El Humanismo Desde Un Teologo
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a reflexin sobre el cuerpo humano nos lleva necesariamente hasta las nuevas fronteras que el desarrollo cientfico-tcnico acerca vertiginosamente. Unas fronteras que no suponen un anhelo nuevo en el corazn humano, sino la posibilidad real de realizacin de anhelos presentes desde siempre. Ya en la Antigedad nos encontramos con la fascinacin por el autmata que imita a la vida. Fascinacin incrementada en nuestros das por quienes defienden y persiguen no slo ya la creacin de la llamada Inteligencia Artificial, sino de un modo ms explcito de Mquinas Conscientes1. Alimentada por toda una verdadera mitologa popular que tiene en el cine un vehculo inigualable de expresin, es una empresa en la que ingenieros, cientficos e instituciones tecnolgicas, se hallan embarcados. Sin embargo, a la vez que toda esta nube de fascinacin capta el inters y despierta la curiosidad, se gesta imparable, en unin a la anterior, otra empresa cargada tambin de mitologa, pero mucho ms palpable en sus realizaciones y posibilidades de futuro. Es la interaccin entre el ser humano y la tcnica, llevada al punto en que ambos se unen fsicamente, dando lugar al ciborg. Ciborg es una palabra acuada en 1960 por el neurocientfico Manfred Clynes, en un artculo escrito junto a
1. En Mayo de 2001 el filsofo David Chalmers, el neurlogo Christof Koch y el ingeniero Rod Goodman, organizaron en Nueva York un pequeo encuentro de ingenieros, neurocientficos y filsofos que marca el inicio de este nuevo planteamiento que pretende dejar atrs los clsicos de la IA y de las redes neuronales. Cf. I. Aleksander, Machine Consciousness, en: M. Velmans-S. Schneider (edd.), The Blackwell Companion to Consciousness (Oxford, Blackwell Publishing, 2009) 87-98. 2. M. E. Clynes-N.S. Kline, Cyborgs and Space, en: Astronautics, September, 1960. 3. Se trata de neuronas de rata que han sido aisladas unas de otra y colocadas juntas en un cultivo que les permita la vida, posteriormente han sido conectadas a un robot, al que pueden enviar impulsos elctricos y del que reciben impulsos elctricos. El resultado es que las neuronas se han asociado y se relacionan con el cuerpo robtico controlando que ste se desplace sin tropezar, en un comportamiento no-programado sino apren-
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es, el ser humano en el cual la tecnologa ha quedado unida a su organismo. Dando as lugar a un ser que se yergue ante nosotros como un verdadero reto antropolgico y teolgico. La verdadera frontera del peligro para la supervivencia de lo humano no se encuentra en el robot humanizado sino en el ser humano robotizado. El concepto de lo que es ser humano y la nocin teolgica de ser imagen de Dios se enfrentan aqu a un importante reto. Porque el hecho mismo del ciborg es un interrogante sobre la propia naturaleza humana y la condicin tcnica del hombre. Para muchos, como Donna J. Haraway4, el ciborg ha dejado de ser hace tiempo una posibilidad para ser ya una realidad. Y no slo con prtesis mecnicas inertes, tambin con dispositivos activos, que conllevan la combinacin de biologa, mecnica y electrnica. Aqu no estamos hablando ya slo de elementos tales como marcapasos e implantes cocleares, o de exoesqueletos que permitan recuperar la movilidad a personas con algn tipo de deficiencia motora5 o mejorar capacidades a personas en perfectas condiciones fsicas6, sino de toda una lnea abierta de investigacin y desarrollo de sistemas que interactan con el sistema neurolgico y permiten realizaciones tales como la activacin de miembros artificiales y otros dispositivos mediante la lectura de las seales cerebrales, implantes de retina que son capaces de detectar movimiento, implantes de electrodos en el cerebro para el tratamiento de enfermedades. La frontera que se abre en este campo llega hasta la realizacin de implantes tcnicos en el sistema nervioso, que permitan estar conectados a un abanico de posibilidades que hoy todava se vislumbran en la
nebulosa de la ciencia-ficcin, pero que haramos mal en no considerar en todo su alcance real. Un ejemplo del impulso en este campo lo encontramos en Kevin Warwick, profesor de ciberntica de la Universidad de Reading (Inglaterra), donde lleva a cabo investigaciones en el campo de la inteligencia artificial, robtica, control e ingeniera biomdica. Warwick no dud en experimentar en s mismo en dos ocasiones, 1998 y 2002. En 1998, mediante un implante en su brazo que le permita el control sobre sistemas exteriores. En 2002, mediante otro implante que pona su sistema nervioso directamente en comunicacin con un ordenador y con otro implante similar en el sistema nervioso de su esposa. Experiencias que conducen a su libro I, cyborg7, cuyo ttulo es un claro guio al clsico de Asimov y a la vez un cambio de perspectiva, ya que de repente nos encontramos con lo que decamos al comienzo, con el reto no de un robot humanizado, sino de un ser humano robotizado. El campo de riesgo que todo esto abre para algunos se mueve en el terreno de las interacciones que se abren entre cerebro e implantes y las modificaciones que stas pueden provocar en el propio ser humano (Herfeld, 2009)8, riesgos que no seran atribuibles a una mera prtesis mecnica. Sin embargo, para otros no dejara de ser una etapa ms en un proceso que no es extrao al ser humano, sino que precisamente los seres humanos son ciborgs natos, seres simbiontes humanotecnolgicos cuyas fronteras exceden con mucho la piel y el crneo (Clark, 2003)9; seres que no es que necesiten de la tcnica para completarse, sino que son un producto de la tcnica (Broncano, 2009)10. La afirmacin de Ortega de que sin la tcnica el hombre no existira
dido por el robot con cerebro biolgico. Si bien la intencin original y declarada es el estudio del cerebro para poder curar enfermedades como el Parkinson y el Alzheimer, una vez abierto un camino tcnico ste puede tomar direcciones muy distintas a la intencin de aquellos que lo iniciaron. Cf. http://www.youtube.com/watch?v=wACltn9QpCc, y http:// news.bbc.co.uk/2/hi/technology/7559150.stm. 4. Autora en 1985 de El manifiesto ciborg: Ciencia, Tecnologa y Feminismo socialista en los ochenta, en: Socialist Review, n 80 (1985), 65-108. Cf. R. MUNNIK, Donna Haraway: Cyborgs for Earthly Survival?, en: H. Achterhuis (ed.), American Philosophy of Technology. The Empirical Turn (Bloomington-IN, Indiana University Press, 2001) 95-118. 5. Como es el caso del pie-tobillo activo desarrollado por el Instituto Tecnolgico de Massachussets (MIT). Ver en: http://biomech.media.mit.edu/research/pro3_3.htm 6. Como es el caso del Exoesqueleto para Extremidades Inferiores (BLEEX) desarrollado en Berkeley, con fines militares. Ver en: http://bleex.me.berkeley.edu/research/exoskeleton/bleex 7. K. Warwick, I, cyborg (Londres, Century, 2002). Cf. http://www.kevinwarwick.com/. 8. N. Herzfeld, Technology and Religion. Remaining Human in a Co-created World (West Conshohocken-PA, Templeton Press, 2009). 9. A. Clark, Natural-Born Cyborgs (Oxford, Oxford University Press, 2003). 10. F. Broncano, La melancola del ciborg (Barcelona, Herder, 2009).
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ni habra existido nunca11, es elevada a una nueva ensanchamiento sin precedentes de los lmites significacin por estos autores, que la formulan en una humanos. clave tecnolgica. Para Andy Clark hablar del ciborg no De este modo, se nos presenta la posibilidad ya en es hablar de una combirealizacin del ciborg nacin de carne y como un reto al futuro cables, sino de seres mismo del ser los ciborgs rompen las categocuya identidad no se humano. El principio detiene en lo biolgico, de responsabilidad de ras de lo natural y lo artificial, que se sino que se extiende a Hans Jonas, que nos los sistemas no biolgiexige una humanidad esfuerzan en separar lo que es atricos que han llegado a que no slo sea, sino buible a lo humano y lo que es atriformar parte de l. Para que sea verdaderaBroncano, los ciborgs mente humana, buible a lo externo. En el ciborg, lo exrompen las categoras necesita ser completaterno se torna humano y lo humano de lo natural y lo artifido con una reflexin cial, que se esfuerzan en actual y profunda de la diluye sus fronteras. separar lo que es naturaleza humana15. atribuible a lo humano y Teilhard de Chardin lo que es atribuible a lo consideraba como un externo. En el ciborg, lo punto crtico que en el externo se torna humano y lo humano diluye sus fronteproceso de unin de la Humanidad se diera una mecaniras. zacin funcional y forzada de las energas humanas en Esta realidad embrionaria y todava incierta se un sistema totalitario que extienda en el horizonte una presenta llena de riesgos para unos y de optimismo humanidad sucumbida en la esclavitud, una humanidad para otros. Francis Fukuyama12 se encuentra en el lado que viva el destino de la termita o la hormiga16. Rahner de los que advierten de lo que consideran ingenuidad se planteaba la posibilidad de un fracaso global: Sera suponer que un mundo posthumano, en el que se ha posible quin pude saberlo exactamente! que la alterado la biologa humana, ser necesariamente mejor humanidad muera en una muerte colectiva, en medio de que el nuestro. Para l, el riesgo que se cierne es el que una sobrevivencia biolgica y tcnico-racional, y se Huxley advirti en Un mundo feliz. El riesgo de un transforme en una colonia de termitas, de animales mundo en el que se ha perdido el concepto de humaniinauditamente hbiles42. Un reto al que la teologa no es dad, un mundo de felicidad vacua y carente de esperanajena, y al que est llamada a responder. Cuando za. En el lado contrario a Fukuyama, y como declarado Teilhard dice que en el hombre son las fuerzas de la oponente de l, encontramos, entre otros, a James invencin las que toman en sus manos las riendas de la Hughes14, para quien las tcnicas que permiten traspaEvolucin17, rpidamente podemos descubrir que esas sar las actuales limitaciones humanas son un motivo de fuerzas de invencin no son sino la dimensin tcnica esperanza e incluso una obligacin espiritual, el princidel ser humano que se despliega conquistando frontepio de una era posthumana, que se caracterizara por un ras nuevas y asumiendo con ello retos y peligros
11. J. Ortega Y Gasset, Meditacin de la tcnica y otros ensayos sobre ciencia y filosofa (Madrid, Alianza Editorial, 1997) 13. 12. F. Fukuyama, El fin del hombre. Consecuencias de la revolucin biotecnolgica (Barcelona, Zeta, 2008). 13. J. Hughes, Citizen Cyborg (Cambridge, Westviewpress, 2004). 14. Cf. Concilium, n 336, Junio 2010. 15. Cf. P. Teilhard De Chardin, El porvenir del hombre (Madrid, Taurus, 1967) 73. 16.K. Rahner, Curso Fundamental sobre la Fe (Barcelona, Herder 1989) 70. 17. Cf. Teilhard De Chardin, o.c., 362.
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tambin nuevos. Lo que ha de ser preocupacin teolgica es que todos estos nuevos caminos que se abren no desemboquen en el fracaso que Teilhard y Rahner planteaban. Que no sean caminos que lleven al hombre a dejar de ser hombre. Que no sean caminos que aboquen a una sociedad que ya no sea verdaderamente humana y a unos individuos en esa sociedad que ya no sean verdaderamente seres personales. Para eso, el reto de la teologa es el de ser referencia de lo que es verdaderamente humano, de lo que ha de ser preservado y potenciado para que los nuevos caminos conduzcan al ser humano por el camino del ser ms. Para nosotros esto se traduce en un binomio: Personalizacin-Socializacin. El binomio personalizacin-socializacin nos habla de una humanidad que se constituya como red de relaciones que personalizan, a la vez que unen. De una humanidad que es una unin, como tejido de individuos que no se pierden en una mezcla, que no se confunden, sino que se unen, para elevarse en un grado de conciencia superior que les personaliza. Una humanidad en la que cada persona es afirmada en s misma y, a la vez, en la que cada persona se da a s misma para que el otro y los otros sean. Una humanidad en la que vivir es dar vida. Una humanidad comunidad de personas, que personaliza y une. Una humanidad en
la que se rompe el conflicto yo-nosotros, no por va de la supresin de uno de los trminos, sino cuando cada uno de los trminos encuentra su sentido en el otro. Cuando el yo slo puede ser un yo siendo un nosotros, y cuando el nosotros slo puede ser un nosotros si se personaliza en un yo. Este proceso de ser ms humanidad es el ser ms divino al que el hombre, y en l toda la Creacin, est llamado. Es mucho lo que se pone en juego en cada paso del camino tecnolgico que la humanidad recorre. Si nuestra civilizacin no desaparece como tal en un verdadero desastre global, el avance ser imparable; se hace as necesario aportarle orientacin y sentido. La capacidad del ser humano de modificarse a s mismo y alterar de diversos modos su propia naturaleza biolgica recorre sus primeros pasos. Pararse a reflexionar en ello, y en los esfuerzos que actualmente se dan, no es una afirmacin del xito de lo que en muchas de esas empresas es buscado. Es la misma bsqueda la que debe ser objeto de reflexin, porque en ella se irn abriendo puertas hacia destinos imprevisibles y no anticipados por los mismos buscadores. Ms que nunca, la teologa est llamada a esa tierra difcil de la frontera, frontera donde se juega ya hoy el futuro de la humanidad.
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