Funcion Cristiana
Funcion Cristiana
Funcion Cristiana
La función del cristiano en el mundo es ser sal y levadura. El cristiano vive para
los demás, ofreciendo sentido y ejemplo de vida. Sin esta proyección hacia los otros su
vida se esteriliza y termina perdiendo todo valor; se convierte en sal insípida que sólo
sirve para ser pisoteada. Los cristianos, o son admirados cuando luchan por la justicia
con los oprimidos, o son despreciados cuando se encierran en meras prácticas
piadosas.
Hoy los admirados son excepción y son perseguidos por los opresores: claro
ejemplo de ello es el asesinato de Mons. Romero en El Salvador. Los cristianos
corrientes son apenas tolerados como se toleran las inclemencias del ambiente
mientras las autoridades, tanto políticas como religiosas, pelean entre sí a ver quién
prevalece. Hoy vivimos en un mundo de intensa violencia y de profunda chatura,
vivimos en plena rebelión de las masas.
Será posible revertir esta situación fermentando la Humanidad con un sentido
más cívico solidario debido al actuar de cristianos más auténticos?
Lo primero que para ello se necesita es que los cristianos sean cristianos de
verdad, seguidores de las enseñanzas de Cristo y no arrutinados en tradiciones
perimidas. Se critica demasiado el señorío y la codicia de los jerarcas olvidándose que
los jerarcas provienen de los laicos y que arrastran las falencias de su educación más
temprana. Todos somos responsables de la marcha de nuestra vida, pero la
responsabilidad del cristiano se duplica por su compromiso bautismal.
El Evangelio prioriza el amor a la par que el Magisterio insiste sobre la
obediencia. El problema radica en el cambio cultural de la mentalidad semítica por la
helénica; la primera se fija en el obrar de los seres en tanto que le segunda valora las
ideas abstractas y doctrinarias pero, no pudiendo imbuir toda la catequesis en el
cerebro de los fieles, se contenta con recalcar la obediencia. Esto hace que muchos
defiendan el Magisterio sin siquiera conocer su contenido.
La elevación de la cultura humana es función de la vida cristiana. La eficacia
cristiana depende, a su vez, de estar fundada sobre un comportamiento ético sano,
sincero y constructivo. Es el reinado de paz y justicia que llega a nosotros como se nos
enseñó a pedir en el padrenuestro. El reinado está a la puerta de la historia queriendo
entrar, sólo espera ser aceptado por la fe cristiana de los hombres de buena voluntad.
Es hora de despertar y de actuar sin miedo ni displicencias la vocación y la función de
nuestro cristianismo para salvar al mundo de su derrumbe.
«El tiempo está cumplido, conviértanse!» dijo y nos dice Cristo.
«La crisis incluye peligro y oportunidad» dice el Tao chino.