Imperio Chavin
Imperio Chavin
Imperio Chavin
Primera fase:
hegemonía tecnológica
Para mayúsculo asombro de sus coetá- La asombrosa “bondad del ritual”, pri-
neos, del propio pueblo chavín y de los pue- mero y durante un largo período, y las ver-
blos aledaños, ello permitía a los Sumos Sa- dades del secreto, después, se transmitieron
cerdotes del templo–castillo de Chavín de durante siglos por muchísimas generaciones,
Huántar conocer, hasta con cuatro meses de pueblos y territorios. Ello explica, por ejem-
anticipación, y con gran certeza, la presencia plo, que en Wari, la capital del Imperio Wari,
o no de lluvias, y decidir el inicio, poster- en la zona cordillerana de Ayacucho –1 000
gación o cancelación de la temporada de años después de la caída del Imperio Cha-
siembra. vín–, también se hayan encontrado restos del
spondylus 186. Y que llegara luego a oídos de
Los secretos que encerraba el mullu eran los “sacerdotes” del Imperio Inka. Éstos, pa-
pues valiosísimos e inestimables. Y, sin gé- ra programar adecuadamente las faenas agrí-
nero de duda, quienes habían logrado desen- colas, demandaron insistentemente el mullu.
trañarlo adquirieron un poder igualmente
inestimable, por lo menos durante el largo La importancia fue tal que efectivamente
período en que el secreto se mantuvo sin ser se dispuso la formación de brigadas espe-
compartido con otros que no fueran los Su- ciales de chasquis “mollo chasqui camayoc”
mos Sacerdotes de Chavín de Huántar. cuya función era llevar el mullu desde Ecua-
dor al Cusco 187. En uno y otro notable caso,
Para los neófitos, del propio pueblo cha- llegando el mullu, llegaba la información hi-
vín y de los pueblos aledaños, primero, y del dro–meteorológica requerida, o, en su defec-
resto de los pueblos de los Andes más tarde, to, el elemento central e insustituible del im-
sólo una cosa estaba en claro: había que ado- portantísimo ritual propiciatorio de lluvias.
rar y rendir culto al mullu. Así, según se
creía, a más y más devotas plegarias, a más y Hoy se conoce a ciencia cierta cuán gra-
más complejos y ricos sacrificios, mejores ves y geográficamente extensas son las re-
resultados se obtendría en la agricultura. No percusiones de algunos grandes episodios del
es difícil imaginar que los rituales en torno al fenómeno océano–atmosférico del Pacífico
R. Puchca
Son concluyentes las evidencias del ex-
traordinario avance técnico que en su tiempo Sechín
alcanzó el pueblo chavín. Y a diferencia de
sechín, pudo preciarse, aparentemente al me-
nos, de haber logrado un alto desarrollo cul-
tural y material en un clima apacible.
Por las abras, cada vez que uno de ellos Durante un largo período inicial la con-
intentaba cruzar la cordillera, se topaba con frontación habría favorecido a los sechín. Las
el otro. Sea que se tomara la ruta Re- monolitos de Casma retratan nítidamente a
cuay–Aija–Huarmey. O que se pasara por la los habitantes de dos pueblos distintos, ata-
Fuentes:
– Kauffmann, Manual..., p. 176.
– Kauffmann, Manual..., p. 257.
viados con ropas que los diferencian con cla- Esas dos notables coincidencias no pue-
ridad: unos, con una suerte de breve panta- den considerarse una simple casualidad. Pa-
lón, son los guerreros triunfantes, los sechín; rece, más bien, la evidencia de que las nota-
los otros, sus víctimas. bles víctimas que los sechín registraron en
sus piedras eran pues sus más connotados ri-
Todo parece indicar que las víctimas –tal vales: los chavín.
y como fueron vistas por los artesanos se-
chín–, con los brazos en una peculiar postura El sistemático enfrentamiento y el adver-
y ataviados con un también característico so resultado que durante largo tiempo expe-
faldón, eran los habitantes del pueblo chavín. rimentaron, podría explicar que los chavín
Porque esa peculiar postura de los brazos y el mantuvieran reservado, a buen recaudo, tras
característico faldón (que hemos destacado la cordillera Blanca, su centro administrati-
en los gráficos) están también presentes en el vo–ceremonial más importante: Chavín de
célebre lanzón que –autorretratando esas dos Huántar.
importantes costumbres–, grabaron a su vez
los artistas chavín. Hechos fortuitos, motivos desconocidos,
I. Chao
Chimbote
Moxeque JecangaConchucos
Sechín Chavín
Cajamarquilla
Huanchay Aija
Chiquián
Oxapampa
Cajatambo
Andajes
Supe Churín Prov.
Chanchamayo
Huacho
Lachay Junín
Chancay R. Chillón
Chuquitanta Jauja
Chaclacayo Chosica
Chucuito Pachacamac
Chupaca
Chilca
Tupe Prov. Tayacaja Echarate
Churcampa Machu Picchu
Xaxa Chocos
Viñaque
Huaycahuacho Ayacucho Cachimayo Chinchero
Sunampe Chincha Vinchos
Chankas Chinchaypujio
Chalhuanca Quiquijana
Chincheros
Año
que no le corresponde.
Imperio Chavín
Allende las fronteras que alcanzó este
primer imperio de los Andes, y aun cuando (1 200)
Administrando esos envíos, los kurakas 3) Mas no sólo eso. Es una constante en la
locales y los representantes imperiales historia que la altísima proclividad al gas-
lograron conocer de cerca cuán grandes to ha ido siempre de la mano con el abuso
eran los beneficios que recibía el pueblo por el fasto y la ostentación; la lujuria y el
hegemónico y, en particular, el grupo do- desorden anímico y espiritual y, en gene-
minante en Chavín de Huántar. No es di- ral todo tipo de privilegios excluyentes. Y
fícil imaginar cuántas desmedidas ambi- en el caso de Chavín innumerables escul-
ciones se fueron gestando en el proceso. turas líticas (que los textos muestran
hasta la saciedad), reflejan ese clima de
El excedente que generaban los pueblos superficialidad, ese ambiente suntuoso y
fue además usufructuado de manera dis- de frívola ostentación que, sin duda, fue
Pueblos independizados
tallanes
Mapas Nº 13 - 14 cajamarcas
Inicio y fin de la mochicas
moches
destrucción del chavines - recuay
chavines - conchucos
Imperio Chavín casmas
chancay
limas
tarmas
huancas
chankas
paracas
Chavín icas
Chavín de Huántar
de Huántar Pueblos independientes
huancavilcas
cañaris
nazcas
inkas
kollas
Agric. del sur
Por su proximidad, ellos habrían sido, sin con él, y que exterminaron a la propia élite
duda, los primeros en caer bajo la hegemonía chavín.
chavín, antes incluso del triunfo de éstos so-
bre los sechín. Por lo demás, no existe la más “Los datos de que se dispone sugieren
mínima duda sobre el control absoluto que que un dominio creciente sobre los contornos
los chavín ejercieron sobre todo el Callejón es un concomitante de la desintegración más
de Huaylas y los distintos pequeños pueblos que del crecimiento. El militarismo [es] un
allí asentados. ¿Cómo imaginar entonces a rasgo común del colapso y la desintegra-
súbditos del imperio invadiéndolo? Absurdo, ción...” 246. El comentario de Toynbee, dentro
por decir lo menos. del contexto de la historia mundial, se ajusta
a cabalidad a este crucial pasaje de la historia
Entre los cajamarcas, fortificaciones e andina.
iconografía con escenas de violencia 244 son
también indicio de la presencia de conflictos Ése fue el contexto en el que cayó el
armados. Y entre los lima, en los valles de la primer imperio de los Andes. Y luego del que
costa central, aparecen construcciones que cada uno de esos pueblos reemprendió, con
sugieren esfuerzos de fortificación 245. autonomía, la tarea de concretar su propio
proyecto nacional. Esto es y usando nueva-
Es decir, tallanes, chimú (moches y mente la analogía empleada por Toynbee,
mochicas), cajamarcas, huaraz, limas e icas tras la marejada chavín, los pueblos domina-
(paracas), pero también los chankas, eviden- dos “emergieron” otra vez a la superficie.
ciaron, repentina y simultáneamente, las hue-
llas de un violento proceso de independen-
tista.
¿Fuerza objetiva
o desconcierto subjetivo?
Mil años del primer imperio de los Andes
concluyeron tan dramática y ferozmente co-
mo había comenzado su segunda fase. La Durante la vigencia del proyecto imperial chavín
los proyectos de los pueblos sometidos habían queda-
violencia que había caracterizado el surgi-
do pues transitoriamente frustrados. A título de hipóte-
miento y consolidación de la misma adquirió sis, ello pudo ocurrir por distintas razones: a) porque
quizá tanta o mayor gravedad durante las esos pueblos, sin excepción, cayeron en desconcierto
largas y sangrientas guerras que acabaron y se equivocaron, y en vez de actuar en la dirección
No existe información suficiente para aceptar ni Si hasta antes sólo habían enfrentado y paulatina-
para descartar la primera hipótesis. Pero, en todo caso, mente ido venciendo a la naturaleza, con la hegemonía
sería harto sospechoso que, salvo chavín, todo el resto del pueblo chavín se había presentado la circunstancia
de los pueblos errara en tomar la dirección que les per- de que el hombre andino debía, en adelante, enfrentar
mitiera alcanzar sus ojetivos. Los hechos, en cambio, también, e intentar vencer, a otros grupos andinos. Si
parecen dar cuenta de que, en su segunda etapa, de antes se había enfrentado la fuerza dinámina y con-
modo cruento el pueblo chavín invariable e inexora- ciente de los grupos contra la naturaleza, había llega-
blemente impuso su fuerza militar y hegemonizó so- do la hora de contrastar también a otras fuerzas di-
bre el resto impidiéndoles materializar sus proyectos. námicas, a otros grupos humanos.
En otros términos, muy difícilmente ocurrió que Cada grupo, para alcanzar sus objetivos, se com-
todos los diferentes pueblos dominados desconocieran portaba como una fuerza. La dirección (I —> O) en
cuáles eran sus objetivos. Ni que no supieran cómo que actuaba esa fuerza era aquella que apuntaba hacia
alcanzarlos. Ni que perdieran la brújula que los o- los objetivos. Y la magnitud o intensidad de esa fuerza
rientaba en la dirección de sus objetivos. Ni que fue- estaba directamente relacionada con los intereses que
ran incapaces de alcanzarlos. Y, tampoco que, aliena- tenía y defendía cada grupo. Mayores intereses –más
dos, suicidándose inadvertidamente, actuaran todos población, más tierras, mejores técnicas y mejor tec-
ellos en contra de sus propios intereses. nología, etc.– implicaban mayor fuerza. Y, a mayor
fuerza, la obtención de los objetivos se concretaba con
Ocurrió, simplemente, que a pesar su natural aspi- más facilidad y rapidez.
ración de autonomía, el pueblo chavín los dominó por
la fuerza y les impuso su proyecto imperial. En definitiva, al iniciarse el proceso del imperia-
lismo militar chavín, fue la suma de recursos y fuerzas
Durante los dos primeros grandes períodos de la disponibles de cada uno de los protagonistas la que
historia andina –recolección–caza y agricultura inci- definió la viabilidad o inviabilidad de sus respectivos
piente–, los grupos humanos habían tenido a la natu- proyectos nacionales. Así, mientras los objetivos de
raleza como el más significativo límite para la conse- expansión y conquistas resultaban viables para
cusión de sus objetivos. Pero cuando los ayllus y los Chavín, los de desarrollo autónomo –por lo menos
Gráfico Nº 34
Proyecto Nacional: objetivos viables e inviables
fuerzas + recursos
Obj. inviables
Límite de
recursos y fuerzas
disponibles Expansión Desarrollo
y conquistas autónomo
Obj. viables Límite de Obj. inviable
recursos y fuerzas
disponibles
I
Obj. viables
I
t1 t2 tiempo t1 t2 tiempo
¿Pero cómo ha resuelto la historiografía tradi- La caída, colapso y desaparición final de los im-
cional el importantísimo y trascendental enigma de la perios es probablemente, entre los temas sustantivos,
caída y colapso final de los imperios Chavín, Tiahua- el menos estudiado de la historia andina. Aunque,
naco y Wari? dicho sea de paso, no es más desarrollada, estructura-
da, coherente y verosímil la versión que se nos da
Pues recurriendo, invariablemente –y sin rubor–, a sobre su gestación y consolidación. Pues bien, reve-
un expediente de también inocultable tinte romano: la lando la insignificante importancia que la historio-
hipótesis de las “invasiones bárbaras” 261. Veámoslo grafía tradicional concede a la caída, colapso y desa-
pues, recurriendo a Del Busto y su emblemático texto parición final de los imperios, este tema ocupa en ella
Perú Preincaico: menos de la centésima parte del espacio que le dedica
al estudio de la cerámica precolombina, quizá su tema
1) Chavín: “se ignora como murió, aunque se de más absoluta predilección.
sospecha que se debió a invasiones de pue-
blos poco conocidos...” 262. Del Busto, por ejemplo, tras treinta páginas mos-
trando con fruición la “Cultura Chavín”, vertiginosa-
2) Tiahuanaco: “...cayeron sobre [sus protago-
mente concluye su relato dedicando siete líneas a la
nistas] unos bárbaros...” 263.
muerte del Viejo Horizonte. Más adelante le resulta
3) Wari: “Los (...) habrían sido el pueblo bárba- suficiente un párrafo, entre dieciséis páginas, para el
ro que (en opinión de muchos) dio el golpe de caso de Tiahuanaco. Y medio párrafo entre nueve pá-
gracia al presunto Imperio Huari” 264. ginas para dar cuenta del fin del que asume como
“presunto” Imperio Wari.
La hipótesis de las a su vez presuntas “invasiones
bárbaras” contra Chavín, Tiahuanaco y Wari es, en Así, virtualmente se nos presenta esas centenarias
todos los casos, absurda e insostenible. Ninguno de experiencias históricas muriendo de improviso, como
los supuestos “pueblos bárbaros” a los que se atribuye producto de un inesperado, lamentable e inexplicable
la acción eran ajenos o extraños a dichos imperios. infarto masivo e indefectiblemente letal.
Los huaraz y recuay, en el primer caso; unos pa- No deberíamos sin embargo hablar de “muerte
rientes de los kollas o aymaras actuales, en el segun- por infarto” allí donde el historiador recurrentemente
do, y; nada menos que una parte de los chankas, en el nos presenta a quienes debemos imaginar como los
tercero; eran, sin asomo de duda, parte de cada uno de “victimarios” de sus respectivos imperios: los “bár-
esos respectivos imperios. Pero ni siquiera formaban baros” pueblos invasores. Siendo así, insinuándonos
parte de los alejados extremos de los territorios domi- sendos “asesinatos”, la historiografía tradicional de-
nados. Sino que más bien estaban ubicados en las bería sentir la imperiosa obligación y necesidad de
propias inmediaciones del centro hegemónico. ¿Cómo una seria y profunda “autopsia” que defina con meri-
podían pues invadir un imperio quienes formaban par- diana claridad las causas del deceso.
te de él 265?
No obstante, en ostensible inconsecuencia con sus
Podían sí, llegado el momento, y dadas una serie insoslayables y subjetivas simpatías (que nada tienen
de circunstancias favorables, invadir el centro hege- de científicas y sí mucho de ideológicas), e incurrien-
mónico de la nación y/o la élite que los había sojuz- do en incongruencia con la hipótesis implícita, no
gado, y saquearlo hasta terminar destruyéndolo. Mas emprende sino que rehuye acometer la “autopsia”.
ello sólo alcanza a explicarse como colofón de un pro-
ceso de insurrección generalizada en todo el territorio Así, pues, en el contexto de los brevísimos y do-
imperial. cumentalmente pobres desarrollos sobre la caída, co-
lapso y desaparición de los imperios andinos, la filoro-
Es decir, luego de que el poder hegemónico, de- mana hipótesis de las presuntas “invasiones bárbaras”,
rrotado en mil frentes de batalla, había perdido todas tiene serios e insuperables vacíos y debilidades.
sus fuerzas, hasta ser incapaz de dominar una incur-
sión física que, en otras circunstancias, habría sido En efecto, no se nos explica: a) cómo repentina-
fácilmente doblegada, como en efecto muy probable- mente perdieron su extraordinaria fuerza (económica,
mente había ocurrido en más de una ocasión anterior. política, social y militar) los pueblos que fueron ca-
La pérdida de fuerza de las grandes civilizaciones, 8) Haber impuesto métodos de sojuzgamiento y re-
que erróneamente la historiografía tradicional insinúa presión violentísimos, cometiendo innumerables
como un fenómeno de repentina aparición y vertigi- crímenes y excesos y muy probablemente geno-
noso, debió ser, más bien, un proceso muy prolongado cidio;
–una larga “agonía”–.
9) Haber realizado masivos y compulsivos traslados
Debió ser un proceso lento y progresivo. Debió de las poblaciones dominadas dentro del territorio
resultar imperceptible durante mucho tiempo incluso a imperial;
los ojos de la élite protagonista. E irreversible para
cuando eventualmente se dieron cuenta del inexorable 10) Haber impuesto una gigantesca maquinaria de
fin que se cernía sobre su protagonismo, la sede amedrentamiento, chantajes, delación y espiona-
hegemómica, y sobre sus propias testas. je;
Pero, por sobre todo, nuestra hipótesis general es 11) Haber impuesto, como compensación a los privi-
que el colapso final de los imperios andinos debió ser legios de la élite, un sistema generalizado de co-
el resultado de la conjunción de algunos o muchos de rrupción a cargo de todos los estamentos del apa-
los siguientes factores objetivos: rato de administración imperial;
1) Expansión geográfica desmedida, con la conse- 12) Haber sometido a los pueblos dominados a un
cuente dispersión y fraccionamiento de las fuer- exagerado sistema impositivo confiscatorio, con-
zas sociales y militares de la nación hegemónica. denándolos a la más extrema pobreza, con sus
secuelas de miseria material, hambruna, enfer-
2) Haber generado su propia vulnerabilidad al dejar medades y muerte.
en manos de los pueblos sojuzgados el íntegro del
abastecimiento (alimenticio, maderero, minero, 13) No haber tomado previsiones adecuadas para ca-
etc.) del poder hegemónico. sos de masivo desabastecimiento alimenticio;
3) Haber poblado mayoritariamente la sede hege- 14) Haber sido objeto de graves agresiones externas;
mónica con esclavos y servidores de los pueblos y
naciones dominados; 15) Haber sido objeto de graves inclemencias climáti-
cas y/o de otras formas lesivas de fenómenos na-
4) Haber desatado desmedidas ambiciones (econó- turales;
micas y de poder), e incluso autonomistas, entre
cientos y miles de funcionarios de la propia na- 16) Haber la élite dominante ideologizado y mitifica-
ción hegemónica y de los propios pueblos someti- do las razones objetivas de la generación inicial de
dos; su fuerza, habiendo además creído que tales