento de las empresas productivas del Estado, estudia las
formas y modalidades de los contratos y de las licencias, comenta
el sistema del booking, desmenuza las consecuencias que para el
rgimen de propiedad privada, pblica y social tendr la reforma
y, en general, se abunda sobre las implicaciones que para la soberana nacional y los intereses generales tendr la reforma constitucional energtica de 2013.
En el captulo tercero se hace un listado, con el anlisis correspondiente, de las consecuencias jurdicas y polticas de la reforma
constitucional en materia energtica. As, entre otras consecuencias, se seala: 1) que las modificaciones constitucionales atentan
contra las decisiones polticas fundamentales establecidas por el
Constituyente de Quertaro; 2) que el rgimen de contratos y
licencias que prev la reforma energtica vulnera, entre otros, el
principio de que la nacin es la que debe explotar los hidrocarburos, porque se permite a extranjeros hacerlo, y porque ellos se
quedarn con parte de la renta petrolera, que es de la nacin;
3) que la reforma constitucional energtica, ms las reglas del
Tratado de Libre Comercio de Amrica del Norte, generarn
privilegios a los inversionistas extranjeros en detrimento de la nacin y de los empresarios nacionales; es decir, se transgrede el
principio de igualdad; 4) que los poderes Legislativo y Judicial
mexicanos perdern competencias y soberana, porque las controversias en la materia se resolvern ante instancias de arbitraje
internacional y aplicando los tratados y acuerdos de libre comercio; 5) que la reforma energtica trastoca el principio de dominio
eminente, que es el poder del Estado sobre su territorio, pues las
empresas extranjeras tendrn control sobre los territorios en donde se encuentren las explotaciones de hidrocarburos, incluyendo
el ejercicio de la facultad de expropiacin a su favor; 6) que la
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reforma energtica violent el derecho a la consulta de los pueblos originarios, en contra de lo previsto en el Convenio 169 de la
OIT; 7) que la reforma energtica infringe la soberana nacional,
pues el Estado perder control sobre su territorio y sus recursos
naturales; 8) que la reforma energtica significa la prdida de
soberana, porque los mexicanos no decidiremos el futuro de la
plataforma de produccin y de exportacin de hidrocarburos: las
empresas extranjeras definirn cunto se extrae y cunto se vende; 9) que la reforma energtica implica que los mexicanos ya no
seremos dueos de los hidrocarburos, porque compartiremos la
renta petrolera con los extranjeros; 10) que la reforma energtica
implica el incremento de impuestos y de deuda, en tanto que la
reforma significar la reduccin de los ingresos fiscales, que tienen su origen en la explotacin de los hidrocarburos, y que la hacienda pblica actualmente recibe; 11) que la reforma energtica
afecta los derechos de los trabajadores, porque entre otras cosas
stos ya no sern parte del Consejo de Administracin de Pemex;
12) que la reforma energtica permite que la facultad de expropiacin se utilice para beneficiar a particulares extranjeros y no
para garantizar el inters general; 13) que la reforma energtica
dar un gran poder a los poderes fcticos trasnacionales sobre los
poderes formales domsticos, lo que condicionar nuestra independencia poltica y econmica, y 14) que la reforma energtica
se produjo violentando el derecho a la informacin, porque los
puntos de vista alternativos sobre la reforma energtica a
los del gobierno no gozaron de difusin en los medios de comunicacin electrnica.
Finalmente, en el captulo cuarto exponemos las vas de lucha
que tiene la sociedad para oponerse a la reforma constitucional
en materia energtica de 2013. Abundamos en las vas jurdicas,
pero tambin en las vas de resistencia y de desobediencia. Consideramos que ante la gravedad de las violaciones constitucionales
procedimentales y sustantivas de la reforma constitucional
en materia energtica, y ante la debilidad de los mecanismos institucionales de defensa constitucional, una vez agotados estos, los
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reformas constitucionales a los artculos 25, 27 y 28 de la Constitucin, sino el presidente de la Comisin Permanente.
Sobre la primera cuestin, y dada la trascendencia de la reforma, que implica la afectacin de principios polticos fundamentales, se seal que este tipo de reformas corresponden al
Constituyente originario o en todo caso a una consulta amplia
a la sociedad, pues lo aprobado violenta el principio establecido
en la Constitucin desde 1917, que determina que la nacin es
la propietaria y le corresponde la explotacin de los hidrocarburos. Al permitirse, por ejemplo, que los extranjeros reciban como
pago, en los contratos de produccin compartida, una parte de la
produccin o del crudo extrado, se infringe el principio de que los
hidrocarburos son de la nacin, porque se compartirn en propiedad con ellos. Igualmente, con la reforma se trastoca el principio
de que la nacin es la que debe explotar esos recursos, pues las
empresas trasnacionales participarn en todas las fases de la industria de los hidrocarburos.
En cuanto a la segunda cuestin, el Constituyente no observ
lo previsto en los dos ltimos prrafos del artculo 18 de la Ley
Federal de Presupuesto y Responsabilidad Hacendaria. El Ejecutivo Federal, al formular y presentar su iniciativa de reforma
constitucional a los artculos 27 y 28 de la Constitucin en materia energtica, no acompa a su propuesta la evaluacin sobre
el impacto presupuestario. Los legisladores del Partido Accin
Nacional que presentaron la iniciativa de reforma a los artculos 25, 26 y 27 constitucionales en materia energtica tampoco
acompaaron a su propuesta la evaluacin sobre el impacto presupuestario. Las Comisiones Unidas de Puntos Constitucionales,
de Energa, y Estudios Legislativos Primera del Senado, ni las
correspondientes de la Cmara de Diputados, al elaborar los dictmenes, realizaron una evaluacin del impacto presupuestario
de las iniciativas respectivas con el apoyo del Centro de Estudios
de las Finanzas Pblicas de la Cmara de Diputados. Tanto el penltimo prrafo como el ltimo del artculo 18 de la Ley Federal
de Presupuesto y Responsabilidad Hacendaria lo ordenan, y esas
normas quedaron sin satisfaccin.
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de 2014 en los talleres de Impresin Comunicacin
Grfica S. A. de C. V., Manuel Avila Camacho 689,
col. Santa Mara Atzahuacn, delegacin Iztapalapa,
09500 Mxico, D. F. Se utiliz tipo Baskerville en 9, 10
y 11 puntos. En esta edicin se emple papel cultural
de 57 x 87 de 37 kilos para los interiores y cartulina
couch de 162 kilos para los forros. Consta de 500
ejemplares.